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Prestigio Profesional

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Introducción

El tratamiento que el Derecho otorga a la labor de los profesionales de los diversos


ramos constituye un objeto de estudio de suma actualidad, ya que las normas que
regulan la labor profesional requieren ser estructuradas acorde a “(…) los valores e
ideas sociales vigentes en cada momento sin embargo hoy como ayer son la honradez
y la integridad el mejor ingrediente del crédito personal en todos los sectores siendo el
trabajo el elemento que a través del tiempo ha ido ganando terreno (…)”. 1 De ahí que
el propósito de este trabajo sea determinar los factores que de nuestra sociedad
influyen en el prestigio profesional del abogado.

Para alcanzar nuestro objetivo, examinamos, a groso modo, el contenido y los factores
que un profesional debe de tener en el ejercicio y desempeño de su actividad; esta
tarea conllevó, no sólo el estudio de la doctrina, sino además de la legislación, con el
fin de determinar el objeto, alcances y titularidad del honor prestigio y respeto
profesional.

La ética profesional del Abogado se fundamenta en la moralidad, cuando en la


profesión falta los principios éticos que deben inspirar la actuación de los miembros o
cuando determinadas profesiones no ajustan su conducta a tales cánones morales, sin
que por otra parte les sea llamada la atención, el desprestigio de la profesión comienza.

Además, la profesión jurídica requiere los atributos más nobles del entendimiento y de
los beneficios más preciados de la educación. No debe apartarse jamás de la idea de
que el abogado y el notario está al servicio de la justicia, por lo que la actuación
profesional debe ser intachable. Se debe de respetar y observar normas de conducta
profesional apegadas a la ley. En base a lo señalado se puede decir que la profesión
jurídica requiere los atributos más nobles, para poder asistir así a las personas que
acuden al profesional en busca de asesoría u orientación y no debe apartarse jamás de
la idea de que se está al servicio de la justicia, ni traspasar los límites de la moralidad o
desviarse de la senda del honor, para poder constituirse además en un colaborador de
la administración de la justicia.

Definición del prestigio profesional

El prestigio implica la consideración social del que goza una persona; de ahí su
relevancia en el campo del Derecho, ya que en las sociedades contemporáneas, el
prestigio constituye un factor decisivo para el reconocimiento general de un individuo,
de un grupo de personas o de una institución. 2
1 Crevillen Sánchez, Clemente. Derechos de la personalidad. Honor, intimidad personal y
familiar y propia imagen en la Jurisprudencia (Col. Doctrina y jurisprudencia, nº10). Madrid,
Actualidad Editorial, 1995, p. 39.
2 Vizcaíno López, María Teresa. El Prestigio Profesional En El Sistema Jurìdico Español.
España, Universidad Latina de América. Página Web consultada con fecha 17 de abril 2018.
Disponible en: http://www.unla.mx/iusunla15/reflexion/prestigioprof.htm
Por otra parte, la Real Academia Española define el prestigio como la pública estima de
alguien o de algo, fruto de su mérito; y como una palabra cuyos sinónimos podrían ser:
ascendiente, influencia y autoridad.

Se ha afirmado que el “nivel de prestigio”, es decir, el mayor o menor reconocimiento,


resulta de la comparación de las diferentes posiciones entre sí. Por tanto, la
“distribución del prestigio” en una sociedad está estrechamente ligada al poder político
y económico de determinados grupos profesionales de alto rango; además, al igual que
otros aspectos sociales, el prestigio está sujeto al cambio social, así, por ejemplo, una
profesión con gran prestigio puede perderlo temporalmente por un cambio en el
mercado laboral (como los médicos o los abogados), un profesional puede ser
desvalorado por una mala praxis o, por el contrario, ser calificado como un profesional
excepcional, reconduciéndose tal “generalización del prestigio”, a sus demás roles
sociales.

Factores de prestigio profesional

Si partimos de la afirmación que el prestigio profesional es un “valor”, implica que debe


estar presidido por ciertas “reglas de origen social” a partir de las cuales cada persona
orienta su actividad laboral y el comportamiento diario sería una especie de termómetro
que mostraría sus cualidades especiales en ese escenario socio-cultural. Por tanto, no
existen medidas objetivas del prestigio; sin embargo, se han considerado ciertos
factores pragmáticos que coadyuvan en determinar el rango de “prestigio profesional
que una persona posee en la jerarquía social”. A continuación, describimos estos
factores.3

Factores objetivos

Los factores objetivos del prestigio están constituidos por aquellas manifestaciones
estandarizadas que son empleadas en la mayoría de las sociedades contemporáneas
occidentales para determinar el nivel de reconocimiento en los ámbitos laboral,
artístico, deportivo, científico y similares. Los elementos objetivos son, entre otros:

1. la preparación técnica y/o profesional,


2. la experiencia laboral y,
3. el nivel de ingresos

Factores subjetivos
Los factores subjetivos tienen, eminentemente una característica discriminatoria, ya
que son elementos de tasación de tipo personalísimo; entre los parámetros subjetivos
más usuales encontramos:

3 Fernández García, Eusebio. Dignidad humana y ciudadanía cosmopolita. Madrid, Dykinson-


Instituto de Derechos Humanos “Bartolomé de las Casas”-Universidad Carlos III de Madrid,
2001. Pág. 24
1. basados en las características biológicas (raza, sexo, edad, entre otras),
2. fundados en causas de orden psicológico (inteligencia racional y emocional,etc.)
3. cimentados en las dimensiones ética y deontológica (honradez, altruismo,
responsabilidad, etc.)

Criterios de prestigio profesional

Los criterios de prestigio son considerados orientativos para valorar el prestigio


profesional, ya que se piensa que toda persona que realice una actividad laboral,
artística, deportiva, científica o similar que tenga repercusiones sociales deberá ser
sobre la base de la confianza en los valores esenciales del sujeto, con respeto a los
derechos fundamentales, en comprensión amplia de la sociedad y con reconocimiento
en sus deberes hacia la colectividad. 4 Así, podemos clasificar, en una delimitada gama,
a los criterios del prestigio profesional:

1. reconocimiento social del oficio, profesión, arte o similar,


2. grado de responsabilidad del sujeto,
3. nivel de conocimiento del individuo y,
4. manejo de aptitudes y habilidades.

Adentrándonos en estos criterios que influyen en el Prestigio Profesional, debemos


hablar de primero del prestigio que tiene que ver con la forma en que la persona realiza
su trabajo, el empeño y desempeño de este, y todos aquellos detalles que hacen a
cada individuo diferente en al área laboral. Para las empresas hoy en día, es muy
importante la impresión que tengan las personas de sus empleados, es por ello que
cuando realizan contrataciones, buscan aquellas personas que gozan de prestigio
profesional.

Otro criterio son las recomendaciones que hacen otras personas sobre determinado
profesional. Las recomendaciones son necesarias para lograr ese prestigio, por tal
motivo es conveniente que las personas de nuestro entorno tengan una buena
percepción de nosotros.

El tercer criterio a tomar en cuenta es el prestigio frente a los compañeros, de nada


sirve ser excelente en lo que se hace si las relaciones con los demás no son buenas,
las personas que cuidan su prestigio estarán atento también a sus actitudes para con
los otros, se debe encontrar la forma de expresar el auto liderazgo, celebrar los triunfos
de los otros para que estos celebren los nuestros.

El cuarto criterio sería el prestigio con los clientes, lo podemos relacionar con el mundo
de los negocios, nada mejor para abrir puertas que una reputación de lujo con los
clientes, mantener relaciones cálidas y profesionales con los clientes, contribuirán a
mejorar la imagen que se tenga de nosotros.

4 Loc. Cit.
Titularidad del prestigio profesional

Desde una concepción ecléctica del derecho al honor, estimamos que el titular del
prestigio profesional es el “homo faber” o, sea, el sujeto que es capaz de participar en
el proceso económico, como productor de ideas o de objetos físicos, y que a través de
su trabajo perfecciona su naturaleza social. De ahí, que esa pertinente esclarecer si el
calificativo de “homo faber” es aplicable a las personas jurídicas o es exclusivo de las
personas físicas.

Prestigio de los Abogados

El profesional del derecho debe buscar en la medida de lo posible una verdadera


ubicación dentro de la comunidad social a la cual se debe y así reconocer la
importancia de su misión, lo cual se logra al tener una auténtico vocación jurídica, de
alguna manera se trata de hacer resurgir con mayor intensidad la aplicación de los
valores tal vez ya olvidados por algunos profesionales y la ético, en los diferentes
campos de trabajo, tanto del Abogado como del Notario. Tomando en consideración
que la justicia es el fundamento absoluto de todo derecho, se señala la necesidad de
ser observada en todo momento por el profesional del derecho, el cual de igual forma
se debe regir por el conjunto de principios o normas que regulan los deberes de los
profesionales en general; así como también se pretende concientizar al profesional en
lo necesidad de inspirar su actuación apegado a cánones morales para no provocar así
el desprestigio de la profesión, y no apartarse jamás de la idea de que está al servicio
de lo justicia , Para no defraudar a quienes acuden a él en busca de asesoramiento,
consejo u orientación.5

El profesional del derecho se debe caracterizar por valores que hace vida, debe ser
auxiliar de la administración de la justicia. Actúa en la sociedad como juez, asesor,
magistrado, consultor, funcionario público y docente, actividades que deben dirigirse a
propiciar una justo, legal y eficiente convivencia de lo comunidad y contribuir así al
cumplimiento de normas éticos y morales, las cuales en algunas ocasiones no son
observadas como se debiera por parte de profesionales que se han materializado de tal
forma, que su valor principal es el utilitario. Lo anterior provoca que no actúen con
apego a los valores mencionados. Se ha despertado así, la desconfianza de los
clientes, hasta el punto que ya tienen una imagen estereotipada del Abogado,
identificándolo como una persona aprovechada de lo ignorancia de los demás.
Afortunadamente se dan honrosas excepciones. Existen Abogados que aún con
muchos años en el ejercicio de la profesión conservan su humanismo y sentido social. 6

Desde hace décadas, los abogados tienen mala fama, aunque hay muchas
excepciones, pues su conducta es cuestionada constantemente por clientes, por no

5 Montenegro Velasco, Claudia María. Reivindicación del Prestigio del Profesional del Derecho.
Guatemala, tesis de grado de Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad Rafael Landivar, 1999.
Pág. 29
6 Ibid. Pág. 1
ejercer con lealtad y solo se interesan por la cantidad de dinero que reciben, y las
presiones que hacen para exprimir el presupuesto de sus representados, sin realizar
gestión alguna para ejecutar el contrato convenido entre las partes.

Y son muchas las querellas que se interponen contra los abogados, por robo, estafa y
abuso de confianza, en los tribunales ordinarios, y en el Colegio, cuyo organismo
disciplinario, impone sanciones que van desde sanciones pecuniarias hasta la
suspensión del ejercicio de la profesión por un periodo determinado. El descrédito
alcanza también a los notarios, algunos de los cuales no pueden ejercer, pues son
sancionados con la revocación de su nombramiento y la autorización para ejercer.

Existe un Código de Ética que regula el ejercicio del derecho, pero la regla es ignorada
y muchos profesionales del Derecho actúan sin ningún régimen de consecuencias. Una
de las malas mañas para obtener dinero rápido, consiste en prometer al cliente que
tendrá ganancia de causa – cuota litis – asumiendo una obligación de resultados,
cuando solamente los abogados deben comprometerse a utilizar los medios que la ley
pone a su alcance.

Conocemos abogados con un ejercicio exitoso y un comportamiento honorable, que no


se prestan a ilegalidades ni tramposería, ni se integran a una línea de defensa que
haya hecho acuerdo por dinero con el juez o tribunal colegiado apoderado del caso. Y
muchas veces defienden encartados gratuitamente, sin hacer alarde de su
generosidad. La profesión del abogado es una de las más noble, y quienes la ejercen
deben ser personas preparadas, con accesorios culturales para ser etiquetados
realmente como letrados, cuya acepción no solamente es sinónimo de abogado, sino
de ilustrado y buen índice cognitivo – conocimiento e inteligencia –.

El prestigio de un abogado es algo muy delicado, son muchos años de trabajo para
lograr ese reconocimiento, no hay cliente, ni caso ni dinero en el mundo capaz de
compensar este requisito imprescindible para el ejercicio profesional, hay muy buenos
abogados, pero lo profesional va íntimamente ligado con la seriedad y la
responsabilidad. Los abogados no se compran con dinero, aunque hay personas que
quieren buena defensa jurídica e incumplen con lo acordado incurriendo en la
deslealtad.

En el ejercicio de la profesión, lo común es que el cliente paga por un servicio para


recibir un beneficio de ser posible, y de acuerdo a lo que disponga el juez. Los
abogados no son malabaristas, hay casos perdidos imposibles de ganar, salvo algunas
excepciones y lo que decida el Señor Juez. La confianza es depositada en un abogado
porque es persona de fiar, porque se está convencido de que éste hará una buena
defensa en favor del cliente. Y así como el cliente elige a su abogado, también los
abogados tienen todo el derecho de elegir a sus clientes, y de renunciar a una defensa
cuando así lo consideren porque un mal cliente les puede perjudicar, dañando su
imagen y prestigio profesional.
Consejos para aumentar el prestigio profesional

Más allá de tus colaboradores y tus clientes, con quienes tratas día con día, también
hay que proyectar tu prestigio profesional en el mercado. Aquí pasamos del prestigio
puramente personal al que te ganas por ser parte de una empresa exitosa. Este es el
prestigio ideal, el que más robustece tu currículum y te da todo tipo de opciones a
futuro.
Cinco consejos para aumentar tu prestigio profesional: 7
1. Encuentra la forma de expresar tu autoliderazgo en el trabajo.
2. Celebra los triunfos de los demás y reconocerán los tuyos.
3. Mantén relaciones cálidas y profesionales con los clientes.
4. Apégate a tus convicciones y te desenvolverás con seguridad.
5. Haz tu trabajo con empeño y corazón; todos lo notarán.

El prestigio, recordémoslo, es el reconocimiento que se le brinda a una persona por un


grupo de gente. No viene con el puesto, no. Con el puesto nos llega el nombramiento y
el poder que nos brinda la empresa. El prestigio, se va forjando día a día. Puedes ser
prestigioso por lo que sabes, que ya es un buen inicio, pero eso no influye tanto en un
grupo. El verdadero prestigio se centra y basa en aquello que eres. La gente no sabe
“cuánto sabes”, las personas te conocen en el día a día, en tus comportamientos, en
tus creencias que se notan en tu manera de actuar; y no nos cansamos de repetirlo en
tu madurez personal. Si la gente valora tu manera de actuar, tu influencia comienza a
funcionar. ¡ni más, ni menos! Forjar el prestigio se basa en la lucha que tenemos todos
los días por ser mejor, por esforzarnos en madurar. No se busca para que te sientas
satisfecho o mejor que los demás; se busca que te den ese reconocimiento para que
puedas ejercer más eficazmente tu liderazgo que no es otra cosa que influir.

Conclusiones

El prestigio nada tiene que ver con nuestro auto concepto, sino cómo nos ven las
personas que trabajan con nosotros. El prestigio es el reconocimiento a nuestra calidad
moral y laboral, que nos brindan los demás. Prestigio profesional significa ganarse el
respeto y admiración de los otros mediante la puesta de cualidades en el trabajo como
lo son la legitimidad, la credibilidad y el trabajo bien hecho.

El prestigio profesional además de ayudarnos laboralmente, también nos da fortaleza y


seguridad interior, cuando realizamos nuestro trabajo con empeño, corazón y amor,
todos lo notan y se llega a sentir esa satisfacción diaria que hasta cierto punto es como
una meta empresarial pero de manera personal.

7 Ana Gabriela. Prestigio Profesional. Página Web consultad con fecha 17 de abril 2018.
Disponible: http://gaviotaf.blogspot.com/2011/11/prestigio-profesional.html

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