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Guia Romano 8

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Guía de estudio.

Impartición de
Justicia
Profesor Juan Eduardo Gutiérrez Muñoz

Bloque VIII. Impartición de Justicia 2


Introducción 2
Justicia privada 2
Organización de la justicia en Roma 3
Ordo Iudiciorum privatorum 3
Cogntio Extra ordinemg 4
Acciones 5
Excepciones e interdictos 7
Glosario 9
Lista de referencias 10

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Bloque VIII. Impartición de Justicia

Introducción

En esta Unidad se expondrá la forma de organización de la justicia romana, la forma


en que los ciudadanos podían ejercer para garantizar los derechos reales y
personales, a través de las acciones que podían ejercitar.

Asimismo, se analizarán las formas de defensa de la parte demandada a través


de las excepciones.

Igualmente, los temas expuestos en esta unidad servirán de base para el futuro
Licenciado en Derecho, toda vez que las diversas jurídicas que aquí se estudiarán
son el antecedente de las que se aplican en el derecho contemporáneo.

Justicia privada

Se considera justicia privada al conjunto de normas impuestas por el Estado para


regular la participación de los ciudadanos en su calidad de particulares en la
administración de justicia, surgiendo de esta forma el procedimiento civil.

La primera forma de justicia privada se conoció como ordo iudiciorum


privatorum, que era una especie de juicio que se dividía en dos fases: la primera de
ellas se realizaba ante el magistrado denominado in iudicium y la segunda ante un
juez privado denominado apud iudicem, lo cual era reflejo del equilibrio en entre la
justicia pública y la justicia privada, siendo esta última aplicada por un juez o árbitro
designado por las partes. Dentro de esta especie de juicio existieron dos
procedimientos conocidos como las acciones de la ley o legis actiones y el
procedimiento formulario o per formulam.

Otras formas de intervención de los particulares en la administración de justicia lo son


las acciones privadas, que son las que se ejercitan para proteger un derecho
subjetivo, la cuales solo pueden ser ejercitadas por el titular del bien lesionado.

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En el derecho romano el particular no únicamente podía intervenir en la justicia
privada de carácter civil, sino que también se contemplaba su participación en el
derecho penal a través de la actio de rationibus distrahendi que era una acción penal
que se ejercitaba contra el tutor legítimo que hubiese sustraído alguna cosa del
patrimonio de su pupilo.

En la actualidad la justicia privada ha tenido una especie de resurgimiento con la


creación de centros de justicia alternativa y/o de arbitraje para cierta clase de
negocios.

Organización de la justicia en Roma

La justicia romana tenía dos formas de organización, el Ordo Iudiciorum privatorum y


el Cognitio Extra ordinem, las cuales a continuación se expondrán.

Ordo Iudiciorum privatorum

Se componía de Magistrados y Jueces, por un lado, los Magistrados tenían la función


de pronunciar o decir el derecho en un pleito o litigio específico (iurisdictio) de acuerdo
a las siguientes reglas:

 Do (dare): era la designación de juez o árbitro, ya sea por elección de las partes
o nombrado por el propio magistrado; también era la potestad que tenía para
conceder o negar una acción o excepción.
 Dico (ius dicere), haciendo referencia a las declaraciones que realizaba el
Magistrado respecto al derecho que debía aplicarse durante el proceso.
 Addico (addicere), eran los actos que atribuían algún derecho a cualquiera de
las partes del proceso.
 Cuando el Magistrado intervenía en la segunda fase del procedimiento,
requería la cognitio, que era la facultad de resolver el asunto a través del
dictado de la sentencia.

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De acuerdo al periodo histórico era la forma de impartir justicia, así por ejemplo en la
Monarquía la jurisdicción era aplicada por el rey; en la República esa función la
tuvieron los cónsules y sus sustitutos provisionales (interrex, decemviri legibus
scribundis y el dictador), el pretor urbano y el peregrino e inclusive en algunas
materias los ediles y censores en Roma y los gobernadores en las provincias podían
administrar justicia; en el Principado, también se le otorgaron funciones de administrar
justicia a los prefectos de los municipios, al procónsul y al cuestor de las provincias
senatoriales, así como al legatus Agusti de las provincias imperiales

Por otra parte, los jueces privados tenían la facultad (iudicatio) para señalar a través
de la opinio cual parte era la que tenía el derecho, así como para emitir sentencia
(iudicaum).

En ese sentido había tres clases de jueces, el juez privado, los tribunales de 3 o 5
árbitros y los tribunales permanentes que estaban compuestos por jueces designados
por el pueblo para resolver litigios específicos, extiendo los centumviri para cuestiones
de propiedad y herencia, los decemviri para controversias de libertad y ciudadanía y
por último los triumviri para conflictos entre romanos y extranjeros.

Para ser juez se debían reunir diversos requisitos, entre los que se encontraba ser
una persona honorable, conocer sobre la materia en que iba a intervenir, estar
considerado en la lista oficial (álbum iudicium selectorum), no haber sido expulsado
del Senado, no ser loco, mudo, sordo o impúber, no ser ni mujer ni esclavo.

Cogntio Extra ordinem

En este procedimiento desaparecen las dos fases que se contemplaban en el Ordo


Iudiciorum privatorum, desapareciendo también la diferenciación de magistrados
dotados de imperium y los jueces ciudadanos dotados de iudicatio encargados de
administrar justicia; en este procedimiento la iurisdictio se entendió como la atribución
de decir el derecho aplicable al litigio específico a través de la sentencia, mientras que
la cognitio era la facultad del magistrado para instruir el proceso completo; quedando
esta figura jurídica como proceso único a partir de Constantino y Constante en 342

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A.C., iniciándose la profesionalización de la justicia y considerándose al magistrado-
juez como un representante del Estado.

Asimismo en el proceso se contemplaba la participación de varias partes para


intervenir en el mismo; teniéndose a las partes litigantes (adversarri), las cuales eran
el actor que ejercitaba la actio (is qui agere vult) y el demandado o reus (is cum quo
agitur); los representantes de la partes (sólo en casos excepcionales), permitiéndose
la representación de las partes cuando surge el proceso formulario y el extraordinario,
refiriéndose al representante como cognitor; el procurator que era el administrador
general de la clase acomodada de Roma; el defensor, que valga la redundancia,
defendía a las partes litigantes, con o sin su autorización; el advocatus, que era la
persona cuyo ejercicio profesional era abogar por las partes a través de la asesoría.

Acciones

La acción consiste en el derecho de la persona de solicitar mediante juicio, a través


de los órganos de administración de justicia, el objeto del derecho subjetivo, es decir,
intentar obtener que se realice la conducta positiva o negativa que se tiene derecho
de exigir a otros.

En el derecho romano la acción (actio) evolucionó constantemente, se inició con las


legis actiones como declaraciones formales y en cierta medida rituales de las partes
ante el magistrado; posteriormente en el derecho procedimiento formulario se pedía
concretamente al pretor una formula y en el procedimiento extraordinario la acción se
consideraba como la facultad de demandar y obtener la protección del órgano que
administraba justicia, es así que en el derecho romano las acciones se clasificaban
en siete tipos como a continuación se menciona:

A. Por su fuente de creación, se dividen en civiles y honorarias.

Las civiles con las contempladas por el ius civile, mientras que las honorarias
eran creadas por el magistrado (ius honorarium), las que a su vez se subdividían en
la siguientes:}

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In ius concepta, las cuales fueron creadas antes del conflicto surgido entre las
partes

Ius factum concepta, las que no existían antes del conflicto de las partes, pero
el magistrado mediante la aplicación del ius edicendi creaba esas nuevas acciones;
estas se dividían en útiles, que se inspiraban en acciones contempladas en el ius
civile y las ficticiae, las cuales el pretor ordenaba al juez que juzgara fingiendo que
existía un elemento de hecho o un derecho.

In ius factum, que eran las que se concedían por el pretor para una relación de
hecho no prevista en el ius civile.

B. Por el objeto que persiguen, se dividían en:

Rei persecutoria, las cuales se intentaban para recuperar una cosa o su


equivalente en dinero.

Poenae persecutoria, las que se ejercitaban para lograr la reparación del daño.

C. Por el derecho que se reclama, se dividían en las siguientes:

In rem: las que se ejercitaban para proteger un derecho subjetivo frente a un derecho
real

In personam: las que se intentaban para proteger un derecho subjetivo originado por
una obligación; aunque también se llamaban condiciones.

Mixtae: las ejercitadas para proteger un derecho subjetivo en parte personal y en parte
real

D. Por su eficacia, se dividieron en:

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Stricti iuris: el juez juzgaba de acuerdo a las indicaciones expuestas en la fórmula
tomando en cuenta únicamente las cuestiones del hecho y las pretensiones jurídicas
del litigio

Bonae fidei: el magistrado instruía al juez para que valorara la cuestión jurídica
tomando en cuenta las normas jurídicas y los principios de equidad y buena fe.

E. Por su resolución eran las arbitrariae y no arbitrariae; las arbitrariae tenían la


cláusula arbitral en la fórmula, en al cual se concedía al juez la facultad para emitir al
demandado la orden de restituir o mostrar la cosa para que evitara la condena
pecuniaria; mientras que en la no arbitrariae el juez condenaba pecuniariamente.

F. Por su duración eran perpetuae y temporariae; las perpetuae fueron creadas


por el ius civile y tenían un límite para su ejercicio, en ese sentido, Teodosio II
estableció la prescripción de las acciones civiles a los 30 a 40 años; mientras que las
temporariae fueron creación del ius honorarium y prescribían al año.

G. Por el valor de su condena: era simple cuando el juez sólo condenaba al pago
del valor de lo reclamado, doble cuando la condena era por el doble de lo reclamado,
triple cuando la sentencia era por el triple valor de lo que se reclamaba y cuádruple
cuando se condenaba al cuádruple de lo reclamado.

H. Por el sujeto que las ejercita eran privatae las acciones que intentaban los
particulares para tutelar sus derechos subjetivos y eran populares cuando las
intentaba cualquier ciudadano para garantizar los intereses públicos.

Excepciones e interdictos

Las excepciones eran elementos accesorios a la fórmula, se consideraban una


condición negativa en relación con la condemnatio y si se comprobaban los hechos
en que se fundaba la exceptio el juez ya no podía dictar sentencia condenatoria.

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Los romanos distinguían dos clases de excepciones, las perentorias y las dilatorias;
las primeras destruían la acción, mientras que las segundas únicamente postergaban
el juicio.

También existía la clasificación de excepciones conceptae in ius y las conceptae in


factum, las primeras se basaban en el derecho y las segundas en los hechos.

Otra clasificación diferenciaba entre exceptiones in rem y exceptiones in personam,


es decir, las primeras eran para derechos reales y las segundas para derechos
personales.

En ese sentido existían excepciones específicas como la exceptio doli, la cual se


promovía cuando el actor dolosamente había provocado que el demandado no
cumpliera la obligación, entonces el demandado podía oponer la exceptio doli.

Otra excepción era la exceptio non adimpleti contractus, bajo la cual el demandando
argumentaba que no había cumplido porque el actor tampoco había cumplido.

Al emitirse una sentencia el juez otorgaba al demandado una exceptio iudicati, para
que no fuera demandado posteriormente por lo mismo; así se podría seguir
ejemplificando las excepciones, siendo conveniente señalar el principio de derecho
que reza que a toda acción corresponde una excepción.

Otra figura jurídica importante del derecho procesal romano son los interdictos, los
cuales consistían en ordenes emitidas por el pretor para mantener la paz y la
seguridad en las relaciones de los particulares, sobre todo para que se respetaran las
situaciones relacionadas con el derecho para que las reclamaciones que hubiere se
hicieran mediante un procedimiento jurídico y no de propia mano. Inicialmente era un
proceso sumario en el que el magistrado decidía en presencia de ambos litigantes,
pero en el Derecho Justiniano se convierten en auténticas acciones procesales; así
las cosas, los interdictos se clasifican de la siguiente manera:

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A. Restitutorios, los cuales se ejercitaban para restituir a una situación
original como entregar una cosa (interdictum quorum bonorum), devolver una
cosa (interdictum de clandestina possessione).

B. Exhibitorios, como mostrar una cosa como en el caso del robo; mostrar
un documento, por ejemplo, un testamento; mostrar una persona, como en
un secuestro.

C. Prohibitorios, como la veda para realizar un acto en derecho privado;


veda en derecho público para no realizar una conducta que afecte a la
colectividad.

D. Por los efectos que producen entre las partes son simples cuando solo un
litigante debe obedecer y son compuestos cuando ambos litigantes deben
obedecer.

Glosario
Justicia privada: Conjunto de normas impuestas por el Estado para regular
la participación de los ciudadanos en su calidad de
particulares en la administración de justicia, surgiendo de
esta forma el procedimiento civil.

Acción: Es el derecho de la persona de solicitar mediante juicio, a


través de los órganos de administración de justicia, el
objeto del derecho subjetivo, es decir, intentar obtener que
se realice la conducta positiva o negativa que se tiene
derecho de exigir a otros.

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Lista de referencias

Armas Araiza, G. (2014). Derecho Romano. México, D.F, México: Editorial Digital
UNID. Recuperado de https://elibro.net/es/ereader/bibliofgr/41154?page=3

Casadiegos. F.C., pág. 166, recuperado el 1 de septiembre de 2020, de


http://publicaciones.ustatunja.edu.co/ebook/DRomano/HTML/files/assets/common/d
ownloads/page0155.pdf

Pocaterra, M. M. (2017). Compendio de Derecho Romano. (U. A. Metropolitana, Ed.)


Recuperado el 1 de septiembre de 2020, de
http://www.cua.uam.mx/pdfs/revistas_electronicas/libros-
electronicos/2017/Compendio/CompendiodeDerechoInteractivo.pdf

Sahagún, G. P. (2008). Derecho Romano. (M. G. México, Ed.)


Recuperado el 1 de septiembre de 2020, de
https://www.academia.edu/35666257/Derecho_Romano_Gumesindo_Padilla_Sahag
%C3%BAn

S., G. F. (1968). El Derecho Romano Privado como introducción a la cultura jurídica


contemporánea (Tercera ed.). México, México: Esfinge, S.A.

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