Capitulo 4 La Ciencia Como Proceso (1) - El Giro Sociohistórico en La Filosofía de La Ciencia
Capitulo 4 La Ciencia Como Proceso (1) - El Giro Sociohistórico en La Filosofía de La Ciencia
Capitulo 4 La Ciencia Como Proceso (1) - El Giro Sociohistórico en La Filosofía de La Ciencia
“Queda claro que la idea de un método fijo, o de una teoría fija de la racionalidad,
descansa en una imagen demasiado simple del hombre y sus circunstancias sociales.
Para aquellos que contemplan el rico material proporcionado por la historia y que no
intentan empobrecerlo para satisfacer sus instintos más bajos o sus deseos de seguridad
intelectual en forma de claridad, precisión, ‘objetividad’ o ‘verdad’, estará claro que sólo
hay un principio que puede ser defendido bajo cualquier circunstancia y en todas las
etapas del desarrollo humano. Este principio es: todo vale". (Feyerabend, 1972 [1995, p.
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“Todo aquél que trata de resolver un problema –en la ciencia como en cualquier otra
parte– debe gozar de una absoluta libertad y no puede estar constreñido por ninguna
norma o requisito, por conveniente que éstos puedan ser” (Feyerabend, 1978, [1982, p.
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“Una sociedad libre es una sociedad en la que se conceden iguales derechos e igual
posibilidad de acceso a la educación y a otras posiciones de poder (...). No hay razón
alguna por la que el programa de investigación ciencia no pueda ser subsumido en el
programa de investigación sociedad libre y las competencias modificadas y redefinidas
como corresponde. (Feyerabend, 1978, [1982, p. 24 y 117]).
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Historiador polaco que publicó en 1934 un excelente libro sobre la historia de la sífilis (La génesis y el
desarrollo de un hecho científico), epistemológica e historiográficamente muy novedoso para la época.
Fue perseguido y preso en campos de concentración y el libro pasó relativamente desapercibido.
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Newton-Smith (1981) titula el capítulo dedicado a Kuhn: “T.S.Kuhn: de revolucionario a
socialdemócrata”, haciendo referencia a estos cambios.
Hacia el final de la década, en 1969, se realizó en Urbana (Illinois, EEUU) un
simposio sobre la estructura de las teorías científicas en el cual se discutieron también
diversas líneas epistemológicas que venían a romper con las versiones estándar de la
CH. No me extenderé demasiado en comentarios sobre los desarrollos de la reunión -
véase la compilación que hace Suppe (1974) de los trabajos presentados y, sobre su
introducción a ese volumen-, salvo llamar la atención sobre algunas cuestiones. En
primer lugar que aún se convocase a discutir sobre la estructura de las teorías científicas,
aunque el texto de esa convocatoria resulte elocuente respecto de lo que estba pasando
en esos momentos en el área de la filosofía de la ciencia:
El resultado de ese simposio no hizo más que mostrar que la CH había tocado a
su fin y se imponía otro tipo de análisis. Otra cuestión que me gustaría resaltar es el
comentario que hace Suppe en su presentación de la compilación de trabajos,
justificando la necesidad de realizar una presentación previa de la CH (excelente por
cierto), pero que muestra uno de las limitaciones principales en que se puede caer desde
la filosofía de la ciencia:
“Durante el simposio, un cierto número de no filósofos me dijeron: ‘me doy cuenta de que
lo que se está hablando es relevante para mi trabajo como científico y puede serme útil,
pero no tengo suficiente base filosófica para seguirlo en detalle o para ver exactamente
cómo afecta a mi trabajo y así no consigo las respuestas que necesito’.” (Suppe, 1974
[1979, p. 10])
“(...) 1) una prueba es- o debe ser- una lucha bilateral entre teoría y experimento, de tal
suerte que en la confrontación final sólo se enfrenten una y otro; y 2) el único resultado
interesante de tal confrontación es la falsificación (concluyente): ‘los únicos
descubrimientos auténticos son refutaciones de hipótesis científicas’. Sin embargo, la
historia de la ciencia sugiere que: 1’) las pruebas son luchas al menos trilaterales entre
teorías rivales y experimentos; 2’) algunos de los experimentos más interesantes
culminan, a primera vista, más en la confirmación que en la falsificación” (Lakatos, 1970
[1975, p. 31])
“1. Otra teoría T’ tiene mayor contenido empírico que T; esto es, que predice hechos
nuevos, es decir hechos improbables, o incluso vedados, en virtud de T;
2. T’ explica el éxito anterior de T; esto es, que el contenido de T’ incluye todo el
contenido no refutado de T (dentro de los límites del error observacional); y
3. Se ha corroborado parte del contenido adicional de T’ (Lakatos, 1970 [1975, p. 32])
“(...) una heurística positiva que defina problemas, esboce la construcción de un cinturón
de hipótesis auxiliares, prevea anomalías y las transforme en ejemplos victoriosos: todo
ello según un plan preconcebido. Es primordialmente la heurística positiva de su
programa, no las anomalías lo que determina la elección de sus problemas”. (Lakatos,
1970a [1982 p. 26])
“La Historia Interna es comúnmente definida como historia intelectual; la Historia Externa
como historia social. Mi nueva demarcación, no ortodoxa, entre historia interna y externa
constituye un considerable desplazamiento del problema y puede parecer dogmática.
Sin embargo, mis definiciones forman el núcleo firme de un programa de investigación
historiográfica; su evaluación es una parte de la evaluación de la fecundidad de todo el
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programa.” (Lakatos, 1970a [1982 p. 12])