Tomo I
Tomo I
Tomo I
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Tomo I
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Índice
I. Prólogo………………..……………..………………….6
II. Introducción……………….……………………….......9
III. Las reglas del camino………..………………………12
IV. Desde la profundidad del Kosmos...…………….…..13
V. Los atuendos de la Vida……………...………….…...22
VI. La mente egoica, sus quimeras y velos……...............33
VII. La ola en el Océano y en el Océano la ola………….43
VIII. El imperio de la Gravitación rige al Cosmos…….....52
IX. Arquitectura y latido.. …..………….……...…...........81
X. Espacio interior………………………….……….......113
XI. La emergencia de los Mundos….………..….............121
XII. De Serpientes y Águilas……………..……...….......143
XIII. Moviéndose hacia la Unidad………....…....……....159
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Prólogo
Entre dudas que movilizan curiosidad, acertijos que pregonan resolución,
creencias que lentamente, aunque no sin poca resistencia, decantan en agotamiento y
fuerzas que proponen transmutación, transformación y trascendencia; se construye
esta obra.
Desde horizontes de astrología, astronomía, astrofísica, mecánica cuántica,
física, neurobiología, sociología, historia, matemáticas, geometría, esoterismo,
mística, arte, psicología, sabiduría oriental y occidental, Enseñanzas de Maestros, la
lectura de este escrito invoca y evoca aventuras, sacramentos, mística, magia...
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“Los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para el oído
capaz de comprender.
Donde quiera que estén las huellas del Maestro, allí los oídos del que está
pronto para recibir sus enseñanzas se abren de par en par.
Cuando el oído es capaz de oír, entonces vienen los labios que han de
llenarlos con sabiduría”.
-Kybalion-
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Introducción
Los Misterios de la Vida son insondables, la aventura inagotable, el desafío
impulso. La humanidad, símbolo del Universo, a paso cada vez más ligero y con
mayor afán de autoconocimiento, va abriéndose camino por los desconocidos y
escabrosos laberintos de la Evolución. La lámpara de la consciencia interna es faro.
El calor del amor hace cobijo. La Fe se vuelve báculo y la buena compañía,
inspiración y refrescante consuelo. El sendero ha de recorrerse con discernimiento,
entusiasmo, coraje, sencillez, generosidad y a la “Luz del día”.
La Verdad, “Lo que Es”, imperturbablemente late detrás de cada resquicio
esperando revelarse al intrépido y valiente peregrino, que con inagotable aspiración
y corazón puro tanto la anhela.
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Las palabras, pese a que catapultan, si son bien empleadas, a estratos
inesperados y desconocidos de la Consciencia, igualmente restringen, desvirtúan y
velan lo Real.
Dicen que La Voz del Silencio, muy, muy suave, susurra La Verdad.
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Las Reglas del Camino
“1- El camino se recorre a plena luz del día, arrojada en el Sendero por Quienes
saben y guían. Entonces nada puede ocultarse y, en cada recodo del Camino, el
hombre debe enfrentarse a sí mismo.
4- Tres cosas debe evitar el Peregrino. Llevar un capuchón; un velo que oculte
su rostro a los demás; un cántaro que sólo contenga suficiente agua para su propia
necesidad; un báculo sin horqueta en que aferrarse.
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Así he oído…
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Integremos ahora ciertas facetas asociadas a la escala humana (el micro-
cosmos).
Recientes descubrimientos proponen que la consciencia emerge del cerebro y
del resto del organismo actuando en conjunto, y creciente evidencia sugiere que el
corazón juega un papel particularmente significativo. Sobre el fundamento de una
extensa vía nerviosa, se ha detectado que el músculo cardíaco genera el más poderoso
y amplio campo electro-magnético del cuerpo. Sabemos que durante la manifestación
de loables sentimientos, por ejemplo de amor, cariño, aprecio; el ritmo del cerebro se
sincroniza con la actividad coronaria, y junto a ellos, la presión de la sangre y el
compás respiratorio se alinean. Sentimientos tóxicos como la ira, el enojo, la
frustración se encuentran asociados a un anárquico patrón orgánico. El latido cambia
en forma significativa de acuerdo con las diferentes emociones.
La variación en el tiempo que transcurre entre los intervalos RR del
electrocardiograma -destaca Gregg Braden que abordajes de índole científico lo
avalan- está en correlación con la habilidad de adaptación y resiliencia. A mayor
variabilidad de la frecuencia cardíaca -tiende a disminuir con los años- mejor salud,
más capacidad de acomodamiento y superación. Hemos de conocer que la armonía
corazón-cerebro, además de favorecer dicha variabilidad, crea coherencia en el
cuerpo e impacta benéficamente sobre el Campo Magnético de la Tierra.
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Se conocen pruebas que dan cuenta de un sutil, pero influyente, sistema
electromagnético de comunicación que opera justo debajo de nuestra consciencia. A
través de estudios se logró medir el intercambio de energía entre individuos,
advirtiendo que las ondas cerebrales de una persona consiguen, de hecho lo hacen,
sincronizarse con el sistema coronario de la otra. Cuando un sujeto genera una
cadencia “cardíaco coherente” es más probable que ocurra la sincronización entre las
ondas cerebrales de esa persona y los latidos de los demás. El resultado de estos
experimentos ha llevado a deducir que el sistema nervioso actúa a manera de una
“antena”, la cual está orientada hacia los campos electromagnéticos producidos por
los corazones de otros seres y responden a ello. Existe evidencia intrigante de que la
mencionada interacción puede ocurrir también entre humanos y animales.
Trabajos de vanguardia muestran que el campo socioemocional entre una madre
y su hijo es esencial para el perfeccionamiento cerebral, el surgimiento de la
consciencia y la formación de una autoestima saludable. Esto ocurre cuando las
reciprocidades son cargadas con emociones positivas (amor, alegría, felicidad,
ternura, estima, dulzura, etcétera) y sostenidas a partir de la conexión. Es así como
los patrones electromagnéticos se imprimen en la mente del infante, teniendo una
virulenta influencia en la función psicosocial a lo largo de su vida.
La comunicación energética por intermediación del corazón facilita el
desarrollo equilibrado y la expansión de la consciencia. Los efectos de la coherencia
cardíaca en el cuerpo incluyen: 1- un incremento de la sincronización entre las
brechas de los dos sistemas nerviosos autónomos (simpático y parasimpático); 2- la
ecuánime conexión corazón-cerebro; 3- una ampliación en la resonancia vascular; 4-
un mejor entendimiento entre los diversos sistemas fisiológicos.
A mayor equidad emocional, mejor funcionamiento psico-biológico y superior
eficiencia en el intercambio entre el medio interno y externo. Seguramente,
conseguiremos entablar analogías, en distintos estratos, a partir de lo explicado y la
idea de G. Braden planteada en párrafos anteriores.
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Podemos añadir, según interesantes investigaciones, que la respiración es una
herramienta muy útil para armonizar el corazón, la mente y el cuerpo y conseguir una
poderosa congruencia psicofisiológica. Está neurológicamente comprobado que
cuando se oxigena el cerebro, el sistema cognitivo mejora en su performance.
Mediante la respiración -por la nariz- alerta y enfocada se ajusta la efusión de la
energía, se gana en tranquilidad y claridad.
Además, por medio del flujo y reflujo del aliento se entra en comunicación con
los éteres del ambiente que circunscriben, se incorporan las energías del lugar y se
vuelcan sobre estos sitios la propia impronta. He aquí el valor de advertir la calidad -
sin que signifique rechazo- de los lugares a los que uno asiste y lo vital que es para
la salud en su sentido integral, el contacto con la virginal naturaleza. A su vez, valioso
se vuelve comprender que acorde a nuestros estados psíquicos, contribuiremos en
aligerar la carga energética de una determinada zona, o en su defecto, perjudicaremos
a las personas que en ella se encuentren.
Por mediación del aliento nos cargamos no sólo de aire sino de la marca
electromagnética que en la región impera. Lo expuesto no debe entenderse
meramente como una situación de cuidado o limitación, al contrario, ostentamos la
oportunidad, por transmutación consciente vía la “coherencia cardíaca” (equilibra y
coordina, bien sabemos, la actividad con el cerebro y el resto del cuerpo), de purificar
la atmósfera. De hecho, lo alusivo es parte de la tarea budista a la que se le suele
llamar: la práctica de “tomar y dar”. La labor consiste en absorber lo oscuro y
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negativo, y por interna alquimia, transformarlo en luz y bendiciones hacia todos, sin
distinción. Brindamos lo que tenemos y recibimos aquello que damos, percibamos o
no el proceso implicado.
No se debe desconocer la calidad de formas mentales y estados psíquicos que,
en concordancia al compás respiratorio, descubrirán expresión.
Aunque en la actualidad para la mayoría de las personas, el ritmo del
intercambio gaseoso que se efectúa con el medio es usualmente mecánico e
involuntario, se puede, aprovechando la capacidad atencional e incluso la voluntad -
por medio de suaves, lentas, uniformes y profundas respiraciones- aquietar (por lo
menos en una medida) el torrente de pensamientos y entrar en resonancia con la
inalterable Vida que late en todas partes. Aplicando la consciencia al aliento tenemos
la potestad de reorientarnos internamente (promoviendo salud), elevarnos sobre las
burdas vibraciones de las circunstancias y conforme anunciamos, colaborar con la
limpieza del espacio psíquico compartido (“aligerando el Karma grupal”). Esta es la
Magia de la canción del “Cisne Kósmico”, la Pulsación (movimiento centrífugo y
centrípeto) de la que da cuenta la filosofía esotérica.
“Cada pensamiento en la mente humana envía una onda electromagnética desde
la base del corazón y tiene un efecto medible sobre el mundo en el que vivimos”. -
Gregg Braden-
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Los atuendos de la Vida
¡La luz es el reflejo de la Consciencia sobre la materia!
No hay nada por fuera, todos los aspectos en conjunto (la tierra, los árboles, los
animales, la humanidad, el cielo, los planetas, el sol, las estrellas) cohabitan en
nuestro interior. Sólo existe una única Energía.
Se vuelve interesante detectar cómo aquello que interpretamos externo o ajeno
es, en realidad, la decodificación que hace nuestro cerebro, registrando desde
“dentro” cierta combinación de impulsos eléctricos que viajan por mediación del
sistema nervioso. En el fuero reconocido por íntimo, organizamos una representación
de un contexto al cual avistamos en tanto foráneo. Sin embargo, ninguna cosa vive
separada o desconectada. Persiste un indiviso Espacio que está aconteciendo a través
de nosotros, una misma Vida mirando por medio de “cada ojo”.
No acaece fin ni dónde llegar. No existe meta ni logro por obtener. No se debe
esperar que transcurra tiempo -intervalo entre dos eventos- para Ser.
“No hay distancia entre tú como eres y tú como serás. ¡No hay distancia! Lo
ideal, lo perfecto, ya está allí. Entonces, no es verdaderamente un asunto de
crecimiento. Es una cuestión de correr el velo; es un descubrimiento”. -Osho-
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El mundo es un reflejo de la Mente. Por eso, si sentimos -mucho contiene de
inconsciente dicho proceso- que eventualmente en un futuro sanaremos, seremos
prósperos, felices, etcétera; esa misma experiencia de falta, que de algún modo
percibimos y concebimos en el presente, se tejerá en la trama de la vida que siempre
es “Ahora”.
El yo personal, esquema reactivo, dependiente de las sensaciones y capturado
por la imagen -cuan fantasma- ha hecho del momento próximo su salvación, situación
que implica que “Lo que Es”, para ese estado psíquico, se vuelva incompleto y se lo
rechace. Experimentaremos, y en el devenir se repetirá mientras así lo “creamos”, la
carencia apreciada en la actualidad y desde la cual se proyecta cualquier fantasiosa
emancipación.
La clave para precipitar “lo deseado” en la cotidianidad, además de no deberle
nada a nadie, de cumplir con las propias responsabilidades (“Karma” y “Dharma”) y
de reconocer y aprender a disfrutar lo que la vida nos brinda: consistiría en distinguir
con toda la integridad posible, previo íntimo alineamiento con la Fuente, que la
condición buena y querida aguarda y, “serenamente expectantes”, permanecer
agradecidos -en estado de gracia- porque ello ya Es. Lo que se cavila con asiduidad -
intensión firme y sentimiento masivo- se manifiesta.
Sin perjuicio de lo dicho sino más bien en asociación con ello, la Ciencia de la
Divina Unión -el Yoga- aconseja: - “no seas un buscador, no te conviertas en un
mendigo. Sé un dador, ofrécete a ti mismo con responsabilidad a la existencia
circundante”.
Hemos de advertir que la entrega “a lo que sucede”, sin rechazar ni apetecer
nada para el yo separado, corresponde a un grado de desarrollo superior. Quienes
respetan el “Dharma” conocen la abundancia de la Vida.
En general, vivimos alucinando que mañana o lo que ocurra después será mejor.
Pero, la realidad respira completamente en el instante presente. Mientras no se esté
conforme con lo que se tiene ni se deje de anhelar lo que no se posee, jamás habrá
Paz.
Ha de procurarse encontrar el exquisito equilibrio entre la intención
correctamente orientada y la “activa” aceptación: comprensión de “Lo que Es”.
El aspecto o semblante del “Ahora” cambia, se modifica, no obstante, la Vida -
el Ser-, renovada vigencia; no depende de las temporales formas (“Rupa”).
“Cualquier gestión práctica que tenga que hacer en el mundo para ganarse la
vida, piense en ella y cuando acabe vuelva a esta contemplación “Yo Soy” sin
pensamiento y sin forma. Cualquier actividad que tenga que hacer, hágala, pero
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recuerde que usted es divino y completamente no tocado por estas acciones. Cuando
sea en este estado “Ishwara” (Consciencia en acción), todas estas actividades en el
mundo se harán espontáneamente. Cuando devenga establecido en este estado divino
ni siquiera tendrá que pensar. Cuando abandone todos estos planes y deliberaciones
y permanezca en el estado sin pensamiento, todo lo que necesita le será
proporcionado”. -Nisargadatta-
Hace años, el afamado psiquiatra y psicólogo Carl Gustav Jung (en occidente
los cabalistas antes que él), hablaba del modo en cómo patrones estructurantes o
pautas de pensamientos y conductas colectivas e inconscientes (a las que denominó
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arquetipos y consideraba “hechos y sucesos reales” inherentes al proceso de
evolución) organizan, podríamos acotar según variables vibratorias, el entorno o
cuadro de información por donde las psiquis individuales fluyen, con no pocas
contradicciones. Por supuesto lo descripto guarda analogía con la astrología (ciencia
de las relaciones, herramienta inigualable de autoconocimiento y un modo de
acercamiento a la Verdad), de ahí que proponemos su estudio y continua
profundización.
Hagamos una breve aclaración sobre esta sagrada llave de Sabiduría: la
predicción no es el propósito principal de la astrología. La astrología enseña, ilustra
el Maestro E. K., cómo utilizar el poder del hombre, sintonizándose con las Fuerzas
de la Naturaleza y cómo establecer la economía entre ellos. Esto otorga la capacidad
de seleccionar lo que es correcto y rechazar lo que no lo es; escoger el momento
adecuado y refutar el inoportuno.
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Tomando por sustrato lo mencionado hasta aquí, tal vez, una entre las hipótesis
viables de resaltar sería, como dijimos, “la teoría de una Rejilla de características
holográficas”, que retribuyendo a cada uno en concordancia con la impresión que
realiza sobre la pantalla de la Existencia, se desplegaría en distintos niveles sin quedar
supeditada o condicionada por el supuesto factor temporal del “entorno objetivo”.
De forma semejante y a modo de conjetura, siendo sin embargo una idea
compartida entre algunas de las Escrituras más sagradas de Oriente, hablamos de:
incalculables mundos dentro de otros, de infinidad de Universos multiplicándose sin
términos ni medidas, de incognoscibles Multiversos (“Big Banks”) cubriendo
innumerables posibilidades y escalas; sosteniéndose en interconexión unos con otros
por “Un Mismo, Abstracto, Vivo y Eterno Espacio” (“Omniverso”).
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La mente egoica, sus quimeras y velos
El Espacio es Omnipresente y como tal, más que una nada o una carencia, pulsa
rebosante de Plenitud.
El Campo vibratorio (“Nada Brahma”) constituye la Raíz de las experiencias
espirituales y de las investigaciones científicas. Dentro de este contexto, cada porción
de materia (concentración de energía, espacio en movimiento o giro de las
fluctuaciones del vacío) que se expresa en la Ilimitada Integridad -por ejemplo, una
partícula- trata sólo de una peculiaridad asumida por la dinámica del “Vacío”. Las
fluctuaciones del Espacio, cuan “música celestial”, configuran el Éter, “Sangre de los
Dioses”, base de los elementos y de aquello que en el “devenir de la Manifestación”
consigue apreciarse.
Relacionado con el tema, enseñaba Pitágoras, ilustre filósofo y matemático
griego, que el Número es la esencia de todas las cosas y que la aritmética y la
geometría se encuentran en comunión divina con la armonía musical. El Universo
está configurado con arreglo a una escala sinfónica. En la Naturaleza todo respira,
canta y tiene un Ritmo sobrecogedor.
“Todo en el universo son vibraciones u oscilaciones del Campo Fundamental a
todas las escalas”. -Nassim Haramein-
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La Creación (“multiplicidad de la Unidad”) se perpetúa en la Eternidad, y
aunque parece que alterna etapas de expresión con otras de introversión, además de
períodos de “involución y evolución”, explica la Enseñanza Arcana, no ha tenido un
comienzo ni conocerá tampoco un definitivo final.
La mente es inquieta, plástica (la sustancia mental adopta la forma del objeto
con el que entra en contacto) y sutil, gusta de vagabundear y moverse, por eso cuando
no hay consciencia firme que gobierne se distrae, empobrece y se vuelve “repetitiva”.
Al analizar con detenimiento a los pensamientos se vislumbrará que no somos
tan libres en nuestras decisiones como solemos creer. La influencia del mundo
circundante, cual “modelo” de ideas, se ha transformado en un infranqueable muro.
Nuestros actos, generalmente, constituyen sólo reacciones. La mayor parte de los
sueños, anhelos y temores no son otra cosa que la continuidad de miedos y
ambiciones colectivas. La impresión de aislamiento y segmentación propia del estado
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de consciencia vigente ha generado dependencias que se arrastran desde épocas
pretéritas y/o condicionamientos que corresponden a un “supuesto” porvenir.
Para la mente tecnológica -gestora de objetos- asentada sobre la intención de
sobrevivir, lo Real, el “todo inclusivo momento vigente” pasa desapercibido u ocupa
un lugar secundario, en tanto medio para un fin o por un mero peldaño que posibilite
llegar a conseguir algo “más importante” después.
“Cuando permite que el pasado o el futuro oscurezca el presente, usted está
creando tiempo, tiempo psicológico, el material del que está hecho el drama”. -E
Tolle-
La consciencia localizada es predadora y embaucadora y su atención superflua,
estrecha, discontinua y tiene el hábito de ir incesante y alternativamente de un lado a
otro, pues padece de inestabilidad. El yo que distinguimos, al que nos aferramos y
con el cual tanto nos identificamos (cuerpo, género, gustos y aversiones; nombre,
historia, rango social, ideologías, juicios, idioma y creencias; profesión y posesiones,
entre otras cosas) es vana transitoriedad, por lo tanto, irreal. La corriente inconsciente
de promover nuestra identidad a través de la asociación con ciertos aspectos -en
última instancia son cambiantes formas mentales- es parte integral de la estructura
misma del sentido egoico.
“Todo lo que es perceptible, es perecedero. En la búsqueda de placeres efímeros
y no permanentes, estamos desperdiciando lo esencial, lo que no cambia y los
elementos Reales de la vida humana”. -Sai Baba-
Recordando a Shakespeare decimos: “no hay nada bueno o malo, sino que es el
pensamiento lo que hace parecer así”.
En función a lo desarrollado, con enorme erudición y sentido práctico, el
Maestro Jesús aconsejaba: - “No resistáis al mal”. Exhortación que de ningún modo
significa inactividad, dejadez, evasión o pereza sino más bien no disputa, no aflicción
ni tensión interior. La Luz no combate contra la oscuridad, la Luz ilumina. Cuando
se lucha contra algo, eso se exacerba y atrae.
“Los hábitos del pensamiento funcionan como imanes, atrayendo hacia ti
determinados objetos, personas y condiciones. Si aspiras a acabar con un mal hábito,
debilítalo primero evitando toda circunstancia tendente a provocarlo o a estimularlo,
pero asegúrate de no concentrarte en él, en tu celo por evadirlo. Encauza luego tu
mente hacia algún buen hábito, cultivándolo en forma constante, hasta que se
convierta definitivamente en parte de tu ser”. -Paramahamsa Yogananda-
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En tantísimas ocasiones, sin notar la operatoria de ciertos mecanismos
subterráneos (programas, esquemas, tendencias, patrones no conscientes), con
estrechez juzgamos y accionamos de manera restrictiva. Incluso más, solemos creer
que somos libres cada vez que podemos optar entre opciones, pero en realidad, si
tenemos la sensación de elegir (lo cual involucra descartar una alternativa) es porque
estamos divididos y “distanciados” del Ser.
“Nadie que está en unión consigo mismo puede siquiera concebir el conflicto”.
-Un Curso de Milagros-
Los cinco sentidos (para la Enseñanza Esotérica son siete en cada Plano) en
conjunto con la mente (el sexto, según algunas tradiciones de Oriente) que hoy
gobiernan nuestros juicios del mundo, nos susurran que el universo que nos rodea es
sólido. Pero, lo que concebimos concreto, apreciamos y denominamos objetivo y a
partir de lo cual actuamos, simplemente es el rango de vibración que en el presente -
por nuestro progreso evolutivo- podemos percibir. Entonces advertimos nuevamente,
que el ego, centro por el cual nos asociamos con el resto de la vida, es del mismo
modo una parcialización y un mero punto de vista, pues responde a un rango de
frecuencia determinada. Por consiguiente, jamás es Completo, no es Real.
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El fundamento del mundo físico es la Consciencia. Y en este contexto, es la
consciencia -presencia del observador- la que hace que la “partícula aparezca”.
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De cierto que aún, al menos la mayoría de nosotros, no logramos comprender -
por experiencia directa y autoevidente-, que somos Seres de Pura Energía
interpenetrados por un Ilimitado Océano de Luz (Consciencia). En tanto especie no
conseguimos percatarnos desde el foro interno, que materia y luz se asumen, bien lo
indica la física, equivalentes. Aunque evidente para la ciencia, el hecho es que tales
descubrimientos jamás hallaron hasta el momento ratificación en nuestra íntima
experiencia.
Sin temor a equivocarnos, si ahondamos sobre el tema, seguramente
encontraremos alguna anuencia entre lo que venimos desarrollando y la metafísica
declaración budista: - “en cada átomo se halla un Buddha”. Insoslayable tener
presente que este término en Sánscrito significa “iluminado” o “despierto”.
Recordemos que, mediante la interacción de los polos y la fricción de los pares
de opuestos (espíritu-materia, positivo-negativo, Yin-Yang), deviene el dinámico
equilibrio por el cual acontece el Mundo (nace la Luz). Al respecto y lleno de potencia
esotérica, comparece a nuestra mente la famosa afirmación de Cristo: - “Yo Soy la
Luz del Mundo”.
Podríamos aclarar alguna concepción e inducir a la reflexión más profunda si
indicamos que materia, energía, vibración, luz y Consciencia se asumen semejantes.
El talentoso científico e inventor Nicolás Tesla, abrigando la misma idea,
expresaba: - “si se quiere conocer al universo se debería pensar en términos de
energía, frecuencia y vibración”.
Puede que un ejercicio colabore en encauzar la teoría en vivencia irrevocable.
Para ello se persuade meditar en la luz. Ha de visualizarse en la pantalla de la mente
a la forma de nuestro cuerpo completamente iluminada. Sentir el palpitar de la
luminiscente sustancia dentro de cada célula y con entusiasmo ver su irradiación más
allá de organismo, por algunos minutos al día, es una de las prácticas que se
aconsejan. La meditación favorece el alineamiento con la corriente armónica de La
Vida Una.
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cualidad que ha surgido del océano, la cual posee un tiempo de duración. Es una parte
que emergiendo de la Unicidad guarda su propia periodicidad.
La base de la Creación es aquello a lo que se denomina Energía Universal. Ella
existe en nosotros como nosotros mismos. Si ostentamos la impresión de que estamos
existiendo es debido a “Esa” Energía, pero, cuando nos involucramos con las formas,
tendemos a olvidar tal significativo hecho. Al sustrato de cualquier sobreimposición,
a lo que no cambia, advierte el Maestro, generalmente se le llama Dios.
Hemos de entender por ilusorio: aquello que parece tomar aspecto en un
momento, que antes no existía, que luego por mediación del pensamiento (personal
y colectivo, consciente e inconsciente) virtualmente adquiere estructura y más tarde,
ya no estará. Ergo, el atributo primigenio de todas las cosas es el Vacío. Nada en
“última instancia sucede”. Ningún objeto, persona, situación o idea posee Realidad
(propia o separada del resto).
Al darse cuenta de que la existencia independiente es una quimera, de manera
natural brota la Compasión. Prudente es quien participando según lo que acontece a
ninguna cuestión se aferra; y debido que de nada depende, para él no habría limitación
alguna. Quien tiene ojos de Sabiduría ejecuta lo que concierne en consonancia con la
necesidad, por misericordia empatiza, se presenta y parece que actúa e interviene
(empero, no se cree el hacedor) y cuando no se lo requiere, en la Plenitud del Silencio
se desvanece.
Las “Gunas” -Cualidades o Modalidades de la Naturaleza- se revolucionan
entre las “Gunas” y así el Ser sin hacer nada todo lo Realiza.
“Aunque todas estas formas sólo poseen la naturaleza del pensamiento, a causa
de que el Creador se olvida de su propia naturaleza, esos pensamientos quedan
congelados como formas físicas existentes”. -Yoga Vasishtha-
La apariencia de nuestros cuerpos de carne y hueso, concretos para nosotros y
con los cuales nos identificamos, son a fin de cuentas una máscara. Un sueño por
medio del cual -virtualmente- se reviste la Verdadera Esencia que no tiene
restricciones. Es cuando por ignorancia (o falta de Luz) nos separamos de la Fuente
que caemos en la inconsciencia de la materialidad y llegamos a tomarnos en tanto un
mero aparato psíquico asociado a un organismo biológico.
“No ser es Ser. Ser es no ser”, afirma el Sutra Avatamsaka. Y en el mismo verso
además asevera: - “En una partícula de polvo, se ve reflejado el universo completo,
no sólo este universo visible, sino el vasto sistema de universos, concebibles
solamente por las mentes superiores”.
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Somos mucho más de lo que el pensamiento egotista que hoy predomina percata
e incluso imagina. Vivimos sumergidos, constituidos y atravesados por una infinitud
de información potencial, de Existencia Abstracta. No somos lo que creemos, aunque
de momento eso pareciera que expresamos. Nos sentimos, y ese es el tipo de
Inteligencia predominante en el hombre contemporáneo: centros confinados,
distanciados y apartados unos de otros. Por consiguiente, desde allí organizamos el
mundo. Pero lo Vincular, la Unidad es lo Original, lo Fundante y Perpetuo.
“Lo atemporal conoce el tiempo, el tiempo no conoce lo atemporal. Toda
consciencia está en el tiempo y para ella lo atemporal aparece no consciente. Sin
embargo, es lo que hace la consciencia posible”. -Nisargadatta-
La Existencia -nuestra más profunda Verdad- es Eternidad, no yace acotada por
el tiempo, la espiral del cambio o las fluctuaciones. Al respecto explica el Maestro
Djwhal Khul: - “La Vida Es. Nada en el cielo o la tierra logra tocarla o afectarla. Esto
es algo que con frecuencia se olvida. En sentido espiritual, la Vida no se puede
extinguir. (…) la Vida es indestructible y no puede quitarse ni dañarse, sino que
“pasa” de una forma a otra, de una experiencia a otra, hasta que por medio de la Vida
se expresa la perfecta Voluntad de Dios”.
La ciencia contemporánea abraza un concepto parecido al ratificar que “la
energía -“información cuántica”- no puede ser engendrada ni destruida.
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Lo que intentamos comunicar, aunque apropiado como simiente sobre lo cual
meditar, y por supuesto, útil para desenvolver cierto entendimiento, no debe
restringirse someramente a la idea o el discurso. La Verdad no cabe en palabras.
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La ola en el Océano y en el Océano la ola
Cuando la Consciencia Universal (Espacio de disponibilidad) “se
individualiza”, dicen las Escrituras, nace el Tiempo: la vestidura de la Existencia
Pura.
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“A cada abrir y cerrar de ojos” se sintetizan lo acontecido y el porvenir. La
actualidad -reconocida a partir de las personales y colectivas perspectivas-, que se
viste en consonancia con lo que en épocas pasadas se hubo sembrado, se vuelve causa
de aquello que el mañana deparará. En la inmediatez se halla la Potencia Creadora,
la totalidad del tiempo, la siempre vital posibilidad de modificar el curso de las cosas
(construir el mañana y cambiar o resignificar el pasado) y hasta la Trascendencia.
En concordancia con la no unilinealidad del tiempo, otra exploración realizada
en el campo de la mecánica cuántica podría reforzar lo que venimos planteando. De
acuerdo con los resultados obtenidos, en la Universidad de Washington en St. Louis,
por el físico Kater Murch, a diferencia del mundo clásico que se dirigiría sólo hacia
adelante, el tiempo cuántico -y algo hemos aludimos- lo haría en ambas direcciones
a la vez.
Recordemos que para el acercamiento clásico u ortodoxo sobre el
comportamiento de las partículas cuánticas no sería viable predecir con completa
certeza la consecuencia de un experimento sencillo para calcular su estado. Al
respecto, sólo se podrían considerar una función o distribución de probabilidades
(estadísticas). La irresolución constituiría un hecho de la naturaleza, ergo, la situación
de la partícula se supondría indefinida. Por la experimentación realizada, parecería
que es el acto de medición en sí “lo que obliga” al corpúsculo a caer en una situación
determinada. No obstante, sin descartar lo recién explicado y aceptado por la física
actualmente y con afán de ampliar nuestro punto de vista, en el artículo de la revista
Physical Review Letters, Kater Murch describe una forma de alterar las
probabilidades y aumentar la capacidad de predecir de manera correcta el estado de
un sistema en un 90%. En orden a lo declarado por el científico norteamericano,
habría un “estado” espacio-temporal hacia atrás y otro hacia adelante. Situación que
permitiría, si nos fijáramos en las dos cuestiones en simultáneo y dando igual
importancia a ambas informaciones, obtener lo que Murch llama una predicción
retrospectiva o retrodicción. Plantea que cuando los físicos cotejan sus soluciones
con la medición almacenada del estado anterior del sistema, acertarían nueve de cada
diez veces. Esto hace, eventualmente, presumir que el tiempo en el mundo cuántico
se configuraría como flecha de dos puntas.
Entendiendo lo antedicho de manera más simple y llevándolo a idea y lenguaje
de índole coloquial, quizá, podríamos decir que lo hecho hoy tendría la potestad de
influir no sólo en el acontecer futuro sino también en el resultado pasado.
Hemos de notar que mientras la identificación con el pensamiento crea tiempo
psicológico, la imparcial observación (procedimiento análogo al núcleo duro del
método psicoanalítico propuesto por S. Freud: la atención parejamente flotante) abre
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la puerta a otra Dimensión de la Consciencia. La energía que se retira de la mente,
bien dice E. Tolle, se convierte en Presencia. Presencia cuya Naturaleza esencial es
la Atemporalidad.
Para que la tensión mengüe, el foco que se siente un hacedor, que se cree
importante, se apega al fruto de la acción y cae en la quimera de la dualidad y el
tiempo debe -en cuanto a centro psíquico- distenderse en el ilimitado e intemporal
Espacio interior.
“Si quieres grandes cosas, cosas que están más allá del pequeño alcance de las
manos humanas, de la mente humana, de las habilidades humanas, tendrás que
aprender el arte de “No Hacer”. Yo lo denomino meditación”. -Osho-
La Verdad no es el corolario de un esfuerzo ni el final de un camino. Se halla
“Aquí y Ahora” y a pesar de Su Omnipresencia no se la puede asir, tomar o capturar.
El momento presente es el contenedor, el Espacio de disponibilidad para todas
las formas y circunstancias.
47
fundamento de Todo es increado, incompuesto, más allá del concepto mental y de la
definición verbal. A “Eso” no pueden aplicarse los términos Sangsára ni Nirvana”.
El “Vacío” es el contenido, el soporte y trasunto. Es el origen y el final, lo
manifiesto y a la vez, lo imperturbable. Es lo Real que permanece más allá de
cualquier consideración.
En función a la reflexión esgrimida, aconseja Mooji: - “Permanece en el Vacío
del Ser. Sólo permanece allí. Es el único lugar donde subsistes sin esfuerzo. Y cuando
reconoces lo que no requiere esfuerzo en tu Ser, la idea de “permanecer” allí
gradualmente se desvanecerá. No tienes que “permanecer” como Eso que es
permanente; la permanencia no necesita permanecer como permanencia. Sólo Es”.
48
Haramein, asimismo asevera, que cada partícula que viene al mundo físico y al
micro-instante siguiente retorna al espacio del cual surgió y que a todo interpenetra,
lo hace con el registro propio de su singular experiencia. Desde este aspecto, el
“Vacío” lejos de ser una nada yerta sería “Aquello” que compone, sustenta e
interconecta a todas las cosas entre sí y que por nada se ve condicionado. Subsistiría,
entonces, una continua retroalimentación entre los entes -“funciones emergentes de
lo Omnipresente”- y la Vacuidad Misma.
51
El imperio de la Gravitación rige al cosmos
Todo se halla inmerso en un Reino de potencias vinculares, de energías en
constante y dinámica asociación. La Gravedad se despliega en las sucesivas escalas,
desde lo micro hasta lo macro-cósmico. El Imán Divino, la Presencia de Dios Padre-
Madre, infatigablemente atrae al hogar a sus hijos.
Detrás de las fuerzas Universales hay infinidad de consciencias trabajando y
entretejiendo el entramado Tapiz de la Vida. No existe azar ni ceguera en el juego de
la existencia. El Misterio de la Ley impera.
Para el mundo científico, el cosmos viene del caos y viceversa. De tomarse este
cuadro, una pequeña variación de las condiciones iniciales, con el tiempo, hubiera
generado grandes cambios en el Sistema. Suceso que de acaecer hasta podría haber
afectado seriamente su continuidad.
El caos agregaría al cosmos una inmensurable dosis de “imprevisibilidad”. Un
comportamiento exacto, metódico, repetitivo, rítmico: devendría imprevisto. Sobre
tal curiosidad trataría el “efecto mariposa”. De leyes regulares y determinantes
surgirían conductas caóticas que se difunden por el Campo, porque la gravitación
interviene en cada parte del universo.
¿Puede asumirse lo presentado como una muestra de la facultad creadora del
libre albedrío, denotando la influencia que hasta el más minúsculo de los seres tiene
sobre la totalidad?
54
Según Dan Winter, el dodecaedro, siendo la anidación de la “razón dorada”,
tendría la capacidad de cambiar la información a una configuración coherente. El
número Áureo, que puede ubicarse en muchas escalas y partes en la Naturaleza,
también compondría el patrón de la molécula trenzada del ADN.
El dodecaedro es el entramado geométrico perfecto en el que encontramos al
resto de las formas platónicas: tetraedro, cubo, octaedro e icosaedro. Atañe a una
sagrada geometría que está en resonancia con la espiral áurica (“Phi” -divina
proporción-) y que ha sido estudiada en profundidad por notables pensadores de la
historia como: Pitágoras, Platón, Fidias, Leonardo da Vinci, entre otros.
“El espín es el resultado de un gradiente en la estructura del vacío. Organiza
este campo fundamental de energía en estructuras coherentes que llamamos materia.
Da cuenta de la mecánica fundamental por la que se crea toda nuestra realidad”. -
Nassim Haramein-
56
Sobre el tema y en disposición a la Enseñanza Esotérica, traigamos lo anunciado
por Vicente Beltrán Anglada: - “La Gravedad es el Foco de Atención de una
consciencia central, sea la de un Logos, la de un ser humano o la de un simple átomo”.
La manera en cómo el impulso eléctrico que surge de la Intención de la
Divinidad Creadora se convierte en Gravedad, después en una Fuerza y en un
Movimiento circular (en el caso de la nebulosa que precede a un universo) y origina
la rotación de los astros, comentaba Anglada, debe apreciarse en tanto la consecuente
actividad de los Ángeles Constructores. Estos Ángeles comprimirían el Espacio en
orden a la densidad que corresponde por “Karma” al Logos. Al llegar al máximo
surgiría, cuan dinámica complementaria, un impulso de expansión. De ello devendría
el Kosmos. Ambos movimientos -centrípeto y centrífugo- se asumen a modo del
efecto particular que los “Devas” producen. Entidades que copian y reflejar la sístole
y diástole del “Corazón Solar”, en los diversos niveles, tomando al Éter, con sus
posibles variaciones vibratorias, en cuanto a la sangre o elemento vital de formación.
Asimismo, la Señora Blavatsky enfatizaba en postular, en lugar de la
gravitación como Ley Universal a las fuerzas gemelas de atracción y repulsión,
asegurando que muchos fenómenos entonces podrían ser explicados.
57
De la combinación de diversas fuerzas, muchas Dimensiones o “Estados
Vibratorios” se instituyen.
La diferencia entre las partículas que componen y ordenan disímiles formas,
con respecto a las que pululan en lo estimado por “espacio”, sería sólo de
organización. Cuando incumbe a los cuerpos que percibimos en tanto “concretos”, el
movimiento interno del campo gravitatorio implicado estaría integradamente
coordinado. En los casos de no tener tal coherencia y uniformidad, a la referida
dinámica se la advierte por “no cosa” (espacio).
58
Pitágoras
Tal vez factible sería hallar, asumiendo el simbolismo que detrás subsiste, algún
tipo de paralelismo, analogía y contacto entre: 1- las once (11) dimensiones (tres -3-
espaciales, siete -7- hiperespaciales y más una -1-, el tiempo) mencionadas en la
teoría de las cuerdas (la mayoría jugarían su papel a nivel sub-atómico); 2- los once
(11) “Rudras” de cada Plano, que para el Hinduismo -con sus Vibraciones Kósmicas-
conforman la totalidad del Campo de la Manifestación; 3- la teología cristiana,
señalando la presencia de nueve (9) Coros Angélicos (Serafines, Querubines, Tronos,
Dominaciones, Potestades, Virtudes, Principados, Arcángeles y Ángeles) que
intermediarían entre el hombre y Dios (nueve -9- más dos -2- igual a once -11-); 4-
las diez (10) emanaciones o mundos que definen la relación entre las Fuerzas de la
Creación y edifican el Adam Kadmon o el cabalístico “Árbol de la vida” a los cuales
se le “añade otra” Sefira central y oculta (“Dáat” o “Daas” -Conocimiento de la
Unicidad-) que simboliza el Corazón Superior (El Misterio del Conocimiento
Supremo); desde otra aproximación, a las diez (10) Esferas se le sumaría el “Ain Sof”
(Lo infinito, Fuente que permea, sostiene y todo lo trasciende); 5- la representación
del “Dhyani Chenresi”, grafía Tibetana del Logos, (síntesis de las Razas precedentes
y progenitor de las humanidades después de la Tercera Raza) constituida de once (11)
caras; 6- la metáfora dada por la Sabiduría Arcana en función a cómo la Persona
Kósmica con diez (10) pasos permea el Universo (Siete -7- Planos y las tres -3-
Dimensiones del Triple Logos) y permanece todavía más allá (en el número once -
11-); 7- las once -11- direcciones que estructuran la Esfera -útero del Espacio- (cuatro
-4- puntos cardinales y cuatro -4- diagonales a las que se agregan el vértice de arriba,
de abajo y del centro).
Otros aspectos, entre varios, en donde este valor se recrea: 1- el ciclo solar de
once (11) años, período a partir del cual se produce una inversión de su polaridad y
un aumento de la intensidad de radiación (el último “palpitar” fue en el año 2012 ,
fecha que está de acuerdo con la finalización de un ciclo relevante en el calendario
Maya); 2- los once (11) principales “Upanishads” (fundamento de la doctrina
Vedanta, una de las seis -6- filosofías de la India) comentados por Adi Shankara,
elocuente Maestro del subcontinente indo; 3- los once (11) pasos que para algunos
60
estudiosos, como el escritor y psicoanalista argentino José Luis Parise, tiene la Magia;
4- la undécima fase lunar, considerada la más apropiada para relacionarse con la
divinidad porque astrológicamente se configura un sextil entre la Tierra, el Sol y la
Luna; 5- el signo del Aguador, el onceavo contando desde el carnero de Aries, energía
que modelará las evoluciones planetarias por los próximos 2.160 años.
Asimismo, sobre el número once (11) más cuestiones podríamos considerar.
Por ejemplo, desde una mirada esotérica y cosmológica se cuenta sobre la existencia
de siete (7) Soles evolucionando derredor de un Sol Central, doce (12) mansiones
zodiacales, diez (10) planetas (7+12+10 = 29----2+9 = 11).
Dentro del marco tradicional de los tres (3) números maestros (el once -11-, el
veintidós -“dos” veces once “11”- y el treinta y tres -33- -tres “3” veces once “11”-),
el potencial de cada cifra no sólo involucra el hecho de que se conforma a partir de
dos dígitos idénticos sino porque simbolizan respectivamente al Uno (1), al Dos (2)
y al Tres (3) (Padre, Hijo y Espíritu Santo).
En el caso del once -11- (al configurarse por un doble uno -1- ) trata del primer
número primo reflejo de sí mismo. Cifra que, al ser una representación múltiple de la
unidad tiene duplicados los rasgos y la personalidad de esta. Cuando se lo reduce (11
= 1+1 = 2) se convierte en dos (2), combinando así la pujante energía masculina del
Uno (1), el dios Sol, Helios o Zeus; con la femenina, igualmente vigorosa, del Dos
(2), Selene, la diosa Luna o Hera. De tenerse en cuenta que ambas cifras recrean
extremos opuestos y complementarios del espectro de la energía (debido al impulso
propio del uno -1- y la receptividad inherente al dos -2- ), nos percatamos que de la
combinación de estos atributos resulta “lo demás”.
El Dos (1+1 = 2) incumbe al Segundo Plano del Esquema, el Monádico. El
estado de consciencia al cual ha accedido el Iniciado. Uno (1) es representado entre
los arcanos del Tarot por el “Mago” -la acción- y el dos (2) por “La Papisa” -la
receptividad-.
El once (11), la primera en la escala ascendente del conjunto de números
naturales compuesta por dígitos iguales se forma a partir de la adición: del uno (1),
símbolo del Espíritu Universal; el (3) tres, emblema de la Santísima Trinidad (tres -
3- aspectos del Logos) y el siete (7), insignia de la Séptuple Manifestación Kósmica
o en clave cristiana, los siete -7- espíritus ante el Trono. 1+3+7 = 11
Ciento treinta y siete (137) es el valor que en gematría tiene la palabra
“Kabbalah” (significa “Recibir” o “Recepción” -de lo Divino-). Número que aparece
en los grados que mide el ángulo áureo y en la estructura fina de Sommerfeld:
constante física fundamental que caracteriza la fuerza de interacción
electromagnética.
61
El Árbol de la Vida (Sistema de distribución de Energías, para algunos
representa el ADN), que opera en el orden físico y metafísico, conserva la potencia
ciento treinta y siete (137). Estructura que se compone, según lo dicho, por Diez (10)
Sefirot o Emanaciones: tres -3- superiores o rostros mayores y siete -7- inferiores o
rostros menores. Recordemos: habría, además de las diez (10), al mismo tiempo un
(1) rostro (“Dáat” o “Daas”) que permanece oculto. También podría asociarse, según
comentamos, a este Uno (1) con lo Inconmensurable: “Ain Sof”. Escribía H. P.
Blavatsky, el Nombre Inefable de Dios, dependiendo del efecto que se busque,
plausible es de pronunciar en un (1) golpe de voz, en tres (3) o siete (7). Nuevamente,
el misterio (137-----1+3+7 = 11) subsiste.
Once (11), rememoremos, son las direcciones (cuatro puntos cardinales con sus
bisectrices, el nadir, el zénit y el centro) a partir de las cuales se conforma la esfera
del universo. Número maestro el once (11), que aparte de sintetizar polaridades,
representa el potencial de llevar los límites de la experiencia humana hacia mayores
niveles de percepción espiritual. Once (11) es la potencia numérica implicada en los
sonidos “CVV” (si, vi, vi) y “CSG (si, es, yi). Siglas -“mantrams”- por cuya
pronunciación se evoca al “Avatar” de Acuario y al gran “Chohan” de la Logia
Blanca Planetaria, conocido como el “Conde Saint Germain”.
La potencia numérica del once (11) se esconde, además, en la estructura del
Triángulo de Pascal. Lo comentado, entre otras propiedades matemáticas, se
encuentra al juntar los valores de cada hilera en un número. La fila 0, 1, es 11 a la 0,
la fila 1, 11, es 11 a la 1, la fila 2, 121, es 11 a la 2, y así sucesivamente. Por ejemplo,
en la línea 5, “1--5--10--10--5--1” realizando la siguiente operación: --1--(5+1)--
(0+1)—0--5- obtenemos el número 161051, que es 11 a la 5. Se puede comprobar
que con el resto de las filas ocurre lo mismo.
62
El veintidós (11+11) combina una dosis doble de la capacidad intuitiva y
femenina representada por el dos (2), con el atributo de volver los sueños realidad
inherente al cuatro (4) (El Emperador del Tarot, la estabilidad). Cifra que simboliza
el proceso de objetivación o Manifestación (el espacio con las cuatro -4- direcciones
principales y el tiempo con sus cuatro -4- ciclos básicos). Once (11) es la carta de la
Alquimia: La Fuerza.
El producto obtenido no es sólo una simple suma de propiedades, sino que se
ha de indagar en la identidad del veintidós (22), en cuanto a la facultad de
experimentar aquello que el once (11) tiene que ofrecer, para aplicarlo en el mundo
de manera concreta. Veintidós (22) son los Arcanos Mayores del Tarot (Arquetipos
-modelos a priori, Arcanos de Hermes- del inconsciente humano, del proceso
evolutivo y el perfeccionamiento de la existencia y del Sistema Kósmico), la cuantía
de Avatares -encarnaciones divinas- que enumera el Bhagavata-purana, los caminos
del Árbol de la Vida o Sefirótico y la cantidad de caracteres del alfabeto hebreo (tres
-3- letras madres, siete -7- letras dobles y doce -12- letras simples o tres -3- letras
horizontales, siete -7- siete letras en vertical y doce -12- letras en diagonal ubicadas
en el Árbol de la Vida). Alfabeto, considerado por los cabalistas, como el teclado por
el cual el hombre puede contactar con las entidades de los “mundos invisibles” y el
sustrato a partir de cuya combinación se dio forma al Universo. Dinámicas de
interacción, los veintidós -22- canales, que enlazan a los diez (10) u once (11) estados
del Ser (Sefirot).
Dios hubo creado el Mundo por la gracia del Lenguaje. El eximio Abraham
Abulafia (1240-1292) declaraba que las letras hebreas no son únicamente
herramientas para la construcción de meras palabras, sino que en su génesis
representaban potentes símbolos. Para los cabalistas, en el idioma hebreo, subyacente
a la raíz de cada vocablo con el mismo peso numerológico, de acuerdo con el orden
por el que se establece el particular significado, se muestra su versión “negativa” y
“positiva”.
Por ejemplo, según la gematría el número de la palabra “ ”משיח-“mashiaj”,
Mesías- (8 + 10 + 300 + 40 = 358) coincide con el valor del término “ ”נחש-“najash”,
serpiente- (300 + 8 + 50 = 358). Recordemos que en contextos místicos al Mesías se
lo reconoce como “La Serpiente Sagrada”. Asimismo, se lee en la Torá que Moshe
Rabenu hizo una serpiente de bronce, la puso en una asta y quienes eran “mordidos”
-miraban a la serpiente de bronce- vivían.
De manera semejante en que de la conjunción del cobre y el estanio -principio
femenino y masculino- se obtiene el bronce, la consciencia del Mesías -el divino
andrógeno- representa el justo y dinámico equilibrio de ambas fuerzas polares.
63
La Kabbalah asume la existencia de veintidós (22) mundos paralelos, aspectos
o Arquetipos de la vida por intermedio de los cuales la consciencia se nutre. A medida
que se fusionan dichos Prototipos de veintidós (22) niveles se subiría a otra
Dimensión evolutiva de setenta y dos (72) estratos del alma. Luego de sintetizarse el
aprendizaje anterior, se ascendería nuevamente para asimilar los ciento cuarenta y
cuatro -144 (72+72)- prototipos del Espíritu.
“Cada cuerpo está constituido por veintidós propiedades”. -Sefer Yetzirah-
Se supone que el vehículo etérico del ser humano cuenta con veintidós (22)
“Nadis” importantes. Según el “Nada Yoga” (La ciencia de la Unión por el Sonido)
veintidós (22) son los sonidos que se vinculan a estas rutas energéticas ubicadas en
la trama sutil. Veintidós (22) son, además, los cromosomas que comparten ambos
géneros humanos (el número veintitrés -23- es el que da el sexo).
El Árbol de la Vida de la cultura Maya describe trece (13) Cielos a los que hay
que ascender y nueve (9) infiernos o niveles de inframundos. (13+9 = 22).
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El veintidós (22), el Loco entre las cartas del Tarot, es el número del Adepto
puesto que comprende a las diecinueve (19) Fuerzas (Siete -7- Rayos y Doce -12-
Constelaciones) que se manifiestan a partir de Tres -3- Esenciales Aspectos.
Veintidós (22), igualmente, sería el valor numérico con el cual se identifica la
Serpiente Kósmica o “Kundalini” -fuego latente de la materia que reside en el
corazón mismo del átomo-. Si al número cuatro (4) de Narayana (El Señor Cósmico)
le sumamos el Plano Solar de Vasudeva, el Señor que Impregna con sus doce (12)
“Aditias” al Sistema y la potencia del seis (6) de Vishnu, el Señor que sostiene la
forma en la Dimensión Planetaria: obtenemos veintidós (22).
Por último, el número maestro treinta y tres (11+11+11) armoniza las
naturalezas de expresión y realización (del número tres -3- ) con la cualidad de guía
y la capacidad de ser tutor del seis -6-.
Su verdadera esencia, la del Treinta y tres (33), constituye la última etapa de la
evolución espiritual, el Maestro de maestros. Quizá, lo comentado contenga algo
sobre el motivo por el cual se le asigna a Cristo el valor de este número.
Algunos espiritualistas, por su parte, alegan que compuesta de treinta y tres (33)
cubos, la Chacana interdimensional (Cruz Andina) personifica a todas las
perspectivas de la Realidad.
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Treinta y tres (33) es la cantidad de años que demora en repetirse exactamente
la posición -mismo día, hora y casa zodiacal- del sol con respecto al momento del
nacimiento. Esta edad marca una clase de reencuentro con la “inseidad”, especie de
muerte y resurrección simbólica.
Once (11) años, once (11) meses y once (11) días fue lo que duró el trabajo del
Maestro CVV, desde que recibió en 1910 (1+9+1+0=11) a las Energías de Síntesis
hasta que dejó su cuerpo físico en 1922.
La capacidad de alcanzar la iluminación espiritual del once (11), que se vuelve
una realidad en el mundo material a través del veintidós (22), influye positivamente
en la vida circundante por mediación del treinta y tres (33). La magnitud del sendero
del hombre está resumida en la esencia de estos tres -3- números maestros.
Para traspasar la altura de la comprensión espiritual “encarnada” en el once (11)
y dar con niveles más amplios e inclusivos, primero se debe conseguir en el contexto
material la sabiduría esencial del veintidós (22). La etapa final, atribuida a la realidad
66
divina de un verdadero Maestro, requiere de un impulso sobrehumano de realización.
Facultad simbolizada por el treinta y tres (33).
Treinta y tres (33) es la sumatoria de los veintidós (22) senderos más las once
(10+1, 11) esferas que componen al Árbol de la Vida (Plano del Universo). También
es la cantidad de vértebras que tiene la columna humana y, véase la relación, el grado
más elevado por alcanzarse en la Masonería, organización ceremonial y de tipo
ritualista asociada a la Magia.
La astrología esotérica dice que hay setenta y dos (72) “planetas” en nuestro
sistema solar, la mayoría de los cuales no están en el reino de la visibilidad. En este
contexto, contienen las Escrituras Védicas “mantrams” para treinta y tres (33) de
ellos.
Conforme con la tradición, treinta y tres (33) Arhats constituyeron la jerarquía
que, en sus inicios, ha diseminado el budismo por el mundo. Asimismo, treinta y tres
(33) son los Seres de Luz o dioses principales: “Mitra” y “Varuna”; doce (12)
“Aditias” o “Devas” de la Radiación; once (11) “Rudras” -“en cada Plano”- o
“Devas” de la Vibración y ocho (8) “Vasus” o “Devas” de la Manifestación.
“El conocimiento védico deviene experimentando a los “Rudras” en todos los
aspectos en el Plano físico, emocional y mental. Cuando los 33 “Rudras” se realizan
se dice que uno es un gran Ser”. -Maestro K. P. Kumar-
Para la argentina Alejandra Casado, los números que repiten cifras: 11, 22, 33,
44, etcétera son maestros porque, en cada Plano, representarían al observador del
futuro y al observador del pasado, equiparados y neutralizados en la trascendencia.
Recordemos, una vez más, que para la Enseñanza Oculta nada subsiste separado
y que “Karma” (gravitación universal, “Tela” del espacio-tiempo), siendo el
Principio Supremo de la Manifestación Divina: a la totalidad permea, guía e
impregna. Sobre una idea semejante reflexionó Paramahamsa Yogananda cuando
afirmó que al igual que una misma electricidad alimenta la inmensa variedad de luces
y maquinarias de una ciudad, la Energía Kósmica se manifiesta en las piedras, las
hierbas, los animales, los elementos y el ser humano. Posiblemente, lo aventurado
hasta aquí se vincule con el comentario del Maestro E. K., en cuanto a que la
70
Consciencia ilimitada se “condensa” en “Kundalini” (la Serpiente de Sabiduría) y
permanece en la forma -con arreglo a la dimensión correspondiente-, nutriendo desde
el átomo hasta el Logos Galáctico. La “Kundalini” encarna al verdadero polo
negativo de la Existencia, al puro Espíritu vibrando en su frecuencia más baja.
71
nombre de Yoga. En consecuencia, Yoga no significa tan sólo unión o unidad, sino
Síntesis”. -Maestro E. K.-
Ciertamente, la expansión propuesta es una facilidad, una capacidad, que sólo
la Naturaleza ofrece al hombre. Las Escrituras Sagradas del mundo destacan la
importancia y bendición de nacer como ser humano pues constituiría el único Reino,
incluyendo a los ángeles, que cuenta con el potencial de experimentar todos los
posibles estados de la Consciencia (codificados, por ejemplo, en los Arcanos del
Tarot). En el Bhagavad Gita afirma el Señor Krishna, que ni aún los “Devas” le
conocen completamente.
72
2- el Alma, cuya analogía es la Luz que surge de la “Consciencia del Espacio”
(Mónada) y se organiza en la dimensión Macro a partir de Centros Solares -Ejes de
sus respectivos Sistemas-, en el grado humano a modo de autoconsciencia y en la
escala atómica como condición, vibración y movimiento. Flujo que penetra la
sustancia y produce la cohesión, dispone la forma e interacciona invitando a la
peculiar combinación de los componentes.
El Alma, siendo entonces la cualidad de cada ente, dentro del enfoque científico
sería la configuración de la nube de electrones que circundan al núcleo, debido a que
esta nube determina la particular naturaleza de cada átomo y la sensibilidad en la
materia (“Anima Mundi”). Lo que diferencia un átomo de otro es la geometría: la
cantidad, el orden, el peso y la medida.
En cuanto a la fase lunar, la correlación con este segundo punto la hallamos en
los plenilunios. Etapa de superior claridad y radiación en el mundo fenoménico.
Lapso de mareas altas, de cumplimiento de metas y de mayor cantidad de
alumbramientos, entre otros temas. Durante la Luna llena (insignia de la mente
objetiva o concreta) la afluencia de energía se vuelve muy intensa y la impresión de
la peculiar Constelación Zodiacal por donde en ese mes transita el Sol, en su derrotero
anual, es completa debido a que el “satélite de la Tierra” (astro esotéricamente
considerado “muerto”, que muestra sólo una cara a nuestro planeta) hace de espejo
del espacio sideral. Circunstancia, desde luego, que por mayor abundancia de fuerzas
favorece la emocionalidad y la pérdida de orden. Se suscitan y es estadístico, el
acrecentamiento del número de accidentes. Por otro lado, cuando la oportunidad que
representan los Plenilunios es bien empleada, relatan algunos Escritos Esotéricos,
colabora para la construcción del primer tramo del “Antahkarana Sarira”. Es decir, el
nexo u órgano interno que favorece el acercamiento para con: 1- el propio Maestro;
2- la Jerarquía Planetaria o Gobierno Interno del Mundo (“Ashrama” de Sanat
Kumara, Señor del Planeta) y 3- el Ego espiritual.
Cuando acontece el Plenilunio, ilustra el Maestro K. P. Kumar, quiere significar
que el Sol y la Luna se encuentran en entendimiento perfecto para que la Tierra tenga
su resplandor completo. Por eso, aconseja el Maestro, en nosotros cuando la Luna
llena se enciende (sea en el cielo a nivel planetario o en los movimientos de la propia
carta natal) debemos también intentar sentir la Luz en la totalidad de nuestro sistema.
Se recomienda la disciplina tanto en el plano objetivo como subjetivo en estos
importantes días, juntamente con la meditación grupal.
75
conformarían una “vida del Creador”. Una vida de Brahma constituiría un día de
Vishnu y toda una existencia de este último, un día de Shiva.
Acorde a los cálculos revelados por los Sabios Videntes, setenta y dos (72)
“Mahayugas”, aproximadamente, siendo cada uno de estos “Mahayugas” la
sumatoria de un “Kali Yuga”, “Dwapara Yuga”, “Treta Yuga” y “Krita Yuga”,
constituiría el tiempo de regencia de un “Manu”. En la actualidad estaríamos en la
edad oscura -Kali Yuga-, terminando el “Mahayuga” número veintisiete (27 -espejo
del 72- ) del séptimo “Manu” (Progenitor Divino), nombrado “Vaivasvata” en las
“Escrituras hindúes”. Sería este “Manu” quien desciende por mediación del Principio
Lunar -Fuente de la Mente de la Tierra y del ser humano-. Principio representado por
el satélite que gira derredor del planeta.
Por “La Doctrina Secreta” sabemos que el número de años pasados, desde el
Dhyan Chohan, conocidos en India como Manu Vaivasvata -Pensamiento
inaugurador del Manvántara humano de nuestro planeta D (globo físico), en la Ronda
presente- hasta la actualidad rondaría por los 18.618.725 años.
77
Logos Solar (Presencia responsable de sostener el Patrón o Modelo Divino del
Sistema Solar).
El Universo en el cual nos movemos, vivimos y tenemos el ser ha atravesado la
mitad de Su Ciclo de Encarnación. Se encuentra iniciando Su re-direccionamiento y
está encaminándose en Su Sendero de retorno a La Fuente.
80
Arquitectura y latido
La energía fluye y refluye -la balanza oscila-, circula según un esquema
eficiente en el cual no hay derroche, escasez ni dependencia. La responsabilidad por
el uso de los recursos es Ley en el Universo.
Las matemáticas se hallan inscriptas intrínsecamente en el Espacio. El Sistema
es completo, se ajusta, gestiona y sostiene por Sí Mismo. La Triple Fuerza (1-
Creadora, 2- Preservadora y 3- Destructora o Transformadora) trabaja al unísono,
dinamizándolo todo.
Existe, por lo menos así dan cuenta las Ciencias Ocultas y entre otros científicos
Nassim Haramein, una geometría fundamental e inherente al Espacio. No hay
aleatoriedad en el Kosmos. La integridad se mueve acorde a un Supremo e Imperante
Designio.
81
Matriz Isotrópica
85
Emblema, la “Flor de la Vida”, que al igual que la reproducción celular, se
despliega sobre la base de una sucesión binomial y cuya grafía, en cuanto a cada uno
de los círculos que conforman su expresión, sería a su vez una pentaflor. Estructura,
la última, compuesta por diez espirales, cinco girando hacia un lado y otras cinco
girando hacia el otro, de fundamento en la secuencia de Fibonacci y de función
distributiva.
En el simbolismo de la “Flor de la Vida” se articulan: 1- la cualidad inherente
del “Akasha” (Divino Espacio que se convierte en éter en el último e ínfimo Plano,
el terrestre), en cuyo seno se esconde el sostén geométrico de los sólidos platónicos
(formas básicas de la Naturaleza y expresiones de los cinco elementos); 2- el
ordenamiento intrínseco y geométrico del Kosmos; 3- la estructura energética de los
individuos. Según Drunvalo Melchizedek, dicha insignia contendría toda fórmula
matemática y principio de la física, las armonías de la música y cada forma de vida
biológica, nivel dimensional y átomo. Comenta el investigador, existe una relación
entre las leyes físicas y las armonías musicales que podría corroborarse de manera
matemática y geométrica.
“Si extrapolamos la relación de interacción resultante del patrón de interferencia
geométrica de los osciladores de Planck, encontramos que son triangulaciones que
generan geometría tetraédrica y una estructura cuboctaédrica fractal. El lector debe
darse cuenta y tener presente que estos patrones de la estructura del espacio se
producen a un nivel granular extremadamente pequeño, de modo que, si vieras la
86
superficie de un protón, parecería completamente lisa, ya que el patrón es de miles
de millones de veces menor en escala. Esta geometría cuboctaédrica es lo que
Buckminster Fuller llamó el equilibrio vectorial (vector de equilibrio), que fue la base
de su matriz de vectores isotrópicos (IVM), y que él creía que era el modelo
matemático de la creación”. -Curso de ciencia unificada de Resonace Science
Foundation, sección 4-
87
En conexión con lo indicado, plantea N. Haramein que el Sol late y mueve por
el universo con los planetas viajando a su alrededor, conformando enormes vórtices
helicoidales. La interpretación del Sistema Solar sería por completo diferente a la
comúnmente conocida. Se pasaría de la concepción tradicional, propia de un
movimiento plano, a una comprensión basada en una dinámica mucho más compleja
y organizada a modo de Toroide. Similar idea estaría involucrada en lo que respecta
a la gravitación, en tanto resultado de la “curvatura” -espiralada- del tejido espacio-
tiempo, por efecto de la torsión del Vacío cuántico. Acota Haramein que la
“deformación” de la “Matriz espacio-temporal” se configuraría acorde a giros
opuestos y complementarios (gravedad -fuerza de atracción- y electromagnetismo -
potencia de irradiación-) de acuerdo a un modelo de doble Toro.
En función a la geometría de la Esfera del Espacio, recordemos que el tetraedro
-huella divina y ladrillo fundamental de la Matriz Isotrópica de vectores- se revela
como el cuerpo más simple que puede existir en tres dimensiones (sistema básico de
la dinámica energética). Es el tetraedro, una pirámide triangular, un poliedro que se
funda a partir de seis (6) aristas y cuatro (4) puntos -vértices- o caras. Número, el
cuatro (4), pertinente a la Dimensión Objetiva puesto que daría cuenta de: anchura,
longitud y profundidad de un cuerpo, conjuntamente al factor tiempo.
Tengamos en cuenta, además, que la Matriz Isotrópica de vectores sería una
disposición que se compone de tetraedros perfectamente apilados, a partir de los que
se forman cavidades octaédricas. Según Nassim Haramein, recordemos, dicha Matriz
se constituiría en la primordial ordenación del espacio-tiempo. La matriz de vectores
isotrópicos, la entiende Buckminster Fuller, como una red de energía cósmica
subyacente y la “fuente” fundamental de todos los patrones y estructuras localizadas.
Las pirámides del mundo reflejan la enunciada y cardinal geometría. Se trataría
de monumentos que, resonando con la trama etérica planetaria, concentran y
transforman la vibración global en energía que puede utilizarse. El complejo ubicado
en la planicie de Giza (gran reloj cósmico), lo mismo ocurre con otras construcciones
megalíticas que se conectan entre sí, se hallan en asociación con distintos cuerpos y/o
regiones estelares.
Vinculado con la mirada esbozada, el científico Richard Hoagland, quien
trabajó numerosos años en la NASA, también ha descubierto en la naturaleza, a escala
de los planetas y de la estrella central del sistema solar, el patrón del doble tetraedro
invertido.
En congruencia con lo explicado y haciendo referencia a la potencia de
objetivación del número cuatro (4), podemos tomar al santo “Tetragrámaton”
(Nombre de Dios de cuatro letras). Denominación que para la Tradición Hebraica se
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compone de las letras “yōḏ, hē, wāw, hē” (YHWH). Esta mágica palabra es una de
las formas utilizadas en el Antiguo Testamento para nombrar a la “Manifestación
Divina o a la Deidad en la Creación”.
“La etimología del Tetragrámaton se desglosa de la siguiente manera: del griego
'Tetra' significa 'cuatro', como está en las cuatro caras de un tetraedro, y “gramma”
se interpreta comúnmente como 'gramática' o 'letras', y visto como el significado de
las cuatro letras de dios, o YHWH. Sin embargo, Nassim decidió investigar más a
fondo “gramma” y, en consecuencia, descubrió que existe otra raíz de la palabra que
se refiere a “un peso pequeño” dando lugar a las palabras “gramo” para describir el
peso debido a la gravedad”. -Curso de ciencia unificada de Resonace Science
Foundation, sección 5-
En “La Doctrina Secreta”, a dicho término se lo emplea para indicar al “Hombre
Celestial”, el “Protógonos” (Primer Nacido), en tanto “Idea Universal” que engendra
el “Logos”.
El “Nombre de Dios” guardaría, invitamos a meditar en lo concerniente, cierta
correspondencia con el sentido esotérico de la gravedad, en cuanto Principio
fundamental de la Manifestación y con la construcción tanto de la expresión como de
la geometría del “tetraedro”. Dicho sólido platónico, rememoremos, poliedro regular
de cuatro (4) vértices (en cada uno de ellos concurren tres -3- lados), fue considerado
por la escuela pitagórica representación del Elemento Fuego. Pirámide de
fundamento triple, que ostentaría la capacidad de generar un efecto gravitatorio, de
estabilización y organización del tejido espacio-tiempo.
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“Porque realmente todo lo que existe es “Brahmán”, Dios, y este Ser interno
(“Atman”) es “Brahmán”. Este Ser tiene cuatro (4) partes (padas)”. -Mandukya
Upanishad-
Los cuatro (4) niveles de los que venimos hablando se convierten en el diez
(1+2+3+4=10) de la Creación perfecta o el Número de Dios.
El “Mándala” del “Rig Veda”, la Década pitagórica, el Árbol Sefirótico de la
Kabbalah, los diez (10) Avatares de la tradición hindú, el zodíaco perfecto de diez
(10) signos solares de la astrología espiritual, los diez (10) Principios Planetarios, las
diez (10) Leyes mosaicas (“Código de Dios”), es decir, los diez (10) Mandamientos
de la Creación emitidos por el Señor conforme figuran en la Torá: dan cuenta de la
potencia de este número.
93
Declara el Maestro K. P. Kumar, en tanto humanos somos la parte visible del
invisible Tres (3), y nosotros, como el cuarto, funcionamos por intermediación del
pensamiento, el quinto Principio o en otros términos, por medio de la estrella de cinco
(5) puntas.
El pentagrama, comenta el Maestro, representa a la Madre “Gayatri” si está
inscripto en un círculo y al aspecto quíntuple del hombre (los cinco órganos de la
acción, los cinco sentidos, los cinco órganos de los sentidos y los cinco elementos).
Cuando estos cuatro (4) conjuntos de cinco (5) factores son puestos en orden, la
compresión interna o subjetiva despunta y se da un valioso paso en el cumplimiento
del Propósito.
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El cuatro (4), el cuadrado o la cruz denotan estabilidad, equilibrio, el poderío
de lo manifestado. Alegoría es de lo concreto, de la Naturaleza ordenada, de la
materia organizada que revela la Trascendencia. En la interacción entre dos (2) rectas
que de modo perpendicular se cruzan, además de cuatro (4) ángulos, un quinto y
misterioso punto se muestra. Un elemento oculto aflora donde las distintas fuerzas
atinan acuerdo o Unidad. Centro o vórtice de consciencia que, desde la Potencialidad
-de las “Tinieblas”-, emerge a la aurora del Nuevo Día.
95
Arquetípico” (geometría espacio-temporal) “escondido” en la Naturaleza, detrás de
la secuencia de Fibonacci.
“La secuencia de Fibonacci resulta ser la clave para comprender cómo la
naturaleza diseña. (…) Es una parte de la ubicua música de las esferas que construye
armonía en átomos, moléculas, cristales, conchas, estrellas y galaxias y hace que el
Universo cante”. -Guy Murchie, Los siete misterios de la vida: una exploración de la
ciencia y la filosofía-
En la simetría hay belleza y la belleza genera alegría y reorganización de las
energías en quien observa. Para que tales beneficios sucedan se debe saber Ver.
Sugestivo sería comprender que las estructuras del micro y del macrocosmos se
disponen tomando como base Φ 1, 618033…, que junto a π 3,1415… son valores
que se proyectan al infinito, llevándonos con ellos hacia la Realidad.
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“El giro es el resultado de un gradiente en la estructura del vacío. Es la mecánica
fundamental a partir de la que se origina y organiza toda nuestra realidad”. -Nassim
Haramein-
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La coreografía que ejecutan las estrellas al compás de la danza Kósmica -
simbolizada en la filosofía hindú por la figura del Señor “Shiva Nataraja”- influye en
la evolución del Planeta y sus criaturas. Los trazos celestiales se entremezclan y de
ello afluyen las particularidades de las épocas. Sobre dicha base se coordinan los
destinos.
El aparente recorrido del Sol a lo largo del cinturón ecuatorial provoca una
bobina de Inducción (corriente alterna de alto voltaje) que impacta sobre el campo
magnético de la Tierra. Un resultado de esta rotación es la manifestación del
fenómeno electromagnético o Plano vital de nuestro globo. El Principio de
Periodicidad rige.
“Los diversos ángulos aparentes que, respecto de la Tierra, existen entre el sol
y la luna, condicionan las mareas de la Tierra, así como los humores de los individuos.
Estos humores ocasionan trazos magnéticos distorsionados en torno a cada uno de
los cuerpos del ser humano. Cuando la mente se encuentra ausente y la vivencia en
el Plano búdhico superior está teniendo lugar, estos distorsionados diseños
magnéticos individuales decrecen y se convierten en sanos diseños normales, que son
los arquetípicos. Estos diseños arquetípicos van encontrando progresivamente y de
manera sumamente artística, su lugar en el campo magnético de la Tierra, llegando a
trabajar al unísono con él.
Del mismo modo en que la diferencia de duración entre el día y la noche en los
solsticios se va ajustando, progresivamente, a medida que la Tierra recorre su camino
de circunvalación anual y llega al día del equinoccio, así también las diferencias o
desigualdades en el campo magnético individual se van reduciendo poco a poco hasta
que encuentran su correspondencia exacta y la mayor idoneidad para entrar en
contacto con la Trama magnética de la Tierra. De la misma manera que el día del
equinoccio el Sol surca la ruta del ecuador, así también la consciencia interior del
discípulo recorre la experiencia del Plano búdico superior hasta que la consciencia
llega a fundirse con la experiencia. Similarmente a que en la jornada del equinoccio,
la duración del día y de la noche son iguales en el ecuador, así también la duración
individual (la consciencia del tiempo) se funde con la experiencia (que no tiene
duración).
Este estado de equilibrio fue llamado Ananda (Plano de Felicidad Eterna) por
los sabios antiguos y es denominado Equator Equal por el Maestro CVV”. -Maestro
E. K.-
99
Con arreglo a la condición del Ego (Alma) y la pureza de sus herramientas de
expresión será la reflexión de la luz proveniente de los cuerpos celestes, las formas
geométricas que se organizarán donde la entidad se desenvuelva y “las vidas”, que
por afinidad se verán atraídas. Cada configuración (sea material o psíquica; individual
o grupal) se encuentra inscripta intrínsecamente en un medio, ocupa el lugar que le
corresponde y según el perfil que parece asumir manifiesta un tipo de cualidad o
estado de consciencia. Como bien señalamos, de la posición que adoptamos (física y
mental) estriba la manera en cómo nos afectan las circunstancias. Esto que acontece
en el horizonte personal y colectivo ocurre inclusive en escalas superiores.
Multidimensional es la Esfera del Espacio. Nuestra relativa ubicación se ve
influenciada por distintas angulosidades, formas que exteriorizan diversas
características vibratorias, patrones energéticos a partir de los cuales se yerguen los
variados estratos de la realidad.
El Espacio, base de la existencia, es una Entidad. La astrología esotérica,
comenta el Maestro Djwhal Khul en su libro sobre el tema, se ocupa de la vida de
esta Entidad, de las fuerzas y de las energías, de los impulsos y de los ritmos, de los
ciclos, del tiempo y de las estaciones. Cuando se capte este hecho, el origen de esas
energías mejor comprendido y la Naturaleza del Espacio correctamente avistada:
tendremos un terreno de investigación más amplio e íntimamente relacionado.
100
Revelaba Vicente Beltrán Anglada, la actividad dinámica de un Logos, sea
Kósmico, Solar o Planetario, al infundir su Vida en el “área” que le sirve de marco
de expresión crea un círculo infranqueable o frontera, que delimita perfectamente Su
Accionar con respecto al medio de exteriorización de otros Logos Creadores. Estas
zonas del Espacio confinadas, el “anillo no se pase” u horizonte de sucesos de la
actividad psicológica de un Logos y dinamizadas por su Voluntad de Ser, de Existir
y de Manifestarse son esotéricamente “Éter”. Sustancia viva y primordial de la cual
surgen los Planos, Esquemas, Mundos, seres y todas las cosas.
101
fundamenta la necesidad de rectificarnos a nosotros mismos de acuerdo al Patrón de
rectitud inherente al Omnipresente Propósito o “Dharma” (hacer que deriva del Ser).
Una vez más, encaremos aquello que veníamos explicando con anterioridad con
la intención de mencionar otras aristas y aclarar cuestiones.
Cada patrón geométrico responde a una determinada categoría de consciencia,
vibra, genera un sonido, dimana un color y mezcla su tonalidad, en mutua
ascendencia, con lo demás.
La danza de las Esferas en su compás armonioso, siempre en continua
interrelación, responde al Esquema General. La “Palabra” reverbera, trasfiere energía
y determina la Proporción que asume la Obra. La Espiral Primordial (Holográfica) es
el Asiento, Fuente o Madre de las múltiples y recursivas escalas (Jerárquicamente
instituidas) del Kosmos. Un fractal, recapitulemos, es una disposición geométrica
básica que se repite en diferentes niveles. Estructura que por un proceso interactivo
se muestra capaz de producir configuraciones auto-similares. Característica que
permite a la energía transmitirse entre modelos de tamaños diversos pero de
proporción idéntica.
Existen -Kepler lo hubo investigado y propuesto en un primer y rudimentario
esquema- proporciones armónicas, geométricas y musicales entre los planetas -fue
notado también al tomarse otros Sistemas Solares- respecto de trayectorias, ejes y
velocidades, etcétera.
La organización del espacio en forma de Toroide (Uróboros, la serpiente que se
muerde la cola), en numerosos estratos, representa la geometría de un proceso vivo,
un pulsar “dual” de simultánea contracción-expansión (implosión-explosión) que,
absorbiendo y expresando información (proceso de retroalimentación), de continuo
fluye en espirales áuricas desde y hacia un “centro de quietud”, punto cero o vacío
(singularidad). Quizá, en la dimensión planetaria tenemos a Venus, el Lucero, hogar
de Lucifer y guía de nuestra Tierra, como el curioso caso del único astro que, a la vez
que en su secuencia de traslación traza la forma de una flor, gira sobre su eje en
105
sentido contrario al resto. La marcha “inversa” -formulamos la hipótesis- junto con
demás movimientos tendría que ver con la dinámica complementariedad de la
manifestación.
Asimismo, honrando la Ley de Polaridad, nuestro Sistema Solar se hallaría
asociado -cuan Matrimonio Celeste- con otro de semejante magnitud y desarrollo. El
Juego entre ambos tendría por fin la secuencial “liberación” del espíritu encadenado
a la materia.
106
Advierte el científico, graduado con honores en la universidad de Detroit, Dan
Winter, cuando el latir de las siete capas del músculo cardíaco bombea la sangre por
el sistema siguiendo los patrones de la geometría sagrada inherente a la proporción
áurea, genera un vórtice de energía armónico que afecta favorablemente el despliegue
del trenzado del ADN. En este marco, el “gozo” o “éxtasis” sería el propósito del
ácido desoxirribonucleico (proteína compleja que se encuentra en el núcleo de las
células y compone el principal material genético de los seres vivos). Plantea Winter
que la organización energética o sustrato sutil del pulsar rítmico del corazón se
configura sobre una forma símil a la de un Toroide que, según un ordenamiento en
espiral, seguiría las directrices del “número de oro”. Confirma, sobre la base de la
actividad fractal, que cuando se empieza a sentir compasión se produce una implosión
electromagnética (conjunción de fases -máximo número de ondas que convergen en
un punto-) en el horizonte coronario, que a su vez se refleja en el acrecentamiento de
un coherente campo áureo.
“El Taijitu es extremadamente similar a la estructura de doble Toroide como se
ve desde arriba. Entonces, con el I Ching representando la estructura del espacio de
la cuadrícula de 64 tetraedros y el Taijitu simbolizando la dinámica de giro del doble
Toroide del vacío, tenemos los componentes primarios subyacentes a la Física
Unificada claramente representados dentro de los antiguos sistemas y símbolos
chinos”. -Curso de ciencia unificada de Resonace Science Foundation, sección 5-
107
El ser humano, al igual que la galaxia, el sistema solar y el planeta, lo mismo
ocurriría con el átomo, bien dijimos, se ordena sobre la disposición de un doble Toro:
matriz magnética, escudo protector y modelo elemental y autosustentable de la
Naturaleza.
Cuando se altera la comunión con el Sistema Mayor se perturban la fractalidad
y, por ende, la “proporción áurea”. Circunstancia que significaría: 1- en términos
físicos, pérdida de armonía, belleza y emergencia de enfermedad; 2- en la dimensión
psíquica, error y sufrimiento; 3- a nivel espiritual, ceguera, insensibilidad y falta de
conexión.
108
La Voluntad y el deseo (o la “sed de vivir” con sus pasiones y apegos, en
términos de la filosofía budistas) son respectivamente, el aspecto superior e inferior
de una misma Energía. De ahí la importancia de que los canales sean purificados. De
lo contrario, es decir, sin el requerido trabajo de interna alquimia y la transcendencia
del egocentrismo -anhelo personal- se caería en la denigrante “magia negra” al
acicatearse las fuerzas vitales por intermedio de las apetencias egoístas.
Con epicentro en “Sushumna” (sendero de Luz, columna donde el hombre tiene
su existencia interior) y a partir del doble desplazamiento de “Ida” y “Pingala”, narra
la Sabiduría Arcana, se establece una circulación teniendo como sustento el canal
central que fluye por el cuerpo y lo supera. El campo electromagnético, que a partir
de la unión polar se funda, ostenta su núcleo en la zona del corazón y ocupa varios
pies de diámetro -extendiéndose, para el científico Gregg Braden, por kilómetros-.
Conforme con estudios vigentes, el circuito electromagnético del músculo
cardíaco es mucho más potente que el correspondiente al encéfalo. Basándonos en
las investigaciones mencionadas, señalamos que cuando se intensifica la potencia
“neuronal” asociado al centro del corazón (por una acrecentada energía del Alma y
la consiguiente compasión), el cerebro se alinea en coherencia, produciéndose
entonces una mayor activación de su región anterior -zona relacionada a la
109
creatividad- en detrimento, por lo menos en una medida, de los mecanismos
reaccionarios e instintivos heredados del pasado y relativos al reino animal. De
ocurrir la coherencia cardíaca (por preponderancia de sentimientos de amor, alegría
y gratitud) se logra dilatar la capacidad cognitiva y la resiliencia, tener un sueño más
reparador, normalizar la presión arterial y mejorar el funcionamiento del riñón.
Cambia en términos benéficos la actividad hormonal, ergo, el entorno celular y hasta
las mismas células del cuerpo. Además, se reduce el ruido interno y el estrés, al bajar
el cortisol. Inclusive, porque sobreviene la armonía, se eleva la consciencia hacia la
misma frecuencia de la ionósfera, por donde viajan las ondas de radio, por ejemplo,
y con ello se tendría acceso a la telepatía -uno de los aspectos que dan cuenta de la
sutil unión entre las cosas-.
El índice de felicidad y el bienestar general crece en función de la magnitud de
agradecimiento que alberga el pecho vivo de un ser humano.
110
según lo estudiado se ve afectado en función del estado emocional, sería unas 5.000
veces más intenso que el correspondiente al cerebro.
Hay dos clases de variaciones de la frecuencia cardíaca:
a- una armoniosa, de ondas amplias y regulares, que toma esa forma cuando la
persona tiene sentimientos y pensamientos positivos, elevados y generosos.
b- otra desordenada, con ondas incoherentes, ocurre con la emergencia de
emociones discordantes.
Cuando el ser humano utiliza el cerebro del corazón crea, señalan los
investigadores, un estado de coherencia biológica. Así todo se armoniza y funciona
correctamente como si lo manejara una Inteligencia Superior. Esta es una capacidad
no tan frecuentemente activa, pero parecería que empieza a volverse cada vez más
accesible para un número mayor de personas. Cultivando las nobles cualidades del
corazón: apertura hacia el prójimo, sencillez, escucha comprensiva, fe viva,
paciencia, contento, cooperación, ternura, aceptación de las diferencias, coraje; tal
innato potencial podría devenir en acto.
La variabilidad del “canto del corazón”, porque de acuerdo a su frecuencia sería
el tipo de patrón específico que mana del pecho, influencia con su peculiaridad
íntegramente al sistema.
111
Conforme con la psicología habría seis clases de emociones prevalecientes: 1-
miedo; 2- tristeza; 3- ira; 4- gratitud; 5- alegría; 6- cariño. De acuerdo en donde
enfocamos la energía (atención) y acorde al modo en que interpretemos lo que
acontece predominarán unas emociones sobre otras.
113
Espacio interior
“El Espacio es una esfera potencial, por lo tanto, encierra en ella todas las
propiedades geométricas de la esfera y las potencias numéricas del cero. El área de
la esfera del Espacio se halla llena de puntos potenciales que son Soles ocultos. El
origen del Sol está indicado por un punto en el espacio-tiempo. Desde el momento
en que surge un punto, este actúa de centro geométrico de su propia esfera de
espacio”. -Maestro K. P. Kumar-
Nada se mueve en línea recta. Todo es un juego de espirales dentro de otras
espirales entrelazándose en un sinfín de Dimensiones.
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Espacio- no serían otra cosa que Galaxias, Sistemas Solares, Planetas; el conjunto de
las Dimensiones y las multitudes de seres.
La materia es espacio ralentizado que, organizándose en una secuencia o escalar
fractal de agujeros negros, se va configurando según una estructura de Toroides y
guiando por un intrínseco e hipercomplejo mecanismo de retroalimentación
(consciencia).
“Desde las ecuaciones que hemos escrito, se vuelve obvio que todo interactúa
con todo. Cada sistema interactúa con cualquier otro sistema, a través de esta
estructura de las fluctuaciones del vacío cuántico del espacio-tiempo que produce
agujeros de gusano en todas partes. De acuerdo con esta idea, electrones, protones,
átomos, planetas, estrellas, galaxias, cúmulos de galaxias, supercúmulos y universos
son alimentados por la misma Fuente que fluye a través de todas las escalas. Esta
Fuente es la fluctuación del vacío en la escala de Planck”. -Nassim Haramein-
116
Quizá enriquezca la reflexión añadir la idea de Haramein respecto de que toda
la energía/masa que constituye nuestra realidad es el resultado de un gradiente de
densidad de información, entre diferentes escalas. Variación por la cual se iría
generando y animando a las estructuras de nuestro universo. Este enfoque identifica
la disposición de una red de información que genera la gravedad y la masa de los
núcleos atómicos; la fuente de la energía/masa que constituye la materia.
Se supone que las fluctuaciones del Campo, cuando se tornan coherentes, son
las que darían lugar al mundo material. Recordemos: cada átomo del universo extrae
la energía o el electromagnetismo (para ciertos investigadores: emanación que
promueve la gravedad en una de sus fases) del Vacío, por lo tanto, sería este -El
Espacio- el Germen de la existencia.
“La voluntad en movimiento crea, porque la voluntad en movimiento es fuerza,
y la fuerza produce materia”. -H. P. Blavatsky-
A esta altura del planteo, sobre todo para descubrir el lado práctico de lo que
queremos explicar, presumimos productivo cada día -aunque sea tan sólo por unos
minutos- interiorizarnos, penetrar bien hondo en el Ser y viajando más allá de lo
acumulado, de la superficial y mutable estructura tangible -quebrantando el horizonte
de la mente egotista- acercarnos hacia el Centro más íntimo; al siempre Presente e
Impersonal Espacio, en cuanto a la Esfera de potencial ilimitado que, esencialmente,
Somos.
De cierto que existe una Dimensión de mayor profundidad que la relacionada
al yo que creemos ser, con la que solemos identificarnos y desde la cual comúnmente
operamos. “Si me experimento como Espacio, voy a dejar que los demás sean lo que
son, porque el Espacio no tiene forma de manipularlos, ni utilizarlos, ni explotarlos.
El Espacio es sumamente paciente... muy hospitalario”. -reflexiona Douglas Harding-
Por la quietud interior -ausencia de pensamiento- ostentamos la posibilidad de
aproximarnos cada vez más al “Punto de Densidad Infinita” que conecta nuestra
Individualidad con la Ilimitada Vida. En definitiva no son dos cosas diferentes sino
Una sola. Tengamos en cuenta, además, que la meditación -al no tratar de otra
cuestión que de relacionarnos con la Consciencia Pura o de reencontrarnos con el Sí
Mismo- purga la sustancia mental, reorganiza la envoltura vital, reestructura el
cerebro, reemplaza átomos groseros por otros más sutiles (aunque de mayor
concentración energética), mejora el mundo de relación, influye benéficamente en
los genes, afecta en términos energéticos al contexto y, sobre cualquier cosa, nos
restablece en nuestra auténtica identidad: “Aquello Yo Soy”.
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Según narra el Yoga Vasishtha, cuando la consciencia se dirige hacia “el
corazón” -simbólicamente hablando y no tanto- la mente se tranquiliza de un modo
natural y sin demasiado esfuerzo. La sustancia mental no se aquietaría con la misma
eficacia por otros medios, sean penitencias, peregrinaciones o ritos ceremoniales.
Cuando la consciencia se vuelve consciente de la percepción misma, tal
captación no deja huellas y pasa como si fuera inmediatamente olvidada. No
acopiándose tendencias psicológicas. La observación sin juicio es Inteligencia. El
mero intento por hacer lo propuesto acerca al supremo estado de auto-revelación, que
tiene más que ver con la Intuición o la Razón Pura (Testimonio de la Realidad) que
con el análisis. Una idea similar, aunque dirigida más al mundo de la personalidad,
expresa Jon Kabat-Zinn, biólogo molecular, investigador y promotor de
“mindfulness” en Occidente, al sostener que, si se aumenta en consciencia, los
cambios -en términos de provecho, obviamente- discurren de manera espontánea.
De cierto, como de la “Esencialidad” nada podemos indicar con propiedad,
entendemos que la mejor forma de adentrarnos en “Ello” es por medio de la amorosa
quietud y el silencio. Y a sabiendas de que el silencio cuando es auténtico conlleva
sencillez, renuncia y paz; incorporemos la sana costumbre de, con regularidad,
aquietarnos e intentar ingresar hondo en Nuestra “Seidad”.
“Para que la Realidad sea, las ideas de “yo” y “mío” deben partir. Partirán si
usted las deja partir. Entonces reaparece Su Estado Natural, en el que usted no es ni
el cuerpo ni la mente, ni el “yo” ni lo “mío”, sino que usted está en un Estado de Ser
completamente diferente. Es “Pura Presenciación” de Ser, sin ser esto o eso, sin
ninguna identificación de sí mismo con nada en particular, o en general. En esa Pura
Luz de la Consciencia no hay nada, ni siquiera la idea de nada. Hay sólo Luz”. -Sri
Nisargadatta-
119
Infinito, todas las limitaciones, imperfecciones y miserias terminarán para él.
Obtendrá inmortalidad y beatitud eterna”. -Swami Sivananda-
120
121
La emergencia de los Mundos
“Tú no puedes reconocerMe por la forma. Tú sólo puedes reconocerMe por la
Presencia. Yo me expreso a través de la forma. Mi Presencia es eterna, mientras que
Mi forma es transitoria. Pobre es quien Me circunscribe a una forma”. -Krishna, el
Señor-
Lo Incognoscible no es plausible de abordar por la mente creadora de formas.
Aquello Inescrutable jamás ha de someterse a la lógica, el raciocinio ni la
especulación. Desde lo conocido -campo de la experiencia- nunca la Vívida Frescura
llega a comprenderse. El rancio matiz de lo viejo opaca la Eterna y Virginal Esencia.
Lo temporal de ninguna manera revela lo que no está sujeto al cambio. Lo limitado,
acotado y estructurado de modo alguno abarca la Infinitud. A partir de lo irreal no se
asume lo Verdadero. Lo Real se muestra cuando el engaño se desvanece por
completo.
122
Alma) del Universo estaba en “Paramartha” (Inexistencia), y la Gran Rueda en
“Anupádaka” (no nacida)?”. -H. P. Blavatsky-
Lo Absoluto, el Tao, la Verdad, no guarda conexión con el Kosmos (en términos
de espacio-tiempo), sin embargo -cuan paradoja- “parece” sostenerlo.
Sólo “Brahmán” (Lo Incondicional) conoce a “Brahmán”, advierte la Filosofía
Vedanta Advaita. Afirmación semejante, en un sentido, a la esgrimida por I. Kant,
pensador alemán del siglo XVIII, en cuanto a que la “Cosa en Sí” es inescrutable y
que el Noúmeno no es asequible por el conocimiento empírico.
De lo Atemporal, Inefable e Ilimitado, a lo que por falta de palabras se lo
denomina “No Ser” (Causa desconocida, Principio Inactivo e Inmanifiesto, que no
tiene analogía con nada del Universo), “emerge el Ser”. Raíz y Fuente de los demás
seres. Existencia-Consciencia, que sin perder Su Esencia y Unidad, pues “no hay
otro”, por Su propia Naturaleza inherente, cíclicamente, aparenta expresarse acorde
a Tres Primigenias y Fundamentales Cualidades. Trinidad constituida por: a- Lo
Subjetivo, Positivo o Espíritu; b- Lo Objetivo, Receptivo o Materia Raíz; y c- la
tensión emergente a partir de esta cardinal Polaridad, que a modo de Vibración o
Movimiento Abstracto une.
Del Cero (0) germina Lo Uno (1), lo cual detallándose en Tres (3) da cuenta de
los Cinco (5).
123
De la relación del Primer Aspecto -Padre- con el Tercero -Madre- nace el
Segundo -el Hijo-. Trimurti que se encarna en cada cosa y en todas las escalas
Kósmicas.
A la Síntesis de los tres Logos, en la filosofía hindú, se le conoce por Dattatreya,
el Señor. El Dios Masculino-Femenino, venido en el Triángulo de la Creación
(Voluntad, Sabiduría y Actividad) se establece cuan Pentágono Sagrado y exterioriza
a través de los Cinco (5) Elementos y sus combinaciones. Así se constituye el Diez
(10) de la Realización Divina o Tethraktys. Explicaba H. P. Blavatsky, la Tétrada,
siendo la forma de la Perfección para los pitagóricos, simboliza al propio tiempo la
ilusión fenomenal, es decir, la sobreimposición o “Maya” (reverberación de las Tres
“Gunas”). A saber, la Década, suma total de Principios, al Universo -“Hijo de la
necesidad”- representa.
124
Intentemos, detalladamente, aunque con suma inexactitud, dar cuenta del
Divino Programa de exteriorización. Queremos decir, de la emergencia de los
Mundos y seres desde el “Corazón de lo Inefable”.
En el comienzo del “Gran Período” (“Maha Manvántara”), “Fohat” -Fuerza
Kósmica de Movimiento Perpetuo- traza el “nexo” entre Espíritu y Materia. La
comunicación acontece y así se tiende el “puente” por el cual La Vida consigue
expresar las Ideas del Pensamiento Divino (El “Pymander” para Hermes Trimegisto,
el Nous o la Luz Divina, la Mente Andrógina) por intermedio de la Naturaleza.
La Materia y la multiplicidad de formas que de la misma surgen durante el
proceso de evolución de un Universo, puntualizaba Vicente Beltrán Anglada, son el
resultado de la energía que manipulan los Ángeles al sustanciar o condensar los
Éteres, acorde a la intensidad vibratoria de cualquier Mente, desde la del Creador
hasta la pequeñísima mente del más insignificante átomo o elemento químico. La
Materia, aspecto sustancial y más externo de la Creación, es energía cristalizada,
según Vicente, por el poder de la mente.
Lo que parece virtualmente Dual Espíritu y Materia, desde luego sin alterar la
integridad inmanente, puede volverse entendible -en cuanto Aspectos- de acuerdo a
una Triplicidad. Trinidad que, de forma espontánea, se transforma en Cuatro (Cruz)
-insignia de la Manifestación- para, articulándose en un Patrón Séptuple, luego y bajo
la estructura de un Dodecaedro encontrar guía. Desenvolvimiento evolutivo, que
desde otra perspectiva, culminaría en el Diez (1+ 0 = 1): la realización del Designio.
Principio de perfección que involucraría Siete (7) Planos, Dinámicas o Estados de
Consciencia, más otros Tres (3) a modo de Síntesis. Trimurti que dentro de la liturgia
cristiana se conoce como “La Santísima Trinidad”.
Al respecto y en tanto complemento de lo apercibido, en las páginas de La
Doctrina Secreta se lee que Diez -10- (cuyo símbolo es el círculo y el punto -“yantra”
del Sol en la astrología-) son los frutos celestiales producidos por las dos semillas
invisibles: Masculina y Femenina. Valor (el Diez -10-) que naturalmente se
convertiría, si incluimos la mencionada y primigenia Polaridad, en el número Doce.
El Dodecaedro Divino, sólido platónico y distintivo de “Osiris”, Dios de la
Resurrección del antiguo panteón egipcio, sobre el cual ya hablamos y seguiremos
explorando.
Interesante sería notar, invitamos a meditarlo, lo antedicho y lo escrito respecto
del hombre, en tanto reflejo micro-cósmico del “Todo”, quien encarnaría a los doce
(12) signos del zodíaco o a las doce Jerarquías Creadoras en el mundo de los
fenómenos.
125
El ser humano, al igual que el Kosmos, sería el “cuadrado místico” o el “cubo”
(asumiéndose las tres dimensiones) en el Plano creativo. Polígono, que al desplegarse
lleva al seis (6) -el doble triángulo- volverse siete (7) en la disposición de una cruz -
“tres (3) unidades horizontales o femeninas y cuatro (4) verticales o masculinas”-. A
la vertical se la puede, místicamente, asociar con el primer mandamiento: “Amarás
al Señor tu Dios con todo tu corazón con toda tu alma y con todas tus fuerzas” y a la
horizontal concebir en tanto: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. En el centro,
expresión del dinámico equilibrio entre lo celestial y lo terreno, se yergue el Cristo -
La Rosa en la Cruz-.
El cubo, además de constituirse a partir de seis (6) pirámides encastradas entre
sí que convergen en Un (1) Punto -la Unidad- (seis -6- días para completar la Creación
y uno de integración -“Shabat”-), representa con sus veinticuatro (24) ángulos -
ángeles- rectos a las veinticuatro (24) horas del día, a la suma de los doce (12)
Plenilunios y doce (12) Novilunios a lo largo de un año. En la Masonería, las lunas
llenas y nuevas se hallan aludidas en el piso del Templo con veinticuatro (24)
cuadrados intercalados: doce -12- blancos y doce -12- negros. Asimismo, tenemos el
“mantram Gayatri” -métrica sagrada destacada en los Vedas-, compuesto de
veinticuatro (24) sílabas.
Hemos de asumir otras consideraciones parecidas a las ya mencionadas. Estas
son: 1- los veinticuatro (24) ángulos (ángeles) que se computan en la Estrella de
David; 2- las veinticuatro (24) pulgadas de la regla -instrumento para marcar rectitud-
que emplean en sus trabajos ritualísticos las logias de Masones. Asimismo, el
hexaedro regular (forma que asume el Santo Sanctórum del Templo de Salomón, que
incluye y asocia a la √3 -proporción relacionada al círculo- y √2 -proporción inscripta
en el cuadrado-) símbolo del Elemento Tierra, caracteriza: la perfección, el equilibrio
entre las tres (3) Cualidades de la Naturaleza, las tres (3) dimensiones del espacio
(base, altura y profundidad) y los tres (3) aspectos de Logos. Equilibrio que, al tener
el cuerpo lados desiguales, no admite desarmonía o inversión. En el ritual masónico,
sobre el cubo, que personifica al Maestro, se pone para que lo sostenga al ladrillo,
emblema del discípulo.
Los templos (metáfora del universo) se construyen con ladrillos. Por ello, con
el fin de que la estructura no se desmorone, se necesita que encajen perfectamente
entre sí. Cualquier ladrillo fuera de lugar socava la estructura entera. En
consecuencia, uno de los retos más destacados que por delante se vislumbra sería la
ordenada coordinación de las partes (los grupos -fracciones de la Consciencia
Crística-) en función de la Obra completa (Vida Mayor).
126
Reanudando nuestra pesquisa sobre el cubo, bien aclaraba H. P. Blavatsky, que
también da cuenta del hombre en tanto especie, meta máxima de la Deidad en la
Tierra. A saber, el cuerpo es la cruz de carne -cuadrado-, sobre la cual, por medio de
la cual y en la cual está crucificado el Logos Divino, el Yo Superior. División
cuádruple que, en definitiva, es relativa sólo al continuo espacio-tiempo pues el Alma
es Indivisa y “Una con Todo y en Todo”.
128
A partir de los Tres (3) Principios Creadores fundamentales surgen
correlativamente, en sucesivas graduaciones, innumerables universos que encierran
incontables estrellas, sistemas solares y planetas.
Cada sistema solar es la manifestación de la energía y de la vida de una gran
Existencia Cósmica a quien denominamos, a falta de mejor término, Logos Solar.
Este Logos Solar encarna, se expresa o viene a la Manifestación, a través de un
Sistema Solar.
“Este sistema solar constituye el cuerpo o la forma de esa Vida Cósmica, y es
en sí triple. Este triple sistema solar puede describirse en términos de tres aspectos, o
(según lo denomina la teología cristiana) de tres personas:
FUEGO ELÉCTRICO O ESPIRÍTU
1ra. Persona, Padre, Vida, Voluntad Propósito, Energía positiva.
FUEGO SOLAR O ALMA
2da Persona, Hijo, Consciencia, Amor-sabiduría, Energía equilibrada.
FUEGO POR FRICCIÓN O CUERPO O MATERIA
3ra. Persona, Espíritu Santo, Forma, Inteligencia activa, Energía negativa.
Estos tres aspectos del Todo se hallan presentes en todas las formas.
a. El sistema solar es triple; se manifiesta a través de los tres aspectos ya
mencionados.
b. Un ser humano es también triple, manifestándose como Espíritu, Alma y
Cuerpo, o Mónada, Ego y Personalidad.
c. El átomo del científico es análogamente triple, compuesto de un núcleo
positivo, electrones negativos y toda la manifestación externa, resultado de la relación
existente entre los dos primeros.
129
b. todas las formas del sistema solar constituyen parte del Todo, y no son
unidades aisladas;
c. esta es la base de la fraternidad, de la comunión de los santos y de la
astrología.
Los tres aspectos de Dios, el Logos solar y la Energía o Fuerza central (términos
sinónimos en sentido oculto) se manifiestan por medio de los siete centros de fuerza
-tres centros mayores y cuatro menores-. Estos siete centros de Fuerza Logoica están
constituidos de tal manera que forman Entidades colectivas, conocidas como:
a. Los siete Logos planetarios.
b. Los siete Espíritus ante el Trono.
c. Los siete Rayos.
d. Los siete Hombres celestiales.
Los siete Logos incorporan siete tipos de Fuerza diferenciada y en este tratado
se les considerará como los Señores de Rayo. Los nombres de los Rayos son:
1er. Rayo ----- Rayo de Voluntad o Poder, 1er. Aspecto
2do. Rayo ----- Rayo de Amor-Sabiduría , 2do. Aspecto
3er. Rayo ----- Rayo de Inteligencia Activa, 3er. Aspecto
Estos son los Rayos mayores
130
3. Estas tres son Leyes Cósmicas. Hay siete Leyes que rigen la manifestación
de nuestro Logos solar.
a. La Ley de Vibración.
b. La Ley de Cohesión.
c. La Ley de Desintegración.
d. La Ley del Control Magnético.
e. La Ley de Fijación.
f. La Ley del Amor.
g. La Ley del Sacrificio y de la Muerte.
4. Cada una de estas Leyes se manifiesta particularmente en cualquiera de los
Siete Planos del sistema solar.
5. Cada Ley entra en vigencia periódicamente y cada Plano tiene su período de
manifestación y de oscuración.
6. Cada vida manifestada tiene tres grandes ciclos:
nacimiento vida muerte
apariencia crecimiento desaparición
involución evolución oscuración.
movimiento inerte actividad movimiento rítmico
vida tamásica vida rajásica vida sáttvica
7. Conocer los ciclos significa tener conocimiento del número, del sonido y del
color.
8. El pleno conocimiento del misterio de los ciclos lo posee únicamente el
Adepto perfecto.
131
6. La meta para la evolución del átomo es la autoconsciencia, tal como se
demuestra en el reino humano. La meta para la evolución del hombre es la
consciencia grupal, así como lo manifiesta un Logos planetario. La meta para el
Logos planetario es la consciencia de Dios, tal como lo expresa el Logos solar.
7. El Logos solar es la suma total de todos los estados de consciencia dentro del
sistema solar”. -Maestro Djwhal Khul, Tratado sobre Fuego Cósmico-
Ahora bien, en algún sentido podemos definir a la Mente en tanto una vibración
en la Consciencia Pura (La Pantalla de Trasfondo). Y es por medio de la acción
(incluye la omisión) que los estados mentales se revelan. Así se aprende y recorre el
sendero de la “evolución”, que en última instancia sería aparente. A partir del
Pensamiento, tan sólo una Dimensión inherente al Ser Infinito, acontece el virtual
suscitar de los Ciclos, el nacimiento y la destrucción (transformación) de los
innumerables Sistemas y seres. Con la emergencia de la Mente aparece “la dualidad”,
el “Yo frente a lo Otro” -en cuanto a proyección de la propia imagen- y con ello el
dialéctico “Juego de la Vida”.
132
La Creación, aunque germina sobre el Trasunto de la In-causada, Eterna y Pura
Existencia, y desde su relativa duración alterna períodos de brillantez y obscuración;
de cierto nunca hubo tenido un comienzo ni tendrá, por lo tanto, un definitivo final.
Se enseña, esotéricamente, que la Entidad “Manásica” no perecerá ni aún al término
del “Maha-manvántara” (cuando todos los dioses queden absorbidos) sino que
resurgirá una y otra vez desde la latente potencialidad “Parabrahmánica”.
“La forma existe en distintos Planos, y las formas de un Plano pueden no serlo
para los residentes en otro. Los Cosmocratores construyen, según la Mente Divina,
en Planos visibles para ellos, aunque invisibles para nosotros. El principio de
limitación es la forma; este principio es la Ley Divina manifestada en la materia
Kósmica, cuya esencia no tiene demarcaciones. El Huevo áurico es el límite del
hombre, como el “Hiranyagarbha” es el límite del Kosmos”. -H. P. Blavatsky,
Doctrina Secreta-
135
El Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, que desde la Kabbalah en su
aspecto superior sería el Árbol de la Vida (Consciencia de lo Eterno), trata sobre la
dualidad necesaria y gestora de la matriz tiempo-espacio (campo que promueve, por
bondad de la experiencia y el “trabajo”, la síntesis de la Sabiduría), que en términos
astrológicos estaría encarnada en el aspecto inferior del signo de Libra -con su sentido
de comparación y disgregación sujeto-objeto imperante-.
Toda división comprende algún nivel de tensión y la constitución de un centro
y una organización carente. El “pecado” original -error primigenio- involucra, por la
prepotencia de la sentida necesidad, el despertar de un impulso por el cual se busca
la completitud afuera. El peligro y el miedo nacen por la experiencia de ajenidad. Las
fantasías que se reproducen, a partir de las proyecciones emanadas desde la “falta”,
recrean “Karma” e instituyen una virtual identidad. Las creencias se fundan a modo
de pertenencia y el pasado se reproduce como destino circular. Un Discípulo debe
evitar enredarse en demasiada actividad mundana. Lo que venga hacia él (“Karma”
obligatoria) ha de atenderlo con plenitud para liberarlo.
Por afán de supervivencia, esfuerzo mediante - “ganarás el pan con el sudor de
tu frente”-, lentamente, la estructura se predispone para la habilitación de cualidades
y la relativa maduración psíquica. Los “problemas” activan la puesta en acto de
potencialidades, la configuración de una más rica orientación. Aquí el mérito.
136
Se narra en La Doctrina Secreta que es posible considerar a la “serpiente de la
tentación” (símbolo del tiempo o del intelecto) en tanto el impulso creador y, por
inferencia, Padre de la Espiritual Humanidad.
El radiante “Lucifer” fue entonces el precursor de la luz que abrió los ojos del
“autómata” (hombre sin mente), que desde la ignorancia (ceguera respecto de la
Verdad -Dios-) moraba en el “paraíso” de Jehovah. La caída de la Gracia impone
responsabilidad por los actos y, por medio del dolor, la retracción y la muerte,
conlleva a comprender lo que no se percibía en el inicial y virginal Estado de
Unicidad. La experiencia de limitación -identificación corporal- con el trascurso de
las eras y el lento despunte de la Sabiduría conduce a que se rompan los horizontes -
anillos de la serpiente- para, ganando niveles vinculares más complejos e incluyentes,
recuperar lo que en esencia nunca se perdió, el Edén de la Bienaventuranza.
Otra breve reflexión, dentro de las factibles, a partir de la referencia del Génesis
es que la sensación de pudor, retraimiento o vergüenza adviene cuando subsiste la
creencia de que alguien ostenta la potestad de juzgarnos de tal manera que la imagen
que sentimos y queremos mantener de nosotros mismos, que de igual forma
pretendemos generalmente que los demás compartan, puede verse violentada. Con
esto intentamos indicar que habrá limitación mientras se conserven opiniones e
impresiones sobre quienes supuestamente somos y en tanto pensemos que existe un
“otro” -lo cual no deja de ser una proyección que toma valor a partir de la propia
significación- que de continuo nos califica, enjuicia y conceptúa. Lo planteado no
sería diferente a la expresión “dioses ajenos” a la que se refiere el primer
Mandamiento de la Ley Mosaica, que en definitiva involucra una externalización del
sentido inconsciente de división y de falta, ambas características congénitas al ego.
137
Patrón de pensamiento que impactaría, muchas veces subyacentemente, a modo de
un virulento sentimiento de culpa, miedo y angustia. Mientras existan rígidas ideas,
estrechas valoraciones y cristalizados puntos de vistas (“ídolos”), el Ser, la Totalidad
(que contiene a la nada), no podrá captarse.
El drama del Génesis, referimos a la caída del hombre de su estado primario de
Consciencia Divina debido a la influencia de “Satanás”, se interpreta en el Yoga -
comentaba Paramahamsa Yogananda- como el descenso de la energía vital y la
desviación de la atención desde los centros superiores (situados por encima del
diafragma) a los inferiores, donde mana al exterior -horizontalidad- por mediación de
los sentidos. Acto que ocasiona la identificación con el cuerpo y el apego a las
mudables y relativas formas. Declara el Maestro Djwhal Khul, el plexo solar,
exacerbado hoy por el hábito de arrastrarse -a modo de culebra sobre su barriga- en
la materialidad es el foco del vehículo etérico a través del cual la humanidad (término
medio) vive, se mueve y tiene su ser. El hombre contemporáneo está condicionado
por el deseo. Deseos buenos, egoístas, erróneos y espirituales. Mediante este centro
(el tercero de abajo hacia arriba, el quinto si vamos en sentido inverso, de lo sutil a
lo denso) y debido a que se está astralmente polarizado, elucida en sus obras el
Maestro, fluyen la mayor parte de las fuerzas que hacen al individuo “progresista”
(volverse ambicioso) y mezquino (sus apetencias personales -egoísmos- han ganado
relevante importancia). Esquema psíquico que, por el “pecado original”, expresión
natural de la emergencia de la mente fragmentada, gesta la falsa y condicionante
creencia de “yo y el mundo”. Las ansias por conocer -con la parafernalia mental
involucrada- destruyen lo Real.
Comentaba Swami Vivekananda: - “El conocimiento es sólo relativo; nosotros
podemos ser Dios, pero nunca conocerlo. El conocimiento es un estado inferior; la
caída de Adán ocurrió cuando llegó a conocer. Antes de eso él era Dios, era verdad,
era pureza”.
Para ciertas líneas Gnósticas, el mito del Génesis alude a la primera humanidad
(personalizada en Adán y Eva -todos los hombres y las mujeres-) que habitando el
Paraíso cayó en el Pecado Original (cuando fornicó y empezó a eyacular el semen -
pérdida de energía-) y fue, en consecuencia, expulsada del Edén (la Tierra sin mal).
El derroche de la vitalidad por intermedio de sensualidad -conducta condicionada-
sería lo que hubo conducido al ser humano a perder, al menos temporalmente, su
condición divina.
“La Kundalini, entonces, en su esencia es manas, el principio Inteligencia, que
ha caído de su lugar en la esfera búdica a su propio reflejo, o a su propio campo
magnético. Ha entrado en ese color (reflejo de su propio fuego) que aviva el aspecto
138
forma. Así, la consciencia es llevada dentro de la forma y queda aprisionada en ella.
Esto está simbolizado en la historia de la caída del Hombre del Jardín del Edén. Eva
(el aspecto creativo del Alma, ahora definido como personalidad) fue tentada por la
serpiente (kundalini caída) a saborear la manzana (experiencia sensoria de la
sustancia) del árbol del conocimiento (aspecto forma). Después de comer, Eva tentó
(atrajo) a Adán (el Alma Espiritual Transcendente) a comer de la manzana, y así
empezó el proceso de encarnación en los tres mundos inferiores. Ellos fueron
expulsados del Jardín del Edén (Plano búdico) por el Padre, con el propósito de
redimir la kundalini caída.
La kundalini, en su condición manifiesta actual, ha sido dividida en dos polos,
un aspecto reside en el centro más bajo del sistema de centros etéricos y el otro reside
en el foco más alto del sistema. La consciencia ha quedado aprisionada entre esta
división y, por tanto, ha perdido su reino”. -Lucille Cedercrans-
139
La ignorancia, causal de desdicha, es la prevalencia de la consciencia
localizada. La tentación en forma de serpiente puede asumirse como el aspecto
animal, la parte reptil y más antigua del cerebro, o en otros términos, a modo de los
instintos y apetitos primitivos. El “pecado” -el error- es la completa identificación
con las formas físicas, emocionales y mentales.
Satán, desde la Kabbalah, es el desvío que lleva al hombre a probarse y,
eventualmente, a perderse en las sombras para al final, atravesando la adecuada
rectificación, encontrar la Luz en la aparente oscuridad y descubrir por experiencia
directa y no dubitativa que “sólo Dios” existe. Satán es una función de la Divinidad,
no su contrapoder. El Mal es energía ubicada incorrectamente y parte fundacional del
Sistema, por lo tanto, esfuerzo y reajuste mediante, ayuda a obtener las pertinentes
conquistas sobre uno mismo. Lo que no se acomode al Orden y a la Ley está, más
pronto que tarde, destinado a desaparecer.
“A la larga, todo aquello que va contra la naturaleza no perdura”. -Charles
Darwin-
141
Aclaran los Textos Sapienciales, el Universo no posee ninguna verdad
independiente de la Seidad, debido a ello, es que no puede considerarse ni como
existente ni como no existente. “Maya” (la relatividad del espacio-tiempo y la Ley de
Causa y Efecto) trata del Poder Divino que permite a la dimensión Espiritual florecer
en un “acontecer fenoménico” (emergencia de los mundos).
Tengamos por ventura percatarnos que las circunstancias percibidas, cuan
espejismo, son la decodificación que hace nuestro cerebro de lo que según la
Enseñanza Oculta es la “Unidad Infinita Inmanifiesta”. Vivimos identificados con la
ola personal sin llegar a darnos cuenta que no somos diferentes del “Gran Océano de
la Consciencia” (el Proceso Creativo de la Realidad).
143
De Serpientes y Águilas
“La Sabiduría Absoluta se refleja en su Ideación; la cual, por un proceso
trascendental, superior e incomprensible a la consciencia humana, se convierte en
Energía Kósmica: Fohat.
Vibrando en el reino de la Substancia “inerte”, Fohat la impulsa a la actividad
y guía sus primarias diferenciaciones en todos los Siete Planos de la Consciencia
Kósmica”. -H. P. Blavatsky-
147
“Hamsa”, dice el Maestro K. P. Kumar, alude a la manera en que el Señor
descendió, habla además del proceso de ascenso y sobre la pulsación que sucede en
nosotros y que en definitiva “Somos”. Aquel que es la causa de “Hamsa” es
nombrado: “Parama Hansa”.
Sumando otra perspectiva a lo compartido alega Baba Hariharananda: - “Los
sonidos de las cinco letras del alfabeto sánscrito están localizados a lo largo de la
columna vertebral, entre el centro coccígeo y la glándula pituitaria. Ham es la primera
letra, se encuentra en la pituitaria y sa, la última, en el centro coccígeo. Si abstraemos
todas estas letras y confinamos la consciencia en la pituitaria, se constituye el estado
hamsa. Durante el estado hamsa, una persona no puede hablar, sólo puede percibir
divinidad en todo el cuerpo. El cuerpo burdo es ham y el poder de Dios es el alma, o
sa. Ham es un cuerpo muerto; no es capaz de inhalar sin sa, el cuerpo invisible o
alma”.
148
Es de utilidad científica aprender a asociarse con el trabajo del sonido. Las
palabras evocan una potencia interna. Hemos de conocer que los “mantrams” no son
una combinación antojadiza, sino una revelación hecha por la Naturaleza a los Sabios
Videntes. Teniendo esta información presente sepamos que la fórmula vibratoria
oportuna al doble proceso de “Creación-Disolución” es: “Om Namo Narayanaya”.
149
El vigor numérico del “mantram” de “Narayana” se instituye a partir de la
potencia del ocho (8) -con todos sus múltiplos- porque se compone de dicha cantidad
de sílabas. Debido que al aludido valor se lo dibuja con el signo del Infinito -que
brillaría sobre la cabeza de los yoguis- corresponde su representación a “Aquello” -
la Consciencia Crística-, que sosteniendo por entero a los Siete (7) Planos de la
Manifestación, sin inmutarse, los Trasciende. El azul del espacio se toma como el
color de la Inteligencia Kósmica; el centro vital el octavo: Loto de “ocho (8) pétalos
de luz” ubicado por encima del “Chakra” cardíaco y por debajo del laríngeo; la
insignia geométrica (símbolo de perfección): un círculo en cuya superficie interna se
halla inscrita una cruz heráldica -con sus brazos de igual tamaño-, que unidos por sus
extremos conforman un rombo de ángulos rectos. Se recomienda emplear las
herramientas enumeradas para una más intensa contemplación.
Tarkalangkara, maestro del Tantra, decía que la Seidad debe ser meditada sobre
el Loto de ocho (8) pétalos en el corazón como si fuera una lámpara que no se altera
por ninguna brisa. Se la llamaba “la Rueda de Buena Visión” o en sánscrito
“Sudharshana Chakra”.
Símbolo de Narayana
151
En la sosegada y ecuánime introspección, lo impermanente -irreal- se muestra para
desaparecer.
“Las vibraciones sonoras son esenciales para un mantram, pero el lenguaje y el
significado no lo son. Un mantram puede ser dado por un Iniciado en cualquier
idioma por arreglo rítmico de sonido y vibraciones. Hasta cierto punto, el significado
tiene importancia, pero el énfasis principal en un mantram está en el patrón de
vibraciones sonoras. Aunque el significado de un mantram ayuda a invitar a la
cooperación de la mente al objetivo de la práctica del Yoga, lo familiar generalmente
es descuidado por la mente. Se vuelve indiferente al mantram cuyo significado es
familiar y conocido por completo. Tal mantram no puede invitar a la cooperación de
la mente.
Un mantram cuyo significado es aparentemente conocido, pero no se conoce
por completo, estimula la mente inquisitiva y atrae la atención de la mente hacia el
mantram. En busca del significado, la mente habita en el mantram repetidamente y
se absorbe en los patrones de vibración del sonido. La mente entra en una experiencia
hasta ahora desconocida del sonido y de allí se conduce a la experiencia de la
existencia de uno como Yo Soy”. -Maestro E. K.-
Su valor es cero (0), Su color azul, Su forma la esfera, Su sonido el “OM” -ॐ,
Síntesis de la Trinidad-, alega el ritualista al profundizar sobre la Suprema Deidad.
En contemplación, para el alineamiento con lo Divino, mirando hacia el Este y
con ardiente devoción se propone entonar tres (3) veces la Palabra Sagrada: “OM”.
Sonido Primigenio e hilo de Vida que interconecta a todos los Planos y seres uniendo
lo mudable con lo Eterno. En el contexto dilucidado se confía al Discípulo visualizar
tres (3) soles: a- uno en el corazón como emblema del Sol del sistema (Globo
planetario -“Surya”-); b- otro en el entrecejo, en tanto anclaje en nosotros del Sol
153
central (Globo Solar -Neptuno- ) o “Savitri” (en el “mantram Gayatri”); c- al restante,
que está más allá (Globo Kósmico -Urano-), en el centro de “Narayana” emplazado
entre el “Chakra” cardíaco y el laríngeo o, en su defecto, concebir la imagen de un
Sol en la zona de la coronilla, la parte superior de la cabeza. Con el primer “OM” se
cubriría el Plano de la Materia, con el segundo el Plano de la Fuerza y con el tercero
el Plano de la Consciencia. Por detrás permanece, en conformidad con lo que
tratamos a lo largo del capítulo, el Cuarto Estado o La Existencia Pura.
A “La Palabra”, el “Logos” -cuya Cualidad es el fluir- se la asume en tanto
expresión y conexión -en armoniosa asociación- entre “Purusha” (Espíritu) y
“Mulaprakriti” (Materia Primordial, Principio Sustancial PreKósmico de la cual
surgen los Elementos). Sería el “OM” la Vibración Kósmica equilibradora de las Tres
(3) “Gunas” o Cualidades esenciales de la Madre Naturaleza. El “OM”, sonido de
Síntesis de los cuatro “Vedas”, anuncia la Divina Potestad del Creador-Conservador-
Destructor de los Universos. Es del “Pranava” al “Prana” o Energía (extensión de la
Consciencia) y luego a la Pulsación que, tornándose inhalación y exhalación, con la
colaboración de las cuerdas vocales, la lengua y los labios, La Palabra -Voz del
Silencio- deviene al mundo.
155
Investiguemos sobre otras aristas, incorporando nuevos enfoques al tema de la
Emanación y Asimilación Cósmica o al binario, aunque complementario,
movimiento de la Creación.
Multitudes de criaturas emergen de la incognoscible Fuente y regresan a “Su
Seno”, volcando cada una sus experiencias. Fuente que, al incluir al conjunto, es
Omnipresente, Omnisciente y Omnipotente… y pese que a Todo sostiene y compone
permanece Eternamente Imperturbable.
Para las Cosmogonías conocidas, la Triplicidad -sin perder su Innata Unidad-
se enuncia a Sí Misma en Siete (7) Energías. Septenio que se organiza y difunde como
un “Holomovimiento”. La periodicidad, la alternancia y el ritmo; el flujo y reflujo de
la energía; la espiral cíclica del cambio, la transformación y la mutación: constituyen
el fundamento de Su expresión. Todo surge y desaparece en una dinámica dual de
expansión y contracción (Pulsación).
Cada cosa responde a Un Único y Omniabarcante Propósito en el cual Somos.
La variedad no es otra cuestión que una multiplicidad de estados de Una Esencialidad.
Principio Sempiterno e Inquebrantable. La Vida indivisible se perpetúa. Debido a que
156
la Unicidad es Realidad, ensañarse, atacar y/o lastimar a lo que percibimos en tanto
algo o alguien ajeno, además de ignorancia, significa ir en contra de la Existencia, de
Sí Mismo. Tengamos presente que, al mismo tiempo de que cada cosa en un nivel se
encuentra interconectado con lo demás y que prevalece entre los seres una mutua
dependencia, subiste también una razón más profunda que da cuenta de que sólo Lo
Uno (Lo único) Existe. No hay dos.
Afirma colmado de poesía y mística belleza E. Tolle: - “No estás en el Universo;
eres el Universo, una parte intrínseca de Él. La Verdad ulterior es que no eres una
persona, sino un punto focal donde el Universo se vuelve consciente de Sí Mismo.
¡Qué milagro más increíble!”.
La Vida Es. La Ley gobierna el Kosmos en consonancia a un doble proceso de
Evolución (manifestación-inmanifestación) que está trabajando a cada instante en
Todo.
“La naturaleza de las cosas es el Dharma”. -Mahavira-
De acuerdo con la Ley de Causa y Efecto, cada acción (física y/o propia de las
Dimensiones sutiles) derivada de un “centro”, produce una afección que adopta una
tendencia y se aloja en la mente a modo de semilla “Kármica”. Tendencia que a su
vez germina y nuevamente se convierte en acto -plasmándose su caudal acumulado
de potencia- cuando las condiciones del entorno (mucho tienen que ver las posiciones
astrológicas) le proporcionan las energías necesarias.
La causa conlleva al efecto y ambos son aspectos enlazados. Siempre el efecto
se encuentra envuelto en la causa. Aunque sea en latencia. Queremos señalar: no se
trata lo producido sólo de una expresión a posteriori.
Desde una simple perspectiva lineal y temporal, se admite diferenciar “el origen
de su consecuencia”, pero la realidad se advierte más compleja, integradora y
misteriosa. En el fruto está incluido la simiente. El resultado no es una conclusión
sino la partida de otra cantidad de derivaciones. La dinámica se recrea y ramifica a
cada momento.
El Único Principio es armonía y equilibrio perfectos, y como tal, frente a la
aparente diversidad, prevalece impersonal. Las Leyes no pueden nacer puesto que
son sempiternas e increadas.
Comentaba H. P. Blavatsky: - “Toda Causa puesta en acción en el Plano Físico,
repercute eternamente en todos los Planos. En la “Pantalla de la Eternidad” se reflejan
de Plano en Plano efectos eternos”.
De pretender ganarse neutralidad y mesura, las acciones deberán orientarse al
“bien común”. Servicio desinteresado, caridad e inofensividad en pensamiento,
palabra y acto son los talantes que se requieren para quemar el acopiado “Karma”
personal y no generar nuevas restricciones. El trabajar para el beneficio de los demás
es Ley. Principio que en su nivel inicial se resume con la afirmación: “No hacer a los
demás lo que quisiéramos que ellos no nos hagan”. Si nos sentimos incapaces de
ayudar a otros, al menos procuremos evitar estorbarles.
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Guardando relación con el simbolismo de la serpiente y el águila, junto con
otros tópicos compartidos hasta aquí, pero a la vez sumando un nuevo punto de vista,
reflexionemos sobre ciertas ideas que ilustraba G. I. Gurdjieff: - “El hombre es un
símbolo de las Leyes de la Creación. En él existe la evolución y la involución; el
progreso y el retroceso; la lucha entre lo positivo y lo negativo; lo activo y lo pasivo;
el sí y el no; el bien y el mal”.
En la humanidad se sintetizan todos los Principios y Fuerzas. La constante es
cambio y movimiento de formas y estados de consciencias. Los aparentes contrarios
se atraen, asocian, complementan, ajustan, recrean, reciclan y optimizan. Del juego
entre lo virtualmente opuesto: lo novedoso nace.
Sobre lo elucidado y dando cuenta del fundamento que en la Filosofía
Hermética se conoce como Polaridad, recordemos la potente frase del destacado
pensador griego Heráclito: - “Lo contrapuesto concuerda, y de los discordantes se
forma la más bella armonía, y todo se engendra por la discordia”.
Por medio de la eventual fricción y del aparente conflicto el Plan se encamina.
La perfección no se pierde. La paz por detrás sostiene la Obra. Su Voluntad, que en
esencia no es diferente de la nuestra, pues Todo es Uno, inquebrantable prevalece. La
serpiente del Tiempo, con sus relativos cambios, flujos y reflujos, siempre sigue a la
Ley.
“Como el agua en movimiento produce turbulentos remolinos, los tres mundos
sólo son torbellinos en el Infinito Océano de la Consciencia. Parece vacía porque está
fuera del alcance de la mente y de los sentidos, pero no es realmente vacío porque
puede ser captada por el autoconocimiento.
A causa de la indivisibilidad de la Consciencia yo soy tú y tú eres yo, aunque
esta Conciencia indivisible no sea ni tú ni yo. Cuando se olvidan las erróneas
nociones de tú y yo, brota esa Consciencia que no es ni tú ni yo ni ninguna otra cosa,
sino todas las cosas a la vez”. -Yoga Vasishtha-
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Moviéndose hacia la Unidad
“Lo opuesto al Amor es el miedo, pero Aquello que todo lo abarca no puede
temer”. -Un Curso de Milagros-
Mientras subsista el sentido de división, que en esencia es carencia de Amor;
recelo, disputa, duda, sospecha, hambre, maltrato y guerra gobernarán la Tierra.
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Eventualmente, tenemos la oportunidad de, a partir de un proceso de
introspección e independencia de viejos y caducos patrones psicológicos, preparar
un cambio a escala planetaria. La Rueda ha girado y los Ciclos pregonan intensas
transformaciones. Ignotas Energías se precipitan sobre el Sistema y con ello la
propuesta de un renovado Amanecer. La promesa Bíblica de San Juan en el
Apocalipsis que da cuenta, para “tiempos venideros”, sobre el surgimiento de un
“Nuevo Cielo y una Nueva Tierra” podría volverse un hecho.
El florecimiento que algunos grandes seres en el pasado mostraron, si se quiere
por una necesidad evolutiva, parecería que de manera paulatina se va disponiendo a
una graduación mayor. Los fundamentos para la emergencia de una más rica
“Inteligencia Vincular” comienzan a asentarse. Los sueños de un mundo de paz,
abundancia, equidad y concordia aguardan tras las caóticas escenas de la dolorosa
transición. Los fuertes, si bien últimos, coletazos de un paradigma agotado se hacen
sentir.
Si con valentía se penetra dentro, el horizonte (ficticio anillo trátese del Plano
objetivo como del subjetivo) establecido por la mente egotista (aspecto superficial de
la Consciencia que se caracteriza por la autopreservación, la defensa de posturas fijas
y la sensación de dualidad) logra finalmente quebrarse. No obstante, la inercia
acumulada por la costumbre -fuerza de la involución- que empujan hacia la
materialidad no cede con facilidad. Satán -el adversario-, alegoría asociada con el
Principio planetario de Saturno y símbolo de las potencias que tienden hacia la
densidad de la sustancia, propicia la tan sentida “desconexión”. En este contexto, la
Síntesis de la Vida que inclaudicable late en el Corazón se muestra, para quienes no
pueden ver, como una fantasía y se asume por estéril y utópico anhelo. Pese a ello,
existe en la actualidad, debido a la intensa presión de las eras, tal vez como nunca en
la historia conocida, la ocasión de trascender las enquistadas limitaciones humanas
que de antaño se arrastran. Situación que al impactar en los cimientos mismos de
nuestra cosmovisión nos modificaría en tanto especie. Por consiguiente, influenciará
de modo significativo hasta en la constitución de lo que entendemos por universo
tridimensional.
La apuesta es liberar a Saturno o Cronos en la Mitología griega -regente
tradicional del signo de Capricornio y de Acuario- de la mala imagen adjudicada a lo
largo de los últimos dos mil años. Para la astrología esotérica, esta faena es parte del
ofrecimiento que traen las Vibraciones vigentes del Séptimo Aspecto Divino -Rayo
de la forma-, pues hemos de considerar a la existencia física como un regalo valioso
y no algo pecaminoso o negativo. Afín a lo aludido, la ciencia ha empezado a advertir
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que la materia no es algo inerte e insensible sino que está plagada de vida. Vibra a
raudales.
“La humanidad, como se ha dicho antes, es el discípulo mundial; el impulso
detrás de la desintegración de las formas del viejo mundo es un impulso espiritual.
La vida espiritual del hombre es ahora tan fuerte que ha trastocado todas las actuales
formas de expresión humana.
El mundo del pasado se ha ido y para siempre, y el nuevo mundo de formas
todavía no ha hecho su aparición. Su construcción será característica de la emergente
vida creativa del espíritu del hombre. El factor importante para tener en mente es que
se trata de un sólo espíritu y todas las naciones tienen que aprender a reconocer ese
espíritu dentro de sí mismas y dentro de cada una de las demás”. -Maestro Djwhal
Khul-
Se nos dice que la Consciencia pone en acción a las Inteligencias del Espacio
(ángeles -energías individualizadas que caracterizan a la Mente del Logos-) conforme
a fines específicos. La energía psíquica es acopiada y dirigida por la fuerza de la
mente. Frente a tal disposición se organizan los variables ambientes “Kármicos”. “El
hombre piensa y el “Deva” construye” alude un aforismo Ocultista. El Éter, asiento
material de la Vida, es sustancia inteligente -Luz-.
Bien mencionamos antes, la existencia se configura según un ininterrumpido
fluir de Información. No constituye un movimiento ciego, arbitrario o casual, sino
que guarda un propósito intrínseco, sabio y omniabarcante. Nada está quieto. Los
distintos estados mentales, siguiendo la dinámica del cambio -no sin aguda
resistencia- van respondiendo a lo prescripto por las entrantes Energías. La
reverberación de los Centros sutiles termina reordenando, acorde a su impronta o
mandato, el Plano de los cuerpos concretos.
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Nosotros somos los que, dándonos cuenta o no, cualificamos la vitalidad y
recreamos las circunstancias internas y externas -por Principio de Correspondencia-
que experimentamos. Empero, lo que vemos, aunque a nivel del yo personal nos
afecta y en muchas ocasiones cuasi determina -generando la idea de un yo versus el
otro-, indudablemente es transitorio y “no más verdadero que un sueño”.
Lo que se considera evidente, sólido y objetivo en vigilia, no guarda en esencia
mayor certeza (salvo por la sensación de continuidad y sentido compartido que le
atribuimos) que aquello que se expresa en la fase onírica. Durante el dormir, el ámbito
captado a través de los cinco sentidos no existe y mientras nos encontramos
despiertos el mundo soñado tampoco ostenta sustancialidad. Ambos, tanto el campo
onírico como el que parece mostrar secuencia estable (debido a la facultad de recordar
que conserva la mente concreta), son semejantes en irrealidad.
Sentimos, debido a la cualidad de conmemorar, que las experiencias por las
cuales atravesamos cuando creemos estar despiertos es la Realidad, a pesar de que
incurrimos, a juzgar por las disímiles interpretaciones que se tienen, en cualquier
clase de distorsiones. Las lagunas del recuerdo con asiduidad se suceden. Tal vez, la
apreciación asumida mientras tenemos los “ojos abiertos” tomaría validez porque, en
una medida y hasta cierto punto, parece ser compartida por “los demás”. ¿Hipnosis
colectiva?
Por otro lado, pensamos que lo vivido cuando el cuerpo duerme, información
que usualmente no se consigue recuperar por completo, es irreal y fantasioso. Frente
a lo enunciado nos planteamos el siguiente interrogante: ¿nos hemos puesto a
reflexionar que, quizá, la Dimensión a la que se accede mientras se descansa pueda
tener en su propio Plano tanta “veracidad” y regularidad como la atribuida al estado
de vigilia?
Dentro de esta trama, “Karma”, cuan Ley Kósmica, rige y se expresa asimismo
durante las horas de descanso y, en consecuencia, así lo ilustra además el Maestro K.
P. Kumar, aún en el estado de la consciencia que prevalece mientras se duerme,
igualmente, sería asequible liberarse de sus “aspectos condicionantes”.
Lo paradójico es que pese a que conocemos la transitoriedad de las cosas e
insignificancia -en términos de “Verdad”- de las situaciones que acaecen, con
frecuencia terminamos olvidándonos y confundidos oscilamos -mecánica y
automáticamente- entre el evanescente placer y la segura desdicha. Y así quedamos
atrapados por “Maya” -la Ignorancia, identificación con los nombres y las formas-,
cautivos de nuestros deseos. Apetitos que, creyéndolos individuales e íntimos,
encarnan lo que en términos sociales se supone que ha de quererse.
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No dejemos de tener presente que ambos estados, el de vigilia y el de sueño
(con ensueño e incluso el profundo) son ficticios, irreales, en relación con la
Consciencia Absoluta.
“La práctica intensa en esta indagación (sobre la Fuente Yo Soy o “aham-
vritti”) revelará que la mente y sus tres estados son irreales y que usted es la
Consciencia del Puro Ser Infinito y Eterno, el Sí Mismo o el Corazón”. -Ramana
Maharshi-
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Desde la atemporal Singularidad subyacente se pueden modificar las improntas
grabadas en el pasado -que en ocasiones numerosas taras representan- liberar
cristalizaciones (energía enquistada) y desenvolver un grado de consciencia más
elevado, inclusivo. Tan así es que, siguiendo la planteada tesitura se torna accesible
alquimizar la fisiología del organismo y hasta el medio que nos rodea. Más todavía,
de acuerdo a ciertos Tratados Esotéricos, en el centro adimensional de nuestra
Identidad late el potencial creativo de la Mente Kósmica.
Actualmente, la ciencia confirma, al igual que lo hacían los antiguos Sabios,
que a la consciencia no se la concibe separada o apartada de lo observado. “Lo
observado, el observador y la observación misma” componen un indiviso bloque. Un
modo diferente de mirar, el pararse desde otra perspectiva o, mejor aún, el añadir más
puntos de vista a nuestra aproximación, conlleva a las cosas a comportarse de una
manera nuevo.
Notemos sobre lo que investigaciones de vanguarda denotan: resultados
recientes relativos al entrelazamiento cuántico han llegado a la conclusión de que este
fenómeno, que aglutina sistemas a escala subatómica superando al instante cualquier
distancia, permea al entero universo. El Campo Unificado se devela como la sustancia
misma que organiza al tejido al espacio-tiempo holográficamente. Esto significa que
ninguna región podría analizarse de manera aislada y que no hay “un aquí y un allí”
como lugares con información diferente. Un sistema jamás se encuentra excluido. La
interrelación es total.
El Kosmos sería un Organismo recursivo y Holográfico. Características que
destacaba Nagarjuna cuando afirmaba que nada tenía existencia por sí mismo o
apartado de lo demás. El Maestro enfatizaba que no hay una entidad demandando
reconocimiento ni prevalece tampoco análisis filosófico que pudiera revelar una
particular sustancialidad. El término budista “Sunyata” o “Shunyata” (Vacuidad)
reseña sobre el hecho de que ningún objeto ni situación, incluida la vida humana,
posee verdadera sustancia. Nada en la manifestación es permanente ni demuestra
entera autonomía o indiferencia del resto de los acontecimientos. Lo que percibimos
está interconectado en un fluir constante de información. Una correcta apreciación de
la idea presentada libera del sufrimiento, del apego y de las resistencias propias de la
inestabilidad y la pérdida. Patrones congénitos del ego.
“El cambio es inevitable. Es inevitable incluso para las piedras. Aceptar el
cambio es Sabiduría”. -Maestro K. P. Kumar-
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La moderna ciencia y las Tradiciones Sapienciales convergen en sus axiomas.
Los revolucionarios descubrimientos del siglo XX y de lo que va del XXI certifican
la mixtura entre los postulados de muchos de los contemporáneos investigadores y
las atemporales Premisas Esotéricas. Probablemente, los vínculos y encuentros con
el pasar de los años, adentrándonos en la Era de Acuario, serán más evidentes e
innegables. Notables del pasado también dieron cuenta de dichas conexiones. Existe
un escrito del célebre I. Newton, de puño y letra, donde explica como extrapoló las
leyes de la física que develó a partir de la Astrología y antigua tradición cabalística.
Mística judía que, junto con la alquimia e historia de las civilizaciones antiguas,
estudió con intensa dedicación durante cuantiosos años de su encarnación.
Aprendamos de los grandes de antaño y montémonos a la vanguardia de la
hora, extirpando de nuestros corazones cualquier vestigio de partición y conflicto
para con la Vida.
Si se cree en la disgregación y la disputa por la supervivencia como hechos
naturales y dados, esa postura se reflejará derredor en tanto un mundo gobernado por
la amenaza y el miedo. Solemos experimentar un entorno de muerte y de cuerpos que
luchan, matan y se devoran unos a otros. Con un corazón envenenado de desconfianza
padecemos de miedos imaginarios. La verdadera seguridad no depende de las
circunstancias externas, más bien obedece a que nuestros estados internos nos
permitan vivir con calma, coraje y entereza.
Nada es lo que parece, los sentidos engañan (vemos una pequeña porción del
espectro electromagnético y escuchamos un porcentaje parecido del campo acústico)
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y el intelecto deforma. Todo nuestro conocimiento, bien lo declaraba Leonardo Da
Vinci, tiene origen en la percepción. Por medios sensibles, difícilmente, llegue a
vivenciarse lo Real.
La situación que se gesta gracias a la mente egotista puede aparentar un lugar
muy imperfecto, incluso un valle de lágrimas, empero, siempre lo que se aprecia
conforma una especie de símbolo. Una temporal imagen que expresa la pesada carga
de negatividad almacenada en la psiquis humana a lo largo de las épocas. Es la
manera en que la vigente consciencia interpreta e interactúa con la danza de energía
molecular del universo, la pauta a partir de la cual se organizan nuestras existencias.
La colectiva Inteligencia Vincular crea el “contexto compartido”, pero inclusive
dentro de este marco hay variedad de gradualidades. Mundos dentro de mundos sin
fin navegan en las Insondables Aguas del Cambio. Sin embargo, bien lo aseveramos,
no estamos divididos. Cuando una parte importante de los seres humanos finalmente
se liberen del engaño y sacrilegio de la separatividad, esta interior metamorfosis
afectará al planeta y a sus seres.
“El universo está esperando con ansiedad que el Hijo de Dios sea revelado”. -
San Pablo-
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Somos creadores y tenemos el potencial -oportunidad- de retirarnos dentro de
la Fuente, y desde allí -Lo Inefable y Omnipresente- utilizando el Poder Hacedor del
Movimiento, efectuar las mutaciones que entendamos pertinentes en nuestras vidas.
Acto que al surgir de la Base compartida (Vacío), asimismo, responderá
espontáneamente a las necesidades del resto.
Constituimos, se nos dice, -si en Verdad subsiste sólo Uno- la Voluntad, el
Amor y la Actividad Inteligente; el Mismo Logos ideando y jugando en Su Creación;
incluso “Aquello” que por detrás Permanece.
“Cuando descubrimos nuestra naturaleza esencial y sabemos quiénes somos
realmente, ese solo conocimiento encierra la capacidad de convertir en realidad todos
“nuestros sueños”, porque somos la posibilidad eterna, el potencial inconmensurable
de todo lo que fue, es y será”. -Deepak Chopra-
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