El Actor Titiritero
El Actor Titiritero
El Actor Titiritero
Introducción. Al entrar al fa mundo de los títeres, es descubrir una historia fantástica llena de un gran misticismo.
historia, puede ser considerado desde varios puntos de vista. Uno de ellos, el más frecuente, es el de la simple
curiosidad, esa especie de actitud turística con que solemos complacernos ante lo extraño o lo raro que nos ofrece la
vida. El carácter exótico y pintoresco que presenta el mundo de los títeres muy propicio y tentador para que lo miremos
con ojos de turista. Muchos viajeros ilustres de la cultura nos han deleitado en diversas épocas con estas excursiones, no
pocos se han apasionado con ellas y más de uno nos ha dejado valiosos testimonios de su experiencia. Sus notas,
descripciones y narraciones se han convertido así en provechosos documentos para quienes se dedican a investigar la
historia de los títeres. Lamentablemente, lo que ocurre a menudo es que esos materiales sean usados con fines
periodísticos, sobre todo como cosa pintoresca, y deglutidos sin masticar por muchos aficionados al arte de los títeres.
Otra actitud, más estricta y crítica, es la de acercarse a esas informaciones y referencias sobre el mundo de los títeres
con el propósito de indagar en la esencia y características de esta forma de arte, a fin de extraer conclusiones que nos
ayuden a comprenderlo mejor. Semejante aproximación al arte de los títeres encierra, sin embargo, muchos peligros.
Si nos ponemos a investigar ese mundo complicado con ánimo de averiguar qué es el títere, la primera impresión
resultará desalentadora. Es tal la variedad de muñecos, tan diversas sus formas, tan numerosos los materiales utilizados
para construirlos y las técnicas para moverlos, que el solo intento de agruparlos por algunas características semejantes
será trabajo bastante engorroso. Con el agravante de que, una vez descubiertas las pautas aparentemente ideales, se
nos aparecerá un títere o un grupo de títeres que no entre en ninguno de los casilleros tan laboriosamente construidos. A
esto se debe, sin duda, la existencia de tantas definiciones y clasificaciones no solo confusas, sino contradictorias.
¿Qué es el títere?. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua define a los títeres como “figurillas de pasta u otra
materia, vestidos y adornados que se mueven con alguna cuerda o artificio”. Esta definición ha de ayudarnos a concebir
el origen de los títeres, ya que comprende en su género a cualquier material para realizarlo y también todo sistema que
permita su movimiento.
El origen de esta palabra viene de muy lejos y es admitido como muy probable que naciera del ti-ti-ti provocado por una
lengüeta metálica que caracterizó a los títeres durante siglos.
Según Margareta Niculescu la definición mas acertada es: “El títere es una imagen plástica capaz de actuar y
representar”. En primer lugar, Margareta nos dice que el títere es una imagen plástica, “imagen” es un vocablo que tiene
varias significaciones:
Indica semejanza.
Cuando hable de “plástica” es la materia susceptible de ser formada, modelada; por eso se llaman artes plásticas a las
que forman su objeto dibujando, pintando, modelando, esculpiendo o tallando en la materia especifica de su creación.
“Imagen plástica” alude, pues, al títere en su condición de objeto material creado como representación de algo,
representación que con frecuencia se consigue a través de una semejanza, llegando en ocasiones a tener el valor de un
símbolo y siempre el de una metáfora. Al llamarlo así, la definición no lo limita físicamente, no lo condiciona a
características secundarias de dimensión, forma o movimientos. La condición aparece en la segunda parte de la
definición, es decir, cuando le pide que sea capaz de actuar y representar. El ámbito natural del títere es el teatro, sacar
al títere del teatro es convertirlo en cualquier otra cosa: figurilla, estatua, artefacto…, en fin, un simple objeto sin vida
propia, por más animas que les metamos dentro, ya sea con la mano o con cualquier artificio. Si un títere no demuestra
sus aptitudes en el escenario, podrá ser muy hermoso en su forma o ingenioso en su factura, pero nada más. Porque si
no es apto para cumplir su función en el lugar y en el tiempo en que le toque actuar, ningún títere puede aspirar a ser un
digno sucesor del mitológico Adi Nat, aquel primer muñeco que salió de la boca de Brahma, el creador. De la misma
manera, el artista que lo construya o lo mueva, tampoco podrá merecer el nombre de titiritero, que en el Japón significa
“apto para dar vida a la madera”.
Si analizamos el origen y la evolución del arte de los títeres orientando nuestra búsqueda en ese sentido, veremos que
siempre se los ha usado en público, han sido mostrados a los demás, exhibidos ante la gente para que ésta los vea
moverse. Es decir, el arte de los títeres siempre se ha manifestado como un espectáculo. Las razones, motivos o
finalidades de tal exhibición han sido muchos y diversos: mágicos, religiosos, estéticos, educativos o simplemente lúdicos.
Sin embargo, el que acabamos de anotar es un rasgo característico esencial, que lo identifica en el cuadro de la cultura
humana, desde sus orígenes, a través de todas las épocas y en todas partes, cualquiera sea la índole del muñeco, sus
formas, los procedimientos artísticos o técnicos para realizarlo o moverlo.
El arte de los títeres puede ser religioso o profano, popular o culto; puede utilizar muñecos corpóreos o planos, grandes o
pequeños, movidos directamente a mano o por medio de varillas o de hilos; puede ser obra de un solo artista o de un
grupo numeroso de artistas o técnicos; puede ser ambulante o estable, presentado al aire libre, en ferias o paseos
públicos, o en un local instalado con los más modernos equipos técnicos de su época… sin embargo, siempre asumirá el
carácter de una exhibición ofrecida por una persona o un grupo de personas a un público reunido para presenciar la
exhibición.
Hay varios tipos de títeres dependiendo de su forma de utilización y material del que está hecho:
Títeres de Guante: es el que se calza en la mano como un guante. También se lo conoce como “títere de cachiporra”,
“títere de mano” y “títere de puño”. Para su movimiento se introduce el dedo índice en la cabeza del muñeco y los dedos
mayor y pulgar en las manos, asomando medio cuerpo por el escenario. Es el más sencillo, práctico, económico y
pedagógicamente el más apto para su utilización.
Títere catalán: es una derivación del títere de guante pero su cabeza está ampliada con cuello y busto. Se utiliza
colocando los tres dedos centrales en el busto y el meñique y el pulgar en las manos. Esto reduce las posibilidades de su
moviendo y suele dar impresión de que sus bracitos salen de la cintura.
Títere de mano y varilla: es otra variante del títere de guante pero sus brazos están bien proporcionados y sus manos se
mueven mediante finas varillas. Su manejo es más complicado ya que requiere una mano para sostenerlo y dos para
mover las varillas.
Títeres de varilla: también se los llama “de pértiga”, su tamaño obliga a sostenerlos desde abajo, ya sea sentados o
parados, con una varilla gruesa. Las manos y la cabeza son manejadas por varillas más finas y se pueden utilizar cuerdas
para movimientos secundarios.
Títeres sicilianos: son títeres de gran tamaño y se mueven por impulso desde arriba, se emplean colgados de una varilla y
sus manos son accionadas mediante varillas o cordeles.
Títeres de hilos: también son conocidos como “marionetas”. Son muñecos de cuerpo entero, completamente articulados y
poseen la máxima imitación de la actividad humana. Cabeza, tronco y extremidades así como boca, ojos, etc. son
manejadas a través de hilos que se reúnen en una cruz, una percha. El manipulador trabaja desde arriba, en un puente
ubicado por encima del escenario.
Sombras: son figuras planas, articuladas, operadas por varillas o alambres, que se proyectan en una pantalla translúcida,
iluminada desde atrás. Cuando la figura se hace bien articulada, adquiere una capacidad de acción muy variada y
expresiva. Las sombras son fáciles de realizar y también de operar.
Bunraku: se emplea la técnica de “los tres varones”, son tres hombres que mueven cada una de las figuras. Estos se
encuentran a la vista del público y se ocupan de las distintas partes del títere.
Títeres de paño: es otra variante más del títere de guante. Es un sistema muy apto para la presentación de animales.
Marottes: suelen ser de gran tamaño y en algunos casos, el operador emplea su propia mano como mano del títere.
Poseen una varilla central y no poseen articulaciones.
Humanettes: puede ser útil para la presentación de un espectáculo. La simplicidad de construcción y manejo lo hace muy
apto para ello. Las manos y cabeza del operador forman parte del muñeco.
Títeres para películas: son de cuerpo completo y muy bien articulados. Se utilizan sacando fotografías de las diferentes
posiciones, siguiendo la técnica de los dibujos animados.
Otras formas de títeres: son variantes de las formas ya nombradas anteriormente, usadas en casos particulares.
Reseña histórica sobre los títeres y marionetas . Cuando a un hombre se le ocurrió hacer una máscara y cubrirse
con ella el rostro, cualquiera fuera el motivo que a eso lo llevó, nació el primer actor y con él el teatro. Aquel hombre que
jugaba a ser otro, había dado con la esencia del arte teatral.
De la misma manera cuando la criatura humana tuvo necesidad de crear un ídolo para dar un cuerpo sensible a esa
majestad y cuando ese ídolo tuvo movimiento, allí nació el títere.
No solo el nacimiento, sino también el desarrollo del títere es en gran parte semejante y simultaneo al del teatro. Se lo ve
como un legítimo y digno hermano menor del arte teatral. Ya en época de los romanos y aun de los griegos eran
conocidos los títeres. Platón compara al hombre con estos muñecos, Aristóteles hace referencia a ellos. A Sócrates le
maravillaba la ficción de vida que daban algunos títeres. Los tomaba y con su poderosa mentalidad iniciaba su atrayente
exposición en cualquier plaza publica, sus contemporáneos no tardaban en agruparse a su alrededor y escuchaban sus
ideas. En excavaciones realizadas en Egipto se hallaron pequeñas figuras de marfil articuladas cuyo movimiento se
realiza a través de varillas, lo que demuestra la existencia de estos personajes mucho antes de la civilización. En sus
comienzos los títeres eran muy rústicos en su construcción. Con el tiempo, se hicieron muñecos completos de madera
utilizando alambres o hilos para su movimiento. Se manejaban desde una pasarela colocada en el escenario. Se les dio el
nombre de Marionnette o Marionetta (de francés e italiano) a partir del reinado de Carlos IX de Francia. Un italiano
llamado Marión y su esposa Maria las introdujeron en el país vecino.La primera mención del nombre Marionette que se
conoce en Francia, se encuentra en el libro de Sérées de Guillermo Bouchet en el año 1584 y 1608.Los venecianos
atribuyen el origen de la palabra Marionetta a una leyenda según la cual doce parejas jóvenes se fueron de sus hogares
para casarse en la iglesia de Santa Maria de la Salud. De improvisto, una banda de piratas desembarco cerca de la iglesia
atacando a la multitud y se llevaron a las doncellas aprovechando la confusión. Los jóvenes de Venecia alcanzaron a los
piratas y lograron rescatar a sus novias. Desde ese momento se hizo costumbre celebrar el aniversario del hecho con una
gran fiesta en la cual se efectuaba el casamiento de doce parejas de jóvenes. Esto ocasionaba tantas ofuscaciones entre
los habitantes que decidieron sustituir a las doncellas por muñecas de madera las que fueron llamadas Mariettas o
Marionettas. A principios del siglo XVI utilizaban las marionetas para propagar la moda, las exhibían en la plaza San
Marcos, Venecia, vestidas con los últimos modelos llegados de Paris. Esta costumbre decayó debido a que los sacerdotes
comenzaron a combatirla hasta lograr desterrarla. En 1795, Laurent Mourguet, un obrero de sedería de Lyon, instalo un
teatro que subsistió bajo su dirección hasta 1815.El termino Guignol era el nombre de un canut, apodo de los obreros
tejedores de seda que gozaban de gran popularidad. A partir de esto el nombre Guignol se comenzó a utilizar para
denominar el teatro donde aparecen los muñecos, en memoria de Mourguet. El nombre de Polichinela o Pulchinela, se
debe a Paulo Ginella, el primero en presentar títeres en Nápoles, pero fue popularizado por Puccio d'Aniello. Cada país ha
tenido su polichinela bajo diferentes nombres y formas, no distinguiéndose sus bufonadas mas que por el carácter de la
nación que representa: Pendj en Persia, Punch en Inglaterra, Pulchinella en Italia, Don Cristóbal en España, Hanswurst y
Casperl en Alemania, Juan Klaassen en Australia, Hans Pickelharing en Holanda, Karagueuz en Turquía, Petrouchka en
Rusia, Gnafrón y Guignol en Francia y Woltje en Bruselas. En 1847, George Sand, famosa novelista francesa, asistió en
compañía de Víctor Borie como únicos espectadores al estreno de un pequeño teatro que para distracción de ellos mismo
construyó su hijo Mauricio y el pintor Eugène Lambert. La construcción del escenario era muy simple. Una silla cuyo
respaldo estaba colocado hacia el espectador, sostenía un gran cartón de dibujo y una cortina para ocultar a las miradas
del espectador, los operadores forzosamente arrodillados detrás del mismo eran quienes manipulaban los muñecos
inhábilmente dirigidos, sin pretensiones y sin imaginar el porvenir que estaba reservado a ese Guignol de instalación tan
precaria, que se llamó Thèatre des Amis.Ello resultó tal éxito que realizaron un nuevo escenario donde pudieran moverse
libremente, allí actuaban más de siete muñecos. Al año siguiente, 1848, introdujeron nuevos actores y a partir de 1849 se
representaban los dramas más terroríficos e impresionantes como Una tempestad en un corazón de bronce, Los aceros
de Toledo, El fantasma nocturno y Roberto el buen ladrón. El Thèatre des Amis tuvo su glorificación desde 1854 a 1872.
Durante esos años se representaron más de cien obras diferentes y parodias de piezas populares.
A partir de 1872, los familiares y amigos de George Sand se dispersaron y su hijo continuó a cargo del Guignol. En ese
momento, Sand sugirió la construcción de un teatro más perfeccionado, se realizaron carriles y otros aparatos que
facilitaban la decoración del escenario. Asimismo decidieron agregarle cuerpo a los títeres, ya que hasta ese entontes
eran solo manos y cabeza. Hacia 1880 el Thèatre des Amis fue trasladado al atelier de la casa de Mauricio Sand (Imagen
de la izquierda). El escenario era muy artístico, tenía un telón formado por una cortina roja. Ya contaban con
cuatrocientos muñecos y más de cien obras. Pero cuando Mauricio Sand murió en 1889, todo desapareció con él
quedando únicamente un volumen titulado thèatre des Marionettes.En 1861 se inauguró en los jardines de las Tullerías,
un Guignol dirigido por Luís Emilio Edmundo Duranty quien anhelaba que las obras estrenadas tuvieran gran
trascendencia literaria. Sin embargo, sus buenas intensiones duraron muy poco porque no conseguía atraer al público por
el carácter de las obras que representaba. Lemercier de Neuville creó los pupazzi recortando dibujos y pegándolos sobre
maderas formando siluetas, para su hijo enfermo. Esto les sugirió la idea de dar una representación en presencia de
amigos. Gustavo Doré y Carjat se entusiasmaron con el proyecto y aportaron ayuda con sus ilustraciones.Luego
Lemercier de Nouville decidió crear sus propias siluetas tallándolas en madera y los vistió artísticamente presentándolos
en público en 1863. Fue todo un éxito y atrajo no solo al público, sino también a la prensa en general. En 1875, Thomas
Holden estrenó en Paris un teatro de marionetas que tenían extraordinaria semejanza con los actores humanos pero no
embelesaban mayormente.Enrique Signoret tuvo la idea de crear un teatro para revivir obras de diversas épocas, al
mismo tiempo resolvió no recurrir a verdaderos actores sino emplear marionetas. Esta idea se hizo realidad en mayo de
1888 representando las piezas El guardián vigilante de Cervantes y los pájaros de Aristófanes. El público estaba
compuesto por poetas, escritores y artistas ilustres.
A partir de este momento, hasta 1892 se representaron obras de Cervantes, Shakespeare, Muricio Bouchor, Amadeo
Pigeon y otros. Los títeres y marionetas son conocidos en China desde tiempo remoto. Durante el siglo VIII el Guignol
estaba en su florecimiento contando con el emperador Hiouen-Tsong. Se presentaban obras acerca de destacados
héroes, escenas de la vida diaria, de animales que simulaban hablar y grandes pantomimas. Las marionetas eran
similares a las europeas o mecánicas y solían actuar solo los días festivos. Se usaban también los títeres ambulantes. El
Guignol no solo estaba destinado a recrear al pueblo, sino que participaba también en ceremonias oficiales. El guignol fue
llevado desde China a Japón, con el nombre de Bunraku por Menukiya Tyozanburo, renombrado músico del siglo XVI.
Tuvo gran aceptación llegando a ser uno de los entretenimientos favoritos del pueblo. Combinaban la manipulación de los
títeres con la recitación de baladas dramáticas.En Japón había dos clases de Guignol. El de muñecos accionados desde
arriba con hilos (marionetas) y el de títeres manipulados directamente por los operadores. Pero en 1941 no existía más
que una marioneta en Osaka, llamado Bunraku-za.En España los primeros títeres eran en general manipulados por gente
que los utilizaba para disimular su mal vivir. Recorrían los pueblos atrayendo a los lugareños al son de silbatos y
campanillas.Con el tiempo el Guignol fue introducido en las iglesias y monasterios donde estrenaban obras basadas en la
Biblia y la vida de los Santos. Luego salieron al pueblo para continuar dando dramas y comedias de carácter religioso
hasta que fueron expulsados por representar obras satíricas y divulgar la magia y el sortilegio. Más tarde aparecen
nuevamente con gran éxito exhibiéndose en teatros.España también fue la cuna de Federico García Lorca, poeta y
titiritero, quien alternaba sus éxitos desde 1923 con obras como Misterio de los Reyes Magos, Retablillo de Don Cristóbal,
Amor de Don Perliplin, etc. Recorría los lugares más apartados para ofrecer obras de Cervantes, Lope de Vega, Juan de la
Encina y otros.En los templos de Inglaterra aparecieron los crucifijos y las madonas cuyos ojos y miembros eran móviles
y representaban obras basadas en capítulos bíblicos y episodios de la Pasión. Después continuaron con las mismas obras
fuera de las iglesias con su cumbre en el siglo XVII cuando fueron abolidos los teatros acusados de ejercer influencia
corruptora.En 1713 Martin Powell utilizaba un Guignol que se llamaba Punch Theatre. Realizaba representaciones de
sátiras políticas y baladas populares.El origen del títere en Alemania se debe a la afición y habilidad que tenían los
antiguos campesinos para esculpir en madera de tilo de sus bosques. Los primeros aparecían en las catedrales y
monasterios. Los guerreros del Hortus deliciarum del siglo XII son las primeras marionetas que se conocen en Alemania y
generalmente representaban guerreros. Lo peculiar era que tiraban de los hilos pero desde los laterales. En el siglo XVIII
el Guignol estaba en su apogeo, las representaciones se efectuaban con gran lujo y perfección. La nobleza tenía sus
propios teatros destacándose el del castillo Eisenstadt del príncipe Nicolás José de Esterhazy. En el siglo XIX el títere se
había modernizado, es entonces cuando aparece un nuevo sistema de marionetas al que denominaban Teatro de Ilusión.
Los personajes estaban algo humanizados y tenían la mímica natural puesto que las cabezas eran realmente humanas.
Era necesaria muchísima habilidad para dominar estos títeres. Los actores se colocaban en la parte posterior del
escenario y sacaban la cabeza por delante de la cortina apoyándose sobre el cuello del muñeco.Los titiriteros,
marionetistas y sombristas alemanes se hallaban hasta hace pocos años agrupados en organizaciones que los ayudaban a
resolver sus dificultades por medio de informaciones referentes a la historia y técnica del Guignol y las sombras. Muchos
maestros lo han incorporado a las escuelas y ofrecen representaciones al mismo tiempo que enseñan su construcción y la
manera de manipularlo.
Checoslovaquia es el país que cuenta con mayor cantidad de teatros de muñecos y donde familias enteras practican el
arte del Guignol como una profesión tradicional. Los teatros son notables por el arte de sus producciones y los equipos
técnicos que poseen.
En Rusia se destacan Lapin, Demmeni, Olga Aristova, Nina Efimova entre otros. Después de Checoslovaquia, Rusia es el
país con mayor número de teatros de sombras, marionetas y títeres.
En Estados Unidos los títeres fueron usados principalmente por los Indios Hopi. Eran muy hábiles en tallar y pintar
muñecos. Usaban títeres en sus ritos como la Fiesta de las serpientes y las leyendas del trigo, maíz y otros cereales.
La primera función que se realizó en Nueva York, fue en 1739 pero hasta el siglo XX no se conoce más que la presencia
de algunos titiriteros extranjeros.
El resurgimiento se debe a Mauricio Browne, quien estrenó en Chicago en 1915 Alicia en el país de las maravillas.
Los Piccoli, nombre del Guignol de Milán, fueron creados por Vitorio Podrecca, quien recorrió el mundo para presentarse
en Europa y América. Las marionetas de este artista son consideradas las más artísticas y técnicamente perfectas.
En 1898 salieron de Italia los tradicionales marionetistas Bastián de Terranova y su esposa Carolina Ligatti. Instalaron en
Brasil un teatro con autenticas marionetas sicilianas. Luego de doce años se trasladaron a Argentina, inaugurando La
Boca con el Guignol San Carlino.
La concepción tradicional: define al títere como un objeto ya desarrollado y solo como tal lo estudia
históricamente, su preocupación consiste principalmente en averiguar dónde y cómo aparecieron por primera vez. Tarea
difícil, engorrosa y poco fructífera, pues, no se acotan las partidas de nacimiento de los títeres, ni las de defunción. Se ha
llegado a la hipótesis de que la cuna de los títeres puede situarse en la India o en Egipto y que su desarrollo posterior se
produjo por la difusión de figuras semejantes en dos direcciones: una, por todo el Oriente, donde conservará por mucho
tiempo su carácter de presentación religioso; y la otra, a través de Grecia y Roma, hacia Europa, donde, a partir de la
ultima Edad Media, ya es posible compilar partidas de nacimiento y de función históricamente definidas.
La concepción actual: define al títere por su función, adquirida en un largo proceso de desarrollo social. De acuerdo
con esta moderna convicción (basada por lo demás en la practica de un teatro no convencional, abierto a todas las
nuevas experiencias escénicas contemporáneas), cualquier intento de aproximación a los orígenes del arte de los títeres
que se conforme con las figuras articuladas que algunas culturas antiguas no han legado, constituye no solo una
limitación, sino un error de concepto.
En Argentina. Los más antiguos antecedentes que se encuentran en Argentina se refieren al año 1791 y se vinculan
naturalmente con la corriente de teatrillos ambulantes que recorrieron España.
Quien tuvo notable actuación fue un empresario español que llegó en 1831 y levantó un tinglado para hacer títeres en un
lugar llamado el “Hueco”. Igualmente, recién a fines del siglo XIX se pueden encontrar noticias ciertas sobre otros
titiriteros.
En la actualidad quienes luchan por el arte titeril son en primer lugar Javier Villafañe, luego Mané Bernardo y Sarah
Bianchi. También se debe mencionar a C. Moneo Sans fundador del Museo de Muñecos de la ciudad de La Plata y a los
hermanos Héctor y Eduardo Di Maurdo.
Museo Argentino de Títeres . El Museo Argentino del Títere nace el 5 de Noviembre de 1983 pero es desde agosto de
1996 que cuenta con sede propia en la calle Piedras 905. Para entonces, ya habían comenzado los trabajos de refacción
en la que fue la casa natal de Mané Bernardo.
Allí abre sus puertas al público inaugurando su primera sala Serguei Obrastzov, en homenaje al gran titiritero ruso. En
esta sala se exhiben títeres de África, Europa, Asia y Oceanía. En 1999 se suma la sala Moneo Sanz, dedicada a los
titiriteros argentinos y en diciembre de 2000 la sala latinoamericana en homenaje a Lola y Mireya Cueto, mejicanas.
El museo también cuenta con una pequeña sala de espectáculos, Federico García Lorca, para exposiciones temporarias,
funciones para chicos y adultos, talleres y eventos relacionados con el universo del títere.
Mané Bernardo y Sarah Bianchi, son parte y pioneras del movimiento titiritero argentino.
Mané, profesora de dibujo, grabado y escultura; fundó en 1944 el Teatro Nacional de Títeres del Instituto Nacional de
Estudios de Teatro. Sarah, profesora de letras y artista plástica, se incorpora poco tiempo después a la actividad. Juntas
se dedican a la adaptación y puesta de clásicos, y experimentan variedad de técnicas y posibilidades de teatro de títeres,
que a través del tiempo, las lleva no solo a recorrer el mundo y compartir experiencias con muchos colegas, sino también
a incursionar en terrenos del cine y la televisión.
Resultado de esta trayectoria el museo cuenta con más de 600 títeres (producto de intercambios, donaciones y
adquisiciones propias), y un centro de documentación y biblioteca Mané Bernardo, con material iconográfico y
bibliográfico de gran valor para investigadores y docentes. Todo esto, puesto al servicio de la gente, para aprender y
conocer este antiguo oficio, y de los propios titiriteros, como una forma de documentar y preservar la memoria de los
mismos.
Taller narración oral y lectura en voz alta: coordinada por Maryta Berenguer.
Dentro de la Escuela para actores titiriteros, los alumnos poseen una materia llamada Técnica Vocal a cargo de la
profesora Fga. Gladis Susana Harón. El programa de la misma es:
Objetivos Generales:
Lograr que el alumno, en el transcurso del año y a través de un proceso de trabajo paulatino, logre la optimización del
uso de su voz mediante el cuidado, la concientización y el entrenamiento de los procesos físicos y mentales involucrados,
interrelacionándolos y transformándolos en un recurso importante para el trabajo del actor titiritero.
Contenidos:
Aparato fonador: Laringe: cartílagos y músculos. Cuerdas vocales: acción y función. Cavidades de resonancia: pecho,
boca, nariz, senos. Pulmones - Músculo Diafragma: acción y función del mismo.
Higiene vocal: Pautas de cuidado y conservación de los órganos que intervienen en la función vocal.
Respiración: Importancia de la misma en el emisión de la voz. Entrenamiento para una correcta respiración.
Relajación: Concientización, detección y control de las tensiones corporales.
Voz: Emisión: sonido: Intensidad, tono, timbre, articulación, dicción, Proyección: Enseñanza de las posiciones y
movimientos de los órganos móviles (mandíbula, labios y lengua), para la emisión y articulación de los fonemas (vocales
y consonantes).
Primer año:
Anatomía y fisiología del aparato fonador: Uso de láminas para ilustrar la exposición. De esta manera el alumno toma
conciencia de los órganos que intervienen en la producción de la voz.
Pautas para una correcta higiene vocal, para que por medio del conocimiento de hábitos que pueden resultar nocivos, se
logre evitar los mismos para llegar a una optima utilización de la voz.
Ejercicios de relajación, individuales y grupales, destinados a lograr la eutonía, preparando al alumno para una mejor
participación en la clase.
Voz: las distintas características del sonido como el volumen, el tono y el timbre, son ejercitados, con el fin de lograr una
correcta colocación de la voz para ser utilizada en distintos ámbitos, con ejercicios grupales e individuales mediante
vocalizaciones, fraseo, lectura de diversos textos, dramatizaciones. Manejo tonal: melodía, acentuación, pausa.
Articulación - Dicción - Proyección: Ejercitación de los órganos del habla (labios, lengua, músculos de la mímica,
mandíbula), mediante el reconocimiento sensoperceptivo de los mismo, coordinando el uso de las cavidades de
resonancia, la pronunciación, el impulso espiratorio (columna de aire) y la eliminación de tensiones innecesarias, para
llegar a una correcto proyección.
Ejercicios donde se utilizan y aplican todos estos recursos en forma conjunta, mediante juegos dramáticos y con el objeto
títere, para que el alumno logre manejar su voz en forma natural y sin tensiones de los órganos que intervienen en su
producción.
Segundo año:
El trabajo esta destinado a afianzar lo aprendido, perfeccionándolo para una óptima aplicación en las distintas
representaciones del titiritero.
Utilización de distintos recursos vocales y corporales, diversos códigos expresivos lingüísticos, sonoros, prosódicos y
rítmicos.
Aplicación de la respiración costo-abdominal en ejercicios de manejo de intensidad, velocidad, ritmo, mediante lecturas,
juegos dramáticos, etc., variando las distancias, coordinando el uso de una correcta articulación y proyección.
Lograr caracterizaciones de voz mediante inflexiones, acentos regionales y extranjeros para ser utilizadas en las distintas
formas de presentación del trabajo del objeto títere.
Centro Cultural de la Cooperación . Taller laboratorio de títeres, objetos y teatro negro en el Centro Cultural de la
Cooperación. Coordina Antoaneta Madjarova. Dentro de este taller los alumnos realizan ejercicios sobre respiración y
técnica vocal.
El actor titiritero Hay algunos titiriteros que no comparten el criterio de que son actores: son titiriteros y basta. La
mayoría de ellos están encuadrados en la “vieja guardia”, son manipuladores experimentados que, más que interpretar
personajes usan todos los recursos fáciles, conocidos y repetidos hasta el cansancio, pues saben que con eso provocan
en el público reacciones ya experimentadas de fácil éxito. Los nuevos profesionales han adoptado formas modernas de
montar un espectáculo, nuevas inquietudes artísticas y técnicas están desplazando a los viejos conceptos, y se va camino
hacia una renovación total que todos compartimos.
Habitualmente, cuando se imparten cursos a principiantes, o cuando una persona cualquiera toma por primera vez un
títere en sus manos, sucede que se apela a lo convencional, o sea:
Para que haya total armonía, el actor debe concertar a tiempo la palabra con los movimientos. Conviene que el actor
tenga muy bien estudiado su papel, a fin de no leer mientras manipula al títere. Por cuanto si está obligado a leer, la
atención que exige la lectura le resta la necesaria dedicación a la mímica de su muñeco. Eso sin considerar que la lectura
quita también la libertad de expresión y entonación, indispensables a la actividad de encarnar adecuadamente a cada
personaje.
La dicción ha de ser clara y precisa, pronunciando las palabras lenta y distintamente, sin omitir las consonantes y
evitando los sonidos agudos, estridentes, roncos o guturales, a menos que la obra así lo exija. Cuando se habla muy alto
en vez de oírse con más claridad, la voz se hace menos inteligible. Por lo tanto, conviene recordar que la voz debe
expandirse a través del escenario y llegar al público.
Los titiriteros deben levantar la cabeza al hablar por cuanto el bastidor del escenario amortigua las palabras. Al contrario,
los marionetistas bajaran la cabeza, para que la voz no repercuta contra las bambalinas, sino que se dirijan hacia la boca
del escenario.
Si es necesario simular que la voz viene de cierta distancia, el actor dobla su brazo libre levantándolo hacia la cara y
mantiene la boca cerca del codo. Cuando hable, sus palabras parecerán oírse de lejos. Al levantar su cabeza
despaciosamente, la voz semejara acercarse cada vez más. Así mismo, puede utilizarse como bocina un cilindro con fondo
de tela, a través del cual la voz sale dando impresión de lejanía.
Cuando en el transcurso de la función el actor representa distintos personajes, debe tener especial cuidado de cambiar su
voz, de manera que al emitir el sonido parezcan personas diferentes las que habla. Hay muchas formas de cambiar la
voz, la posición de la garganta influye en el tono de la misma. Con el mentón hacia abajo se llega más fácil mente a la
tonalidad de la voz grave. Estirando la garganta, con el mentón hacia arriba, se puede imitar la voz femenina o infantil.
También puede llegarse a producir voces raras hablando con las fosas nasales obturadas. Igualmente ayuda a cambiar la
voz, cortar de golpe, o arrastrar las palabras, o imitar algún dialecto, siempre que el libreto lo permita. La práctica dará la
técnica adecuada al cambio de voz y expresión: bondad, nerviosidad, asombro, temblor de ancianidad, alegría, rudeza y
demás.
Las voces de los animales pueden producirse mediante la garganta siempre que se posean facultades vocales de
imitación. Es común que la persona que se ocupa de estas imitaciones se acompañe con megáfono, para ayudar al eco.
La posición ideal del brazo es la vertical, rozando la oreja del animador, que deberá flexionar sus rodillas, cuando necesite
adaptar su propia altura a la del retablo.
Una de las primeras cosas que debe hacer un titiritero es practicar las entradas y salidas del títere, que se hará siempre
por los costados de la escena. Es común que los niños, sobre todos llevados por su entusiasmo, entren o salgan desde y
hacia abajo. Corresponde entonces explicar que este tipo de aparición solo puede emplearse cuando lo requiera algún
personaje de la obra como ser un diablo o una bruja o cuando la acción exige que alguien caiga en un pozo o algo
semejante.
No debemos descuidar el ritmo de la representación. Si bien en algunos casos la acción puede requerir determinadas
pausas o cierto apuro, en general evitaremos una constante agitación, lo mismo que la ausencia de personajes en escena
o silencios indebidos que pueden provocar una lentitud inadecuada para el teatro de títeres.
Respiración Antes de aprender a hablar o cantar es indispensable aprender a respirar. La educación respiratoria consiste
en enseñar al sujeto a respirar: inspiración, pausa, espiración; a disciplinar el aliento, dosificarlo y regularlo. Es un trabajo
basado en ejercicios educativos.
La gimnasia respiratoria consiste en desarrollar la capacidad respiratoria, en ampliar el aliento, ejercitar los músculos
inspiradores y espiradores, suavizar el juego del aparato respiratorio. Se trata de un trabajo basado en ejercicios
deportivos de cultura física. Como para los deportes, el entrenamiento tiene que ser regular, progresivo, metódico y
prudente, jamás se debe llegar hasta la fatiga. El método consiste en ejecutar ejercicios de gimnasia respiratoria y
espiraciones progresivamente crecientes.
Con respecto al tipo de respiración debe ser de tipo mixto, costo-abdominal. Inicialmente es preferible practicarla en
posición decúbito dorsal, tras unos minutos previos de relajación.
La inspiración debe ser nasal, rápida, suave y silenciosa, no demasiado profunda. Es necesario llegar a inspirar
hábilmente, sin ruido, cuando se canta o se habla en público; nunca con esfuerzo. La espiración bucal, será lenta, muy
controlada por la musculatura intercostal y abdominal. No hay que esperar, para respirar, a que la provisión de aire se
haya agotado, pues nunca hay que hallarse falto de aliento.
Es importante comprender que el sonido dependerá de la continuidad y fluidez del soplo espiratorio y no de la cantidad
de aire inspirado. Las inspiraciones excesivamente profundas elevan el pecho con bloqueo de las estructuras laringeas,
que dificultaran luego la libertad de emisión (respiración clavicular).
Es importante controlar permanentemente la relajación del cuello y de los hombros durante el entrenamiento respiratorio.
Como elemento de control, pueden colocarse ambas manos sobre el pecho, el cuello, o mover suavemente la cabeza de
derecha a izquierda. Se sugiere que el soplo sea audible y vigoroso, como una prolongada “F”. La misma ejercitación
debe realizarse sentado, de pie, en marcha.
Algunos titiriteros sostienen que la respiración del títere es la expresión más clara que demuestra la vida de un personaje.
Y razón no les falta, en los seres vivos es el signo vital por excelencia.
La respiración en el títere para que se manifieste como una expresión perceptible, debe realizarse en el momento que el
personaje no este ejecutando ninguna acción o desplazamiento que opaque este movimiento, a menos que se trate de
alguna acción consustancial a la respiración. Como por ejemplo, correr respirando agitadamente. Por lo general, esta, se
marca cuando el muñeco se detiene.
Es importante practicar diferentes tipos de respiración: agitada, profunda y espaciada, entrecortada, cansada, suspiros,
ronquidos, etc.
En posición decúbito dorsal: inspirar suavemente por la nariz, sin ruido ni tensión, no demasiado profundo, como
aspirando un aroma. Permitir el desplazamiento abdominal, pero evitar el elevamiento del pecho o la tensión de los
músculos auxiliares del cuello. La pausa puede alargarse de tres a cinco segundos, sin cerrar la glotis y neutralizando la
elasticidad costo-diafragmática solo con la persistente contracción de los músculos intercostales. Soplar por boca lente y
controladamente, como una prolongada “F”; el soplo debe ser parejo (firme), no entrecortado ni tembloroso. Para ello
debe ejercerse una presión abdominal constante y pareja.
Practica en posición de sentado: se repite la ejercitación, cuidando evitar tensiones. Durante la ejercitación, el
paciente puede realizar movimientos de cabeza, suaves, lentos. Esta simultaneidad de respiración y movimientos es el
primer paso hacia la disociación muscular.
Practica de pie: de pie y en marcha. Los movimientos asociados de los brazos a los ejercicios respiratorios pueden tener
una doble finalidad: facilitar y estimular el aumento de los diámetros toráxicos mediante los movimientos ascendentes de
los brazos en inspiración y descendentes en espiración, y como segunda finalidad disociar la respiración de cualquier
movimiento, a fin de crear independencia entre la función respiratoria y la dinámica corporal. Con la asociación de
movimientos sinérgicos y rítmicos de los miembros (por ejemplo de gimnasia o danza) disminuyen los fenómenos
espasmódicos de la musculatura respiratoria y las sinérgicas patológicas de los músculos laringeos y faringeos.
Ejercicios de control objetivos del soplo espiratorio: inspirar por la nariz, soplar por una bombilla en un vaso con
agua, haciendo burbujas. Comprobar que el aire sea impulsado por la presión abdominal, sin permitir tensiones
cervicales. Las burbujas posibilitan el control visual del soplo, tanto en fuerza como en velocidad; deben producirse
parejas y sin interrupción.
Otro método simple y objetivo de control consiste en soplar la llama de una vela, que debe permanecer en una misma
inclinación durante el soplo.
Control del soplo en articulación: se ejercita el soplo en la posición de cada una de las vocales, pero sin sonido
(áfonas). Esta practica es útil para sincronizar la articulación correcta y el soplo espiratorio. Pueden practicarse las vocales
pro separado, combinaciones vocálicas, silabas, palabras y frases.
Otro de los ejercicios comúnmente practicados es tomar aire por la nariz, llevarlo a la parrilla costal y abdomen y soltarlo
con una “S” suave o con una “U” sostenida (lo mas largo posible) y empujar desde la panza suavemente.
Sentados en una silla, relajados, emitir una “U” sostenida y luego “UIUI”. Tratar de proyectar la voz hacia algún espacio
específico del lugar.
Manteniendo la fuerza en el abdomen y no en los hombros y en las piernas, emitir una frase.
Técnica Suzuki:
Pasar por diferentes posiciones y en cada una emitir un texto cualquiera. Mantener la tensión únicamente en el abdomen.
Algunas posiciones son: Quien sabe respirar no piensa más en ello: el acto respiratorio se ha hecho automático
La voz La voz es el medio a través del cual nos comunicamos en la vida diaria y a través del que nos presentamos a
nosotros mismos: postura, movimiento, vestido y gestos involuntarios, da una impresión de nuestra personalidad y es
también a través del habla que transmitimos nuestro pensamiento y sentimientos precisos, esto incluye la cantidad de
vocabulario que tenemos a nuestra disposición y las palabras que seleccionamos; por lo tanto, entre más eficiente e
impresionable sea nuestra voz, será más exacta en sus intensiones.
Así, la voz es la más intrincada mezcla de lo que escuchamos, de cómo escuchamos y de cómo inconcientemente
escogemos utilizarla en relación a nuestra personalidad y experiencia.
La tendencia a falsear la voz agudizándola hasta la estridencia es muy común y pueden encontrarse antecedentes
históricos para la misma. Uno de ellos es una especie de lengüeta de finas láminas de plata que usaban los titiriteros en
la Edad Media para desfigurar la voz, poder proyectarla más lejos y hacer varios personajes a la vez. Según la época o
costumbres, se han utilizado también: bolitas de plata en la boca; una caña-pito u otros artilugios que tendían al mismo
fin, aunque con ellos se perdiera claridad en el texto.
Es conveniente, en un principio, hablar con voz natural, buscando luego matices e inflexiones que den una musicalidad a
las palabras. Evitar, sobre todo, la monotonía y la uniformidad características de las conversaciones comunes.
El volumen, o fuerza de la voz, y el saber proyectarla a distancia no es fácil si no se posee naturalmente, por lo que la
tendencia es de gritar el texto, con lo que se pierde expresividad y, más que dialogar con el público, se le agrede. Hay
que aprender a hablar en público, hay que aprender a leer en voz alta. La mayoría de la gente habla mal, abusa de su
órgano vocal y fatiga su voz porque no ha aprendido a servirse de ella. Es indiscutiblemente ventajoso saber pronunciar
con exactitud las vocales, articular las consonantes, utilizar de la mejor manera posible las cavidades de resonancia, dar a
las palabras su sonido, como así mismo su valor a la frase, adquirir el instinto de la modulación y de los matices, etc.
La técnica vocal no se inventa; hay que aprenderla. En el caso de los titiriteros, la fonoaudióloga le enseñará el
funcionamiento de los órganos de la fonación y lo obligara a practicar la gimnasia de los músculos de la laringe, faringe,
de la boca y en particular los de la lengua.
La fonética es la ciencia de los sonidos del lenguaje. Se debe explicar al alumno la adaptación neumofonética que se
realiza entre la columna de aire espirado, las cuerdas vocales y las cavidades de resonancia, y por consiguiente saber
indicar los movimientos de apertura, de oclusión y de cierre que llevan a la formación de las vocales, consonantes, silabas
y palabras. se le explica la posición que debe adoptar para cada fonema antes de ejecutar la emisión de la voz.
Las dos condiciones necesarias para tener una buena conducción vocal son:
La columna de aire que lleva la voz debe escapar con fuerza y sin encontrar ningún obstáculo.
El sonido debe amplificarse mediante los resonadores fisiológicos. Todo esto está ligado estrechamente a la
respiración correcta. Si el titiritero solo respira con el pecho o el abdomen, no puede almacenar suficiente aire, de manera
que se ve forzado a economizarlo y cierra la laringe distorsionando la voz y provocándose con el tiempo desordenes
vocales. Mediante una respiración costo-abdominal puede acumular más que suficiente cantidad de aire. Por esto es vital
que la columna de aire no encuentre ningún obstáculo.
Lectura de diferentes textos en voz alta a ritmo lento y acelerado, modulando y masticando cada sílaba o palabra, y
luego repitiendo la lectura sin respirar.
Hablar sin gritar, con supuestas personas que están a diferentes distancias. Primero, a nuestro lado, luego a tres
metros, a diez, a veinte, etc., hasta alejarla lo más posible. Luego, alternar un dialogo con alguien a nuestro lado, otra
persona a cinco metros y otra a diez por ejemplo.
Escoger una frase muy simple (por ejemplo “mañana saldrá el sol”) y decirla con distintos estados de animo: alegre,
triste, enojado, dubitativo, eufórico, etc.
Hacer ejercicios onomatopéyicos acompañados con acciones animadas con diferentes objetos. Por ejemplo jugar con
una pelota que se convierte en pluma y luego en barra de hierro.
A estos ejercicios debemos buscarles su faz humorística y divertirnos mientras los hacemos, aunque su finalidad tiene que
se todo lo seria que es la de hacer llegar al público nuestra palabra, con el pensamiento o los sentimientos del personaje-
títere que estamos manipulando.
Expresión corporal sobre imagen de animales. La imaginación dará pautas de movimientos. Marchando, según la
imagen adoptada, el titiritero recita un texto que debe adaptarse al ritmo de la marcha, produciéndose la melodía o
modulación espontáneamente.
Practica de gimnasia, danza o expresión corporal, durante la ejercitación de vocalizaciones, sonidos aislados, texto: se
intenta dispersar la atención de tal manera que la voz surja libremente del movimiento.
Ejercitación de narración infantil para estimular la modulación expresiva: se lee o narra un texto con interjecciones,
variaciones tímbricas, grandes saltos tonales.
Frases variando la puntuación, las pausas, los acentos, la modulación, con y sin expresión corporal:
ya me iré de paseo.
Ya me iré. De paseo…
Ejercitación de la misma frase con distinta intensidad: natural, susurro, fuerte o gritada. Repetición con dinámica
corporal asociada o ajena a la situación.
La actividad actoral exige el entrenamiento de la voz, no solo desarrollando sus mejores cualidades (voz impostada), sino
también siendo capaz de reproducir hablas específicas y diferentes tipos de dicción, voces nasalizadas y cambio de
tonalidades según el personaje, habla histérica, tartamudeo y todas las posibilidades que pueden darse en la vida real.
En la Escuela de Actores Titiriteros realizan ejercicios con un títere, buscándole una voz adecuada para cada títere y para
cada titiritero. Buscan manejar el volumen para que llegue a todo el salón.
Articulación No ha habido nunca y no habrá nunca y no puede haber artista verdadero si no articula a la perfección.
Articular bien es una necesidad absoluta para el que quiere hablar en público. Las combinaciones diversas de las vocales
y de las consonantes forman las sílabas. Las sílabas diversamente unidas forman las palabras. Las palabras se unen
finalmente formando frases. es por lo tanto necesario estudiar metódicamente la emisión de las vocales, la articulación de
las consonantes, la formación de las sílabas y al pronunciación de las palabras. hay que aprender a decir las frases, a
hacer las pausas necesarias y corregir lo que es más difícil, las faltas. Es la articulación la que le da a la palabra claridad y
nitidez. Si al hablar en público se articula mal, las vocales se comen a las consonantes y el sonido a la palabra. La buena
articulación le da al orador la fuerza, la pasión, la energía y la vida. Ahora bien, hay que comprender perfectamente que
todo el valor de una palabra reside en las consonantes y no en las vocales, como creen algunos. Hay que tratar de poner
de relieve el ardor de la palabra en las consonantes.
Se realizan los ejercicios de gimnasia bucofaríngea, para trabajar el velo del paladar, dándole soltura y fortaleciéndolo;
ejercitar la lengua, hacerle realizar todos los movimientos requeridos para la emisión de las vocales y, finalmente, como
hay que servirse del maxilar inferior y sobre todo de los labios para la articulación y el martilleo de las consonantes.
Los ejercicios de articulación comprenden una serie de palabras y de frases para entrenar al alumno, y así desarrollar la
musculatura del velo, de la lengua y de los labios; dar soltura a sus músculos y darle comodidad y facilidad. Gracias a
esos ejercicios metódicos y repetidos, la articulación se vuelve precisa, neta, firme y clara.
Lucien Guitry se servía de un lápiz que colocaba entre los dientes a través de la boca y recitaba versos.
La articulación exagerada da reposo al órgano vocal, aumenta el alcance de la voz y permite que se comprendan mejor
las sílabas y las palabras.
Un medio ingenioso que todo el mundo puede practicar es intentar que otra persona desde otra habitación logre entender
lo que dice empleando el menor ruido posible, hablando en voz muy baja haciendo que la articulación lleve las palabras a
los ojos del interlocutor. La articulación persigue entonces un doble fin; cumple la función de aumentar la percepción del
sonido y hace que llegue mediante la articulación de tal manera que la voz colocada muy adelante y a flor de labios vuele
hasta el fondo de la sala.
E: leve sonrisa.
Insp. aeaeaeaeae
“ aeiaeiaeiaei
“ aeiouaeiou
Práctica de las mismas con sonido. Las consonantes deben ejercitarse en sílabas y solo es conveniente especificar su
punto de articulación cuando existen vicios de dicción, es decir, cuando la punta de la lengua se ubica en un punto que
no corresponde a la producción de un fonema.
La dicción debe ser clara y precisa pero no exagerada, ni en la articulación de la vocal ni en la producción de las
consonantes.
La dicción debe dar lugar a la expresividad del texto, que se debe apoyar en el constante fluir ininterrumpido del aire y en
sus pausas.
Ejemplos:
osamiradoresaca
púsolaalvientocorriendo
Con sonido
Práctica de lectura de frases, rimas y destrabalenguas mordiendo un lápiz (introduciendo una punta a penas un
centímetro dentro de la boca):
Este tipo de ejercitación es útil en la preparación de cualquier texto que ofrezca alguna dificultad o para dar fluidez a la
dicción.
Lectura rítmica: observando el acento lógico de la frase, con ayuda del pujo abdominal.
Higiene vocal Para conservar la voz en buen estado de salud es recomendable observar una higiene vocal y general
severa.
Para la conservación de la voz es necesario poseer órganos fonadores que gocen de buena salud.
Se prohíbe cantar o hablar con catarro, con un resfrío y sobre todo con ronqueras. La ronquera exige en reposo vocal
absoluto.
El profesor enseña al alumno el peligro de los ejercicios demasiado largos, fuertes y repetidos. Le enseña a administrar lo
mejor posible el órgano vocal, al señalarle los perjuicios que acarrean excesos y abusos. Los artistas deben saber repetir
sin fatigarse, porque tales ensayos son muy fatigosos para la voz.
La base de la higiene general de la voz estriba en tener buena salud. Uno de los enemigos de quienes hablan o cantan en
publico es el frío.
La pantomima de manos es un género difícil ,Pues le exige al titiritero no solo una gran sensibilidad Y una
rica imaginación creador, sino también una técnica. De manipulación sutil. De ahí que el lenguaje ,Escénico
de las manos trate de utilizar todas las posibilidades De comunicación que éstas posean, sumándole a su
Natural capacidad expresiva el repertorio de signos que Habitualmente ejecutamos con las manos en la
vida diaria.
Hay muchos tipos de muñecos y cada uno tiene su forma de manejo y sus posibilidades de movimiento.
La principal herramienta de trabajo para poner en movimiento a un muñeco será la mano del manipulador y la primer
tarea será conocerla. Alguien sonreirá al leer esto: ¿Conocer la mano? Jaja, si la llevamos puesta desde que nacimos. Si,
la llevamos puesta, pero nunca la hemos utilizado ni en un mínimo de sus posibilidades, tanto en movimiento, fuerza,
como en expresividad. La mano a pesar de la atrofia a la que está sometida, es, quizás, una de las partes del cuerpo que
más responde al sistema nervioso central.
Mirar atentamente la mano, y, muy despacio mover dedo por dedo, luego mover la muñeca. Los movimientos
comienzan a tener un sentido: primero pueden ser suaves y armoniosos, luego cariñosos, sutiles, pasando por distintas
motivaciones hasta llegar a la agresividad y violencia, para finalizar suavemente.
Poner una luz a nuestra espalda y proyectar la sombra de la mano en una pared blanca. Mirar sus movimientos como
en el caso anterior, pero esta vez como espectadores.
Convertir a cada mano en un personaje-títere en oposición (por ejemplo viejo y niño), tratando de darle a cada una
un movimiento diferente (usando todos los dedos) y luego estableciendo una relación entre ellas.
Para comenzar en el trabajo de descubrir las manos como instrumentos de expresión y comunicación, es necesario
entender y practicar la noción de inmovilidad, para luego entrenarse en la práctica repetida de ejercicios que trabaja las
acciones físicas y sus diferentes cualidades, ya que éstas son la base del movimiento expresivo.
Es imposible concebir un movimiento sin estar precedido por un estado de inmovilidad, y posteriormente por otro
momento de detención donde el movimiento acaba.
Es muy común observar en un titiritero una necesidad de moverse en exceso, en la creencia de que solo moviéndose se
expresa algo.
La inmovilidad también está cargada de significación.
Stanislavski nos dice que la inmovilidad física es frecuentemente el resultado de la intensidad interna, de manera que
existen acciones exteriores e interiores en el trabajo del actor; en un momento dado éste puede no realizar ninguna
acción externa, pero interiormente le están sucediendo cambios, acciones internas que van a perfilar y matizar las
acciones exteriores siguientes.
En el caso del teatro de muñecos, este fenómeno adquiere un matiz singular, porque el títere no es un ser vivo, no puede
vivir una acción interior, entonces esa inmovilidad (no acción exterior) está como puesta, pautada en la línea de acciones
del personaje. Es como si el titiritero interpretara al personaje y estableciera una partitura de acciones para ser realizadas
por el títere.
Los silencios dan sentido y orden a los sonidos, como si fueran signos de puntuación.
Esta claro que en el trabajo del titiritero al buscar definir la línea de acciones de personaje no lo realiza necesariamente
como si fueran dos labores independientes, como actor y como titiritero, sino como un todo orgánico.
La manera como el títere demuestra su vida escénica es fundamentalmente a través del movimiento, pero la
organización, fuerza y claridad de ese movimiento se la otorga una correcta puntuación de inmovilidades y matices.
Lo anterior suena como que el trabajo del titiritero está caracterizado por una realización mecánica de diferentes etapas;
para nada es así, el creador está permanentemente inmerso en una labor de búsqueda y descubrimiento, es un proceso
vivo que arroya avances y retrocesos y solo en su realización nos muestra resultados.
Es importante practicar los ejercicios técnicos, las secuencias de movimientos que comienzan y terminan en breves
detenciones.
El propósito de los siguientes ejercicios no solo es lograr el control y una manipulación fluida de determinados
movimientos específicos con las manos, sino también una participación orgánica de todo el cuerpo. Ocurre que al realizar
estos ejercicios de desplazamiento el participante novel está concentrado en el movimiento de manos y brazos, y pierde
la conciencia de todo su cuerpo, es cuando observamos un desplazamiento alterado del cuerpo, está tenso, fuera del
ritmo general que le pide el movimiento de las manos y brazos. Se requiere de una práctica sistemática y continua de los
ejercicios hasta lograr una unidad orgánica.
Pausa respiratoria:
Exploración y equilibrio en una sola pierna (alternando).
Sentados en parejas, encontrados tirar brazos.
Desplazamiento en zig-zag
Desplazamiento en círculo.
Ejercicios técnicos:
Es evidente que las manos, brazos y el tronco son las partes del cuerpo que titiritero utiliza con mayor frecuencia. Cuando se trata de
técnicas que se agrupan en la mecánica que se anima de abajo para arriba; es decir, títeres de guante, varillas, bocones, siluetas,
sombras o marottes, requieren del titiritero una considerable resistencia muscular en brazos y antebrazos, de una correcta posición del
trono que no ocasione tensiones innecesarias, piernas levemente flexionadas para una mayor libertad de desplazamiento y una buena
flexibilidad general, y por ultimo y de manera especial, un riguroso control de los movimientos que realizan manos y antebrazos. Es
muy común en el principiante tensar ciertos músculos de manera innecesaria, provocando un cansancio prematuro o incluso,
engarrotamiento muscular.
Rotación de brazos extendidos, juntos y alternados.
Extensión de brazos lateralmente con rotación de muñecas.
Levantar brazos lateralmente quebrando en el codo hasta 90º, girar tronco hacia la derecha y la izquierda. Esta posición
de inicio se mantiene para los demás ejercicios.
Llevar brazos al frente hasta juntarlos y regresar a la posición de inicio.
Rotación de muñecas
Extensión de brazos lateralmente, manos relajadas, repentinamente tensión en brazo y mano. Relajar lentamente
Extensión de brazos lateralmente, manos y brazos relajados, comenzar tensión brazos, antebrazos y manos hasta máxima
tensión. Ir relajando poco a poco dedos, manos, muñecas, antebrazos y brazos.
Movimiento de dedos (todas las articulaciones de la mano) con brazos caídos, subir brazos hacia delante, abrir brazos en
cruz, giro de muñecas, palma hacia arriba y hacia abajo, subir brazos, palmas hacia delante, hacia adentro y hacia atrás,
bajar brazos adelante, giro de muñecas, bajar lentamente brazos a posición de descanso, parar el movimiento de dedos
Ejercicios de disociación:
El dominio de la disociación es fundamental en el trabajo del titiritero, ya que en la animación las manos realizan
constantemente movimientos diferentes. Las manos tienden a realizar movimientos idénticos o casi idénticos, como si
fuera una la imagen de la otra frente al espejo. Si bien en la vida cotidiana realizamos varias acciones con una notable
disociación de diferentes partes del cuerpo (como manejar un coche), tenemos poca conciencia de ellos, salvo en el
periodo de aprendizaje, no las observamos con detenimiento, sino que las hacemos automáticamente.
En el trabajo de entrenamiento uno conduce concientemente los ejercicios de disociación, en especial en manos y brazos, hasta lograr
un dominio completo. Es necesario practicar la actividad muscular gobernada por cada hemisferio cerebral de manera independiente.
La mano derecha baja y sube, mientras que la izquierda abre y cierra el
puño. Luego a la inversa.
Postura . El espacio en donde se realiza el espectáculo puede ser muy variado; patios, galerías, salones, la calle, la
plaza, etc. Cualquiera de estos sitios puede recibir al titiritero con su retablo y sus muñecos.
El lugar de actuación debe considerar 2 aspectos esenciales: el ocultamiento de los manipuladores y la delimitación del
espacio donde van a actuar los títeres y donde se coloca la escenografía. Lo más adecuado sería que el teatro de títeres
sea proporcional al tamaño de los manipuladores y de los muñecos, y con sus movimientos. Es necesario que el titiritero
se ejercite para que las diferentes posturas que deba adoptar no le produzcan trastornos.
Para un uso adecuado del cuerpo es indispensable una voz sana y natural. Los trastornos de la voz deben ser tratados
modificando la conciencia del cuerpo, en el transcurso de la comunicación oral, prestando atención a la postura y al
comportamiento muscular. Sobre esta base la voz podrá proyectarse al exterior con una correcta colocación en las
estructuras óseas de la cabeza con su timbre, brillo y en armonía.
Para cada persona la mejor posición es aquella en que los segmentos del cuerpo están equilibrados en la posición de
menor esfuerzo y máximo sostén.
Trastornos de cintura escapular y cuello: los músculos posteriores del cuello están involucrados en los desórdenes
posturales. Esta zona de cintura escapular y cuello son puntos bien localizados de trastornos funcionales que ocurren a
distancia y están casi siempre presentes en trastornos vocales, a través de fuertes contracturas musculares.
Trastornos de la región estomatogmática: los movimientos de las estructuras de esta zona (mandíbula, labios, lengua)
para la vocalización y articulación se inhiben durante la masticación y viceversa. En la vocalización interviene la parte
anterior de la lengua, en tanto que en la masticación y deglución lo hace la parte posterior o base.
Las alteraciones funcionales que se producen en éstas estructuras constituyen los vicios fonatorios, accesorios y que
afectan en la resonancia y la articulación.
Trastornos de vicios respiratorios: ocurren por posturas y actitudes corporales que impiden el control intercostal y
abdominal y el de soplo respiratorio.
Son a veces consecuencia de un tono muscular disminuido (hipotonía) o aumentado (hipertonía) que se manifiesta en la
fuerza de la pared abdominal, generalmente coincidiendo con la actitud corporal total del individuo.
El títere en la educación Día a día es más evidente la utilidad del títere en la educación pese a que fue hasta hace
poco un elemento dedicado casi exclusivamente a espectáculos para diversión y que durante muchos años se encontró
muy enterrado. El valor que posee como medio educativo es cada día más reconocido en el mundo. Es natural que así
ocurra puesto que los estudios psicológicos paralelos a los adelantos de las otras ciencias han demostrado la efectividad
de la enseñanza por los medios audiovisuales, basándose en que las imágenes visuales y auditivas permiten la fijación de
conocimientos en forma más rápida, directa y persistente, que la asimilación de los mismo conocimientos por los métodos
tradicionales de acumulación en forma teórica.
Desde sus orígenes, también el teatro tuvo la capacidad pedagógica, especialmente en Grecia. Durante la Edad Media
hasta el Renacimiento se vio la función pedagógica del teatro y paralelamente la del títere, ambos dedicados a difundir
principalmente la religión.
Entre el teatro y el títere se puede ubicar el juego dramático que permite improvisar sobre un tema, dando pie al
desarrollo de la imaginación, el empleo de la plástica, la expresión corporal y la expresión oral, al concepto de trabajo en
equipo.
Presentación: el primer impacto que se recibe es el del teatrillo convenientemente ubicado, debe dar impresión de belleza
a través de la forma y color.
Estenografía y títeres: ayudados por las luces, deben concurrir a una imagen plástica que impresión agradablemente y
enriquezca.
Sonorización:
o El dialogo que ha de ser claro en su dicción, suelto en la expresión y estricto en el cuidado de no emplear
términos burdos o groseros.
o Acompañamiento musical de acuerdo a las escenas.
Sentido rítmico: tanto en la estenografía como en el movimiento de los títeres, en la expresión oral o en la música, es
importante la concordancia de los ritmos.
El títere ayuda a un niño tímido a expresare con mayor soltura y logra romper las vallas que cercan a los mas
introvertidos. Facilita la dicción intensifica la labor en equipo, etc.
Los títeres como terapia Podemos señalar cuan útil resulta el títere como elemento de laborterapia y reeducación. Es
notable como el afán por hacer mover un muñeco logra que los inmóviles dedos de un inválido, vayan “cargándose de
voluntad”, se diría, y luego comienzan a distenderse, contraerse y, en fin, moverse. La superioridad del títere sobre los
otros ejercicios usuales para el mismo fin, está en que despierta el interés y aun el amor del paciente, consiguiendo la
persistencia en el esfuerzo necesario para alcanzar el movimiento buscado.
En la rama de la Psiquiatría Infantil es utilizado el títere cada vez más, sobre todo por su afinidad con el niño, del que
logra una entrega que puede llegar a ser total y que, en razón del uso que hace del muñeco, permite al observador
formarse una idea cabal del problema que debe tratar.
En efecto, ya sea por el personaje elegido, por la forma en que lo trata o trata con él a otros títeres, o por lo que dice al
encontrase detrás del teatrillo, deja al descubierto muy fácilmente las causas de su problema.
No podemos dejar de señalar que aparte de todo lo expresado, también ha sido útil el títere para la atención de niño con
ciertos complejos. No sería el primer caso en que niños distraídos con deficiencias del lenguaje, tartamudos, hablaran
correctamente al hacer hablar a un títere y que aquel que no puede mantener su atención en las lecciones pueda
comenzar a aprender a concentrarse al trabajar en una obrita.
También la improvisación con títeres en clase puede evidenciar, para el maestro perspicaz, las causas de rebeldías, mala
conducta u otras características de determinado alumno, dando así la posibilidad, cuando no se cuenta en la escuela con
gabinete psicopedagógico, de hablar con los padres y establecer situaciones muchas veces ignoradas por ellos, aun cuando la
mayoría de los trastornos de conducta de los niños tenga origen en el seno del propio hogar.
Bibliografía
La voz: técnica vocal, Profesor Georges Canuyt, Librería Hachette S.A., Buenos Aires, 1982.
Estrategias metodológicas para la promoción de la salud comunitaria: los títeres tienen la palabra , Susana Palomas,
Editorial Espacio, Argentina, 2002.
Internet:
www.museoargdeltitere.com.ar
www.cculturalcoop.org.ar
www.titiriteros.com.ar/home.htm
www.asambleatitiriteros.com.ar
www.triangulo-titeres.com.ar/cvitae.htm