Grafeno, El Material Que Marcará La Nueva Era de La Electrónica
Grafeno, El Material Que Marcará La Nueva Era de La Electrónica
Grafeno, El Material Que Marcará La Nueva Era de La Electrónica
de la electrónica
Escrito por JJ Velasco, 13 de marzo de 2013 a las 14:30
TECNOLOGÍA
JJ Velasco
ETIQUETAS:
ELECTRÓNICA, GRAFENO, INVESTIGACIÓN
Desde hace un par de años nos viene sonando el nombre de un material que
parece abrirnos las puertas de un futuro muy prometedor con dispositivos
electrónicos extremadamente eficientes, resistentes y capaces de superar las
presentes barreras tecnológicas de la miniaturización: el grafeno.
Este material, en el que la Comisión Europea ha anunciado que invertirá mil
millones de euros en proyectos de investigación, nos acerca hacia un punto de
inflexión en el que la tecnología que conocemos dará un enorme salto cualitativo
presentándonos dispositivos electrónicos flexibles, implantes biocompatibles de
pequeño tamaño, líneas de alta tensión de alta conductividad o memorias de gran
capacidad; dispositivos que sin darnos cuenta se irían alejando de uno de los
materiales que ha marcado nuestra tecnología en los últimos 70 años: el silicio.
¿Qué es el grafeno?
El grafeno es un material compuesto por carbono puro; de hecho, su
composición química es idéntica al diamante o al grafito y la diferencia estriba en
la estructura en la que se organizan los átomos de este elemento (que es lo que
conoce como alotropía). En el caso del grafeno, la estructura de los átomos y los
enlaces entre estos forman una especie de teselado hexagonal (igual que los
panales de abeja) que comenzó a estudiarse en los años 30, aunque nos parezca
un material muy nuevo, y a finales de los años 40 se publicaron algunos estudios
de caracterización del material. Por aquel entonces, sin embargo, se determinó
que era un material inestable y no se le prestó demasiada atención.
Hubo que esperar a nuestra época para que Andre Geim y a Konstantin
Novoselov trabajasen, en la Universidad de Mánchester, en su caracterización y
su asilamiento a temperatura ambiente (un trabajo por el que recibirían el Premio
Nobel de Física en el año 2010).
A día de hoy, el grafeno es el eje sobre el que giran un gran número de
investigaciones de todo el mundo, tanto para desarrollar procesos de fabricación
del material (que hagan viable su uso masivo) como para su integración en
dispositivos electrónicos. En el año 2008, IBM anunció uno de sus trabajos de
I+D con grafeno, desarrollando transistores que trabajaban a 26 GHz, una cota
que superaría años más tarde llegando a los 100 GHz y los 300
GHz. Samsung es otra de las compañías que han trabajado con el grafeno en el
desarrollo de transistores y, recientemente, presentaron el Barristor, un transistor
de silicio y grafeno ideal para trabajar en aplicaciones con conmutaciones muy
rápidas y abrir la puerta al desarrollo de microprocesadores capaces de alcanzar
las centenas de GHz o, incluso, llegar al THz de frecuencia de funcionamiento.
¿Y por qué combinar el grafeno con el silicio? Gordon Moore, uno de los
fundadores de Intel, enunció en abril de 1965 la conocida como Ley de Moore,
un postulado que decía que aproximadamente cada dos años se duplicaba el
número de transistores en un circuito integrado y, por tanto, también se reducía el
tamaño de estos para que el factor de forma no creciese en demasía.
Este postulado, hoy en día, sigue estando vigente: nuestros microprocesadores
cada vez tienen más transistores y estos son cada vez más pequeños. Sin
embargo, estamos llegando a los propios límites del silicio. Dicho de otra forma,
cada vez nos acercamos más a un tamaño de transistor que no se podría reducir
más sin riesgo de inestabilidades, una barrera que el grafeno puede ayudar a
superar y, precisamente, por eso está presente en esta nueva generación de
transistores que se está desarrollando en muchos de estos centros de
investigación.
De hecho, tanto Samsung como la UCLA (Universidad de California – Los
Ángeles) trabajan en un proyecto de investigación para miniaturizar, aún más,
las memorias flash y superar la barrera de los 22 nanómetros para llegar a un
objetivo de tamaño de 10 nanómetros. Memorias flash más pequeñas nos
permitirían aumentar, sustancialmente, la capacidad de almacenamiento de
nuestros dispositivos sin necesidad de aumentar su tamaño o su factor de forma,
algo en lo que se verían beneficiados los smartphones, tabletas y dispositivos
multimedia del futuro.
El futuro al que nos transporta el grafeno
El grafeno nos está abriendo las puertas de un futuro de dispositivos mucho más
pequeños pero, a su vez, mucho más potentes: un escenario en el que podremos
trabajar con dispositivos de gran velocidad y transmitir datos, de manera
inalámbrica, a velocidades del orden de los terabits por segundo y visualizar toda
esta información en pantallas flexibles que recuperan su forma original tras
sufrir cualquier clase de deformación.
¿Y cuándo llegará este futuro tan fascinante? La respuesta a esta pregunta,
realmente, no es nada sencilla, pero existen algunos estudios que apuntan a 2024
como la fecha de la explosión del grafeno. Según James D. Meindl, responsable
del centro de investigación de nanoelectrónica del Georgia Institute of
Technology, el grafeno no sustituirá al silicio de los componentes y dispositivos
comerciales hasta dentro de algo más de 10 años, es decir, hasta que no
alcancemos un punto muerto en nuestros actuales procesos de fabricación,
momento en el que la famosa Ley de Moore dejaría de cumplirse (algo que se
dice que ocurrirá en 2024, cuando lleguemos al límite de la tecnología con los 7
nanómetros de tamaño de transistor).
Aunque el grafeno se convierta en el «material de moda», esto no implica que
abandonemos el silicio como la base de nuestra tecnología; de hecho, estamos
viendo cómo las investigaciones caminan por una senda en la que el grafeno
actúa como un complemento del silicio y son varias las voces que afirman que
el grafeno no tienen por qué significar el fin de la era del silicio. En este sentido,
el físico holandés Walt de Heer es una de las voces que más se ha alzado en
esta tesis:
El grafeno nunca reemplazará al silicio. Nadie que conozca el mundillo puede decir
esto seriamente. Simplemente, hará algunas cosas que el silicio no puede hacer. Es
como con los barcos y los aviones. Los aviones nunca han reemplazado a los
barcos.
Un material fascinante que, sin duda, cada vez estará más presente en baterías,
pantallas y todo tipo de dispositivos que lleguen al mercado en los próximos
años.
Las pantallas flexibles son uno de los posibles usos del grafeno y otras sustancias
La gran promesa del grafeno, como supermaterial del futuro, es su
capacidad para conducir electricidad en láminas de apenas el grosor de un
átomo. Eso abre la puerta a pantallas ultraligeras y flexibles, además de
otros componentes electrónicos que actualmente dependen del silicio. El
problema de desarrollarlos con grafeno, entre otros, es su coste. El silicio,
en cambio, es uno de los materiales más abundantes del planeta.
Ahora los ingenieros de MIT han desarrollado una técnica para fabricar
películas semiconductoras ultrafinas hechas de una gran cantidad de
materiales exóticos distintos del silicio. Para demostrar su técnica, los
investigadores fabricaron películas flexibles hechas de arseniuro de galio,
nitruro de galio y fluoruro de litio, materiales que exhiben un mejor
rendimiento que el silicio, pero hasta ahora han sido prohibitivamente
costosos de producir en dispositivos funcionales.
El grafeno invisible
En 2017, Kim y sus colegas idearon un método para producir “copias” de
materiales semiconductores caros utilizando grafeno. Es algo parecido a
usar el antiguo papel de carboncillo para hacer calcos de copias.
Descubrieron que cuando apilaban grafeno sobre una oblea pura y costosa
de material semiconductor como el arseniuro de galio, luego fluían
átomos de galio y arseniuro sobre la pila, de manera que el grafeno
intermedio resultava invisible o transparente. Como resultado, los átomos
se reunieron en el patrón preciso, formando una copia exacta que luego
podría ser fácilmente desprendida de la capa de grafeno, que actuaba
como ese papel autocopiante.
Pantalla flexible de grafeno
La técnica, que llaman “epitaxia remota”, proporcionó una forma
asequible de fabricar múltiples películas de arseniuro de galio, utilizando
solo una costosa oblea subyacente.
https://www.elindependiente.com/futuro/2018/10/09/electronica-de-grafeno-flexible-y-mas-
barata/
Circuitos electrónicos
con grafeno inmunes
a la humedad
English
Las moléculas de agua distorsionan la resistencia eléctrica del grafeno, pero un equipo de
investigadores europeos ha descubierto que, cuando este material se integra con el metal
de un circuito, la resistencia de contacto no se ve perjudicada por la humedad. El hallazgo
ayudará a desarrollar nuevos sensores –interfaces entre la electrónica y el mundo real– con
una significativa reducción de costes.
Más información sobre:
grafeno
agua
Graphene Flagship
SCOPE
electrónica
circuito
18 de febrero de 2015
Nanotecnología, electrónica, microchips, nuevos materiales… Son palabras que
a muchos nos echan para atrás en cuanto las escuchamos, pero bien pensado
debería ocurrirnos todo lo contrario. En realidad, no es complicado entender el
concepto básico de materiales como el grafeno y a partir de él conocer sus
principales aplicaciones.
En este post vamos a hacer ambas cosas: dar una sencilla explicación sobre
el concepto de grafeno y también acerca de sus usos más importantes
relacionados con la ecología y la sostenibilidad.
¿Qués es el grafeno?
Si definimos el grafeno como un alótropo del carbono, como lo son también el
carbón o el diamante, lo más probable es que todavía entendamos menos. Sin
embargo, sí llegamos a entender que se trata de algo así como una variante de
ese elemento químico. De hecho, recientemente se ha descubierto una nueva
variación estructural de carbono que se ha bautizado como «penta-grafeno», que
se une a otras halladas anteriormente, como son el fullereno, el nanotubo o el
mismo grafeno.
Usos ecológicos
Añadido a otros materiales, ya sea como materia prima o como componente,
entre otras muchas cosas, el grafeno tiene tantas aplicaciones que
resulta complicado siquiera imaginar cómo cambiaría nuestra vida y el entorno.
Las posibilidades son infinitas, como crear autopistas energéticas de alta eficiencia
mediante la instalación de paneles solares gigantescos en los desiertos (en
realidad, una nueva generación de células), lo que supondría una
auténtica amenaza para los hidrocarburos. O, lo que es lo mismo, la salvación
del planeta. Y la nuestra.