2° Dossier Módulo 1
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Introducción al
conocimiento del derecho
administrativo del
docente
Bibliografía 18
Jerarquía de las Normas Pirámides de Kelsen
La jerarquía de las normas es un tema que todo docente o agente del sistema
educativo debe conocer, ya que directa o indirectamente el quehacer diario implica la
aplicación de las mismas, por ende debe conocerse la correcta aplicación de las
mismas en el sistema jurídico.-
Las normas sirven como una herramienta para lograr los fines del Derecho,
principalmente, la justicia, la seguridad jurídica y la paz entre los miembros de la
sociedad a la cual sirven y también para el logro de otros fines no jurídicos, como son,
el bienestar económico, salud, calidad de vida, contribuir con el desarrollo cultural,
científico y tecnológico, así como la realización de los valores que todo Estado anhela,
pero principalmente como un instrumento para lograr la felicidad de toda persona en
un Estado de Derecho.-
Entonces, resulta prudente mencionar quién fue Hans Kelsen (Praga, 11 de octubre de
1881 – Berkeley, California, 19 de abril de 1973). Profesor de Filosofía del Derecho de la
Universidad de Viena (desde 1917). Uno de los principales autores de la Constitución
republicana y democrática que se dio Austria en 1920, tras su derrota en la Primera
Guerra Mundial (1914-1918) y la consiguiente disgregación del Imperio Austro-
Húngaro.
Hans Kelsen creador de la “Pirámide de Kelsen”, definió el sistema estatal, como la
forma en la que se relacionan un conjunto de normas jurídicas y la principal forma de
relación entre estas dentro de un sistema, es sobre la base del principio de jerarquía.
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Como se puede apreciar, intentando dar un panorama general acerca del Ordenamiento
Jurídico Argentino. La pirámide que se presenta tiene referencias hacia la izquierda sobre el
ordenamiento a nivel nacional, y hacia la derecha se plasma cuál sería la jerarquía de las
normas en el sistema jurídico provincial.
En la cúspide de la misma, se encuentra la Constitución Nacional, como ley suprema y de
máxima jerarquía, en la misma se establecen la división de poderes, los derechos y garantías
de los ciudadanos.
Con la reforma de la Constitución Nacional en 1994, en virtud del art. 75 inc. 22, se
establecieron los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos de carácter
constitucional, entonces se encuentran a la misma altura que nuestra Constitucional
Nacional, siendo ambos instrumentos la máxima jerarquía normativa de nuestro país. -
Un escalón más abajo, se encuentran los Tratados Internacionales que no comparten las
mismas características de los antes mencionados, es decir son supralegales e
infraconstitucionales.
En el tercer escalón se encuentra la legislación nacional, aquellas Leyes que dicta nuestro
Congreso de la Nación Argentina, es decir, las leyes de fondo, como los Códigos: Penal, Civil
y Comercial, etc.; que establecen derechos y obligaciones que todos los ciudadanos deben
observar, como así también leyes de forma que se aplican a nivel nacional, que establecen
los procedimientos que se deben observar para hacer efectivos los derechos que establecen
los códigos de fondo. Aquí es importante hacer la salvedad, que los Códigos de
Procedimientos (Civil, Penal, Laboral, etc.), son facultades propias de cada provincia que no
ha sido delegada a la Nación.
De la misma jerarquía gozan las sentencias de la Corte Suprema de Justicia de la Nación,
que son de carácter general y que son destacadas ya que se refieren a cuestiones
fundamentales y que van a marcar criterios a seguir para las resoluciones de conflictos
similares posteriores.
En el cuarto escalón se ubican los Decretos del Poder Ejecutivo, que son aquellos actos
administrativos que el Sr. Presidente dicta y que poseen contenido normativo reglamentario,
que se dictan normalmente para situaciones de urgencia y necesidad, pero siempre se
encuentran por debajo de cualquier ley.
En igual sentido se encuentran las Acordadas de la Corte Suprema. Importante saber que
una acordada no es un fallo judicial. Es un acto administrativo que los tribunales dictan para
cuestiones muy diversas y que van dirigidas a los tribunales menores, a los auxiliares de la
justicia, a los justiciables en general.
En el quinto escalón se encuentran Las Resoluciones y demás normativas ministeriales, y
hace referencia a la diferente reglamentación derivada de los diferentes ministerios
nacionales y que son de aplicación en todo el territorio nacional, por ejemplo las que
dicta el Ente Nacional Regulador de la Electricidad. Es decir que son actos
administrativos, entendidos éstos como toda declaración, disposición o decisión de la
autoridad estatal en ejercicio de sus propias funciones administrativas, productoras de
un efecto jurídico.
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En el sexto escalón está la jurisprudencia, que por excelencia emana de la actividad del
Poder Judicial, que son aquellos decisorios judiciales que deben observarse y cumplirse
como la ley misma, pero que solo tienen fuerza y validez entre las partes involucradas. -
En la base se encuentran los Contratos o Acuerdos entre Particulares, ya que nuestra
normativa establecen todo contrato válidamente celebrado es obligatorio para las
partes, y antes de la reforma del código establecía que el mismo debía cumplirse como
la ley misma.-
Por último, debe hacerse referencia a los Usos y Costumbres. Los usos, prácticas y
costumbres son vinculantes cuando las leyes o los interesados se refieren a ellos o en
situaciones no regladas legalmente, siempre que no sean contrarios a derecho.
La Vía Jerárquica que debe observarse internamente, está íntimamente ligada con el
organigrama interno y vigente del Ministerio.
La importancia de conocerlo permitiría, notoriamente, agilizar los trámites que a diario
se realizan en las diferentes unidades organizacionales dependientes de la cartera
ministerial.
Concretar el fin perseguido implica obtener el decisorio que se pretende, es decir lograr
que la administración pública se manifieste, que se pronuncie mediante la emisión de un
acto administrativo.
El organigrama ministerial se dispone por medio de Decreto del Gobernador de la
Provincia, que es el acto administrativo por excelencia y dictado por el último escalón de
la Administración Pública, titular del Poder Ejecutivo Provincial.
Se puede tomar como base el Decreto N° 74 de fecha 11 de diciembre de 2015, el que
estableció las distintas Secretarías y Direcciones y demás unidades de organización,
que con los años se fue reformando a través del dictado de otros decretos, que no sólo
dispusieron la supresión de algunas áreas, sino que también crearon nuevas y que hacen
que hoy sea uno de los Ministerios más grandes de nuestra Provincia. -
Es importante repetir, lo necesario que resulta el conocimiento del mismo, porque ello
también plantea cuales son y serán las vías administrativas que una petición vaya a
seguir, cada vez que un agente, docente o tercero interesado realice una petición,
reclamo o denuncia.
Para ofrecer una administración ágil, sin demoras ni dilaciones innecesarias e
injustificadas, deben conocerse las vías administrativas.
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Agotamiento de la Vía Jerárquica. Importancia
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Formalidad en la gestión ante el Ministerio de Educación: Notas; Reclamos
administrativos; Aclaratoria; Denuncia Administrativa y pedidos de
Informes. Procedimiento Administrativo.
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El objeto del procedimiento administrativo, y aquí radica su importancia, es permitirle a
la administración la posibilidad de recabar toda la información necesaria para adoptar la
decisión que, siendo conforme al ordenamiento jurídico, conjugue de mejor modo el
interés público, así como posibilitar al administrado el conocimiento de los fundamentos
de la misma a los efectos de que éste, en caso de verse afectado, ejerza su defensa
alegando sobre la legalidad o arbitrariedad de las razones dadas.
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Toda autoridad o institución pública solamente puede actuar en la medida en que se
encuentre apoderada para hacerlo por el mismo ordenamiento jurídico. En virtud de ello,
todas las actuaciones de los poderes públicos deben estar legitimadas y previstas por la
ley, de modo que la Administración sólo puede actuar allí donde la ley le concede
potestades.
b. Principio del Debido Proceso: este principio está íntimamente relacionado con la
garantía de la defensa en juicio y la tutela efectiva reconocida en el Pacto de San José de
Costa Rica, por lo que es de raigambre constitucional. El mismo emana directamente de
la Constitución Nacional (artículo18) “[...]Es inviolable la defensa de en juicio de la persona
y de los derechos [...]”, que también es receptado por la Constitución Provincial en el art.
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Como principio derivado de la garantía constitucional de defensa en juicio, el derecho al
debido proceso adjetivo (o de las formalidades), no sólo tiende a la defensa del interés
privado del particular, sino también obra como garantía del interés público. Este derecho
obliga a la autoridad administrativa al respeto de las normas y principios que regulan el
desenvolvimiento de las distintas etapas del procedimiento, debe también asegurar la
posibilidad por parte del administrado de ejercer la defensa de sus derechos.
Comprende diversos aspectos: A- el derecho a ser oído, obteniendo vista de las
actuaciones y exponiendo las razones y peticiones antes de la emisión del acto. B- el
derecho a ofrecer y producir prueba, si ella es pertinente, el derecho a controlar la
producida por la administración y el de presentar alegatos y descargos una vez vencido
el período probatorio- C- el derecho a una decisión fundada, que comprenda la
consideración expresa de todas y cada una de las cuestiones propuestas y de los
principales argumentos.
Este principio se extiende al procedimiento administrativo como un medio de lograr el
encuadre de la administración al marco de la legalidad objetiva (referida al fondo de las
cuestiones a resolver).
c. Principio de oficialidad o impulso de oficio: En virtud de este principio, corresponde a la
autoridad administrativa, por sí, adoptar todos los recaudos conducentes al avance del
procedimiento, hasta el dictado del acto final, y asimismo, desarrollar la actividad
tendiente a reunir los medios de prueba para su adecuada resolución, lo que no suprime
en modo alguno la intervención de los administrados ni les cercena el derecho a
presentarse e impulsarlo.
Este es un deber de la Administración que juega con independencia de la existencia o no
de particulares interesados en las actuaciones.
¿Qué sucede si un particular debe producir alguna prueba o acto que obste a la
prosecución del procedimiento —por ejemplo, acreditar su personería, o denunciar
domicilio real (artículo 32 Ley de Procedimiento Administrativo de la Provincia) ¿Cómo
juega el impulso de oficio? ¿Se puede decretar la caducidad del procedimiento o
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mandando a archivar las actuaciones (artículo 92 Ley de Procedimiento Administrativo
de la Provincia)?
La regla es la siguiente: primero intimar al interesado para que, dentro de un plazo
razonable fijado por la administración, cumpla con el acto que obsta a la continuación de
las actuaciones. En caso de incumplimiento, comenzará a correr el plazo de seis meses
para decretar la caducidad y mandar a archivar las actuaciones, siempre y cuando no
exista un interés general en el asunto. Porque la caducidad sólo puede jugar cuando el
interés planteado en el procedimiento sólo sea particular. Si existieren involucrados
intereses generales las actuaciones deben seguir. Por ejemplo, un docente solicita una
licencia por estudio; se le intima a que acredite los mismos (sea aportando la
documentación pertinente, o los certificados de estudios) y no lo hace; como no existe
interés general (sino sólo particular del peticionante), se podrá decretar la caducidad del
procedimiento.
Ahora bien; supongamos que estamos frente a una denuncia de una falta disciplinaria, en
este caso las actuaciones deben seguir de oficio, con independencia de la actuación u
omisión de los interesados, porque allí prima el interés general de que dichos hechos se
investiguen, para confirmar y sancionar o para desestimar y absolver a los imputados,
con total prescindencia del interés que puedan tener los denunciantes. Aquí juega con
toda su entidad, el impulso de oficio.
d. Principio de Informalismo: este principio autoriza a excusar la inobservancia de
exigencias formales no esenciales que puedan ser cumplidas posteriormente, por lo que
a algunos autores les parece más adecuado denominarlo “formalismo moderado”. En
ningún caso cabe negar la justa solución de la cuestión de fondo por motivos meramente
formales.
Este principio está íntimamente relacionado con el Principio “In Dubio Pro Actione”, es un
principio que está concebido siempre a favor del administrado, y ante la duda debe
estarse siempre a favor de la procedencia formal de la acción tentada, es decir que debe
optarse por sostener la validez de los actos, cuando estos no estén perfectamente
ajustados a la forma prescrita por la ley, si de ellos se puede comprender su finalidad.
En caso que ello no fuere posible, debe intimarse al interesado para que corrija sus vicios
antes de privarlo de sus efectos.
e. Principio de Publicidad Este principio surge del sistema republicano de Gobierno
donde todo el accionar de la administración debe gozar de publicidad y transparencia en
los procedimientos. El acto público es la máxima expresión de este principio.
f. Principio de Gratuidad: este principio, salvo que exista norma expresa que así lo
disponga, trae aparejado que todo interesado pueda peticionar ante las autoridades
administrativas sin que la falta de recursos propios sea un impedimento para ello.
Incluso no es necesario la representación letrada para intervenir en una actuación
administrativa.
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g. Otros principios: la doctrina especializada también suele enumerar la existencia de
otros principios, como el de carácter escrito, eficacia, celeridad, economía, sencillez, etc.
Cada uno de estos principios pueden ser considerados existentes dentro de los
explicados más arriba, porque, por ejemplo, no es comprensible que se sostenga la
existencia de debido proceso adjetivo si no existe eficacia, celeridad, y economía en la
tramitación de la causa.
También existen principios propios de determinados procedimientos como por ejemplo
los de libre concurrencia e igualdad relativos a las designaciones de docentes. Ambos
juegan en el sentido de posibilitar la mayor cantidad de aspirantes para luego seleccionar
en condiciones de igualdad de trato entre los que se encuentran en las mismas
condiciones.
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Asimismo, se puede agregar todo otro dato de interés, como teléfono del peticionante y
correo electrónico, el que posteriormente se podrá ratificar y constituir legalmente, para
que todas las notificaciones que se practiquen sean tenidas como válidas y legítima.
Esto último, no esta expresamente previsto en nuestra ley de procedimientos, no
obstante, las nuevas prácticas que nos trajeron las realidades vividas en pandemia,
llevaron a tomar medidas y herramientas que la tecnología nos acerca para facilitar el
trámite administrativo.
En el encabezamiento de todo escrito, debe indicarse el número, letra y año del
expediente a que corresponda, salvo que se trate de un escrito inicial con el cual se
formará una nueva actuación o expediente.
La expresión escrita es exigida porque el procedimiento administrativo, en principio y en
general siempre es escrito y se basa en las constancias del expediente (artículos 80, 69,
72y ss. de la Ley de Procedimiento Administrativo de la Provincia).
Todas las formalidades que deben reunir las presentaciones están previstas en el
TITULO IV -CAPITULO V: PRESENTACIÓN Y FORMALIDADES DE LOS ESCRITOS de la
Ley de Procedimiento Administrativo de la Provincia.
Así por ejemplo el artículo 72, dispone: “Todo escrito por el cual se promueva la iniciación
de una gestión ante la administración activa deberá reunir los siguientes requisitos: a.
Nombre, apellido y domicilio real del interesado; b. Domicilio especial, si es parte en el
asunto; c. Los hechos explicados claramente y en su caso los fundamentos o reglas de
derecho y la prueba de que ha de valerse; d. La petición en términos claros y precisos; e.
Los demás exigidos por la presente ley”.
El seguimiento de la vía jerárquica es necesario para peticionar, no obstante, en el caso de
que se trate de una denuncia contra un superior jerárquico, se dirigirá al superior común a
ambos, esto es, el denunciante y el denunciado. -
Los particulares pueden denunciar o peticionar ante cualquier organismo, aunque
determinadas peticiones tienen la forma y lugar de recepción prevista en las normas. Por
ejemplo, la solicitud de ingreso en la docencia debe presentarse en determinado
formulario, tiempo y lugar.
Los recursos administrativos son los medios o mecanismos de impugnación, mediante los
cuales aquel que se agravia de un acto administrativo, solicita al mismo órgano que dictó
el acto —o su superior jerárquico— revea el acto, revocándolo total o parcialmente.
Visto desde este ángulo, los recursos son un medio de control por parte de los particulares
de lo actuado por la autoridad administrativa pero también de la propia autoridad
administrativa que revisará su accionar. El recurrente siempre tendrá un interés concreto
en la revocación del acto que lo agravia: será su interés recursivo y puede fundarse en la
falta de legalidad del acto, o bien en la errónea valoración de la Administración de la
oportunidad, mérito o conveniencia de su dictado.
Otras veces, la interposición de los recursos, tiene por objeto inmediato agotar las
instancias administrativas, a efectos de poder demandar judicialmente a la Administración.
Aquí el interés es agotar la instancia, y los recursos son parte del trámite a seguir.
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Planteos Legales– Plazos – Ley de Procedimiento Administrativo N° 1886-
Recursos Administrativos – Control Judicial
Todo recurso es procedente contra todo acto administrativo definitivo, por oposición al
acto preparatorio que no produce efectos jurídicos directos, que resuelve el fondo del
problema planteado y produce efectos externos creando una relación entre la
administración y las demás cosas o personas.
Recursos:
Forma:
El Recurso de Revocatoria está tratado desde el artículo 118 al 125, se presenta ante la
autoridad que emitió el acto administrativo recurrido y debe ser fundado por escrito, de
modo que sólo podrá denegarse si no se encuentra fundada la ilegitimidad o
inoportunidad del acto que se impugna, y en caso de duda debe estarse por su admisión.
Esto no significa que si se presenta ante otra autoridad administrativa no deba darse
trámite; lo que significa es que la autoridad que lo recibe, debe enviarlo a quién tiene
competencia para resolverlo y que será quien emitió el acto. Esta solución dimana de la
aplicación del principio del informalismo (a favor del administrado) que rige en el
procedimiento administrativo y que también obliga a la administración a dar trámite
adecuado más allá de la denominación que le haya dado el interesado y que por ejemplo
pudo ser “ amparo”, “impugno” etc. pero de donde surja con evidencia manifiesta la
intención de que el acto sea modificado o extinguido y las razones para hacerlo.
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Pero no basta una simple firma en disconformidad para iniciar la vía recursiva; dentro
del plazo para interponer el recurso el interesado deberá ingresar su fundamentación,
caso contrario no la habrá promovido y el acto estará firme.
Por otra parte, es imprescindible aclarar que la vía recursiva en nuestra administración
pública, sólo y únicamente se inicia a través del Recurso de Revocatoria, ya que de no
promoverse no se podrá incoar el Recurso Jerárquico, conforme lo prevé el artículo 135
de la Ley de Procedimiento Administrativo.
El Recurso de Jerárquico está tratado desde el artículo 126 al 148 y se prevén todas las
instancias, requisitos, plazos y etapas procesales que el mismo debe perseguir.
Plazo:
El plazo común para interponer el Recurso de Revocatoria (art. 120 Ley de Procedimiento
Administrativo) es de cinco días contados a partir de la notificación de la decisión
recurrida.
Para el caso del Recurso Jerárquico (141 Ley de Procedimiento Administrativo) el plazo
es diez días hábiles improrrogables desde que la resolución recurrida fue notificada en
forma al interesado. Pasado este plazo caduca el derecho de interponer recurso
jerárquico.
Importante tener en cuenta que el plazo del Recurso de Jerárquico comienza a
computarse desde la notificación fehaciente de la resolución del recurso de revocatoria
interpuesto, o al día siguiente de operada la denegatoria tácita contemplada en el art. 135
de la Ley de Procedimiento Administrativo.
Para la interposición del recurso jerárquico es requisito previo haber solicitado del
funcionario autor del acto recurrido, la revocación o reforma del mismo, y que ésta haya
sido denegada.
Si la autoridad ante quien pende el recurso de revocatoria no se pronunciare en el plazo a
que se refiere el Artículo 123 - 5 días- se entenderá que lo deniega quedando, en
consecuencia, expedita la vía del recurso jerárquico.
El recurso jerárquico es la herramienta procedimental que tiene el particular para poder
dirigirse al superior del funcionario que emitió el acto impugnado y solicitar su
revocación.
A diferencia del recurso de revocatoria en el cual el mismo funcionario pueda volver
sobre sus pasos y emitir un acto diferente al que emitiera con anterioridad, estamos ante
un funcionario distinto y de nivel jerárquico superior, por ejemplo, un acto emitido por un
Director del establecimiento que puede ser revisado por el Supervisor de dicho
establecimiento.
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Cómputo del Plazo:
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Para toda diligencia que deba practicarse fuera de la sede de la autoridad
administrativa que la ordene, pero dentro del territorio de la República, se
ampliarán los plazos que fija esta ley, en un día más por cada treinta
kilómetros de distancia o fracción que no baje de quince entre la sede de la
autoridad administrativa y el lugar que debe ejercitarse o cumplirse el acto.
La distancia se calculará sobre la vía de transporte más usual, que sea más
breve en tiempo.
Si hubiere de practicarse fuera de la República, o en un lugar de ésta,
distante y con pocas comunicaciones, la autoridad administrativa fijará el
plazo teniendo en cuenta dichas circunstancias.
Los funcionarios que a cualquier título interviniesen en el proceso están
sometidos a las reglas precedentes, debiendo dentro de los plazos legales
expedirse o usar de sus derechos.
Vistas:
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La resolución de un recurso por un órgano también es un acto administrativo. Conviene
tener presente que cuando se ha recurrido un acto, la administración tiene el deber de
resolverlo y la resolución también es un acto administrativo.
Todo funcionario o empleado público está obligado a sustanciar formalmente los
recursos jerárquicos que ante él se planteen y a darles trámite hasta su total terminación,
si tuviere competencia para tramitarlos conforme a las prescripciones de la ley.
Todo recurso jerárquico debe instaurarse ante el funcionario inmediatamente superior al
autor del acto recurrido, según el orden jerárquico establecido de modo expreso o
implícito por la Constitución, las leyes orgánicas o la Ley de Presupuesto vigente.
Si sustanciado el recurso el recurrente no considera satisfecho su derecho o interés
legítimo lesionado, puede reproducir el recurso por ante el superior jerárquico del
funcionario ante el cual instauró el primero, y recorrer así sucesivamente todos los
grados de la secuela jerárquica, hasta llegar al Ministro o Gobernador, según
corresponda.
Cuando el funcionario ante quien se interponga el recurso jerárquico rehusare darle
curso, no cumpliere las formalidades de trámite establecidas en esta ley o no dictare
resolución en el plazo que fija el Artículo 147- plazo de treinta días y de sesenta si fuere
decisión final del Gobernador o Ministros- el interesado podrá ocurrir directamente ante
el superior jerárquico inmediato de aquel.
Aclaratoria/ Denuncia:
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escrita deberá ser firmada por quien la haga ante el funcionario que la reciba. Cuando
sea verbal éste procederá a labrar acta, asistido por el secretario. En ambos casos el
funcionario comprobará y hará constar la identidad del denunciante.
La denuncia deberá contener de un modo claro, en cuanto sea posible, la relación del
hecho, con las circunstancias de lugar, tiempo y modo de ejecución, y la indicación de
sus autores y partícipes, damnificado, testigos y demás elementos que puedan conducir
a su comprobación.
El denunciante no es parte en el proceso, salvo cuando por la denuncia se pretenda o
reclame algún beneficio. Esto quiere decir que la administración, desde sus distintas
áreas y oficinas, debe impulsar la tramitación de la denuncia efectuada, sin esperar e
independientemente que el denunciante persiga la misma.
Todo funcionario o empleado público que en ejercicio de sus funciones adquiera
conocimiento de una infracción a leyes, decretos, ordenanzas o resoluciones
administrativas, está obligado a denunciarlo.
Presentada una denuncia el funcionario que la reciba, la examinará sin demora y deberá
practicar de inmediato todas las diligencias que sean necesarias para comprobar la
infracción y las personas responsables de la misma.
Revisión Judicial:
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Todos los procedimientos administrativos tienen un fin: pueden finalizar a causa de un
acto del interesado, como el desistimiento o a causa del actuar de la Administración,
como puede ser el dictado del acto que ponga fin al objeto del procedimiento (acto que
“causa estado”). En esta situación ya nada se puede hacer ante la Administración y sólo
queda a los particulares la posibilidad de actuar ante el Poder Judicial contra la
Administración.
El agotamiento de la vía administrativa es todo un capítulo del Derecho Administrativo,
cuyo análisis excede abiertamente el objeto de este curso. Basta aquí saber que por regla
general los actos finales de la administración bajo determinados presupuestos son
revisables ante el Poder Judicial. -
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Bibliografía
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