Subsidio Hora Santa XXI EDM
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CONSIDERACIONES PREVIAS
Previo a la hora santa la catequista deberá prever una cartulina con una imagen (foto) del grupo
de los monaguillos, lápices/plumas y papelitos en forma de sotana o traje de monaguillo (uno por
monaguillo).
EXPOSICIÓN AL SANTÍSIMO
ORACIÓN INICIAL
Padre misericordioso y amoroso estamos aquí reunidos ante tu Hijo, para dar gracias
por la vida, para ofrecerte esta Hora Santa principalmente por los monaguillos, quienes
sirven en tu Altar. Abre nuestros corazones e infunde en cada uno tu Espíritu de
Sabiduría, tu Espíritu de Verdad y tu Espíritu de amor, que podamos usar los dones de
tu Espíritu para compartir frutos a los demás. Muéstranos tu camino de servicio,
Bendice a estos hijos tuyos y guíalos en su vocación, bendice a sus familias, a sus
conocidos; recuérdales siempre en su corazón que de aquellos que son como niños,
suyo es el Reino de los cielos, y que en su alma se mantenga siempre la pureza. Llena
con tu Sacramento de amor su vida y llénalos en esta Hora de contemplación, de
alabanza, de oración, de perdón, de petición.
Por los obispos, presbíteros, diáconos, seminaristas y religiosas, para que guíes si
servicio y vocación y compartan tu mandamiento del amor a todos. Oremos.
Por aquellos que están sufriendo y están en desesperación, a quienes les han
arrebatado un familiar o un amigo, para que los protejas y los regreses con bien,
para que les des consuelo a los afligidos. Oremos.
Por los enfermos y sus familias, para que les des pronta recuperación y encuentren
siempre en ti la fortaleza para su espíritu. Oremos.
Por el personal de salud, protégelos y síguelos guiando en su servicio hacia los
demás, bendice su vida y la de sus familias. Oremos.
Por quienes han fallecido, para que los tengas a tu lado en tu eterna Gracia y a sus
familiares les brindes paz en su corazón y sepan que ya su familiar yace en el Reino
de los cielos. Oremos.
Porque en el corazón de las personas abunde la bondad por encima de la maldad y
un día todos los corazones se conviertan. Oremos.
Por cada una de las cosas que hay en los corazones de todos, tomemos un momento
de silencio para que elevemos nuestras oraciones personales al Padre, al Hijo y al
Espíritu Santo (Momento de silencio). Oremos.
El Ángel de Fátima exhortó a los tres niños, Lucía, Francisco y Jacinta a la adoración y a
la reparación eucarística. Siguiendo su ejemplo, todos los niños del mundo se esmeran
en adorar con frecuencia al Santísimo Sacramento.
Amigo bueno, hoy estamos de fiesta, porque tú has querido que nos reunamos delante
de ti, porque sabemos que te encuentras en el altar escondido en la Hostia Santa. Te
adoramos, junto con todos los niños de la tierra, con las dos oraciones que el Ángel les
enseño a los tres niños de Fátima.
Empezaron a llevarle niños a Jesús para que los tocara, pero los discípulos reprendían a
quienes los llevaban. Cuando Jesús se dio cuenta, se indignó y les dijo: “Dejen que los
niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como
ellos. Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño de ninguna
manera entrará en él”. Y después de abrazarlos, los bendecía poniendo las manos sobre
ellos.
Palabra de Dios.
te alabamos Señor.
REFLEXIÓN
En la Palabra del Señor, nos habla de una manera específica de aquellas personitas que
reciben el reino de los cielos de manera directa por las cualidades que poseen. Un niño
recibe el reino de los cielos porque muestra la verdad en sus labios, la disposición y la
inocencia del ser, un ser puro y sin malicia a sus semejantes.
Jesús enaltece la etapa de la niñez, ya que, a través de ella se inicia la formación de una
personalidad y de una promesa dentro de la cual, las semillas que se siembren en su
corazón darán frutos, siempre y cuando su proceso sea procurado y guiado.
En la esencia del monaguillo radican las virtudes y cualidades de la pureza, la
disposición, el servicio y el proclamar a quien es la verdad y vida, y al ser condiciones
innatas de la niñez, se vuelve esto una verdadera ofrenda grata a Dios, ya que no es algo
que conlleve a una mala intención, si no que, en su espontaneidad y simpleza al querer
servir, el fruto del amor queda implícito
ACTIVIDAD
Oh, Jesús, te adoro y te doy las gracias por haberme admitido al servicio de tu altar
como monaguillo. Concédeme el don de la piedad, de la pureza, de la ciencia de la
doctrina cristiana y la liturgia. Bendice a este grupo de monaguillos para que sea el
jardín donde florezcan las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa. María
Santísima y San José, enséñenme a amar, reverenciar y servir a Jesucristo como lo
hicieron en la tierra y como hacen los ángeles en el cielo.»
Amén.
Te consolamos querido maestro nuestro Señor Jesús. Así que en este momento
queremos decirte cosas agradables para ti, que permitan alegrar tu gran y hermoso
corazón.
Monaguillo 1: Son muchos los niños que no te adoran, pero yo si te adoro nuestro
Señor Jesús. R.
Monaguillo 2: Entregaste tu vida por mí, ahora te entrego la mía. R.
Monaguillo 3: A todos nos entregaste para tomar y comer tu cuerpo, otórgame la
adecuada preparación para recibirte como se debe. R.
Monaguillo 4: Mi Señor, en ningún momento te cerraré la puerta. R.
Monaguillo 5: Deseo querido amigo Jesús, brindarte consuelo. R.
Monaguillo 6: Mi querido Señor Jesús, te necesito conmigo, acude a mi corazón y
llénalo de ti. R.
Monaguillo 7: Oh, nuestro Señor Jesús, yo te quiero muchísimo. R.
Monaguillo 8: Adorado Señor Jesús, tú que deseas ingresar a mi corazón, también
quiero que te acerques a mí. R.
Monaguillo 9: Estoy consciente de que lo que tiene forma de pan, es tu cuerpo. R.
Monaguillo 10: Aquello que tiene forma de vino, estoy al tanto de que es tu sangre.
R.
Monaguillo 11: Sé que todos te dejaron solo, pero yo no haré lo mismo. R.
Monaguillo 12: Como mencionaste: dejen que los niños se me acerquen. Aquí estoy
cerca de ti. R.
Monaguillo 13: Sé que no hay nadie que me quiera más de lo que tú me quieres. R.
Así como María, madre tuya y madre nuestra, permaneció unida a ti incluso al pie de la
cruz, queremos también seguirte y que sea nuestro modelo de apóstol, pedimos tu
intercesión Madre por estos Hijos tuyos monaguillos, por todo lo que hemos puesto en
manos de tu Hijo en este rato y por todo aquello de bondad que hay en los corazones de
las personas; cúbrenos con tu manto y protégenos de todo aquello de maldad, cobíjanos
con tu amor de Madre y ruega por nosotros. Te ofrecemos este denario para que lleves
en tus manos ante tu Hijo todo esto:
Padre Nuestro
Ave María (10 veces)
Gloría al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
cómo era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
María Madre de Gracia y Madre de misericordia,
en la vida y en la muerte ampáranos, gran Señora
.
Oh, Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno,
lleva al Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas
de tu misericordia. Amén.
Sagrado corazón de Jesús, en vos confío.
De la mano de José y María a Jesús Eucaristía
Cristo óyenos.
Cristo escúchanos.
Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.
Santa María, ruega por nosotros.
San José, ruega por nosotros.
Ilustre descendiente de David, ruega por nosotros.
Luz de los Patriarcas, ruega por nosotros.
Esposo de la Madre de Dios, ruega por nosotros.
Casto guardián de la Virgen, ruega por nosotros.
Padre nutricio del Hijo de Dios, ruega por nosotros.
Celoso defensor de Cristo, ruega por nosotros
ALABANZAS DIVINAS