La Historia de Green Arrow
La Historia de Green Arrow
La Historia de Green Arrow
(http://comiqueando.com.ar)
Se reproduce en su integridad con permiso de su autor
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BIBLIOTECA ARBOLES MUERTOS Y MUCHA TINTA
PRESENTA:
LA HISTORIA DE…
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Tras batallar más de 75 años en los comics, hace un tiempito que,
gracias a una serie de TV, Oliver Queen dejó de ser considerado un
héroe casi tercerón el panteón de DC y empezó a cobrar fuerza de
ícono. Buen momento, entonces, para revivir la historia completa de
GREEN ARROW
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1.UN MUCHACHO COMO GEORGE
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Con Papp enrolado en las fuerzas armadas, entre 1942 y 1946 las
aventuras de Green Arrow siguen apareciendo en More Fun (donde
compartía revista con Johnny Quick, The Spectre y Dr. Fate, entre
otros), a cargo de dos dibujantes muy flojitos: primero Cliff Young y
después Maurice del Bourgo, quien ya había trabajado con Green
Arrow y Speedy en la serie de los Seven Soldiers. A partir de 1944,
colaboró con varios guiones el escritor Joe Samachson, quien años
más tarde crearía al Martian Manhunter. Para el nº107, More Fun
pasó a ser una antología de historietas humorísticas (coherente -
mente con su nombre) y los superhéroes se jubilaron, o se buscaron
otras revistas donde resistir con aguante.
Ese mismo elenco (es decir, primero Cliff Young y más tarde
Maurice del Bourgo con la ocasional colaboración de Samachson)
duplicará su producción a partir de el otoño de 1942, cuando Green
Arrow se suma con breves aventuras de 8 páginas a una segunda
antología trimestral: a partir del nº7, será back-up de World´s Finest
Comics, una revista en la que se quedará 22 años consecutivos, sin
faltar nunca.
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2. CAMBIOS DE POS-GUERRA
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personaje “hermano”: Mort Weisinger, el creador de ambas series,
se convirtió en uno de los coordinadores más influyentes dentro de
DC y simplemente mantuvo a ambos personajes activos, en historias
cortas de bajo perfil, sin aparecer nunca en las portadas de las
revistas (la última portada en la que vimos a Green Arrow fue la del
nº 103 de More Fun), pero siempre como complemento de los
personajes más populares (básicamente Superman y Batman) en
antologías que, incluso en los momentos de menor éxito de los
superhéroes, vendían decentemente bien. Weisinger escribió
poquísimos guiones, tanto de Green Arrow como de Aquaman, pero
se aseguró de que sus “hijos” llegaran intactos al inicio de la Silver
Age.
Y la otra pregunta que te estarás haciendo… ¿Qué onda las
historietas de Green Arrow de los ´40 y ´50? ¿Vale la pena sentarse a
leer tooodas esas aventuras escritas y dibujadas por George Papp
entre 1946 y 1958? ¿Y las de los casi cuatro años en los que Papp
estuvo en la guerra? De eso vamos a hablar a continuación.
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3.EL BATMAN DE LA B
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consorcio. De todos modos, la consistencia nunca fue el fuerte de
esta serie en sus primeros años. De hecho, en la segunda aparición
tanto Ollie como Roy tienen el pelo castaño, para eventualmente
volver a ser uno rubio y el otro pelirrojo.
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4. MALA PUNTERIA
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Archer. Lo más notable del período 1941-1958 es la escasa
profundidad de los personajes (algo bastante típico de la Golden
Age) y sobre todo lo mucho que se repiten los argumentos,
prácticamente clonados unos de otros… Lo cual tampoco es tan
ilógico si pensamos que estas revistas no se coleccionaban. Se leía
una, ocasionalmente meses después se leía otra, y así. Las historias
eran autoconclusivas, se podían leer en cualquier orden, incluso
podían no leerse, porque por ahí vos comprabas Adventure Comics
para leer las aventuras de Superboy y “le hacías zapping” a los
back-ups que no te interesaban…
Aún así, con todas estas salvedades, la larga etapa de George Papp
y sus reemplazantes es realmente pobre en materia de buenas
historias. Me quedo con dos, más que nada por lo bizarras, o porque
son ideas que –en manos de guionistas más hábiles- podrían haber
funcionado: En Adventure Comics nº174 (1952) aparece “1001 Ways
to Kill Green Arrow”, una aventura en la que un maestro de
criminales escribe un libro con ese mismo título y se lo vende a un
grupo de malhechores, que tratan de poner en práctica los consejos
del autor. Y también de 1952, “The Ape with the Human Brain” (el
simio con cerebro humano), cuyo título es más que elocuente. Este
disparate se publicó en el nº178 de Adventure Comics.
Pero estamos hablando de material sumamente olvidable. Para
levantar la puntería tendremos que esperar hasta 1958, cuando llega
a ponerse al hombro a Green Arrow nada menos que el Rey. Sí, Jack
Kirby.
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5. LA ERA DEL REY
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tocó enfrentar a Mort Weisinger, co-creador de Green Arrow y por
entonces encumbrado coordinador, siempre resistente a los
cambios que proponían los autores. Weisinger sostenía que el
trabajo del dibujante consistía en dibujar lo que se le pedía calladito
la boca, y para peor jamás le gustó el dibujo de Kirby. Para 1959, un
último encontronazo entre Kirby y Schiff dejó al Rey fuera de DC
durante 12 años. Por suerte en ese momento había una editorial más
receptiva para el tipo de trabajos que quería encarar Kirby, y se
llamaba Marvel. Ahí le fue un toque mejor.
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6. FLECHA BIZARRA
Entre estas 11 historietas dibujadas por Kirby (siete en Adventure
Comics y cuatro en World´s Finest) no abundan los buenos
argumentos, ni por casualidad. Pero si te gusta la bizarreada, hay
una gema increíble, una aventura en dos partes escrita por Ed
Herron en 1958, cuyo segundo tramo (“Prisoners of Dimension
Zero”) hoy se puede consumir como una gema del humor.
En estas poquitas páginas, Ollie y Roy descubren que la Dimensión
Cero está llena de criaturas que –según el texto- miden más de un
kilómetro y medio de alto, aunque el dibujo los muestre como seres
de unos… 30 metros de estatura. Uno de estos gigantes es Xeen
Arrow, un arquero que no sólo se viste parecido a Green Arrow,
sino que además emplea flechas con trucos y se inspira en una
leyenda de esta dimensión, la del ladrón copado llamado Robin
Xood. Por pudor, prefiero no ahondar en los truquitos que tienen las
flechas de Xeen Arrow, quien afirma no tener la menor idea de la
existencia de Oliver Queen. Es todo una gran coincidencia cósmica,
en el estilo típico de lo peor de la Silver Age.
Y hablando de Silver Age… ¿cuál es la primera aparición del Green
Arrow de la Silver Age? Con los personajes que nunca dejaron de
publicarse entre los ´40 y los ´60 siempre hay polémica para definir
ese momento, y Ollie no es la excepción. Una corriente propone
considerar como primera historieta del Green Arrow “de Tierra-1”
la Adventure Comics nº250, donde Kirby lo dibuja por primera vez.
Y la otra, propone como corte la última aventura dibujada por Kirby
(publicada en Adventure Comics nº256, en Febrero de 1959),
porque acá Herron y el Rey se animan a contradecir groseramente
el origen que habíamos visto allá por 1943 en el nº89 de More Fun
Comics.
“The Green Arrow's First Case”, destinada a convertirse en el
origen “moderno” de Green Arrow, dura menos de siete páginas y
sin dudas es la historia en la que más se luce el dibujo de Kirby,
donde se lo ve más suelto, más atrevido. Nunca sabremos si la idea
del ídolo era iniciar acá una nueva etapa más jugada para el
personaje, o cagarse en todo porque ya sabía que sería su último
trabajo para DC en muchos años. Lo que sí sabemos es que en
medio de una aventura del montón, Ollie y Roy viajan a la remota
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isla Starfish, y Ollie aprovecha el largo periplo para narrarle a su
protegido cómo se convirtió en el Arquero Esmeralda.
En esta nueva versión de los hechos, Ollie cae accidentalmente de
un barco (poco heroico para un paladín de la justicia, pero bueno) y
misteriosamente nadie se da cuenta, ni intenta rescatarlo. Pero el
joven multimillonario tiene suerte y pronto logra llegar hasta una
isla. La suerte sigue del lado de Ollie, que se encuentra una
caverna, agua fresca y elementos para prender un fueguito. Más
cerca de Robinson Crusoe que de Robin Hood, el náufrago necesita
comer, y así construye sus primeras flechas (nunca nos muestran
cuando construye el arco, pero es poco probable que lo trajera en
el barco). Así es como Ollie se convierte en un eximio arquero,
practicando tiro al blanco en la isla y cazando animales para comer.
Finalmente, aparecerá un buque de carga, Ollie (vestido todo de
verde, con gorrito y todo) nadará arco en mano hasta la nave, se
pintará un antifaz con grasa para que nadie le vea la cara y usará sus
ingeniosas flechas para vencer a unos malvivientes que se acababan
de amotinar para quedarse con la carga del buque. Ahí se da cuenta
que su misión en la vida es usar su habilidad con el arco y las
flechas con truquitos para combatir el crimen, y se inventa el
nombre de Green Arrow. Fin del flashback.
Y sí, hoy nos mearíamos de risa leyendo algo así, pero ese origen
quedó firme, con mínimos cambios, durante varias décadas.
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7. TODO SIGUE IGUAL
Terminado el breve experimento de poner los dibujos de Green
Arrow en manos de Jack Kirby, las aventuras de Oliver Queen y Roy
Harper volvieron a la normalidad. El guionista Ed Herron (France
Edward Herron, era su nombre completo), autor de buena parte de
las historias que dibujó Kirby, siguió al frente de Green Arrow, tanto
en las páginas de Adventure Comics como en World´s Finest
Comics, donde aparecieron sólo tres de las aventuras dibujadas por
el Rey.
En Adventure Comics, el Green Arrow post-Kirby, o “de Tierra-1”
aparecerá poquito tiempo, entre los números 256 y 270 (Mar.1960).
El propio Herron abandonará al personaje en algún momento de
ese año y piquito, para ser reemplazado por Robert Bernstein, quien
también escribía las historias cortas de Aquaman. El dibujante que
se hizo cargo de Green Arrow cuando se fue Kirby no es otro que el
maestro Lee Elias, que por supuesto le puso a la serie mucha más
onda que el recordado George Papp.
Bernstein y Elias firman “The World's Worst Archer” (Adventure
Comics n.263), una de las pocas historias aceptables de esta época.
Unos meses antes, en el n.259, aparece “Green Arrow´s Mystery
Pupil”, a cargo de Ed Herron y Lee Elias, que marca la aparición
número 200 del personaje y en aquel momento se la consideró la
mejor historieta de Green Arrow de todos los tiempos. La verdad
que, leída hoy, es bastante simplona, pero en el contexto de esa
época (1959) se entiende que la bajada de línea de Oliver a ese
supuesto millonario filántropo haya impactado bastante en los pibes
que seguían al Arquero Esmeralda.
Ya nos vamos a World´s Finest, pero nos queda por repasar una
historia muy bizarra, en el n.258 de Adventure Comics. Acá el
guionista Jerry Coleman se anima a imaginar un encuentro entre un
Ollie adolescente y Superboy, quien descubre que en el futuro ese
muchachito se va a convertir en un gran héroe y decide alentarlo
desde mucho antes del origen oficial de Green Arrow. Un disparate
total, que tiene el atractivo de ser la última vez que George Papp
dibujó al arquero.
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En World´s Finest, la era post-Kirby arranca en el n.100 y se
extiende varios años, a lo largo de un montón de historias cortas
todas muy parecidas entre sí, publicadas entre 1959 y 1964. Acá
también Lee Elias asume la titularidad del dibujo y no falta casi
nunca a la cita. En los guiones, el que más participa es Ed Herron,
pero también mojan el pancito Dave Wood, George Kashdan, los
maestros Bill Finger y John Broome y un señor al que nombraremos
bastante un toque más adelante: Bob Haney.
Hasta el nº134, Green Arrow aparece en todos los números de
World´s Finest. Después, cuando los fans empiezan a exigir historias
más largas, más complejas, DC responde descartando back-ups y a
partir de 1963 las aventuras de Ollie y Roy aparecen sólo en los
números pares, turnándose con las de Aquaman. De hecho, en los
números 143 y 144 el guionista Robert Bernstein se manda un
experimento muy copado y muy infrecuente para esa época (1964)
en los comics de DC: una aventura que empieza con Aquaman como
protagonista y termina con Green Arrow y Speedy unidos al Rey de
Atlantis para infligirles la derrota final a los villanos. Pero en el
nº145 aparece una aventura de Green Arrow que ya se había
publicado en Adventure Comics y el arquero se queda, por primera
vez en mucho tiempo, sin un hogar para sus aventuras solistas. De
esta larga etapa en World´s Finest se pueden rescatar (con buena
voluntad) “The Case of the Green Error Clown” (en el nº100) y la
primera aparición del Clock King, en el nº111. Como bizarreada
(una más, total…) cabe señalar que en el nº113 aparece una chica
arquera que se llama Arrowette, y que por supuesto no tiene nada
que ver con la que creará Peter David para Young Justice.
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8. JUGAR EN EQUIPO
En 1960, más o menos en el mismo momento en que se queda sin
espacio en las páginas de Adventure Comics, Green Arrow se une a
la Justice League of America. Esto sucede en el nº4 de esa revista y
así es como Ollie se convierte en el primer miembro no-fundador en
ser aceptado en el grupo que reunía a los héroes más famosos de
DC (y al Martian Manhunter). Por supuesto que, puesto a interactuar
con Batman, se nota demasiado que Green Arrow es, a todas luces,
un sucedáneo berreta del Señor de la Noche. Pero a los lectores de
la JLofA, acostumbrados a los personajes sosos y acartonados, no
parece importarles demasiado. Así es como Ollie se convertirá en
un miembro muy activo del grupo, con muchas apariciones en los
´60 y ´70. Incluso a partir de 1964, cuando sus historias solistas
desaparezcan de las páginas de World´s Finest, la revista de la JLofA
será el único punto de encuentro entre el arquero y sus lectores.
Bueno, tampoco es tan así. Resulta que en 1963, a los cráneos de DC
se les ocurre pegarle un sacudón a la revista The Brave & the Bold,
que hasta acá era un título donde se presentaban nuevos conceptos,
para ver si pegaban entre el público y justificaban el lanzamiento de
nuevas colecciones. De hecho, en esa revista se presentó no sólo a
la Justice League, sino también a los Teen Titans, que es donde
veremos a Speedy de ahora en más. Pero en el nº50, The Brave &
the Bold deja de ser el laboratorio de pruebas de DC y pasa a ser el
título de los team-ups, donde en cada número compartían una
aventura dos héroes que normalmente no actuaban juntos. La
primera de estas duplas estuvo integrada por el Martian Manhunter
y Green Arrow, quien acumularía unas cuantas apariciones en esta
serie, casi siempre con Bob Haney como guionista.
Pero en 1966 se viene otro sacudón, un poco más tranqui: como
Batman está rompiendo todo en la tele, se gana un puesto en todos
los team-ups de TB&TB, hasta ya entrada la década del ´80. O sea
que de ahí en más, todos los demás personajes de DC tendrán que
“sacar número” a ver a quién le toca aparecer junto a Batman en
cada edición de esta serie, que además fue bimestral hasta ya
entrado 1975. Como ya mencioné, Green Arrow “sacó la sortija”
unas cuantas veces (nueve, más que ningún otro personaje) y será
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en un team-up con Batman (publicado en el nº85 de TB&TB, en
Septiembre de 1969) donde la historia del personaje cambiará para
siempre. Pará-pará-pará: ¿me estás diciendo que la historia más
relevante en los 30 años de publicación que llevaba Green Arrow la
vamos a ver en una aventura de sólo 23 páginas y encima
compartida con Batman? Sí, y si me bancás un toque, ya la
abordamos de lleno.
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9. SE VIENE EL ZURDAJE
Andá a saber cómo fue que le dejaron a Neal Adams hacer lo que
hizo: después de mil años sin cambios, el encumbrado dibujante
rediseñó por completo el traje de Green Arrow y creó el look
icónico del personaje, con la chivita, el bigote y ese chaleco con
hombreras que –de algún modo- perduró casi 20 años.
Este notable cambio visual de Oliver Queen se vio en Septiembre
de 1969, en el nº85 de The Brave and the Bold, una aventura breve
pero intensa que el arquero comparte con Batman, bajo la pluma de
Bob Haney, quien le tenía un gran cariño. Ya desde la portada, Ollie
eclipsa al titular de la serie, y en las páginas interiores despliega,
por primera vez, algo así como una actitud propia, personal, una
idiosincracia. Acá es donde Ollie se plantea por primera vez si tiene
sentido seguir siendo un superhéroe de la B, cuando puede ayudar
a tanta gente desde su lugar de empresario multimillonario. De
hecho, le blanquea este dilema a un personaje secundario, un
asistente de saco y corbata al que nunca jamás habíamos visto antes.
Esto, que podría haber quedado ahí, en una de las tantas
bizarreadas de Bob Haney (en esa misma aventura, sin ir más lejos,
Bruce Wayne asume una banca de senador y renuncia a la misma en
la anteúltima página), llama la atención de Denny O´Neil, por
entonces guionista de la Justice League of America y amigo cercano
de Neal Adams. O´Neil decide que esta jugada tiene potencial y
apuesta a llevar la reconfiguración del personaje un poco más allá.
El nº 75 de la JLofA (Nov.1969) es el primero de esta serie en el que
vemos a Green Arrow con su nuevo look (aunque el dibujo está a
años luz del impacto y la calidad que nos obsequiara Neal Adams) y
además la historia gira, básicamente, en torno a este personaje. El
perfil empresarial de Ollie propuesto por Haney (ampliamente
soslayado en los casi 30 años de historia que acumulaba el héroe)
iba a durar poco: una oscura manganeta del financista John Deleon
deja a nuestro héroe afuera de su propia empresa, en la ruina
económica y con el culo lleno de preguntas. La trama –de fuerte
contenido psicológico- va a hacer hincapié en este quiebre y Ollie
va a confrontar consigo mismo. Finalmente triunfará un Ollie
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dispuesto a ser feliz sin un mango, con la tranquilidad de luchar
siempre por causas justas y por los que más lo necesitan.
Recordemos que en ese momento Green Arrow solo aparecía en las
páginas de la JLofA, o sea que O´Neil no tenía que pedir permiso a
nadie para profundizar el viraje del otrora insulso arquero hacia un
cruzado de la justicia social. En todo este tramo de la Liga escrito
por O´Neil aparecen temas más socio-políticos (de hecho, el villano
del nº 77 es un político), que tienen que ver sobre todo con la
guerra, el racismo y la destrucción del medio ambiente. Y Ollie va a
ser el emblema de este abordaje por parte de O´Neil de estas
problemáticas más reales.
Tanto él como Black Canary (incorporada al equipo por O´Neil
también en aquel nº 75) serán los personajes con más desarrollo, en
detrimento de otros a los que el guionista no les da bola (Aquaman,
Flash) o directamente se saca de encima (Wonder Woman, Martian
Manhunter). En el nº 79, Ollie le tirará sus primeros “flechazos” a
Black Canary, pero esta -por ahora- sigue de duelo por la muerte de
su marido (Larry Lance, en la JLofA nº 74) y no está para iniciar un
nuevo romance. Démosle tiempo.
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10. COTIZAN LOS VERDES
Para Septiembre de 1970, Denny O´Neil deja su trabajo como
guionista de la Justice League of America. Pero antes de irse, se
asegura de que Green Arrow siga teniendo un espacio para
desarrollarse como este personaje único, comprometido, discordan-
te, muchas veces calentón, siempre al filo de la polémica. Para
principios del´70, el coordinador Julius Schwartz está decidido a
cancelar la revista de Green Lantern (que vendía muy mal) y O´Neil
lo convence de darle una posibilidad más: la idea es sumar a Green
Arrow como co-protagonista y a Neal Adams como dibujante, y
sacudir a los lectores con historias que no se habían contado nunca,
en ningún otro comic de superhéroes.
Así es como en Abril de 1970 aparece el nº76 de Green Lantern/
Green Arrow, el primero a cargo de O´Neil y Adams, donde ambos
héroes deciden recorrer EEUU en una camioneta. Con la excusa de
buscarse a ellos mismos, Ollie y Hal van a confrontar con los
problemas reales de la gente real y con ellos mismos. Obviamente,
esta personalidad petardista, anarco-zurda que O´Neil le fue dando
a Ollie estaba destinada a chocar con la de un Hal Jordan que nunca
fue mucho más que un buen policía, siempre listo para acatar
órdenes sin preguntarse si de verdad estaba del lado correcto de
cada conflicto.
Milagrosamente, durante un tiempo esta fórmula funciona y los
“hard-travelling heroes” (a los que más tarde se suma Black Canary,
que de a poco cede a los avances de Ollie) logran mantener a flote
la revista hasta el nº 89 (Abr.1972), siempre con unos huevos
inmensos a la hora de abordar temas urticantes, incómodos como
tampón de virulana. Sin dudas el momento más espeso se ve en los
célebres nºs 86 y 87, cuando O´Neil y Adams nos revelan que
Speedy (por entonces miembro de los Teen Titans) se había hecho
adicto a la heroína. Hacía muchos años que Ollie y Roy no
compartían una aventura y “Snowbirds Don´t Fly” fue de las más
bravas. De hecho, O´Neil había escrito un final más optimista para la
historia, pero a Adams le pareció muy blando y lo convenció a Julius
Schwartz para cambiar el guión de las dos últimas páginas por uno
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más fuerte, menos simplista y obviamente más traumático para los
héroes.
De todos modos, a pesar de las buenas críticas y los premios
obtenidos, las ventas no terminan de conformar a la editorial, y
GL/GA se cancela –como ya dijimos- con el nº 89. Quedaba una
historia en el tintero y O´Neil y Adams la narrarán en 1973, a lo largo
de tres back-ups en la revista de Flash (nºs 217-219): mientras Barry
Allen combatía a villanos absurdos, Green Arrow afrontaba la crisis
más jodida de su vida. Tras matar por accidente a un criminal de
poca monta, cuelga el arco, las flechas y el trajecito verde, para
internarse en un monasterio en la Loma del Orto. Y esta vez sí,
supongo que por problemas de espacio, los autores optan por el
final simplista, y pocas páginas después de raparse y tomar los
hábitos, Ollie está de nuevo junto a Hal y Dinah en Star City. Era el
fin de la era de la relevancia, pero no del vínculo entre Green
Arrow, Green Lantern y Black Canary, tres héroes sin revista propia
que seguirían sus caminos en las páginas de la Justice League of
America y en distintos back-ups a lo largo de los ´70.
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11. ALGO DE ACCION
Estamos en Febrero de 1973, y mientras en la revista de Flash
aparece a modo back-ups esa última historia de Green Lantern y
Green Arrow que habían creado Denny O´Neil y Neal Adams para la
malograda revista de la dupla, el coordinador Julius Schwartz
decide darle un nuevo hogar a los Cruzados Esmeralda. Green
Lantern se iba a quedar varios años como complemento de Flash y
Green Arrow pasaría a complementar las aventuras de Superman en
la revista Action Comics, a partir del nº 421.
El tema es que Action ya tenía otros back-ups, más precisamente
Atom y Human Target, con lo cual al principio las aventuras de
Green Arrow aparecen muy espaciadas, a razón de una cada tres
números. Después desaparece Human Target y Ollie empieza a
turnarse sólo con Atom. En total, entre 1973 y 1976 se acumulan 22
aventuras cortitas de Green Arrow en Action Comics, siempre
acompañado por Black Canary, que sufre el triste destino de ser
personaje secundario de un personaje secundario.
Toda esta etapa tiene un único guionista: Elliott S! Maggin, un autor
casi digno, que obviamente no tiene espacio en estas breves
historias para jugarse a contar sagas de alto impacto, pero que mal
que mal se las rebusca. Cada tanto arma arquitos de dos o tres
partes, como para sumar 16, 20, 24 páginas con una misma historia,
y un par de veces lo pone a Ollie a co-protagonizar la historia
principal junto a Superman. El nº 437, por ejemplo, no tiene back-up
de Green Arrow, sino que el Arquero Esmeralda y el Hombre de
Acero comparten la aventura principal, que encima es bastante
aceptable para los parámetros de la época. Y la historia más
destacable de Maggin probablemente sea el back-up de la Action
nº 428, en la que Black Canary finalmente confiesa estar enamorada
de Ollie y la pareja empieza a consolidarse.
Por otro lado, esta temporada de Green Arrow en Action Comics es
muy generosa en materia de dibujantes. En los primeros años,
cuando las aventuras de Ollie aparecen de vez en cuando, los
dibujantes suelen ser el correcto (aunque aburrido) Dick Dillin y el
maestro Dick Giordano, que estaba en su mejor momento. Y para
1974, cuando Green Arrow empieza a tener más continuidad en las
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páginas de Action, llega nada menos que Mike Grell, por entonces
una joven promesa, que le pone a la serie un dinamismo y un
dramatismo claramente inspirado en la estética de Neal Adams,
pero con un filo más oscuro, más personal. Grell va a dibujar
prácticamente todos los back-ups de Green Arrow entre los nºs 440
y 458 de Action y, cuando la Era Maggin llegue a su fin, seguirá
vinculado al personaje durante muchísimos años más.
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12. LUZ VERDE PARA EL HORROR
En Septiembre de 1976, DC decide que es tiempo de que Green
Lantern y Green Arrow tengan una nueva oportunidad y, tras un
paréntesis de cuatro años, sale la GL/GA nº 90 (en aquella época no
se estilaba relanzar las series con nuevos nºs 1). Denny O´Neil
estaba de nuevo al pie del cañón, y si bien esta vez Neal Adams no
sería de la partida, estaba este pibe nuevo, Mike Grell, que pescaba
fans con mediomundo en los back-ups de Green Arrow y en la
revista de Superboy & the Legion of Super-Heroes.
Si venías leyendo la etapa clásica de GL/GA y pasás directamente
del nº 89 al 90, sentís que de pronto se te incendia la casa, se inunda
tu ciudad y tu tele se queda trabada en el canal NET. Al regreso del
´76 no sólo le falta Adams: le falta lo más importante, que son las
buenas historias. Acá no hay conciencia social, no hay temas
espinosos, no hay bajada de línea progre… no hay casi nada. Hal y
Ollie viven aventuras insulsas, sin consecuencias, bien de la Verdul
Age, muchas veces en el espacio exterior, como si Green Arrow y
Black Canary fueran personajes pensados para vivir epopeyas de
ciencia-ficción. O´Neil nutre a estas historias con muchos elementos
tomados de la mitología de Green Lantern: los Guardians of the
Universe, Katma Tui, Sinestro, Sonar, Hector Hammond… y claro,
Ollie no tiene buenos villanos para aportar, así que está ahí, medio
al pedo, acompañando a Hal en estos combates contra sus clásicos
enemigos y algunos nuevos, que son totalmente intrascendentes.
Sin embargo, a la revista le va lo suficientemente bien como para
pasar de bimestral a mensual, y O´Neil responde con más
personajes vinculados a la historia de Green Lantern: Air Wave
(primo de Hal), Kari Limbo (antiguo interés romántico del héroe),
Alan Scott y el Starheart… Ollie, por su parte, recupera poco a poco
su perfil empresarial y sigue afianzando su vínculo con Black
Canary. Pero las historias son básicamente inocuas, cuando no
desastrosas.
Mike Grell arranca con muchas pilas, pero (como le pasó en
Warlord) en algún momento le ponen de entintador al funesto Vince
Colletta, que lo desluce muchísimo. De todos modos, sus páginas
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siguen siendo la Capilla Sixtina comparadas con esos números en
los que dibuja Alex Saviuk o (Dios nos libre) Don Heck.
Esta gigantesca desilusión se termina con el catastrófico nº 122
(Nov.1979), cuando Hal Jordan queda como único protagonista del
título y Denny O´Neil, responsable de una estafa nivel Durán Barba,
se va a Marvel. En el medio hay que rescatar una breve historia de
10 páginas, publicada en el nº 17 de DC SuperStars (Nov-Dic 1977),
en la que O´Neil y un Mike Grell inspiradísimo recuentan el origen
de Green Arrow para una nueva generación. Básicamente, se trata
del origen narrado por Jack Kirby en 1958, con algunos toques
menores que lo des-bizarrean un poco. Hermoso trabajo de la
dupla, aunque Grell se dará el lujo de reescribir –años más tarde-
ese mismo origen para acomodarlo a su propia visión del personaje.
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13. DE VUELTA EN WORLD´S FINEST
En Mayo de 1977, mientras Green Arrow comparte revista con
Green Lantern y aparece regularmente en las páginas de Justice
League of America, la revista World´s Finest Comics vuelve a
convertirse a partir del nº 244 en una antología con muchas páginas.
Así es como, para complementar a la aventura principal (la que
comparten Superman y Batman) se suman historias cortas de varios
personajes que no tenían serie propia. Green Arrow y Black Canary
tienen, al principio, cada uno su propio back-up. Pero la revista en
algún momento pasará de bimestral a mensual, perderá algunas
páginas en el camino, y no serán pocas las historias en las que
ambos miembros de la pareja compartan el protagonismo en estos
breves segmentos de 10 páginas.
Junto a Superman y Batman, Green Arrow es el único personaje que
aparecerá en todos los números de esta etapa de World´s Finest. De
hecho, hay back-ups de Green Arrow en los nºs 283 y 284 (Sep. y
Oct. 1982), cuando la revista ya regresó al formato tradicional de 32
páginas y eliminó a todos los personajes segundones para volver a
centrarse en los team-ups entre los dos íconos de DC. Pero no hay
mucho para festejar. Entre 1977 y 1982, la larga estadía de Ollie en
World´s Finest sólo sirvió para acumular páginas, que contribuyeron
poco y nada a ampliar su universo, o a hacer avanzar su historia.
Algunas aventuras más o menos destacables de esta etapa son la
primera aparición del Count Vertigo (primero como enemigo de
Black Canary), “Nothing But a Man” (en la que Ollie se postula a
intendente de Star City y pierde), el team-up con Hawkman (nº 259)
y la epopeya extra-large del nº 250, en la que se unen Batman,
Superman, la Wonder Woman de Tierra-2, Green Arrow y Black
Canary para enfrentar a los nazis. El resto, se queda en la anécdota,
en episodios menores en los que, básicamente, no pasa nada.
En cuanto a los autores, a lo largo de esos cinco años metieron mano
en los back-ups de Green Arrow una verdadera legión de guionistas
y dibujantes, casi una guía telefónica de lo que fueron los ´70 en DC
Comics. A cargo de los guiones estuvieron Tony Isabella, Elliot S!
Maggin (que conocía bien a los personajes a raíz de su trabajo en
los back-ups de Action Comics), Denny O´Neil (otro que llevaba
29
años guiando los destinos de Ollie y Dinah), Paul Kuppeberg, el
veterano Bob Haney (quien le diera chapa a Ollie en Brave & the
Bold), el ignoto Bud Simons, Gerry Conway (que escribía a la dupla
en Justice League y aportó muchísimos guiones en World´s Finest),
Mike W. Barr (el otro que metió gran cantidad de historias cortas, y
del que vamos a hablar más dentro de un rato) y Joey Cavalieri,
quien sería el autor central de la próxima etapa que vamos a repasar
(ya viene, tranqui).
Entre los dibujantes, el que más colaboró en esta etapa fue el
maestro Trevor Von Eeden, a quien vimos mejorar a pasos
agigantados durante estos años. Pero también estuvieron
involucrados Michael Netzer, Sal Amendola, Jerry Bingham, Romeo
Thangal, veteranos como Dick Dillin, Gil Kane o Dan Spiegle, el
argentino José Delbó, el horrendo Alex Saviuk y uno de mis
dibujantes favoritos de esa época, el malogrado Don Newton. Todo
este material no se recopiló nunca en libros y está bastante
olvidado, en buena medida con justa razón.
30
14. CUATRO AÑOS MAS
En Diciembre de 1982, Green Arrow vuelve a encontrar un hogar
para sus aventuras, ahora como complemento de Batman en las
páginas de Detective Comics. Entre los nºs 521 y 567 (Oct. 1986), el
Arquero Esmeralda falta a la cita sólo en el nº 526, que es un número
especial en el que se festejan las 500 apariciones de Batman en esta
revista. Tenemos, entonces, 45 apariciones más de Green Arrow en
Detective Comics, que se convertirá en la única revista donde
veamos a Ollie y Dinah a partir de 1984, cuando ambos abandonen
las filas de la Justice League.
La inmensa mayoría de estos back-ups están escritos por Joey
Cavalieri, un guionista bastante del montón, que al principio se
resiste a usar a Black Canary, pero más tarde la termina
incorporando (de hecho, acá la vemos estrenar su traje ochentoso,
en el nº 554). En general, tenemos aventuras chiquitas, ambientadas
en Star City, sin grandes agregados al mito de Green Arrow. En
plena época de Ronald Reagan, los guiones nos muestran sobre
todo violencia urbana, una sociedad decadente y sin esperanzas. No
es ni el grim ´n gritty del Daredevil de Frank Miller, ni la constante
bajada de línea socio-política de Denny O´Neil, pero dentro de
todo, zafa. El personaje más interesante que suma Cavalieri es Onyx
(nº 546), la artista marcial que volverá ya en este siglo, enroscada
primero en los títulos de Batman y más tarde en Birds of Prey. Entre
los dibujantes hay que nombrar de nuevo a Trevor Von Eeden, Irv
Novick, Paris Cullins, Adrián Gonzales, Chuck Patton, Stan Woch, y
a los dos que aportaron más páginas a esta etapa: primero un Shawn
McManus que daba sus primeros pasos, y después Jerome Moore,
un dibujante muy bueno, bastante identificado con los comics de
Star Trek, que hace ya varios años abandonó la historieta para
dedicarse a la animación.
Las dos aventuras que más dieron que hablar en esta época (las
únicas que se han reeditado en libros, además) no están escritas por
Cavalieri. Una es “Night Olympics”, narrada en los back-ups de los
nºs 549 y 550 por el glorioso Alan Moore y el maestro Klaus Janson.
Y la otra es la del nº 559, donde Ollie y Dinah, en vez de ocupar el
back-up, viajan a Gotham para compartir la aventura central (y
31
única del número) con Batman y Catwoman, en la época en la que
Selina era buena. Esto lo firman los autores titulares de esta (muy
buena y bastante sub-valorada) etapa de Detective: los legendarios
Doug Moench y Gene Colan.
En medio de todo esto, entre Mayo y Agosto de 1983, Green Arrow
protagoniza por primera vez en su historia su propia revista. Es una
miniserie de apenas cuatro números, pero por algo se empieza. El
guionista es Mike W. Barr, que ya tenía unos cuantos back-ups del
arquero a cuestas, y la trama… es bastante floja. Ollie tiene que
resolver el misterio de un asesinato (la occisa es una amiga suya,
que le deja una cuantiosa fortuna), y se termina convirtiendo él
mismo en blanco del homicida. No mucho más. Aparecen Black
Canary, el Count Vertigo y otro villano demasiado pedorro como
para recordarlo ahora.
¿Por qué no se considera a esta miniserie un horror digno de ser
completamente olvidado? Porque el dibujante es Trevor Von Eeden,
y acá lo vemos muy inspirado, muy osado, dispuesto a mostrar todo
lo que aprendió leyendo las historietas del mítico Alex Toth (si bien
su formación como dibujante fue en el estudio de Neal Adams). Para
los standars actuales, quizás Von Eeden no fuera un vanguardista y
quizás esta saguita de Green Arrow no califique ni para “basura que
se reivindica por una cuestión de nostalgia”. Pero hace 35 años, era
un material bastante digno en el contexto de un mainstream de DC
que empezaba a renovarse muuuuy de a poco.
32
15. VOLVER PARA RENOVAR
Estamos a fines de 1986 y Green Arrow no tiene espacio para sus
aventuras en ninguna revista de DC, y ni siquiera forma parte de la
Justice League of America. Pero la tortilla se iba a dar vuelta en poco
tiempo.
El 1º de Enero de 1986, DC contrata como Coordinador Senior a
Mike Gold, quien durante años ejerció como Presidente y Jefe de
Coordinadores en la editorial First. La tarea de Gold en DC consistía
en desarrollar nuevos proyectos y lógicamente, lo que hizo fue ten-
tar a los autores que la venían descosiendo en First para que se
sumaran a las filas de la editorial de Superman y Batman. Entre los
autores emblemáticos de la editorial con sede en Chicago estaba
Mike Grell, ascendido al Olimpo de los autores fundamentales de
los ´80 gracias a su labor al frente de Jon Sable: Freelance, una serie
de su propia creación. Jon Sable era un comic de aventuras pero con
un perfil más adulto, ambientado en un mundo 100% real, al que le
iba muy bien tanto en ventas como en aceptación por parte de la
crítica. Y por la cifra correcta, Grell estaba dispuesto a dejarlo en
manos de otros autores.
Decidido a regresar al siempre lucrativo universo de los superhé-
roes, Grell se pone a trabajar junto a Mike Gold en un relanzamiento
de Green Arrow. Era la época post-Crisis de DC, en la que más de
un autor le impuso a la editorial SU versión de un personaje clásico,
incluso cuando esto implicaba desconocer décadas de historias
previas. Y Grell pudo haber hecho eso con Oliver Queen, pero
prefirió respetar todo lo anterior y construir sobre eso.
“Ollie sabe que Speedy tuvo una hija, y eso lo convierte en una espe-
cie de abuelo –decía Gold-. Lo vamos a definir como un tipo de 43
años que pasó buena parte de su vida siendo un superhéroe poco
serio y la última parte siendo demasiado serio, como para tratar de
compensar. Le preocupa que los valores que él sostiene hoy sean un
tanto anacrónicos, pero no le vamos a cambiar las convicciones políti-
cas, sino que las va a expresar de otra manera”. Obviamente en 1987
nadie se hacía cargo de que un superhéroe pudiera cumplir 43
años, ni que envejeciera en tiempo real (Grell le hacía cumplir años
a Ollie cada 12 meses posta). Pero “Iron Mike” queria eso: un héroe
33
entroncado en el mundo real, donde no existían los superpoderes,
ni los supervillanos, ni las flechas con truquito. Y donde la relación
sentimental con Black Canary no dejaba para nada de lado la
interacción sexual.
“Al final de esta miniserie –decía Grell- nos vamos a encontrar con un
Green Arrow que se hace cargo de estar más viejo. Un tipo que sabrá
mucho más acerca de sí mismo y tendrá mucho más claro por qué
hace lo que hace. Estará mucho más satisfecho consigo mismo y
mucho más orientado hacia el mundo real”.
34
16. JUSTO EN EL BLANCO
El humo se empieza a disipar en Agosto de 1987, cuando sale a la
venta el primer tomito de Green Arrow: The Longbow Hunters, una
miniserie de tres entregas en el formato prestige (que DC había
inaugurado nada menos que con el Dark Knight de Frank Miller),
con Mike Grell como guionista y dibujante, asistido por Lurene
Haines en el dibujo y Julia Lacquement en el color.
Y no, esto no se parece para nada a los otros comics de superhéroes
de esta época. Grell nos ofrece un festival de violencia inusitado,
con sangre, violaciones, torturas y primeros planos de ojos atrave-
sados por flechas. Tanteando desde el primer momento el terreno
para una serie regular, el autor abre puntas por todos lados,
principalmente a través de la incorporación de dos personajes que
serán importantísimos más adelante: la implacable arquera japone-
sa Shado (con la misma habilidad que Ollie, pero sin ningún proble-
ma a la hora de matar enemigos a sangre fría) y Eddie Fyres, turbio
agente de los servicios de inteligencia de EEUU.
Así, entre espías, armas, drogas y garches, Ollie recorre una aven-
tura de gran intensidad, en la que nadie le dice nunca “Green
Arrow” y en la que lo vemos asentado en una nueva ciudad (Seattle)
y con un nuevo traje, más afín a este nuevo perfil de “cazador
urbano”. Un flashback del Vol.1 recuenta el origen del personaje en
pocas viñetas, y Grell aprovecha para modificar el relato que
apareciera 10 años antes en el nº 17 de DC SuperStars, esta vez para
cambiar a los piratas por traficantes de marihuana y para eliminar
las flechas con truquitos, quizás el cambio más resistido por los fans
tradicionales de Green Arrow.
Antes de que se editara el tercer librito de The Longbow Hunters,
Mike Gold y Mike Grell ya sabían que la serie era un éxito de ventas
y que había que poner en marcha una serie regular. Este Ollie
veterano, que ya no se ceba discutiendo de política con los otros
enmascarados de la Justice League y que no tiene drama en
quedarse con un bolso lleno de dólares que no son suyos, parecía
funcionar bien en ese mundo real post-Guerra Fría, donde el
cinismo garpaba más que el idealismo. La apuesta de Grell por
35
dejar cabos sueltos en la miniserie resultaba una pegada, porque de
ahí saldrían argumentos para lo que vendría después.
Enseguida nos vamos a sumergir en la extensa serie regular que
aparecerá en Febrero de 1988, pero antes de cerrar el tramo
dedicado a The Longbow Hunters quería subrayar varias cosas: 1) el
hermoso trabajo de Grell y sus asistentes en la faz gráfica, al que
extrañaremos muchísimo en la serie mensual y 2) el riesgo enorme
que asumió Grell al decidir ambientar esta historia en la continuidad
canónica de DC. Imaginate que este Green Arrow “realista”, adulto,
de 43 años, después va a aparecer junto a decenas de otros
personajes en comics pedorros tipo Millennium... y eso obviamente
va a hacer ruido. Y esta versión de Black Canary, también más seria,
hasta más trágica, contrastaba groseramente con la que aparecía en
la revista de la Justice League en la época en que era casi una
sitcom. Claramente el Ollie y la Dinah que quería escribir Grell no
tenían un choto que ver con un universo poblado por superhéroes...
pero de hecho formaban parte de uno de los más grandes.
36
17. LA JUSTICIA SEGUN GRELL
En Febrero de 1988, por primera vez en su ya larga historia, Green
Arrow se convierte en protagonista de una serie regular. La
renovación del personaje planeada por el coordinador Mike Gold y
el encumbrado autor Mike Grell había causado un enorme impacto
en los fans y ahora sí, DC se animaba no sólo a darle serie regular a
este eterno segundón, sino también a ponerle el cartelito de
“suggested for mature readers”. ¿Qué significaba eso? Que Grell
tenía luz verde para abordar en esta serie lo que en aquel entonces
se llamaba “temáticas adultas”: básicamente drogas, torturas, esce-
nas de sexo (en las que cada tanto se veía una teta), violencia muy
explícita y mucha sangre. La idea de un Green Arrow maduro,
enchastrado hasta la chivita de la corrupción y la sordidez del
mundo real, resulta irresistible para los lectores y esta serie se
convierte en un impresionante éxito de ventas, a tal punto que antes
de cumplir un año ya deja la periodicidad mensual para pasar a
publicarse 15 veces por año, un privilegio del que a fines de los ´80
gozaban sólo los títulos más taquilleros de Marvel. Esto empodera
notablemente a Grell y Gold que rápidamente logran, por ejemplo,
que Black Canary deje de aparecer en las páginas de Justice League
para tener el control exclusivo del personaje y que los fans se
acostumbren a una sóla versión: la de “Iron Mike”.
El primer escollo que supera con éxito la revista de Green Arrow es
el de los dibujantes: Grell no está dispuesto a dibujar un comic-
book por mes, y mucho menos 15 por año. Desde el día uno, el autor
limitará su participación a los guiones y algunas portadas. El
elegido para hacerse cargo de la faz gráfica de la serie es el
experimentado Ed Hannigan, para nada un favorito de la hinchada,
cuyo estilo no se parece casi nada al de Grell. Las tintas de Dick
Giordano tratan de llevarlo para el lado de Neal Adams, con
resultados bastante discutibles. Mike Grell estructura la gran
mayoría de las historias en arcos de dos episodios (caprichosamen-
te, porque casi todas se podrían haber contado en un sólo número
de 24 páginas) y ya a partir del nº13, Hannigan alternará arquitos
argumentales con Dan Jurgens, un dibujante mucho más cercano a
la estética de Grell (de hecho fue su sucesor en Warlord) y mejor
37
complementado con las tintas de Giordano. El hecho de que Grell
ensaye una decomprensión de estos relatos, con muchas escenas
mudas, muchas escenas en las que la acción no tiene mayor
protagonismo, le da a los dibujantes muchas oportunidades de
lucimiento y claramente Jurgens las aprovecha más que Hannigan.
El otro escollo son los Annuals, que son horribles. Los tres primeros
ni siquiera los escribe Mike Grell: son guiones de Denny O´Neil,
que a veces se entrelazan con los Annuals de otras colecciones,
principalmente The Question, que era el otro justiciero urbano con
aventuras “para adultos” insertado medio a presión en el Universo
DC. Grell escribe el Annual 4 con total libertad (coincide con el
festejo de los 50 años del personaje) y los Annuals 5 y 6 ya aparecen
conectados a sagas grandilocuentes como Eclipso: The Darkness
Within o la horrenda Bloodlines. Si decidís coleccionar Green Arrow
pero no leer los Annuals, no te perdés nada grosso.
38
18. GREEN ´N GRITTY
A la par de las excelentes ventas, la revista de Green Arrow
cosechaba reacciones bastante virulentas desde el sector de la
crítica y el público que repudiaba por un lado el alto grado de
violencia y por el otro el hecho de que los buenos mataran gente sin
ningún reparo. Green Arrow era un comic sin villanos disfrazados
(de hecho, Oliver deja de usar antifaz después del nº8), donde el
héroe se enfrentaba a los villanos de la vida real, muchas veces
tomados de los titulares de los diarios: fachos que linchaban a
negros y gays, narcotraficantes, violadores, traficantes de armas,
cazadores furtivos, asesinos a sueldo y agentes de la CIA al límite de
la ilegalidad. Todos ellos presentados por Mike Grell como hijos,
nietos y bisnietos de puta, merecedores de castigos mucho peores
que la muerte. Incluso el hecho de que Ollie viviera de la guita que
le afanó a la CIA al final de Longbow Hunters salpicaba en cierto
modo la ética intachable que algunos lectores le exigían al héroe. Lo
cierto es que el festival de muertes, torturas y violaciones resultaba
sumamente lucrativo, con lo cual Mike Gold bancaba en un 100%
los supuestos excesos de “Iron Mike” y sus dibujantes en materia de
escenas escabrosas.
Lo más interesante de esto es que Grell exploraba, además, las
consecuencias. Los muchachos de la CIA lo apretaban a Ollie para
que hiciera misiones sucias para ellos... porque si no, le mandaban
a la IRS (la AFIP de EEUU) a investigar de dónde sacaba la plata para
vivir. Los horrendos abusos que sufre Dinah en The Longbow
Hunters hacen que cambie de opinión y pase de presionar a Ollie
para tener hijos a no querer saber nada de ese tema. En la segunda
saga con Shado (nºs 9-12), ella y Ollie no sólo se van a tirar
flechazos: también se van a tirar los galgos, de modo que cuando la
japonesa vuelva a aparecer (nº21), Grell va a jugar la carta de “acá
el tiempo pasa como en la vida de los lectores” y Shado va a estar
amamantando a un hermoso bebé... de ojos verdes.
Así es como en los primeros 34 números de la serie, Grell se da
todos los gustos. Impone su visión de Ollie y Dinah como definitivos,
crea personajes nuevos que funcionan, tira plots a largo plazo, tiene
números enteros en los que Ollie no se pone el traje de Green
39
Arrow (de hecho, nadie le dice “Green Arrow”), tira un cameo de
John Constantine (algo que en esa época sólo podía suceder en las
páginas de Swamp Thing) y hasta trae de vuelta a Warlord, el
personaje de su creación cuya serie llevaba varios años cancelada.
Y lo más atractivo: entre los garches y las masacres, el autor baja
línea progre en plena época de Ronald Reagan y George Bush
(padre), sin escaparle a temas espesos como el tráfico de personas,
el daño al medio ambiente causado por las grandes corporaciones o
los negocios turbios de los servicios de inteligencia. Quizás leídas
hoy, algunas de estas historias suenen muy extremas, o casi
oportunistas, pero en 1988-90 el clima realista, oscuro y jodido que
se respiraba en las páginas de Green Arrow era una novedad, una
anomalía sumamente bienvenida dentro del Universo DC.
40
19. CUESTA ABAJO
Estamos en 1990 y el furor de la serie regular de Green Arrow
escrita por Mike Grell se empieza a desinflar lentamente. El punto
de inflexión es el nº35, donde tenemos el inicio de una nueva saga
de cuatro episodios con Shado, junto a una novedad muy decepcio-
nante: ni Dan Jurgens ni Ed Hannigan volverán a participar de esta
serie, donde tendremos primero a un muerto impresentable (Mark
Jones) y más adelante unos cuantos números a cargo del gran Denys
Cowan, al que rara vez le pondrán entintadores como la gente. Y a
partir del nº50, el dibujante más frecuente será Rick Hoberg, un
obrero del lápiz correcto, cumplidor, pero bastante falto de onda.
Pero lo peor es esa saguita que va del nº35 al nº38. Sin ninguna
necesidad, Mike Grell decide que tiene que hacer añicos el status
quo de la serie y en apenas cuatro episodios, Oliver se pelea con
Dinah, se curte a una chica mucho más joven, se afeita la cabeza y la
chivita, abandona su uniforme en favor de campera y pantalones
negros, se convierte en enemigo declarado del gobierno de EEUU
(que manda a sus sicarios a capturarlo) y termina por abandonar
Seattle para vagar por el mundo, solo como loco malo.
En el nº39, Ollie queda cara a cara con George Bush (padre) y le
canta las 40 a este siniestro personaje, uno de los más jodidos de la
historia del Siglo XX. Pero enseguida la arista política se desactiva y
la serie nos muestra breves aventuras sin demasiada trascendencia
en las que Ollie recupera la cabellera rubia (aunque no el traje
verde) para impartir justicia en distintos lugares más bien remotos,
primero del interior de los EEUU y más tarde de Africa. El mejor de
estos episodios es, lejos, el nº40, el único que dibuja Mike Grell, a
un nivel impresionante.
El nº50 (Ago.1991) marca el regreso de Ollie a Seattle y al mes
siguiente vuelve a lucir el traje verde y a reconciliarse con Dinah. A
partir de ahí, la dupla Green Arrow/ Black Canary compartirá unas
cuantas aventuras, de nuevo imbuidas en temáticas fuertes, social-
mente relevantes, en las que enfrentarán a violadores, asesinos
seriales, narcotraficantes y demás alimañas urbanas. Pero la fórmula
ya está muy baqueteada y la serie pierde (o ya perdió) buena parte
de su atractivo. La siguiente saguita de cuatro partes con Shado (nºs
41
63-66) será el último coqueteo con la periodicidad de 14 ó 15
números por año y además se hace aburridísima, por lo estirada
que está y por el poco impacto que generan los dibujos de Hoberg.
En los nºs 71 y 72 Grell ensaya otra novedad: una enemiga con
poderes sobrenaturales, capaz de transformarse en pantera (o al
revés). Tampoco pasa nada. Y el nº 75 (Jun.1993) es el único
realmente imprescindible de toda esta etapa. Acá Ollie se vuelve a
transar a la borreguita, se entera de que es el padre del hijito de
Shado, se separa definitivamente de Dinah y se reencuentra
(después de muchos años) con Roy Harper y la hijita que este tuvo
con Cheshire. Lástima que Grell no puso ahí el punto final.
42
20. EL FIN DE UNA ERA
Pero no, lamentablemente Mike Grell sigue al frente de Green
Arrow hasta el nº80. En el medio se va Rick Hoberg (para ser
reemplazado por unos crotos horrendos) y se va el mismísimo Mike
Gold, el coordinador que orquestó esta versión de Oliver Queen
junto a Grell desde el Día Cero. Entre los nºs 76 y 80, el arquero vive
una saga lejos de Seattle junto a Eddie Fyers y cuando regresa, trata
de ordenar el despelote en que se convirtió su vida, sin ningún
éxito. Fin. Después de tres prestiges, 80 números de la serie regular
y varios Annuals, se termina la Era Grell.
Ah, no? ¿Hay más cosas? Bueno, ahí vamos.
En Marzo de 1989, en pleno auge de la serie regular, Mike Grell
escribe un nuevo origen para Green Arrow, en el nº 38 de Secret
Origins. El dibujo es sumamente olvidable y el guión retoca bastan-
te el origen que habíamos visto primero en la DC SuperStars nº17 y
más tarde en el nº1 de The Longbow Hunters. La historia está
narrada en tres tiempos distintos, con flashbacks y escenas oníricas,
por momentos algo confusas. Básicamente el nuevo origen descarta
la aventura de Ollie en la isla contra los traficantes de marihuana,
para plantear el verdadero debut como justiciero enmascarado del
joven millonario en una fiesta de disfraces en la que (obviamente)
va caracterizado como Robin Hood.
Unos años después, en 1993, Grell recibe luz verde para una
miniserie de cuatro episodios llamada Green Arrow: The Wonder
Year, que vendría a ser un “Year One” del personaje. Recordemos
que, durante la etapa de Grell, Ollie envejecía “en tiempo real”,
como Alack Sinner o los personajes de Gasoline Alley. O sea que
para 1993 blanqueaba 46 años y el Year One se sitúa 21 años antes,
en 1972. En esta aventura (que continúa directamente de la que
acabamos de ver) el guionista se saca las ganas de mostrarnos al
Ollie joven, empresario y millonario, que se divertía como un play-
boy mientas daba sus primeros pasos en la lucha contra el crimen.
Por supuesto, evitando siempre a los villanos enmascarados, los
super-poderes y las flechas con truquitos, como si fuesen
cancerígenas. Nada demasiado relevante, más allá de una certera
sátira política a los años del turbio Richard Nixon en la Casa Blanca.
43
Esto mismo, en un prestige de 48 páginas dibujado por el propio
Grell, pudo haber sido grossísimo. Estirado a casi 90 páginas y con
los dibujos a cargo de un Gray Morrow ya veterano, pasó sin pena
ni gloria.
Lo más extraño de todo esto es, por un lado, el hecho de jugarse a
ponerle fecha al origen de un personaje, algo que en los comics de
superhéroes se recomienda no hacer jamás. Pero Grell estaba
dispuesto a bancarse que las cuentas que sacaban los fans convirtie-
ran a Ollie prácticamente en un geronte, 10 años más viejo que
Batman, Superman, etc.. Por suerte, ni bien Grell dejó la serie, esto
se desactivó y Ollie volvió, muy de a poco, a ser apenitas más jovato
que los otros personajes surgidos en la Silver Age. Por el otro lado,
la audaz decisión de Grell de no vincular nunca a su versión de
Green Arrow con el resto del Universo DC. Ni en el “Year One”, ni
más adelante, aparece ninguna mención a nada de lo vivido por el
héroe fuera de su propia serie. Recién en el nº75, después de
muchos años de presión por parte de los lectores, Grell recapitula
momentos clave de la relación entre Ollie y Roy Harper y “pone en
continuidad” historietas que no escribió él.
Obviamente, la etapa post-Grell tomará la dirección absolutamente
contraria.
44
21. RENOVACION TOTAL
El nº81 de Green Arrow (Dic.1993) se parece tan poco al nº80, que
bien podría haber sido el nº1 de una nueva colección. Estábamos
sobre el final del año más zarpado de la historia moderna del comic
yanki, en cuanto a facturación, expansión y repercusión mediática.
Los hitazos mutantes de Marvel, la revolución de Image, la Muerte
de Superman y demás movidas habían hecho crecer brutalmente
(aunque más no sea de forma artificial) al mercado del comic de
superhéroes, que ahora era un monstruo gigante pasado de
anabólicos, con los músculos hiperdesarrollados, en proporción
inversa a la masa cerebral. En ese contexto, quedaba poquísimo
margen para la visión de Mike Grell, y eso lo entendió de movida
Scott Peterson, el coordinador (fogueado bajo la égida de Denny
O´Neil) que tomó las riendas de las series un par de números antes
del crucial nº80.
La consigna de la nueva etapa fue cambiar todo, llevar a Oliver
Queen lo más lejos posible de la versión de Mike Grell. No más
Seattle, no más Black Canary, no más aislamiento respecto del resto
de los héroes y villanos del Universo DC y no más un único guionista
para 80 episodios. Sólo faltó que volvieran las flechas con truquito,
lo cual felizmente no sucedió. Para el primer año, Peterson apostó
por una rotación de guionistas, que arrancó con el ex-coordinador
Kevin Dooley, pasó por los tres guionistas centrales de la línea
Batman (Doug Moench, Alan Grant y Chuck Dixon) y le tocó también
a Kelley Puckett, que escribía los comics basados en la serie
animada del murciélago. A partir del segundo año (nº93) se acaba la
rotación y será Dixon quien quede como guionista titular de Green
Arrow, durante muchos años. Esta inconsistencia en materia de
guionistas sería compensada por la presencia de un dibujante fijo,
que no faltará casi nunca: el veterano maestro Jim Aparo, ya lejos de
su mejor nivel, complementado en las tintas por el uruguayo
Gerardo “Gerry” Fernández, una combinación que –para mi gusto-
funcionaba muy mal.
En el nº81 empieza un arco titulado “Crossroads”, en el que Ollie
abandona Seattle y se va a recorrer EEUU, como lo hiciera alguna
vez con Hal Jordan en los ´70, pero esta vez solo como loco malo.
45
Desde la primera página queda claro que cambió todo, que ahora el
ya veterano arquero deberá coexistir con seres superpoderosos. Y
para la última página queda claro también que se terminó el
capricho de narrar en dos episodios incluso las historias cortas, que
daban para uno solo. Al cambiar en todos los números de guionista,
de ciudad y de héroes y villanos invitados, la serie adopta por
primera vez el formato de los números autoconclusivos. De todo
este extenso recorrido englobado en Crossroads lo mejor es el
episodio en Gotham City junto a Anarky, donde Kevin Dooley tiene
la posibilidad de trabajar junto a Michael Netzer, porque justo
Aparo estaba de vacaciones. El nº90 funciona como tie-in con la
miniserie Zero Hour (escrita y dibujada por Dan Jurgens, un viejo
conocido de Green Arrow), en la que Ollie mata de un flechazo nada
menos que a su viejo amigo Hal. Y justo ahí la serie se pone buena.
46
22. FLECHAZO AL CORAZON
48
23. ¿QUIEN ES CONNOR HAWKE?
Y sí, con Oliver Queen muerto, era hora de cederle el protagonismo
de la revista al nuevo Green Arrow, Connor Hawke, el pibe de 16
años al que vimos por primera vez en el nº0. Pero, ¿quién es Connor
Hawke?
Connor es algo así como la antítesis de Ollie: inocente, políticamen-
te ingenuo, con una espiritualidad oriental, sexualmente ambiguo e
inexperto, y algo más joven que el superhéroe promedio. Connor es
fruto de una relación que Ollie tuvo con Sandra “Moonday” Hawke y
(por lo menos al principio, después medio que se olvidaron) en su
genética conviven rasgos asiáticos, europeos y africanos. O sea, no
era el típico chabón forzudo, malito y blanco de los comics violentos
al pedo de los ´90. Al propio Chuck Dixon al principio le costó
agarrarle la mano. En la época de los chumbos gigantescos, le
daban un personaje que tenía que resolver todo con arco, flechas y
patadas, y al que ni se le cruzaba por la cabeza la posibilidad de
matar a sus oponentes.
Los ´90 fueron una época de abundancia en materia de héroes
sustitutos, o de segunda generación, que de pronto se vieron
obligados a reemplazar a los personajes más icónicos. En todos los
casos, el principal obstáculo para imponer a esta renovación fue la
falta de legitimidad, la sensación generalizada entre los fans de que
les estaban “sacando al verdadero para reemplazarlo con uno
trucho”. Connor Hawke (me parece a mí) sufrió el problema de la
falta de legitimidad bastante menos que otros héroes sustitutos, por
dos motivos. El primero es, sin dudas, el buen trabajo que venían
haciendo con el personaje tanto Dixon como Kelley Puckett antes de
que Connor se convirtiera en “el Green Arrow titular”.
Y el segundo es que con Connor funcionó un truco que no había
funcionado tan bien un par de años antes con Kyle Rayner: meterlo
de una en la JLA y en un montón de crossovers. De hecho, con el
velatorio de Ollie todavía fresco, los nºs 102 y 103 de Green Arrow
son tie-ins de la saga Underworld Unleashed (Nov-Dic 1995) y para
el 104 ya se empieza a explorar la amistad entre Connor y Kyle
(cuya revista vendía mejor que la del joven arquero), en constante
homenaje a la dupla que durante años integraran Oliver Queen y
49
Hal Jordan. La idea de reciclar la dupla de los “Hard-Travelling
Heroes” con los personajes jóvenes prendió, y para el nº110 y 111 la
revista de Connor se cruza con la de Kyle en un crossover de cuatro
episodios. Que funcionó bien, y se repetirá en los nºs 125 y 126 y en
los nºs 130 y 131, ahora con el agregado de Wally West, otro héroe
de segunda generación (o tercera, si contamos la Golden Age).
Por supuesto, para cuando Dixon se hizo cargo de Green Arrow, ya
llevaba varios años de ardua labor en Detective Comics y Robin
(más otros proyectos vinculados a la Bati-Familia) y algo de eso iba
a utilizar para traerle más lectores a Connor Hawke. Así es como en
el nº105 tenemos el primer team-up con Robin, más adelante
tendremos una saga junto a Black Canary (por entonces estrella de
Birds of Prey, también bajo la pluma de Dixon) y más cerca del final
tendremos una saguita con la JLA y un ambicioso crossover llamado
Brotherhood of the Fist, en el que la revista de Green Arrow se
entrelaza con Detective Comics, Robin y Nightwing (todas a cargo
del pulpo Dixon). Es un arco interesante, porque ahí Dixon termina
de capitalizar algo que venía desarrollando desde su llegada a esta
serie: Connor es un excelente arquero, pero es mucho mejor artista
marcial. Brotherhood of the Fist lo establece claramente entre los 10
mejores del Universo DC.
50
24. ESTE ES EL AGUANTE
No me quiero extender mucho más con esto, pero corresponde
subrayar el gran laburo de Chuck Dixon (secundado primero por el
buen dibujante Rodolfo Damaggio y más tarde por otros medio
maderones) a lo largo de poco más de tres años. El único déficit de
Connor Hawke fue el mismo de Oliver Queen: la imposibilidad de
generar buenos villanos propios. Dixon lo intenta con Hatchet y
Silver Monkey, pero no le sale. Por suerte tiene en el elenco de
secundarios a un par de personajes muy atractivos, como Eddie
Fyers (heredado de Mike Grell), Master Jansen (uno de los monjes
del monasterio) y la propia madre de Connor, que aparece poco,
pero suma mucho, en parte porque está casada con un garca que
por momentos pinta para ser el vlllano grosso de la serie. También
hay una saguita en la que Dixon retoma a Shado y otra en la que
vuelve a jugar con el parecido entre Oliver y Warlord (con
excelentes dibujos de Doug Braithwaite, que estaba de suplente).
De a poquito, Connor se va ganando el apoyo de los fans y
finalmente la revista llega hasta el nº137 (Oct.98), con un epílogo al
mes siguiente, en el nº 1.000.000, donde Connor se convence de
que Ollie está vivo. ¿Por qué cierra la revista? Porque ya estaba
confirmado el acuerdo con Kevin Smith (por entonces un encumbra-
do cineasta surgido del indie de los ´90) para que este se convirtiera
en el nuevo guionista de Green Arrow, y –lógicamente- eso se iba a
festejar con el lanzamiento de un nuevo nº1, que un principio iba a
ser precedido por una serie de tres libritos prestige, como había
sucedido en 1987 cuando llegó Mike Grell. Supuestamente, para
cuando se cancela la serie de Connor, Smith ya estaba trabajando
en el relanzamiento. Sin embargo, este llegaría recién en Febrero
de 2001.
En el medio, Kevin Smith lanzaría comics de sus personajes (Clerks,
Jay & Silent Bob) y una exitosa serie de Daredevil en Marvel. Pero
de Green Arrow no tuvimos noticias durante algunos años, en los
que Connor siguió apareciendo esporádicamente en otras series de
DC. Obviamente la bronca de Dixon contra DC (y en menor medida
contra Kevin Smith) crecía con cada mes que se demoraba el
51
relanzamiento, porque le habían hecho cerrar la revista de Connor
totalmente al pedo.
La etapa de Connor como Green Arrow no tiene Annuals, pero si no
te alcanza con estos 37 números podés buscar la historia corta (a
cargo de Dixon y el gran Rick Burchett) en el Adventure Comics 80-
Page Giant, el team-up con Kyle Rayner en el DCU Holiday Bash nº2,
o el team-up con Thorn en los nºs 4 y 5 de Showcase ´95. En el Siglo
XXI, con la vuelta de Oliver ya consumada, Chuck Dixon volverá a
escribir aventuras de Connor, pero las vamos a ver más adelante.
52
25. TARDA EN LLEGAR...
Salto bastante brutal a Febrero de 2001, cuando finalmente DC lanza
una nueva serie regular de Green Arrow, protagonizada por...
¡Oliver Queen! Pero, ¿no lo habíamos visto morir en el nº101 de la
serie anterior? Obvio que sí, pero a Kevin Smith se le ocurrió una
forma de traerlo de vuelta, y eso es lo que va a explorar el exitoso
cineasta a lo largo de los 10 primeros episodios, que conforman una
saga llamada Quiver.
Flashback a varios años antes, cuando Mike Carlin (legendario
coordinador de DC) lleva a Kevin Smith a recorrer las oficinas de
DC en New York. Smith estaba trabajando en un guión para una
película de Superman que nunca se filmó, y durante esa visita
guiada se cruzó con el coordinador de la revista de Green Arrow,
que en ese entonces era Darren Vincenzo. Así, de la nada, le tiró “el
día que quieras ver a Green Arrow entre las 20 revistas más
vendidas del mercado, pegame un llamadito”. Pasó un año, y
cuando ya se había estrenado Chasing Amy (el primer largometraje
realmente exitoso de Smith), Vincenzo convocó al guionista y se
reunieron a intercambiar ideas. Pero en el medio, Smith ya se había
comprometido a escribir Daredevil, los comics con sus personajes
para el sello Oni, una nueva película (Dogma), y además se casó y
tuvo una hija. Parecía que nunca iba a llegar el momento de verlo a
Smith en Green Arrow, hasta que DC contrató al coordinador Bob
Schreck, viejo amigo de Smith quien supervisara los comics de Jay &
Silent Bob para Oni. Ahí todo se encaminó, y DC (que tomó nota de
los problemas de periodicidad que tuvo Daredevil durante la etapa
de Smith y Joe Quesada) anunció la serie cuando estuvieron
entregados los seis primeros guiones del cineasta, guionista y a
veces actor y conductor de TV.
Smith no tuvo problemas para imponer al dibujante, el gran Phil
Hester, que también había trabajado con Schreck en los comics de
Oni. Y a Schreck se le ocurrió sumar como portadista a otro de sus
amigos más cercanos, nada menos que el maestro Matt Wagner. El
nº1 de la segunda serie de Green Arrow no sólo estuvo entre los 20
más vendidos del mes en que apareció. Se colocó en el sexto puesto
53
del ranking de ventas y fue el título de DC más vendido de ese mes,
con más de 85.000 ejemplares.
En aquel entonces, un periodista le preguntó a Kevin Smith por qué
le interesaba escribir a Green Arrow, un personaje de poca
prominencia en el Universo DC, y Smith respondió “precisamente
porque tiene poca prominencia. Es un héroe de la B o de la C, no está
considerado entre los más grossos. Y eso me hace sentir más seguro,
porque si la cago con esta revista, no va a ser un fracaso atronador
como si la cagara en un título como Superman o la JLA. Siempre digo
que si vamos a fracasar, conviene fracasar en algo con perfil bajo.
También me gusta el hecho de que a Green Arrow no lo motive un
hecho traumático de su pasado, sino que sea héroe simplemente
porque es lo que le parece correcto. Ese altruismo no es muy
frecuente en los héroes modernos. Y además siento que los lectores se
pueden identificar fácilmente con él. No podemos ser Superman, no
podemos ser Wonder Woman, no podemos ser Spider-Man... pero
podríamos ser Green Arrow. Es un tipo que tira flechas, nada más. Es
realmente grosso en esa disciplina, pero es un tipo normal”.
54
26. PAPÁ ESTÁ DE VUELTA
A todo esto me falta decir que Quiver no me parece tan gran cosa.
Se trata de una saga estiradísima, que narra en 10 episodios algo
que se podía narrar tranquilamente en seis, y para peor el truco al
que recurre Smith para traer de nuevo a la vida a Oliver Queen me
resulta muy poco convincente. Y sin embargo, la primera lectura de
la saga es satisfactoria. El primer número recuenta la historia del
Arquero Esmeralda y termina con la confirmación de que Ollie está
vivo. El segundo es un episodio muy, muy hablado, en el que
nuestro héroe vuelve a la acción con un traje prácticamente idéntico
al que le diseñara Neal Adams en los ´60, sin olvidar ni siquiera el
antifaz. Para el tercero, Smith empieza a desarrollar a una nueva
sidekick para Green Arrow, mientras el héroe resucitado tiene su
primer combate posta contra un supervillano, en este caso Black
Manta. Esto deriva en un encuentro con Aquaman y en su posterior
visita al atalaya de la JLA. Más tarde llegarán los reencuentros con
Roy Harper y Black Canary, pero antes habrá un combate con
Etrigan, que marcará un poco el rumbo de los cuatro episodios
finales: para completar el regreso de Ollie al plano de los vivos falta
un elemento de índole mística, y hacia allá encamina Smith el tramo
final.
Por ese lado se justificarán las apariciones de Deadman, Zauriel, el
Phantom Stranger, el espíritu de Barry Allen, y lo más esperado: el
mano a mano con Hal Jordan, ahora convertido en Spectre. Entre
diálogos muy afilados y escenas de acción bastante intrascendentes,
los últimos tres episodios subirán la apuesta con la entrada en
escena de Connor Hawke y apariciones de personajes tan poco
probables como Roderick Burguess (el captor de Morpheus, o The
Sandman) o Stanley y su Monstruo. La verdad es que a Quiver no le
faltan escenas emotivas ni momentos impactantes, pero no daba ni
ahí para tantas páginas.
Los nºs 11 y 12 son más tranquilos, con más desarrollo para la
relación entre Ollie y Connor, más romance con Black Canary, un
brevísimo combate con el Riddler y el inicio del entrenamiento
formal de Mia Dearden para convertirse en la nueva Speedy. Y
entre los nºs 13 y 15, Kevin Smith narrará su última aventura de
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Green Arrow, un duro y sangriento combate con un nuevo villano
llamado Onomatopoeia, quien dejará a Connor al borde de la
muerte. Son los tres números menos hablados de la Era Smith,
donde más se lucen los dibujos y los recursos narrativos de Phil
Hester.
Y no hay más. La serie continuará durante varios años, Hester y Matt
Wagner se quedarán unos cuantos números más, pero acá, antes de
que se termine el 2002, se termina la relación entre Kevin Smith y
Green Arrow, el personaje al que trajo de vuelta y convirtió en
atractivo para un montón de fans que nunca le habían dado pelota.
Smith retomará a Onomatopoeia años más tarde, pero con Batman
como antagonista y otros guionistas seguirán contando las andanzas
de Oliver Queen y sus amigos.
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27. HAY VIDA DESPUES DE KEVIN
Estamos a fines de 2002 y la serie de Green Arrow se queda sin
guionista. DC se juega una timba importante y contrata a Brad
Meltzer, un novelista que nunca había escrito historietas, para un
arco argumental de seis episodios. Así, en el nº16 arranca Archer´s
Quest, con el debut de Meltzer como guionista de comics (más tarde
tendría a su cargo la polémica Identity Crisis y un relanzamiento de
la Justice League) y el maestro Phil Hester firme junto al pueblo.
Archer´s Quest nos va a llevar en un viaje por la historia de Ollie en
el que lo más importante no es la aventura, ni las peleas (de hecho
hay una sóla en 130 páginas), sino reflexionar acerca de los afectos
y las lealtades en la vida del arquero esmeralda. Esto hace que la
saguita se parezca poco al típico comic de superhéroes, porque se
toma todo el tiempo del mundo para que los personajes reflexionen,
piensen y repiensen lo que hicieron y lo que dejaron de hacer, y
cómo eso afecta las vidas de sus amigos y sus seres queridos. He
visto partidas de dominó entre septuagenarios más épicas que
Archer´s Quest pero como rareza, como enfoque novedoso sobre un
tema muy gastado (la muerte y resurrección de los superhéroes),
funciona muy bien.
En paralelo a la serialización de Archer´s Quest se publica el Green
Arrow Secret Files and Origins, un especial que pasó bastante
desapercibido (tampoco hizo muchos méritos para llamar la
atención) y donde vemos por primera vez escribir una aventura de
Ollie y Connor a quien más tarde sería el guionista titular de Green
Arrow, el prolífico Judd Winick.
El nº23 es un unitario contra el Count Vertigo, esta vez con Scott
Beatty como guionista. Y entre los nºs 23 y 25 tendremos tres de los
episodios que componen la saga Black Circle: Urban Knights, en la
que la serie de Green Arrow se cruza con la de Green Lantern, en
cuyos nºs 162 al 164 aparecen los tres episodios restantes. Esto es
muy feo, probablemente el punto más bajo en esta etapa de Green
Arrow. Los seis episodios están dibujados por Charlie Adlard (el de
The Walking Dead), muy por debajo del nivel al que nos había
acostumbrado Phil Hester. Los tres episodios de la serie de Ollie los
escribe Ben Raab, un guionista bien del montón. Y lo único
57
rescatable es que el guionista de esta etapa de Green Lantern era
(de nuevo) Judd Winick, un fan del arquero esmeralda que, luego
de escribir este crossover, se ofrece para hacerse cargo de la serie
regular a partir del nº26.
58
28. JUDD WINICK AL ARCO
Winick también fue, en su momento, una apuesta arriesgada de DC.
Originalmente era un chico que escribía y dibujaba tiras cómicas
poco conocidas, pero para mediados de los ´90 ya era un personaje
muy conocido a nivel mediático en EEUU, por haber participado en
un famoso reality show de MTV. De hecho su primera novela gráfica
(Pedro and Me, en la que narra la vida de uno de sus compañeros
del reality y su tremenda lucha contra el HIV) había sido un gran
suceso comercial y Bob Shreck (coordinador de Green Arrow) le
había abierto las puertas para publicar otras historietas en Oni
Press. La llegada de Judd Winick a Green Arrow le daría a la serie la
estabilidad que le estaba faltando, y además un nivel de calidad
muy parejo y realmente notable.
El primer arco de Winick es Straight Shooter, seis episodios que
podrían haber sido cuatro- Acá ya estamos metidos de lleno en la
época en a que DC se propone reeditar prácticamente todo el
material de las series regulares en TPBs de 130 páginas y para eso
es imperativo que aparezcan muchos arcos argumentales de seis
episodios... aunque haya que estirar brutalmente las ideas. Winick
cumple con esa consigna y estira a morir, con unos diálogos
excelentes. El guionista pone el foco en Star City, en el rol social de
los justicieros en la dinámica y los problemas de la ciudad. Connor
y Mia crecen muchísimo a lo largo del arco, mientras Ollie vive un
romance con Joanna Pierce, sobrina de Black Lightning. En estos
seis números (26 al 31) tenemos además las que tal vez sean las
mejores páginas de Phil Hester en esta serie.
Después de un par de episodios unitarios en los que participan
autores invitados, Winick y Hester se reúnen para otra saga muy
estirada, City Walls, que abarca los nºs 34 al 39. Acá reaparece
brevemente Black Canary, otra vez hay que ganarle al Riddler y el
personaje que más se destaca es Mia, ya casi lista para convertirse
en la nueva Speedy. El argumento derrapa cuando el conflicto pasa
a ser una batalla entre ejércitos, uno de gente común liderado por
Ollie y otro integrado por unos monstruos místicos que no tienen
ninguna explicación lógica. Por suerte (una vez más) Winick le pone
el alma a los diálogos y Hester deja la vida en cada dibujo.
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Para el número siguiente, sin darnos respiro, Winick y Hester inician
una nueva saga de seis episodios: New Blood. Entre los nºs 40 y 45
nos espera una aventura 100% urbana, repleta de violencia y mala
leche, en la que nos presentan a Brick, un nuevo y atractivo super-
villano. Pero el personaje central es, una vez más, Mia. Acá nos
enteramos que está infectada con el virus del SIDA (como Pedro, el
viejo amigo del guionista), algo que jamás habíamos visto en un
comic de superhéroes. Y además la vemos iniciar un romance con
Connor y calzarse por primera vez el traje de Speedy. Ollie,
mientras tanto, ve cómo se derrumba su relación con Dinah. Pero ya
encontrará con qué entretenerse...
60
29. VILLANOS DESCONTROLADOS
En Marzo de 2005, la serie de Green Arrow cambia de dibujante y
de portadista. Para reemplazar al gran Phil Hester llega Tom Fowler,
un dibujante más caricaturesco, más exagerado en las expresiones
faciales y el lenguaje corporal de los personajes, muy dotado para
la comedia aunque no tanto para este tipo de aventuras más
dramáticas. Lo peor que tiene Fowler es que no entrega todos los
meses y su suplente es el espantoso Eric Battle. Y en reemplazo del
maestro Matt Wagner tenemos al exquisito James Jean, que ya daba
cátedra en las portadas de Fables y ahora se suma también al
equipo de Green Arrow.
El nº 46 marca el debut de estos nuevos dibujantes y se trata de un
episodio unitario en el que Mia y Ollie visitan a los Teen Titans y la
nueva Speedy empieza a utilizar las tan vilipendiadas flechas con
truquitos, para desgracia de Mike Grell y todos sus fans. Y
enseguida arranca una saguita de cuatro episodios que
desembocará en el nº50, llamada New Business. Acá se reúne la
Arrow Familiy a pleno, con Ollie, Mia, Connor Hawke y Roy Harper
juntos para combatir primero al Duke of Oil (viejo villano de los
Outsiders), luego a Drakon (el asesino imbatible creado por Judd
Winick un par de sagas atrás) y más tarde a un Riddler muy sacado,
tanto que casi parece el Joker. El episodio final revela la mano
negra de Brick detrás de varios sucesos de la saga, trae un team-up
con los Outsiders (en cuyas filas militaba Roy) y termina con la
destrucción de la casa que Ollie tenía en Star City.
Los nºs 51 y 53 son unitarios completamente descolgados, a cargo
de guionistas y dibujantes invitados. El 51 tiene un muy buen guión
del ignoto James Peatty (nada menos que con Anarky como
invitado), pero el nefasto Eric Battle lo destruye con sus horrendos
dibujos. En el nº52 Winick enlaza a Green Arrow con lo que venía
sucediendo en Identity Crisis. A partir de ahí, Ollie se unirá a Black
Lightning para ir contra el Dr. Light, en un arco que arranca
propiamente en el nº54 y en el que entran en juego varios villanos
más y, por supuesto, Mia y Connor. Hay episodios enteros sólo de
combates, en los que la trama no avanza en lo más mínimo, pero
felizmente en medio de este arco llega el notable Ron Garney, a
61
dibujar con jerarquía muchas de estas páginas repletas de machaca
superheroica de alto octanaje. La saga contra el Dr. Light deriva en
un enfrentamiento con Merlyn, otro villano de los ´70 que hacía
siglos que no tenía mayor relevancia, que termina con media Star
City en ruinas y Ollie otra vez muerto... Bueno, “muerto”, ustedes
saben cómo es esto. El final del nº59 es desolador (el dibujo de Paul
Lee tampoco ayuda mucho) y encima falta un año para saber cómo
sigue la historia.
62
30. STAR CITY PARA TODOS
Bueno, en realidad entre el nº59 y el nº60 pasa un año en la vida de
los personajes, pero no lo vimos nunca. Es el año que DC narra en la
miniserie semanal 52, no en las series mensuales. O sea que en el
nº60 tenemos el logo de “One Year Later”, y dos novedades
importantes: por un lado Bob Schreck dejó el cargo de coordinador,
para que tome las riendas nada menos que Mike Carlin. Y por el
otro, tenemos como nuevo dibujante titular al consagrado Scott
McDaniel, que venía de muchos años de magia en Nightwing y
Batman. Acá se inicia un nuevo arco en el que avanza la
reconstrucción de Star City, Brick sigue incrementando su poder en
el hampa y Oliver Queen (después de aquel frustrado intento en los
´70) asume como intendente de su querida ciudad. Ollie se propone
(y Winick nos lo cuenta en largos soliloquios del héroe) volver a
poner de pie a su ciudad, pero para eso hay que tocarle un poquito
el bolsillo a los poderosos, y así es como para el final del segundo
episodio, ya está justificado que Green Arrow vuelva a la acción,
para enfrentarse nada menos que a Deathstroke, que llega con la
misión de hacer boleta al nuevo intendente, y obviamente va a
fracasar.
“Durante mucho tiempo mastiqué la idea de que Ollie se postulara a
intendente –dijo Winick- pero a nivel guión, no tenía ganas de escribir
una contienda electoral. Es algo que lleva mucho tiempo de prepara-
ción. Podría haber armado una intriga política, un arco en el que el
intendente es asesinado y el vice muere, y se produce un vacío en el
que Ollie se mete y se queda con la intendencia, pero es algo que no
encaja mucho en un comic de superhéroes. Después me tocó ser parte
de las reuniones en las que se planificó todo lo que iba a pasar en
Infinite Crisis, y ahí surgió el tema de saltearnos un año y pasar al One
Year Later. Fue algo que inventamos Greg Rucka, Geoff Johns y yo,
que entre los tres estábamos escribiendo unas 12 series, con todos los
personajes más representativos de DC. Y cuando empezamos a tirar
ideas para el One Year Later, yo dije “cuando volvemos, Ollie es el
intendente de Star City”, y con eso nos salteamos toda la parte
intrincada de la elección. Me parece que funcionó bien. Además Ollie
63
siempre fue una especie de animal político. Lo que hizo en esta etapa
fue abrazarse a esa arista de su personalidad”.
La verdad que es la faceta política de la serie le brinda a Winick la
posibilidad de afilar mucho los diálogos y tocar temas interesantes.
Lástima que no le da demasiado protagonismo. Entre los nºs 66 y 68,
tenemos una saga que nos narra qué pasó en los meses posteriores
al nº59, cómo Ollie zafó de la muerte, cómo aprendió a manejar las
espadas y de dónde sacó la plata para financiar la campaña. Y entre
los nºs 69 y 72, Winick aprovecha que estaba al frente de la serie de
Batman (y que había traído de vuelta a Jason Todd) para un arco a
toda machaca en la que Green Arrow, Speedy y el murciélago más
famoso se enfrentan a Brick y Red Hood. En todo este tramo, el tema
de “Ollie intendente” tiene poco peso en los argumentos.
El nº73 retoma este tópico, porque ahora Ollie tiene que ir por la
reelección, contra el comisionado de la policía de Star City, Brian
Nudocerdo. Se viene el super-clásico entre facho y progre, pero
todo se empantana con una denuncia contra el intendente Queen.
De la nada reaparece Black Canary (ahora líder de la Justice League
of America) para darle una mano a Ollie, Mia y el también
reaparecido Connor en una lucha furibunda contra Merlyn, Brick,
Drakon y Deathstroke. La Liga interviene para salvar las papas, Ollie
renuncia a la intendencia y a la contienda electoral y, tras
reconciliarse con Dinah, le pide matrimonio. Así termina el nº75,
publicado en Agosto de 2007, donde Winick y el siempre confiable
McDaniel (que no faltó nunca a la cita mensual) le ponen punto final
a esta serie.
Pará, ¿y qué le respondió Black Canary a la propuesta de Ollie? Eso
queda para más adelante...
64
INTERLUDIO CON MINISERIES
Aprovechamos este punto en el que la serie mensual de Green
Arrow se deja de publicar, para meternos con tres miniseries
aparecidas en 2007 que no se pueden pasar por alto.
En Enero de ese año se comienza a publicar Connor Hawke:
Dragon´s Blood, una miniserie de seis episodios en la que regresa el
maestro Chuck Dixon, quien guiara la serie mensual de Connor
durane varios años en los turbulentos ´90. Lo acompaña el dibujante
Derec Donovan, que es el mismo que en los ´90 conocimos como
Derec Aucoin (dibujaba, por ejemplo, L.E.G.I.O.N. y su secuela,
R.E.B.E.L.S.), pero ahora mucho mejor, como si hubiese estudiado a
fondo y absorbido lo mejor de Dave Johnson y Jason Pearson.
Visualmente esta miniserie es muy potente y se lo debemos en
buena medida a Donovan.
También a Dixon, que estira a seis episodios una historia que se
podría haber narrado en cuatro. Por suerte el relleno pasa por los
diálogos, que están logradísimos, y por un incesante desfile de
personajes, entre los que se destacan dos de los que Connor heredó
de su papá: nada menos que Eddy Fyers y Shado. El guión
(ambientado principalmente en Shanghai) retoma unas cuantas
puntas argumentales de la época en la que Ollie estaba muerto y
Connor era el Green Arrow titular, tiene muchísima acción, y en la
pelea definitiva, Dixon nos muestra cómo el joven arquero y artista
marcial cruza el Rubicón y mata por primera vez en su vida.
Dragon´s Blood es una aventura intensa, explosiva, un muy buen
complemento a las aventuras de Green Arrow, sobre todo para los
fans de Connor Hawke que merecía volver a brillar en una serie
solista, por afuera de la órbita de Star City y la Arrow Family,
aunque sea durante un puñado de episodios.
Avanzamos unos meses hasta Septiembre de 2007. En ese mes, el
primero desde 2001 sin un número de la serie mensual de Green
Arrow, se lanzan dos miniseries quincenales, como para exprimirle
bien el bolsillo a los fieles seguidores del arquero esmeralda.
La primera es Green Arrow: Year One, originalmente anunciada con
cuatro episodios, que después se estiraron a seis (seguramente
pensando en la recopilación en TPB). La miniserie está a cargo de
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una dupla de autores británicos que ya habían trabajado juntos en
varios proyectos (principalmente The Losers, en el sello Vertigo de
DC): el guionista Andy Diggle y el dibujante Jock.
Los autores reciben absoluta libertad para reformular (una vez más)
el origen de Green Arrow y terminan por establecer el canon del
personaje. Esta versión es jodida, espesa y muy atractiva. En Year
One vuelven la sangre, las muertes escabrosas y las puteadas,
aunque no las escenas de sexo. Y también algunas flechas con
truquito, ahora explicadas de un modo mucho más realista. Ollie se
nos presenta como un joven millonario “drogadicto de la
adrenalina” y fan de Robin Hood, que vive su vida y dilapida sus
millones con total irresponsabilidad. Detrás de este playboy
borrachín hay un pibe que desde muy chico demostró habilidad
para el tiro con arco y flecha, y recién en una tercera capa de
profundidad, aparecerá algo así como un justiciero.
66
Diggle y Jock respetan este planteo básico del origen anterior:
“Ollie se cae al océano, llega a una isla, aprende a cazar con arco y
flechas y termina por desbaratar una red de narcotráfico”. Y sobre
esos cimientos construyen otra cosa, meten otros antagonistas, otros
climas, otras drogas (esta vez el tráfico es de opio) y otra
personalidad para este pibe que alguna vez será héroe. No sé si es
una obra maestra, merecedora de las infinitas reediciones que le
dedicó DC, pero a pesar de la estirada es una buena historia, que
sin dudas tuvo una gran influencia en los guionistas de la serie de
TV de Arrow. Y a nivel gráfico es una verdadera exquisitez, tan
impactante como fue en su momento The Longbow Hunters.
Y nos queda por repasar la otra miniserie quincenal lanzada en
Septiembre de 2007, con Black Canary como protagonista. Hay
muchas series y miniseries protagonizadas por Black Canary que no
hemos mencionado en la nota, pero esta es importante porque es
continuación directa de la Green Arrow nº75, es decir, acá vamos a
saber qué responde Dinah cuando Ollie le propone casamiento. El
guionista es Tony Bedard (que en aquel entonces escribía la revista
de las Birds of Prey) y el dibujante es Paulo Siqueira, un muchacho
oriundo de Santos, Brasil, que arranca en un nivel extraordinario,
pero rápidamente se da cuenta de que no llega con las fechas y
empieza a bajar la calidad. Antes del final de la saga terminarán por
meter mano varios dibujantes más, para garantizar la periodicidad
de la miniserie.
Bedard le da mucho protagonismo a Sin, una especie de hija
adoptiva de Dinah, originalmente adiestrada por Lady Shiva para
ser la asesina perfecta. Las batallas serán contra Merlyn y la Liga de
Asesinos, y por supuesto mojarán el pancito Green Arrow y la nueva
Speedy. Todo eso es llevadero, por momentos hasta atrapante. De
hecho, la resolución de qué carajo hacer con esta nena superdotada
y letal es MUY buena. El problema es que Bedard se propone,
además, revisitar varios momentos del pasado de Dinah e incurre
en el clásico manoseo de la siempre Dudosa Continuidad de DC. En
una reversión post-Infinite Crisis del Year One de la JLA, el guionista
establece que Dinah y Ollie se unen al grupo al mismo tiempo,
cuando Batman, Superman y Wonder Woman ya estaban hace rato.
También reaparece Craig Windrow, un personaje intrascendente
que había creado Dixon para un one-shot de las Birds of Prey…
67
¡pero ahora nos cuentan que este muchacho (bastante garca, por
cierto) estuvo casado con Dinah!. Y después hay boludeces
menores, como establecer que cuando Ollie conoció a Connor este
tenía 20 años, cuando era muy obvio que tenía –como mucho- 16.
Pero vos querés saber si Dinah acepta casarse con nuestro arquero
favorito y la respuesta es sí, quiero. Ya nos metemos de lleno en la
boda, y en el regreso de Judd Winick.
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31. LAS BODAS LLENAS
Septiembre de 2007 es el mes de la boda entre Green Arrow y Black
Canary, un evento al que DC le sacó todo el jugo que pudo. Con
fecha de tapa Noviembre 2007, salieron cuatro publicaciones que
vamos a repasar brevemente.
La peor, lejos, es el one-shot Black Canary Wedding Planner. El
canadiense-filipino J. Torres nos inflige un guión que intenta ser
gracioso y es bastante patético, con un montón de excusas ridículas
para mostrar superheroínas con escasa vestimenta. No vuela un
sopapo en toda la historia, es simplemente Dinah tratando de
decidir dónde celebrar la boda, dónde ir de luna de miel, qué
vestido ponerse, qué menú servirle a los invitados… El dibujante es
un tal Lee Ferguson, muy limitado y ampliamente empeorado por un
colorista espantoso. Si no leés esto, te hacés un favor, posta.
A partir de ahí, tenemos dos caminos que se bifurcan. Empecemos
por el menos interesante: Justice League Wedding Special. Como la
Liga estaba vendiendo muy bien y Dinah era la líder del equipo,
resultaba una movida ingeniosa celebrar el casorio con una saga
grossa vinculada a esa serie. El Special lo dibuja Mike Mckone con
poca onda, y lo escribe el recordado Dwayne McDuffie, recién
llegado a la JLA tras la partida de Brad Meltzer. No está del todo mal:
tiene muchos diálogos brillantes, chistes que funcionan (infaltables
en las escenas que narran las despedidas de solteros de ambos
novios) y buen manejo de la caracterización. Lo que no está tan
bueno (a priori) es el plan de los villanos, que no se explicita
demasiado en este one-shot. Pero lo más choto es que ¡no termina!
Ni con el casamiento, ni con la derrota de los villanos. El one-shot te
clava un continuará maligno, que te lleva al nº13 de Justice League
of America (la tercera publicación vinculada a la boda que sale ese
mismo mes), ya bastante más flojo que el Special, con un dibujante
nauseabundo y una lucha extensa y poco atractiva entre una
veintena de héroes y una veintena de villanos. Esto (cagate de risa)
ni siquiera termina en la JLofA nº13 , sino que sigue más allá en esa
misma serie.
Y nos queda la cuarta publicación, probablemente la más interesan-
te: el Green Arrow/ Black Canary Wedding Special, que se destaca
69
porque cuenta con un buen guión de Judd Winick, quien venía
llevando con muy buen pulso la serie regular de Oliver Queen. Se le
suma la gran Amanda Conner, con ese dibujo amistoso, casi de
comedia, que va perfecto con todas esas escenas de chistes,
retruques ingeniosos entre personajes que se conocen de toda la
vida y diálogos que van subiendo el tono sexual de la relación entre
el héroe y la heroína. Winick sí se anima a exponer un poco más el
plan de los villanos, cuenta desde otra óptica varias de las escenas
que ya había contado McDuffie en el one-shot de la Liga, y también
termina con una puñalada artera: en la última página, cuando la luna
de miel debería ponerse hot, la cosa se desmadra y Dinah mata a
Ollie. En serio, eh? El Wedding Special termina con el novio –otra
vez- fiambre y un maligno ”continuará”, que por suerte se resolverá
en pocas semanas.
70
32. EL FIN DE UNA ERA
Con fecha de portada Diciembre de 2007 sale el nº1 de Green
Arrow/ Black Canary, la revista en la que –hasta nuevo aviso-
veremos las aventuras del Arquero Esmeralda. Judd Winick retoma
el rol de guionista y el dibujante no es otro que Cliff Chiang, todavía
un poquito menos bestial que en Wonder Woman, pero más que
interesante. A todo esto, ¿Ollie no estaba muerto?
En los primeros cuatro episodios, pasa de todo. Dinah, Connor
Hawke y Mia Dearden investigan quién es el Oliver Queen al que
mató su novia tras la boda. Batman y Hal Jordan también dan una
mano, y finalmente llegan a la verdad: el occiso es un cambiaformas
infiltrado por los villanos para matar a Black Canary, mientras que el
verdadero Ollie está prisionero de las amazonas, en Themiscyra.
Hacia allá va la saga, en la que Winick combina muy bien la acción,
la caracterización y las revelaciones shockeantes. Al final la captura
del arquero resulta ser fruto de una runfla siniestra urdida en
Apokolips por los súbditos de Darkseid, Ollie estrena traje nuevo,
Connor pela una chapa impresionante y termina prácticamente
muerto. Así es imposible festejar, maestro...
El nº5 es brillante, sumamente emotivo: Connor está en coma, al
borde de la muerte. Su padre recuerda y pasa en limpio cómo
conoció a Sandra Hawke, cómo fue desde el principio su relación
con esta mujer y su hijo, al que tardó años en reconocer como
propio. Y además, como el Ollie que se casó con Dinah era un
impostor, esa boda no tiene validez, y ahora sí los verdaderos
novios se unen para siempre en una ceremonia íntima y casi feliz, si
no fuera porque el cuerpo comatoso de Connor desaparece.
Cliff Chiang deja la serie tras el nº6, donde se inicia la saga de la
búsqueda de Connor. A lo largo de seis números, Green Arrow,
Black Canary y Speedy viajarán a Inglaterra siguiendo al pista del
joven arquero desaparecido. Batman y Plastic Man se sumarán para
dar una mano, a medida que se va haciendo obvio que todo esto
responde a un plan jodido de Ra´s al Ghul y la League of Assassins.
También entra en escena Shado, cuyo hijito Robert (también hijo de
Ollie) se suma a la lista de los desaparecidos. Para el final, Winick
se guarda una sorpresa: el verdadero responsable de todo este
71
entuerto es el Dr. Sivana, y cuando los héroes lo derrotan se
encuentran con dos novedades asombrosas: por un lado, Robert ya
no tiene 8 años, sino 17. Por el otro, Connor despierta del coma casi
amnésico y muy cambiado: ahora tiene una resistencia y un aguante
sobrehumanos, habilidades de curación acelerada (no al nivel de
Wolverine, obviamente)... y una pésima puntería con el arco. El
joven abandonará a la Arrow Family para reencontrarse consigo
mismo... y Winick también dejará la serie, tras un muy buen nº14.
En total, el guionista bancó los trapos a lo largo de cinco años con un
nivel promedio sumamente aceptable y algunos picos realmente
memorables. El dibujante que reemplaza a Chiang desde el nº7 es
Mike Norton, bastante digno aunque sin descollar, quien se quedará
en la revista de Green Arrow/ Black Canary por lo menos en el
inicio de la era post-Winick.
72
33. LA ERA KREISBERG
En Febrero de 2009, con el nº15 de Green Arrow/ Black Canary,
llega el debut como guionista de Andrew Kreisberg, quien tenía
bastante experiencia en Hollywood, donde escribió mucho para
series animadas, sitcoms, etc. Junto a Mike Norton, quien lo
acompañará hasta el final de su etapa, el nuevo guionista va a pasar
por la vida de Oliver Queen y Dinah Lance prácticamente sin pena
ni gloria, pero veamos qué se puede rescatar.
El nº15 es un largo recuento de todo el pasado de los personajes,
desde el origen de Green Arrow haste el número anterior, como
para que cualquier nuevo lector pueda engancharse sin ningún
inconveniente. También vemos a Connor y Mia alejarse de Star City
(y de la pareja protagónica) mientras empieza a avanzar el subplot
de una misteriosa pelirroja a la que parecen faltarle un par de
jugadores. En el nº16 Kreisberg deja en claro que le interesa
concentrarse bastante en los villanos. Ahí arranca una saga extensa
en la que hace mierda a Brick (el principal antagonista de la Era
Winick), le da mucha chapa a Merlyn y crea a tres nuevos enemigos
para Ollie y Dinah: Big Game, Discord (un chico al que Dinah dejó
sordo la primera vez que emitió el grito sónico, totalmente fuera de
su control) y sobre todo Cupid, la pelirroja sexópata de increíble
destreza con las armas, que se le quiere colgar de la liana a Ollie.
Ah, y también convierte al cambiaformas que reemplazara a Green
Arrow durante la boda en Dark Arrow, que también jugará para los
malos y al que también le querrá bajar la caña Cupid.
De a poco, Ollie y Dinah intentarán traer a Cupid para el lado de los
buenos, mientras Kreisberg indaga en los conflictos y padeceres
que le hicieron perder la razón. Todo esto (muy estirado con las
peleas contra todos esos villanos) confluye en el nº29, donde se
termina la etapa de Kreisberg. Lo mejor que nos dejó son los
flashbacks a la temprana adolescencia de Dinah, cuando descubre
su poder sónico, y una extensa charla entre la heroína y su padrino/
mentor/ entrenador y compañero en la Justice Society, el querido
Wildcat.
A nivel visual, la serie levanta bastante a partir del nº22, cuando se
suma el glorioso Bill Sienkiewicz a entintar en cada número unas
73
cuantas páginas de Mike Norton. Entre los nºs 25 y 28, tendremos
también unas cuantas páginas dibujadas por Renato Guedes,
todavía un poco lejos de su mejor nivel, pero muy interesantes. Pero
es menester ponderar la labor de Norton que, sin ser genial ni
mucho menos, se compromete a full con la serie y da el máximo a lo
largo de todos estos números sin faltar nunca a la cita.
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34. OTRO MES MUY COMPLICADO
Sin Andrew Kreisberg ni Mike Norton, la revista de Green Arrow/
Black Canary tiene su reglamentario crossover con Blackest Night
en el nº30, que marca la llegada de J.T. Krul, el próximo guionista
relevante en la historia del arquero esmeralda.
Pero, antes de seguir con el repaso por los números que nos faltan
para completar esta serie, nos tenemos que desviar para leer la
miniserie Justice League: Cry for Justice, un proyecto capitaneado
por James Robinson, que se publica entre Septiembre de 2009 y
Abril de 2010. En el final de esa miniserie (que cuenta con unas
cuantas páginas dibujadas a un nivel inverosímil por el argentino
Mauro Cascioli), tenemos un montón de sacudones para la Arrow
Family: mientras buena parte de Star City es destruída por el
Electrocutioner, un enfrentamiento entre Prometheus (el principal
villano de la saga) y Red Arrow (para nosotros, Roy Harper) termina
con el ex-sidekick de Ollie en coma y sin un brazo, y con la
horrenda muerte de su hijita Lian. Recontra-sacado, Ollie romperá
los códigos de la Liga para matar a sangre fría, de un flechazo en
medio de los ojos al nefasto Prometheus. Y de ahí en más,
tendremos que explorar las consecuencias de este escabroso
suceso.
Eso será en Mayo de 2010, cuando salgan cuatro publicaciones
vinculadas al final de Cry for Justice. La que menos nos concierne (y
por ende vemos apenas a mencionar) es el nº1 de The Rise of
Arsenal, una miniserie de cuatro episodios en la que J.T. Krul y el
brasileño (hoy radicado en Chile) Geraldo Borges continúan la
trágica historia de Roy Harper tras la pérdida del brazo y de su hija.
Después tenemos Justice League: The Rise and Fall Special, un one-
shot en el que Krul colabora con Mike Mayhew y otros dibujantes
para continuar la historia de Green Arrow desde donde la deja Cry
for Justice. Es decir, con Ollie convertido en un asesino y enfrentado
a buena parte de sus amigos de la Justice League.
Y ese mismo mes se publican los nºs 31 y 32 de Green Arrow/ Black
Canary, ahora titulada simplemente The Fall of Green Arrow. Acá
tenemos el desenlace de este arco, con el regreso de Connor
Hawke, el clivaje bien a fondo entre Ollie y el resto de la Liga y
75
finalmente un juicio oral y público, donde el tribunal declara al
héroe inocente. Green Arrow no va a ir preso por haber matado a
Prometheus, pero se lo ”invita” a abandonar Star City. Sumémosle
una nueva ruptura con Dinah (que está del lado de la mayoría de la
Justice League) y cerramos ese infausto Mayo de 2010 con sabor
muy amargo. Estos últimos dos numeritos los dibuja otro argentino,
Federico Dallocchio, por debajo del nivel que le hemos visto en
otros trabajos.
Y ahora sí, no hay más dupla Green Arrow/ Black Canary. Pero
obviamente Oliver Queen va a volver a tensar el arco. Y J.T. Krul
también.
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35. JUGUEMOS EN EL BOSQUE
Estamos en Agosto de 2010 y DC lanza una nueva serie regular
protagonizada por el arquero esmeralda. J.T. Krul está de nuevo al
frente de los guiones, ahora acompañado por el dibujante brasileño
Diógenes Neves y el entintador español Vicente Cifuentes. En el
inicio, las portadas están a cargo de Mauro Cascioli, que no quería
dibujar más historietas después de JLA: Cry for Justice, pero
tampoco perder el contacto con DC y el mercado americano.
Debajo de esas ilustraciones zarpadas de Mauro, acechaban las
peores historietas de Green Arrow en muchos, muchos años.
La acción nos lleva a las afueras de Star City, la ciudad que
lentamente se reconstruye tras el devastador ataque de los villanos
liderados por Prometehus. Alrededor de los barrios destruídos,
apareció de la nada un bosque, en el que ahora se mueve Oliver
Queen en modo Robin Hood, es decir, choreándole a los ricos para
ayudar a los que perdieron todo. Enseguida, Krul nos plantea tres
misterios: 1) ¿de dónde salió ese bosque, y qué tiene que ver en
esto el anillo de White Lantern? Este es el plot más choto de la serie,
por supuesto metido ahí para que buena parte de lo que suceda se
pueda vender como ”tie-in” de la espantosa saga conocida como
Brightest Day, que se editaba en ese mismo momento. 2) ¿Quién
corno es ese caballero que dice ser Sir Galahad, el de la Mesa
Redonda del Rey Arturo? ¿Un loco de la guerra? ¿Un héroe medieval
posta? La respuesta es casi tragicómica. 3) ¿Quién es la misteriosa
señora que se hace llamar ”Queen” y tomó el control de las
empresas de Ollie? Este probablemente sea el hilo argumental
mejor planteado, porque -sin ser una maravilla- le permite a Krul
hablar sobre el gran negocio que hacen las empresas encargadas
de reconstruir y brindar seguridad cuasi-militar a las ciudades
afectadas por bombardeos o desastres naturales. Por suerte para el
nº4 el misterio de esta mujer está básicamente revelado y queda
ahí, como una posible villana de base bastante real, en medio de un
planteo tan fantástico como delirante.
Hal Jordan y el Martian Manhunter pasan por el bosque sin pena ni
gloria, la calidad del dibujo baja número a número y ya para el nº9
ni siquiera tenemos portadas de Cascioli, a quien reemplaza otro
77
argentino, Rodolfo Migliari. Entre los nºs 8 y 11, Krul hace explotar
”la saga del bosque”, superpoblado de caras conocidas: aparecen
Posion Ivy, Dr. Mid-Nite, Mr. Terrific, el Phantom Stranger, Jason
Blood (que obviamente se transforma en Demon), esbirros de Lex
Luthor y demás tercerones para una machaca grandilocuente contra
una amenaza sobrenatural, que no tiene nada que ver con lo que
uno quiere leer en un comic de Green Arrow.
En el nº12 se suma al bolonki nada menos que Swamp Thing y la
saga alcanza un climax que… nos lleva a la revista The Search for
Swamp Thing, una especie de epílogo de Brightest Day en el que
tiene mucha chapa el elemental del Verde. O sea que Ollie está de
adorno en su propia revista, mientras todo se resuelve en otra. Y de
ahí al nº15 (último de la serie) tenemos una saguita de tres episodios
a cargo de los ignotos James Patrick y Agustín Padilla, contra un
villano sin onda. Posta, si nunca leés estos 15 números no te perdés
nada.
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36. VOLVER A EMPEZAR
En Septiembre de 2011, DC relanza con bombos y platillos toda su
línea heroica. Con fecha de tapa Noviembre 2011 salen 52 números
1 en los que debuta una nueva continuidad, con la posibilidad de
hacerse cargo (o no) de lo narrado en las décadas anteriores. Por
supuesto Green Arrow está entre los 52 conceptos que se relanzan
en esta ambiciosa maniobra y así tenemos un nuevo nº1,
protagonizado por un nuevo Olliver Queen que se parece bastante
poco al de toda la vida.
Estamos otra vez en Seattle, donde conocemos a un Ollie más joven,
sin barba ni bigotes, que además de ser Green Arrow es capo de Q-
Core, una empresa líder en tecnología de avanzada. Eso explica,
entre otras cosas, un verdadero festival de flechas con truquito que
el arquero lanzará contra… un montón de villanos con superpode-
res, uno más absurdo que el otro. Además, Ollie compartirá su
secreto con algunos de sus empleados que lo asistirán al mejor
estilo Alfred Pennyworth a la hora de conseguir data para realizar
sus misiones y sus hazañas.
El guionista de los tres primeros números es –otra vez- J.T. Krul, al
que acompaña otro viejo conocido: Dan Jurgens, cuyos lápices
entinta el mismísimo George Pérez. O sea que los guiones son
pésimos pero, mal que mal, el dibujo sostiene algún tipo de interés.
Pero para el nº4 Krul no está más y ahora es Keith Giffen quien toma
las riendas del guión, primero solo y más tarde en conjunto con
Jurgens. Pero los tres episodios de Giffen y Jurgens son igual de
espantosos a nivel argumental, y la partida de Pérez tras el nº4 no
hace más que bajar las expectativas. En el nº6, Giffen y Jurgens
cierran su saguita (también, contra un villano con superpoderes y
una villana robótica que daba para mucho más), junto al dibujante
uruguayo Ignacio Calero, que entrega un trabajo mucho mejor que
lo visto en el nº5, cuando a Jurgens en vez de Pérez lo entinta un
perro catatónico.
Todos estos monumentos a la mediocridad y el ”sale con fritas”
están reunidos en el primer TPB de Green Arrow, así que si te
interesa explorar la versión New 52 del personaje, la recomenda-
ción es subirse con la serie ya empezada. A partir del nº 7 tenemos
79
nuevo equipo creativo: llegan el dibujante Harvey Tolibao (dueño
de un trazo elegante, cargado de detalles, con angulaciones y
enfoques muy jugados) y la gran guionista Ann Nocenti. Imaginate
la emoción que generaba tener a una guionista de izquierda como
Nocenti al frente de un personaje como Green Arrow, siempre
propenso a abordar temáticas socialmente relevantes y sensibles.
Lamentablemente, la etapa de Nocenti también es breve e irrele-
vante. Lo único divertido es que, como en esta continuidad no existe
la telenovela con Black Canary, el héroe se encama con distintas
minitas sin la menor culpa ni enrosque. Pero no esperes mucho más
que aventuras de palo y palo, a veces contra villanos con
superpoderes limados, a veces contra villanos de perfil más urbano
y alguna vez contra el infaltable empresario garca (en este caso
chino) que se quiere quedar con el imperio industrial de Ollie. Por
suerte el dibujo de Tolibao es interesante, y cuando este se baja lo
reemplaza el siempre eficaz (y a veces espectacular) Freddie
Williams II.
El nº16 es el último de Nocenti, que vino a salvar a la serie y la dejó
al borde de la cancelación, como el Diego en Gimnasia. Algún día
sus fans le perdonaremos episodios bochornosos como ese nº14,
que enredaba a Green Arrow en un crossover con Deathstroke y
Hawkman, las series que en ese entonces escribía Rob Liefeld.
Paciencia, que en el nº17 barajamos y damos de nuevo.
80
37. EL MEJOR SACUDÓN
El nº17 de Green Arrow aparece en Abril de 2013 y tiene (otra vez)
olor a nº1. El coordinador Joey Cavalieri (quien escribiera varias
historias cortas del arquero esmeralda en los ´80) arma un nuevo
equipo creativo y cambia radicalmente la dirección de la serie.
Empieza una etapa breve pero de altísimo impacto, conducida por
el canadiense Jeff Lemire en los guiones y el italiano Andrea
Sorrentino en lápices, tintas, color y portadas. Poco después se
darán cuenta de que Sorrentino no llega a hacer todo y se sumará el
colorista Marcelo Maiolo, que traerá mejoras ostensibles en este
rubro.
A todo esto, hay que agregar un dato importantísimo: el 10 de
Octubre de 2012 debutó la serie de TV de Green Arrow (llamada
simplemente ”Arrow”) y fue un éxito. Como consecuencia, DC toma
la decisión de –para bien o para mal- acercar la versión del comic a
la que estaba funcionando bien en la tele y eso será una constante a
lo largo de la etapa de Lemire y las posteriores.
El canadiense se lanza con una saga de seis episodios, compleja,
oscura, violenta, centrada en Komodo, un empresario/ arquero igual
que Oliver Queen, pero villano. Komodo tiene una hija llamada
Emiko muy parecida a Shado y dice haber asesinado a Robert
Queen, el padre de nuestro héroe. Ollie, por su parte, pierde su
empresa, su fortuna y se tiene que escapar de Seattle porque se lo
acusa de un asesinato que (obviamente) no cometió. Sobre el final
de este arco, Lemire nos revela quién y por qué orquestó la
milagrosa llegada de Ollie a aquella isla en la que aprendió a
sobrevivir… el enésimo retoque al origen del personaje.
Origen al que se había vuelto a modificar poco antes, en Noviembre
de 2012, cuando sale el nº0 de Green Arrow, a cargo de Judd Winick
y Freddie Williams III. Acá no hay cambios demasiado zarpados,
pero ya se empieza a perfilar Tommy Merlyn como némesis de
nuestro héroe.
Pero volvamos con Lemire y Sorrentino, que nos van a ofrecer dos
números tremendos: el 22 y 23 son –lejos- mis favoritos de esta
etapa (y no sé si de todo el Siglo XXI). Acá se empieza a poner de
manifiesto una conspiración entre empresarios, agentes encubiertos
81
y proto-terroristas, y la serie le escapa defintivamente a la lucha
contra los villanos de turno. De la nada aparece ¡Shado! Y le revela a
Ollie que Emiko no es hija de Komodo, sino de Robert Queen, su
padre. O sea que la hijita de Shado es… medio hermana de Green
Arrow. En el medio Lemire presenta a un nuevo John Butcher, a un
nuevo Richard Dragon, a un nuevo Count Vertigo y hasta se anima a
tirar una referencia críptica al otro Robert, el hijo que tuvieron
Shado y Ollie en la continuidad pre-Flashpoint. El origen del Count
Vertigo ocupará el nº 23.1 (en el mes donde los villanos se chorean
el protagonismo en todas las series) y después sí, tendremos a
Green Arrow de regreso en Seattle.
No quiero cerrar este tramo sin subrayar el trabajo de Andrea
Sorrentino, que realmente te pone los pelos de punta. Su estética
está totalmente basada en el retoque digital de fotos, pero aún así se
ve vibrante, dinámica, intensa, y además refuerza todo esto con una
puesta en página alucinante, miles de ideas ingeniosas a la hora de
diseñar viñetas de todas las formas que se te ocurran, siempre en
función de darle ritmo y onda al relato gráfico. Su comunión con
Lemire fue tan fuerte, que siguen trabajando juntos aún hoy.
82
38. PARA OLLIE QUE LO MIRA POR TV
A partir del nº24, con Ollie de regreso en Seattle, se empieza a
profundizar la adopción por parte de Lemire y Sorrentino de los
personajes que aparecían en la versión televisiva.
Green Arrow tiene un equipito de asistentes al que ahora se va a
sumar Diggle (una creación de los guionistas de la tele), va a
aparecer Tockman (el nuevo Clock King), la mamá de Ollie, Katana,
pronto vendrán las menciones a la League of Assassins… Y si bien el
comic no va a ser una adaptación lineal de la serie, se va a parecer
mucho más.
Entre los nºs 26 y 31 tendremos la confrontación final con Komodo, y
a Shado y Green Arrow decididos a acabar con la conspiración de
los Outsiders. En el medio descubriremos que Robert Queen está
vivo, embarrado hasta el cuello en la runfla, y será otro shock para
su hijo, que además lo verá morir poco después. Para rellenar con
más peleas a todo o nada, Lemire nos tira por la cabeza nuevas
versiones de Brick, Killer Moth y hasta de Red Dart, que
originalmente era un villano creado en 1958 por Ed Herron y
George Papp. Y la dupla Lemire-Sorrentino se despedirá con una
última trilogía, entre los nºs 32 y 35, repleta de violencia, sangre y
muerte, en la que Richard Dragon ofrecerá 30 millones de dólares
por la cabeza de Green Arrow. Acá cobra espesor la trama de la
League of Assassins, junta mucha chapa Naomi (una de las asistentes
de Ollie) y el héroe sobrevivirá a esta masacre gracias a su
capacidad de trabajar en equipo con dos bestias asesinas como son
Diggle y la pequeña Emiko. Si sos fan de Green Arrow en su faceta
más dark, de justiciero urbano que no se come ni la punta (de la
flecha), esto te va a emocionar.
Nuevo volantazo en la serie, y entre los nºs 35 y 40 tendremos una
saga de seis episodios en la que retrocedemos unos cuantos
casilleros. Regresa el guionista Andrew Kreisberg (a quien ya nos
fumamos hace un par de series) junto a un co-autor, el ignoto Ben
Sokolowski. Y los acompaña Daniel Sampere, un dibujante sin el
menor atisbo de onda, que vuelve a la estética (y al traje de Green
Arrow) pre-Sorrentino. Esta es una saguita mucho más clásica,
contra una especie de Lex Luthor muy turro, en la que reaparece
83
Katana, tiene su chapita Hal Jordan y los guionistas juegan una carta
fuerte al traer de vuelta a Mia Dearden, otra borrada de la
continuidad por el reboot de 2011.
Pero como –de nuevo- hay que rellenar para que la aventura llegue
hasta el nº40 (momento en que todas las series se interrumpen para
la mudanza de DC a Burbank y el evento conocido como
Convergence) los guionistas entran a tirar más y más personajes y
así aparecen Roy Harper (a quien en esta continuidad no se lo
consideraba sidekick de Green Arrow) y a Cupid, la pelirroja
sexópata de increíble destreza con las armas, creada por Kreisberg
en su anterior paso por esta serie, que también pertenece a la
continuidad barrida bajo la alfombra por Flashpoint. ¿Y quién
faltaba para pegarse aún más a la serie de TV? Sí, obvio: Felicity
Smoak debuta en esta saguita y enseguida se convertirá en un
personaje importante.
Estamos en Mayo de 2015. Se viene la pausa de dos meses impuesta
por Convergence y después de eso, un nuevo cambio de equipo
creativo y de dirección para Green Arrow, que enseguida vamos a
explorar.
84
39.LA ERA PERCY
Una vez más, llega a la serie de Green Arrow un nuevo guionista,
decidido a darle al personaje su propia impronta. Se trata del
escritor de cuentos, novelas y ensayos Benjamin Percy, quien (con
poquísima experiencia en el mundo del guión de historietas)
desembarca en el nº41 (Agosto de 2015), justo después de la
mudanza de DC a Burbank. Percy forma equipo con el siempre
competente Patrick Zircher, que para esta ocasión cambia un poco
su estilo, se hace mucho más realista, mucho más pendiente de la
referencia fotográfica y hasta entra en la dinámica de meter fotos
levemente retocadas en fondos y objetos.
La dupla se presenta con una trilogía, una vez más ambientada en
Seattle, en la que veremos a Oliver Queen rodeado de un grupito de
asistentes y de su media hermana Emiko, tratando de mantener el
control sobre la empresa que heredó de su padre, en cuyo seno se
tejen conspiraciones y runflas dignas de un clásico thriller
financiero. Green Arrow deberá derrotar a un peligroso asesino
serial, que en realidad es la mascarada para un villano que maneja
una tecnología tan avanzada como peligrosa. Para el final, Ollie
tendrá una moto re-power y ¡un lobo!, que funcionará como aliado y
mascota.
Entre los nºs 44 y 47, la acción nos lleva a la violenta Ciudad Juárez,
donde Green Arrow formará equipo con Tarantula, la intempestiva
justiciera/ antiheroína creada por Devin Grayson durante su etapa al
frente de Nightwing, ahora re-escrita como personaje nuevo en la
continuidad del New 52 (que ya para esta época se empieza a
disipar). En un par de esos numeritos tendremos dibujos de un
amigo argentino, Federico Dallocchio, quien ya había dejado su
huella en la revista del arquero esmeralda años atrás.
En el nº48, Percy forma equipo con Simon Kudranski (otro al que le
gusta más retocar fotos que dibujar) para una de las sagas más
extrañas en la larga historia de Green Arrow: Ollie se enfrenta a un
licántropo… y es inoculado con un virus que lo convierte a él
también en hombre lobo. A ritmo muy lento, la trama atraviesa el
nº50, involucra a Deathstroke (en escenas de lucha tremendamente
violentas), nos muestra un especie de nave tipo el Blackbird de los
85
X-Men tuneada como si fuera una ”Arrow-Ship” y desemboca en
otro conflicto sangriento y despelotado, que se soluciona de un
modo absurdamente sencillo, con una tranfusión de sangre de un
tipo conocido como Doctor Miracle. Lo mejor que nos deja este arco
es que, ahora sí, nuestro héroe recupera la barba posta y no se la va
a sacar más. Mirá con qué poco me conformo…
Y así llegamos al nº52 (Julio de 2016), donde (no casualmente) se
termina la bizarra aventura del New 52.
86
40.HORA DE RENACER
Nos vamos al one-shot Green Arrow: Rebirth, que inaugura una
nueva etapa (la última, hasta la fecha) en la vida del personaje.
Benjamin Percy continúa la frente de la revista y, cuando puede
elegir elementos de la continuidad pre-Flashpoint para re-introducir
en la vida de Ollie, elige el obvio: la relación romántica con Black
Canary, un personaje al que DC le había dado bastante poco
protagonismo en todo el período del New 52. El one-shot es
básicamente eso: Ollie y Dinah se encuentran por primera vez, sus
hormonas se preden fuego, y tiran seis millone de guiños meta-
comiqueros a los lectores que sabemos todo lo que pasó entre ellos
en la continuidad anterior. El famoso ”te conozco de otra vida”, pero
con piñas y patadas.
Finalmente, la innovación más resonante de este relanzamiento de
Green Arrow vendrá por el lado del dibujo. El one-shot y los dos
primeros números de la nueva serie regular (que arranca con un
nuevo nº1 en Agosto de 2016) estarán a cargo del increíble Otto
Schmidt, un dibujante oriundo de Rusia, con un estilo plástico,
dinámico, elegante, amistoso, de notable similitud con el del astro
uruguayo Matías Bergara. Schmidt definirá el ”nuevo” look de Ollie,
con el regreso de la clásica chivita y el traje sin mangas y con
capucha. Pero claro, ahora la revista saldrá cada quince días y eso
forzará una rotación de dibujantes que nos permitirá disfrutar de vez
en cuando de la magia de Otto Schmidt. Los otros dos dibujantes
que cubrirán las entregas quincenales serán un poco inspirado
Stephen Byrne (el Byrne choto) y el alucinante cordobés Juan
Ferreyra, que se hace cargo de lápices, tintas y color y nos regala
algunas de las mejores páginas de su carrera.
Vamos a ver qué nos depara la nueva serie en materia de
argumentos, además del romance entre Ollie y Dinah. La primera
sorpresa llega cuando ahora nos muestran a Emiko ya no como una
nena de 9 ó 10 años, sino como una señorita de 13 ó 14. Pronto
tendremos también los regresos de Shado y de Diggle (ninguneado
por Percy en el tramo anterior) y –una vez más- una sucia tramoya
de un ejecutivo de Queen Industries lo va a dejar a Ollie fuera de la
empresa y sin un mango. Todo el despelote confluye en el Inferno,
87
un mega-buque capitaneado por un villano no casualmente llamado
Dante, entongado nada menos que con Emiko, quien traiciona a su
medio hermano. El conflicto con Dante termina de explotar en el nº5
y al final… Ollie queda varado en una isla desierta. Sí, en serio.
Ya volveremos con él, pero primero tenemos un arquito de dos epi-
sodios centrados en Shado y Emiko, que viajan a Japón a confrontar
con un poderoso criminal llamado The Dragon, mientras Percy nos
cuenta en flashbacks detalles de la relación entre los dos vástagos
de Robert Queen. Recién en el nº8 volveremos a encontrarnos con
Ollie, Dinah y Diggle, varados en en esta isla donde también vivirán
una aventura trepidante (y no muy trascendental).
En el siguiente arquito de dos episodios, el trío está de vuelta en
Seattle, que le brinda un marco urbano a otra violenta aventura, esta
vez contra el asesino a sueldo llamado… ¡Eddy Fyers! (Chan! Esa sí
que no me la vi venir ni en pedo). La ciudad del noroeste de los
EEUU está en plena campaña electoral y, mientras todos creen que
Oliver Queen está muerto, los medios se dedican a hablar pestes de
Green Arrow y empiezan a aparecer personas asesinadas por…
flechas verdes.
En medio de este clima enrarecido, Ollie y Dinah terminan pelean-
do contra la propia policía de Seattle, hasta que finalmente se des-
cubre que el que mataba gente con las flechas verdes no era otro
que Tommy Merlyn, el arquero oscuro. Merlyn logra escapar de
Green Arrow y sus aliados, pero nuestro héroe queda reivindicado
frente a la cana y la opinión pública.
Este desenlace lo vemos en el nº14, donde tenemos como dibujante
a la italiana Eleonora Carlini, quien también tiene a su cargo el
Annual 1 (2017). El Annual narra una historia de Navidad, con Ollie,
Dinah, Emiko, Diggle, Roy Harper y un Count Vertigo que amaga
con ser una amenaza jodida, pero al que los buenos derrotan muy
fácilmente.
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41.TODOS LOS RECURSOS
Estamos en Marzo de 2017, en el nº15 de esta serie quincenal de
Green Arrow que tiene como guionista a un Benjamin Percy ya muy
afianzado, al punto de haber sobrevivido a la renovación total de la
línea de DC de 2016.
Hasta el nº17 vamos a ver poco más que un festival de violencia
urbana fuera de control, con Green Arrow, Black Canary, Diggle y
Emiko (ahora llamada Red Archer) a pura acción en las calles de
Seattle y en el bosque de Sherwood. Sobre el final tendremos un
combate contra Merlyn y muchas muertes escabrosas. Por suerte los
dibujos están a cargo de Juan Ferreyra y Otto Schmidt, dos magos
del lápiz.
Entre los nºs 18 y 20 tenemos la trilogía de Roy Harper, dibujada por
Eleonora Carlini, con la colaboración de la gran Mirka Andolfo. El
arco tiene una trama ambientada en el presente, bastante violenta al
pedo, con Ollie, Dinah y Roy en una reservación aborígen; y una
más interesante en la que Percy narra un extenso flashback
centrado en el origen del vínculo entre Ollie y Roy, que incluye
guiños a aquellos primeros (y desastrosos) números de la etapa
New 52 y nos muestra además el debut del Count Vertigo, a quien
ya le ganaron tantas veces que no funciona más como amenaza.
Después tenemos una saga de cuatro episodios toda dibujada por
Ferreyra, donde Percy se acuerda de bajar línea política, por
primera vez en su extensa etapa. El villano principal es Cyrus
Broderick, el ejecutivo garca que se había quedado con la empresa
de Ollie, ahora secundado por Danny Brickwell (la versión New 52
de Brick), Cheshire y un Eddie Fyers más sacado que nunca. El plan
consiste en hacer mierda Seattle (con la complicidad del intendente,
entongado con los villanos) para después reconstruirla como una
ciudad bajo control de una mega-empresa, que va a ser Star City.
Percy pone en boca del intendente un discurso político repelente,
derechoso y meritócrata, nada muy distinto a lo que escuchamos
hace 12 años en la ciudad de Buenos Aires. Finalmente, Ollie decide
revelarle al mundo que está vivo (recordemos que todos lo creían
muerto) y se decide a recuperar su empresa… pero le sale todo mal
y termina en cana.
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El nº25 (más gordito que los habituales) trae de vuelta a Otto
Schmidt, y a la gloriosa Kate Spencer (la Manhunter de Marc
Andreyko), acá en el rol de la abogada que logrará sacar a Oliver
de la gayola. La trama de corrupción política se va engrosando,
Percy pone a los banqueros explícitamente del lado de los malos,
Diggle tiene una mini-aventura muy descolgada contra Ra´s al Ghul
y hay un nuevo giro impredecible para Moira, la mamá de Oliver.
Para los seis números siguientes, Percy sale a robar: como ya lo
hicieran otros guionistas en los ´90, arma una saguita (Hard
Travelling Hero) en la que Ollie pasa cada episodio en una ciudad
distinta, y en cada una se encuentra con un héroe distinto del DCU.
Así se suceden team-ups medio al pedo con Flash, Wonder Woman,
Superman, Batman y Hal Jordan, hasta que finalmente este último le
permite a Green Arrow surcar el espacio exterior (!) y abordar la
base espacial del principal villano de la saga, una especie de
demonio del que Percy no nos cuenta casi nada, de modo que
cuando lo derrotan nos importa menos que la posición de Villa Mitre
en la tabla del Torneo Federal A. Emiko y Dinah aparecen de a
ratitos, peleando en Star City contra otro villano medio inexplicable,
mientras la trama política se va un ratito al freezer. Al final, los
muchachos de la Liga de la Justicia le ofrecen el carnet a Ollie, pero
este dice ”no, gracias, todo bien. Soy aliado, pero miembro ni a
palos”.
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42.LA RECTA FINAL
Como todos los guionistas, Benjamin Percy se va a ir de Green
Arrow, y lo hace con un arco de seis episodios donde cierra todos
los plots que tenía abiertos: la conjura político-económica que se
apodró de Seattle y la convirtió en Star City lleva a la ciudad a la
bancarrota, como todo gobierno que se caga en la gente y sólo
piensa en los ricos. Ollie se reencuentra con Dinah y con su mamá,
Moira, que hace una jugada muy osada, entongada nada menos que
con Merlyn. Al final, la que va a detonar todo va a ser Shado, que se
lanza como una flecha contra los capos de la conjura y mata a
Broderick, para después morir en combate con Moira, que también
se va a la B. Emiko zafa con lo justo y en el episodio final Oliver
Queen va (otra vez) a juicio. Acá sí, la bajada de línea política se
come cruda a la aventura, y entre cameos de la Justice League y
declaraciones bien de Social Justice Warrior, Ollie es absuelto,
recupera (por fin) su empresa y Seattle vuelve a algo así como la
normalidad, extirpado el cáncer del capitalismo salvaje. Percy no
dejó volantazo sin pegar (vimos a Green Arrow pelear hasta en una
base subacuática en el Pacífico) pero dentro de todo, en estos
últimos números mostró bastante solidez. De todos modos, lo que
más se extraña después es el dibujo de Juan Ferreyra, que estaba en
un nivel increíble.
En el nº39 llega para hacerse cargo de los guiones la dupla
integrada por los ignotos Collin Kelly y Jackson Lanzing y clavan una
aventura en dos partes muy rara, un post-apocalipsis ambientado en
un país que fue devastado por Deathstroke, junto a los muy buenos
dibujos de Marcio Takara. Kelly y Lanzing van a volver, pero antes
tenemos dos numeritos bien de relleno, a toda machaca contra el
Parasite y otros villanos menores, a cargo de autores también
suplentes.
Entre los nºs 43 y 47 los guiones los escriben Julie y Shawna Benson,
guionistas y productoras de TV que desembarcan en varios títulos
de DC. En sus tres primeros números las acompaña el muy limitado
Javier Fernández y en los dos siguientes, otro capo argentino:
Germán Peralta. El mejor número es el 45, una especie de crossover
con Heroes in Crisis que nos muestra la reacción de Ollie ante la
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muerte de Roy Harper. Acá las chicas Benson vuelven a repasar toda
la vida del personaje y hasta meten en continuidad el clásico
episodio setentoso de la heroína, con Hal Jordan y todo.
Y les toca cerrar a Collin Kelly y Jackson Lanzing, que aburren en los
nºs 48 y 49 con otra pelea absurda contra Vertigo y directamente te
mandan a dormir en el nº50, donde cierra el plot de la caja. –Pará,
¿qué caja? Eso viene del Annual 2, escrito también por las Benson,
un tie-in con No Justice largo al pedo, ambientado a la altura del
nº43, cuando Roy todavía estaba vivo. No es una gran historia, ni te
perdés mucho si la pasás por alto, pero sirve para entender de qué
carajo está hablando Ollie en el nº50 (Marzo 2019), donde se
termina la serie.
En aquel momento se dijo que Green Arrow volvería en Abril o
Mayo con un nuevo nº1, en manos de un nuevo equipo creativo,
pero eso nunca sucedió. La única aparición del Arquero Esmeralda
en un rol más o menos destacado posterior a ese cierre de colección
fue en la miniserie Event Leviathan, donde Brian Michael Bendis lo
escribe muy parecido a como lo escribían Kevin Smith y Judd
Winick: un héroe veterano, cascarrabias y jodón, que ya está
acostumbrado a pasar al tercer o cuarto plano cada vez que entran
en acción Superman o Batman.
Nada más. Así se termina, por ahora, la larga historia de Green
Arrow, un héroe que en casi 80 años de aventuras no generó ni un
solo villano como la gente, pero sí fue generoso en materia de
sidekicks. Valga esta mega-nota como tributo a los autores que
supieron ponerle onda a este Batman de la B y sostenerlo a lo largo
de las décadas como un ícono (segundón, pero ícono al fin) dentro
del panteón heroico de DC.
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Contenido
1.UN MUCHACHO COMO GEORGE ..................................................................5
2. CAMBIOS DE POS-GUERRA........................................................................... 7
3.EL BATMAN DE LA B ........................................................................................ 9
4. MALA PUNTERIA ........................................................................................... 11
5. LA ERA DEL REY ............................................................................................ 13
6. FLECHA BIZARRA.......................................................................................... 14
7. TODO SIGUE IGUAL....................................................................................... 17
8. JUGAR EN EQUIPO......................................................................................... 19
9. SE VIENE EL ZURDAJE ................................................................................. 21
10. COTIZAN LOS VERDES .............................................................................. 23
11. ALGO DE ACCION ........................................................................................ 25
12. LUZ VERDE PARA EL HORROR.............................................................. 27
13. DE VUELTA EN WORLD´S FINEST........................................................ 29
14. CUATRO AÑOS MAS ................................................................................... 31
15. VOLVER PARA RENOVAR ........................................................................ 33
16. JUSTO EN EL BLANCO ............................................................................... 35
17. LA JUSTICIA SEGUN GRELL..................................................................... 37
18. GREEN ´N GRITTY....................................................................................... 39
19. CUESTA ABAJO............................................................................................. 41
20. EL FIN DE UNA ERA ................................................................................... 43
21. RENOVACION TOTAL ................................................................................ 45
22. FLECHAZO AL CORAZON ......................................................................... 47
23. ¿QUIEN ES CONNOR HAWKE? ............................................................... 49
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24. ESTE ES EL AGUANTE ............................................................................... 51
25. TARDA EN LLEGAR... ................................................................................. 53
26. PAPÁ ESTÁ DE VUELTA............................................................................ 55
27. HAY VIDA DESPUES DE KEVIN.............................................................. 57
28. JUDD WINICK AL ARCO ............................................................................ 59
29. VILLANOS DESCONTROLADOS ............................................................. 61
30. STAR CITY PARA TODOS.......................................................................... 63
INTERLUDIO CON MINISERIES .................................................................... 65
31. LAS BODAS LLENAS ................................................................................... 69
32. EL FIN DE UNA ERA ................................................................................... 71
33. LA ERA KREISBERG.................................................................................... 73
34. OTRO MES MUY COMPLICADO.............................................................. 75
35. JUGUEMOS EN EL BOSQUE...................................................................... 77
36. VOLVER A EMPEZAR ................................................................................. 79
37. EL MEJOR SACUDÓN.................................................................................. 81
38. PARA OLLIE QUE LO MIRA POR TV ..................................................... 83
39.LA ERA PERCY............................................................................................... 85
40.HORA DE RENACER .................................................................................... 87
41.TODOS LOS RECURSOS .............................................................................. 89
42.LA RECTA FINAL .......................................................................................... 91
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SOBRE EL AUTOR
Andrés Accorsi es licenciado en Ciencia Política pero se
desempeña en el ámbito de la Historieta desde 1987.
Dirigió fanzines, revistas y convenciones; brindó charlas y
seminarios en congresos y universidades de Argentina, Uruguay,
Paraguay, Chile, Bolivia, Perú, México, España, Portugal y EEUU.
En 1994 fundó la revista Comiqueando; trabajó en las revistas
Skorpio, El Tajo, Cóctel y Comic Magazine, también en el diario
Clarín, la radio Rock & Pop y el canal de TV TyC Sports; fue curador
del Espacio Historieta del Centro Cultural Recoleta; colaboró en las
revistas Fierro, Puertitas, Comicology, The International Journal of
Comic Art y Dentro de la Viñeta.
Fue traductor oficial de la DC Comics entre 1990 y 1995; coordinó
numerosos proyectos editoriales, y entre 1997 y 2006 se desempeñó
como Coordinador Académico de la Escuela Argentina de
Historieta, donde dictó cursos, talleres y seminarios.
Actualmente dirige el sitio web Comiqueando Online, escribe el
blog 365 Comics por Año, realiza videos para YouTube y trabaja en
la organización de eventos culturales entre los que se destacan las
Jornadas de Historieta de la Universidad de Palermo y el festival
internacional de historieta Comicópolis.
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