El INCREIBLE VIAJE DE LA VIDA.

RESUMEN
Introducción
Desde el primer llanto hasta el último suspiro, nuestros cuerpos experimentan una
continua transformación. Cada movimiento que hacemos y cada estímulo exterior
provocan una reacción a través de la piel, de los huesos, de los órganos internos, de los
músculos y de las células.

Respiramos, como media, unos 700 millones de veces a lo largo de nuestra vida; el
esqueleto de un adulto se renueva completamente cada siete o diez años; cada minuto,
nos deshacemos de 30.000 células de piel muerta; y la comida que ingerimos recorre
nueve metros en su viaje a través de nuestro cuerpo. Este video nos sumerge bajo
nuestra piel y muestra cómo trabaja el cuerpo para lograr mantener la salud, cómo lucha
contra las infecciones y repara las heridas y cómo afectan las enfermedades a nuestra
vida posterior.

Con el pasar de los años estamos más cerca del fin que del principio, nos empezamos a
plantear ciertas incógnitas que no se nos pasan por la imaginación cuando somos más
jóvenes.

La Infancia y Adolescencia
Es la edad desde que el niño nace hasta cuando empieza la niñez.
Los recién nacidos son seres muy vulnerables, que necesitan protección y cuidados
constantes.
Deben evitar uno de los primeros desafíos vitales: acostumbrarse al abrupto cambio que
significó abandonar el vientre materno y regirse por las condiciones que ofrece el medio
externo, es decir, todos los sistemas corporales del recién nacido se deben ajustar a las
nuevas condiciones de vida.
Por ejemplo el hipotálamo el cual regula la temperatura, este no se encuentra
desarrollado al 100% al haber nacido un bebé, este es ayudado por el tejido adiposo el
cual auxilia a mantener la temperatura.

Tareas que antes eran suplidas por la madre a través de la placenta, como respirar,
nutrirse y eliminar desechos, y que ahora deben ser realizadas de forma independiente
por el bebé.
Aprender a respirar aire es una de las primeras grandes tareas. Inmediatamente después
del parto, los pulmones del recién nacido se llenan del vital oxígeno, el cual llegará a
cada una de las células del organismo.
El sistema circulatorio comienza a trabajar de manera autónoma, adaptando y cerrando
algunos conductos como el que conecta la aorta con la arteria pulmonar. Se produce un
notable aumento del flujo sanguíneo pulmonar y un incremento de la presión de la
cámara izquierda del corazón.
Los riñones, todavía inmaduros, comienzan poco a poco ha cumplir su tarea excretora y
el sistema digestivo adapta sus mecanismos para una correcta absorción de sustancias.
El único y vital alimento será la leche materna, que no solo contiene importantes
nutrientes, sino también anticuerpos.
En donde la mamá recibe las mismas bacterias que el bebé y forma anticuerpos para
combatirlos y los transfiere al hijo por medio de la leche materna.
Sus ojos poseen una coloración no muy definida, hasta alrededor de la segunda semana
después del nacimiento, es decir, sus ojos al nacer son azules y van cambiando. Esto se
debe a que estos importantes órganos no han sido expuestos a la luz, por lo que todavía
no alcanzan el color definitivo. Poco a poco, comienzan a abrirlos y a explorar con ellos
el mundo que los rodea.
Al abrir los ojos y los primeros meses de nacido el niño no puede enfocar bien y no
recibe color, ve en blanco y negro, esto debido a que esta en desarrollo. A los 2 meses
va reconociendo colores y sombras y a los 8 meses reconoce rasgos faciales.
Con el pasar de los dos años y hasta la llegada de la adolescencia, el individuo vive un
periodo de aprendizaje y desarrollo. La infancia o niñez es una etapa importante de
desarrollo, en la que se adquieren numerosas habilidades, como hablar, leer y
comprender ideas.
Durante este periodo los niños se vuelven más precisos en sus movimientos,
aprendiendo a saltar o correr.
Pueden coordinar variados movimientos y su motricidad fina es cada vez mayor.
También logran controlar la eliminación de desechos, mediante el manejo de los
músculos de la vejiga y de aquellos implicados en la defecación.
Durante la infancia, niños y niñas sufren importantes cambios en cuanto a su peso y
altura. Crecen a un ritmo de seis a ocho centímetros por año. Al llegar a la pubertad,
alcanzan hasta seis centímetros de desarrollo por año. Ya a los nueve años, los niños
han adquirido tres cuartas partes de su estatura definitiva.
La pubertad empieza cuando el hipotálamo libera la proteína quispetina por todo el
cuerpo, el cual estimula el crecimiento físico; por ejemplo, desarrolla hormonas,
estimula órganos genitales, a las mujeres la ovulación y a los hombres estimula a los
testículos para formar esperma.
Los vellos (cejas, pestañas, vellos de la nariz y orejas) atrapan las bacterias y el sudor,
lagrimas y flemas expulsan las bacterias, por otro lado la piel arroja células muertas de
la epidermis.
Otro fenómeno que se da en esta etapa es el “estirón”, el cual es el crecimiento físico de
los adolescentes, el cual se da hasta los 17 años generalmente.
Se dan las primeras atracciones por el sexo opuesto donde las mejillas se sonrojan, los
labios aumentan debido al efecto de la sangre esto queriendo decir que sentimos deseo
por alguien.
Adultez
Esta etapa se da entre los 18 hasta los 65 años, durante esta etapa se presenta un
bienestar físico general. Las capacidades y las destrezas físicas alcanzan la plenitud: hay
gran agudeza visual, auditiva y se ha completado el desarrollo cerebral; el cuerpo deja
de crecer pero no de cambiar, y los órganos están renovados.
El bienestar corporal permite dedicarse a decisiones trascendentales durante este
período. El futuro laboral, la independencia económica y la vida en pareja son algunos
de los temas más recurrentes.
Para esta etapa estamos muy beneficiados con el ejercicio físico ya que estamos al
100% para realizar ejercicio físico el cual fortalezca nuestro corazón y lo haga más
eficiente, depende de nosotros mantener nuestro cuerpo en forma debido a que ya el
mismo no está en crecimiento, lo que nos ayuda a fortalecer el esqueleto y la
tonificación de los músculos.
Para este período de la vida también tomamos malas decisiones como lo son irnos de
fiesta, el ingerir alcohol, fumar y el ruido.
Donde el ruido puede generar estados que pueden facilitar enfermedades auditivas, de
tipo nervioso y cardiovascular.

Por otro lado el alcohol afecta al cerebelo y al estado mental, donde provoca una
reacción química en las neuronas afectando la sinapsis y a la vez engaña a los riñones
haciéndonos creer que tenemos ganas de orinar pero donde lo que perdemos es líquido
valioso que termina en la vejiga.
Para contrarrestar los síntomas que tenemos al ingerir alcohol el hígado le quita agua y
minerales al cerebro y este se encoje, lo que nos hace o nos produce en la cuerpo la
sensación  que todos conocemos que es “estar de goma”.
También es un periodo en el que muchas parejas optan por ser padres, mientras otras
recurren a determinados métodos anticonceptivos para prevenir embarazos.
En el proceso del embarazo se dará la formación de la placenta la cual permitirá
alimentar al embrión y retirar y eliminar los productos de desecho, también actuará
como barrera defensiva. La comunicación entre la placenta y el embrión se realiza a
través del denominado cordón umbilical, por el que pasan dos arterias y una vena.
Al estar la mujer embarazada los órganos se desplazan para atrás o hacia arriba al igual
que

quedan aplastados y trabajan por 2, donde los músculos y tendones de la columna se

relajan para curvarla formando una figura atípica donde el estomago se comprime.
Al estar la pareja cerca del ser amado se libera dopamina, la cual es adictiva, se dan las
relaciones sexuales donde estas no solo se dan como un acto de reproducción si no
también refuerza los lazos de la pareja.
Donde al provocar un orgasmo las glándulas pituitarias llenan la sangre de oxitocina,
hormona de la afectividad, la misma que nos une a nuestra madre cuando somos recién
nacidos;  mientras realicemos relaciones sexuales más oxitocina liberaríamos y más
estrecho sería el vínculo afectivo con la pareja.
Desde los 40 años en adelante, las arterias se endurezcan, músculos y las articulaciones
pierdan flexibilidad y, de manera más notoria, la piel se arrugue, dándose esto también
por el contacto excesivo a los rayos del sol.

A partir de esta edad se dificulta más la vista y afecta el metabolismo, donde es más
fácil adquirir peso y la grasa ganada se distribuye llevándola a las caderas en las
mujeres y a la barriga en los hombres. Muchas calorías y un metabolismo lento es algo
letal para el organismo y la persona.
El estrés es otro de los problemas que se presentan a estas edades debido al combinar
los roles del trabajo y la maternidad. Este se presenta de cualquier situación o
pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o ansioso. Muchas personas
sienten síntomas de estrés en el cuerpo. Usted puede experimentar dolor abdominal,
dolores de cabeza y dolor o tensión muscular.
Se aumenta el ritmo cardiovascular el cual acelera el envejecimiento y deteriora los
vasos sanguíneos llegando afectar la aorta.
Superando los 50 años se da lo que se conoce como la menopausia, donde los ovarios ya
no producen óvulos y ni se dan hormonas sexuales, también se afecta el hipotálamo
provocando los calores, y se afecta también los huesos provocando osteoporosis y los
tejidos se debilitan.
Vejez
Corresponde al lapso que va desde los 70 años en adelante, hasta que la persona
fallece. Este período final implica un deterioro de todas las actividades orgánicas. Entre
los sistemas que sufren un mayor deterioro durante la vejez destacan el digestivo y el
respiratorio, así como también se ve disminuida la capacidad de funcionamiento del
hígado y el corazón.
La absorción de nutrientes, desde los alimentos, se vuelve cada vez más difícil,
asimismo, los conductos arteriales presentan, generalmente, importantes depósitos de
grasa en sus paredes que poco a poco las van obstruyendo. Esto obstaculiza una buena
circulación, existiendo el riesgo de accidentes cardiovasculares.
Además, a medida que envejecemos, el cerebro se deteriora. Las neuronas comienzan a
morir, por lo que es posible detectar una disminución en la capacidad de reacción y en
el desarrollo intelectual del adulto mayor.
A lo largo de la vida nuestro cuerpo produce radicales libres, sustancias muy oxidantes
que deterioran de manera irreversible a todas las células. Los sonidos pueden sentirse
distorsionados, de modo que se hace dificultosa la comunicación. Usualmente, la mala
recepción de algunos sonidos se debe a la exposición durante años a sonidos fuertes que
aceleran el deterioro.
A nivel visual, también son recurrentes los trastornos que alteran la normal
visualización del entorno. Existe una serie de cambios estructurales que afecta la
eficiencia ocular a la hora de enfocar algunos objetos cercanos.
Todo este largo camino desde que nacimos y hasta presenciar todos estos síntomas y
signos dan consigo a la vejez, la cual es  el último tramo de nuestra larga vida.