Diaz PHD PDF
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Universidad de Oviedo
Departamento de Energía
Área de Máquinas y Motores Térmicos
diazjose@uniovi.es
Diciembre 2019
Resumen
El acero es un material altamente reciclable que está llamado a ocupar un papel
destacado en la búsqueda de un desarrollo sostenible. Sin embargo, la demanda
mundial de acero no puede ser satisfecha únicamente mediante reciclado; por ello es
necesario introducir nuevo hierro en el ciclo global a través de la siderurgia integral.
Actualmente, la siderurgia busca cómo reducir su nivel de emisiones de CO2 sin
mermar la productividad ni la rentabilidad de las instalaciones. Tal adaptación no debe
descansar únicamente en innovaciones rompedoras, sino que ha de apoyarse también
en la mejora continua de equipos, métodos, sensores y modelos.
This research is focused on the basic oxygen converter, where the hot metal, coming
from the blast furnace, is transformed into liquid steel. While the hot metal composition
remains rather stable from the blast furnace to the steel shop, its temperature undergoes
a variable drop, so its exact value is not known at charge model runtime. However, the
estimation of the final temperature of hot metal is required to calculate the relative
quantities of hot metal, scrap, and other raw materials. Given that these materials
account for a significant part of steel cost and carbon footprint, an accurate forecasting
of hot metal temperature becomes critical.
Firstly, a thermal model of the basic oxygen converter is developed and applied to the
assessment of different carbon footprint mitigation measures. A total variation of 0.17 t
of CO2 per ton of liquid steel is found, depending on plant strategy and hot metal
temperature.
Secondly, three alternatives for hot metal temperature forecasting are investigated: (1)
infrared thermometry measurement, (2) time-series forecasting, and (3) machine
learning prediction.
Despite the scarcity and uncertainties in process data, machine learning techniques
have succeeded in extracting the relevant information from the data, allowing error
reduction from 18.3 to 11.1 °C with 87 % of applicability. Moreover, results show that
the different explored techniques are not mutually exclusive but complementary,
provided they are judiciously nested in process computer routines. Hence, a 100 %
applicability is achieved with an expected error of 11.3 °C, meaning a carbon footprint
reduction of 3.5 kg of CO2 per ton of liquid steel.
This research has successfully applied the combined development of process and
models; which interest goes beyond this particular problem. Firstly, the development
of a diagnostic model allowed the assessment of different mitigation measures.
Secondly, the combination of sensors and prognostic models, resulted in improved
accuracy and applicability. Consequently, the superiority of a combined development
of processes and models has been confirmed.
Keywords: steelmaking; thermal engineering; carbon footprint; process engineering;
BOF converter; mechanistic models; mass balance; energy balance; data-driven models;
time-series forecasting; ARIMA; machine learning; MARS; infrared thermometry.
Prefacio
Este trabajo de investigación ha sido realizado en el Departamento de Energía de la
Universidad de Oviedo en el periodo comprendido entre octubre de 2014 y diciembre
de 2019 bajo la dirección y el estímulo del Dr. Francisco Javier Fernández García,
profesor del Área de Máquinas y Motores Térmicos.
Finalmente, también he de mencionar con gratitud los nombres de los colegas que me
prestaron su ayuda a lo largo de esta investigación: Inés Suárez, Aida González
(Universidad de Oviedo); Iñaqui Araquistain (Land Instruments); José Manuel
Fernández, Rubén Jáñez (ArcelorMittal) y Gints Jekabsons (AresLab toolbox).
Publicación I
Díaz J, Fernández, F J. The Impact of Hot Metal Temperature on CO2 Emissions from
BOF Steelmaking. Proceedings 2018, 2(23), 1502.
Publicación II
Publicación III
Díaz J, Fernández F J. The impact of hot metal temperature on CO2 emissions from basic
oxygen converter. Environmental Science and Pollution Research, 2019, 1-10.
Publicación IV
Publicación V
1. INTRODUCCIÓN 13
2. MÉTODOS 27
3. RESULTADOS 47
4. DISCUSIÓN 131
5. CONCLUSIONES 137
6. REFERENCIAS 141
8. ANEXOS 149
8.1. Resolución del sistema de ecuaciones del balance de masa BOF 149
8.1.1. Balance global 149
8.1.2. Masa de escoria 149
8.1.3. Masa de gas de escape 150
8.1.4. Masa de oxígeno a aportar 150
8.1.5. Expresión explícita de las incógnitas 151
1. Introducción
Hasta el siglo XIX la producción siderúrgica era de tipo artesanal. A mediados del siglo
XIX se produce un punto de inflexión, con la invención de los convertidores Bessemer
y Thomas y del horno Martin-Siemens. A mediados del siglo XX se desarrolla en Suiza
el convertidor básico de oxígeno (BOF) que rápidamente alcanza escala industrial en
las ciudades austríacas de Linz y Donawitz, razón por la cual también se conoce como
proceso LD [1]. Esta ruta de fabricación es la dominante en la actualidad ya que
representa más del 70 % de la producción mundial de acero[2].
Figura 1. Principales rutas para la obtención de acero: (a) siderurgia integral con
plantas sínter (SP), hornos de coque (CO), hornos altos (BF) y convertidores básicos de
oxígeno (BOF); (b) siderurgia secundaria con hornos eléctricos (EAF).
Por tanto, dado que la demanda de acero no puede ser satisfecha ni en cantidad ni en
calidad mediante reciclado, se debe introducir nuevo hierro metálico en el ciclo global
a través de la siderurgia integral [5].
Dado que se deben satisfacer los balances de masa y de energía entre las entradas y las
salidas del convertidor, una mayor temperatura del arrabio permite una mayor
proporción de chatarra en la carga. De igual forma, un contenido mayor de C o Si en el
arrabio implica una mayor aportación de energía de oxidación al balance, permitiendo
elevar la ratio de chatarra. Además, el empleo de aditivos exotérmicos o endotérmicos
proporciona un grado de control adicional sobre los balances de masa y de energía. El
modelo de carga se encargará de encontrar la combinación óptima de materias primas
en cuanto a coste, calidad, productividad o emisiones. Dado que las materias primas
suponen una parte significativa del coste del acero, el correcto ajuste y funcionamiento
del modelo de carga, que a su vez depende enormemente de la precisión de los datos
de entrada supone un aspecto fundamental de la optimización de los procesos
siderúrgicos.
Una descripción conjunta de los procesos de horno alto y acería se puede encontrar en
Ghosh [6]. Para un mayor detalle en cada campo se dispone de los trabajos de Geerdes
[7] y Fruehan [8], respectivamente.
El arrabio se transporta por ferrocarril desde el horno alto hasta la acería usando unos
vagones revestidos interiormente de refractario denominados torpedos. En la acería, el
ordenador de proceso ejecuta el modelo de carga con el fin de determinar las cantidades
de arrabio y chatarra necesarias para producir el acero objetivo en cuanto a masa,
composición y temperatura. Fijados el acero objetivo y las restricciones tecno-
económicas, las cantidades de materias primas dependen principalmente de la
temperatura y composición del arrabio. Una vez determinadas las cantidades de arrabio
y de chatarra, éstas se preparan1 para ser cargadas en el convertidor [9].
En una siderurgia integral, los procesos de la interfase BF-BOF pueden ser muy
complejos, dado que se requiere una numerosa flota de torpedos y de cucharas de
arrabio para interconectar los diferentes hornos altos con las distintas acerías y sus
convertidores. Además, existen una o varias estaciones de pre-tratamiento de arrabio,
así como puestos de mantenimiento y limpieza de torpedos y cucharas. Al margen de
1 La cantidad precisa de chatarra se prepara en un recipiente metálico llamado bandeja de chatarra, cuya
forma facilita la carga del convertidor. Por otra parte, el arrabio necesario se transfiere desde los torpedos a
la cuchara de arrabio, que es una vasija recubierta interiormente de refractario y con una piquera que facilita
el vertido posterior al convertidor.
Contexto tecnológico 17
Inicialmente, durante la sangría del horno alto, el arrabio fluye a través de un canal, se
separa de la escoria y se vierte en los torpedos. La temperatura del arrabio se mide
entonces de forma directa sumergiendo termopares de un solo uso en el caudal de metal
fundido. A media que el proceso de sangría progresa, la temperatura del arrabio va
cambiando. Normalmente se realizan tres mediciones: la primera, inmediatamente
después de perforar el agujero de sangría; la segunda, en el momento en el que empieza
a fluir escoria y la tercera, al final, cuando la sangría está a punto de terminar. La
primera temperatura tiende a ser más baja que las sucesivas ya que el primer arrabio en
salir procede de la parte baja del crisol que está más fría. A medida que la sangría
progresa, el arrabio procede directamente de la fusión del mineral de hierro y está más
caliente. Al igual que sucede con la temperatura, tampoco el caudal de arrabio, ni las
frecuencias de sangría ni los tiempos de medida son regulares en el tiempo.
En caso de ser necesario reducir el contenido en azufre, silicio o fósforo del arrabio, éste
es transportado hasta la estación de pre-tratamiento. El tratamiento más habitual es el
de desulfuración, consistente en aportar un producto a base de calcio que es arrastrado
mediante un gas inerte (argón o nitrógeno) e inyectado con gran energía en el interior
del torpedo. Se provoca una intensa agitación del arrabio, lo cual facilita las reacciones
de desulfuración. El producto de la reacción es una escoria semilíquida que queda
flotando en la parte superior del torpedo.
Una vez en la acería, tiene lugar la transferencia del arrabio desde los torpedos hasta la
cuchara. Normalmente, en la cuchara de arrabio se carga sólo la cantidad necesaria para
fabricar una colada. Conviene recordar que esta cantidad ha sido determinada por el
modelo de carga del convertidor con base en una estimación imprecisa de la
temperatura del arrabio.
2 Práctica operativa consistente en sangrar (to tap) el convertidor sin necesidad de esperar al resultado de los
análisis químicos de la muestra obtenida con sublanza.
3 Práctica operativa que consiste en proyectar escoria fundida sobre las paredes del horno mediante el
soplado de nitrógeno. De esta forma, se protege el refractario y se prolonga la vida del mismo.
20 Introducción
Los trabajos publicados sobre modelización térmica del proceso BOF se pueden
clasificar según su alcance y finalidad
4
Durante el soplado de la colada con oxígeno, parte del CO desprendido del arrabio se oxida a CO 2 en las
proximidades del baño incrementando el aporte energético al mismo.
Contexto metodológico 21
5 Evolución prescrita a lo largo del soplado del caudal de oxígeno y de la distancia de la lanza al baño
22 Introducción
6 Se les ha denominado, a veces, modelos de caja gris, en contraposición a los modelos de caja negra,
puramente estadísticos.
7 Se emplea este término intencionadamente, dado que a nuestro juicio se trata de trabajos de validez
cuestionable puesto que en unos casos la selección de variables de proceso no es correcta y en otros casos ni
siquiera se indica qué variables se manejan.
Objetivos de la investigación 23
8 Garbage in, garbage out. Expresión procedente del campo de la informática, se refiere al hecho de que un
modelo que se alimente con datos falsos dará lugar a resultados incuestionablemente erróneos. Esta obviedad
ya fue enunciada por Babbage, sorprendido de que algunas personas esperaban obtener el resultado correcto
a pesar de introducir datos falsos en su máquina de calcular.
24 Introducción
Buscando compensar los vacíos mencionados, se plantean los siguientes objetivos para
esta investigación:
Objetivo I. Desarrollar una herramienta de análisis del proceso BOF, que permita
simular diferentes estrategias productivas y evaluar su impacto técnico,
económico y ambiental.
En último término, en esta tesis se propone que el desarrollo conjunto de los procesos
térmicos del BOF y de su modelización resulta más eficiente que si se abordan por
separado. Esta idea se aplica a la reducción de la huella de carbono mediante una mejor
determinación de la temperatura del arrabio en la acería. Así, las preguntas a las que
esta tesis busca dar respuesta son:
9Situación del baño en cuanto a temperatura y contenido de carbono en los últimos minutos del proceso; su
conocimiento permite ajustar la cantidad de oxígeno o de adición refrigerante final.
Estructura de la tesis 25
Figura 4. Estructura de los capítulos de la tesis en relación con (a) las líneas de trabajo seguidas
y los resultados publicados, así como con (b) las partes del proceso consideradas.
2. Métodos
Tal como se expuso en el capítulo anterior, los modelos existentes del proceso BOF son,
o bien muy generales (nivel regional) o bien muy limitados (fenómenos individuales).
Para poder describir el funcionamiento del convertidor y así analizar la importancia
relativa de las variables involucradas, se hizo necesario desarrollar íntegramente una
descripción matemática adecuada del proceso BOF. Dado que se necesitaba un modelo
explicativo de los aspectos energéticos del proceso que fuera aplicable a todo el rango
posible de operación, se optó por emplear un enfoque fenomenológico y macroscópico
del proceso, ya que conduce a modelos que generalizan bien [46]. Los modelos
fenomenológicos (law-driven models), son la mejor opción cuando se pretende
aplicarlos a diferentes escenarios productivos, si definen y validan correctamente.
El modelo térmico propuesto se basa en los balances de masa y de energía, así como en
las reacciones químicas de oxidación que tienen lugar en el convertidor. Los tres
fenómenos están acoplados entre sí.
∑ 𝑚𝑖 = ∑ 𝑚𝑖 + ∆𝑚 (1)
𝑖∈𝑖𝑛𝑝𝑢𝑡 𝑖∈𝑜𝑢𝑡𝑝𝑢𝑡
10
Se conocen como adiciones aquellos materiales sólidos que se cargan aparte de las materias primas
principales y que pueden ser fundentes para la formación de la escoria (cal, dolomía cocida, guijo…) o
materiales para ajuste del balance térmico (mineral de hierro, briquetas, antracita, ferrosilicio…)
28 Métodos
𝑗 𝑗
∑ 𝑚𝑖 𝑥𝑖 = ∑ 𝑚𝑖 𝑥𝑖 + ∆𝑚𝑗 (2)
𝑖∈𝑖𝑛𝑝𝑢𝑡 𝑖∈𝑜𝑢𝑡𝑝𝑢𝑡
donde mi es la masa de cada uno de los materiales que entran (input) o salen (output)
𝑗
del convertidor y 𝑥𝑖 es la fracción másica del elemento j en el material i. En la práctica,
siempre habrá un imbalance Δm, derivado de las incertidumbres inherentes a las
mediciones (pesos, análisis) y de la incompleta descripción del proceso (reacciones o
flujos de material no considerados).
El balance de energía se aplica al sistema abierto formado por el volumen interior del
convertidor durante el intervalo de fabricación de una colada:
∆𝐸 = 𝑄 − 𝑊𝑡 + ∑ (𝐻 + 𝐸𝐶 + 𝐸𝑃 )𝑖 − ∑ (𝐻 + 𝐸𝐶 + 𝐸𝑃 )𝑖 (3)
𝑖∈𝑖𝑛𝑝𝑢𝑡 𝑖∈𝑜𝑢𝑡𝑝𝑢𝑡
La fabricación de una colada comienza y termina con el convertidor vacío, por lo que
no se acumula energía en su interior. Por tanto, ∆E es nulo. Además, no se aporta ni se
genera trabajo técnico con lo que el término 𝑊𝑡 también se elimina, así como los
términos 𝐸𝐶 y 𝐸𝑃 , dado que las variaciones de energía cinética y potencial son
despreciables. En consecuencia, la Ecuación (3) puede simplificarse:
0 = −𝑄𝑇𝐿 + ∑ 𝑚𝑖 ℎ𝑖 − ∑ 𝑚𝑖 ℎ𝑖 (4)
𝑖∈𝑖𝑛𝑝𝑢𝑡 𝑖∈𝑜𝑢𝑡𝑝𝑢𝑡
donde el término 𝑄𝑇𝐿 (> 0) representa las pérdidas térmicas a través de la frontera del
sistema. De forma análoga al balance de masa, se puede incorporar en este término el
imbalance derivado de imprecisiones y aspectos del proceso no considerados.
donde ∆ℎ𝑆−𝐼 representa la variación de entalpía que experimenta un reactivo entre las
condiciones estándar y las condiciones iniciales en las que se carga al convertidor.
Análogamente, ∆ℎ𝑆−𝐹 representa la variación de entalpía del producto entre el estado
estándar y las condiciones reales de salida del convertidor. Estas variaciones de entalpía
se muestran en color verde en el esquema de la Figura 5.
Es decir, ∆ℎ𝑀−𝐼 representa la energía que se emplea en procesos tales como fundir y
calentar la chatarra hasta la temperatura metalúrgica; o, en el caso del ferrosilicio, en
disociar el silicio, disolverlo en hierro líquido y elevar su temperatura.
Por otra parte, ∆ℎ𝑀−𝐹 representa la energía consumida en llevar los productos desde
las condiciones metalúrgicas hasta las condiciones finales, es decir, calentar acero,
escoria y gas de escape desde la temperatura metalúrgica hasta la temperatura final.
Esta última expresión, se interpreta como que una parte la entalpía de reacción
exotérmica −∆𝐻𝑟𝑀 > 0, mostrada en color negro en la Figura 5, se invierte en
incrementar la entalpía de las entradas hasta las condiciones metalúrgicas (−∆ℎ𝑀−𝐼 >
0); otra parte se invierte en incrementar la entalpía de los productos desde las
condiciones metalúrgicas hasta las condiciones finales (∆ℎ𝑀−𝐹 > 0) y, finalmente, otra
parte se pierde (𝑄𝑇𝐿 > 0).
El modelo térmico del convertidor BOF que se ha planteado tiene varias aplicaciones
prácticas tales como:
Como se ve, dependiendo de la aplicación, variarán los datos de entrada y de salida del
modelo. Un enfoque práctico para abordar cualquier problema consiste en implementar
únicamente la rutina correspondiente al cálculo estático. El resto de aplicaciones se
podrán resolver mediante una o varias llamadas a dicha rutina. Por este motivo, a
continuación, se plantean los balances con las hipótesis, datos e incógnitas
correspondientes al cálculo estático.
∑ 𝑚𝑖 = ∑ 𝑚𝑖
(11)
𝑖∈𝑜𝑢𝑡𝑝𝑢𝑡 𝑖∈𝑖𝑛𝑝𝑢𝑡
11
Principalmente el arrabio y la chatarra para el caso de una carga neutra (aquella que cumple directamente
el balance de energía) o, además, la cantidad de un agente endotérmico (Fe2O3) o exotérmico (FeSi, C ó CSi)
en el caso de una carga no neutra (aquella derivada de restricciones adicionales a la cantidad de arrabio y de
chatarra a cargar).
12
Es decir, el déficit o superávit de energía que deberá suplirse con la adición de un agente exotérmico o
endotérmico, respectivamente.
13
La estimación del impacto en el balance térmico puede tener gran interés en la práctica operativa real ante
la llegada a planta de un nuevo material cuyos efectos sean desconocidos, y que tampoco pueda estimarse
con suficiente precisión ni de forma teórica ni mediante ensayos, por tratarse de un material complejo, de
composición o rendimiento indeterminados. De igual modo, la aplicación del balance de energía puede
emplearse en la caracterización térmica de un nuevo equipo (por ejemplo, una lanza de postcombustión) o
de una nueva práctica operativa (por ejemplo, un patrón de soplado o una estrategia de adición de fundentes).
32 Métodos
donde mi es la masa de cada uno de los materiales que entran (input) o salen (output)
del convertidor. Interesa desglosar la salida en las tres fases que la componen: acero
(steel, st), escoria (slab, sl) y gas de escape (off-gass, OG), dado que las tres masas son
desconocidas y cada fase tiene una composición diferente. En cuanto a las entradas,
𝑂
todas sus masas son conocidas excepto la de oxígeno, 𝑚𝑖𝑛 , dado que el oxígeno a soplar
es uno de los resultados del cálculo estático. Por ello es útil separar esta especie del resto
de entradas. Con todo esto, la expresión del balance global de masa queda de la forma:
𝑂
𝑚𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 + 𝑚𝑂𝐺 = 𝑚𝑖𝑛 + ∑ (1 − 𝑥𝑖𝑂 )𝑚𝑖
(12)
𝑖∈𝑖𝑛𝑝𝑢𝑡
Por otra parte, el balance individual para una especie cualquiera A, será:
𝐴 𝐴 𝐴 𝐴
𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 + 𝑚𝑂𝐺 𝑥𝑂𝐺 = 𝑚𝑖𝑛 (13)
𝐶 𝐶 𝐶 𝐶
𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 + 𝑚𝑂𝐺 𝑥𝑂𝐺 = 𝑚𝑖𝑛 (15)
𝑂 𝑂 𝑂 𝑂
𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 + 𝑚𝑂𝐺 𝑥𝑂𝐺 = 𝑚𝑖𝑛 (16)
𝑆𝑖 𝑆𝑖 𝑆𝑖 𝑆𝑖
𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 + 𝑚𝑂𝐺 𝑥𝑂𝐺 = 𝑚𝑖𝑛 (17)
𝑀𝑛 𝑀𝑛 𝑀𝑛 𝑀𝑛
𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 + 𝑚𝑂𝐺 𝑥𝑂𝐺 = 𝑚𝑖𝑛 (18)
𝑃 𝑃 𝑃 𝑃
𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 + 𝑚𝑂𝐺 𝑥𝑂𝐺 = 𝑚𝑖𝑛 (19)
𝑁 𝑁 𝑁 𝑁
𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡2 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙2 + 𝑚𝑂𝐺 𝑥𝑂𝐺2 = 𝑚𝑖𝑛2 (23)
𝐴𝑟 𝐴𝑟 𝐴𝑟 𝐴𝑟
𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 + 𝑚𝑂𝐺 𝑥𝑂𝐺 = 𝑚𝑖𝑛 (24)
Adicionalmente, tanto para la fase escoria como para la fase gas, se puede plantear que
las fracciones másicas de las especies consideradas suman la unidad 14:
14Para la fase acero no tiene sentido plantear una tercera restricción por dos motivos. En primer lugar, porque
no se consideran de forma explícita las especies químicas presentes en la carga y que pasan directamente al
acero sin reaccionar (como el Cu o el Ni); sin embargo, las que pasan sin reaccionar a la fase escoria y gas, sí
se consideran (CaO, MgO, SiO2, Ar, N2). En segundo lugar, si se explicitasen los elementos que no se oxidan,
Modelo térmico del convertidor BOF 33
𝑗
∑ 𝑥𝑠𝑙 = 1
(25)
𝑗∈𝑠𝑙
𝑗
∑ 𝑥𝑂𝐺 = 1
(26)
𝑗∈𝑂𝐺
𝑂 𝑆𝑖
32 𝑀𝑛
16 𝑃
80 𝐹𝑒
𝑥𝑠𝑙 = 𝑥𝑠𝑙 + 𝑥𝑠𝑙 + 𝑥𝑠𝑙 + 𝑥𝑠𝑙 𝑘𝐹𝑒 (27)
28 55 62
𝑂 𝐶 (1
16
𝑥𝑂𝐺 = 𝑥𝑂𝐺 + 𝑘𝑃𝐶 ) (28)
12
Por otra parte, se pueden anular otras 15 incógnitas teniendo en cuenta que:
la tercera restricción (la suma de fracciones másicas de elementos del acero igual a la unidad) no sería
linealmente independiente dado que podría obtenerse como combinación lineal de todas las ecuaciones
anteriores.
34 Métodos
𝑥𝑠𝑙
𝐹𝑒
: como se indicó anteriormente, una parte del hierro del baño se
oxida y pasa a la escoria. La cantidad y el estado de oxidación del hierro
de la escoria dependen de las condiciones de soplado del oxígeno. El
proceso de soplado BOF suele diseñarse para alcanzar un valor de
𝐹𝑒
hierro en la escoria de en torno al 18 %. Por ello se considerará 𝑥𝑠𝑙 =
0.018, aunque podría asignársele otro valor a este parámetro.
(5)
𝐹𝑒 𝐹𝑒 𝐹𝑒 𝐹𝑒
𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 + 𝑚𝑂𝐺 𝑥𝑂𝐺 = 𝑚𝑖𝑛 (S2)
(6)
𝐶 𝐶 𝐶 𝐶
𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 + 𝑚𝑂𝐺 𝑥𝑂𝐺 = 𝑚𝑖𝑛 (S3)
(7) (8)
𝑂 𝑂 𝑂 𝑂
𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 + 𝑚𝑂𝐺 𝑥𝑂𝐺 = 𝑚𝑖𝑛 (S4)
(9)
𝑆𝑖
𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙𝑆𝑖 𝑆𝑖
+ 𝑚𝑂𝐺 𝑥𝑂𝐺 𝑆𝑖
= 𝑚𝑖𝑛 (S5)
(10)
𝑀𝑛 𝑀𝑛 𝑀𝑛 𝑀𝑛
𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 + 𝑚𝑂𝐺 𝑥𝑂𝐺 = 𝑚𝑖𝑛 (S6)
(11)
𝑃 𝑃 𝑃 𝑃
𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 + 𝑚𝑂𝐺 𝑥𝑂𝐺 = 𝑚𝑖𝑛 (S7)
(12)
𝐶𝑎𝑂 𝐶𝑎𝑂 𝐶𝑎𝑂 𝐶𝑎𝑂
𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 + 𝑚𝑂𝐺 𝑥𝑂𝐺 = 𝑚𝑖𝑛 (S8)
(13)
𝑀𝑔𝑂 𝑀𝑔𝑂 𝑀𝑔𝑂 𝑀𝑔𝑂
𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 + 𝑚𝑂𝐺 𝑥𝑂𝐺 = 𝑚𝑖𝑛 (S9)
(14)
𝑆𝑖𝑂2 𝑆𝑖𝑂2 𝑆𝑖𝑂 𝑆𝑖𝑂2
𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 + 𝑚𝑂𝐺 𝑥𝑂𝐺 2 = 𝑚𝑖𝑛 (S10)
(15)
𝑁 𝑁 𝑁 𝑁
𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡2 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙2 + 𝑚𝑂𝐺 𝑥𝑂𝐺2 = 𝑚𝑖𝑛2 (S11)
(16)
𝐴𝑟
𝐴𝑟
𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙𝐴𝑟 + 𝑚𝑂𝐺 𝑥𝑂𝐺
𝐴𝑟
= 𝑚𝑖𝑛 (S12)
𝑗
∑ 𝑥𝑠𝑙 = 1
(S13)
𝑗∈𝑠𝑙
𝑗
∑ 𝑥𝑂𝐺 = 1
(S14)
𝑗∈𝑂𝐺
𝑂
32 16 80
𝑥𝑠𝑙 = 𝑥𝑠𝑙𝑆𝑖 𝑀𝑛
+ 𝑥𝑠𝑙 𝑃
+ 𝑥𝑠𝑙 𝐹𝑒
+ 𝑥𝑠𝑙 𝑘𝐹𝑒 (S15)
28 55 62
𝑂 𝐶
16
𝑥𝑂𝐺 = 𝑥𝑂𝐺 (1 + 𝑘𝑃𝐶 ) (S16)
12
Es interesante observar que resulta posible definir un problema mínimo en el que las
únicas especies participantes sean Fe, C y O. Las Ecuaciones (S1-S4) junto con las
Ecuaciones (S13-S16) constituyen un sistema de 8 ecuaciones con 8 incógnitas que
representan un problema mínimo e independiente. A estas cuatro ecuaciones se pueden
ir añadiendo las Ecuaciones (S5-S7) que corresponden a los elementos que se reparten
entre acero y escoria (en ésta última, en forma de óxidos) y para los que la concentración
en el acero es conocida; cada uno de estos elementos aporta una ecuación y una
36 Métodos
𝐹𝑒
𝑁2 1 − 𝑥𝑠𝑙 𝑘𝐹𝑒
∑𝑖∈𝑖𝑛𝑝𝑢𝑡 𝑚𝑖 − 𝑚𝑖𝑛 𝐴𝑟
− 𝑚𝑖𝑛 𝐶
− 𝑚𝑖𝑛 − 𝐹𝑒 (1 ∑ 𝑗∈𝑠𝑙 𝑚 𝑗 (1 + 𝑘𝑗 ) + ∑ 𝑗∈𝑠𝑙 𝑚𝑖𝑛
𝑗
𝑘𝑗
𝑖≠𝑂2
1 − 𝑥𝑠𝑙 + 𝑘𝐹𝑒 ) 𝑗≠𝑂 𝑖𝑛 𝑗≠𝑂
𝑗≠𝐹𝑒 𝑗≠𝐹𝑒
𝑚𝑠𝑡 = 𝐹𝑒 (M1)
1 − 𝑥𝑠𝑙 𝑘𝐹𝑒
𝑂
1−𝑥𝑠𝑡 𝐶
− 𝑥𝑠𝑡 − 𝐹𝑒 (1 ∑ 𝑗∈𝑠𝑙 𝑥 𝑗 (1 + 𝑘𝑗 ) + ∑ 𝑗∈𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑡
𝑗
𝑘𝑗
1 − 𝑥𝑠𝑙 + 𝑘𝐹𝑒 ) 𝑗≠𝑂 𝑠𝑡 𝑗≠𝑂
𝑗≠𝐹𝑒 𝑗≠𝐹𝑒
1 𝑗 𝑗
𝑚𝑠𝑙 = 𝐹𝑒 (1 ∑ (𝑚𝑖𝑛 − 𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 )(1 + 𝑘𝑗 )
1 − 𝑥𝑠𝑙 + 𝑘𝐹𝑒 ) (M2)
𝑗∈𝑠𝑙
𝑗≠𝑂
𝑗≠𝐹𝑒
𝑁 𝐴𝑟 𝐶 𝐶)
16
𝑚𝑂𝐺 = 𝑚𝑖𝑛2 + 𝑚𝑖𝑛 + (𝑚𝑖𝑛 − 𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 (1 + (1 + 𝑘𝑃𝐶 ) ) (M3)
12
𝑂 𝑂 𝐹𝑒 𝑗 𝑗
𝑚𝑖𝑛 = 𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 𝑘𝐹𝑒 + ∑ (𝑚𝑖𝑛 − 𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 ) 𝑘𝑗
𝑗∈𝑠𝑙
𝑗≠𝑂 (M4)
𝑗≠𝐹𝑒
𝐶 𝐶 )(1
16
+ (𝑚𝑖𝑛 − 𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 + 𝑘𝑃𝐶 )
12
𝑂
𝑚𝑂2 = 𝑚𝑖𝑛 − ∑ 𝑥𝑖𝑂 𝑚𝑖 (M5)
𝑖∈𝑖𝑛𝑝𝑢𝑡
𝐹𝑒 𝐹𝑒
𝐹𝑒
𝑚𝑖𝑛 − 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙
𝑥𝑠𝑡 = (M6)
𝑚𝑠𝑡
𝐶 𝐶
𝐶
𝑚𝑖𝑛 − 𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡
𝑥𝑂𝐺 = (M7)
𝑚𝑂𝐺
𝑂 𝑂 𝑂
𝑂
𝑚𝑖𝑛 − 𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 − 𝑚𝑂𝐺 𝑥𝑂𝐺
𝑥𝑠𝑙 = (M8)
𝑚𝑠𝑙
𝐴𝑟 𝑁
𝑂
𝑚𝑖𝑛 + 𝑚𝑖𝑛2 𝐶
𝑥𝑂𝐺 =1− − 𝑥𝑂𝐺 (M9)
𝑚𝑂𝐺
𝐴 𝐴
𝑚𝑖𝑛 − 𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡
𝑥𝑠𝑙𝐴 = (M10)
𝑚𝑠𝑙
𝑁
𝑁 𝑚𝑖𝑛2
𝑥𝑂𝐺2 = (M11)
𝑚𝑂𝐺
𝐴𝑟
𝐴𝑟
𝑚𝑖𝑛
𝑥𝑂𝐺 = (M12)
𝑚𝑂𝐺
𝐴𝑂𝑥
𝑥𝑠𝑙 = 𝑥𝑠𝑙𝐴 (1 + 𝑘𝐴 ) (M13)
𝐶𝑂 𝐶 (1
28
𝑥𝑂𝐺 = 𝑥𝑂𝐺 − 𝑘𝑃𝐶 ) (M14)
12
𝐶𝑂 𝐶
44
𝑥𝑂𝐺2 = 𝑥𝑂𝐺 𝑘𝑃𝐶 (M15)
12
Aunque el sistema no lineal del balance de masa se puede resolver numéricamente sin
mayor complicación, en el desarrollo de esta investigación se vio conveniente obtener
una expresión analítica de la solución ya que, además de facilitar la comparación de
resultados entre investigadores, acelera la ejecución de cálculos masivos, tal como es
requerido en estudios de optimización y análisis de sensibilidad. El proceso seguido
para la resolución analítica del sistema se detalla en un anexo.
Es habitual suponer que las pérdidas térmicas representan una parte de la energía
aportada, es decir, una fracción de la suma del calor sensible del arrabio más la energía
de reacción. Siguiendo a Kudrin [80], se adoptó un valor del 5 % para esta fracción de
pérdidas.
Finalmente, se asumió que las temperaturas de la escoria, del acero y del gas de escape
se mantienen aproximadamente iguales entre sí a lo largo del proceso. Por tanto, se
asignó la misma temperatura final a acero y escoria. Para el gas de escape —que fluye
de forma continua a lo largo de todo el proceso—, se tomó la temperatura media del
baño a lo largo del soplado; con esto se puede determinar la temperatura prevista en el
acero al final del proceso.
15Las fuentes utilizadas en la Tabla 1 y en la Tabla 2 son: (a) Ghosh [6], (b) Kudrin [80], (c) NIST [82], (d)
Yawata [81], (e) Kelley [83], (f) ENSIDESA[84].
Tabla 1. Entalpías de reacción (kJ/kg) en condiciones metalúrgicas (1600 °C, 1 atm)
-1930 acero
Oxidación del C por el O, ambos disueltos C de la carga
[C] + [O] CO (g) kg de C ÷ (a) - -2083 (b) hierro -1867 (f) -2000
en el baño, para dar lugar a CO en fase gas. metálica
-3370 arrabio
en el baño, para dar lugar a P2O5 P de la carga [P] + [O] (P2O5) kg de P -23800 (a) -24000
incorporado a la fase escoria.
Cal + dol.
Calentamiento de la cal desde la temperatura ambiente a CM Cal TA TCM kg de CaO 1500 (a) CaO 1389 (b) 1497 (d) CaO 1500
calcinada
SiO2 SiO2
Calentamiento del guijo desde la temperatura ambiente a CM Guijo TA TCM kg de SiO2 1823 (c) 1810 (e) 1800
(cuarzo) (cuarzo)
Calentamiento del CO desde CM hasta la temperatura final. CO TCM TOG kg de CO 1.28·(TOG-TCM) (a) 1 atm 1.29·(TOG-TCM) (c) 1.28·(TOG-TCM)
Calentamiento del CO2 desde CM hasta la temperatura final. CO2 TCM TOG kg de CO2 1.36·(TOG-TCM) (a) 1 atm 1.36·(TOG-TCM) (c) 1.36·(TOG-TCM)
Disolución del O2 soplado dando lugar a O disuelto en el baño O2 soplado O2 (g) [O] kg de O2 -7313 (a) Fe -7322 (c) Fe -7313
39
Calentamiento del acero desde CM hasta la temperatura final. Acero TCM Tst kg de acero 0.82·(TSt-TCM) (a) Acero 0.84·(TSt-TCM) (b) Acero 0.82·(TSt-TCM) (c) Fe
* El significado de los subínices en las temperaturas es el siguiente, HM: arrabio; CM: condiciones metalúrgicas; A: ambiente; OG: gas de escape; st: acero; sl: escoria
40 Métodos
El método de predicción más sencillo consiste en tomar siempre un mismo valor típico
o estándar (standard value, SV). En este caso la predicción de la temperatura del arrabio
para la colada número t, es decir 𝑦̂𝑡 , se expresa como:
donde el valor típico cSV suele ser la media del histórico de observaciones, ya que este
valor minimiza el error esperado. Además de ser una buena referencia, constituye una
buena práctica implementarlo como valor por defecto en los modelos de control.
Al margen de esta opción de último recurso, el método más simple es la predicción naíf
(naïve forecasting, NF) en la que se toma como predicción la última observación
disponible de la variable, que no tiene por qué ser necesariamente el valor anterior:
Es un método también muy sencillo que sólo precisa que el ordenador de proceso
almacene y recupere las anteriores medidas de temperatura. Como referencia se ha de
indicar que, al inicio de esta investigación, la predicción de temperatura existente en
planta consistía en la media móvil de las últimas 20 coladas.
donde c es una constante, ϕi son los coeficientes de regresión para la parte auto-
regresiva que están basados en las p observaciones previas de la variable. Por otra parte,
en la parte de media móvil, θi son los coeficientes de regresión para la parte de media
móvil que están basados en los errores de las q predicciones pasadas. Así, un modelo
general vendrá indicado por ARIMA(p, d, q), donde p y q indican el orden de las partes
AR y MA respectivamente y d es el orden de diferenciación previo requerido. Con el fin
de elegir los valores óptimos de p, d y q, se suele aplicar el método de Box-Jenkins [92]
así como el algoritmo de Hyndman-Khandakar [93].
Si bien en los modelos ARIMA las estimaciones futuras vienen explicadas por los datos
del pasado, existe la posibilidad de complementarlos con variables independientes,
dando lugar a los modelos ARIMAX (ARIMA with exogenous predictors). Si se
introducen r variables adicionales como predictores exógenos:
𝑝 𝑞 𝑟
donde los valores βi son los coeficientes de regresión para las r variables independientes
x i.
𝑝 𝑞 5
(𝑡,𝑤) (𝑡,𝑤) (𝑡,𝑤) (𝑡,𝑤)
𝑦̂𝑡 = 𝑐 + ∑ 𝜙𝑖 𝑦𝑡−𝑖 + ∑ 𝜃𝑖 𝜀𝑡−𝑖 + ∑ 𝛽𝑖 𝑥𝑡𝑖 (35)
𝑖=1 𝑖=1 𝑖=1
donde los índices t y w de los coeficientes indican que para cada nueva predicción de
temperatura, 𝑦̂𝑡 , el modelo se re-ajusta con las w observaciones previas de la
temperatura, y. Por tanto, los coeficientes c, ϕi, θi y βi son función de yt-1, …, yt-w.
donde la temperatura prevista para la colada t,𝑦̂𝑡 , es función de los valores que toman
N variables independientes en dicha colada: 𝑥⃗𝑡 = (𝑥𝑡1 , 𝑥𝑡2 , … 𝑥𝑡𝑁 ) . El modelo se
construye como una suma ponderada de M funciones base, 𝐵𝑚 (𝑥⃗𝑡 ), con coeficientes de
peso constantes, 𝛽𝑚 .
Modelos para la interfase BF-BOF 43
El modelo se construye en dos fases: una primera fase en la que se seleccionan y añaden
las funciones base que más contribuyen a la regresión, y una fase hacia atrás en la que
se poda el modelo inicial, eliminando las funciones que menos contribuyen a que el
modelo generalice bien.
a) Fase de selección. Comienza con el modelo más simple, es decir, uno
formado sólo por el término independiente: 𝐵0 (𝑥⃗𝑡 ) = 1 . De forma
iterativa se van añadiendo pares de funciones base al modelo. Cada
nuevo par consiste en una función ya existente en el modelo —que
puede ser el término independiente—, multiplicada por un par de
funciones de la forma16 (𝑥𝑖 − 𝑐)+ y (𝑐 − 𝑥𝑖 )+ , tal como se indica en la
Figura 6, donde 𝑥𝑖 es una de las variables de entrada y c es uno de los
valores que toma dicha variable en el conjunto de datos de
entrenamiento.
𝑥𝑖 − 𝑐, si 𝑥𝑖 > 𝑐,
(𝑥𝑖 − 𝑐)+ = {
0, en otro caso
𝑐 − 𝑥𝑖 , si 𝑥𝑖 < 𝑐,
(𝑐 − 𝑥𝑖 )+ = {
0, en otro caso
44 Métodos
1 𝑡−𝑤 2
∑𝑖=𝑡−1 (𝑦𝑖 − 𝑓̂𝜆 (𝑥⃗𝑖 ))
𝐺𝐶𝑉 = 𝑤
2 (38)
𝐶(𝜆)
(1 − 𝑤 )
El modelo elegido finalmente es aquél que tiene un mejor valor de GCV. Obsérvese que
mientras la fase de selección añade términos a pares, la fase de poda elimina un término
de cada vez, por lo que no todas las funciones base aparecen formando pares en el
modelo final.
17El número de vértices, es decir, el número puntos c que utiliza el modelo es igual a (𝜆 − 1)/2, es decir la
mitad del número de términos no constantes del modelo.
46 Métodos
Por tanto, la forma concreta de un modelo MARS estándar se expresará como MARS
(S, I, MF, d)
De forma análoga a lo expuesto para los modelos ARIMA, es importante notar que en
la implementación estándar del modelo MARS, mostrada en las Ecuación (36), los
coeficientes 𝛽𝑚 y las funciones base 𝐵𝑚 (𝑥⃗)se mantienen fijos para las predicciones
sucesivas, es decir, para todas las coladas futuras.
En esta investigación, sin embargo, se propone entrenar el modelo con los últimos datos
disponibles, de forma que se vaya adaptando a los cambios que puedan producirse en
el proceso y asegurar un buen comportamiento del modelo a largo plazo. Esta
implementación mejorada se expresa como:
𝑀
(𝑤,𝑡) (𝑤,𝑡) (𝑤,𝑡)
𝑦̂𝑡 = 𝛽0 + ∑ 𝛽𝑚 𝐵𝑚 (𝑥⃗𝑡 ) (40)
𝑚=1
donde los superíndices w y t en los coeficientes y en las funciones base indican que, para
cada nueva predicción, 𝑦̂𝑡 , tanto las funciones base como los coeficientes son
optimizados usando las w observaciones previas, es decir, 𝑥⃗𝑡−1, 𝑥⃗𝑡−2 , … 𝑥⃗𝑡−𝑤 . Así, w
representa el tamaño de la ventana móvil de entrenamiento.
Por otra parte, con el fin de aprovechar la información de serie temporal contenida en
las mediciones previas de la temperatura, se propone introducir las L observaciones
previas de la temperatura como predictores adicionales, es decir, el vector de entradas
del modelo se amplía a 𝑥⃗𝑡 = (𝑥𝑡1 , 𝑥𝑡2 , … 𝑥𝑡𝑁 , 𝑦𝑡−1 , 𝑦𝑡−2 , … 𝑦𝑡−𝐿 ).
Estas dos características adicionales al modelo MARS estándar introducen dos nuevos
hiperparámetros en el modelo, a saber:
5) Número de observaciones previas introducidas como predictores, L
6) Tamaño de la ventana móvil de entrenamiento, w
Las técnicas de redes neuronales artificiales ANN fueron exploradas en las primeras
fases de la investigación (ver Publicación II), pero posteriormente abandonadas porque,
si bien se pudo obtener una precisión adecuada en algún entrenamiento concreto, no
resultaba posible asegurar siempre un buen ajuste en los sucesivos re-entrenamientos
del modelo.
3. Resultados
Tras este exhaustivo filtrado, se obtuvo un conjunto de 760 registros con datos de alta
fiabilidad. Las coladas correspondientes están uniformemente distribuidas a lo largo de
un año de fabricación, cubriendo un amplio rango de condiciones operativas, tal como
se muestra en las Tabla 3 y Tabla 4.
Cal Miner.
Arrab. Chat. Cal Dolo. Fe Antrac. FeSi N2 Ar O2
med. 251 62 14 1.1 0.6 1.4 0.11 0.06 0.11 23.0
desv. 14 11 2.3 2.0 1.2 1.7 0.28 0.06 0.11 2.2
48 Resultados
El grado de ajuste de los resultados del modelo se evaluó en base a dos parámetros
fundamentales, que son los indicadores habituales del rendimiento de los modelos
térmicos del BOF: el imbalance de energía —que se corresponde con el error de cálculo
de la temperatura final de soplado— y el error de cálculo del oxígeno necesario. Los
resultados se muestran en las Figuras 8 y 9.
El error en el balance de energía es siempre menor del 4 %, mientras que la media móvil
del error está por debajo del 1.5 %, considerando una ventana de 21 coladas. De igual
modo, el error de la predicción del oxígeno es siempre inferior al 8 % y el 5 % para
coladas individuales y grupos de 21 coladas, respectivamente.
De forma análoga, el error estimado para el balance de masa resultó inferior al 6 % para
coladas individuales e inferior al 3 % para las medias diarias.
4.0%
Energy Error
0.0%
-4.0%
0 100 200 300
Heat number in BOF #1
4.0% (a)
Energy Error
4.0%
0.0%
Energy Error
0.0%
-4.0%
0 100 200 300
-4.0% Heat number in BOF #1
0 100 200 300
(a) in BOF #2
Heat number
4.0% (b)
Energy Error
8.0%
0.0% Figura 8. Evolución a lo largo de un año de los errores en el balance de energía para el
Oxygen Error
8.0% (c)
Oxygen Error
8.0%
Oxygen Error
0.0%
0.0%
-8.0%
0 100 200 300
-8.0%
Heat number in BOF #1
0 100 200 300
(c)
Heat number in BOF #2
8.0% (d)
Oxygen Error
6.0%
Mass Error
0.0%
0.0%
-8.0%
0 100 200 300
-6.0% Heat number in BOF #2
0 100 200 300
(d)
Heat number in BOF #1
6.0% (e)
Mass Error
0.0%
-6.0%
0 100 200 300
-6.0% Heat number in BOF #1
0 100 200 300
(e)
Heat number in BOF #2
6.0% (f)
r
Aplicación del modelo térmico BOF: emisiones de CO2 49
Figura 10. Flujos de (a) materia, (b) energía y (c) carbono para una colada en las
condiciones indicadas en la Tabla 5 y la Tabla 6 con una temperatura del arrabio de
1250 °C y sin empleo de adiciones endotérmicas ni exotérmicas.
Con estrategia neutra, cuanto mayor sea la temperatura del arrabio, menor será la
cantidad necesaria de éste para ajustar el balance. Dado que el arrabio es la principal
fuente de emisiones directas (Figura 10.c) e indirectas (Tablas 7 y 8), las emisiones
totales se ven reducidas en 0.006 t cada 10 °C de aumento de temperatura (Figura 11.a).
Figura 11. Efecto de la temperatura del arrabio en las emisiones directas (arriba),
indirectas (centro) y totales (abajo) expresadas en tonelada de CO2 por tonelada de
acero líquido en función de las diferentes estrategias de consumo de arrabio: (a)
neutro, (b) máximo, (c) mínimo con antracita y (d) mínimo con ferrosilicio. Las
emisiones se expresan en toneladas de CO2 por tonelada de acero líquido producido.
Aplicación del modelo térmico BOF: emisiones de CO2 53
Conviene resaltar dos hechos significativos que se desprenden de la Figura 12.b. Por
una parte, como la curva es prácticamente simétrica, igual de dañino resulta el error por
sobreestimación de la temperatura que por subestimación. Por tanto, no es ventajosa
ninguna estrategia que fuerce el error de la predicción en uno u otro sentido. La única
opción para reducir las emisiones a nivel de predicción de temperatura es reducir el
error. Por otra parte, la relación que muestra la gráfica es lineal. Esto implica que el
perjuicio causado por el error es directamente proporcional a su valor. Entonces, el error
absoluto medio es el indicador más adecuado para medir la exactitud de las previsiones.
54 Resultados
Figura 12. Efecto en las emisiones totales de (a) la relajación de las restricciones técnicas
del proceso en condiciones de arrabio mínimo y (b) el error en la predicción de
temperatura empleada en el cálculo de la carga del convertidor. Las emisiones se
expresan en toneladas de CO2 por tonelada de acero líquido producido.
Aplicación del modelo térmico BOF: emisiones de CO2 55
Díaz J, Fernández, F J. The Impact of Hot Metal Temperature on CO2 Emissions from
BOF Steelmaking. Proceedings 2018, 2(23), 1502.
El planteamiento general del modelo térmico BOF junto con una primera estimación
del efecto de la temperatura del arrabio en las emisiones de CO2, fue objeto de una
presentación el 25 de Julio de 2018 en el 2nd International Research Conference on
Sustainable Energy, Engineering, Materials and Environment (IRCSEEME 2018). Se
adjunta la publicación posterior a la que dio lugar dicha presentación en la revista
Proceedings.
Aplicación del modelo térmico BOF: emisiones de CO2 61
Díaz J, Fernández F J. The impact of hot metal temperature on CO2 emissions from
basic oxygen converter. Environmental Science and Pollution Research, 2019, 1-10.
inconveniente (c) por las incertidumbres asociadas a la posición del chorro, presencia
de chispas, humos, escoria, etc. Se muestran a continuación los resultados obtenidos
con termometría IR.
Se realizaron una serie de pruebas sobre más de 220 coladas, en las que se cruzaron los
resultados de termopar con la medición IR. Además, se grabaron simultáneamente
secuencias de video con el fin de identificar y entender las principales causas de
perturbación de la señal IR.
Los ajustes realizados sobre el pirómetro LAND-MZ IR (emisividad 0.4 [103], foco al
infinito y 5 muestras por segundo) resultaron ser adecuados dada la buena
correspondencia entre la medida IR y la convencional. Adicionalmente, fue necesario
implementar en el PLC de control un procesado de la señal consistente en tomar como
valor representativo el percentil 95 de las lecturas, para eliminar así las perturbaciones
de la señal tal como se muestra de forma resumida en la Figura 13.
Figura 13. Evolución de la señal del termómetro IR obtenida durante el vertido de 150
t de arrabio (arriba); las líneas de puntos sobre la curva IR limitan el rango
comprendido entre los percentiles 85 y 95 (1364 y 1369 °C, en este caso); las letras a-j
se corresponden con perturbaciones típicas de la medición, asociadas a características
del chorro de arrabio que se muestran mediante una selección de cuadros de la
grabación simultánea de video (abajo): (a) el chorro inicial es estrecho y con un alto
contenido en escoria, (b) presencia de vetas de escoria, (c) presencia de manchas de
escoria sólida, (d) chorro limpio con el arrabio correctamente expuesto, (e) aspecto
final del chorro con visos de escoria y (f-j) paso de una discontinuidad por delante del
visor del termómetro causada por un chorro de poco espesor.
Predicción de la temperatura del arrabio 75
Los valores de las variables se normalizaron desde el rango [min, max] al rango [0,1].
Esta normalización, que se indica en la notación de las variables con letra minúscula,
contribuye a la estabilidad de los modelos y facilita la interpretación. En la Figura 16 se
muestra una representación gráfica del conjunto normalizado de datos de estudio. Para
mayor claridad, en lugar de los 12195 datos individuales, se traza el valor promedio y
el rango mínimo-máximo para grupos de 30 coladas —que es una agrupación
representativa de un día de producción—, es decir se muestran las temperaturas
medias, mínimas y máximas diarias. Se puede observar que las temperaturas inicial y
final, x1 e y respectivamente presentan una distribución y una evolución temporal
similares. Además, en lugar de cambios aleatorios, existen tendencias locales claras que
muestran un comportamiento temporal en los datos y que interesa retener y explotar.
Las similitudes entre las curvas x1 e y muestran la correlación esperable entre las
temperaturas inicial y final. Sin embargo, algunas características de la curva y no
corresponden bien con otras de la curva x1 —tal como la caída en la temperatura final
que se observa en el entorno de t = 10000—. Esto indica que las otras variables son
también importantes —tal como parece indicar un aumento local del tiempo de
transporte en la vecindad de t = 10000—.
Predicción de la temperatura del arrabio 77
Los resultados se resumen en la Figura 17, donde se puede ver que con el método del
valor típico o estándar (standard value, SV) se obtuvo un MAE de 0.0908, que aparece
como una curva constante, independiente del valor de w, ya que la predicción considera
siempre el promedio histórico.
Para la predicción naíf (naïve forecasting, NF) se obtiene un MAE mínimo de 0.0864
para w = 1 y empeora rápidamente a medida que w aumenta. Esto indica que, en caso
de tomar como predicción de la temperatura una observación anterior de la misma,
interesa que ésta no sea muy antigua, nunca más allá de las dos coladas anteriores. En
caso contrario, es más ventajoso utilizar el método del valor típico.
Por lo que respecta a los métodos MARIMAX, la aplicación del método de Box-Jenkins
[92] al subconjunto de datos de entrenamiento orientó hacia el establecimiento de un
ARIMA(0,1,2), que se conoce también como modelo Damped Holt [90]. Se obtuvo el
mismo resultado identificando el sistema mediante el algoritmo de Hyndman-
Khandakar [93]. Además de la implementación del modelo ARIMA básico, se ensayó la
adición al modelo de las variables seleccionadas, x1, x2, x3, x4 y x5, como predictores
externos. Los errores resultantes se pueden examinar en la Figura 17. El modelo básico
MARIMA sin predictores exógenos proporciona un MAE de 0.0704 para w = 1000. La
introducción de los cinco predictores exógenos permite reducir el MAE hasta 0.0689
para w = 1000. El empleo de ventanas de entrenamiento más amplias no produce
mejoras significativas.
0.10 0
SV
0.09 0
MAE
0.08 0
MARIMA
0.07 0
0.06 0
1 10 100 1000
w
Figura 17. Comparación de los errores absolutos medios (MAE) obtenidos al aplicar
diferentes modelos a la predicción de la temperatura del arrabio en función del tamaño
de ventana de entrenamiento w; el mejor valor de MAE corresponde con el modelo
MARIMAX5.
Predicción de la temperatura del arrabio 81
Tal como se aprecia en la Figura 18.a, si se permite cualquier grado de interacción entre
las variables (I > 1), se obtiene un peor valor del MAE. El efecto es tanto más acusado
cuanto menor sea la ventana de entrenamiento; para valores w > 1000 el empeoramiento
es mínimo, inferior a 0.0003. Este resultado apunta hacia la naturaleza aditiva de los
efectos representados por las variables x1, … x5.
Por lo que se refiere al coste de complejidad del modelo, d, para valores de w < 500, se
alcanza un mínimo claramente identificable entre 4 y 6, según se aprecia en la Figura
18.c. Para valores mayores de w, el MAE permanece en torno a su valor mínimo para
cualquier d ≥ 6.
Tabla 10. Hiperparámetros del modelo con sus valores base, su dominio de estudio y
su configuración final.
Figura 18. Comparación del error absoluto medio (MAE) de las predicciones en
función de los hiperparámetros del modelo cuando, sobre el caso base, se varían w y
(a) el grado de interacción entre las variables, I; (b) el número máximo de funciones
base al final de la fase de selección, MF; (c) el coste de la complejidad del modelo, d; y
(d) el número de observaciones previas usadas como predictores, L; las figuras (e) y (f)
se corresponden con las (c) y (b), respectivamente, cuando se toma L = 4.
Predicción de la temperatura del arrabio 103
Tal como se deduce de la Tabla 11, las funciones base más importantes son aquellas que
contienen x1, x2 y x4, esto es, la temperatura inicial, el tiempo total transcurrido entre
temperaturas y el tiempo de torpedo vacío. El tiempo de cuchara vacía y el tiempo de
pre-tratamiento tienen menos importancia; de hecho, la temperatura final observada en
la colada anterior, x6 = yt-1, tiene mayor peso. Además, el algoritmo ha eliminado la
variable x9 = yt-4, lo cual indica que su contribución a la capacidad predictiva del modelo,
en esta colada en particular, era mínima o incluso negativa. Sin duda este no es el caso
general, ya que, como puede verse en la Figura 18.d, la consideración de x9 = yt-4, aporta
una ligera mejora en el conjunto de los datos de entrenamiento.
104 Resultados
Los modelos obtenidos en otras coladas tienen una forma muy similar con ligeros
cambios. Las principales características están siempre presentes, mientras que otras
aparecen o desaparecen dependiendo de los datos de las w coladas previas utilizados
en el entrenamiento.
La forma real del modelo se puede entender mejor si se combina la expresión analítica
de las funciones base en la Tabla 11 con la representación gráfica de la Figura 19.
La curva de 𝑦̂𝑡 frente a x1 indica que el efecto de la temperatura inicial sobre la final
tiende a reducirse a medida que aquella aumenta. Este resultado es coherente ya que, a
mayor temperatura inicial, se producirán mayores pérdidas térmicas en todas las etapas
del proceso. Para el tiempo de torpedo vacío x4, se puede aplicar un razonamiento
similar, teniendo en cuenta que las pérdidas térmicas serán más importantes al
principio e irán disminuyendo a medida que el tiempo de vacío aumenta.
El tiempo total entre medidas de temperatura, x2, así como el tiempo de cuchara vacía,
x5, tienen un efecto prácticamente lineal en el rango considerado, tal como se puede ver
en las curvas correspondientes de la Figura 19.
Tal como era de esperar, cuanto mayor sea la temperatura final de las coladas
anteriores, mayor será la temperatura esperada para la colada actual. Este efecto es más
significativo cuando las mediciones anteriores están en la parte alta del rango —por
encima de 0.6, aproximadamente—, tal como se puede apreciar en las funciones B6, B8,
B9 y B11 de la Tabla 11.
Predicción de la temperatura del arrabio 105
Con base en estos resultados, los responsables del proceso pueden establecer y priorizar
planes de acciones que minimicen el impacto del proceso en la huella de carbono.
Siguiendo el orden de las ideas anteriores, se pueden considerar las siguientes líneas de
actuación:
Las opciones más factibles son aquellas que no imponen restricciones ni dificultades
adicionales al proceso y requieren de una pequeña o nula inversión. A la luz de lo
anterior, y por orden de inmediatez, se debería trabajar en:
Con el fin de lograr una mejor previsión de la temperatura del arrabio en la acería, se
han estudiado diferentes métodos que se agrupan en tres líneas de trabajo sobre el
conjunto proceso-modelo:
En la Tabla 12 se indica el número de variables con las que trabaja cada método y el
número de observaciones de dichas variables que se requieren para entrenar el modelo;
se especifica tanto el valor mínimo para que pueda ser ejecutado, como el valor de la
ventana de entrenamiento óptima. Éste es uno de los aspectos que más afecta a la
aplicabilidad del modelo, ya que cuantas más variables y más observaciones necesite,
mayor es la probabilidad de que falte alguno de los datos necesarios para su ejecución.
En primer lugar, por su mejor precisión (MAE = 0.0500), interesaría aplicar el método
IR siempre que sea posible. Sin embargo, esto sólo resulta posible en apenas un 40 % de
los casos, ya que no siempre se consigue una medida representativa y el tiempo de
avance es insuficiente en la mayor parte de las situaciones productivas. Para el restante
60 % de los casos, se puede aplicar el modelo MMARSL4, con un 87 % de probabilidad,
ya que tiene avance suficiente en la gran mayoría de los casos y se suele disponer de los
datos necesarios. En este caso, el MAE será ligeramente peor, del 0.0507. En caso de
fallar MMARSL4, es prácticamente seguro que MMARSL3 también fallará, dado que
hacen uso de prácticamente los mismos datos.
Discusión 135
El siguiente método a intentar sería MMARS que sólo emplea variables exógenas, con
mayor probabilidad de ser conocidas, y mucho mayor tiempo de adelanto, si bien la
precisión es ligeramente peor con un MAE del 0.0518.
De esta forma, por anidamiento de métodos en el orden que se indica en la Tabla 13, se
construye un método combinado de determinación de la temperatura cuya
aplicabilidad es del 100 %, tal como se deduce del razonamiento anterior y se plasma
en la Ecuación (41).
8
donde se indica que el MAE del método combinado es la suma de los MAE de cada
método, ponderados por la probabilidad de tener que aplicarlo (condicionada a que su
antecesor en el orden haya fallado), pi.
0.10 0
SV
0.09 0
0.08 0
MAE
MARIMA
0.07 0
0.06 0
IR
0.05 0
0.04 0
1 10 100 1000
w
Figura 20. Comparación de los errores absolutos medios (MAE) obtenidos al aplicar
diferentes métodos de determinación de la temperatura del arrabio en función del
tamaño de ventana de datos empleada w.
136 Discusión
El MAE esperado para el método combinado se estima así en 0.0515. Lo cual supone
una reducción en el error, respecto a la situación inicial, de 6.93 °C (unos 3.5 kg CO2 por
tonelada de acero líquido). La mejora conseguida implica una reducción de la huella de
carbono de unas 14000 tCO2 / año, estimadas para una producción de 4.0 Mt / año de
acero en los convertidores BOF en la acería de Avilés.
Finalmente, se revisa en qué medida este trabajo se ha llevado a cabo siguiendo las
pautas metodológicas que se habían identificado como necesarias en los inicios de la
investigación (ver apartado 1.2. Contexto metodológico). Dichas características se
evalúan a continuación a la luz de los resultados:
1. M. Schober, The story of the Linz-Donawitz process. “A development which has changed
the world” Voestalpine AG, 2013, p. 44.
2. Worldsteel Steel statistical yearbook 2018. Worldsteel Association Web.
https://www.worldsteel.org/en/dam/jcr:7aa2a95d-448d-4c56-b62b-b2457f067cd9/SSY19
%2520concise%2520version.pdf. Accessed 26 August 2019.
3. ArcelorMittal Climate Action Report. https://annualreview2018.arcelormittal.com/~/
media/Files/A/Arcelormittal-AR-2018/AM_ClimateActionReport_2018.pdf- Accessed 07
December 2019.
4. Fonollosa A, Mateos P, Calleja J, El proceso siderúrgico; La Toba: Avilés, AS, Spain.
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7. Informes de índices de impacto 2018
𝑂
𝑚𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 + 𝑚𝑂𝐺 − 𝑚𝑖𝑛 = ∑ (1 − 𝑥𝑖𝑂 )𝑚𝑖
(A1)
𝑖∈𝑖𝑛𝑝𝑢𝑡
𝐹𝑒 𝑂 𝑗
𝑚𝑠𝑙 = 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 + 𝑥𝑠𝑙 + ∑ 𝑥𝑠𝑙 (A2)
𝑗∈𝑠𝑙
𝑗≠𝑂
( 𝑗≠𝐹𝑒 )
𝐹𝑒 𝑂
donde se han indicado 𝑥𝑠𝑙 y 𝑥𝑠𝑙 de forma separada, como el primero es conocido y
el segundo puede expresarse en función del resto de componentes de acuerdo con la
Ecuación (S15), se tiene
𝐹𝑒 𝑆𝑖
32 𝑀𝑛
16 𝑃
80 𝐹𝑒 𝑗
𝑚𝑠𝑙 = 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 + (𝑥𝑠𝑙 + 𝑥𝑠𝑙 + 𝑥𝑠𝑙 + 𝑥𝑠𝑙 𝑘𝐹𝑒 ) + ∑ 𝑥𝑠𝑙 (A3)
28 55 62
𝑗∈𝑠𝑙
𝑗≠𝑂
( 𝑗≠𝐹𝑒 )
𝐹𝑒 (1 𝑗
𝑚𝑠𝑙 = 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 + 𝑘𝐹𝑒 ) + ∑ 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 (1 + 𝑘𝑗 )
𝑗∈𝑠𝑙 (A4)
𝑗≠𝑂
𝑗≠𝐹𝑒
𝐹𝑒 (1 𝑗 𝑗
𝑚𝑠𝑙 = 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 + 𝑘𝐹𝑒 ) + ∑ (𝑚𝑖𝑛 −𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 )(1 + 𝑘𝑗 )
𝑗∈𝑠𝑙 (A5)
𝑗≠𝑂
𝑗≠𝐹𝑒
150 Anexos
𝑗 𝐹𝑒 (1 𝑗
∑ 𝑥𝑠𝑡 (1 + 𝑘𝑗 ) 𝑚𝑠𝑡 + (1 − 𝑥𝑠𝑙 + 𝑘𝐹𝑒 )) 𝑚𝑠𝑙 = ∑ 𝑚𝑖𝑛 (1 + 𝑘𝑗 ) (A6)
𝑗∈𝑠𝑙 𝑗∈𝑠𝑙
𝑗≠𝑂 𝑗≠𝑂
(𝑗≠𝐹𝑒 ) 𝑗≠𝐹𝑒
Esta ecuación tiene como únicas incógnitas 𝑚𝑠𝑡 y 𝑚𝑠𝑙 y en ella se han condensado 9
de las 16 ecuaciones iniciales del sistema: Ecuaciones (S5-S10, S13, S15).
𝐶 𝑂 𝑁
𝐴𝑟
𝑚𝑂𝐺 = 𝑚𝑂𝐺 (𝑥𝑂𝐺 + 𝑥𝑂𝐺 + 𝑥𝑂𝐺2 + 𝑥𝑂𝐺 ) (A7)
𝑂
y sustituyendo 𝑥𝑂𝐺 por la Ecuación (S16), se obtiene
𝐶
16 𝑁 𝐴𝑟
𝑚𝑂𝐺 = 𝑚𝑂𝐺 (𝑥𝑂𝐺 (1 + (1 + 𝑘𝑃𝐶 ) ) + 𝑥𝑂𝐺2 + 𝑥𝑂𝐺 ) (A8)
12
𝐶 𝐶
16 𝑁 𝐴𝑟
𝑚𝑂𝐺 = (𝑚𝑖𝑛 − 𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 ) (1 + (1 + 𝑘𝑃𝐶 ) ) + 𝑚𝑖𝑛2 + 𝑚𝑖𝑛 (A9)
12
𝐶
16
𝑥𝑠𝑡 (1 + (1 + 𝑘𝑃𝐶 ) ) 𝑚 + 𝑚𝑂𝐺
12 𝑠𝑡
16 (A10)
𝐶 𝑁 𝐴𝑟
= 𝑚𝑖𝑛 (1 + (1 + 𝑘𝑃𝐶 ) · ) + 𝑚𝑖𝑛2 + 𝑚𝑖𝑛
12
Esta ecuación tiene como incógnitas 𝑚𝑂𝐺 y 𝑚𝑠𝑡 y en ella se han condensado otras 5
de las 17 ecuaciones del sistema inicial: Ecuaciones (S3, S11, S12, S14, S16).
Se comienza por sustituir las Ecuaciones (S15, S16) en la Ecuación (S4), lo que da lugar
a
𝑂 𝑂 𝐹𝑒 𝑗 𝐶
16
𝑚𝑖𝑛 = 𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 𝑘𝐹𝑒 + ∑ 𝑚𝑠𝑙 𝑘𝑗 + [𝑚𝑂𝐺 (1 + 𝑘𝑃𝐶 ) ] (A11)
12
𝑗∈𝑠𝑙
𝑗≠𝑂
[ 𝑗≠𝐹𝑒 ]
𝑗 𝐶
A continuación se sustituye 𝑚𝑠𝑙 por las Ecuaciones (S5-S10) y 𝑚𝑂𝐺 por la Ecuación
(S3). Tras reordenar se obtiene
Anexos 151
𝑂 𝑂 𝐹𝑒
𝑚𝑖𝑛 = 𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 𝑘𝐹𝑒
𝑗 𝐶 𝑗 𝐶
16
+ ∑ (𝑚𝑖𝑛 −𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 ) 𝑘𝑗 + (𝑚𝑖𝑛 −𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 )(1 + 𝑘𝑃𝐶 )
12 (A12)
𝑗∈𝑠𝑙
𝑗≠𝑂
𝑗≠𝐹𝑒
que da lugar a
𝑗 𝐶 (1
16 𝑂 𝐹𝑒 𝑂
∑ 𝑥𝑠𝑡 𝑘𝑗 + 𝑥𝑠𝑡 + 𝑘𝑃𝐶 ) −𝑥𝑠𝑡 𝑚𝑠𝑡 − 𝑥𝑠𝑙 𝑘𝐹𝑒 𝑚𝑠𝑙 + 𝑚𝑖𝑛
12
𝑗∈𝑠𝑙
𝑗≠𝑂
(𝑗≠𝐹𝑒 ) (A13)
𝑗 𝐶 (1
16
= ∑ 𝑚𝑖𝑛 𝑘𝑗 + 𝑚𝑖𝑛 + 𝑘𝑃𝐶 )
12
𝑗∈𝑠𝑙
𝑗≠𝑂
𝑗≠𝐹𝑒
Esta expresión sustituye a la Ecuación (S4) y tiene como únicas incógnitas 𝑚𝑠𝑡 , 𝑚𝑠𝑙 y
𝑂
𝑚𝑖𝑛 .
Las Ecuaciones (A1, A6, A10, A13) constituyen un sistema de cuatro ecuaciones con
cuatro incógnitas que se puede expresar matricialmente de la siguiente forma:
1 1 1 −1 𝑚𝑠𝑡 𝑏1
𝑎 𝑎22 0 0 𝑚 𝑠𝑙 𝑏
[ 21 ] · [ 𝑚𝑂𝐺 ] = [ 2 ] (A14)
𝑎31 0 1 0 𝑏3
𝑂
𝑎41 𝑎42 0 1 𝑚𝑖𝑛 𝑏4
donde
𝑗
𝑎21 = ∑ 𝑥𝑠𝑡 (1 + 𝑘𝑗 )
𝑗∈𝑠𝑙 (A15)
𝑗≠𝑂
𝑗≠𝐹𝑒
𝐹𝑒 (1
𝑎22 = 1 − 𝑥𝑠𝑙 + 𝑘𝐹𝑒 ) (A16)
𝐶
16
𝑎31 = 𝑥𝑠𝑡 (1 + (1 + 𝑘𝑃𝐶 ) · ) (A17)
12
𝑗 𝐶 (1
16 𝑂
𝑎41 = ∑ 𝑥𝑠𝑡 𝑘𝑗 + 𝑥𝑠𝑡 + 𝑘𝑃𝐶 ) −𝑥𝑠𝑡
12
𝑗∈𝑠𝑙 (A18)
𝑗≠𝑂
𝑗≠𝐹𝑒
𝐹𝑒
𝑎42 = − 𝑥𝑠𝑙 𝑘𝐹𝑒 (A19)
𝑏1 = ∑ 𝑚𝑖
𝑖∈𝑖𝑛𝑝𝑢𝑡 (A20)
𝑖≠𝑂2
𝑗
𝑏2 = ∑ 𝑚𝑖𝑛 (1 + 𝑘𝑗 )
𝑗∈𝑠𝑙 (A21)
𝑗≠𝑂
𝑗≠𝐹𝑒
152 Anexos
𝐶 16 𝑁 𝐴𝑟
𝑏3 = 𝑚𝑖𝑛 (1 + (1 + 𝑘𝑃𝐶 ) · ) + 𝑚𝑖𝑛2 + 𝑚𝑖𝑛 (A22)
12
𝑗
𝐶 16
𝑏4 = ∑ 𝑚𝑖𝑛 𝑘𝑗 + 𝑚𝑖𝑛 (1 + 𝑘𝑃𝐶 )
12
𝑗∈𝑠𝑙 (A23)
𝑗≠𝑂
𝑗≠𝐹𝑒
1 𝑗
𝑚𝑠𝑙 = 𝐹𝑒 (1 ∑ 𝑚𝑖𝑛 (1 + 𝑘𝑗 )
1− 𝑥𝑠𝑙 + 𝑘𝐹𝑒 )
𝑗∈𝑠𝑙
𝑗≠𝑂
𝑗≠𝐹𝑒
1 (A24)
𝑗
− 𝑚𝑠𝑡 𝐹𝑒 (1 ∑ 𝑥𝑠𝑡 (1 + 𝑘𝑗 )
1 − 𝑥𝑠𝑙 + 𝑘𝐹𝑒 )
𝑗∈𝑠𝑙
𝑗≠𝑂
𝑗≠𝐹𝑒
𝑁 𝐴𝑟 𝐶 16 𝐶
16
𝑚𝑂𝐺 = 𝑚𝑖𝑛2 + 𝑚𝑖𝑛 + 𝑚𝑖𝑛 (1 + (1 + 𝑘𝑃𝐶 ) ) − 𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 (1 + (1 + 𝑘𝑃𝐶 ) ) (A25)
12 12
𝐹𝑒
𝑂 𝑗 𝑥𝑠𝑙 𝑘𝐹𝑒 𝑗
𝐶 (1
16
𝑚𝑖𝑛 = ∑ 𝑚𝑖𝑛 𝐹𝑒 (1 (1 + 𝑘𝑗 ) + ∑ 𝑚𝑖𝑛 𝑘𝑗 + 𝑚𝑖𝑛 + 𝑘𝑃𝐶 )
1− 𝑥𝑠𝑙 + 𝑘𝐹𝑒 ) 12
𝑗∈𝑠𝑙 𝑗∈𝑠𝑙
𝑗≠𝑂 𝑗≠𝑂
𝑗≠𝐹𝑒 𝑗≠𝐹𝑒
𝐹𝑒
𝑂 𝑗 𝑥𝑠𝑙 𝑘𝐹𝑒 𝑗
+ 𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 − ∑ 𝑥𝑠𝑡 𝐹𝑒 (1 (1 + 𝑘𝑗 ) − ∑ 𝑥𝑠𝑡 𝑘𝑗
1− 𝑥𝑠𝑙 + 𝑘𝐹𝑒 )
𝑗∈𝑠𝑙 𝑗∈𝑠𝑙
𝑗≠𝑂 𝑗≠𝑂
( 𝑗≠𝐹𝑒 𝑗≠𝐹𝑒
(A26)
𝐶 (1
16
− 𝑥𝑠𝑡 + 𝑘𝑃𝐶 )
12
18
Este enfoque enlaza con la conveniencia de expresar las magnitudes por unidad de masa de producto. Es
práctica común en la siderurgia referenciar las cantidades a tonelada de acero líquido.
Anexos 153
𝑚𝑠𝑡
𝐹𝑒
𝑁2 1 − 𝑥𝑠𝑙 𝑘𝐹𝑒
∑𝑖∈𝑖𝑛𝑝𝑢𝑡 𝑚𝑖 − 𝑚𝑖𝑛 𝐴𝑟
− 𝑚𝑖𝑛 𝐶
− 𝑚𝑖𝑛 − 𝐹𝑒 (1 ∑ 𝑗∈𝑠𝑙 𝑚 𝑗 (1 + 𝑘𝑗 ) + ∑ 𝑗∈𝑠𝑙 𝑚𝑖𝑛
𝑗
𝑘𝑗
𝑖≠𝑂2 1 − 𝑥𝑠𝑙 + 𝑘𝐹𝑒 ) 𝑗≠𝑂 𝑖𝑛 𝑗≠𝑂
𝑗≠𝐹𝑒 𝑗≠𝐹𝑒 (A27)
= 𝐹𝑒
𝑂 𝐶 1 − 𝑥 𝑘
𝑠𝑙 𝐹𝑒 𝑗 𝑗
1−𝑥𝑠𝑡 − 𝑥𝑠𝑡 − ∑ 𝑥𝑠𝑡 (1 + 𝑘𝑗 ) + ∑ 𝑗∈𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑡 𝑘𝑗
𝐹𝑒
1 − 𝑥𝑠𝑙 (1 + 𝑘𝐹𝑒 ) 𝑗∈𝑠𝑙
𝑗≠𝑂 𝑗≠𝑂
𝑗≠𝐹𝑒 𝑗≠𝐹𝑒
1 𝑗 𝑗
𝑚𝑠𝑙 = 𝐹𝑒 ∑ (𝑚𝑖𝑛 − 𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 )(1 + 𝑘𝑗 )
1 − 𝑥𝑠𝑙 (1 + 𝑘𝐹𝑒 )
𝑗∈𝑠𝑙 (A28)
𝑗≠𝑂
𝑗≠𝐹𝑒
𝑁 𝐴𝑟 𝐶 𝐶
16
𝑚𝑂𝐺 = 𝑚𝑖𝑛2 + 𝑚𝑖𝑛 + (𝑚𝑖𝑛 − 𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 ) (1 + (1 + 𝑘𝑃𝐶 ) ) (A29)
12
𝑂 𝑂 𝐹𝑒 𝑗 𝑗 𝐶 𝐶
16
𝑚𝑖𝑛 = 𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 + 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙 𝑘𝐹𝑒 + ∑ (𝑚𝑖𝑛 − 𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 ) 𝑘𝑗 + (𝑚𝑖𝑛 − 𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 )(1 + 𝑘𝑃𝐶 )
12
𝑗∈𝑠𝑙 (A30)
𝑗≠𝑂
𝑗≠𝐹𝑒
𝑂
𝑚𝑂2 = 𝑚𝑖𝑛 − ∑ 𝑥𝑂𝑖 𝑚𝑖
(A31)
𝑖∈𝑖𝑛𝑝𝑢𝑡
𝐹𝑒 𝐹𝑒
𝐹𝑒
𝑚𝑖𝑛 − 𝑚𝑠𝑙 𝑥𝑠𝑙
𝑥𝑠𝑡 = (A32)
𝑚𝑠𝑡
𝐶 𝐶
𝐶
𝑚𝑖𝑛 − 𝑚𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡
𝑥𝑂𝐺 = (A33)
𝑚𝑂𝐺
𝑂 𝑂 𝑂
𝑂
𝑚 𝑖𝑛 − 𝑚 𝑠𝑡 𝑥𝑠𝑡 − 𝑚𝑂𝐺 𝑥𝑂𝐺
𝑥𝑠𝑙 = (A34)
𝑚𝑠𝑙
𝐴𝑟 𝑁
𝑂
𝑚𝑖𝑛 + 𝑚𝑖𝑛2 𝐶
𝑥𝑂𝐺 = 1− − 𝑥𝑂𝐺 (A35)
𝑚𝑂𝐺
𝑁
𝑁 𝑚 2
𝑥𝑂𝐺2 = 𝑖𝑛 (A36)
𝑚𝑂𝐺
𝐴𝑟
𝐴𝑟
𝑚𝑖𝑛
𝑥𝑂𝐺 = (A37)
𝑚𝑂𝐺
𝑥𝑠𝑙𝐴𝑂𝑥 = 𝑥𝑠𝑙𝐴 (1 + 𝑘𝐴 )
(A38)
𝐶𝑂 𝐶 (1
28
𝑥𝑂𝐺 = 𝑥𝑂𝐺 − 𝑘𝑃𝐶 ) (A39)
12
𝐶𝑂 𝐶
44
𝑥𝑂𝐺2 = 𝑥𝑂𝐺 𝑘𝑃𝐶 (A40)
12