Tratado Rio de Janeiro
Tratado Rio de Janeiro
Tratado Rio de Janeiro
Materia
Ciencia y Tecnología
PRINCIPIO 2
De conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y los principios del derecho
internacional, los Estados tienen el derecho soberano de aprovechar sus propios
recursos según sus propias políticas ambientales y de desarrollo, y la
responsabilidad de velar por que las actividades realizadas dentro de su
jurisdicción o bajo su control no causen daños al medio ambiente de otros
Estados o de zonas que estén fuera de los límites de la jurisdicción nacional.
PRINCIPIO 3
El derecho al desarrollo debe ejercerse en forma tal que responda
equitativamente a las necesidades de desarrollo y ambientales de las
generaciones presentes y futuras.
PRINCIPIO 4
A fin de alcanzar el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente
deberá constituir parte integrante del proceso de desarrollo y no podrá
considerarse en forma aislada.
PRINCIPIO 5
Todos los Estados y todas las personas deberán cooperar en la tarea esencial de
erradicar la pobreza como requisito indispensable del desarrollo sostenible, a fin
de reducir las disparidades en los niveles de vida y responder mejor a las
necesidades de la mayoría de los pueblos del mundo.
PRINCIPIO 6
Se deberá dar especial prioridad a la situación y las necesidades especiales de
los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados y los más
vulnerables desde el punto de vista ambiental. En las medidas internacionales
que se adopten con respecto al medio ambiente y al desarrollo también se
deberían tener en cuenta los intereses y las necesidades de todos los países.
PRINCIPIO 7
Los Estados deberán cooperar con espíritu de solidaridad mundial para
conservar, proteger y restablecer la salud y la integridad del ecosistema de la
Tierra. En vista de que han contribuido en distinta medida a la degradación del
medio ambiente mundial, los Estados tienen responsabilidades comunes pero
diferenciadas. Los países desarrollados reconocen la responsabilidad que les
cabe en la búsqueda internacional del desarrollo sostenible, en vista de las
presiones que sus sociedades ejercen en el medio ambiente mundial y de las
tecnologías y los recursos financieros de que disponen.
PRINCIPIO 8
Para alcanzar el desarrollo sostenible y una mejor calidad de vida para todas las
personas, los Estados deberían reducir y eliminar las modalidades de producción
y consumo insostenibles y fomentar políticas demográficas apropiadas.
PRINCIPIO 9
Los Estados deberían cooperar en el fortalecimiento de su propia capacidad de
lograr el desarrollo sostenible, aumentando el saber científico mediante el
intercambio de conocimientos científicos y tecnológicos, e intensificando el
desarrollo, la adaptación, la difusión y la transferencia de tecnologías, entre estas,
tecnologías nuevas e innovadoras.
PRINCIPIO 10
El mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de
todos los ciudadanos interesados, en el nivel que corresponda. En el plano
nacional, toda persona deberá tener acceso adecuado a la información sobre el
medio ambiente de que dispongan las autoridades públicas, incluida la
información sobre los materiales y las actividades que encierran peligro en sus
comunidades, así como la oportunidad de participar en los procesos de adopción
de decisiones. Los Estados deberán facilitar y fomentar la sensibilización y la
participación de la población poniendo la información a disposición de todos.
Deberá proporcionarse acceso efectivo a los procedimientos judiciales y
administrativos, entre éstos el resarcimiento de daños y los recursos pertinentes.
La Cumbre de la Tierra "Río-92" invitó a los ciudadanos de cada rincón del planeta
a asentar las bases fundamentales de un mundo enfocado en la prosperidad, la paz
y la sustentabilidad. Para ello, se presentaron diferentes objetivos de la Cumbre de
la Tierra y puntos de acción de gran interés e importancia, tales como el compromiso
de los Gobiernos de los países participantes en la Cumbre a favor del Desarrollo
Sostenible, garantizando, así, las necesidades de las generaciones presentes sin
comprometer los recursos con que contarán las generaciones futuras, estudios y
análisis de los balances y equilibrios entre las dificultades y los avances surgidos
hasta la fecha, en relación con los temas medioambientales, jurídicos, políticos y
sociales establecidos en las anteriores Cumbres de la Tierra y una propuesta
economía ecológica centrada tanto en favorecer la sustentabilidad como en
erradicar la pobreza del mundo.
No era de esperarse, por otra parte, que la Cumbre resolviera así los gravísimos
problemas que agobian la salud del Planeta. En Río, como en cualquier evento
moderno, chocaron los intereses de los grandes países explotadores, y no sólo de
éstos, sino los de las clases poderosas capitalistas que depredan constantemente
los recursos naturales de los países menos desarrollados y que atacan con igual
furia que los más sofisticados y avanzados tecnológicamente de los estados
imperiales. Pero la famosa Cumbre de Río dio un indudable impulso a la potencial
solución de algunos de los grandes problemas planteados del Medio Ambiente, a
pesar de que el propio presidente de la delegación norteamericana, George Bush,
se negó a firmar los protocolos de Río.