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Cas 801 2020 Piura PDF

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CORTE SUPREMA DE JUSTICIA CORTE

SUPREMA - Sistema de Notificaciones Electronicas


SINOE
SEDE PALACIO DE JUSTICIA,
Vocal Supremo:SAN MARTIN CASTRO CESAR
EUGENIO /Servicio Digital - Poder Judicial del Perú
Fecha: 2/02/2022 11:27:52,Razón: RESOLUCIÓN
JUDICIAL,D.Judicial: CORTE SUPREMA /
LIMA,FIRMA DIGITAL

CORTE SUPREMA DE CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


JUSTICIA CORTE SUPREMA
- Sistema de Notificaciones
Electronicas SINOE SALA PENAL PERMANENTE
SEDE PALACIO DE JUSTICIA,
Vocal Supremo:ALTABAS KAJATT
DE MILLA MARIA DEL CARMEN
PALOMA /Servicio Digital - Poder
Judicial del Perú
Fecha: 3/02/2022 20:07:46,Razón:
RESOLUCIÓN SENTENCIA CASACIÓN N.° 801-2020/PIURA
JUDICIAL,D.Judicial: CORTE
SUPREMA / LIMA,FIRMA DIGITAL
PONENTE: CESAR SAN MARTIN CASTRO

CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA CORTE SUPREMA Título. Secuestro extorsivo. Disminución prudencial de la pena.
- Sistema de Notificaciones
Electronicas SINOE Sumilla. 1. La tentativa, prevista en el artículo 16 del Código Penal, es
SEDE PALACIO DE JUSTICIA, una causal de disminución de la punibilidad y, como tal, una
Vocal Supremo:NUÑEZ JULCA
HECTOR HUGO /Servicio Digital - circunstancia que se construye desde el grado de realización del delito.
Poder Judicial del Perú
Fecha: 3/02/2022 14:45:21,Razón: La consecuencia de la tentativa es que: “El juez reprimirá la tentativa
RESOLUCIÓN
JUDICIAL,D.Judicial: CORTE disminuyendo prudencialmente la pena” –no es, propiamente, una causa de
SUPREMA / LIMA,FIRMA DIGITAL
atenuación privilegiada–. 2. El delito de secuestro extorsivo se
consuma cuando el sujeto pasivo o un tercero cumple con entregar el
CORTE SUPREMA DE beneficio económico indebidamente exigido, bastando su
JUSTICIA CORTE SUPREMA desprendimiento. 3. Desde el principio de legalidad –específicamente, la
- Sistema de Notificaciones
Electronicas SINOE garantía penal–, en el sub-lite concurren dos causales de disminución de
SEDE PALACIO DE JUSTICIA,
Vocal Supremo:SEQUEIROS
la punibilidad: tentativa y minoría relativa de edad. Ellas autorizan a
VARGAS IVAN ALBERTO /Servicio imponer, siempre, una pena por debajo del mínimo legal. La pena básica,
Digital - Poder Judicial del Perú
Fecha: 03/02/2022 15:06:07,Razón: en el presente caso, dada la agravante específica de tercer grado:
RESOLUCIÓN
JUDICIAL,D.Judicial: CORTE víctimas menores de edad, es de cadena perpetua. Otros datos que
SUPREMA / LIMA,FIRMA DIGITAL
merecen destacarse, al margen de no ser consideradas como
circunstancias de atenuación privilegiadas –que nuestro Código no
CORTE SUPREMA DE acepta al no incorporar ninguna de ellas–, es la genérica de ser reo
JUSTICIA CORTE SUPREMA primario, mientras que además concurre que académicamente llegó hasta
- Sistema de Notificaciones
Electronicas SINOE el cuarto año de secundaria, sin perjuicio de tomar en consideración la
SEDE PALACIO DE JUSTICIA, forma y circunstancias de la comisión del delito y la culpabilidad por el
Vocal Supremo:CARBAJAL
CHAVEZ NORMA BEATRIZ hecho. 4. No solo no es relevante la torpeza de la ejecución del delito
/Servicio Digital - Poder Judicial del
Perú por el imputado –como indirectamente ha destacado el Tribunal
Fecha: 3/02/2022 14:41:58,Razón: Superior–, sino que dada la conminación penal, a cargo del legislador, la
RESOLUCIÓN
JUDICIAL,D.Judicial: CORTE
SUPREMA / LIMA,FIRMA DIGITAL
disminución prudencial de la pena no puede estimarse en solo ocho años
de privación de libertad. La desproporción entre injusto y culpabilidad
CORTE SUPREMA DE con la pena impuesta es patente. La proporcionalidad concreta prohíbe
JUSTICIA CORTE SUPREMA la imposición de una pena exagerada, y desde el principio de
- Sistema de Notificaciones
Electronicas SINOE humanidad, en su óptica material, la pena no debe suponer un trato
SEDE PALACIO DE JUSTICIA, degradante y la destrucción del sujeto como ser social, es decir, son
Secretario De Sala -
Suprema:SALAS CAMPOS PILAR contrarias a este principio penal las penas indefinidas y la pena de
ROXANA /Servicio Digital - Poder
Judicial del Perú muerte.
Fecha: 07/02/2022 12:18:02,Razón:
RESOLUCIÓN
JUDICIAL,D.Judicial: CORTE
SUPREMA / LIMA,FIRMA DIGITAL

–SENTENCIA DE CASACIÓN–
Lima, cuatro de febrero de dos mil veintidós

VISTOS; en audiencia pública: el recurso de casación,


por la causal de infracción de precepto material, interpuesto por el señor FISCAL
SUPERIOR DE PIURA contra la sentencia de vista de fojas doscientos ocho, de
tres de abril de dos mil diecinueve, en cuanto confirmando en un extremo y
revocando en otro la sentencia de primera instancia de fojas doscientos
veintiocho, de veintinueve de agosto de dos mil diecisiete, condenó a José
Santos Chávez Morales como autor del delito de secuestro extorsivo
tentado en agravio de Miriam Judith Huacho Valerio y los menores
I.N.CH.H. y C.S.CH.H. a ocho años de pena privativa de libertad y al pago

–1–
SENTENCIA CASACIÓN N.° 801-2020/PIURA

de diez mil soles por concepto de reparación civil; con todo lo demás que al
respecto contiene.
Ha sido ponente el señor SAN MARTÍN CASTRO.

FUNDAMENTOS DE HECHO

PRIMERO. Que las sentencias de mérito declararon probado que el día siete
de julio de dos mil dieciséis, en horas de la mañana, cuando, como solían
hacerlo, los menores I.N.CH.H. y C.S.CH.H., de seis y de ocho años de
edad, respectivamente, quienes estudiaban en la Institución Educativa
14123, ubicada en La Arena, acudieron al citado centro de estudios y al
finalizar la jornada escolar se dirigieron a su domicilio, ubicado en la calle
Cuzco 121 – La Arena. En circunstancias que habían caminado una cuadra
se acercó a ellos una mototaxi de color azul que se estacionó a su lado, y el
conductor les dijo, llamándoles por sus nombres, que suban a la
motocicleta porque su papá le había pedido que los lleve a casa. Los niños,
confiados en esas frases, subieron al vehículo, el cual se desplazó
inicialmente con dirección al domicilio de los menores, pero antes de llegar
se desvió por las canaletas de dicha zona y se estacionó en una pequeña
elevación, donde les manifestó que su padre los había citado en este lugar
porque él se encontraba en sus chacras. En esos momentos el chofer le dio
una palmada al menor Carlos, quien se había bajado para ver qué pasaba, e
inmediatamente cogió un saco se lo puso en la cara del menor, colocó sus
pies en otra bolsa y le tapó la boca con su chompa. Del mismo modo el
citado individuo colocó al menor Isaac, de seis años, en una bolsa negra que
le llegaba hasta el cuello y lo obligo a sentarse en el vehículo, luego de lo
cual continuó su camino.
∞ Una vez llegado a su destino, el conductor se bajó de la mototaxi y cargó
a los menores hasta una casa desconocida por los agraviados, quienes
solamente atinaban a obedecer sus órdenes, a los que bajo amenazas
conminó a que no gritaran. Cuando les quitó las bolsas, los agraviados
apreciaron que la casa tenía un piso de tierra. Acto seguido recibieron la
orden de sentarse en unos ladrillos, después el sujeto se retiró y los dejó en
dicho lugar encerrados en una habitación. Los agraviados, aprovechando la
ausencia de dicho sujeto, se alimentaron con lo que tenían en su lonchera, y
más tarde regresó el sujeto indicándoles si deseaban algo de comer, a lo que
respondieron negativamente.
∞ En tanto la madre de los menores, Miriam Judith Huacho Valerio, debido
a la demora de sus hijos, se constituyó al Colegio, donde le dijeron que ya
no se encontraban, por lo que siguió la ruta que siempre hacían sus hijos
para llegar a casa, ocasión en que se encontró con uno de los amigos de sus
hijos, quien le expresó que los vio en una mototaxi. Inmediatamente la
denunciante acudió a su domicilio para asegurarse si los agraviados habían
regresado a su domicilio, circunstancias en que se percató que había un nota
de color verde que solicitaba mil quinientos soles a cambio de devolverle a
sus hijos, caso contrario los venderían a una red de tráfico de órganos;

–2–
SENTENCIA CASACIÓN N.° 801-2020/PIURA

además, se le proporcionó un número de teléfono fijo cero setenta y tres


trescientos setenta y tres ciento dieciocho al cual debía comunicarse. La
madre de los niños se alarmó y realizó la denuncia correspondiente, de
suerte que el personal policial efectúo la búsqueda del teléfono en las
páginas blancas y constató que el teléfono pertenecía a María Mercedes
Sernaqué Chiroque, domiciliada en calle Libertad doscientos cuatro,
Asentamiento Humano Tres de Abril – La Arena.
∞ La Policía se constituyó a esa vivienda y se percató que se trataba de un
teléfono público, por lo que luego de realizar la espera y llamadas a dicho
número, logró intervenir al encausado JOSÉ SANTOS CHÁVEZ MORALES,
quien estaba parado cerca al teléfono público, y al preguntarle por los
agraviados, les indicó que se encontraban en una vivienda ubicada en la
calle San Martin – La Arena. La indicada vivienda se encontraba en un
lugar cercano al local del teléfono público, y luego de verificar sus
ambientes, encontraron a los menores. En efecto, los efectivos policiales se
constituyeron a este domicilio, que era cercano al lugar donde se encontraba
el teléfono público, y después de verificar los ambientes encontraron en una
habitación a los menores I.N.CH.H. y C.S.CH.H. Los agraviados, luego de
ser rescatados, reconocieron al imputado Chávez Morales como el
conductor de la mototaxi que los recogió y que fue responsable de la
privación de su libertad.

SEGUNDO. Que el trámite de la causa y del incidente respectivo se llevó a


cabo como a continuación se detalla:
1. En mérito a lo precedentemente expuesto, la Fiscalía por requerimiento
de fojas setenta y cuatro vuelta, del cuaderno de casación, formuló
acusación contra José Santos Chávez Morales como autor directo del delito
contra el patrimonio – secuestro extorsivo tentado en agravio de I.N.CH.H.
y C.S.CH.H. y de Miriam, Judith Huacho Valerio, al haber limitado la
libertad de los menores reteniéndolos contra su voluntad en una vivienda
ajena con la finalidad de obtener un beneficio patrimonial de parte de
Huacho Valerio. Solicitó treinta años de pena privativa de la libertad
efectiva en atención a la reducción de cadena perpetua por haberse
presentado el delito en grado de tentativa y doce mil soles de reparación
civil.
2. Realizada la audiencia de control de acusación, mediante resolución de
fojas una, de tres de febrero de dos mil diecisiete, se dictó auto de
enjuiciamiento contra JOSÉ SANTOS CHÁVEZ MORALES por delito de
secuestro extorsivo en grado de tentativa.
3. Tras el juicio oral, la sentencia de primera instancia de fojas doscientos
veintiocho, de veintinueve de agosto de dos mil diecisiete, condenó a JOSÉ
SANTOS CHÁVEZ MORALES como autor del delito de secuestro extorsivo en
grado de tentativa a veinticinco años de pena privativa de libertad y al pago
de diez mil soles por concepto de reparación civil.
∞ La sentencia estimó que existió violencia al momento que el acusado
embolsó a los menores para llevárselos, y amenaza al momento que el

–3–
SENTENCIA CASACIÓN N.° 801-2020/PIURA

acusado redactó los manuscritos encontrados por la madre de los agraviados


en su vivienda y los manuscritos que se incautaron en el acto de la
intervención del imputado. Estos manuscritos señalaban la cantidad de
dinero que solicitaba a cambio de los menores, y amenazaban a la agraviada
con entregar a los a los traficantes de órganos.
∞ Para la determinación de la pena consideró que el tipo delictivo tiene
previsto una pena que va de los doce hasta los veinte años de privación de
libertad, y que debía disminuirse prudencialmente la pena por tratarse de
tentativa conforme a lo dispuesto por el artículo 16 del Código Penal, a
partir de la cual, atento a las circunstancias anteriores, concomitantes y
posteriores, especialmente como el de no haber colaborado con la justicia,
pues ha negado su responsabilidad. De otro lado, en función a sus
condiciones personales, se tiene que el imputado es agente primario, tiene
veinte años, el delito quedó en grado de tentativa y por principio de
humanidad corresponde ubicar la pena dentro del mínimo legal, la que debe
resultar suficiente y proporcional al daño ocasionado. Respecto a la
reparación civil dijo que debe graduarse de manera proporcionada.
4. El imputado Chávez Morales por escrito de fojas doscientos sesenta y
nueve, de veinticuatro de agosto de dos mil diecinueve, interpuso recurso de
apelación. Alego que no se tomó en cuenta que el delito quedó en grado de
tentativa; que tiene responsabilidad restringida y, sobre todo, no se aplicó el
principio de garantía de la humanidad de las penas; que sobre esas bases se
debió disminuir la pena a quince años; que no se tuvo en cuenta el
procedimiento de determinación de la pena establecido en el Acuerdo
Plenario 1-2008/CJ-116; que no se valoró objetivamente el principio de
humanidad de las penas puesto que la conducta solo ha causado un mínimo
de lesividad y no se puso en peligro la integridad de los menores. Pidió se le
imponga quince años de privación de libertad y mil quinientos soles de
reparación civil.
5. Seguido el procedimiento de apelación, por sentencia de vista de fojas
doscientos ocho, de tres de abril de dos mil diecinueve, se revocó la pena
impuesta y se le impuso ocho años de privación de libertad. Los argumentos
son los siguientes:
A. La posición de la Fiscalía Superior que se confirme la sentencia
puesto que la tentativa no es una causa de disminución de la
punibilidad, no es un atenuante privilegiado, así como porque resulta
errado analizar la condena sobre la base de un delito tentado puesto
que el hecho fue consumado: los menores estuvieron efectivamente
privados de su libertad en un inmueble que posteriormente fue
intervenido por la policía.
B. La sentencia de primera instancia consideró que para determinar la
pena concreta se debe tener en cuenta la condiciones personales del
acusado (no tiene antecedentes, tiene veinte años y el delito quedó en
grado de tentativa, por lo que corresponde ubicar la pena en el
mínimo legal). Respecto a las circunstancias del hecho no ha

–4–
SENTENCIA CASACIÓN N.° 801-2020/PIURA

colaborado con la justicia porque desde el primer momento negó el


hecho.
C. La jurisprudencia ha indicado que el delito de extorsión consiste en
obligar a una persona a otorgar al agente o a un tercero, una ventaja
económica indebida, mediante la violación o amenaza o manteniendo
como rehén al sujeto pasivo u otra persona y se consuma cuando el
sujeto pasivo cumple con entregar el beneficio económico
indebidamente solicitado, bastando su desprendimiento. Este tipo se
consuma en el momento en que se materializa la ventaja exigida. La
consumación se frustró ante la intervención antes de la llamada
extorsiva como consta de los hechos y ratificada con la declaración
del imputado.
D. No ha existido trauma psicológico en los menores. El
aprovechamiento lucrativo del agente, se trataba de un trabajador de
su padre que les dijo que su padre iría a recogerlos al lugar donde se
encontraban, el encausado no ejerció violencia o conducta hostil
sobre los menores en cautiverio. No se ha demostrado afectación
psicológica grave.
E. Sería desproporcional aplicar una pena de veinticinco años a una
persona que si bien ha cometió un hecho gravísimo y calificado
como extorsión en nuestra normatividad penal, la sanción
determinada por el A-Quo no resulta acorde con la lesividad que se
puede advertir de la acción realizada, además es necesario señalar
que el artículo 22 del Código Penal señala la edad del imputado
como una eximente imperfecta, y que es una persona que no ha
tenido la capacidad suficiente para estructurar el hecho delictivo,
pues tal como se advierte de los hechos éste dio un número de
teléfono fijo para que lo contacten o paguen el rescate, siendo ese el
motivo por el cual la policía lo pudo ubicar rápidamente, pues se
pidió la ubicación del teléfono fijo y se montó el operativo.
F. La pena debe ser adecuada a efecto que la misma sea acorde y
razonable con el daño causado, teniendo en cuenta que el encausado
tenía diecinueve años al momento de los hechos, que cuenta solo con
cuarto de secundaria, que es agente primario y no tiene condición de
reincidente, ni habitual, en consecuencia, corresponde disminuir la
pena de veinticinco años, al ser una persona joven debe aplicársele
ocho años de pena privativa de la libertad.
G. La pena es desproporcional porque no resulta acorde con la lesividad
ya que no ha tenido la capacidad para estructurar el hecho delictivo.
6. Contra la sentencia de vista el Fiscal Superior de Piura interpuso recurso
de casación. El recurso respectivo corre en el escrito de fojas doscientos
veinticuatro, de veintiséis de abril de dos mil diecinueve.

TERCERO. Que el señor FISCAL SUPERIOR en su escrito de recurso de


casación invocó como motivos de casación: infracción de precepto material
y apartamiento de doctrina jurisprudencial –artículo 429, incisos 3 y 5, del

–5–
SENTENCIA CASACIÓN N.° 801-2020/PIURA

Código Procesal Penal –. Razonó, de un lado, que se infringió los artículos


200 y 16 del Código Penal, en atención a la concreción de la pena impuesta;
que indebidamente se consideró la tentativa como una atenuante
privilegiada; y, de otro lado, que es evidente un concurso de delitos y el
apartamiento de la doctrina jurisprudencial respecto de la tentativa, además
los dos rehenes fueron menores de edad; que no se logró la finalidad
patrimonial a raíz de la denuncia de la madre de las niñas y por el operativo
realizado por la policía; que los niños resultaron afectados emocionalmente.
CUARTO. Que en merito a la denuncia de infracción de las reglas de
medición de la pena y del alcance del tipo penal de secuestro extorsivo, lo
que derivó en una pena que el Ministerio Público cuestiona y que es de rigor
examinar, este Tribunal Supremo por Ejecutoria de treinta de enero de dos
mil veinte, declaró fundada la queja interpuesta por el Ministerio Público
ante la denegación del recurso de casación y concedió el recurso de
casación por la causal de infracción de precepto material respecto del juicio de
medición de la pena. Se descartó la causal de apartamiento al no citar
sentencia o acuerdo vinculante alguno. Se está, en consecuencia, ante una
casación sustantiva.
∞ Este Tribunal Supremo por Ejecutoria de fojas sesenta y uno del cuaderno
de casación formado en esta Sala Suprema, de veinte de agosto de dos mil
veintiuno, ratificó el conocimiento del recurso de casación por la citada causal.

QUINTO. Que, instruidas las partes de la admisión del recurso de casación,


sin la presentación de alegatos ampliatorios por alguna de ellas, dentro del
plazo, se expidió el decreto de fojas ochenta y cinco, de quince de diciembre
último, que señaló fecha para la audiencia de casación para el día viernes
veintiocho de enero de este año.

SEXTO. Que, según el acta adjunta, la audiencia pública de casación se


realizó con la intervención del señor Fiscal Adjunto Supremo en lo Penal,
doctor Abel Pascual Salazar Suarez.

SÉPTIMO. Que, concluida la audiencia, a continuación, e inmediatamente,


en la misma fecha, se celebró el acto de la deliberación de la causa en sesión
secreta. Efectuada ese mismo día la votación correspondiente y obtenido el
número de votos necesarios, por unanimidad, corresponde dictar la
sentencia casatoria pertinente, cuya lectura se programó en la fecha.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO. Que la censura casacional está centrada en el objeto penal y,


específicamente, en el juicio de determinación de la pena a partir del examen del
delito de tentativa de secuestro extorsivo y de los supuestos típicos materia
de subsunción.

–6–
SENTENCIA CASACIÓN N.° 801-2020/PIURA

SEGUNDO. Que la acusación fiscal calificó el hecho como delito de


secuestro extorsivo tentado, tipificación que fue asumida por los jueces de
mérito. Empero, la acusación fiscal hizo mención al último parágrafo del
artículo 200 del Código Penal, pues los dos rehenes eran menores de edad:
de seis y ocho años de edad (ex artículo 220, último parágrafo, literal a), del
Código Penal, según el Decreto Legislativo 1237, de veintiséis de
septiembre de dos mil quince) –que conminaba el delito con la pena de
cadena perpetua, tal como expresamente lo mencionó–. Así fluye, incluso,
de la acusación oral resaltada por el Juzgado Penal en la sentencia de
primera instancia [folio quince, párrafo 4.1].
∞ La sentencia de primera instancia impuso al encausado Chávez Morales
veinticinco años de pena privativa de libertad. Solo invocó el artículo 16 del
Código Penal. Hizo mención, además, a la edad de veinte años del
imputado, pero no indicó la relevancia punitiva de ello, al no citar el artículo
22 del Código Penal ni el Acuerdo Plenario respectivo.
∞ Esta sentencia solo fue impugnada por el imputado Chávez Morales,
quien destacó que el delito quedó en grado de tentativa, que era sujeto de
responsabilidad restringida y debía aplicarse el principio de humanidad de
las penas, por lo que pidió se le imponga quince años de privación de
libertad y mil quinientos soles por concepto de reparación civil.
∞ El Tribunal Superior, de un lado, aceptó parcialmente los agravios del
encausado Chávez Morales. Ratificó que el delito quedó en grado de
tentativa y, además, aceptó taxativamente la aplicación del artículo 22 del
Código Penal. De otro lado, invocando el principio de proporcionalidad, la
finalidad de la pena, y las características del hecho, así como que el
imputado es primario y solo llegó al cuarto año de secundaria, rebajó la
pena e impuso al citado encausado Chávez Morales ocho años de pena
privativa de libertad.

TERCERO. Que, en cuanto a la calificación del delito como uno que quedó en
grado de tentativa, es de advertir que la Fiscalía Provincial y los Tribunales
de primera y segunda instancia aceptaron que el delito de secuestro
extorsivo materia de condena no se consumó. El recurso de apelación solo
fue ejercido por el imputado. La Fiscalía Provincial quedó conforme.
Luego, en sede de apelación solo podía discutirse si esa calificación podría
dar lugar una pena menos grave a la impuesta en primera instancia. El
recurso de apelación defensivo, además, incluyó como causa petendi la
aplicación del artículo 22 del Código Penal y un petitum o petición de una
pena y reparación civil sensiblemente más bajas que las impuestas por el
Juzgado Penal. El Tribunal Superior aceptó la aplicación del artículo 22 del
Código Penal. Sobre este punto este Tribunal Supremo ya se pronunció,
positivamente, en el Acuerdo Plenario 4-2016/CIJ-116.

CUARTO. Que la tentativa, prevista en el artículo 16 del Código Penal, es


una causal de disminución de la punibilidad y, como tal, una circunstancia que se
construye desde el grado de realización del delito. La consecuencia

–7–
SENTENCIA CASACIÓN N.° 801-2020/PIURA

de la tentativa es que: “El juez reprimirá la tentativa disminuyendo


prudencialmente la pena” –no es, propiamente, una causa de atenuación
privilegiada– [conforme: PRADO SALDARRIAGA, VÍCTOR: Consecuencias
jurídicas del delito, Editorial IDEMSA, Lima, 2016, pp. 245-246].
∞ El delito de secuestro extorsivo se consuma cuando el sujeto pasivo o un
tercero cumple con entregar el beneficio económico indebidamente exigido,
bastando su desprendimiento [Ejecutoria Suprema 4396-1999/Huánuco]; de
suerte que si el desarrollo de la conducta se quiebra o corta antes de que la
víctima directa o un tercero haga entrega de la ventaja indebida exigida por
el o los agentes, se estará ante una tentativa, mas no ante una conducta de
extorsión consumada [SALINAS SICCHA, RAMIRO: Derecho Penal Parte
Especial, 5ta. Edición, Editorial Grijley, Lima, 2013, pp. 1228]. El tipo
básico es preciso: el agente ha de obligar a una persona a otorgar al agente o
a un tercero una ventaja económica indebida u otra venta de cualquier otra
índole; por tanto, en nuestra legislación penal se requiere que se otorgue una
ventaja económica, que la víctima se desprenda de su patrimonio en
cumplimiento de la exigencia, aunque las cosas exigidas no han llegado aún
al poder del extorsionador o de la persona o de las personas señaladas por
él, y mucho menos que se realice el beneficio ilícito; el instante de la
entrega es lo esencial” [PEÑA CABRERA, RAÚL: Tratado de Derecho Penal
– Parte Especial, Tomo II, Ediciones Jurídicas, Lima, 1993, p. 301. En
igual sentido, BRAMONT-ARIAS TORRES, LUIS ALBERTO – GARCÍA
CANTIZANO, MARÍA DEL CARMEN: Manual de Derecho Penal Parte
Especial, 3ra. Edición, Editorial San Marcos, Lima, 1997, p.368].
∞ En el sub-judice esto último no ocurrió. Antes del desprendimiento
patrimonial la policía descubrió los hechos, capturó al agente delictivo y
rescató a los rehenes. Luego, es claro que se trató de una tentativa.

QUINTO. Que, ahora bien, desde el principio de legalidad –específicamente,


la garantía penal–, en el sub-lite concurren dos causales de disminución de la
punibilidad: tentativa y minoría relativa de edad. Ellas autorizan a imponer,
siempre, una pena por debajo del mínimo legal. La pena básica, en el
presente caso, dada la agravante específica de tercer grado: víctimas
menores de edad, es de cadena perpetua. Otros datos que merecen destacarse,
al margen de no ser consideradas como circunstancias de atenuación
privilegiadas –que nuestro Código no acepta al no incorporar ninguna de
ellas–, es la circunstancia de atenuación genérica de ser reo primario,
mientras que además concurre que el imputado recurrente, académicamente,
llegó hasta el cuarto año de secundaria, sin perjuicio de tomar en
consideración la forma y circunstancias de la comisión del delito y la
culpabilidad por el hecho.
∞ Como el Código Penal considera esta conducta como una de las más
reprobables por privar de la libertad personal de dos niños y solicitar un
rescate para su liberación, al punto que la conmina con la pena de cadena
perpetua, los criterios para imponer una pena menor solo pueden aquellos
que constituyan causales de disminución de punibilidad y causas de

–8–
SENTENCIA CASACIÓN N.° 801-2020/PIURA

atenuación privilegiada (que el propio Código no incorporó). A los menores


agraviados se les violentó, al punto que se les amenazó y se les colocó en
sendas bolsas, así como acto seguido se les dejó encerrados en una
habitación mientras se negociaba el rescate; y, solo relativiza el hecho la
edad del imputado y el que la familia de los niños no se había desprendido
del dinero exigido, sin perjuicio de entender que el secuestro comprendió a
dos niños, de seis y ocho años de edad, quienes fueron liberados por la
Policía, y que el imputado es delincuente primario.
∞ En estas condiciones no solo no es relevante la torpeza de la ejecución del
delito por el imputado –como indirectamente ha destacado el Tribunal
Superior–, sino que dada la conminación penal, a cargo del legislador, la
disminución prudencial de la pena no puede estimarse en solo ocho años de
privación de libertad. La desproporción entre injusto y culpabilidad con la
pena impuesta es patente. La proporcionalidad concreta prohíbe la
imposición de una pena exagerada, y desde el principio de humanidad, en
su óptica material, la pena no debe suponer un trato degradante y la
destrucción del sujeto como ser social, es decir, son contrarias a este
principio penal las penas indefinidas y la pena de muerte [POLAINO
NAVARRETE, MIGUEL: Lecciones de Derecho Penal – Parte General, 2da.
Edición, Editorial Tecnos, Madrid, 2015, pp. 81-82]. Nada específicamente
extraordinario en la conducta del imputado merece destacarse, sea desde los
móviles o de la presencia de apremiantes circunstancias que presionaron
para la comisión del delito, sea desde la voluntaria e inmediata reparación
del daño, y, por lo demás, si no medió confesión sincera ni un ánimo de
colaborar con la justicia en el curso del proceso.

SEXTO. Que, en estas condiciones, es de casar la sentencia impugnada en


relación al quantum de la pena impuesta; y, analizando, como fluye de los
fundamentos jurídicos precedentes, los factores constitucional y legalmente
procedentes, corresponde confirmar la pena de veinticinco años de
privación de libertad impuesta por el Juzgado Penal. Se entendió
erróneamente el alcance punitivo de la tentativa y se realizó un juicio de
determinación de la pena fuera de los márgenes jurídicos constitucional y
legalmente aceptables, que dio lugar a la imposición de una pena
exageradamente reducida.

DECISIÓN

Por estas razones: I. Declararon FUNDADO el recurso de casación, por la


causal de infracción de precepto material, interpuesto por el señor FISCAL
SUPERIOR DE PIURA contra la sentencia de vista de fojas doscientos ocho, de
tres de abril de dos mil diecinueve, en cuanto confirmando en un extremo y
revocando en otro la sentencia de primera instancia de fojas doscientos
veintiocho, de veintinueve de agosto de dos mil diecisiete, condenó a José
Santos Chávez Morales como autor del delito de secuestro extorsivo
tentado en agravio de Miriam Judith Huacho Valerio y los menores

–9–
SENTENCIA CASACIÓN N.° 801-2020/PIURA

I.N.CH.H. y C.S.CH.H. a ocho años de pena privativa de libertad y al pago


de diez mil soles por concepto de reparación civil; con todo lo demás que al
respecto contiene. En consecuencia, CASARON la sentencia de vista en el
extremo de la pena impuesta. II. Actuando como instancia:
CONFIRMARON la sentencia de primera instancia en la parte que impuso
como pena veinticinco años de privación de libertad; con lo demás que al
respecto contiene. III. MANDARON se lea esta sentencia en audiencia
pública, se notifique inmediatamente y se publique en la página web
del Poder Judicial; registrándose. IV. DISPUSIERON se transcriba la
presente Ejecutoria al Tribunal Superior de origen para los fines de ley y se
devuelvan los actuados. INTERVINO el señor juez supremo Núñez Julca por
licencia del señor juez supremo Coaguila Chávez. V. HÁGASE saber a las
partes procesales personadas en esta sede suprema.
Ss.
SAN MARTÍN CASTRO

ALTABÁS KAJATT

NÚÑEZ JULCA

SEQUEIROS VARGAS

CARBAJAL CHÁVEZ
CSMC/YLPR

– 10 –

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