La Llanura Núm. 163
La Llanura Núm. 163
La Llanura Núm. 163
ARÉVALO—DICIEMBRE DE 2022
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En este mismo mes y en el contexto de las V Jornadas En octubre, el día 12 miércoles y festivo, visitamos la
de Naturaleza se organizó una muy interesante exposición ermita de La Lugareja.
titulada “Aves de la Sierra de Guadarrama y de la provincia Y en noviembre, junto con otras entidades y asociacio-
de Ávila. nes, realizamos una visita explicativa y una actividad de
El 23 de abril, conmemorando el Día del Libro, tuvo limpieza del Cerro de Cantazorras. De igual forma se hizo
lugar en la Casa del Concejo un bellísimo acto literario en una visita a las lagunas de El Oso.
el que se escucharon textos de Miguel de Cervantes, Flo- Y por fin, en este mismo mes, inauguramos nuestra ex-
rentino Sanz, Konstantino Kavafis, Almudena Grandes, posición “La escuela del ayer” y nuestro querido amigo Ja-
Gil de Biedma, Luis López Álvarez, Víctor Jara, Miguel vier S. Sánchez impartió su magistral conferencia “Ortogra-
Hernández y autores arevalenses y amigos que estaban pre- fía y algo de gramática para torpes”.
sentes tales como Segundo Bragado, Diego Villa Lázaro
o Pilar Pérez Merinero. El acto estuvo aderezado por un
fondo musical de acompañamiento con temas recogidos por
Federico García Lorca e interpretados por la Argentinita,
así como composiciones de Narciso Yepes, Isaac Albéniz o
Salvador Bacarise.
En mayo inauguramos la exposición “La cocina tradi-
cional. Utensilios”, conformada por una extraordinaria co-
lección de objetos pertenecientes a nuestro insigne profesor
de literatura don Jesús Hedo Serrano.
También en mayo, los días 7 y 8 en concreto, participa- Luis J. Martín
mos de las actividades organizadas en la programación de
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Juan C. López
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Juan C. López
Por estas tierras pasa la Cañada gos de Altamiro. De los 700 kilóme- leguas— constituyó una vía funda-
Real Leonesa Occidental, la cual se tros que recorre, se han perdido unos mental de unión entre los pueblos de
extiende a lo largo de 700 kilómetros, 150, sobre todo en las provincias de la Tierra de Arévalo y La Moraña por
desde León, donde nace, hasta Badajoz. León, Valladolid y Cáceres. los que pasaba, y que, partiendo de
Arranca muy cerca de la capital leone- Arévalo, atravesaba cinco villas de se-
Actualmente las cañadas reales
sa y, antes de cruzar el Duero en las ñorío: Fuentes de Año, Cisla, Flores de
ocupan un sitio indiscutible en el mapa
proximidades de Tordesillas, atraviesa Ávila, Cantaracillo y Peñaranda.
físico y sus tramos señalizados son
los páramos de Valencia de Don Juan
museos a la intemperie que se resisten Sendas, cañadas, calzadas, cami-
y Sahagún para llegar hasta Medina
a desaparecer, fusionándose con la pro-
de Rioseco. Una vez que abandona la nos… Elementos que forman parte
pia naturaleza, su mejor aliada. Consti-
tierra de Medina del Campo, se dirige del patrimonio común. Cuán a me-
tuyen espléndidos corredores naturales
hacia nuestra Moraña y va, luego, des- nudo la ambición de unos, la desidia
que han contribuido al mantenimiento
de Muñico al puerto de Villatoro. Atra- de otros, la despreocupación de mu-
de una rica biodiversidad. Permiten la
viesa el Sistema Central por la sierra chos, la apatía de tantos ha llevado
dispersión de numerosas especies de
de Gredos y desde el Valle del Tiétar a que estas vías de comunicación
fauna y que todavía son utilizados por
baja a Cáceres. Abandonadas ya las que nos pertenecen a todos se hayan
los grandes rebaños.
tierras de Castilla y León, muere en la perdido en beneficio de solo algunos
localidad pacense de Segura de León. Hemos de mencionar, antes de ter-
particulares.
Este antiguo camino cruza con la Ca- minar, la antigua calzada de Arévalo
ñada Real Occidental Soriana en la a Peñaranda que con un recorrido Juan Carlos López .
Venta del Hambre a la altura de Galle- aproximado de 45 kilómetros —10,7 Lecciones de Historia en Radio Adaja
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Revista “Cultura”, nº 40
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Revista “Cultura”, nº 40
Viene de página 11 del casco urbano, es excelente. que dan al flamante edificio, es sucio
y feo. Aquella hondonada donde estu-
nas, abundante y bien repartida ilumi- Desde cualquiera de sus grandes vo la Fuente Vieja, aquella descuidada
nación y la ventilación que impone el y siempre floridos ventanales, vemos y maloliente zanja y aquella fangosa
clima de la localidad y la situación y el sendero que lame el vallado de la laguna que forman las aguas fluviales,
forma del solar. huerta de la Morera; la imaginación contrastan con la belleza y salubridad
se distrae y las miradas se recrean en del edificio.
La inauguración, con asistencia de aquel laderón frondoso y pino, pobla-
autoridades civiles, militares y ecle- do en su totalidad de rugosos negrillos Sabemos que nuestro digno alcal-
siásticas, bombo, platillos y volteo de y tupidos zarzales que, salvajes y en- de, señor Gómez Sainz, labora con
campanas, cohetes y discursos, estaba marañados, se extienden hasta la huer- caluroso entusiasmo y acrisolada hon-
anunciada para el día 20 de julio de ta de doña Bonifacia, y del popular y radez en todo cuanto contribuye al
1936, pero como cuarenta y ocho ho- violetero Calderón, en otros tiempos mejoramiento del pueblo y que no se
ras antes surgió el Alzamiento Nacio- rincones bellos y deliciosos. le oculta la necesidad de las muchas
nal, el nuevo edificio fue convertido en reformas que la población arevalense
cuartel y en hospital. Al fondo de la ribera, el Adaja co- demanda. Estamos persuadidos de que
rre claro y mezquino por entre isletas sus condiciones de actividad e ilustra-
Enmudecido el clarín guerrero, el arenosas y peladas y como si se aver- ción son garantía suficiente para que se
Ayuntamiento procedió a la ceremonia gonzara de su pobreza se acurruca en complete la urbanización ya iniciada
de inauguración del Grupo dándole el un remanso donde, hace cuarenta años, de este paraje tan visitado por profe-
nombre de «Onésimo Redondo», vícti- tenía instalado su rústico balneario don sores, hombres de letras y batallones
ma de los guerrilleros extremistas en el Francisco Bragado (a) Mochete. infantiles más o menos estudiosos.
inmediato pueblo de Labajos.
La lejanía, toda muy bonita y pin- Marolo Perotas
No podemos negar que el sitio don- toresca; en cambio, lo que vemos a Cosas de mi Pueblo
de está instalado, aunque un poco lejos nuestro alrededor desde las rampas Febrero de 1955