Este documento resume la administración de empresas como la ciencia que se encarga de planificar, organizar, dirigir y controlar los recursos de una organización para alcanzar sus objetivos de manera eficiente. Incluye la gestión de recursos humanos, financieros, tecnológicos y materiales. La administración implica la toma de decisiones estratégicas, de operaciones, comercialización, finanzas y recursos humanos.
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Este documento resume la administración de empresas como la ciencia que se encarga de planificar, organizar, dirigir y controlar los recursos de una organización para alcanzar sus objetivos de manera eficiente. Incluye la gestión de recursos humanos, financieros, tecnológicos y materiales. La administración implica la toma de decisiones estratégicas, de operaciones, comercialización, finanzas y recursos humanos.
Este documento resume la administración de empresas como la ciencia que se encarga de planificar, organizar, dirigir y controlar los recursos de una organización para alcanzar sus objetivos de manera eficiente. Incluye la gestión de recursos humanos, financieros, tecnológicos y materiales. La administración implica la toma de decisiones estratégicas, de operaciones, comercialización, finanzas y recursos humanos.
Este documento resume la administración de empresas como la ciencia que se encarga de planificar, organizar, dirigir y controlar los recursos de una organización para alcanzar sus objetivos de manera eficiente. Incluye la gestión de recursos humanos, financieros, tecnológicos y materiales. La administración implica la toma de decisiones estratégicas, de operaciones, comercialización, finanzas y recursos humanos.
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La
administración de empresas (también llamada dirección de empresas, gestión de
empresas o administración de negocios) es la ciencia social aborda el proceso de planificar, organizar, dirigir y controlar los recursos y actividades de una organización para alcanzar sus objetivos. Esto incluye la gestión de recursos humanos, financieros, tecnológicos y materiales para maximizar la eficiencia y eficacia de una organización. La administración de empresas implica la toma de decisiones en áreas clave como la estrategia empresarial, la gestión de operaciones, la comercialización y ventas, la gestión financiera y la gestión de recursos humanos. Los administradores de empresas utilizan técnicas y herramientas de gestión para garantizar que la organización opere de manera efectiva y eficiente, y para garantizar que se logren los objetivos y metas de la organización. Su objetivo es mejorar la relación entre productividad, calidad, costos, administración, distribución y logística así como tiempo de producción, relación de trabajadores operarios y de confianza para mejorar de manera continua y eficiente la competitividad de una empresa. Su finalidad es lograr metas determinadas en plazos de tiempo óptimo constante para aumentar la productividad y la competitividad. Otro elemento comparativo es el paso del tiempo y su efecto en toda la organización. En un automóvil, las partes mecánicas se desgastarán con el tiempo, pero al estar normalizadas podrán sustituirse por otras, según un programa de mantenimiento que permitirá que el vehículo siga funcionando. En el caso de las personas, con el tiempo irán cambiando: la percepción, la experiencia, la motivación. El proceso de envejecimiento afectará a su actitud y su comportamiento. Además, los grupos de personas dentro de la organización actúan de forma distinta según el momento de la vida en el que se encuentren. Todo cambio impuesto en el grupo (por ejemplo, un cambio en el personal), alterará su naturaleza, incluso sus expectativas. Este ejemplo determina la importancia que en la gestión general de la empresa tiene el desarrollo de los recursos humanos. Por lo tanto, es básico que el responsable de esta función conozca los aspectos esenciales de la organización y no la considere un mero sistema mecánico, de lo contrario, fracasará sin duda en sus objetivos. Comenzando desde la administración, se extendió a partir del siglo XX, en el sector público y militar. Sus inicios como carrera profesional datan del año 1933 en Madrid, España. El desarrollo de la gestión empresarial comienza desde que a la administración se le derivan varias ramas de innovación, gracias a la gran influencia que ha tenido. La administración se ha basado, desde los antiguos egipcios a los comerciantes sumerios, en métodos organizativos de acuerdo a la iglesia y a las antiguas milicias. Las empresas eran guiadas basándose en estos métodos sin importar que fuesen grandes o pequeñas, pero no se sentían obligadas a hacerle frente sistemáticamente a las aplicaciones de la administración. Así, poco a poco, las innovaciones de la administración fueron creando extensiones base, tales como los números árabes y la aparición de la contabilidad. Estas áreas ya mencionadas proporcionaron un mejor planteamiento y el control de la organización cuantitativamente. No fue hasta el siglo XIX cuando se crearon las primeras publicaciones sobre la administración, pero de una manera científica. Además, tuvo lugar la revolución industrial. Otra tendencia de la gestión empresarial que aborda los procesos se conoce como la mejora continua (Kaizen, en su versión japonesa). Esta es otra herramienta desde la cual se trabajan los procesos y se someten a una mejora continua. La experiencia japonesa en sus métodos de trabajo en equipo y la participación de todo su personal en las mejoras empresariales popularizó las ventajas obtenidas en la revisión y reto continuo de los procesos empresariales. El modelo de método sistemático o científico de mejora de procesos ha sido difundido por todo el mundo por Kaoru Ishikawa. Este autor se basa en el recorrido de una serie de pasos o etapas, desde la detección de un problema o de una posibilidad de mejora (el motor puede ser una serie de defectos detectados, o una nueva posibilidad tecnológica u organizativa), se realiza un estudio en busca de sus causas, de posibles perfeccionamientos o soluciones, la elección de la solución o conjunto de soluciones que parecen idóneas, hasta llegar a su implantación y a la medida de las mejoras conseguidas.
Clasificación de la gestión empresarial según sus
diferentes técnicas[editar] La gestión empresarial abarca un conjunto de técnicas que se aplican a la administración de una empresa, y del tamaño de la empresa dependerá la dificultad de la gestión del empresario o productor. El objetivo fundamental de la gestión del empresario es mejorar la productividad, sostenibilidad y competitividad, asegurando la viabilidad de la empresa en el largo plazo.
Técnicas de gestión empresarial[editar]
Análisis estratégico: Diagnosticar el escenario, identificar los escenarios políticos, económicos y sociales, así como internacionales y nacionales más probables, analizar los agentes empresariales exógenos a la empresa.
Gestión organizacional o proceso administrativo: Planificar la anticipación de
tareas futuras de la empresa y la fijación de la estrategia y las metas u objetivos que la empresa debe cumplir; organizar y determinar las funciones y la estructura necesarias para lograr el objetivo estableciendo la autoridad y asignando responsabilidad a las personas que tendrán a su cargo estas funciones.
Gestión de la tecnología de información: Aplicar los sistemas de información y
comunicación intra y extra empresa a todas las áreas de la empresa, para tomar decisiones adecuadas en conjunto en cuanto al uso de Internet.
Gestión financiera: Obtener dinero y crédito al menor costo posible, así como
asignar, controlar y evaluar el uso de recursos financieros de la empresa, para lograr máximos rendimientos, llevando un adecuado registro contable.
Gestión de recursos humanos: Utilizar la fuerza de trabajo del modo más eficiente
posible preocupándose del proceso de obtención, manutención y desarrollo del personal.
Gestión de operaciones, logística de abastecimiento y distribución: Suministrar
los bienes y servicios que satisfarán las necesidades de los consumidores, transformando un conjunto de materias primas, mano de obra, energía, insumos, información. entre otros factores, en productos finales debidamente distribuidos.
Gestión ambiental: Contribuir a crear conciencia sobre la necesidad de aplicar, en la
empresa y políticas de defensa del medio ambiente.
Campo que abarca la gestión[editar]
Los cambios tecnológicos que se han producido en la sociedad han ampliado el campo de la gestión. En las primeras etapas del desarrollo económico, las empresas se caracterizaban por realizar tareas repetitivas, fáciles de definir. En el taller o en la oficina, el personal sabía exactamente cuál era y seguiría siendo su misión. La labor del director gerente era supervisar la marcha de los trabajos en curso en un proceso reiterativo. El resultado se medía según lo que se producía, y se funcionaba bajo una fuerte disciplina y control riguroso. Había que satisfacer las expectativas de los propietarios de ganar dinero y esa era la mayor motivación. Esta simple interpretación de la gestión que existía entonces sigue aún en pie, como un eco del pasado. Algunos empresarios siguen comportándose como si nada hubiese cambiado. Pero son los zarpazos de la realidad los que han hecho que los empresarios tengan en cuenta muchos otros factores, porque los mercados ya no crecen en función de la oferta, y hay que luchar en mercados muy competitivos y a veces poco recesivos interiormente, sin contar con los problemas de competencia de las empresas foráneas. La automatización, la informática, las nuevas tecnologías de la información y las crecientes expectativas de la sociedad han puesto al descubierto muchas carencias de los directivos españoles. La naturaleza de la gestión se ha hecho más compleja para actuar en función de una serie de prioridades, como es la de conseguir beneficios constantes, por encima de todas ellas.
Cualidades y conocimientos de un buen gestor[editar]
El gerente tiene una responsabilidad especial con sus subordinados, pero si aplica esta responsabilidad únicamente en términos de control y supervisión, no estará cumpliendo con ella. Tiene que establecer un sistema de interrelación. El personal deberá conocer con claridad qué se espera de ellos. El personal deberá participar directamente en la fijación de sus objetivos de trabajo. Esto propiciará la claridad y eficacia de la tarea que hay que desarrollar y hará que el subordinado se sienta más comprometido y dispuesto a colaborar. El personal deberá sentirse apoyado con los recursos físicos y humanos necesarios para lograr sus objetivos. El personal aportará y podrá desarrollar sus propios recursos personales para actuar con mayor eficacia. Por su parte, la empresa le ayudará a conseguirlo mediante el asesoramiento y los consejos permanentes e, incluso, con una formación adicional. El personal deberá recibir información coherente o comentarios críticos sobre su actuación. Si bien habrá que criticar a veces su actuación, esto le servirá de incentivo y no de amenaza coercitiva que pueda lesionar su autoestima. Conseguir estos objetivos en las relaciones personales y el respaldo sin límites de la dirección supone mayor recompensa que los meros incentivos económicos.