Universidad Ricardo Palma

HISTORIA DE LA MEDICINA G 01-1

“El Imperio Persa”

Alumna:
ORÉ ROJAS, Madelim Yamira
Código de estudiante:
202110868
Horario:
Lunes (8:50 am – 10:30 am)
Docente:
Quiroz Valdivia, Rodolfo Santiago

Lima 2022
 EL IMPERIO PERSA
El Imperio Persa, conocido también como Imperio Aqueménida por la dinastía que gobernó el
imperio durante dos siglos, fue uno de los más extensos que han existido en la historia de la
humanidad. Desapareció en el año 330 a.C. cuando Alejandro Magno derrotó al último de sus reyes,
Dario III.
El pueblo persa se estableció, siglos antes, en la meseta de Irán, actual provincia iraní de Fars.
Principalmente vivían de la agricultura y más adelante se dedicaron a la ganadería. Se tiene muy
poca información sobre los primeros reyes del pueblo, sin embargo, según los escritos dejados por
Dario I y por el historiador Heródoto, la dinastía que gobernaba era la aqueménida, fundada por
Aquemenes sucedido por su hijo Teipes, quien comenzó a usar el titulo del rey de Anshan. Los
siguientes gobernantes fueron Ciro I, Cambises II y Ciro II, cuyas conquistas le harían recibir el
sobrenombre de ¨el Grande¨.
Entre las características del imperio, se afirma que fue tolerante en comparación con otros imperios.
Desde la conquista de Media por parte de Ciro II, los gobernantes imperiales respetaron la religión,
las estructuras administrativas y las tradiciones de los estados invadidos. Esa tolerancia otorgó al
imperio estabilidad durante las primeras décadas de su existencia, además que se enriqueció con
las costumbres y creencias de las zonas conquistadas.
Otra de las características del imperio fue la posesión de numerosas lenguas en su interior.
Inicialmente se utilizaba el persa antiguo que no se escribía y a razón de ello, fue Dario quien
ordenó a inventar un sistema de escritura cuneiforme para realizar la famosa inscripción de
Behistún. Sin embargo, por lo general las inscripciones reales eran trilingües, se incluía el persa
antiguo, babilonia y el amita. Finalmente, tras la conquista de Mesopotamia, la lengua más utilizada
en la administración imperial fue el arameo, cuyo alfabeto facilitaba la escritura y por lo tanto la
comunicación interregional.
Con respecto a la administración, al frente de todo se encontraba el rey, quien era considerado
como el representante de un Dios en la tierra, máxima autoridad militar y era el encargado de
nombrar los cargos administrativos y de gobierno, los cuales eran ocupados por los miembros de
las familias aristócratas más importantes. Por otro lado, el ejército adquirió gran importancia debido
a la expansión territorial. Entre ellos se destacaban los denominados inmortales, quienes eran las
tropas personales del emperador. Asimismo, cuando Dario I dividió el imperio en satrapías, al frente
se encontraba el sátrapa con su principal función de cobrar los impuestos en esas regiones.
Gran parte de la economía del imperio estaba basada en el cobro de tributos, destinado al pago de
obras públicas y al ejército para mantener el imperio unido y a conquistar nuevos territorios. Por
otro lado, el comercio era una de las actividades más importantes para los persas y era beneficiado
por la estructura de comunicaciones, el cual facilitaba el intercambio de sus productos por toda la
extensión del imperio.
Con respecto al sistema monetario, se piensa que Dario I fue el primer rey aqueménida en introducir
el uso de moneda. Implantó un sistema basado en un patrón monetario bimetálico (oro y plata) y
solo el rey podía acuñar las monedas de oro, mientras que las de plata podían ser acuñadas por
los sátrapas, los generales, príncipes locales y las ciudades autónomas.
Si bien es cierto, la esclavitud estaba prohibida en el imperio aqueménida. Ciertos documentos
encontrados en Persépolis demostraban que los trabajadores que dependían del Estado eran
asalariados, sin embargo, existen evidencias de que los miembros de los ejércitos vencidos eran
en ocasiones vendidos como esclavos.
BREVE RESEÑA HISTÓRICA
Inicialmente, los persas se encontraban bajo del dominio de los medos, un pueblo de origen iranio
que habitaba la región, hasta que Ciro II llegó al trono y organizó un poderoso ejército para liberarse
de sus dominantes. Habiendo derrotado a los medos, Ciro II se dispuso a conquistar Babilonia, un
pueblo que no presentó resistencia ante el ejército persa que se había reforzado con soldados
medos y cayó bajo el dominio aqueménida, sin embargo, se respetaron sus tradiciones y creencias,
lo cual hizo que Ciro II se ganase a la población dominada. De esta manera, el monarca junto con
su ejército y sus políticas de tolerancia logró conquistar Siria, Asia Menor, Judea y Lidia, pero
falleció en una campaña militar en Asia Central contra la tribu de los masagetas en el año 530 a.C.
Tras la muerte de Ciro II, el siguiente monarca fue su hijo, Cambises II, quien continuo con las
conquistas de su padre, teniendo como principal objetivo a Egipto. Aunque su reinado fue corto,
cuando Cambises II falleció en una revuelta encabezada por sacerdotes medos en el año 522 a.C.,
el imperio se extendía desde el mediterráneo hasta Afganistán.
Posteriormente, Dario I el Grande se convirtió en el tercer gobernante aqueménida después de
asesinar al usurpador Guatama. Durante el reinado de Dario I, el imperio persa cambió su estructura
administrativa y financiera, se crearon las satrapías, división territorial similar a la provincia
gobernada por un ente denominado Sátrapa. También convirtió el mazdeísmo en la religión oficial
del imperio teniendo como deidad principal al dios Ahura Mazda ¨sabio señor¨ en lengua persa.
Asimismo, impulsó la construcción de importantes vías de comunicación como el camino real de
Susa a Sardes, que le permitía el control absoluto sobre los sátrapas y en él creó un sistema postal
muy eficiente con postas para que los mensajeros pudieran cambiar con frecuencia de caballo. De
igual forma, ordenó ensanchar y abrir el canal en el istmo situado entre el brazo oriental del Nilo y
el mar Rojo para potenciar el comercio entre el Mediterráneo y las regiones del mar Rojo.
Durante las primeras décadas del siglo V a.C. los persas y los griegos se enfrentaron por el control
de las ciudades griegas de Asia Menor, básicamente por el trigo del mar negro y el control de la
costa mediterránea. Este conjunto de enfrentamientos fue denominado: las Guerras Médicas. La
primera guerra médica consistió en un intento de invasión, vía marítima, por Dario I, la cual terminó
con una derrota persa en la batalla de Maratón. Posteriormente, la siguiente fase de la guerra
comenzó en el año 480 a.C., cuando el rey persa, Jerjes I, envió un ejército a Grecia por tierra, pero
fue retenido en las Termopilas por los griegos y la batalla concluyó con la victoria de los persas.
Tras la victoria por parte de los persas, el rey Jerjes ordenó saquear Atenas y preparó sus tropas
para tratar de derrotar definitivamente a sus enemigos en la batalla naval de Salamina en el 480
a.C., pero los griegos obtuvieron la victoria. Esto animó a las ciudades griegas de Asia Menor a
sublevarse y significó el final de la expansión persa por Europa.
Después de la muerte de Jerjes, hubo una crisis sucesoria y el siguiente gobernador fue Artajerjes
I, quien trasladó la capital desde Persépolis a Babilonia. Cuando este falleció, sucedió el mismo
problema sucesorio, los tres hijos de Artajerjes I se enfrentaron por el trono que finalmente fue
ocupado en el mismo año por todos ellos, pero fue Dario II, quien se hizo con la corona y apoyó a
Esparta en la guerra del Peloponeso. El siguiente gobernante fue su hijo, Artajerjes II, con el
gobierno más largo de la dinastía aqueménida. Tuvo que hacer frente a una rebelión encabezada
por su hermano Ciro ¨el joven¨, quien obtuvo la victoria, pero falleció y permitió a Artajerjes II
conservar su posición y una vez en el trono recuperó el control de Asia Menor y Chipre.
El último rey persa de la dinastía aqueménida fue Dario III, ocupando el puesto de Artajerjes IV.
Durante su gobierno los persas tuvieron que hacer frente al heredero de Filipo de Macedonia,
Alejandro Magno, quien los derrotó en Egipto y venció a los sátrapas occidentales llegando a ocupar
Susa y Persépolis. Posteriormente se dirigió a Pasargada y después a Ecbatana, donde Dario III
estaba refugiado, pero antes de que Alejandro Magno llegara, fue asesinado por Besos, quien se
proclamó rey bajo el nombre de Artajerjes V y se retiró a Asia Central para establecer una guerra
de guerrillas contra los griegos.