La Peste Negra
La Peste Negra
La Peste Negra
¿Cómo se contagia?:
Los médicos encargados de atender a los enfermos por este mal, debían
vivir completamente aislados de la sociedad, familia y amigos, ya que
tenían una alta probabilidad de contagio.
Pero lo más característico de esa vestimenta, era una máscara larga, con
pico de pájaro, hoy usada en distintos carnavales como el de Venecia, y
que era básicamente la mascarilla para taparse la boca que usan en la
actualidad en hospitales.
tenía cristales para proteger los ojos y el médico respiraba a través de
ese pico para filtrar las miasmas y malos olores
También los protegía de los frecuentes estallidos de las pústulas
bubónicas.
En el pico se ponían y se renovaban con frecuencia, trozos de ámbar
gris, hojas de menta, mirra, láudano, pétalos de rosa, alcanfor, clavo de
olor y todo lo que al médico le pareciera que podía neutralizar toda esa
maldad que había en el aire.
Origen de la enfermedad
Por ello es que la idea de un inminente fin del mundo y la llegada de un anticristo
eran comunes en la época. Ello permitió el surgimiento de varias corrientes de
pensamiento como el milenarismo, que aspiraba a la realización de la dicha eterna,
en la tierra. También surgieron movimientos como lo cátaros, quienes
propugnaban la idea de la salvación a partir de la vida ascética lejos del mundo
material, y cuestionaban a la Iglesia Católica, quien los combatió con todo su poder
al considerarlos herejes.
"Estos tiempos de crisis, donde no sólo hubo peste negra, sino también muchas
guerras y en las décadas anteriores (1314), graves hambrunas; son vistos como
tiempos apocalípticos -explica Ana Luisa Haindl-. Ya en el siglo XII se habían
desarrollado con fuerza las ideas milenaristas (el autor más importante e influyente
fue Joaquín de Fiore): el Fin del Mundo está cerca y la Segunda Venida de Cristo es
inminente. Las calamidades se interpretan como indicios apocalípticos y algunos
líderes son vistos como encarnaciones del Anticristo. La idea de que la peste es un
castigo por los pecados está muy difundida".
"Desde el punto de vista espiritual, surgen varias reacciones ante la Peste: algunos
aumentan su fe y rezan más que nunca. Pero, este aumento de la fe, cuando no es
bien encauzado, puede caer en prácticas fanáticas e incluso heterodoxas, como los
famosos flagelantes que recorren Europa, predicando el fin del mundo, ayunando y
protagonizando autoflagelaciones públicas", detalla Haindl.
-La religión se vio muy afectada. En primer lugar, mueren muchos sacerdotes,
monjes y monjas (murió gente de todas las edades y estamentos. El clero no fue la
excepción). Al haber menos clérigos, la gente recibió menos asistencia espiritual
(además hubo casos de clérigos temerosos que no se atrevían a dar la comunión ni
hacer misa). Al disminuir la cantidad de sacerdotes, durante un tiempo, las
exigencias para ordenarse disminuyeron, lo que repercutió en la formación de los
nuevos sacerdotes. Esto, sumado a otros problemas que había en la Iglesia (hubo
una importante crisis de la autoridad papal, el Cisma de Occidente, en las décadas
siguientes), contribuyó a un fuerte desprestigio de la jerarquía eclesiástica.
Para Le Goff, este episodio impulsa la crisis terminal del medioevo. La constante
disminución de la mano de obra, agravada por la peste, acelera una transformación
que será antecedente para la creación de las estados nacionales, y con ello, procesos
como los viajes de exploración geográficos que, entre otros, traerán a Cristóbal
Colón al Nuevo Mundo.
También traerá otras consecuencias. El fuego de las hogueras públicas será más
vivo que nunca. "Después de la peste negra, la conciencia más o menos clara que
tiene la Iglesia de la puesta en tela de juicio de su papel ideológico la conduce a ese
endurecimiento que se manifestará en la caza de brujas y, más en general, en la
difusión del cristianismo del miedo", explica el autor.
Sin embargo, entre los más ilustrados, la crisis impulsará un despertar creativo. Tal
como lo hizo el mismo Boccaccio y otros contemporáneos suyos como el poeta
Francesco Petrarca -quien perdió a su esposa por la peste-, el pintor El Giotto,
Dante Aligheri -un poco antes-, entre otros. El comercio favoreció la llegada de
ideas y textos difíciles de hallar en occidente y para el siglo siguiente, surgieron
corrientes como el Humanismo y su expresión artística, el Renacimiento, en que se
lucieron nombres como Rafael Sanzio, Miguel Ángel, y el "hombre universal",
Leonardo da Vinci.
-Por supuesto que influyó -explica Haindl- No es casualidad que una de las
primeras obras de las que hablamos cuando hablamos de Renacimiento Italiano
es El Decamerón, de Giovanni Boccaccio, que precisamente se desarrolla en
Florencia, en plena Peste Negra. Este pensamiento crítico también es válido desde
el punto de vista del arte y la literatura.
*
Si antaño el muerto era transportado directo desde su cama a la sepultura con el
rostro expuesto, desde esta era se le lleva cubierto. Hacia el final del medioevo hay
un retroceso ante la muerte. Una reverencia ante el dolor. Como si hubiese querido
que le creyeran, Boccaccio no dudó en expresar su sentir por lo rápida y implacable
de la plaga, acaso como una expresión del final de los tiempos, que se creía venir.