Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

La Filosofía de Hegel Recibe El Nombre de

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 4

1.

La filosofía de Hegel recibe el nombre de «idealismo absoluto» y


se caracteriza por ser una reflexión sobre la realidad globalmente
considerada, a la que da el nombre de absoluto, entendida
como idea, naturaleza y espíritu, que se desarrolla en el tiempo en
un proceso que denomina «dialéctico».
2. De la dialéctica debe decirse que describe tanto el modo de
pensar como el de ser, porque, para Hegel, no existe el ser por un
lado y el pensar por otro: concepto y realidad son lo mismo.
3. La filosofía de Hegel se desarrolla con plena coherencia desde el
momento en que se admite que «lo verdadero es el todo» y que el
todo, lo absoluto, es resultado, esto es, devenir. A esa primera
afirmación se añade otra igualmente fundamental: el todo o lo
absoluto no puede ser sino sujeto, esto es, sustancia espiritual,
porque lo que existe en devenir es idea orientada hacia un fin y esto
es ya conciencia o una forma de conciencia, tanto más que el
resultado, el fin, no es sino el comienzo que vuelve sobre sí mismo,
y lo que vuelve sobre sí mismo es espíritu.
4. Hegel expone su sistema fundamentalmente en la Fenomenología
del espíritu y en la Ciencia de la lógica, así como, más
esquemáticamente, en la Enciclopedia de las ciencias
filosóficas (cuya primera parte coincide con una Lógica resumida),
siguiendo caminos inversos y complementarios.
La Fenomenología, que describe el devenir de la conciencia
desde el conocimiento sensible hasta el conocimiento absoluto (la
filosofía), representa la teoría del conocimiento y el camino
ascendente hasta lo absoluto; la Lógica, en cambio, que describe
el devenir de lo absoluto como idea, representa la metafísica, o
la ontología, de Hegel que, completada con los desarrollos de
la Enciclopedia, supone el sistema completo del saber: a) lógica, o
ciencia de la idea en sí; filosofía de la naturaleza, o ciencia de la
idea fuera de sí; y filosofía del espíritu, o ciencia de la idea que
vuelve a sí.
5. Esta afirmación, ya hecha por Parménides, sólo cobra sentido en
la perspectiva del idealismo absoluto: el que parte del supuesto de
que sólo el «todo», o la totalidad, tiene sentido y que esta totalidad
no es sino dialéctica, a saber, en cuanto se la concibe que es y no
es al mismo tiempo, porque le es consustancial estar en devenir y
existir como proceso, de modo que sólo es verdaderamente al
final, o considerada como resultado.
La dialéctica de Hegel invertida por Marx y Engels. La
cuestión del vínculo entre Marx y Hegel ha estado presente desde el
inicio del marxismo como uno de sus grandes temas en debate. Para
la primera generación de marxistas la recuperación de la obra
hegeliana pasaba esencialmente por su aporte para comprender las
grandes leyes de la existencia de la realidad material (Engels, 1986).
Luego, en la medida en que estas leyes podían ser aplicadas a los
distintos campos de estudio, la tarea del investigador se limitaba a
reflejar en el pensamiento el movimiento de los fenómenos concretos
regidos por dichas leyes (Plejanov, 1964; Lenin, 1983). El llamado
marxismo occidental criticó fuertemente a esta interpretación por su
objetivismo, su ingenuidad y, fundamentalmente, por su corolario
economicista (Korsch, 1971; Lukács, 2002; Gramsci, 2004). Frente a
ello, propuso una recuperación de la obra de Hegel donde el acento
estaba puesto en el rol de la subjetividad en los procesos históricos.
Así, esta tradición propuso recuperar en particular las categorías
hegelianas de conciencia y enajenación para la comprensión del
devenir histórico del capitalismo (Lukács, 2002; Marcuse, 1997). Con
todo, esta lectura renovadora del vínculo entre las obras de Marx y
Hegel mantuvo la discusión en un alto nivel de generalidad. En
particular, si bien era crítica de la aplicación mecánica de las leyes
generales de la dialéctica al campo de la economía, esta lectura no
ofrecía una verdadera alternativa para la comprensión de la Gastón
Cali garis - Guido Starosta dialéctica de las formas económicas
presentadas por Marx en su crítica de la economía política. Esta
insuficiencia comenzó a ser superada en la década de 1960 gracias
al esfuerzo intelectual de un grupo de marxistas alemanes que se
preocuparon por investigar el método subyacente en la exposición de
El Capital, en particular en sus primeros capítulos (Euchner &
Schmidt, 1968; Backhaus, 1978; 1997; Reichelt, 1970; Schmidt,
1973). Ulteriormente reconocida como la “Nueva lectura de Marx”
(Backhaus, 1997; Elbe, 2008) esta línea interpretativa, sin embargo,
quedó prácticamente encapsulada en Alemania sin alcanzar nunca
una difusión significativa.1 El proyecto de vincular la dialéctica
hegeliana con la crítica marxiana de la economía política recién
cobró nuevo ímpetu, mayor concreción, y un verdadero alcance
internacional, con los trabajos de lo que actualmente se conoce como
la ‘Nueva dialéctica’ (Murray (1988), Reuten y Williams (1989), Smith
(1990), Moseley (1993), Moseley y Campbell (1997), Burns & Fraser
(2000), Arthur (2002), Albritton y Smoulidis (2003) y Robles Baez
(2005), Moseley & Smith (2014) entre otros).2 En contraposición a
las interpretaciones tradicionales del vínculo entre las obras de Marx
y Hegel, esta nueva tendencia dentro de la literatura especializada se
ha centrado, en línea con sus antecesores de la ‘Nueva lectura de
Marx’, en la relevancia metodológica que tiene el pensamiento
hegeliano para la crítica marxiana de la economía política. Más
concretamente, mientras que los estudios tradicionales sobre este
vínculo se centraban en la relación entre la Fenomenología del
espíritu de Hegel y los Manuscritos de 1844 de Marx, estos nuevos
estudios se caracterizan especialmente por centrarse en el

La temática de ésta monografía se enfocó en la posibilidad de


identificar pautas para un abordaje profesional que aspire a
acciones transformadoras de largo alcance, comenzando por el
análisis del concepto de praxis y visualizando posteriormente el rol
profesional del Trabajador Social en el contexto actual.
Para dicho propósito se desarrolló una investigación de carácter
eminentemente teórico, donde fueron seleccionados autores
considerados fundamentales, y se realizó un análisis de la práctica
profesional, sus condicionamientos, y el rol del Trabajador Social.
A modo de síntesis podemos afirmar que en base a la información
recabada, el proyecto ético-político es clave al permitirle al
profesional trascender lo esperado desde la institución en la que
trabaja, proponiendo alternativas desde la misma intervención,
orientándola hacia el logro de una mayor autonomía del sujeto, a
su empoderamiento, a ser sujeto de derecho, atendiendo las
demandas inmediatas pero buscando sus mediaciones, sin reducir
las demandas profesionales a las necesidades de las instituciones
que lo contratan; es decir, realizando una reconstrucción crítica de
la misma. Así pueden trazarse fines comunes y desarrollar una
praxis colectiva consciente que subraye y de consistencia a la
idea de que la praxis es una actividad específicamente humana,
ya que exige una consciencia del fin y es reflejo de una
determinada actitud del hombre como sujeto frente a la realidad.

¿En qué es el Positivismo de Comte?


El positivismo es la corriente filosófica creada por el
francés Augusto Comte según la cual las ciencias
positivas nos permiten conocer con objetividad los
hechos por medio de las leyes que éstas descubren.

¿Qué es la la fenomenología?
La fenomenología estudia los fenómenos que se muestran en
la conciencia, vale decir, reduce toda realidad a puro fenómeno
en cuanto aparece como tal fenómeno en la conciencia.

¿Qué es el existencialismo?

Existencialismo : corriente filosófica que centra su análisis en la


condición humana, la responsabilidad individual, la libertad o el
significado de la vida. Esto es, doctrina que busca superar los
moralismos y prejuicios del ser hum ano, que defiende el valor de
la persona humana y trata de alcanzar su potencial.

También podría gustarte