Jueves Santo
Jueves Santo
Jueves Santo
Triduo Pascual son los tres días más importantes de la liturgia cristiana, que
marcan el fin de la Cuaresma, en los cuales se conmemora la pasión, muerte y
resurrección de Jesucristo.
Asimismo, Triduo Pascual deriva del latín Triduumm Paschale, que significa,
respetivamente, “tres días” y “Pascua”.
El Triduo Pascual es un tiempo destinado para celebrar los tres días más
sombríos y gloriosos del cristianismo que en conjunto forman un todo y
abarcan totalmente el misterio pascual.
Jueves Santo: El Jueves Santo es el primer día de del Triduo Pascual, en este
se celebra la Misa vespertina de la Cena del Señor en la cual se recuerda la
Última cena y se expresa el amor incondicional de Dios.
Es una misa en la cual se conmemora la institución de la Eucarística y se realiza el
Lavatorio de los pies, así como lo hizo Jesús a sus apóstoles.
Dos eventos de singular importancia tienen lugar este día, según la Biblia: la
última cena, donde se instituye la eucaristía y el sacerdocio, y el lavatorio de pies.
Última cena:
“Entonces tomó el pan y, habiendo dado las gracias, lo partió y les dio, diciendo:
‘Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria mía.
Asimismo, tomó también la copa, después de que hubo cenado, diciendo: ‘Esta
copa es el nuevo convenio en mi sangre, que por vosotros se derrama” (Lucas,
22: 19-20).
Lavatorio de pies:
Como lavatorio de pies del Jueves Santo se denomina el evento en el cual Jesús,
como un acto de humildad, lava los pies a sus discípulos, con la finalidad de dar
un ejemplo de amor y servicio a los semejantes. De allí se desprende el
mandamiento que Jesús hizo a sus discípulos: que debían amarse y servirse unos
a otros.
Visita a los 7 templos:
Viernes Santo
El Viernes Santo es un día de ayuno y abstinencia en el que se recuerda la pasión
y muerte de Jesús crucificado. Se recuerda la Pasión del Señor y no se realizan
misas.
Este día, la Iglesia católica manda a sus fieles, como penitencia, a guardar ayuno
y abstinencia de carne. Tampoco se celebra la eucaristía, sino la liturgia de la
Pasión del Señor.
A este respecto, escribe, en la Biblia, Pedro: “Porque también Cristo padeció una
sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a
la verdad muerto en la carne, pero vivificado en el espíritu” (1 Pedro, 3: 18).
Los fieles reflexionan sobre el significado que pudieron tener e interpretan la forma
en que estas se adaptan a las diferentes situaciones de la vida por las que pasa
todo el mundo.
Adoración a la cruz
Es tradición participar en la liturgia de adoración a la cruz, con que se cierra la
celebración litúrgica de la Muerte del Señor. La finalidad es acompañar a Jesús en
el sufrimiento.
Rezar el Credo
A las tres de la tarde se suele recordar el momento de la crucifixión rezando el
Credo de los Apóstoles.
Sábado Santo no es una extensión del Viernes Santo, día en que se rememora la
pasión y muerte de Jesús. El Sábado Santo es un día de dolor y tristeza que se
destina para el silencio, luto, y reflexión, así como lo hicieron en el sepulcro
María y los discípulos.
Asimismo, durante el Sábado Santo en la Iglesia Católica no se realizan
eucaristías, no se tocan las campanas, el Sagrario se deja abierto y vacío, el altar
está despojado y no se administra ningún sacramento excepto la Unción de los
enfermos y la Confesión de los pecados.
Por otra parte, cabe señalar que anteriormente el Sábado Santo se denominaba
sábado de Gloria hasta que, en el año 1955, el Papa Pío XII encargó al Monseñor
Aníbal Bugnini la reforma litúrgica, en la cual se estableció el cambio de nombre
por Sábado Santo.
Fuentes bíblicas
La creencia en la resurrección está fundamentada tanto en las profecías del
Antiguo Testamento como en los relatos y testimonios del Nuevo Testamento,
principalmente en los evangelios canónicos y en el libro de los Hechos de los
Apóstoles, escrito por el evangelista Lucas.
Al día siguiente del sabath, la piedra del sepulcro había sido removida y el cuerpo
de Jesús no se encontraba. Quienes acudieron recibieron el anuncio de un ángel.
Marcos, cap. 16. Mateo, cap. 28. Lucas, cap. 24. Juan, cap. 20.
Será en el libro de los Hechos de los Apóstoles en el que el evangelista Lucas
cuente los sucesos posteriores a la resurrección, que hicieron posible que los
apóstoles tomaran por ciertos los testimonios de María y María la magdalena.