4° Día Novena A La Virgen de La Sonrisa
4° Día Novena A La Virgen de La Sonrisa
4° Día Novena A La Virgen de La Sonrisa
Cuarto día:
Por las familias y parejas que padecen conflictos y están divididas
Nos ponemos en presencia de Dios, señal de la cruz.
Oración Inicial para todos los días (también puede ralizarse intercediendo por otro hermano)
Virgen de la Sonrisa, Madre de la alegría. Vengo a ponerme delante de tus ojos buenos. Necesito esa luz de
tus ojos serenos y esa esperanza de tu rostro amable. Te doy gracias María, porque estás a mi lado en
todos los momentos. Cuando sufro, tengo tu alivio. Cuando estoy feliz, compartes mi gozo. Vengo a buscar
tu ayuda de Madre para mí y para todos mis seres queridos.
Madre mía, Virgencita, apiádate de mí que estoy deprimido, afligido, triste y me siento solo. Virgen de la
sonrisa, devuélveme el ánimo, las ganas de vivir y la esperanza. Ayúdame en este momento depresión en
el cual no siento ganas de vivir y de luchar. Así como ayudaste a Santa Teresita a liberarse de la depresión
y la tristeza, alcánzame el consuelo de tu Hijo Jesús, y sáname de esta enfermedad. (Pedir con humildad y
confianza la gracia que se quiere obtener) Te pido que hagas nacer en nosotros a Jesús. Así podremos vivir
con alegría, y saldremos adelante en medio de las dificultades de la vida. Danos fortaleza, paciencia,
valentía, y mucha esperanza para seguir caminando. Madre de la alegría, derrama tu consuelo en todos los
que están tristes y cansados, deprimidos y desalentados. Que la hermosura de tu rostro, lleno de fuerza y
de ternura, nos llene a todos de confianza, porque comprendes lo que nos pasa y somos valiosos para tu
corazón materno. Amén.
Reflexión: Nuestro corazón está cargado de sentimientos, los cuales pueden ser buenos o malos, y nos
llevan a actuar de distintas maneras, y cada acción tiene consecuencias, y estas nos pueden acercar o alejar
de las personas que forman parte de nuestra vida. Debemos encomendar a Dios nuestros sentimientos,
pensamientos y acciones, para que la maldad no divida nuestras familias, para que la comprensión y el
amor siempre sean más fuerte. ¿Cuántas veces el Señor habrá intercedido en nuestro accionar? Él siempre
protege nuestros hogares, pero nos pide comprendernos y amarnos, para que la unión siempre sea
verdadera.
En palabras de Santa Teresita:
Comprendí que el amor encerraba en sí todas las vocaciones, que el amor lo era todo, que el amor
abarcaba todos los tiempos y lugares…En una palabra, ¡Que el amor es eterno! Entonces, al borde de mí
alegría delirante, exclamé: ¡Jesús, amor mío…, al fin he encontrado mí vocación! ¡ Mí vocación es el
amor…!
Oración final:
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios. No desprecies las oraciones que te dirigimos en
nuestras necesidades. Antes bien líbranos de todo peligro, Oh Virgen gloriosa y bendita. Amén.
Canción: https://youtu.be/BZJlAjuTXk4