Radiestesia
Radiestesia
Radiestesia
«NO»; TIENE QUE VER CON PERCEPCION, SENTIR, SENTIRSE, SENTIRNOS, CONOCERNOS, PERCIBIR NUESTRAS RESPUESTAS A
ESTÍMULOS ENERGÉTICOS.
La misma percepción por las cuales las abejas se alejan kilómetros de la colmena y pueden regresar, las tortugas adultas de
algunas especies regresan poner sus huevos a las mismas playas donde nacieron ( ¿¿¿cómo lo recuerdan??’ ), las aves
migratorias viajan y regresan, etc.
«ES UNA SENSIBILIDAD NATURAL E INNATA» que todos los animales tenemos pero que el hombre perdió a medida que se
vio arropado por las comodidades tecnológicas y ya no tuvo que buscar las venas de agua subterránea para cavar sus pozos,
por ejemplo, dejar de SENTIR TODO LO QUE LE RODEA para satisfacer alguna necesidad; sumado a esto nos llenamos de
culturas, credos, creencias y dogmas que muchas veces no sabemos de dónde, ni de quien, ni por que provienen, y nos
hicieron creer que sentir, SENTIRNOS era malo.
Etimología de la palabra
Si desglosamos la palabra, del latín acoge «radium» que significa radiación y del griego «aisthesis» que significa
capacidad de sentir o percibir a través de los órganos de los sentidos.
Etimología[editar]
La palabra "rabdomancia" proviene del griego rhabdos: ‘vara’ y manteia: ‘adivinación’. Este término fue acuñado en 1785.
Zahoríes[editar]
Un zahorí, a veces llamado radiestesista o rabdomante, es alguien que afirma que puede detectar cambios del
electromagnetismo a través del movimiento espontáneo de dispositivos simples sostenidos por sus manos, normalmente
una varilla de madera o metal en forma de "Y" o "L" o un péndulo. Los zahoríes afirman ser capaces de detectar la existencia
de flujos magnéticos o líneas ley,6 corrientes de agua, vetas de minerales, lagos subterráneos, etc. a cualquier profundidad y
sustentan la eficacia de la técnica en razones psicológicas, y los movimientos de los instrumentos por el efecto ideomotor.7
Es el único método que puede detectar directamente el contenido de agua de un suelo. Se basa en alterar el campo
electromagnético de los átomos de hidrógeno del agua para ver su respuesta y medirla en superficie.
CIUDADANOS / AGUA
En plena crisis hídrica, en Sierras Chicas se recurre a rabdomantes para detectar agua
a comuna de El Manzano encontró napas con esta técnica milenaria, de uso vigente en zonas rurales. Juan Pablo Roldán (48),
quien buscó en esa zona, explica de qué se trata este saber popular.
Benita Cuellar
Rabdomancia: facultad especial que se atribuye a determinadas personas de poder recibir las radiaciones
electromagnéticas; se utiliza para descubrir manantiales y yacimientos subterráneos de agua o ciertos minerales. Esa es la
definición del diccionario. También se le llama radioestesia.
En medio de la severa crisis hídrica que vive la región de Sierras Chicas, con la bajante de los reservorios de agua, todos en la
zona buscan alternativas. Arroyos secos y pozos flacos de agua generan alarma.
La comuna de El Manzano encontró napas con esta técnica milenaria, de uso vigente en zonas rurales. Juan Pablo Roldán
(48), quien buscó en esa zona, explica de qué se trata este saber popular.
La problemática, que lleva años y se acentuó con el crecimiento demográfico de la zona, se percibe con mayor
gravedad con las altas temperaturas y la falta de lluvias de los últimos meses.
Muchas comunas y ciudades de esta zona dependen de pozos de napas subterráneas, hoy afectados por la sequía.
En este marco, la comuna de El Manzano recurrió a un rabdomante para encontrar agua, y a partirde sus datos realizar
excavaciones para poder extraer más caudal.
No hay muchos que ejerzan ese “oficio”. Pero es habitual que los que quedan sean regularmente convocados en zonas
rurales para detectar donde se esconde el agua bajo tierra.
“Hay varias personas que se dedican a esto. Para nosotros es de una gran ayuda”, señaló José María Garzón, jefe comunal de
El Manzano, quien contrató a un rabdomante para la búsqueda de agua.
Las “marcas” se realizaron en una zona cercana al río Candonga. “El agua estaba a 100 metros de profundidad una y a 36
metros, otra. Ahora falta analizar su calidad para su uso, y se necesita corriente eléctrica para extraerla, que no hay en el
lugar”, contó Garzón.
Juan Pablo Roldán, rabdomante. En el inicio de una exploración por aguas subterráneas.
Este rabdomante utiliza sólo una varilla de cobre para ayudar en la búsqueda del recurso vital y advierte que cualquier
persona lo puede desarrollar. No apelan a ninguna otra tecnología. “Alguien que conecte con estas cosas, que tenga
profundidad interna y cierta sensibilidad desarrollada, lo puede hacer”, revela.
Los comienzos de Roldán fueron con la búsqueda de piedras o de cortocircuitos en las paredes. “Es creer o reventar”,
admite. Hasta él mismo se sigue asombrando cada vez que le sucede.
Dice con convicción que cuando un rabdomante que conoce la práctica marca un lugar, siempre hay agua. “A veces no es la
cantidad o calidad esperada, pero hay”, destaca.
Antes de comenzar su tarea, Roldán tiene su propio rito: orienta las varillas de cobre con el mango de bronce hacia el norte.
Es la forma de contactarse con el lugar
Mientras desarrolla su actividad por toda la provincia, lleva contabilizado más de 80 pozos hechos sobre sus datos.
Muchas personas se acercan incrédulas y quieren saber cómo lo hace. Le gusta explicarles e intenta quitarle misterio a la
tarea.
En el caso de la comuna de El Manzano, días atrás señaló los lugares en los que luego efectivamente se encontró agua bajo
tierra. Pero avisa que es un área muy difícil de encontrar hoy en grandes cantidades, debido a la notoria bajante de las
napas.
Cuenta que el lugar elegido tiene que tener ciertas características topográficas ya que se busca encontrar agua en calidad y
en cantidad, y las perforaciones luego son costosas.
Sólo perforando a 30, 50, 100 y hasta 200 metros se sabrá si el agua que allí subyace tiene la cantidad y calidad suficiente
para justificar su extracción.