Filosofía Medieval: El Problema de Dios, La Fe y La Razón
Filosofía Medieval: El Problema de Dios, La Fe y La Razón
Filosofía Medieval: El Problema de Dios, La Fe y La Razón
SITUACIÓN DIDÁCTICA
2. ¿Consideras que hay una respuesta sobre la existencia de Dios sin recurrir a un dogma?
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BLOQUE II
Formación Básica - Sexto Semestre
Cuando nos referimos al periodo histórico conocido como Edad Media, lo tenemos que relacionar
estrechamente con la religión y el estudio de la Teología. Durante este periodo se produjeron
diversas propuestas filosóficas que estaban tanto ligadas como alejadas de la religión. Las grandes
religiones, que en la actualidad se practican, tienen su origen hace miles de años. Las primeras se
encuentran en Oriente como el hinduismo y budismo; en Occidente la primera que conocemos es
el judaísmo, de donde surgirá el cristianismo y el islamismo.
Es la Iglesia Cristiana la que tuvo una marcada intervención en la Edad Media. Con la caída
del Imperio romano en Occidente, Europa se divide en reinos distintos que buscaban expandirse
e incrementar sus recursos. Para mantener la continuidad de la relación entre el imperio y los
nuevos reinos, la Iglesia y el poder papal se mantuvieron unidos. Es en este sentido que el periodo
histórico conocido como Edad Media se caracteriza por el fuerte poder de la Iglesia, que unificó
lo que políticamente estaba fragmentado. La Iglesia era el centro de la vida intelectual, lo cual
configuró una particular interpretación del mundo, diseñado por Dios.
La Iglesia Cristiana ejerció numerosas funciones propias del gobierno civil y tuvo gran influencia
sobre todo el desarrollo social y cultural. Tuvo también un enorme poder material, ya que tenía
derecho al diezmo, la décima parte que cada uno debía pagar de sus entradas a la Iglesia y,
además, recibió grandes donaciones de tierras. Incluso, hubo gran inferencia en las artes y en las
costumbres.
De aquí que surge la necesidad de acercar a la Filosofía al mundo de las grandes religiones
monoteístas. Se dan fuertes debates sobre cuestiones doctrinales, se permitió la propagación y
defensa de la fe católica, se construyen templos para el culto a Dios, se crean y forman estados
nacionales, se latiniza el mundo occidental, es decir, se usa el latín como lengua universal.
Mendoza Lucio, Julio César, Maya Castro, Mónica Marcela, Filosofía, Ed. Fernández editores, págs. 123-124.
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El paso de la filosofía medieval al renacimiento
FILOSOFÍA
ACTIVIDAD 1
Agustín de Hipona
Agustín responde que un hombre está al menos cierto de su existencia. Aun suponiendo que dude
de la existencia de otros objetos creados o de Dios, el hecho mismo de su duda muestra que él
existe, porque no podría dudar si no existiera. Ni sirve de nada sugerir que uno podría engañarse
al pensar que existe, porque “si no existes, no puedes engañarte en nada”. De ese modo, Agustín
anticipa a Descartes: Si fallor, sum.
Con la existencia acopla Agustín la vida y el entendimiento. En el De libero arbitrio observa que está
claro para un hombre el que él existe, y que tal hecho no estaría claro, ni podría estarlo, a menos
de que dicho hombre estuviera vivo. Además, está claro para ese hombre que entiende tanto el
hecho de su existencia como el hecho de que vive. En consecuencia, está cierto de tres cosas: de
que existe, de que vive, y de que entiende. Semejantemente, en el De Trinitate, observa que es
inútil que el escéptico insinúe que el hombre sueña y ve esas cosas en sueños, porque el hombre
no afirma que está despierto, sino que vive: «tanto si duerme como si está despierto, vive». Aun
cuando estuviese loco, seguiría estando vivo. Además, un hombre es ciertamente consciente de
lo que quiere. Si un hombre dice que quiere ser feliz, es una pura desvergüenza sugerirle que se
equivoca. Los filósofos escépticos pueden parlotear acerca de los cuerpos sensibles y del modo
en que nos engañan, pero no pueden invalidar ese conocimiento cierto que la mente tiene de sí
misma y por sí misma sin la intervención de los sentidos. “Existimos, y sabemos que existimos,
y amamos ese hecho y nuestro conocimiento de él; en esas tres cosas que he enumerado no
nos perturba miedo alguno a equivocarnos; porque no las aprendemos mediante ningún sentido
corporal, como aprendemos los objetos externos”.
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BLOQUE II
Formación Básica - Sexto Semestre
San Agustín proclama, pues, la certeza de lo que conocemos por la experiencia interior, por la
autoconciencia. ¿Qué piensa de nuestro conocimiento de los objetos externos, de las cosas que
conocemos mediante los sentidos? ¿Tenemos certeza a propósito de las mismas? Agustín era
perfectamente consciente de que podemos engañarnos a nosotros mismos en nuestros juicios
referentes a los objetos de los sentidos, y algunas observaciones suyas ponen de manifiesto que
era consciente de la relatividad de las impresiones sensibles, en el sentido de que un juicio acerca
del calor o el frío, por ejemplo, depende en cierta medida del estado de los órganos sensitivos.
Además, no consideraba que los objetos aprehensibles por los sentidos constituyeran el objeto
propio del intelecto humano. Estando principalmente interesado en la orientación del alma a
Dios, los objetos corpóreos le aparecían como un punto de partida en la ascensión de la mente
hacia Dios, aun cuando en ese mismo aspecto el alma misma constituye un punto de partida más
adecuado debemos volvernos hacia nuestro propio interior, donde la verdad mora, y utilizar el alma,
imagen de Dios, como un peldaño hacia Él. No obstante, aun cuando las cosas corpóreas, los
objetos de los sentidos, sean esencialmente mutables, y manifestaciones de Dios mucho menos
adecuadas de lo que lo es el alma, aun cuando la concentración en las cosas sensibles sea la
fuente de los errores más dañinos, aun así, dependemos de nuestros sentidos para gran parte de
nuestro conocimiento, y Agustín no tenía intención de mantener una actitud puramente escéptica
a propósito de los objetos de los sentidos.
Sobre Dios
La prueba central y favorita de la existencia de Dios presentada por san Agustín es la que parte
del pensamiento, es decir, la que se apoya en la intimidad de la consciencia pensante. El punto
de partida de esa prueba es la aprehensión por la mente de verdades necesarias e inmutables,
de «una verdad que no puedes llamar tuya, ni mía ni de ningún hombre, sino que está presente
a todos y da a sí misma a todos por igual». Esa verdad es superior a la mente, en tanto que la
mente ha de inclinarse ante ella y aceptarla: la mente no la constituye, ni puede enmendarla; la
mente reconoce que esa verdad la trasciende y gobierna su pensamiento, y no a la inversa…«Por
lo tanto, si la verdad no es ni inferior ni igual a nuestras mentes, no queda sino que sea superior y
más excelente.»
Pero las verdades eternas deben estar fundadas en el ser, reflejar el fundamento de toda verdad…
así también las verdades eternas rebelan su fundamento, la Verdad misma, reflejando la necesidad
e inmutabilidad de Dios. Pues si hay una esfera inteligible de verdades absolutas, no puede
concebirse a ésta sin un fundamento de verdad, «la Verdad en la cual, y por la cual, y a través de
la cual, son verdaderas aquellas cosas que son verdaderas en cualquier aspecto».
“¡Tarde Te amé, Belleza siempre antigua y siempre nueva! Tarde Te amé. Tú estabas dentro de mí,
pero yo andaba fuera de mí mismo, y allá afuera Te andaba buscando. Me aventaba todo deforme
entre las hermosuras que Tú creaste. Tú estabas conmigo, pero yo no estaba contigo; me retenían
lejos de Ti cosas que no existirían si no existieran en Ti. Pero Tú me llamaste y más tarde me
gritaste, hasta romper finalmente mi sordera…”
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El paso de la filosofía medieval al renacimiento
FILOSOFÍA
San Agustín prueba también la existencia de Dios a partir del mundo corpóreo, extenso. El interés
de san Agustín no se dirigía tanto a probar al ateo que Dios existe como a mostrar cómo toda
creación proclama al Dios que el alma puede experimentar en sí misma, al Dios viviente. Lo
que interesaba a san Agustín era la actitud dinámica del alma hacia Dios, no la construcción de
argumentos dialécticos…El alma aspira a la felicidad, y muchos se inclinan a buscarla fuera de sí
mismos: san Agustín trata de mostrar que la creación no puede dar al alma la perfecta felicidad
que ésta busca, sino que apunta por encima de ella al Dios viviente que hay que buscar dentro de
uno mismo.
Temporalidad
Para San Agustín, el tiempo se nos presenta como cambio y alteración. No están fijos en sí mismos.
El tiempo, o la temporalidad, no es nada más que la expresión de nuestra inseguridad en el ser o
el vivir, y el hombre como todo ser creado es esencialmente temporal, caminando hacia la muerte.
En el tiempo encontramos tres momentos: pasado, presente y futuro.
Pero lo que ahora es claro y manifiesto es que no existen los pretéritos ni los futuros, ni se puede
decir con propiedad que son tres los tiempos: pretérito, presente y futuro; sino que tal vez sería
más propio decir que los tiempos son tres: presente de las cosas pasadas, presente de las cosas
presentes y presente de las futuras. Porque éstas son tres cosas que existen de algún modo en el
alma, y fuera de ella yo no veo que existan: Presente de cosas pasadas (la memoria), presente de
cosas presentes (visión) y presente de cosas futuras (expectación).
Estos tres modos del tiempo en cuanto tales sólo se experimentan en el alma en cuanto los vive
a la luz del presente. Comprender el tiempo es comprender el presente o la vivencia que tenemos
del presente. El presente es la presencia o fulgor de la eternidad en el hombre. El tiempo es la
relación de nuestro ser finito, móvil y cambiante a la eternidad inmóvil y fija.
Nos revela lo que somos en Dios. Si no está presente Dios en cierto modo en el hombre no
tiene conciencia del tiempo. Por eso el hombre es tiempo en la eternidad. En el Libro VII de las
Confesiones dice: “El alma mide el tiempo desde la eternidad con la que está en contacto. La
eternidad es el fundamento de todo juicio sobre el tiempo o experiencia del tiempo. Es signo
de la eternidad el tiempo, vestigio, huella de la eternidad.”
Tomás de Aquino
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BLOQUE II
Formación Básica - Sexto Semestre
a) Si uno de los contrarios es infinito, el otro queda totalmente anulado. Esto es lo que sucede
con el nombre Dios al darle el significado de bien absoluto. Pues si existiese Dios, no existiría
ningún mal. Pero el mal se da en el mundo. Por lo tanto, Dios no existe.
b) Más aún. Lo que encuentra su razón de ser en pocos principios, no se busca en muchos.
Parece que todo lo que existe en el mundo, y supuesto que Dios no existe, encuentra su razón
de ser en otros principios; pues lo que es natural encuentra su principio en la naturaleza; lo
que es intencionado lo encuentra en la razón y voluntad humanas. Así, pues, no hay necesidad
alguna de acudir a la existencia de Dios. En cambio, está lo que se dice en Éxodo 3,14 de la
persona de Dios: Yo existo.
Solución. Hay que decir: La existencia de Dios puede ser probada de cinco maneras distintas:
1. La primera y más clara es la que se deduce del movimiento. Pues es cierto, y lo perciben
los sentidos, que en este mundo hay movimiento. Y todo lo que se mueve es movido por
otro. De hecho nada se mueve a no ser que en, cuanto potencia esté orientado a aquello
por lo que se mueve. Por su parte, quien mueve está en acto. Pues mover no es más que
pasar de la potencia al acto. La potencia no puede pasar a acto más que por quien está en
acto. Ejemplo: Un bastón no mueve nada si no es movido por la mano. Por lo tanto,
es necesario llegar a aquel primer motor al que nadie mueve. En este, todos reconocen
a Dios.
4. La cuarta se deduce de la jerarquía de valores que encontramos en las cosas. Pues nos
encontramos que la bondad, la veracidad, la nobleza y otros valores se dan en las cosas. En
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El paso de la filosofía medieval al renacimiento
FILOSOFÍA
unas más y en otras menos. Pero este más y este menos se dice de las cosas en cuanto que
se aproximan más o menos a lo máximo. Así, caliente se dice de aquello que se aproxima
más al máximo calor. Hay algo, por tanto, que es muy veraz, muy bueno, muy noble; y,
en consecuencia, es el máximo ser; pues las cosas que son sumamente verdaderas, son
seres máximos, como se dice en II Metaphys. Como quiera que en cualquier género, lo
máximo se convierte en causa de lo que pertenece a tal género —así el fuego, que es
el máximo calor, es causa de todos los calores, como se explica en el mismo libro—, del
mismo modo hay algo que en todos los seres es causa de su existir, de su bondad, de
cualquier otra perfección. Le llamamos Dios.
5. La quinta se deduce a partir del ordenamiento de las cosas. Pues vemos que hay cosas
que no tienen conocimiento, como son los cuerpos naturales, y que obran por un fin. Esto
se puede comprobar observando cómo siempre o a menudo obran igual para conseguir
lo mejor. De donde se deduce que, para alcanzar su objetivo, no obran al azar, sino
intencionadamente. Las cosas que no tienen conocimiento no tienden al fin sin ser dirigidas
por alguien con conocimiento e inteligencia, como la flecha por el arquero. Por lo tanto, hay
alguien inteligente por el que todas las cosas son dirigidas al fin. Le llamamos Dios.
ACTIVIDAD 2
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BLOQUE II
Formación Básica - Sexto Semestre
Durante la Edad Media, la Tierra permaneció inmóvil, ocupando el centro de un universo sujeto a
movimiento circular uniforme, un cosmos finito, limitado y constante donde la Tierra era el único
mundo.
Nicolás Copérnico. Se caracterizó por tener una visión más filosófica que científica, aunque
conocía bien la Astronomía y las Matemáticas de su época. La revolución copernicana consistió en
cambiar la Tierra por el Sol como centro del Universo. Cosmológicamente significó:
1º La Tierra se mueve y gira, junto a los demás planetas, alrededor del Sol. La Tierra ya no
era singular y pasó a ocupar un segundo plano.
2º El Sol rige el Cosmos, ocupando la posición central.
Copérnico sigue considerando al Cosmos como finito, limitado, constante, sujeto a movimiento
circular uniforme y estático, como totalidad.
Giordano Bruno. La revolución bruniana tuvo lugar en el ámbito de la Metafísica, Bruno era un
pensador que desconocía la Astronomía. Se limitó a llevar “más allá” la Revolución copernicana:
estableció el sistema heliocéntrico planetario y el acentrismo universal, un continuo espacial frente
a la concepción ptolemaica de diferentes esferas. Con Bruno apareció por primera vez en Occidente
otra concepción del Cosmos: un universo infinito con las mismas leyes en sus innumerables
mundos habitados. Bruno sugirió además que no hay nada fuera del Universo, es decir, no hay
fuerzas exteriores actuando sobre él; por tanto, el Cosmos debe considerarse, a escala global,
como inmóvil o estático. Un cosmos con movimientos locales donde no existe el vacío absoluto.
Para Bruno, todo lo que existía pertenecía a una misma naturaleza, idea esencial que significó que
el Universo debía tener las mismas leyes. El Cosmos lo identificó con Dios. Los astros tenían vida
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El paso de la filosofía medieval al renacimiento
FILOSOFÍA
propia, mutaban, emanaban y recibían materia. Newton utilizaría algunos de estos presupuestos
metafísicos para definir las magnitudes (categorías) fundamentales de la Naturaleza.
Johann Kepler. Sistematizó los datos observacionales de Tycho Brahe y buscó leyes de regularidad
en los movimientos planetarios. Fundamentó el sistema copernicano sin necesidad de recurrir a
las esferas y encontró armonías matemáticas para describir estos movimientos. En 1609 publicó
sus dos primeras leyes:
La 1ª ley (los planetas describen órbitas elípticas y el Sol ocupa uno de los focos) pertenece
al ámbito de la geometría y se derrumbó la perfección griega de la circularidad de las
órbitas planetarias.
La 2ª ley (el planeta barre áreas iguales en tiempos iguales) cuestionó el movimiento circular
uniforme predicho por los aristotélicos.
En 1619, realizó una abstracción general para definir el movimiento de todos los planetas: comprobó
ambas leyes en todos los planetas del Sistema Solar y enunció la 3ª ley (el tiempo empleado por
el planeta en completar su órbita, elevado al cuadrado, es directamente proporcional a la distancia
media del planeta al Sol, elevada al cubo).
En estos momentos no existe la Física (no se había descrito ninguna magnitud fundamental).
Simplemente se describía “lo que ocurría”, sin saber las causas que lo producían. A Kepler nunca
le hizo falta mirar al cielo, ya lo hizo Ticho Brahe por él.
Galileo Galilei. Es el descubridor observacional científico por excelencia. Nunca utilizó leyes para
referirse al movimiento de los cuerpos celestes, pero fue cuestionando, uno a uno, todos los
dogmas aristotélicos (peripatéticos y escolásticos). Para Galileo:
Los astros no son estables ni eternos, pues mutan (utilizó las referencias conocidas sobre
la aparición de una nova en 1572-74).
Los astros no son esferas perfectas (descubrió montañas y valles en la Luna) ni el Sol es
uniforme (al observar las manchas solares).
Hay muchos centros (al divisar los satélites de Júpiter).
El Cosmos es mucho más grande (decenas de miles de estrellas aparecieron ante el ocular
de su telescopio).
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BLOQUE II
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Pico Della Mirándola fue uno de los prototipos de hombre universal renacentista por su variedad
de intereses en lenguas, filosofía, religión y astrología. Estaba empeñado en la búsqueda de una
verdad única capaz de abrazar todas las doctrinas filosóficas y teológicas. Con esta idea planteó
una reunión internacional de doctos en Roma en 1487 con el fin de discutir una serie de tesis que
el mismo había elaborado intentando recoger el saber universal. Pico escribió como introducción a
las tesis este Discurso sobre la Dignidad del Hombre.
El Discurso se sitúa en una corriente humanista de segunda mitad del siglo XV, donde se
subraya sobretodo la centralidad del hombre en el mundo. El texto, con su carácter defensor del
antropocentrismo y de la dignidad del hombre, marca la culminación del humanismo renacentista.
El nuevo concepto sobre el hombre marca esta cultura del renacimiento. Además de valorar la
individualidad se empieza a valorar al hombre y sus habilidades. La mentalidad de estos hombres
se llena de orgullo y autoconfianza. Sólo el hombre puede determinarse a sí mismo, tiene autonomía
y libertad absolutas.
El Humanismo es una nueva mentalidad que se da originariamente en Italia entre los siglos XV
y el XVI entre las elites urbanas. Se basa en un cambio de mentalidad, de la visión del mundo y
del hombre. Se exalta la vida activa y enérgica frente a la contemplativa y la penitente. A la vez
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FILOSOFÍA
que se crea un deseo de recuperar la Antigüedad, de imitar y revivir las ideas y modos de vida de
romanos y griegos. Se encuentran allí una serie de valores, desconocidos en gran medida hasta
entonces, que marcaran los hombres de esta época; son el individualismo, el antropocentrismo. La
humanidad desplaza y acaba sustituyendo a la humanidad. Se crea una inquietud por saber sobre
la condición humana, y así se sustituye esta reflexión por la reflexión sobre la divinidad, típica de la
Edad Media. Además se potencian los saberes que ellos creen que llevan al hombre a una mayor
humanidad, a su ideal de hombre en plenitud, la gramática, la retórica, la filosofía moral, la poética
y la historia. Todos ellos recogidos en los “studia humanitatis”, auténticas escuelas humanistas.
Así, hay un mayor interés por las realidades prácticas, los estudios se basan en la palabra y en la
ética aplicada. Se busca la virtud, más que el conocimiento en sí.
Pico Della Mirándola marca para muchos el final de la Edad Media, el final de una mentalidad. Sin
dudo es un gran exponente del Humanismo. Para él, el ser humano es digno de toda admiración,
no solo como criatura de Dios, sino como un ser que tiene por sí mismo una potencialidad y unas
capacidades admirables. Solo él es libre, puede escoger que quiere ser. Se ha roto con la tradición
platónica de una realidad jerarquizante conforme a los grados del ser. Para Pico el ser humano es
el corazón del mundo, el centro del universo.
A modo de conclusión, recalcar que El Discurso sobre la Dignidad del Hombre de Pico Della
Mirandola es una gran declaración del antropocentrismo característico del Humanismo. Según
éste, el hombre es digno de admiración porque posee algo que no tiene ningún otro ser: su libertad,
una libertad que le asemeja la divinidad y le permite conocer y transformar el mundo. Como nos
explica Pico, solo el hombre es capaz de determinarse a sí mismo, es creador de su destino.
Frente a concepciones que predicaban determinismos astrales, como Ficino, Pico nos presenta a
un nuevo hombre. Es este nuevo hombre, creador, activo y conocedor de sus capacidades el que
configurará una nueva época: la Edad Moderna.
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BLOQUE II
Formación Básica - Sexto Semestre
“Ya no está encarcelada nunca más nuestra razón con los conceptos de los fantásticos ocho,
nueve y diez móviles y motores. Sabemos que no hay más que un cielo (...) hemos descubierto
el infinito efecto de la infinita causa (...) y sabemos que no hay que buscar la divinidad lejos de
nosotros” (Giordano Bruno).
Se observan aún en este filósofo, el más importante del período renacentista, numerosos elementos
mágicos. Existe en el pensamiento de Bruno notable influencia de Nicolás de Cusa, pero también
de Platón y los neoplatónicos e incluso de los presocráticos. Y aunque estuvo interesado en la
mnemotecnia y en la lógica, se trata principalmente de un filósofo de la naturaleza. Se sabe que
había leído la obra de Copérnico De revolucionisbus orbium coelestium (1543), obra prácticamente
desconocida para la época. En la opinión de Bruno, Copérnico no profundiza lo suficiente como
para esclarecer todas las consecuencias de la teoría heliocéntrica, puesto que se queda con una
lectura matemática insuficiente para descubrir la realidad. En este sentido, es razonable categorizar
a Bruno de filósofo; mas no de científico, puesto que para él solo la filosofía natural da a conocer
el universo y si bien descalifica a quienes se aferran a la autoridad de Aristóteles, las fantasías
matemáticas, tampoco son suficientes. Lo que hay que hacer es escuchar la voz de la naturaleza...
Bruno llevará el heliocentrismo de Copérnico hasta sus más severas consecuencias: todo el
sistema aristotélico era falso, entonces, la bóveda celeste estalla en miles de fragmentos... el
universo es infinito y en él hay infinitos mundos. Se produce una ruptura respecto a la concepción
griega en la cual lo perfecto es finito y limitado. Por otra parte, “universo” y “mundo” dejan de ser
sinónimos para incluirse uno en el otro. Se hace imposible determinar así cuál es el centro del
universo, más difícil aún es afirmar su circunferencia. Ya no hay esferas transparentes: los astros
vagan libremente por el espacio y también desaparecen las regiones celestes porque todos los
astros se componen de los mismos elementos.
La animación universal
Las ideas de Bruno, parecerían, a simple vista, científicas en el sentido moderno, sin embargo esto
no es exactamente así. En efecto, para sostener la tesis que postula, dirá que un Universo finito
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El paso de la filosofía medieval al renacimiento
FILOSOFÍA
no se corresponde con la potencia infinita de Dios puesto que no tendría sentido que Dios hubiese
limitado su propia potencia creadora. Más allá de eso, Bruno posee además, una visión animista y
mágica respecto al movimiento del mundo: en vez de recurrir a los motores aristotélicos (externos)
dirá que tal movimiento es espontáneo. El universo es pues, como un gigantesco animal, en el
sentido en que todo está animado.
“Por pequeña e ínfima que se conciba una cosa, tiene en sí una parte de sustancia espiritual, la
cual, si se encuentra bien dispuesta la materia, la lleva a ser planta o animal, y forma los miembros
de cualquier cuerpo que comúnmente se considera animado. Pues el espíritu se encuentra en
todas las cosas, y no hay corpúsculo (elemento, partícula, átomo), por mínimo que sea, que no
contenga en sí una porción de él suficiente para animarlo” (De la causa, principio y uno. Giordano
Bruno).
El alma universal está en todo, todo puede transformarse en un ser animado y de allí que todo se
encuentre en permanente transformación. Las cosas pueden cambiar así, de rostro. En esta tesis
hallaría Bruno un fundamento para la magia puesto que cualquier cosa puede transformarse en
cualquier otra cosa o bien, en todas las cosas hay fuerzas que pueden ser utilizadas:
“... Ese espíritu se halla presente en todas las cosas, las cuales, si no son animales, están animadas,
y si no lo están según el acto visible de animalidad y vida, lo están, no obstante, por ese principio
o acto primordial de animalidad y vida” (De la causa, principio y uno. Giordano Bruno).
El Uno
“El Universo es, pues, uno, infinito, inmóvil. Una es la absoluta posibilidad, uno el acto, una la forma
o el alma, una la materia o el cuerpo, una la cosa, uno el ser, uno el máximo y el óptimo; el cual no
podría estar contenido en otra cosa, por eso es sin fin ni término; por tanto, infinito e ilimitado, y en
consecuencia, inmóvil.” (De la causa, principio y uno. Giordano Bruno).
El hombre heroico
La actitud del hombre dentro de este Universo-Uno es, en la apreciación de Bruno, heroica.
Porque una suerte de “amor intelectual” del Uno y un deseo persistente lo lleva a una búsqueda sin
término. En esta perspectiva mística se advierte, la influencia platónica y agustiniana.
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BLOQUE II
Formación Básica - Sexto Semestre
Causas: Diversos factores llevaron al movimiento religioso conocido como Reforma Protestante.
Se inició en Alemania, gracias al reformador Martín Lutero, y luego se difundiría a casi toda Europa.
1. Causas religiosas.
Entre los motivos religiosos que determinaron el descontento popular hacia la Iglesia Católica
podemos citar la:
-Corrupción del clero religioso: Para ganar dinero, el alto clero de Roma, se burlaba de la buena fe
de las personas a través del comercio de reliquias sagradas. Millares de personas eran engañadas
al comprar espinas que supuestamente coronaron la frente de cristo, astillas de la cruz en donde
murió crucificado Jesucristo, paños empapados por la sangre del rostro del salvador, objetos
personales de los santos, etc. Además de eso, el comercio fraudulento y mercantil de la Iglesia
Católica llegó a su punto más alto cuando se inicio la venta de Indulgencias de los pecados (perdón
de los pecados al hombre para su salvación e ingreso al paraíso), la cual era otorgada a cambio
de dinero. El dinero que se recaudo serviría para financiar la construcción de la Basílica de San
Pedro.
“Tan pronto la moneda en el cofre resuena, el alma al cielo brinca sin pena”.
-Ignorancia del Clero: La mayor parte de los sacerdotes desconocían la propia doctrina católica
y demostraban absoluta falta de preparación para las funciones religiosas. La ignorancia y el
mal comportamiento del clero representó un serie problema pues la Iglesia Católica decía que
los sacerdotes eran los intermediarios entre los hombres y Dios. Ahora, si esos intermediarios
se mostraban ignorantes e incompetentes, entonces, era preciso buscar nuevos caminos para
encontrarnos con Dios.
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El paso de la filosofía medieval al renacimiento
FILOSOFÍA
La Iglesia Católica, durante el periodo medieval, condenaba el lucro excesivo (la usura) y defendía
el precio justo. Esa moral económica entraba en oposición con los principios económicos de la
naciente burguesía. Gran número de comerciantes no se sentían libres de extraer la máxima
ganancia a sus empresas, ya que vivían amenazados con el fuego del infierno eterno.
Los grandes comerciantes pertenecientes a la burguesía sentían la necesidad de una nueva ética
religiosa, más adecuada a la época de la expansión comercial y de transición del feudalismo hacia
el capitalismo. Es así, como surgiría más adelante la Ética Protestante que se identificaría con el
espíritu de los tiempos modernos.
Con el fortalecimiento de las monarquías nacionales, los reyes pudieron hacerle frente al poder
temporal y terrenal de la Iglesia Católica que interfería en los asuntos internos de sus reinos.
La Iglesia Romana, con sede en el Vaticano, se presentaba supuestamente como la institución
universal que unía al mundo cristiano.
Esa noción de universalidad, sin embargo, perdía fuerza, pues crecía el sentimiento nacionalista.
Cada Estado, con su lengua, su pueblo y sus tradiciones, estaba más interesado en afirmar sus
diferencias en relaciona otros Estados. La Reforma protestante correspondió a esos intereses
nacionalistas. Ejemplo: la doctrina cristiana de los reformadores fue divulgada en la lengua nacional
de cada nación y no el latín, idioma oficial, de la Iglesia Católica Romana Apostólica.
La Reforma protestante
La Reforma protestante fue un movimiento reformador religioso en la Europa cristiana del siglo
XVI, comenzó en el año 1517 cuando el monje alemán Martin Lutero publicó sus 95 Tesis contra la
Venta de Indulgencias, donde criticaba las prácticas inmorales de la Iglesia Católica, éste se vería
envuelta en conflictos religiosos y políticos que provocarían guerras religiosas europeas (Guerra
de los Treinta años) que concluirían con la paz de Westfalia, la cual oficializaba la convivencia de
religiones. El resultado de la Reforma Protestante sería la separación de las iglesias emergentes
reformadoras y la Iglesia Católica. El papado romano como reacción a la Reforma protestante
convocó al Concilio de Trento para iniciar una Contrarreforma, donde se reafirmaron todas las
doctrinas católicas rechazadas por el protestantismo.
Algunos han considerado la Reforma protestante del siglo XVI liderada por Lutero como una gran
revolución burguesa a favor del progreso social y la cultura mundial; sin embargo, no es el mismo
tipo de revolución burguesa que representó la independencia de los países americanos liderada
por Bolívar; pues aunque la reforma tuvo una motivación religiosa, sus ideas no se supeditaron a lo
exclusivamente teológico sino que marcó el inicio de la era moderna, de la libertad de conciencia,
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BLOQUE II
Formación Básica - Sexto Semestre
Ahora bien, Lutero y su reforma tuvieron sus efectos más allá de los límites nacionales. Fue uno
de los precursores de aquellos cambios con la que los estados alemanes y Europa entraron en
la época de la caída del feudalismo y el inicio de las revoluciones burguesas. Lutero plasmó de
manera decisiva, las ideas rectoras del siglo XVI. Y se puede decir que su influencia en el desarrollo
es evidente todavía hoy.
Martín Lutero
ACTIVIDAD 3
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El paso de la filosofía medieval al renacimiento
FILOSOFÍA
En 1530, Lutero divulgó los principales principios de la doctrina Luterana, donde podemos observar
libertad de conciencia y expresión en cuanto a su ejercicio por parte de todo practicante.
La actitud del cristiano ha de ser la de la certeza interior de pertenecer a ese número de elegidos, y el
testimonio público de su creencia debe expresarse socialmente en la obediencia a las instituciones
civiles, políticas legítimas y en la dedicación abnegada al trabajo bien hecho.
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BLOQUE II
Formación Básica - Sexto Semestre
Examina las ideas sobre el problema del conocimiento en la modernidad, contrastándolas con
las posturas filosóficas que reaccionaron en contra del proyecto moderno, desarrollando su
pensamiento crítico para identificar sus repercusiones en el mundo actual.
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La filosofía moderna y algunas posturas filosóficas contrarias al proyecto moderno
FILOSOFÍA
ACTIVIDAD 1
En plenaria, a manera de lluvia de ideas, contesta lo siguiente.
ACTIVIDAD 2
Descartes fue filósofo, matemático y hombre de ciencia. Sus dos obras filosóficas más importantes
fueron el “Discurso del Método” (1637) y las “Meditaciones de Filosofía Primera” (1642). Estas
obras se superponen y no es preciso estudiarlas aisladamente; en ellas plantea la llamada duda
metódica, dudar sistemáticamente de todo hasta alcanzar, si es posible, una verdad firme en la que
fundamentar la Filosofía y todo el conocimiento.
Piensa Descartes que hay que buscar un nuevo criterio de verdad, un nuevo método, y, para ello,
el francés se inspirará en la Matemática, el más seguro y preciso de cuantos saberes conoce. La
Matemática procede por pasos, no por saltos, siendo cada uno de ellos evidentes, de tal forma
que la totalidad de su razonamiento y las conclusiones se hacen también evidentes. Además, las
verdades matemáticas son intuitivamente ciertas, de su evidencia no es posible dudar.
Parece necesario, pues, partir de una verdad indudable, evidente e intuitiva. ¿Cómo encontrar
en el campo de la filosofía una verdad de esas características? Para lograrlo, Descartes emplea
la Duda metódica. Se trata de una duda universal (se debe dudar de todo lo existente para
eliminar prejuicios), metódica (es un procedimiento para alcanzar la verdad) y teorética (no debe
extenderse al plano de las creencias y comportamientos éticos).
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BLOQUE III
Formación Básica - Sexto Semestre
Comienza Descartes por dudar del testimonio de los sentidos; algunas veces nos engañan y,
según el método, bastará la más pequeña posibilidad de duda para rechazar aquello puesto en
cuestión: “Es prudente no fiarse nunca por entero de quienes nos han engañado una vez”. Resulta
significativo que el francés comience poniendo en duda, precisamente, el fundamento del conocer,
según dirán más tarde los empiristas ingleses.
Cualquier certeza sensorial es puesta en cuestión a través de la hipótesis del sueño. ¿Puedo
dudar (dice) de que me encuentro aquí, al lado del fuego? Sí, pues a veces he soñado que estaba
aquí, cuando en realidad estaba desnudo y en la cama.
¿Y las certezas matemáticas? ¿Resisten la duda? Descartes decide poner en duda, incluso, a la
propia Razón, afirmando que tal vez mi naturaleza pueda estar totalmente distorsionada por un
“geniecillo maligno” que hace que me engañe continuamente, aun cuando creo percibir verdades
con absoluta evidencia (“claridad y distinción” dirá después), como ocurre con las verdades
matemáticas.
¿Qué queda después de una duda tan radical?: “Mientras quería pensar que todo era falso,
era preciso necesariamente que yo, que lo pensaba, fuera algo, y observando que esta verdad,
-pienso, luego existo-, es tan sólida y tan cierta, que todas las más extravagantes suposiciones
de los escépticos eran incapaces de derribarla, consideré que podía admitirla sin escrúpulo como
primer principio de la filosofía que buscaba.”
Este pasaje contiene el núcleo de la filosofía cartesiana; el llamado Cogito: “Pienso, luego existo“,
es decir; aunque dude radicalmente de todo, queda el pensamiento (si dudo, pienso que dudo), y
al menos en eso, en pensar, consiste mi existencia. En este planteamiento se refleja la modernidad
de Descartes. Supone el descubrimiento de la subjetividad: en su sistema, el pensamiento es más
evidente que la materia.
Son sustancias porque no se necesitan entre sí, es decir, ninguna de ellas depende de otra para
existir, aunque, en sentido pleno, sólo la sustancia infinita cumple perfectamente la definición.
Por lo que respecta al influjo que el propio Descartes ha ejercido en la filosofía posterior, es
indudable que éste ha sido inmenso: si se le considera el primer filósofo moderno, obviamente el
peso de su influencia ha de ser muy grande; se trata del más importante de los filósofos franceses y
su huella se ha notado en muchos de ellos: así, una característica de ciertos pensadores franceses
será la estrecha alianza entre filosofía y ciencia (Bergson, Comte, Poincaré, fueron matemáticos).
Otra de sus herencias es el empleo de un lenguaje sencillo y claro, un rasgo que ha pasado a ser
general en la filosofía francesa.
72
La filosofía moderna y algunas posturas filosóficas contrarias al proyecto moderno
FILOSOFÍA
Segunda parte:
(…) En lo tocante a la lógica, sus silogismos y la mayor parte de las demás instrucciones que da,
más sirven para explicar a otros las cosas ya sabidas o incluso, como el arte de Lulio (18), para
hablar sin juicio de las ignoradas, que para aprenderlas. Y si bien contiene, en verdad, muchos,
muy buenos y verdaderos preceptos, hay, sin embargo, mezclados con ellos, tantos otros nocivos
o superfluos, que separarlos es casi tan difícil como sacar una Diana o una Minerva de un bloque
de mármol sin desbastar. Luego, en lo tocante al análisis (19) de los antiguos y al álgebra de
los modernos, aparte de que no se refieren sino a muy abstractas materias, que no parecen ser
de ningún uso, el primero está siempre tan constreñido a considerar las figuras, que no puede
ejercitar el entendimiento sin cansar grandemente la imaginación; y en la segunda, tanto se han
sujetado sus cultivadores a ciertas reglas y a ciertas cifras, que han hecho de ella un arte confuso
y oscuro, bueno para enredar el ingenio, en lugar de una ciencia que lo cultive. Por todo lo cual,
pensé que había que buscar algún otro método que juntase las ventajas de esos tres, excluyendo
sus defectos.
El tercero, conducir ordenadamente mis pensamientos, empezando por los objetos más simples y
más fáciles de conocer, para ir ascendiendo poco a poco, gradualmente, hasta el conocimiento de
los más compuestos, e incluso suponiendo un orden entre los que no se preceden naturalmente.
Y el último, hacer en todo unos recuentos tan integrales y unas revisiones tan generales, que
llegase a estar seguro de no omitir nada.
Pero lo que más contento me daba en este método era que, con él, tenía la seguridad de emplear
mi razón en todo, si no perfectamente, por lo menos lo mejor que fuera en mi poder. Sin contar
con que, aplicándolo, sentía que mi espíritu se iba acostumbrando poco a poco a concebir los
objetos con mayor claridad y distinción y que, no habiéndolo sujetado a ninguna materia particular,
prometíame aplicarlo con igual fruto a las dificultades de las otras ciencias, como lo había hecho
a las del álgebra.
73
BLOQUE III
Formación Básica - Sexto Semestre
John Locke
La idea para Locke significa cualquier representación mental que tenga un sujeto. La idea designa
tanto al conocimiento sensible como al conocimiento intelectual. Idea es tanto la percepción, como
la imagen, el recuerdo o la idea propiamente dicha. Entre imagen e idea no hay ninguna diferencia.
Locke menciona que sólo conociendo el origen psicológico de nuestras ideas, podremos saber
cuándo es posible tener un conocimiento cierto y verdadero, es decir, podremos saber cuál es el
alcance de nuestro conocimiento.
▪ Las ideas simples. Son las sensaciones; el dato original, primario y genuino de nuestros
conocimientos. Estas ideas nos dan a conocer características o cualidades de los objetos
y pueden ser de dos tipos:
− Cualidades primarias. Son aquellas que son percibidas por varios sentidos.
Por ejemplo: la figura de un cuerpo puede ser percibida por la vista o por el
tacto. Lo mismo puede decirse del movimiento o de la extensión de un cuerpo,
pueden ser vistos o tocados. Las cualidades primarias son las que, además de
ser percibidas por varios sentidos existen realmente en los objetos.
− Cualidades secundarias: Son aquellas que nada más son percibidas por un solo
sentido. Por ejemplo: el sonido, el color, el sabor de un objeto. Estas cualidades
secundarias no existen como tales en el objeto, sino que son modos como las
facultades cognoscitivas del sujeto quedan afectadas. Es decir, decir que un
alimento es dulce o es amargo, es un modo de reaccionar del sujeto que prueba
ese alimento. No es algo que esté en el alimento. Ese mismo alimento puede
parecer dulce a una persona y amargo a otra. En conclusión, las cualidades
secundarias son meramente subjetivas. Son reales sólo las cualidades primarias,
porque existen en el sujeto.
▪ Las ideas complejas. Son aquellas que se forman al combinar varias ideas simples.
Se concluye por tanto, que para Locke sólo hay un tipo de conocimiento sensible que tiene validez
y fundamento en la realidad: las ideas simples y las cualidades primarias. Las ideas que no se
ajustan a estas características son solo elaboraciones que hace la mente de cada hombre a partir
de sus sensaciones.
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La filosofía moderna y algunas posturas filosóficas contrarias al proyecto moderno
FILOSOFÍA
David Hume
Hume afirma que está asumiendo el principio de Locke: determinar el alcance del conocimiento
humano y los límites del mismo, límites que vienen marcados por la experiencia. ¿Pero qué se
entiende por experiencia? La experiencia la constituyen mis percepciones, es decir, los contenidos
de la mente, y éstos, según Hume, sólo pueden ser de dos clases:
Sección I
Del origen de nuestras ideas.
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BLOQUE III
Formación Básica - Sexto Semestre
Existe otra división de nuestras percepciones que será conveniente observar y que se extiende
a la vez sobre impresiones e ideas. Esta división es en simples y complejas. Percepciones o
impresiones e ideas simples son las que no admiten distinción ni separación. Las complejas son lo
contrario que éstas y pueden ser divididas en partes. Aunque un color, sabor y olor particular son
cualidades unidas todas en una manzana, es fácil percibir que no son lo mismo, sino que son al
menos distinguibles las unas de las otras.
Habiendo dado por estas divisiones orden y buena disposición a nuestros objetos, podemos
aplicamos a considerar ahora con más precisión sus cualidades y relaciones. La primera
circunstancia que atrae mi atención es la gran semejanza entre nuestras impresiones e ideas
en todo otro respecto que no sea su grado de fuerza y vivacidad. Las unas parecen ser en cierto
modo el reflejo de las otras, así que todas las percepciones del espíritu humano son dobles y
aparecen a la vez como impresiones e ideas. Cuando cierro mis ojos y pienso en mi cuarto las
ideas que yo formo son representaciones exactas de impresiones que yo he sentido, y no existe
ninguna circunstancia en las unas que no se halle en las otras. Recorriendo mis otras percepciones
hallo aún la misma semejanza y representación. Las ideas y las impresiones parecen siempre
corresponderse las unas a las otras.
(…) Debo hacer uso de la distinción de percepciones en simples y complejas para limitar la decisión
general de que todas nuestras ideas o impresiones son semejantes. Observo que muchas de
nuestras ideas complejas no tienen nunca impresiones que les correspondan y que muchas de
nuestras impresiones complejas no son exactamente copiadas por ideas. Puedo imaginarme una
ciudad como la nueva Jerusalén, cuyo pavimento sea de oro y sus muros de rubíes, aunque jamás
he visto una ciudad semejante. Yo he visto París, pero ¿afirmaré que puedo formarme una idea tal
de esta ciudad que reproduzca perfectamente todas sus calles y casas en sus proporciones justas
y reales?
Por consiguiente, veo que, aunque existe en general una gran semejanza entre nuestras
impresiones e ideas complejas, no es universalmente cierta la regla de que son copias exactas
las unas de las otras. Debemos considerar ahora qué sucede con nuestras percepciones simples.
Después del examen más exacto de que soy capaz me aventuro a afirmar que la regla es válida
aquí sin excepción alguna y que toda idea simple posee una impresión simple que se le asemeja,
y toda impresión simple, una idea correspondiente. La idea de rojo que formamos en la obscuridad
y la impresión de éste que hiere nuestros ojos a la luz del Sol difieren tan sólo en grado, no en
naturaleza…
Así, hallamos que todas las ideas o impresiones simples se asemejan las unas a las otras, y
como las complejas se forman de ellas, podemos afirmar en general que estas dos especies de
percepciones son exactamente correspondientes.
(…) Las impresiones simples preceden siempre a sus ideas correspondientes y que jamás aparecen
en un orden contrario. Para dar a un niño la idea de escarlata o naranja o de dulce o amargo,
presento los objetos, o, en otras palabras, le produzco estas impresiones, pero no procedo tan
absurdamente que intente producir las impresiones despertando las ideas. Nuestras ideas, en su
aparición, no producen sus impresiones correspondientes y no podemos percibir un color o sentir
una sensación tan sólo por pensar en ella.
76
La filosofía moderna y algunas posturas filosóficas contrarias al proyecto moderno
FILOSOFÍA
Sección III
De las ideas de la memoria y la imaginación.
Hallamos por experiencia que cuando una impresión ha estado una vez presente al espíritu, hace
de nuevo su aparición en él como una idea, y que esto puede suceder de dos modos diferentes:
cuando en su nueva aparición conserva un grado considerable de su primera vivacidad y es así
algo intermedio entre una impresión y una idea y cuando pierde enteramente esta vivacidad y
es una idea por completo. La facultad por la que reproducimos nuestras impresiones del primer
modo es llamada memoria, y aquella que las reproduce del segundo, imaginación. Es evidente,
a primera vista, que las ideas de la memoria son mucho más vivaces y consistentes que las de la
imaginación y que la primera facultad nos presenta sus objetos más exactamente que lo hace la
última. Cuando recordamos un suceso pasado su idea surge en el espíritu con energía, mientras
que en la imaginación la percepción es débil y lánguida y no puede ser mantenida por el espíritu,
sin dificultad invariable y uniforme, durante algún tiempo considerable.
ACTIVIDAD 3
Investiga los conceptos criticismo e idealismo, luego explica por qué se le asignan estos
conceptos al pensamiento de Kant.
Hemos visto lo que ocurre en los siglos XVI y XVII, a qué situación fundamental se llega después
del racionalismo. Estas aclaraciones tenían un doble objeto: en primer término, eran un intento de
explicar la realidad histórica de esos dos siglos; y en segundo lugar, se trataba de situar con cierta
precisión el ambiente en que se van a mover Kant y los demás idealistas alemanes. Conviene
subrayar dos momentos importantes del pensamiento de esos dos siglos: uno es la imagen
física del mundo, que nos ha dado la Física Moderna, muy concretamente Newton; otro, la crítica
subjetiva y psicologista que han hecho Locke, Berkeley y Hume, sobre todo este último.
Kant confió moderadamente en la Razón: no pensó que ella sola pudiera despegarse del mundo
empírico pero sí que penetrando a la Sensibilidad y en armonía con ella era capaz de ofrecernos
conocimientos plenos y verdaderos. A la vez, esta misma Razón puede llamarnos desde lo más
íntimo de nuestro ser e incitarnos a la vida buena, en un mandato del bien (imperativo) que nada
en el mundo puede quebrar. Pero ambas tareas, el conocimiento y la vida moral, necesitan del
cuidado de una instancia que las regule, evite sus pretensiones infundadas o las confusiones en
cuanto a sus resortes legítimos; esta instancia o tribunal al que debemos acudir es también la
77
BLOQUE III
Formación Básica - Sexto Semestre
propia Razón. Junto con ello, tenemos en Kant la fascinación por una idea del mundo empírico y
natural triunfante, la que ofrece el sistema de Newton, con la que nos arriesgamos a tratar todo
como mera cosa, incluidos los hombres, perdiendo lo propio del mundo moral, la libertad y la
dignidad de la decisión ética. La empresa filosófica de Kant es temeraria: mostrar que ambos
mundos pueden conciliarse y que están presentes en la vida humana.
Tienen la forma general “debes hacer X”, o en su versión prohibitiva, “no debes hacer X”; “debes
ser veraz”, “no debes robar”, son ejemplos de imperativos categóricos. Pero para determinar si el
imperativo que ha guiado nuestra conducta es hipotético o categórico es preciso referirse a lo que
ha movido nuestra voluntad: si no hemos robado, nuestra conducta es conforme al deber (conforme
al imperativo “no debes robar”), pero si no hemos robado por miedo a la policía, el imperativo que
hemos seguido es hipotético (“no debes robar si no quieres tener problemas con la policía”); sin
embargo, si no hemos robado porque la acción de robar es mala en sí misma, independientemente
de si nos pueda detener o no la policía, entonces nuestro imperativo es categórico.
Kant da también unas fórmulas generales del imperativo categórico, fórmulas que resumen todos
los mandatos morales:
▪ Fórmula de la autonomía.
“Obra como si por medio de tus máximas fueras siempre un miembro legislador en un reino
universal de fines”.
Los Juicios
▪ Los juicios a priori son aquellos que no tienen su fundamento en la experiencia sino en el
ejercicio de la razón pura. Son universales y necesarios; ejemplo: “el todo es mayor que las
partes que lo componen”; lo peculiar del pensamiento kantiano en este punto es su creencia
en la existencia de juicios sintéticos a priori, por ser a priori no tienen su fundamento en
la experiencia y son universales y necesarios; por ser sintéticos, son extensivos, nos dan
información nueva. Según Kant, estos juicios no son posibles en la Metafísica, pero sí en
Matemáticas y en la parte racional de la Física: el propio Kant pone los siguientes ejemplos:
“4 + 3 = 7”, “la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos”, “la cantidad de
materia del universo se mantiene invariable”, “en todo movimiento acción y reacción son
siempre iguales”.
78
La filosofía moderna y algunas posturas filosóficas contrarias al proyecto moderno
FILOSOFÍA
Hay que tener cuidado con las nociones “universal y necesario” y “particular y contingente”: que
un juicio sea universal y necesario no quiere decir que todas las personas deban saber que es
verdadero, o que necesariamente tengan que hacer dicho juicio; que un juicio sea particular y
contingente no quiere decir que sólo algunas personas saben que es verdadero o que no es
necesario que lo hagamos. El juicio “A es B” es universal y necesario si la nota o característica
“B” se encuentra en todos y cada uno de los individuos que caen bajo el concepto “A” (si no
tiene excepciones), y si necesariamente todos los individuos “A” la poseen. Que sea particular y
contingente quiere decir que es pensable que haya algún “A” que no posea la propiedad “B” (es
pensable que haya excepciones) y que aún en el caso de que los “A” existentes actualmente la
posean, es pensable que otros “A” del futuro no la posean, porque el vínculo entre “A” y “B” es
contingente, es así, pero puede no ser así.
ACTIVIDAD 4
Con base en la lectura, intégrate en binas elaboren un mapa conceptual sobre las ideas
principales de Hegel: el saber absoluto, dialéctica, espíritu y la filosofía de la historia.
El proyecto filosófico de Hegel consiste, pues, en pensar la interna unidad y conexión (SISTEMA)
entre Naturaleza y Espíritu, de modo que se pueda elaborar una teoría unitaria, total y cerrada
sobre la realidad (TOTALIDAD).
El saber absoluto
En la Fenomenología del espíritu va mostrando Hegel la dialéctica interna del espíritu hasta llegar
al comienzo del filosofar. Pasa revista Hegel a los modos del saber. (Pensar es distinto de conocer.
Conocer es conocer lo que las cosas son; tiene un momento esencial que se refiere a las cosas...).
Hegel distingue la mera información (historia) y el conocimiento conceptual, en el cual yo tengo los
conceptos de las cosas (eso serían las ciencias en que hay un efectivo saber).
79
BLOQUE III
Formación Básica - Sexto Semestre
Pero hace falta un saber absoluto. El saber absoluto es un saber totalitario. Por ser absoluto no
puede dejar nada fuera de sí, ni siquiera el error. Incluye el error en tanto que error. La historia
ha de ser eso: tiene que incluir todos los momentos del espíritu humano, hasta los momentos del
error, que aparecen como tal desde la verdad.
Dialéctica
La dialéctica del espíritu en Hegel es lógica, es una dialéctica de la razón pura… El espíritu
atraviesa una serie de estadios antes de llegar al saber absoluto. En el comienzo del filosofar está
el ser. Aquí empieza la Filosofía. La Filosofía comienza, pues, con el ser. Pero la dialéctica no es
un paso de la mente por varios estadios, sino un movimiento del ser. Se pasa necesariamente de
un estadio a otro, y en cada estadio está la verdad del anterior. (Hay que recordar el sentido griego
de la verdad alétheia: estar patente). En cada estadio se manifiesta y hace patente el anterior, y
esto es su verdad. Y cada estadio incluye al anterior, absorbido, es decir, a la vez conservado y
superado.
▪ Determinidad (Cualidad)
▪ Cantidad
▪ Medida
Todo esto, no es una división lógica, sino el movimiento del absoluto mismo. La Lógica hegeliana
tendrá que recorrer estos estadios al revés, es decir, empezando por el simple ser sin cualidad
para ir ascendiendo a cada punto de vista superior. Vemos, pues, que la dialéctica de Hegel tiene
una estructura ternaria, en la que a la tesis se opone la antítesis, y las dos encuentran su unidad
en la síntesis. Pero no se trata de una simple conciliación, sino que la tesis lleva necesariamente
a la antítesis, y viceversa, y este movimiento del ser conduce inexorablemente a la síntesis,
en la cual se encuentran conservadas y superadas esto es, absorbidas (según la traducción
propuesta por Ortega), la tesis y la antítesis. Y cada estadio encuentra su verdad en el siguiente
estadio. Esta es la índole del proceso dialéctico.
Siguiendo el ejemplo de la dialéctica hegeliana, se percibe que del ser se pasa, pues, a la nada
(cuando yo voy a pensar el ser, lo que pienso es nada). Pasa el ser mismo, se entiende, no yo. El
ser, lo inmediato indeterminado, es de hecho nada; nada más ni menos que nada…Hemos visto
en el ser estos dos caracteres que nos da al principio Hegel: inmediato e indeterminado. El
carácter de la terminación es el no ser nada; el de la inmediatez, ser lo primero.
80
La filosofía moderna y algunas posturas filosóficas contrarias al proyecto moderno
FILOSOFÍA
Del ser hemos sido arrojados a la nada. Pero ¿qué es la nada? Perfecta vaciedad, ausencia de
determinación y contenido, incapacidad de ser separada de sí misma. Pensar o intuir la nada es
eso: intuir la nada; es el puro intuir, el puro pensar. Vemos, pues, que es lo mismo intuir la nada
que intuir el ser. El ser puro y la nada pura son uno y lo mismo. El ser nos ha arrojado en su
movimiento interno a la nada, y la nada al ser, y no podemos permanecer en ninguno de los dos.
¿Qué quiere decir esto? Nos preguntábamos por la verdad. Verdad es un estar patente, un estar
descubierto, un mostrarse. Hemos visto que la manera de ser que tiene el ser es la de dejar de
ser y pasar a ser nada; y que el modo de ser que tiene la nada es también no poder permanecer
en sí y pasar a ser. La verdad es que el ser ha pasado a la nada y la nada ha pasado al ser. Esto
es el devenir.
En esta dialéctica, en cada estadio está la verdad del anterior, y la suya está en la siguiente.
Así, la verdad del ser estaba en la nada, y la de la nada en el devenir. Y la verdad del devenir no
estará tampoco patente en sí mismo, y así continúa, por su inexorable necesidad ontológica, el
movimiento del ser en los estadios ulteriores de la dialéctica.
Espíritu
Espíritu en Hegel es ser para mí, mismidad. Hay un momento en la evolución del absoluto que es
el espíritu, y definimos ese espíritu como la entrada en sí mismo, la mismidad, el ser para sí. Y
Hegel hace un nuevo esquema del espíritu. Los Estados del Espíritu son:
▪ El espíritu subjetivo nos parece una cosa bastante clara. Es espíritu y es subjetivo; por
tanto, es sujeto, un sujeto que se sabe a sí mismo, que es sí mismo, que tiene interioridad
e intimidad. Este espíritu subjetivo se puede considerar en tanto en cuanto está unido a
un cuerpo en una unidad vital, en cuanto es un alma. En este momento el espíritu es alma,
y su estudio estará en la Antropología. Pero este espíritu no solo es un alma, sino que
se sabe, y a lo largo de todos los grados de la conciencia va a llegar al saber absoluto;
es el espíritu en cuanto se sabe. Y así se desarrolla la fenomenología del espíritu, que
va a estudiar hasta el momento de llegar al ser, al saber absoluto. Por último, no solo es
conciencia, sino que sabe y quiere. A este momento lo llama Hegel espíritu.
▪ El espíritu objetivo va a plantear una nueva y más grave dificultad, que nace de su propio
concepto: espíritu (ser para sí, mismidad), pero al mismo tiempo objetivo, un espíritu que
está ahí, que no tiene sujeto. No es naturaleza, pero tiene ese carácter de la naturaleza de
estar ahí. Parece que está en contradicción con su concepto de espíritu el no tener sujeto.
El espíritu objetivo comprende tres formas, cada vez más altas: el derecho, la moralidad
y la eticidad.
El Estado es la forma plena del espíritu objetivo. Hegel ha hecho, tal vez el primero, una ontología
del Estado. El Estado es una creación de la razón y es la forma suprema en que se desarrolla la
idea de la moralidad.
▪ El espíritu absoluto es una síntesis del espíritu subjetivo y el espíritu objetivo, y también
de la naturaleza y el espíritu. La identidad de la naturaleza y el espíritu no es para Hegel una
vacuidad, una indiferencia, como para Schelling, sino que ambos necesitan un fundamento
común. Este fundamento es el fundamento de todo lo demás, el absoluto, que es en sí y
para sí. Y Hegel lo llama espíritu absoluto.
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BLOQUE III
Formación Básica - Sexto Semestre
La Filosofía de la Historia
El fin de la historia del mundo es “que el espíritu alcance el saber de lo que él es verdaderamente,
y objetive este saber, lo realice haciendo de él un mundo existente, y se manifieste objetivamente
a sí mismo”. Este espíritu, que se manifiesta y realiza en un mundo existente. El fin de la historia
se realiza, pues, y es real, en todos los momentos particulares de la misma. Por esto los lamentos
sobre la imposible realización de lo ideal se refieren solamente a los ideales del individuo, que no
pueden valer como ley para la realidad universal. La Filosofía no debe preocuparse de los sueños
de los individuos; debe mantener su supuesto de que lo ideal se realiza y de que posee realidad
sólo aquello que está conforme con la idea. Ella debe reconciliar lo real, que parece injusto, con
lo racional, y hacer ver que éste tiene su fundamento propio en la idea, y debe por ello satisfacer
a la razón.
Los medios de la historia del mundo son precisamente los individuos con sus pasiones. Antes
bien, afirma que “nada grande ha sido llevado a cabo en el mundo sin pasión”. Pero las pasiones
son simples medios que conducen en la historia a fines diversos de aquellos a los que ellas
explícitamente tienden. “Los hombres llevan a efecto lo que a ellos les interesa, pero de esto sale a
la luz también otra cosa, que le es implícita, pero que no está en su conciencia o intención”. Aquello
que está implícito en las pasiones o en las voluntades individuales de los hombres, el espíritu del
mundo lo hace explícito y lo realiza. Pero puesto que el espíritu del mundo es siempre espíritu de
un pueblo determinado, la acción del individuo será tanto más eficaz cuanto más conforme esté
con el espíritu del pueblo a que pertenece el individuo. “Cada individuo es hijo de su pueblo, en un
momento determinado del desarrollo de este pueblo. Nadie puede saltar por encima del espíritu de
su pueblo, como no puede saltar fuera de la Tierra”.
Respecto a tales fines, los individuos o los pueblos son únicamente medios. “Las individualidades,
dice Hegel, desaparecen para nosotros; les atribuimos valor sólo en cuanto traducen a la realidad
lo que quiere el espíritu del pueblo.” Pero también el espíritu singular de un pueblo particular puede
perecer; lo que no perece es el espíritu universal, del cual el espíritu de un pueblo es sólo un
eslabón. “Los espíritus de los pueblos son los miembros del proceso por el cual el espíritu alcanza
el libre conocimiento de sí.
Se ha dicho que el fin último de la historia del mundo es la realización de la libertad del espíritu.
Ahora bien, esta libertad se realiza, según Hegel, en el Estado; el Estado es, pues, el fin supremo.
Sólo en el Estado el hombre tiene existencia racional y obra según una voluntad universal. Por esto
sólo en el Estado pueden existir arte, religión y filosofía.
La historia del mundo es, desde este punto de vista, la sucesión de formas estatales que
constituyen momentos de un devenir absoluto. Los tres momentos de ella, el mundo oriental, el
mundo grecorromano y el mundo germánico, son los tres momentos de la realización de la libertad
del espíritu del mundo. En el mundo oriental uno solo es libre; en el mundo grecorromano algunos
son libres; en el mundo germánico todos los hombres saben que son libres, esto es, es libre el
hombre en cuanto hombre.
82
La filosofía moderna y algunas posturas filosóficas contrarias al proyecto moderno
FILOSOFÍA
ACTIVIDAD 5
Esta concepción marxista y materialista de la historia parte de un análisis del proceso de producción,
y de la manera en que éste se organiza para interpretar la forma que asumen las instituciones
jurídicas y políticas, así como las formas de conciencia, de religión, de ética, etc., que a ellas
corresponden: el Materialismo Histórico, especificaron los comentaristas, no niega la existencia
y el papel del pensamiento y de la conciencia, no niega que los hombres tengan determinadas
ideas y actúen de acuerdo a determinadas concepciones, sino que explica tales concepciones de
acuerdo a la estructura material de la sociedad.
Ley Fundamental
La ley fundamental del Materialismo Histórico puede resumirse así: de acuerdo a las condiciones
materiales que lo rodean, es decir, de acuerdo, en último término, al nivel de desarrollo de las
fuerzas productivas el hombre organiza la producción de una determinada forma, entra en
determinadas relaciones de producción. El conjunto de las relaciones de producción forma la
estructura económica de la sociedad, base sobre la cual se levantan las instituciones jurídicas
y políticas, a las que corresponden determinadas formas de la conciencia social. El modo de
producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en
general.
83
BLOQUE III
Formación Básica - Sexto Semestre
Dado el carácter eminentemente dinámico que tienen, las fuerzas productivas siguen desarrollándose
dentro del marco de las relaciones de producción que le han dado origen, hasta llegar a un punto
tal que, de formas de desarrollo, estas relaciones se transforman en trabas suyas.
Entonces, de la forma colectiva de propiedad del suelo se pasó a la propiedad individual del mismo
y de los medios de producción agrícola, o en otras palabras se verificó un cambio en las relaciones
de producción. Ello permitió un trabajo mucho más intenso y facilitó el aumento de las fuerzas
productivas. Pero esta clase de economía también aparece atrasada cuando, gracias al desarrollo
alcanzado por las fuerzas productivas en su seno, aparecen métodos superiores y se introduce
la maquinaria en la agricultura. En las condiciones de explotación agrícola individual resulta
imposible utilizar en forma eficiente los nuevos descubrimientos. Se hace necesario entonces
cambiar la organización de la producción agrícola. Aparece la división del trabajo, la producción
social, el trabajador asalariado. Aparecen, en resumen, nuevas relaciones de producción, aparece
la explotación capitalista de la tierra.
Espontaneidad y conciencia
Categorías del Materialismo Histórico que caracterizan la relación entre la ley histórica objetiva y
la actividad del hombre dirigida hacia un determinado fin.
Por espontaneidad se entiende el decurso del desarrollo social cuando el hombre no tiene
conciencia de las leyes objetivas de ese desarrollo, no se encuentran bajo su control, cuando
actúan a menudo, con la fuerza destructiva de los elementos de la naturaleza y la actuación
consciente de las personas no conduce al logro de los fines propuestos, sino a resultados, incluso,
totalmente inesperados. Se habla de conciencia en la actividad histórica cuando las personas
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La filosofía moderna y algunas posturas filosóficas contrarias al proyecto moderno
FILOSOFÍA
actúan apoyándose en leyes del desarrollo social conocidas y lo orientan de manera sistemática
hacia la consecución de fines determinados.
Actualidad
ACTIVIDAD 6
85
BLOQUE III
Formación Básica - Sexto Semestre
La angustia: Kierkegaard
Conoció al amor de su vida, Regine Olsen, en 1837 y pasó tres años enamorado hasta que en
1840 por fin le declaró su amor. Los sentimientos eran correspondidos, entablaron una relación y
llegaron a comprometerse. Sin embargo, en 1941 Kierkegaard rompió lazos con su amada, pues
creía que su propia melancolía atormentaría a su pareja por el resto de su vida, lo cual terminaría
por convertir a la que sería su esposa en una persona infeliz y lúgubre. El filósofo terminó su
soñada relación por amor, pues se percató de que los que encuentran en su propia existencia
una angustia vital, amargan la vida de los que le rodean. Él nunca dejó de amarla, incluso cuando
Regine terminó por casarse con otro hombre —sí, cualquiera que sea ajeno a la Filosofía es
capaz de hacer feliz a otra persona— la expareja se frecuentaba en tono amistoso y cordial. Aún
con lo trágico del suceso, el rompimiento permitió a Søren desarrollar su filosofía de la angustia y
dedicarse de lleno al sinsentido de pensar el mundo.
Al estar tan interesado en la vida humana, Kierkegaard plantea tres estadios comunes para
la humanidad. Primero, la etapa ética, que está caracterizada porque la persona concreta
se preocupa por el deber ser, donde guía su pensamiento por el camino de lo correcto y
articula su deber de acuerdo con la verdad. Luego, la vía estética, en donde el individuo
se deja llevar por lo que sus sentidos le comunican y encuentra una manera peculiar de
86
La filosofía moderna y algunas posturas filosóficas contrarias al proyecto moderno
FILOSOFÍA
desarrollarse a partir del arte, el amor o la superficialidad. Y, por último, la etapa religiosa, que
no está caracterizada por la búsqueda incesante de un Dios, sino por la aparición repentina de
preguntas trascendentales; por ejemplo: ¿qué será de mí? Las etapas de la vida planteadas por
Kierkegaard alejan a la persona de una visión comunitaria o social del mundo, y en ese sentido
son sólo etapas de duelo personal; por ende, están sujetas a cambios en orden y estructura.
Pero ¿qué es la angustia para Kierkegaard? Él analiza la existencia humana, es decir: el propio
estar aquí. Para el filósofo, no estamos determinados por ningún factor biológico, ni por alguna
razón lógica concreta. Kierkegaard se dio cuenta de que nos tiran en este lugar sin que nosotros
podamos controlar casi ningún factor de nuestra propia existencia, pues muchos elementos
en nuestro andar por la vida son azarosos e imprecisos. Eso supone el peso del ser al que él
llama angustia: estar arraigado a factores extraños que no sólo no controla, sino que desconoce.
La angustia del devenir es, por tanto, la primera y última causa de nuestro vacío. Las decisiones
que tomamos a diario representan la insoportable libertad y los inevitables errores que abundarán
en el camino. Después de todo, “la vida no es un problema que tiene que ser resuelto, sino una
realidad que debe ser experimentada”.
ACTIVIDAD 7
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BLOQUE III
Formación Básica - Sexto Semestre
El vitalismo: Nietzsche
Nihilismo
Contra ese nihilismo pasivo, Nietzsche reacciona con el nihilismo activo, que
por un lado, es una potencia de destrucción que se origina en el creciente
poder del espíritu (los valores no caerán por sí solos; sino que son destruidos
directamente por la ‘voluntad de poder’, que los niega. Y por el otro, es
condición necesaria para que la voluntad de poder cree nuevos valores.
El eterno retorno
Para Nietzsche éste es el tema clave de Zaratustra. El tema está tomado de la mitología y de
los presocráticos, aunque en Nietzsche apenas si tiene sentido cosmológico. En La voluntad
de poder intenta refutar la concepción lineal y teleológica del universo: “Si el universo tuviese
una finalidad, ésta debería haberse alcanzado ya. Y si existiese para él un estado final, también
debería haberse alcanzado”. Esto significa que no hay más mundo que éste, y niega cualquier
trasmundo platónico o cristiano. Éste es nuestro único mundo, y cualquier huida a otro mundo es
un alejamiento de la verdadera realidad. La consigna es “permanecer fieles a la tierra”. Nietzsche
considera envenenadores a quienes hablen de esperanzas supraterrenales. Como Dios ha muerto,
el mayor delito que queda es contra el mundo, contra el sentido de la tierra.
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La filosofía moderna y algunas posturas filosóficas contrarias al proyecto moderno
FILOSOFÍA
La expresión: eterno retorno expresa el deseo de que todo sea eterno, el amor
al destino: no querer que nada sea distinto, ni en el pasado, ni en el futuro ni
por toda la eternidad. Así, la filosofía de Nietzsche se convierte en una filosofía
afirmativa (sí a la vida), aunque aparentemente parezca una filosofía que sólo
dice no (a todo lo que Nietzsche considera negativo y destructivo).
El superhombre
Aquí alcanza el nihilismo su segunda dimensión: aunque no hay nada valioso por encima del
vencedor, éste lo quiere todo, deseo que nunca va a poder satisfacer de modo absoluto, pues
ningún individuo llegará nunca él mismo a agotar la condición de superhombre.
Mas el Superhombre no va solo contra Dios, va también contra lo que dicho Superhombre considera
infrahombres, a saber, contra los vencidos, los humildes, la masa, los pobres, los carentes de
voluntad, los últimos de la tierra, etc.
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BLOQUE III
Formación Básica - Sexto Semestre
La trasmutación de valores
De modo genérico, la pretensión de Nietzsche ante lo que él interpretaba como el gran fracaso de
la cultura occidental puede sintetizarse con la noción expresada por el término Voluntad de Poder.
La identidad moral del sujeto ético nietzscheano no radica en la memoria, sino en la voluntad, en la
voluntad de poder. Mas ¿en qué consiste la voluntad de poder? En la voluntad de autoafirmación,
en la voluntad de decidir por encima aun en contra de todas las razones, en pretender ser siempre
original, en comportarse siempre de modo individual, como el guerrero vikingo que rechaza el
rebaño, quiere ser líder y se atreve a desafiar a cuerpo limpio a todos los demás. Vencer o ser
vencido, volver con el escudo o sobre el escudo, tal es la actitud del sujeto ético que Nietzsche
asume como propia del hombre noble, del auténtico hombre, del que quiere ser superior.
Nietzsche no propone vivir sin valores (llega a considerar incluso que esto es imposible); propone
más bien invertir la tabla de valores: superar la moral occidental, moral de renuncia y resentimiento
hacia la vida, mediante una nueva tabla en la que estén situados los valores que supongan un sí
radical a la vida.
Con una expresión excesivamente retórica Nietzsche llama “rebelión de los esclavos” a la
situación que se crea con el triunfo del cristianismo: el cristianismo y el judaísmo sustituyen la
moral aristocrática (que Nietzsche cree encontrar en el mundo griego antiguo) por la moral de los
esclavos. “Con el cristianismo prospera la moral de los débiles, de los que quieren huir del rigor de
la vida inventándose un mundo objetivo, de reposo, de justicia”. Nietzsche nos dice que los judíos
invierten el código moral aristócrata: “Han sido los judíos los que, con una consecuencia lógica
aterradora, se han atrevido a invertir la identificación aristocrática de los valores (bueno = noble =
poderoso = bello = feliz = amado de Dios) y han mantenido con los dientes del odio más abismal
(el odio de la impotencia) esa inversión, a saber, “los miserables son los buenos; los pobres, los
impotentes, los bajos son los únicos buenos; los que sufren, los indigentes, los enfermos, los
deformes, son también los únicos piadosos, los únicos benditos de Dios, únicamente para ellos
existe la bienaventuranza.” (La genealogía de la moral).
Solo el fuerte (el hombre superior) crea el valor moral, él es el creador de valores. La ética nueva
que propone no posee contenido material alguno (ni valores, ni fines, ni principios o guías morales
para determinar el bien en sí); sino que es de carácter meramente formal, no da orientaciones
concretas (materia) a seguir. Todo depende de la forma que le quiera imprimir el sujeto humano
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La filosofía moderna y algunas posturas filosóficas contrarias al proyecto moderno
FILOSOFÍA
en cada caso concreto, más allá de toda norma y de todo principio, más allá de todo bien y de
todo mal, la auténtica decisión humana es absolutamente libre y, en el fondo, es nuestro gusto el
que decide; pero claro está, según Nietzsche, puede decidir bien o mal. Decide bien cuando se
pronuncia de manera absolutamente libre; decide mal cuando asume la moral establecida, la moral
tradicional, la moral de rebaño: los valores antiguos han sido transmutados: no a lo que signifique
humildad, conmiseración, caridad, sí a cuanto signifique autoafirmación, voluntad de dominio,
libérrima e irresponsable decisión.
Elabora en tu cuaderno el siguiente cuadro
PENSAMIENTO
O TEMA SÍNTESIS OPINIÓN
FILOSÓFICO
Nietzsche como
precursor de la
posmodernidad
El nihilismo
El eterno retorno
El superhombre
La
transmutación
de valores
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