Abdomen Agudo
Abdomen Agudo
Abdomen Agudo
DEFINICIÓN
El abdomen agudo (AA) en la infancia es difícil de definir al ser un cuadro sindrómico de origen
múltiple y de clínica muy variada.
Con carácter general, podemos decir que el síntoma principal del AA es el dolor abdominal agudo
(DAA), siendo además éste uno de los motivos que con más frecuencia origina consultas en un
Servicio de Urgencias Pediátricas.
El DAA precisa un diagnóstico precoz para decidir el tratamiento más adecuado, sobre todo si éste
debiera ser quirúrgico, en razón de los tres grupos etiopatogénicos de urgencias abdominales:
obstructivas, inflamatorias o hemorrágicas.
GENERALIDADES
El tipo del DAA puede ser en función del origen y de las vías nerviosas de transmisión:
1. Visceral. El origen de este dolor lo encontramos en los receptores situados en las vísceras
huecas o sólidas abdominales o en el peritoneo visceral. Es un dolor de transmisión lenta, se
percibe con poca precisión, está mal localizado y es difuso.
Los estímulos que lo provocan pueden ser: mecánicos (distensión, estiramiento, tracción o
contracción), espasmos viscerales o isquemia.
La sensación que trasmite este dolor es de quemazón o incomodidad, no se encuentra una postura
antiálgica, la intensidad es variable y con frecuencia se asocia a manifestaciones vagales como:
ansiedad, sudoración, náuseas, vómitos, taquicardia, hipotonía o palidez.
2. Somático o peritoneal. Tiene su origen en los receptores del peritoneo parietal, piel y músculos.
Es un dolor de transmisión rápida. Está provocado por la eliminación de los metabolitos tisulares
que aparecen tras la inflamación o la isquemia.
Es un dolor que se percibe bien localizado, punzante, muy intenso y que provoca una quietud
absoluta, originando una clara posición antiálgica, la cual se intenta mantener de una forma
permanente evitando cualquier maniobra o movimiento que lo exacerbe.
3. Referido. Es el que se origina en regiones alejadas de donde se manifiesta, siendo por lo tanto
un dolor de proyección cerebral. Su origen puede ser tanto visceral como somático.
Cualquiera de los tipos de dolor descritos pueden modificarse según la capacidad del niño para
tolerarlo, existiendo factores psicógenos y ambientales que lo incrementan o disminuyen.
– En la región suprapúbica: si el dolor se origina en la parte distal del intestino grueso, las vías
– En la región sacra: si se origina en el recto. Cuanto más asimétrica y más distal al ombligo
sea la localización más riesgo hay de organicidad y de que se trate de un abdomen quirúrgico.
fases regulares de crecimiento y cese, sugiriendo obstrucción del tracto gastrointestinal o del
genitourinario.
ETIOLOGÍA
En el AA se pueden reconocer múltiples causas, cuya importancia, por frecuencia y severidad son
muy desiguales. A lo anterior hay que añadir que la edad, va a ser además, un factor determinante
para diferenciar patologías.
1. Recién nacidos
A esta edad las causas más comunes van a estar en relación con malformaciones del aparato
digestivo o con problemas extradigestivos. Más raramente la causa será de carácter médico.
– Atresia yeyuno-ileal.
hipoplásico.
– Obstrucción funcional. Adinamia congénita.
– Onfalocele.
– Extrofia vesical.
– Hernia diafragmática.
En los siguientes grupos de edad las frecuencias de aparición las podemos dividir en: comunes,
poco frecuentes e infrecuentes.
2.1. Comunes
– Gastroenteritis aguda.
– Síndromes virales.
– Invaginación.
– Anomalías intestinales.
– Hernias inguinales.
2.3. Infrecuentes
– Apendicitis. Vólvulo.
– Tumores.
– Intoxicaciones.
– Deficiencia de disacaridasas.
3.1. Comunes
– Gastroenteritis aguda.
– Infección urinaria.
– Traumatismos.
– Apendicitis.
– Neumonía y asma.
– Infecciones virales.
– Estreñimiento.
– Divertículo de Meckel.
– Púrpura de Schönlein-Henoch.
– Fibrosis quística.
– Invaginación.
– Síndrome nefrótico.
3.3. Infrecuentes
– Hernia incarcerada.
– Neoplasias.
– Síndrome hemolítico-urémico.
– Fiebre reumática.
– Hepatitis.
– Quiste de colédoco.
– Anemia hemolítica.
– Diabetes mellitus.
– Porfirias.
4.1. Comunes
– Gastroenteritis aguda.
– Traumatismos.
– Apendicitis.
– Infección urinaria.
– Enfermedad inflamatoria pélvica.
– Estreñimiento.
– Infecciones víricas.
– Ulcera péptica.
– Colecistitis. Pancreatitis.
– Diabetes mellitus.
– Dolor intermenstrual.
4.3. Infrecuentes
– Fiebre reumática.
– Cálculos renales.
– Tumores.
– Torsión testicular.
– Torsión ovárica.
DIAGNÓSTICO
Historia clínica
Debe ser lo más detallada posible, siendo importante determinar factores que lo agravan o que lo
alivian, episodios previos e historia familiar de DAA, sobre todo en los de origen quirúrgico:
• Síntomas asociados:
Digestivos:
- Vómitos: orientan más hacia una patología quirúrgica, sobre todo si son persistentes, biliosos
quirúrgica.
Extradigestivos:
lóbulos inferiores.
Exploración abdominal
• Palpación: deberá ser suave, observar expresión del niño, buscar rigidez y masas. Localizar zona
Abdomen agudo en el niño 3 de máximo dolor. Explorar Blumberg y punto de Mac Burney palpar
región inguinal y testículos.
Siempre hay que orientarlas en función del diagnóstico de sospecha: hematimetría, electrolitos,
urea, creatinina, PCR, transaminasas, amilasa, análisis de orina.
imagen de elección ya que se puede practicar con éxito diagnóstico, tanto en situaciones críticas,
como pueden ser la invaginación intestinal, como en situaciones menos críticas; por lo tanto esta
técnica es, dada su inocuidad y accesibilidad, una exploración de primera línea a realizar en un
paciente que se sospeche patología abdominal. Otra técnica a tener en cuenta es la TAC
abdominal en situaciones de difícil diagnóstico en las cuales incluso podría estar indicada la
realización de RNM. La endoscopia digestiva tanto alta como baja puede estar indicada en
aquellos casos en los que se necesite una visualización directa de las lesiones.
No se debe olvidar la posibilidad de realizar radiografía de tórax en los casos en los que el DAA
pueda estar originado de forma refleja, por procesos respiratorios basales.
TRATAMIENTO
Un tema controvertido gira alrededor del empleo de analgesia en el abdomen agudo. Dado que los
médicos tenemos el deber humanitario de aliviar el dolor, basándonos en la evidencia actual,
deberíamos suministrar analgesia a estos pacientes con DAA. Es habitual en la práctica ver como
estos pacientes con DAA deben esperar largo tiempo sin alivio mientras se establece un plan
terapéutico. La evidencia encontrada inclina la balanza hacia proporcionar analgesia desde el inicio
del proceso diagnóstico.
ILEO MECONIAL
El íleo meconial es la obstrucción del íleon terminal por meconio anormalmente denso y
adherente; afecta a menudo a los recién nacidos con fibrosis quística. El íleo meconial es
responsable de hasta el 33% de las obstrucciones de intestino delgado en el período neonatal.
Los síntomas son vómitos que pueden ser biliosos, distensión abdominal y falta de eliminación de
meconio en los primeros días de vida. El diagnóstico se basa en la presentación clínica y las
radiografías. El tratamiento consiste en enemas con contraste diluido bajo control radioscópico y
cirugía si fracasan los enemas.
ETIOPATOGENIA (CAUSAS)
El íleo meconial con más frecuencia es una manifestación temprana de fibrosis quística, que causa
que las secreciones digestivas sean sumamente viscosas y adherentes a la mucosa intestinal y
causan una obstrucción del intestino delgado. El íleo meconial es la manifestación clínica de
presentación de la fibrosis quística en el 10-20% de los casos. Entre el 80 y el 90% de los lactantes
con íleo meconial tienen fibrosis quística.
Alrededor del 50% de los casos se complican por malrotación, atresia o perforación intestinal. Las
asas distendidas de intestino delgado pueden girar para formar un vólvulo en el útero. Si el
intestino pierde su irrigación y se infarta, puede haber peritonitis meconial estéril. El asa intestinal
infartada puede reabsorberse y dejar una zona o zonas de atresia intestinal. Los recién nacidos con
íleo meconial también presentan mayor riesgo de desarrollar colestasis.
Signos y síntomas
Después del nacimiento, a diferencia de los recién nacidos normales, los lactantes con íleo
meconial no evacuan meconio en las primeras 12 a 24 h. Presentan signos de obstrucción
intestinal, como vómitos que pueden ser biliosos y distensión abdominal. En ocasiones, pueden
palparse las asas distendidas de intestino delgado a través de la pared abdominal, que presentan
una sensación pastosa característica. Puede haber peritonitis meconial con dificultad respiratoria y
ascitis secundaria a perforación.
Diagnóstico
Radiografías simples
La ecografía prenatal permite detectar cambios intrauterinos sugestivos de fibrosis quística e íleo
meconial (p. ej., dilatación intestinal, polihidramnios), pero estos cambios no son específicos.
Tratamiento
En ocasiones cirugía
En los casos no complicados (es decir, sin perforación, vólvulo ni atresia), puede aliviarse la
obstrucción administrando ≥ 1 enema con un medio de contraste radiográfico diluido más N-
acetilcisteína bajo control radioscópico; el material de contraste hipertónico puede causar grandes
pérdidas de agua del tubo digestivo, que requieren rehidratación IV.
La PM puede también ser causada por atresia intestinal yeyuno-ileal, vólvulos, hernias,
bridas peritoneales congénitas, invaginación intestinal, gastroquisis, oclusión vascular
mesentérica, pero su principal causa sigue siendo el íleo meconial