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Propiciar la interacción con otros niños y niñas en los diferentes momentos de trabajo y juego, así
como con los adultos.
• Hablarle siempre directo y de frente, explicándole el tema del que se está hablando.
• Precisar el lenguaje (‘allá’, ‘ese’, ‘este’, ‘arriba’, ‘abajo’ vs junto a, a tu izquierda, arriba de,
encima de)
• Adaptar los materiales, el tiempo y ejecución a su propio ritmo y gradualmente irle exigiendo.
• Recorrer el espacio físico donde se encuentre, (casa o escuela) permitiéndole que reconozca
por sí mismo (a), muros, obstáculos, desniveles, etc., describiéndoselo anticipadamente,
acompañándolo (a) y apoyándolo (a) sólo lo necesario.
• Presentar a cada una de las docentes por su nombre y voz dentro de sus aulas y describir en
parte cómo es, y cómo es el espacio físico dónde se encuentra, así como a todo el personal de la
escuela.
• En el aula sentar al niño (a) en la parte delantera, cerca del centro del pizarrón.
• En la casa evitar cambiar los muebles de lugar, para que el niño no se tropiece, recuerde que él
siempre tendrá en cuenta donde estaban cuando hizo el reconocimiento.
Si usted desea saber más sobre este tema lo invitamos a que esté muy pendiente de la página del
INCI donde muy pronto estaremos publicando las cartillas de infancia, allí usted podrá tener bases,
ejercicios y recomendaciones para poder en práctica en casa, calle o colegio, y así poder ayudar a
los niños ciegos del país.
DV, es decir hacer una valoración previa que debe abarcar los siguientes aspectos: informe
oftalmológico, historial médico, historial educativo y evaluación psicopedagógica.
Historial médico :Incluye los datos referentes al historial clínico general del alumno, muy
Historial educativo: Basado en la información práctica sobre cuáles han sido las dificultades del
alumno en situaciones de interacción con los compañeros (socialización) y profesores, así como
su actitud y nivel cognitivo respecto a las distintas áreas del currículum. Debe incluir el tipo de
atención recibida por el alumno en el caso de haber estado atendido por equipos de apoyo
una observación del alumno en el contexto educativo que advierta de sus habilidades, estilo de
Para la evaluación se utilizarán materiales diversos tales como guías de entrevistas (tutor,
Se aplica para potenciar la eficacia visual de los alumnos. . “El desarrollo del sistema visual en
personas con baja visión rara vez se produce de forma automática y espontánea, y es por ello por
lo que tiene tanta importancia la estimulación visual y el enseñar a ver para lograr que el sujeto
con baja visión tenga eficacia al usar ésta” (N. Barraga ,1984).
encaminadas a que el alumno utilice su resto visual y logre niveles de percepción visual
adecuados
Es muy importante que los niños con baja visión sean estimulados visualmente desde los
primeros días de vida. La estimulación visual también es necesaria cuando se detecten problemas
a edades más avanzadas, aunque los progresos serán más lentos, pero jugamos con la ventaja de
oftalmológica, y una valoración de cómo el alumno usa el resto visual que posee. Una vez que
tengamos esa información se someterá al alumno a un programa sistemático que cubra las
carencias detectadas.
C) ADAPTACIONES INDIVIDUALES
o Cataratas: es la opacidad del lente natural del ojo, en consecuencia la visión puede
ser difusa hasta perderla totalmente. Puede haber otros síntomas como la fotofobia y
la diplopía, estas son muy comunes en personas más viejas.
o Retinopatía diabética: dañan las arterias y vasos sanguíneos más pequeños en el
dorso de los aros sobre la retina. La retinopatía diabética es la enfermedad ocular
diabética más común.
1. Congénita
La persona nace con algo que le provoca problemas auditivos, pudiendo ser por culpa de una
malformación de las estructuras que se encuentran en el oído o por un mal funcionamiento a nivel
nervioso o celular.
Que sea congénita no quiere decir que se detecte temprano, aunque lo ideal es que así sea para
poder intervenir lo antes posible. En este aspecto se dividen entre discapacidades auditivas
aparecidas entre el momento del nacimiento y los 3 años y aquellas que aparecen después de
cumplida esa edad.
2. Adquirida
La discapacidad auditiva se produce a lo largo de la vida y puede ser causada por múltiples
factores, como pueden ser el uso de fármacos ototóxicos (que dañan el odio) o lesiones en el
tímpano.
No todas las sorderas adquiridas son causadas por factores externos y evitables, puesto que en
muchas ocasiones la discapacidad auditiva va apareciendo con la edad o como consecuencia de
una enfermedad degenerativa.
Dentro de las sorderas adquiridas hay tres tipos en función del momento en el que se adquirió el
problema: prenatales, causadas durante el embarazo; neonatales; producidas durante el parto o
inmediatamente después; y postnatales, producidas tiempo después de haber nacido.
Tanto si son congénitas como adquiridas, es muy importante ver si aparecieron antes o después
de que la persona adquiriera el lenguaje. En caso de que adquiriera la sordera antes de aprender a
hablar sería una discapacidad auditiva prelocutiva, mientras que si aparece después es una
postlocutiva.
Según su gravedad
En función de lo mucho o poco que la persona pueda oír y lo necesario que sea recurrir a ayudas
especiales para conseguir una audición adecuada hablamos de tres tipos principales de
discapacidad auditiva.
3. Cofosis
La cofosis es la condición auditiva en la que la persona no puede oír absolutamente nada. Algunos
la consideran un sinónimo de sordera profunda aunque en este caso la persona sí puede oír
sonidos a muy alto volumen (90 dB).
4. Sordera
La persona está sorda, pero no es una sordera profunda y tan grave como la cofosis porque en
este caso el afectado puede oír los sonidos si se le son amplificados por medio de dispositivos
especiales. 5. Hipoacusia
La hipoacusia es menos grave que la sordera, puesto que la persona puede oír por debajo de los
75 dB pero no el rango completo de audición normal.
Para poder diagnosticar cualquiera de las tres condiciones auditivas de las que acabamos de hablar
es necesario realizar una audiometría la cual puede dar los siguientes resultados:
Audición normal: se pueden oír sonidos muy bajos, igual o por debajo de 20 dB
Pérdida auditiva leve: el sonido más bajo perceptible está entre los 20 y 40 dB.
Pérdida auditiva profunda: oye por encima de los 90 dB (sordera profunda) o no oye nada
(cofosis).
La alteración auditiva no tiene por qué afectar a ambos oídos a la vez. La discapacidad auditiva
puede ser unilateral o bilateral, es decir, puede ser que haya un oído dañado y el otro esté sano o
que ambos tengan problemas para captar y enviar los sonidos al cerebro. En caso de tener un oído
sano éste puede ser usado para compensar la situación y hacer que la persona pueda tener una
vida relativamente normal sin requerir demasiadas ayudas auditivas, aunque le costará detectar
de dónde viene el sonido.
6. Sordera de conducción
El problema se encuentra o bien en el oído externo o en el oído medio. Estas son las que mejor
pronóstico tienen, puesto que tratarlas es relativamente fácil. Puede que se requiera una
intervención quirúrgica, como por ejemplo insertar un tímpano artificial, o incluso requerir una
mera limpieza del canal auditivo, extrayendo un tapón de cerumen que esté afectando a la
audición del paciente.
7. Sordera sensorineural
Las sorderas sensorineurales son complicadas de tratar puesto que la lesión se encuentra en
lugares más profundos y delicados. El daño puede estar en el oído interno, el nervio auditivo o,
incluso, en la corteza auditiva, es decir, el lugar del cerebro en el que se interpreta los estímulos
acústicos.
Antiguamente conocido como Trastorno Específico del Lenguaje o TEL, el trastorno del lenguaje se
caracteriza por la presencia de problemas en la comprensión y/o expresión del lenguaje en sujetos
con capacidades intelectuales típicas en sujetos de su misma edad, con lo que dichos problemas
no serían consecuencia de una discapacidad intelectual.
Se ven afectados la estructura gramatical y el léxico, siendo el discurso por lo general menos
prolijo y más limitado de lo habitual.
El trastorno fonológico, antes conocido como dislalia, es un problema del lenguaje oral en que se
producen dificultades en la articulación, haciendo del lenguaje algo poco comprensible y limitando
la participación social. No puede emitir correctamente determinados sonidos, y suele hacer
sustituciones, transformaciones y omisiones de éstos. El trastorno fonológico no puede deberse a
causas orgánicas, lo que lo equipara a la antigua dislalia funcional.
3. Disartria
Se considera disartria a aquella dificultad en la articulación del lenguaje producida por una
alteración cerebral o situada en las fibras nerviosas que regulan la articulación y producción del
lenguaje. Se considera un tipo de dislalia orgánica.
La disglosia es una dislalia orgánica producida por alteraciones morfológicas que impiden o
dificultan el uso normal del lenguaje y la correcta pronunciación. Un ejemplo lo encontramos en
personas con labio leporino o con malformaciones faciales. También es considerada un tipo de
dislalia orgánica.
En su discurso, el sujeto sufre diferentes bloqueos que interrumpen el ritmo habitual del habla,
sea uno brusco al inicio de palabra, varios pequeños espasmos a lo largo de una palabra o frase o
una mezcla de ambos. Suelen generar gran ansiedad y en ocasiones la evitación.
7. Afasias y disfasias
Las afasias son todas aquellas alteraciones en las que se produce la pérdida o la dificultad para
producir, comprender o repetir el lenguaje debido a la existencia de una lesión cerebral, estando
dicha habilidad ya adquirida anteriormente y produciéndose los déficits solo después.
Su equivalente infantil es la disfasia, en la que dichos problemas se dan ante una habilidad aún no
consolidada y que a menudo no puede desarrollarse por completo debido a la lesión cerebral. En
este último caso a veces resulta difícil de diferenciar de otros problemas, ya que no hay una línea
base fijada con respecto a la capacidad de lenguaje: el niño aún no ha aprendido o no ha acabo de
aprender a comunicarse.
Dentro de este grupo de trastornos existen muchas variantes, en función del área lesionado y el
efecto que tenga en la comunicación y el lenguaje.
8. Dislexia y alexia
Uno de los trastornos del lenguaje más conocidos, pero en este caso del lenguaje escrito. La
dislexia es la dificultad para la lectoescritura en el que el sujeto tiene problemas para comprender
lo que lee o realizar la acción de leer. Las letras se mezclan y se realizan sustituciones, omisiones y
traslaciones, se enlentece la lectura y por lo general existen dificultades para comprender lo leído.
La dislexia puede ser superficial (en el que se dan problemas a la hora de leer globalmente las
palabras), fonológica (en el que la persona tiene dificultades para leer asociando la pagrafia con su
equivalente en forma de fonema, con lo que solo se lee a partir de la forma de la palabra) o
profunda (una mezcla de las dos anteriores, que aparece junto a problemas semánticos).
9. Hiperlexia
Este problema se caracteriza por una gran habilidad para la lectura rápida, pero por lo general con
poca comprensión y retención del material leído.
Se entiende por disgrafia a la dificultad para producir lenguaje escrito, existiendo problemas a la
hora de codificar y generar letras, palabras o frases. Existen problemas en la capacidad de
organización en el espacio del escrito, dificultades copia, problemas motores a nivel de emplear un
lápiz y otras habilidades semejantes, problemas para trasladar los pensamientos y mensajes a
lenguaje escrito, deletrear por escrito, usar diferentes tipografías y la ortografía entre otras. Sería
el equivalente a la dislexia pero a nivel de producción.
En cuanto a la agrafia, se refiere a la incapacidad para estas habilidades derivada de una lesión
cerebral, en adultos.
11. Disortografía
12. Glosolalia
Uso de un lenguaje inventado por parte del sujeto, siendo incomprensible para los oyentes, en el
que se generan términos nuevos a la vez que existe agramatismo.
13. Taquifemia
Trastorno del habla en que el sujeto habla de manera excesivamente rápida, hasta el punto que se
produce una fuga de palabras y continuos errores derivados de la gran velocidad a la que se habla.
14. Trastornos de la mímica
Aunque por lo general no se consideran como trastornos del lenguaje lo cierto es que a nivel de
lenguaje no verbal, la mímica puede ser un elemento fundamental de la comunicación. La
dismimia supone la falta de cohesión entre lo expresado y lo pensado o sentido. La hipomimia es
la presencia de una cantidad de movimientos reducidos y la amimia de ausencia de expresión a
través del movimiento. Por el contrario las hipermimias son expresiones exageradas de los
movimientos
vertebrales, tumores.
Según la etiología:
Genéticas
Por traumatismos
Origen desconocido
Hipotónicas
Hipertónicas
Eutónicas
Hipotróficas
Hipertróficas
Atróficas
Parálisis
miembro.
miembros inferiores.
cuatro miembros.
Monoparesia: De un solo
miembro
miembros inferiores.
En función de su origen
De origen cerebral
Parálisis cerebral
Traumatismo craneoencefálico
Tumores
De origen espinal
Poliomelitis
Espina bífida
Traumatismo medular
de Duchenne)
De
origen ósteoarticular
Condrodistrofia
Osteogénesis imperfecta
Osteomelitis aguda
Tuberculosis ósteoarticular
físico y social.
discapacidad.