Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Causalismo, Funcionalismo, Finalismo

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 5

MAESTRÍA EN JUICIOS ORALES

CAUSALISMO, FINALISMO, FUNCIONALISMO.

MATERIA: TEORÍA DEL CASO Y TEORÍA DEL DELITO

CATEDRÁTICO:
MIGUEL ÁNGEL HERNÁNDEZ VILLAR

ALUMNA:
LUZ LORENA URIBE MELCHOR

20 DE MAYO 2022, VERACRUZ, VER.


CAUSALISMO: (ROMAGNOSI,VON KRIES, FRANZ RITTER ,VON BAR LISZT.
Tiene su origen a finales del siglo XIX, donde surgen las ciencias experimentales y se trata
de adaptar la teoría del delito al método a las mismas, si bien ha ido perfilando su propia
evolución. Sus autores precursores son Franz Von Liszty Ernst Von Beling. Este sistema
cataloga la acción humana como el hito causal que desencadena un resultado. Así, se
determina que una conducta es típica y antijurídica cuando la acción y el resultado se hallan
contenidos en un tipo penal, por ejemplo la acción de matar y el resultado causado de
muerte.
En este sistema, el examen de la conducta del sujeto activo no se determina hasta alcanzar
el elemento de la culpabilidad, en el que se analizará si aquel quería y sabía lo que hacía
(encuadrándolo dentro del ámbito del dolo o de la imprudencia, según casos) así como si
el sujeto se hallaba en pleno estado psíquico de conciencia o no (grado de imputabilidad)
siendo consciente o no de la ilicitud de la acción (conocimiento de la antijuricidad)
encontraba en una situación psíquica normal (imputabilidad), si era consciente de que su
comportamiento es ilícito (conocimiento de la antijuricidad del hecho) y si el ordenamiento
le podía exigir que se comportara de un modo ilícito (exigibilidad). Es una teoría que explica
al delito en función de las leyes de la naturaleza, todo lo encuadra como una relación de
causa efecto, dicho de otra forma la acción es un fenómeno causal y/o natural que trae
como consecuencia un resultado que puede consistir en un delito. Se caracteriza por su
sencillez para ubicar la culpabilidad, ya que para atribuir la responsabilidad a la persona
solo se requiere la comprobación de la causa, tomándose al efecto como consecuencia que
una persona siempre será culpable cuando se acredite su acción como causa del resultado.
Esta doctrina ha recibido críticas en el sentido de imputarle que solo se fija en la
materialidad del acto realizado representada por el elemento objetivo del tipo sin importarle
el ánimo (dolo o culpa) ni la finalidad o destino de la acción, que pudiera haber motivado al
sujeto que realiza la acción. Estudia a la voluntad en la culpabilidad, a diferencia de la
finalista que estudia la voluntad en la acción.
Esta corriente se aplica en la impartición de justicia en nuestra entidad, ya que considera
que todas las acciones son finales, y no considera tan importante el resultado,da un
desvalor a la acción (a lo que el autor está haciendo, modifica un ángulo que tiene que ver
con el dolo y la culpabilidad y lo pasa a la tipicidad, reconduce la acción hacia la norma, y
ahí estaría el dolo.
Se hace evidente en el nuevo sistema penal , ya que en su vertiente naturalista conduce a
fundamentar las responsabilidades penales de quienes infringen la norma, busca la
existencia entre un nexo causal y el resultado final, y es lo que dentro de los juicios se
persigue.

1
FINALISMO. HANS WELZEL:
El sistema finalista surge con posterioridad a mediados del siglo XX como consecuencia de
la teoría de la "acción final" elaborada por Welzel 1: la conducta humana no se configura
como una simple premisa del resultado, ya que las personas actúan con una específica
finalidad en sus hechos, y esa finalidad es precisamente la que debe ser examinada tanto
a la hora de encuadrar la conducta en el contenido del tipo, es decir en la tipicidad (por
ejemplo, a la hora de determinar si el sujeto realizó una conducta típica de homicidio, debe
averiguarse si actuó con dolo -tipo de homicidio doloso,; tanto si su comportamiento no fue
ni doloso ni imprudente, en cuyo caso deberá afirmarse que no fue típico, y por tanto ya no
será necesario plantearse si es antijurídico y culpable). De otro lado, los diversos fines que
orientan la conducta del sujeto diferencia al que lo realiza de forma consciente y dolosa
(que sabe lo que hace y decide hacerlo) frente al que actúa imprudentemente (no quiere
producir el resultado e incluso puede no saber lo que hace).
Ello debe suponer una distinta valoración de la conducta y por ello, los elementos de la
antijuricidad son también diferentes en el tipo doloso y en el tipo imprudente. En los dos
existe un desvalor de resultado que es la muerte, pero el dolo supone un desvalor mayor
que la imprudencia. En este sistema, la culpabilidad consiste en determinar si el
comportamiento típico y antijurídico es atribuible y reprochable al sujeto, porque en el
momento de actuar era plenamente capaz de entender la ilicitud de dicho comportamiento
(imputabilidad), actuó conociendo dicha ilicitud (conocimiento de la antijuricidad del hecho)
ya que cabe la posibilidad de realizar la acción en legítima defensa, y el sistema legal le
podía exigir que actuara de otro modo (exigibilidad).
El funcionalismo innegable en la aplicación de la impartición de justicia en nuestra entidad,
ya que es parte de la política criminal, y su finalidad es la pena, porque el derecho penal
está en función de la política criminal, considero que esta teoría se adapta más a estos
tiempos en la cuestión de la impartición de justicia, y definitivamente es aplicable en el
sistema jurídico de nuestra identidad, ya que hace un giro a la valoración y la relevancia
típica, y ya no depende de la comprobación externa de una causalidad, entre un sujeto
activo y su resultado, el finalismo en nuestra entidad busca la tipicidad. Y su punto de
análisis un depende de la fenomenología o la subjetividad, se usa la valoración normativa,
el contexto de la acción, nos da el tipo, ya que el derecho penal cumple la función de
estabilizar expectativas sociales y las reglas de funcionamiento en nuestra sociedad.
Maneja derechos y deberes, y todo ello se encuentra establecido en nuestros diversos
códigos estatales y nacionales. Dirige los tipos penales a la persona, y si hablamos de
persona como un conjunto de derechos y deberes que se extraen del contexto social
completo.

1
HANS WELZEL. Derecho penal alemán, p. 140 y El nuevo sistema del Derecho Penal, Ariel, Barcelona, 1964,
p. 83.

2
El FUNCIONALISMO: GÜNTHER JAKOBS
El funcionalismo es una corriente que surge en Inglaterra en los años 1930 en las ciencias
sociales, con particularidad en la sociología y la antropología, posee un enfoque empirista
que preconiza las ventajas del trabajo de campo. Esta corriente abrió el camino de la
antropología científica para desarrollarse posteriormente con mucho éxito en EE.UU. Lo
que define a esta corriente, “es el cumplimiento de una función social”. El funcionalismo
estudia a la sociedad sin tener en cuenta su historia, estudia a la sociedad tal y como la
encuentra. Intenta comprender como cada elemento de la sociedad se articula con los
demás, formando un todo y ejerciendo una función dentro de esa sociedad.
El acto de comunicación que la pena supone no tiene destinatario prevalerte al delincuente,
sino al conjunto de ciudadanos que poseen ciertas expectativas, que la norma expresa
(norma jurídico penal = expectativa normativa), mostrándoles que están en lo cierto y que
el defecto está en el actuar del otro. Por eso tiene sentido que JAKOBS afirme que la pena
funciona “a costa” del delincuente, en lugar de decir que opera en su contra o como
reproche o desvaloración del mismo.
Pero hasta allí, era en cierta manera incompleto, pues como puede notarse JAKOBS no
incluía en su teoría de la pena la retribución por lo que le hacía irreal su concepto de la
pena, posteriormente en el año 2004 da la última versión de su teoría de la pena –en la que
algunos autores han señalado el regreso de JAKOBS al mundo real– al integrar el “dolor”
de modo pleno en su teoría; al asumir el desafío de integrar “el dolor” de modo pleno en su
teoría de la pena, este trata de explicarlo de la siguiente manera: “Es palmario que el hecho
de infligir dolor penal puede ser comprendido como símbolo de una contradicción (…) Sin
embargo, permanece sin resolver la cuestión de por qué se elige el infligir dolor como
símbolo, y no otra cosa. Pues Téngase en cuenta que el fallo condenatorio constituye una
contradicción del delito. ¿Por qué es necesario, además, un dolor producido por la pena?”.
Por lo que JAKOBS mejora su teoría.
La pena se mueve entonces en el plano simbólico o comunicativo y no puramente
instrumental de protección de bienes jurídicos.
Así JAKOBS determina que el Derecho penal (la pena) confirma, por tanto, la identidad
social” y no es tan solo un medio para mantener la identidad social, sino que ya constituye
ese mantenimiento. Por lo que al Derecho penal le correspondería la función de velar por
la parte más esencial y básica de tales normas y así solventar la subsistencia de las normas
que estructuran la base de lo social. Por lo tanto, es imposible desgajar al Derecho penal
de la sociedad; el Derecho penal constituye una tarjeta de presentación de la sociedad
altamente expresiva. Entonces, existe una dependencia recíproca entre la sociedad y el
Derecho penal: cabe asumir al Derecho penal que realice esfuerzos para asumir nuevos
problemas sociales, hasta que el sistema jurídico alcance una complejidad adecuada con
referencia al sistema social. En palabras de JAKOBS “no el sistema social no el sistema
jurídico saltan por encima de su propia sombra”.
Ahora bien, desde su concepción el Derecho penal no está orientado al servicio del orden
de lo materialmente justo; sino precisamente que este derecho se justifica por su prestación
para el mantenimiento del todo social y este se ha desarrollado por la comunicación. En
conclusión (parcial) –para JAKOBS–, las normas jurídicas serian “expectativas del
comportamiento contrafacticamente estabilizadas”; el delito, una comunicación defectuosa

3
que quebranta la vigencia de la norma; la pena, es un instrumento de aseguramiento
contrafáctico y cognitivo de la vigencia de la norma.
Ahora bien, JAKOBS entiende que si la sociedad se constituye precisamente a través de
normas –pues la sociedad se mantiene por las normas y se niega a concebirse a sí misma
de otro modo– y , en consecuencia, a partir de esas normas alcanzan su identidad las
personas (derechos, deberes y libertades), –por lo que, sin normas no hay sociedad y
perderíamos nuestra identidad de personas quedando es simples seres humanos con un
código de satisfacción e insatisfacción– y por lo tanto al Derecho penal le correspondería la
función de velar por la parte más esencial y básica de tales normas, y así solventar la
subsistencia de las normas que estructuran la base de lo social.
Como refiere JAKOBS “una sociedad existe cuando está vigente al menos una norma. Y
que por “norma” debe entenderse como la expectativa de que una persona, en una situación
y circunstancia determinada, se comportará de una manera determinada, solo y
exclusivamente debido a su Ser-Persona. Ahora bien, la pregunta que JAKOBS se hace
es: ¿cuándo una norma está vigente? Él mismo refiere que, una norma está vigente cuando
determina el contenido de posibles comunicaciones, esto es, cuando la expectativa dirigida
a una persona es estable. El hecho de si la norma, entendida como imperativo, surte efecto
fracasa, resulta totalmente irrelevante para su vigencia. Así explica que el mundo de las
normas vigentes se interpreta conforme al esquema de los deberes y derechos de las
personas y no conforme al esquema de la satisfacción/insatisfacción de los individuos, ya
que resulta evidente que, si se trata de la vigencia, la comunicación está determinada por
la norma y no por los beneficios individuales vinculados a su observancia o los perjuicios
individuales que amenazan como consecuencia de su infracción.
Considero que todo esto esboza las bases del pensamiento jurídico penal de JAKOBS, pero
creo que deja claro que el desarrollo jurídico de su pensamiento se ocupa también de
instituciones importantes como la imputación objetiva, la culpabilidad, etc; pero que por no
ser parte de esta investigación no es necesario prolongar una explicación sobre aquello.
Considero funcionalismo jurídico penal, tiene un potencial de rendimiento teórico en la
práctica, tiene suficientes argumentos y potenciales dogmáticos para dar propuestas de
solución a los casos.
Considero que se usa en la impartición de justicia en nuestra identidad, ya que los casos
tienen un marco argumentativo, donde se maneja una teoría de caso
Tiene que ver con la modernización del derecho penal, tenemos una modernicazion de las
categorías jurídico-penales, y la modernización va con argumentos que proporcionen
seguridad jurídica, de forma convincente, con la captación de las expectativas de justicia
en nuestro momento actual. Tenemos un nuevo código de procedimientos penales, que es
usado en la entidad

También podría gustarte