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2° Dossier Módulo 1

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MÓDULO 1

Introducción al
conocimiento del derecho
administrativo del
docente

Dra. Mariela Almirón


Contenido

Jerarquía de las Normas Pirámides de


Kelsen 1

Vía jerárquica y organigrama ministerial


3

Agotamiento de la vía jerárquica. Importancia 4


Formalidad en la gestión ante el Ministerio de Educación: notas,
reclamos administrativos; aclaratoria; denuncia administrativa y
pedidos de informes. Procedimiento administrativo
5

Normas y principios que rigen el


procedimiento administrativo 6

Sujetos que intervienen en el procedimiento


administrativo 9

Formalidad en la gestión ante el


Ministerio de Educación 9

Planteos legales – Plazos– Ley de Procedimiento


Administrativo N° 1886.-
Recursos Administrativos – Control Judicial 11

Bibliografía 18
Jerarquía de las Normas Pirámides de Kelsen
La jerarquía de las normas es un tema que todo docente o agente del sistema
educativo debe conocer, ya que directa o indirectamente el quehacer diario implica la
aplicación de las mismas, por ende debe conocerse la correcta aplicación de las
mismas en el sistema jurídico.-
Las normas sirven como una herramienta para lograr los fines del Derecho,
principalmente, la justicia, la seguridad jurídica y la paz entre los miembros de la
sociedad a la cual sirven y también para el logro de otros fines no jurídicos, como son,
el bienestar económico, salud, calidad de vida, contribuir con el desarrollo cultural,
científico y tecnológico, así como la realización de los valores que todo Estado anhela,
pero principalmente como un instrumento para lograr la felicidad de toda persona en
un Estado de Derecho.-
Entonces, resulta prudente mencionar quién fue Hans Kelsen (Praga, 11 de octubre de
1881 – Berkeley, California, 19 de abril de 1973). Profesor de Filosofía del Derecho de la
Universidad de Viena (desde 1917). Uno de los principales autores de la Constitución
republicana y democrática que se dio Austria en 1920, tras su derrota en la Primera
Guerra Mundial (1914-1918) y la consiguiente disgregación del Imperio Austro-
Húngaro.
Hans Kelsen creador de la “Pirámide de Kelsen”, definió el sistema estatal, como la
forma en la que se relacionan un conjunto de normas jurídicas y la principal forma de
relación entre estas dentro de un sistema, es sobre la base del principio de jerarquía.

1
Como se puede apreciar, intentando dar un panorama general acerca del Ordenamiento
Jurídico Argentino. La pirámide que se presenta tiene referencias hacia la izquierda sobre el
ordenamiento a nivel nacional, y hacia la derecha se plasma cuál sería la jerarquía de las
normas en el sistema jurídico provincial.
En la cúspide de la misma, se encuentra la Constitución Nacional, como ley suprema y de
máxima jerarquía, en la misma se establecen la división de poderes, los derechos y garantías
de los ciudadanos.
Con la reforma de la Constitución Nacional en 1994, en virtud del art. 75 inc. 22, se
establecieron los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos de carácter
constitucional, entonces se encuentran a la misma altura que nuestra Constitucional
Nacional, siendo ambos instrumentos la máxima jerarquía normativa de nuestro país. -
Un escalón más abajo, se encuentran los Tratados Internacionales que no comparten las
mismas características de los antes mencionados, es decir son supralegales e
infraconstitucionales.
En el tercer escalón se encuentra la legislación nacional, aquellas Leyes que dicta nuestro
Congreso de la Nación Argentina, es decir, las leyes de fondo, como los Códigos: Penal, Civil
y Comercial, etc.; que establecen derechos y obligaciones que todos los ciudadanos deben
observar, como así también leyes de forma que se aplican a nivel nacional, que establecen
los procedimientos que se deben observar para hacer efectivos los derechos que establecen
los códigos de fondo. Aquí es importante hacer la salvedad, que los Códigos de
Procedimientos (Civil, Penal, Laboral, etc.), son facultades propias de cada provincia que no
ha sido delegada a la Nación.
De la misma jerarquía gozan las sentencias de la Corte Suprema de Justicia de la Nación,
que son de carácter general y que son destacadas ya que se refieren a cuestiones
fundamentales y que van a marcar criterios a seguir para las resoluciones de conflictos
similares posteriores.
En el cuarto escalón se ubican los Decretos del Poder Ejecutivo, que son aquellos actos
administrativos que el Sr. Presidente dicta y que poseen contenido normativo reglamentario,
que se dictan normalmente para situaciones de urgencia y necesidad, pero siempre se
encuentran por debajo de cualquier ley.
En igual sentido se encuentran las Acordadas de la Corte Suprema. Importante saber que
una acordada no es un fallo judicial. Es un acto administrativo que los tribunales dictan para
cuestiones muy diversas y que van dirigidas a los tribunales menores, a los auxiliares de la
justicia, a los justiciables en general.
En el quinto escalón se encuentran Las Resoluciones y demás normativas ministeriales, y
hace referencia a la diferente reglamentación derivada de los diferentes ministerios
nacionales y que son de aplicación en todo el territorio nacional, por ejemplo las que
dicta el Ente Nacional Regulador de la Electricidad. Es decir que son actos
administrativos, entendidos éstos como toda declaración, disposición o decisión de la
autoridad estatal en ejercicio de sus propias funciones administrativas, productoras de
un efecto jurídico.

2
En el sexto escalón está la jurisprudencia, que por excelencia emana de la actividad del
Poder Judicial, que son aquellos decisorios judiciales que deben observarse y cumplirse
como la ley misma, pero que solo tienen fuerza y validez entre las partes involucradas. -
En la base se encuentran los Contratos o Acuerdos entre Particulares, ya que nuestra
normativa establecen todo contrato válidamente celebrado es obligatorio para las
partes, y antes de la reforma del código establecía que el mismo debía cumplirse como
la ley misma.-
Por último, debe hacerse referencia a los Usos y Costumbres. Los usos, prácticas y
costumbres son vinculantes cuando las leyes o los interesados se refieren a ellos o en
situaciones no regladas legalmente, siempre que no sean contrarios a derecho.

Vía Jerárquica y organigrama ministerial

La Vía Jerárquica que debe observarse internamente, está íntimamente ligada con el
organigrama interno y vigente del Ministerio.
La importancia de conocerlo permitiría, notoriamente, agilizar los trámites que a diario
se realizan en las diferentes unidades organizacionales dependientes de la cartera
ministerial.
Concretar el fin perseguido implica obtener el decisorio que se pretende, es decir lograr
que la administración pública se manifieste, que se pronuncie mediante la emisión de un
acto administrativo.
El organigrama ministerial se dispone por medio de Decreto del Gobernador de la
Provincia, que es el acto administrativo por excelencia y dictado por el último escalón de
la Administración Pública, titular del Poder Ejecutivo Provincial.
Se puede tomar como base el Decreto N° 74 de fecha 11 de diciembre de 2015, el que
estableció las distintas Secretarías y Direcciones y demás unidades de organización,
que con los años se fue reformando a través del dictado de otros decretos, que no sólo
dispusieron la supresión de algunas áreas, sino que también crearon nuevas y que hacen
que hoy sea uno de los Ministerios más grandes de nuestra Provincia. -
Es importante repetir, lo necesario que resulta el conocimiento del mismo, porque ello
también plantea cuales son y serán las vías administrativas que una petición vaya a
seguir, cada vez que un agente, docente o tercero interesado realice una petición,
reclamo o denuncia.
Para ofrecer una administración ágil, sin demoras ni dilaciones innecesarias e
injustificadas, deben conocerse las vías administrativas.

3
Agotamiento de la Vía Jerárquica. Importancia

Agotar la vía administrativa significa que se utilizaron previamente todos los


recursos que el ordenamiento jurídico pone a disposición de los interesados
ante la propia Administración.
En términos generales, para que opere dicho agotamiento, se requiere el
ejercicio en tiempo y forma de todos los recursos que la ley establece para
cada caso específico y que se pueden ejercer en sede administrativa. Ello
tiene el efecto de que, quien estando en esta sede y considere que sus
derechos no han sido adecuadamente satisfechos, pueda acceder a la vía
jurisdiccional o mejor conocida como judicial.
De lo expuesto, deriva que el agotamiento de la vía administrativa es el
trámite necesario para poder trasladar el reclamo contra la Administración,
de las instancias internas de ésta a los órganos jurisdiccionales.

4
Formalidad en la gestión ante el Ministerio de Educación: Notas; Reclamos
administrativos; Aclaratoria; Denuncia Administrativa y pedidos de
Informes. Procedimiento Administrativo.

Previamente y a manera de adentrarnos en las formalidades exigidas para tramitar un


pedido por ante la Administración, debemos conocer que el procedimiento administrativo
es la vía, el camino que ha de seguir la administración para llegar a un fin: el acto
administrativo”. Como adelantamos, la administración sólo se pronuncia y manifiesta su
voluntad mediante actos administrativos.
Es claro que, si la administración debe expresar su voluntad mediante actos, y estos
actos derivan de un procedimiento administrativo, la actuación de la administración, el
acto administrativo y el procedimiento administrativo —por regla general— coexisten y se
encuentran íntimamente vinculados entre sí. Según lo define el profesor Carlos Botassi,
el procedimiento administrativo es “la sucesión legalmente ordenada de hechos y actos
tendientes al nacimiento de una decisión final materialmente administrativa”.
Toda decisión administrativa (entendiendo por tal a la manifestación de voluntad de
cualquier poder del estado de “contenido administrativo”) se ve precedida de un trámite o
cadena de hechos y actos que configuran un procedimiento.
Este camino que es el procedimiento no se da de manera caótica o arbitraria, sino que es
ordenado por una norma que dispone la precedencia de una cadena de gestiones que le
sirven de apoyo y fundamento a la decisión a adoptar. El procedimiento aparece
ordenado en un determinado sentido y el respeto de sus etapas y requerimientos es
necesario para la eficacia de la tarea administrativa, para la preservación de la legalidad
objetiva y para el efectivo ejercicio de la garantía de defensa en favor de los
administrados.
La legalidad objetiva consiste en dar prevalencia a la ley sobre cualquier actividad o
función del poder público. En forma general implica que todos los poderes públicos y los
ciudadanos están sometidos a la ley, y que solo pueden hacer lo que está permitido o no
prohibido por las leyes.
La importancia y fundamento del procedimiento administrativo radica en que éste
permite al Estado organizar sistemáticamente la obtención de sus fines públicos,
adoptando sus decisiones evaluando los hechos evidenciados en la etapa de prueba,
respetando la legalidad objetiva que marquen los dictámenes de órganos de
asesoramiento y garantizando al administrado el ejercicio de su derecho de defensa
mediante su amplia participación.

5
El objeto del procedimiento administrativo, y aquí radica su importancia, es permitirle a
la administración la posibilidad de recabar toda la información necesaria para adoptar la
decisión que, siendo conforme al ordenamiento jurídico, conjugue de mejor modo el
interés público, así como posibilitar al administrado el conocimiento de los fundamentos
de la misma a los efectos de que éste, en caso de verse afectado, ejerza su defensa
alegando sobre la legalidad o arbitrariedad de las razones dadas.

Normas y principios que rigen el Procedimiento Administrativo

En nuestra Provincia rige la Ley N° 1886/48 sobre Procedimiento Administrativo. En el


ámbito educativo, la amplia normativa integrada por los diferentes Estatutos Docentes, y
demás normativa reglamentaria también contienen normas de procedimientos
especiales, que son conocidos por los docentes en general y también por aquellos que
ocupan cargos jerárquicos.
El procedimiento administrativo no está regulado sólo por las leyes, sino que también
existen una serie de principios o reglas de valoración que no prescriben para una
situación particular, sino para todas en general. Establecen una guía o parámetro para la
aplicación de la norma a un caso dado. Existen casos en que los principios están
contenidos o explicitados por normas jurídicas, en otros los principios se deducen de
normas o del juego de normas, sin que estén expresamente enunciados. -
En nuestra ley de procedimiento, el art. 10 dispone que “Las decisiones administrativas,
salvo las de mero trámite, deberán fundarse en una norma de derecho expresa. Cuando
una cuestión no pueda resolverse ni por la letra ni espíritu de la ley, podrán aplicarse las
costumbres o prácticas administrativas, los principios del derecho administrativo o los
generales del derecho.”
Nuestra ley, no contiene una descripción de los principios aplicables al procedimiento
administrativo y se entiende que dicha carencia obedece a la antigüedad de la norma
citada (1948), sólo hace hincapié en determinados principios en el desarrollo del
articulado, pero no los especifica.
No obstante ello, la Ley Nacional de Procedimiento Administrativo, Ley N° 19549 los
enumera, incluyendo principios de raigambre constitucional como el derecho a ofrecer y
producir pruebas y a obtener una decisión fundada.

Los principios fundamentales del Procedimiento Administrativo son los siguientes:

a. Principio de Legalidad: unos de los principios más importantes del procedimiento


administrativo, entendido como la obligatoriedad del Administración de sujetar todo su
accionar a las normas de Derecho., ello se traduce en el sometimiento del poder al
derecho.

6
Toda autoridad o institución pública solamente puede actuar en la medida en que se
encuentre apoderada para hacerlo por el mismo ordenamiento jurídico. En virtud de ello,
todas las actuaciones de los poderes públicos deben estar legitimadas y previstas por la
ley, de modo que la Administración sólo puede actuar allí donde la ley le concede
potestades.
b. Principio del Debido Proceso: este principio está íntimamente relacionado con la
garantía de la defensa en juicio y la tutela efectiva reconocida en el Pacto de San José de
Costa Rica, por lo que es de raigambre constitucional. El mismo emana directamente de
la Constitución Nacional (artículo18) “[...]Es inviolable la defensa de en juicio de la persona
y de los derechos [...]”, que también es receptado por la Constitución Provincial en el art.
29.
Como principio derivado de la garantía constitucional de defensa en juicio, el derecho al
debido proceso adjetivo (o de las formalidades), no sólo tiende a la defensa del interés
privado del particular, sino también obra como garantía del interés público. Este derecho
obliga a la autoridad administrativa al respeto de las normas y principios que regulan el
desenvolvimiento de las distintas etapas del procedimiento, debe también asegurar la
posibilidad por parte del administrado de ejercer la defensa de sus derechos.
Comprende diversos aspectos: A- el derecho a ser oído, obteniendo vista de las
actuaciones y exponiendo las razones y peticiones antes de la emisión del acto. B- el
derecho a ofrecer y producir prueba, si ella es pertinente, el derecho a controlar la
producida por la administración y el de presentar alegatos y descargos una vez vencido
el período probatorio- C- el derecho a una decisión fundada, que comprenda la
consideración expresa de todas y cada una de las cuestiones propuestas y de los
principales argumentos.
Este principio se extiende al procedimiento administrativo como un medio de lograr el
encuadre de la administración al marco de la legalidad objetiva (referida al fondo de las
cuestiones a resolver).
c. Principio de oficialidad o impulso de oficio: En virtud de este principio, corresponde a la
autoridad administrativa, por sí, adoptar todos los recaudos conducentes al avance del
procedimiento, hasta el dictado del acto final, y asimismo, desarrollar la actividad
tendiente a reunir los medios de prueba para su adecuada resolución, lo que no suprime
en modo alguno la intervención de los administrados ni les cercena el derecho a
presentarse e impulsarlo.
Este es un deber de la Administración que juega con independencia de la existencia o no
de particulares interesados en las actuaciones.
¿Qué sucede si un particular debe producir alguna prueba o acto que obste a la
prosecución del procedimiento —por ejemplo, acreditar su personería, o denunciar
domicilio real (artículo 32 Ley de Procedimiento Administrativo de la Provincia) ¿Cómo
juega el impulso de oficio? ¿Se puede decretar la caducidad del procedimiento o

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mandando a archivar las actuaciones (artículo 92 Ley de Procedimiento Administrativo
de la Provincia)?
La regla es la siguiente: primero intimar al interesado para que, dentro de un plazo
razonable fijado por la administración, cumpla con el acto que obsta a la continuación de
las actuaciones. En caso de incumplimiento, comenzará a correr el plazo de seis meses
para decretar la caducidad y mandar a archivar las actuaciones, siempre y cuando no
exista un interés general en el asunto. Porque la caducidad sólo puede jugar cuando el
interés planteado en el procedimiento sólo sea particular. Si existieren involucrados
intereses generales las actuaciones deben seguir. Por ejemplo, un docente solicita una
licencia por estudio; se le intima a que acredite los mismos (sea aportando la
documentación pertinente, o los certificados de estudios) y no lo hace; como no existe
interés general (sino sólo particular del peticionante), se podrá decretar la caducidad del
procedimiento.
Ahora bien; supongamos que estamos frente a una denuncia de una falta disciplinaria, en
este caso las actuaciones deben seguir de oficio, con independencia de la actuación u
omisión de los interesados, porque allí prima el interés general de que dichos hechos se
investiguen, para confirmar y sancionar o para desestimar y absolver a los imputados,
con total prescindencia del interés que puedan tener los denunciantes. Aquí juega con
toda su entidad, el impulso de oficio.
d. Principio de Informalismo: este principio autoriza a excusar la inobservancia de
exigencias formales no esenciales que puedan ser cumplidas posteriormente, por lo que
a algunos autores les parece más adecuado denominarlo “formalismo moderado”. En
ningún caso cabe negar la justa solución de la cuestión de fondo por motivos meramente
formales.
Este principio está íntimamente relacionado con el Principio “In Dubio Pro Actione”, es un
principio que está concebido siempre a favor del administrado, y ante la duda debe
estarse siempre a favor de la procedencia formal de la acción tentada, es decir que debe
optarse por sostener la validez de los actos, cuando estos no estén perfectamente
ajustados a la forma prescrita por la ley, si de ellos se puede comprender su finalidad.
En caso que ello no fuere posible, debe intimarse al interesado para que corrija sus vicios
antes de privarlo de sus efectos.
e. Principio de Publicidad Este principio surge del sistema republicano de Gobierno
donde todo el accionar de la administración debe gozar de publicidad y transparencia en
los procedimientos. El acto público es la máxima expresión de este principio.
f. Principio de Gratuidad: este principio, salvo que exista norma expresa que así lo
disponga, trae aparejado que todo interesado pueda peticionar ante las autoridades
administrativas sin que la falta de recursos propios sea un impedimento para ello.
Incluso no es necesario la representación letrada para intervenir en una actuación
administrativa.

8
g. Otros principios: la doctrina especializada también suele enumerar la existencia de
otros principios, como el de carácter escrito, eficacia, celeridad, economía, sencillez, etc.
Cada uno de estos principios pueden ser considerados existentes dentro de los
explicados más arriba, porque, por ejemplo, no es comprensible que se sostenga la
existencia de debido proceso adjetivo si no existe eficacia, celeridad, y economía en la
tramitación de la causa.
También existen principios propios de determinados procedimientos como por ejemplo
los de libre concurrencia e igualdad relativos a las designaciones de docentes. Ambos
juegan en el sentido de posibilitar la mayor cantidad de aspirantes para luego seleccionar
en condiciones de igualdad de trato entre los que se encuentran en las mismas
condiciones.

Sujetos que intervienen en el Procedimiento Administrativo

Puede existir un procedimiento administrativo en el que sólo intervenga la


Administración, y de hecho ello es muy común. Dado que la administración sólo se
pronuncia mediante actos
administrativos y éstos por regla general son el fin de un procedimiento administrativo,
tendremos que siempre que la administración deba pronunciarse habrá procedimiento
administrativo. Esto puede presentarse en los procedimientos para autorizar la
realización de obras, compras, contrataciones, etc.
También es muy común que el procedimiento administrativo tenga nacimiento en la
petición de un particular ante la administración: un docente solicita una licencia; otro
solicita la jubilación; otro formula una denuncia. En todos estos casos hay un
procedimiento en el que actúa un administrado con la administración, dentro de un
procedimiento administrativo.

Formalidad en la gestión ante el Ministerio de Educación

¿Qué condiciones debe cumplir un particular para iniciar un procedimiento


administrativo?
Toda Nota, Reclamo Administrativo, Aclaratoria, Denuncia Administrativa y Pedidos de
Informes debe hacerse por escrito y dirigirlo a su superior jerárquico en caso de tratarse
de un docente o agente dependiente del ministerio. -
Ese escrito debe contener datos de identidad y domicilio legal (art 25 Ley de
Procedimiento Administrativo de la Provincia), deberán salvarse toda enmienda o
testadura que se efectúe y necesariamente deben ser suscriptos por los interesados,
representantes o apoderados.

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Asimismo, se puede agregar todo otro dato de interés, como teléfono del peticionante y
correo electrónico, el que posteriormente se podrá ratificar y constituir legalmente, para
que todas las notificaciones que se practiquen sean tenidas como válidas y legítima.
Esto último, no esta expresamente previsto en nuestra ley de procedimientos, no
obstante, las nuevas prácticas que nos trajeron las realidades vividas en pandemia,
llevaron a tomar medidas y herramientas que la tecnología nos acerca para facilitar el
trámite administrativo.
En el encabezamiento de todo escrito, debe indicarse el número, letra y año del
expediente a que corresponda, salvo que se trate de un escrito inicial con el cual se
formará una nueva actuación o expediente.
La expresión escrita es exigida porque el procedimiento administrativo, en principio y en
general siempre es escrito y se basa en las constancias del expediente (artículos 80, 69,
72y ss. de la Ley de Procedimiento Administrativo de la Provincia).

Todas las formalidades que deben reunir las presentaciones están previstas en el
TITULO IV -CAPITULO V: PRESENTACIÓN Y FORMALIDADES DE LOS ESCRITOS de la
Ley de Procedimiento Administrativo de la Provincia.

Así por ejemplo el artículo 72, dispone: “Todo escrito por el cual se promueva la iniciación
de una gestión ante la administración activa deberá reunir los siguientes requisitos: a.
Nombre, apellido y domicilio real del interesado; b. Domicilio especial, si es parte en el
asunto; c. Los hechos explicados claramente y en su caso los fundamentos o reglas de
derecho y la prueba de que ha de valerse; d. La petición en términos claros y precisos; e.
Los demás exigidos por la presente ley”.
El seguimiento de la vía jerárquica es necesario para peticionar, no obstante, en el caso de
que se trate de una denuncia contra un superior jerárquico, se dirigirá al superior común a
ambos, esto es, el denunciante y el denunciado. -
Los particulares pueden denunciar o peticionar ante cualquier organismo, aunque
determinadas peticiones tienen la forma y lugar de recepción prevista en las normas. Por
ejemplo, la solicitud de ingreso en la docencia debe presentarse en determinado
formulario, tiempo y lugar.
Los recursos administrativos son los medios o mecanismos de impugnación, mediante los
cuales aquel que se agravia de un acto administrativo, solicita al mismo órgano que dictó
el acto —o su superior jerárquico— revea el acto, revocándolo total o parcialmente.
Visto desde este ángulo, los recursos son un medio de control por parte de los particulares
de lo actuado por la autoridad administrativa pero también de la propia autoridad
administrativa que revisará su accionar. El recurrente siempre tendrá un interés concreto
en la revocación del acto que lo agravia: será su interés recursivo y puede fundarse en la
falta de legalidad del acto, o bien en la errónea valoración de la Administración de la
oportunidad, mérito o conveniencia de su dictado.
Otras veces, la interposición de los recursos, tiene por objeto inmediato agotar las
instancias administrativas, a efectos de poder demandar judicialmente a la Administración.
Aquí el interés es agotar la instancia, y los recursos son parte del trámite a seguir.

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Planteos Legales– Plazos – Ley de Procedimiento Administrativo N° 1886-
Recursos Administrativos – Control Judicial

Los recursos administrativos son los medios o mecanismos de impugnación, mediante


los cuales aquel que se agravia de un acto administrativo, solicita al mismo órgano que
dictó el acto —o su superior jerárquico— revea el acto, revocándolo total o parcialmente. -
Visto desde este ángulo, los recursos son un medio de control por parte de los
particulares de lo actuado por la autoridad administrativa pero también de la propia
autoridad administrativa que revisará su accionar. El recurrente siempre tendrá un interés
concreto en la revocación del acto que lo agravia: será su interés recursivo y puede
fundarse en la falta de legalidad del acto, o bien en la errónea valoración de la
Administración de la oportunidad, mérito o conveniencia de su dictado.-
Otras veces, la interposición de los recursos, tiene por objeto inmediato agotar las
instancias administrativas, a efectos de poder demandar judicialmente a la
Administración. Aquí el interés es agotar la instancia, y los recursos son parte del trámite
a seguir.

¿Qué actos son recurribles?

Todo recurso es procedente contra todo acto administrativo definitivo, por oposición al
acto preparatorio que no produce efectos jurídicos directos, que resuelve el fondo del
problema planteado y produce efectos externos creando una relación entre la
administración y las demás cosas o personas.

Recursos:

La Ley de Procedimiento Administrativo prevé el Recurso de Revocatoria y el Recurso


Jerárquico en el TITULO VII-CAPITULO I, II y III respectivamente.

Forma:

El Recurso de Revocatoria está tratado desde el artículo 118 al 125, se presenta ante la
autoridad que emitió el acto administrativo recurrido y debe ser fundado por escrito, de
modo que sólo podrá denegarse si no se encuentra fundada la ilegitimidad o
inoportunidad del acto que se impugna, y en caso de duda debe estarse por su admisión.
Esto no significa que si se presenta ante otra autoridad administrativa no deba darse
trámite; lo que significa es que la autoridad que lo recibe, debe enviarlo a quién tiene
competencia para resolverlo y que será quien emitió el acto. Esta solución dimana de la
aplicación del principio del informalismo (a favor del administrado) que rige en el
procedimiento administrativo y que también obliga a la administración a dar trámite
adecuado más allá de la denominación que le haya dado el interesado y que por ejemplo
pudo ser “ amparo”, “impugno” etc. pero de donde surja con evidencia manifiesta la
intención de que el acto sea modificado o extinguido y las razones para hacerlo.

11
Pero no basta una simple firma en disconformidad para iniciar la vía recursiva; dentro
del plazo para interponer el recurso el interesado deberá ingresar su fundamentación,
caso contrario no la habrá promovido y el acto estará firme.
Por otra parte, es imprescindible aclarar que la vía recursiva en nuestra administración
pública, sólo y únicamente se inicia a través del Recurso de Revocatoria, ya que de no
promoverse no se podrá incoar el Recurso Jerárquico, conforme lo prevé el artículo 135
de la Ley de Procedimiento Administrativo.
El Recurso de Jerárquico está tratado desde el artículo 126 al 148 y se prevén todas las
instancias, requisitos, plazos y etapas procesales que el mismo debe perseguir.

Plazo:

El plazo común para interponer el Recurso de Revocatoria (art. 120 Ley de Procedimiento
Administrativo) es de cinco días contados a partir de la notificación de la decisión
recurrida.
Para el caso del Recurso Jerárquico (141 Ley de Procedimiento Administrativo) el plazo
es diez días hábiles improrrogables desde que la resolución recurrida fue notificada en
forma al interesado. Pasado este plazo caduca el derecho de interponer recurso
jerárquico.
Importante tener en cuenta que el plazo del Recurso de Jerárquico comienza a
computarse desde la notificación fehaciente de la resolución del recurso de revocatoria
interpuesto, o al día siguiente de operada la denegatoria tácita contemplada en el art. 135
de la Ley de Procedimiento Administrativo.
Para la interposición del recurso jerárquico es requisito previo haber solicitado del
funcionario autor del acto recurrido, la revocación o reforma del mismo, y que ésta haya
sido denegada.
Si la autoridad ante quien pende el recurso de revocatoria no se pronunciare en el plazo a
que se refiere el Artículo 123 - 5 días- se entenderá que lo deniega quedando, en
consecuencia, expedita la vía del recurso jerárquico.
El recurso jerárquico es la herramienta procedimental que tiene el particular para poder
dirigirse al superior del funcionario que emitió el acto impugnado y solicitar su
revocación.
A diferencia del recurso de revocatoria en el cual el mismo funcionario pueda volver
sobre sus pasos y emitir un acto diferente al que emitiera con anterioridad, estamos ante
un funcionario distinto y de nivel jerárquico superior, por ejemplo, un acto emitido por un
Director del establecimiento que puede ser revisado por el Supervisor de dicho
establecimiento.

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Cómputo del Plazo:

La forma de realizar el cómputo de plazos exige alguna precisión. Los plazos se


computan en días hábiles y a partir del siguiente al de la notificación, agregando que, si
ésta se realiza en día inhábil, se tendrá por realizada el primer día hábil siguiente, por lo
que en este caso se computará a partir del subsiguiente hábil. En ningún plazo procesal
se contarán los días inhábiles.
Son días hábiles todos los del año con excepción de los domingos, los feriados
nacionales y los asuetos y feriados de la Provincia; y horas hábiles las del horario que
determine el Poder Ejecutivo o la autoridad Municipal. (artículo 41 de la Ley de
Procedimiento Administrativo).
He aquí la importancia, además de ser una obligación del funcionario que notifica o que
recibe una presentación escrita, de consignar la fecha de realización del acto o de la
recepción de todo escrito (es lo que se define como “cargo o recibido”).
Una cuestión importante a tener en cuenta, es que por aplicación supletoria del Código
Procesal Civil de la Provincia, el Plazo de Gracia, es aplicable en materia procedimental
administrativa, teniendo en cuenta principalmente el horario de atención de la
Administración, que en la mayoría de los casos es de 7 hs a 13hs, actualmente extendido
durante la tarde desde 13 a 19 hs en nuestro Ministerio.

¿Qué es el plazo de gracia? El plazo de gracia permite la entrega de un escrito, siempre


que esto ocurra dentro del transcurso de las dos primeras horas del día hábil inmediato
siguiente a aquel en que se haya producido el vencimiento del plazo. Es decir que si mi
plazo vence en el día de la fecha, podré presentar mi escrito el día de mañana durante las
dos primeras horas, es decir hasta las 9 hs. y se tendrá presentado en tiempo y forma, de
acuerdo a los plazos vigentes.
¿Qué pasa si el día de vencimiento es viernes o anterior a un día inhábil (feriado, fin de
semana), donde no hay actividad administrativa? El plazo de gracia se computará en el
próximo día hábil de atención, durante las dos primeras horas.
Así, para determinar si un escrito presentado personalmente en las oficinas
administrativas lo ha sido en término, se tomará la fecha indicada en el cargo o sello
fechador y en caso de duda (léase si no lo tiene), deberá estarse a la fecha enunciada en
el escrito por el interesado y si éste a su vez no lo tuviera, se considerará ingresado en
término o en tiempo hábil, de modo que el recurso será temporáneo.
Nuestra Ley de Procedimiento Administrativo dispone que los plazos fijados son
perentorios e improrrogables, específicamente los acordados para interponer recursos.
El derecho que se hubiere dejado de usar, se tendrá por perdido, sin necesidad de
petición y declaración alguna. Producido el vencimiento el secretario informará a la
autoridad administrativa, quien proveerá lo que corresponda al estado del proceso.

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Para toda diligencia que deba practicarse fuera de la sede de la autoridad
administrativa que la ordene, pero dentro del territorio de la República, se
ampliarán los plazos que fija esta ley, en un día más por cada treinta
kilómetros de distancia o fracción que no baje de quince entre la sede de la
autoridad administrativa y el lugar que debe ejercitarse o cumplirse el acto.
La distancia se calculará sobre la vía de transporte más usual, que sea más
breve en tiempo.
Si hubiere de practicarse fuera de la República, o en un lugar de ésta,
distante y con pocas comunicaciones, la autoridad administrativa fijará el
plazo teniendo en cuenta dichas circunstancias.
Los funcionarios que a cualquier título interviniesen en el proceso están
sometidos a las reglas precedentes, debiendo dentro de los plazos legales
expedirse o usar de sus derechos.

Vistas:

Todo docente o su apoderado tiene derecho a solicitar por escrito vista de


las actuaciones o antecedentes ante el funcionario que efectúe la
notificación, antes de interponer los recursos y esto incluye la extracción de
copias a su costa y siempre bajo control del funcionario actuante.
En caso de que el docente haga uso de este derecho que es derivación del
principio que ya analizáramos del debido proceso, si por ejemplo en el
supuesto de un plazo de cinco días hábiles para recurrir ya han transcurrido
dos, una vez tomada tendrá los tres días restantes para presentar el recurso,
transcurrido los cuales el acto habrá quedado firme.
Es importante recordar que las actuaciones administrativas no son secretas
para quien demuestre un interés, excepto que la autoridad así lo establezca
mediante resolución y por razones fundadas, conforme lo dispone el artículo
86 de la Ley de Procedimiento Administrativo.

Efectos de los recursos:

La regla general es que la interposición de un recurso contra un acto


administrativo no suspende sus efectos .

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La resolución de un recurso por un órgano también es un acto administrativo. Conviene
tener presente que cuando se ha recurrido un acto, la administración tiene el deber de
resolverlo y la resolución también es un acto administrativo.
Todo funcionario o empleado público está obligado a sustanciar formalmente los
recursos jerárquicos que ante él se planteen y a darles trámite hasta su total terminación,
si tuviere competencia para tramitarlos conforme a las prescripciones de la ley.
Todo recurso jerárquico debe instaurarse ante el funcionario inmediatamente superior al
autor del acto recurrido, según el orden jerárquico establecido de modo expreso o
implícito por la Constitución, las leyes orgánicas o la Ley de Presupuesto vigente.
Si sustanciado el recurso el recurrente no considera satisfecho su derecho o interés
legítimo lesionado, puede reproducir el recurso por ante el superior jerárquico del
funcionario ante el cual instauró el primero, y recorrer así sucesivamente todos los
grados de la secuela jerárquica, hasta llegar al Ministro o Gobernador, según
corresponda.
Cuando el funcionario ante quien se interponga el recurso jerárquico rehusare darle
curso, no cumpliere las formalidades de trámite establecidas en esta ley o no dictare
resolución en el plazo que fija el Artículo 147- plazo de treinta días y de sesenta si fuere
decisión final del Gobernador o Ministros- el interesado podrá ocurrir directamente ante
el superior jerárquico inmediato de aquel.

Aclaratoria/ Denuncia:

Por fuera del capítulo previsto específicamente por la Ley de Procedimiento


Administrativo, el legislador tuvo en cuenta numerosas herramientas a favor del
administrado como la Aclaratoria, ( artículos 106,107 y108 L.P.A) disponiendo que los
interesados podrán solicitar aclaratoria para corregir en una resolución administrativa,
cualquier error material; para aclarar algún concepto oscuro, sin alterar lo substancial de
la decisión, o suplir cualquier omisión en que se hubiere incurrido sobre alguna de las
peticiones o cuestiones planteadas en el expediente o escrito.
La aclaratoria debe solicitarse ante quien ha producido la resolución, dentro de los diez
días de la notificación, y la autoridad resolverla dentro de igual plazo.
Concluido un expediente se dispondrá su archivo, ya sea en la misma repartición o en el
archivo general que corresponda, de donde no podrá ser extraído sino por orden del
ministro o jefe de la repartición autárquica que corresponda.-
Asimismo, legisla sobre la posibilidad de efectuar denuncias administrativas (art. 110 y
sgtes. L.P.A) al estableces que yoda persona que tuviere conocimiento de la violación de
leyes, ordenanzas, decretos o resoluciones administrativas, podrá denunciarlo a la
autoridad administrativa competente.
Dicha denuncia podrá hacerse por escrito o verbalmente, personalmente, por
representante o mandatario especial, agregándole en este caso el poder. La denuncia

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escrita deberá ser firmada por quien la haga ante el funcionario que la reciba. Cuando
sea verbal éste procederá a labrar acta, asistido por el secretario. En ambos casos el
funcionario comprobará y hará constar la identidad del denunciante.
La denuncia deberá contener de un modo claro, en cuanto sea posible, la relación del
hecho, con las circunstancias de lugar, tiempo y modo de ejecución, y la indicación de
sus autores y partícipes, damnificado, testigos y demás elementos que puedan conducir
a su comprobación.
El denunciante no es parte en el proceso, salvo cuando por la denuncia se pretenda o
reclame algún beneficio. Esto quiere decir que la administración, desde sus distintas
áreas y oficinas, debe impulsar la tramitación de la denuncia efectuada, sin esperar e
independientemente que el denunciante persiga la misma.
Todo funcionario o empleado público que en ejercicio de sus funciones adquiera
conocimiento de una infracción a leyes, decretos, ordenanzas o resoluciones
administrativas, está obligado a denunciarlo.
Presentada una denuncia el funcionario que la reciba, la examinará sin demora y deberá
practicar de inmediato todas las diligencias que sean necesarias para comprobar la
infracción y las personas responsables de la misma.

Revisión Judicial:

Agotada la vía administrativa, con el acto administrativo emanado por el Gobernador de


la Provincia , el interesado en obtener la modificación o extinción del acto administrativo
se presentará ante los Tribunales Contencioso Administrativos, que funcionan en el
Poder Judicial de la Provincia.
El proceso está regido por el Código Contencioso Administrativo (Ley N° LEY Nº
1.888/48 y modificatorias). Este actuar ante el Poder Judicial también se desenvuelve
mediante un procedimiento, no ya administrativo, sino judicial se lo denomina proceso
contencioso administrativo.
Decir proceso es idéntico a decir procedimiento, pero la utilización de un vocablo
diferente evita la confusión con el procedimiento administrativo. Lo de “contencioso”,
corresponde a que en ese proceso habrá una contienda: particular interesado contra la
Administración. Lo de “administrativo” denota que dicha contienda versará sobre
cuestiones regidas sustancialmente por el Derecho Administrativo.
¿Cuándo puede iniciarse un proceso contencioso administrativo? En el mundo del
derecho lo único definitivo, en estricto sentido jurídico, son las sentencias judiciales con
autoridad de cosa juzgada.

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Todos los procedimientos administrativos tienen un fin: pueden finalizar a causa de un
acto del interesado, como el desistimiento o a causa del actuar de la Administración,
como puede ser el dictado del acto que ponga fin al objeto del procedimiento (acto que
“causa estado”). En esta situación ya nada se puede hacer ante la Administración y sólo
queda a los particulares la posibilidad de actuar ante el Poder Judicial contra la
Administración.
El agotamiento de la vía administrativa es todo un capítulo del Derecho Administrativo,
cuyo análisis excede abiertamente el objeto de este curso. Basta aquí saber que por regla
general los actos finales de la administración bajo determinados presupuestos son
revisables ante el Poder Judicial. -

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Bibliografía

Almandoz, M. R., ob. cit.


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