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Guión Historiografía

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¿DESDE CUÁNDO EL CULTO ARTIGUISTA?

SEGÚN ARTURO ARDAO

SEGUNDA PRUEBA PARCIAL: PODCAST.


ASIGNATURA: HISTORIA DE LA HISTORIOGRAFÍA CONTEMPORÁNEA
DOCENTE: ANA ALMEIDA
GRUPO: 3RO PROFESORADO DE HISTORIA
ALUMNAS: MARIANA CARDOZO, YESSICA LARRAMA, ESTEFANY MACCHI,
ROCÍO SILVEIRA, MARIANA SOUZA.
AÑO: 2022
GUIÓN

GUIÓN 1: Bienvenida.
YESSICA LARRAMA: Bienvenidos al podcast “Historiografía Uruguaya”. Nos
encontramos con Rocío Silveira, Estefany Macchi, Mariana Cardozo, Mariana Souza
y Yessica Larrama, quien les habla, realizando un nuevo episodio sobre “la
historiografía artiguista”. En el episodio de hoy nos centraremos en la pregunta:
¿desde cuándo el culto a Artigas? Revisando con el equipo la bibliografía más
adecuada para este tema, decidimos enfocarnos en un libro de Arturo Ardao
llamado “¿Desde cuándo el culto artiguista?” Les recordamos que pueden encontrar
más sobre el tema pero con miradas y posturas diferentes en este mismo canal. No
sé quién quiere comenzar… ¿Rocío, nos introduces al tema?

GUIÓN 2: Introducción.
Justamente como mencionabas a Ardao, el autor plantea una imprecisión a la hora
de hablar del culto artiguista, sobre todo en lo que refiere a su época de iniciación,
ya que han existido a lo largo del tiempo, paralelamente, la conocida ‘leyenda negra’
y el nombrado ‘culto artiguista’. Esta dicotomía continúa existiendo hasta el día de
hoy, aunque por supuesto no de la misma manera o con las mismas características
de su origen, sino que con una consolidación y extensión del culto artiguista y una
reducción cada vez más extrema de la leyenda negra, hasta el punto de que las
manifestaciones de éste última suelen ser muy esporádicas o escasas.

Es importante reconocer que tanto el artiguismo como el anti artiguismo,


relacionados ambos con la leyenda negra y el culto artiguista, tienen una etapa
histórica y una historiográfica.

La etapa histórica del artiguismo corresponde al liderazgo de Artigas a lo largo de su


actuación como jefe de los orientales entre 1811 y 1820; la del anti artiguismo a la
paralela reacción contra dicho liderazgo, impulsada por dirigentes de Buenos Aires,
desde los Sarratea y Alvear a los Posadas y Pueyrredón, hasta culminar en 1818
con el libelo de Cavia, expresión suma de la leyenda negra, pero que estaba
formalizada ya por Posadas en 1814.

La etapa historiográfica del artiguismo corresponde a la defensa más o menos


devota de Artigas desde su alejamiento del escenario platense en el 20 hasta el
presente, con su conversión a cierta altura en verdadero culto, tanto oficial como
nacional. La del anti artiguismo, a la paralela prosecución de la leyenda negra,
impulsada ahora por escritores como Sarmiento, Mitre, López, Berra. Este
reavivamiento a nivel historiográfico de la leyenda negra no podía quedar sin
respuesta en esta orilla. Tuvo lugar de 1870 en adelante por plumas como las de
Bauzá, Acevedo Díaz, Zorrilla de San Martín, entre otros.

YESSICA: ¿Y qué podrías decirnos sobre el culto artiguista a fines del siglo XIX?

ROCÍO: La ya mencionada reivindicación historiográfica de Artigas contra


Sarmiento, Mitre, López y Berra culminó en un intenso período polémico, con los
alegatos de Carlos María Ramírez (1881-1884) contra Berra y el diario porteño Sud
América. Tuvieron enorme repercusión nacional, fortaleciendo y consagrando el
llamado culto artiguista. Ese fortalecimiento del culto tuvo numerosos aportes, pero
me gustaría destacar uno en especial de una naturaleza diferente a la que quizás
estamos acostumbrados a trabajar, y es el de Rubén Darío, quien le dedicó a
Artigas un himno en prosa titulado simplemente ‘El’, omitiendo su nombre incluso
durante toda la pieza. Quiero compartirles un trozo de este trabajo, el final de éste,
que versa así: “padeció destierro como Bolívar, murió lejos de su patria adorada,
como San Martín. Soportó con vigor la caída de su grandeza. Su nombre en el
Uruguay es luminoso y astral. Sus manchas pueden verse con telescopio. ¿Quién
no se descubre ante Él?”. Es un tema complejo y una pregunta difícil de responder,
pero ¿saben cuándo fue la real iniciación del culto artiguista?

GUIÓN 3: Iniciación del culto artiguista.


YESSICA: Sí, su iniciación real fue en los años 50. La reivindicación historiográfica
de Artigas que estabas hablando no fue obstáculo a la persistencia de la leyenda
negra, tanto en Buenos Aires como en Montevideo. Pero la glorificación de Artigas
en Uruguay y en Argentina fue algo que se impuso, más que nada a lo largo del
siglo XX. En Uruguay fueron tres obras que cerraron el reivindicatorio ciclo
historiográfico: “José Artigas, Alegato histórico” de Eduardo Acevedo, “La epopeya
de Artigas” de Zorrilla de San Martín, y “Las instrucciones del año XIII” de Héctor
Miranda. Las circunstancias que rodearon a este ciclo motivaron la creencia de que
fue entonces que el culto artiguista quedó instaurado e iniciado. Pero Ardao plantea
que la iniciación real fue en lo popular y en lo gubernamental se remonta a los
primeros años de la década del 50, cuando se conoció y difundió la noticia de su
muerte. Con esto ocurrió, el pueblo y el gobierno uruguayo asumieron y
consagraron el culto, formulando la declaración oficial de ser Artigas el Fundador de
la Nacionalidad Oriental.

ESTEFANY: ¿Esto tiene antecedentes o surge directamente en esa década?

GUIÓN 4: Antecedentes del culto artiguista.


MARIANA SOUZA: Sí, claro que tiene antecedentes; como sabemos nada en
Historia ocurre de manera espontánea. Ardao plantea que hay que distinguir dos
etapas: una primera hasta 1840, año en que murió Rodríguez de Francia
franqueando el final del cautiverio de Artigas en Paraguay, una segunda desde el 41
hasta el 50, año en que muere Artigas. Es importante aclarar que estos
antecedentes tienen que ver con cómo se lo pensaba a Artigas desde Montevideo
cuando él residía en Paraguay; Ardao investigó todos estos a través de la prensa.

Por ejemplo en la primera etapa, la que va hasta 1840 encontramos:


-El 12 de marzo de 1825, Carlos Anaya dirigió en Montevideo a Gabriel Antonio
Pereira, una carta en la cual ponía a Artigas como una figura inmortal, y como
víctima del Gobierno de Buenos Aires.
-El 14 de marzo de 1829, en el periódico “El Montevideo”, se publicó una carta
firmada con seudónimo, en donde se recordaba a Artigas, creyéndolo muerto. En
dicha carta se presenta la idea de que si a Artigas no lo hubiesen traicionado,
hubiese podido llevar a cabo sus objetivos, tanto políticos, sociales y económicos,
“...que murió sin que ningún Oriental le cerrase los ojos, y queda sepultado en un
desierto sin que ningún Orientall pueda regar con sus lágrimas”.
-El 19 de septiembre de 1831, en el diario “El Indicador” se publicaba una carta,
nuevamente firmada por seudónimo, en la cual se presentaba a Artigas como uno
de los que más se había interesado por la libertad y la independencia de los
pueblos, afirmaban también que era imposible borrar de la memoria todos sus
servicios.
-El 23 de enero de 1832 en el periódico “El Universal”, se publica una carta con el
objetivo de reclamar al Gobierno Oriental el regreso del “héroe digno de la
consideración de nuestro Gobierno”; Artigas el primer general de los Orientales. Se
afirma que Artigas se había ido a Paraguay para no ver al territorio por el cual había
luchado tanto, sufriendo en manos extranjeras. Termina la carta exhortando al
Gobierno Oriental a pedir permiso al Gobierno de Paraguay para que el General
Artigas regrese, aclarando que si el gobierno cumplía con su petición, iba a contar
con el aprecio y el apoyo de la mayoría de los habitantes del Estado.
-El 20 de marzo de 1832 en “El Recopilador”, Artigas era tratado como uno de los
“primeros campeones de la Independencia y uno de los hombres más beneméritos
de la revolución”.
-El 6 de agosto de 1833, en “El Universal” se publica un remitido, en el cual se
afirma que tanto como el Presidente de la República como muchos patriotas, deben
contemplar a Artigas como “el primer libertador” y que a él se le debe la paz,
producto de su gran obra de la Libertad la cual comenzó en el año 1810.

Esas son algunas publicaciones que se realizaron entre 1820, momento en que
Artigas se exilia en Paraguay hasta el año 1840, como pueden ver todos los escritos
que se presentan comienzan a sentar las bases para el inicio del culto artiguista,
reivindicando su figura y valorando su labor y esfuerzo continuo por la libertad y la
independencia del territorio Oriental.

Algo parecido pasa en la segunda etapa que plantea el autor Ardao, desde 1841 a
1850, año en que muere Artigas:
-El 16 de mayo de 1841, en el periódico “El Constitucional” dirigido por Isidoro de
María, se publicó un extenso artículo defendiendo a la figura del prócer, diciendo
que no iban a permitir que se lastimo su figura, que se infame su memoria y se
denigre la primer época de su generación política. Este artículo fue respuesta a una
carta inserta en el periódico “El Nacional” del día anterior, donde se había publicado
un apartado dirigiéndose a Artigas con palabras injuriosas. “El Constitucional”
expresó también que si el autor de dicho artículo era oriental, estaba siendo ingrato
con el hombre que “abrió la puerta al sendero de la Libertad”.
-El 21 de junio de 1841, el Presidente Rivera envió a Paraguay a un par de
funcionarios a una misión diplomática en busca de Artigas; el gobierno paraguayo
accedió pero Artigas se negó. Esta situación debe darnos pie para reflexionar, y
preguntarnos quizá ¿por qué Artigas no quiso regresar al territorio Oriental? Y
pueden surgir múltiples respuestas claramente. Pero siguiendo con los
antecedentes del culto artiguista, ¿Estefany nos querés contar alguna otra situación
y antecedente que tenga que ver con el tema, o alguna otra publicación relevante?
GUIÓN 5: Últimos antecedentes y la repatriación de sus restos.
ESTEFANY: Sí, continuando con lo que decías, hay más antecedentes. Por ejemplo,
poco tiempo después del que mencionaste, en el diario “El Nacional” lo defendieron
diciendo que debía volver a su patria con los honores debidos a su rango. Después
en el 46 otro periódico lo llamó un “jefe esclarecido, digno de respeto y
consideración por su patriotismo y heroicos esfuerzos realizados a pesar de sus
pocos recursos para liberar la patria”.

En el 47, cuando su hijo murió, el presidente Joaquín Suárez escribió en honor a él:
“hijo desgraciado del primer soldado de nuestra gloriosa revolución: has muerto,
pero mueres con el consuelo de que tus cenizas encuentran descanso en el seno de
la patria”. Otro caso de presidente hablando del tema es con Manuel Oribe, cuando
estaba al frente del gobierno del cerrito que le dio el nombre de Artigas a una
batería y a la calle central de Villa Restauración, bajo el pretexto de que su nombre
era conocido en toda América por su bravura y por los intereses y principios que
defendió. Incluso dijo “en demanda de tanta justicia, fue que acaudilló las masas de
la campaña y proclamó él primero de todos la Independencia de la Banda Oriental”.
Y esto es muy interesante, porque se le agregó que él prestigió su causa con la
presencia del caudillo histórico en el campo, es decir que se esforzó para obtener la
repatriación del caudillo

ROCÍO: Ya que hablas de repatriación, ¿qué podés decirnos sobre la repatriación


de sus propios restos?

ESTEFANY: Como sabemos, Artigas murió en Asunción en 1850, pero esta noticia
no llegó inmediatamente a nuestra nación. Sus restos fueron repatriados
inmediatamente una vez que la noticia llegó. Se quería que una vez que haya paz
en la República, ya que estábamos en plena Guerra Grande, se transporten sus
restos para que reposen en el suelo en que nació, y así eternizarlo en la memoria
colectiva de cierta forma. Había un sentimiento de deuda de gratitud hacia él y a los
hombres que pelearon por la independencia y libertad, y esta era una forma de
hacerle tributo y homenajearlo. Lo malo es que una vez que terminó la Guerra
Grande vino un período de golpes de Estado y guerras civiles hasta el gobierno de
Pereira, y esto incidió en el retraso de la repatriación de los restos y en la
celebración de las exequias de Artigas. Otro hecho importante que podemos
mencionar es en 1853, cuando el pueblo Arredondo pasó a denominarse Villa
Artigas en “monumento de gratitud a la memoria del primer Jefe de los Orientales”, y
acá fue cuando nuevamente se mencionó el tema de los restos, ya que el senado
dijo que se honraría de tenerlos en un monumento a su memoria en Uruguay.

MARIANA CARDOZO: ¿Y cómo fue la llegada de sus restos a nuestros país?

GUIÓN 6: Llegada de los restos de Artigas a Uruguay.


YESSICA: Después de que Flores perdió el poder en 1855, llegaron a Montevideo
los restos de Artigas. En sí la repatriación se había confirmado en 1854, a través de
una alianza con Paraguay y el acuerdo del traslado de los restos de Artigas a
nuestro país. El Doctor Vega, quien era el encargado de la misión diplomática, había
llegado a Asunción el 25 de agosto de 1854. El barco que los trasladó llegó al puerto
de Montevideo el 19 de setiembre de 1855. La incierta situación que vivíamos en
ese momento llevó a que la ceremonia de los restos se pospusiera un año y medio.
En noviembre de 1856 bajo la presidencia de Pereira se llevó adelante la exequias.
Para ese entonces, los restos de Artigas habían quedado a cargo de la capitanía del
puerto, dependiendo del Ministerio de Guerra. Se ha dicho por parte de varios
historiadores que sus restos permanecieron “abandonados en un rincón”, este
malentendido fue a causa de que en 1855 cuando llegan los restos, estaba como
presidente interino Manuel B. Bustamante y él mismo decretó: “El Gobierno dispone
que los restos del Sr. Brigadier Gral José Artigas, que se hallan en el vapor Menay,
se trasladen a la Isla de la Libertad, y para guardarlos se mande un destacamento
compuesto de un oficial, un sargento, dos cabos y doce soldados, más de un Jefe y
dos subalternos, todo como un homenaje a distinción a aquellos restos, debiendo
permanecer en dicho punto hasta tanto el gobierno expida e decreto que debe servir
para trasladar al lugar de su descanso.”

MARIANA SOUZA: ¿Y cómo fue la preparación de esa ceremonia? ¿Cuál fue su


fin?

GUIÓN 7: Las exequias de los restos de Artigas.


MARIANA CARDOZO: Antes de contestar la pregunta, lo que me resulta interesante
que Ardao argumenta es el hecho de que la repatriación de los restos fue de los
primeros pasos para el efectivo “culto de Artigas”. Cuando se comienzan a armar los
preparativos para las exequias, es ahí cuando se comienza a hablar con la
terminología “culto”.

Pasando a contestar la pregunta de cuál sería el fin, el autor hace referencia a ello
citando al Diputado José Encarnación de Zas, haciendo alusión a que el fin se
encuentra en la pretensión de “honrar la memoria de los héroes que supieron rendir
eminentes servicios a la patria (...) ¿Y qué ostenta más benemérito en la historia de
nuestra emancipación política, que el virtuoso ciudadano Don José Gervasio Artigas
como fundador de la independencia oriental?”. Ahí el culto está referido a la patria,
pero también a Artigas.

En cuanto a la preparación, el 14 de junio fue aprobado el proyecto en Asamblea


General que en su Art. 1° declaraba lo siguiente: Tributense los honores fúnebres
que corresponden al rango militar del primer Jefe de los Orientales, Gobernador,
Capitán General de la R.O del Uruguay. También, el Art 2° declaraba: Facultase
para que los gastos de las exequias y competente depósito del expresado General
en lugar preferente del cementerio público.

El 8 de noviembre donó Leandro Gómez al gobierno la espada de Artigas, que este


recibió en 1815 por la provincia de Córdoba, pronunciando lo siguiente: “... la más
alta expresión de la veneración profunda que debo a la memoria del patriarca de la
libertad e independencia de nuestra patria…”.

El 15 de noviembre dictó el Poder Ejecutivo el decreto que fijaba la fecha y el


ceremonial. Disponía de varios artículos, por ejemplo en algunos de ellos se
decretaba que la Guardia Nacional y policial, mandadas por el jefe general formarán
el día 20 a las ocho de la mañana el orden siguiente: un oficial con 6 soldados de
caballería como batidores, formarán vanguardia; cuatro piezas de artillería, dotados
como pertenece; después 100 infantes de policía en columna con la banda de
música de la Guardia Nacional a la cabeza; a esa seguirá el féretro conducido por
Generales y Coroneles. También que al recibirse los restos y ponerse en marcha la
columna, se pondrán las armas a la funerala, las bandas de música tocaran la
marcha fúnebre y las 4 piezas de artillería harán un disparo de 7 tiros. Además, los
empleados públicos mantendrían luto por 48 horas, y se arregló un nicho para
depositar los restos del General, donde su lápida diría “Artigas Fundador de la
Nacionalidad Oriental”. La urna fue colocada en el cementerio central junto al
pedestal de un gran Cristo de piedra.

En ese evento muchas personas importantes leyeron sus discursos todos atribuidos
a Artigas como el fundador de la Nacionalidad Oriental. Además, sobre esta
ceremonia, Leandro Gómez dijo en el periodico “La República”: “era una deuda de
honor y gratitud que la República tenía pendiente con su fundador”. Dicho todo esto,
me surge una duda… ¿qué relación tiene con el concepto de nacionalidad
uruguaya? ¿Está ligado con la figura de Artigas?

GUIÓN 8: Nacionalidad Oriental.


ESTEFANY: La primera vez que entró en circulación el concepto de nacionalidad en
Uruguay fue en una obra de Lamas en 1838, que decía que las leyes, la sociedad,
las artes, la industria, debían llevar como nuestra bandera los colores nacionales y
ser testimonio de nuestra nacionalidad. Alberdi también se refiere a este concepto,
diciendo que un pueblo que no progresa, jamás llegará a constituir su nacionalidad,
y la considera sagrada. Relacionando este concepto con Artigas, la referencia más
temprana es el 1841, año donde se dice que “suyo fue el pensamiento de la
nacionalidad oriental”. Debido a todo esto, la lápida en la urna de Artigas dice
“Fundador de la Nacionalidad Oriental”. La nacionalidad oriental emergió en unión
con la patria vieja, todo por el cuño artiguista: Artigas, padre de la patria y de la
nacionalidad de los orientales. Se decía entonces que la nacionalidad oriental fue
fundada con sacrificio, sangre, mártires, y por eso Artigas, su fundador, debía estar
descansando en nuestra patria.

GUIÓN 9: Conclusión.
ROCÍO: Podemos decir que el culto artiguista fue más intenso y sentido en el lustro
de 1851-1856, y que en etapas posteriores no tuvo otro apoyo ni otro sostén que la
tradición artiguista profundamente arraigada en la conciencia del pueblo uruguayo-
oriental. El culto artiguista empezó a cobrar existencia a la hora misma en la que la
muerte del prócer se conoció en el Uruguay en febrero de 1851. Se exteriorizó en la
prensa primero en el Parlamento en 1853 al darse el nombre a una población
fronteriza Artigas. Llega a la plenitud en las exequias solemnes de 1856.

Hay algo interesante que la obra de Ardao nos aportó: hay un culto porque toda
nación necesita un prócer, pero lo interesante es que éste culto empezó desde lo
popular, de los reclamos de la gente por un Artigas radicado en el Paraguay. Esto
fue clave para la consolidación del culto artiguista, del Estado Nación, y de la
nacionalidad oriental.

Nos preguntamos, junto con Arturo Ardao que investigó ampliamente sobre este
asunto: Exequias de tanta solemnidad, con tanta preparación, ¿se han llevado a
cabo alguna otra vez en Uruguay? Eso refleja la importancia de su figura para los
orientales. Es un tema con debates historiográficos, por lo cual dejamos la pregunta
abierta: ¿Desde cuándo el culto artiguista? ¿Qué vigencia tiene al día de hoy? Estas
preguntas, estudiadas y respondidas por Ardao, serán dejadas abiertas.

BIBLIOGRAFÍA:
Ardao, Arturo. (2000). ¿Desde cuándo el culto Artiguista? Biblioteca de Marcha,
Montevideo.

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