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Ensayo Déjalos Ir Con Amor

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Universidad Autónoma de Baja California

Campus Tijuana
Facultad de Medicina, Psicología y Nutrición

Ensayo “déjalos ir con amor”

Catedrático: Chávez Macias Dora Alejandra

Materia: Tanatología

Alumno: Luna Ocaranza Adrian

Matrícula: 1261587

Grupo: 395
Déjalos ir con amor es una obra interesante que independientemente del área
laboral en el que nos encontremos o la etapa de nuestra vida sería muy
enriquecedor leerlo ya que no solamente como profesionales de la salud veremos
este tipo de temas en la vida diaria, si no como amigos, hermanos, hijos y padres
quizá en un futuro, y deberemos ser conscientes de las necesidades que puedan
tener las personas que estén pasando por un duelo, así como no hacer menos sus
emociones o sentimientos, cosa que solemos hacer en nuestra cultura y reprimir
gran parte de ellos.

Me gustó como al inicio del libro tienen un subtema acerca de cómo negamos
nuestras emociones, así como negamos la muerte. No solo durante un duelo pasa
esto, si no durante toda nuestra vida cuando hay algo que nos afecta, pienso que
depende mucho del ambiente en el que nos encontremos y nuestra cultura.

Por ejemplo, en México donde es de “Hombres y machos” no llorar, se queda


impregnada esa idea desde que son niños y conforme crecen solo siguen
repitiendo ese tipo de ideas y comportamientos pensando que es como deben ser
las cosas, cuando la realidad es que todos deberíamos expresar lo que sentimos,
hablar de aquello que nos duele, que nos angustia y asistir a terapia.

Algo que me sorprendió mucho es el tema de la muerte con los niños, no estaba
en contra de la idea de que los niños asistan a funerales, pero tampoco sabía
manejar ese tema respecto a si estaba bien, no lo había pensado claramente y
tiene sentido que el niño pueda asistir al funeral, saber que es la muerte,
experimentar parte de ella y prepararse poco a poco para el futuro. Si queremos
que los niños puedan expresar libremente sus sentimientos y también lo hagan
una vez siendo adultos, tenemos que dejarles, lo que ya estaba en su derecho,
asistir y despedirse de los familiares.

Respecto a mi vida, nunca tuve una experiencia de este tipo con la muerte, la
única que recuerdo es acerca de la muerte mi perro y la de mis abuelos, y
justamente como lo mencionan en el libro acerca de como antes la mayoría de las
personas morían en sus hogares, fue así como me toco vivirlo años atrás, en la
casa de mis abuelos. Recuerdo que no sentía algo en específico, no tenía un lazo
muy fuerte con ellos, pero sabía que ya no volverían y no me afecto de alguna
forma en particular.

Claro que como hemos visto, no todos, niños y adultos, viven sus duelos de la
misma forma, a cada persona le afectará de distinta manera y tendrán diferentes
necesidades, así como la necesidad de diferentes herramientas o personas para
poder afrontar esa etapa de la vida.

Cuando inicie el libro no pensé que hubiera tantos tipos de muerte, como la
muerte de un amigo, padre, hermano, hijo e incluso el de un hijo antes de nacer.
Saber que existen todos estos tipos también nos ayudará a no caer en el error de
juzgar desde nuestro privilegio y nuestro estado emocional, el duelo de otras
personas independientemente del tipo de duelo que estén viviendo. Incluso el tipo
de duelo no tiene que ser lo que determine al 100% como reaccionará la persona,
he conocido personas que han llorado por el duelo de sus abuelos, de sus amigos
y de sus propias mascotas (el cual podría decir que es el único duelo que
realmente he experimentado).

También me pareció muy interesante e importante el capítulo donde habla acerca


de la muerte que se da antes o después de nacer y también el que especifique
que no solamente es la pérdida de un ser querido, si no la forma en la que nacen
también puede darse una forma de duelo ya que al nacer siendo diferentes a las
demás personas saben que pasarán por dificultades en su vida, que las personas
a su alrededor quizá no serán las más conscientes de esas situaciones y que
incluso pueden ser muy crueles durante toda su vida; todo esto incluye un duelo
que no solemos reconocer, incluso el del propio embarazo en la mujer.

Es evidente que como hombres no podemos entender el dolor de una mujer, ni de


cualquier otra persona en duelo, que ha perdido a su bebé porque no es nuestro
cuerpo y no atravesamos todo ese proceso 9 meses, pero lo que sí podemos
hacer es empezar a reflexionar un poco acerca de todo lo que tuvo que pasar, que
todos somos diferentes y que reaccionamos de diferente manera, que podemos
tener todo tipo de duelos y para algunas personas será más difícil afrontarlo que
otras, que no todos contamos con el mismo apoyo y tampoco tenemos los mismos
recursos.

Hubo otro capítulo que me llamo la atención que fue acerca de la autoprotección
contra todo este tipo de duelos y una frase que a mi parecer describe muy bien
este tipo de experiencias: “Otros sucesos son fulminantes, se abaten sobre
nosotros con tal estruendo y violencia que por un tiempo no sabemos qué fue lo
que nos derribó”. Me pareció interesante porque muchas veces no solemos pensar
o reflexionar acerca de muchas cosas en nuestra vida y la muerte puede ser una
de ellas ya que como sabemos en nuestra cultura no está muy bien visto el
aceptar la muerte y lo único que solemos hacer es ignorarla o evitarla de
diferentes formas, desde un inicio el libro lo mencionaba de una forma diferente,
¿cómo esperaríamos llegar a tener esa tranquilidad o felicidad cuando no nos
expresamos?

Para poder conocer esa alegría, habrá que afrontar toda esa tristeza que se nos
presenta durante un duelo o cualquier otra circunstancia de la vida, en mis
publicaciones de Facebook siempre lo escribo y repito mil veces “Es importante
expresar lo que sentimos y ser vulnerables”, la vulnerabilidad, aunque es vista
como un signo de derrota o de debilidad en nuestra sociedad machista, es lo más
sano.

También es importante saber que debemos aprender a expresarnos con las


personas que nos rodean y hacerlo de la manera adecuada sin afectar o agredir a
quienes están tratando de ayudarnos o entendernos, así como tratar de evitar
escapar de nuestros sentimientos o de la situación que se está viviendo con
acciones que puedan dañar nuestra salud física, mental o social.

El tema de la muerte es complicado de abordar en nuestra sociedad, pero pienso


que si poco a poco lo hablamos con tranquilidad, lo normalizamos durante la
infancia permitiendo a los niños asistir a los funerales y responder de forma
honesta sin ocultar información, podremos acercarnos cada vez más a una
sociedad que no juzgue la vulnerabilidad, el tipo de duelo y la forma en que lo
viven.

Por último, reconozco que no soy un experto en el tema, y sé que no se trata


acerca de eso, pero leer un poco acerca de ello nos hará más conscientes acerca
del dolor que pueden llegar a sentir otras personas, las cosas por las que pueden
estar atravesando, así como saber como acercarnos a ellos y preguntarles si es
que necesitan algo de nosotros o si hay alguna manera en que podamos
apoyarlos, siempre de una forma respetuosa y amable.

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