El documento discute la naturaleza compleja del ser humano. Explica que cada persona representa una unidad que surge de la evolución, pero también muestra diversidad. Los humanos son racionales e irracionales, capaces de bondad y maldad. La educación debería enseñar sobre esta complejidad para que las personas puedan comprenderse mejor a sí mismas y a los demás, y tomar decisiones informadas que beneficien a la sociedad.
El documento discute la naturaleza compleja del ser humano. Explica que cada persona representa una unidad que surge de la evolución, pero también muestra diversidad. Los humanos son racionales e irracionales, capaces de bondad y maldad. La educación debería enseñar sobre esta complejidad para que las personas puedan comprenderse mejor a sí mismas y a los demás, y tomar decisiones informadas que beneficien a la sociedad.
El documento discute la naturaleza compleja del ser humano. Explica que cada persona representa una unidad que surge de la evolución, pero también muestra diversidad. Los humanos son racionales e irracionales, capaces de bondad y maldad. La educación debería enseñar sobre esta complejidad para que las personas puedan comprenderse mejor a sí mismas y a los demás, y tomar decisiones informadas que beneficien a la sociedad.
El documento discute la naturaleza compleja del ser humano. Explica que cada persona representa una unidad que surge de la evolución, pero también muestra diversidad. Los humanos son racionales e irracionales, capaces de bondad y maldad. La educación debería enseñar sobre esta complejidad para que las personas puedan comprenderse mejor a sí mismas y a los demás, y tomar decisiones informadas que beneficien a la sociedad.
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Foro 1 EL HOMO COMPLEXUS
En la lectura de Edgar Morín: Enseñar la condición humana.
Para explicar mi punto de visto respecto a la frase “Comprender lo humano es comprender su unidad en la diversidad, su diversidad en la unidad” me apoyare en la siguiente cita “el ser humano es el mismo singular y múltiple a la vez “(Morin, 1999; p:55), esto quiere decir que el hombre como individuo representa un todo porque es el resultado de la evolución desde el inicio de los tiempos en el que se engloban condiciones cósmicas, físicas y terrestres. Ahora el hecho de ser humano, no implica que exista homogeneidad en todos los sentidos o en toda su estructura; podremos hablar del término anterior cuando hacemos referencia a la constitución biológica-física, por la existencia de características semejantes principalmente en nuestra anatómica y funcionamiento del organismo. El ser humano es un ser racional e irracional, capaz de mesura y desmesura; sujeto de un afecto intenso e inestable; él sonríe, ríe, llora, pero sabe también conocer objetivamente; es un ser serio y calculador, pero también ansioso, angustiado, gozador, ebrio, estático; es un ser de violencia y de ternura, de amor y de odio; es un ser invadido por lo imaginario y que puede reconocer lo real, que sabe de la muerte pero que no puede creer en ella, que separa el mito y la magia, pero también la ciencia y la filosofía; que está poseído por los dioses y por las ideas, pero que duda de los dioses y critica las ideas; se alimenta de conocimientos comprobados, pero también de ilusiones y de sueños. Y cuando en la ruptura de los controles racionales, culturales, materiales hay confusión entre lo objetivo y lo subjetivo, entre lo real y lo imaginario, cuando hay hegemonía de ilusiones, desmesura desencadenada, entonces el homo demens somete al homo sapiens y subordina la inteligencia racional al servicio de sus monstruos. Por esta razón, la locura es un problema central del hombre, y no solamente su desecho o su enfermedad. El tema de la locura humana fue evidente para la filosofía de la Antigüedad. La demencia no ha conducido la especie humana a la extinción (sólo las energías nucleares liberadas por la razón científica y el desarrollo de la racionalidad técnica podrían conducirla a su desaparición). La dialógica sapiens <-> demens ha sido creadora siendo destructora; el pensamiento, la ciencia, las artes, se han irrigado por las fuerzas profundas del afecto, por los sueños, angustias, deseos, miedos, esperanzas. En las creaciones humanas hay siempre un doble pilotaje sapiens<->demens. Demens ha inhibido, pero también favorecido a sapiens. Por esa razón la educación debería mostrar e ilustrar el destino con las múltiples facetas del humano: el destino de la especie humana, el destino individual, el destino social, el destino histórico, todos los destinos entrelazados e inseparables. Así, una de las vocaciones esenciales de la educación del futuro será el examen y el estudio de la complejidad humana. Ella conduciría a la toma de conocimiento, esto es de conciencia, de la condición común a todos los humanos, y de la muy rica y necesaria diversidad de los individuos, de los pueblos, de las culturas, sobre nuestro arraigamiento como ciudadanos de la Tierra. Al entender cada uno de los individuos podemos desenvolvernos mejor como persona en la sociedad, sabremos tomar decisiones no dejarnos llevar por un impulso egoísta, debemos manejarnos de una manera adecuada, debemos de buscar la unidad para alcanzar la paz, debemos aprender a tomar decisiones para que no nos afecten en el futuro y así lograremos ser cada día mejor persona y lograr formar una mejor sociedad y así se ira en cadena para mejorar el mundo.