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La Zarzuela - Un Poco Sobre Ella.

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Forma de teatro musical en la que se alternan escenas habladas y cantadas, propia

de España.

La zarzuela nació en el siglo XVII en el pabellón de caza del Palacio de la


Zarzuela (lugar llamado así por el gran número de zarzas que lo rodeaban) en la
época de Felipe IV. Gran amante del teatro, éste monarca era aficionado a los
espectáculos musicales cargados de efectos; así, gustaba de celebrar
representaciones nocturnas, fiestas cortesanas, con música. Aprovechando los
momentos de descanso con sus cortesanos, y para distraerse, contrataba
compañías madrileñas que representaban obras donde se alternaba el canto con
pasajes hablados. Las primeras zarzuelas nacieron como pequeños
experimentos, un género musical que se situaba entre el teatro, el concierto, el
sainete y la tonadilla.
El jardín de Falerina (1648), La fiera, el rayo y la piedra (1652), Fortunas de
Andrómeda y Perseo (1653), El golfo de las Sirenas y El laurel de Apolo, todas
de Pedro Calderón de la Barca, son consideradas las primeras zarzuelas.
Los temas de estas primeras zarzuelas son mitológicos. El golfo de las Sirenas,
estrenada en 1657 en el Palacio de la Zarzuela, está basada en dos episodios
de La Odisea de Homero. El laurel de Apolo, estrenada el 4 de marzo de 1658
para celebrar el nacimiento del príncipe heredero Felipe Próspero y La púrpura
de la rosa, también de Calderon yestrenada en el coliseo del Buen Retiro, el 17
de enero de 1660, están basados en fábulas de Ovidio de su obra Metamorfósis.
El músico Juan Hidalgo, autor 'oficial' de música teatral para la corte, puso
música a la obra de Calderón Celos aún del aire matan, estrenada en el coliseo
del Buen Retiro, el 5 de diciembre de 1660; su argumento esta basado en la
fábula de Céfalo y Procris de la Metamorfosis de Ovidio. Otras obras de Calderon
son: Eco y Narciso(1661), Ni amor se libra de amor (1662), El asno de oro, La
estatua de Prometeo..., todas basadas en temas clásicos y mitológicos.

La zarzuela tuvo su auge a finales del siglo XVII y decayó en el siglo XVIII debido
a la invasión de música italiana durante la época de los primeros Borbones.
Felipe V prefería la música cantada en italiano al desconocer la lengua española.
La zarzuela tuvo que dejar paso a la ópera, representada por compañías italianas
que Felipe V trajo a España. Entonces, la zarzuela trató de adaptarse a la
manera italiana debido a la preferencia del público por la ópera, fracasando.
Aunque los italianos triunfan, destaca en este tiempo el éxito de la zarzuela
barroca Viento es la dicha de amor (1743) de José de Nebra y Antonio de
Zamora.

Con su sucesor al trono, Fernando VI (1746-1759) aumenta el explendor de la


ópera italiana y el hundimiento de la zarzuela. A Fernando VI, le sucede Carlos
III, que no es muy aficionado a la música italiana prefiere las óperas menores,
las zarzuelas mitológicas y costumbristas. Don Ramón de la Cruz es el primer
autor que abandona los temas mitológicos para centrarse en temas
costumbristas madrileños que se acercan más a las zarzuelas que hoy
conocemos. Quien complace a la deidad acierta a sacrificar (1557) fue su
primera zarzuela.
Don Ramón de la Cruz y el compositor Antonio Rodíguez de Hita formaron un
importante dúo en composiciones de zarzuela. Sus obras se representaban en
funciones nocturnas veraniegas a beneficio de los cómicos, destacan: Las
segadoras de Vallecas (1768) y Las labradoras de Murcia. A finales del siglo
XVIII la zarzuela está a punto de desaparecer, sustituida por la 'tonadilla
escénica' (género lírico-dramático menor con melodías populares españolas y
temas costumbristas y humorísticos).

Aunque este tipo de teatro cantado, marcadamente cómico, de corta duración,


ya contaba con antecedentes en el siglo XVII (las tonadillas formaban parte de
las grandes piezas teatrales, comedias, óperas, tragedias o zarzuelas), no es
hasta la segunda mitad del siglo XVIII cuando la tonadilla escénica, como género
independiente, alcanzó su mayor popularidad.

El auge de la tonadilla escénica, y el apogeo de la ópera italiana, está


íntimamente relacionado con el reinado de Carlos III (1759-1789). Este monarca,
después de haber reinado en Nápoles durante 25 años, se instaló en España e
impuso como moda el cantar tonadillas en las comedias.
La tonadilla se diferencia del sainete en que el segundo es una pieza hablada y
la tonadilla es cantada, literariamente ambos son similares. Su argumento es
simple, predomina el personaje y apenas hay acción, esta es expuesta por el
personaje. La finalidad del texto es divertir al público, provocar su risa, y al mismo
tiempo, exponer una crítica social y transmitir alguna moraleja de lo
representado. La estructura músical está fuertemente relaccionada con el texto,
así consta de tres partes: Introducción, en la que se expone el asunto,
dirigiéndose directamente al público habitualmente. Sección central, en la que
se centra la acción del argumento. Sección final, que a menudo no guarda
relacción con el argumento, soliendo ser unas seguidillas y un número de
despedida. Este esquema no fue rígido y a medida que la tonadilla evolucionó
fué cambiando. Cuatro ejemplos de tonadilla escénica son los que actualmente
se representan en el Teatro de la Zarzuela: El majo y la italiana
fingida (1778), Garrido enfermo y su testamento (1785), Lección de música y
bolero (1803) y La cantada vida y muerte del general Mambrú (1785).

Napoleón al ocupar España (1808-1814) barrió la ópera italiana, trayendo la


ópera cómica francesa, que no triunfó. Al término de la guerra regresó la ópera
italiana que triunfaba en toda España, a excepción de Madrid y otras ciudades
donde esta lengua provocaba rechazo.
Con la llegada del Romanticismo el nacionalismo musical español quiso imitar la
ópera italiana en lengua castellana, con temas mitológicos, heróicos que pronto
se abandonaron por una temática basada en la lengua castellana. La zarzuela
resurgía.

A mediados del siglo XIX comienzan a proliferar las zarzuelas. Los

compositores Hernando, Barbieri, Gaztambide, Oudriz, Inzenga, Salas y


otros, fundan la Sociedad Artística, difusora de la zarzuela por toda España. Luis
de Olona será el presidente, Gaztambide el director de orquesta, Barbieri director
de coros y Francisco Salas director de escena. De esta sociedad destacan los
éxitos: Jugar con fuego, estrenada en 1851 en el Teatro del Circo y Los
diamantes de la corona (1854), ambas de Francisco Asenjo Barbieri,
y Catalina, de J. Gaztambide, iniciándose una nueva etapa para la zarzuela.
En 1853 Emilio Arrieta se pasó a la zarzuela, estrenando, con gran éxito, en el
Teatro del Circo su primera obra: El dominó azul, con libreto de Francisco
Camprodón. Ese mismo año, el 6 de junio Arrieta estrena El grumete. Arrieta se
incorporó a la Sociedad Artística, al tiempo que tres de sus componentes
iniciales, Odruid, inzenga y Hernando, salieron de ella debido a una ampliación
de capital que no se pudieron permitir. Arrieta reforzó económicamente la
Sociedad Artística al tiempo que su aspecto musical se dejó llevar por tendencias
italianizantes. Un año después de su marcha Odruid solicitó su reingreso
pudiendo aportar el capital requerido.

1854 es el año en que triunfan: Aventura de un cantante y Los diamantes de la


corona, de Barbieri; Catalina y El alma de Cecilia de Gaztambique. En 1885
Fernandez Caballero estrena en el Teatro del Circo La vergonzosa de Palacio;
este mismo año Arrieta estrena Guerra y muerte y, el 21 de septiembre, su más
famosa obra: Marina.
Este éxito de la zarzuela en Madrid pronto se extiende a otras capitales
españolas. Nicolau Manent y Francesc Porcell estrenan en el Liceo de
Barcelona La tapada del Retiro y No más zarzuela, respectivamente. En estos
tiempos, las zarzuelas estaban influenciadas por la ópera italiana y la ópera
cómica francesa, no tardando en adaptarse al folklore regional y más en
particular al folklore local, pasando a estar protagonizada por personajes de la
calle que hablan el lenguaje del pueblo. Por ejemplo, en la zarzuela madrileña,
tópicos como: la forma castiza de expresarse, situaciones y lugares madrileños,
el uso de ritmos musicales como el chotis, la mazurca (aunque ninguno de estos
tiene orígen madrileño, el schottisch, es una danza alemana de origen escocés
y la mazurca es una danza nacional polaca)...

¿Qué es el 'género chico'?


La principal diferencia entre el 'género chico' y la zarzuela es el tiempo de
duración y el número de actos. La zarzuela suele tener dos o tres actos y el
'género chico' solo uno.
Su nacimiento se sitúa en El Recreo (1867), un pequeño teatro de la madrileña
calle la Flor.
El 'género chico' fue promovido por empresarios y creado por un grupo de
actores cómicos, Juan José Luján, Antonio Riquelme y José Vallés, para
impulsar el teatro por horas en el que, en un mismo día, se representaban varias
obras.
La menor duración de las obras (menos de una hora) abarataba el coste de las
localidades, llegando hasta las clases humildes que abarrotaron el teatro. Las
recaudaciones aumentaron espectacularmente, así como la producción de
obras.
Este fue el nacimiento del 'género chico', llamado así no por ser un teatro de
menor calidad, sino por ser más breve. También se ha denominado,
erroneamente, a la zarzuela en general 'género chico' en contraposición a la
ópera.
Una de las mayores diferencias entre el 'género chico' y la zarzuela es el
argumento. La zarzuela grande se basa en temas dramáticos o cómicos de
acción complicada, 'el género chico' trata el teatro costumbrista, reflejando la vida
cotidiana madrileña. Respecto a la música, esta es pegadiza, tarareable, hecha
para servir al texto. Sus melodías van desde lo bailable, gracioso, hasta lo
sentimental y amoroso. Toda su música está basada en el folklore español:
boleros, jotas, seguidillas, soleás, pasacalles, fandangos, habaneras, valses,
mazurcas, polkas y, por supuesto, el chotis.
La crítica denostó este nuevo teatro pero el público lo aplaudío, creándose tres
nuevos teatros: el teatro Martín, el teatro Lara y el Eslava. Más tarde, los
inventores de este nuevo tipo de teatro se trasladarán de El Recreo a el teatro
Variedades, situado en la calle Magdalena. En 1873 se inagura el Teatro Apolo,
templo del 'género chico'.
En sus inicios (1844) el 'género chico' se representaba sin música. La primera
obra en la que se incorpora música es La canción de la Lola (libreto de Ricardo
de Vega, música de Chueca y Valverde), estrenada en 1880 en el teatro
Alhambra, en la calle Libertad.
El 'género chico' llegó a su máximo explendor en 1886 con el estreno de La Gran
Vía (Chueca y Valverde) el 2 de julio en el Teatro Felipe (Madrid).

Algunos de los compositores del 'género chico' son: Manuel Nieto, Ruperto
Chapí, Federico Chueca...
En cuanto a obras maestras: El Santo de la Isidra, La fiesta de San Anton,
Chateu Margaux, El pobre Valbuena, La alegría de la huerta, La verbena de la
Paloma, la canción de la Lola, Agua, azucarillos y aguardiente, La revoltosa...
El teatro Apolo fue construido en el antiguo solar del convento del Carmen, con
una capacidad para dos mil quinientos espectadores. Fué inagurado el 23 de
marzo de 1873 con la intención de representar comedia española. Sus inicios no
fueron del todo buenos debido al excesivo precio de la entrada (dieciocho reales)
y a que estaba un poco alejado del centro de la ciudad.

La consagración de este teatro no le llegó hasta diez años después cuando se


orientó hacia el "género chico" y el llamado 'teatro por horas'. Estrenándose en
él las obras cumbre de este género: La verbena de la Paloma, El año pasado por
agua, El dúo de la africana, La revoltosa, Cádiz, Agua, azucarillos y
aguardiente, La reina mora...
El éxito de este teatro obligó a los empresarios a mantener los espectáculos de
zarzuela durante todo el año, incluso en verano; dando origen a los llamados
teatros estivales construidos en madera, al aire libre y generalmente en lugares
poblados de árboles. Destacan el teatro Recoletos, Felipe , Eldorado, Maravillas
y Tívoli.
El teatro Felipe, llamado así por su fundador, Felipe Ducazcal, estaba situado en
el paseo del Prado, cerca del Palacio de Correos y Telecomunicaciones, fue
inagurado en mayo de 1885 por la compaía de cómicos del teatro Variedades.
En este teatro se extrenó en 1886 La Gran Vía. Otras obras representadas en el
teatro Felipe son: Los valientes, de Javier de Burgos, ¡Al agua patos! de Jackson
Veyán y Angel Rubio, De Madrid a París, de Jackson y Chueca y El chaleco
blanco de Ramos Carrión y Chueca.El teatro Felipe fue trasladado a la calle
Bailén y posteriormente desapareció.

En el teatro Recoletos, situado en la calle de Olózaga, destaca el estreno de Los


bandos de Villafrita, caricatura de los políticos más conocidos de aquella época,
con texto de Navarro Gonzalvo y música de Caballero. Este teatro se cerró en
1894 y poco después sufrió un incendio que lo hizo desaparecer.
El teatro Príncipe Alfonso fue construido para circo en 1863. En él se
representaron muy distintos géneros, conciertos sinfónicos de la Sociedad de
Conciertos, y obras como Certamen nacional, con libreto de Perrín y Palacios y
música de Nieto; Trafalgar, texto de Javier de Burgos y música de Gerónimo
Giménez; y Los voluntarios, de Irayzoz y Giménez.
El teatro Eldorado estaba situado en el solar donde se encuentra hoy la Bolsa de
Madrid. Se inaguró en 1897 y se cerró en 1903 a causa de un incendio. Sobre
sus ruinas se construyó el Tívoli. En Eldorado se estrenaron obras como El poble
diablo de Celso Lucio, Quinito Valverde y Torregrosa; y El Barquillero de López
Silva y Chapí.
El teatro Maravillas se inaguró en 1886. En este teatro se estreno la obra de
Chapí y Estremera Las hijas de Zebedeo. Otros teatros menores en los que se
presentaron obras del género chico fueron el Novedades, Moderno, Cómico y
Romea. También fue importante el teatro Eslava ya que durante algún tiempo
incluyó al género chico entre sus representaciones. Fue construido en 1871 por
bonifacio Eslava, hermano del músico Hilarión Eslava. En sus comienzos estuvo
destinado a salón de conciertos y almacén de instrumentos musicales. En 1873
José Leyva lo arrienda y reconvierte la planta baja en un gran café, sobre el cual
se construyó un teatro de dos pisos en el que se cultivaba el género atrevido,
calificado entonces como subido de color. Este café fue tan famoso que llegó a
ser citado en La Gran Vía: "Te espero en Eslava tomando café".
Más tarde, Bonifacio Eslava trata de lavar la cara al locar y dignificar su nombre.
Es cuando comienzan a estrenarse zarzuelas de un acto, de calidad bastante
alta. Triunfaron obras como: A la plaza, Ya somos tres Torear por lo fino, De
cádiz al puerto, Cómo está la sociedad, Toros de puntas y Coro de señoras.
En 1894, con el Eslava, Chapí se aventura como empresario. En su primera
temporada se representaron cuatro obras, las tres primeras pasaron sin pena ni
gloria y la cuarta alcanzó gran éxito. Fueron Flores de mayo, El moro Muza, Una
aventura en Oriente y la aclamada El Tambor de Granaderos.
Posteriormente y hasta su cierre se representaron: El cortejo de Irene, La alegría
de la huerta y Viaje de instrucción.

El 6 de marzo de 1856 la Sociedad Artística decidió emprender la construcción


de un nuevo teatro, destinado exclusivamente a la música lírico-escénica,
abandonando el Teatro del Circo, lugar que empezaba a quedarse pequeño. El
dinero para comenzar las obra lo aportó el banquero Francisco de las Rivas.
Levantaron el teatro en un solar cercano a la Carrera de San Jerónimo, detrás
del Congreso de los Diputados.
Desde un primer momento tuvieron claro el nombre: Teatro de la Zarzuela,
aunque éste nombre produjo discusiones entre favorables a la palabra "zarzuela"
para designar a este nuevo teatro(durante mucho tiempo fue conocido como el
Teatro Jovellanos), y desfavorables que hubieran preferido designarle de la
Ópera Cómica o Lírico Español.

El teatro se inaguró el 10 de octubre, por fín la zarzuela tenía una sala que
dignificara el género; unas excelentes cualidades acústicas, cuatro plantas y
capacidad para 2.500 expectadores. El diablo en el poder, con música
de Barbieri, y letra de Francisco Camprodón, estrenada el 14 de diciembre de
1846, fue el primer éxito en este nuevo edificio. Otras obras estrenadas
serán: Un tesoro escondido (Barbieri, 1861), Pan y Toros (Barbieri y José Picón,
1864) y un largo número de obras de Arrieta, Gaztambide, Oudrid... Otro nuevo
compositor que se sumó al resto fue Manuel Fernández Caballero, su debut
como compositor fue una obra, escrita en colaboración con Barbieri, no muy
exitosa: Cuando ahorcaron a Quevedo.
En sus comienzos, un tanto accidentados, el Teatro de la Zarzuela repartía los
estrenos con el Teatro del Circo, hasta que fue totalmente abandonado.
Mientras el Teatro de la Zarzuela fue el templo de la zarzuela grande, el Apolo lo
fué del género chico. Las penurias económicas que los españoles padecen
durante la segunda mitad de los sesenta reduce la asistencia de público y el
estreno de zarzuelas, haciendo aparición un nuevo fenómeno que triunfó
grandemente pero que pronto pasaría al olvido barrido por el género chico: los
Bufos Madrileños.
Los Bufos fueron creados por Francisco Ardierus (1836-1896), son pequeñas
piezas cómicas copia de las operetas de Offenbach francesas. El 22 de
septiembre de 1866 se estrenó en el Teatro Variedades la primera obra: El joven
Telémaco a la que se definió como "pasaje mitológico-lirico -burlesco".

Con la llegada del nuevo siglo la zarzuela va a experimentar un cambio


significativo. Se rescata la zarzuela 'grande', olvidada durante el siglo XIX, pero
inspirada en los patrones del 'género chico'. Aunque durante la primera década
del siglo continúan estrenándose obras del 'género chico', este género inicia su
declive. Muchos de los grandes autores estrenarán sus últimas obras antes de
morir.
Aún así, la primera década nos ofrece importantes estrenos. Destacan El puñao
de rosas de Chapí (30-X-1902, Teatro Apolo, con libreto de López Silva y
Jackson Veyan); Chueca estrena sus últimas obras, entre otras: La alegría de la
huerta (20-I-1900, Teatro Eslava, libreto de Antonio Paso y Enrique García
Álvarez), El bateo (7-XI-1901, Teatro de la Zarzuela, libreto de Antonio Paso y
Antonio Domínguez). Gerónimo Gimenez estrena La tempranica (19-IX-1900,
Teatro de la Zarzuela, con libreto de Julián Romeá), en colaboración con Nieto El
barbero de Sevilla (5-II-1901, Teatro de la Zarzuela, con libreto de Perrín y
Palacios) y en colaboración con Vives La gatita blanca (23-XII-1905, Teatro
Cómico, libreto de Jackson Veyan y Jacinto Capella). Amadeo Vives
estrena Bohemios (24-III-1904, Teatro de la Zarzuela, con texto de Perrín y
Palacios).
Con 'género chico' agonizando, el público se decanta cada vez más por
zarzuelas 'grandes', de más de un acto. Aparecen nuevos compositores: José
Serrano, La canción del olvido (17-XI-1906, Teatro Lírico de Valencia, libreto de
Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw); Pablo Luna, Molinos de
viento (2-XII-1910, Teatro Cervantes de Sevilla, texto de Luis Pascual Frutos);
Francisco Alonso; José María Usandizaga, Las golondrinas (5-II-1914, Teatro
Price); Vicente Lleó y La corte del faraón (21-I-1910, Teatro Eslava, texto de
Perrín y Palacios).
A finales de la segunda década desaparecen dos teatros. En 1928 se incendia
el Teatro Novedades y un año más tarde cierra sus puertas el Teatro Apolo,
síntoma del estado en que se encontraba el 'género chico'.
Las obras de los nuevos compositores confirmarán el auge de la zarzuela
'grande'. Federico Moreno Torroba, Luisa Fernanda (26-III-1932, Teatro
Calderón, zarzuela 'grande' con libreto de Federico Romero y Guillermo
Fernández Shaw); Jacinto Guerrero, Los Gavilanes (7-XII-1923, Teatro de la
Zarzuela, tres actos, libreto de José Ramos Martín), El huesped del Sevillano (3-
XII-1926, Teatro Apolo, libreto de Enrique Reoyo y Juan Ignacio Luca de
Tena), La rosa del azafrán (14-III-1930, Teatro Calderón, texto de Federico
Romero y Guillermo Fernández Shaw). En la década de los años treinta aparece
uno de los últimos y más grandes compositores: Pablo Sorozabal (1897-1988);
destacan: Katiuska, La del manojo de rosas, Black el payaso, La tabernera del
puerto y Don Manolito.
La guerra civil no supondrá un intermedio para la zarzuela, aunque con más
dificultades todavía continuarán estrenándose y representándose obras. Este
género lentamente torna su fín hasta los años ochenta. ¿Las causas? La
aparición de otras formas de entretenimiento: la revista, el cine, la televisión.

Siempre se ha querido comparar a la zarzuela con la ópera sin tener


en cuenta que, aunque ambos son teatro cantado, son distintos géneros
musicales.
Entre la zarzuela y la ópera existen diferencias. La zarzuela es típicamente
española, y no se ha extendido fuera de nuestras fronteras, a excepción de
hispanoamérica. Ha conseguido resistir la influencia operística italiana y vienesa.
La ópera es totalmente cantada, mientras que en la zarzuela se alternan escenas
cantadas con pasajes hablados. Pero, la causa que impidió a la zarzuela
traspasar fronteras fueron los temas locales y el folklore popular. Así mismo, la
zarzuela asimila cantos y danzas populares que el pueblo asimila como suyo; la
zarzuela tiene caracter popular, es asequible a las clases bajas, esto ha
provocado el desprecio de muchos.

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