Saduseos y Fariseos
Saduseos y Fariseos
Saduseos y Fariseos
Los Saduceos:
Durante el tiempo de Cristo y la era del Nuevo Testamento, aquellos que eran Saduceos, eran
aristócratas. Ellos tendían a ser ricos y mantenían posiciones de poder, incluyendo la de los jefes
sacerdotales y el sumo sacerdote, ocupaban la mayoría de los 70 lugares del Concilio gobernante
llamado el Sanedrín.
Trabajaban duramente para mantener la paz, mediante la aceptación de las decisiones de Roma, y
de hecho ellos parecían estar más ocupados con la política que con la religión. Por estar tan
amoldados a Roma, y ser la clase rica privilegiada, ellos no se relacionaban bien con el hombre
común, como tampoco el hombre común tenía una alta opinión de ellos. El hombre común se
relacionaba mejor con aquellos que pertenecían al partido de los fariseos.
Aunque los fariseos ocupaban la mayoría de los lugares en el Sanedrín, la historia indica que
muchas veces tenían que estar de acuerdo con las ideas de la minoría farisea, nuevamente,
porque los fariseos eran populares entre las masas.
Religiosamente los saduceos eran más conservadores que los fariseos en un área importante de la
doctrina. Los fariseos concedieron a la ley oral la misma autoridad que la Palabra de Dios escrita,
mientras que los saduceos consideraban que solo la Palabra escrita era de Dios. Los saduceos
trabajan arduamente para preservar la autoridad de la Palabra de Dios escrita, especialmente los
Libros de Moisés (Génesis – Deuteronomio). Mientras que ellos pudieran ser elogiados por esto,
definitivamente no eran perfectos en cuanto a su punto de vista doctrinal.
La siguiente es una breve lista de las creencias que ellos adoptaban y que contradecían la
Escritura:
Los saduceos dejaron de existir en el año 70 d.C. puesto que este partido existía por sus lazos
políticos y sacerdotales, cuando Roma destruyó Jerusalén y el Templo en el 70 d.C, los saduceos
fueron destruidos.
Los Fariseos:
En contraste con los saduceos, los fariseos eran en su mayoría hombres de negocios de la clase
media, y por los tanto estaban en contacto con el hombre común. En una estima más que los
saduceos. Aunque ellos eran una minoría en el Sanedrín, y mantenían un número minoritario de
posiciones como sacerdotes, ellos parecían controlar las decisiones, haciendo del Sanedrín, algo
más importante de lo que lo hicieron los saduceos, nuevamente debido a que tenían el apoyo de
la gente.
Religiosamente, ellos aceptaban la Palabra escrita como inspirada por Dios. Para el tiempo del
ministerio terrenal de Jesucristo, esto habría sido lo que es ahora nuestro Antiguo Testamento.
Pero ellos también le concedían igual autoridad a la tradición oral, e intentaban defender su
posición diciendo que esta remontaba hasta Moisés. Esto no era más que legalismo. Estas
tradiciones se habían desarrollado a través de los siglos, y se añadían a la Palabra de Dios, lo cual
estaba prohibido (Deut. 4: 2; Apoc. 22: 18-19), y los fariseos buscaban obedecer estrictamente
estas tradiciones de igual manera que la Palabra de Dios (Mateo 9: 14; 15: 1-9; 23: 5, 16, 23;
Marcos 7: 1-23; Lucas 11: 42).
Sin embargo, ellos permanecieron fieles a la Palabra de Dios con referencia a ciertas otras
doctrinas importantes. En contraste con los saduceos, ellos sostenían lo siguiente:
1- Creían que Dios controlaba todas las cosas, y no obstante, las decisiones hechas por
individuos también contribuían al curso de la vida de una persona.
2- Creían en la resurrección (Hechos 23: 6).
3- Creían en una vida después de la vida, con la correspondiente recompensa y castigo sobre
una base individual.
4- Creían en la existencia de ángeles y demonios (Hechos 23: 8)
Aunque los fariseos eran rivales con los saduceos, se las ingeniaron para hacer a un lado sus
diferencias en una ocasión – el juicio de Cristo - Fue en este punto en el tiempo, que los fariseos y
los saduceos se unieron para llevar a Cristo a la muerte (Marcos 14: 53; 15: 1; Juan 11: 48-50).