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Bolilla 14 - El Daño Resarcible

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Bolilla 14 - El daño resarcible

Art. 1737.- Concepto de daño. Hay daño cuando se


lesiona un derecho o un interés no reprobado por el
ordenamiento jurídico, que tenga por objeto la
persona, el patrimonio, o un derecho de incidencia
colectiva.

- Es el presupuesto central de la responsabilidad civil, sin


daño no hay reparación; la responsabilidad civil es un
instrumento legal para proteger derechos o intereses
legítimos que han sido lesionados procurando reponer las
cosas al estado anterior al hecho dañino

- Se distingue el daño de la indemnización; el primero es la


lesión a un derecho o interés, patrimonial o no, individual o
colectivo; la segunda es la consecuencia de la lesión
Principios aplicables
1) No hay responsabilidad civil sin daño y no hay daño sin
lesión a un derecho o interés lícito
2) La reparación es plena y comprende las consecuencias
directas e indirectas, salvo ciertos sistemas legales, ej. los
daños en el transporte aéreo o marítimo en donde la
reparación es limitada
3) La indemnización debe cubrir la pérdida patrimonial y
compensar, mediante dinero, la lesión a derechos o
intereses inmateriales
4) El daño sólo puede ser patrimonial o extrapatrimonial,
no hay tercera categoría de daño resarcible
5) El daño puede ser individual o bien afectar a una
comunidad cuando son lesionados bienes de incidencia
colectiva (ej. el medio ambiente, el patrimonio histórico,
cultural o artístico de una ciudad, estado o país)
Teorías sobre el daño jurídico:
- Los autores y la jurisprudencia sostuvieron varias posturas
sobre la naturaleza del daño resarcible, entre ellas:

1) El daño se identifica con el bien lesionado;


2) Es una afectación o lesión a un derecho subjetivo que es
el que cuenta con acción judicial para su tutela;
3) Atiende el efecto o consecuencia de la lesión, si ésta
afecta al patrimonio, habrá daño patrimonial, si se lesionan
bienes espirituales, será moral
4) Comprende la lesión de toda clase de interés: interés
simple, interés legítimo y derecho subjetivo y es resarcible
mientras el interés lesionado no esté reprobado por la ley

- La jurisprudencia se había inclinado por la última postura y


es la que adoptó el CCyC, dando una noción amplia y abierta
de daño que los jueces concretarán en cada caso
Objeto del daño:
- Se trata de los “bienes” => las cosas materiales e
inmateriales que son objeto de derechos

- El CCyC señala que son: 1) la persona; 2) el patrimonio;


3) los bienes colectivos

- Daño colectivo: se lesiona un derecho o interés referido a


un bien de incidencia colectiva
- Debe distinguirse de los derechos homogéneos o
derechos de incidencia colectiva que recaen sobre
derechos individuales homogéneos; en estos casos hay un
único hecho que afecta una gran cantidad de derechos
individuales y en donde el reclamo de un caso individual no
justifica la promoción de una acción. Ej., el reclamo por
una facturación indebida en el servicio de telefonía celular
- Daño colectivo: la característica principal es que afecta a
un bien colectivo que tiene carácter no distributivo, en
donde es imposible dividirlo y concederlo a los
reclamantes; ej. la protección del medio ambiente, la salud
pública, etc.

- Daño individual: es la categoría tradicional en donde un


hecho ilícito o un incumplimiento afecta a una o varias
personas sin consideración a bienes colectivos; ej. Un
automóvil destruido, las lesiones físicas o psíquicas
producidas a una persona, etc..
Daño patrimonial
Art. 1738.- Indemnización. La indemnización
comprende la pérdida o disminución del patrimonio de
la víctima, el lucro cesante en el beneficio económico
esperado de acuerdo a la probabilidad objetiva de su
obtención y la pérdida de chances. Incluye
especialmente las consecuencias de la violación de los
derechos personalísimos de la víctima, de su
integridad personal, su salud psicofísica, sus
afecciones espirituales legítimas y las que resultan de
la interferencia en su proyecto de vida.
- Acción de daños y perjuicios: es la que procura restablecer al
damnificado a su estado anterior al hecho; posee naturaleza
resarcitoria

- Naturaleza jurídica: la indemnización es una obligación


alternativa irregular en donde el acreedor (el damnificado)
tiene derecho a elegir dos formas de reparación: 1) obligación
de dar una suma de dinero; 2) obligación de hacer –retrotraer
las cosas al estado anterior- ; es subsidiaria porque puede
optar primero por la reparación en especie; es accesoria ya
que depende de una obligación previa incumplida (el contrato
inejecutado o el deber de no dañar incumplido)

- La indemnización puede ser 1) judicial (es determinada por


el juez), 2) legal (es fijada por ley, ej. A.R.T., 3) convencional
(las partes la fijan previamente, ej. cláusula penal)
Rubros del Daño patrimonial
- Daño emergente: menoscabo, pérdida, detrimento o
empobrecimiento en el patrimonio por la destrucción,
desaparición o inutilización de un bien económico material
o inmaterial producido por el hecho dañino

- Lucro cesante: ganancia frustrada o pérdida de


enriquecimiento lícito razonablemente previsible o
esperado, según el curso natural y ordinario de las cosas,
causado por el hecho

- Pérdida de la chance: es la privación de la oportunidad de


obtener lucros o ganancias; no se indemniza el lucro o
ganancia sino la probabilidad perdida de obtenerlos.
- Se prevé que los daños a la persona puedan comprender
tanto daños patrimoniales como extrapatrimoniales

- Se consideran como daños extrapatrimoniales: la


afectación a los derechos personalísimos (el nombre, la
identidad, el honor, la intimidad, la libertad, la dignidad
humana, etc.); la integridad corporal y salud psicofísica, la
destrucción del proyecto de vida personal

- Se procura tutelar con la mayor amplitud los derechos de


la persona, a la que se considera inviolable y como eje y
centro de todo el sistema jurídico, a quien están
subordinados los demás derechos
Requisitos del daño resarcible
Art. 1739.- Requisitos. Para la procedencia de la
indemnización debe existir un perjuicio directo o
indirecto, actual o futuro, cierto y subsistente. La
pérdida de chance es indemnizable en la medida en
que su contingencia sea razonable y guarde una
adecuada relación de causalidad con el hecho
generador.

- Daño cierto e incierto o eventual: es cierto cuando es real


y efectivo, caso contrario es eventual; no importa si no es
líquido, puede tratarse de un perjuicio ilíquido (ej. un
accidente de tránsito)
- Daño actual y futuro: actual es el que ya se produjo;
futuro, el que aún no se verifica en el presente pero
ocurrirá indefectiblemente (ej. cirugías posteriores)
- Daño directo e indirecto: es directo el que afecta al
patrimonio o la persona del damnificado; es indirecto
cuando, por la lesión a los bienes o intereses de una
persona, otra también sufre daños en sus bienes o
derechos (ej. los padres de un menor damnificado)

- Daño subsistente y daño cubierto o enjugado: subsiste


siempre que el autor o responsable no haya reparado todo
el daño causado; si la víctima o un tercero eliminaron las
consecuencias dañosas, igualmente hay daño subsistente
porque el verdadero autor o responsable no indemnizó

- Pérdida de la chance: no se indemniza la ganancia


frustrada sino la oportunidad de haberla obtenido, por lo
que se evaluará cuáles eran las probabilidades de
obtenerla según una ponderación del curso de los hechos
- La probabilidad de obtener una ganancia siempre es
inferior a la ganancia misma y suele fijarse en un
porcentaje, según el caso de que se trate; se ponderan
estadísticas, se evalúan las circunstancias del caso y se
estudia las condiciones personales de los involucrados

- La determinación final de la chance queda a cargo del


juez, quien únicamente está limitado a no fijar una
probabilidad arbitraria que admita un perjuicio totalmente
cierto o la admisión de una hipótesis meramente conjetural

- Casos: la pérdida de un premio por un caballo que antes


de la carrera sufrió un accidente; la frustración de una
carrera exitosa de un deportista o bailarín que sufre un
accidente; la imposibilidad de acceder al crédito formal a
causa de haber sido indebidamente informado en el
“Veraz”; daño de los padres por la muerte del hijo menor
Daño moral o indemnización de consecuencias no
patrimoniales
Art. 1741.- Indemnización de las consecuencias no
patrimoniales. Está legitimado para reclamar la
indemnización de las consecuencias no patrimoniales el
damnificado directo. Si del hecho resulta su muerte o sufre
gran discapacidad también tienen legitimación a título
personal, según las circunstancias, los ascendientes, los
descendientes, el cónyuge y quienes convivían con aquél
recibiendo trato familiar ostensible.
La acción sólo se transmite a los sucesores universales del
legitimado si es interpuesta por éste.
El monto de la indemnización debe fijarse ponderando las
satisfacciones sustitutivas y compensatorias que pueden
procurar las sumas reconocidas.
Posturas sobre Daño moral
- Los autores y la jurisprudencia han discrepado sobre la
naturaleza del daño moral, a saber:

- Para algunos, es una lesión a los derechos e intereses


lícitos no reprobados por la ley, que repercute en la esfera
extrapatrimonial de una persona y afecta sus bienes e
intereses espirituales, psíquicos y morales

- Otros sostiene que es una modificación disvaliosa del


espíritu en la capacidad de querer o sentir, que se traduce en
un modo de ser o estar de la persona, diferente y peor, como
consecuencia de un hecho

- Otra postura dice que es una lesión en los sentimientos que


genera dolor, inquietud o agravio a las afecciones legítimas,
dando lugar a padecimientos imposibles de ser apreciados
pecuniariamente
Daño moral y daño a la persona
- El actual CCyC cambió la denominación de “moral” a
“consecuencias no patrimoniales indemnizables”

- Según se trate el área vital, psíquica o espiritual afectada,


se señalan distintas clases de “daños” morales => daño
psíquico, daño a la salud, daño a la juventud, daño sexual,
daño estético, daño al honor, daño a la intimidad, daño
biológico, daño a la vida de relación

- Sin perjuicio de su autonomía conceptual, quedan


comprendidos en cualquiera de las dos únicas categorías
de daños (patrimoniales o extrapatrimoniales)

- Daño al proyecto de vida: está previsto en el art. 1738


CCyC como categoría separada, pero también puede
afectar bienes o intereses patrimoniales y no patrimoniales
Daño patrimonial y extrapatrimonial como
únicas categorías del perjuicio
- El perjuicio sólo puede incidir en el patrimonio de una
persona o bien en su esfera íntima y subjetiva

- No hay terceras categorías del daño, por lo que según


sea la clase de perjuicio irrogado comprenderá una u
otra esfera, patrimonial o extrapatrimonial

- Ejemplo: el daño a la salud o el daño psíquico, que son


conceptos autónomos, pero el damnificado podrá
reclamar la reparación patrimonial (ej. gastos de
tratamiento, prótesis, internación, honorarios, etc.) y
también la extrapatrimonial, por el dolor, depresión,
aflicción, etc.
Daño moral extracontractual y contractual
- En su origen, el anterior CC derogado preveía
únicamente el daño moral por hechos ilícitos, pero con
posterioridad admitió la categoría de daño moral
contractual, facultando al juez a indemnizarlo, sujeto a la
prueba de su acaecimiento

- En el actual CCyC, la unificación de ambas órbitas no


deja lugar a dudas que el art. 1741 comprende tanto el
daño moral contractual como extracontractual en razón de
que lo que cuenta es la lesión a la persona y a sus bienes
o intereses espirituales, sin importar la fuente del hecho
lesivo (el incumplimiento de un contrato o la comisión de
un hecho ilícito)
Teorías sobre el daño moral

Teoría punitiva o sancionatoria


- El daño moral no es una reparación, sino un castigo, por
ello debe enfocarse en el autor, no en la víctima;
- También es una pena o sanción para prevenir la
provocación futura de agravios;
- Es imposible o muy difícil buscar un equivalente en dinero
de la intensidad o naturaleza de un sufrimiento;
- Además, es inmoral plantear la compensación o
reparación de un dolor mediante una indemnización;
- Tal reparación significaría “ponerle precio a las lágrimas”;
- El dolor y el sufrimiento por los hechos de la vida, aunque
no sean buscados ni queridos, son una forma de alcanzar
fortaleza y madurez espiritual
Teoría de la reparación o compensación
- La afección a un bien espiritual sí es susceptible de ser
apreciado en dinero, aunque tal apreciación monetaria
ofrezca algunas dificultades
- El dinero es medida de todas las cosas en la sociedad y
su uso y destino quedan en el ámbito de la conciencia
individual de cada sujeto
- La índole de los bienes o intereses dañados (vida, salud,
intimidad, juventud, placer, etc.) impide muchas veces que
puedan ser restituidos al estado anterior
- Por ello el otorgamiento de una suma de dinero puede
ser en la mayoría de las veces, la única forma de
aproximarse a “hacer Justicia” en este mundo
- El dinero cumple la función de brindar a la víctima otros
placeres legítimos cuyo goce pueda compensar, siquiera
en parte, el sufrimiento padecido
Criterio del CCyC:
Art. 1741: ….. El monto de la indemnización debe
fijarse ponderando las satisfacciones sustitutivas y
compensatorias que pueden procurar las sumas
reconocidas.

- Se pronuncia claramente por la teoría de la reparación o


compensación

- Es imposible establecer una correspondencia exacta


entre el daño real y la indemnización, que a veces ocurre
hasta con los daños patrimoniales, pero bastará que los
jueces, apreciando la índole del hecho dañino, las
condiciones personales del autor, las de la víctima y las
demás circunstancias del caso, establezcan una suma
aproximada y razonable que mitigue el dolor sufrido
Sujetos legitimados para reclamar el daño moral:
- El damnificado directo: la persona que sufrió el daño en
calidad de víctima inmediata del suceso
- Es irrelevante si la víctima poseía discernimiento ya que
daño moral no se identifica con “dolor” o “vivencia psíquica
o emocional de sufrimiento”; se lesiona a la persona y sus
derechos subjetivos, por lo cual es resarcible ese agravio
- Por excepción se admite la indemnización para
damnificados indirectos: 1) muerte ; 2) incapacidad
psicofìsica severa (75% o más)
- Damnificados indirectos: son personas ajenas a la víctima
inmediata en quienes repercute la lesión inferida
- Orden: ascendientes; descendientes, cónyuge,
conviviente (concubino, hermanos, hijos de otro
matrimonio)
- El caso de la concubina viuda: como el CC decía
“cónyuge” la jurisprudencia era reacia a otorgar daño moral
a la concubina viuda; al principio exigía que al menos el
difunto se hubiera divorciado; luego que hubiera estado
separado de hecho; luego que hubiera, a su vez, formado
una nueva familia; finalmente fue admitiendo con mayor
amplitud y al último admitió concubinos de uno u otro sexo

- La “gran incapacidad” surgió por un caso de un accidente


que sufrió un niño de corta edad que, por haber fallado la
anestesia en una operación quedó en estado vegetativo;
se le negaba a los padres daño moral ya que el antiguo art.
1078 CC exigía la muerte, no bastando lesiones, por
graves que fueran; finalmente la Suprema Corte de Bs. As.
declaró de oficio inconstitucional ese límite y autorizó la
reparación adicional a los padres, aún cuando no hubiera
fallecido el hijo, siempre que hubiera sufrido una gran
incapacidad
Transmisibilidad del daño moral:
- En principio sólo el legitimado directo puede ejercer la
acción de daños y perjuicios por daño moral

- En el caso de muerte, los legitimados son los parientes


designados en el art. 1741, pero su daño es “iure proprium”
y no “iure hereditatis”

- En caso de lesiones u ofensas dirigidas a la víctima, sólo


ésta puede accionar y si luego fallece, la pretensión pasa a
sus herederos; si no la promovió en vida, éstos no pueden
iniciarla después de muerta la víctima
El daño moral y las personas jurídicas
- Se ha planteado que las personas jurídicas (una
empresa, una fundación, el Estado nacional, provincial o
municipal) pueden ser víctimas de agravios u ofensas que
les genere daño moral

- Ejemplos: afecciones al honor, al nombre, a la intimidad,


a la libertad de acción

- Para la mayor parte de la doctrina es inaceptable ya que


tales ofensas u agravios, o bien carecen de la connotación
que tienen en las personas naturales, o bien, poseen
contenido estrictamente económico o patrimonial

- El actual CCyC no se ha pronunciado expresamente


Supuestos que generan daño moral por ilícitos
- Muerte y lesiones en el organismo o sus funciones en
general, cualquiera fuera el modo que se ocasionaron
- Privación de la libertad
- Abusos sexuales
- Calumnias e injurias, cualquiera sea el medio u ocasión
en que fueron vertidos
- El robo, hurto o destrucción de bienes materiales no
genera daño moral, salvo, p. ej., muerte de mascotas
- Uso indebido del nombre
- Violación de la intimidad o de la imagen
- Falta de reconocimiento de un progenitor a un hijo
- Divorcio, nulidad matrimonial o bigamia (se discute aún si
puede invocarse, ej. actual art. 441 CCyC)
- Oposición infundada a la celebración matrimonial
Supuestos de daño moral por incumplimientos
contractuales
- Imposibilidad de vivir en la casa comprada, como
consecuencia de incumplimiento del vendedor
- Automóvil vendido con vicios o deficiencias o cuando el
vendedor no inscribió la transferencia en el Reg. del Aut.
- En un consorcio, roturas en la mampostería y filtraciones
de agua procedentes del departamento superior
- Incumplimientos de las agencias de viaje por falta de
reservas en los hoteles, pérdidas de conexiones de vuelos
por programación inadecuada del circuito de viaje, servicios
o excursiones no prestadas, pérdida de fotografías o videos
de la luna de miel, etc.
- Retraso o reprogramación de vuelos por demoras o por
estar sobrevendida la totalidad de asientos del avión
(“overbooking”)
Daño compensatorio y daño moratorio

Art. 1747.- Acumulabilidad del daño moratorio. El


resarcimiento del daño moratorio es acumulable al del
daño compensatorio o al valor de la prestación y, en su
caso, a la cláusula penal compensatoria, sin perjuicio
de la facultad morigeradora del juez cuando esa
acumulación resulte abusiva.

- Los autores están divididos cuando hay incumplimiento;


1) la prestación originaria se convierte en dinero y es
independiente de otros daños que puedan originarse; 2) la
acción por cumplimiento y la acción por daños es única y
depende de la conducta del deudor
- El CCyC admite la reparación plena del daño
compensatorio, que es el que deriva del incumplimiento
total y definitivo y comprende el valor de la prestación
frustrada expresada en dinero, más otros daños derivados
del incumplimiento

- A su vez autoriza a acumular al daño compensatorio, el


daño moratorio, que es el que se origina por el retardo o
incumplimiento parcial o tardío del deudor;

- En todos los casos, a pedido del interesado, si la


reparación resultante fuera abusiva, el juez la puede
morigerar prudencialmente
Prueba del daño
Art. 1744.- Prueba del daño. El daño debe ser
acreditado por quien lo invoca, excepto que la ley lo
impute o presuma, o que surja notorio de los propios
hechos.

- “Onus probandi” => “carga de la prueba”: el daño debe


ser probado por el que alega que lo ha sufrido

- La cuestión de la carga de la prueba del daño toca


normas y principios del Derecho Procesal que establece
cuáles son los medios de prueba de que puede valerse el
damnificado: testigos, pericias, confesión judicial, etc.
- La víctima debe probar la existencia del daño y la relación
de causalidad (los hechos y circunstancias que causaron el
daño)

- Hay daños que la ley presume que existen mediante la


sola prueba de un hecho o circunstancia determinado. Una
presunción es un juicio categórico que afirma o establece
una conclusión sin necesidad de prueba.

- Hay presunciones que admiten prueba en contrario (“iuris


tantum”) y otras que no (“iuris et de iure”). Ej. de la primera:
los daños en la carrocería trasera de un vehículo hacen
presumir que fue embestido; de la segunda: un daño
provocado por un menor de 9 años de edad fue causado
sin discernimiento
- No precisan prueba los daños notorios, que son los que
surgen por sí mismos: la muerte de una persona general
daño moral “in re ipsa” en los familiares más cercanos

- Hay daños que la ley establece que deben considerarse


acreditados: ej., la muerte genera inmediatamente gastos
funerarios; las lesiones generan inmediatamente gastos
médicos, etc.

- En materia de daño contractual, si la obligación es de


resultado (el deudor compromete una obra o fin
determinado) sólo puede eximirse probando caso fortuito o
fuerza mayor; si la obligación es de medios (el deudor sólo
compromete hacer lo mejor posible para dar una
satisfacción al acreedor sin garantizar un resultado), puede
eximirse probando que obró con diligencia
La reparación del daño
- La provocación de un daño injusto, sea por un
incumplimiento contractual, sea por la violación al deber
de no dañar a otro, genera la responsabilidad del autor o
autores y el derecho del damnificado a ser resarcido

- La reparación es el cumplimiento de la obligación de


reparar el daño causado

- Reparar el daño causado es restablecer el equilibrio


preexistente que había sido alterado por el evento
dañino, con base en la Equidad y la Justicia que
mandan dar a cada uno lo suyo
Art. 1740.- Reparación plena. La reparación del daño
debe ser plena. Consiste en la restitución de la
situación del damnificado al estado anterior al hecho
dañoso, sea por el pago en dinero o en especie.

- El CCyC adopta expresamente el principio de la


reparación plena señalando que puede ser en dinero o
en especie, es decir, imponiendo al responsable el deber
de retrotraer las cosas al estado anterior al perjuicio

- Sería una obligación alternativa irregular ya que la


elección recae en el acreedor (el damnificado) quien
puede optar por reclamar al responsable una
indemnización en dinero (obligación de dar) o la
reparación en especie (obligación de hacer)
- El principio básico es que cuando una persona ha
sufrido un daño, tiene derecho a una reparación plena

- El concepto de “plena” no significa que la reparación


deba alcanzar “todo” el daño materialmente ocasionado,
sino únicamente el que normalmente es inmediato o
previsible

- La “plenitud” de la reparación implica: a) el daño se fija


al momento de la decisión, b) la indemnización no debe
ser inferior al perjuicio; c) la determinación debe hacerse
en concreto; d) la reparación no debe ser superior al
daño sufrido
Valuación del daño

Daños por fallecimiento

Art. 1745.- Indemnización por fallecimiento. En caso de


muerte, la indemnización debe consistir en:

a) los gastos necesarios para asistencia y posterior


funeral de la víctima. El derecho a repetirlos incumbe a
quien los paga, aunque sea en razón de una obligación
legal;

(…)
(…)
b) lo necesario para alimentos del cónyuge, del
conviviente, de los hijos menores de veintiún años
de edad con derecho alimentario, de los hijos
incapaces o con capacidad restringida, aunque no
hayan sido declarados tales judicialmente; esta
indemnización procede aun cuando otra persona
deba prestar alimentos al damnificado indirecto; el
juez, para fijar la reparación, debe tener en cuenta el
tiempo probable de vida de la víctima, sus
condiciones personales y las de los reclamantes;

c) la pérdida de chance de ayuda futura como


consecuencia de la muerte de los hijos; este
derecho también compete a quien tenga la guarda
del menor fallecido.
¿Tiene valor económico la vida humana?
- La muerte es un hecho inevitable de la naturaleza humana,
la muerte le ocurre a la vida; la inmortalidad es un atributo
exclusivo de los dioses o de Dios
- Corresponde a la Filosofía el desarrollo y reflexión del
concepto de vida; desde el punto de vista del Derecho, la vida
no es un derecho más, sino el asiento de todos los derechos
del hombre
- Lo que indemniza el rubro “daño al proyecto de vida” (art.
1738 in fine) es el impacto económico que la muerte de una
persona ocasiona en los damnificados indirectos
- La vida humana en sí misma carece de valor económico; el
monto concedido a los familiares legitimados es el daño propio
de ellos, ocasionado a raíz de la muerte de una persona; es la
pérdida que sufren los que eran destinatarios de la actividad
económica de una persona que falleció.
Rubros o gastos resarcibles a causa de muerte:
- Gastos médicos o de internación previos
- Gastos de funeral, según las costumbres
- Alimentos del cónyuge o del conviviente
- Alimentos de los hijos hasta los 21 años; o más si son
incapaces
- Los hijos mayores o los ascendientes del difunto deberán
probar el perjuicio sufrido
- El juez tiene atribuciones para fijar en forma discrecional o
estimativa el monto, sin necesidad de aplicar fórmulas
aritméticas, bastando que tenga en cuenta las condiciones del
difunto y las de sus deudos
- Si el fallecido es un hijo menor, el daño comprende un típico
caso de pérdida de chance representada por los beneficios
futuros que los padres habrían podido obtener en la
ancianidad, de estar vivo su hijo
Daños resarcibles por lesiones:
Art. 1746.- Indemnización por lesiones o incapacidad
física o psíquica. En caso de lesiones o incapacidad
permanente, física o psíquica, total o parcial, la
indemnización debe ser evaluada mediante la
determinación de un capital, de tal modo que sus rentas
cubran la disminución de la aptitud del damnificado para
realizar actividades productivas o económicamente
valorables, y que se agote al término del plazo en que
razonablemente pudo continuar realizando tales
actividades.
(…)
(…)

Se presumen los gastos médicos, farmacéuticos y


por transporte que resultan razonables en función
de la índole de las lesiones o la incapacidad.
En el supuesto de incapacidad permanente se debe
indemnizar el daño aunque el damnificado continúe
ejerciendo una tarea remunerada.
Esta indemnización procede aun cuando otra
persona deba prestar alimentos al damnificado.
Indemnización por lesiones o incapacidad
sobreviniente
- El bien jurídico lesionado es la integridad física que tiene
valor económico en sí misma y su aptitud para generar
ganancias; se denomina también incapacidad psicofísica,
daño a la integridad corporal, daño a la salud, etc.

- No sólo se indemnizan las ganancias que se dejan de


percibir por las lesiones, sino también la repercusión negativa
sobre la salud y su significado personal y social

- Diferencia con el lucro cesante: la incapacidad sobreviniente


es la secuela permanente en la salud; si las secuelas son
transitorias, la reparación únicamente comprende las pérdidas
ocurridas durante el tratamiento a título de lucro cesante
Rubros que comprende la incapacidad
sobreviniente
- 1) Capacidad productiva o laboral: es la pérdida de
ingresos a causa de las lesiones; generalmente se fijan
mediante escalas de porcentajes a través de peritos

- 2) Potencialidad genérica futura: es la aptitud potencial


para producir bienes o ingresos, fuera de la capacidad
laboral; es un daño que se presume que toda persona
puede sufrir

- 3) Daño a la vida de relación: es el daño a la integridad


física y psíquica en sí misma, en tanto permite a la persona
relacionarse en su medio familiar y social, más allá de que
realice o no una actividad productiva
Modos de calcular la incapacidad sobreviniente
- 1) Un criterio antiguo, pero vigente, deja sujeto a la
apreciación discrecional del Juez la determinación del
monto a indemnizar para lo cual tendrá en cuenta las
circunstancias personales de la víctima, la gravedad de las
secuelas, sus actividades laborales, familiares y sociales,
sin que haya que atarse estrictamente a cálculos
aritméticos rígidos y cerrados

- 2) El segundo criterio, que ahora adopta el CCyC, sujeta


el monto a un cálculo aritmético para lo cual se fija la
indemnización como si ésta fuera una renta o fondo que le
suministre al damnificado los ingresos de que se vio
privado a causa de la lesión; ello se alcanza mediante
escalas periciales y fórmulas aritméticas estandarizadas
Ejemplos de fórmulas por lesiones

1º):
A * N1 * (%) = I

A = ingreso
N1= período a calcular
% = grado de discapacidad
I = indemnización a cobrar

N1 => ingreso mensual multiplicado por 13 (doce sueldos y


un aguinaldo)

Objeción => no toma en cuenta la depreciación ni el hecho


de percibir en una sola oportunidad ingresos que se
perciben durante años
2º)

A * N1 * Y * (%) = I

A = ingreso
N1 = período a calcular
Y = factor o variable aritmético
% = grado de discapacidad
I = Indemnización

Y = cifra estándar fijada en publicaciones oficiales, que


varía según la cantidad de años a indemnizar

Es la fórmula más usual porque introduce el factor o


variable aritmético que da como resultado una suma que,
colocada a plazo fijo en un banco, genera una renta
equivalente a los ingresos perdidos o frustrados
Responsabilidad directa
Art. 1749.- Sujetos responsables. Es responsable
directo quien incumple una obligación u ocasiona un
daño injustificado por acción u omisión.

- Desde el punto de la autoría, puede haber dos formas


de responder, por el hecho propio o por el hecho de un
tercero (un dependiente, un hijo menor)
- La responsabilidad directa ocurre cuando se atribuye a
una persona la responsabilidad el daño causado por ella
misma
- La responsabilidad indirecta o refleja implica un
desdoblamiento ya que una persona responde por el
daño causado por otra; esta noción también se aplica
respecto en los daños causados por las cosas o por el
riesgo o vicio de las cosas o de ciertas actividades
- La responsabilidad directa en materia obligacional ocurre
cuando el deudor incumple absoluta o parcialmente la
obligación asumida; si el incumplimiento hubiera sido por
el hecho o abstención de un auxiliar se equipara a su
propio obrar en virtud del principio de equiparación (art.
732 => “el incumplimiento de las personas de las que el
deudor se sirve para la ejecución de la obligación, se
equipara al derivado del hecho propio del obligado”)

- En materia extracontractual, la responsabilidad directa es


la de aquella persona que, por acción u omisión, y por sí
misma, causa a otro un perjuicio no justificado y no hay
otro sujeto al que la ley, por cualquier factor o fundamento,
imponga el deber de responder por ese daño
- El factor de atribución en la responsabilidad directa
puede ser subjetiva u objetiva

- Es subjetiva cuando se funda en la culpa del autor del


hecho y del daño; ej.: en el incumplimiento en las
obligaciones de medios, por encubrimiento (art. 1752); por
acusación calumniosa (art. 1771); de los administradores
de las personas jurídicas; del transportista por pérdida de
equipaje frente al pasajero (art. 1294); del gestor de
negocios (art. 1786); por dolo, violencia, simulación o
fraude en los actos jurídicos en general, etc.

- Es objetiva cuando no se basa en la culpa, ej:,


responsabilidad por daños involuntarios (art. 1750); por
obligaciones de resultado; por hechos del hotelero (art.
1369); o del titular de un establecimiento educativo (art.
1767), etc.
Responsabilidad por actos involuntarios
Art. 1750.- Daños causados por actos involuntarios.
El autor de un daño causado por un acto
involuntario responde por razones de equidad. Se
aplica lo dispuesto en el artículo 1742.
El acto realizado por quien sufre fuerza irresistible
no genera responsabilidad para su autor, sin
perjuicio de la que corresponde a título personal a
quien ejerce esa fuerza.

- Acto involuntario es el llevado a cabo por una persona


sin discernimiento, intención o libertad, sea que se trate
de una condición permanente o transitoria

-No rige en tales casos el principio de reparación plena


sino que el autor sólo responderá ante la víctima “por
razones de equidad”
- En el CC de Vélez, los daños causados por actos
involuntarios sólo engendraban el deber de responder por
enriquecimiento sin causa y sólo en la medida de tal
enriquecimiento; la ley 17711 amplió sensiblemente el
campo de aplicación facultando a los jueces a indemnizar,
además, cuando mediasen “razones de equidad” teniendo
en cuenta el patrimonio del autor y la situación de la
víctima
- En el actual CCyC, además de responder el autor de
daños por actos involuntarios por razones de equidad, se
otorga a los jueces la facultad del art. 1742 de atenuar la
responsabilidad según el patrimonio del autor, la situación
de la víctima y las circunstancias del hecho
- La equidad funciona en estos casos como factor
(objetivo) de responsabilidad y a la vez elemento atenuante
del eventual deber de responder
Caso de varios autores
Art.1751.- Pluralidad de responsables. Si varias
personas participan en la producción del daño que
tiene una causa única, se aplican las reglas de las
obligaciones solidarias. Si la pluralidad deriva de
causas distintas, se aplican las reglas de las
obligaciones concurrentes.

- Se distinguen los efectos del hecho dañino cometido


por varias personas según si la causa de tal hecho es
única o si hay varias causas; en el primer caso la
responsabilidad de los autores es solidaria, en el
segundo, concurrente
Responsabilidad del encubridor
Art. 1752.- Encubrimiento. El encubridor responde
en cuanto su cooperación ha causado daño.

- El encubridor no ocasiona directamente ni lleva a cabo


el hecho dañino, pero facilita su consumación o la
impunidad del autor material del ilícito

- No responde por el daño causado, pero sí por las


consecuencias que deriven de su propio accionar, lo que
será apreciado en cada caso en concreto por el juez
Responsabilidad por el hecho de terceros
Art. 1753.- Responsabilidad del principal por el
hecho del dependiente. El principal responde
objetivamente por los daños que causen los que
están bajo su dependencia, o las personas de las
cuales se sirve para el cumplimiento de sus
obligaciones, cuando el hecho dañoso acaece en
ejercicio o con ocasión de las funciones
encomendadas.
La falta de discernimiento del dependiente no
excusa al principal. La responsabilidad del principal
es concurrente con la del dependiente.
- Se regulan los casos de responsabilidad refleja,
cuando una persona es responsable civil por el daño
causado por otra, y media entre ambas una relación de
principal a dependiente

- Hay dependencia como fuente de responsabilidad


cuando alguien comete un daño en situación de
subordinación o bajo las órdenes o autoridad de otra
persona

- Pese a que el autor del daño es una persona


determinada, quien responde frente a la víctima es otra,
el principal, en las condiciones establecidas en la ley
Teorías que fundan el deber del principal

Teorías subjetivas

- “Culpa in eligendo”: es una de las posturas clásicas según


la cual el principal responde por haber elegido mal a un
dependiente para cumplir una tarea de la que se sirve
- “Culpa in vigilando”: es la otra teoría clásica que sostiene
que el principal responde por no haber vigilado bien o de
cerca a su personal, que de lo contrario, no habría
cometido el ilícito
- Presunción legal de culpa: Si el ordenamiento jurídico
autoriza a alguien a servirse de otras personas para el
logro de sus fines, debe elegirlas bien y vigilarlas
estrechamente de modo de cumplir las funciones, por lo
que, cuando suceden daños, se presume que la falla está
en el primero y debe responder
Teorías objetivas
- Teoría de la representación en la acción: el principal
responde porque el dependiente es su representante, no de
un acto jurídico, sino del accionar del primero; se objeta que
no hay representación cuando el subordinado comete
delitos
- Teoría del riesgo: si alguien buscó a otra persona para
fines de su conveniencia, debe asumir los riesgos de los
actos dañosos de la persona elegida (“ubi emolumentum, ibi
onus” = quien goza del lucro, soporta la carga)
- Teoría de la obligación legal de garantía: la ley convierte al
principal en garante de la actividad de los dependientes
frente a terceros, que quedarían sin reparación ante daños
causados por sujetos generalmente insolventes; la mayor
parte de la doctrina sigue esta postura y el CCyC establece
que el principal responde “objetivamente”
Requisitos de la responsabilidad refleja
- Relación de dependencia: consiste en una función que el
dependiente realiza en servicio o utilidad del principal;
además debe haber subordinación del primero al segundo

- Puede ser un contrato laboral formal, o una actuación de


favor o cortesía –cortesía que no implica dejar de acatar
las órdenes del principal-; la función puede ser
remunerada o no, y también puede ser temporal o
permanente

- Puede haber parentesco entre ambos, pero siempre


debe quedar en claro la subordinación de uno hacia el
otro, sus términos y los límites de las funciones a cargo del
dependiente
- Nexo de causalidad entre el acto del dependiente y el
daño ocasionado: El dependiente debe haber causado un
daño a un tercero “en ejercicio u ocasión de sus funciones”

-Hay ejercicio de la función encomendada cuando el


dependiente ejecuta el acto dañoso practicando el encargo
recibido.

-En cuanto al daño causado “con ocasión” de las


funciones, solo comprende aquellos actos ajenos o
extraños a la función, pero que únicamente pudieron ser
llevados a cabo por el dependiente en tal calidad o por
mediar esas funciones, o sea que no habrían podido
realizar, de ninguna manera, de no ser por el desarrollo de
la función.
- Acto ilícito del dependiente: para que nazca el deber de
responder por el accionar del subordinado es preciso que
exista un hecho ilícito de este último.

- No es necesaria la condena del dependiente, y basta con


establecer que este obró un hecho que lo haría
personalmente responsable.

- Tampoco es preciso que el factor de atribución de


responsabilidad respecto del dependiente sea subjetivo
(culpa o dolo), e inclusive podría haber provocado el daño
sin discernimiento, intención o libertad

- La responsabilidad del principal es concurrente con la del


dependiente (art. 850) ya que obedecen a causas distintas;
el principal sólo podrá repetir del dependiente la
indemnización pagada a la víctima según los términos de
la relación entre ambos (art. 851, inc. f)
Responsabilidad de los padres por los hechos de
sus hijos menores
Art. 1754. Hecho de los hijos.- Los padres son
solidariamente responsables por los daños causados
por los hijos que se encuentran bajo su
responsabilidad parental y que habitan con ellos, sin
perjuicio de la responsabilidad personal y concurrente
que pueda caber a los hijos.

- Es otro caso de responsabilidad refleja sujeta a 3


condiciones: minoridad del hijo, sujeción a la
responsabilidad parental (ex “patria potestad”) de alguno de
los padres y convivencia del menor con el responsable
Naturaleza y tipo de la responsabilidad de los padres
- Es una responsabilidad objetiva y solidaria que pesa sobre
ambos padres

- Puede también ser concurrente con la de los hijos cuando


corresponda, y se funda, no tanto en su condición de padres,
sino como una manifestación del conjunto de derechos y
deberes emergentes de la responsabilidad parental

- Al ser objetiva la responsabilidad, queda excluida la


posibilidad de que los progenitores se eximan de tal
responsabilidad acreditando que les ha sido imposible evitar
la producción del daño.

- Asimismo y como principio general los padres, para eximirse


de responder, deben acreditar la causa ajena (art. 1722
CCyC), amén de otras causales específicas.
Presupuestos de la responsabilidad
- Minoridad del hijo: debe tratarse de actos de menores de
18 años, tengan discernimiento o no; los hijos mayores de
esa edad pero que sean incapaces quedan contemplados
en el art. 1756
- Que el hijo esté bajo la responsabilidad parental del
responsable: la responsabilidad parental incumbe
a ambos progenitores, tanto si conviven como cuando
cesa la convivencia o se produce el divorcio, o la nulidad
del matrimonio; la resp. parental cesa en los casos de los
arts. 699 y 700, aunque en algunos de éstos últimos casos
(privación culpable de la resp. parental) a veces subsiste
la responsabilidad civil
- Que el hijo menor conviva con los padres, sin que sea
necesario que en el momento exacto del hecho el hijo esté
conviviendo materialmente en el hogar familiar
Eximentes de la responsabilidad
Art. 1755. Cesación de la responsabilidad paterna.- La
responsabilidad de los padres es objetiva, y cesa si el
hijo menor de edad es puesto bajo la vigilancia de otra
persona, transitoria o permanentemente.
No cesa en el supuesto previsto en el artículo 643.
Los padres no se liberan, aunque el hijo menor de edad
no conviva con ellos, si esta circunstancia deriva de una
causa que les es atribuible.
Los padres no responden por los daños causados por
sus hijos en tareas inherentes al ejercicio de su profesión
o de funciones subordinadas encomendadas por
terceros.
Tampoco responden por el incumplimiento de
obligaciones contractuales válidamente contraídas por
sus hijos
- Puesta del menor bajo la vigilancia de otra persona,
transitoria o permanentemente:

- Para que se eximan los padres, es preciso que se haya


desplazado el deber de contralor sobre el menor hacia otra
persona física o jurídica; dicha transferencia debe ser
legítima, es decir, debe estar destinada a la formación,
educación, rehabilitación o seguridad del menor; además
debe ser transitoria
- La delegación de la custodia no debe ser a persona
subordinada a los padres (ej., institutriz o niñera) ya que en
tal caso subsiste la resp. civil de los padres
- Si los padres delegaron permanente en un pariente la
resp. parental del hijo (art. 643), igualmente subsiste su
resp. civil
- Falta de convivencia del menor con sus progenitores
y la extinción de la responsabilidad parental:

- En principio, siendo que dos presupuestos de la resp. civil


de los padres son la convivencia del menor y el ejercicio de
la resp. parental, la falta de tales recaudos, exime a los
padres del deber de responder

- Pero si la pérdida o privación de la resp. parental están


fundados en una causa atribuible al padre o madre del niño,
subsiste el deber de resarcir el daño ocasionado por este
último; ello en razón de que sería injusto que quien ha
incurrido en las más groseras violaciones a los deberes que
le impone la responsabilidad parental, a punto de haber
sido privado de ella, quede en mejor situación que aquel
que ha cumplido acabadamente con aquellos.
- Ejercicio de tareas inherentes a la profesión o funciones
subordinadas encomendadas por terceros:

- El menor puede celebrar contrato de trabajo u otros


similares con autorización de sus padres
- En tales casos, en los actos vinculados con el trabajo,
profesión o la actividad comercial del menor, es
prácticamente imposible que los padres ejerzan alguna
vigilancia o contralor, y el hijo puede obrar laboral o
profesionalmente aun contra la voluntad paterna (art. 30
CCyC)
- Es por eso que, en estos casos, el menor responde de
manera exclusiva por los hechos dañosos causados en
ejercicio de su trabajo, profesión o comercio.
Responsabilidad de personas delegadas
Art. 1756. Otras personas encargadas.- Los delegados
en el ejercicio de la responsabilidad parental, los
tutores y los curadores son responsables como los
padres por el daño causado por quienes están a su
cargo.
Sin embargo, se liberan si acreditan que les ha sido
imposible evitar el daño; tal imposibilidad no resulta de
la mera circunstancia de haber sucedido el hecho fuera
de su presencia.
El establecimiento que tiene a su cargo personas
internadas responde por la negligencia en el cuidado
de quienes, transitoria o permanentemente, han sido
puestas bajo su vigilancia y control.
- La responsabilidad de los tutores y curadores por el daño
ocasionado por las personas que se encuentren bajo su
cuidado se equipara a la responsabilidad de los padres

- Sin embargo, a diferencia de los padres, quienes tienen


una responsabilidad agravada, los tutores y curadores
pueden eximirse alegando y demostrando que les fue
imposible evitar el daño; por ende, para liberarse deberán
demostrar que ejercieron una razonable vigilancia del
menor o incapaz, y les otorgaron una buena educación

- Se destaca la figura del “delegado de responsabilidad


parental” (art. 643) con igual responsabilidad que los
tutores y curadores
- Los establecimientos que tengan a su cargo personas
internadas responden subjetivamente por el cuidado de las
que, transitoria o permanentemente, se encuentren bajo su
vigilancia y control.

- Si un internado causó daños a terceros, éstos deben


demostrar que la institución obró con negligencia en el
cuidado y control del internado; a su vez, la institución
puede eximirse de responsabilidad acreditando que le fue
imposible evitar el daño

- Si en cambio el daño es sufrido por el internado a causa


de un tercero, la institución responde objetivamente frente
al internado (o sus herederos) por incumplimiento del
deber de seguridad, y solo se exime invocando la ruptura
del nexo causal

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