Ficha Ferdinand Tonnies
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Ferdinand Tönnies
Vida y obras.-
Ferdinand Tönnies (1855-1936) nació en el Estado de Schleswig-Holstein, al
norte de Alemania en el seno de una familia de granjeros de buena posición
económica. Estudió filosofía, filología, antropología y derecho. Se doctoró en
1887 y comenzó a dictar clases en la Universidad de Kiel. En ese mismo año fue
publicada por primera vez su obra más reconocida: “Comunidad y Sociedad”1,
que recién tendría éxito en su segunda edición de 1912. Le siguieron “Desarrollo
de la cuestión social: Karl Marx (1921)” en la cual reivindica el pensamiento de
Marx para la sociología, “Thomas Hobbes” (1925), y su última obra importante,
esta vez estrictamente sociológica y propia: “Principios de Sociología”, en la cual
brinda un panorama general de su pensamiento.
La figura de Tönnies es de suma importancia para la historia de la sociología,
especialmente para la sociología alemana. Esto se debe no solo a que algunas de
sus ideas mantienen aún toda su vigencia y han servido de influencia a autores
posteriores, sino, también, a que durante su vida contribuyó a edificar y
configurar a la naciente sociología como una verdadera ciencia. En este sentido,
no debe olvidarse que fue fundador, junto a Max Weber y George Simmel, de la
Asociación Alemana de Sociología y que su cátedra en la Universidad de Kiel fue
la primera cátedra de sociología en Alemania. Señala Agulla que este último
hecho, con ser circunstancial, “es decisivo porque Tönnies es también el
"comienzo" de la sociología alemana. A partir de él (y gracias a él) la sociología
alemana tiene caracteres muy especiales que "casi" la definen como una sociología
nacional típicamente académica.” (Agulla, 1987).
“Ferdinand Tönnies es el primer sociólogo que elabora una teoría analítica; una
teoría que se va a presentar como la respuesta válida y adecuada a la incipiente
etapa de consolidación de las sociedades nacionales” (Agulla, 1987). A partir de
“Comunidad y Sociedad” aparecen los primeros conceptos estricta y propiamente
sociológicos; “ya no aparecen los conceptos de la física de Comte, de la biología
de Spencer, de la economía de Marx, etc.” Los primeros conceptos sociológicos
son, precisamente: Gemeinschat (comunidad) y Gesellschaft (sociedad).
1
El subtítulo de la primera edición era “Tratado sobre el comunismo y el socialismo como
formas empíricas de cultura”. Como hace notar Agulla, estos conceptos no tienen nada que ver
con su uso actual. Se trata solo de la explicación de dos formas distintas de vida social: la
comunidad y la sociedad. En la segunda edición de 1912 modifica el subtítulo por: “Conceptos
fundamentales de la sociología pura”.
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Finalmente, antes de adentrarnos en el análisis de sus ideas, y para cerrar esta
breve biografía, es menester hacer una pequeña observación. Como sucede con
todos los autores, para comprender acabadamente el pensamiento de Tönnies es
necesario conocer el contexto histórico en el cual se desenvolvió. Durante la vida
de este académico, Alemania se consolidó como Estado como resultado de la
unificación de 39 principados. Vivió no solo la industrialización y urbanización
acelerada de su país y las primeras revueltas obreras, sino también la Primera
Guerra Mundial, con sus ya conocidos y nefastos resultados, y el surgimiento y
afianzamiento del nazismo, con quien tendría una relación compleja sobre la cual
nos detendremos luego un instante. Por ahora, es necesario advertir cómo ante
los ojos de Tönnies Alemania pasó de ser un puñado de Estados independientes,
de vida rural y con lazos comunales fuertes, a convertirse en una potencia
mundial industrializada, con un comercio fuerte y el nacimiento de una
incipiente sociedad moderna.
Ahora sí, como lo hemos advertido anteriormente y obligados a la fidelidad
histórica, hemos de detenernos someramente en la relación entre Tönnies y el
nacional-socialismo. Vale decir, simplemente, que si bien su figura, especialmente
por su idea de Comunidad, fue utilizada por el nazismo luego de su muerte para
edificar su aparato ideológico 2, Tönnies estuvo lejos de pertenecer o comulgar
con este movimiento. Muy por el contrario, este autor era un confeso
Socialdemócrata 3 que apoyó los primeros movimientos obreros de su época. A su
vez, es definitivo el hecho de que su vida académica culminó de manera trágica al
ser expulsado, precisamente, por órdenes expresas del Gobierno del Tercer Reich
a raíz de sus críticas contra el régimen.
Su sociología.-
Tönnies define a la sociología como “la ciencia de la convivencia humana” y hace
una distinción clara entre sociología general y sociología especial. La sociología
general se compone a su vez de la biología social, la antropología y la psicología
social; y la sociología especial se subdivide en pura, aplicada y empírica. La
sociología pura es donde se avoca casi la totalidad de su trabajo. La misma
consiste en la construcción de un sistema de conceptos y teorías para entender la
2
Este fue el cruel destino de diversos autores alemanes además de Tönnies. Entre ellos basta
nombrar a Nietzsche o Schopenhauer.
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Así, por ejemplo, en su “Principios de Sociología” (1933) expresa su preferencia por la
evolución, antes que la revolución, por ser la primera “más saludable en cualquier
circunstancia”.
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Dr. Juan Cruz Ara Aimar
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no desencuentros4. Así, por ejemplo, procede en sus obras a analizar una banda
criminal pero desde las voluntades conexas entre ellos y no en su relación
conflictiva con el resto de la sociedad. En Tönnies, el conflicto no es sociología.
Esto también se reproduce en categorías sociológicas comunes: v. gr., para el
autor, el orden es un “querer común de muchos hombres, unidos por él, que se
mantiene y subsiste aun en medio del cambio de sus elementos”. Las reglas del
orden, del derecho y de la moral, se apoyan, todas ellas, “en la armonía elemental
de la voluntad” que él llama concordia. Mucho tiene que ver en este caso la
influencia de Hobbes. El mismo Tönnies afirma que del pensador inglés toma
que “la paz y la concordia son la salvación del hombre”. De allí surge su deseo de
lo sociológico como lo que se acuerda y no la guerra, la lucha, el conflicto.
Una cuarta característica es su planteamiento netamente voluntarista. Esto
también está relacionado con lo anterior. En Principios de Sociología, expresa:
“lo que yo llamo entidades sociales […] está totalmente condicionado por el
querer del hombre; querer dirigido hacia dichas entidades y completamente
afirmativo respecto a ellas. Toda renuncia, toda debilidad de afirmación, y más
aun el declarado “no querer” las pone, pues en peligro, y hasta en determinadas
circunstancias las niega, las deshace y las destruye”. Así, no solo la comunidad o
sociedad son uniones armónicas de individuos sino que también son siempre
queridas por quienes las integran. Son siempre producto de una voluntad
determinada.
Vemos así que Tönnies no solo ve a la sociología como la actitud positiva del
hombre sino que también inicia la sociología alemana de la voluntad o conducta.
No hay hechos sociales que se imponen coactivamente a los individuos. La
comunidad o sociedad no se impone a los hombres sino que son éstos los que las
constituyen y quieren constituirlas.
Como última característica del pensamiento de Tönnies, encontramos su
innegable visión progresista y el deseo claro de un retorno a la Comunidad.
Sintéticamente, para este autor la comunidad es una organización natural del
hombre que con el paso del tiempo se transforma en sociedad. Esta sociedad, la
sociedad nacional (burguesa y urbana) es una construcción artificial. Por eso la
critica y desea un retorno al estado natural, donde los lazos son fuertes y
perdurables y los deseos altruistas. Sin embargo, como bien explica Agulla, “esto
no tiene que ver con la idea de los contractualitas de los siglos XVII y XVIII
(Hobbes, Locke, Rousseau). Mas se trata de una superación del hombre actual
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“Parto, por lo pronto, de que solo cabe pensar como objeto de la vida social las relaciones
positivas, tanto entre los hombres como entre las agrupaciones humanas.” Principios de
Sociología, Pág. 30.
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En este orden de ideas también pueden establecerse alguna similitud con la teoría
evolucionista de Spencer.
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Sostiene Agulla (1987) que para Tönnies la voluntad “no es solamente un concepto
fisiológico o psicológico, sino un concepto "vital" que expresa un comportamiento o una
conducta; como un "impulso vital" que da origen a formas distintas de conducta humana.”
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las grandes urbes. En su forma más básica [expresa el mismo Tönnies] la voluntad
arbitraria se reduce al intercambio de bienes o servicios.
La diferencia entonces es clara: la voluntad esencial es natural en el hombre, se
basa en el aprecio y el altruismo y siempre busca la satisfacción de necesidades
comunes; la voluntad arbitraria es artificial, se basa en el egoísmo y siempre busca
fines individuales. De allí el sentido negativo que se le otorga a esta última
voluntad y a lo que de ella deviene: la sociedad.
Comunidad y Sociedad.-
Una vez comprendidos los conceptos de voluntad esencial y voluntad arbitraria,
es hora de echar luz sobre la teoría central de este autor. Como se señalara
anteriormente, cada tipo de voluntad da origen a un tipo de convivencia humana
particular. De la voluntad esencial nace la comunidad. De la voluntad arbitraria
la sociedad. Analicemos ahora cada una de ellas.
Para Tönnies, la Comunidad “es la unidad perfecta de la voluntad humana”. Se
trata de un estado primitivo o natural que se conserva y se desarrolla según
relaciones entre individuos. La misma surge y se regula a partir del consenso y la
concordia. Existe en ella un acuerdo tácito acerca de deberes y facultades, acerca
de lo bueno y lo malo.
La Comunidad se rige por tres leyes principales: 1) parientes, cónyuges, vecinos y
amigos se aman o se acostumbran entre sí, hablan y piensan entre sí. 2) Entre
quienes se aman hay consenso. 3) Quienes se aman y entienden, conviven y
permanecen juntos y ordenan su vida común. Es fácil notar el carácter ideal o
utópico de esta convivencia. De ser estas leyes verdad, ¿quién no querría vivir en
comunidad?
Por lo pronto, ateniéndonos a nuestro análisis, es importante rescatar dos
cuestiones que hasta aquí son fundamentales: 1) el carácter natural y consensual
de la Comunidad y 2) que se genera a partir de relaciones entre individuos, es
decir: a partir de relaciones sociales.
Dentro de estas relaciones, Tönnies distingue tres como originarias: la relación
entre madre e hijo, la relación entre cónyuges y la relación entre hermanos. Hay a
partir de ellas una división del goce y del trabajo. Por ej, la madre tiene la
posesión de su hijo, recibe de él ayuda y obediencia y tiene el deber de
alimentarlo y cuidarlo. El hijo, por su parte, recibe protección y cuidados y,
correlativamente, ayuda y obedece a su madre.
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Para finalizar, cabe la pregunta de si todas las relaciones en los Estados Modernos
se rigen por las características societarias o si, por el contrario, podemos
encontrar algunas de ellas que sean típicamente comunitarias. Siguiendo a
Tönnies la respuesta debe ser afirmativa. Las revueltas de ciudadanos (donde rige
la camaradería), las uniones de obreros o las sociedades cooperativas se basan,
para él, claramente en relaciones comunitarias. En estos agrupamientos no
existen sentimientos individualistas o egoístas; los hombres que las conforman se
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mueven por necesidades comunes y naturales. Es claro que con los datos de hoy
podríamos rebatir esto fácilmente7; pero debemos rescatar lo brillante de esta
idea: en los agrupamientos de obreros y en las cooperativas es donde está el
futuro, el progreso hacia la paz, y no en las sociedades comerciales, no en el
mercado.
Derecho.-
Como sociólogo, Tönnies tiene mucho de jurista. A lo largo de su obra analiza
profundamente, tanto en su faz jurídica como social, diversos institutos del
derecho. Así encontramos definidos a los contratos, el dinero, la permuta
(trueque), los comerciantes, las letras de cambio, el arrendamiento y la usura,
entre muchos otros. Pero lo más sobresaliente en este aspecto son los dos tipos de
derecho que existen para él y, sobre todo, las consecuencias de esa distinción y
caracterización.
A esta altura es más que presumible que para este autor los dos tipos de derecho
se corresponden con los tipos de Comunidad y Sociedad. El derecho comunitario
tiene como fundamento esencial a la concordia, el consenso y la religión, está
basado en las costumbres y es, por ende natural. No necesita de un Estado que lo
elabore, surge de la misma convivencia.
El derecho societario, por su parte, es un derecho positivo homogéneo, que tiene
sus postulados esenciales en el orden convencional del comercio y el tráfico, y que
solo adquiere validez y fuerza por la voluntad soberana y poder del Estado.
Tanto uno como el otro son un sistema de normas coercitivas, pero mientras uno
se basa en la moral y se consagra con la religión, el otro se deslinda de ambas y se
edifica sobre las necesidades propias del mercado. Señala Fucito (1999) que por
aquí pasa la crítica al derecho societario: por su separación de las costumbres, de
la moral, por la sanción del Estado como único fundamento, por su artificialidad.
Las consecuencias de esta crítica son por demás interesantes. El derecho
societario, el derecho de los Estados Modernos, es un derecho apartado de las
exigencias comunitarias y atado a conveniencias del intercambio. Como tal,
pierde el carácter de respuesta a las necesidades del cuerpo social, para responder,
en cambio, a intereses sectoriales y se distancia cada vez más de una moral
altruista y del consenso de los hombres. (Fucito, 1999)
7
Por poner el ejemplo más fácil, muchos gremios y sindicatos son utilizados de manera
arbitraria por sus dirigentes con el único fin de llenar sus propios bolsillos, muchas veces de
espalda a las necesidad e intereses de sus agremiados.
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Cuadro comparativo entre Comunidad y Sociedad.-
COMUNIDAD SOCIEDAD
Voluntad esencial Voluntad arbitraria
Natural Artificial
Vida de familia, aldea y ciudad Vida urbana, de gran ciudad y ciudad
cosmopolita
Consenso, concordia y religión Convención, política y opinión
pública
Pueblo, Nación, Iglesia Comerciantes, Estado, República
Economía doméstica y Agricultura Comercio e Industria
Religión Ciencia
Derecho Consuetudinario Derecho Positivo, Estatal
Bibliografía.-
Agulla, Juan Carlos (1987). TEORIA SOCIOLOGIA, SISTEMATIZACION
HISTORICA. Buenos Aires, Edición Depalma.