Sociología-M1 2
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Karl Marx
Uno de los grandes pensadores del siglo XIX y referentes del siglo XX. Su tesis plantea un
sentido objetivista y dicotómico de la sociedad de su tiempo. Considera que existen dos
grandes sectores, llamados clases sociales y que dividen a la sociedad en los poseedores
de los medios de producción (burguesía) y los poseedores de la fuerza de trabajo
(proletarios). Ambos grupos se encuentran en conflicto y, mientras que los primeros
ejercen su poder y control a través de la apropiación de su plusvalía y de alienar a los
trabajadores, estos últimos son capaces de tomar conciencia de su condición (clase para
sí) y transformar su situación de opresión en una lucha por la transformación de las
condiciones injustas provenientes del sistema burgués.
Karl Marx veía el gran crecimiento económico como producto de la Revolución Industrial y
consideraba que, en la sociedad naciente, solamente un reducido número de personas se
beneficiaba de ello. El nuevo orden social que emergía de las profundas transformaciones
provocadas por la Revolución Industrial es el objeto de análisis de Marx. Sin embargo, el
objetivo de este pensador era quebrar este nuevo orden social y reemplazarlo por otro
que, según su visión, era más igualitario.
Según este pensador, el capitalismo tendía a simplificar las contradicciones de clase. La
sociedad se dividía cada vez más en dos grandes campos enemigos: la burguesía y el
proletariado. La idea central era el conflicto social entre estas clases. La burguesía era la
clase de los capitalistas, modernos propietarios de los medios de producción que emplean
a trabajadores asalariados. El proletariado constituía la clase de los trabajadores que,
privados de medios de producción propios, se veían obligados a vender su fuerza de
trabajo para sobrevivir. El objetivo del capitalista, entonces, era obtener beneficios
económicos mediante la venta de productos a bajo costo, mientras que los proletarios
obtenían un salario a cambio de su fuerza de trabajo.
El sistema capitalista, desde la perspectiva de Marx, ha establecido dos clases casi
inconciliables (la burguesía y el proletariado). Mientras los primeros poseen los medios de
producción, los segundos son quienes, a través de su fuerza de trabajo, producen, crean o
transforman la naturaleza en forma de objeto.
El objeto producido tiene un valor de uso, pero, a su vez, tiene un valor de cambio a la
hora de colocarse en el mercado. Es decir que, si queremos vender una botella de agua en
el desierto va a aumentar su valor respecto de si la ofrecemos en un lugar donde existan
muchas variantes de bebidas disponibles, por ejemplo, en una ciudad. El objeto creado
cobra relevancia cuando la ubicamos en un mercado y, en este proceso de
transformación, deja de conocerse como objeto para ser una mercancía.
Aquí el análisis marxista detiene su observación de modo particular y sostiene que, si
vendemos una mercancía, obtenemos un beneficio económico de ella y entendemos que
el verdadero artífice de su producción es el proletario, entonces, el capitalista burgués no
es quien debería percibir un porcentaje adicional porque no ha participado en su
elaboración ni ha utilizado su fuerza de trabajo. En este punto de vista, la porción del valor
del producto vendido que es apropiado por el capitalista y no es pagado a los trabajadores
corresponde a la plusvalía.
La alienación es una experiencia según la cual los hombres, en vez de gobernar sus
propias vidas y sus propios destinos, se sienten gobernados por fuerzas ajenas o extrañas
a ellos. Ellos no pueden controlar estas fuerzas y se encuentran sometidos. Los
trabajadores están alienados, no se ven a sí mismos como hombres libres, sino como una
mercancía más que los capitalistas compran cuando la necesitan y de la que se
desentienden cuando no la necesitan. Para Ritzer (1993) el trabajador industrial está
alienado respecto de:
Su trabajo: la gente trabaja para satisfacer sus necesidades económicas, para realizarse
como personas (desarrollar su potencial y cualidades), pero en la empresa capitalista no
hay lugar para la creatividad, sino que todo está debidamente reglamentado y
supervisado. El hombre es un esclavo de la máquina.
Los productos del trabajo: no le pertenecen al trabajador, sino al capitalista que ha
comprado su tiempo y esfuerzo a cambio de un salario.
Otros trabajadores: el trabajo expresa la naturaleza humana, pero en las sociedades
capitalistas este deja de ser una experiencia de cooperación para convertirse en algo
puramente competitivo.
De sí mismo: el capitalismo transforma una actividad que debería expresar las cualidades
esenciales del hombre en una experiencia tediosa y deshumanizadora.
Conflicto
Los capitalistas quieren maximizar sus beneficios y, para esto, reducen los salarios. Los
trabajadores, en cambio, pretenden que sus salarios sean cada vez más redituables. Pero
como el aumento de salarios implica una reducción de beneficios para los propietarios,
aparece el conflicto de intereses. Este conflicto, según Marx, solo puede superarse si se
reemplaza el sistema capitalista por otro socialista.
Marx considera que una acción revolucionaria de los trabajadores podría destruir el
capitalismo. De acuerdo a su propuesta, después de esta acción revolucionaria y una vez
destruido el capitalismo, devendría un sistema social más humano e igualitario: el
socialismo. De acuerdo a sus ideas, la distribución social de la riqueza no debería ser
igualitaria (en el sentido de que todos los individuos reciban los mismo), sino que se
realizaría un aporte a cada individuo de acuerdo a sus posibilidades para que cada uno
reciba en función de sus necesidades.
Una de las críticas fundamentales a estas ideas es que la desigualdad no solo puede ser
económica (planteada en términos de diferencias de clases), sino que también pueden
marcarse desigualdades de género (entre hombre y mujer) o de etnia (entre razas),
etcétera. Sin embargo, según el argumento de Marx, los conflictos fundamentales son
aquellos que se posicionan en función de la ubicación (de los individuos) en la estructura
económica.
La postura marxista, al destacar las desigualdades y los conflictos sociales, deja de lado el
equilibrio y la paz social. En la medida en que hay intereses políticos, no se considera la
investigación científica. Sin embargo, la respuesta de la sociología marxista es que no se
puede sostener la existencia de una ciencia libre de valores.
Max Weber
El paradigma de Marx se considera como objetivista, Max Weber se inscribe como
subjetivista. Se afirma que, para entender un contexto social, debemos comprender la
perspectiva de los individuos que participan en él. El interés del investigador que se
posiciona en este paradigma no está en analizar la realidad o el modo en que la sociedad
condiciona al individuo, sino en el individuo como actor, en los motivos e intenciones que
le llevan a actuar y el sentido que atribuyen a su acción. La sociedad está configurada a
partir de las acciones de los individuos.
Para Weber las creencias podían transformar la sociedad. Así, la sociedad moderna (es
decir, el capitalismo) no es el resultado de cambios tecnológicos, sino de un nuevo modo
de pensar.
Weber, a las sociedades, prefería distinguirlas a partir de las visiones del mundo que
poseían sus miembros. La Revolución Industrial y el surgimiento del capitalismo
significaron el triunfo de la racionalización. Así, habló de la racionalización del mundo
para describir la transición histórica de la tradición a la racionalidad como modelo
dominante de pensamiento.
¿Cómo surgió el capitalismo? según Weber, surgió en un determinado medio social: el
calvinismo. Los calvinistas actuaban según los parámetros de una disciplina rigurosa y de
un modo racional. Quienes adherían al calvinismo creían en el dogma de la
predestinación, según el cual Dios había escogido a unos hombres para ser salvados y a
otros para asumir el castigo eterno. También pensaban que era imposible conocer la
voluntad de Dios.
Rasgos de la nueva sociedad organizada en función de la racionalización:
Surgieron instituciones sociales especificas – se crearon organizaciones – aparecen
profesiones y ocupaciones cada vez más especializadas – autodisciplina – como
consecuencia del proceso de racionalización, hubo mayor conciencia del tiempo –
impersonalidad.
Según Weber, la sociedad moderna e industrial neutralizaba la dimensión creativa o
innovadora de las personas porque sus vidas eran cada vez más rutinarias y domesticadas
por la burocracia. Por tratarse de una sociedad racional, la era moderna se encuentra
desencantada, anquilosada y los hombres eran dóciles. La organización moderna era un
vasto sistema de reglamentos, procedimientos y ordenanzas que sofocaban el espíritu
humano.
La burocracia, entendida desde la perspectiva teórica de Weber, no tiene la connotación
negativa que habitualmente le asignamos en nuestra vida cotidiana. Por el contrario,
Weber define a la burocracia como un tipo ideal de organización racional de dominación
legal.
Dominaciones legítimas:
La primera: aquellos a quienes la tradición designa como jefes adquieren una autoridad
legítima.
La segunda: se otorga un jefe o santo en función de sus actos heroicos.
La tercera: ´´descansa en la creencia en la legalidad de las ordenaciones estatuidas y de
los derechos de mando de los llamados por esas ordenaciones a ejercer la autoridad´´.
En una burocracia ideal, quienes ejercen la autoridad son aquellos más preparados para
desempeñar el cargo o mando para el cual fueron seleccionados. Este tipo de organización
era la que predominaba en la modernidad, no solo en la administración pública, sino en la
mayoría de las organizaciones.
En resumen, para Durkheim, el aspecto fundamental por indagar es la conciencia
colectiva; para Marx, las condiciones objetivas de las sociedades, sobre todo de índole
económica; mientras que, para Weber, será el tipo de racionalidad subjetiva de la acción
social, que fue su foco prioritario de estudio.
Metodología cuantitativa
Parte de la premisa de que los fenómenos sociales pueden explicarse y que, para ello, se
utiliza información cuantificable y medible. Intenta capturar y estudiar lo que ocurre en la
realidad externa. Parte del supuesto de que esta realidad puede conocerse y de que
resulta posible investigarla. Generalmente sigue un patrón estructurado. Luego de
plantear el problema de estudio, el investigador construye una hipótesis y la somete a
prueba mediante el empleo de diseños de investigación. Si los resultados corroboran la
hipótesis, se aporta evidencia empírica a su favor. Si, los resultados refutan la hipótesis,
esta se descarta en busca de mejores explicaciones. El objetivo es explicar y predecir el
fenómeno investigado a partir de la búsqueda de regularidades y relaciones causales
entre los elementos.
Metodología cualitativa
Entiende que la realidad se construye a partir de la interacción de los individuos ya que
ellos asignan sentido a sus acciones. El investigador busca captar los significados
atribuidos en el circuito de la acción y evita predefinirlos antes de investigar. Propone
generar nuevos conceptos, tipologías y teorías que permitan comprender y caracterizar el
fenómeno investigado.
Para recolectar la información en el terreno debemos acudir a diferentes fuentes:
Fuentes primarias: aquellas que son específicas de la temática que se pretende conocer,
como biografías, artículos, investigaciones, etc.
Fuentes secundarias: proporcionan información que puede ser de utilidad, como
estadísticas, enciclopedias, libros, etc.
También es posible determinar las fuentes según el tipo de información que
proporcionan. Así, tenemos las de tipo cuantitativo, que permite observar
generalizaciones del comportamiento a partir de estadísticas, por ejemplo; y otras de
carácter cualitativo, que aportan significados de esos comportamientos.