Los Profetas
Los Profetas
Los Profetas
Acab al encontrarse con Elías; pregunta: ¿Eres tú el que turbas a Israel?, fue silenciado
por la acusación divina de que el mismo era el culpable de la desgracia de la nación, y por
la orden de que el rey se presentara inmediatamente en el monte Carmelo con todos los
profetas de Baal y de Asera (1 R. 18: 17- 19). En el monte Carmelo se hizo una prueba
para ver si Baal o Jehová era el Dios verdadero, con el propósito de que el rey mismo y el
pueblo pudieran hacer una decisión sobre el tema. Los profetas de Baal fueron los
primeros en tratar de demostrar el poder de su dios, pidiéndole que hiciera descender
fuego del cielo para consumir el sacrificio que le había sido ofrecido pero Baal no
respondió. Entonces Elías reparó el altar de Jehová que yacía en ruinas, puso un
sacrificio sobre el altar, cubrió todo con agua y luego invocó a Dios. El Señor respondió
enviando fuego que consumió el sacrificio, el altar y el agua (vs 30-38).
La gente reconoció que Jehová era el verdadero Dios, y, al mandato de Elías, mataron a
todos los profetas de Baal. Luego, para demostrar que la sequía había sido un castigo
divino sobre la tierra y ya que el pueblo había aceptado que Jehová era el verdadero Dios,
cayó una lluvia abundante. Airada por los acontecimientos, Jezabel amenazó la vida del
profeta y Elías huyó hacia el desierto de Sinaí, donde se escondió en una cueva; y una
vez más fue sostenido milagrosamente (1 R. 19:1-9). Cuando Jehová le pidió cuentas por
su vergonzosa huida ante la amenaza de Jezabel, Elías protestó que él era el único que
había quedado fiel a Dios, y que ahora mismo su vida estaba en peligro. Dios lo reprendió
y le asignó nuevas tareas, como ungir a Jehú como rey de Israel en lugar de Acab, a
Hazael como un látigo para Israel por causa de su apostasía, y a Eliseo como su propio
sucesor.
Es llevado al cielo
Cuando Acab murió, su hijo Ocozías le sucedió por poco tiempo en el trono. Al enfermar,
apeló a Baal de Ecrón, pero sus mensajeros se encontraron con Elías, quien les indicó
EVANG. NAHUM ESPINOZA 1
Obra Evangélica Luz del Mundo PLC Misión 14
ESTUDIOS BIBLICOS
que regresaran a su amo con el anuncio de que moriría (2 R. 1:1-4). Ocozías envió tres
compañías de soldados para prender al profeta. Las primeras dos fueron consumidas por
fuego, pero la última no, porque su dirigente se presentó sumiso ante Elías. Poco después
de este acontecimiento, el ministerio de Elías llegó a su término y fue trasladado al cielo.
Eliseo, testigo presencial del evento, fue dotado con el poder y la autoridad que había
tenido Elías y fue confirmado en el cargo profético (vs 12-15).
Otros Elias:
Hijo de Joram, de la tribu de Benjamín, que vivió en Jerusalén (1 Cr. 8:27).
Sacerdote, hijo de Harim, casado con una mujer extranjera en tiempos de Esdras (Esd.
10:21).
Hijo israelita de Elam. Estuvo entre los que se habían casado con mujeres extranjeras en
tiempos de Esdras (Esd. 10:26).
Lugar sobre el monte Carmelo señalado como el sitio tradicional donde Elías ofreció el
sacrificio a Dios.
Vida
Fue el sucesor del profeta Elías en el reino del norte. Hijo de Safat; vivía en Abel-Mehola,
en el valle del Jordán, y pertenecía a una familia de buena posición económica. Dios lo
designó como sucesor de Elías, que al encontrarlo, echó sobre él su manto (1 R. 19:16,
19). Eliseo comprendió el significado de este gesto simbólico. Volviendo a los suyos,
ofreció un sacrificio y dio a su gente un festín de despedida, y después siguió a Elías y le
sirvió (1 R. 19:19-21). Elías, antes de ser arrebatado, cruzó el Jordán, y Eliseo rehusó
separarse de él. Elías le dijo que pidiera lo que quisiera. Entonces Eliseo tuvo la sabiduría
de solicitar una doble porción de la sabiduría de Elías. Vio cómo el carro de fuego
arrebataba a su amo; tomó el manto que Elías había dejado caer, y con él golpeó el
Jordán, el cual se abrió. Eliseo atravesó el río, y pasó a la ribera occidental (2 R. 2:1-18).
Una serie de hechos sobrenaturales marca la carrera de su ministerio: milagros de
conocimiento, o milagros de poder, todos ellos cumplidos expresamente en nombre del
Señor.
Milagros
Los milagros de Eliseo tuvieron lugar en una época en que la religión de Jehová estaba
enfrentada de una manera total contra el culto a Baal. De la misma manera que los
milagros de Elías, los de Eliseo tenían el propósito de manifestar la autoridad del profeta y
de presentar al Dios viviente. Este poder sobrenatural de Eliseo era de tal manera que
podía usarlo libremente; de la misma manera que Cristo lo empleó frecuentemente en
sencillos actos de misericordia.
1. En nombre del Señor: sanó con sal las aguas de la fuente de Jericó (2 R. 2:19-22).
2. Unos muchachos que se burlaban de la persona del profeta del eterno recibieron una
maldición de Eliseo en nombre del Señor. Dos osos descuartizaron a 42 de estos jóvenes
(2 R. 2:23-25).
3. Predijo el éxito de la expedición en contra de Moab (2 R. 3:11-27); multiplicó el aceite de
una viuda (2 R. 4:1-7); anunció el nacimiento de un hijo a una sunamita; cuando este hijo
murió, la oración de Eliseo lo reclamó a la vida (2 R. 4:8-37).
Muerte
Murió durante el reinado de Joas, lamentado por el pueblo y por el Rey (2 R 3:14-20).
Todavía después de muerto se produce un milagro, cuando un cadáver que había sido
arrojado apresuradamente en la tumba de Eliseo volvió a la vida al tocar los huesos del
profeta (2 R.13:20, 21).
Isaías (profeta)
Isaías (en hebreo, י ְַׁש עְ י ָהּו, Yəšaʻyahū, "salva Yahw") fue uno de los cuatro profetas mayores del Antiguo
Testamento (junto con Jeremías, Ezequiel y Daniel), cuya vida y obra tuvo lugar hacia el siglo VIII a. C.2 El
ministerio profético de Isaías tuvo lugar en el Reino de Judá durante las monarquías
de Uzías, Jotán, Acaz, Ezequías y Manasés.3 Profetizó durante la crisis causada por la expansión del Imperio
asirio. Escribió el libro bíblico que lleva su nombre. Biografía
Isaías nació probablemente en Jerusalén hacia 765 a. C. y fue asesinado (aserrado), según se cree, por el rey
Manasés en 695 a. C.45 Según la tradición talmúdica, Isaías posiblemente fue primo de Ozías y pariente de los
reyes contemporáneos de Judá.
Isaías fue un estadista, asesor de reyes, poeta, orador y escritor, hijo de Amoz (no confundir con el
profeta Amós) y se le considera uno de los profetas mayores hebreos, fue llamado "el Príncipe de los
Profetas" valorándosele, fundamentalmente, por las escrituras que legó a su nación y a las subsecuentes
generaciones de su pueblo elegido.
Tuvo dos hijos, cuyos nombres fueron proféticamente significativos, Sear-jasub (un remanente volverá) 6 y
Maher-salal-hasbaz (el despojo se apresura), comenta que él y sus hijos son presagios para Israel. A su
esposa la llamaban "la profetisa".7
El ministerio profético de Isaías llegó a durar casi medio siglo, desde fines del gobierno de Azarías, rey
de Judá, hasta los tiempos del monarca Manasés. Según los libros apócrifos Vida de los Profetas (1,1)
y Ascensión de Isaías (5,11-14), el profeta murió aserrado (partido) durante la persecución provocada por el
rey Manasés; a ello la Biblia también parece referirse.8
En los capítulos 6 a 12 se anuncia el nacimiento del Emanuel, significando en hebreo este nombre "Dios
con nosotros" (Isaías).10
En la segunda parte (Isaías 42,1-7;49,1-9;50,4-9;52,13;53,12) se presentan los Cánticos del Siervo de
Yhwh, seguidor perfecto de Dios que con plena fe sufre para expiar los pecados de su pueblo y es
glorificado.
Estudios sugieren que el uso reiterado de derivados de נצר en ambas partes del libro de Isaías, es una
alusión mesiánica: natser, transcrita Nazer, traducida como "retoño", "vástago", "rama" o "renuevo"; y en otros
contextos como vigilar, guardar, observar, defender, rodear, preservar (del peligro) o esconder (refugiar). 11
Consideran que a ello se refiere Mateo 2:23 cuando dice que habitó en la ciudad que se llama Nazaret, y así
se cumplió lo dicho por los profetas, que había de ser llamado Nazareno ( נצר, Notsri).
El cristianismo estima que el Libro de Isaías anunció el nacimiento, sacrificio y gloria de Jesús y además, el
alcance universal de la salvación por lo que se considera en algunas ocasiones como el "Príncipe de los
Profetas".
Según la tradición judeocristiana, Isaías pudo haber muerto como mártir.12 Durante su vida, Isaías enseñó la
supremacía, la santidad y el carácter ético del mensaje de Dios. 12 Criticó los errores de su pueblo, al que a su
vez alentó durante el cautiverio en Mesopotamia, y profetizó asimismo el futuro renacer de Sion y Jerusalén.
Jeremías (profeta)
Jeremías (Anatoth, Judea; 650 a. C.-Daphnae, Egipto 585 a. C.) fue un profeta hebreo, hijo del sacerdote
Hilcías. Jeremías vivió entre el 650-585 a. C. en Judá, Jerusalén, Babilonia y Egipto. Fue coetáneo
de Ezequiel y anterior a Daniel.
Biografía[editar]
Es autor del volumen de la Biblia conocido como el Libro de Jeremías. Se le atribuye a él la autoría de
los libros de los Reyes y del Libro de las Lamentaciones.1 La labor de Jeremías el profeta fue llamar al
arrepentimiento al reino de Judá y, principalmente, a los reyes Josías, Joacim (también llamado
Joaquim), Joaquín2 y Sedecías (también llamado Sedequías), debido al castigo impuesto por Yahveh de que
serían conquistados por los caldeos si no volvían su corazón hacia Dios. Su vida, como profeta, se caracterizó
por soportar con una inquebrantable entereza los múltiples apremios y acusaciones que sufrió a manos de
estos reyes y de los principales de Israel, desde azotes hasta ser abandonado en estanques o arrojado a las
mazmorras.
La mayoría de sus profecías fueron escritas en rollos por el escriba Baruc, hijo de Nerías quien le acompañó
en una buena parte de su misión.
Ezequiel (profeta)
Ezequiel (en hebreo: )י ְחֶ זְקֵ אלtransliterado: Yejezkel) significa "Mi fortaleza es Ēl".1 Fue según la Biblia, un
profeta hebreo que ejerció su ministerio entre 586 y 538 a.E.C., durante el cautiverio judío en Babilonia.2
El Libro de Ezequiel constituye la fuente primaria, del cual es protagonista, principal autor y de donde se
extraen sus profecías.3 Su mensaje trata de reverencia para la santidad de Dios e incluyó reflexiones sobre la
futura reconstrucción del Templo de Jerusalén, enfatizando asimismo la responsabilidad moral de cada
individuo
iografía[editar]
A diferencia de otros profetas, Ezequiel tuvo importantes revelaciones en forma de visiones simbólicas que
según la creencia hebrea le fueron transmitidas por Yahvéh.4 Ezequiel provee descripciones detalladas de sus
visiones. En su primera visión, Ezequiel percibió el tetramorfos, es decir, los cuatro seres vivientes tirando de
un carro celestial.5
Sus profecías advirtieron de la destrucción inminente de Jerusalén, condenaron las prácticas idólatras y
predijeron la restauración de Israel.
Ezequiel vivió en la misma época que el profeta Jeremías, tornándose profeta durante el exilio babilónico.3
Estaba casado (Ezequiel 24, 18), era hijo de Buzí, de linaje sacerdotal, fue llevado cautivo a Babilonia junto
con el rey Joaquim de Judá (597 a. C.) y permaneció en una ciudad de Mesopotamia llamada Tel-Abib, cerca
de Nipur en Caldea, a orillas del río Cobar.6 Cinco años después, a los treinta de edad (cf. 1, 1), Yahvé lo
llamó al cargo de profeta, que él ejerció entre los desterrados durante 22 años, hasta el año 570 a. C.7
A pesar de las calamidades del destierro y de los falsos profetas, los cautivos no dejaban de abrigar
esperanzas de que el cautiverio terminaría pronto y de que Yahvé restauraría la ciudad de Jerusalén y
su Templo (Jer. 7).
Con la caída de Jerusalén y la destrucción del Templo, no pocos habían perdido la fe. La misión de Ezequiel
consistió en combatir la idolatría, la corrupción por las malas costumbres, y las ideas erróneas acerca del
pronto regreso a Jerusalén; para consolar a su pueblo, predicó la esperanza del tiempo mesiánico.7
El Libro de Ezequiel comprende un prólogo, que relata el llamamiento del profeta (caps. 1-3), y tres partes
principales: la primera (caps. 4-24) comprende las profecías acerca de la ruina de Jerusalén; la segunda
(caps. 25-32), el castigo de los pueblos enemigos de Judá;8 y la tercera (caps. 33-48), la restauración.7
Comunidad y persona[editar]
Al sentir Ezequiel el peso crítico de la comunidad desterrada por Dios, responde al pueblo: “el que muera,
será por su propia culpa...”(Ezequiel 18,3-4). Es interesante el contraste de Ezequiel de lo individual a lo
comunitario. Por una parte trata de la responsabilidad y libertad personales y por otra, emite juicios globales y
de grandes secuencias históricas.
En el espíritu hebreo parece coexistir dos esquemas de pensamiento; análogos a los siguientes enunciados:
Justicia electiva: Dios escoge un pueblo, le da una ley y lo bendice. Lo castiga de manera pedagógica
para provocar el arrepentimiento. Este sistema concierne al pueblo.
Justicia retributiva: Se cuenta la observancia y las transgresiones sin dejar de ser un don divino, es un
programa humano de acciones meritorias y satisfacción por los pecados, y su juicio particular sobre unas
y otras. Este sistema concierne al individuo.
Se puede distinguir de lo anterior dos momentos así:
El nombre Daniel
Daniel es un nombre hebreo que consta de dos partes: el primer segmento proviene del verbo ( דיןdin)
'juzgar', 'contender' o 'alegar y la porción final es '( אלEl), 'Dios', 'divinidad'. La partícula ( יi) ha sido
interpretada tanto como un hiriq, denotando pertenencia, o como un yod posesivo de primera persona (como
en el hebreo moderno).4 Por lo tanto Daniel suele traducirse como 'Dios es mi Juez' o 'Juicio de Dios'.
La Enciclopedia Judaica lo interpreta, a la luz de Gén 30,6, como 'Dios es el defensor de mi derecho'.5
Vida de Daniel[editar]
Las únicas referencias a Daniel se encuentran en el libro bíblico que lleva su nombre las cuales pueden
complementarse con los datos suministrados por Flavio Josefo, cuyas fuentes se desconocen. Según este
autor, Daniel pertenecía a una familia noble del Reino de Judá, tal vez emparentada con la realeza.
Formación[editar]
Nabucodonosor II ordenó escoger un grupo de jóvenes hebreos para su servicio, debiendo ser educados
previamente en las tradiciones de los escribas.7 Los elegidos fueron Daniel y tres jóvenes de su misma tribu:
Ananías, Misael y Azarías quienes fueron confiados al cuidado de Aspenaz,8 jefe de los eunucos.
Los jóvenes fueron introducidos en la cultura mesopotámica, aprendiendo su lengua, su escritura y su
tradición literaria motivo por el cual recibieron nombres en lengua acadia tardía; el texto bíblico los transcribe
como Beltsasar o Baltasar9 (Balâtsu-usur, ' Protege su vida'1011 o bien Bēl-šarra-uṣṣur, 'Bel, protege al rey'12),
para Daniel, y Sadrac, Mesac y Abednego, para los otros tres jóvenes respectivamente. Fueron alojados en el
palacio real, hoy identificado con la zona arqueológica de Kasr, en la margen occidental del Éufrates.
La tradición judía sostiene que estos jóvenes fueron convertidos en eunucos.13
Daniel y sus compañeros, no obstante residir en la corte, mantuvieron sus prácticas kosher de alimentación
revelándose, siempre según el relato de su libro, que este régimen los hacía más saludables que los demás
jóvenes que vivían en el palacio. Después de una formación de tres años, Daniel y sus tres compañeros,
fueron presentados ante Nabucodonosor quien, dice el texto: "los halló diez veces mejores que todos los
magos y astrólogos que había en su reino".14
En la corte de Babilonia[editar]
En el segundo año del reinado de Nabucodonosor, 15 el monarca tuvo un sueño que lo dejó profundamente
angustiado, por lo que convocó a sus astrólogos y expertos en artes adivinatorias, y les exigió lo
interpretasen; para asegurarse de que no lo engañaran en el momento de interpretar su sueño, los puso a
prueba explicándoles que existía una gran dificultad: les dijo que había olvidado su propio sueño. Ante la falta
de respuesta satisfactoria de parte de sus sabios, el rey se irritó y ordenó que los ejecutasen. Daniel, que no
había estado presente en ese episodio, fue también arrestado pero, al enterarse acerca de lo ocurrido, habló
con Arioc, jefe de la guardia, y solicitó un plazo para poder responderle al soberano. La petición le fue
concedida. Entre tanto, Daniel y sus compañeros oraron a Yahveh pidiendo les revelase el misterio.
Esa noche, en una visión, le fue revelado a Daniel el sueño del monarca y, al día siguiente, el profeta se
presentó en la corte proporcionando subsecuentemente el relato del sueño de Nabucodonosor así como
también su correspondiente interpretación.16 Este hecho marcó el reconocimiento de Daniel, quien fue
subsecuentemente nombrado gobernador de la provincia de Babilonia y jefe de sabios y expertos. Del mismo
modo, los tres jóvenes judíos recibieron importantes cargos en la administración imperial.
Daniel permaneció en la corte real durante todo el reinado de Nabucodonosor y continuó ligado a ella
cuando Belsasar le sucedió en el trono. 17 El libro de Daniel omite la existencia
de Evilmerodac, Neriglisar, Labashi-Marduk y Nabonido, considerando a Belsasar haber sido hijo de
Nabucodonosor. Algunos autores postulan que el término hijo no se utiliza literalmente, sino con el sentido de
descendiente.18
En todos esos años los relatos mencionan el episodio del ídolo de oro, 19 en el cual los tres jóvenes fueron
arrojados a un horno ardiente, y otro que, presentado como un testimonio del propio rey, narra la
transformación de Nabucodonosor en be
El banquete de Baltasar
En el capítulo 5 del Libro de Daniel se cuenta el episodio conocido como el banquete de Baltasar (o Belsasar).
En esa ocasión el soberano corregente de Babilonia —ya que el monarca primero era su padre Nabónido—
celebraba un festín en compañía de sus nobles cuando tuvo la ocurrencia de beber en los vasos sagrados
substraídos del Templo de Jerusalén. De inmediato una misteriosa escritura apareció en la pared, trazada por
una mano espectral, la cual ninguno de los sabios fue capaz de interpretar. Llamado Daniel, por sugerencia
de la reina quien recordaba su desempeño de otrora, este censuró al rey y, sin aceptar sus promesas de
obsequios, descifró la escritura. El texto anunciaba, en arameo, la caída de Babilonia en manos de los persas.
Baltasar cumplió lo prometido y nombró a Daniel tercer señor del reino, pero esa misma noche la ciudad fue
tomada y el rey, muerto.
El profeta
Durante gran parte de su vida, cuenta el libro homónimo, Daniel recibió diversas visiones apocalípticas que
anunciaban, por medio de símbolos y claves numéricas, la instauración del Reino de Dios sobre la tierra.
Muerte de Daniel[editar]
Acerca de la muerte de Daniel no existen testimonios bíblicos y las tradiciones posteriores no aclaran si
regresó al territorio de Judea o permaneció en Mesopotamia, pero esto último parece lo más seguro.
Dado que aún vivía durante el reinado de Ciro, en Babilonia a partir de 539 a. C., es posible que alcanzara
una edad centenaria. Su muerte se sitúa, entonces, entre el tercer año del reinado del mencionado soberano
persa, es decir entre 536 y 530 a. C., cuando muere Ciro (pues ya no se menciona su presencia en tiempos
de Cambises). Es muy probable que tuviera lugar en Babilonia pero, dado que su tumba se veneraba
en Susa, algunos autores se inclinan por esta última ciudad.
Tumba de Daniel
Profecías y visiones[editar]
Para más información sobre este tema véase: Libro de Daniel
Según el libro de Daniel, este profeta recibió dos visiones durante el primer y el tercer año de Belsasar. En
ellas diferentes animales fantásticos aparecieron ante su vista para representar la sucesión de reinos
posteriores al Imperio Babilónico hasta un tiempo indeterminado cuando serían destruidos y alguien como un
hijo del hombre que representa probablemente a "los santos del Altísimo", es decir el resto del pueblo judío,
asumiría el poder en un mundo renovado.34
Quizás la más célebre profecía atribuida a Daniel sea la de las Setenta Semanas. La narración bíblica dice
que en el primer año del mencionado rey Darío, Daniel constató en los escritos de Jeremías que se
aproximaba el fin de los setenta años de desolación de Jerusalén. Recibió entonces, una revelación
transmitida por medio de Gabriel donde se anunciaba la reconstrucción de la ciudad, la muerte de un Ungido
(Mesías) y el cumplimiento de todas las profecías. La predicción fijaba los plazos para estos eventos por
medio de semanas que, según todos los comentaristas, corresponden a períodos de siete años. Otra profecía
muy conocida, es la del carnero y el macho cabrío, en la cual se le muestra la derrota y conquista de imperio
medo y el imperio persa a manos de Alejandro Magno.
Más tarde, siempre a tenor del libro bíblico, cuando corría el tercer año de Ciro (536), Daniel recibió nuevas
visiones apocalípticas donde se le muestra a los ángeles protectores de Persia, Javán (Grecia) e Israel
contendiendo en favor de sus respectivas naciones. También se le anuncian invasiones y guerras en la tierra
de Israel, protagonizadas por personajes enigmáticos designados como el rey del norte y el rey del sur,
posiblemente algunos de los soberanos helenísticos. Daniel describe la existencia de un reino que oprimirá al
pueblo elegido, imponiendo nuevas leyes, prohibiendo el culto según la Torá y exigiendo la adoración del
soberano. Finalmente el reino será destruido por el poder de Dios. Este reino, según la crítica bíblica (incluso
autores confesionales) es el seleúcida bajo Antíoco IV, llamado Epifanes, contra el cual se alzaron
los Macabeos.35
La exégesis tradicional, sin embargo, considera que el soberano opresor corresponde al Final de los
Tiempos.36 y así parecen haberlo entendido Jesús de Nazaret, quien alude a estas profecías según los
1
EVANG. NAHUM ESPINOZA
0
Obra Evangélica Luz del Mundo PLC Misión 14