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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0026/2013

Sucre, 4 de enero de 2013

SALA PLENA
Magistrada Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Conflicto de competencias jurisdiccionales

Expediente: 00507-2012-02-CCJ
Departamento: La Paz

En el conflicto de competencias jurisdiccionales suscitado entre el Juez de


Partido y de Sentencia Penal de Achacachi de la provincia Omasuyus
del departamento de La Paz y el Secretario General del Sindicato
Agrario de Chirapaca provincia Los Andes del referido departamento,
remitido al Tribunal Constitucional Plurinacional por el primero.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1.1 Alegaciones del Juez de Partido y de Sentencia Penal de


Achacachi

Ante la presentación de la querella y acusación por despojo de Julio Chambilla


Choque y Eva Marizol López Machicado, en el que sostienen que desde el 12 de
febrero de 2009, vivían con sus hijos menores AA, BB y CC, en un terreno
ubicado en la comunidad Chirapaca, comprado a los anteriores propietarios
Virginia Aparicio Valle, Jorge Ledezma Quiroga, Polonia Aparicio de Ledezma y
Miguel, Fernando Félix, Raquel, María Rosario Aparicio España, Julio Vargas Arce,
Yolanda Aparicio de Vargas, con la superficie de 14 711 m2, sin embargo, el 30
de agosto de 2011, Reynaldo Abelo Mamani, Rufina López de Abelo, Juan Quispe
Callisaya, Juan de Dios Párraga Mamani, Florencio Álvarez Mamani, Mario Dorado
Parraga Altamirano, alegando ser dirigentes de la Comunidad Chirapaca lo
expulsaron de ese lugar “…con el argumento de que mi persona no era de la
comunidad…”, pese a ello continuaron yendo en las noches al terreno pero el 31
de agosto de 2011, pero denuncia que los querellados les cortaron la luz y
llenaron con tierra su toma de agua no pudiendo ingresar desde entonces al
haber destruido su chapa y que: “según la versión de los nombrados señores
para despojarnos de la propiedad ha sido el argumento de que la propiedad no
cumplía con la función social y que los anteriores propietarios no habían
cumplido con los usos y costumbres y que necesitaban para un campo deportivo,
y que todo estaba respaldado por el Gobierno Autónomo Municipal de
BATALLAS…”, incurriéndose en criterio de los querellantes acusadores por la
presunta comisión del delito de despojo contenido en el art. 351 del Código
Penal (CP) (fs. 9 a 12).

El Juez de Partido y de Sentencia Penal de Achacachi, José Ángel Carvajal


Cordero, dispone traslado de la misma (fs. 12 vta.), señala audiencia pública de
objeción de querella para luego de suscitado el conflicto de competencias
mediante Resolución 10/2012 “…DECLARA PROBADA la excepción innominada
interpuesta por la parte acusadora y consecuencia se suscita conflicto de
competencia…” (fs. 39 a 40).
I.1.2. Alegaciones del Sindicato Agrario de Chirapaca de la provincia de
Los Andes del departamento de La Paz

Los querellados promovieron conflicto de competencia en audiencia de 15 de


febrero de 2012, sosteniendo que:

a) El Sindicato Agrario ya ha resuelto este proceso por lo que existe cosa


juzgada pasada en autoridad de cosa juzgada.

b) Los terrenos fueron abandonados por la familia Aparicio anteriores


propietarios por más de cuarenta años.

c) Dicha familia tampoco cumplía con la función social.

d) Los querellantes acusadores no están afiliados al Sindicato.

e) Se tramitó ante la Alcaldía Municipal de Batallas la expropiación.

f) El Reglamento Interno de la Federación Sindical Única de Trabajadores


Campesinos de la provincia Los Andes en su art. 9, respecto de las sayañas
abandonadas establece: “Ante el abandono de la Sayaña en las comunidades
por las familias que migran a los centros urbanos, las autoridades sindicales
de la provincia Los Andes disponen lo siguiente: a) El abandono injustificado
por tres años consecutivos, sin previa comunicación a autoridades de la
comunidad, sayaña pasarán a tutela de a las autoridades y bases de la
comunidad como uso común”.

I.2. Admisión
La Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional Plurinacional mediante
AC 0376/2012-CA de 16 de abril, cursante de fs. 44 a 48, admitió el conflicto de
competencia entre el Juez de Partido y de Sentencia Penal de Achacachi y el
Sindicato Agrario de Chirapaca de la provincia Los Andes del mismo
Departamento.

I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional

Mediante Decreto Constitucional de 8 de agosto de 2012 (fs. 55), se ha


dispuesto la suspensión del plazo a efectos de recabar documentación
complementaria.

Recibida la documentación por Decreto Constitucional 12 de noviembre de


2012 (fs. 124), notificado a las partes procesales el 15 de noviembre del mismo
año (fs. 125), se reanudó el cómputo por lo que la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional se encuentra dentro del plazo.

En Acuerdo Administrativo TCP-SP-AD 037/2012 de 17 de diciembre, se


determinó la suspensión de plazo procesal hasta el 2 de enero de 2013, por
receso de fin de año, reanudándose el cómputo del mismo para emitir resolución
dentro del plazo establecido. Asimismo al encontrarse con baja medica el
Magistrado Gualberto Cusi Mamani, se habilitó al Magistrado Suplente, Dr.
Macario Lahor Cortez Chávez, de conformidad al art. 24.I de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional (LTCP).

II. CONCLUSIONES

Del análisis del expediente y de la prueba aportada, se concluye lo siguiente:

II.1. Cursa querella y acusación por la presunta comisión del delito de despojo
de Julio Chambilla Choque y Eva Marizol López Machicado interpuesta el 7
de diciembre de 2011, contra Reynaldo Abelo Mamani, Rufina López de
Abelo, Juan Quispe Callisaya, Juan de Dios Párraga Mamani, Florencio
Álvarez Mamani, Mario Dorado Párraga, Remigio Machaca Ayllón y Pedro
Párraga Altamirano dirigentes de la Comunidad Chirapaca (fs. 9 a 12).

II.2. Notificados los acusados querellados (fs. 13 a 14 vta.) Reynaldo Abelo


Mamani, Juan Quispe Callisaya, Juan de Dios Párraga, Florencia Álvarez
Mamani, Florencio Álvarez Mamani, Mario Dorado Párraga, Remigio
Machaca Ayllón y Pedro Párraga Altamirano se apersonan y objetan la
querella al considerarla oscura pues no establecería el comportamiento de
cada uno de ellos (fs. 15 y vta.).
II.3. Acta de audiencia pública de objeción de querella en la cual Rufina López
de Abelo, sostiene: “Yo soy la secretaria general de la comunidad de
Chirapaca cantón batallas nosotros tenemos nuestros base entonces
debemos consultar cualquier conciliación a ellos quisiéramos no de un
tiempo para el mismo”, señalándose un cuarto intermedio para el 10 de
febrero a horas 14:00 (fs. 18).

II.4. En audiencia de 15 de febrero, se solicita se declare cosa juzgada para


cuyo efecto se presentó la siguiente documentación:

Fotocopias de credenciales de Rufina López de Abilo y Juan Quispe


Callisaya como Secretario General y de justicia de la Comunidad Chirapaca
de la subcentral Unión Catavi de la central Agraria Unión Catavi de la
provincia Los Andes (fs. 20), acta de reunión general de 1 de junio de
2009, de la comunidad de Chiripaca en el cual se resolvió tratar el caso del
terreno de los hermanos Aparicio manifestándose que no cumplieron con
la función social, ni realizaron el trabajo comunitario por lo que se
determinó tomar posesión (fs. 22), acta de reunión general de 4 de mayo
de 2009, sosteniéndose que se ha: “decidido intervenir con la propiedad
de los hermanos Aparicio ubicado sobre la carretera La Paz a Copacabana,
el cual nos servirá para la cancha del Colegio…” (fs. 23 a 26), acta de
intervención del terreno de los hermanos Aparicio el 6 de abril de 2009,
“…por una decisión unánime por la mayoría absoluta nos hemos
constituido en el lugar, para luego tomar con la respectiva toma de
posesión libre inmediata pacíficamente que cuyo terreno está ubicado en
la comunidad con una extensión superficial de 15.000 m2…”, y que:
“También nos apoyamos a nuestro Estatuto Orgánico de la Provincia en la
Estructura Territorial en su capitulo II en su artículo 9 del inciso a dice “el
abandono injustificado por tres años consecutivos, sin previa
comunicación a las autoridades de la comunidad, cuyo terreno para a la
tutela de las autoridades y las bases para su uso común…” (fs. 27 y 28),
Ordenanza Municipal (OM) 005/2010 de 26 de febrero, por la que “se
declara Necesidad y Utilidad pública, el Terreno en el área Rural ubicado
en la población de Chirapaca, de una superficie de 15.000 mts2, para el
destino de campo deportivo en la Unidad Educativa Chirapaca”,
disponiéndose su inscripción en Derechos Reales (DD.RR) (fs. 29),
nota de Secretarios de la comunidad Chirapaca informando que “los
nombres Julio Chambilla Choque y esposa Eva Marizol López Machicado no
existen en los registros de la Comunidad Chirapaca” (fs. 31).

II.5. Memorial de Julio Chambilla Choque y Eva Marizol López Machicado


dirigido al Tribunal Constitucional Plurinacional por el que denuncian que
sus derechos fundamentales estarían siendo vulnerados (fs. 50 a 51).

II.6. Informe Técnico de la comunidad Chirapaca TCP/ST/UD/JIOC-JP/inf.


0010/2012 (fs. 61 a 123).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

Corresponde previamente precisar que el objeto procesal de un conflicto de


competencias entre la jurisdicción ordinaria y la indígena originaria campesina no
se tratan calificaciones jurídicas, ni materias jurídicas, ello debido a que la
jurisdicción indígena originaria campesina no distingue materias sino conoce las
problemáticas del día a día, por lo que tiene una competencia amplia y por ello,
la Constitución Política del Estado en su art. 191, hace referencia a los
“…ámbitos de vigencia personal, material y territorial” y a continuación al hacer
referencia al ámbito material se sostiene “Esta jurisdicción conoce los asuntos
indígena originario campesinos…”, lo que provoca que el objeto procesal se
determine por los hechos debatidos y no por la calificación jurídica o la materia
del juez ordinario competente.

En el caso presente, la problemática planteada tiene por objeto dirimir un


conflicto de competencias entre la jurisdicción ordinaria penal y la jurisdicción
indígena originaria campesina provocadas a raíz de la querella y acusación por la
presunta comisión del delito de despojo, de Julio Chambilla Choque y Eva
Marizol López Machicado contra Reynaldo Abelo Mamani, Rufina López de Abelo,
Juan Quispe Callisaya, Juan de Dios Párraga Mamani, Florencio Álvarez Mamani,
Mario Dorado Párraga Altamirano dirigentes de la comunidad Chirapaca conocido
por el Juez de Partido y de Sentencia Penal de Achacachi, por una parte y el
Secretario General del Sindicato Agrario de Chirapaca, quien sostiene que la
situación del terreno supuestamente despojado se definió por dicha comunidad
conforme sus usos y costumbres por lo que Julio Chambilla Choque y Eva Marizol
López Machicado deberían acudir a las autoridades competentes de la
comunidad Chirapaca; es decir, se debate la autoridad en la que los referidos
ciudadanos pueden hacer valer sus pretensiones frente a un hecho que
consideran lesivo a sus intereses y derechos, por ello mismo, cuando autoridades
indígena originarias campesinas plantean un conflicto de competencias no
debaten si existe cosa juzgada o prejudicialidad, porque en general no son
términos y significantes que les atinjan, sino discuten la competencia del hecho
que origina una controversia que para este Tribunal hace al objeto procesal del
conflicto de competencias en este caso concreto.

En consecuencia, corresponde dilucidar la autoridad competente para juzgar y


conocer las denuncias efectuadas por los querellantes - acusadores Julio
Chambilla Choque y Eva Marizol López Machicado.
III.1. La pluralidad como riqueza y patrimonio nacional

El art. 1 de la Constitución Política del Estado (CPE), describe al Estado


boliviano de la siguiente forma: “Bolivia se constituye en un Estado
Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre,
independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con
autonomías. Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo político,
económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso
integrador del país” (el resaltado es nuestro), que implica sin duda alguna
dejar atrás el proyecto de Estado Nación que sustentó el monismo jurídico
desarrollado bajo la creencia de que debíamos ser iguales
sociológicamente hablando por lo que únicamente los funcionarios
públicos estatales debían monopolizar la violencia y el poder político y que
un reconocimiento de pluralidad de fuentes normativas provocaría una
afectación al Estado de Derecho y el principio a la igualdad ante la ley.

El nuevo pacto social contenido en la Norma Suprema reconoce la


preexistencia de las comunidades indígenas al Estado boliviano y su
derecho a la libre determinación en el marco de la unidad, así el art. 2 de
la CPE, establece: “Dada la existencia precolonial de las naciones y
pueblos indígena originario campesinos y su dominio ancestral sobre sus
territorios, se garantiza su libre determinación en el marco de la unidad
del Estado, que consiste en su derecho a la autonomía, al autogobierno, a
su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la consolidación de
sus entidades territoriales, conforme a esta Constitución y la ley”, aspecto
que nos reconoce como diversos y con el derecho a seguir siéndolo y
donde los paradigmas de desarrollo unilineal es abandonado por el “vivir
bien” de acuerdo a las concepciones y cosmovisiones particulares.

En este marco, en un Estado plural culturalmente como el boliviano, el


indígena deja de ser un “problema” para constituirse en un factor de
riqueza cultural, lingüística y humano que debe reconocerse y protegerse
en su diversidad por el Estado, así el Preámbulo de nuestra Constitución
orientadora de la interpretación constitucional sostiene: “Poblamos esta
sagrada Madre Tierra con rostros diferentes, y comprendimos desde
entonces la pluralidad vigente de todas las cosas y nuestra diversidad
como seres y culturas”; de ahí que el indígena no puede ya considerarse
un ser humano a cuidar como un niño sino un ser completo con
autonomía propia para desarrollar en su propia cosmovisión el sentido de
su vida individual y colectiva.

III.2. Conflicto de competencias entre la jurisdicción ordinaria y la


indígena originario campesina

El art. 179.I de la CPE, determina que: “La función judicial es única. La


jurisdicción ordinaria se ejerce por el Tribunal Supremo de
Justicia, los tribunales departamentales de justicia, los tribunales
de sentencia y los jueces; la jurisdicción agroambiental por el Tribunal
y jueces agroambientales; la jurisdicción indígena originaria
campesina se ejerce por sus propias autoridades; existirán
jurisdicciones especializadas reguladas por la ley” (el resaltado nos
corresponde). En este sentido, la jurisdicción indígena originario
campesina es anterior a la jurisdicción ordinaria (art. 2 de la CPE).

Respecto a la relación entre jurisdicción ordinaria y jurisdicción indígena


originaria campesina, el art. 179.II de la CPE, establece que: “La
jurisdicción ordinaria y la jurisdicción indígena originario campesina
gozarán de igual jerarquía”, es decir, en una dinámica de cooperación y
coordinación (art. 192 de la CPE) y no de paternalismo.

Ahora bien, ante la existencia de un conflicto de competencias el art.


202.11 de la CPE, entrega al Tribunal Constitucional Plurinacional la
atribución de conocer: “Los conflictos de competencia entre la jurisdicción
indígena originaria campesina y la jurisdicción ordinaria y agroambiental”,
en este sentido, la autoridad que considere que se usurpa su competencia
“…solicitará que ésta última se aparte de su conocimiento” [art. 102 del
Código Procesal Constitucional (CPCo)], así, “Si la autoridad requerida
rechaza la solicitud o no se manifiesta en el plazo de los siete días
subsiguientes, a partir de la petición de la autoridad demandante, ésta se
encontrará facultada para plantear el conflicto ante el Tribunal
Constitucional Plurinacional”.

En ese entendido, la resolución del Tribunal Constitucional Plurinacional se


limita a determinar la autoridad indígena originaria campesina u ordinaria
en su caso, competente para conocer un determinado asunto y si bien
mediante este tipo de proceso constitucional se pretende resguardar la
garantía del juez natural no por ello se observa si los estándares de la
jurisdicción competente respetan o el debido proceso pues ello
corresponde en su caso a otras acciones constitucionales.

Ahora bien, respecto a los ámbitos de aplicación de la jurisdicción


indígena
originaria campesina el art. 191.II de la CPE, determina que: “La
jurisdicción indígena originario campesina se ejerce en los (…) ámbitos de
vigencia personal, material y territorial…” correspondiendo efectuar una
interpretación desde y conforme a la Constitución y los Tratados del
Derecho Internacional de Derechos Humanos (arts. 13.IV y 256 de la CPE)
del art. 8 de la Ley de Deslinde Jurisdiccional, es decir:

III.2.1. Ámbito de vigencia personal

El art. 30.I de la CPE, precisa: “Es nación y pueblo indígena


originario campesino toda la colectividad humana que comparta
identidad cultural, idioma, tradición histórica, instituciones,
territorialidad y cosmovisión, cuya existencia es anterior a la
invasión colonial española”, por su parte el art. 2 de la Ley
Fundamental , hace referencia a dos elementos a considerar que
son: “Dada la existencia precolonial de las naciones y pueblos
indígena originario campesinos y su dominio ancestral sobre sus
territorios…” y finalmente debe considerarse el art. 191.I de la
Norma Suprema, que establece: “La jurisdicción indígena
originario campesina se fundamenta en un vínculo particular de
las personas que son miembros de la respectiva nación o pueblo
indígena originario campesino”.

En este sentido, para este Tribunal Constitucional Plurinacional


resulta claro que la interpretación del art. 9 de la Ley de Deslinde
Jurisdiccional que establece: “Están sujetos a la jurisdicción
indígena originaria campesina los miembros de la respectiva
nación o pueblo indígena originario campesino”, debe
interpretarse en un sentido amplio y conforme al art. 191.II.1 de
la CPE, que establece que: “Están sujetos a esta jurisdicción los
miembros de la nación o pueblo indígena originario campesino,
sea que actúen como actores o demandado, denunciantes o
querellantes, denunciados o imputados, recurrentes o
recurridos”, de donde puede extraerse que inicialmente alcanza
a:

1) Los miembros de las colectividades humanas que comparten


identidad cultural, idioma, tradición histórica, instituciones,
territorialidad y cosmovisión con existencia precolonial y que
ejercen dominio ancestral sobre sus territorios. Al respecto, la
SCP 1422/2012 de 24 de septiembre, aclaró que: “…debe
precisarse además que en el contexto de las naciones y
pueblos indígena originario campesinos, su estructura
organizativa por razones también de orden socio-histórico,
podría estar compuesta por organizaciones campesinas, juntas
vecinales u otras modalidades organizativas que reflejen un
proceso de mestizaje vivido en el País, en estos casos, el
reconocimiento de derechos colectivos como naciones y
pueblos indígena originario campesinos, responderá a la
concurrencia de cualquiera de los elementos de cohesión
colectiva descritos supra, es decir a la existencia de identidad
cultural; idioma; organización administrativa; organización
territorial; territorialidad ancestral; ritualidad y cosmovisión
propia, entre otras…”, aspecto que no debe resultar
sorprendente si se considera la cantidad oficial de personas
auto-identificadas como indígenas y la magnitud de migración
interna provocadas por las necesidades económico - sociales
en nuestro país.

2) En este sentido, debe considerarse que el vínculo “particular”


que une a los miembros de una nación o pueblo indígena
originario campesino de ninguna manera podría fundarse en el
nacimiento o los rasgos físicos, por ello mismo, una persona
no nacida en una determinada cultura puede adoptar la misma
y por ende ser juzgado por la jurisdicción indígena originaria
campesina, por ello mismo el art. 1.2 del Convenio 169 de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), establece que:
“La conciencia de su identidad o tribal deberá considerarse un
criterio fundamental para determinar los grupos a los que se
aplican las disposiciones del presente Convenio”.

3) Por otra parte y considerando que el derecho colectivo a


administrar su justicia está relacionado a la construcción de su
identidad social, es lógico aceptar que es posible el
juzgamiento de personas que no necesariamente pertenezcan
a la nación o pueblo indígena originaria campesino pero que
voluntariamente de manera expresa o tácitamente se sometan
a dicha jurisdicción por ejemplo al decidir ocupar sus territorios
ancestrales aunque ello no implica que no deba analizarse en
cada caso la concurrencia de los ámbitos territorial, material y
personal referidos por el art. 191.II de la CPE.

III.2.2. Ámbito de vigencia territorial

Respecto al ámbito territorial, el art. 11 de la Ley de Deslinde


Jurisdiccional (LDJ), señala que: “El ámbito de vigencia territorial
se aplica a las relaciones y hechos jurídicos que se realizan o
cuyos efectos se producen dentro de la jurisdicción de un pueblo
indígena originario campesino, siempre y cuando concurran los
otros ámbitos de vigencia establecidos en la Constitución Política
del Estado y en la presente Ley”, lo que sin duda busca preservar
la seguridad jurídica en las relaciones jurídicas entendida en la SC
0287/99-R de 28 de octubre de 1999, como: "…condición
esencial para la vida y el desenvolvimiento de las naciones y de
los individuos que la integran. Representa la garantía de la
aplicación objetiva de la ley, de tal modo que los individuos
saben en cada momento cuáles son sus derechos y sus
obligaciones, sin que el capricho, la torpeza o la mala voluntad de
los gobernantes pueda causarles perjuicio".

Ahora bien, dicha norma, también debe interpretarse en el marco


del art. 191.II.3 de la CPE, que refiere: “Esta jurisdicción se
aplica a las relaciones y hechos jurídicos que se realizan o cuyos
efectos se producen dentro de la jurisdicción de un pueblo
indígena originario campesino”, es decir:

i) En general la jurisdicción indígena originaria campesina se


aplica en los territorios ancestrales.

ii) A hechos cometidos fuera del espacio físico de un territorio


indígena originario campesino que puedan afectar la cohesión
social colectiva como podría suceder; por ejemplo cuando,
los mismos se produzcan por una autoridad en
representación del pueblo indígena originario campesino o
exista desvío de poder respecto a dicha representación.

III.2.3. Ámbito de vigencia material

Respecto al art. 191.II.2 de la CPE, respecto al ámbito de


vigencia material, establece que la jurisdicción indígena originaria
campesina: “…conoce los asuntos indígena originario campesinos
de conformidad a lo establecido en una Ley de Deslinde
Jurisdiccional”, pese a ello, a este Tribunal Constitucional
Plurinacional le resulta absolutamente claro que las comunidades
indígena originario campesinas vienen conociendo desde la
antigüedad todas las controversias surgidas en la misma de
forma que cuentan con la presunción de competencia por su
situación histórica de desventaja respecto a la jurisdicción
ordinaria por lo que la interpretación de la Ley de Deslinde
Jurisdiccional, debe efectuarse de tal manera que lo inhibido a la
jurisdicción indígena originaria campesina sea el resultado de una
interpretación sistemática del texto constitucional de donde
resulte que la exclusión de un “asunto” de la competencia de la
jurisdicción indígena originaria campesina busque de manera
evidente y clara en el caso concreto proteger un bien jurídico de
entidad nacional o internacional de acuerdo a las particularidades
del caso concreto.

III.3. El territorio como factor esencial en la conservación y


construcción de la identidad cultural

La relación con la tierra, los animales y las cosas que en el mundo


occidental se ha ido perdiendo se mantiene en la mayor parte de los
pueblos indígenas y es un elemento que la Constitución Política del Estado
pretende rescatar, así el preámbulo de nuestra Ley Fundamental,
establece: “En tiempos inmemoriales se erigieron montañas, se
desplazaron ríos, se formaron lagos. Nuestra Amazonia, nuestro chaco,
nuestro altiplano y nuestros llanos y valles se cubrieron de verdores y
flores. Poblamos esta sagrada Madre Tierra con rostros diferentes, y
comprendimos desde entonces la pluralidad vigente de todas las cosas y
nuestra diversidad como seres y culturas. Así conformamos nuestros
pueblos…” (el resaltado es nuestro).

La relación entre la tierra y las comunidades indígenas es evidente, así la


Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Comunidad
indígena Yakye Axa Vs. Paraguay, Sentencia de Fondo, Reparaciones y
Costas de 17 de junio de 2005, sostuvo: “La garantía del derecho a la
propiedad comunitaria de los pueblos indígenas debe tomar en cuenta que
la tierra está estrechamente relacionada con sus tradiciones y expresiones
orales, sus costumbres y lenguas, sus artes y rituales, sus conocimientos y
usos relacionados con la naturaleza, sus artes culinarias, el derecho
consuetudinario, su vestimenta, filosofía y valores. En función de su
entorno, su integración con la naturaleza y su historia, los miembros de las
comunidades indígenas transmiten de generación en generación este
patrimonio cultural inmaterial, que es recreado constantemente por los
miembros de las comunidades y grupos indígenas”; mientras que en el
caso de la Comunidad Moiwana Vs. Suriname, Sentencia de excepciones
preliminares, fondo, reparaciones y costas de 15 de junio de 2005, se
estableció que: “Las partes en el presente caso están de acuerdo en que
los miembros de la comunidad no tienen un título legal formal -ni colectiva
ni individualmente- sobre sus tierras tradicionales en la aldea de Moiwana
y los territorios circundantes. Según lo manifestado por los representantes
y por Suriname, el territorio pertenece al Estado residualmente, ya que
ningún particular o sujeto colectivo tiene título oficial sobre dichos
terrenos.
Sin embargo, esta Corte ha sostenido que, en el caso de comunidades
indígenas que han ocupado sus tierras ancestrales de acuerdo con sus
prácticas consuetudinarias -pero que carecen de un título formal de
propiedad- la posesión de la tierra debería bastar para que obtengan el
reconocimiento oficial de dicha propiedad y el consiguiente registro. La
Corte llegó a esa conclusión considerando los lazos únicos y duraderos que
unen a las comunidades indígenas con su territorio ancestral. La estrecha
relación que los indígenas mantienen con la tierra debe de ser reconocida
y comprendida como la base fundamental de sus culturas, su vida
espiritual, su integridad y su supervivencia económica. Para tales pueblos,
su nexo comunal con el territorio ancestral no es meramente una cuestión
de posesión y producción, sino un elemento material y espiritual del que
deben gozar plenamente, inclusive para preservar su legado cultural y
transmitirlo a las generaciones Futuras”.

Mientras que en el caso comunidad Indígena Sawhoyamaxa Vs. Paraguay


dentro de la Sentencia de Fondo, Reparaciones y Costas de 29 de marzo
de 2006, respecto a la propiedad sostuvo: “…este Tribunal considera que
los conceptos de propiedad y posesión en las comunidades indígenas
pueden tener una significación colectiva, en el sentido de que la
pertenencia de ésta “no se centra en un individuo sino en el grupo y su
comunidad. Esta noción del dominio y de la posesión sobre las tierras no
necesariamente corresponde a la concepción clásica de propiedad, pero
merecen igual protección del artículo 21 de la Convención Americana.
Desconocer las versiones específicas del derecho al uso y goce de los
bienes, dadas por la cultura, usos, costumbres y creencias de cada pueblo,
equivaldría a sostener que sólo existe una forma de usar y disponer de los
bienes, lo que a su vez significaría hacer ilusoria la protección del artículo
21 de la Convención para millones de personas” y concluyó en el caso
concreto que: “…Si bien el Paraguay reconoce en su ordenamiento el
derecho a la propiedad comunitaria de las tierras y recursos naturales de
los indígenas, el reconocimiento meramente abstracto o jurídico de dicho
derecho carece prácticamente de sentido si no se ha delimitado
físicamente y entregado las tierras por falta de medidas adecuadas de
derecho interno necesarias para garantizar el uso y goce efectivo de tal
derecho por parte de los miembros de la Comunidad Sawhoyamaxa. Con
ello se ha amenazado el libre desarrollo y transmisión de su cultura y
prácticas tradicionales”.

En este marco, la Ley de Deslinde Jurisdiccional en su art. 4 inc. b),


establece entre los principios que regulan dicha Ley y que sirven por tanto
para su interpretación la: “Relación espiritual entre las naciones y pueblos
indígena originario campesinos y la Madre Tierra. Las naciones y pueblos
indígena originario campesinos tienen derecho a mantener y fortalecer su
propia relación espiritual con sus tierras y territorios que tradicionalmente
han poseído, ocupado, o utilizado y asumen las responsabilidades para
con las generaciones venideras.

En el marco de sus cosmovisiones, las naciones y pueblos indígena


originario campesinos mantienen una relación armoniosa, de
complementariedad y respeto con la Madre Tierra”, aspectos que sin duda
permiten concluir que las naciones y pueblos indígenas originario
campesinos cuentan con la posibilidad de mantener una regulación propia
de su tierra y ejercer poder de decisión sobre el mismo -territorio- siempre
en el marco de los derechos de la madre tierra.

III.4. Análisis del caso concreto

Es necesario, analizar desde los ámbitos territorial, material y personal los


hechos denunciados como delito de despojo por Julio Chambilla Choque y
Eva Marizol López Machicado contra Reynaldo Abelo Mamani, Rufina
López de Abelo, Juan Quispe Callisaya, Juan de Dios Párraga Mamani,
Florencio Álvarez Mamani, Mario Dorado Párraga Altamirano, dirigentes de
la comunidad Chirapaca y determinar si corresponde la competencia a la
jurisdicción ordinaria penal o a la jurisdicción indígena originaria
campesina.

En primera instancia, debe observarse que la Resolución 10/2012, del Juez


de Partido y de Sentencia Penal de Achacachi “…DECLARA PROBADA la
excepción innominada interpuesta por la parte acusadora y consecuencia
se suscita conflicto de competencia…”, cuando la parte querellada y
acusada fue la que planteó cosa juzgada provocando el conflicto de
competencias jurisdiccionales, además debe observarse que la referida
Resolución no efectúa fundamentación alguna de los ámbitos material,
territorial y personal establecidos en el art. 191.II de la CPE, por lo que se
denota falta de argumentación y coherencia en la referida decisión, pese a
ello, al no existir fundamentación alguna sobre la autoridad competente
este Tribunal entiende la existencia del conflicto de competencias
jurisdiccionales ello porque el Juez de Partido y de Sentencia Penal de
Achacachi, de haberse considerado incompetente debió remitir
directamente antecedentes a las autoridades del Sindicato Agrario de
Chirapaca y no al Tribunal Constitucional Plurinacional ello en virtud a que
otro entendimiento es decir devolver antecedentes para que se efectúe la
debida fundamentación y un pronunciamiento afectaría al principio de
celeridad que rige a la actividad jurisdiccional de la justicia constitucional.
Asimismo, corresponde aclarar que en un conflicto de competencias
jurisdiccionales no corresponde a la justicia constitucional determinar la
existencia o no, de cosa juzgada sino la jurisdicción competente para
conocer la problemática que en su momento determinará si la decisión o
las decisiones resultan inmutables o no, ello en virtud a que inicialmente la
justicia constitucional no se constituye en una instancia homologadora de
las decisiones en la jurisdicción ordinaria ni en la jurisdicción indígena
originaria campesina.

Ahora bien, respecto a la competencia personal, el informe técnico de la


comunidad Chirapaca TCP/ST/UD/JIOC-JP/inf. 0010/2012 de la Unidad de
Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional (fs. 61 a 123),
establece que la población de Chirapaca se encuentra ubicada a 55 km
ciudad de El Alto, limitando al norte con la comunidad de Peñas y
Karhuiza, al este con Pariri, al oeste con Batallas y Karhuiza, al sur
Yawrichapi, Caluyo y Cullucachi que durante el periodo incaico su
organización se basó en el “ayllu” que durante la colonia se sometió al
mando de corregidores, alcaldes mayores, regidores y otros funcionarios y
que respecto al fenómeno de la sindicalización el referido informe sostuvo
“..la conformación del “sindicato agrario” en estas comunidades responde
a un proceso histórico que en determinado momento fue parte de la
defensa y lucha contra el sistema de la ex hacienda durante los periodos
entre la Guerra del Chaco (1932 a 1935), la Revolución del 1952 y las
medidas posteriores a la revolución (reforma Agraria, voto universal,
reforma educativa entre otros) que devino en la “campenización” de los
pueblos indígenas y la intervención de los sindicatos como instancias
reivindicativas…”; que en Chiripaca habrían tenido sus particularidades en
este sentido el referido informe sostiene: “Partimos de este contexto
histórico para comprender la “sindicalización” de la comunidad de
Chirapaca, como parte de un proceso político, económico y social
vinculado a sus reivindicaciones como pueblos, sin embargo, de ello es
preciso destacar que este proceso se desarrolla en un contexto indígena,
es decir, estas comunidades hasta la actualidad siguen reproduciéndose
con base a sus prácticas, valores, lengua, normas entre otros elementos
propios de su identidad y cosmovisión dentro de una estructura sindical;
así por ejemplo en Chirapaca encontramos que sus autoridades son
nombradas de acuerdo a sus usos y costumbres (muyu), así como su
organización territorial se basa en la “sayaña” donde existen elementos
tradiciones (mink´a, ayni, yanapa, phayna, waky, paylla, etc.); asimismo,
el “secretario de justicia”, que anteriormente eran asumidas por las
autoridades originarias denominadas Jilacatas (después denominado
corregidores); siguen resolviendo sus conflictos en base a principios y
valores ancestrales…”; al respecto debe considerarse que el art. 1.1 del
Convenio 169 de la OIT, que establece: “El presente Convenio se aplica:
(…) b) a los pueblos en países independientes, considerados indígenas por
el hecho de descender de poblaciones que habitaban en el país o en una
región geográfica a la que pertenece el país en la época de la conquista o
la colonización o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y
que, cualquiera que sea su situación jurídica, conserven todas sus propias
instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas”,
implicando que no importa la denominación de un pueblo indígena
originario campesino sino los valores que asume y la forma que en los
hechos asume de vivir en colectividad y que devienen de antes de la
colonia.

La falta de un reconocimiento estatal a una nación o pueblo indígena no


puede constituirse en un óbice para reconocer su derecho colectivo a
administrar su justicia ello por su existencia precolonial que impele a
efectuar una interpretación siempre a favor de la jurisdicción indígena
originaria campesina respecto a la ordinaria, en este sentido, la SCP
0645/2012 de 23 de julio, consideró la deuda histórica de los pueblos
indígenas y la falta de reconocimiento oficial por parte del Estado con los
siguientes argumentos:

“-Toda interpretación debe partir del principio de pluralismo, como


principio irradiador y transversal en nuestro orden constitucional, por ello
entre los elementos sustanciales a considerarse para determinar la posible
existencia de un pueblo indígena se encuentran la autoidentificación y la
forma de vida de un determinado colectivo.

- La historia de los pueblos indígenas en Bolivia fue de marginación y


abandono, aspecto que constituye una de las razones primordiales que
justificó la labor del constituyente en aras de la 'construcción colectiva del
Estado' hoy reflejada en el preámbulo de la Constitución Política del
Estado, que declara: 'El pueblo boliviano, de composición plural, desde la
profundidad de la historia, inspirado en las luchas del pasado, en la
sublevación indígena anticolonial, en la independencia, en las luchas
populares de liberación, en las marchas indígenas, sociales y sindicales, en
las guerras del agua y de octubre, en las luchas por la tierra y territorio, y
con la memoria de nuestros mártires, construimos un nuevo Estado…'.

- En base a lo anterior, la relación de los pueblos indígenas con las


instituciones estatales, no se rigió por el principio de respeto de forma
que, de parte de los pueblos indígenas dicha relación inicialmente se rige
por un principio de desconfianza.
- El desconocimiento de sus territorios podría devenir en una de las más
graves vulneraciones a los derechos de las naciones y pueblos indígena
originario campesinos, pues podría implicar sin duda alguna su
desaparición cultural (caso Comunidad indígena Yakye Axa vs. Paraguay).

- Piénsese que en la lógica de muchos pueblos y comunidades indígenas,


no se observa la necesidad de contar con personería jurídica o poseer un
título de propiedad -máxime si se considera que los procedimientos para
alcanzar dicha personería jurídica en nuestro país, todavía continúan
siendo ineficaces y de difícil tramitación- lo que los hace vulnerables
respecto a la pérdida de sus territorios”.

En el presente caso, Julio Chambilla Choque y Eva Marizol López


Machicado plantearon acusación y querella por el delito de despojo contra
Reynaldo Abelo Mamani, Rufina López de Abelo, Juan Quispe Callisaya,
Juan de Dios Párraga Mamani, Florencio Álvarez Mamani, Mario Dorado
Párraga Altamirano miembros y dirigentes de la Comunidad Chirapaca
ante el Juez de Partido y de Sentencia Penal de Achacachi de la provincia
Omasuyos del departamento de La Paz y debe tomarse en cuenta que
durante los actuados Julio Chambilla Choque y Eva Marizol López
Machicado alegaron ser oriundos de la localidad de Chirapaca constando
inclusive cédula de identidad de este último donde se establece como
lugar de nacimiento “Chirapaca - Los Andes - LP” (fs. 43), debe tenerse
presente que en la audiencia pública celebrada el 2 de marzo de 2012, el
abogado de los querellados - acusados sostuvo que: “Si bien estas cedulas
de identidad evidencia que ellos han nacido en la localidad de chirapaca
pero aclara que prácticamente uno es nacer y otro es vivir, en este caso
ellos viven en la Paz…”, lo que concuerda con el informe cursante a fs. 32
en las cuales las autoridades de la comunidad Chirapaca sostienen que:
“verificados y revisados en las diferentes listas existentes dentro la
comunidad de Chirapaca, actividades realizadas según usos y costumbres,
no se encontró ningún dato. Tampoco existen en las listas de zonas, ni en
las listas de usuarios o beneficiarios ante el sistema de agua y riegos, peor
en algunas instituciones existentes en la Comunidad. La comunidad en
general no conoce ni ha visto realizar actividades agrícolas o ganaderas.
No reside en Chirapaca”, de donde se extrae que en contrapartida de lo
sostenido por los querellantes las autoridades del lugar niegan su
pertenencia a la referida comunidad.

Al respecto debe establecerse que conforme lo desarrollado


en el
Fundamento Jurídico III.2.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional,
el hecho de que Julio Chambilla Choque y Eva Marizol López Machicado,
no sean reconocidos por los miembros de la comunidad como parte de la
misma, no implica necesariamente que no se cumpla el requisito de
ámbito personal, porque los mismos habrían comprado el terreno a los
hermanos Aparicio, reconocidos como miembros de la comunidad quienes
también conocían sobre la normativa indígena del lugar y además al
trasladarse a un territorio ancestral era de su conocimiento que se estaban
sometiendo a la jurisdicción indígena originaria campesina adquiriendo de
acuerdo al caso los deberes y derechos particulares reconocidos por las
normas del bloque de constitucionalidad a los pueblos indígenas que
pueden hacer valer al interior de la comunidad o en sede constitucional,
otro entendimiento implicaría una amenaza a la integridad e identidad
social de la comunidad y un desconocimiento a la configuración del Estado
boliviano como “…unitario social de derecho plurinacional comunitario…”
por lo que bajo dichas circunstancias este Tribunal Constitucional
Plurinacional entiende la existencia del ámbito personal.

Respecto al ámbito territorial, no existe como es lógico de suponer, una


delimitación exacta sobre el territorio de la comunidad Chirapaca, pese a
ello, Bolivia se encuentra en una etapa de reconfiguración y reconstitución
de sus territorios históricos -republicanos, coloniales o pre-coloniales- así
el art. 269.II de la CPE, refiere que: “La creación, modificación y
delimitación de las unidades territoriales se hará por voluntad democrática
de sus habitantes, de acuerdo a las condiciones establecidas en la
Constitución y la ley”, pese a ello, resulta claro que el terreno objeto del
presunto delito y de la aplicación de la normativa indígena originaria
campesina, según el caso, se encuentra al interior de la comunidad
Chirapaca cuyos miembros en asamblea determinaron que por su
supuesto abandono por varios años se utilice como campo deportivo, por
lo que se evidencia una afectación directa al interés de la comunidad, a la
vigencia de sus normas propias y a la manera de entender el uso social de
la propiedad que en definitiva afecta a la construcción social de su
identidad.

Respecto al ámbito material en la comunidad Chirapaca se utiliza el


Estatuto Orgánico de la Federación Sindical Única de Trabajadores
Campesinos de la provincia Los Andes y el Reglamento Interno de la
Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de la provincia de
Los Andes, mismos que se constituyen en fuente del Derecho no estatal
conforme el principio de pluralismo jurídico establecido en el art. 1 de la
CPE, así el informe técnico de la comunidad Chirapaca
TCP/ST/UD/JIOC-JP/inf. 0010/2012 de la Unidad de Descolonización del
Tribunal Constitucional Plurinacional establece que: “Chirapaca administra
justicia con base en sus usos y costumbres (como ellos lo denominan) y el
Estatuto Orgánico de la F.S.U.T.C.P.L.A. en el marco de la Justicia
Indígena Originaria Campesina. Al referirse a la justicia indígena las
autoridades de la comunidad refieren que es aquella justicia originaria del
pueblo y que no vienen de afuera” y respecto al procedimiento el informe
establece: “Cuando hay un conflicto, digamos de tierra primero se acude
al Secretario de justicia, quien hace conocer al Secretario General, luego el
directorio se reúne, no puede pasar mucho tiempo, luego se cita a las
partes en conflicto donde tratamos de solucionar en consenso y
conciliación como antes de acuerdo a usos y costumbres (…) prima
siempre la conciliación(…) si no hay comprensión recién se baja a la
asamblea en ese caso la asamblea resuelve (…) de todo lo actuado se
eleva informe a la Subcentral.

En problemas de tierra baja a la asambleas (…) en las oficinas del INRA


nos pide la decisión del pueblo, entonces en la asamblea las bases decide
y esa acta se hace, todos firmamos y eso nomas es, no se va a la justicia
ordinaria.

Años pasado dos o tres conflictos hemos solucionado (…) tiene que
respetarse lo que aprueba la comunidad, las personas tienen que respetar
el acta que redactamos y firmamos todos.

En la comunidad la última instancia es la asamblea que interviene en


casos graves (…) una vez que el conflicto llega a la asamblea, todo esto
entre en acta y se respeta (…) cuando no se cumple las actas, se aplica
sanciones como trabajos comunales, multa (es dinero, especie a favor de
la comunidad o de las partes afectadas) casi no se llega a la expulsión (…)
esta sanción se aplica en último caso cuando se afecta gravemente a la
comunidad.

Se eleva también informe a la subcentral, central (…) también las


bartolinas están conformados, la federación provincial y departamentales,
ellos son nuestros cabezas como nuestro papa también nos apoyan (…)
cuando no hay solución también nos apoyan (…) ellos resuelven entre
comunidades.

Cuando el conflicto llega a la subcentral nos hace llamar a las autoridades


(…) nos pregunta, si hay posible solución, entonces él puede intervenir, si
hay buena voluntad nos indica que la comunidad normas soluciones (…)
así se resuelve”.

Ahora bien, conforme lo desarrollado en el Fundamento Jurídico III.3 de


esta Sentencia Constitucional Plurinacional la relación entre naciones y
pueblos indígena originario campesinos con su territorio es inescindible, en
este sentido, el art. 20 del Estatuto Orgánico de la Federación Sindical
Única de Trabajadores Campesinos de la provincia Los Andes que
conforme se vio ut supra constituye fuente del Derecho no estatal
establece respecto a la tierra “…nacimos y en ella vivimos, la trabajamos
cuidamos y cuando fenece nuestras vidas pasamos a ser parte de ellas…”
y sobre el abandono de tierras el Informe Técnico de la Comunidad
Chirapaca TCP/ST/UD/JIOC-JP/inf. 0010/2012 de la Unidad de
Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional establece que:
“respecto al abandono de la sayaña en la reunión también señalaron: La
persona tiene que recibirse en su conciencia si ha errado, si no ha
cumplido tiene que decirle al pueblo discúlpenme tanto voy a poder y se
incorpora con permiso de la comunidad previamente (…) la persona que
quiere volver después de tres o cuatros tiene que pagar a la comunidad de
acuerdo a su conciencia y si no paga no tienen ningún derecho, tiene que
irse nomas eso dice nuestros estatutos… puede ser que abandone un año
o dos pero si es más de diez años eso es abandono total”.

En el presente caso Julio Chambilla Choque y Eva Marizol López Machicado


plantearon acusación y querella por delito de despojo que refiere a la
posesión de terreno en la comunidad de Chirapaca materia que los
comunarios del lugar de forma antiquísima fueron conociendo y hace
parte fundamental de su organización social conforme se desarrolló en el
Fundamento Jurídico III.3 de esta Sentencia, por lo que se entiende que la
conducta denunciada corresponde juzgarse por las autoridades del
Sindicato Agrario de Chirapaca de la provincia de Los Andes del
departamento de La Paz que tienen procedimientos y normas específicas
para regular la tenencia de la tierra y en su caso para recuperarla por lo
que existiendo una relación armónica y coherente entre los ámbitos
personal, material y territorial corresponde declarar competente a la
jurisdicción indígena originaria campesina, debiendo Julio Chambilla
Choque y Eva Marizol López Machicado hacer valer sus pretensiones y
derechos ante las autoridades y conforme la normas del Sindicato Agrario
de Chirapaca.

Finalmente y respecto al memorial de Julio Chambilla Choque y Eva


Marizol López Machicado dirigido al Tribunal Constitucional Plurinacional
por el que denuncian que sus derechos fundamentales estarían siendo
vulnerados (fs. 50 a 51), se debe reiterar que conforme lo desarrollado en
el Fundamento Jurídico III.2 de esta Sentencia mediante un proceso de
conflicto de competencias jurisdiccionales en esta instancia constitucional
únicamente puede determinarse la jurisdicción competente pero no la
presunta vulneración a derechos y garantías, la rectitud de las decisiones
del Sindicato Agrario de Chirapaca si se respetaron o no los estándares
mínimos del debido proceso elementos mismos que en su caso deben
reclamarse ante el propio Sindicato y en su caso ante la justicia
constitucional.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en virtud de la jurisdicción y competencia


que le confieren los arts. 202.11 de la Constitución Política del Estado
Plurinacional de Bolivia y 12.11, 28.I.10 y 124 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional, resuelve declarar:

1° COMPETENTE a las autoridades originarias del Sindicato Agrario de


Chirapaca de la Provincia de Los Andes del departamento de La Paz, para
conocer en el fondo las pretensiones de Julio Chambilla Choque y Eva Marizol
López Machicado debiendo en este sentido observar y respetar sus derechos
conforme el art. 190.II de la CPE;

2° Exhortar al Juez de Partido y de Sentencia Penal de Achacachi de la


provincia
Omasuyos del departamento de La Paz, resuelva los incidentes de conflicto
de competencias entre la jurisdicción ordinaria y la jurisdicción indígena
originaria campesina considerando y fundamentando los ámbitos material,
territorial y personal.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

Se hace constar que no interviene el Magistrado Tata Gualberto Cusi Mamani por
encontrase con baja medica y en suplencia legal firma el Dr. Macario Lahor
Cortez Chávez.

Dr. Ruddy José Flores Monterrey


PRESIDENTE

Dra. Neldy Virginia Andrade Martinéz


MAGISTRADA

Dra. Lígia Mónica Velasquéz Castaños


MAGISTRADA

Fdo. Efren Choque Capuma


MAGISTRADA

Fdo. Soraida Rosario Chanez Chire


MAGISTRADO

Fdo. Dra. Mitha Camacho Quiroga


MAGISTRADO

Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez


MAGISTRADO

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