Tesis Final Doris
Tesis Final Doris
Tesis Final Doris
Manizales
2019
Experiencias de crianza de padres y madres en condición juvenil que habitan en la zona
Asesor de tesis:
Manizales
2019
Agradecimientos
A Dios, por guiarme siempre en el entretejido del camino y hacer que cada día tenga sentido para
continuar
A Pedro mi esposo y a mis hijos(as) Gerson, Ruth y Paola por apoyarme y esperar en el trasegar
de mis proyectos
A mis padres y familia por darme ánimo y enseñarme la valentía
A los jóvenes que me entregaron todo para indagar con ellos sus experiencias de crianza
A mi tutor Carlos Iván, quien me acompañó en esta ruta investigativa
DOCTORADO EN CIENCIAS SOCIALES, NIÑEZ Y JUVENTUD
PROCESO DE SISTEMATIZACIÓN DEL CONOCIMIENTO PRODUCIDO EN LAS
LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN.
(FICHA DE PROCESAMIENTO DE LAS INVESTIGACIONES)
Sistematizador ( )
Estudiante de
doctorado (X)
Estudiante de
maestría ( )
Otro:
Cual:
Grupo(s) Líneas(as)
Socialización Política y
Construcción de Subjetividades
Grupo (os) Línea (as) de investigación Políticas, Éticas y Construcción de las Paces
donde fue desarrollada la investigación Morales de la Niñez
Infancias, Juventudes y Ejercicio
y la Juventud de la Ciudadanía
Educación y Pedagogía
Praxis Cognitivo-Emotiva en
Contextos Educativos y Sociales
Educación y
Pedagogía:
Infancias y Familias en la Cultura X
Imaginarios,
Ambientes Educativos
Saberes e
Intersubjetividades Desarrollo Humano
Gestión Educativa
Jóvenes, Culturas y
Jóvenes, Culturas y Poderes
Poderes
Otro grupo
Cual:
encuentran los lugares (sociales y discursivos) y los modos en que los sujetos los habitan y se
mueven dentro de ellos. Puede decirse entonces que la experiencia es dinámica, particular y
ocurre en diversos momentos de la vida del sujeto, irrumpiendo en sus trayectorias vitales,
y otros del “adentro” como la propia subjetividad, sólo emerge la experiencia de acuerdo con la
intensidad con la que cada uno perciba el acontecimiento significativo que la origina y el sentido
que le otorgue. De esta forma podemos decir que dentro de los elementos que atañen a la
subjetividad (es el adentro del sujeto que les es único para sí, pero que puede ser transformado
por influjos del contexto); la apertura del sí mismo (es el pliegue que pone en contacto un
(Mariluz, 2013). Así, la experiencia misma, que integra principios como la exterioridad, la
vida, podría decirse entonces que a partir de la experiencia emerge un sujeto que da un sentido
a eso que “le pasa” y que en mayor o menor intensidad, de acuerdo con su “apertura”, es
Crianza: considerando la crianza como un proceso socio cultural en el cual padres, madres,
cuidadores y otros, interactúan con niños y niñas, construyendo intersubjetivamente a través del
que de una parte padres y madres transitan, fundando sus actos en motivos “porque” y “para”,
cultural en el que se encuentren (Schutz, 1993), pero así mismo en “aquello que les pasa” a
partir de la experiencia; de otra como una relación bidireccional en la que tanto niños y niñas
Así, se hace lugar al que llega, recorriendo con este trayectorias diversas entre la asistencia, el
cuidado y la socialización. De esta forma, siguiendo a Levinás (2002), en ella se establece una
relación cara-cara, acogiendo al hijo(a) como recién llegado y constituyendo una condición de
En ella se inscriben además estructuras de acogida, dentro de las cuales está la familia, el
mercado, el Estado y la comunidad. De esta forma, nos alejamos de las nociones abordadas en
las que se plantean lineamientos o estándares fijos para la crianza como recetas, en términos de
Schutz, es decir de una crianza “regulación” como refiere Álvarez. En ella se inscriben, acciones
de cuidado en un entramado social que interviene y atraviesa el terreno personal (la organización
diaria de la vida individual y familiar) y las estructuras sociales (Faur, 2014). Se considera así
mismo que no hay una modalidad univoca de configurar roles, responsabiliades e interacciones
de cada una de esas instituciones, sino que difieren según contextos históricos y politicos
De esta forma se asume la crianza como una carrera en la que se imbrican los sujetos, sus
motivaciones, los contextos y así mismo los ámbitos de sentido que de manera particular se
otorgan a la crianza.
Padres y madres en condición juvenil: Siguiendo a Bourdieu (2002), se puede decir que el
sujeto joven que hace parte del grupo denominado juventud, no es un ser humano que se puede valorar
junto a otros por características similares como la edad o por caracteres físicos o psicológicos
determinados, sino que posee una condición de la subjetividad, un modo de aparecer en el mundo. Con
esta claridad, desde esta perspectiva se entiende la condición juvenil como aquellos modos de ser en
medio del conjunto de tensiones que viven los sujetos jóvenes del tiempo presente (Amador, 2013) y
que otorgan, definen marcas, establecen límites y parámetros a la experiencia subjetiva y social de los y
las jóvenes” (Reguillo, citada en Bracchi & Seoane, 2010); así mismo se define a los sujetos jóvenes,
siguiendo a Vommaro (2015), como aquellos que se reconocen a sí mismos y son reconocidos dentro
Puede decirse entonces que estos sujetos jóvenes van haciendo una trayectoria social en
el evento que permite de manera particular diseñar una carrera tanto práctica como moral, la
cual de una parte, “se relaciona con asuntos subjetivos tan íntimos y preciosos como la imagen
del yo, y el sentimiento de identidad”; por otro, se refiere a una posición formal que va
5. Actores
(Población, muestra, unidad de análisis, unidad de trabajo, comunidad objetivo)
(caracterizar cada una de ellas)
Con respecto al número de familias que integran la muestra, se pretendió obtener una muestra
teórica que recoge características del fenómeno a estudiar. Igualmente, las consideraciones éticas para
lugares como el barrio, la institución de salud en la que se hacían controles a los niños, en la universidad
y en comunidades religiosas en donde se reunían. Estos comparten una característica o condición común
(son padres y/o madres en condición juvenil con hijos(as) entre 1 y 6 años). A ellos se les presentó el
objetivo principal de la investigación, los procesos y técnicas a utilizar durante el estudio, así como se
les indagó acerca de su aceptación para participar en el mismo, grabar las conversaciones, obtener
La unidad de análisis fueron las experiencias de crianza que cada participante narró, las que así
de Cúcuta, capital del departamento Norte de Santander, zona fronteriza con Venezuela, en la
cultural particular de esta región, que interaccionan y tienen formas relacionales tejidas en
medio de capitales sociales, culturales y económicos diversos, así como sentidos que implican
sociales así: estrato 1 (21%) estrato 2 (35%) estrato 3 (31%) estrato 4 (10%) estrato 5 (3%)
estrato 6 (0,5%) (DANE, 2016). Ubicada en zona de frontera con Venezuela y debido a los
cambios dados desde el cierre de esta zona a partir de 2015, ha sufrido dificultades importantes
que afectan a los habitantes fronterizos y por ende a sus familias y formas relacionales. De otra
parte, Cúcuta posee una alta tasa de desempleo juvenil, puesto que los datos evidencian cifras
forma de reproducción del mundo social (Vasilachis, 1992) para indagar sobre las experiencias de
crianza de estos sujetos y entender los modos en que son comprendidos los procesos y transformaciones
que se dan en medio de la interacción en este complejo de entretejidos. Así mismo desde la epistemología
del sujeto conocido y sujeto cognoscente, plantada por Vasilachi (1992), nos alejamos de toda
que encierra una gran complejidad e implica, además, que el investigador use su subjetividad, puesto
que “es movilizando lo que hay de humano en cada uno de nosotros, cuando podemos… acercarnos a
su experiencia” (De la Cuesta, 2006, p. 24). En ese sentido, teniendo en cuenta que a veces no puede
capturarse la experiencia mediante una única técnica investigativa (Van-Manen, 2003), nos asimos a
aquellas que nos han permitido conocer y analizar los acontecimientos que acaecen en la vida de padres
y madres, así como sus transiciones y decisiones que orientan las acciones tomadas en la crianza.
De esta forma, es en el sujeto de la crianza, en sus sentidos, en sus producciones, que se centra
la investigación, es decir, se indaga sobre el quién, como actor de la crianza para comprender sus
experiencias dentro de este complejo interaccional. Igualmente, se indaga una crianza situada, llevada a
cabo por los sujetos jóvenes que vivencian este proceso dentro de un contexto social, político, cultural
particular. Es entonces a través de la epistemología del sujeto conocido que se intenta comprender al
sujeto, conocerlo desde la experiencia existencial dentro de su vida cotidiana, en lo que Husserl llama el
Al realizar la exploración del tema se retoman finalmente algunos conceptos, así como
autores que permiten analizar y poner en cuestión aquellas recetas (Schutz, 1993) dadas como
determinismos a través del tiempo. De esta forma, se parte de la concepción del marco teórico
interrogar la realidad, guiar las decisiones para planificar, llevar a cabo el trabajo de campo, y
avanzar en el análisis progresivo de los datos” (Freidin & Najmias, 2011, p. 1 ), puesto que
finalmente es una concepción que debe continuar su construcción a partir de los hallazgos
En ese orden de ideas, se sustentan tres elementos centrales que guian el estudio y están
inmersos en estas dos grandes categorías teóricas. Estas son: la experiencia como punto de
inflexión que marca “un antes y un despues” en el curso de vida y la crianza en condición
juvenil: una experiencia de acogida que se construye entre motivos, contextos y sentidos
temporo espacial, en el cual interactúa con otros intersubjetivamente (Schutz, 1993), delinea sus
propias trayectorias de vida y transita acorde a los eventos que le acontecen. En virtud de ello,
retomamos elementos del enfoque teórico- metodológico curso de vida, que implica el análisis
entonces que, a partir de la experiencia emerge un sujeto que da un sentido a eso que “le pasa”
transformado (Skliar & Larrosa, 2009). De esta forma, un acontecimiento vital, puede así, “tener
un doble significado en la carrera moral, primero como causa de una crisis y luego como medio
para explicar una posición adoptada” (Goffman, 2006). En ese orden de ideas, los jóvenes
padres o madres ante los acontecimientos significativos que ocurren en la crianza –desde la
noticia de la gestación hasta las situaciones en la vida diaria relacionadas con sus hijos(as) –,
sus trayectorias vitales, cuando su acervo de conocimiento es alterado por un evento que
provoca reflexión, configurando de esta forma un contexto motivacional y así mismo otro
Debido a la pretensión de comprender las experiencias de crianza de los sujetos padres y madres
en condición juvenil; a la necesidad de develar las transformaciones que emergen como sujetos de la
experiencia que interactúan en diferentes contextos y de caracterizar las experiencias de crianza de estos
sujetos, se propone de esta forma la investigación cualitativa como un enfoque que permite la
todo que sólo puede conocerse mediante esta perspectiva investigativa. Para esto, se hace uso del método
estudio de casos múltiple que permite un examen minucioso de múltiples casos asociados o no.
Siguiendo a Yin (1993), los pasos construidos en esta investigación fueron los siguientes: diseño
del estudio de caso, recopilación de la información, análisis de la información, redacción del informe y
difusión.
Se realizó el análisis temático de cada caso e intercasos en clave del enfoque teórico
curso de vida a través del cual se dirige la atención a las trayectorias previas en el curso de vida
de cada uno de los sujetos, así como a las transiciones y aquellos puntos de inflexión que ocurren
a partir de la noticia misma de una gestación. Por lo anterior, se debe conocer la historia
individual precedente a convertirse en padre o madre, para que de esta forma se pueda entender
los ajustes ocurridos y/o transformaciones tanto en su ser como en sus contextos.
analizar por eje temáticos centrales, que en este caso son: acontecimientos significativos en la
se relacionan con los puntos de inflexión en su trayectoria de vida; los contextos que emergen
identificó línea por línea de cada transcripción obtenida, los códigos hallados, las categorías y
análisis posterior. Para este estudio, se utilizan técnicas que planteamos en concordancia con
los objetivos diseñados. Estas dan cuenta de un corpus de datos constituido por fuentes
Se halla que, para los padres y madres jóvenes, la crianza ha permitido disfrutar con el
hijo cuando se es joven, potenciar trayectorias por el “otro”, pero así mismo ha sido el lugar
desenvuelven agencias que implican una autonomía que gradualmente se apertura a partir de
Así para todos los participantes, la crianza es aquel proceso transformador, que en
mayor o menor intensidad cambió su ser y formas relacionales, es el lugar donde ocurre el
acontecimiento irruptor que hace otro sujeto, uno más agente que deviene sensible, reflexivo,
que se olvida de sí por el que llega, que aprende a comunicarse con otros, que emprende y
potencia sus trayectorias, que “tiene algo propio por el que vivir”, que transita en contextos
ajustes en el cuerpo físico, en el espacio habitado y en sus relaciones; todo lo anterior es una
vivencia significativa por lo cual ahora cada acción en la crianza tiene un contexto de sentido
En ese orden de ideas, se visibiliza la transición del lugar que ocupa socialmente cada
joven padre o madre, puesto que aumenta o cambia la red de relaciones sociales, la manera
como se presenta ante los otros; se hace proclive a compartir, en lenguaje de Schutz (1993), una
recién llegado que es acogido (p. 192). Todo lo anterior con el objeto de formar, guiar y brindar
al hijo protección, educación, alimentación, cuidados de salud, amor, compañía, acorde a unos
tipos ideales que se encuentran en su acervo cultural y social y también a los capitales con que
cuentan.
Así las cosas, estos padres y madres jóvenes dan un sentido particular a la crianza, pues
para ellos contrario a ser un problema legitimado socialmente como tal, o a considerar la crianza
como con quien “crece”, con el que juega, comparte tiempos, avances de la tecnología, pero
especialmente junto con el que también se crece. En ese orden de ideas cada grupo le otorga el
sentido a un "problema público" pudiendo entrar en disputa con otro grupo social, en la medida
madres jóvenes, podemos decir que la crianza se inscribe en contextos acordes a las
posibilidades de los sujetos, pero así mismo, permite ver la injerencia de otros en sus
interacciones. Ya no es la familia “nuclear” el lugar en el cual se cría, sino que en esta carrera
participa todo un engranaje de lugares y sujetos, de los que se recibe asistencia y cuidados para
el hijo(a) y para sí mismos. Así los padres, madres e hijos permiten comprender la crianza como
creación desde sus propias posibilidades y formas de interacción, las que a su vez se van
transformando y emancipando. De esta forma, de acuerdo con el lugar social que ocupa y a los
contextos que esten a su alcance, van dando una cierta relevancia a los aportes que estos les
hacen, reciben de sus concepciones, en ocasiones se inscriben en ellas, pero siempre guardan
cierta distancia para actuar reflexivamente frente a lo que desean hacer pensando en el hijo(a).
Se develan redes de amigos de las que se emancipan dando lugar de privilegio al hijo, así como
adscripciones a contextos en los cuales hallan seguridad y formación para este, y tiempo libre
La crianza da cuenta de una elaboración de sentidos en los cuales se hallan: una carrera
que parte la vida en dos, crecer junto al hijo(a) en una relación prefigurativa y la artesanía
formación del hijo en varias dimensiones: una dimensión política fundada en la intención de
formar un “buen ciudadano”; una dimensión ética sobresale la intención de formar a partir del
relación consigo mismo en la que aprenda a moderar las actitudes consideradas inadecuadas y
promover las que se desean fomentar y una dimensión estética, en la que el sentido de la crianza
es formar al hijo de acuerdo con unos modos ideales para relacionarse con el mundo.
Acercándome al tema que había previsto, realicé indagación sobre los marcos conceptuales que
deseaba profundizar. De esta manera como autora fui adentrándome reflexivamente, dejándome
interpelar por aquellas nociones que aparecían ante mí y controvertían mi propio acervo de conocimiento
construido por años en medio del ejercicio como enfermera y docente en el área materno perinatal. Al
realizar el estado del arte, la primera reacción fue “derrumbarme” académicamente y reconocer que
existe diversidad de formas de crianza y de ser padres y madres, especialmente en condición juvenil;
luego me arriesgó en esta investigación a intentar comprender con los participantes cómo son sus
experiencias de crianza, es decir, hallar eso que les ha pasado en esta carrera construida a partir de la
misma noticia de la gestación y cómo ha irrumpido en su curso de vida haciéndoles transitar en sus
trayectorias vitales y sentidos construidos en torno a la crianza, lo cual finalmente obtuve como un regalo
normatividad en este tema, puesto que hay un énfasis en el señalamiento implícito o explícito que se
hace sobre la mujer como cuidadora de sus hijos(as) y un cierto estigma sobre padres y madres en
condición juvenil.
Así mismo se visibiliza la necesidad de dar mayor apertura a la oferta de ámbitos de cuidado
para niños y niñas, y a estrategias para que estos padres y madres continúen sus trayectos, sin
estigmatizar su condición. En el personal de salud, considerar las crianzas en plural que se insertan en
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Introducción .................................................................................................................................... 1
1.1 Experiencia: del conocimiento previo, a la vivencia que descentra al sujeto ................ 17
1.2 Crianza: una noción entre “recetas” y experiencias ....................................................... 21
1.3 Padres y madres en condición juvenil que experiencian la crianza ............................... 27
Capítulo II. ¿Cómo comprender las experiencias de crianza?: Fundamentos teórico y
metodológico................................................................................................................................. 32
Gráfica 1. Nivel Educativo según edad de las madres en el municipio de Cúcuta. ................................... 12
Gráfica 2. Trayectorias en el curso de vida de Eduardo. ........................................................................... 96
Gráfica 3. Trayectorias en el curso de vida de Nohora.............................................................................. 99
Gráfica 4. Trayectorias en el curso de vida de Luisa ............................................................................... 102
Gráfica 5. Trayectorias en el curso de vida de Jaime .............................................................................. 105
Gráfica 6. Trayectorias en el curso de vida de Edinson........................................................................... 109
Gráfica 7. Trayectorias en el curso de vida de Angélica. ........................................................................ 112
Gráfica 8. Trayectos de vida de Ricardo. ................................................................................................ 114
Gráfica 9. Trayectos en el curso de vida de Anita ................................................................................... 117
Gráfica 10. Jóvenes que estudian y están empleados según país ............................................................. 181
Listado de Figuras
Introducción
A partir de la etimología de la palabra crianza, que proviene de la raíz latina creare, cuyo
significado es orientar, instruir, dirigir, producir de la nada, engendrar, procrear, como también
criar, nutrir a un niño o un animal (Corominas, 1973), se ha planteado, de una parte, esta noción
desde una perspectiva determinista, como un proceso de entrenamiento en el que padres, madres
“expertos”. De manera que desde esta mirada ha sido concebida como un asunto que incluye
prácticas unidireccionales que los cuidadores realizan con el fin de garantizar la supervivencia, la
connotarla a partir de los procesos de producción social de la infancia, se van teniendo otras
miradas desde una perspectiva histórica y contextualizada. En tal sentido, se reconoce que emergen
rituales, sistemas de valores, tradiciones, creencias y prácticas diversas que se van conformando
como rasgos distintivos característicos de los diferentes grupos humanos según momentos
históricos. Lo anterior ha sido descrito por algunos autores, entre ellos Ariès (2001), DeMause
(1995) y Flandrin (1979); quienes han aportado al reconocimiento del carácter contextualizado e
Se suscita entonces que junto con otras nociones relacionadas como familia e infancia,
esta ha variado en el tiempo, a la par de cambios en las formas relacionales en medio de la vida
cotidiana, acordes con el contexto político, social, histórico y cultural de cada grupo de sujetos
(Colangelo, 2014; Santillán, 2009; García & Salazar, 2013; Carli, 2011; Peralta, 1996); teniendo
2
a su vez un viraje, la idea de relación unidireccional según la cual los padres fungen como polo
activo del proceso para modelar al niño (polo pasivo) acorde a sus expectativas y criterios
inmerso en condiciones y contextos (Ramírez, 2015), de tal forma que pueden “afectarse” los
sujetos mutuamente a partir de las experiencias vividas, emergiendo formas de ser y estar en el
sociales, políticas, culturales e históricas en que se mueven los sujetos que intervienen en ella.
En clave del supuesto ”regulatorio”, se han clasificado las prácticas de crianza como buenas
o malas, asociando a su vez los “estilos de crianza”1 con los aspectos propios de los cuidadores de
niños(as), entre los que se halla el nivel socioeconómico al que pertenecen, el tipo de familia que
conforman, grado escolar, grupo etario, para establecer determinaciones y generalizaciones que
estigmatizan algunos sujetos, calificándolos como no aptos para ejercer esta labor, lo que delinea
un determinismo acrítico que se enmarca en la línea de “una crianza regulada”, como la denomina
Alvarez (2016).
madres y padres “jóvenes” como incompetentes para efectuar labores de crianza, pues desde la
concepción que se hace del sujeto “joven”, se les clasifica primero dentro de un marco etario,
dentro del cual se incluyen aquellos denominados “adolescentes” 2, los que de ningún modo son
1
Los estilos de crianza fueron descritos por Baumrind en 1966, describiéndolos como las formas utilizadas por los
padres para ejercer la crianza. Esta autora estima tres estilos parentales de crianza y define los patrones conductuales
característicos de cada estilo: el patrón con autoridad, el autoritario y el patrón del estilo permisivo (Papalia, Wendkos,
& Duskin, 2004).
2
Sujetos que han sido categorizados de acuerdo a rangos de edad y estimaciones biológicas. La Organización Mundial
de la Salud, los concibe entre los 10 a 19 años con características físicas y psicológicas particulares; los marcos
normativos nacionales e internacionales, presentan su noción desde un enfoque de edad que difiere entre normas. En
ese sentido, no es posible tener una noción de estos sujetos de manera homogénea, siendo necesario reconocer que la
3
vistos como poseedores de capitales que aporten a la crianza, y, segundo, han sido caracterizados
rebeldes y/o revolucionarios y seres del futuro” (Chaves, 2005); así, no se ajustan a las pautas
establecidas como “normales” en una sociedad regulada, mucho menos cuando se convierten en
padres o madres en esta “etapa vital” y dedican parte de su vida cotidiana a la crianza (Remorini
& Palermo, 2016). Por lo anterior, ocurre también una invisibilización de estos sujetos, puesto que,
de hombres y mujeres “responsables”, que, en la mayoría de los casos, sólo se identifican como
“adultos” desde un marco etario, que supera al grupo de edad denominado juventud.
Esta aseveración, se ha ido construyendo además a partir de eventos históricos tanto del
de la natalidad de cada mujer a partir del año 1964, momento histórico en el que se revelaron los
Demografía (Celade) en siete capitales de la región. Esta encuesta demostró que, después de
Ciudad de México, Bogotá tenía el promedio más alto de hijos por mujer en unión: (5,5). Lo
anterior, prendió las “alarmas” acerca de la regulación que el Estado debía tener sobre la población
prioritario para el Estado, por lo que se instaura en los planes de desarrollo y programas
emergencia de su categorización, ha sido una construcción social, legitimada dentro de un universo simbólico, el cual,
siguiendo a Berger y Luckman, posibilita el ordenamiento de las diferentes fases de la biografía, según hayan sido
creadas: la niñez, la adolescencia, la adultez (Berger & Luckman, 2001). Por esta razón y alejándonos de todo concepto
generalizador, los consideramos sujetos en condición juvenil que poseen caracteres sociales, culturales y políticos
diversos, que transitan su vida cotidiana de manera relacional según el contexto en el que habitan.
4
estratégicos una pretensión de desarraigo de esta “problemática”. Una figura política influyente en
este proceso fue el expresidente Alberto Lleras Camargo, quien en 1965, invitado a la Asamblea
nuestra patria se ahogue en este abismo por indiferencia y por imprevisión, la solución humana, la
A partir de 1970 emergen planes de gobierno y premisas, en los que se plantea la necesidad
embarazos a temprana edad”, declarando así mismo que esta situación es “una problemática social
Social, 2012, p. 4). Lo anterior puede visualizarse en el plan de desarrollo establecido por el
entonces presidente Misael Pastrana Borrero (1970-1974), en el que propone “propender por una
edad menos temprana para el matrimonio” ( Departamento Nacional de Planeación, 2014, p. 1).
temprano de la vida, se encuentra que en el ámbito internacional existieron eventos que marcaron
de manera importante la toma de decisiones en el Estado colombiano. Entre ellas está la Cuarta
realizada por la Organización de Naciones Unidas (ONU, 1994). En ellas se determina que el
Salud Sexual y Reproductiva (Ministerio de Salud y Protección Social, 2019); por lo anterior,
algunos países, entre ellos Colombia, retoman estas consideraciones para aprobar nuevas políticas
5
grupo de personas.
Se demarca entonces la preeminencia que tienen algunos actores –como los organismos
internacionales–, los cuales potencian la capacidad para fijar acentos y directrices en el tema
(Corrigan & Sayer, 2007). Así pues, se inicia en Colombia el diseño de las nuevas encuestas de
Demografía y Salud como el cuestionario de hogares y el de mujeres, teniendo como uno de sus
adolescentes; de esta manera se desarrollan las encuestas de los años 1986, 1990, 1995, 2000, 2005
y 2010 en adelante (Álvarez, 2013). Se diseña, además, la política en Salud Sexual y Reproductiva
publicada en 2003 (Ministerio de Protección Social, 2003), la cual, aunque pretende promover el
ejercicio de los derechos en Salud Sexual y Reproductiva, detalla el riesgo marcado de quedar
embarazada en un periodo “precoz”; de otra parte se crean documentos y proyectos que aportan
estrategias para la disminución de estos embarazos, valga como ejemplo el Conpes Social 147 en
2012, que planteaba, en dirección al alcance de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para
del Milenio, producido en 2015 (PNUD, 2015), se halla que, del total de nacimientos en Colombia,
el 23.5% pertenecen a este grupo de sujetos, lo cual es muy disímil de la meta global planteada
necesidad de analizar las condiciones sociales y subjetividades particulares, las cuales dan cuenta
de formas de ser distintas que ameritan alejar la mirada de estigma y comprender las experiencias
y contextos en los que habitan los sujetos, más alla de los simples datos estadísticos.
Así mismo, en medio de la transición de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) a
los objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se propuso para Colombia reducir a una tasa de
fecundidad específica de 62 por 1.000 mujeres entre 15 a 19 años para el año 2018 ((DNP), 2019),
para lo cual se construyen estrategias atinentes a su logro. Igualmente se han adoptado nuevas
políticas, programas y diseñados documentos tanto a nivel nacional como internacional que
continúan visibilizando este fenómeno como un evento que requiere control. Entre ellos se
proponiendo al hombre como un eslabón de control para impedir “la propagación del embarazo en
adolescentes (ONIEA), cuyo propósito es “realizar los análisis que permitan generar conocimiento
reducción del embarazo en la adolescencia” (Ministerio de Salud y Protección Social, 2013), entre
otros.
De otra parte, aunque parece contradictorio frente a este enfoque de riesgo, jurídicamente
casarse, tener hijos y ejercer la crianza, estimando igualmente que estos sujetos pueden formar una
Iberoamericana de los derechos de los jóvenes, 2005) (Organismo Internacional de Juventud para
Iberoamérica, 2019). Cabe aclarar que en esta Convención se considera joven al sujeto dentro de
7
un marco etario entre 15 y 24 años, rango de edades que incluye al grupo denominado adolescente
según normativas nacionales como la Ley de Infancia y Adolescencia, Ley 1098 de 2006
(Congreso de Colombia, 2006), el cual se supone es de riesgo. Lo anterior aparenta ser una puerta
para que este sujeto sea aceptado por la sociedad en las labores de la crianza; sin embargo, parece
contrapuesta ante todo el proceso de vigilancia y control que se ejerce sobre ellos, lo cual termina
creando una cierta marginación de los mismos, invisibilizando sus aportes e incrementando la
individuos jóvenes, se unen, tienen hijos e interactúan como madres y padres de acuerdo con su
contexto y ámbito cultural; como lo refiere Giddens (2000) responden a las determinaciones
socioculturales, las cuales son marco de referencia para organizar acciones en relación al contexto
que lo demanda, así como para garantizar la supervivencia de los niños y facilitar su bienestar
(Aguirre, 2015; Rico, Castillo, Benitez, & Medina, 2013; Hurtado, Ochoa, & Rodríguez, 2018).
Ante este panorama en el que emergen padres y madres jóvenes en medio de categorías y
“normalizaciones”, se dan aparentemente de forma paralela dos fenómenos sociales. De una parte,
aparece la “alerta” que se traza sobre ellos, especialmente si se encuentran en rangos de edad en
los que se consideran más “inmaduros”, si son pobres, o si forman hogares llamados
cada sujeto va construyendo en este proceso, en el que desde la noticia de la gestación, hasta el
acontecer diario con los hijos(as) y los diferentes actores con quienes se interrelacionan, vivencian
acontecimientos significativos, singulares, que van formando en algunos casos un “otro” como
cual también se integran diferentes actores que participan según el contexto en el que se movilicen
(Marín & Palacio, 2015), integrantes de la familia extensa, personal de salud, amigos e individuos
pasajeros, los cuales a través de diferentes medios de comunicación, de alguna manera aportan en
& Torres, 2016) y van configurando formas de ser/hacer, decir/representar de los actores sociales
que participan en la ejecución de cada práctica, especialmente de aquellos padres y madres que
son jóvenes y que en la mayoría de casos resignifican las prácticas de sus predecesores y vivencian
Así las cosas, en el contexto de la crianza, los padres y madres jóvenes, a partir de cada
evento, van construyendo experiencias que implican la apertura a la alteridad que conllevan a
volcarse reflexivamente para devenir “otro” (Berté, 2014), o usando palabras de Zemelman (1998),
hacen posible que transite en ellos algo que “contribuye a limpiar la realidad de sus deformaciones
diversidad, sin la pretensión de universalizar o crear conceptos determinantes, sino por el contrario,
entendiendo que en medio de los entramados relacionales emergen nuevas experiencias y se van
construyendo nuevos modelos societales (Zarzuri, 2000), nuevos sentidos que devienen nuevas
formas de familias y de crianza (Gallego, 2012), se pretende, por tanto, comprender las
experiencias de padres y madres en condición juvenil, las cuales son particulares y se encuentran
regulación, que los lleva a realizar entretejidos de trayectorias vitales, en ocasiones a colocar entre
paréntesis aquel acervo de conocimiento que han adquirido a lo largo de su curso de vida cuando
son atravesados por aquellos acontecimientos significativos que marcan o dejan huellas en estos y
que finalmente develan sentidos de una crianza diversa. Con ello, se pretende aportar al
conocimiento de motivos que se tejen en una carrera construida en medio de contextos diversos y
al reconocimiento de formas de crianza “otras” que pueden darse en los diferentes grupos de
sujetos jóvenes.
Cúcuta, capital del departamento Norte de Santander, zona fronteriza con Venezuela, en la que se
particular de esta región, que interaccionan y tienen formas relacionales tejidas en medio de
capitales sociales, culturales y económicos diversos, así como sentidos que implican intenciones
lugar donde se realiza el presente estudio con padres y madres jóvenes que experiencian en la
crianza.
sociales. De esta manera se presentan desde el nivel 1 hasta el 6, los cuales según el Departamento
Medio; 5: Medio-alto y 6: Alto. Existe una gran disimilitud en los recursos y servicios que posee
3
Retomando la noción presentada por Vommaro (2015), se considera a la juventud como experiencia vital y se
reconoce que su noción es sociohistórica, culturalmente construida, situada y relacional, pero además puede anclarse,
sin ser determinante, en un marco etario que puede definirse según Ghiardo (2004) entre los 14 y 29 años.
10
cada estrato, siendo el más precario el estrato clasificado como 1 y el más alto o con mayores
recursos, el 6. Para el año 2015, se estimó la clasificación siguiente en la ciudad: estrato 1 (21%)
estrato 2 (35%) estrato 3 (31%) estrato 4 (10%) estrato 5 (3%) estrato 6 (0,5%) (DANE, 2016). En
relación con el desarrollo de actividades en esta ciudad, se reconoce de una parte como una zona
Departamental Norte de Santander, 2016; DANE, 2015; DANE, 2016); sin embargo, también por
ser zona de frontera con Venezuela y debido a los cambios dados desde el cierre de esta zona a
partir de 2015, ha sufrido dificultades importantes que afectan a los habitantes fronterizos.
Precisando, puede referirse que allí se llevaban a cabo la mayoría de transacciones que
daban paso al comercio informal en la ciudad, el cual se clasifica como el de mayor proporción en
además de problemas económicos, ajustes en las labores de padres y madres y en los roles que
asumen en la crianza. Lo anterior se evidencia en diversos relatos como el de una mujer joven de
la zona: “las responsabilidades económicas desde que hubo el cierre de frontera las estoy
asumiendo yo solamente, … pues Julián es el que asume más el rol de todo lo que tiene que ver de
la casa porque yo estoy trabajando” (Gutierrez, Álvarez, Corredor, & Martínez, 2016, p. 205), es
decir, el cuidado de los niños y las tareas domésticas en general, cuando en tiempos anteriores, no
lo hubiese realizado.
Cúcuta posee una alta tasa de desempleo en sus jóvenes, quienes han tenido pocas o nulas
oportunidades laborales, puesto que los datos evidencian cifras que superan el nivel nacional
(21,5%) (DANE, 2016). Todo este panorama de desempleo e informalidad puede conllevar en la
(Gutierrez, Álvarez, Corredor, & Martínez, 2016), puesto que en el caso de los trabajadores
informales (mujeres u hombres) no pueden acceder a licencias por maternidad ni a otros derechos
De otra parte, respecto al contexto educativo de la ciudad, allí se cuenta con dos
universidades públicas y siete privadas; así mismo toda una red de institutos técnicos y escuelas y
colegios. Las cifras estadísticas presentadas en el tema indican que el nivel de escolaridad en las
mujeres jóvenes que ya son madres ha ido en aumento, disminuyéndose en un 87,2% la cantidad
de aquellas que no tenían alguno (Profamilia & Ministerio de Salud y Protección Social, 2015, p.
163). Puede verse por grupos etarios los diferentes niveles educativos que han adquirido las madres
Puede observarse que, entre los grupos de edad de las mujeres que se convierten en madres,
a 19 años (19,7%); entre ellas, el grupo que ha alcanzado un mayor nivel académico es el de 25 a
29 años, lo cual puede indicar que estas mujeres siguen estudiando posteriormente al momento en
que tienen sus hijos(as) o que esperan esta edad para convertirse en madres. Según la ENDS
(2015), el embarazo no es el motivo principal para suspender estudios, pues las jóvenes aluden a
la situación socioeconómica como una de las razones más relevantes para hacerlo (Profamilia &
Ministerio de Salud y Protección Social, 2015). Lo anterior subraya la necesidad de ver estos
fenómenos desde un enfoque relacional que analice el sujeto en relación con los contextos que le
rodean, sean estos políticos, económicos, sociales o culturales, evitándose de esta manera la
De otra parte, culturalmente esta región ha sido connotada por tener en su origen un
acentuado patriarcalismo, dentro del cual, siguiendo a Gutiérrez, el hombre consideraba que “su
personalidad social, vitalmente necesitaba llegar al control de esta célula social, para establecer en
ella su mando, capacidad y poder” (Gutiérrez, 1994, p. 186). Este antecedente histórico parece
permear aún las relaciones de padres y madres entre sí, así como entre ellos y sus hijos(as). Lo
anterior emerge en estudios realizados en la ciudad, en los cuales se halla que asuntos como la
crianza, son en su mayoría “responsabilidad” de la mujer, y que cuando las labores que integra
este proceso son ejercidas por el hombre, se dan en casos de reorganización familiar, como por la
salida de la mujer al trabajo, pudiendo tener como consecuencia, según ellos, la “afectación
emocional” de este sujeto, puesto que se considera que el hombre es el proveedor económico y no
el que lleva a cabo labores “hogareñas” (Gutierrez, Álvarez, Corredor, & Martínez, 2016).
Igualmente se evidencia en otros estudios la baja participación del hombre en las tareas del hogar
o en el cuidado de los niños(as), especialmente de aquellos hijos que tienen menos de 5 años, pues
se asumen como labores inherentes a la madre y de manera indirecta un trabajo que se ha ido
delegando a las abuelas (Rico, Castillo, Benitez, & Medina, 2013; Parada, 2011; Olivares &
Parada, 2017).
Es relevante destacar en este sentido que, según las cifras del DANE, en 2016 las mujeres
jóvenes integraron la mayor proporción de madres entre la población en edad fértil en la ciudad,
18% y 30% respectivamente del total de madres (DANE, 2016). Igualmente, la Encuesta Nacional
de Demografía y Salud de 2015 evidencia que, en Colombia, del total de madres, las mujeres de
la región del Norte de Santander con edades entre 15 y 19 años, ocupan un 21,4%, superando
valores de otras regiones como Bogotá (12,2%), Antioquía (16,3%), Valle (11,7%), algunos
14
municipios de la región Andina, entre otros. En relación con los hombres que se convierten en
padres en ese mismo rango de edad, aparece que en la región solo un 0,8% ha tenido por lo menos
desde una perspectiva de riesgo y las actividades se han concentrado, tanto desde el ente
Bienestar Familiar, la academia, entre otras instituciones que tienen parte en las mesas
crianza. En ese sentido ha sido señalado bajo una cierta lógica estigmatizadora, en la cual se
considera, de un lado, la necesidad de controlar las altas tasas de fecundidad en estos grupos de
sujetos, incluso por los riesgos que pueden emerger en su propia salud, y por otro, en la supuesta
incapacidad de estos para el cuidado y la crianza de niños y niñas. La evidencia de este análisis se
municipal y departamental de los años 2017 y 2018. No se encontró actas de años anteriores a
estos, pero sí, de acuerdo a la participación que la investigadora tuvo en estas mesas durante los
años 2015 y 2016, existe la información al respecto de actividades organizadas para controlar la
aparición de casos de mujeres embarazadas muy jóvenes, lo cual denota una preocupación por este
Cabe resaltar, entonces, que esta ciudad, caracterizada por grandes contrastes sociales,
económicos, culturales, políticos, alberga madres y padres jóvenes que se desenvuelven entre los
ámbitos familiares, laborales, académicos y otros espacios que emergen en su vida cotidiana de
15
acuerdo con sus contextos específicos, en los que andan, hablan, piensan y viven la vida de manera
diversa. Por esta razón, se tendrá en cuenta grupos de padres y/o madres jóvenes, en los que la
condición juvenil será un eje central, aunado a unos rangos de edad en los cuales nacieron sus
primeros hijos –en este caso entre los 17 y los 26 años de edad–, las condiciones sociales, el género,
las instituciones y los discursos que atraviesan sus modos de ser y estar, los cuales hacen parte de
Así las cosas, la autora de esta investigación se distancia de la mirada esencialista biológica
o determinista, para fijar la visión en un grupo de sujetos que tienen posibilidades de experienciar
la crianza en un contexto particular, el cual produce modos de ser joven como padres o madres,
formas relacionales particulares que requieren ser comprendidas y llevadas a los grupos que
realizan análisis de estos fenómenos sociales, se plantea realizar el estudio para comprender en el
proceso de la crianza, cómo son las experiencias de estos sujetos madres y padres en condición
juvenil.
trayectorias vitales en el curso de vida, así como en los relacionamientos con su contexto y la
emergencia de sentidos en torno a la crianza. De este modo, se quiere dar respuesta a la pregunta
principal: ¿Cómo son las experiencias de crianza de padres y madres en condición juvenil del
municipio de Cúcuta con hijos entre 1 y 6 años?, así como a las siguientes preguntas subsidiarias:
¿Cuáles son los motivos que se entretejen en las experiencias de crianza en padres y madres
jóvenes del municipio de Cúcuta?, ¿cuáles son los elementos del contexto que se reconocen en las
experiencias de crianza de padres y madres jóvenes del municipio de Cúcuta y así mismo cuáles
son los sentidos construidos en torno a la crianza, de estos padres y madres jóvenes? En ese orden
de ideas, el objetivo general del estudio se centra en comprender las experiencias de crianza de
16
madres y padres jóvenes del municipio de Cúcuta, con los subsecuentes que son: describir las
experiencias de crianza de estos sujetos; indagar en las experiencias de crianza narradas por padres
y madres jóvenes del municipio de Cúcuta, los motivos que se entretejen en ellas; analizar los
elementos del contexto que se reconocen en las experiencias de crianza de padres y madres jóvenes
del municipio de Cúcuta, y develar a partir de la experiencia narrada por padres y madres jóvenes
Se considera por tanto que los hallazgos de este estudio llevan a comprender nuevas formas
relacionales, contextos y crianzas otras que pueden emergen a partir de las experiencias en los
sujetos jóvenes en la crianza. El trabajo se organizó en un primer capítulo que da cuenta del estado
del arte y objetivos del estudio, un segundo que detalla los marcos teóricos y la ruta metodológica
que permiten allegar a la meta comprensiva; un tercero que presenta los casos del estudio; así
mismo siguiendo algunas claves del enfoque teórico y metodológico curso de vida, se presenta un
cuarto capítulo con los hallazgos de las experiencias de crianza vivenciadas y los motivos que se
entretejen en estas; un quinto capítulo que da cuenta de aquellos contextos en los cuales se
desarrollan las interacciones de la crianza y un sexto y último capítulo conclusivo que aporta los
sentidos que emergen en estos padres y madres en torno a la crianza y aproxima unas tesis finales
del estudio.
17
Acercándome al tema que había previsto, realicé indagación sobre los marcos conceptuales
que deseaba profundizar. De esta manera fui adentrándome reflexivamente, dejándome interpelar
por aquellas nociones que aparecían ante mí y controvertían mi propio acervo de conocimiento
construido por años en medio del ejercicio como enfermera y docente en el área materno perinatal.
Al realizar el estado del arte, la primera reacción fue “derrumbarme” académicamente y reconocer
que existe diversidad de formas de crianza y de ser padres y madres, especialmente en condición
juvenil; luego me arriesgué en esta investigación a intentar comprender con los participantes cómo
son sus experiencias de crianza, es decir, hallar eso que les ha pasado en esta carrera construida a
transitar en sus trayectorias vitales y sentidos construidos en torno a la crianza. En ese orden de
ideas, presento el estado del arte de los temas centrales y culmino con el diseño de los objetivos
propuestos en el estudio.
puesto que cuando se hace referencia a este término se hallan concepciones múltiples que desde
Una de estas se encuentra definida por la corriente empirista. Esta la relaciona con la
generalización, la conceptualización y síntesis que se hace a partir del conocimiento previo, sin el
cual nada puede valorarse, puesto que desde esta mirada la principal fuente y prueba final del
palabra inglesa experience derivada del latín experientia que denota juicio, prueba o experimento”,
evidenciando como refiere Jay (2009), un vínculo entre la experiencia y la sensación cruda, no
reflexiva. De esta forma, a inicios del siglo XVII se propone la observación y la percepción
partir de conocimientos previos. Dentro de ella se encuentran autores como Francis Bacon y John
Locke (Rodríguez, 1992); no obstante, todas las teorías que hacen parte de este enfoque, relevan
Alrededor del siglo XVIII, en el que Inmanuel Kant suscita discusión frente al tema y
plantea en la crítica del juicio, que la capacidad de experimentar en el sujeto puede cobrar
diferentes formas y ser originadas por la percepción de los sentidos, por los principios externos y
por la forma propiamente estética, la cual moviliza los “poderes cognitivos” (Kant, 1928), se va
tornándose más allá de la objetividad con que pueda ser vista, en aquello que está constituido por
pasa” al sujeto (Larrosa, 2009). Se puede decir que, se va construyendo una segunda vertiente
reflexiva que propone la relación entre “probar” (expereri), y periculum (peligro), divisando en
19
estas una correspondencia, lo que indica haber sido expuesto a algo, sobrevivir y aprender de ese
encuentro. Así, se conoce entre otros a filósofos e intelectuales como Montaigne, Hume, Adorno,
quienes inician un análisis de esta noción más allá de pensarla como la mera consolidación de
antropología (Wallerstein, 1999, p. 17, citado por Jimenez & Torres, 2006), a partir de las cuales
entendiendo así la experiencia como el elemento principal que da cuenta del devenir del sujeto y
de sus interacciones en cada contexto (Jimenez & Torres, 2006). En este aspecto, desde el
2003); desde el existencialismo, Zemelman (1998) refiere que el existir es la experiencia misma
en la que el sujeto histórico vivencia y da sentido particular a los acontecimientos que hacen
experiencia; de otra parte Bárcena, Larrosa, Mèlich consideran la experiencia como un viaje en el
cual el sujeto es empujado hacia el exterior (Bárcena, Larrosa, & Mèlich, 2006); Van Manen
(2003) igualmente da cuenta de la experiencia vivida como aquella que transforma al sujeto. De
este modo, se va consolidando una noción de experiencia que implica la subjetividad, la reflexión,
la exterioridad y el devenir del sujeto en medio de la vida cotidiana, en donde no todo puede
planificarse programáticamente.
Dentro de las disciplinas que mayormente han construido conocimiento en esta noción, se
encuentra la educación, que tanto en Europa como en América Latina han hecho varias
experiencia educativa en general. En ellos se destaca el trabajo de Bárcena, Larrosa, & Mèlich
(2006), quienes, retomando la palabra educere (derivada latina de la palabra educación), que
significa salir hacia afuera o conducir a alguien fuera de lo propio, mas allá del lugar conocido y
habitado, consideran la experiencia relacionada con la creación de sentido; así mismo Larrosa en
(Contreras & Perez de Lara, 2010) enfatiza que ella se implica con la vida misma.
De esta forma, la noción de experiencia en esta segunda vertiente va más allá de lo objetivo
y se relaciona con el existir mismo, con el curso de vida que es trastocado puesto que a partir de
la experiencia el sujeto “va siendo” o, como refiere Zemelman (1998), “el análisis de los sujetos
supone como requisito no tanto darlos por terminados, como concebirlos desde la complejidad de
sus procesos constitutivos que tienen lugar en distintos planos de realidad” (p.14).
Se entiende, por tanto desde esta visión, la experiencia como aquello que tiene enormes
posibilidades de ser, que es abierta, singular, que procede de un acontecimiento significativo y que
no depende del saber, ni del poder, ni de la voluntad del sujeto, sino de aquello que se produce
cuando “me expongo”, cuando dejo de ser yo para convertirme en otra cosa diferente a “lo que yo
digo, lo que yo sé, lo que yo pienso, lo que yo anticipo, lo que yo puedo o lo que yo quiero”
(Mélich, 2009).
Concluyendo este aparte, y entendiendo la experiencia como aquello que pasa en el curso
actuar de los sujetos, en las cuales se debe profundizar de acuerdo al tema de interés, saliendo de
una zona limitada por los determinismos acríticos, exponiéndose a la “sorpresa” y a encontrarse
con realidades atravesadas por la intersección de las subjetividades y condiciones sociales, como
por ejemplo en la comprensión del ¿cómo son las experiencias de crianza de los sujetos jóvenes?.
21
desde un enfoque positivista como un proceso regulado y prescriptivo en el que se naturalizan las
acciones o interacciones realizadas por los actores que se inscriben en ella, sin considerar preguntas
sobre ¿cómo se cría según el contexto social, cultural, político, cómo la intersubjetividad permite
la emergencia de nuevas formas de crianza en las que se transforman padres y madres, o cómo la
dicha noción también ha sido abordada por teorías críticas modernas o posmodernas, como un
reconociendo los diferentes paradigmas o enfoques que la han definido o intentado comprender,
así como las diferentes disciplinas implicadas en su abordaje. De esta forma, siguiendo a Álvarez
(2016), quien toma la noción regulación-emancipación de Sousa Santos (2000), se realiza un tipo
en este tema, como de las interacciones que emergen entre los sujetos que se ubican en este
proceso.
Puede decirse que desde el siglo XIX se instaló una suerte de interés por la confección de
pautas de crianza, principalmente para uso de las familias burguesas buscando un ideal de vida
(Donzelot, 1979). Aparecen de esta forma las publicaciones sobre el arte de cuidar a los niños que
incluyen guías y diccionarios de higiene. Durante este siglo e incluso con la presencia relevante
22
todo en el cuidado de los niños y niñas, se delinean fundamentos para la crianza como tipos ideales,
es decir recetas en lenguaje de Schutz (Schutz, A., & Luckmann,1973), y emergen teorías como:
el conductismo con autores como Watson (1930); el apego propuesto por Boowlby (1998); las
teorías que establecen estilos de crianza por Baumrind (1996), MacCoby y Martín (1983) y
Lamborn, Mants, Steinberg y Dornbusch (1991), y teorías psicométricas cognitivas que proponen
la medición de atributos en el niño con el fin de conocer sus alcances posibles en el transcurso de
su vida.
Se puede afirmar que este grupo de teorías, de origen anglosajón, constituyen fundamentos
con un enfoque positivista, que configuran una crianza “regulada”, como la denomina Álvarez
(2016), enmarcada dentro de una serie de prácticas o un “deber ser, a manera de decálogos, que
intentan proponer una sola forma de criar y, por lo tanto, una visión homogénea de la familia y del
niño(a)”, y contemplan a su vez una correlación entre la forma de ejercer la crianza y la influencia
Así mismo, esta crianza “regulada” presenta en algunos casos una forma relacional entre
padres e hijos de manera unidireccional, en la cual los padres, madres o cuidadores actúan sobre
niños y niñas, entendiendo a estos últimos como a seres receptores que captan enseñanzas pero
nunca aportan sobre los demás o sobre su entorno, lo cual podría decirse que parte de una visión
contiene a su vez planteamientos que establecen prácticas homogéneas estandarizadas en las que
se considera necesaria la asignación de reglas o pautas como un “deber ser” preestablecido con el
Además de las teorías anteriores, se han originado otras que consideran una mayor relación
del niño y niña con su entorno o estiman a éste como un ser histórico que interactúa con otros
influyéndose mutuamente. Desde esta última visión, se proponen teorías en las que se relieva que
incrementado en función del número de vínculos sustentadores entre ese escenario y otros
contextos en los que se insertan el niño y los responsables de su cuidado” (Bronfenbrenner, 1987).
como el enfoque sistémico de Bertalanffy (1986), tienen en cuenta el contexto y las interacciones
que devienen en la crianza, y se podría decir que avanzan integrando elementos de aquellas formas
de crianza emancipada, en términos de Álvarez (2016), en las que emergen formas relacionales
contextos históricos, sociales y culturales, en la que se imbrican las dimensiones social y política,
con el cuidado y la atención de niños(as) y las estructuras sociales; es decir, va más allá de una
del otro, una crianza realmente emancipada en la que pueden emerger múltiples experiencias con
acontecimientos significativos percibidos según los sentidos y las comprensiones que puedan darse
Estas últimas teorías plantean una relación bidireccional reconocen la existencia de otras
formas de ser y estar en medio de la vida cotidiana (Martínez & García, 2012) en las que se actúa
intersubjetivamente, se interpela y puede llegar a originar transformación en los sujetos que tienen
24
experiencias. Es en ese trasegar y en contextos diversos en los que se hace posible vivir lo diferente
y emergen formas de crianza otras, las cuales, a su vez, tienen un significado único para el sujeto
que las vive (Otálvaro et al., 2016), y son difundidas por este al colectivo, lo cual hace visible lo
mismo.
En este sentido, autores como Bocanegra (2007), Gallego (2012), Colangelo (2014),
imprescindible tener en cuenta todo un conjunto de elementos como la concepción de infancia, los
ideales frente a esta, las interacciones entre niños(as) y sus cuidadores, así como la normatividad,
encuentre inmersa. Implica entonces reconocer que la crianza no es un proceso lineal o inmanente
en el tiempo, sino que se va transformando por efecto de los sujetos que interactúan en ella, así
como por las nociones y los cambios suscitados en el medio social, cultural, político e histórico
(Bocanegra, 2007). Esta es la “crianza emancipación”, significada así por Álvarez (2016)
En esta vertiente, se reconoce que existen múltiples culturas y contextos los cuales también
cambian históricamente, y dan forma a crianzas “otras” en los cuales se desenvuelve el sujeto que
siente, piensa y puede permitir que algo les pase a sus palabras, ideas, sentimientos,
representaciones, subjetividad (Larrosa, 2003). De esta forma, emerge una noción más amplia de
la crianza, teniendo en cuenta un enfoque relacional, histórico y particular en el que cada sujeto
que se orienta al análisis no sólo de los sujetos sino de estos en medio de contextos Mead (Blumer,
1982).
25
sociocultural e histórico situado (Colangelo, 2014), que no se regula por prescripciones para
interactuar entre sí, ni su forma relacional es unidireccional, sino que permea subjetividades y
conlleva al devenir de formas relacionales diversas que suscitan ajustes en las trayectorias de vida.
Frente a este abordaje cabe resaltar el trabajo realizado por autores en América Latina.
Entre ellos, Santillán (2009), Tuñón (2011) y Colangelo (2014) en Argentina; en Colombia,
Aguirre (2002), Peñaranda (2011), Otálvaro et al. (2016); en Brasil Carvalho (2009); en Chile:
Peralta (1996); en Perú: Izzedin y Pachajoa (2009); en México: Valdés y Urías (2011); en Costa
Rica: Rosabal-Coto (2012). Los hallazgos de estos autores permiten un avance en el conocimiento
de las crianzas y a su vez abren espacio para la indagación sobre las formas de crianza, sus actores,
interacciones y contextos.
relacionado con los cambios sociales y políticos que a su vez implicaron ajustes en la dinámica de
socialización suscitada en las diferentes épocas (p. 21); estos visibilizan cambios en la forma y
estructurales dan cabida a ajustes en las relaciones, interacciones y formas de expresión de los
sujetos, los cuales se transforman y transforman sus prácticas, configuran nuevas formas de ser y
estar en relación al otro y a sus contextos, marcando especialmente divergencias entre las prácticas
ejercidas en la crianza por las diferentes generaciones de padres y madres en contextos situados.
Puede decirse para ir cerrando este estado de la cuestión en la crianza que, ante todo el
crianza dada por sus padres (Castro, VanderVeer, Meneses, Pumarino, & Tello, 2013), es decir,
crianza. Estos resultados demuestran que aún falta un gran recorrido por hacer frente al tema,
sujetos que interactúan en ella, los cuales sienten, tienen vivencias transformadoras y se encuentran
en contextos diversos que los hace ser y estar de manera plural, lo cual se pretende realizar en la
presente investigación.
(2009) y Carli (2011), sobre los modos a través de los cuales los procesos y las prácticas relativas
vida social y producen diferentes experiencias en los sujetos de la crianza, analizar el papel de la
institucionalidad y la modulación que esta produce en los tutores o padres en la crianza, y sobre
epistemológico” que coloque bajo observación “al que observa” (Gómez & Bayón, 2009) y
permita una nueva forma de construir conocimiento con el otro, haciendo de estos estudios de
que construyen saberes y reconocen conocimientos que devienen tanto en la vida cotidiana como
en una base de saber científica, pero sobretodo, que se encuentran inmersos en contextos
Para iniciar este apartado, se hace necesario referir que la definición de condición juvenil
emerge del análisis y discusión que en los últimos años ha tenido la noción de sujeto joven y del
término juventud, los cuales, según Feixa & González (2005) y Chaves (2010), se han establecido
donde se juegan relaciones de poder. Lo anterior ha implicado especialmente para las ciencias
sociales revisar la construcción histórica de este concepto y proponer una noción cercana a las
realidades multiculturales.
En este aspecto, diversos autores (Valenzuela, 2009; Pérez Islas, 2000; Margulis & Urresti,
2008; Aguilera, 2014; Feixa & Leccardi, 2011; Reguillo, 2008; Urteaga, 2011; Aguilar & Muñoz,
2015) se han acercado a una definición que va más allá de la denotación del sujeto caracterizado
por un rango etario o por múltiples elementos psicobiológicos, para considerar los modos de
que cada ser humano interactúa en un medio sociocultural particular, lo cual hace necesario
pluralizar al momento de hacer referencia a los sujetos, es decir, concebir diferencias en un amplio
sentido de la heterogeneidad (Dávila, 2004) y reconocer que “cada cultura tiene sus propios modos
Así, el significado de sujeto joven puede visualizarse a través de dos rutas o comprensiones.
Una, que parte de los orígenes de lo biológico y que se delinea desde una esfera regulatoria y de
ciclo vital, la cual organiza las poblaciones durante el transcurso de vida de los sujetos dando
origen a grupos etarios o franjas de edad, clasificándolo en etapas que a su vez se caracterizan por
otra, se configura en cada sociedad de acuerdo con su historia, prácticas, ritos y percepciones que
se forman creando así mismo procesos de socialización particulares (Feixa, 1999; Dávila, 2004;
Amador, 2013), subjetividades que constituyen y “determinan modos de ser desde sus territorios
Siguiendo a Bourdieu (2002), se podría decir entonces que el sujeto joven que hace parte
del grupo denominado juventud, no es un ser humano que se puede valorar junto a otros por
características similares como la edad o por caracteres físicos o psicológicos determinados, sino
dispositivos se clasifica el joven desde las dimensiones biológica, psicológica, política y jurídica,
con lo cual emerge un sujeto, un joven condicionado y determinado por los discursos que de ellos
proceden (Castellanos, 2011). O, como lo refiere Criado (1998), bajo la presunta identidad social
de todos los incluidos en una clase de edades, lo cual puede llevar a generalizar y limitar el
conocimiento acerca de las diversas formas de ser joven en el mundo y sobre todo de la
Con esta claridad, desde esta perspectiva se entiende la condición juvenil como aquellos
modos de ser en medio del conjunto de tensiones que viven los sujetos jóvenes del tiempo presente
experiencia subjetiva y social de los y las jóvenes” (Reguillo, citada en Bracchi & Seoane, 2010);
así mismo se define a los sujetos jóvenes, siguiendo a Vommaro (2015), como aquellos que se
reconocen a sí mismos y son reconocidos dentro de un contexto social, cultural y relacional como
tal.
29
puede decir que existen dos tendencias marcadas que en el análisis de esta cuestión abordan el
tema; de una parte, aquella en la cual se analiza desde la propia perspectiva de los jóvenes inscritos
en esta carrera, y de otra, aquella que evidencia las formas de ser vistos por otros. En la primera
tendencia se identifica que ser padres o madres en condición juvenil, puede percibirse para estos
sociales anteriormente realizadas para asumir responsabilidades de la crianza (Quintero & Rojas,
2015, p. 228). Así mismo en esta línea deviene en una suerte de división en la percepción de sí
nueva familia, de tal manera que algunos padres jóvenes se sienten aceptados por la sociedad
cuando pasan de ser considerados como un grupo minoritario sin capacidades de ningún tipo, a
convertirse en hombres “maduros” que ahora tienen algo propio (un hijo), pero también hombres
que ratifican su masculinidad a través de su sexualidad y fertilidad (Cabello & Reyes, 2011).
En las mujeres emergen diversas percepciones de sí mismas como madres (Coronado &
Ortiz, 2013; González & Estupiñan, 2010; Rozo et al., 2010; Andrade et al., 2009). Ellas refieren
que les implica una mayor responsabilidad y les infunde deseos de progresar, pues las
“responsabilidades maternas las hacen más madres…” (Serrano & Sánchez, 2000; Akiko, 2008).
Se halla que han asumido el rol histórico como dadoras de cuidado (Quintero & Rojas, 2015);
incluso identifican que en ellas desaparecen sentimientos de vacío que existían con relación a su
vida, aludiendo a que ahora tienen una razón para vivir, modifican los vínculos con sus hijos,
percibiéndose como autónomas para realizar estas labores y tomar decisiones en el cuidado de
Lo anterior da cuenta, en términos de Goffman (2001), tanto de una carrera práctica como
moral constituida, en medio de estructuras sociales, en la que diseñan su propia trayectoria como
Puede decirse que, se devela la crianza en condición juvenil para algunos jóvenes como
aquello que les lleva a resignificar el mundo del joven incluyendo la concepción de sí mismo y de
sus relaciones sociales (Molina, 2011). Desde esta mirada, ser padres o madres en condición
juvenil y ejercer la crianza también puede percibirse como haber logrado la completitud de sus
vidas, la madurez alcanzada y constituye el evento nuclear de una nueva subjetividad en la que
perciben tener un nuevo estatus social que les facilita adquirir reconocimiento en medio de su
grupo de pertenencia (Serrano & Sánchez, 2000; Gómez, y otros, 2012; Peréz, Franco, Meza, &
Sánchez, 2016), con lo que se adquiere un capital simbólico a través del cual obtienen
reconocimiento.
Siguiendo a Honneth (1998), este reconocimiento puede ser de varios tipos: de amor, de
respeto moral o jurídico y de valoración social, en los que, a través de una lucha intersubjetiva, los
sujetos combaten por la confirmación de sus pretensiones de identidad, de lo que puede emerger,
Desde la otra perspectiva, es decir, desde la mirada del otro acerca de la crianza en
condición juvenil, se halla una corriente que con cierto estigma y visión de riesgo, se centra
proceso y haciendo de lado sus vivencias (Barreto, 2013; Rosenberg, Ribeiro, & Vieira da Silva,
2009). Así mismo en esta dirección, se halla una determinación marcada del riesgo tanto biológico
como emocional y social en tanto se convierten en padres y madres en condición juvenil, con
31
énfasis en “el “circulo vicioso” de desigualdad que impide a las mujeres y a sus hijos salir de la
Estas dos perspectivas delineadas en este abordaje, solo dejan preguntas que se pueden
seguir haciendo como estas: ¿es la cuestión de la condición juvenil y la crianza la responsable
unicausal de los círculos de pobreza?, ¿es la mujer joven con hijos, la responsable de la pobreza
generacional?, ¿es la crianza en condición juvenil percibida como única trayectoria de los jóvenes
en condiciones sociales marcadas por la precariedad? o se tiene una deuda con los jóvenes a
subjetividades que les atraviesan, evitando la mirada marcada por la sospecha y vigilancia en busca
de unicausalidades.
32
metodológico
Al realizar la exploración del tema se retoman finalmente algunos conceptos, así como
autores que permiten analizar y poner en cuestión aquellas recetas dadas como determinismos a
través del tiempo. De esta forma, se parte de la concepción del marco teórico “como un conjunto
guiar las decisiones para planificar, llevar a cabo el trabajo de campo, y avanzar en el análisis
progresivo de los datos” (Freidin & Najmias, 2011, p. 1 ), puesto que finalmente es una concepción
que debe continuar su construcción a partir de los hallazgos investigativos (Sautu et al., 2005, pp.
En este sentido, se elaboraron algunos ejes teóricos principales para el estudio. Los mismos
se reconfiguraron a medida que progresó y se refinó tanto el análisis de los datos (Freidin &
Najmias, 2011, p. 5), como en el ir y venir del marco interpretativo de la investigación. En ese
orden de ideas, se presentan a continuación tres elementos centrales que guian el estudio y están
inmersos en estas dos grandes categorías teóricas. Estas son: la experiencia como punto de
inflexión que marca “un antes y un después” en el curso de vida y la crianza en condición juvenil:
una experiencia de acogida que se construye entre motivos, contextos y sentidos diversos.
33
Siguiendo a Deleuze (1995), podemos decir que cualquier ontología esencialista y noción
2016), puesto que siempre está en constante cambio, en subjetivación, buscando una identidad
infinita que puede ir del pasado al futuro, de lo más a lo menos, de lo excesivo a lo insuficiente,
de lo pasivo a lo activo, … por lo que existen devenires subjetivantes que se van singularizando
espacial, en el cual interactúa con otros intersubjetivamente, delinea sus propias trayectorias de
vida y transita acorde a los eventos que le acontecen. En virtud de ello, retomamos elementos del
enfoque teórico- metodológico curso de vida4, que implica el análisis de múltiples niveles, de las
Crosnoe, 2003). Este tiene tres conceptos básicos o ejes organizadores, que puede ayudar a
comprender las temporalidades en las que emerge la experiencia y devienen transiciones en el ser.
Estos elementos son: trayectoria, transición y punto de inflexión (término traducido por autores de
lengua hispana del original en lengua inglesa turning point) (Blanco, 2011), lo cual permite
4
Enfoque teórico-metodológico que inició su desarrollo en la década de 1970 con aportes relevantes del sociólogo
Glen Elder y la historiadora Tamara Hareven, entre otros autores de diversas disciplinas. Buscó “tematizar” las etapas
instituidas como infancia, juventud y vejez y poner el énfasis en el devenir, en el fluir, es decir en el movimiento
existencial y vital de cada organismo vivo (Mariluz, 2013). Su propósito de investigación general es analizar la
vinculación entre la dimensión temporal, la variable edad y, a su vez, la de ambas con el contexto histórico. Emerge
como respuesta potencial a problemas relacionados con el estudio del tiempo, del timing y de sus efectos, así como en
los efectos de la biografía personal y la historia social en las vidas humanas, en la agencia humana, lo cual conduce a
replantear las preguntas de investigación en términos de trayectorias y patrones en vez de cadenas causales (George,
2006: 678. En Blanco, 2011).
34
avanzar en el análisis de aquello que le pasa al sujeto en su devenir, así como en los cambios en
vida, que puede variar y cambiar en dirección, grado y proporción” (Elder, 2001) en el que se
entre otros) ocurriendo así mismo, en algunos casos el entrelazamiento de las trayectorias vitales
tanto individuales como en su relación con otros, por ejemplo, con la familia de origen (Blanco,
2011).
de origen, etc) (Blanco, 2011). Cada transición puede darse según la cultura o pautas establecidas
por las sociedades; puede describirse según su secuencia, de acuerdo con aquello que va
sucediendo en la vida del sujeto, como la llegada de un hijo a la vida de un joven en la que este
asume un nuevo lugar como padre o madre con unas labores que debe llevar a cabo en este nuevo
proceso.
fuertes modificaciones y conllevan a virajes en la dirección del curso de vida. Este se diferencia
de las trayectorias y las transiciones, puesto que puede darse de manera sorpresiva. Por ello, su
análisis puede realizarse solo retrospectivamente y valorarse de acuerdo con el curso de vida
individual; por lo general, implica un cambio cualitativo en el largo plazo del curso de vida del
toma de decisiones del sujeto, así como discontinuidades o entretejidos de las trayectorias vitales
35
(Blanco, 2011). En ese sentido, este punto se constituye como un hito en el que quedan huellas, se
transforma en mayor o menor grado el pensar, los sentimientos, las sensaciones y afectos, es decir
“que posee estructuras de relaciones familiares, grupos de edad y generaciones…” (p. 37); sin
embargo, tiene una vida y esa vida está inscrita en una dinámica en la que se encuentran un tiempo
momentos de la vida del sujeto, irrumpiendo en sus trayectorias vitales, ocasionando giros de la
existencia y transiciones, dejando huellas. Emerge como un punto de inflexión en el curso de vida
de los sujetos, puesto que a partir del ser atravesado por aquello que “me pasa”, las trayectorias de
vida pueden ser interrumpidas, entretejidas y/o potenciadas de acuerdo con la misma subjetividad
y con la intersección de esta con las condiciones sociales, políticas, históricas y culturales presentes
No obstante, en medio del entramado en el que se encuentran unos elementos del “afuera”
como las condiciones sociales y otros del “adentro” como la propia subjetividad, solo emerge la
experiencia de acuerdo con la intensidad con la que cada uno perciba el acontecimiento
significativo que la origina y el sentido que le otorgue. De esta forma, se puede decir que, dentro
que es del afuera, externo); la subjetividad (es el adentro del sujeto que les es único para sí, pero
que puede ser transformado por influjos del contexto); la apertura del sí mismo (es el pliegue
36
que pone en contacto un afuera y un adentro cuando se permite dejarnos abordar en lo propio) y
Con respecto a esta última, en el sujeto se marca “un antes y un después” de la experiencia,
puesto que se mueve en una estructura temporoespacial, como lo refiere Heidegger (2003), es decir
se da “en un tiempo” y en un espacio como “el ser-ahí”, en el cual puede diseñar proyectos,
transitar y actuar a ritmos diversos según su acervo de conocimiento, con aquello que le fue
enseñado por sus predecesores, según la estructura social determinada, así como al contexto
histórico, pero además ser fundados en sus experiencias (Schutz y Luckmann, 1973). De esta
suelo ontológico predominante, como refiere Puglisi (2009), entreteje trayectorias o transita de
ellas.
discreto, que permite a la vez ordenar los recuerdos y pensar un tiempo continuo, gracias a una
especie de interpolación” (Leclerc-Olive, 2009). Puede ocurrir de esta forma que las experiencias
pasadas modifican las posteriores y que no haya tiempos sincrónicos, sino que se sobreponen
pasado y futuro para quedarse en el presente, lo que construye un sujeto que deviene en continuo
receptividad, por su disponibilidad, puede narrar aquello que le ha pasado según el sentido que le
otorgue a aquello que le acontece (Larrosa, 2003), y así mismo develar cómo el acontecimiento
Teniendo en cuenta esta noción, se utiliza por tanto en la investigación esta categoría como
un eje articulador en el cual se encuentran los lugares (sociales y discursivos) y los modos en que
los sujetos los habitan y se mueven dentro de ellos. Siguiendo a Mariluz (2013), se puede decir
que en el sujeto se va hilando un devenir histórico social que no está determinado a priori. No es
que el curso de la vida sea una especie de corsé y que éste nos conmine a vivir como pretende
convirtiéndonos en meros títeres sujetos a su arbitrio sino que, en virtud de los acontecimientos
que nos sucedan en ese transcurso, impactarán de tal manera en nuestra vida que la
individualizarán haciendo cada vida única e irrepetible (Mariluz, 2013), en la que se van
construyendo experiencias.
2003). En el principio de exterioridad, también llamado alteridad o alienación, se dan eventos que
puede ser, la llegada de un nuevo hijo(a) o un suceso no esperado y teniendo en cuenta el principio
de pasaje o pasión, en tanto la experiencia es eso que me pasa, deja huellas, atraviesa el cuerpo, el
del mundo, siendo la corporeidad conmovida (Schutz & Luckmann, 1973). En la crianza los
que se imprime el sello de su función maternal (Montes, 2008). De hecho, sin ir más lejos, la
cesárea (en el caso del parto), procedimiento que se ha hecho tan rutinario en las Américas, se
38
realiza en ocasiones de manera indiscriminada, de tal forma que, siendo lo ideal en uno de cada
diez partos, se da en cuatro de cada diez, sin que la mujer participe en esta decisión sobre su cuerpo
y a pesar de que esta incrementa el riesgo de muerte para ambos, las complicaciones maternas
incrementándose (Fecolsog; Fecopen, 2014). Lo anterior es una cifra estadística que implica a su
vez las intervenciones en el cuerpo, y así mismo las sensaciones, sentimientos, afectos que se han
podido transformar por aquel suceso que lo atraviesa, por la herida que permanece y por aquello
De esta manera, trayendo así mismo algunos elementos que se imbrican en la experiencia
y asumiendo que esta, se da como un punto de inflexión en el curso de vida, en la cual emerge un
sujeto que a su vez asigna sentido a eso que “le pasa” y que, en mayor o menor intensidad, de
acuerdo con su “apertura”, es transformado (Skliar & Larrosa, 2009), nos proponemos explorar a
partir de los relatos, aquellos acontecimientos significativos que marcan el curso de vida, que
defraudan las opiniones típicas y constituyen así el movimiento de la experiencia; las transiciones
en los trayectos de vida y así mismo aquellos motivos que se van hilando entretejidos en un
urdimbre de experiencias.
siempre que ocurra algo nuevo, irrumpa algo inesperado e imprevisible, algo que rompe cualquier
organización performativa previa (Arendt, 1997). Es allí donde se produce el punto de cambio. El
nacimiento de un hijo, es una noticia nueva, pero su acaecimiento para algunos sujetos es un
hechos por sí solos no son acontecimientos, sino que cuando toman la forma de una relación de
concernimiento personal, emerge una toma de conciencia, es “darse cuenta”, descubrir sin
moverse del sitio la vieja novedad, vieja por su contenido material o gramático, pero
convertirse en una novedad que interrumpe la cotidianidad y que constituye experiencia, que
obliga a pensar, a reflexionar y requiere capacidad de comprensión (Bárcena & Mélich, 2000), que
así mismo marca un hito histórico en el curso de vida del sujeto. Puede darse que, a su vez –de
acuerdo con las determinaciones de las estructuras sociales establecidas en un momento histórico–
, que se perciban como una alteración o una “corrección del transcurso de la vida”, impliquen
ajustes en las elecciones precedentes o en las estrategias a posteriori elegidas (Oddone y Gastron
2008).
generales en todos los sujetos, ni tampoco resultan en expresiones homogéneas universales, puesto
que, aunque un grupo de sujetos vivencie un mismo suceso, cada uno según sus sensaciones y
ella la emoción producida por esa acción, un “suceso en el instante de su acontecer” (Botero, 1992,
p. 222), como una epifanía, en la cual se relevan emociones, palabras o detalles visuales que, en
40
Esteban, 2016).
Estos sucesos que a su vez marcan huellas, se presentan como una situación límite que
afecta el ser, una situación difícil de manejar e imposible de detener que ocurra (Jaspers, 1974).
Estos pueden llevar al sujeto a presentar un giro existencial, pues marcan la vida y abren un
panorama de un antes y un después de este suceso que permite orientarse y proyectarse en el futuro
(Leclerc-Olive, 2009).
detonante de los puntos de inflexión en el curso de vida. Este mantiene una relación de alteridad
con el conocimiento teórico; se da en la exterioridad del conocimiento; de esta forma, allí donde
se cree que se ha dicho todo, emerge la sorpresa, las comprensiones de aquello que no se conocía
sentido a menos que se los relacione con el conjunto del recorrido de vida en el cual se inscriben
(Leclerc-Olive, 2009), puesto que de otra forma se corre el riesgo de perder lo esencial. Es decir,
son los puntos nodales de la experiencia biográfica: es el momento en el que las representaciones
incorporadas de uno mismo, de la sociedad y del mundo, son alteradas; situaciones en las que el
Entre los principales rasgos del acontecimiento significativo está su carácter súbito,
por lo cual es necesario conocer la trayectoria y las transiciones en el curso de vida del sujeto, para
41
identificar cuál ha sido el acontecer que le ha llevado a dar un giro a su vida. Debe hacerse una
Una catástrofe puede ocurrirle al sujeto y marcar un hito en su existencia; sin embargo,
puede conocerse algo nuevo en el tiempo sobre la misma situación, de tal manera que cambia el
sentido dado por el sujeto a este acontecimiento, presentando así mismo un giro a su existencia y
derrumbando todo lo que tenía anteriormente preconcebido, es decir, se vive una experiencia que
cambia su modo de existencia. Valga como ejemplo, el conocer que no posee culpa sobre algo que
creía tenerla como en el caso de un accidente con su hijo durante la crianza, o en el parto. Este
nuevo suceso que se produce puede transformar la subjetividad y las formas de relacionarse
Pero este “producto” que queda de la experiencia a partir del acontecimiento significativo,
acontecimiento crea múltiples disonancias cognitivas –hace pensar diferente–, tiene implicaciones
afectivas (incluso físicas) –puede hacer sufrir– y tiene consecuencias morales (Leclerc-Olive,
2009), por lo que el sujeto sufre transformaciones y de hecho, no sigue siendo el mismo.
sociales y subjetividades, lleva a diversificar las formas de actuar, por lo que sus transiciones
vitales no se dan de manera determinista, ni unicausal, sino que, a partir del acontecimiento
motivaciones y formas diversas de ser y transitar. De esta forma, un acontecimiento vital, puede
así, “tener un doble significado en la carrera moral, primero como causa de una crisis y luego como
regulaciones impuestas en el sistema o mundo social, puesto que “en toda sociedad se ofrece
biografías típicas”, las cuales en el curso de vida se encuentran articuladas en categorías sociales
(Schutz & Luckmann, 1973); por lo anterior la emergencia de acontecimientos significativos que
armonía regulatoria de las trayectorias estimadas, no hallan cabida en el mundo social organizado
cotidianidad, que los puede llevar a potenciar incluso sus trayectorias vitales.
2.2 Crianza en condición juvenil: una experiencia de acogida que se construye entre
cuidadores y otros sujetos del contexto, interactúan con niños y niñas, construyendo
(2001) como una carrera en la que padres y madres transitan junto a niños y niñas, fundando sus
actos en motivos “porque” y “para”, en términos de Schutz (1993), acorde con su acervo de
conocimiento y al contexto social, político y cultural en el que se encuentren; así, se hace lugar al
que llega y se recorre con este, trayectorias diversas entre la asistencia, el cuidado y la
socialización.
De esta forma, siguiendo a Levinás (2002), en ella se establece una relación cara-cara,
acogiendo al hijo(a) como recién llegado y constituyendo una condición de posibilidad para la
43
reconocimiento del otro en su irreductible alteridad, pero a su vez las estructuras de acogida, dentro
de las cuales está la familia, “hacen sitio al que llega” para permitirle adaptarse a un espacio en el
que se construyen relaciones en el mundo que le acoge y que le proporciona todo un despliegue de
El hijo que llega a una familia es un recién llegado, es nuevo ante un mundo ya constituido,
por lo cual requiere ser acompañado durante su trayectoria de vida inicial. Entonces, se considera
que los padres y madres tienen, de una parte, la función de propiciar una cierta perpetuación del
mundo en el que se introduce hospitalariamente al que llega y, de otra, servir como estructura de
Siguiendo a Arendt en Bárcena y Mélich (2000, p. 84), la relación con el recién llegado se
ingresa el hijo(a) recién llegado, quien es tratado con responsabilidad y reflexividad, y se encamina
Esta relación de alteridad, en la cual interactúan tanto padres y madres como hijos e hijas,
hace relevante el papel que juega aquí la relación bidireccional que existe entre ellos, puesto que
no solamente los padres influyen sobre los hijos, lo cual se pensaba inicialmente, en los estudios
de Dolto (1996) y Bowlby (1998), sino que es una relación recíproca de intersubjetividad, en la
producto social acabado y generado sólo por los “adultos”, sino que aporta en la relación a partir
de la intersubjetividad que en medio de ella acaece (Colangelo, 2014; Santillán, 2010) y, de otra,
en la que interactúan diferentes actores como las abuelas, vecinos, la familia extensa, actores
colectivos barriales y grupos sociales (Peralta, 1996; Álvarez et al., 2012; Ierullo, 2015; Santillán,
2010; Vojkovic & Zorzoli, 2007; Araiza & González, 2016), que a su vez se insertan en estructuras
cada sujeto de manera diversa según contextos específicos y transiciones históricas, políticas,
sociales y culturales de cada lugar en particular que a su vez van transformando las formas de
crianza. De esta manera, en medio del entramado relacional, acontecen experiencias diversas que,
a su vez, transforman sentidos que transitan en medio de la vida cotidiana (Rodríguez, Del Barrio,
& Carrasco, 2009; Builes, Múnera, Salazar, & Schnitter, 2006; Izzedin & Pachajoa, 2009;
Santillán, 2010).
reorganización de las familias, los subsistemas, las modificaciones en sus fronteras internas y
externas (García & Salazar, 2013). Por esta razón, las experiencias que en ella ocurren no son solo
vivencias que permanecen como acciones o reacciones estáticas de padres y de hijos ni en formas
entre el deber ser, el ser y el hacer en la pluralidad de intereses (García & Salazar, 2013; Tomazetti,
Xavier, Bottoli, & daCosta, 2015; Zapata, Castro, & Agudelo, 2016).
45
atraviesa el terreno personal (la organización diaria de la vida individual y familiar) y las
estructuras sociales (Faur, 2014). Dentro de estas últimas, se identifica que tanto el Estado como
las familias y los mercados intervienen en la provisión de bienestar, por lo cual no hay una
instituciones, sino que difieren según contextos históricos y politicos específicos (Faur, 2014, p.
37).
En ese caso, tomando algunos elementos de la teoría propuesta por Razavi (2007), en la
que introdujo un esquema analitico que denominó “Diamante de cuidado”, simbolizando el rol y
en la crianza: el Estado, las familias, los mercados y las organizaciones comunitarias; se entenderán
en esta investigación como los contextos principales o las estructuras de acogida, en las que
manera singular, la “carrera” de la crianza; así mismo toman decisiones en las que subyacen
motivos “porque” y “para” de sus actos los cuales integran una intención y están fundados tanto
en el acervo de conocimiento disponible (Schutz & Luckmann, 1973) como en aquello “que les
crianza, incluso a partir de lo adquirido de sus predecesores y de las interacciones con los
contemporáneos, conforme a la reflexión que le otorgan a aquello que les acontece (Larrosa, 2003).
madres en condición juvenil, se entiende como aquella “carrera” que llevan a cabo en medio del
46
entramado de interacciones e intersubjetividades –entre ellos, niños y niñas y los demás actores
que se relacionan en la crianza: familia, Estado, mercado, comunidad–, incluso desde el mismo
momento en que se conoce la noticia de la gestación, en la que emergen eventos significativos que
conllevan a transiciones o ajustes del sujeto y de sus formas relacionales, y así mismo en la que
van construyendo un acervo de conocimiento con unos motivos porque y para de sus actos en la
que se inscriben unos modos de ser padre o madre con sentidos diversos.
No obstante, cada sujeto, en medio de las interacciones realizadas durante su curso de vida,
va diseñando en palabras de Goffman (2001) una carrera práctica y una moral. Así, en medio de
consolida una carrera práctica; por otra parte, va formando un acervo de conocimientos que
configura los motivos “porque” y “para” de sus acciones (Schutz, 1993), los que a su vez
fundamentan la toma de decisiones en su actuar, transitar o transformar modos de ser y pensar; así
las cosas, Goffman (2001) refiere la carrera moral, como los cambios que se van dando en la
trayectoria de vida a partir de las reflexiones de las acciones pasadas, las que el sujeto puede narrar
imágenes con que se juzga a sí mismo y a los demás. En ella se integran los “motivos” de sus
acciones, otorgando un mundo de sentido particular fundado en las reflexiones de sus Actos5.
observándola retrospectivamente. Podría decirse, siguiendo a Schutz (1932), que “nadando hacia
la vivencia reflexivamente” (p. 20) se puede encontrar sentidos, puesto que se realiza un registro
5
La palabra Acto con mayúscula es retomada por Schutz siguiendo a Husserl, como Akt, es decir es la vivencia o
actividad espontánea de la conciencia. En ese sentido, se relaciona con “el estrato más profundo de la experiencia que
es accesible a la reflexión” (Schutz, 1932, p. 19).
47
reflexivo de lo vivenciado en el curso de vida. De esta manera, los jóvenes padres o madres ante
los acontecimientos significativos que ocurren en la crianza –desde la noticia de la gestación hasta
las situaciones en la vida diaria relacionadas con sus hijos(as) –, pueden transformar el ámbito de
sentido que conservaba el acento de realidad, cuando sus experiencias conmocionan o irrumpen
en la estructura de sentido que poseen de la realidad cotidiana, induciendo de esta forma a transferir
encuentro con el otro, de la reflexividad que tenga a partir de las experiencias, que, como se refirió
anteriormente, integran un evento que produce alteridad, que se da en interacción con la carrera
moral de otros(as) y que lleva a transitar por diferentes posiciones sociales, ajustar narrativas y
formas relacionales acordes con el estatus actual, según la estructura social de su contexto; en
algunos casos, llevan a adoptar discursos atravesados por instituciones para integrarse a un orden
social establecido.
Lo anterior se relaciona además con el acervo de conocimiento que se posea, por medio del
contenido, al sentido de todas las experiencias anteriores sedimentadas en él, en situaciones, sino
experiencias (Schutz & Luckmann, 1973). Siguiendo a Schutz (1993), se podría decir como
ejemplo que la conducta del ser humano puede estar orientada hacia la conducta de sus
antepasados, en la medida en que sus actos se convierten en motivos “porque” para sus acciones,
pero a su vez los contextos de sentido son diversos para cada uno, por lo cual cada experiencia
De esta forma, se asumen motivaciones de los actos realizados, en los que las
“contingencias” como el circuito de agentes y agencias que, según Goffman (2001), se relacionan
con la cantidad y proximidad de los contextos o instituciones que le rodean, pueden influenciar de
alguna manera la toma de decisiones, sus perspectivas o la manera de concebir los yoes (Goffman,
2001), en el que cada yo se desenvuelve dentro de los límites de un sistema institucional o bien se
en el caso de los padres y madres jóvenes que interactúan en la crianza con instituciones y otros
sujetos, puesto que esta se da en interacción permanente, dinámica, en la que sus actores pueden
los padres y madres jóvenes, puesto que en algunos casos, cuando se evidencian lecturas de este
realización de sí, que reflejan haber logrado la plenitud de su vida y el reconocimiento ante la
comunidad que lo acredita como padre o madre (Ortega, 2013; Castillo, Rivera, & Galicia, 2013;
Izzedin & Pachajoa, 2009), mientras que en otros contextos, especialmente de clase social media
y alta, en los cuales la condición juvenil está asociada a la “moratoria social” (Margulis & Urresti,
2008), la crianza no es motivo de alegría, sino un complejo evento que puede traer sentimientos
de fracaso, puesto que se asume como motivo “para” de detención de sus proyectos futuros.
Siguiendo a Goffman (2001), puede decirse entonces que estos sujetos jóvenes van
haciendo una trayectoria social en la que la crianza, como vivencia impregnada de acontecimientos
significativos, se convierte en el evento que permite de manera particular diseñar una carrera tanto
práctica como moral, la cual de una parte, “se relaciona con asuntos subjetivos tan íntimos y
preciosos como la imagen del yo, y el sentimiento de identidad”; por otro, se refiere a una posición
49
formal que va adoptando, a relaciones jurídicas y a un estilo de vida, y que finalmente forma parte
Lo anterior implica que pueden rastrearse los sentidos construidos en torno a la crianza por
estos padres y madres, a partir de sus experiencias, buscando en sus narraciones los puntos de
inflexión, los giros y aquellos motivos que expresan como fundantes de su actuar y detonantes de
sus transiciones y rupturas (Goffman, 2001, p. 171). Comprender, así mismo, cómo se va
construyendo una carrera práctica en la trayectoria de vida de padres y madres jóvenes en la que
puede devenir un sujeto con formas de crianza permeadas por un contexto social, cultural, político
y caracterizarse socialmente de una determinada forma. Esto es lo que Goffman (2001) plantea
como las prácticas que finalmente adoptan los sujetos, las cuales pueden ser performativas y
Ante este grupo de sujetos jóvenes que experiencia de manera diversa, también es necesario
reconocer que, en América Latina, los padres y madres en condición juvenil son quienes tienen
mayor cantidad de hijos(as) por primera vez. Proyecciones recientes plantean que la tasa de
fecundidad en jóvenes de América Latina será la más alta del mundo y que se mantendrá estable
durante el período 2020 – 2100 (UNICEF, 2014). Lo anterior (convertirse en padre o madre por
primera vez) puede ser significado para cada uno de ellos de manera diversa; lo cierto es que, ante
la novedad de ser padres o madres, son interpelados, arrancados de sí mismos por aquel nuevo
acontecimiento como sujetos expuestos ante algo que les pasa y que no les permitirá seguir siendo
los mismos.
modos de ser padre o madre, transiciones, rupturas o giros de su existencia, lo cual puede estar
50
influenciado a su vez por las dinámicas familiares, comunitarias, institucionales, así como el
contexto histórico y por las condiciones sociales o posición que ocupa dentro de la sociedad (Peréz,
2.3 Metodología
madres en condición juvenil, particularmente aquellos que tienen hijos e hijas entre 1 y 6 años de
edad; a la necesidad de develar las transformaciones que emergen como sujetos de la experiencia
sujetos, se propone de esta forma la investigación cualitativa como un enfoque que permite la
recurso y una forma de reproducción del mundo social (Vasilachis, 1992), indagar sobre las
experiencias de crianza de estos sujetos y entender los modos en que son comprendidos los
entretejidos. Lo anterior permite entender al sujeto bajo una identidad que posee dos elementos,
los cuales, siguiendo a Vasilachis (1992), son el esencial y el existencial. El primero constituye el
elemento común que lo identifica como persona y lo iguala al otro, el segundo constituye el aspecto
diferencial que distingue a cada uno y la hace único frente a todos las demás de manera situada y
De esta forma, es en el sujeto que realiza la crianza, en sus sentidos, en sus producciones,
que se centra la investigación; se indaga sobre él para comprender sus experiencias dentro de este
complejo interaccional. Igualmente, se desea develar una crianza situada realizada por los sujetos
jóvenes que vivencian este proceso dentro de un contexto social, político, cultural particular. Es
entonces a través de la epistemología del sujeto conocido que se intenta comprender al sujeto,
conocerlo desde la experiencia existencial dentro de su vida cotidiana, en lo que Husserl llama el
lo refieren Denzin y Lincoln (2003). Se diseñó el estudio que permite acercarse al otro en el
contexto mismo y entender los fenómenos sociales desde la perspectiva del propio actor, reconocer
así mismo el modo en que se experimenta en medio de la vida cotidiana y conocer la realidad que
Para esto, se hace uso del método estudio de casos múltiple que permite un examen
minucioso de múltiples casos asociados o no. Se abordaron familias con padres y madres jóvenes
de la ciudad de Cúcuta, las cuales se ubicaron a partir del conocimiento de sus características
hacían controles a los niños, en la universidad, en comunidades en donde se reunían jóvenes. Estos
comparten una característica o condición común (son padres y/o madres en condición juvenil con
hijos(as) entre 1 y 6 años). A ellos se les presentó el objetivo principal de la investigación, los
procesos y técnicas a utilizar durante el estudio, así como se les indagó acerca de su aceptación
para participar en el mismo, grabar las conversaciones, obtener fotografías y finalmente firmar el
Siguiendo a Yin (1993), los pasos construidos en esta investigación fueron los siguientes:
Con respecto al número de familias que integran la muestra, se pretendió obtener una
muestra teórica que recoge características del fenómeno a estudiar. Igualmente, las
2.3.1 Enfoque.
interacciones y sentidos que asignan los sujetos en medio de cada contexto particular. De esta
forma la investigación es como un intrincado tejido compuesto de diminutos hilos, muchos colores,
diferentes texturas y varias mezclas de material (Creswell, 1998), o como diría Denzin y Lincon
(2003), “significa estudiar las cosas en sus ambientes naturales, intentando darles sentido e
interpretando los fenómenos en función de los significados que las personas les otorgan” (p. 302).
Para ello, el investigador cualitativo, debe construir un camino que lleve, en un momento dado, a
comprender el fenómeno de la experiencia que encierra una gran complejidad e implica, además,
que el investigador use su subjetividad, puesto que “es movilizando lo que hay de humano en cada
uno de nosotros, cuando podemos… acercarnos a su experiencia” (De la Cuesta, 2006, p. 24). En
ese sentido, teniendo en cuenta que a veces no puede capturarse la experiencia mediante una única
técnica investigativa (Van-Manen, 2003), nos asimos a aquellas que nos han permitido conocer y
analizar los acontecimientos que acaecen en la vida de padres y madres, así como sus transiciones
padres y madres que llevan a cabo la crianza, se han aplicado algunas herramientas analíticas del
mirada hacia el antes y el después en el que ocurre la experiencia (Elder, 1974). Este enfoque
permite así mismo analizar la intersección que existe entre las vidas individuales y el cambio
desarrolla la vida del sujeto y sus transiciones (Blanco, 2011). Integra tres conceptos centrales ya
Los cinco principios básicos que presenta el enfoque, de acuerdo a Blanco (2011), son los
aquello que precede para entender un momento o etapa específica o una toma de decisión; II)
Principio de tiempo y lugar: alude a la importancia de lo contextual, entendiendo que los cursos
de vida se sitúan en marcos históricos y geográficos; III) Principio del timing: se refiere al
momento en la vida de una persona en la cual sucede un evento. Este principio hace relevante las
expectativas normativas que se tienen en relación al tiempo del sujeto en el que se espera que
implicaba encasillar, en una cronología y en un ritmo social esperados, cinco eventos enunciados
corresidencia con los padres, la unión y el nacimiento del primer hijo (Kohli & Meyer, 1986), lo
cual se quiebra en la diversidad de contextos; IV) Principio de las vidas interconectadas: sostiene
que las vidas de las personas siempre se viven en relaciones de conexión e independencia; V)
Principio de agencia: destaca que los sujetos no son entes pasivos a los que se les imponen los
condicionamientos estructurales sino que llevan adelante actividades y realizan elecciones que les
Así las cosas, se indaga sobre aspectos y trayectorias previas que van configurando en el
sujeto una forma de pensar-se y diseñar expectativas propias como padre o madre que habita en la
ciudad de Cúcuta. Igualmente, a partir de la experiencia de este como padre o madre en la crianza,
se investigó con ellos y desde ellos, permitiendo así mismo la emergencia de hallazgos que se
realidad de los hechos sociales. Se analizó por tanto cada caso teniendo en cuenta el papel
protagónico de los participantes con el cual se construyen los hallazgos, verificando así mismo la
que es el sujeto quien conoce y construye una historia a través del relato y así mismo, quien tiene
la agencia, en la cual se inscriben los motivos que le han llevado o llevan a tomar las decisiones
de su actuar, a realizar transiciones o ajustes en su curso de vida como padre o madre en condición
juvenil.
De otra parte, como refiere Schutz (1932), debe conocerse, entre otros, el pasado y el
presente de cada sujeto para comprender el mundo de significados y el sentido que otorga a los
fenómenos (pp. 54-56). De esta forma, es busca interpretar a partir de las experiencias narradas,
presente, organizados en esquemas de experiencia, esenciales para el yo, puesto que el sujeto
explica lo que ya ha vivenciado desde el punto de vista de un posterior Aquí y Ahora (Schutz,
1932, pp. 112). En ese sentido, se reconoce que ninguna vivencia puede comprenderse o agotarse
mediante un único esquema interpretativo, ni sólo en el mismo instante de la ocurrencia, sino que
es abierta a múltiples interpretaciones, y varían según la perspectiva desde la que sean valoradas,
esto es, según el Aquí y Ahora que experimenta el sujeto (Schütz, 1932, pp. 113-114).
57
Por consiguiente, las experiencias podrían ser calificadas incluso dentro de un rango de
relaciones entre ellas, siendo diferenciadas por el sujeto como refieren Berger & Luckmann (1996)
así: “igual a”, “similar a”, “diferente de”, “igualmente buena que”, “distinta y peor que”, etc.
Así se constituye el nivel más elemental de sentido, que no es más que una forma algo más
El sentido es conciencia del hecho de que existe una relación entre las varias experiencias (p. 4).
De otra parte, el sentido de una cosa da cuenta de su razón de ser, de su finalidad, y es un producto
algo externo a las “cosas sociales”, algo que se les añade y superpone, sino que les es esencial: las
cada sujeto individual, así como las prácticas sociales rutinarias y emergentes que van
Siguiendo esta lógica, “quien investiga construye una imagen compleja y holística, analiza
palabras, presenta detalladas perspectivas de los informantes y conduce el estudio en una situación
natural” (Vasilachis, 2006, p. 24), teniendo en cuenta que esta construcción no puede darse sólo
desde la interpretación objetiva del investigador, sino que se diseña con el participante.
De esta forma y desde este enfoque investigativo, se busca responder a la pregunta principal
del estudio planteada de la siguiente manera: ¿Cómo son las experiencias de crianza de padres y
madres en condición juvenil del municipio de Cúcuta con hijos entre 1 y 6 años?, así como a otras
58
preguntas asociadas: ¿cuáles son los motivos que subyacen en las experiencias de crianza en padres
y madres jóvenes del municipio de Cúcuta?, ¿cuáles son los elementos del contexto que son
reconocidos en las experiencias de crianza de padres y madres jóvenes del municipio de Cúcuta y
así mismo ¿cuáles son los sentidos construidos en torno a la crianza, de estos padres y madres
jóvenes?
Estas preguntas posibilitan la reflexión frente a las experiencias de sujetos jóvenes que se
encuentran en un contexto específico y que, además, vivencian la crianza como padres y madres
2.3.2 Método.
Para este estudio se usó el método de estudios de casos múltiple, que se centra en una
determinada situación, un grupo, una cultura o una ubicación institucional para estudiar cómo se
da en «ellos» las experiencias, de qué manera «estos» individuos o los miembros de «este» grupo
perciben las cosas y de qué modo se distinguen en tiempo y lugar de otros grupos o situaciones
Los diseños de investigación de casos múltiples se distinguen por sus posibilidades para la
construcción y desarrollo de teoría, pudiéndose en estos diseños tomar como punto de partida la
guía de un determinado marco conceptual y teórico. Estos diseños permiten a partir de diferentes
condiciones y niveles más generales de teoría, así como elaborar explicaciones causales “locales”
caso debe ser cuidadosamente seleccionado de manera tal que (a) pueda predecir resultados
similares, por lo que constituye una replicación «literal», o (b) produzca resultados contrastantes,
pero por razones predecibles, constituyendo una replicación teórica (Yin, 1993).
predominio de procedimientos cualitativos resultan una herramienta altamente fructífera para dar
cuenta de los fenómenos sociales, considerando a los actores y sus estrategias, así como a los
profundidad, documentos personales como álbum familiar, diseño de línea de tiempo. Lo anterior
marco de la tradición comparativa en los estudios de casos, que basa sus diseños en los clásicos
procedimientos de John Stuart Mill: los métodos de las semejanzas y de las diferencias. Las
instancias comparativas se orientan a dar cuenta de las complejidades presentes en las causas de
los fenómenos sociales (Ragin, 1987). Estas causas son consideradas con respecto a procesos
específicos y en contextos determinados, para dar cuenta de los procesos que se encuentran en la
El campo social de investigación está constituido por cinco familias, con padres y madres
en condición juvenil con niños y niñas entre los 1 y 6 años de edad, frente al que se busca capturar
sociales diversas que permitan comprender cómo son sus experiencias de crianza. Para ello se
realidad, recolectándolos con sus propios instrumentos” (Sabino, 1992, p. 109), así como fuentes
secundarias, entre ellos datos estadísticos, geográficos, políticos, económicos y sociales que
El análisis temático de cada caso e intercasos se realizó en clave del enfoque teórico curso
de vida a través del cual se dirige la atención a las trayectorias previas en el curso de vida de cada
uno de los sujetos, así como a las transiciones y aquellos puntos de inflexión que ocurren a partir
de la noticia misma de una gestación. Por lo anterior, se debe conocer la historia individual
precedente a convertirse en padre o madre, para que de esta forma se pueda entender los ajustes
analizar por eje temáticos centrales, que en este caso son: trayectorias previas, trayectorias de
relacionan con los puntos de inflexión en su trayectoria de vida, los contextos que emergen en las
utilizó el software Atlas Ti, para identificar aquellos fragmentos que contuviesen los sentidos de
la crianza, los cuales se organizaron por familias de códigos y permitieron el análisis posterior.
61
Para este estudio, se utilizan técnicas que se plantean en concordancia con los objetivos
diseñados. Estas dan cuenta de un corpus de datos constituido por fuentes primarias y secundarias,
Una técnica para la recolección de datos, que permite indagar en las experiencias y
sus hijos e hijas los lleva a vivir experiencias, a realizar transiciones y virajes en su trayectoria de
vida.
Así mismo, la idea de la entrevista fue entablar una comunicación con padres y madres a
través de la cual relaten aquellos eventos que dan cuenta del cómo ha sido su vida a partir de
convertirse en padre o madre, y cómo a través de las experiencias vividas en la crianza, se han
suscitado cambios en su ser y pensar, se han transformado subjetividades y contextos, así como
algunas de sus prácticas en general. Igualmente se utiliza la entrevista para explorar los contextos
que subyacen en las experiencias de crianza, así como los motivos que se ciernen o relacionan con
la entrevista una importancia que nos resulta útil considerar, en la medida en que dicho encuentro
posibilita la emergencia de un relato que sólo de esta forma se constituye (Muñoz, 2003).
Por lo anterior, se diseñó una serie de preguntas que el entrevistador tuvo a la mano que
fue alternando con otras según indicios que provee el informante con sus respuestas, permitiendo
dar mayor libertad y flexibilidad en la obtención de la información. Este tipo de entrevista requiere
un papel activo del investigador para reconocer sus propias pautas de categorización, como
también pistas en el discurso de los participantes que permitan reconstruir aspectos del problema
en discusión.
Así mismo se realizaron notas de entrevista, que son un registro clave de la investigación.
trata de un recurso que permite explicitar por escrito cierto tipo de observaciones a la vez que dar
para exponer nuestras intuiciones a partir de los referentes empíricos que se relevan en el campo
de estudio.
Se utilizan en este caso para dar cuenta de las respuestas que tienen los sujetos al observar
vida, así como registrar los modos de acercarse o comunicarse entre ellos.
2.3.3.2 Relatos.
captar los sutiles matices de las experiencias vitales (Whittemore, Chase & Mandle, 2001). En ese
63
sentido, los relatos de la experiencia humana que emergen a partir de las entrevistas son
cualitativa. De esta forma se utilizan fuentes primarias para abordar a padres y madres, que dan
fotografías y líneas de tiempo que amplían el abordaje y conocimiento de los sujetos participantes.
En los relatos, el acontecimiento, que es un evento que rompe e inaugura “algo” en la historia del
sujeto, se expresa; se caracteriza porque tiene un comienzo, un desarrollo y un final, y cuya lógica
de construcción revela un sentido para el/la narrador/a (Denzin, 1989). En este relato, el sujeto
define quien es y cómo se presenta el fenómeno en estudio. Así lo refiere Taylor (1996):
Yo defino quien soy al definir el sitio desde donde hablo, sea en el árbol genealógico,
orientación moral y espiritual dentro del cual existen mis relaciones definitorias más
Es importante recolectar todo tipo de testimonios y hechos de vida, sean escritos, visuales
suponer completo, ni pedirle que abarque la totalidad de los documentos importantes para la
64
historia de vida (Smith, 1994), aportan tanto para elaborar la guía de entrevista, como para
Con respecto al relato, refiere Murillo (2015), el ser humano vive su propia experiencia y
la del mundo en el tiempo, y esta relación con sus vivencias es mediada por el lenguaje y por sus
formas simbólicas que representan el despliegue temporal de su vida. En este aspecto, el sujeto
hace uso de sus palabras y de imágenes que permiten, en común, designar un espacio para recorrer
en el tiempo su curso o carrera de vida (Murillo, 2015). Así mismo utilizar esta herramienta para
indagar las experiencias, posibilita la estructuración del curso de vida, de los acontecimientos
Para Ricoeur (1995), el relato tiene una importancia fundamental, puesto que está
humana. Es decir, cuando un sujeto narra, está articulando su experiencia personal en el tiempo,
ya que en el acto de narrar se configura una trama ocurrida en un tiempo determinado (Rios, 2006).
Bruner también refiere que a través del relato se aprende a analizar la realidad, a organizar y a
comprender el mundo en el que se vive, el mundo natural como el social (Bruner, 2002).
Los relatos aparecen en el lenguaje que se inscribe dentro del ámbito de la vida social
trascendentales. Es decir, aquellas experiencias humanas, que, siguiendo a Ricoeur (1995), están
atravesadas por su carácter temporal, el cual no es lineal o universal, sino un “tiempo humano en
cuanto se articula de modo narrativo”. Igualmente, en la actividad social en la que se realizan los
experiencia temporal. Como refiere Muñoz (2003), es en este ir y venir de tránsitos sociales y
rutinas culturales que vamos conformando en el día a día un mundo de sentido socialmente
situadas culturalmente, son el recurso simbólico que los sujetos emplean en sus actividades
sociales de comunicación, las cuales pueden ser heredades de una tradición y a su vez reproducidas
De esta forma, los relatos de los jóvenes que narran sus trayectorias previas, así como
aquellas que se entretejen al convertirse en padres o madres, serán el insumo que nos permite dar
cuenta del sentido construido por ellos para la crianza. Dentro del proceso de la investigación, la
información consignada en los relatos fue releída con ellos para confirmar la veracidad de la misma
e incluir anexos que fueron necesarios. Lo anterior permitió al investigador construir con los
participantes los relatos en los cuales se hallan acontecimientos relevantes antes y después de la
crianza, transiciones en su curso de vida, así como aquellos virajes presentados posteriores a ser
La línea de tiempo es una herramienta que permite ordenar de forma secuencial los
así mismo los hitos presentados en el desarrollo de un tema o fenómeno determinado, de esta forma
66
visualiza la relación temporal entre ellos. Las líneas de tiempo permiten superponer información
los procesos históricos; estas pueden ser temáticas: de historia política, cultural, artística.
Para elaborar una línea de tiempo sobre la experiencia de crianza, se deben identificar los
acontecimientos relacionados con la crianza en orden cronológico; seleccionar aquellos que son
identificados por los participantes como significativos y que se han convertido en hitos
Los puntos representados en la línea de tiempo marcan un evento, el cual puede ser descrito
de maneras textual (una frase o un texto), gráfica (con una foto, un dibujo o un símbolo, según la
En este caso, los participantes plasmaron por parejas o familias los eventos más
significativos, los cuales incluyeron desde el conocimiento de su pareja hasta el tiempo acaecido
junto a su hijo(a) como padres o madres en la crianza. Algunos realizaron de manera gráfica su
línea de tiempo, de tal manera que construyeron una cartografía con imágenes simbólicas que
desbordan la línea plana, isométrica, haciendo de esta una nueva forma de emerger sus sentidos y
hitos históricos que emergen en las trayectorias del curso de vida de los sujetos, de las cuales para
2.3.3.5 Fotografías.
laborales, políticas, religiosas, etc. de distintos grupos sociales. En ese sentido, es posible analizar
los detalles de la vida social y construir discursos con base en lo que emerge en la fotografía
(Collier, 1997).
En el presente estudio, fue muy valioso el uso de la fotografía, pues permitió la emergencia
el diseño de las líneas de tiempo en las que además de demarcar la trayectoria de vida como padre
en este recurso. De esta forma se busca apoyar la pregunta formulada, logrando mayor claridad de
2.3.3.6 Genograma.
composición de una familia y las relaciones entre sus miembros de por lo menos tres generaciones.
Se lo ha definido también como la representación gráfica del desarrollo familiar a lo largo del
hacia la construcción de memorias a partir de los vínculos o tensiones entre las biografías
personales, las historias colectivas de la familia y la temporalidad social más amplia, como se da
en las historias de familia (Álvarez & Amador, 2017). Dentro de su utilización en investigación,
se constituye en una herramienta que permite representar la estructura familiar como un grupo,
con una historia, límites, jerarquía, alianzas internas; presenta los cambios en la organización
familiar a lo largo del tiempo en relación con eventos que ocurren en su existencia, que movilizan
obtener información sobre acontecimientos vitales, así como valorar el contexto con el que se
sus relaciones. Dentro del estudio se utilizó para la construcción de los genogramas, el programa
puede ser representado con un color diferente. El fallecimiento se lo simboliza con una X. La fecha
matrimonio se identifica con una línea continua que une a la pareja; la relación libre se representa
con líneas discontinuas (Suárez, 2010). A continuación, se observan las convenciones que pueden
que se recorre un camino metodológico para interpretar y comprender con los participantes en
torno a sus experiencias de crianza. Así se retoman elementos propuestos por Wolcott (1994),
quien estima tres formas de organizar e interpretar los datos: la descripción, el análisis y la
interpretación.
Así mismo para el análisis sistemático, se tiene en cuenta algunos pasos de la propuesta
3. Revisar en los casos, todos los relatos y extraer un listado de temas emergentes,
asignando códigos.
70
información de cada participante, se definieron unas categorías teóricas previas y se diseñó una
refiere Strauss (1987), la idea en este aparte fue pensar con los datos y no tan sólo agrupar o reducir
que se lleva a cabo codificación abierta y axial, realizando lectura y relectura línea por línea de los
relatos, direccionando así mismo esta labor en torno a los objetivos planteados, por lo cual se
identificaron temas centrales que se indagaron en la búsqueda interpretativa para finalizar con la
Toda esta transformación de los datos, tal como lo denomina Wolcott (1994), se halló
dirigida además en clave del enfoque metodológico curso de vida, con el estableciendo de unas
acontecimientos, transiciones y puntos de inflexión), así como de nociones centrales que guiaron
forma, se realizó la descripción de los datos, su interpretación y análisis, lo cual se tornó en una
71
ida y vuelta en espiral que permitió los hallazgos emergentes de manera inductiva confluyendo en
A partir de la revisión manual de los datos y direccionados por nociones teóricas que fueron
cada caso e intercasos. Para hallar las subcategorías emergentes, el análisis se refinó dando cuenta
de un mayor poder explicativo respondiendo a preguntas como: ¿cuándo, quienes, cómo?, ¿qué
consecuencias trae?, tal como lo refieren Strauss y Corbin (2002). De esta forma se fueron hilando
resultados a partir de tres elementos relevantes: los relatos de cada participante, la teoría que aporta
Bogdan (2010), se produce y analiza los datos descriptivos: las propias palabras de las personas,
mismo, esto se realiza a través del diálogo, la interacción, la vivencia, las que se van concretando
mediante consensos nacidos del ejercicio sostenido de los procesos de observación, reflexión,
diálogo, construcción de sentido compartido y sistematización (Briones, 1996, citado por Mieles,
investigación que permite un examen minucioso de múltiples casos asociados o no entre sí. Esta
metodología busca el análisis de lo que Stake denomina el quintain, como el fenómeno a estudiar
72
a través de muchos casos, partes o miembros, lo cual se hace minuciosamente buscando en cada
uno elementos del fenómeno analizar. En ellos se examinan los trayectos, transiciones del sujeto
como padre y madre en la crianza, los contextos en los cuales interacciona y los sentidos adscritos
a la crianza, pero el interés central está en lo que permite comprender la colección de estos casos
o en el fenómeno exhibido por ellos. Es decir, no se busca analizar acciones en general, sino
aquellos modos de ser y estar que dan cuenta del cómo son las experiencias que se encuentran
dentro de esos trayectos y devenires del sujeto. La vivencia particular del caso interesa en tanto
El caso estudiado es una entidad compleja situada en contextos, que, a su vez, producen
unos modos de ser en el sujeto. Por lo anterior, cada caso es analizado teniendo en cuenta sus
múltiples contextos, así como sus relaciones en medio de este. Dentro de ellos interesan algunos
como el contexto histórico, por lo cual es sincrónico y diacrónico, intentando construir con el
participante una línea de tiempo de su trayectoria, así mismo se busca dar cuenta de contextos
culturales, físicos, sociales, económicos, políticos, éticos y estéticos en los que se encuentren los
participantes (Stake, 2006, p. 38), lo cual permite comprender la experiencia que emerge en las
En ese sentido, para llevar a cabo el estudio del quintain, es decir, del fenómeno de interés
y capturar aquello “que les pasa” a padres y madres jóvenes en la crianza, se respeta la escucha de
las vivencias, los silencios y quiebres que hacen estos sujetos en las narraciones, así como aquello
que diseñan en forma escrita y los tiempos que desean compartir con la investigadora. Así mismo,
se realiza la descripción de los casos, poniendo entre paréntesis todos los prejuicios y saberes del
investigador.
73
Por lo anterior, siguiendo a Yin, se eligió el tipo de caso múltiple con diseño holístico,
descriptivo (Yin, 1993), puesto que centra su atención en una cuestión o preocupación, las
experiencias de crianza, y así mismo permite profundizar en la comprensión del fenómeno dentro
de su contexto, como refiere Merriam, hacer una descripción intensiva y holística de una única
instancia, fenómeno o unidad social que se caracteriza por ser particularista, descriptivo y
heurístico por iluminar el entendimiento del lector acerca del fenómeno bajo estudio (Merriam,
1998).
autores como Stake y Yin, los cuales pueden agruparse de la siguiente forma para el análisis del
quintain:
1. Se seleccionó la unidad de análisis, que en este caso fueron las familias de padres y/o
hijas entre 1 y 6 años de edad. Los casos fueron seleccionados teniendo en cuenta diversidad de
participantes de acuerdo con la trayectoria evolutiva que han tenido en la crianza de sus hijos e
hijas. En el grupo de casos se encuentran dos familias denominadas monoparentales en las que
los hijos conviven en compañía sólo del padre o de la madre; familias con ambos padres, de las
cuales dos casos tienen igual rango de edad entre padre y madre y uno con diferencia de 11 años
entre sí; las edades de los padres y madres oscilan entre los 21 y 32 años; se hallan diferentes
participantes, los cuales accedieron voluntariamente y mostraron la apertura para narrar sus
74
experiencias y aportar sus espacios y tiempos. Fueron ubicados en lugares como sitios de controles
a la salud para el niño o niña, a través de amigos de estos padres, en la universidad y barrios en los
que habitan en la ciudad de Cúcuta. Se hizo una aproximación a los mismos dando a conocer el
estudio, sus objetivos y los procesos que en este se realizan, los cuales se incluyen en el documento
encuesta con datos sociodemográficos, entrevista semiestructurada que dio origen a entrevista a
los casos. Para realizar la sistematización de la información, se hace uso de matrices construidas
con los ejes temáticos centrales del estudio, las anécdotas o frases tomadas de los participantes,
a partir de los diferentes métodos utilizados en la investigación con base en unidades de contenido
básicas.
El objetivo de estas técnicas fue, de una parte, obtener la información relevante a las
trayectorias del curso de vida recorridas por los padres y madres, indagar en los puntos de inflexión
y transiciones que emergen durante la crianza, sus contextos, así como los sentidos que se inscriben
3. Se realizaron en promedio tres encuentros con cada familia con una duración
aproximada de tres horas en cada sesión. Se realizaron grabaciones de las entrevistas, las cuales se
del mismo; se diligenció una encuesta de datos sociodemográficos; se les solicitó, según su
autorización, dar a conocer algunas fotografías en las cuales se visibilizaran acontecimientos que
para ellos fuesen significativos en la crianza. Igualmente hubo encuentros en los que emergieron
75
comentarios que no se grabaron, sino de los que se tomó nota, pues los padres afloraron su
genograma y ecomapa como instrumentos para conocer los contextos en los que interactúan y
formas relacionales; estos permitieron la descripción de sus familias, contextos y conocer detalles
posteriormente en una entrevista a profundidad buscando preguntas nuevas que emergieron al leer
los relatos y otras que eran necesarias para complementar la información que diera respuesta al
objetivo central de la investigación. Las preguntas iniciales fueron las siguientes, las cuales se
- ¿Has tenido que hacer algún ajuste en tu vida o en la relación con tu pareja, amigos,
- ¿Qué experiencias, situaciones o personas crees que te han aportado o han influido en
- Cuándo escuchas la palabra crianza, ¿en qué piensas? ¿O que significa para ti?
El diseño de las líneas de tiempo tomó como base para su construcción de una parte los
eventos en torno a la crianza que los participantes refirieron como significativos; algunos
afloraron formas diversas, dentro de las cuales realizaron cartografías, dibujando con
ayuda de su pareja, hijo, o de manera personal sus trayectos como padre o madre.
76
Ellos analizaban, sacaban fechas, hacían gráficos o caricaturas para inscribir en esta su
trayectoria, acontecimientos relevantes y en algunos casos, las rupturas que se habían presentado
en su curso de vida a partir del nacimiento de sus hijos. Posteriormente fue adherido a la misma,
la fotografía que para ellos ha sido relevante en la crianza. Esta terminó siendo una línea de tiempo
temática como una cartografía que fue narrada por ellos luego de su diseño, describiendo lo que
habían plasmado.
4. Cada caso, fue estudiado individualmente para ganar comprensión particular y situada,
acorde a lo propuesto por Strauss y Corbin (2002), puesto que a medida que se van identificando
los temas centrales, se van construyendo una red de subtemas que permiten ir hilando los hallazgos.
En cada familia se analizaron los relatos individuales; se realizó lectura cuidadosa de las
transcripciones con los relatos obtenidos; se resaltó con un color específico cada frase o concepto
relevante relacionado con las categorías definidas previamente. Así mismo en este proceso se
asignaron temas generales con el fin de nombrar aquellos códigos o patrones recurrentes que se
presentan a lo largo de las transcripciones. Con ello, se vació la información en una tabla de Excel,
en la cual se plasmaron tanto las anécdotas, como los códigos, categorías y subcategorías
emergentes, así como las notas analíticas; también se diseñó una red de familias de códigos con el
uso del software Atlas Ti versión 7, lo anterior en búsqueda de un panorama visual que permitiera
El análisis temático realizado se concibió orientado desde las nociones centrales del
los elementos que se encuentran inmersos en cada caso, como se describió anteriormente.
77
En ese sentido, en el análisis temático el énfasis está en el contenido del texto. En este, el
lenguaje es una ruta directa e inequívoca hacia el significado (Kohler, 1993). Por lo anterior se
quintain. No es posible hallar el significado pleno del quintain sin una revisión detallada de los
casos, puesto que debe transmitir los más importantes hallazgos de cada uno, de alguna forma
combinados en forma de afirmaciones (Stake, 2006). Se tiene en cuenta guardar la fidelidad de los
datos, otorgando respuestas a cada uno de los objetivos planteados en el estudio, como lo refiere
Ferrarotti (1991).
posteriormente se realiza el análisis temático de cada caso, dando relevancia a cada eje temático a
indagar; luego en una "metamatriz ordenada parcialmente" que presenta la base de la información
de diversos casos en un gran gráfico puede llevarse a cabo el análisis transversal intercasos que
78
revelan el flujo de diferentes casos a través de flujos genéricos de acontecimientos (Huberman &
La división
sexual del trabajo
en la crianza
Una oportunidad
de crecer juntos
Teniendo en cuenta que en en cada caso se hallan acontecimientos significativos, los cuales
Así fueron narrando un inicio, una trama y un final como refiere Denzin (citado en Coffey
& Atkinson, 2003, p. 65). Se describió por tanto el caso en forma general, al igual que las formas
relacionales y composición familiar de origen de cada uno de los participantes. Se verán además
En este apartado se da cuenta de quienes son los sujetos que hacen parte de esta
Nohora y Eduardo se conocieron en 2011 cuando ella tenía 15 y él 26 años. Esto sucedió
Sostuvieron entonces una relación hasta hacerse novios y un año después decidieron convivir
queda embarazada terminando su gestación en un aborto expontáneo; dos años mas tarde esperan
otro bebé, y a los 18 años de ella y 29 de él, tienen a José, el hijo que siempre había anhelado
Eduardo. Su estado civil ha transitado de unión libre a casados, puesto que posterior a la pérdida
de su primer embarazo toman la decisión de unirse a la fe cristiana y casarse por este mismo medio.
Respecto a su historia y formas familiares previas, Eduardo, por su parte, ha transitado en diversos
momentos por tipologías diversas, a través de las cuales se han ido consolidando y disolviendo
formas relacionales con algunos integrantes de esta, como puede verse en el siguiente genograma.
Él tiene muy buenas relaciones de apoyo emocional y económico con su hermana y con los
hijos que trajo consigo la nueva pareja de su padre, quienes compartieron con él en su niñez;
82
contrario a la relación que tiene con los hijos que su padre tuvo junto a esta mujer, con los que solo
Para él la familia ha sido muy importante y, sobre todo, un hijo ha sido el “anhelo de su
trayectoria familiar, puesto que era el mayor de cinco hermanos y el único sin hijos.
Nohora, por su parte, actualmente tiene 23 años. Su familia de origen está conformada por
papá, mamá, una hermana y hermano, además de tener, producto de una relación anterior de su
mamá con otra pareja, tres hermanos más (una mujer y dos hombres). Como se observa en el
genograma siguiente.
conductor
58
Moldeador hogar
Mario
49 55 Flórez
Juan Flor
Caballero Rodríguez
Esrudiante jardín
4
Las relaciones con los hermanos con quienes convive en la casa de sus padres, es alejada y
en ocasiones de desconfianza, según ella porque estos son homosexuales y no desea que su hijo
vea este “ejemplo”; con su mamá, la interación es permanente debido al apoyo que esta le da para
83
el cuidado de su hijo, sin dejar de ser en ocasiones conflictiva, puesto que, según Nohora, su mamá
le ha roto secretos y promesas delante de otras personas. Con su padre, quien labora fuera de la
ciudad, en Bogotá (capital de Colombia), su relación es muy buena, refiere que él “la escucha y da
consejos”.
la calle, en casa de los padres de Nohora. Eduardo se dedica a laborar como contratista de obra
blanca (acabados de construcción), siendo sus ingresos mensuales entre $2.500.000 y $4.000.000
(3 a 5 salarios mínimos mesuales legales vigentes aproximadamente). Nohora se dedica casi que
cuales ofrece a través de la web, los cuales le representan un promedio de ingreso mensual de
$200.000 (1/4 salario minimo mensual legal vigente). Cuentan con vehículo de transporte propio
(motocicleta).
Luisa y Jaime parten del momento en el cual se conocen (año 2009), cuando Luisa fue
invitada a la fiesta de cumpleaños de Jaime. Se hacen novios y dos años mas tarde, a los 21 de
Jaime y 20 años de Luisa, sin que ellos lo hubiesen planeado, ocurre un embarazo. Esta noticia se
papá, vive en una ciudad que apenas está conociendo y en la que tiene pocos amigos; tiene además
una carrera muy prestigiosa que va en ascenso como modelo de ropa exterior, y justamente en una
semana, Jaime debía viajar a Inglaterra a realizar un curso de inmersión en inglés regalado por su
84
padre, quien le había comprado tiquetes y cancelado los costos del mismo en una institución
especializada.
Asi las cosas, la pareja se pone de acuerdo, sin mencionar el embarazo a la familia y deciden
que Jaime continue su viaje programado para ese país, mientras ella permanecería en la ciudad
continuando sus estudios y el embarazo, por lo que durante 2011 y hasta mayo de 2012, ellos se
comunican a través de internet y por llamadas teléfonicas (para ese entonces no existía whatsapp,
ni video llamadas). Finalmente para mayo de 2012, Jaime regresa a Colombia, cuando su hija tiene
un mes de nacida e inician la convivencia en casa de la madre de Jaime. A partir de ese momento
cada uno ha construido una ruta de trayectorias entretejidas y transiciones, que marcan un antes y
un después entre su vida de solteros sin hijos y la actual. Ellos iniciaron su convivencia en unión
Las relaciones y conformación familiar de origen nos permitan así mismo conocer sus
Enfermera
51
Dolly
Matrimonio hace 23 años
Carlina Empresario hotelero contadora
52 periodista
57
23
Juan Carmen
María
Divorcio hace 27 años
abogado
34 Administrador
Carlos 29
Jaime
Jaime es hijo único de la relación de su padre y madre, divorciados hace 27 años cuando
este tenía un año de edad; cuenta con dos hermanos, producto de relaciones de su padre y otras
parejas, una hermana que actualmente tiene 23 años y un hermano de 34 años. Con ambos se lleva
muy bien y comparte en los espacios de trabajo que su padre les ha dispuesto en un hotel de su
propiedad. Con su mamá, refiere que la relación se ha tornado un poco “fría” puesto que ella es
una mujer muy estricta y casi no comparte con él; con su padre, con quien se veía ocasionalmente
alrededor de tres veces en el año cuando era niño, lleva una relación muy cercana laboral y de
apoyo emocional.
De otra parte, Luisa es una mujer emprendedora, estudiante, madre y dueña de una empresa
de trajes de baño, la cual ella creó hace 6 años. Ella proviene de una familia conformada por madre,
padre y dos hermanos. Sus padres se separaron hace siete años, momento que se cruza con la salida
de Luisa de su casa y de su municipio de origen, Saravena hacia la ciudad de Cúcuta para dar inicio
a los estudios superiores. Con sus dos hermanos ha mantenido muy buenas relaciones de apoyo
tanto económico como emocional, y entre los tres han decidido alejarse un poco de un conflicto
actual emergente entre sus padres. Veamos la composición familiar de origen de Luisa y sus
comerciante
56
Hernando Modista
53 Empresario hotelero Pensionada contadora
52 57
Mariela
Juan Carmen
FS: hace 7 años
F S: hace 27 años
FM 2018
Estudiante
6
Lupe
ha sido una de las personas de quien ha recibido aportes económicos en préstamos para proyectar
su empresa. Su padre inició su vida familiar con una nueva pareja, con la cual tiene tres hijos; no
obstante, no existe una relación entre ellos y Luisa. Con los padres de Jaime actualmente tiene una
relación alejada, debido a que en el transcurso del tiempo se han suscitado algunas situaciones que
Jaime y Luisa se casaron después de seis años de convivencia. Han transitado por diferentes
edificio de la zona rosa de la ciudad. Sus ingresos mensuales provienen de una parte, de las ventas
de la empresa de Luisa, las que oscilan entre $400.000 y 1.500.000 mensual (entre 1/2 a 2 salarios
Angélica y Edinson son una pareja muy joven que convive en unión libre, ella es una mujer
amigos confidentes; tiempos en los que Edinson le confiaba sus historias amorosas a ella. Con el
Ellos planearon tener un hijo estando de novios a los 17 años de ambos. Terminaron sin
embargo la relación que duró 16 meses, y al término de un mes de la ruptura, Angélica se entera
que se encontraba en embarazo, por lo cual deciden reiniciar la relación. Al nacer su hijo, en
diciembre del año 2014, este requirió reanimación cardiocerebro pulmonar y fue hospitalizado en
UCIN durante siete días, motivo de tristeza para Angélica y de fe y potencia para Edinson.
Actualmente, ambos se dedican a las labores del hogar, a cuidar a su hijo y a estudiar, y se
aseguran de alternarse las actividades para recibir a su hijo cuando llega del jardín. Edinson tiene
además un trabajo formal en una empresa de mantenimiento. Con respecto al lugar de residencia,
en 2018 se trasladaron a un lugar independiente después de haber transitado por la casa de la mamá
de cada uno. Así, viven “los tres”, como ellos lo refieren, en un apartamento alquilado, expresando
Sus ingresos mensuales aproximados se consolidan entre los de Edinson, que están entre
$900.000 y $ 1.180.000 (aproximadamente uno y medio salario mínimo mensual legal vigente),
dependiendo de las horas extras realizadas, y los de Angélica, quien recibe un pequeño aporte de
$200.000 que le hace su mamá mensualmente; ella a su vez es la que maneja los recursos de ambos
pues Edinson así lo ha pedido. También reciben aportes en especie como los almuerzos, los cuales
88
cada uno toma en la casa materna propia. Esta pareja se programa para que de acuerdo con los
horarios de sus estudios, cada uno realice el aseo de la casa y las cenas, lo que también le enseñan
a su hijo.
Con respecto a la composición familiar y relaciones con su familia de origen, Edinson nació
en una familia formada por sus padres, dos hermanos y una hermana, siendo el menor de todos;
refiere que en su niñez vivió con su padre y madre (separados hace 8 años), y con sus dos hermanos,
pues la hermana permaneció junto a su abuela y tía debido a que su abuela materna le pidió a su
Actualmente tiene muy buenas relaciones con su hermana y madre, puesto que ellas ha
sido un soporte muy importante en el transcurso de su vida tanto emocional como económico,
contrario a las vivencias que ha tenido con sus dos hermanos, con los que ha tenido conflictos
permanentemente. Con su padre tuvo una relación en la niñez muy buena, de compañía y apoyo
en lo que pensaba realizar, pero debido a que este se marchó de la casa y formó una nueva relación
con otra pareja, se tornó distante, lo cual lo afectó emocionalmente. Puede verse la composición
Thomas Yolanda
F S hace 8 años
Diana
Jhon
relacionada con el trabajo informal y el comercio y muy poca con los estudios universitarios, por
lo que para Edinson esta actividad y lograr una profesión no era prioritario.
genograma.
90
Angélica tiene una hermana mayor con quien se lleva muy bien al igual que con su mamá.
Las relaciones con su papá, quien vive en Medellín y es propietario de una zapatería, son distantes
puesto que él se fue de la casa antes de que Angélica naciera, fecha que no recuerda exactamente.
Sus redes de apoyo para el cuidado de su hijo John son su mamá quien vive con la abuela de
El padre de Angélica tuvo una nueva pareja con la que tiene dos hijos, quienes se llevan
muy bien con ella y la buscan cada vez que vienen de vacaciones a la ciudad. Recuerda que cuando
pequeña su mamá se dedicaba a trabajar casi todo el día, pues era contratista del ICBF (Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar), por lo que siempre la dejaba en casa de su abuela, lugar en el
Ricardo tiene 27 años, es soltero y convive actualmente en una casa alquilada junto a sus
padres, abuelo e hija de tres años. Relata que tuvo una relación muy conflictiva con la madre de
su hija y en un momento dado, cuando pensaba viajar a la capital del país para presentarse a una
convocatoria laboral, se enteró que iba a ser papá, lo que según el nunca esperó pues su relación
se había roto en varias ocasiones y ya no la concebía como “algo posible”. No obstante, viajó y
cuando ya el embarazo de su pareja tenía alrededor de seis meses y medio, regresó a Cúcuta,
haciendo frente a su “responsabilidad”, como él refiere, pero además dejandole a ella en claro no
A sus 25 años, nació Angye, la que según él “le partió la vida en dos”. Ella estuvo junto a
la mamá durante el primer año de vida y a partir de este momento acuerdan que viva junto a él y
que cuando la niña lo desee vaya a la casa de la madre. Actualmente su hija inicia el jardín por lo
que programaron que, de acuerdo con el poco tiempo libre de Ricardo, sea la madre quien le ayude
diariamente en las tareas escolares y la acompañe al salir del colegio cuando este no pueda hacerlo.
Este joven labora como auxiliar de enfermería en una clínica privada, sus ingresos promedio están
alrededor de $ 1.200.000 (uno y medio salario mínimo mensual vigente), vive con sus padres y
abuelo materno, de los cuales, su mamá ha sido la persona quien mas le apoya para el cuidado de
la niña. De otra parte, la mamá de su hija es una mujer de 27 años, empleada en un almacen de
cadena nacional, quien también aporta economicamente para los gastos de su hija.
conductor hogar
47 46
Pedro Maruja
FM 1990
Aux enfermería
Psicologa ACNUR Enfermero
28
26 24
Ricardo
Lorena Martín
F S hace 4 años
Ricardo tiene muy buenas relaciones tanto con sus padres como con su hermana y hermano,
los cuales son profesionales y viven fuera de la casa. Sus padres emigraron del campo debido a
situaciones de violencia y desde entonces han procurado mantenerse muy unidos en todas las
Ella es una joven de 24 años muy risueña, dinámica, es comunicadora social y madre de
David, un niño de 5 años, a quien trata de acompañar siempre. Anita es la quinta hija de una familia
muy unida en la que los hermanos de menor edad, les decían mamás a las dos hermanas mayores.
Ella siempre había cuidado a sus sobrinos en casa de su mamá, pero nunca había pensado
en convertirse en madre. Conoció a Juan y se hizo novia de este, un hombre que al parecer tenía
otra relación y no se lo dio a conocer. A los 19 años queda embarazada, situación que motivó a
que deseara abortar y a que toda su familia se volcara hacia su pareja culpándolo de haberla
engañado, pues aducían a que él tenía 10 años mas que ella. Al nacer su hijo (28 de noviembre de
93
2013), ella lo registra con sus apellidos, y sólo hasta que el niño tuvo casi cuatro años, el padre le
Actualmente, vive en casa de su mamá junto a su hijo y hermanas(os) con sus familias,
quienes habitan todos en ese lugar. Acaba de graduarse como comunicadora social e inició labores
como auxiliar en la oficina de las Tic en la alcaldía del municipio donde vive recibiendo un ingreso
camionero hogar
50 59
murió hace 13
Jacinto Celmira
años
Anita tiene muy buenas relaciones con todos sus hermanos y con su mamá. Su padre fue
asesinado hace 13 años y hallado con signos de tortura en la zona de frontera colombo venezolana,
caso que aún se investiga. Los tres hermanos de menor edad (Anita, José y María) conviven en
casa de su mamá junto a sus familias; esto les ha permitido cuidar y aportar a los sobrinos entre sí.
Con el padre de su hijo actualmente tiene una relación de buenos amigos, según ella muy cercana
Capítulo IV. Carrera de la crianza de padres y madres jóvenes: un camino hilado entre
Al analizar las trayectorias de los sujetos, el objetivo es conocer cuáles han sido las
experiencias que estos jóvenes vivencian durante la crianza y comprender cómo a partir de aquellas
de sentido a las acciones y lenguajes, unos motivos “porque” y “para” de los actos en la crianza.
Estas trayectorias dan cuenta de una fundamentación de las formas de ser padre o madre, la cual
ocasiones como epifanías, dando paso a puntos de inflexión y así conforman un contexto
“motivacional” del sujeto, es decir, los fundamentos de determinadas formas de ser y estar, los
cuales explican de alguna manera los proyectos diseñados en función de las vivencias pasadas del
En ese caso, presentamos las trayectorias delineadas en la vida de estas madres y padres,
que en algunos casos discurren en disyuntiva a lo planteado historicamente como una construcción
secuencial, es decir bajo un orden cronológico y con tareas asignadas según épocas vitales (Bracchi
& Seoane, 2010). Para la mayoría de estos padres y madres ha sido recurrente el entrecruce de
trayectorias, los ceses, poner entre paréntesis algún trayecto mientras se inicia otra carrera; estas
conllevan a asumir nuevos “roles”, los cuales pueden calificarse en algunos casos como
sus experiencias de crianza de padres y madres en condición juvenil y así mismo en indagar en los
motivos que se entretejen en estas. Asi las cosas, veremos cómo en algún punto de aquellas carreras
prácticas o trayectorias trazadas por cada uno de los sujetos, se dan acontecimientos significativos
que irrumpen y que a su vez se convierten en puntos de inflexión, llevándolos a transitar y asumir
cambios de posición frente a su estado anterior. A su vez, en medio de esta transición integran en
su acervo de conocimiento unos motivos que fundan las intenciones de sus actos.
en las siguientes gráficas, en las que además se han marcado como hitos, aquellos acontecimientos
que fueron considerados por ellos como relevantes en su curso de vida. Se han trazado líneas en
diferentes colores señalando las trayectorias educativa, laboral y de unión en pareja, así como
la interdependencia de la trayectoria educativa con la laboral siendo esta última realizada junto a
su padre en trabajos de construción, lo que además le permitía aportar para los gastos en la casa y
pagar sus estudios secundarios realizados a distancia, interrumpidos en varias ocasiones. Emergen
algunos eventos significativos previos a su constitución familiar actual, que le hicieron asumir
posturas y diseñar el marco de actuación posterior y unos motivos “porque” que dan cuenta de las
intenciones de sus actos. Entre ellos podemos referir el fallecimiento de su madre cuando este sólo
tenía un año y medio de edad, la ausencia de su padre al ser preso de la libertad, y el desplazamiento
unilateral de frontera establecido por Venezuela (agosto de 2015), la mayor fuente de la economía
97
esporadicamente su padre, pero además en la que emergió la violencia social con la presencia de
grupos armados que a partir del año 1970 y aproximadamente en la década del 90, se presentan
como guerrillas y autodefensas respectivamente, (Defensoría del Pueblo, 2006; DANE: ICER,
2016).
En 1991, cuando Eduardo tenía 5 años, su padre fue puesto preso de la libertad en la cárcel
de Santa Ana, Venezuela, al parecer por transportar contrabando hacia Colombia. Eduardo, sin
saber lo sucedido, permaneció en casa sintiendo el abandono, hasta que dos años y medio más
alimentos. Este hombre había pérdido todos los bienes al salir de la cárcel, pues entre amigos,
abogados y bancos se había ido su capital, por lo que debieron buscar un lugar para vivir,
radicándose en una invasión del área metropolitana de Cúcuta, un terrero que adaptaron con cartón
y latas; allí convivían en medio de muy pocos recursos económicos: Eduardo, su hermana Diana,
su padre, la nueva pareja de su padre, dos hijos de esta y cuatro hijos más que fueron naciendo
fruto de esta nueva relación; la situación económica mejoró un poco y su padre pudo construir la
Con respecto a la nueva casa, no pudieron disfrutar del lugar por mucho tiempo pues fueron
amenazados por actores armados de la zona, quienes en ese momento gobernaban en el lugar
(1998); se marcharon hacia Cúcuta a vivir en alquiler, dejando todo lo que habían construído en el
lugar, puesto que la orden era apremiante y la vida de toda la familia estaba amenazada.
Haber vivido en Cúcuta y su zona metropolitana, caracterizada además como una zona de
alto desempleo, cifra que se incrementó entre 2008 y 2013 (1,6 puntos porcentuales), por encima
del nivel nacional (Sánchez, 2014), así como ser víctima de problemas sociales, aunado al haber
98
sobrevivido a la calle y al hambre, han sido para Eduardo, motivos de pensar en su capacidad para
poseer una familia propia en medio de las dificultades y considerarse autosuficente para sostenerla
y cuidar de ella, lo cual refiere en expresiones como “mi modo de pensar, ehh el el creerme
superior, el creerme el que era capaz de hacerlo todo y de guerrearlo todo… yo siempre, yo toda
nada”.
Su primera unión en pareja ocurre a los 16 años de edad, cuando toma la decisión de tener
un compromiso con una mujer diez años mayor que él. Ella tenía tres hijos y su condición de
fertilidad estaba sin posibilidad de volver a embarazarse. Para Eduardo esta situación inicialmente
no fue significativa, pero posteriormente hizo que repensara y buscara los medios para que ella
anhelo era poder tener un hijo. Su relación duró ocho años y no se le concedió su deseo.
una familia propia con hijos, lo cual le pidió a Nohora cuando se hicieron novios; esto también ha
sido una solicitud de su padre, como se lo refiería siempre: “ que ¿cómo era posible que, … que el
mayor de la casa? y no, era una cosa que mi papá mi recalcaba que él se iba a morir y no iba a
conocer un nieto mío, un hijo mío”. Lo anterior denota que para él es relevante la permanencia de
los padres en la vida de un hijo, puesto que el haber sufrido el abandono en su niñez, marcó en él
esta necesidad. Puede verse además eventos que marcan un hito en su curso de vida, relacionados
con la trayectoria de constitución familiar actual, como son: la pérdida del primer embarazo de su
puntos de inflexión.
99
interdependencia de la educación primaria con las labores que desarrollaba en su casa, y de otra el
inicio a sus 15 años de la unión en pareja, así como la ocupación laboral un poco después del
nacimiento de su hijo. Vemos las trayectorias, sus entrecruces y disrupción de las mismas en la
siguiente gráfica.
Nohora refiere que, haber sido desde su niñez la cuidadora de sus hermanos para los que
cocinaba y distribuía las labores de la casa, le enseñó a distribuir tiempos y tareas en la vida
cotidiana, pero también la motivó a pensar en tener una pareja y marcharse de allí cuando tuviese
18 años. Ella relata que en su niñez vivió en la pobreza, y siendo la mayor de los hijos de sus dos
sus hermanos, mientras que sus padres laboraban durante todo el día en Ureña, una ciudad
Siguiendo esta trayectoria, un vecino le enseña este oficio y le aporta alimentos para el
consumo de toda la familia. En medio de esta situación Nohora estudia en un colegio público,
realiza labores de la casa y se divierte a escondidas de sus padres, pues ellos no le permitían que
saliera después de llegar del colegio. A medida que pasan los años, se integra a un grupo calificado
por ella como “gótico”, en el que sus integrantes se vestían de negro y se cortaban los brazos en
señal de una pertenencia al mismo. Así mismo, se convierte en una joven introvertida que se
relacionaba solamente con ellos, para los cuales lo más interesante era asitir a los “toques” que
un aborto espontáneo, lo cual fue rechazado por su madre quien la hizo pensar en la necesidad de
cumplir sus 18 años debido a la dificultad que tuvo en el sistema de salud para tramitar la
anticonceptivos durante un tiempo y según ella, de quedar en gestación por segunda vez.
La trayectoria educativa sufre una interrupción importante en 2012, tiempo en el que había
2013, estudia alternamente una carrera técnica y culmina ambos en 2015. Lo anterior fue
fomentado por su mamá, quien le recalcaba la necesidad de estudiar para que tuviera mejores
oportunidades que las que ella había tenido en su vida; Nohora terminó sus estudios técnicos
mientras estaba embarazada, los que realizó sin ser su deseo, sólo en razón de permanecer afiliada
101
al sistema de salud de regimen contributivo 6 al cual tenía acceso por línea materna, dado que en
Colombia antes del año 2015 el Sistema de Seguridad Social en Salud (SSSS) a través de la Ley100
de 1993, artículo 163, estableció que a los hijos menores de 25 años se les podía afiliar al sistema
de los padres (Congreso de la Republica de Colombia, 1993). Este artículo fue modificado por el
hijo, pues decidieron con Eduardo que ella permanecería junto a este sus primeros años. Su trabajo
se ha inscrito la toma de decisiones de Nohora, siempre en consensos con Eduardo y así mismo
esta acoge prioritariamente las ideas de él. Lo anterior puede sugerir una idea de asimetría de poder
en temas como negociación en pareja sobre sexualidad, toma de decisiones, planes de vida, etc.
(Plan & Profamilia, 2018; Profamilia y Ministerio de Salud y Protección Social, 2015).
constitución de una familia, serán analizados en las transiciones ocurridas y puntos de inflexión.
6
El régimen contributivo es un conjunto de normas que rigen la vinculación de los individuos y las familias al Sistema
General de Seguridad Social en Salud, cuando tal vinculación se hace a través del pago de una cotización, individual
y familiar, o un aporte económico previo financiado directamente por el afiliado o en concurrencia entre éste y su
empleador (Minsalud, 2018).
102
situaciones en las que ha debido tomar decisiones radicales, y asumir retos que según ella, le han
traído aprendizajes y ajustes en su curso de vida. Asi mismo aparecen algunos hitos que demarcan
el paso de una vivencia que ocasiona ajustes, identificadas como las mas relevantes en su curso de
La mayor parte de su niñez la vivió en la ciudad de Saravena, Arauca, en donde realizó sus
estudios de basica primaria y secundaria. Esta región de Colombia ha sido demarcada como uno
de los sitios de mayor violencia del país debido al conflicto armado, calificada además como un
103
lugar de “tierras fértiles” con posibilidades de progreso para las personas que allí residían; fue tan
cruda la guerra en ese lugar que las tasas de homicidio por 100.000 habitantes para los años 1990
a 1997 (años de la niñez de Luisa), fueron respectivamente de 92, 223, 96, 207, 121, 128, 137 y
169, sobrepasando algunos periodos en más de 2 veces la cifra a nivel nacional (Gutierrez, 2010).
Refiere Luisa que allí pasó su niñez junto a sus hermanos y padres, quienes trataron siempre
de protegerlos, aislándolos de todo aquello que pudiese implicarlos en la guerra, tiempos en los
que incluso enviaron a su hermano menor de regreso a la ciudad de donde habían emigrado
(departamento de Santander), cuando sintieron el riesgo de que este fuera enlistado en las filas de
lograron un soporte económico importante. Luisa fue una estudiante destacada académicamente
en su colegio, el cual tenía enfásis en líneas técnicas, de las que ella eligió el aprendizaje de la
modistería; sus amigos eran pocos al igual que sus relaciones sociales. Luisa vivió en el Sarare,
conflicto armado, y en la que la educación superior no existía con amplia gama de ofertas, por lo
que se desplaza a Cúcuta para estudiar lo que según ella deseaba, arquitectura.
salida de su casa para realizar estudios superiores en una ciudad intermedia del país. Ella refiere
que su embarazo ocurrió cuando cambió de método de planificación familiar, lo cual fue ordenado
por el médico de este programa de salud, puesto que ella se había automedicado con una alta carga
hormonal, contrario a lo requerido para una joven mujer. A sus 20 años queda en gestación, rango
de edad en el que se encuentra el segundo porcentaje más alto en mujeres que realizan estudios
104
educativa, en las cuales la falta de dinero y la sobrecarga por triples jornadas como estudiante,
madre ama de casa y trabajadora, le impidieron continuar de forma permanente sus estudios, a tal
punto que a la fecha ella siente frustración porque, considerándose buena estudiante, no pudo
lograr su grado en el periodo que se había propuesto. Así mismo realizó cambio de carrera, pues
en el séptimo semestre del programa de arquitectura, ella decidió trasladarse a trabajo social,
causado por la extenuante jornada académica y horarios que tenía con el programa de arquitectura,
los cuales le impedían atender a su hija, a quien en la mayoría de ocasiones se llevaba para la
género asignando al hombre a las tareas de la producción y confinando a la mujer a los cuidados
y las tareas domésticas, lo cual también puede estar aunado a unas políticas públicas que aún no
han asimilado los cambios sociales de este nuevo modelo productivo (Guirao, 2011). Podemos
ver además su trayectoria laboral reiniciada posterior al nacimiento de su hija, pero esta vez con
un valor agregado, y es la creación de su empresa propia. Esta tiene una aprobación oficial ante
los entes del Estado y funciona alrededor de un 90% de manera virtual a través de la internet y
Luisa laboró además como mesera los fines de semana en un restaurante, vendió almuerzos
a sus compañeras de estudio, fue secretaría de un concejal, quien era el padre de una amiga, el cual
le permitía agendar su trabajo la mayoría de veces, de acuerdo con las necesidades de esta, todo
pensando en no descuidar la permanencia con su hija. Posterior a estas actividades y al año y medio
105
de su hija, Luisa sólo labora en su empresa, y en caso de requerir salidas a comprar el material de
En relación con Jaime, este ha tenido así mismo trayectorias en su curso de vida que se
entretejen y que permiten ver la vida de un joven que habita en zona de frontera y que tiene una
Jaime creció principalmente junto a su mamá, pues su padre se marchó cuando este tenía
un año de edad, construyendo este suceso un hito histórico y así mismo un sentir hasta el día de
niñez la vivió en la ciudad de Cúcuta rodeado de comodidades económicas, pero, según él, en la
soledad puesto que su mamá debía laborar permanentemente en una aseguradora muy importante
106
en el ámbito internacional y sólo se veían en algunos espacios del día y con su padre sólo se
básica secundaria en 2007, a pesar de ser cambiado de colegio en una oportunidad debido a su
actitud mal calificada por los profesores. Al terminar este nivel educativo, inicia estudios
universitarios en el ámbito privado costeados por su mamá; allí realiza tres semestres de ingeniería
comercio internacional en una universidad pública y esta vez su padre le aporta para este fin.
Igualmente le regala un curso de inmersión en inglés para llevarlo a cabo en Inglaterra, el cual
durá un año (2011_2 – 2012_1). Este viaje, marca para el otro acontecimiento relevante en su
curso de vida, puesto que faltando una semana para marcharse, conoce junto a Luisa la noticia del
embarazo. Se separan durante este tiempo para ejecutar sus estudios e inicia una trayectoria como
ajustes en las que incluso al reiniciar estudios, cambia de universidad (de nuevo al ámbito privado
y costeada por su padre) para ajustar horarios de trabajo diurnos y estudios nocturnos. En su
trayectoria laboral se integra el trabajo informal, como la venta de gasolina de contrabando, la cual
era traída en su vehículo desde la región venezolana, además de las transferencias o los
denominados “giros” de moneda venezolana desde ese país para retirar en dólares en Colombia;
así como el trabajo formal en el que ha laborado como cajero de un restaurante, mensajero y
administrador de hotel.
107
Jaime realizó trabajos a los que tenía acceso, pero sobre todo tuvo mayor oportunidad a
aquellos informales hasta 2015, entre los que se encontraban los giros, de los cuales vale aclarar
que estas eran enviadas desde Venezuela a Colombia, obteniendo una ganancia por cada
transacción de hasta $500.000 (quinientos mil pesos mensuales). El proceso, era el siguiente como
por hacer un envío de 300 dólares de Venezuela a Colombia - y puede hacer hasta tres
mensualmente- se gana alrededor de medio millón de pesos dependiendo del precio del
Este “negocio” fue utilizado por algunos colombianos que encontraron en él una forma de
promedio de 350 millones de dólares por año, y posterior a esto en el año 2013, según refirió la
canciller Holguín, se incrementó casi en 800 millones, lo que motivó al gobierno de Venezuela a
Igualmente, la venta de gasolina fue otra forma de adquirir algún dinero, lo que pudo
realizar Jaime hasta 2014, cuando tuvo que vender su vehículo por falta de dinero para mantenerlo.
Los trabajos formales a los cuales ha accedido, han sido oportunidades que amigos y familia le
han otorgado. Por ende, Jaime se ha abierto a las opciones posibles para obtener aportes y llevar a
su familia, lo cual rompe caracterizaciones sobre los jóvenes, como las estimadas en los hallazgos
108
de Chaves, en donde estos son calificados como “seres inseguros de sí mismos, en transición, no
De otra parte, las transformaciones que ha tenido el contexto regional, por los diferentes
cambios sociales, incidió en la participación laboral para aportar a la familia tanto por parte del
hombre como de la mujer. Pero en el caso de Jaime era inaceptable quedarse sin laborar, mientras
que Luisa lo hacía, puesto que “el desempleo enfrenta a los hombres a un desbalance entre las
expectativas esperadas de ellos por la cultura predominante y el acceso a los medios legítimos para
Edinson nació y ha vivido en Cúcuta durante toda su vida. Recuerda que en su niñez sus
padres se trasladaban continuamente de residencia, puesto que vivían en alquiler. Por esta razón,
para ellos fue relevante la presencia de un tío materno, el cual apoyó económicamente a toda la
familia, incluyendo a su mamá. Este tío era un empresario de taxis muy importante en la ciudad;
él adquirió algunas propiedades, que luego cedió a diferentes familiares con el objetivo de que
todos los sobrinos compartieran en el mismo barrio y zona. En consecuencia, después de vivir en
alquiler durante casi toda su niñez, se trasladan a casa propia donada por su tío, en una manzana
secundaria en un colegio privado en 2011, tiempo durante el cual siempre se destacó como un
estudiante muy brillante. En su último año de secundaria, se entrecruzan las trayectorias educativa
110
y laboral, porque sus estudios tenían énfasis en una línea técnica y requerían de una práctica para
en la que entregaba paz y salvos a los trabajadores, y a recibir un salario por esta actividad.
Para Edinson, los estudios superiores no eran importantes, al igual que para su madre y
hermanos; por esta razón, cuando se gradúa del bachillerato a sus 16 años decide continuar
laborando, hasta que en 2013 retoma la idea de estudiar e inicia la carrera administración de
empresas en una universidad privada, aún sin contar con recursos para esto. En ese sentido, la
mamá le aporta para su primer semestre y luego él busca el apoyo del ICETEX (Instituto
universidad para organizar sus horarios, debido a situaciones relacionadas con los trámites
por lo que ha suspendido sus estudios en tres periodos diferentes ((2014_1; 2016_2 y 2018_2),
encontrándose actualmente entre el VIII y IX semestre de su plan de estudios. De otra parte para
él, su hijo ha sido un motivador en esta actividad, y espera que algún día lo reconozca no sólo por
ser su padre, sino que además se sienta orgulloso por lo que logró, como lo expresa.
a partir de 2015, tiempo en el que deciden con Angélica iniciar la convivencia en casa de la mamá
de esta (antes de ese tiempo permaneció cada uno con su familia de origen). La trayectoria de
unión tiene una interrupción en el año 2016 durante unos meses; posteriormente, reiniciaron su
relación y conviven hasta la fecha, lo cual de cierta manera según el, está relacionado con la tristeza
que él sintió cuando su padre lo abandonó, marchándose de su casa para formar una nueva familia,
111
lo que no desea para su hijo. Refiere de esta forma que “un hijo es para toda la vida” y relieva por
tanto la presencia de un padre en la familia, motivo por el cual piensa en nunca apartarse de su
hijo.
El tío que apoyó la familia durante su niñez y parte de su juventud fue asesinado en el año
2014 en un suceso ocurrido a manos de sicarios en San Antonio del Táchira, zona de frontera
colombo-venezolana; sin embargo, los negocios de su propiedad han continuado siendo de manera
indirecta un apoyo para Edinson en relación con el campo laboral, pues la empresa que tenía ahora
es gerenciada por su hermana, quien le ha ayudado a obtener los empleos formales que ha
desempeñado, y en algunos casos le ha realizado préstamos de dinero. Para él, su trabajo es algo
que disfruta y así mismo ha logrado tener horarios acordes con las necesidades de cuidado y
inscrito en un cierto modelo de relaciones de género alrededor del trabajo doméstico y productivo,
el cual denomina Pineda “de respeto mutuo”, diferente del modelo tradicional y el modelo de la
“ayuda” (Pineda, 2010). Así mismo Puyana & Mosquera, (2003), lo denominan como de
construcción, y hace énfasis en salidas más cooperativas y equitativas no solo entre la pareja, sino
Las trayectorias de Angélica igualmente han tenido entrecruces, ajustes, y para ella el haber
tenido a su hijo, el cual había sido deseado, ha cambiado su forma de ser y estar en la vida. Se
Angélica refiere que desde niña fue llevada a la institución escolar, de una parte para recibir
instrucción, pero además para que su mamá tuviese tiempo para laborar, pues debía trabajar para
mantener su familia en razón a que el padre de esta se había marchado de la casa antes de que ella
naciera. Así, ella vive con sus abuelos, siendo el abuelo quien le dedicaba la mayor parte del
tiempo, acompañándola en sus tareas y enseñándole a realizar actividades a las que él se dedicaba,
Ella refiere que creció sin la presencia de su padre y escuchando a su profesora decirle que
su mamá la dejaba siempre en el colegio “como a un bulto de papas”, por lo que sentía rabia,
frustración y una necesidad especial de cambiar esta situación cuando ella se convirtiera en madre.
En ese sentido se propuso que no dejaría a sus hijos solos, sino que trataría de estar presente, sobre
todo en la niñez de estos. Un amigo de la madre, muy allegado a la casa de los abuelos, poco a
113
poco se conviritió en lo que ella llama su padre de crianza. El las visitaba y le ayudaba a ella a
realizar las tareas, aportaba para los gastos de la familia, incluso pagó la universidad de su
hermana, y hasta la fecha es una de las personas que le aporta económicamente a Angélica para
sus gastos.
Angélica terminó sus estudios de bachillerato en 2013, siendo una estudiante muy mal
calificada académicamente por sus docentes; no obstante, no perdió algún año escolar.
los problemas de salud que se presentaron en él. En el segundo semestre de 2015, cuando ya su
hijo tenía seis meses, inició estudios de ingeniería industrial en la universidad pública de la ciudad.
con la malla curricular debido a que ha tratado de matricular sólo entre cinco a seis materias
semestralmente en horarios tarde-noche o en la mañana muy temprano para poder estar con su hijo
Puede verse que tener un hijo para ella no implicó iniciar inmediatamente la convivencia y
unión en pareja, pues permaneció en casa de su mamá un semestre más aunque continuaban la
relación con Edinson. No obstante en 2015, cuando inicia la unión en pareja, también reinicia su
trayectoria educativa, y así mismo dos años más tarde la ocupación laboral, en la que se ha
desempeñado de manera informal como niñera en casa de su hermana, procurando estar siempre
con su hijo.
114
Las trayectorias de Ricardo han sufrido interrupciones por diversas causas, así como
entrecruces entre ellas y algunos eventos que le hicieron cambiar su forma de ser y estar, como
En su niñez, Ricardo vivía con sus padres y hermanos en una vereda del municipio
Sardinata, en el departamento de Norte de Santander. Allí realizó su primaria en una escuela rural,
a la cual accedia caminando durante una hora aproximadamente para llegar a este lugar. Durante
este proceso ayudaba en las labores del campo, llevando los almuerzos a sus padres, recolectando
café y limpiando los potreros. Posterior a esta formación básica, pasó a un internado en el que
115
estudiaba de lunes a viernes, saliendo el día sábado para visitar a sus padres y ayudar como siempre
atrás todo aquello que habían consolidado. Así las cosas, sus padres lo ubican en la casa de una tía
en el municipio de Villa del Rosario, zona metropolitana de Cúcuta, y según él “empiezan de cero”.
El continua sus estudios de bachillerato en un colegio de este lugar, mientras que sus padres y
hermanos se van a vivir a un barrio períferico de Cúcuta, en donde su mamá trabaja como empleada
de servicios generales en una casa de familia y su padre como operario en una fabrica de Jeans en
pública; estos no son culminados pues decide irse a prestar servicio militar al INPEC (Instituto
ciudad de Cúcuta (año 2011). Inicia de nuevo estudios superiores en 2012 cambiando a la carrera
de trabajo social; allí realiza tres semestres en la misma universidad y lo suspende para iniciar
trámites de participación en la convocatoria de empleos que hizo el INPEC para esa fecha. Realiza
el curso en las ciudades de Bogotá y Santa Marta, pero al realizar el exámen de conocimientos, no
Sus trayectorias educativa y laboral, casi siempre han estado entretejidas, pues desde la
niñez aportaba su trabajo en la finca de sus padres mientas estudiaba y posteriormente al culminar
estudios de bachillerato, debía costearse el mismo los estudios que deseaba realizar. Al llegar a la
ciudad se dedica a realizar “mandados” en la casa de su tía, y sólo inicia labores remuneradas en
dinero al cumplir 18 años de edad, convirtiéndose en taxista por algún tiempo, utilizando estos
ingresos para pagar sus estudios y aportar a la casa donde ya vivía de nuevo con sus padres. En
116
2011 suspende esta labor para irse a prestar servicio militar. Finalmente, cuando conoce la noticia
presentado, realiza estudios técnicos como auxiliar de enfermería, costeados por él mismo e inicia
noviazgo con la madre de su hija, la cual fue muy conflictiva. A esta la conoció en 2009 y desde
embarazo, refiere que le dejó a su pareja muy claro que no convivirían por esta causa, lo cual ha
cumplido hasta la fecha; sin embargo, al conocer a su hija y convivir con ella refiere que “se le
De esta forma Ricardo ha sido uno de los hombres que se involucró activamente en el
ejercicio de paternidad y aunque tradicionalmente algunos de los roles y oficios en esta tarea han
sido asignados a las mujeres, ya sea de forma transitoria o indefinidamente el asumió esta función,
dejando de lado esferas sobre las cuales se sustenta la masculinidad hegemónica (Cano, Motta,
en su curso de vida, así como de interdependencias entre carreras, las cuales se divisan en la gráfica
a continuación.
117
Como la hermana “menor” de su casa, siempre estuvo bajo las órdenes y el cuidado de sus
dos hermanas mayores, a quienes las veía y les decía mamá, puesto que su madre viajaba
continuamente junto a su padre quien era conductor de gandolas en rutas por Colombia. Sus padres
convivieron durante casi 30 años en unión libre, hasta 2006, cuando ella tenía 10 años, tiempo en
Ella ingresó a estudiar la basica primaria cuando tenía siete años; a esta educación fue
acompañada durante el primer mes por sus hermanos, los cuales la llevaban hasta la clase y la
tranquilizaban para evitar que se saliera del salón, gritara o golpeara a la profesora, pues no le
gustaba estar en ese lugar. Cuando tenía 8 años, ya debía levantarse y hacer el desayuno para ella,
así como su merienda. Durante este tiempo relata que su padre traía cada vez que llegaba de viaje,
algún bulto de mercado, el cual, cuando volvía a marcharse, era vendido por su madre para tener
118
dinero y así poder dar a sus hijos para el colegio, quedando con el mínimo de elementos para
subsistir. Así las cosas, inicia su trayectoria laboral puesto que salía con sus hermanos a vender el
mercado que su mamá organizaba para este fin, así como pasteles y otras comidas a los vecinos
del barrio.
Al morir su padre, la situación económica se torna más díficil y alrededor de tres años más
subsisten con aportes de vecinos, amigos y familia, al igual que con lo obtenido de las ventas que
la mamá de Anita les enviaba a realizar, hasta que finalmente recibieron una pensión que les
asignaron por la muerte de su padre. El colegio donde estudiaba junto a sus dos hermanos mayores
quedaba como a unas treinta cuadras de su casa, al que iban en un carrito contratatado por su
mamá, que en ocasiones se quedaba varado, debían empujarlo, y tenía tanta demanda para el
Siguió sus estudios secundarios y relata que estuvo en “cuadro de honor”, puesto que era
muy buena estudiante, pero siempre le llamaban la atención por la “indisciplina”. A partir de sus
15 años laboraba en el periodo vacacional de diciembre en almacenes de calzado, lo cual hacía con
el objetivo de pagar en el año siguiente sus uniformes, zápatos, así como “retiros” que el colegio
programaba fuera de la ciudad. Así termina sus estudios de bachiller en 2012 suspendiendo esta
trayectoria momentaneamente para laborar durante el 2013 en un almacén de calzado con el fin de
En ese mismo año, 2012, conoce al padre de su hijo con quien inicia una relación, quedando
en embarazo en el año 2013. Ella permanece en la casa de su mamá sin contar a alguien acerca de
la gestación. De otra parte, Anita se enteró de la relación que tenía el padre de su hijo con otra
mujer y decide romper con este definitivamente (octubre de 2013). Fue así como permaneció sin
cuidado de su hijo ya nacido y su trayectoria laboral, pues realizaba algunos trabajos en casa como
vender minutos, cuidar a sus sobrinos y otros esporádicos en periodos vacacionales fuera de casa
como vendedora de ropa o calzado, lo cual realizaba para obtener el dinero del pago de la matrícula
Así las cosas, analizando una suerte de regularidades que emergen como una constante en
las narrativas de algunos sujetos y en las trayectorias que se han ido trazando durante su curso de
vida, se puede vislumbrar “un antes y un después” del hijo, como ellos mismos lo refieren en sus
relatos. Se develan “marcas” que traen desde su niñez o juventud y que han ido tornando una
subjetividad que les hace repensar y resignificar las relaciones entre padres e hijos en la crianza y
así mismo un tipo de idealización de la figura del padre o madre en ella; también entretejidos e
intersecciones entre trayectorias que van hilando la vida de un sujeto en las que irrumpen
sus relaciones.
En ese sentido, se hallan eventos en el pasado que cimentan unos motivos “porque” de su
actuar y forma de pensar como padres y madres en el periodo actual. Entre ellos los relacionados,
con la percepción de abandono o disminución en la intensidad de las relaciones con sus padres
durante su niñez o juventud y de esta manera una apuesta por un “tipo ideal” de paternidades y
maternidades, las cuales desean vivenciar con sus hijos en la crianza; es decir, desde su relación
con sus predecesores, resignifican las formas relacionales entre padres e hijos en la crianza y en
Por otra parte, se hallan entretejidos de trayectorias, transiciones y giros en el curso de vida
de los sujetos, principalmente cuando se conoce la noticia de una gestación en curso, lo cual trae
consigo nuevas formas de situarse como padre o madre en condición juvenil, con el pensamiento
de hacer lugar al que llega. Se divisan entretejidos de trayectorias con esfuerzo por mantener
algunas cárreras prácticas en su curso de vida mientras se da inicio a nuevos roles y situaciones,
teniendo como punto de inflexión que potencia la continuidad de las mismas, al hijo(a) que está
por llegar, como un motivo “para” esforzarse, “independizarse” o simplemente para acoger al que
llega.
Asi mismo, este análisis permite ver las rupturas con aquella designación determinista de
juveniles”, como su trayectoria educativa, pensándolo además como una relacion causal o unívoca
cuando se convierten en padres y madres en condición juvenil (Fainsod, 2008). Por el contrario,
económicos, en medio de los cuales estos jóvenes entrelazan sus trayectorias y en muchas
En clave del enfoque curso de vida, y de los hallazgos en el presente apartado, se plasman
las experiencias de crianza contadas por estos jóvenes, así como la consolidación de unos motivos
“porque y para” en torno a esta carrera construida; en ese sentido, diseñamos dos categorías
entre “un antes y un después”, lo cual implica incluso las experiencias vividas desde la crianza
misma recibida por los jovenes padres y madres, las cuales fundan unas formas de pensarse y
relacionarse como padres y madres con sus hijos(as). Se titulan a estas categorías: experiencias
existencia del hijo(a): quiebres y transiciones del sujeto, derivando de esta última tres
miedos, resistencias y agenciamientos; “ver el rostro del hijo, reconocer su existencia”: punto
al que llega. Todo lo propuesto por los jóvenes da cuenta primero, de las vivencias del pasado en
las que aprendieron de las relaciones con sus padres a proponer una forma de ser con sus hijos y,
segundo, de aquellos recorridos múltiples que hicieron, desempeñando diversos roles para dar
continuidad a sus trayectorias, pero además para abrir espacios “de calidad”, como lo refieren, para
sus hijos. Todas ellas narradas bajo una mirada reflexiva del pasado, que soporta la mayoría de
actos proyectados con una intensión de futuro. Se observa a continuación lo referido en los
siguientes apartados.
4.6 Experiencias que emergen a partir de los trayectos con los predecesores: construcción
paternidades y maternidades en las familias colombianas, transitando desde las formas más
hegemónicas hasta las “marginadas” como las denomina Connell (1995), entendida esta última
como una forma de democratización de las relaciones familiares. Estas se encuentran inmersas, a
su vez, dentro de la variada visión subjetiva de masculinidades, las cuales no hacen referencia a
En este caso, se observa que los jóvenes participantes se forman, a partir de las relaciones
que sostuvieron con sus padres y del tiempo que permanecieron con ellos, una expectativa respecto
de su práctica como padre o madre y de la relación que desean tener con el hijo o hija, mostrándose
los hombres más críticos con la ausencia de su padre en la vida cotidiana, y las mujeres con la
hegemónica.
Para Eduardo, Jaime y Edinson, haber sufrido el abandono de sus padres durante su niñez
o parte de la juventud y no disfrutar la compañía permanente de una madre, marcó un hito que les
hace pensar en la necesidad de mantener estas figuras en la familia y así mismo en valorar con un
Para Eduardo el haber perdido a su mamá debido a su muerte y a su padre por un lapso de
tiempo, le hace pensarse de una manera diferente para su hijo, lo cual aparece en medio de su relato
en algunos apartes como este: “siempre sufrí mucho por eso, porque él quiso vivir su vida
también(el padre) y junto con mi hermana … pasamos un largo proceso sin mamá, y entonces todo
eso me lleva a de que ahorita mi hijo no me gustaría que lo pasara, sí, entonces he tratado por ser
el mejor papá, he tratado porque a él no le falte nada, nada de lo que me faltó a mí, ¿sí?, y he
Para Jaime, igualmente la dificultad de acercarse a su mamá, a la cual califica como “fría”,
y el no tenerla el tiempo deseado durante su niñez, así como la ausencia de su padre en este mismo
periodo, puesto que este se marchó de la casa al divorciarse de su madre, le hace pensar en lo
diferente que desea ser él en la relación con su hija y pareja. Esto puede hallarse en algunos apartes
de su relato como los siguientes: “mi mamá es una persona muy seria … bastante cerrada, no
expresa mucho cariño”; “entonces un día llegó y me dijo (la mamá): no voy a volver al colegio,
123
¡que vaya su papá¡, entonces mi papá pues… fue a la primera entrega de notas y dijo ¡no¡, que
vaya su hermano"…” yo fui criado por mi mamá, porque mi papá se separó en ese momento de
mi madre, se fue de la casa, digamos que yo iba a pasar por algo muy parecido y pues Dios no lo
permitió, yo decidí pues siempre estar al lado de mi hija, para brindarle pues el apoyo y que ella
Así mismo Edinson, quien sufrió de manera muy fuerte la separación de su padre, el cual
le había prometido que nunca lo dejaría a pesar de que no mantuviese la relación con su mamá,
recuerda con nostalgia y no desea repetirla con su hijo, refiriendo que un padre es “para toda la
vida”. Lo anterior es ilustrado en relatos como: “dedicarme, pues nunca alejarme de él, siempre
estar pendiente … hay una canción que dice "que un hijo es para toda la vida…, siempre han dicho
que de cierta a edad a cierta edad tiene que hacer cosas, después de los 18, que ya tiene que trabajar,
que ya tiene que ir a la Universidad, que ya tienen que independizarse, pero uno tiene que
Así las cosas, vemos que para los jóvenes, la figura paterna, ya sea presente o ausente, es
(Viveros, 2000).
Angélica, quien es la única participante mujer quien no contó con la presencia de su padre
biológico desde que nació y así mismo sintió el distanciamiento de su mamá debido al trabajo de
esta, refiere que la situación formó en ella una forma de ser como madre, que incluso desde muy
temprana edad deseaba tener un hijo para “permanecer con él en la juventud” y acompañarlo el
mayor tiempo posible. Sus relatos, a pesar de ser una mujer muy entusiasta y fuerte, están cargados
de dolor cuando hace referencia a este tema. No obstante, para ella, el lugar de su padre biológico
fue cubierto por un amigo de la familia a quien reconoce como “padre de crianza”, el cual hasta la
124
fecha aún “cubre” este lugar; esto contrasta con la ausencia parcial que percibió de su mamá
durante la crianza. Recuerda en concreto lo que su profesora le decía: “su mamá viene y la deja
aquí como un bultico de papas… entonces pues siempre estuve muy sola… entonces, yo siempre
quería tener mi hijo joven… y sí, lo he disfrutado bastante, cuando ha tenido clases, no me he
crianza ni del cuidado del hijo, puesto que, además de laborar, debe “responder” por sus hijos
permaneciendo con ellos, de lo contrario el niño o niña crecería sin el “ángel del hogar”, como la
denomina la autora (Sinués, 1859). Se puede ver similar situación en el caso de Anita, quien jamás
deseó convertirse en madre y por ello se considera “una niña diferente”. “todas las niñas dicen que
quieren ser mamás, que quieren tener esposo, que quieren… ¡pero pues yo no¡, soy como una niña
diferente y no pues nunca me imaginé que, que fuera a tener un bebé”, “pues a mí el miedo que
De esta forma se observa que la experiencia emerge post hoc, a partir de la reflexión sobre
aquello que ha pasado y que deja huellas, como refiere Larrosa (2003), y que en el caso de los
jóvenes, ha dejado en ellos una percepción de cómo no debe ser un padre o madre, puesto que la
ausencia de estos durante su niñez o el sentir de la “frialdad” en sus relaciones, marcó una pauta
que les deja en su subjetividad una intención de ser diferentes a ellos, en lo que respecta a las
las cuáles marcan en el sujeto joven de manera relevante. Esta es la que se ha denominado “darse
cuenta” de la existencia del hijo(a): quiebres y transiciones del sujeto. Como ya se ha referido esta
4.7. “Darse cuenta” de la existencia del hijo(a): quiebres y transiciones del sujeto
curso de vida que ocurren en los padres y madres jóvenes, precisamente a partir de conocer la
un tiempo cronológico estático o determinado, sino en aquel tiempo humano en el que reconocen
decisiones que transforman los lugares desde donde los yoes ven al otro.
Para todos los participantes siempre hay un inicio y una trama argumentativa que devela lo
profundo, feliz o doloroso que puede ser un acontecimiento significativo, especialmente cuando
se trata de un evento como la noticia de convertirse en padre o madre en condición juvenil. Para
algunos de los participantes del estudio, el conocer la noticia fue el detonante de temores, angustias
y replanteamientos de su vida; para otros fue lo que ya habían planeado, pero no dimensionado
como lo vivenciaron. Se hallan entre ellos referencias a este evento como “un balde de agua fría”,
era una opción deseada y la noticia fue “muy difícil de aceptar”. Nohora estaba casada con Eduardo
desde sus 16 años7 y pensaba en continuar sus trayectorias de entonces; Luisa era una estudiante
y modelo de ropa exterior, soltera de 20 años que había salido para realizar estudios universitarios
de una pequeña ciudad a Cúcuta, auspiciada por su padre; y Anita una joven que vivía en casa de
su mamá junto a sus hermanos e iniciaba estudios de pregrado costeados por ella misma. Cada una
devela en su narración ciertos miedos y resistencias hasta que finalmente aceptan ser madres.
En ellos emergen sentimientos que llevan tanto a mujeres como a hombres, en algunos
casos a pensar que defraudaron a sus padres, y, como refiere Adaszko, en el caso de la mujer, el
embarazo aparece como la expresión más evidente de la actividad sexual femenina a una edad en
que ésta no es socialmente aceptada por lo que puede verse como “una vergüenza para la familia”
Por ejemplo dice Nohora: “yo no lo creía, yo no creía quedar embarazada, … incluso me
hice tres veces la prueba de embarazo, ehh, de sangre … como a los siete, ocho meses, ya pa´ José
nacer, fue cuando me vi la barriga, todo el mundo se enteró …y cuando ya todo el mundo supo …
me creció esa barriga, y ehh, entonces yo me resigné que estaba embarazada, pero yo noo, eso fue
más duro para mí … yo no quería, porque yo quería todavía disfrutar, …porque obvio cuando uno
queda embarazada todo cambia”. Así mismo emerge en ella temor por la dificultad económica que
se pueda presentar y por prepararse para el futuro nacimiento del hijo, lo cual relata así: “cuando
7
Para poder casarse, de acuerdo con el Código Civil colombiano artículo 117, que reza lo siguiente «Los menores de
la edad expresada no pueden contraer matrimonio sin el permiso expreso, por escrito, de sus padres legítimos o
naturales. Si alguno de ellos hubiere muerto, o se hallare impedido para conceder este permiso, bastará el
consentimiento del otro.» (República de Colombia, 1887), Eduardo y Nohora debieron hablar con los padres de esta,
pues ella tenía 16 años. Su padre accedió a esta solicitud y convenció a la mamá que también lo hiciera pues según él,
era lo mejor para ellos.
127
nos enteramos que José iba a nacer, esteee, siempre nosotros hablamos mucho antes de que
quedara, si llegara yo a quedar embarazada que tocaba ahorrar en el transcurso del embarazo …,
uno nunca sabe si él no llega a tener trabajo o algo así, pues así hicimos, nosotros en todo el
Luisa, de su parte relata los miedos que sintió y su forma de enfrentarlos: “lo primero que
uno siente es miedo… yo estaba embarazada, pero nadie sabía …yo no volví a modelaje, a mí me
fue mal en la universidad, […], mi primera reacción, fue eliminar a todos mis amigos de Saravena
… de las redes sociales … dentro del miedo de uno, de que de pronto lo juzguen… entonces era
el miedo de que mi papá dejará de apoyarme económicamente… mi miedo más que todo era eso,
miedo a sentirme señalada, de pronto por la familia o por si … y hasta que un día no me aguante
porque yo estaba muy enferma, mi mamá, ella estaba acá… y le dije no mami… estoy
embarazada”.
Ella describe cómo fue el proceso para asegurarse de estar embarazada, así: “incluso yo me
tomé unas pastillas de postday8 pero no me hicieron nada y quedé embarazada, entonces yo le dije
a Jaime: yo me siento mal, yo estoy embarazada, y me dijo Jaime: no, pues hágase una prueba de
sangre, y yo me hice la prueba[...] entonces la prueba de orina salió positiva; y no, hágase la prueba
Anita, quien se consideraba “una niña diferente” porque no deseaba casarse ni tener hijos,
expresa el miedo sentido, así como la resistencia en estas palabras: “pues nunca me imaginé que,
que fuera a tener un bebé y que pues cuando nos enteramos de que estamos embarazados, ehh,
8
Es un medicamento hormonal que según la OMS previene embarazos dentro del plazo de varias horas o pocos días
después de haber mantenido una relación sexual sin protección. No se considera un método de planificación familiar
y su uso se reserva solo para situaciones de “emergencia” (OMS, 2018).
128
pues para mí fue muy duro y pues yo le decía a él, que yo no quería tener pues un hijo… …y pues
ese era mi miedo y pues él no, él decía que, que teníamos que tenerlo, que él si quería tener un
Cada una de estas jóvenes narra sobre la utilización que hacían de planificación familiar
madre, lo cual falló e implicó una ruptura con sus expectativas o proyectos planteados, así como
y Newcomer (1999) y Barrett y Wellings (2002), se puede decir que el evento de conocer que se
joven que conoce la noticia de su embarazo en un momento inesperado, en el que también emergen
miedos como el temor por la pérdida del “disfrute” de la vida en pareja, por la escasez de recursos
económicos, por el juicio emitido contra ellas, y por sentir que no serán suficientemente “buenas”
como madres.
En ese sentido, en medio de una cultura hegemónica que ha ido construyendo lo “ideal”
para cada proceso, estimando edades o rangos etarios para cada situación, dentro de las que se
releva que el quedar embarazada en la juventud es casi una “epidemia” que se debe controlar, y en
la que se legitiman prácticas concretas sobre el cuándo o cómo se debe actuar o transitar en el
curso de vida, puesto que de lo contrario se plantearan intervenciones sobre sujetos que
como ellas lo refieren, conocer esta noticia. Lo anterior además porque en la región se ha
propiciado un seguimiento en contra del embarazo precoz, direccionado desde el nivel nacional,
que se evidencia en noticias del periódico regional como las siguientes: “Con la jornada única
escolar se atacará el embarazo prematuro” (La Opinión, 2015); “consecuencias del embarazo en
129
la salud de los jóvenes” (La Opinión, 1987); “embarazo adolescente bajó 50% en Cúcuta” (La
Opinión, 2015). Todo lo anterior genera una tensión y estigma frente al embarazo que puede
acaecer en jóvenes, lo cual podría dar origen a temores sobre juicios que se realizan a estos sujetos,
especialmente cuando son mujeres. No obstante, siguiendo a Heilborn (1998), vale recordar que
aquello que hoy se estigmatiza, por ejemplo el embarazo en una franja etaria de 14 a 18 años, fue
considerado en antaño, la etapa ideal para que la mujer tuviera hijos (Heilborn, 1998), siendo
entonces una declaración que nos hace pensar en las consecuencias que conlleva establecer y
estigmatizar unicausalmente los sujetos, sin poner entre paréntesis las condiciones sociales,
Se observa en los relatos cómo a partir del estigma percibido emergen miedos y resistencias
para aceptar la situación, entre estas, realizar la prueba de embarazo en repetidas ocasiones,
negarse por algunos momentos a aceptar la noticia, intentar “mantenerla en secreto”, tomar
medicamentos de emergencia, desear abortar y ocultar incluso el crecimiento del cuerpo durante
casi toda la gestación. Se puede decir entonces, que en medio de diversos contextos, las mujeres
debieron conciliar sus trayectorias de vida con la situación emergente y de esta manera re-pensarse
frente a aquello que marcó “un antes y un después” en ellas, como lo refiere Luisa, pero a su vez,
secreto para la familia y amigos en Luisa, y la eliminación del deseo de abortar, así como la
la cual estuvo por encima de sus deseos. Lo anterior podría haberse dado debido a varios motivos,
dentro de los cuales están la edad que le supera su pareja, pues este es nueve años mayor que ella,
130
además de una norma social patriarcal que prevalece en la familia en la que el hombre es quien
Entre los hombres del estudio que no esperaban ser padres en ese momento, se encuentra
Ricardo, el padre soltero e independiente económicamente de su familia y Jaime, el hijo único que
noticia fue “un balde de agua fría”, lo cual narra de la siguiente manera: “primero le pregunté que
si era verdad, porque pues obviamente uno lo… del mismo choque, uno pregunta muchas veces y
después, ¡no¡ … pues hacerle para adelante, era lo único que quedaba, jamás pensando cosas
malas…pero pues ya con el tiempo fue uno asimilando la situación y ya después se convirtió como
en, como en un objetivo que tenía que cumplir uno, no, y era sacar adelante ya la situación”.
De otra parte Jaime, quien debía hacer un viaje al exterior casi en el momento en el que
Luisa le da la noticia de su embarazo, refiere: “pues difícil, yo solamente pensaba ¿en qué iba a
trabajar cuando llegue?, ¿qué iba a hacer?, ¿dónde iba a vivir?, o sea todo ese tipo de cosas, los
hombres somos más pensando en la parte económica, en eso, porque yo a Luisa la quería mucho,
la amaba mucho, obviamente yo dije: no¡ ya untado el dedo, untada la mano, ya nos tocó¡”. Así
mismo describe la experiencia de la manera siguiente: “nos enteramos días antes de yo irme para
Inglaterra, yo tenía ya el viaje listo, yo tenía ya todo pago, mi papá ya me había pagado todo para
que yo me fuera para allá y estudiará los seis meses allá (pasaron diez meses); entonces nos
enteramos, cinco o seis días antes, … y tomamos la decisión entre los dos, … yo allá no comía,
mientras mi familia no sabía, porque nadie sabía, yo me fui y nadie supo, y como a los dos meses
ya Luisa me dice ¡yo no soporto más¡, yo tampoco soportaba más con la angustia, con todo,
También existen participantes que deseaban tener un hijo, para los cuales esta noticia trajo
otro tipo de experiencias. Eduardo, quien es la pareja de Nohora, así como Edinson y Angélica,
habían planeado convertirse en padres desde muy jóvenes. Por esa razón, la noticia del embarazo
fue motivo de alegría y de repensar los ajustes que venían en su familia como algo inherente a sus
deseos. Sin embargo, para Edinson y Angélica este hecho ocurre justamente cuando habían roto la
relación, lo que lleva a Angélica, quien se entera primero a buscar a su pareja para contarle, y de
esta forma reinician su noviazgo. Para Edinson este evento es motivador y refiere. “fue muy bonito
porque no me lo esperaba pensé qué, jummm, me dio hasta un ataque, tenía un ataque, me dio un
ataque de risa, sí, (risas). … que bueno, vamos a tener un hijo, ¡toca seguir adelante ¡”. Para
Eduardo, quien ya había tenido una perdida fetal dos años atrás con Nohora, esta noticia produjo
alegría puesto que había logrado el tan anhelado deseo. El relata lo siguiente: “yo era el tío solterón;
el mayor, el solterón (tenía 28 años); pero un hijo “… ¡es algo inexplicable¡, porque es mi primer
Angélica, como la única mujer del estudio que deseaba tener un hijo, refiere lo siguiente:
“pues Jhon no fue un accidente, nosotros quisimos tenerlo y duramos seis meses intentándolo y yo
pensé que ya no lo íbamos a tener, ¿verdad?… después de que habíamos ya dejado la esperanza
de tener un bebé”. Para ella, la gestación y sobre todo tener un hijo, era una forma de realizarse
Se puede analizar que en el caso de los hombres, la noticia de la gestación fue algo que los
hizo emocionar, reflexionar y re-pensarse, analizando la situación como algo, que aunque hubiese
sido improvisado, debían atravesar mientras ajustaban algunas estructuras en su vida y en su forma
de ser; para ellos el mayor temor que trajo la noticia del hijo fue pensar en el escaso capital
económico con que contaban, puesto que se consideraban responsables de la crianza del hijo y
132
pensaban con mayor avidez en buscar estrategias para establecer la forma de atender las
necesidades de estos y en algunos casos, para cubrir gastos relacionados con la nueva residencia y
la convivencia con su pareja, la cual inician tiempo después del nacimiento del hijo, excepto en el
caso de Nohora y Eduardo quienes ya eran casados o en Ricardo y Anita quienes decidieron
con un modelo de género que reprime la sexualidad femenina y fomenta la sexualidad masculina
y el rol del varón como proveedor, para los varones la reacción de la familia –si bien es un tema
que los pone nerviosos e incómodos– no constituye la principal preocupación. Su dilema se centra
Por el contrario, en la mujer aparentemente existe una dura controversia emocional. Surgen
mayores miedos y resistencias para aceptar su situación y así mismo para la toma de decisiones,
amigos. De esta forma se puede notar una suerte de división de respuestas a esta noticia según
género, en las cuales el hombre se siente vulnerable y busca estrategias para aportar
económicamente para el sostenimiento de su familia, las que siguiendo a Bourdieu, son acciones
coherentes llevadas a cabo por agentes racionales, teniendo como fin establecido el cumplimiento
de un objetivo (Bourdieu, 1999); mientras tanto en las mujeres se suscitan miedos mayormente
por la interrupción de sus proyectos, por el qué dirán amigos y familia, por considerarse incapaces
Posterior a este análisis relacionado con las experiencias de madres y padres frente a la
noticia de una gestación, se han agrupado aquellas que acaecen a partir del nacimiento de su hijo,
lo que ocasiona también diversas transiciones en sus trayectorias y así mismo promueve la toma
133
de decisiones frente a las vivencias en la crianza. Para todos los participantes del estudio, la llegada
del hijo o hija es algo muy significativo, que en algunos casos irrumpe de la manera más
vida de los sujetos. A continuación se describe, a partir de los relatos y análisis de los mismos, la
4.7.3 “Ver el rostro del hijo, reconocer su existencia”: punto de inflexión en padres
y madres.
sujeto, su epifanía, su aparición desnuda ante los ojos del otro, su mayor nivel de sensibilidad
(Viveros-Chavarria, 2015). Desde esta noción es factible comprender, la aparición del hijo que
aunque para algunos fue un anhelo desde antes de nacer o de gestarse, no se concibe como un ser
que existe, sino cuando se ve, cuando se percibe que hay un otro. En ese sentido, “no es el rostro
mismo con su piel o color de ojos, etc, lo que se ve, sino a ese otro que deviene en mi vida bajo
potenciador que les ha hecho repensarse y percibirse como padre y madre. Para Eduardo, saber
que su hijo había nacido era algo inexplicable, un acontecimiento narrado como “una segunda
oportunidad que le daba Dios y la vida”, puesto que después del aborto expontáneo ocurrido en el
quinto mes del primer embarazo de Nohora, había quedado totalmente abatido, y aunque esperaba
el momento del parto actual, para él era increíble lo que estaba sucediendo: ”en el momento creí
que estaba como en un cuento, o sea, como en un cuento donde el final es feliz… y sale mi cuñada
134
y me dice mire este su hijo y yo no creía, y yo no creía, y la verdad ese es mi hijo y yo no lo podía
agarrar, yo me volteaba se me colocó la piel de gallina, no sabía qué hacer, contento pero no me
aguanté las ganas y dije ¡no¡, eso hay que despertar de este sueño y lo agarré”. En ese sentido,
este acontecimiento, el ver a su hijo y tenerlo en sus brazos, trajo consigo la percepción de haber
cumplido su deseo, ser padre, pero además reconocer a su hijo como parte de sí, como ese otro que
Para Nohora, quien se debatía entre el rechazo, la resignación y el deseo, fue relevante
verlo al nacer, refiere el momento del nacimiento, como aquel en el que comprende que se ha
convertido en madre y que ya no puede “dar marcha atrás” a esta trayectoria construida. Refiere
así, lo sucedido: “cuando ya lo acepté … yo ya esperaba que, que naciera rápido… pero cuando
nació yo estaba acostada … como si no fuese… me acordé, que si, como que ya tome conciencia,
como que ¡ay! ya nació, dije yo dentro de mi, y me lo mostraron y ya me dieron ganas de llorar…
cuando yo oí el llorido (voz temblorosa) [...]. fue como si me hubiesen metido una cachetada.
A partir del momento en el que Eduardo relata hallarse “como un cuento de hadas” o
Nohora como el “darse cuenta de”, devienen transiciones, en donde ese otro aparece siempre como
un actor principal que hace estremecer y emerger emociones nunca sentidas. Para Eduardo, su hijo
fue el motivo de llanto, aun cuando él “es un hombre de pocas lagrimas”, como lo refiere: “soy
duro para llorar pues, se puede decir pues, yo siempre lo he dicho que yo no tengo sentimientos
que los sentimientos conmigo no van porque los sentimientos lo llevan a uno a eso, a llorar, a
quebrantarse, yo soy… pero esa vez sentí un escalofrío impresionante el saber de qué, por fin,
estaba teniendo lo que yo tanto anhelaba en mis manos”. Su hijo le ha cambiado su forma de
pensar, puesto que ahora puede decir que ante eventos como ver su rostro, transformó su ser: “y
135
eso me, me, me hizo llorar … aprendí a menguar”. Estos acontecimientos son relatados como el
punto de partida de nuevas subjetividades y ajustes que devienen con ellos, los cuales recuerdan y
perciben como presentes porque aún develan emociones y tránsitos en su curso de vida ocurridos
posterior a estos.
Siguiendo a Schutz, las acciones realizadas por el sujeto llevan un significado subjetivo
que consiste en una autointerpretación de la vivencia, y su significado es distinto para cada actor
desde su propia perspectiva (Schutz, 1932). Por consiguiente, para cada uno, el hijo(a) es el punto
de inflexión y el motivo del continuo de una serie de ajustes en sus trayectorias particulares como
padres o madres. Para Jaime, quien regresó de Inglaterra cuando su hija tenía un mes de vida, ver
a su hija, fue una experiencia que marcó mucho su forma de pensar. Su narración devela lo que
quiebra ver el rostro del Otro: “¡No¡, yo me acuerdo que yo llegué de sorpresa …, cuando yo llegué
lo primero que hice fue abrazarla, y no lo podía creer, o sea uno se derrumba, uno en ese momento,
bendición y la alegría que uno va a tener adelante”. Luisa, al igual que Jaime, a pesar de su tristeza
durante el embarazo, refiere que ver a su hija, propició en ella un giro en la forma de sentirse “Ay,
Edinson, quien conoció a su hijo en la Unidad de Cuidados Intensivos, debido a que había
nacido en paro respiratorio, refiere que no fue la situación de su hijo la que le impactó o la que le
motivó a reconocer su existencia; para él, lo más importante fue sentir el contacto que hizo el hijo
con su mano, a través del cual percibió que “todo iba a estar bien”, como lo refiere: “ y yo feliz y
entré, y me lavé las manos, y cuando entré yo metí la mano y lo primero que él hizo fue agarrarme
y me agarró el dedo este (señala el dedo meñique)… y pues cuando el me agarró el dedo, pues
sentí que todo iba a estar bien, que siguiera tranquilo”. La noticia de la gestación le había traido
136
preocupaciones como él lo relata, pero así mismo refiere que estas se fueron, cuando su hijo le
tocó “pero entonces cuando iba pasando el tiempo, que si íbamos a vivir juntos, que el niño, que
si se enfermaba, que tenía otra vez una responsabilidad más, y pues cuando el me agarró el dedo,
pues uno, que todo iba a estar bien, que siguiera tranquilo, hay que seguir…”.
Así mismo, se devela una forma de reconocer la existencia del otro a partir de eventos en
los que se siente en algunos casos “el riesgo de su pérdida”, o en la cercanía e interacción cotitiana.
De esta forma emergen una serie de eventos como puntos de inflexión que ocasionan giros en las
formas de ser. Nohora, por ejemplo aprendió a hablar en público y expresar lo que sentía, a vigilar
hicieron pensar en lo díficil que sería perder a su hijo, como la enfermedad y hospitalización de
este y su salida para la escuela. En ese sentido emergen la reflexión y el reconocimiento del Otro
como aquel que existe, pero que me lleva a ajustar trayectorias, puesto que hace parte de la
existencia de mí mismo.
Refiere en sus relatos cambios en su forma de ser a partir del “darse cuenta de”, o de ver a
su hijo en situaciones que la hicieron repensarse, como por ejemplo: “yo era muy relajada … que,
si le daba una gripa, yo normal, yo ni prestaba atención, una gripita, ¡no¡, después que salió de
todo eso (hospitalización por neumonía), si le daba una gripa, inmediatamente le daba que miel….
porque duré casi una semana allá (en la clínica), y yo nunca vine pa´acá en esa semana, allá me
quedé con la misma ropa, sin lavarme los dientes, sin nada, esperando que le dieran la salida y que
saliera bien y que todo”. Así, se ve a una madre joven que se olvida de sí misma para ver al Otro,
que es su hijo, a una mujer que se desprende de sus cuidados y “deleites” como ella lo llama, para
asentar unas prácticas diversas frente al reconocimiento del otro. Narra cambios en sus hábitos
como el siguiente: uno no está acostumbrado a madrugar, yo me paraba a las diez de la mañana
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[…] cuando nació José todo esto cambió porque imagínese le toca a uno pararse en la mañana y
,y, y en la tarde mi mamá decía duerma un ratico y yo no era capaz [...] cuando ya entró (a estudiar)
toda la casa sola … y por ejemplo un, un mes que Eduardo estaba trabajando y pues él estudiando
y pues yo todo el día sola y eso me entró como una depresión […] aprovechar los momentos que
estaba con él, o cuando yo iba a recogerlo entonces yo era la primera que estaba allá”. Se puede
ver en esta madre joven que, a pesar de contar con la red de apoyo para cuidar a su bebé, ella
prefería permanecer junto a él. Igualmente emergen sentimientos de soledad y tristeza debido a la
separación de su hijo, lo cual aparece también en madres, especialmente las primerizas en los
En el caso de Anita, quien refiere que para ella la noticia del embarazo la llevó a pensar
por un tiempo en el aborto, reconoce en medio de las interacciones con su hijo, a lo largo de la
crianza, lo bello de su existencia, lo cual relata así: “quizás, sí, sí yo hubiese decidido no tenerlo,
pues, pues no hubiese experimentado pues algo tan bonito, ¿no?, que es ver el primer día a su hijo
y ver de que él pues cuando nació, nació con los ojos súper abiertos y me miraba como que… aquí
estoy, y yo como ¿qué?[...] (risas) Sí y me miraba como qué mamá ahora ¿qué va a hacer conmigo?
(risas y nostalgia). Al igual que para Ricardo, quien, según él, le dejó claro a su pareja cuando le
contó la noticia del embarazo, que no organizaría una convivencia por este motivo; no obstante,
su hija “le parte la vida en dos”: “es que, pues yo antes que estaba sólo sin mi hija, pues, esa fecha
tan importante que es el día de los cumpleaños pues lo compartía con amigos o a veces con mi
familia, pero ya ahorita como es el mismo día de cumpleaños de ella y el mío pues, si…. la familia
es muy importante, los amigos también, pero antes que todo prefiero compartir con ella”.
que está en toda su intensidad, no hay sometimiento de la mismidad a la otredad, es una epifanía,
138
una aparición; el rostro del otro en su singularidad, es reconocido y se abre una aventura de
desnudez, necesidad, “indigencia” y deseo erótico (p. 27). Puede verse en estas historias que ver
el rostro del hijo, reconocer su existencia, no es solo ver el cuerpo físico o sentirlo, sino aprehender
al otro y “darse cuenta de” la presencia, de la corporeidad del otro, lo cual ha sido vivido de manera
tan profunda por estos padres en su ser, que su subjetividad y formas de estar han sido
transformadas. Ahora desean permanecer con el hijo, disfrutar los tiempos junto a ellos y como en
Siguiendo a Gallo (2011), puede decirse al respecto que, el ser humano aprende después
que pasan las cosas, cuando algo le impacta, conmueve, cuando es afectado, cuando algo le
concierne, cuando algo le da a pensar, cuando tiene una determinada experiencia con el tiempo
vivido (Aion) como interrupción y discontinuidad. En ese sentido, para algunos jóvenes padres, el
hijo ha sido Otro, que se va reconociendo como tal, de forma que no se halla lugar sin este en la
existencia de mi mismo.
propias y significados para cada sujeto que emergen a partir de la interacción con el otro. Como
refiere Molina, la noción de self o de un sí mismo en estos padres supone también la presencia de
una otredad, uno es alguien para un otro y por lo tanto, el contenido que adopta un self está
que se elaboran para dar cuenta de sí. Se entiende entonces, que un self no pasa a un estado distinto
cuando la persona transita de un grupo etario a otro, sino que debido a la interacción social y a la
intensidad que los acontecimientos tienen para cada uno, se está en un proceso dinámico y continuo
mismo (self), así como se propicia nuevas subjetividades e interacciones en su contexto relacional.
acontecimientos relacionados con la carrera de la crianza, ciertas formas de apertura de los padres
y madres ante las mismas, así como el devenir de cambios en las formas de ser y estar. Lo anterior
En ese sentido, ser padre o madre joven es una experiencia situada relacionalmente con
otro u otros (Molina, 2011), en la cual reconocer al recién llegado (hijo o hija) y acogerlo producen
refiere De Grande (2015), entre ellas adaptaciones en el uso del espacio doméstico, modificaciones
Cabe resaltar que existe una tendencia a considerar desde una visión adultocentrica que la
proyectos y por lo tanto debe controlarse su aparición (Adaszko, 2005) e influirse en la toma de
decisiones de los jóvenes para prevenir riesgos, antes, durante o después, en caso de presentarse
una gestación. No obstante, se puede valorar en los participantes del presente estudio, los
entrecruces e interdependencias entre trayectorias que en ocasiones se potencian por la llegada del
hijo; allí se percibe una actividad muy dinámica, pues no se delinean sus trayectos bajo un orden
normativo social, sino que se entretejen intencionalmente dando a su paso emergencias en las
formas de ser y de estar en tiempos y espacios diferentes a los considerados por lineamientos
societales.
Así mismo, se reconoce que en los padres y madres en condición juvenil del estudio, al
igual que en los hallazgos de García y Serrano (2004), “la maternidad y paternidad se viven como
fuertes experiencias de cambio en las biografías vitales” (p.41), y es a partir de esta trayectoria
reproductiva que se potencian otras como la laboral y educativa, por ejemplo. En este caso, para
los sujetos del estudio, el inicio de la maternidad o paternidad en condición juvenil, rompe con
aquel ordenamiento naturalizado de una edad en que los jóvenes aún dependen de sus familias de
origen (DeMartino, 2016) y por lo tanto abandonan sus estudios y sostienen problemas económicos
durante la vida (Dillard & Pol, 1982; Robinson, 1998; Piaget & Inhelder, 1976), o como lo han
referido autores en Colombia, entre ellos (Flórez & Núñez, 2002; Olarte & Peña, 2010), quienes
opuestamente a estos conceptos, los participantes del estudio, desde la misma noticia de una
141
familia, así como la independencia de residencia, sin dejar de lado permanentemente otras
trayectorias. Claro está que es relevante hacer hincapié en las redes con que cuentan para este
proceso.
Lo anterior se identifica en el curso de vida de los participantes, puesto que, para cada uno
el hijo o hija ha sido el motor que incentiva la búsqueda de labores para obtener mejores ingresos
económicos o para continuar sus estudios. En ese sentido, se devela en los relatos de estos jóvenes
mayor énfasis para terminar proyectos iniciados, aún más cuando en algunos de los casos el apoyo
económico que recibían por parte de sus familias para realizar sus estudios o pagar su residencia,
Para Luisa por ejemplo, quien interrumpió su carrera de modelo, la cual realizaba antes de
su gestación mientras que estudiaba, la presencia de su hija le hizo repensarse como empleada y
tomar la determinación de crear una empresa propia de trajes de baño, la cual tiene registro en
cámara de comercio y funciona legalmente en una modalidad que le permite tener su tiempo para
permanecer con ella y continuar estudios. Jaime, su pareja inició trabajo en la informalidad, ajustó
sus estudios en una universidad en la que podía estudiar en horarios nocturnos para terminarla y
la universidad y en el trabajo para pasar y dedicarle tiempo a su hijo, además de que comparten
labores del hogar. Edinson relata de la siguiente manera: "en la universidad, también por decirlo,
a mí no me valía nada, yo iba por inercia … ahorita ya sé que tengo que superarme cada día más,
En el caso de Ricardo, quien es el padre que vive en monoparentalidad con su hija, nunca
había terminado una carrera educativa, pero al enterarse de que iba a ser padre, inició una carrera
técnica como auxiliar de enfermería en la cual se desempeña hasta la fecha. Anita igualmente, ha
terminado su carrera como comunicadora social, la que inició prácticamente desde su gestación y
Aquellos que no continuaron una trayectoria educativa, lo habían decidido incluso antes de
conocer a su pareja, como por ejemplo en el caso de Eduardo y Nohora; no obstante, a partir del
nacimiento de su hijo impulsaron su trayectoria laboral, siendo en este caso, la pareja que tiene un
nivel de ingresos económicos por encima de los demás participantes. Se puede decir que los
jóvenes padres y madres se sitúan en una nueva posición social en la que según Serrano y Sánchez
(2000), asumen una mayor responsabilidad con deseos de “progresar”, e incluso terminan en el
como también lo identifican Gómez et al. (2012) y Akiko (2008). Para los hombres principalmente
realizado anteriormente, además de continuar otras trayectorias, lo cual tiene además una razón de
índole cultural y es, convertirse en el proveedor económico que conllevará a sacarlos adelante y
progresar (Ortega, 2013; Serrano & Sánchez, 2000; Izzedin & Pachajoa, 2009). Para la mujer es
el momento de asumir retos, romper vínculos familiares, si es el caso, pero sobre todo de avanzar
Ante estos hallazgos y sin la pretensión de crear como hemos dicho en anteriores párrafos,
una razón determinista o buscar causas o consecuencias generales acerca de lo que les pasa al
grupo de padres y madres en condición juvenil, surge un panorama para comprender otras formas
de vivir y transitar el curso de vida en estos sujetos, los cuales se mueven en tiempos, espacios,
143
incompletitud que se hacen cuando se refiere a sujetos jóvenes. Así mismo se puede ver cómo en
la temporalidad de un “antes” de la llegada del hijo, las experiencias constitutivas de los sujetos
en este periodo temporal van construyendo un contexto motivacional con unos motivos “porque”
y “para” de sus actos como padres. En ellos emerge la idealización de ser un “buen padre o madre”
que permanecerá con el hijo y da cuenta de su crianza, lo cual devela en la subjetividad el deseo
proyectado del estar pendiente, nunca abandonarlo, etc. Como un motivo para de sus actos; así
mismo este motivo “para” se consolida de unos motivos porque que se originan de la crianza de
estos padres y madres, en la cual sintieron el abandono y lejanía de sus progenitores y no desean
crianza se van dando transiciones en las que tiene que ver ese Otro como un motivo “porque” de
mis actos, es decir, como el origen de la transformación de mi ser, de mi corporeidad, pero además
de aquellos ajustes que se hacen relacionados con los espacios de residencia, las relaciones con la
familia extensa, con los amigos, con la pareja y con otros contextos relacionales.
Estos, a su vez, constituyen momentos decisivos, en los que, siguiendo a Giddens (2000),
el sujeto se encuentra frente a eventos en los que tiene que reflexionar en función de un mayor
número de información, no sólo personal sino contextual, no solo del presente, sino también del
pasado y de los efectos futuros orientando de esta forma su construcción biográfica (Trujano,
2011).
Por lo tanto, se centrará junto a su carrera práctica en aquello que devela la trama
argumentativa, es decir en su carrera moral, denominada así por Goffman (2001), que da cuenta
144
de las transiciones que, a su vez, han dado paso a cambios o transformaciones tanto en el sujeto
como a su contexto.
La crianza como un proceso dinámico en el que interactúan padres, madres, hijos y diversos
sujetos y contextos, trae consigo transiciones, especialmente para estos jóvenes que inician una
vida familiar. La llegada de un niño(a) implica ajustes en diversos ámbitos, desde el fisico o
corporal hasta en los hábitos, estéticas, formas relacionales, economía, espacios de residencia,
entre otros. Se inscribe de esta manera en un espacio transformador contingente y amplio en el que
por efecto del hijo, así como por las interacciones en diferentes contextos, se sucitan transiciones
En ese sentido, siguiendo a Goffman (1961, 1991), en la vinculación con los otros se da la
presentación de uno mismo la cual supone una escenificación en la que se pone en juego el cuerpo
que “nos pasa”, es como el pliegue o intersticio que conecta lo que se efectúa en nosotros y lo que
(Gallo, 2011, p. 508), de tal manera que posibilita visibilizar externamente los ajustes dados en las
Entendiendo el cuerpo como un producto social, atravesado por la cultura y por relaciones
apariencia física (Bordieu, 1986), se observa que en él se inscriben las huellas de la experiencia de
crianza. Los padres y madres jóvenes, no sólo perciben cambios en el cuerpo fisico, especialmente
colectivo, según diferentes campos simbólicos que existen en el medio (Le Breton, 1995), de tal
manera que las mujeres embarazadas son portadoras de un cuerpo valorado socialmente, tanto a
nivel práctico –con prioridades asignadas en los espacios y servicios públicos– como a nivel
simbólico (Zicavo, 2009). Lo anterior se da además en coherencia con la aceptación social, según
de su vientre, puesto que, por el temor al estigma, al qué dirán en su familia o amigos, en parte por
las altas expectativas que percibían de ellos en cuanto a sus formas de ser como mujeres
a los otros.
Luisa, quien inicialmente escondió su gestación, refiere “yo estaba embarazada pero nadie
sabía”, su cuerpo no presentó muchos cambios externos al principio del embarazo, sino
fisiológicos, entre ellos hiperémesis gravídica9 “a mí me dio el embarazo hasta los seis meses
9
vómitos incoercibles que impiden una correcta alimentación, ocasionando una pérdida de peso del 5% o más
(Lombardia & Fernández, 2003).
146
vómito, todo lo que comía lo vomitaba, no… eso fue terrible”. Sin embargo, refiere una cierta
nostalgia por los cambios posteriores, puesto que era modelo de ropa exterior “pues que me iba a
cambiar por completo, empezando pues por el cuerpo, yo subí 15 kilos […] a mí se me llenó el
abdomen de estrías, y yo no tenía ni una sola estría en mi cuerpo, ni en la cola, ¡nada! […] me
fotográfico en el que muestra su cuerpo como un acontecimiento relevante que trae a la memoria
los cambios en este, y a su hija llevada en él. En ella puede verse su figura gestante, pero además
luce un cabello largo, piel lozana y el crecimiento de su vientre, como se puede observar en la
siguiente foto.
Aunque para ella su cuerpo no quedó igual después de la gestación, fue preciso guardar en
el recuerdo fotográfico aquel evento que poco a poco adquirió para ella un gran valor simbólico
vinculado a la maternidad. Se observa además que, dentro de los rituales posteriores al parto se
147
inscriben una serie de elementos en el cuidado del cuerpo para tratar de borrar las huellas de la
gestación y volver a adquirir las cualidades necesarias en el contexto social, dentro de los cuales
participa su mamá “mi mama me cuido muy bien a mí el embarazo, comí lo que debía comer, y
ella apenas me quitaron los puntos de la cesárea, me fajó”. Siguiendo a Zicavo, al término del
embarazo, el cuerpo suele quedar apartado de los ideales de belleza por lo cual la pretensión es
borrar las huellas de la maternidad. En ese sentido, la intención tanto de la mujer como de sus
allegados es aportar una serie de prácticas que apuntan a mejorar o a volver al lugar distintos
Otras de las participantes para quien el cuerpo quedó con huellas después de la gestación y
que hace hincapié en esto, es Nohora. Según ella, se le “danó todo el cuerpo”, puesto que el
crecimiento de su vientre, la aparición de estrías en sus mamas y abdomen, fue algo que apareció
y le hizo pensar en lo díficil que es para una joven, ser madre, pero a su vez, lo que la motivó a
embarazo por las consecuencias que había visto en su cuerpo: “porque incluso con José, José me
dañó todo el cuerpo, yo creo que esas fueron unas de las cosas que yo no aceptaba, pues porque
cuando José tenía como 5 meses yo ya tenía toda la barriga llena de estrías, y yo decía ¡uy! pero
¿por qué embarazada?[...] como a los siete, ocho meses, ya pa´José nacer, fue cuando me vi la
Siguiendo a González, puede decirse que el cuerpo de las mujeres gestantes y en posparto,
está demarcado biológica y socialmente por su capacidad de albergar y mantener la vida, y admite
un sentido simbólico y cultural, que hace de ella una dimensión eminentemente subjetiva
(González, 2008). Por esto la mujer lo percibe como algo natural que debe asumir como madre;
sin embargo, se evidencia que puede resistirse, ocultarse o limitarse aquello que se “desea” mostrar
148
en el cuerpo de una mujer en gestación, especialmente cuando existen elementos del contexto o
Angélica, otra de las participantes, no hace alusión a los cambios externos de su cuerpo,
pero sí a la enfermedad que sufrió cuando estuvo en gestación. Ella padeció hipertensión inducida
por el embarazo, patología que puede producir tanto en la mujer como en el feto lesiones y
complicaciones, por lo cual requiere mayores controles de la gestación y el parto, así como
muestra una carpeta con el historial clínico que hace referencia a muestras tomadas, ecografías,
medicamentos utilizados, entre otros. De esta forma sus huellas no se borran facilmente, pues,
además de recordar los problemas de salud, subsiste un riesgo a padecer la misma patología en un
próximo embarazo y la relación que hace ella de su enfermedad con el paro respiratorio con el que
nació su hijo, por lo que fue reanimado y llevado a UCIN en ese momento, sin poder disfrutar de
su presencia hasta el día siguiente, como lo refiere: “y bueno, lo más duro fue que en el embarazo
me dieron bastantes cosas malas en la salud (muestra la carpeta) y Jhon nació y me nació sin signos
vitales y le hicieron reanimación, entonces imagínese, uno que deseando un niño y que nazca,
verlo ahí que tuve parto normal, y verlo que no respira, que no llora … ni siquiera me dejaron verlo
bien”.
uterinas, inflamación y sangrado vaginal a las 36 semanas, siendo para este periodo su hijo aún
prematuro para nacer, por lo que debía esperar otras cuatro semanas para desembarazarse. Por
estos motivos consultó a un médico particular pues no la atendieron por su empresa de salud, sino
que a través de una de sus hermanas pudo acceder a la atención y a la orden de una ecografía
particular. Ella narra lo díficil que fue esta situación: “y entonces el médico particular me había
149
dicho que el niño había dejado de crecer en la semana treinta y dos, y yo ahí tenía como treinta y
seis semanas… treinta y algo de semanas y entonces que el niño había dejado de crecer y que tenía
un poquito los riñones dilatados y que estaba muy chiquitico”. Lo anterior la llevó al reposo en su
casa y a suspender actividades de la universidad, así como a vivir su etapa final de gestación con
dolores permanentes y sentimientos de temor por la vida de su hijo, pero además valorando su
cuerpo de mujer gestante como el albergue que debía cuidar para el bienestar de este.
En ese sentido el cuerpo, en tanto vivido, es experiencia que lleva a la reflexión, a la toma
de decisiones y, siguiendo a Giddens (2003), es el “lugar del propio-ser que actúa, y en tanto tiene
postura en un espaciotiempo, es el tema unitivo clave del material examinado y analizado” (p. 77).
Asi las cosas, las marcas tanto físicas como emocionales que devienen con los acontecimientos
cuerpo les implicó cambios en su forma de verse; en el caso de Luisa, salida laboral, puesto que
no había cabida para una mujer embarazada que fuese modelo, reposos y ajustes de horarios, y
posteriormente cuidados para tratar de borrar las huellas posibles y regresar al cuerpo de la
condición juvenil.
De otra parte, dentro de los hallazgos, se ha encontrado otras marcas diferentes a aquellas
que aparecen en el propio cuerpo, y son aquellas que se ven en el Otro y que marcan o vinculan
por ciertas semejanzas. Por ejemplo Eduardo sintió estremecer su ser cuando vio en el cuerpo de
su hijo recién nacido, una mancha en la región sacra, denominada técnicamente mancha
mongólica, azul o de Baltz10, según relata “como en forma de un sellado, estampado con unas
10
Se localiza en la dermis profunda de la región lumbosacra, aunque puede extenderse a la región glútea o incluso
hasta los hombros, extremidades y la cara. Se origina por la proliferación de melanocitos formadores de un pigmento
de color azul pizarra o gris. La mancha se encuentra en el momento del nacimiento y va desapareciendo gradualmente,
aunque en algunos casos persiste hasta edades avanzadas (Monteagudo, 2010).
150
manchas especiales, unas manchas que tiene el abuelo”. Estas son el sello que lo identifica como
“su hijo”, por lo que Eduardo refiere “apenas lo vi, lo supe y me marcara pa´ toda la vida saber
que es mi hijo”.
De esta forma, se observan huellas en el cuerpo que van quedando a partir de las vivencias
de la gestación, que traen a memoria eventos como el secreto y el esconder el cuerpo hasta un
su vientre, así como las enfermedades y complicaciones que pueden sufrirse quedando latentes
para otros tiempos; pero además las marcas que quedarán recordando a la mujer principalmente,
que ha sido madre y que a partir de este evento se transformó su ser, así como las formas de
como padre y madre en la crianza. En ese sentido, son visibles de una parte las transiciones en la
economía, en la situación laboral y en los espacios domésticos en que residen estos jóvenes padres
y madres en caso de convivencia, y de otra cambios relacionales con la familia extensa y amigos
anteriores al nacimiento de su hijo. Se pueden valorar las tres primeras transiciones de manera más
marcada en las narraciones de los hombres, pues ellos se designan como proveedores económicos
asumiendo la “responsabilidad” para cubrir gastos y buscar el lugar de residencia; no obstante, las
mujeres realizan ajustes en sus horarios cotidianos y en los espacios en los cuales pueden
dinero familiar.
151
Se observa en algunos relatos la preocupación por los retos económicos asumidos como
padres y madres jovenes, puesto que no poseen capitales en este ámbito. Así desde el momento
enfrentar este nuevo rol y cuáles serán las estrategias necesarias para suplir las necesidades de su
nueva familia. Jaime, quien era totalmente dependiente de sus padres y vivía una vida cómoda en
un estrato social elevado, pensó en su escaso capital cultural y económico como un obstáculo para
asumir el nuevo rol, puesto que sus padres no le apoyarían en esta trayectoria: “pues difícil, yo
solamente pensaba ¿en qué iba a trabajar?, cuando llegue (de Inglaterra) ¿qué iba a ser, donde iba
a vivir?, o sea todo ese tipo de cosas, los hombres somos más pensando en la parte económica.
Edinson, quien vivía con su mamá y había iniciado estudios universitarios apoyado en el dinero
que ganaba de un trabajo de medio tiempo, pensó en lo siguiente “¿que si íbamos a vivir juntos,
que el niño, que si se enfermaba?, que tenía otra vez una responsabilidad más”. Para Ricardo
también lo que emerge es pensar en la responsabilidad que acarrea una hija “No, primero pues la
responsabilidad, no, que uno sabe que uno solo sin trabajo o no, entonces esa responsabilidad que
Puede decirse que la responsabilidad referida por el hombre emerge como una construcción
social que tiene que ver con el desempeño de actividades de un buen padre que, imaginariamente,
se relacionan con la protección económica, la atención de los hijos y de la pareja (Cabello & Reyes,
2011) (Akiko, 2008); no obstante por los cambios en el contexto, el modelo del hombre proveedor
del cien por ciento de los gastos, mientras que la mujer se queda en casa tiempo completo para
De otra parte, en todos los casos del estudio, a partir del nacimiento de su hijo(a), los
participantes refieren haber restringido sus gastos en salidas a comer o diversiones, puesto que
ahora se enfocan en las necesidades de su hijo y/o en su nueva familia, lo vemos como por ejemplo
en el relato de Eduardo: “y en lo económico total, un hijo cambia, cambia todo, […] yo me daba
el gusto de trabajar fuertemente y de decirle vámonos para un malecón a comernos algo rico, ehh
ehh, en un buen restaurante o en una buena heladería, ehh, ya ese ese pensamiento se alejó […]
porque dije ya tengo que comprar pañales, leche, medicina y y ya como que pa´ esa comida
Ricardo refiere que la situación como padre joven “es muy compleja, porque primero, la
situación de empleo y todo está muy difícil, y eso es pues la parte económica es indispensable pues
para poder tener una buena crianza”. Jaime, quien había vivido en la comodidad, ahora debía
quedarse sin comer incluso, para dar a su hija lo necesario: “sobre todo la parte económica, saber
que hay que sacar para pañales, para la leche, para todo y para nosotros prácticamente no quedaba
nada”.
Se puede analizar que los padres y madres jóvenes buscaron empleos y en algunos casos
quienes no habían laborado antes, iniciaron esta trayectoria. En ese sentido comparten gastos
propusieron una división del trabajo según género y acordaron que mientras que su hijo estuviera
en el periodo escolar, Nohora permanecería en casa realizando labores del hogar y que él aportaría
para todos los gastos requeridos trabajando en construcción, lo cual había realizado desde su niñez.
No obstante, ella en su sitio de residencia realiza peinados para niñas y vende postres y
“detalles” que hace manualmente, de lo cual obtiene pequeñas ganancias que utiliza solo para ella
y su hijo. Así mismo, ellos planearon un ahorro programado mientras duraba el embarazo como
153
narra Nohora, quien además es la que administra el dinero de ambos. “siempre nosotros hablamos
mucho antes de que quedara, si llegara yo a quedar embarazada que tocaba ahorrar en el transcurso
del embarazo […] cuando nació José, pues ya Eduardo tenía trabajo y siempre tuvimos ese ahorro
y nunca nos faltó, o sea, siempre nos proyectamos a tener eso, sí, y todavía nosotros siempre
Edinson inició labores en una empresa privada, a la que ingresó con la ayuda de su hermana,
gerente de una empresa de taxis. Jaime fue apoyado por su papá con un carro venezolano y dinero
para trabajar en la informalidad trayendo gasolina de Venezuela y mercado que salía a un precio
más económico; así mismo, su mamá le proporcionó carpetas para reclamar los llamados “giros”
de Venezuela y de esta forma adquirir dinero para sus gastos y los de su familia. Ricardo manejó
el taxi de un familiar y estudió una carrera técnica de manera alterna en la que pudo laborar como
Se puede decir de una parte que los hombres asumieron el rol de proveedor económico e
iniciaron labores para aportar a su nueva familia; y, de otra, que es visible la relación entre trabajo
y capital social. Por un lado, el capital social es la principal vía para la ubicación laboral de estos
jóvenes tanto de sectores populares como de clase alta, puesto que para encontrar trabajo se recurre
Con respecto a las mujeres, cada una transitó individualmente a un espacio laboral que se
ajustara al cuidado del hijo, es decir, permanecer con él la mayor parte del tiempo, pero además
En el caso de Luisa, ella vivencia un ajuste muy interesante, pues era modelo, trabajadora
dependiente, pero a partir del nacimiento de su hija, crea una empresa de trajes de baño, apoyada
154
con dinero en préstamo que le hace su hermano; esta empresa tiene una modalidad virtual, lo que
le permite vender a través de la web, sin salir de su casa. Ha tenido trabajos ocasionales como por
ejemplo secretaria de un concejal, padre de una amiga suya, quien le permitía ajustar horarios para
que laborara cuando la niña se encontraba en la guardería. De esta forma, ella refiere lo siguiente:
“ósea fue duro, empezar fue muy duro, entonces yo ahí ya empecé como a tener lo de los trajes de
baño; ya en ese entonces había como un poquito de impulso y mi hermano nos prestó cinco
millones de pesos para que fuéramos y compráramos tela y ahí como que arrancamos un poquito
más, entonces a Jaime el papá le había dado un carro, y Jaime iba a Venezuela, cuando eso estaba
que traíamos mercado y lo vendíamos, o vendía la gasolina y así. Ahí yo ya entré a estudiar, trabajo
social […] ese semestre yo trabajé en el Consejo con él, asistiéndolo, lo que necesitará, las
Angélica y Nohora, quienes no habían laborado antes de tener a su hijo, iniciaron algunos
trabajos en casa, que les permitieron permanecer junto a sus hijos, aportando de esta forma para
pequeños gastos personales y de su hijo. Anita, quien vive junto a su mamá y no recibió apoyo
económico de su pareja desde mediados de su embarazo y hasta los quince meses de su hijo, refiere
en su relato el apoyo económico preponderante que le ha dado su mamá en esta tarea y además las
diversas ocupaciones que ella ha realizado con el fin de aportar a su casa y de permanecer junto a
su hijo sin dejar de estudiar: “mi mamá… me daba lo de la comida y yo acá no pago arriendo ni
nada, y en las cosas del niño como le digo con mis ahorros, ya después, esto, vendía zapatos,
trabaje también en un almacén de ropa, eeh, pero no trabajaba a diario porque yo seguí estudiando,
yo nunca paré dee estudiar, y entonces yo trabajaba los fines de semana […] a veces uno tiene que
elegir o trabajar o estar con el niño, entonces si uno trabaja [...] se pierde de todo del niño pero
pues puede darle las cosas […] y pues lo difícil es mirar de qué manera uno se rebusca para las
155
cosas de niño (llorando) , porque también a veces vendía que si quesillo en la universidad y todo
pues para ayudarme quizás eso es lo que a mí me ha dado más fuerte, el tener que estar aquí en mi
casa sin producir tanto, (con voz entrecortada) porque yo estaba acostumbrada a tener mi plata, a
que si se me antojaba algo, yo siempre trabajaba”. Ella actualmente terminó su carrera y labora
como secretaria en una alcaldía, lo cual fue accesible a través de un amigo allegado a la casa.
De esta forma, se puede decir que en la trayectoria laboral de estos padres y madres jóvenes,
se hallan unos elementos que emergen de manera transversal a ellos; de una parte, se inicia debido
a la necesidad valorada por la presencia del hijo y en algunos casos por el inicio de la convivencia
familia y amigos, quienes aportan medios para que estos puedan obtener empleos formales o
Estado), y de otra se discierne una cierta división de trabajos que se inician posteriores al
nacimiento del hijo(a), en los cuales el hombre es el mayor aportante de ingresos económicos,
“responsable” de cubrir gastos mayores, así como la mujer de cuidar al hijo, pero a su vez esta, se
abre a espacios laborales que pueden ser realizados desde su casa y que no se visibilizan en algunos
casos como trabajo asalariado, laborando en ocasiones en dobles o triples jornadas. Así mismo
emergen como agentes que toman decisiones propias basadas en su contexto económico y familiar.
Con respecto a las transiciones realizadas en espacios para la cohabitación con sus parejas
e hijos, se observa que estas se relacionan con la adquisición de mejores ingresos económicos, los
cuales les permiten transitar de lugares como una habitacion en casa de sus familiares hasta
156
apartamentos independientes, como en el caso de las tres parejas participantes. En algunos casos
origen, por ejemplo por la convivencia y conflictos con niños de su familia extensa, por la
imposición de prácticas por parte de las abuelas y por aumento de gastos supliendo pagos de
no tienen cabida los elementos domésticos que van adquiriendo. Los dos padres que han vivido
con sus hijos en monoparentalidad continuan en casa de sus padres, en habitaciones asignadas por
Se puede expresar que el espacio en donde se habita es un lugar que permite ubicar al sujeto
dentro de una posición social y en relaciones de poder frente al otro. Por ende, la convivencia de
los jóvenes padres con sus hijos en casas de la familia extensa, en ocasiones limitó su autonomía
e impidió realizar la crianza de manera tal que se respetara su decisión. Siguiendo a Bourdieu,
podemos decir que el espacio de interacción en el cual los sujetos asumen posiciones está dado por
relaciones objetivas con las demás posiciones (Bordieu, 2011). Por lo anterior tomaron decisiones
de vivir alejados de su familia extensa y acotar sus espacios de residencia a lugares pequeños pero
independientes.
Así, en casos como el de Angelica y Edinson, ellos narran con mucha vehemencia el haber
logrado “su independencia” de la familia extensa, puesto que ahora viven en un apartamento
independiente, el cual Edinson solicitó en alquiler. Allí han podido mejorar su relación en pareja
nombre: “somos tres”, referencia a la que aluden con gran satisfacción, pues su independencia
157
Luisa y Jaime vivieron con su suegra inicialmente, pero debido a situaciones problémicas
con ella, se trasladaron a un aparta-estudio, el cual hallaron a través de amigos. Luisa relata: “el
aparta-estudio era como esto (señala un espacio aproximado de 25 metros cuadrados). Estaba la
habitación, un baño, la cocina, ahí mismo la lavadora, y una ahí medio sala, y ya eso era todo
el…, entonces la niña ya requería más espacio, ya la niña tenía un año y medio, y durmiendo en
la misma habitación con su cuna, pero ahí todos, no teníamos ni closet, teníamos la ropa en una
Así mismo Nohora y Eduardo pasaron de vivir en una habitación alquilada en casa de una
tía de este, en la cual ella cocinaba, planchaba y hacía todas las labores de un “ama de casa”, a un
158
apartamento en casa de los padres de Nohora en donde disfrutan de un mayor espacio, puesto que
lo requerían para los electrodomésticos y la moto que habían ido adquiriendo. Este nuevo lugar es
independiente pero contiguo a la casa, con la que comparten algunos espacios generales como el
patio, por lo que en ocasiones los hermanos y madre de Nohora tienen acceso fácilmente a este
lugar. De esta forma, y debido a situaciones que trataremos adelante en el aparte de transiciones
relacionales, desean marcharse de ese lugar, especialmente por la influencia de la abuela sobre su
hijo.
Los padres que viven en monoparentalidad con sus hijos refieren también que sus niños
transitan de sus casas a los lugares en donde viven sus exparejas, los cuales son la casa de los
abuelos, en el caso de Ricardo o el lugar en donde habita el excompañero de Anita con su nueva
pareja. De esta forma, los niños comparten espacios en algunos tiempos con su padre o madre,
según el caso, pero en el caso de Ricardo de cierta manera interfiere con la toma de decisiones que
están haciendo las cosas bien …[ ]…, por ejemplo la nona como que se ríe cuando ella hace
Anita, por su parte, refiere que vivir con su familia fue lo que decidió hacer, incluso el
motivo de la separación de su pareja durante el embarazo; sin embargo, el padre de su hijo le pidió
que lo dejara acercarse a este cuando tenía casi cuatro años, lo que ella aceptó refiriendo que a su
hijo le hacía falta una figura paterna y que no tenía reparos en que viviera en algunos momentos
junto a la nueva pareja del padre. En su relato emergen estos elementos, “no quería darle el lugar
de, de papa a otra persona que no fuera realmente pues el papa de él, …[ ] …, él (su hijo) me
decía que quería tener el pelo larrrrrgo como yo, que él quería tener aretes, él se maquillaba, y
yo pues dejaba que él se maquillara … fue como difícil porque a veces me veía como confundida
159
y no sabía cómo hacer para que él no se confundiera más, …[ ]… tras de que ya se le cohibió la
oportunidad de tener un hogar, no cohibirle la oportunidad de tener unos buenos papás”. Así las
cosas, su hijo va en ocasiones a la casa del papá en la cual la pareja de este, también cuida al niño
y comparte la crianza, sin que Anita sienta que pierde autonomía o se transgreden sus enseñanzas
para el hijo.
Se puede referir de esta manera que convertirse en padre o madre en condición juvenil y el
ejercicio de autonomías y toma de decisiones en la crianza, tienen una cierta relación con el lugar
en que se habita geográficamente, siendo este facilitador del tener una nueva posición frente a su
grupo de pertenencia y un medio para tener algo “propio” en donde se cría al hijo de acuerdo con
sus formas de pensar. Siguiendo a Muñoz, para el hombre, resulta ser una fuente de identidad
público, en espacios en el que el mismo se reconoce como exitoso y en última instancia como
dominador (Muñoz, 2001). Para la mujer estas transiciones son de una parte una forma de
demostrar socialmente la legitimidad como madre y pareja ante un orden social establecido y de
otra, el tener un espacio que sea “propio”, es posibilitador de libertades para criar a su hijo y
resignificar la crianza que ellas mismas recibieron. Se evidencia una adopción de roles en cada
caso, dentro de los cuales el hombre es el mayor proveedor económico y responsable de obtener
los elementos que se requieren en un espacio designado como “hogar”, sin la demanda o exigencia
de otras actividades como el cuidado permanente del hijo; a diferencia de la mujer, quien asume
proveer para la casa pequeños aportes económicos, pero además cuidar del hijo, atender las labores
cual prevalece la mujer como responsable principal de los niños pequeños y de los asuntos
160
En medio de los relatos se valoran transiciones que se dan especialmente en sus relaciones
Se nota en todos los casos, a excepción de Eduardo y Nohora, que ningún participante
convivía con su pareja al momento de quedar en gestación. Al dar a conocer a sus familias la
noticia, Luisa sufrió la ruptura de la relación con su padre, quien le costeaba los estudios en la
ciudad a donde ella había emigrado, mientras que para los demás jovenes, su familia siempre los
acompañó en el proceso e incluso les facilitó algunos medios para ingresar a trayectorias laborales
A partir del nacimiento del hijo(a), en cada caso se da un encuentro muy intenso,
especialmente entre la joven madre y las abuelas, las cuales se centran en el cuidado del recién
nacido y en ocasiones son las pioneras en aportar apoyo económico, y en los meses subsiguientes,
en algunos casos la residencia en sus casas. Es relevante además la presencia de los hermanos,
quienes emergen en los relatos como apoyos económicos, informacional o emocional, así como de
algunos abuelos, quienes tienen un papel protagónico en la crianza de sus nietos. No obstante se
van dando situaciones que ocasionan rupturas, relacionadas con las divergencias en las formas de
inicialmente una fuerte relación con las abuelas de las madres o de los padres jóvenes, consideradas
161
estas por el acervo de conocimiento que poseen y soporte especial para el cuidado del recién
nacido, como vemos en los siguientes relatos: “yo no era capaz de bañarlo, ¡por el ombligo¡, yo
Para Luisa, su suegra y madre fueron un apoyo incluso desde su hospitalización por la
complicación quirúrgica que presentó, así la suegra la acompañaba en la clínica, mientras que su
mamá cuidaba a la niña en casa. “yo la agarré (a la hija) apenas se la llevó mi mama y aprendí”.
Angelica, quien vivió en la casa de su mamá, igualmente refiere haber sentido su apoyo en todas
las actividades “yo vivía con mamá antes de yo irme para donde mi suegra, yo tenía mucha ayuda
de mi mamá”. De su suegra ha recibido más que todo soporte económico, refiriendo que sostuvo
algunas diferencias con ella inicialmente debido a la forma en que considera que formó a su pareja
“porque la mamá lo había criado de una forma diferente, muy machista…refiere “las suegras
siempre son un poquito (risas) “jodidas”, y más si son ocañeras” 11. A pesar de estas diferencias,
ella ha sido quien les provee los almuerzos, pues tiene un restaurante y siempre está pendiente de
su alimentación. Anita refiere que su mamá ha sido el soporte tanto instrumental como económico
que le ha ayudado durante toda la crianza, “pues yo aquí en mi casa, con mi mamá”.
Puede verse ante todo un panorama tradicional del cuidado, en el que, en palabras de Schutz
necesario en la crianza para los nuevos padres y madres. En ese sentido, estos reciben de ellos un
soporte amplio en todas las dimensiones del apoyo social, las cuales, según Cobb, son emocional,
relevantes en las que se inscriben las abuelas en la crianza; entre ellas están el acompañamiento
11
De la región de Ocaña (Norte de Santander).
162
del nieto cuando la madre se ausenta por diferentes causas, su alimentación, recomendaciones
también emergen los abuelos, quienes hacen parte de un legado que aconseja y en ocasiones
acompaña al nieto en actividades como el juego. Veamos algunos relatos: “porque mi papá es
muy…, pues imagínese es el primer nieto y entonces él es muy chocho con él y el, él es el que me
dice que, que no le pegue, que le hable como esos consejos, el me da sus consejos” (Nohora), o en
el caso de Edinson, para quien su abuelo, es el ángel guardián: “cada vez que lo llevo, él le habla,
juega con él, baila, le enseñó hasta carranga (risas) y yo lo regaño y eso y él dice: No, háblele".
No obstante, con el paso del tiempo, se visibilizan rupturas en estas relaciones con la
familia extensa, motivadas en algunos casos por la “intromisión” de las abuelas en la crianza o por
la valoración negativa de las prácticas morales llevadas a cabo por integrantes de la familia, que
ponen en “riesgo” la formación del hijo. Notamos argumentos con una valoración acerca de la
presencia de la abuela que afecta la crianza como, por ejemplo: “pero ahora la abuela lo alcahuetea
mucho más que yo”; “ahorita mi mamá ya no es, ya no es de ayuda, sino que está perjudicando al
niño”; “y se empezó a meter con las cosas de la niña, que no, que no hagan esto, si no esto, no nos
dejaba decidir…”. De otra parte, está la situación de la cual se debe alejar al hijo, por ejemplo, en
el caso de tener tíos homosexuales: “tiene unos tíos por parte de la mamá…, este, ¿cómo le explico
yo?, una es lesbiana y el otro le gustan los hombres […] José los ve, José tiene contacto con ellos;
entonces mi esposa pues una de las soluciones que da es que nos vayamos de acá”. Así mismo, en
el caso de considerar malos ejemplos en otros niños, por lo cual la motivación es salir del lugar o
evitar todo contacto con el otro que puede dar malas enseñanzas al hijo.
En relación con los amigos, se hallan rupturas con los grupos anteriores a convertirse en
padres, debido a diversas circunstancias, como por ejemplo la disonancia en las conversaciones o
163
en los espacios a donde pueden salir con los niños, por lo que ahora su grupo de amigos se reduce
a jóvenes padres que también tengan hijos. Igualmente la relación “responsabilidad” y padres con
hijos es realzada por estos jóvenes, para quienes sus amigos solteros, no tienen esta cualidad y ya
no son un grupo acorde para llevar a su hijo a las reuniones con ellos, tal como emerge en algunos
relatos: “ porque ellos todavía siguen solteros, su vida de solteros, su vida de solteros, de salir a
fiestas, de irse que a comer; pero entonces ya con su soltería, en plan de amigos, plan de amigas
… si uno lleva un bebé, imagínese … no se van a sentir bien”; “ahora ya empezamos a conocer
muchachos que ya tenían bebés y salíamos con los bebés, sí, o sea ya no era con los muchachos de
La vida social con los amigos cambia, puesto que ya no se tiene el capital económico para
estos gastos, ni el tiempo disponible para los planes anteriores “ya después de ser papá pues
obviamente las salidas se disminuyen, prácticamente uno no podía salir porque como, con la niña
era difícil”; “pero no, en la universidad no tengo amigos, me gusta llegar acá a la casa rápido”;“
bueno en cuanto a relaciones sociales si cambio muchas cosas porque ya pues, ehhh, hay personas
En consecuencia, puede decirse que los padres y madres jóvenes adoptan nuevos grupos
de amigos y se separan de aquellos anteriores a convertirse en padres, entre otros motivos, por el
hijo, los lenguajes y prácticas que ya discurren en relación al cuidado, los acontecimientos
ocurridos en la crianza, los cambios corporales y consejos para mejorar la crianza. Como refiere
De Grande, se presenta cambio en las temáticas de la vida cotidiana, de tal manera que, si bien
podían no provocar la interrupción completa de las relaciones anteriores, las convierten en más
En este capítulo presentado se logró conocer las experiencias de crianza que devienen desde
la noticia de la gestación, y así mismo las transiciones y puntos de inflexión, los cuales acarrean
ajustes tanto en los sujetos de la crianza como en sus contextos. En ese orden de ideas, se ve cómo
se despliega una serie de transiciones, que a su vez se relacionan con las experiencias vividas en
a una cierta división sexual del trabajo en esta carrera; así mismo se identifican experiencias que
conllevan a transiciones del espacio habitado, en las que develan la incomodidad por la sujeción a
normas y prácticas que no hallan cabida en la ruta construida hacia una independencia para criar y
consolidarse como padre y madre; y por último experiencias con el otro que lo llevan a transiciones
relacionales en las que se ocasionan rupturas familiares y con las redes de amigos anteriores, puesto
que asumen y se ubican en una posición social como padre y madre joven con necesidades de
apoyo en nuevos grupos de pares que se contextualizan de alguna manera bajo condiciones algo
motivacional en el que transitan con unos motivos “porque” y “para”, los cuales fundamentan
acciones presentes. Ellos se van consolidando a partir de situaciones de su pasado con los
predecesores, y así mismo en la reflexión al “ver el rostro” de su hijo(a), al compartir con este en
la carrera de la crianza, o con los contemporáneos que cohabitan en contextos inscritos en este
proponen nuevas formas relacionales en la crianza y buscan en algunos casos, ser hallados
“mejores padres o madres” que sus predecesores. Dentro de los motivos “para” se configura al
hijo(a) como potenciador de sus proyectos, se buscan estrategias y apoyos para obtener mejores
165
ingresos económicos, para laborar y estudiar paralelamente, pero así mismo para transitar hacia
Transiciones en
Transiciones en Transiciones Transiciones
el espacio
la corporeidad económicas relacionales
habitado
Restricciones por
Expansión Ajustes de formas
cambio de
económica relacionales
Ajustes en la prioridades
subjetividad y el
cuerpo físico
Proveedores y
Agenciamientos y
cuidadores.
busqueda de Familia y amigos
División sexual del
independiencia
trabajo
madres, hijos(as) y distintos actores con el fin de introducir a estos últimos en un sistema societal
de culturas, estéticas, normas, entre otros… diversas, pero además en el cual está implicado el
cuidado. Esta interacción se inicia antes del nacimiento del hijo(a), como hemos referido
anteriormente “preparando lugar al que llega” y se continúa a lo largo de la vida del niño(a), con
preponderancia en el periodo etario entre los cero y seis años de edad, los cuales agrupan a la
De esta forma se hallan instituciones que hacen parte de este proceso y que se configuran
como productores y reproductores sociales en la crianza, entre ellas el Estado, las familias, los
mercados y las organizaciones comunitarias (Razavi, 2007), quienes poseen valores simbólicos e
imágenes de género que permean e influencian las formas de división sexual del trabajo y las
prácticas de cuidado en cada grupo societal. Así, en la crianza se integran tanto factores
estructurales como microsociales que se cruzan en las interacciones que ocurren en ella. Se pueden
referir entre ellas dinámicas sociales, culturales, fundamentos normativos (políticas de educación,
En lo que respecta a las estructuras sociales en las que están inmersos los sujetos en la
crianza, se puede referir que desde la propuesta normativa que hace la Constitución Política de
Colombia en 1991 hasta la Ley de Primera Infancia (Ley 1804 de 2016) y demás subsidiarias y
167
asegurar “la protección integral y la garantía del goce efectivo de los derechos de la mujer en
estado de embarazo y de los niños y niñas”, que en el caso de la Ley 1804, el énfasis es desde los
cero (0) hasta los seis (6) años de edad (Congreso de la República de Colombia, 2016). No
considera ser sujeto de la crianza hasta los 18 años de edad (Posada, Gómez, & Ramírez, 2012).
Por lo anterior, el sistema de relaciones que se construye entre el Estado y las familias en la crianza
tiene un lugar relevante, especialmente cuando son padres o madres en condición juvenil, puesto
que estos sujetos que ocupan un lugar particular del espacio social, en algunos casos dependen de
la asistencia del Estado en la escuela, guarderías y espacios de salud para sus hijos.
De otra parte, leyes como la del primer empleo, Ley 1780 de 2016 (Congreso de la
República, 2016) aparecen como una respuesta a las necesidades económicas de los sujetos
jóvenes; no obstante, como puede valorarse en su artículo 8, no prioriza a padres y madres en esta
condición, quienes, como se vio anteriormente, son los más afectados por las dificultades para
acceso a un empleo formal. Así mismo, se podría hacer referencia a una cantidad amplia de las
estructuras sociales en las cuales están inmersos estos sujetos; sin embargo solo se quiere hacer
hincapié en algunas bases normativas que se centran más enfáticamente en relación a la crianza,
como por ejemplo, leyes que apoyan la permanencia de madres con sus hijos durante las primeras
dieciocho semanas, entre ellas la Ley 1822 de 2017 (Congreso de la República, 2017) o del padre
ocho días posteriores al parto, siempre y cuando se haya cotizado en el sistema de salud durante la
gestación, lo cual para algunos de estos jóvenes fue muy difícil de obtener, como en el caso de
Nohora, la que debió permanecer afiliada bajo la cobertura de su madre como beneficiaria, razón
por la cual ella en la gestación a su vez, estudió una carrera que tuvo a la mano para realizar sin
168
que fuera de su preferencia, con el objetivo de que el sistema de salud la reconociera como hija
funcionamiento de los actores dentro de una estructura social, los destinatarios de estas construyen
significados y llevan a cabo la crianza a partir de los sentidos que le asignen y las características
particulares en las que se encuentren, por lo que las formas de crianza, los sentidos de esta, así
como los motivos “porque” y “para” de cada acción pueden ser diversos, según la particularidad
igual intensidad sobre las familias y sujetos jóvenes, sino que cada una tributa desde diferentes
cuidado en el nivel de las familias, en el nivel de sus redes de apoyo (inter-familias), y en el nivel
de la interacción con los agentes e instituciones estatales y del mercado (De Grande, 2015).
Dando cuenta de los hallazgos de la investigación, se han clasificado los contextos que se
reconocen en esta carrera de manera acotada, teniendo en cuenta la propuesta de Razavi (2007), el
contextos familiares, del Estado, el mercado y la comunidad en los cuales se suscitan los
acontecimientos que se inscriben en ella. Se iniciará abordando el contexto familiar y las relaciones
Los padres y madres jóvenes del estudio se apoyaron inicialmente en su familia extensa
para las labores de la crianza, así como para obtener un lugar en donde residir junto a su hijo, tener
los bienes necesarios y alimentación. Dentro de todos los integrantes de la misma, se relieva la
presencia de la abuela, quien en todos los casos se presenta como soporte emocional, económico,
económicos en algunos casos. Con el paso del tiempo, emergen agencias de tal manera que los
orden de la crianza, toman decisiones que implican incluso alejarse de su familia de origen para
En ese sentido, el contexto de la familia extensa es un sitio de acogida inicial para la nueva
pareja de padres y madres jóvenes, del que poco a poco se desvinculan en la medida en que
aumentan sus capitales económicos o las situaciones problemáticas entre sus miembros. Así, se
argumenta la necesidad de tener su propio espacio para criar al hijo(a), adquirir insumos para la
vivienda, y para mejorar la relación en pareja. No obstante, convivir con la familia extensa fue la
solución a las necesidades económicas a que se vieron abocados en el inicio de su relación junto a
su hijo recién nacido. En ese contexto cada integrante parece tener unas funciones, por ejemplo, el
abuelo, que enseña al nieto a jugar fútbol, bailar, a caminar, y que así mismo aconseja a los padres
a hablarle a los hijos, a escucharlos y no castigar físicamente. La abuela quien se centra con mayor
pero sobre todo se convierte, como refieren los jóvenes, en “alcahueta”, que incluso impide la
Relacionado con este tema, emergió un evento reiterativo en los relatos que evidencia
controversias entre abuelas, padres y madres, en las que la “permisividad” con los nietos en el caso
del uso del celular y de equipos electrónicos, entre ellos la Tablet y la televisión, o en la aprobación
de conductas que los progenitores reprueban, pone en tela de juicio la autoridad de estos ante el
hijo, lo cual es motivo de división. Esta dificultad conllevó al distanciamiento de padres, madres
y abuelas, y a la búsqueda de nuevas estrategias en los primeros, como control de programas y así
mismo la adquisición de paquetes de televisión con amplia oferta para eliminar el “riesgo” de ver
Se devela de esta manera una familia, que, en la visión de Mead (1971) ya no es aquella
que se encuentra en medio de una cultura posfigurativa, en la que “el pasado de los adultos es el
futuro de cada nueva generación” (p.100), sino que van migrando a una cultura de tipo más
cofigurativa, en la cual de una parte se alejan de las prescripciones de sus predecesores y de otra
aprenden de sus pares, entre ellos mismos, como refieren Luisa, Angélica, Jaime, Anita y Ricardo,
una crianza “no sacada de un manual” (Luisa), “a prueba de error y acierto” (Jaime).
Se puede visibilizar que, estos construyen una carrera moral en la cual argumentan los
motivos “porque” de su actuación como la valoración que asignan a algunos ámbitos familiares
calificados como malos para los niños(as), y de los que buscan distanciarlos, aun cuando los
parientes que traen “malas influencias” sean contemporáneos con sus hijos(as). Por ejemplo, en el
caso de que el hijo tenga primos de la misma edad con comportamientos “fuera del orden” esperado
para ellos. Veamos este tema central dentro de algunos relatos: “yo no quiero decirle a mi hijo papi
ese es tu primo, grosero, patán, le pega a la mamá, dice unas palabrotas impresionantes, un niño
171
de 2, 3, 4 años o 5 años…, y José no conoce una mala palabra” (Eduardo). “también trato de ser
responsable, no decir groserías, ni nada de eso” (Edinson); “que no la deje que sea grosera”
(Ricardo); “yo quiero que ella sea amable, honesta, que tenga una serie de valores” (Luisa).
La familia es un lugar también para hacer transacciones en las que el cuidado de los hijos
trabajo. Igualmente, en relación con la familia extensa se halla en ocasiones que esta última no
permite la relación adecuada entre la pareja ni entre los padres y sus hijos(as), puesto que la
cuando estas tienen una designación femenina, por lo que predispone para discusiones y quejas
sobre la falta de “apoyo” a las mujeres en las labores de la casa. En el caso de Edinson y Angélica,
ella refiere que el haber logrado la transición de residencia desde la casa de su suegra en la que
convivían junto a los hermanos de Edinson, sus parejas e hijos, les dio una capacidad para tomar
decisiones libremente y asumir tareas sin dividirlas por género, sino como un trabajo en equipo;
así mismo, se disminuyeron las discusiones y los “retos” que le hacía su pareja cuando estaba junto
a su suegra.
Edinson se puede visibilizar una centralidad de tareas distribuidas por género, en las cuales la
mujer es la que asume llevar a su hijo(a) a controles de salud, cuidar en la enfermedad, realizar
tareas académicas con él, así como su higiene general y alimentación. El hombre, a pesar de que
económicamente. En los padres que viven junto a la familia extensa con su hijo(a), no existe una
diferenciación en las tareas, puesto que desde el nacimiento de sus hijos o desde que permanecen
172
junto a ellos, han realizado tanto la provisión económica como trabajos del hogar y de cuidado a
sus hijos, claro está que, a ellos, sus hermanos y madres le apoyan en esta labor.
ausencia de la figura del hombre en su casa materna, no fue un motivo de discusión para que ella
un motivo “porque” de la aceptación del ingreso de su pareja a su casa casi al cumplir cuatro años
del nacimiento de su hijo, debido a la confusión que ella refiere haber sufrido cuando su hijo le
decía que deseaba ser “niña”: “por ejemplo cuando no estaba el papá para mí era difícil porque él
quería hacer todo lo que yo hacía, entonces para mí eso fue difícil yo explicarle que yo era una
niña y de que él era un niño, …, porque en ese tiempo tampoco ni siquiera estaba mi hermano
Lalo, como para decir que tenía un modelo”. Siguiendo a Ramírez y Barrios (2016), se puede decir
que, en el relato se develan cómo las diferencias sexuales son inobjetables y estructurantes del
comportamiento humano, siendo la madre considerada como el referente de la hija y el padre del
hijo; lo cual a su vez puede promover temores en los padres o madres en monoparentalidad,
sintiendo que al no tener un referente de género para el hijo(a), este pueda presentar confusión de
su identidad sexual.
Así en este apartado relacionado con las familias, se puede visibilizar que en la interacción
intra familias, los padres y madres jóvenes mantienen patrones de género que prevalecen, en los
cuales la maternidad está asociada al cuidado y a las labores del hogar y la paternidad a una
en la crianza que se relacionan con su rol de género. La mujer asiste a reuniones en la escuela del
hijo, lo alimenta, enseña y ayuda en las tareas, lo lleva a controles de salud, permanece con él o
173
ella en la casa, y el hombre se dedica generalmente los fines de semana a llevarlos a lugares de
recreación y a la iglesia.
En términos inter familias, las lógicas están vinculadas a recibir y proveer el cuidado de
los hijos en ausencia de los padres para que estos continúen sus trayectorias, y así mismo en el
apoyo emocional, informacional o económico que puedan aportarles especialmente a los jóvenes
en el inicio de sus roles como padres y madres. En tal sentido, los jóvenes orientan esta relación
buscando ejercer su autonomía y toma de decisiones entre padres y madres, los cuales tienden a
alejarse de sus familias extensas en algunos casos, para criar de manera particular y proteger a su
dirige a identificar la interacción que sostienen padres y madres con este contexto en la crianza de
sus hijos(as).
En ese orden de ideas se expone una descripción general de esta institución que forma parte
de los entes que se entretejen en la crianza, la cual de una parte aporta normas que circunscriben
la relación trabajo y cuidado infantil, lo cual está implicado en la crianza, y de otra oferta un
abanico de lugares proveedores de educación, salud y cuidados que producen y reproducen formas
de crianza. Siguiendo a Cutuli y Aspiazu (2012), estas no han sido orientadas por criterios
Aspiazu, 2012). Dentro de algunas normas, está la Ley 1232 de 2008, por la cual se modifica la
ley 82 de 1993, dando especial protección a la mujer cabeza de familia (Congreso de la República,
174
2008), así como la Ley 1822 de 2017, “por medio de la cual se incentiva la adecuada atención y
cuidado de la primera infancia, se modifican los artículos 236 y 239 del código sustantivo del
aprueba licencia remunerada a las mujeres, otorgándoles 18 semanas para permanecer junto a su
hijo, sin laborar externamente, y ocho días hábiles remunerados para el padre.
Claro está que las licencias son otorgadas por las empresas prestadoras de salud (EPS), a
través del cumplimiento de requisitos establecidos en el Decreto único 780 de 2016 (Ministerio de
Salud y Protección Social, 2016), los cuales son: ser cotizante del sistema de salud, haberlo
realizado durante la gestación y estar al día con los pagos; igualmente a través del artículo 238 del
Código Sustantivo del Trabajo, se concede a la trabajadora dos descansos de 30 minutos cada uno,
dentro de la jornada para amamantar a su hijo, sin descuento alguno del salario por dicho concepto
durante los primeros seis (6) meses de edad. En ese sentido, con respecto a las licencias
remuneradas, sólo si los padres o madres han cotizado en el sistema de salud, tienen derecho a
recibir estos beneficios, lo cual, en el caso de los participantes del estudio, sólo Luisa pudo
obtenerlo, pues cotizaba utilizando el dinero que el padre de Jaime le enviaba a él para su
mantenimiento en Inglaterra, el cual así mismo este giraba desde Inglaterra a Colombia para Luisa.
presencia del padre en la crianza y siguen lógicas prediseñadas culturalmente, en las que se
considera que es la mujer la responsable del cuidado y de permanecer junto a su hijo recién nacido
y lactante. Por ello, autores como Guzmán y Dalén (2013) proponen la necesidad de aprobar leyes
para las que “la maternidad sea asumida como una actividad conjunta de los padres” (p. 46).
salud, en 2018, el 57,9% se encontraba cubierto por el esquema contributivo, mientras que el
175
41,9% al régimen subsidiado (Minsalud, 2018); la situación ha sido más difícil en el departamento
Norte de Santander, en la que sólo el 37,5% se afilió al régimen contributivo, presentando la ciudad
de Cúcuta su capital, una característica que la hace más lábil en este aspecto, y es la de poseer el
mayor nivel de informalidad en el país (70,3%), de acuerdo con las cifras del trimestre de marzo a
mayo de 2019 (DANE, 2019), y por lo tanto menor posibilidad de afiliaciones a un sistema de
cotización que tiene un costo alto, pues esta proporción de sujetos no gozan de un salario o empleo
formal. En el caso de los participantes del estudio, actualmente seis de ellos permanecen afiliados
Respecto al lugar y personas con quienes permanecen en la semana los niños y niñas
menores de 5 años, los resultados de la Encuesta de Calidad de Vida (2018) identifican que en las
cabeceras municipales el 45,6% están al cuidado de su padre o madre en la casa; un 39,9% son
atendidos en hogares comunitarios, jardines, centros de desarrollo infantil o colegios, dentro de los
cuales una gran proporción pertenecen al Estado; 9,5% por parientes distintos de sus padres y 2,6%
con alguno de sus padres en el trabajo, así como quienes permanecen solos o con otro cuidador
académica de los niños y niñas que tiene el Estado, contextos en los que se inscribe la crianza; en
estas tienen cabida sus hijos(as) a partir de los 2 años, y en algunos casos desde los 6 meses de
edad. Históricamente desde el año 1972, a nivel público se establecieron los Centros Comunitarios
para la Infancia, posteriormente los Centros de Atención Integral al Preescolar -CAIP-, los Hogares
Siempre (Ley 1804 de 2016), se aumentó esta oferta, proponiendo garantizar a niñas y niños al
menos nueve atenciones priorizadas por la Comisión Intersectorial de Primera Infancia (CIPI),
éstas son: registro civil, afiliación vigente en salud, familias y cuidadores en formación en cuidado
En este orden de ideas, existe la modalidad institucional, en la cual se dan los siguientes
servicios: Centros de Desarrollo Infantil -CDI (abarca la atención a niños y niñas con menos de
cinco años); Hogares Infantiles -HI; Hogares Fami (incluye el cuidado de madres gestantes y
lactantes y niños y niñas hasta los dos años de edad); Hogares Empresariales; Hogares
Comunitarios de Bienestar Múltiples (acoge a niños de 6 meses a 5 años, incluso 3 meses en casos
especiales) –HCB Múltiples; Jardines Sociales (beneficia a niños y niñas desde los seis meses
hasta los cinco años); Desarrollo Infantil en Establecimientos de Reclusión y Preescolar Integral.
En los casos que nos atañen, tres de las familias ingresaron sus hijos en jardines sociales,
buscando allí un espacio de cuidado, mientras que iniciaban labores como empleados, o
propendiendo por la cadena de formación educativa de estos. Luisa y Jaime, llevaron a su hija
cuando esta tenía 13 meses, al obtener Luisa trabajo como asistente de un concejal en la ciudad.
Eduardo y Nohora, al igual que Anita, ingresaron a sus hijos a los 3 años de edad para que estos
iniciaran su trayectoria educativa en las instituciones estatales ubicadas en su barrio. Allí realizaron
transición. Los padres cuentan la experiencia en los lugares citados de manera diversa; Luisa y
Jaime, quienes poseen mejores recursos económicos, refieren que era un lugar público cercano a
177
su casa, por lo cual la llevaron allí para tener tiempo de trabajar, pero posteriormente la trasladaron
a un colegio privado bilingüe, puesto que para ellos la formación académica es relevante y creían
conveniente hacer el cambio. De esta forma se hallan los relatos de ambos padres en relación a la
entidad educativa, de una parte Luisa cuenta lo duro que es dejar un hijo en la entidad pública y
de otra, Jaime, el mejor nivel que tiene uno privado: “pero fue duro cuando la llevamos por primera
vez, aunque ella nunca lloró (se dirige a Jaime): te acuerdas que estaba pequeñita y era un jardín,
Dios mío eso era terrible, te acuerdas que era para lo único para lo que nos alcanzaba, noventa mil
pesos (Luisa), y “no queremos desmejorarle la calidad de vida a Lupe por otro hijo, porque nos
tocaría meterlos a un colegio público, pues no es que sea malo, pero en ese colegio todo es en
Anita, Nohora y Eduardo, por el contrario, mantienen a sus hijos en el jardín público en el
que les dan alimentación y educación “informal”, la cual se lleva a cabo para fomentar en los niños
añoranza por la educación que tenían en el pasado las entidades educativas y la formación en
valores, refiere que el colegio de su hijo le ayuda en la crianza de su hijo: “en la escuela él ha
aprendido mucho, porque él me dice papá mi profesora dice que tenemos que compartir…”. Anita
igualmente considera que ha sido un buen lugar para la formación de su hijo, además de que ella
podía estudiar mientras él se encontraba en el lugar; refiere que él aprendió a hacer trabajos
manuales, dentro de los cuales están detalles para ella y un “mundo” de tareas que disfruta
haciendo junto a él. Las dos familias restantes, a pesar de no contar con un nivel económico alto,
han realizado una inscripción a entidades educativas privadas, en las cuales consideran que sus
hijos se encuentran más seguros y con mejores aprendizajes, lo que, en el caso de Angélica, ha
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sido aconsejado y costeado por su mamá, quien teme porque su nieto no sea bien atendido en una
Las instituciones de formación se convierten para los padres en una oportunidad, un lugar
que aporta alimentación para el hijo, así como en el espacio que pueden tener los padres para
estudiar o trabajar, y a su vez en el que, a través de los docentes, reciben apoyo informacional y
en algunos casos emocional para la crianza. Así lo narran Edinson y Angélica, quienes
a través de la profesora del jardín privado en el que se encontraba: “Ella nos recomendó la ayuda
profesional para lo de la motricidad del niño, y terapias y lo de lenguaje, ella cuando vamos a la
entrega de boletines, los consejos que da son muy buenos, dice cosas, así como que uno les dedique
tiempo, que no los ayuden a ser perezosos, si no que les digan “usted tiene y usted puede hacer
eso"; “Yo al principio era muy dejada, con lo de la escuela, es más a veces no me quería ni levantar
a llevarlo, faltaba mucho, pero entonces ya viendo las faltas, viendo los trabajos y todo eso, y que
había otros niños que resaltaban más, yo quería que Jhon estuviera un cuadro de honor. .. y nos
han felicitado mucho, ¡No¡ que Jhon, ha tenido un cambio excelente, nos dicen todo eso”.
elemento relevante en la formación del hijo, es buscada acorde a la posición social de los padres y
madres, pero además se divisa teniendo en cuenta el tipo de formación que se desea para el hijo(a),
los aportes como alimentación que reciban, y horarios que sean apropiados para que los padres y
De otra parte, se encuentran las instituciones de salud, a las que recurren los padres o
madres con sus hijos. En algunos casos, son los lugares a los que se debe ir para realizar el control
de crecimiento y desarrollo y verificar los logros físicos del hijo(a), pero es a su vez, el que no
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debe ser continuamente visitado puesto que no se percibe como requerido o amigable. Solamente
para dos de los participantes, los consejos y prescripciones del pediatra o personal de salud fueron
recibidos como lo que se debe aplicar al “pie de la letra”. Estos fueron Angélica y Ricardo quienes
tuvieron a sus hijos en condiciones de salud graves y requirieron controles más seguidos y una
supervisión de los mismos. Podemos visibilizar lo anterior en relatos como los siguientes “Yo iba
mucho al médico y tenía las citas con los pediatras, con los doctores, y uno de mamá primeriza
hace mucho caso a lo que dice el médico y eso” (Angélica). “sí. vacunas, control del niño, citas
Se percibe de otra parte en los relatos de las tres familias restantes una predisposición para
no observar las indicaciones del personal de salud en relación al cuidado de sus hijos o una
incomodidad y decepción con el sistema y las empresas de salud, como vemos en los siguientes
fragmentos: “ahorita le dicen a uno que pues no le dé tetero, pero pues igual para mí es muy
importante darle tetero entonces pues yo no se lo quito, o sea, como que casi las recomendaciones
así que pues yo vea así… pues casi no las acato” (Anita); “pues yo esperé porque yo quería tener
a José normal” (Nohora); “ ya no era cafesalud, Saludcop, si no la nueva EPS, entonces no ha sido
por ejemplo, yo, voy allá y allá no hay historial mío, porque allá es como ¿viene por primera vez?”
(Luisa). Lo anterior las deja sin muchas expectativas, por lo que utilizan la institución de salud
sólo para controles de crecimiento y desarrollo, por la necesidad de presentar este carné, sin
consultar por dudas en el cuidado o crianza, pues considerando que no han sido su soporte.
noción que se construye de la niñez, esta se ubica “como objeto de protección y formación”, y así
mismo la pediatría ha logrado “legitimarse en el campo científico y social más amplio como saber
experto”, por lo que, para algunos padres y madres, los lineamientos dados por estos profesionales
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son indiscutibles. Sin embargo, estos jóvenes tienen además otros saberes que discuten con las
prescripciones dadas, por lo cual no sería razonable olvidar su existencia, sino reconocer los
y de toda una gama de información desde sus predecesores. De esta forma se convertiría en una
institución realmente amigable que ofreciera consejería acorde a las necesidades de los sujetos y
contextos. Lo anterior ha sido en la mayoría de ocasiones olvidado, por lo que como refieren
Flindling, Lehner, Ponce y Venturiello (2011), se presentan como dificultades para articular su
intervención con las necesidades de las madres durante el embarazo, el nacimiento y el posterior
tanto para la mujer como el hombre en relación con la maternidad y paternidad, así como de las
instituciones educativas y de salud que oferta el Estado y que se imbrican en la crianza, por lo cual
ahora se hace una explicación un poco más fina en relación a la oferta de trabajo según género y
edad quinquenal, así como las labores realizadas por los participantes, sus salarios, toma de
decisiones referentes a la distribución del dinero, tiempos de dedicación para la crianza por género,
así como a los ámbitos de cuidado que ofrece el mercado para niños y niñas con menos de 6 años.
De una parte, en Colombia, la tasa de desempleo según edad quinquenal, con base en la
información de la CEPAL a enero de 2019, muestra que para los grupos de personas entre los 15
a 29 años, se dan las mas altas en relación a la población restante, siendo el grupo de 15 a 19 años
Igualmente la situación de desempleo y género muestra una gran diferencia entre estos como
podemos valorarlo, siendo para el hombre de 9,8% y para la mujer de 15,5% (CEPAL, 2019).
Además de lo anterior, si se compara entre países de Latinoamerica, vemos que la tasa de los
jóvenes entre 15 y 29 años que estudian y estan empleados en Colombia, es muy baja en relación
La reflexión que deja es aquella que evoca la necesidad de replantear estrategias en el páis
para apoyar a jóvenes que desean continuar trayectorias educativas y hallar un empleo para
subsistir en la carrera, en especial cuando asumen, como hemos conocido, ser padres y padres en
condición juvenil. En Norte de Santander y la ciudad de Cúcuta, ocurre una situación relevante, y
182
es la transición económica que ha prevalecido a partir del cierre de frontera en el año 2015, así
como la disminución de ingresos económicos para algunos sujetos quienes se dedicaban al trabajo
informal; lo anterior ha conllevado también a que la mujer ingrese a espacios laborales y asuma
parte de los gastos o su totalidad, lo que anteriormente no se evidenciaba de manera tan explícita.
En este caso, los hombres participantes del estudio, como ya lo hemos referido, adoptan el
papel de proveedores económicos principales; no obstante, como refieren Burin y Meler (2010),
del nacimiento de los hijos cambian sus prioridades, como se devela en algunos relatos. Nohora
por ejemplo nunca había laborado, pero luego del nacimiento de su hijo ella inicia algunos trabajos
en su casa, no obstante su principal fuente de atención como refiere es “dedicarle más tiempo a
José … estar pendiente de la comida, del vestido, de que ellos sientan el cariño de uno”. Ella trabaja
cuatro horas al día haciendo peinados en su casa y manualidades, que ofrece además a través de
Luisa cambió su trabajo de modelo por empresaria, haciendo que este último fuese ejercido
desde su casa, siempre pensando en permanecer junto a su hija, de tal manera que cuando hace
compras o gestiona ventas, está presente en sus transacciones. “siempre me la llevo para aquí, me
la llevo para acá, y así”. Angélica tampoco había laborado, y actualmente realiza trabajos
remunerados como cuidar a sus sobrinos, tiempo en el que se lleva a su hijo. Anita decidió seguir
laborando, pero en su casa o algunos fines de semana, solamente con motivo de permanecer junto
a su hijo: “ya después de que nació David al tiempo si empecé pues a trabajar, ehh vendiendo
cosas, ehh independiente y eso y ya cuando tenía como seis meses empecé a trabajar en las
Siguiendo a Guzmán y Dalen (2013), las mujeres le dan mayor valor al cuidado de la
familia, mientras que para los hombres, la paternidad parece ser sinónimo de mayores
compromisos laborales para cumplir con obligaciones económicas. En ese sentido, los hombres
del estudio iniciaron labores informales o como empleados para asumir sino la gran parte de los
gastos, su totalidad. Jaime empezó a trabajar como de mensajero en el hotel de su papá; Ricardo
como chofer de taxi, Edinson se empleó en una empresa privada como trabajador de servicios
generales, Eduardo se mantuvo en trabajos de construcción, pero asumió contratos más grandes
con empresas constructoras. En los casos, a excepción de Nohora y Eduardo y los jóvenes que
viven en monoparentalidad, se visibiliza una división de los gastos del hogar de acuerdo con los
ingresos, los cuales son superiores en los hombres en relación a las mujeres, puesto que según la
empresas privadas, mientras que las mujeres ganan un promedio de $387.500 y desarrollan trabajos
informales o propios como en el caso de Luisa. Esta situación, hace que cada uno tenga una
posición o un lugar que ocupa en la economía familiar, lo cual se observa en relatos como el de
Luisa.
nosotros tenemos como un pre acuerdo, que Jaime se encarga de los gastos del arriendo,
los recibos, y el colegio de Lupe, que son como los gastos grandes y fijos, que se cubren
como en unas fechas específicas, y lo que yo cubro son: toda la alimentación, entonces
sí, a veces es diario, por que como yo no tengo un sueldo fijo, si no es lo que venda en
el día, entonces diario pues compramos lo de hoy o pues cuando hay más, compramos
184
lo de dos, tres o cuatro días en la semana y así, y otra de las cosas con las que se invierten
es en el vestido.
Los relatos develan que tanto las decisiones estratégicas de los padres y madres, como las
normas formales e informales del mercado laboral se estructuran a partir de imágenes, estereotipos
y lógicas de género en razón de las cuales se privilegia una división sexual del trabajo (Guzmán &
Dalén, 2013). De otra parte, y según los cambios económicos de la región, las mujeres se dedican
al trabajo informal, lo que las conduce a triples jornadas y sobrecarga laboral. También se halla
que en algunos casos la mujer es quien administra los recursos económicos en su familia, y en caso
de que su pareja desee adquirir algo, debe consultárselo, aunque al final, por el hijo se “pasé por
encima” de la decisión de la madre. Vemos lo referido en algunos relatos: “él siempre me ha dejado
el sueldo para mí, porque yo soy más organizada con el dinero” (Angélica); “… y se lo compré
De otra parte, en relación a los tiempos que los hombres asumen junto a su familia, es
interesante lo que emerge en el relato de los jóvenes, quienes, a pesar de centrarse en la provisión
económica, desean disfrutar más con su familia. Jaime, quien tuvo la oportunidad de vivir en el
extranjero, y compara las economías de ambos países, refiere lo siguiente frente a la relación
trabajo-familia: “allá en Inglaterra tenían un dicho que era "yo no vivo para trabajar, yo trabajo
para vivir", o sea la gente trabajaba cuatro horas al día …[ ], y el resto del día era para dedicárselo
a su familia, para disfrutar para todo ese tipo de cosas, el pago era muy bien, o sea allá la gente
trabaja cinco horas y con eso tenía para mantenerse tranquilamente, o sea una persona que
manejaba un bus, se ganaba cuatro millones de pesos…”. Edinson igualmente solicitó ajustar
horarios en su lugar de trabajo para poder continuar estudios y atender a su hijo cuando Angélica
185
estudia. Ricardo ajusta turnos asignados de noche para poder permanecer con su hija durante el
día.
Igualmente se devela una cierta clasificación de formas familiares que emergen según las
dinámicas y división de labores entre padres y madres, hallando entre ellas, de acuerdo con Burin
(2007), tres tipos de parejas, aquellas tradicionales como Nohora y Eduardo quienes siguen la
clásica división sexual del trabajo e incluso se han puesto de acuerdo para que ella permanezca en
casa junto a su hijo mientras él labora fuera de ella. De esta manera el dinero que ella recibe de las
actividades informales que hace desde su casa, es sólo para ella o su hijo, pues Eduardo es el
proveedor de todos los gastos; parejas transicionales como Luisa y Jaime, quienes acordaron
trabajar juntos, pero Luisa es la encargada de la crianza y el cuidado, así como de las labores de la
casa, aunque en ocasiones Jaime realiza los desayunos, y Parejas innovadoras, como Angélica y
Edinson, quienes laboran, pero además se distribuyen de acuerdo con sus tiempos tareas del aseo
de la casa, cuidado del hijo y asistencia a reuniones y controles que tienen relación con la crianza.
En general se puede decir que, existe una relación estrecha entre las posibilidades que
ofrece el mercado en un lugar como la ciudad de Cúcuta, región intermedia colombiana y fronteriza
con Venezuela, a los padres y madres jóvenes y la facilidad o dificultades que tienen al estar
es muy compleja, porque primero, la situación de empleo y todo está muy difícil, y eso
es pues la parte económica es indispensable pues para poder tener una buena crianza,
para darles las comodidades necesarias para poder vivir bien, eso no significa que el que
no tiene no lo puede hacer, pero si es necesario y en cuanto a la parte social ahorita está
186
muy complicado porque pues por el problema con la frontera. (Ricardo, auxiliar de
enfermería).
Eduardo, quien es maestro de construcción así mismo refiere que el ingreso económico
recibido anteriormente fue mejor, puesto que desde hace cuatro años ha disminuido para él un poco
debido a la llegada de trabajadores de la construcción venezolanos que cobran mucho menos que
la mano de obra colombiana. En ese sentido, se puede referir que el mercado permea las formas
familiares y de crianza, de tal manera que puede ser un coadyuvante en este proceso o un generador
De otra parte, con respecto a los espacios de interacción que ofrece el mercado, existen los
ámbitos de cuidado públicos que ya se trataron en el aparte del Estado, pero además oferta del
sector privado a la cual pueden acceder de acuerdo a los ingresos económicos que posean. Ambos
espacios posibilitan la salida de los jóvenes a continuar estudios o labores de trabajo y que a su
vez aportan de alguna manera a la socialización del niño (a) para introducirlo en las prácticas
sociales y culturales de la sociedad, sin embargo, sólo acceden a estos, en condición de sus niveles
nacional el 48.4% de las niñas y los niños menores de seis años asisten a programas de Atención
a la Primera Infancia. La mayor proporción de estos (25.2%) lo hace a los Hogares Comunitarios
de Bienestar (HCB); le siguen los jardines preescolares privados (18.6%), los hogares Fami del
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) (16.3%), los jardines preescolares oficiales
(15.1%) y los centros de desarrollo infantil (CDI) (7.3%) (Profamilia & Minsalud, 2015).
187
un poco diferente al ámbito nacional, puesto que sólo el 39,7% de niños y niñas asisten a programas
ofertados por el Estado; en su mayor proporción, lo hacen a hogares Fami (23.7%); Hogares
comunitarios (19.5%), CDI (18.9%) y sólo un pequeño porcentaje a jardines (2,5%). Lo anterior
define unas dinámicas utilizadas por padres y madres en la búsqueda de ámbitos de cuidado, pero
además evidencia la demanda insatisfecha, referida por los mismos por causas como la inexistencia
de instituciones cercanas a su contexto (16.7%) o porque prefieren cuidar a su hijo en casa (20.9%),
Así mismo la asistencia a estos contextos, guarda en general una relación inversa con los
quintiles de riqueza: el 33.8% de los niños y niñas de quintil más bajo y el 8.4% del mal alto asisten
a hogares comunitarios; en relación al jardín privado, un 0.4% de niñas y niños del quintil más
bajo asisten a este, mientras que el 57.8% de las niñas y los niños del quintil más alto lo hacen. La
falta de una institución cerca es un obstáculo que afecta en mayor medida a los niños del quintil
de riqueza más bajo (34.8%de los que no asisten) (Profamilia & Minsalud, 2015). Todo lo anterior
acceso a contextos que aportan a la crianza y aumentan por el contrario brechas de inequidad
social.
En este eslabón relacionado como una de las instituciones que se integran en la crianza, se
se imbrican en la crianza y que van dando forma a crianzas en las que intervienen vecinos,
De una parte, emerge en los relatos la presencia de sujetos que en la crianza aportaban
apoyo de tipo instrumental; veamos por ejemplo lo narrado por Luisa y Anita.
yo les vendía el almuerzo, entonces ellas iban y se quedaban el medio día en mi casa, y
a las dos volvíamos a la universidad y ellas me ayudaban con la niña, entonces que
vamos, me cargaban la niña, que el coche, que esto y así […] la señora doña Mery, que
era la mamá de nuestro amigo Jorge, le traía sopa todos los días, ella hacia sopa y le
traía a la niña, y la señora Gina que era donde vivíamos, ella le traía fruta, pan, todo a la
niña” (Luisa). Así también están los amigos que transportan a los niños, como en el
porque, […] David parece un político en campaña […] a veces cuando ve que él está
por ahí llorando porque no quiere ir a estudiar, el vecino saca la moto, dice vamos y lo
Otra fuente de apoyo en la crianza son los nuevos grupos de amigos que ya son padres y
madres también en condición juvenil, puesto que los amigos solteros fueron quedando atrás al no
tener el punto de encuentro que es el hijo; estos emergen como una red que ofrece entre sí apoyo
informacional, como lo relata Nohora: “A veces ellos no saben algo y uno les ayuda a ellos, o se
cuentan las experiencias de los niños, que cómo fue el parto, que por qué el niño habla más y el
otro no, qué por qué un niño es más inteligente y el otro no, o por qué un niño es más enfermito y
También aparecen personas que, aunque no tienen una relación cercana con la madre o
padre, pueden interactuar y participan en la formación del hijo. Por ejemplo en el caso de Anita,
quien a través de los vendedores de helado ha enseñado a su hijo acerca de las posibilidades para
obtener las cosas “entonces pues ya hasta todos los heladeros me conocen y pues a David le
encantan los helados, ehh, entonces el grita, le grita a los heladeros y ya los señores lo conocen,
entonces me toca que salir hablarles a decirles, que hasta que yo no salga no se vengan … [ ]…
entonces David los llama; pero si los llama y los señores ven que yo no salgo, pues pasan derecho
y si ven que yo salgo pues entonces ahí sí le sacan el helado que siempre come David. Ella de esta
forma le ha explicado a su hijo los momentos en los que pueden obtenerse las cosas, el valor
económico de estas y las interacciones que se hacen en las compras. Lo anterior sería una forma
van reproduciendo en los padres una forma de crianza de acuerdo con sus adscripciones, como
ser papá es ser un sacerdote de la casa, llevar alimento y alimento espiritual también…
[ ]… Si, tratar de llenar ese vacío y pues gracias a Dios conocí a la persona que tenía
que conocer, fue a Jesús (Dios)” (Jaime); “porque yo soy católica, fui católica de
bautizo, primera comunión y confirmación” (Luisa); “yo oro todas las noches con Jhon,
le hago la oración, él ya sabe hacer la oración y yo también oro todas las noches”
(Angélica); “aplicando lo bueno de mí, los fundamentos buenos, ¡sí¡, porque la palabra
dice; toma lo bueno y desecha lo malo, yo tengo cosas en las que fallo, pero yo lucho
en los que se movilicen los padres y madres jóvenes con sus hijos va dando forma a unos
estos, y que así mismo construyen formas de crianza. No es que sea el único espacio, pero este se
convierte en un lugar de conversación y de encuentros que construyen saberes y prácticas por parte
A modo de cierre de este capítulo que hace referencia a los contextos reconocidos en las
experiencias de crianza por padres y madres jóvenes, podemos decir que la crianza se inscribe en
contextos acordes a las posibilidades de los sujetos, pero así mismo, permite ver la injerencia de
otros en sus interacciones. Ya no es la familia “nuclear” el lugar en el cual se cría, sino que en esta
carrera participa todo un engranaje de lugares y sujetos, de los que se recibe asistencia y cuidados
para el hijo(a) y para sí mismos. Así los padres, madres e hijos permiten comprender la crianza
como creación desde sus propias posibilidades y formas de interacción, las que a su vez se van
transformando y emancipando.
De esta forma, de acuerdo con el lugar social que ocupa y a los contextos que esten a su
alcance, van dando una cierta relevancia a los aportes que estos les hacen, reciben de sus
concepciones, en ocasiones se inscriben en ellas, pero siempre guardan cierta distancia para actuar
reflexivamente frente a lo que desean hacer pensando en el hijo(a). Se develan redes de amigos de
las que se emancipan dando lugar de privilegio al hijo, así como adscripciones a contextos en los
cuales hallan seguridad y formación para este, y tiempo libre para ellos que permiten continuar
Al realizar el análisis de los hallazgos y conocer tanto la carrera práctica como moral de
los padres y madres jóvenes en la crianza, comprendemos aquello “que les pasa” en medio de la
intersección de sus trayectorias vitales, así como de las transiciones que tienen lugar en su
corporeidad, en los contextos en los que intersubjetivamente se relacionan con otros; y, es a partir
del reconocimiento y comprensión de sus experiencias en esta dinámica, que podemos dar cuenta
de los contextos de sentido que son construidos por ellos entorno a la crianza, lo cual da respuesta
al último objetivo propuesto en esta tesis. Hemos referido en el marco teórico que la construcción
reflexividad; así mismo, estos son el producto del cruce y la reformulación de los diversos sentidos
percibidos donde se mezclan los imaginarios, las culturas, las ideologías de cada uno de los sujetos
cuando actuamos, es decir, interpretar los sentidos implica identificar las intenciones o
motivaciones que tiene implícitas el sujeto en sus acciones. Se trata de un proceso complejo que
Por lo anterior, posterior a la escucha de aquello que evocan los padres y madres jóvenes
en cada narración, en las que emergen en medio del lenguaje simbólico y verbal planteamientos
de las intenciones y los motivos “porque” de sus Actos, vamos interpretando los sentidos asignados
192
a la crianza. De esta forma se halla que, para los padres y madres jóvenes, la crianza ha permitido
disfrutar con el hijo cuando se es joven, potenciar trayectorias por el “otro”, pero así mismo ha
sido el lugar donde se vivencia la ambigüedad social entre el estigma y el reconocimiento, y donde
se desenvuelven agencias que implican una autonomía que gradualmente se apertura a partir de
Se puede señalar que, un primer sentido hallado es aquel que corresponde al que
denominamos “una carrera que parte la vida en dos”. Este ha sido develado a partir de las
significaciones que los jóvenes asignan a lo que para ellos ha sido la crianza. Es decir, una ruta
construida en la cual se llevan a cabo interacciones y dinámicas diversas que marcan un hito en su
curso de vida, pues a partir de la misma noticia de la llegada de un hijo, hay un antes y un después
en todas las situaciones que los abarcan. A continuación, se muestra la representación que se
considera habla más que un lenguaje textual, la que se puede visibilizar en la siguiente línea de
Para Ricardo, quien dibujó en una cartografía su trayectoria como padre, fue difícil al inicio
de las entrevistas contar su vida y su trasegar en la crianza, casi que se encontraban monosílabos
en sus respuestas, pero al pedirle que representara como una línea de tiempo su trayectoria como
padre en la crianza y que luego relatara su diseño, se halló que narra emocionado como su vida era
un camino trazado sin muchas variaciones, pero al ocurrir el nacimiento de su hija, se inicia una
ruta que va construyendo una carrera práctica que integra argumentos colmados de experiencias
en las cuales confluye que su vida se parte en dos como lo grafica en su cartografía (se señala con
un círculo dentro de su representación). Allí se ve como una redoma que nunca se cierra, sino que
194
se continua con dos caminos a partir del nacimiento de su hija, alrededor de la que deja expreso en
Así para todos los participantes, la crianza es aquel proceso transformador, que en mayor
o menor intensidad cambió su ser y formas relacionales, es el lugar donde ocurre el acontecimiento
disrruptor que hace otro sujeto, uno más agente que deviene sensible, reflexivo, que se olvida de
sí por el que llega, que aprende a comunicarse con otros, que emprende y potencia sus trayectorias,
que “tiene algo propio por el que vivir”, que transita en contextos diversos a los cuales no asistía
subjetividad y en las formas de actuar; todo lo anterior es una vivencia significativa por lo cual
ahora cada acción en la crianza tiene un contexto de sentido con un motivo “para” de sus actos, el
cual es su hijo.
En ese orden de ideas, se visibiliza la transición del lugar que ocupa socialmente cada joven
padre o madre, puesto que aumenta o cambia la red de relaciones sociales, la manera como se
presenta ante los otros; se hace proclive a compartir, en lenguaje de Schutz (1993), una comunidad
que es acogido (p. 192). Todo lo anterior con el objeto de formar, guiar y brindar al hijo protección,
educación, alimentación, cuidados de salud, amor, compañía, acorde a unos tipos ideales que se
encuentran en su acervo cultural y social y también a los capitales con que cuentan.
Para algunos de los padres, este sentido “una carrera que parte la vida en dos” aparece en
como tal un hijo cambia la, ehh, cambia mucho el modo de pensar, el modo de vivir, …
fue como un antes y un después” (Luisa); “porque uno estaba despreocupado si había
trabajo o no había, entonces… ahora primero pues la responsabilidad, ¿no?[...] que hay
que hacer algo por alguien […] pues uno siente que la vida le cambia totalmente, porque
ya uno no tiene que pensar no por uno, si no por dos y hasta más de dos … (Ricardo)
Se observa así mismo en esta carrera que “parte la vida en dos”, la imbricación de luchas
por ajustarse a un sistema que no es amigable para sujetos en condición juvenil que se conviertan
en padres y madres. Algunos develan la tristeza por los atrasos en sus estudios cuando fueron los
mejores de sus clases, puesto que ya no tienen tiempo, dinero, ni apoyo económico para
toma de decisiones en pareja referente a la crianza y la división de labores en ella que muestra una
de los hijos y el hombre a la provisión económica. Esta relación-nosotros con el hijo conlleva en
ocasiones a rupturas con los grupos de amigos de “solteros” y familia extensa, pero también se
evidencian logros por sentir que poseen “algo propio”, por el reconocimiento que un día esperan
tener del hijo, por lo cual deben continuar y asumir nuevos roles, aunque por esta causa laboren en
doble o triples jornadas. En este sentido asumen una posición social en la que se ubican a partir de
este evento como “adultos”, debiendo alinear sus tiempos y espacios para dar acogida al que llega,
en ocasiones sin contar con redes de apoyo ni otros capitales que faciliten la construcción de esta
carrera.
En este sentido, se devela el olvido de sí por el otro, como en el caso de Jaime y Luisa,
quienes aunque no tuviesen para comer, no dejaron de proveer alimentación a su hija en periodos
196
clínica sin dormir bien, alimentarse o realizar su higiene personal debido a la hospitalización de su
hijo; o de Ricardo, quien al ver a su hija convulsionando casi sale del baño desnudo para llevarla
a la consulta médica. En ellos emerge el olvido de sí, por el otro que aparece en su vida y que ahora
Cada uno de estos sujetos vive en función de la alteridad que se teje en la carrera constituida
durante la crianza. Desde este sentido, se denota una perspectiva ética, en la que el olvido de sí
mismo es evidente en la relación con el otro, la responsabilidad ineludible en este mismo contexto
propias vivencias significativas, lo que los lleva a transiciones y transformaciones de su ser y actuar
por el otro.
Se puede decir, siguiendo a Santillán (2009), que emergen formas de crianza en las que se
implican las significaciones que adquieren las responsabilidades maternas y paternas. En los
padres y madres jóvenes se develan rupturas y entretejidos en su curso de vida por el otro; es un
continuum de trabajos, ya no sólo para sí, sino para hacer lugar a ese recién llegado que ocupa un
sitio prioritario en su nueva carrera. Allí emergen formas relacionales y de ser diversas con motivos
felicidad por compartir el tiempo y espacio con un hijo habido en la juventud, con el que se realizan
197
actividades como pares, es decir como contemporáneos, estableciendo una relación intensa; a este
Siguiendo a Schutz (citado por Urteaga, 2013) como se ve en el siguiente párrafo, es una forma de
Desde el punto de vista temporal, existen, con respecto a mí, en este momento
acciones y reacciones … estas relaciones muestran las formas más diversas que pueden
Se denota para algunos padres y madres jóvenes, la alegría que implica tener un hijo siendo
significatividades y motivaciones, así como en un tipo ideal en el que consideran que ser padre y
madre en condición juvenil es compatible con las necesidades de tiempo que requiere un hijo y las
dificultades que sostiene esta relación cuando los padres son “adultos”; así como con las dinámicas
del cuerpo joven que permite jugar, subirse a los árboles, pintarse el cuerpo, divertirse junto al hijo
y la posibilidad de realizar la crianza de manera bidireccional, donde los niños y niñas aprenden
de los padres, pero estos a su vez también “crecen y aprenden con ellos”, como refiere Angélica.
en el que coexisten los antecedentes que dejan como legado los predecesores, pero en el que es
caso del desarrollo de nuevas formas de tecnología para las cuales los ancianos carecen de
198
idoneidad; en razón de una medida premeditada de una revolución que se consolida mediante la
introducción de formas de vida nuevas y distintas para los jóvenes. En palabras de Mead (1971),
en esta nueva cultura será el hijo, y no el padre ni los abuelos, quien representará el
porvenir. En lugar del adulto erguido, canoso, que en las culturas postfigurativas
Así las cosas, estos padres y madres jóvenes dan un sentido particular a la crianza, pues
para ellos contrario a ser un problema legitimado socialmente como tal, o a considerar la crianza
como su par con el que juega, comparte tiempos, avances de la tecnología, pero especialmente
junto con el que también se crece. En ese orden de ideas cada grupo le otorga el sentido a un
"problema público" pudiendo entrar en disputa con otro grupo social, en la medida en que se
(Acevedo, 2011).
En los relatos se devela no una relación de poder, sino de iguales; se han destacado algunos
de ellos:
jugamos, uno se vuelve como más niño con él, … empezamos a bailar canciones y eso
[…] ellos nos ayudan a criarnos a nosotros, a crecer como personas” (Angélica).“
… entonces estoy como a la par de él, … de botarme al piso y jugar con el sí, estar como
199
predecesores para relacionarse como padres con sus hijos, puesto que su motivación es mantener
el modo no es a los gritos como me lo enseñaron a mí, el modo es: mi amor, ¡ve arreglar
el cuarto¡, ¡ay no papá, no¡, ¡bueno¡, entonces vamos hacerlo entre los dos. (Jaime)
Hay que dedicarle tiempo, hay que ser pacientes con ellos, a veces pues, a veces él no
En este caso, se evidencia una relación en la cual los hijos también aplican una escala
valorativa a sus padres la cual pueden expresar, y así mismo participar en el acuerdo de reglas con
ahora me cambio, y ahora me dice papá, ¡esa camisa me gusta ¡. (Edinson). Aquel día
me vestí y me dijo ¡mami estas muy fea¡, y yo: papi ¿por qué me dice eso?, si mami
quítate eso, ¡no te has peinado […] él nos ha ayudado a ser mejores, a darnos cuenta de
llevar, ¿no?, y ya él sabe que cuando estamos los dos jugando, no se utiliza el celular.
(Anita).
200
pues yo le digo: ¡vamos hacer comida¡, entonces él dice bueno papi, y si vamos hacer
el arroz, él le echa el agua, le echa sal, y con la ropa siempre ¿mami te ayudo? o ¿papi
te ayudo? (Edinson)
porque José todos los días nos enseña algo nuevo y sí como él va aprendiendo cosas
nuevas, nosotros tenemos que aprender a lidiar con lo que él va aprendiendo. (Eduardo)
Los padres y madres narran los motivos de llevar a cabo una crianza bajo un modelo
prefigurativo. Desean presentarse ante el hijo y permanecer con ellos como amigos, propenden por
una relación intensa que no sufra rupturas en la medida del tiempo, ofrecen una “crianza
comprensiva” en la que se logran acuerdos, se vela mutuamente por el otro de manera afectiva, se
permanece ciento por ciento como dicen Luisa y Nohora junto al hijo y se escuchan y aceptan sus
comentarios. Así mismo emerge una intencionalidad en medio de la relación “a la par” que se da
prácticas coercitivas recibidas por ellos en su crianza, y la resignificación que hacen de esta,
En este caso, se dirá que los padres y madres actúan bajo un marco interpretativo en el cual
la interacción en co-presencia con su hijo(a), los lleva a repensar las formas de crianza concebidas
desde su niñez; así, el sujeto que interactúa, no es un “yo” asociado a un “rol” específico, sino un
“sí mismo” (self) cuya sociabilidad se forma al inscribirse en una pluralidad de sistemas y puntos
201
de vista (López & Reyes, 2010). Así devela unos motivos “porque” que trae consigo, en los cuales
se imbrican la reconfiguración de la crianza recibida y el deseo de crecer junto a su hijo entre una
relación bidireccional. siguiendo a Goffman (1991), puede decirse que, en co-presencia con su
hijo(a), los padres y madres no solo mantienen el control en su conducta expresiva según el
propósito que tienen de ser visibilizados como pares por su hijo, sino que esta expresión es
De otra parte, se halla un sentido que emerge en los relatos de manera reiterada en algunos
padres y madres, relacionado con una suerte de modelación, en la cual se intenta formar a ese
sujeto que se acoge, acorde a la cultura y subjetividad de los padres. A esta se denomina “la
artesanía modelada entre recetas y vivencias significativas”. Veámosla en los siguientes párrafos:
No menos relevante se devela en sus relatos un sentido en torno a la crianza que denota la
intención de los padres y madres por la “formación adecuada” y el cuidado del hijo(a); esto se
proyecta de una parte, de acuerdo con los tipos ideales concebidos, los que a su vez se inscriben
habilidades desarrolladas en el proceso, pero además por aquello que queda de las vivencias
entre padres, madres e hijos(as). De esta forma se trabaja por un diseño artesanal que protegen
202
incluso de la familia extensa, de la entidad de salud o educativa que cuidó y acompañó al niño(a)
en su llegada, pero que en un momento dado es considerado como una barrera que impide actuar
autónomamente. Así se encargan de formar a un sujeto, estando “dispuestos a hacer las cosas de
otra manera” (Sennett, 2008, p. 181), a crear una artesanía acorde a sus contextos en la relación
consigo mismo, con el otro y con el mundo, es decir, en la dimensión ética, política y estética en
las que se encuentra inmerso (Marín-Diaz, 2014). A este sentido construido en torno a la crianza,
y básico, el deseo de realizar bien una tarea”. Así, el buen artesano, emplea soluciones para
desvelar un territorio nuevo (Sennett, 2008, p. 13), en este caso, en la carrera de la crianza cuando
se es padre y madre joven para culminar un proyecto que deviene con “calidad”. Allí emergen
formas de valoración, modos de relacionarse y, de otra parte, limitantes que tratan de impedir el
resultado esperado, los cuales en ocasiones se relacionan con las condiciones sociales, con otros
sujetos o con las instituciones que se insertan en la crianza. En palabras del autor citado, se ve que
en el proceso del “diseño”, se dan condiciones que afectan o pueden alterar la construcción misma
de la artesanía:
las herramientas adecuadas para hacer bien el trabajo y los lugares de trabajo pueden no
individuo con una sensación de orgullo por el trabajo realizado, esta recompensa no es
203
simple, A menudo el artesano tiene que hacer frente a conflictivos patrones objetivos de
excelencia: el deseo de hacer bien algo sólo por hacerlo bien puede verse obstaculizado
En este caso, se halla la elaboración del sentido para cada actor, la cual, siguiendo a Schutz
(1993), da cuenta de la relación de este con un mundo cuya existencia es anterior y está constituido
por otros sujetos, instituciones y grupos en función de los cuales orienta su conducta (Schutz &
Luckmann, 1973). Se devela en los relatos de manera relevante una dimensión política fundada
en la intención de formar un “buen ciudadano”, aquel que respeta al otro, que es honesto, que
guarda el orden, que pide permiso, que es educado, así como modos de conducción con sistemas
formar alguien para un futuro… entregarle a la sociedad pues un buen ser humano …
criar es como infundir mucho, valores” (Anita). “a ser también honestos, que si se traen
Igualmente, sus narraciones dan cuenta de espacios y actos “peligrosos” que no aportan en
este ámbito, y que en cambio pueden echar a perder el diseño propuesto. Se ve en algunos relatos
como:
me dice, (el abuelo) tu no traes el niño casi aquí a la casa, y yo le digo papá yo de mil
amores lo trajera, pero él tiene cierta cantidad de sobrinitos que se la pasan acá, …
4 años o 5 años, que son mis sobrinos […] en las instituciones (educativas)… si usted
204
llega grosero de su casa, grosero llega a su casa, y los docentes no se preocupan porque
tu cambies, sino porque tu aprendas lo que ellos te están enseñando, pero no se enfocan
en la ética y valor de que este niño puede ser un prospecto para cambiar el país ¿si?,
no le enseñan que antes de ser un científico tiene que ser una excelente persona […]
a los hijos se escuchan, para que ellos lo puedan escuchar a uno […] (Eduardo)
agencias para la toma de decisiones y modelando en el hijo(a) una relación consigo mismo en la
que aprenda a moderar las actitudes consideradas inadecuadas y promover las que se desean
fomentar. Es a partir del ejemplo y de adscripciones identitarias que proponen modelajes, como
tiene que tener en cuenta que, que si quiere que su hijo sea una buena persona, tiene que
que todo somos muy católicos todos, entonces tengo unos valores y unos principios,
ehh, formados desde pequeño, entonces uno va viendo esa figura paternal desde
pequeño” (Ricardo); “nosotros con ella hemos sido muy de enseñarle que debemos ser
honestos, hablar con la verdad, poner a Dios primero, eh …que hay que pensar
decisiones, pero también para entender que todo requiere compromisos, como dicen
205
Anita y Luisa: “que el mismo se debe respetar, que él sea más que ser pues un niño,
ser feliz y yo le enseño a él de que, de que, sea muy él […] que las cosas hay que
ganárselas si, por ejemplo el celular a David le encanta ver muñecos, tener el celular
entonces pues ya, tener, lo estoy enseñando de que, todo hay que tener límites y que
de acuerdo con unos modos ideales para relacionarse con el mundo. Siguiendo a Bourdieu, “las
reglas que definen las condiciones de producción coinciden con la definición vigente de la visión
objetiva del mundo”, en este caso con aquello que se considera crianza, y de acuerdo con el autor
citado, “más precisamente, con la visión del mundo del espectador, es decir con un sistema de
de representaciones producidas según esas mismas reglas” (Bourdieu, 1988). Así las cosas, se
observa que los padres y madres otorgan un sentido a la crianza relacionado con los modos en que
un hijo(a) debe comportarse con el mundo, de tal manera que se estiman limites, recompensas, y
se adoptan formas de actuar de acuerdo a su contexto social y cultural, así como a su propia
subjetividad, a partir de los cuales hay formas sensibles, amables para ir dando forma al hijo, como
lo refiere Anita por ejemplo: “cuando él se levanta, ehh, ya está el tetero, el agua caliente para
bañarlo, y lo levanto con las cosquillas, con las canciones […] yo lo duermo y me quedo ahí en la
cama acostada con él porque ¡si no¡, ¡si no me acuesto con él¡, no se duerme” (Anita).
Estos tres ámbitos descritos, emergen en la formación del hijo(a), al cual se va dando forma
como una artesanía, en la carrera de la crianza. De otra parte, estos jóvenes padres y madres
artesanos han ido conformando su acervo de conocimiento y construyen los sentidos diversos que
206
y del personal de salud; reproducen aquello que se instituye en el medio, adoptan algunas
una “reserva de conocimientos sociales” (Schutz, 1993), pero así mismo dan cuenta de una cierta
forma de modelaje “hecho a mano”, instaurado desde sus posibilidades y de sus propias vivencias,
yo pienso que eso va como en uno, o sea, eso no lo aprende nadie como en un manual,
de cómo ser una mamá […] así que de pronto le digan a uno que un consejo o algo…
¡no¡ ese proceso ha sido los dos, “a trancas y a mochas”, lo que podamos, o sea nosotros
hemos estado solos, solos … y ahí como entre los dos, pero que de pronto le hayan dicho
a uno así se baña, ¡no¡, yo la agarré apenas se la llevó mi mama y aprendí. (Luisa)
socializado a través de estéticas y formas relacionales diversas, con el fin de presentar al mundo
un “buen ser humano”, una buena artesanía, la cual a su vez se protege de este. Se diseña un sujeto
a partir del conocimiento adquirido, de las habilidades que se adquieren en la carrera, acorde a
unos patrones culturales y sociales, pero así mismo desde las propias vivencias que dan vuelta a la
sensibilidad y a formas otras de crianza. La artesanía no puede ser entendida fuera de la relación
mismo a los objetivos que fueron orientando la indagación, interpretación y análisis de los datos,
que los padres y madres jóvenes no conciben ni llevan a cabo la crianza como una práctica dirigida,
207
prescrita o de una única forma, sino que transitan en ella continuamente construyendo una carrera
tanto moral como práctica en la cual se suscitan experiencias, a las que responden de modo
En ese orden de ideas, las experiencias de crianza, noción central de este trabajo, han sido
para los padres y madres jóvenes del municipio de Cúcuta, transformadoras tanto de sus trayectos
vitales, como de sus subjetividades y contextos; han sido promotoras de agencias y potenciadoras
de proyectos, en ellas se concibe la llegada del hijo(a) como un punto de giro en su existencia, a
una intensión y en las que subyacen motivos “porque” y “para”, que han ido hilándose en este
trayecto construido. De una parte, los motivos porque, revelan una carrera moral construida a partir
de su propia crianza, del acervo de conocimiento que se adquiere en este trayecto y del orden social
establecido. De otra, los motivos para, se presentan dirigidos en razón al hijo(a) como el incentivo
que propicia los proyectos propuestos a lograr y por el reconocimiento que se considera recibir
posterior a la crianza.
Los contextos presentes de manera prioritaria en el estudio, se entrelazan para llevar a cabo
una crianza en una relación nosotros, en la cual la familia, el Estado, el mercado y las comunidades
delinean rutas orientadoras en las que los padres y madres pueden caminar sobre el diseño
planteado por ellas o divergir construyendo una carrera práctica en medio de interacciones que
proponen nuevas formas de ser y estar en la crianza. Así, los jóvenes participantes en este
entramado relacional, luchan por ejercer autonomías, obtener medios para alcanzar un nivel
208
socioeconómico que permita avanzar en esta carrera, equilibrar roles y participaciones con su
pareja en torno a la crianza, y sobre todo por aportar a su hijo(a) lo necesario para su bienestar.
En ese sentido cabe resaltar que se hace necesario repensar la concepción de políticas
públicas y en general en la normatividad en este tema, puesto que hay un énfasis en el señalamiento
implícito o explícito que se hace sobre la mujer como cuidadora de sus hijos(as); así mismo se
visibiliza la necesidad de dar mayor apertura a la oferta de ámbitos de cuidado para niños y niñas,
y a estrategias para que estos padres y madres continúen sus trayectos, sin estigmatizar su
condición.
Respecto a los sentidos construidos por padres y madres en torno a la crianza, se puede
contextos motivacionales que hacen actuar a cada sujeto acorde a las vivencias transformadoras,
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