Enf. Del Pericardio
Enf. Del Pericardio
Enf. Del Pericardio
El pericardio es una membrana serosa que está separada por una escasa cantidad de líquido (50 ml). Esta
evita la dilatación brusca de las cavidades durante el ejercicio y la hipervolemia. Facilita el llenado auricular
durante la sístole ventricular gracias a la presión negativa que existe en la serosa.
Restringe la posición del corazón evitando acodaduras de los grandes vasos. Limita procesos infecciosos
desde órganos vecinos hacia el corazón. A pesar de todo ello la ausencia total de pericardio no produce
enfermedad clínicamente evidente.
Las enfermedades del pericardio, independientemente de su etiología, suelen producir respuestas al daño
parecidas desde el punto de vista fisiopatogenico, por lo cual adoptan las formas clínicas de: pericarditis
aguda, derrame pericárdico aislado o con el taponamiento cardiaco y pericarditis crónica constrictiva,
según su intensidad y evolución.
La pericarditis es la inflamación de la serosa pericárdica y se clasifica:
Aguda (<6 semanas)
Subaguda (6 semanas a 6 meses)
Crónica (>6 meses)
PERICARDITIS AGUDA:
Es el conjunto de síntomas y signos producidos como consecuencia de la inflamación aguda del
pericardio. Es un síndrome que puede cursar con o sin derrame y esta puede estar o no acompañado de
taponamiento.
ETIOLOGÍAS:
Benigna viral (Coxsackie, Influenza y Adenovirus).
Autoinmune (Fiebre Reumática Aguda,
Colagenopatías).
Neoplásica (tumores metastásicos).
Radiógena (por radioterapia mediastínica).
Urémica (Insuficiencia Renal Crónica Grave).
Purulenta bacteriana (Estafilococo, Estreptococo o
Neumococo).
Pospericardioectomía
Tóxica - medicamentosa (ingesta de procainamida o minoxidil)
Epistenocárdica (secundaria a un IAM).
FISIOPATOLOGÍA: la inflamación aguda de la serosa pericárdica produce exudación de fibrina y
liberación de sustancias inflamatorias que provocan la fiebre y los síntomas generales. Se agregan el frote
pericárdico (por el roce de las hojas parietal y visceral de la serosa inflamada), y los cambios
electrocardiográficos por efecto sobre las aurículas y ventrículos subyacentes. Los agentes etiológicos
afectan el pericardio por vía hematógena, de continuidad o de acceso directo (punción o corte quirúrgico).
MANIFESTACIONES CLÍNICAS:
Dolor precordial: está presente en un 60% de los pacientes y se caracteriza por ser urente o
quemante (en ocasiones opresivo), intenso y de rápida instalación, localizado en la parte baja del
esternón pero irradiado a toda la cara anterior del tórax; aumenta con la inspiración profunda y se
alivia parcialmente al adoptar el decúbito genupectoral. Se prolonga generalmente hasta la
aparición del derrame pericárdico o hasta la resolución de la pericarditis séptica (48-72hs.).
Síndrome Febril: se presenta en el 30% de los casos y, asociado con el dolor precordial, orienta
decididamente al diagnóstico. Puede ser leve y manifestarse únicamente por astenia y febrícula.
DIAGNOSTICO:
ANAMNESIS: es importante preguntar sobre las particularidades del dolor precordial,
especialmente su característica de aumentar con la inspiración y la tos y calmar con la posición
genupectoral y el decúbito ventral. Asimismo, es importante el antecedente de un cuadro de las
vías aéreas superiores dentro de los últimos 10 – 15 días y la ausencia de factores de riesgo para
enfermedad coronaria.
EXÁMENES COMPLEMENTARIOS:
ELECTROCARDIOGRAMA: es poco específico, solo se manifiesta microvoltaje difuso.
RADIOGRAFÍA DE TORAX DE FRENTE Y PERFÍL: la presencia de cardiomegalia predominante
en la región baja (con ángulos cardiofrenicos agudos), asociados con pedículos vasculares chicos
(imagen en botellón), indica derrame pericárdico grave, pero es poco sensible para derrames de
menos de 300 ml de líquido pericárdico. La realización de una radiografía en posición de
Trendelenburg es útil para evidencia el desplazamiento del líquido hacia el pedículo vascular
(diferencia de la cardiomegalia de la insuficiencia).
ECOCARDIOGRAMA BIDEMINESIONAL: es el método más sensible y específico para detectar un
derrame pericárdico y establecer su gravedad. A demás detecta signos característicos que indican
un taponamiento cardíaco en etapa subclínica: corazón oscilante y colapso inspiratorio del VD.
PERICARDIOCENTESIS: la punción del pericardio con aguja fina por vía subxifoidea con control
de ECG y Ecocardiograma, es muy útil para confirmar la etiología del derrame.