Desarrollo de Habilidades

Unidad 2.
Desarrollo de habilidades
Técnicas y estrategias
La actividad que se desarrolla dentro de un juicio oral implica actos de

comunicación entre los participantes. Lograr una comunicación efectiva requiere
de la utilización de técnicas de expresión que permitan a los participantes ser
escuchados activamente pero sobre todo lograr que el mensaje emitido por el
hablante sea comprendido exactamente como lo ha expresado evitando
variaciones en la interpretación del mensaje que difieran de lo que se ha querido
decir.
Este proceso requiere que al momento de expresarse el hablante ponga en

marcha capacidades como la persuasión y el convencimiento, lograr una
expresión oral efectiva requiere el desarrollo de capacidades de conocimiento del
lenguaje, la asertividad, la comunicación no verbal, la escucha activa y la
empatía.
El conocimiento del lenguaje es una de las capacidades básicas para entablar

una comunicación efectiva y solo se adquiere a través de acciones que vayan
encaminadas al enriquecimiento del vocabulario como la lectura y al
conocimiento exacto del significado de las palabras. Es indispensable que el
hablante domine el lenguaje que enmarcará su mensaje, evitando el
desconocimiento del vocabulario especializado o en su caso el significado
exacto de las palabras ya que esto traería aparejada una confusión al momento
de expresarse y en el interlocutor al no entender su mensaje.
Por comunicación no verbal entendemos aquella que se realiza a través de las

expresiones de nuestro cuerpo incluyen gesticulaciones faciales, postura,
cercanía o lejanía con el interlocutor, movimientos corporales, contacto visual; en
fin cualquier tipo de expresión en donde la palabra no sea utilizada. Por ello es
importante tomar consciencia de nuestra comunicación no verbal recuerda la
frase: un gesto dice mas que mil palabras y puede trasmitir un mensaje incluso
mas potente que el emitido de manera verbal.
Escucha activa se refiere a la habilidad de escuchar a los demás tomando en

cuenta sentimientos y pensamientos con la finalidad de establecer un diálogo
fluido donde tanto el mensaje emitido como el recibido deba ser respetado en su
tiempo de ejecución y evitar interrupciones innecesarias.
Empatía es entablar con el interlocutor una diálogo tomando en cuenta sus
emociones e identificándose con ellas, requiere también del autocontrol de las
propias emociones, para poder comprender y tolerar las opiniones de su
interlocutor, sin que esto represente la aceptación absoluta, sino más bien la
comprensión y aceptación de las diferencias con el otro.
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Unidad 2. Desarrollo de habilidades
Por último la asertividad, es la habilidad de hacer respetar nuestras opiniones y

respetar la de los demás expresándonos de forma congruente con la persona
adecuada en el momento adecuado manteniendo autocontrol en nuestras
emociones, decidiendo de manera inmediata y con objetividad.
Vocabulario jurídico.
En el ámbito del derecho es indispensable considerar el uso de lenguaje
especializado (léxico jurídico) sin hacer uso desmedido del mismo, ya que es
importante considerar que en su actividad llevará a cabo intervenciones con
personas que desconocen este vocabulario como son peritos, testigos, etc.
Oratoria
Se considera como el arte del uso de la palabra con elocuencia, con la finalidad
de persuadir al interlocutor. Es importante aclarar que la persuasión es distinta al
convencimiento mientras el segundo se realiza a través de un proceso de
raciocinio, la persuasión influye en el ánimo de los escuchas manipulando su
voluntad. Sin embargo, esta no debe ser utilizada con la finalidad de engaño de
hacerlo impactaría directamente en la ética del abogado.
Elementos de la oratoria son: el orador (quien comunica), el discurso (lo que
comunica) y el auditorio (a quien lo comunica).
Par lograr ser un buen orador es indispensable desarrollar y fortalecer ciertas
habilidades que le permitan lograr su objetivo, entre las cuales podemos
mencionar las siguientes:
a) Observación del auditorio. Es indispensable que el orador desarrolle la
habilidad de observar a las personas a las que va dirigido su mensaje,esto
se logra identificando las actitudes con que responde al discurso por
ejemplo, se puede identificar un estado de aburrimiento si se está
bostezando, platicando, viendo el reloj o bien podemos denotar interés, si
permanecen participativos, atentos a la exposición del orador, etc.
Observando logramos diferenciar los efectos del discurso en los
receptores.
b) Conocimiento del lenguaje y adecuación al tipo de auditorio. El buen orador
selecciona el lenguaje que ha de utilizar en su discurso. Es importante
conocer al tipo de auditorio a quien se va dirigir el mensaje, lo que permite
adaptar los términos en función del mismo. Por ejemplo, un profesor de
derecho que da una conferencia de inducción a los estudiantes de nuevo
ingreso de la carrera sabrá moderar el uso de terminología avanzada,
pues el auditorio aún no se encuentra familiarizado con muchos términos;
sin embargo, si el discurso va dirigido a niveles más avanzados un uso
coloquial del lenguaje puede restarle credibilidad. La intención es equilibrar
el uso del lenguaje atendiendo a la personalidad del auditorio sin caer en
extremos como la vulgaridad o la excentricidad.
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c) Memoria e imaginación. Si bien es importante conservar en la mente frases

o datos precisos, también lo es la capacidad de improvisación e
imaginación, esta última permite construir imágenes mentales que
representen lo expresado a través de la palabra, para alcanzar un mejor
entendimiento.
d) Inteligencia emocional. Es poder percibir las emociones de los receptores y
nivelarlas para lograr un ambiente armónico. Esto se logra a través de la
empatía. Por ejemplo, si se percibe un ambiente agresivo, una frase alegre
puede modificar el panorama.
e) Actitud corporal. Ya hemos comentado con anterioridad, la importancia de
la comunicación no verbal y sabemos que el cuerpo también emite
mensajes, ademanes, gesticulaciones y manejo del espacio, son
elementos que deben ser cuidados. Se debe evitar una actitud histriónica.
Actuar con naturalidad es la clave.
f) Imagen. Elegir el atuendo adecuado para cada ocasión, requiere
conocimiento del contexto y las personas a quien va dirigido el mensaje,
pero sobre todo, el impacto que se desea provocar con la apariencia
personal.
g) Manejo de la voz. Un buen orador cuida los detalles en su voz, una buena
dicción entonación, modulación, control de la respiración, permiten que el
sonido de la voz sea claro y contundente y sea escuchado por el oyente.
Factores de la oralidad
Los factores que deben tomares en cuenta para el desenvolvimiento oral, se
analizan a continuación.
1. Lingüístico o verbal.
El conocimiento estricto de la palabra, su significado y uso en diferentes
contextos, es imperativo para el desarrollo de una buena actividad oratoria.
En la construcción del discurso debe tenerse sumo cuidado el uso que se
da a las palabras, ya que se trata de un espacio formal de interacción
comunicativa. Un uso informal del lenguaje en un contexto formal como lo
es un juicio oral puede provocar que se reste credibilidad y se desacredite
al emisor de dicho mensaje. Por esta razón, el profesional del derecho
debe cuidar la expresión y el significado de las palabras, evitando vicios del
lenguaje o errores en su interpretación, estableciendo claramente las
ideas que desea transmitir para no exceder el contenido del mensaje.
Construir una oración de forma correcta implica claridad en las ideas, evitar
palabras con un significado ambiguo, veracidad en el mensaje y conducirse
con respeto.
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3. Sociolingüístico
Es importante conocer el contexto en que se desarrollan los procesos

comunicativos. Esto representa ser conscientes de los factores culturales,
situacionales, sociales y lingüísticos en el que se entabla la comunicación y
así estructurar el mensaje, con la finalidad de lograr la interpretación
deseada del mismo. Los contextos sociales, culturales y sociales definen a
las personas, por ello es importante cuidar nuestra forma de dirigirnos
verbalmente, dirigirnos de forma profesional en los contextos profesionales
y haciendo un buen uso de la palabra.
4. Cultural.
En el contexto de los juicios orales, el litigante, necesita estructurar su

discurso evitando la improvisación y la falta de conocimiento del tema a
tratar. Es deseable planear el discurso, ensayarlo de ser posible,
considerando los diversos factores de la comunicación.
Asimismo es necesario que conozca el contexto cultural en que se
desenvolverá ya que en diversas culturas, la entonación, los turnos en que
se entabla la misma, la primacía de la palabra, son de gran importancia, así
se evita una mala interpretación de las acciones que, por desconocimiento
se pudieran realizar y que no son acordes al contexto cultural.
Por ello, es importante informarse de las diversas reglas de comunicación
que se siguen en las diferentes culturas, reflexionar sobre los vicios
adquiridos y pulir las habilidades oratorias.
5. Extralingüístico
Transmitir y recibir mensajes implica poner en marcha nuestros sentidos,

sin embargo, el contexto en que se desarrolle el proceso comunicativo será
determinante para su ejercicio. En un juicio oral, la recepción de los
mensajes, se lleva a cabo principalmente por dos vías, el oído y la vista; de
ahí la importancia del cuidado de la voz, la expresión corporal y facial.
A través de la oralidad trasmitimos sonidos, que provocan en el receptor

diversas sensaciones, por ello es importante tener control en la melodía, el
ritmo, tono, volumen y cadencia de la voz. Tener presente los efectos que
provocan los sonidos de la voz, repercute en la percepción del mensaje,
permite que se vuelva amable o agresivo, firme o débil, confiable o no;
podemos provocar a través de la entonación, alegría o tristeza, enfado o
tranquilidad. Incluso podemos proyectar una imagen de lo que somos o de
dónde venimos.
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Por eso es importante neutralizar nuestras expresiones orales. Dentro de

este factor de comunicación, encontramos que las expresiones corporales
y faciales son importantes para dar congruencia de nuestro mensaje verbal
y reforzarlo.
La mirada es un rasgo importante en la expresión no verbal, permite

mantener contacto directo con el interlocutor, evadirla manda un mensaje
de nerviosismo, timidez, poco interés, poca confianza, rigidez, etc. De lo
que se trata es de mantener una mirada natural y firme. Una sonrisa puede
provocar una situación amena, pero expresada en un contexto inadecuado
podría traer efectos contrarios, por ejemplo cuando la interpretación dada
es de burla.
Lograr expresarse de manera efectiva en público, es cuestión de práctica.
Es normal que algunas personas cuando se enfrentan a un escenario
donde sus habilidades oratorias no han sido desarrolladas, se sonrojen,
tiemble la voz, tengan episodios de sudoración excesiva, pero se trata de ir
adquiriendo confianza.
6. Prosodia
Al hablar, el ritmo de la voz impacta en la transmisión del lenguaje.
Mantener un tono de voz constante y monótono o variado y emotivo al
hablar, impacta las emociones de los receptores. La acentuación y tono
construyen la melodía del mensaje, ritmo, pausas, duración, velocidad,
intensidad, ritmo, timbre de voz, visten el mensaje y permiten expresarlo
con el énfasis emotivo debido.
Las dos funciones principales de la prosodia son integrar los enunciados,
hilándolos o delimitándolos, segmentándolos. La entonación permite dar al
enunciado un sentido de estar acabado o incompleto, destacar los
elementos que se deseen introducir en la mente del auditorio.
Bibliografía
López Betancourt, Eduardo y Palacios Brega, Elias, Juicios orales en materia

civil, México, Iure editores, 2015
Gerardo Ribeiro Toral, Retórica jurídica, Acta Universitaria, Universidad de

Guanajuato, 2012, Disponible en:
http://www.actauniversitaria.ugto.mx/index.php/acta/article/viewFile/308/284

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