Programa 2022
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Programa 2022
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FORMULARIO PARA PRESENTACIÓN
DE PROGRAMA DE LAS ASIGNATURAS
DE LA CARRERA DE PSICOLOGÍA.
Secretaría de Asuntos Académicos - Facultad de Psicología U.N.R.
1. PRESENTACIÓN.
1.1. NOMBRE DE LA ASIGNATURA Y UBICACIÓN EN EL PLAN DE ESTUDIOS
(Código)
Psicología en educación (24)
1.3. CORRELATIVIDADES
Única
Total Carga horaria Anual Carga horaria Teórica Carga horaria Práctica
90 90
2. COMPOSICIÓN DEL EQUIPO DOCENTE Prof. Titular, Asociadx, Adjuntx, JTP y
Ay1º. (Sin Adscriptxs, ni Ayudantes Alumnxs).
3. FUNDAMENTACIÓN
“Psicología en Educación”, es el nombre que adopta la anteriormente nominada
“Psicología Educativa I” del Plan de Estudios de 1996, reemplazada por la modificatoria
de 2014, cuyo fin ha sido -tras el pedido de reconsideración solicitado por nuestra
Facultad- acceder a la acreditación de la CONEAU. Proceso institucional sumamente
acelerado y complejo desplegado en medio de un conjunto de inestabilidades
institucionales en nuestra casa de estudios. Si bien estos no serán expuestos aquí por
razones de pertinencia, su consecuencia ha sido reubicar la asignatura en un mapa
académico diverso al cual esta cátedra ha funcionado por años. No solo ha cambiado el
nombre de la asignatura; sino también sus contenidos mínimos, sus correlatividades y
coordinaciones académicas. En el plan actual, la psicología vinculada a lo educativo se
ha visto reducida, ya que los requerimientos de la entidad evaluadora tienden a focalizar
especificidades de la profesión en detrimento de una perspectiva integral de la
psicología como postulaba el anterior plan de estudios. Por tal razón, la psicología
educativa queda a la par de otras “especialidades” contempladas en los alcances del
título, como bien podría ser el caso de: la psicología jurídica, clínica, comunitaria entre
otras. Finalmente, de aquellas cuatro cátedras que integraban el área educativa del plan
96, solo quedan dos.
Es necesario fundamentar el posicionamiento de esta asignatura, haciendo referencia
al contexto; tanto hacia la mirada interna de los debates históricos de nuestra facultad,
como a los episodios recientes que instituyeron modificaciones profundas. Ambos fueron
producto de las luchas y tensiones políticas que, más allá de los acuerdos o
desacuerdos, de las adhesiones o diferencias, han incidido en el estado actual de la
currícula. Este programa pretende hacer equilibrio sobre un suelo compuesto por
turbulencias político institucionales recientes, y, discusiones históricas no saldadas. En
el reconocimiento de lo antedicho radica posicionarse críticamente – concepto que ha
padecido todo tipo de abusos últimamente– pero que debe ser reubicado, como aquello
que pretende instalar una mirada compleja y profunda sobre las formas con las que se
construye “la realidad”. Una visión crítica permite poner a pensar cómo se entretejen
los procesos históricos, sociales y políticos que nos implican e incomodan como parte
del colectivo humano que nos excede y se rehúsa a la propia voluntad como motor de
la historia. No ser concientes de ello, nos expone a la compulsión de repetición histórica,
y a un ejercicio superfluo de la profesión del psicólogo.
El programa de la asignatura asume la transmisión de los contenidos mínimos previstos
en el plan de Estudios, pero no por ello se dejará de someterlos a una interpelación
conceptual crítica; especialmente a la tendencia presente en los estándares de
CONEAU de dividir la profesión del psicólogo en especialidades que parecieran poder
funcionar independientemente una de la otra. Hecho que ocurre como si las teorías de
la subjetividad, no hubiesen dado cuenta a la fecha de los múltiples atravesamientos
que la conflictiva humana integra con relación a lo histórico-social y sus tensiones entre
psique y sociedad. La tendencia a distribuir las formas del padecimiento y su asistencia,
o lo que actualmente comienza a hacerse escuchar como “la cultura de la optimización”
hunde sus raíces en una tendencia que se replica a nivel global empujada por el viento
de cola del estado actual del capitalismo en su fase neoliberal, que en suma implica: la
pérdida gradual de potencial crítico y transformador de las teorías de la subjetividad,
como la pauperización progresiva de la mano de obra calificada. En el campo educativo,
esto se manifiesta como la “sobresomatización- sobremedicalización”, especialmente de
la infancia, entendiendo por ella, no solo la introducción de los fármacos, sino el exceso
de profesionales con parcializada experticidad, a saber: la reintroducción de la figura del
neurólogo ante problemáticas de las conductas de los niños, terapistas varios,
fonoaudiólogos, acompañantes terapéuticos, psicólogos de diversas orientaciones,
entre otros. Todos ellos hacen del padecer un objeto de mercado y consumo cuyo fin es
la asistencia permanente. Tal fenómeno, relativamente novedoso, deriva de “la industria
de la formación continua” que es secundada por “la industria del padecimiento”. Por otra
parte, lo que hoy se conoce como “el paradigma de derechos” genera también la
paradoja de “empoderar” la sociedad civil, que tensiona y ejerce presión en el conjunto
de las relaciones sociales. En consecuencia, la biopolítica contemporánea está mutando
aceleradamente y como muestra de esto último, la pandemia que estamos atravesando
contribuye a que los dispositivos modernos clásicos se deslicen hacia otros cuyo alcance
es inédito. En dicha tensión, la virtualidad ha generado una nueva territorialidad que
profundiza tanto el consenso como la penetración de los dispositivos de control y
monitoreo en la sociedad civil, el tejido social y el Estado.
El presente programa sitúa las problemáticas de la Psicología en Educación ante los
mencionados contextos, vale decir: en primer lugar, seguir profundizando los debates
fecundos que nuestra institución ha producido históricamente sobre la psicología y el
campo educativo. Segundo, tratar de comprender cómo el contexto histórico-político
instituye ciertas tendencias en la formación del psicólogo. Tercero, desplegar un
pensamiento complejo y crítico que permita decodificar los modos de producción de la
cultura contemporánea, y como estos se expresan en el terreno de la educación, con
esto último se hace referencia a la sobremedicalización y a la cultura de la optimización.
El programa está pensado en cuatro unidades temáticas:
La primera ubica a la Psicología y la Educación como un campo constituido por el
entrecruzamiento entre ambas, considerando una doble acepción de la educación:
primero; en su carácter hominizante. Segundo; como producto de prácticas sociales
modernas. Esta última se corresponde con la educación formal, apoyada en la
pedagogía, cuyo primer destino es la figura del niño. Por último, se exponen las
diferencias y quiebres en el proceso moderno dando lugar a diversas formas de
expresión de las problemáticas sociales y formas específicas del sufrimiento humano.
La unidad dos se centra en posicionar las teorías de la subjetividad en tanto ruptura
entre naturaleza y cultura como prerrequisito de la desfuncionalización de la inteligencia
humana. Lo cual, tiene como fin, interpelar el concepto tradicional de la misma como
correlato de la adaptación. Esto es planteado ante la tendencia actual de las
neurociencias duras de volver a ubicar en correlación lo somático con la adaptación. En
esta unidad se profundizan los postulados teóricos y conceptos fundamentales de las
teorías de la subjetividad en oposición de aquellos postulados que se centran en lo
somático-biológico.
La tercera unidad aborda las problemáticas del aprendizaje desde una perspectiva
clínica: diagnóstico, tratamiento e informe psicológico orientado al sistema educativo.
Todo ello conlleva un conjunto de debates éticos en torno a la figura del diagnóstico,
tanto sea por sus condiciones de necesidad, como de sus excesos y estigmatizaciones.
En la unidad temática se aportan herramientas tanto teóricas como metodológicas para
el diagnóstico, análisis y tratamiento de las afecciones del aprender.
La cuarta unidad plantea el abordaje institucional en educación, preferentemente desde
los lineamientos del “Análisis Institucional francés”. En esta unidad se trabaja tanto la
interpretación como la creación de dispositivos para trabajar sobre la trama de las
instituciones. De este modo, la presente unidad se vincula con la primera del programa,
ya que la educación es concebida como una práctica eminentemente institucional, ya
sea tanto en el ámbito formal como no formal. El concepto de dispositivo analizador se
convierte en un instrumento fecundo, tanto para captar las tensiones inherentes a las
relaciones de poder, como para operar sobre ellas por medio de la interpretación de la
implicación. Lo último es a la vez, un desafío para el psicólogo en educación, ya que las
prácticas disciplinares son proclives a componer encerronas trágicas de las cuales el
profesional puede formar parte, sin ser consciente, del lazo de asimetría con quién
requiere de asistencia. Esto último suele ser una situación recurrente, especialmente en
ámbitos de la salud pública, o dispositivos con un fuerte componente institucional en lo
educativo. Por último, se abordan problemáticas contemporáneas donde se manifiesta
tanto la variación y extensión del campo educativo, como los cambios de paradigmas
teóricos, nuevas legalidades y tensiones políticas que interpelan los “viejos saberes” y
sus dispositivos históricos. Con ello se hace referencia a una lectura crítica y compleja
sobre lo inherente a lo educativo, bajo miradas actuales que integran nuevas
perspectivas como ser: las perspectivas de género y cambios en las legalidades que se
sustentan en la ampliación de derechos.
4. OBJETIVOS (en términos de competencias a lograr por lx alumnxs y/o de actividades para
las que capacita la formación impartida).
GENERALES
Contribuir a la formación de Psicólogos con una adecuada base teórica y los
fundamentos de distintas modalidades de estrategias clínicas -individuales, grupales e
institucionales- que les posibiliten la detección, el diagnóstico y la intervención en la
atención de las diversas y complejas problemáticas psicológicas que surgen en relación
con las prácticas educativas.
ESPECÍFICOS
Aprobación de dos parciales con nota igual o superior a MB (8). 85 % de Asistencia a prácticos
y trabajo integrador en el teórico obligatorio con 85% de asistencia
Oral