7 Darfur

Darfur
“Lo único necesario para que el mal triunfe es que la gente buena
no haga nada”.
Edmund Burke (1729 – 1797)
Lugar: Darfur, en el Sudeste de Sudán, colindante con Chad, República Centro Africana y Sudán del Sur
Fecha: Desde 2003 y durante las primeras tres décadas de este siglo
Víctimas: Medio millón de personas muertas y más de 2.9 millones de personas desplazadas y 1.2 millones de
personas refugiadas en todo el país.
Un genocidio en nuestros días

Nunca Más era la frase que prometía evitar los genocidios después del Holocausto. Pero volvieron a suceder una
y otra vez, en Camboya, en Guatemala, en la ex Yugoslavia, en Ruanda y en Darfur. Esta sala fue integrada en
el proyecto original del Museo al considerar la situación en Sudán como el primer genocidio del siglo XXI y para
visibilizar el incumplimiento de esa promesa, pero también para hacernos un llamado de atención y recalcar que,
en el mundo de hoy, la indiferencia juega un papel preponderante para que se cometan este y otros genocidios.
La gran cicatriz que atraviesa toda la sala es un recordatorio de estos hechos.
En Darfur, desde el 2003 y durante las primeras tres décadas de este siglo, se perpetra un genocidio. Darfur es una
región en Sudán, al norte de África, en donde habitan más de seis millones de personas y la religión predominan-
te es el islam. Un país con abundantes recursos naturales, entre ellos petróleo. En esta región se encuentran dos
culturas: la cultura árabe y la cultura africana negra. Los árabes son quienes controlan el país y mantienen a la
población negra oprimida, marginada y discriminada.
El odio y la destrucción
Desde 1989, tras un golpe de Estado, el general Omar al-Bashir se convierte en el dictador de Sudán. Su gobierno
ha violentado brutalmente a la población negra, por lo que en el 2003 un grupo de rebeldes se levantó en armas;
el gobierno respondió asesinándolos en forma masiva y sistemática.
Estos crímenes son perpetrados por una milicia denominada janjaweed, que significa “diablo a caballo”, con-
formada por mercenarios criminales que el gobierno recluta para evitar que se señale al ejército regular como
responsable. El objetivo del gobierno es asesinar masivamente a la población negra africana en Darfur, queman-
do aldeas, saqueando comunidades, violando mujeres y torturando a sus habitantes. Más de medio millón de
personas han sido exterminadas en este genocidio.
Más de 4.1 millones de personas se han visto obligadas a huir de la violencia, asentándose en campos de despla-
zados y refugiados en el desierto de Darfur y Chad. Sin embargo, los campos de refugiados siguen siendo azota-
dos por las milicias, sumada a esta situación, el hambre y las enfermedades que no han podido ser controladas
por la ayuda internacional.
La indiferencia
El genocidio en Darfur es el mejor ejemplo de la falta de interés de la comunidad internacional para intervenir;
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mientras, siguen asesinando a miles de personas diariamente y no existe la voluntad política para detener el ge-
nocidio. La situación de Darfur ha sido manejada como una crisis humanitaria, en lugar de genocidio, con el fin
de no reconocer su verdadera magnitud y con ello negar la responsabilidad internacional de actuar. El principal
impedimento al que se enfrenta la ONU para realizar una intervención ha sido la firme oposición de China, país
que tiene intereses políticos, económicos y militares con Sudán.
En 2009, la Corte Penal Internacional decretó el arresto del Presidente Omar al-Bashir, quien está acusado de ge-
nocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Esta es la primera vez en la historia que la CPI exige
el arresto de un presidente en funciones. Aunque Omar Hassan al-Bashir fue depuesto en 2019, y posteriormente
llevado a arresto domiciliario, se le enjuició por corrupción y por el golpe de Estado que lo llevó al poder. Posterior-
mente, en 2020 la Corte Penal Internacional en un acuerdo con el gobierno de Sudán pensó en llevarlo a juicio en
la Haya, pero en una negociación con los rebeldes de Darfur, se acordó un corte especial para crímenes de guerra
para enjuiciarlo. A pesar de su arresto, hay más de 14 millones de personas en el territorio de Sudán en necesidad
de apoyo humanitario y al menos 1.7 millones en esta situación en Darfur.
Indiferencia es complicidad
Darfur demuestra en la actualidad, como lo demostraron otros genocidios en el pasado, que lo que sucede en ese
país forma parte de una ceguera selectiva de la comunidad internacional. Aun con la inmediatez de las noticias
y la fuerza de las redes sociales no se ha hecho nada significativo para detener esta tragedia. Se necesitaría poco
esfuerzo para detener las masacres, las migraciones y la violencia desbocada en Darfur pero aún hoy la mayor
parte de las autoridades internacionales y potencias como China, Rusia o los EE.UU. prefieren llamar al genocidio
por otro nombre, mirarlo de reojo y evitar usar los medios necesarios para detener esta injusticia. La sociedad civil,
en muchas partes del mundo, ha hecho importantes esfuerzos para tratar de aliviar el sufrimiento de la población
que llega a campos de refugiados.
“La ciencia puede haber hallado la cura a muchos

males; pero no ha encontrado remedio al peor de ellos, la
apatía de los seres humanos”.
Helen Keller (1880 - 1968)
2| Museo Memoria y Tolerancia | www.myt.org

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