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Ensayo Argumentativo Sobre La República de Plaqton

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ESCUELA DE POSTGRADO

DOCTORADO EN DERECHO

“ENSAYO ARGUMENTATIVO SOBRE LA REPÚBLICA DE


PLATÓN”

EXPERIENCIA CURRICULAR:

PROCESO HISTÓRICO DE LA IDEAS POLÍTICAS

DOCTORANDOS:

ANGULO ROMERO, Lady Cheryl.

CHAVEZ PANDURO, Juan Pablo.

CHUQUIHUANCA ROMERO, Francisca Milagros.

TUESTA DEL AGUILA, Xuxy Azucena

VALDERA CABANILLAS, Carol Lizeth

DOCENTE:

Dr. MANRIQUEZ ZAPATA, Héctor Miguel

TARAPOTO – PERÚ

2022

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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN 3

1. SOBRE EL LIBRO, LA ESCENA Y SUS PERSONAJES 4

2. ANÁLISIS Y COMENTARIOS DE CADA LIBRO QUE COMPONE LA OBRA


“LA REPÚBLICA” 5

2.1. LIBRO I 5

2.2. LIBRO II 8

2.3. LIBRO III 10

2.4. LIBRO IV 13

2.5. LIBRO V 16

2.6. LIBRO VI 21

2.7. LIBRO VII 23

2.8. LIBRO VIII 26

2.9. LIBRO IX 31

2.10. LIBRO X 33

CONCLUSIONES 36

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 38

2
INTRODUCCIÓN

En libro la República de Platón contiene el más amplio, el más ambicioso y el más


complejo de los diálogos de madurez de Platón. Está concebida y escrita en el
momento de máxima capacidad intelectual y literaria de Platón y habla de una
gran parte de su ideología y de su ciencia. Es un portavoz de las ideas de este
pensador, que escribe los diálogos en los que él actúa siempre de protagonista,
rodeado de otros personajes dramático-filosóficos de menor rango, pero siempre
de una inolvidable presencia personal. Trata de diferentes temas los cuales
Platón va argumentando y dando razones en donde expresa su concepción del
arte, lo político, la sociedad, la justicia, la inmortalidad, la virtud, el bien y el mal,
plasmados en importantes diálogos. Fue publicada esta vasta obra en diez libros,
es decir en diez rollos de papiro, entre los años 475 y el 470 a. C.

A Platón se le ama o se le aborrece por sus convicciones. Su pensamiento, bien


interpretado, no da pie a mediocridades o eclecticismo ambiguos. Aunque, como
de hecho puede ocurrir con cualquier otro pensador, sus líneas pueden ser
distorsionadas y utilizadas para transmitir ideas contrarias a lo que él más amó y
defendió: la justicia y la verdad; la Ley Moral que se impone ante todo hombre,
luego, ante toda sociedad: Ciudad-Estado. Esa, empero, es la base y
fundamento de su filosofía política.

Sus ideas políticas son muy lejanas a las formas políticas que hoy prevalecen
y/o se ejercen en el mundo. Pero sería un grave error pensar que su tratado de
filosofía política: La República, se limita a describir la política de su tiempo. De
hecho, es todo lo contrario. Su tratado sobre la República es una crítica a las
formas de gobierno de su tiempo; crítica que, de antemano, hoy cae como anillo
al dedo a los distintos gobiernos de nuestro tiempo.

3
“ENSAYO ARGUMENTATIVO SOBRE LA REPÚBLICA DE PLATÓN”

Platón (427-347 a.C.), ciudadano de Atenas, es uno de los filósofos griegos más
influyentes de la historia del pensamiento político. Hijo de familia aristocrática
ateniense Glaucón. Platón está emparentado con algunas de las familias más
importantes de Grecia. Tiene dos hermanos y una hermana. A la muerte de su
padre, su madre vuelve a casarse con uno de los hombres más ricos de la ciudad,
Pirilampes. Son familiares de Platón los políticos Cármides y Critias, que forman
parte del gobierno de los Treinta tiranos, gobierno títere impuesto por Esparta
cuando derrota Atenas en la guerra del Peloponeso (404 a. C).

Filósofo griego, alumno de Sócrates y maestro de Aristóteles. Tuvo una vida


apasionante desde todos los puntos de vista, y vivió lo suficiente para escribir un
buen número de obras en forma de diálogos.

Varios hechos van a marcar su vida y su pensamiento: las guerras del


Peloponeso, ser discípulo de Sócrates, y el juicio al que se sometió, y la
experiencia con el joven Dionisio de Siracusa, del que tiene que huir, cayendo
prisionero y siendo vendido como esclavo y recatado por un amigo que lo
devuelve a Atenas. Por último, la creación de la Academia.

Falleció en Atenas a una edad próxima a los 80 años, posiblemente en el año 348
o 347 a.c.

1. SOBRE EL LIBRO, LA ESCENA Y SUS PERSONAJES

La República es uno de los diálogos más importantes que escribió Platón, en


donde expresa su concepción del arte, lo político, la sociedad, la justicia, la
inmortalidad, la virtud, el bien y el mal.

Se cree que la República, por su gran extensión, es un compilado hecho por


Platón en donde unifica una serie de diálogos para exponer algunos problemas
fundamentales de su pensamiento en forma más completa.

La fecha aproximada en la que Platón empezó a escribir la República fue entre


390-385 a.C. (en el periodo de transición de sus escritos), y fue terminada con
los capítulos II al X presumiblemente entre 385-370 a.C. (en el periodo de
madurez del autor).

La República expone el Estado ideal de Platón, lo que debería ser para que el
hombre encuentre felicidad y desarrolle su moralidad.

El escenario, donde transcurre el diálogo escrito por Platón, es en casa de


Polemarco, hijo de Céfalo, en el Pireo allá por el mes caluroso de junio a fines

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de primavera.

Los personajes:
Sócrates:(470-399 a.C.) es el personaje principal del diálogo, fue maestro de
Platón y creador del método denominado mayéutica (o arte de “alumbrar” los
espíritus) por el que lograba que sus interlocutores descubrieran la verdad a
partir de ellos mismos.

Céfalo: padre de Lisias, Polemarco y Eutidemo.

Lisias Orador, Lisias se ganó la vida escribiendo discursos para los litigantes y
continuó con los negocios de su padre. Se cree que Lisias no contó con la
simpatía de Platón.

Polemarco: aficionado a la filosofía y a la política.

Eutidemo: hijo de Céfalo, no debe ser confundido con Eutidemo, hijo de


Diocles (fiel admirador de Sócrates).

Trasímaco: Sofista y orador. Lo político y lo moral sólo le preocupaba


incidentalmente. Este pensador poseía múltiples cualidades y tenía
conocimientos muy firmes

Carmántides: discípulo de Sócrates e hijo de Queréstrato.

Clitofonte: discípulo crítico de Sócrates e hijo de Aristómino.

Adimanto: Éste era el hermano mayor de la familia de Platón.

Glaucón: hijo de Aristón y Perictione y hermano menor de Platón.

2. ANÁLISIS Y COMENTARIOS DE CADA LIBRO QUE COMPONE LA OBRA


“LA REPÚBLICA”

2.1. LIBRO I

Platón relata a un auditorio innominado el diálogo sostenido el día antes


en casa de Céfalo, anciano y opulento siracusiano domiciliado en El
Pireo.

Sócrates, regresando del Pireo se halla con Polemarco, quien lo instiga a


ir a su casa. Una vez en casa de Polemarco, Sócrates se encuentra con
Céfalo, padre de Polemarco, al cual lo ve muy viejo. El filósofo hijo de
Sofronisco, curioso al respecto de la vejez, le pregunta por ella y Céfalo la

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elogia señalando que ésta ha amortiguado la intensidad de algunas
pasiones y que la misma vejez es un estado de reposo y de libertad de los
sentidos. Muchos no toleran la vejez, dice Céfalo, pero tolerar depende
del carácter, no de la edad. Sócrates insinúa que las riquezas de Céfalo
influyen para que él goce tranquilamente de la vejez, pero el viejo sofista
aclara que la posesión de riquezas ayuda a no engañar involuntariamente
ni a mentir, pudiendo así pagar todas las deudas a los dioses y a los
hombres para salir libres y justos del mundo terrenal.

Es en este momento donde empieza el problema de la justicia, si acaso


“consiste en decir la verdad y dar a cada uno lo que le pertenece” o,
posiblemente, no.

Sócrates analizaría la idea de Céfalo acerca de la justicia y diría que, si la


justicia consiste en decir la verdad y dar a cada uno lo que le
corresponde, ¿sería justo devolverle las armas, que me confió un amigo
en su sano juicio, habiendo éste enloquecido? Sócrates diría que toda
persona racional convendría en que devolverle las armas a este loco
amigo sería injusto, y mucho más decirle a éste la verdad.

Una vez refutada la idea de que la justicia “consiste en decir la verdad y


dar a cada uno lo que le pertenece”, Céfalo se dirige al patio para
continuar con su sacrificio e interviene en el diálogo su hijo Polemarco. El
joven, interesado en el diálogo, introduce la idea de un poeta (Simónides)
sobre la justicia; “hacer bien a los amigos y mal a los enemigos”, pero
Sócrates le explicaría que muchos de los que creemos amigos no lo son,
ya que es visto que el enemigo engañe a una persona haciéndose pasar
como amigo. También, agregaría Sócrates, si la justicia fuese hacerle
bien a los amigos y mal a los enemigos ésta sólo serviría en épocas de
guerras y no en épocas de paz, a su vez, expone el filósofo, la justicia es
una perfección humana que no puede, mediante su acción, convertir a los
hombres en injustos, porque si una persona hace “justicia” y crea mal a un
enemigo, nos exponemos a volverlo injusto; de modo que la justicia daría
origen a la injusticia. En conclusión, el hombre justo no puede hacer mal a
otro.

Dada por acabada la ilustración de Sócrates. Trasímaco, que ambicionó


intervenir constantemente en la charla, pero fue detenido por los que
querían escuchar hasta el final el diálogo, explotó en ira contra Sócrates
acusándolo de escapar de una manera pueril a las preguntas que le
hacían los presentes y Sócrates de una manera más calma lo invitó a
participar de la conversación.
Trasímaco alega que la justicia es “lo que le conviene al más fuerte”,
Sócrates concordaría en que la justicia es algo conveniente, pero no para

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el más fuerte. El vanidoso sofista agregaría que al hombre justo le va peor
en todo lugar y circunstancias y, en cambio, el hombre injusto saca
provecho desde cuando se trata de recibir repartos públicos, hasta de no
pagar lo debido en las contribuciones al Estado. Trasímaco indicaría que
los que reprochan la injusticia no lo hacen por miedo de cometerla, sino
por temor a sufrirla. Es de este modo asimilable que para él, la justicia no
se practica en beneficio de los demás, sino de uno mismo. Sócrates
contesta que un médico no realiza su técnica de curar a otros porque de
ella reciba placer, sino porque de esa técnica obtiene un salario y lo
mismo sucede con la justicia, el objetivo de ésta es evitar ser gobernados
por gente inferior.

“Los buenos no apetecen el gobierno por las riquezas ni por la honra,


porque no son ambiciosos. Ahora bien, el mejor castigo para un hombre
que no se decide gobernar, es de ser gobernado por otro inferior que él, y
el temor a ese castigo determina a los hombres de bien a intervenir en los
asuntos públicos, y se mezclan a ellos, no por interés personal, ni por
placer, sino por necesidad”.
Sócrates partiendo de la hipótesis de que la injusticia es más poderosa y
fuerte que la justicia, argumenta que la injusticia misma, practicada en
sociedad, no puede prosperar sin cierto resto de justicia como en el caso
de una banda de piratas que se propone como objetivo un fin injusto,
llevarlo a cabo dependería de que dentro de esa asociación halla justicia,
de lo contrario habría discordia, desorganización y llevaría al grupo a
dividirse entre sí. Sócrates ultimaría este razonamiento aclarando que los
justos se rebelan sabios y mejores aptos de obrar que los injustos, que
son incapaces de toda acción en común y, añadiría que la justicia es
sabiduría y virtud, en cambio, la injusticia es un vicio que implica
ignorancia. Al final de la disputa Sócrates, como acostumbraba
humildemente, sellaría que sólo ha llegado a la conclusión; “de que nada
sabe”.

Comentarios: Como vemos en el resumen anterior la astucia de Platón


para defender la justicia es muy resaltante, pero eso fue hace más de
2500 años; es decir; ¿Una filosofía como tal deberá ser considerada
actualmente?, primero debemos precisar que tanto Polemarco como
Trasímaco, tenían ideas muy erróneas al hablar de justicia, hoy en día
sería considerado una barbarie hablar de que “Es justo hacer bien a tus
amigos y mal a tus enemigos” o peor aún “La justicia es lo más ventajoso
al más fuerte”, son ideas muy anticuadas para el tiempo posmodernista
que vivimos. Platón dijo algo muy peculiar: “La peor forma injusticia es la
justicia simulada” (Platón, 427 a.C – 347 a.C), a nuestro parecer han
pasado más de 2500 años, y aún se ven cosas como lo describe
Trasímaco y Polemarco. Brevemente fijemos nuestra mirada en nuestro

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país. A diario vivir, vemos como la justicia es solo un término de moda
para “robar” dinero y pudrir al pueblo cada vez que existe la oportunidad,
podríamos describir muchas cosas, desde corrupción en una pequeña
escuela, hasta corrupción en el gobierno, se escuchan de robos
multimillonarios, de partidos políticos con ansias de poder sin siquiera
contar con la idea de progreso. La justicia en el Perú está tan podrida y
sucia que han hecho de este país con tanta riqueza, tan envidiable a los
ojos del mundo, sea “subdesarrollado”. Entonces las ideas de Trasímaco
y Polemarco, en nuestra sociedad se cumplen a diario, vemos como el
fuerte golpea al débil, como gente tan corrupta tiene libertad solo por
tener “vara” en algún recinto público, eso es Perú. Pero lamentablemente
este gigante no será destruido hasta que una sociedad entienda, que no
todo lo que brilla es oro, y que un pequeño regalo no compra una vida
justa, que el voto a un político corrupto, no solo afecta a su futuro, afecta
a más de 30 millones de peruanos.

Otro personaje importante de este primer libro es Céfalo, que menciona


algo muy sabio al parecer, más no responsable: “-Que es justo -repuso él-
dar a cada uno lo que se le debe, y al decir esto”. Eso podría tomarse
correcto, un hombre justo debería dar a cada uno lo que se debe, tal vez
pagar cuentas, arreglar asuntos, etc., pero, por ejemplo, si un automóvil
es prestado por un amigo y este comete un crimen, y el automóvil queda
fichado por la policía, ¿es justo acaso que encarcelen al dueño del
automóvil?, pues no, no podríamos hablar de justicia. La respuesta de
Céfalo se podría relacionar con la famosa La Ley del Talión “Ojo por ojo,
diente por diente”, que en la antigüedad era muy aplicada,
específicamente en el derecho romano, ¿Se podría hablar de justicia en la
violencia, y muerte?, entonces descartamos la respuesta pobre que dio
Céfalo, creyendo que Platón pensaba mucho más allá.

Para concluir este capítulo, es sabio dar énfasis a los buenos deseos de
Platón que, no buscaba el mal ni la destrucción, todo lo contrario, buscaba
la perfección en muchos aspectos de un gobierno, es triste saber que no
en todas las sociedades se logró lo que este hombre propuso y que tal
vez hubiera hecho de este mundo un lugar mejor.

2.2. LIBRO II

Parecía saldada la discusión de lo que no era la justicia, pero Glaucón no


aprobaría la retirada de Trasímaco, y narraría la leyenda del anillo de
Giges. Al término de ésta, Glaucón hace una observación desarrollando
así la tesis de Trasímaco, que más tarde Adimanto trataría de confirmarla.
El joven Glaucón indicaría que, según la experiencia general, la justicia y
la injusticia sólo deberían valorarse de acuerdo con los resultados

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favorables o desfavorables que proporcionan. Esto confirmaría lo que
desde tiempos pasados Homero y Hesíodo han escrito; que el injusto
logra hacer olvidar sus crímenes mediante espléndidos sacrificios y
oraciones que pueden comprar el perdón y el olvido. Y que la vida del
justo es, efectivamente honorable, pero casi siempre va acompañada de
sufrimientos; mientras que el vicio, a pesar de ser deshonroso, es
agradable. El joven inteligente llegaría a la conclusión de que su felicidad
radica en practicar la injusticia y eludir sus posibles consecuencias
desagradables, utilizando la astucia o buscando una adecuada asociación
que lo proteja.

Sócrates reacciona ante ello afirmando que demostrará que el hombre


justo es feliz, pero su análisis arrancará desde lo general para
desembocar en lo particular, dando ingreso a lo que llamaríamos “El
Estado ideal Platónico”.

Sócrates nos presentaría un gobierno que sea por sí mismo la


encarnación de lo justo, una organización social que se basa en el
principio de especialización por medio de una educación apropiada (en la
música y la gimnasia) y por medio de una división del trabajo acorde a la
aptitud que tiene cada individuo (en donde nadie debe hacer varias cosas
a la vez).

A medida que la ciudad se hace cada vez más grande, surge la necesidad
de la guerra, la cual Platón no la condena, pero no sólo no la condena,
sino insiste en un cuerpo armado de especializados soldados a los que
los llama guardianes. Platón en boca de Sócrates, aclararía que para
comenzar a educar a estos soldados es necesario suprimir los poemas
que versen acerca de lo “mala” que es la muerte y de lo “humano” que
parecen ser los dioses, los cuales, dice Sócrates, son el bien que nunca
engaña y nunca cambia. Sócrates indicaría que los jóvenes tienen mentes
frágiles y que no distinguen lo alegórico de lo verdadero, por lo tanto, lo
único que hacen estos poetas es corromper sus almas mostrando a los
dioses peleando o haciendo cosas que sólo un humano haría y haciendo
que los jóvenes le tengan más miedo a la muerte que a la esclavitud.

Comentarios: El Libro II, trata de saber exactamente la naturaleza de la


justicia. Pero antes Platón encamina las diferentes opiniones sobre ella.
Demuestra que en, muchas ocasiones, los juicios emitidos conducen
directamente a la hipocresía, o sea a toda la clase de malas acciones, con
el disfraz de la falta de virtud. Busca el modo de poner de manifiesto la
falacia que se instruye a la juventud para inculcarle la idea de que la virtud
es solo la causa de las penas; hasta el extremo de añadir que para lograr
la más feliz de las situaciones basta con saber aliar la injusticia con las

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apariencias de la honestidad. Un estado de cosas como el que preconizan
estos criterios, sería la muerte de la república. Sigue un examen de lo
justo y de lo malo. No se trata de saber si la injusticia sale siempre
triunfante sino de que si el hombre justo es dichoso. Al examinar con
mayor rigor esto último la cuestión alcanza mayores proporciones. El
resultado de esta segunda parte es el de demostrar las diferencias
esenciales entre el bien y el mal; y de esta distinción, perfectamente
establecida saldrá como natural consecuencias la definición de la justicia
y la injusticia.

Glaucón propone 3 tipos de bienes o fines, de estos podemos destacar


los fines o bienes que deseamos por sí mismos como la alegría o la
felicidad, es decir aquellos que nos es innato desear porque simplemente
genera en nosotros una satisfacción sin ayuda de un efecto que este
posea, también tenemos los fines que deseamos por lo que genera por
ejemplo la comprensión, la vista, salud, etc., podemos deducir de estos
que llegan a ser necesarios más no del todo, es decir que no son
fundamentales, de todas maneras son importantes, en lo que radica la su
importancia es en lo que genera en nosotros como humanos y el aporte a
nuestro desarrollo, finalmente tenemos los fines o bienes que siendo
penosos los deseamos por los beneficios, por ejemplo el gimnasio, el
tratamiento médico, etc., nos podemos referir a este tratamiento con una
frase coloquial en el Perú “Es amor al chicharrón y no al chancho”, es lo
que puedas obtener de eso sin importar la vergüenza que te lleve a
hacerlo. Es aquí donde podemos observar que la justicia habría de
pertenecer a las mejores clases de fines, aquellos que solo se quieren por
sí mismos, pero en este caso, la mayoría opina lo contrario: considera que
la justicia es aquella que se utiliza de forma vergonzosa para obtener un
beneficio, esto lleva a que la justicia ya no solamente sea confundida, ni
infravalorada, sino que ahora es despreciada por estos personajes.

Es importante recordar que la justicia hoy en día es muy cuestionada por


periodistas, escritores, políticos y la misma población, es más común hoy
en día ver actos de corrupción, en el poder político, cada de revelan
nuevas evidencias de presidentes metidos en delitos de corrupción, pero
la falta de actuar judicial es un problema que acarreamos a diario, pero
las personas causantes de tales actos logran evadir sus
responsabilidades delictivas, no sabe a ciencia cierta cómo, pero
escuchamos de presidentes que han robado y están en otro país por
años. Entonces no podemos hablar de una justicia transparente en esta
sociedad.

2.3. LIBRO III

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Una vez censurado los poemas que versen infamias de los dioses y la
muerte, y desterrado a los poetas versátiles que escriben éstos, es
necesario preocuparse acerca de la formación de los guardianes. La
educación para Platón únicamente sería un beneficio de la clase
guardiana y no del vulgo, ésta consistiría en formar la mente o el espíritu
por razón de la música, y el cuerpo por razón de la gimnasia. Tanto la
música (tiene como objeto el amor a la belleza) como la gimnasia
(educación física del cuerpo), deben ser combinadas cuidadosamente de
modo que mucha música no afemine al individuo o mucha gimnasia no lo
convierta en bruto y temerario.
Una vez educado cuidadosamente el guardián en el alma (de acuerdo a la
música), se procederá a educarlo en su físico (de acuerdo a la gimnasia),
prohibiendo a éstos embriagarse, perdiendo así el conocimiento de sus
actos y proporcionándoles una dieta balanceada. Platón determinaría que
cuando un Estado necesita médicos y jueces para remediar los
desórdenes del cuerpo y del alma de sus habitantes, es una señal de que
el Estado carece de fuerza. No obstante es necesario aceptar la medicina
en casos de necesidad y a jueces para los casos de diferencias entre
unos y otros, pero estos puestos deben de estar compuestos por
ancianos dotados de almas virtuosas y buenas, y así no tendrían dificultad
para arreglar los conflictos.

Acá es necesario hacer un alto, debido a que el autor nos dice que para
los cargos de médico y juez se necesitan ancianos virtuosos, pero estos
hombres son diferentes entre sí. Mientras que un buen médico es aquel
que se dedicó desde chico al arte de curar y se familiarizó con las
enfermedades, un buen juez es aquel que no se familiarizó con el crimen.
Desde la juventud se tiene que haber mantenido inocente y alejado del
vicio, sólo lo tiene que haber estudiado, pero como un vicio ajeno mas no
por su propia experiencia, de modo que cuando lo vea le parezca
aberrante y la pueda condenar. Es mediante este razonamiento como el
protagonista del libro; Sócrates, llegaría a la conclusión que el hombre
virtuoso, y no el perverso, puede llegar a ser sabio.

Para que este Estado que se está equipando se conserve, es necesario


que tenga en él, gobernantes. Los gobernantes son los ancianos más
sabios dentro del grupo de los guardianes, estos ancianos para llegar a
sentarse en la cabeza del Estado deberán de pasar pruebas tanto en el
placer como en el dolor. Todos los otros guardianes que no pasen estas
difíciles pruebas se convertirán en ayudantes o auxiliares del gobernante
o de los gobernantes.

Platón para evitar que un campesino quiera el poder o para que un


guardián, que en su virtud no lo pueda, ostente el poder, decide que una

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suerte de fábula ficticia disfrazada en una “mentira piadosa”, conduciría a
cada clase a ocuparse de lo que debe. Esta fábula versaría que Dios
mezcló bronce y cobre en los campesinos y artesanos, plata en los
guardianes y oro en aquellos a los que les correspondería el mando: los
gobernantes. De este modo la seguridad del Estado estaría garantizada,
ya que ésta depende de que cada uno haga, lo que en naturaleza de su
metal, pueda hacer, y que cada uno se mantenga en el puesto que le
concierne. Si por ejemplo un campesino, cuya naturaleza es el bronce,
obtuviese el poder, el Estado se arruinaría.

Platón continuando el desarrollo de su Estado ideal no sólo establecería


la clase de educación que tendría el guardián, sino también el lugar donde
residiría y qué limitaciones tendría. Éste conviviría en casas en común
donde cualquiera pudiese entrar y salir cuanto quisiera, el guardián no
podría poseer ningún bien, ni siquiera la mujer, la cual serviría como
guardiana desde los 20 hasta los 40 para procrear hijos de los mejores y
más hábiles guardianes hombres, las mujeres y los hijos corresponderían
en común evitando toda clase de posesión. Los alimentos serían
suministrados por la clase de los campesinos, artesanos y granjeros, los
cuales tendrían el derecho a la familia y a las posesiones, pero no a la
educación (propia de la clase gobernante). Los guardianes no podrían
manejar nada que fuese de oro y/o plata, como vasos, utensilios, etc.
(tampoco podrían entrar en casa donde los hubiera), y se les mentiría
mediante leyendas y fábulas ya mencionadas, que, como ellos tienen en
sus almas oro y plata, corromperían sus almas al tocar metales
terrenales. Y de esta manera lograrían salvarse ellos y ser la salvación de
la ciudad.

En el caso del Estado, la felicidad estaría adecuada al propio deber. A


Platón sólo le interesa el bien en conjunto y no el egoísmo de las partes,
es por ello que la “felicidad” del guardián es un tanto incompatible con la
del vulgo, porque su deber es otro.

Comentarios: Con lo señalado en éste tercer libro, Platón, por encima de


todo interesa ofrecer a la juventud la imagen de lo bello y lo bueno, para
que sólo ame lo que es bello y bueno. Con este objeto Platón señala la
conveniencia de suprimir de la poesía toda clase de narraciones capaces
de ablandar el coraje y engañar a la conciencia, todo cuanto pueda
degradar la naturaleza de los héroes y dar una falsa idea de las virtudes
de los dioses. Crítica severa de Homero. El legislador condena su
presencia en la república, ensalza sus méritos y nos dice como lo cree
merecedor de ser coronado. A continuación, define la medicina y la
jurisprudencia, para precisar que deben limitarse a la conservación de lo
que han recibido de la naturaleza un cuerpo sano y un alma buena. La

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templanza puede hacer inútiles a los médicos, y la justicia a los jueces.
Platón plantea a continuación un problema muy difícil y que hasta
nuestros días sigue siendo un objeto de resolución por parte de los
legisladores. Se trata de dar el gobierno a los que son dignos de
gobernar. Aquí el legislador quiere establecer una desigualdad justa y
dejar perfectamente establecido el lugar que ha de ocupar cada
ciudadano según sus méritos. Divide el estado en tres clases: Los
guerreros, los magistrados y los mercenarios, a cuyas clases
corresponden tres razas de hombres: Las razas de oro, de plata y de
bronce. Estas castas, el legislador las recoge de la mano de la naturaleza,
como la naturaleza se las da, y las somete a una educación cuyo fin es el
de seleccionar las razas de oro puro para asignarlas el lugar más elevado
de la sociedad.

Platón continuó estableciendo bases para su educación perfecta, y


continuó con las dicciones del discurso. Platón distingue 3 géneros
literarios: La tragedia, los ditirambos y la épica, Platón creía que cada
persona cumple su función, y no es correcto que el hombre imite a otro,
partiendo de esa idea Platón arremete contra la tragedia y comedia con la
intención de eliminarlas, pero desviándose de eso Platón recalcaba que
los guardianes deben obligatoriamente interpretar a personajes valientes,
moderados, libre y piadosos, por eso de ninguna manera deberían
interpretar a ancianos, mujeres, esclavos , etc. Y que se consideran seres
no aptos para ser guardianes. Entonces ellos deben ser criados con una
forma de pensar muy diferente a las de la gente del pueblo. Creo que una
de las formas más efectivas de aprender en pleno 2022 ha sido y es la
didáctica, es decir el aprender haciendo, los jardines están plagados por
esta forma de enseñanza, pero debemos entender que lo que imitan
afecta de una manera muy intensa a los que están recibiendo dicha
educación. Después de todo en el aprender haciendo, se aprende lo que
haces en el proceso es algo que debemos tener en cuenta.

Platón hace énfasis también en la música, en las imágenes, en la


gimnasia, etc., dando puntos muy peculiares, pero solo diremos que para
obtener todo esto en nuestra sociedad es un trabajo que se necesita
optimizar, porque como se ha ido llevando solo ha causado una lista de
problemas con los padres. Y Platón sabiamente responde lo que se han
pedido muchas personas a nivel mundial: el querer tener hijos de
provecho. A través de lo que propone Platón sería tan vez una gran
solución, pero siendo sinceros una madre dejaría que su hijo tenga largas
horas de ensayo en un teatro, o en un lugar de gimnasia, al pedir dichas
cosas es necesario entender que, así como desean tener hijos de
provecho los padres necesitan un cambio de mentalidad radical, solo así
tendremos una sociedad llena de gente con capacidades optimizadas y

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elevadas para el mundo donde vivimos.

2.4. LIBRO IV

Continuando con respecto a la felicidad de los guardianes, el joven


Adimanto no queda convencido de que la vida del guardián sea dichosa y
Platón, en boca de Sócrates, le contestaría que quizás puede ser feliz el
guardián o no serlo, pero de todos modos esto no importa. Al constituirlos
en guardianes del Estado, no es su felicidad la que se tiene en cuenta,
sino el bien del Estado. Como se ha dicho anteriormente, para Platón el
interés de algunos no merece ninguna consideración cuando se trata del
interés general. Tan pronto como éste se halle asegurado, cada uno
gozará, según su ocupación, de la felicidad que esté naturalmente unida a
ella. Lo importante es que cada ciudadano y cada clase se mantengan en
su puesto.

Con respecto a las normas, se fijarían leyes contra la opulencia y la


pobreza, contra la extensión de los límites del Estado, contra las
innovaciones en la educación y sobre los hábitos y costumbres de los
jóvenes. Más aún, aquí se aclara que una generación bien formada y
educada proporcionaría mejores padres para la próxima. Por lo tanto el
autor no presumía que fuera necesario dictar leyes sobre el mercado y
otras disposiciones menores.

A partir de aquí, Sócrates, anuncia que ha quedado fundada la ciudad y si


está bien creada debe tener todas las virtudes: la templanza, el valor, la
prudencia y la justicia, ya que la perfección del Estado reside en la
práctica de estas cuatro virtudes:

➢ La Templanza: es la moderación de los sentidos para que no haya


extremos, sino un justo medio. Es el disfrute con mesura y armonía de
los bienes materiales. Ésta equivale al autocontrol de las acciones. La
templanza se aloja en el vientre del cuerpo y pertenece a la parte del
alma concupiscible, por ello su interés es el deseo. Esta virtud es
propia de la clase productora (campesinos, artesanos, granjeros, etc.).

➢ El Valor: consiste en no ceder ante el enemigo, independientemente


de que sea mucha la presión que éste infrinja. El valor se alberga en el
pecho del cuerpo y pertenece a la parte del alma irascible, justamente
por esto su interés es el honor. El valor es propio de la clase guardiana.

➢ La sabiduría: es el grado más alto del conocimiento que conlleva a


una conducta prudente en la vida, esto quiere decir; distinguir el mejor
camino a la hora de tomar las decisiones. La sabiduría reside en la

14
cabeza del cuerpo humano y pertenece a la parte del alma racional,
teniendo como interés nada más que el conocimiento. La virtud de la
prudencia es propia de la clase gobernante, que deben de estar
dotados de buen juicio.
➢ La Justicia: esta virtud es el origen de las otras tres virtudes: la
templanza, el valor y la prudencia. La justicia consiste en que cada
hombre se ocupe únicamente de los propios asuntos, sin intervenir
para nada en los ajenos, quiere decir que cada uno haga lo que en su
virtud tiene que hacer (que los campesinos y artesanos trabajen para la
producción, los guardianes protejan la libertad y seguridad del Estado y
los gobernantes gobiernen sabia y prudentemente); de ese modo se
cumple la justicia. La justicia no vendría a ser igualdad, sino una
armonía entre lo desigual, ésta es propia de todos los ciudadanos, es
salud y armonía del alma, mientras que la injusticia es enfermedad y
discordia. La injusticia aparece cuando no se cumple con las funciones
propias de cada hombre.

Es forzoso aclarar que la templanza es propia de la clase productora, pero


la poseen también los guardianes y gobernantes, en cambio, el valor lo
tienen sólo los guardianes y los gobernantes, y éste último posee
templanza, valor y prudencia. La justicia sería propia de todos, siempre y
cuando se conserven en sus posiciones.

Clase social Virtud Cuerpo Parte del Interés


alma

Gobernantes Prudencia Cabeza Racional Conocimiento


La
Guardianes Valor Pecho Irascible Honor Justicia

Artesanos Templanza Vientre Concupiscible Deseos

Una vez asentado el Estado ideal, en el diálogo, Sócrates se dispone a


mostrarle a Glaucón los cinco modelos de organización política y las cinco
formas del alma. En esta organización ideal que se fundó:

● Si un hombre es el que se hubiese distinguido entre los guardianes y


adquiere el poder, este modelo de gobierno sería una monarquía.

● Pero si de entre todos esos guardianes no hubiese alguien que se haya


destacado considerablemente frente a los otros, se elegiría a los
mejores, este modelo de gobierno sería una aristocracia.

Para Platón, ambas formas de gobierno son justas, siempre que se

15
sustenten en la educación antes referida y que sus miembros no se
mantengan mucho tiempo en el poder para evitar todos los males que
genera la persistencia en el mando.

Comentarios: Platón hace un reconocimiento sobre la pobreza y la


riqueza, exponiendo que en el estado no deben existir ciudadanos
demasiado ricos porque dejarán de trabajar, ni ciudadanos pobres porque
no tendrán cómo hacer fortuna. Platón esta vez establece ciertas bases
para un estado inteligente, habla de que no debe haber personas ricas y
de igual manera pobres, es decir un balance a nivel cultural. Pero cómo
podría ser posible hoy en día, con tanto egoísmo y egocentrismo. Es
necesario entender que las diferencias socioculturales son abismales al
día de hoy, pero seamos curiosos, y apliquemos lo que Platón propone,
en este país, la educación es un punto de muy buena referencia y como
mencionamos antes sería un total éxito, si no fuera por los padres y su
encallecimiento emocional. Adimanto refuta esto diciendo que acaso no
es mejor un estado con poder económico antes que un estado mísero, y
que el estado con poder económico tiene toda la posibilidad de conseguir
lo que se proponga frente a otros Estados, a lo que Platón responde
diciendo que los Estados de su tiempo ni siquiera se los puede considerar
así, por su falta de unión y capacidad de organizarse. No podemos hablar
de una sociedad igualitaria, tal vez lo más parecido es el comunismo, que
decir verdad no es el mejor método de gobierno. Podemos hablar de que
si es justo o no que un rico de su dinero al pobre, para lograr un equilibrio,
pero que hay si el rico se merece el dinero y el pobre no, tal vez por su
holgazanería, etc., no podemos hablar de justicia en una actuar así.

Sobre el poder, algunos lo desean solo para lograr un estatus pudiente y


no porque realmente les interese su labor como autoridad. Según Platón,
nuestra sociedad no es justa, en lo absoluto, porque la gente puede estar
en posiciones grandes o pequeñas, pero no hacen la función que ese
puesto amerita, y muchas veces han sido corrompidas por el dinero.

2.5. LIBRO V

Mientras Sócrates continuaba explicando lo que para él era un buen


gobierno (el modelo monárquico o el aristocrático), Polemarco y Adimanto
lo interrumpen con dudas sobre ¿Cómo debería ser la educación de las
guardianas?, ¿Cuáles serían sus deberes? y ¿Cómo ocurriría la
procreación de los hijos? Sócrates postergando brevemente su definición
sobre los cinco modelos de organización política, les esclarece que la
mujer posee las mismas capacidades que los hombres, aunque tiene una
naturaleza más débil que éste, pero independientemente de ello, nada se
opone a que ambos participen de la educación, la defensa del Estado y el

16
cuidado de los niños.
A los hombres se les tiene que enseñar la música, la gimnasia y el arte de
hacer la guerra entre otras cosas, y también se les tiene que enseñar
estas artes a la mujer, ya que así como hay hombres más aptos para
defender al Estado que otros hombres que son por naturaleza inferiores
(campesinos), también habrá mujeres más aptas para la medicina o la
música que otras mujeres que carecen de esta suerte de virtud. De esta
manera es como el razonamiento de Sócrates lo llevará a afirmar que
“Por lo tanto, también habrá mujeres capaces de ser guardianes y otras
que no lo serán.”
Con respecto a la segunda pregunta de ¿Cuáles serían los deberes de las
guardianas?, éstas tendrían la difícil tarea de la educación de los niños y
la procreación de la mejor raza. Como anteriormente se ha establecido, la
mujer no sería un bien particular, sino un bien común al igual que los
niños. Los hijos de los guardianes no sabrían cuál sería su padre para
evitar los intereses particulares y así mantener el amor en todo el conjunto
de los guardianes. Los infantes serían llevados a barrios determinados de
la ciudad dónde recibirían una educación apropiada impartida por las
nodrizas, las cuales amarían a todos como hijos no teniendo preferencia
con ninguno.

La procreación, respondiendo a la tercera interrogante, se llevaría a cabo


por medio de orgías en donde ninguna mujer u hombre podría negarse a
entregar su cuerpo a quién de éste estuviese enamorado.

Las orgías podrían bien ser por medio de sorteos, en los cuales los
gobernantes las arreglarían para que los mejores guardianes hombres
tengan relaciones sexuales con una mayor cantidad de mujeres
(obviamente entre 20 y 40 años de edad). Se las realizaría de este modo
para que el guardián que no sea muy virtuoso, le eche la culpa a su mala
suerte de no poder fornicar con cuanta mujer quisiese, y no así a los
gobernantes.
A todos los infantes que no naciesen por medio de estos procedimientos y
sin el consentimiento de los gobernantes, se los consideraría ilegítimos,
bastardos y producto del libertinaje. Además, todos los bebés que por
alguna razón nacieran deformes o con algún tipo de desperfecto físico
deberían ser asesinados. En el diálogo, Sócrates establecería la duración
que tiene una mujer para ser fecundada, de 20 a 40 años, pero el hombre
también tendría una edad delimitada para poder fertilizar, yacería entre
los 25 a 55 años.

Platón establece una semejanza entre un guardián y un perro de caza, el


cual siempre mantiene los ojos abiertos, está alerta, ataca a los enemigos
y reconoce a los amigos (sus conciudadanos). Y como perro de caza

17
saldría a combatir con su hembra con el fin de proteger al Estado. Los
hijos más robustos siguiendo el ejemplo de sus padres irían también a la
guerra para auxiliarlos en lo que puedan, para irse así preparando para lo
que en un futuro ellos también tendrían que hacer. En la guerra ningún
guardián abandonaría a otro guardián, ya que habría lazos de afinidad por
poder ser un posible hijo, padre o hermano.

Sócrates, una vez que acabó de cumplir con las dudas de sus
espectadores, se propuso a continuar con lo que había quedado frenado
entre el final del libro IV y el principio del libro V. Pero en ese Estado ideal
que él había construido faltaba algo; ya se había establecido como sería
la educación, quienes serían los productores y los defensores del Estado
y las leyes por las cuales se regiría ese Estado justo. Faltaba establecer
con certeza quiénes y cuáles serían las condiciones del gobernante o de
los gobernantes. Estaba claro que éste debía de haber salido de la clase
guardiana y tener las tres virtudes fundamentales para gobernar, también,
que el guardián que fuese sentado en la cabeza del Estado, haya tenido
que pasar por pruebas tanto en el deseo como en dolor. Pero no estaba
claro quién era este.

Sócrates, advirtiendo que lo que él iba a decir se lo pudiese tomar de


mala manera, aduce que es imprescindible dejar sentado que el guardián
que tomaría el poder debería ser un filósofo. Para que el Estado platónico
coexista en todas sus funciones logrando la justicia, es necesario que
cada quien haga lo que debe, en su naturaleza, hacer, por lo tanto, el
filósofo debe, por su naturaleza de “conocedor de lo verdaderamente
bueno”, ser el jefe supremo del Estado anteriormente edificado.

En el diálogo, Sócrates nos advierte que el gobernante del Estado ideal


debería ser un filósofo, pero no alguien que dice serlo. Es necesario ante
esto, saber quién realmente lo es y quién únicamente piensa o señala que
lo es.

El verdadero filósofo es aquel amante de la sabiduría que nunca se cansa


de conocer y de aprender, el filósofo ansía con la sabiduría en su totalidad
y no en sus partes, éste contempla la inmutable verdad y se aferra al
conocimiento (episteme), mas no se conforma con la opinión (doxa).

Platón distingue el conocimiento en diversos grados:

● La Ignorancia: es la madre de todos los males, ésta carece de ciencia,


virtud y de verdad.

● La opinión: se divide en la imaginación y creencia, este grado del

18
conocimiento sería un término medio entre ignorancia y conocimiento,
quiere decir que la opinión no hablaría con la verdad, sino la disfrazaría
con supuestos, por ello es una “opinión” en el sentido mismo de la
palabra. La opinión versa sobre las imágenes, quedándose con lo que
es superficial.

● El conocimiento: es ciencia, se divide en entendimiento y razón, ésta


última es el grado más alto de conocimiento. El conocimiento versa
sobre la esencia de las cosas y no en las imágenes como sucede en la
opinión.

El filósofo anteriormente caracterizado es aquel amante fiel de la


sabiduría, pero ese que se decía serlo y no contempla más que lo
superficial de las cosas es un filodoxo, un amante de la opinión. El
filodoxo, como todo amante de la opinión, cuando usa el lenguaje le
impregna un doble sentido y así no deja que se conozca la verdad, lo
bello, lo justo, sino lo superficial de las cosas.

Sócrates determinaría que el Estado no se confiaría a ciegos, sino a los


que posean ideales claros. Adimanto, entendiendo el razonamiento de su
maestro, le parecería que el filósofo se negaría a ejercer el mando, y
Sócrates una vez más pondría de manifiesto que el peor castigo que
tendría ese pensador que no quiere ejercer el mando, sería que fuese
mandado por alguien inferior a él. Aparte de ello, tendría que ser el
Estado el que busque al filósofo y no el filósofo el que busque al Estado,
al igual que el enfermo, rico o pobre, busca al médico para sanarse y no
el médico al enfermo.

Comentarios: Podríamos considerar este el libro más polémico de Platón


por temas que abordan, empezamos abriendo la conversación con los
términos “la ciudad ideal” para el autor. Platón se excusa diciendo que
esto conllevaría a muchos errores al respecto, y los opositores solo les
queda hacer preguntas. ¿Qué rol cumple la mujer en la ciudad ideal?, fue
la primera pregunta de los opositores de Platón, aunque a su pésimo
comportamiento burlón, se respondieron diciendo que deben cumplir la
misma función ambos, tanto hombre como mujer. Creemos que lo que
Platón plantea es algo polémico, que tiene cierta veracidad en el siglo en
el que vivimos, la naturaleza femenina es diferente a la del hombre, eso
es algo cierto que no podemos comparar a un hombre con una mujer, y
muchas veces es perjudicial intentar que un hombre haga las funciones
de la mujer y viceversa, no se puede hablar a la ligera del tema, por lo
tanto seamos exactos, la mujeres tienen capacidades muy distinguidas a
las de un hombre, si pusiéramos en una prueba de resistencia física a un

19
representante del sexo masculino y a otro del sexo femenino, hay
mayores posibilidades que la mujer salga perdedora, pero eso no significa
de que la mujer no pueda, ya que con practica y esfuerzo puede lograrlo,
porque simplemente es posible entrenar el cuerpo físico y lograr
resultados increíbles, de igual manera con un hombre. Pero algo que sí
consideró (Platón) que debemos tener en cuenta es la parte interna,
podemos hablar de lo físico que es trabajado y conseguido, pero no
podemos hablar de por qué un insulto afecta más a una mujer que a un
hombre, por qué la mujer está casi siempre hablando y hablando, y por
qué el hombre no es de muchas palabras, el por qué la mujer prefiere
cosas muy distintas a la de un hombre, queramos o no hay una diferencia
abismal entre un hombre y una mujer en el ámbito interno, no puedes
tratar a una mujer como a un hombre.

Platón infiere que el hombre es mejor en todo a la mujer, si esta inferencia


fuera propuesta hoy en día le escupirían en la cara a uno de los más
grandes filósofos de la antigua Grecia. No es un secreto que la mujer
desde sus inicios fue tratada como menos durante toda la humanidad, y
entonces la misma sociedad se ha encargado de crear en la raza
femenina un pensamiento de inferioridad que ha encasillado a la mujer en
un paradigma de no puedo, no debo, no soy. Tal vez la realidad cultural
de Platón en muy diferente a la actual, pero hoy en día está claro que no
es así, que las mujeres han conseguido muchas cosas, que hombres
jamás hubieran conseguido, que hay presidentes mujeres y reinas por
todo el mundo que gobiernan estados de primer mundo. Entonces queda
descartado la inferencia de Platón.

Por otro lado, la procreación es un tema interesante. El usar referencia de


animales al respecto suena un poco perturbador, Platón se excede al
hablar del tema, ¿Quiere tener un estado ideal manipulando a la gente?
La reproducción humana hoy en día es una decisión 100% libre,
absolutamente nadie puede decidir por ti respecto al tema, así que es
necesario entender que, si un hombre decide reproducirse en una mujer,
la sociedad no debe hacer absolutamente nada en su contra. Tal vez
Platón quería lograr el estado ideal, pero a decir verdad hoy lo
comparamos con un Hitler griego, no es humano manipular a tu antojo al
hombre para lograr la perfección, es como vivir en un desierto con tu hijo
y tener que matarlo para que puedas sobrevivir. Entonces por más festival
que el hombre haya planteado. No es algo que hoy en día le importe a la
gente. “Ni Dios siendo el creador de todo te prohíbe algo” (Libre albedrío).
Y esto no implica que el hombre viva como se le dé la gana, como
fundamentamos al inicio para que exista orden deben existir leyes, de lo
contrario todos querrán ser reyes y nadie sus sirvientes.

20
2.6. LIBRO VI

Cuando Sócrates, en el libro V, advertía que su pensamiento acerca de


que los filósofos deberían ejercer el mando en su Estado ideal podría ser
tomado de mala manera, tenía que ver en torno al contexto histórico de la
Grecia del siglo IV a.C. donde las ciudades habían sido “víctimas” de los
malos ejercicios de la filosofía. El sabio filósofo indicaría que la culpa no
está en la filosofía, sino en las tentaciones a las que se expone: la
riqueza, la belleza, el halago de la multitud con aplausos desmesurados,
etc.

No es más cierto, también, considerar que los vanidosos que se


expusieron a estas tentaciones no son verdaderos filósofos, ya que éstos
sólo se dedicaron a complacer los instintos y los placeres del vulgo, el
cual es incapaz de filosofar. Por ello no se pueden llamar filósofos a los
que estuvieron ejerciendo el poder y complaciendo al pueblo. Es así como
la filosofía, dejada por los verdaderos sabios, cae en poder de personas
indignas e incapaces de poder hacer buen uso de ella.

Una vez desacreditados los que dicen ser filósofos y la opinión general
que deshonra a la filosofía por culpa de los que decían ser estudiosos de
ella, Sócrates se propone a crear una adecuada educación para que los
hombres se puedan consagrar a la filosofía.

No basta con la enseñanza en la música y la gimnasia, el joven que


aspire a llegar a la filosofía tiene que haber sido una persona consagrada
a la verdad, alguien que no le hubiese tenido nunca miedo a la muerte, un
joven con muy buena memoria y facilidad para aprender. Desde niños y
adolescentes se les impartiría una educación filosófica que iría con el
paso del tiempo aumentando progresivamente, hasta que el cuerpo de
estos, ahora hombres, se hayan debilitado por completo y por ello no
podrían ir a las guerras, de este modo se tendrían que consagrar por
completo a la filosofía.

Ni bien establecido esto por Sócrates, afirmaba que “hasta el día en que
los filósofos no tengan autoridad absoluta sobre la ciudad no habrá
remedio para los males de ésta, ni de los ciudadanos, ni podrá llevarse a
la práctica la organización política que hemos imaginado en teoría.”
Recapitulando, el filósofo tendría que pasar por pruebas en el placer y el
dolor, tener condiciones morales y espirituales excepcionales y ser
conocedor del bien, al cual todos los hombres aspiran a llegar.

Para Platón, el bien es algo que va más allá de lo moral y es muy difícil de
explicar, tanto que Sócrates lo explica gráficamente con una analogía

21
entre el bien y el sol. Acá el sol no exclusivamente ilumina, sino también
es el responsable del conocimiento y la vida. Con la luz que proporciona
el sol podemos ver a los objetos (que son la verdad), y de esta manera se
hacen cognoscibles por medio de nuestros ojos (el conocimiento).

La forma del bien aparece en la República como un principio iluminador y


creativo. El sol representa la forma del bien a cuya luz se ve la verdad,
revela el mundo, hasta entonces invisible y es también una fuente de vida.
De esta manera se hace posible que por medio de la visión se pueda dar
el apreciamiento de la verdad, haciendo posible el conocimiento.

El bien es la base de toda ciencia, ética y política. El filósofo debe conocer


el bien y poder explicar lo que es bueno y lo que no es, este filósofo tiene
que poseer un concepto adecuado del bien, tener la capacidad de
definirlo y de demostrar la superioridad del bien ante cualquier otro
argumento.

Volviendo a la enseñanza de los que aspirarían a ser filósofos, el objeto


principal de una enseñanza perfecta es disciplinar la mente para una
adecuada comprensión de la idea del bien. La idea del bien se logra en el
mundo inteligible y no en el mundo sensible. Para llegar a ese mundo
inteligible se precisa de la dialéctica, que contempla las ideas puras. Con
la dialéctica se puede viajar al mundo inteligible en donde reside la idea
pura y eterna del bien. Los gobernantes del Estado ideal usarán la
dialéctica para ir más allá de cualquier hipótesis del mundo sensible y
desdeñar la mismísima verdad.

Comentarios: El que un gobierno sea liderado por gente inteligente es y


será algo muy bien recibido, en una sociedad como la nuestra, el
conocimiento sorprende, entonces que un rey sea filósofo, y viceversa
debería suponer el éxito en muchas situaciones. Pero es acaso un filósofo
la mejor expresión del hombre, a nuestro parecer no lo es, Platón podría
ser tal vez ser el filósofo más conocido de su época pero tenía “ideas
nazis”, así que no podemos afirmar que un filósofo llevará al éxito a un
gobierno, pues podemos tener tiranos filósofos, depravados filósofos,
pues el propio Platón se encargó de hundirse como ejemplo de persona,
podemos hablar de muchas cosas al respecto, pero si es algo del cual tu
no das testimonio, tus palabras se lleva el viento. Un asesino en serie no
puede dar clases de como amar, es totalmente ilógico en esta sociedad.

Por lo tanto, es necesario entender que si quieres convencer de algo tu


conducta y comportamiento debe ser lo primero que debes mostrar, por lo
tanto, no considero que el solo hecho de llamarse filósofo te haga un
hombre calificado para ser gobernante de un país.

22
Espero equivocarme al respecto, pero esto me hace pensar en una
posible conspiración griega con todo el mundo para hacernos creer que
los filósofos griegos han sido lo mejor del mundo, si ese fuera el caso.
Hemos basado nuestra vida en una realidad inexistente, algo es seguro lo
que la filosofía ha logrado es increíble, sin duda ha solucionado muchas
interrogantes, pero los filósofos después de todo son hombres con
defectos, errores y con demonios, como toda persona. El conocimiento
puede hacerte grande en muchos sentidos, una persona preparada y
correcta, pero jamás cambiará a un alma inclinada a la maldad. Por lo
tanto, podríamos decir que por ser conocedor no implica que tenga un
alma limpia.

Entonces la filosofía nos muestra cosas que tal vez jamás hubiéramos
conocido solos, pero eso no implica que la filosofía se meta a tu alma y
cambie todo ahí adentro, y si así lo hiciere, como sabemos si ese cambio
es bueno o no.

2.7. LIBRO VII

Para dar un tinte explicativo al mundo sensible, el mundo inteligible y


como es que, por medio de la dialéctica, los filósofos han llegado a la idea
del bien, la verdad, lo justo, etc., en este libro Sócrates ilustra a sus
oyentes sobre un mito, el “mito de la caverna”.

El mito de la caverna versa sobre unos hombres que desde que nacen
viven en una caverna, atados en sus cabezas mirando a una pared,
detrás de ellos hay luz que proyecta objetos, generando de este modo
sombras en la pared donde los presos tienen fija la mirada. Este mito
propone resaltar que cuando uno de ellos salga de la posición en que está
y se dé cuenta de las cosas que de verdad son y de las cosas que
aparentan ser, habrá visto el mundo inteligible; que es eterno y en donde
residen las cosas perfectas e inmutables, y los hombres que todavía
permanecen atados en la caverna, regocijándose algunos de su
sabiduría, no harían más que ver sombras, imágenes superficiales,
cambiantes e imperfectas que no darían resultados verdaderos, sino
opiniones.

Con este mito, Sócrates, da a entender que en la ciudad ideal no deben


gobernar los que ven los objetos sensibles, sino los filósofos que han
podido ver la verdad, el verdadero sol. Los filósofos que hayan percibido
la verdad, tienen que descender a la caverna en el mundo sensible por
amor a la comunidad y participar con sus ciudadanos.

23
Gracias al amor que tiene el filósofo a la comunidad es que desciende de
ese mundo perfecto para ayudar a sus ciudadanos, por ello no se
entiende que un verdadero filósofo aspire al mando con vistas al
provecho, si éste ha renunciado a un lugar mejor para poder ayudar a los
que están ciegos por la oscuridad.

Las ciencias que los hombres utilizarán para poder reflexionar y


desarrollar la facultad de concebir abstracciones para la captura del bien,
son: la aritmética y las relacionadas con la aritmética; la geometría y la
astronomía. Estas tres ciencias no sólo hacen posible una intensa
reflexión, sino también desarrollan las capacidades de los que las
ejercitan llevándolos gradualmente al mundo de las abstracciones (el
mundo inteligible). Estos estudios son preparatorios hasta llegar a la
dialéctica, que corona la educación propia del filósofo. La dialéctica es la
que proporciona una visión de todo saber y la que captura las ideas
perfectas del mundo supraceleste, la dialéctica es la ciencia que busca la
verdad por sí misma, la esencia de las cosas. El filósofo tiene que ser
capaz de escapar de las hipótesis del mundo sensible y capturar las
verdaderas ideas de la razón: la justicia, la moral, etc. y la más elevada de
todas, el bien. Pero para que la filosofía no sea subestimada y difamada
tiene que ser enseñada a los más capaces.

En la niñez, por medio de juegos se irá viendo quienes son los infantes
más capaces. Durante los años consagrados a la gimnasia, se procederá
a incrementar la dificultad de los estudios. A los 20 años se llevará a cabo
una selección de los mejores discípulos. Concluyentemente a los 30 años
se hará una selección definitiva en donde surgirán los que se consagrarán
por 5 años a la dialéctica. Siguiendo este proceso selectivo, no se correrá
peligro de perturbar la moral y la religión de los jóvenes procesados. A los
35 años, los que hayan completado dichosamente sus estudios
“descenderán a la caverna” y por 15 años se consagrarán a las tareas de
paz y guerra del Estado. Los que salgan vivos de estas delicadas tareas,
a los 50 años, serán los verdaderos gobernantes, dedicándose a la
filosofía y participando de las actividades del Estado. Una vez muerto el
gobernante, se le rendirá tributo y homenaje para incentivar a nuevos
ciudadanos del Estado.

Comentarios: Platón para explicar el estado de la naturaleza humana


con relación a cada especie de conocimientos, se vale de una alegoría.
Supone la existencia de una cueva donde, desde su niñez la multitud de
hombres viven encerrados; cargados de cadenas, no pueden andar ni
moverse. Detrás de ello, arde un fuego del que solo perciben sombras
que ellos creen ser seres reales. La cueva en donde se hallan estos
hombres es el mundo en que vivimos; las cadenas que nos atan son

24
nuestras pasiones y nuestros errores; las sombras, en su apariencia de
seres reales somos nosotros y los demás hombres.

Por consiguientes, nadie dura digno de gobernar a los hombres, si no ha


salido de la cueva, libre de sus cadenas, si no ha penetrado en el mundo
de la esencia de las cosas y de la verdad. Luego se formula el plan de
estudios de los gobernantes de la República. Estos estudios intelectuales
serán completados por los ejercicios prácticos, y durante hasta la edad de
cincuenta años. Se reconoce que es cosa difícil pero no imposible.

Platón hace una lista de los cursos que el Rey-filósofo debe saber para
gobernar sabiamente, entre ellos podemos destacar la aritmética,
geometría, astronomía, armonía, dialéctica. Que sin duda alguna es algo
importante, el conocimiento engrandece a la persona, el saber es muy
importante, para esta sociedad, conocer el cómo, de igual manera. Sin
embargo, actualmente resulta necesario analizar si esos conocimientos
bastan para nuestra sociedad actual.

La aritmética hoy en día nos resulta básica y esencial, no habría un


lenguaje matemático que podamos desarrollar como sociedad, por lo
tanto, es necesario y fundamental que todos lo sepan, el sumar, restar,
multiplicar, dividir, etc., es algo indispensable. Y como sugiere Platón
tanto en este tiempo como en el suyo logramos ver la importancia de esta
ciencia. Ese lenguaje matemático exige Platón que sea usado en las
guerras y la consecución de victorias, que para su tiempo está bien y
normal, nosotros utilizamos la aritmética, para proyectarnos a futuro y sin
más, lograr el éxito en todo sentido.

La geometría, es otra de las ciencias mencionadas por Platón, el conocer


tácticas para un ataque militar es importante y esencial, estudiar el terreno
de lucha, las distancias y ser estratégico a base de esta ciencia, logramos
un avance con respecto al enemigo.

La astronomía tiene que ver más con el alma del hombre y elevarla hacia
un nuevo estatus de conocimiento y poder. Hacer creer al mundo su
capacidad de raciocinio. Un rey-filósofo debe estar muy preparado en esta
área.

La armonía será estudiada con el propósito fundamental de conseguir lo


bueno y lo bello, entonces es algo no tan relevante, pero complementario
para el carácter actualmente de un líder del siglo XXI.

La dialéctica, como capacidad del ser humano para lograr afrontar


situaciones comunicativas, es importante que un rey-filósofo se logre

25
comunicar de una manera perfecta. Esto es muy esencial e infaltable, en
una persona que interactúa a diario con su pueblo.

El mito de las cavernas es muy famosa por el tema que abarca y es cierto
un hombre conocedor hoy en día está más valorado que un hombre
incipiente en el tema, por lo que los paradigmas humanos no nos han
permitido evolucionar, nos han aprisionado en una jaula donde no
podemos movernos más que lo que el manipulador demande. Entonces
como ciudadanos y profesionales, está en nosotros salir de un mundo
donde las apariencias y lo superficial vale más que lo de adentro. Es de
vital importancia cambiar nuestra perspectiva del mundo. Hemos sido
manipulados y esclavizados durante mucho tiempo en la antigüedad, ha
sido así imposible salir de esto pero con el pasar de los años lo hemos
conseguido. Pero no volvamos a caer en un estado de opresión y
esclavitud.

2.8. LIBRO VIII

Este libro retoma lo que había quedado, de alguna manera, paralizado al


término del libro IV, cuando Sócrates se desvió de la conversación
detallando la educación de las guardianas, la procreación de los hijos y
estableciendo así su Estado ideal y el alma que gobierna a ese Estado.
Pero aún faltaba que se determinaran las formas malas de gobierno, que
son cuatro, y las almas que se encuentran en estos sistemas desviados.
El Estado ideal en donde permanecía la justicia, siempre y cuando se
continuase con la división correcta del trabajo y una educación específica
ya detallada, era el modelo monárquico y/o aristocrático de organización
política. A juzgar por Sócrates, este modelo era justo y quién ejercía el
mando en él, también lo era, por ser el Estado reflejo del carácter de sus
habitantes.

Pues ahora ya era tiempo de dar a conocer las formas desviadas de


organización política. Sócrates las acomoda en una línea decreciente de
mérito, o como en sus palabras él las llama, “en orden de alabanzas”. La
primera forma errónea de gobierno es la Timocracia o Timarquía, este
sistema es comparado con el de la Creta y Lacedemonia del siglo IV a.C.;
la segunda es la Oligarquía, el sistema vicioso por excelencia; la tercera,
y tercera también en orden decreciente, es la Democracia, el sistema
completamente opuesto a la oligarquía; y a continuación la Tiranía, cuarta
y última enfermedad de la ciudad y que supera a todas las demás.

Continuando con la idea de ir desde lo general para desembocar en lo


particular (con el que se había dado inicio el libro II a fin de demostrar la
felicidad del hombre justo) y estableciendo el paralelismo entre la ciudad y

26
el alma de quien habita esa ciudad, Sócrates caracteriza los cuatro
sistemas políticos y los propios cuatro ciudadanos que habitan en él, todo
ello mezclado con ese proceso gradual de aparición de los Estados.
➢ Timocracia: Este errado sistema político se da cuando el Estado
ideal (Sistema que no puede durar para siempre) cae debido a la
corrupción. Los gobernantes que organizan la procreación de los
guardianes fallarían en el cálculo del ciclo indicado para la fecundidad
y esterilidad, y los guardianes engendrarían hijos cuando no debieran,
siendo éstos no favorecidos por la naturaleza y la fortuna.
Independientemente de este descuido, se escogerían a los mejores
guardianes para suceder a los gobernantes que hubiesen estado en
ese entonces en el poder, pero éstos que sucederían a los filósofos o
al filósofo rey, no serían dignos de substituirle. Una vez estos ineptos
en el poder, subordinarían, por encono, la música a la gimnasia
volviéndose más violentos, brotarían altercados entre la misma clase
guardiana que lucharía consigo misma y terminarían por acordar entre
ellos la repartición de bienes y poder. La timocracia sería, por
entonces, un término intermedio entre aristocracia y oligarquía, un
sistema que ya no se ocuparía de procurar el poder para aquellos de
naturaleza racional, sino pretendería a la cabeza del Estado a un
hombre de temperamento irascible, bueno para la guerra e inútil para
la paz. Un sistema subordinado a lo irascible, con hambre de triunfo y
sed de honores.

○ El hombre timocrático: una vez bosquejado el sistema


timocrático, un sistema belicoso y ambicioso de gloria y honor, es
necesario explicar el carácter del hombre que habita en este
sistema, un hombre a semejanza de su ciudad. Éste, cuando en su
juventud tenía un padre de bien (hombre del sistema monárquico o
aristocrático) veía como su padre humildemente rehuía de los
honores y las dignidades que trae consigo la actividad pública y,
también, escuchaba a su madre lamentarse que su marido no
perteneciera a la clase gobernante, se lamentaba de no ser tan
estimada como otras mujeres porque su esposo no se ocupaba en
enriquecerse y le regañaba a éste de sólo pensar en sí mismo y
nunca hacerle caso a ella. Es así mismo como el joven escucha la
versión racional de su padre y la colérica de su madre y es puesto
en una encrucijada de partidos extremos, alimentando su soberbia
y su ambición de honores, llega a adoptar un término medio entre
razón y ambición.

Una vez instaurado de pleno este sistema de gobierno, empieza a


decaer por la acumulación creciente de riquezas de la clase
gobernante, tras las batallas ganadas y otras aventuras. Aun

27
teniendo suficientes “honores” los gobernantes, no se saciarían y
aumentarían su afán de enriquecerse asignándole más valor a los
objetos que brillan que a la virtud. De este modo los ciudadanos se
volverían codiciosos y sedientos de honores, admirarían más al rico
que al hombre virtuoso, y elevarían al primero al poder. La
timocracia, entonces, engendraría la oligarquía.

➢ Oligarquía: Platón la caracteriza como “gobierno de unos pocos”,


este sistema político dividiría a la misma ciudad en dos: una la de los
ricos y otra la de los pobres, ambas conspirarían entre sí y serían
enemigas declaradas. Este modelo acrecentaría las diferencias
económicas entre los ciudadanos en progreso de unos pocos
beneficiados.

El modo en que llegarían los más ricos al poder, ocurriría porque los
gobernantes elegirían a sus sucesores por intereses y según el censo
de sus fortunas más no por sus virtudes. Éstos una vez en el mando,
asegurarían sus riquezas por medio de las armas y tratarían de no
abusar en exceso de su situación para que el pueblo no se les
revelase.

○ El hombre oligarca: el hombre oligarca, en su juventud, teniendo


como padre a un hombre timocrático, ve en él un claro ejemplo a
seguir, pero posteriormente advierte a su padre amordazado contra
la ciudad, arrastrado a los tribunales, atacado, desterrado y hasta
condenado a muerte. Cuando lo ve sufrir de este modo a su padre,
sufre también él, quien echando abajo los valores de su padre (el
honor, la gloria, etc.) y humillado en la pobreza, poco a poco logra
fuerzas para realzarse hacia la fortuna.

Viéndose instaurado por fin su organización política, el oligarca es


guiado por su avaricia y su individualismo, con el cual se alzó
desde la pobreza, y son las mismas características del oligarca lo
que lo llevaría a su caída. Cuando los pobres, observando el modo
acaudalado de vida del oligarca, se alzan en la revolución en
beneficio de una igualdad de condiciones, eliminan a los oligarcas y
obligan a todos a vivir en pie de igualdad. De este modo exitoso se
establece la democracia, por una revolución armada liderada por el
pueblo o por el miedo que obliga a los pocos ricos a retirarse
voluntariamente del poder.

➢ Democracia: es “el gobierno del pueblo”, el mismo pueblo que habría


despojado del poder a los pocos que estaban antes en el sistema
oligárquico, por ello se dice que esta organización política es contraria

28
al sistema oligarca (“el gobierno de unos pocos”).

Para Platón, la democracia no es más que un sistema de libertad y


libertinaje, en donde cada uno hace lo que se le place y genera, ante
esto, anarquía y desorganización. No se exige educación para
gobernar y ejercer cargos públicos, basta con decirse ser amigo del
pueblo y el sistema te echa a la suerte un cargo público. Es un
sistema que no respeta la ley y se lanza hacia sus deseos
tergiversando los vicios llamándolos virtudes.

○ El hombre demócrata: el hombre demócrata, en su juventud, fue


criado en la ignorancia y en el afán de lucro, su alma va sufriendo
contradicciones y se desata una lucha al interior del joven en donde
emerge el cambio de oligarca a demócrata. En el joven, por causa
de un Estado desorganizado y vicioso como lo es el oligarca,
empieza a asimilar deseos creyéndolos necesarios, como la
riqueza, la anarquía, la insolencia y desvergüenza, etc. y los
confunde como si fuesen virtudes: la riqueza, llamándola honor; la
anarquía, como libertad; la insolencia y la desvergüenza, como
hombría, etc. De tal modo pasa cada día de su vida satisfaciendo el
primer deseo que se le cruce por la cabeza: un día es político, al
otro día envidia a un guerrero y se transforma en tal. En suma, no
hay orden en su conducta y sigue el caprichoso curso de esta vida
que considera agradable, libre y dichosa. El mal enseñado joven
demócrata trataría a su padre como un igual y desconociendo su
autoridad, así su padre llegaría hasta a temerle.

Una vez que la democracia está instalada en el seno del Estado,


empieza a tambalear por aquella característica que la hizo surgir: la
libertad. La libertad para la democracia es lo más importante, pero es
la que le daría fin, ya que los hombres beberían demasiado del vino
de la libertad y llegarían a emborracharse, castigarían a sus propios
gobernantes acusándolos de oligarcas por no darles aún más libertad.
El exceso de libertad traería consigo un exceso de esclavitud, tanto
para el individuo como para la ciudad.

La ciudad democrática lleva consigo tres clases de hombres:

1. Los hombres que nacen en la ciudad democrática por el exceso


de libertad y que es tan numerosa como la ciudad oligárquica. La
clase mandante.
2. Una segunda clase minoritaria que es la de los ricos, la cual es la
que tiene más bienes en el Estado.
3. El pueblo es la tercera, es el más numeroso y el más poderoso

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cuando se reúnen en asamblea las tres clases, viven del trabajo
de sus manos, disponen de pocos bienes y se hallan alejados de
las actividades públicas.

El pueblo en la ciudad democrática es quien iniciaría el conflicto entre


las clases, ya que querría más igualdad y que los bienes de las otras
dos clases sean repartidos, de esta manera pondría a la cabeza de su
clase a un líder carismático y ejemplar a quien le darían poder y lo
protegerían. Este “caudillo del pueblo” tendría al pueblo a su
disposición y en un principio se mostraría generoso, benévolo y
haciendo mil promesas, pero sólo tendría como fin deshacerse de sus
enemigos en el Estado y hacer guerras a por doquier con tal de que el
pueblo siempre sienta la necesidad de un jefe. Este líder, no sería
más que un tirano que eliminaría toda oposición para con él, siendo
de este modo posible alzarse él mismo con el mando, apareciendo la
tiranía.

➢ Tiranía: la ciudad en la que reine la tiranía será la ciudad más


degradada y la peor, según la escala decreciente de los modelos de
organización política de Platón. Para el autor, es una ciudad en guerra
constante y miedo, en donde el exceso de libertad ha terminado
esclavizando a los ciudadanos ante los caprichos del “caudillo del
pueblo”, ahora convertido en el tirano de la ciudad. Esa persona a
quien antes le habían encomendado el estandarte de la libertad, sería
la misma que sellaría las esposas de sus ciudadanos ganándose a
todos como enemigos.

Continuando con el paralelismo entre la ciudad y el alma de quien habita


esa ciudad, Sócrates propone en el próximo libro, continuar con el
carácter de esta persona tan peculiar y paradójica: el tirano.

Comentarios: Se trata de examinar la condición de los estados con


relación a la condición de los individuos, a tal manera que el hombre justo
corresponde al estado justo probar que las formas de gobierno injustas
son defectuosas, como sucede en el terreno particular de cada individuo.
Platón admite que existen cinco formas de gobierno y cinco caracteres
individuales. Examina las cualidades y los defectos de cada uno de estos
caracteres y de cada uno de estos gobiernos. La aristocracia se convierte
en timocracia por la corrupción. La timocracia, gobierno de ambiciosos, se
convierte en oligarquía, la oligarquía pasa a ser una democracia por la
pobreza del mayor número que se cuenta y reconoce su fuerza. Esta
última forma de gobierno se constituye bien pertrechada por las armas
que le han proporcionado la corrupción de los ricos y la miseria de los
pobres. En fin, la democracia se convierte en tiranía por los excesos de

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libertinaje y por engendrar al tirano que, de protector, acaba por
convertirse en jefe; es entonces cuando el hijo devora al padre, o sea el
jefe devora al pueblo. El magnífico cuadro con que Platón describe este
desarrollo de la generación y transformación del estado, constituye el
fondo de este libro.

2.9. LIBRO IX

En este libro Platón prosigue la investigación iniciada en el anterior. Nos


traza el retrato del tirano. Con este objeto reúne todos los trazos que
caracterizan la fisonomía del peor de los malvados en estado de
embriaguez, como tampoco que vacile cuando crea conveniente matar a
quien sea. Es en lo alto de su situación privilegiada que Platón lo coge
para, despojarlo del aparato teatral, hacérnoslo ver en su desnudez con
las llagas que lo devoran. Todas cuantas violencias, vilezas y crímenes
aterrorizan a la ciudad, se suceden en el alma atormentada del tirano.

● El hombre tiránico: el hombre tirano se habría generado en su


juventud cuando no sólo se contentaba con ser una carga para sus
padres, sino que los utilizaba como esclavos haciendo que lo atiendan
a él y a los incapaces que los rodeaban. Sus padres ya no se
convertirían en iguales como pretendía el joven democrático, sino que
poco a poco se irían convirtiendo en esclavos de su propio hijo. Este
malcriado hombre que se encumbraría al poder, sería alguien que en
un principio se mostrase piadoso, humano y defensor de la libertad del
pueblo, pero que una vez en el poder, tergiversaría esa consigna de la
libertad por su mero capricho, ganándose a los suyos como enemigos.
No contento con la oposición en su propio Estado, mataría a todos los
que se les impondrían en su camino, tanto dentro del Estado como
fuera. Internamente para que su voz y capricho sean verdad y orden y
externamente para que el pueblo sintiera que necesitase de un jefe
para no perder eso por lo que habían luchado y eso por lo que habían
alzado a este líder; la libertad. Este peculiar jefe de Estado, por ser tan
odiado entre los suyos, se mantendría vivo y en el poder gracias a
mercenarios guardaespaldas. Los guardaespaldas se convertirían en la
guardia del tirano y en sus únicos “amigos”, el autócrata les pagaría
con las mismas riquezas de los ciudadanos, generando así una
paradoja muy impotente para el pueblo. La guardia que se encargaría
de la seguridad del tirano frente al pueblo sería pagada con los bienes
del mismo pueblo, quiere decir que el pueblo no sólo generaría al
tirano, sino lo alimentaría a él y a toda su banda.

El tirano viviría de fiesta en fiesta y de banquete en banquete, pero solo

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y encerrado entre cuatro paredes por el miedo de recibir muerte de
parte de sus mismos súbditos, los que estarían en esas fiestas no
serían verdaderos amigos del tirano, sino aduladores interesados en
poder u otros bienes. La figura de este personaje aparecería como
privado de libertad y sin amigos, un déspota silencioso un ser
totalmente infeliz al igual que su ciudad.

Entre los modelos de organización política, se puede ver como la principal


característica de cada modelo de gobierno (en la Timocracia, el honor; en
la Oligarquía, la riqueza; en la Democracia, la libertad) es la cual la alza al
poder, pero es la misma por la cual, excedida en su uso, le hace perder el
mando (en la Timocracia, cuando se desvirtúan los primeros valores
elevando al poder al que posee más riquezas; en la Oligarquía, cuando el
uso desmesurado de su poder y riqueza exalta al pueblo y obliga a la
revolución; en la Democracia, cuando sedientos de más y más libertad,
van contra su propio gobierno elevando al poder al “caudillo del pueblo”
para que vele por sus intereses).

Introduciéndonos en la idea de que el hombre justo es feliz, Platón


establece un paralelismo entre la virtud y la felicidad que posee un
hombre, equiparada a la de la ciudad en la que éste reside. La ciudad del
tirano sería entonces la más inmoral y la más infeliz, en cambio la ciudad
del filósofo, la más moralmente aceptable y la más feliz. Esto se
demuestra porque el tirano vive todo el tiempo con miedo, no tiene
amigos, no puede salir a la ciudad sin que intenten asesinarlo, no sabe lo
que quiere y su alma está sometida a las peores pasiones, él es esclavo
de sí mismo e incapaz de gobernarse por sí solo, más aún se ve obligado
a gobernar a otros. Examinada la condición de cobarde y esclavo del
tirano, se logra distinguir el grado de felicidad más elevado que posee el
monarca o el aristócrata, ya que son dueños de sí mismos y capaces de
autogobernarse, estableciendo un justo medio entre los deseos de las tres
partes de sus respectivas almas.
Con respecto al alma, el hombre justo es feliz porque, por ejemplo, no
robaría oro de alguien, ya que si lo haría sometería lo mejor de sí mismo a
la parte más miserable y así se condenaría a los peores vicios. Con este
esquema, Sócrates le explica a Glaucón el porqué es deshonroso el
trabajo del artesano, ya que el mismo, tiene por mejor parte de sí al
trabajo manual, que es débil por naturaleza.

Comentarios: Del mismo modo que el Estado oprimido por un tirano es


el más desgraciado en los estados, el hombre tiranizado por sus pasiones
es el más desdichado de los hombres. Para llegar a la condición del
hombre más justo no son necesarios el conocimiento de la verdadera
ciencia, la elevación hacia la verdad, la justicia, los placeres que nos

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ofrecen las cosas eternas, inmutables y su esencia en sí, y las virtudes de
la prudencia la templanza, la fortaleza y la justicia. Sin duda el estado
tiránico es el peor en existencia, se habla de hombres: roban, violentan
casas, hurtan bolsas, despojan de ropas, profanan templos, venden como
esclavos a hombres libres, actúan como delatores públicos, testimonian
en falso y aceptan sobornos, etc., estos son netos de la parte bestial del
hombre. Como hablábamos en capítulos anteriores el hombre es malo por
naturaleza entonces cómo es posible que pongamos nuestra confianza en
un hombre sin escrúpulos, y con solo ansias de satisfacer sus
necesidades más fogosas e íntimas, entonces no podemos hablar de un
estado, lo que estaría pasando es masoquismo, tu teniendo la posibilidad
de remediar ciertas situaciones lo que haces es elevar más y más el
poder del tirano.

En el primer argumento de Platón es digno de analizar, las riquezas


pueden darte una mejor calidad de vida en muchos sentidos, desde una
mejor calidad de vida hasta lujos innecesarios, pero algo es cierto el
dinero no compra una sonrisa, no compra el amor de una madre, un
padre, un hijo o un esposo, pues cuando las relaciones sentimentales
están rotas no puedes pagar para que se vuelvan a fortalecer, de igual
manera una vida feliz se consigue con sentimientos como el amor, el
aprecio, etc., podríamos decir que una persona con afecto es feliz en
muchos sentidos, pero una persona con grandes riquezas, pero sin con
quien compartirlo es una persona infeliz.

La vida es muy fugaz, podremos hablar de aproximadamente 75 años,


luego solo serán sombras y lo que hayamos decidido. Pero sin duda
alguna si se trata de justicia no podemos solamente hablar de los días
soleados, y olvidar las tormentas eléctricas, si alguien hace algo injusto,
es justo que pague lo que debe, no se puede escapar de la justicia. Y si la
injusticia te trae felicidad, será tan fugaz que ni siquiera lo podrás
disfrutar. El hombre es complejo, sus decisiones son muy ambiguas y
cambiantes, pero de algo si hay verdad, es que, si agregamos un poco de
conocimiento a nuestro ser interior, ya somos mejores que ayer.

2.10. LIBRO X

Este libro remarca lo antes dicho en el libro II acerca de la debida censura


a las poesías que desvirtuaban la verdadera realidad de las cosas y
desencaminaba las almas de los niños y jóvenes. Ya no tomando
férreamente los nombres de los poetas Hesíodo y Homero, Sócrates se
propone atacar a la poesía en todo su conjunto.

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Para Sócrates, la poesía sólo mostraría la copia de otra copia, siendo su
objeto totalmente imperfecto y erróneo, pero introduciéndose como
“verdadero” en las almas de los ignorantes, debido al agradable ritmo y
colorido con el que se presentan sus cuestiones, haciendo pensar que el
poeta lo sabe todo, mas no es así. Sócrates da el ejemplo de una cama,
la cama en el mundo inteligible es perfecta, inmutable, atemporal y obra
de la divinidad, pero aquel artesano que construya una cama basándose
en la idea de una cama, construirá una copia de la original, siendo así
imperfecta, mutable y temporal, ahora, si bien esta cama es una copia, el
artista se propone pintar esa cama imperfecta, lo que genera que su
producción sea la copia de otra copia, una producción totalmente
esquivada de la verdad. Eso es lo que hace el poeta, tergiversar la verdad
e introducirla en los corazones de los jóvenes que todavía no alcanzan el
poder distinguir lo alegórico de lo que es real, mediante palabras, ritmo y
armonía, así de este modo los desorientan.

Para el viejo filósofo, lo que se les debe permitir a los poetas, son los
himnos a los dioses y héroes y las fábulas en donde se elogia la justicia,
las virtudes y todos los otros valores éticos.

Al final del diálogo, Sócrates le indica a Glaucón que no sólo el justo


tendrá disfrute de su accionar en la vida terrenal, sino también en la
inmortalidad, éste sería el premio final para el alma del justo y virtuoso.
Para que resulte comprensible ello, Sócrates cuenta “el mito de Er”, quien
muere en una batalla, pero a los pocos días de morir, resucita y cuenta
como en el otro mundo hay un lugar en donde se recompensa al hombre
de acuerdo a la vida que tuvo en el mundo mortal y donde se juzga y
castiga a todos los tiranos e injustos que obraron mal en este mundo.

Dando por finalizadas las conjeturas metafísicas de la trascendencia del


alma al otro mundo, se puede distinguir como los justos recibirían una
vida con toda clase de premios de los hombres y de los dioses, tanto en
este espacio, como en el eterno, siendo los más dichosos y felices en
todo el cosmos.

Comentarios: “Este libro está dividido en dos partes: la primera versa


sobre la poesía y la segunda sobre la inmortalidad del alma y la vida
ulterior. Después de haber acusado al poeta de no ser ni filósofo, ni
teólogo, ni legislador, no se atreve de decretar que se le destierre, y le
concede el derecho de acudir en defensa propia. La poesía no es más
que una imitación, y la más peligrosa de todas para los ciudadanos y para
el estado. La poesía no se dirige a la parte racional del alma, capaz,
naturalmente, de apreciarla por lo que vale, sino a esta parte inmóvil,
ciega y apasionada, que las ficciones poéticas, no tienen reparo en

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extraviar. La segunda parte se pregunta ¿Cuáles son las recompensas
que merece la virtud, o si estas recompensas son todas del dominio de
esta vida, o se encontrarán también después de la muerte? Es así como
llega a tratar de la inmortalidad del alma. Presente el siguiente
razonamiento: “el mal del alma es la injusticia y el vicio; el mal del cuerpo
es el hierro, el fuego, la corrupción y la enfermedad. Luego, una
substancia no puede parecer por el mal de otra substancia. Por
consiguiente, los males que matan al cuerpo no pueden matar el alma. El
alma es inmortal. Si nuestra alma no perece en el monto de la muerte,
hay una vida y un destino futuro para el hombre justo y para el injusto. La
sanción insuficiente de la ley, que ordena el bien y prohíbe el mal, no es
más que el preludio de la sanción inevitable y divina que espera al alma
en el momento de la muerte del cuerpo.”

Platón nos muestra su desprecio por la poesía, y todas las artes


conocidas que deben tomarse en cuenta, la estética y el arte son de las
cosas más descuidadas en nuestro país, no exportamos al mundo artistas
de excelencia, lo que nos hace pensar que el Perú está atrasado al
respecto, es necesario que un estado como el nuestro, se ponga ya a
trabajar en el arte y estética, no podemos quedarnos más tiempo
estancados aquí. Entonces logremos el éxito al respecto del arte y
estética. Tanto interna, como externa y social.

Pero qué más da hablar de una vida, y la inmortalidad del alma, si vamos
a morir. El tema es claro y preciso. Si un hombre es declarado justo
entonces tiene entrada al cielo, pero si no pues no puede hacer nada al
respecto, tuvo mucho tiempo aquí para tomar las decisiones correctas,
pero la necedad del hombre, y su odio a depender de alguien es más
fuerte.

Bíblicamente para que un hombre sea declarado justo necesita de un


abogado defensor, para el gran juicio que se realizará en la eternidad.
Este abogado es presentado como Dios hijo, la persona que se rompió en
pedacitos por pagar nuestros pecados, entonces delante del juez (Dios
Padre) seremos declarados justos por medio de la sangre que Dios Hijo,
así podremos ser libres y redimidos de nuestros pecados, declarados
justos y con entrada al cielo. De otra manera no es posible anhelar tales
privilegios, y ¿Cómo decidimos por Dios Hijo? Aceptando lo que
necesitamos y sobre todo firmando un acto de entrega total de nuestra
vida a DIOS.

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CONCLUSIONES

Platón era una persona muy sabia al querer impartir sus conocimientos, sabe sus
limitaciones, jamás iba a crear una República como lo tenía planeado. Eran
muchos factores, y al mismo tiempo el trabajo con humanos cambiantes y con
deseos diferentes. Pero es bueno saber que no solo se enfocaba en una realidad,
sino que se enfocaba en lo de adentro, en lo que no envejece y en lo que de
verdad tiene valor. Una república como Platón lo propuso, era digna de una
película, ya que aspira a mucho, no solo a un control del Estado en cuestión, si no
que al mismo tiempo conquistar a un mundo entero a través de su ideología.

Es importante volar alto, volar por encima del pantano, aunque las adversidades
nos hayan encarcelado muchas veces en un común denominador que afecta a
toda nuestra realidad, no importa, porque si la mente no tiene límites no tenemos
por qué intentar limitarlo. Del mismo modo no importa cuánto hayamos obtenido
en este mundo, simplemente no llevamos nada, hagamos tesoros arriba en el
cielo, donde no se apolille. Pero antes de todo esto debemos asegurar nuestro
pase a la eternidad.

Nuestra cultura y sistemas políticos contemporáneos están muy lejos de lo que


Platón propone. Nos parece que encarnan precisamente todo aquello que él
reprobaba de la política de una Ciudad-Estado; comenzando por la democracia.
Para el discípulo de Sócrates, la democracia era ingenua y ridícula porque incluía
a participar a quienes no tienen la capacidad y/o facultad para ello. Actualmente
eso suena un tanto despótico y tirano, y que induce a la posibilidad de un
gobierno autoritario y opresor que aplasta los derechos de los ciudadanos.

Platón propone como gobernante idóneo al filósofo, pero, en definitiva, no al


filósofo postmoderno, que se parece más a los sofistas que tan fuertemente
criticaron a él y a Aristóteles. De modo que, hoy día, es menester aclarar al
estudiante de filosofía (futuros filósofos) y nosotros como Abogados que sí, en
efecto, Platón proponía al filósofo como el mejor candidato a rey-gobernante, pero
antes hay que establecer lo que él entendía por filósofo.

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A nuestro pensar, Platón no se equivoca en sus juicios. Su filosofía política se
acerca mucho al que quizá a nuestro juicio sería lo idóneo; salvando algunos
aspectos que habrían de pulirse. Nuestra sociedad está –como siempre-
equivocada, cayendo en graves errores de negligencia y “libertinajes políticos”
que ya muestran las nefastas consecuencias. Estamos obsesionados con la
libertad –desde la Ilustración-, pero no hemos sabido dar con ella de manera
efectiva y objetiva. Tal parece que practicamos un ejercicio socio-político-cultural
similar al ensayo y error. Y esto no es del todo malo, al menos tenemos la
experiencia real y vivida de qué es lo que no funciona. Precisamos de gran valor y
mucho discernimiento (sabiduría) para identificar los fallos y hacer los cambios
oportunos.

Se dirá que en la Edad Media ya se intentó esa monarquía elitista y aristocrática,


fundamentada en la presunta “bendición divina” –o presuntuosa “prerrogativa
divina”- que presumía la Iglesia católica, y que fue un error garrafal. Pero, cabe
recordar que es menester que se cumpla lo que Platón describe en las virtudes
que ha de tener aquel que sería el rey-filósofo.

Si revisamos la historia constataremos que muchos de esos papas y reyes tiranos


no gozaban precisamente de las cualidades y virtudes del hipotético personaje
que logró salir de la caverna platónica. Además, eran tiempos muy distintos a los
nuestros.

El problema de fondo, como se echa de ver, es la crisis epistemológica de hoy y


de siempre. ¿Cuál es la verdad en cuestiones existenciales y metafísicas? Parece
un tema aparte, pero a partir de ese punto se podría determinar el genuino
sentido de la vida del hombre y luego delimitar los parámetros de la justicia social.
Sin lo primero, no podemos tener lo otro más que como mera tentativa
especulativa, mera teoría o hipótesis antropológica, social y política. El hombre
camina en las tinieblas, quiere y no quiere saber cuál es su lugar en el mundo. La
cuestión no es si quiere o no, sino si puede o no conocer el sentido de su
existencia. Mientras haya multiplicidad de teorías antropológicas, habrá también
morales, éticas, políticas y culturales; luego, múltiples teorías políticas.

Es menester caminar con el ojo de una razón tuerta que no es capaz de lograr
una mirada objetiva y completa de la realidad del hombre. Para Platón está
conclusión sería quizá el acabose de la filosofía y, por tanto, de la justicia y de la
Ciudad-Estado. Pero estos tiempos ya no dan cabida a pensamientos y filosofías
que presuman de tener la verdad completa y absoluta. Y aunque tal existiera, no
sería posible -ni justo- imponerla.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

➢ Libro versión digital: La República de Platón (427-347 a.C.). Recuperado de:

http://www.ataun.eus/BIBLIOTECAGRATUITA/Cl%C3%A1sicos%20en
%20Espa%C3%B1ol/Plat%C3%B3n/La%20Rep%C3%BAblica.pdf

➢ https://auladefilosofia.net/2009/11/30/platon-republica-libro-ii/

➢ https://auladefilosofia.net/2010/01/11/platon-republica-libro-i/

➢ https://auladefilosofia.net/2010/01/11/platon-republica-libro-ii/

➢ https://auladefilosofia.net/2010/01/11/platon-republica-libro-iii/

➢ https://auladefilosofia.net/2010/01/11/platon-republica-libro-iv/

➢ https://auladefilosofia.net/2010/01/11/platon-republica-libro-v/

➢ https://auladefilosofia.net/2010/01/11/platon-republica-libro-vi/

➢ https://auladefilosofia.net/2010/01/11/platon-republica-libro-vii/

➢ https://auladefilosofia.net/2010/01/11/platon-republica-libro-viii/

➢ https://auladefilosofia.net/2010/06/01/platon-republica-libro-ix/

➢ https://auladefilosofia.net/2010/06/09/platon-republica-libro-x/

➢ https://www.monografias.com/trabajos910/la-republica-platon/la-republica-
platon2.shtml

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