La Virtud de La Esperanza
La Virtud de La Esperanza
La Virtud de La Esperanza
LOS SIGUIENTES TRES PASO DE ANALISIS Y REFLEXION, TE AYUDARAN A ALCANZAR LA META QUE TE PROPONGO
COMO EVIDENCIA DE TU APRENDIZAJE:
1. VER: Miramos nuestra realidad actual y analizamos.
Te invito a conocer a “Valerio, un mensaje de esperanza frente al COVID – 19”
Hace unos días, la enfermera Ximena Pisfil Solorza, de 29 años nos compartió su experiencia con Valerio Santacruz
Fernández, un anciano de 90 años que llego al Hospital Dos de Mayo, con claros indicios del Covid-19.
Ximena nos dice: “Tratar su caso era una especie de reto. Se trataba de una de los pacientes de mayor edad que recibíamos
en el hospital. Su diagnóstico nos ponía a prueba a todos porque presentaba un síndrome respiratorio agudo, sus años y
emocionalmente alterado por encontrarse solo con gente desconocida, lo cual aumentaba su vulnerabilidad y la posibilidad de
fallecer”.
Relata que el equipo multidisciplinario que intervino a Valerio se propuso darle calidad de atención: “Debíamos controlar sus
síntomas, hablarle mucho para que se sienta respaldado. Generalmente educamos al paciente que llega para que pueda
sobrellevar mejor su mal, pero en el caso de Valerio, por su longevidad y su dificultad para respirar, había que asistirlo,
sostenerlo, lo que aumentaba también la posibilidad de contagio para el personal”. “Había tensión, nervios, por momentos
pensaban que tenían que trasladarlo a otra unidad porque la sala San Pedro no cuenta con respiradores mecánicos. Sin
embargo, Valerio superaba cualquier descompensación y aparecería en su rostro ese espíritu guerrero, esa inquietud que le
producía saber de su hijo, su casa. Nosotros le decíamos que él lo esperaba afuera, que se sane, creo que eso lo ayudo a
curarse, lo que es sorprendente, un verdadero milagro”. Visiblemente motivado comento “Él no alcanzo el grado mas grave de
la enfermedad, pero soporto y respondió muy bien a la medicación. Al salir se despidió de todo, lo hizo entre aplausos, em
medio de la emoción. Ahora él es una imagen de esperanza para todos y eso nos fortalece”.
2. JUZGAR: Iluminamos nuestra realidad con la Palabra de Dios y discernimos sus enseñanzas.
A) Te invito a meditar lo que Jesús dice en su evangelio: MARCOS 11, 22-24
B) Subraya las ideas principales en el siguiente texto:
EL VALOR DE LA ESPERANZA
La esperanza es el estado de ánimo en el cual se cree que aquello que uno desea o pretende es posible. Ya sea a partir
de un sustento lógico o en base a la fe, quien tiene esperanza considera que puede conseguir algo o alcanzar un
determinado logro. Por ejemplo: “Es una enfermedad muy dura, pero tengo esperanza en que saldré adelante”, “El equipo
quedo a diez puntos del puntero, aunque no pierde la esperanza de conseguir el título”, “Ya perdí la esperanza: no creo
que pueda conseguir trabajo antes de fin de año”.
Las personas suelen aferrarse a la esperanza cuando se encuentran en una situación complicada. Se trata de un recurso
que los ayuda a no caer en la depresión, basadas en la idea férrea de que pronto las cosas mejoraran. Esa confianza
actúa como estimulo y aporta fuerzas y tranquilidad; por otro lado, cuando se pierde o resulta difícil alcanzarla, la vida se
vuelve una ardua batalla contra los obstáculos.
Así como el rojo es el color de la pasión y el blanco identifica a la pureza, el color de la esperanza es el verde.
Ante tanto dolor y tristeza, ¿Cómo evitar que “se nos escape” la esperanza?
Algunas actitudes y consejos para vivir la virtud de la esperanza en nuestra realidad.
- Tener los pies sobre la tierra: Ser realista conlleva asumir los sufrimientos de hoy, no hacer la vista gorda a las
dificultades y estar dispuestos a aceptar las consecuencias de nuestros actos y ser quienes somos.
- Ponerse ante Dios: Encontrarse con el amor incondicional de Jesús a través de la oración, confiar profundamente en
sus palabras y esperar con optimismo en Él, que hay algo más allá del dolor, la crisis y el obstáculo. A ejemplo de la
Virgen María quien vivió la virtud de la esperanza, confiando enteramente en Dios Padre y Salvador.
- Tener metas en la vida: Trazarse una ruta, un camino con altos niveles de esperanza, aumenta las posibilidades de
enfrentar los obstáculos y lograr el propósito deseado, ello implica confiar en la propia capacidad, habilidad y destreza
humana, para buscar y encontrar alternativas de esperanza a una situación de vida inesperada.
Por tanto, tener esperanza no significa que los problemas se solucionaran solos, que todo va a salir bien sin luchar por
ello o que las cosas salen bien porque sí. Para que este valor pueda tener sentido, tenemos que acompañarlo de acción.
Algunos grandes de la historia vivieron motivados por la esperanza, dejando huellas con algunas de sus frases: Miguel de
Cervantes decía “Donde una puerta se cierra, otra se abre”, Benedicto XVI escribe “El hombre esta vivo, mientras en su
corazón esta viva la esperanza” y Martin Luther King hizo vida “… todo lo que se hace en el mundo es obrar de la
esperanza” y es que la esperanza es lo que nos lleva a que estemos en activo, soñando, creando, construyendo…. Si uno
no tiene sueños, no tiene esperanza y si no tenemos esperanza no tenemos sueños.
ORACION FINAL:
Gracias Jesús, porque en esta reflexión he aprendido a pintar de color esperanza, las angustias y penas que nos ha traído
esta pandemia del COVID-19.
Alimenta mi espíritu con tu amor para ser instrumento de esperanza en mi familia. AMEN