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Metabolismo de Las Proteinas

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CAPÍTULO 7 Metabolismo de las

proteínas

INTRODUCCIÓN

Sin lugar a dudas se puede considerar que las proteínas son los au-
ténticos componentes del organismo. La estructura del organismo está
constituida por material proteico, la reserva calórica son las grasas y el
material de consumo son los hidratos de carbono, que se usan en forma
de glucosa. Estos tres compuestos pueden transformarse los unos en los
otros, aunque hay un tipo de compuestos que no puede sintetizar el orga-
nismo y que hay que obtenerlos de la alimentación.
El papel que juegan las proteínas es indispensable para el funcio-
namiento del organismo, pues participan en el crecimiento, el man-
tenimiento de las células, y en la contracción muscular. Las proteínas
se componen de unidades menores, los aminoácidos que, en distintas
combinaciones, pueden constituir un gran número de proteínas dife-
rentes. Algunos organismos producen todos los aminoácidos que nece-
sitan para fabricar sus proteínas, pero los seres humanos no, y por eso
tienen que conseguir a través de la dieta los denominados aminoácidos
esenciales.
Las proteínas son los únicos compuestos orgánicos que contienen ni-
trógeno, además de carbono, hidrógeno y oxígeno. De los tres nutrientes
esenciales para el hombre (proteínas, grasas e hidratos de carbono), las
proteínas pueden considerarse los de mayor importancia frente al funcio-
namiento y mantenimiento de la homeostasis celular.
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FUNCIONES DE LAS PROTEÍNAS

La importancia de las proteínas en el organismo radica en la gran can-


tidad de funciones que realizan en la célula, entre ellas cabe destacar las
siguientes:
Plástica y estructural: las proteínas forman parte de las estructuras corpo-
rales, suministran el material necesario para el crecimiento y la reparación
de tejidos y órganos. Por ejemplo, la queratina está presente en la piel, las
uñas y el pelo; el colágeno está presente en los huesos, los tendones y el
cartílago, y la elastina, se localiza fundamentalmente en los ligamentos.
Reguladora: algunas proteínas colaboran en la regulación del funciona-
miento celular. Ciertas hormonas son de naturaleza proteica (insulina, hor-
mona del crecimiento, etc). La mayor parte de las enzimas son de naturale-
za proteica y su misión es favorecer múltiples reacciones orgánicas. Algunos
neurotransmisores que regulan la transmisión de impulsos nerviosos, son
aminoácidos o derivan de ellos.
Señalizadora: a nivel celular intervienen activamente como quinasas y
fosfatasas en las cascadas de señalización y como receptores de membrana
en la recepción de señales, etc.
Defensiva: forman parte del sistema inmune o defensivo del organismo
(anticuerpos, inmunoglobulinas, etc).
Coagulación: fibrinógeno, fibrina, trombina, etc, son proteínas que impi-
den la pérdida de sangre ante cualquier lesión.
Transporte: en esta importante misión, transportan grasas (apoproteínas),
oxígeno (hemoglobina), facilitan la entrada a las células (transportadores de
membrana) de sustancias como la glucosa, aminoácidos, etc.
Energética: cuando el aporte de hidratos de carbono y grasas resulta in-
suficiente para cubrir las necesidades energéticas, la célula emplea el es-
queleto carbonado de los aminoácidos de las proteínas como combustible
energético (1 gramo de proteína suministra 4 kcal).
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Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

De todo esto se deduce que la dieta ha de contener suficiente cantidad de


proteínas para hacer frente a la construcción y reparación de tejidos y a todas
las demás misiones fundamentales para la supervivencia del organismo.

DIETA Y PROTEÍNAS

Al contrario que los carbohidratos y las grasas, el organismo no almacena


proteínas, y por tanto, no cuenta con reservas proteicas. Es por eso que es
necesario ingerir diariamente una cantidad suficiente de ellas para hacer frente
a los requerimientos del organismo. Las proteínas son indispensables para la
constitución de las células de todos los tejidos corporales. Las enzimas que
intervienen en los distintos procesos digestivos metabólicos están constituidas
por proteínas. La hemoglobina de los glóbulos rojos está también constituida
por proteínas. Por estos motivos, las proteínas tienen un papel fundamental en
prácticamente la totalidad de las funciones vitales: la contracción muscular, el
funcionalismo de órganos tan importantes como el hígado, el cerebro, el mús-
culo, el transporte de oxígeno y los mecanismos de defensa contra las infec-
ciones. En definitiva un papel preponderante en todos los aspectos de la vida.

Figura 1. Generalidades del metabolismo de las proteínas. Las proteínas de la dieta se


degradan en aminoácidos. Una parte de los aminoácidos se utiliza para la biosíntesis
de las proteínas propias (proteínas corporales). Otra parte se utiliza para la biosíntesis
de purinas y neurotransmisores. Otra pierde el grupo amino y como esqueleto carbo-
nado puede utilizarse como compuesto gluconeogénico y otra se convierte en acetil
CoA. La desaminación de los aminoácidos genera grupos amonio que se metabolizan
formando urea (ciclo de la urea).

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Las proteínas son macromoleculas compuestas de numerosas unidades ni-


trogenadas elementales, los aminoácidos, los cuales se unen entre si, median-
te enlaces peptídicos (-CO-NH-), dando lugar a cadenas proteicas de diversa
longitud. Los aminoácidos proteinogenéticos (es decir los componentes de las
proteínas) son 20, pero las proteínas formadas por ellos pueden ser muy nu-
merosas, ya que, aunque tengan los mismos aminoácidos, bastaría un cambio
de posición de uno de ellos en la cadena, para que las proteínas sean distintas.
Esto muestra que el número de posibilidades de diferentes proteínas es muy
elevado y explica que uno de los aspectos fundamentales de estos compuestos
es la especificidad a nivel de especie y a nivel de individuo. Las proteínas de la
dieta al ser ingeridas tienen que ser degradadas a aminoácidos por el aparato
digestivo para que se verifique la absorción y puedan, como tales aminoácidos,
ser aprovechadas para sintetizar proteínas propias del organismo necesarias
para las funciones vitales de la célula. Una parte de los aminoácidos absorbidos
se utiliza en la biosíntesis de las proteínas corporales; otra parte se utiliza en la
biosíntesis de purinas y neurotransmisores; otra pierde el grupo amino y como
esqueleto carbonado se utiliza como compuesto gluconeogénico, y otra parte
se convierte en acetil CoA, que genera energía al incorporarse en el ciclo
de Krebs. Por último, la desaminación de los aminoácidos genera grupos
amonio que se metabolizan formando urea (Figura 1).
Las proteínas de la dieta tienen distinto valor, según los aminoácidos que
las componen, y esto no sólo depende del número de aminoácidos, sino de
la calidad de éstos. Los aminoácidos se pueden clasificar en proteinogenéti-
cos y no proteinogenéticos (aminoácidos integrantes o no de las proteínas)
y en esenciales y no esenciales. Los aminoácidos esenciales son aquellos
que el organismo no puede sintetizar y tienen que ser suministrados por
la dieta. Para comprender el sentido de esta clasificación, hay que seguir el
camino de los aminoácidos en el metabolismo: la proteína procedente de la
alimentación ingresa en el tubo digestivo y se degrada en los aminoácidos
que la componen, los aminoácidos se absorben en el intestino y pasan a la
sangre que los distribuye a las células de los distintos tejidos, y en ellas, se
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Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

utilizan para sintetizar las proteínas propias del organismo. Si en el proceso


de biosíntesis de las propias proteínas no se dispone de uno de los ami-
noácidos esenciales porque se ha agotado el que proporciona el alimento,
quedará detenida la síntesis de esa proteína. Por ese motivo los aminoácidos
esenciales son también denominados aminoácidos limitantes.
Por todo los anteriormente dicho, se puede comprender el hecho de que
una proteína tenga mayor o menor valor alimenticio, según el contenido en
aminoácidos esenciales, y en una escala de valores ocupan el lugar mas alto
la proteína del huevo, las de la leche y sus derivados, carnes, pescados y, por
ultimo, las de los cereales y leguminosas (si bien la soja presenta una proteína
con aminograma bastante compensado, sólo deficitaria en metionina).
Las proteínas, por tanto, constituyen un ingrediente fundamental en la
nutrición. La OMS, la F.A.O, y otros organismos internacionales han fijado
la cantidad de 0,8 - 1g/kilo de peso corporal/día, como cantidad adecuada
que tiene que ingerir un individuo promedio. Es decir, una persona de 70
kilos necesita ingerir diariamente 70 g de proteína. Los citados organismos
internacionales indican que las necesidades proteicas se van incrementadas
cuando se efectúa un trabajo pesado, se hace ejercicio físico intenso, en
situaciones de estrés, etc. Así, el deportista necesita ingerir una cantidad
superior de proteínas que el hombre promedio, y ello es debido a que al
ser las proteínas un nutriente plástico, integrante de nuevos tejidos, es im-
prescindible ingerir una cantidad superior en la dieta, cuando se necesita
formar masas musculares sólidas. Aunque la anterior afirmación ha sido
discutida en tiempos pasados, en la actualidad, numerosos trabajos de in-
vestigación avalan este hecho. Experiencias científicas y estadísticas reali-
zadas con grupos de deportistas han demostrado que los resultados fueron
positivos con gran diferencia, en los grupos alimentados con dosis extra
de proteínas. El efecto positivo se detectó por el incremento de la fuerza
general, de la captación de oxígeno, del contenido de hemoglobina de los
glóbulos rojos, en la reducción de la grasa corporal, en la disminución de la
fatiga y recuperación más rápida después de los entrenamientos, etc.
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La distribución de la fracción de los aminoácidos absorbidos, derivados


de las proteínas de la dieta se muestra en la Figura 2.

Figura 2. Distribución de los aminoácidos absorbidos por el intestino, procedentes de


la degradación de las proteínas de la dieta.

La conclusión es que si para todo individuo las proteínas constituyen


un nutriente indispensable por sus funciones de regeneración tisular, que
compensa las células destruidas con la actividad metabólica normal, para
el deportista, que necesita mayor masa muscular por el ejercicio físico, es
aún más importante consumir una ración extra de proteínas, siendo una
cifra aconsejable la de 1,5 a 2 g/kg peso corporal/día. Según esto, un de-
portista de 80 kilos debe ingerir diariamente un promedio diario de 120
a 160 g de proteína, y esta cantidad puede incrementarse en períodos de
competición hasta 300 g/kg/día.
Otro factor muy importante a tener en cuenta es que el máximo de
proteínas asimilables en una sola comida no debe exceder los 40 o 50 g,
por lo que toda cantidad superior no será aprovechada. También hay que
considerar que la proteína una vez digerida e hidrolizada se absorbe a
nivel intestinal en forma de aminoácidos, que pasan a sangre circulante,
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Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

y a partir se distribuyen y nutren las células de los distintos tejidos, entre


ellos el tejido muscular (Figura 2). Mientras haya aminoácidos en la san-
gre circulante, los tejidos pueden renovarse y regenerarse de forma óp-
tima, cosa que no ocurre cuando el nivel de aminoácidos baja, lo que
sucede poco más o menos a las cuatro horas de haber ingerido alimento.
A partir de este momento los aminoácidos que no han sido asimilados se
van eliminando o deteriorando y es necesario hacer una nueva ingestión
de alimentos proteicos para que el nivel vuelva a subir. Los dos factores
anteriormente expuestos, capacidad de asimilación en un solo proceso
digestivo y nivel óptimo de aminoácidos en sangre circulante, permiten
establecer unas normas básicas. Por tanto, la ingestión de proteínas debe
ser repartida uniformemente en las distintas comidas del día, debiendo
ser éstas por lo menos cuatro, aunque alguna de ellas consista sólo en
algún producto proteico, en agua, leche u otro líquido.
Como resumen a lo expuesto anteriormente se pueden establecer las
siguientes conclusiones:
1º El humano promedio debe ingerir diariamente de 0,8 a 1g de pro-
teína/kg de peso/día mientras que el deportista o el individuo que
realice actividad física fuerte deberán ingerir de 1,5 a 2 g de proteí-
na/kg peso corporal/día.
2º Del total de proteínas a ingerir, la mayor parte procederá de los
alimentos convencionales, el resto, por motivos digestivos y de asi-
milación, procederán de productos complementarios.
3º El máximo de proteínas a ingerir en una sola comida no debe sobre-
pasar los 60 g, siendo la cifra ideal la de 35 a 40 gramos.
4º Para mantener un óptimo nivel de aminoácidos en sangre circulante
y una mejor nutrición del tejido muscular, es imprescindible ingerir
cierta cantidad de proteína cada cuatro horas.
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DEGRADACIÓN DE PROTEÍNAS

El proceso degradativo de las proteínas en el organismo se debe al ata-


que de las mismas por las proteasas, que las desdoblan en aminoácidos, los
cuales, a su vez, dan por oxidación productos finales de desecho CO2, H2O
y amoniaco (NH3). El amonio, derivado de la desaminación de los ami-
noácidos, no es tolerado por la sangre, por lo que, en forma de carbonato
amónico, llega al hígado se transforma en urea y se expulsa por la orina.
Cuando el riñón no filtra adecuadamente, la urea se acumula en sangre,
dando lugar al temido estado urémico. El bloqueo del ciclo de urea en el
hígado es otro de los problemas que las proteínas animales en exceso aca-
rrearan al organismo cuando los aminoácidos son procesados.
Sobre el metabolismo de los nucleoproteidos, formados por la unión de
una proteína y un ácido nucleico, conviene tener en cuenta que estos com-
puestos, mediante acciones metabólicas complejas, llegan a convertirse en
ácido urico, que se expulsa por la orina, provocando, cuando se acumula en
sangre, la uricemia y el artritismo.
Cuando el organismo recibe demasiadas proteínas o aminoácidos en
forma libre, no es capaz de asimilarlas; en este caso además se inhibe el
almacenamiento de glucógeno, que es el combustible de la actividad mus-
cular. Por su parte, los carbohidratos se convierten en glucógeno rápido
y fácilmente degradable, por lo que una dieta con alto porcentaje de ami-
noácidos (en forma de proteínas) y bajo contenido de hidratos de carbono,
no contribuye al almacenamiento de glucógeno. Esto quiere decir que en
estas condiciones disminuyen las posibilidades de aumento de la resisten-
cia y la potencia.
Es muy frecuente que los que consumen mucha carne sufran los sín-
tomas característicos de un aumento del ión amonio, que se traduce en
jaquecas, irritabilidad, mala concentración, náuseas, diarrea, confusión,
etc. En los deportistas esta alteración puede causar problemas, ya que un
aumento del nivel de urea por un exceso de proteínas de la dieta, pre-
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Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

vio a una competición, le puede acarrear fatiga muscular por intoxicación


urémica a nivel sistema nervioso y muscular. Esto se puede corregir con
suplementos de manganeso, magnesio o arginina, útiles para activar el ci-
clo de la urea. También ciertos ácidos como el cítrico y el aspártico suelen
utilizarse para destoxificar el amonio y generar energía celular. En estos
casos debe cuidarse el equilibrio, puesto que un exceso de estos suple-
mentos puede generar tal aumento de la energía que conduce a irritar el
sistema nervioso y el individuo se torna hiperactivo. La carnitina es otro
aminoácido importante, que ayuda a los músculos a utilizar la grasa como
fuente de energía. El organismo la sintetiza a partir de la lisina y la vitami-
na C, y su deficiencia se manifiesta con debilidad muscular, fatiga precoz,
altos índices de grasa en sangre e imposibilidad de bajar de peso. Otra
posibilidad de caer en desequilibrio se encuentra en el alto consumo de
arginina, ya que ésta a su vez consume demasiada lisina, provocando así un
déficit relativo de carnitina.
Los análisis de aminoácidos pueden evitar todos estos desequilibrios y
delatar alteraciones potenciales en los tejidos, que podrán afectar la activi-
dad y estabilidad de articulaciones, ligamentos espinales, discos interver-
tebrales, y consecuentemente el pinzamiento de nervios derivando de esta
manera en neuritis, neuralgias, etc.
Por medio de los aminogramas se pueden descubrir pérdidas de proli-
na e hidroxiprolina, dos aminoácidos fundamentales en la composición de
los ligamentos y tendones. Cuando estas pérdidas se detectan a tiempo se
pueden tomar las medidas necesarias para evitar lesiones ya que el margen
de riesgo es mayor.
Todo esto da la pauta para planificar el suplemento proteico para un
deporte definido, un individuo determinado y un tipo de entrenamiento
específico. Es necesario efectuar aminogramas de forma constante, para ir
detectando las variantes metabólicas que se producen en el organismo en
particular, que es distinta a las variantes que el mismo estímulo produce en
otro organismo.
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METABOLISMO DE AMINOÁCIDOS

Comparativamente el metabolismo de las proteínas y aminoácidos es


considerablemente más complejo que el de los carbohidratos y los lípidos,
porque si bien los aminoácidos son también utilizados como fuente de ener-
gía, su función biológica está muy ligada al hecho de que los aminoácidos
son los constituyentes de las proteínas. Las proteínas, además de su función
estructural, son también necesarias para una gran variedad de funciones bio-
lógicas, tales como la secreción de hormonas digestivas y proteínas plas-
máticas, el transporte de sustancias y la respuesta inmune, además de sus
funciones como enzimas, entre muchas otras. Por lo tanto, la incorporación
de proteínas es indispensable para mantener la estructura y función del orga-
nismo. El exceso de proteínas de la dieta puede ser utilizado como fuente de
energía, dado que los aminoácidos glucogénicos se pueden convertir en glu-
cosa y los cetogénicos en ácidos grasos o cetoácidos, o bien ser excretados
como productos metabólicos (urea). Una dieta carente de proteínas produ-
ce una pérdida neta de proteínas corporales de alrededor de 0,34 g/kg de
peso/día. El destino metabólico de las proteínas de la dieta dependerá de los
combustibles energéticos de la dieta. Un aumento de este último permitirá
la conservación de proteínas, en cambio, una disminución en el aporte ca-
lórico resultará en la degradación proteica. Además, un factor importante
es la “calidad” de las proteínas de la dieta que se determina por su valor
biológico y su facilidad de absorción y digestión. El valor biológico de una
proteína depende de la proporción que contiene de aminoácidos esenciales.
Por ejemplo, las proteínas del huevo y la leche tienen mayor valor biológico
que las proteínas de origen vegetal. Se recomienda que entre el 10 al 15%
del contenido calórico provenga de proteínas. Cuando la ingesta diaria de
proteínas es baja, la mayoría de los aminoácidos se utiliza para la síntesis
proteica, debido a que los aminoacil-tRNA tienen una afinidad muy alta por
los aminoácidos. En cambio, cuando la ingesta proteica es alta, los aminoáci-
dos son catabolizados por enzimas de Km elevada. El plasma contiene los 20
aminoácidos que se encuentran habitualmente en las proteínas, aminoácidos
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Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

proteinogenéticos, además de otros como la citrulina, la ornitina, la taurina


y la 3-metilhistidina. Los aminoácidos se clasifican en esenciales (aquellos que
no pueden ser sintetizados por el hombre, y por lo tanto deben ser ingeridos
en la dieta) y los no esenciales que en su mayoría son sintetizados a partir de
intermediarios anfibólicos por vías metabólicas cortas o a partir de ami-
noácidos esenciales. La tabla siguiente indica a qué categoría pertenecen los
aminoácidos más abundantes.

Tabla 1. AMINOÁCIDOS ESENCIALES Y NO ESENCIALES


No Esenciales Esenciales
Alanina Arginina*
Asparragina Histidina
Aspartato Isoleucina
Cisteina Leucina
Glutamato Lisina
Glutamina Metionina*
Glicina Fenilalanina*
Prolina Treonina
Serina Triptófano
Tirosina Valina
*Arginina, metionina y fenilalanina son considerados esenciales por razones no direc-
tamente relacionadas con la carencia de la síntesis.

La arginina se sintetiza por las células de mamíferos pero en un rango


que es insuficiente para resolver las necesidades de crecimiento del orga-
nismo y la mayoría que se sintetiza es procesada para formar la urea. La
metionina se requiere en grandes cantidades para producir cisteína, si este
último aminoácido no lo proporciona adecuadamente la dieta. De la misma
manera, la fenilalanina se requiere en grandes cantidades para formar tiro-
sina, si la tirosina no está proporcionada por la dieta.
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La mayor parte de los aminoácidos utilizados por el organismo para sin-


tetizar proteínas o de los precursores derivados de aminoácidos, se obtiene
de la dieta o del recambio de proteínas. Las mezclas de aminoácidos obte-
nidas de la dieta no están presentes en las proporciones exactas requeridas
por el organismo, pero se interconvierten a través de diversas reacciones
metabólicas. De hecho, la mezcla de aminoácidos liberados a la sangre por-
tal desde el intestino, ya muestra cambios en su composición (por ejemplo:
la concentración de alanina es mayor en la sangre portal que la ingerida). El
exceso de aminoácidos respecto a las necesidades para la síntesis de proteí-
nas no puede ser almacenado ni excretado como tal, sino que es degradado
a productos que pueden ser oxidados para obtener energía o acumulados
como grasas. El catabolismo de los aminoácidos está regulado por la induc-
ción de las enzimas específicas y por la demanda fisiológica y su ritmo varía
considerablemente entre las diversas proteínas.

Degradación de los aminoácidos y pérdida del grupo amino


Virtualmente todos los tejidos producen amoníaco (NH3) como con-
secuencia de la pérdida del grupo amino de los aminoácidos. El NH3 es
altamente tóxico sobre todo para el sistema nervioso, pero existen me-
canismos de destoxificación que lo eliminan o lo convierten en metaboli-
tos no tóxicos. En condiciones normales, la concentración de amoníaco se
mantiene baja en la sangre periférica, pero aumenta mucho en patologías
hepáticas.

Pérdida del grupo amino por aminotransferencia


El grupo amino de los aminoácidos se elimina por reacciones de ami-
notransferencia, catalizadas por enzimas denominadas aminotransferasas En
estas reacciones, el grupo Į-amino de un aminoácido se transfiere al grupo
carbonilo de un Į-cetoácido. Como consecuencia, el aminoácido donador
del grupo amino se convierte en un Į-cetoácido, y el Į-cetoácido aceptor
del grupo amino se transforma en un aminoácido:
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Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

aminoácido 1 (donador) + Į -cetoácido 2 ¤


¤aminoácido 2 (aceptor) + Į-cetoácido 1
Sólo tres Į-cetoácidos pueden actuar como aceptores de grupos amino
en este tipo de reacciones: el Į-cetoglutarato, el piruvato y el oxalaceta-
to, dando como productos glutamato, alanina, y aspartato, respectivamen-
te. De estos tres Į-cetoácidos, el más importante cuantitativamente es el
Į-cetoglutarato, de manera tal que el grupo amino de la mayoría de los
aminoácidos termina formando glutamato.
Las reacciones de aminotransferancia tienen constantes de equilibrio
cercanas a 1, por lo tanto son fácilmente reversibles. Por este motivo, este
tipo de reacciones funciona tanto en el catabolismo como en la biosíntesis
de aminoácidos. Las aminotransferasas son responsables de la redistribu-
ción de grupos amino de los aminoácidos y suministran de esta manera
aquellos aminoácidos no esenciales que están en déficit. Existen aminotrans-
ferasasas específicas para el aminoácido donador del grupo amino. Todas las
aminotransferasasas requieren piridoxal fosfato (forma activa de la vitamina
B6 o piridoxina) como grupo prostético. En el curso de la reacción, el
aminoácido entrante se une al sitio activo de la enzima, cediendo el grupo
amino al fosfato de piridoxal (que se transforma en piridoxamina) y sa-
liendo como Į-cetoácido. Luego, el Į-cetoácido entrante recibe al grupo
amino del piridoxal fosfato y sale como aminoácido y el grupo prostético
se recupera en su estado original, como piridoxal fosfato.

Desaminación oxidativa.
La glutamato deshidrogenasa, enzima abundante en hígado que se localiza
en la matriz mitocondrial, utiliza el NAD+ en la dirección de la liberación
del nitrógeno y NADP+ para la incorporación del nitrógeno. En la reac-
ción hacia la izquierda (Figura 3) se muestra la importancia de la glutama-
to deshidrogenasa en la formación de glutamato a partir de amonio libre
y Į-cetoglutarato, formándose así uno de los 20 aminoácidos requeridos
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para la síntesis de proteínas. Sin embargo, se debe reconocer que la reac-


ción inversa es un proceso anaplerótico, también importante, que enlaza el
metabolismo de los aminoácidos con la actividad del ciclo de Krebs. En la
reacción inversa, la glutamato deshidrogenasa proporciona una fuente de
carbono oxidable, el Į-cetoglutarato, usada para la producción de energía así
como un equivalente reductor portador de electrones, el NADH (Figura 3).

Figura 3. Reacción catalizada por la glutamato deshidrogenasa.

Según lo esperado para un punto de ramificación de la enzima con un


importante acoplamiento al metabolismo energético, la glutamato deshi-
drogenasa se regula por la carga de energía celular. El ATP y el GTP son
efectores alostéricos positivos de la formación de glutamato, mientras que
el ADP y el GDP son efectores alostéricos positivos de la formación de
Į-cetoglutarato. Así, cuando el nivel de ATP es alto, la conversión de glu-
tamato a Į-cetoglutarato y a otros intermediarios del ciclo de Krebs es
limitada; cuando la carga de energía celular es baja, el glutamato se con-
vierte en amonio y un metabolito intermediario del ciclo de Krebs, el
Į-cetoglutarato, como se muestra en la reacción (Figura 3).
El glutamato es también un donador de grupos amino para otros sustra-
tos en reacciones de aminotransferencia. Los múltiples papeles del glutama-
to en el equilibrio del nitrógeno lo convierten en una conexión del amonío
libre con los grupos aminos de la mayoría de los aminoácidos. La reacción
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Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

de la glutamato deshidrogenasa es reversible y el sentido de la misma depende


de la concentración de reactivos y productos. Por lo tanto, la enzima forma
parte tanto de la degradación de aminoácidos como de su biosíntesis, dado
que el glutamato puede participar en reacciones de aminotransferencia. La
acción combinada de una aminotransferencia con la glutamato deshidrogenasa se
conoce como transdesaminación, según se esquematiza en la figura 4:

Figura 4. Reacción de transdesaminación que supone la acción combinada de una


aminotransferasa (AT) con la glutamato deshidrogenasa (GDH).

Otras reacciones de desaminación


En el hígado y el riñón existen L-aminoácido oxidasas de baja actividad,
que requieren flavina mononucleótido (FMN) como cofactor de óxido-re-
ducción, y catalizan la siguiente reacción:
L-aminoácido + H2O + Enzima-FMN ¤ Į-cetoácido + NH3 + Enzima-FMNH2
La reoxidación del grupo prostético se produce a partir de O2 con for-
mación de peróxido de hidrógeno (H2O2):
Enzima-FMNH2 + O2 ¤ Enzima-FMN + H2O2
El H2O2 formado se desdobla en agua y oxígeno en una reacción catali-
zada por la catalasa:
H2O2 ¤ H2O + ½ O2
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Ciertos aminoácidos hidroxilados como la serina y la treonina pueden


ser desaminados en forma no oxidativa por deshidratasas, generando piru-
vato y Į-cetobutirato, respectivamente:
Serina ¤ piruvato + NH4+
Treonina ¤ Į-cetobutirato + NH4+
Por otra parte, la cisteína puede perder su grupo amino por la acción de
una desulfidrasa, originando piruvato.
Cisteína ¤ piruvato + NH4+ + H2S
En estos últimos casos, el fosfato de piridoxal también actúa como
coenzima, formándose amoníaco y el correspondiente Į-cetoácido sin que
haya una oxidación real de la molécula. Por este motivo, se llama a estas
reacciones desaminaciones no oxidativas. De acuerdo a estas consideracio-
nes, el metabolismo de los L-aminoácidos requiere un proceso inicial de
aminotransferencia, que genera mayoritariamente glutamato, y posterior
desaminación oxidativa de éste, a través de reacciones reversibles. Esta vía
es de gran importancia desde el punto de vista de la economía celular. Al
estar en equilibrio con sus cetoácidos, muchos aminoácidos pueden sinteti-
zarse fácilmente a partir de otros aminoácidos, o bien desaminarse, lo que
depende del estado metabólico. Si el sistema estuviera lejos del equilibrio,
esta interrelación no existiría. Asimismo, el hecho de que el glutamato sea
el producto común de las reacciones de aminotransferencia, reduce la can-
tidad de enzimas necesarias. La reversibilidad de las reacciones de amino-
transferencia asegura la utilización correcta de los aminoácidos-cetoácidos
dependiendo de la situación metabólica (Figura 5).
Después de la ingestión de alimentos ricos en proteínas, la absorción in-
testinal de aminoácidos se incrementa (1), el exceso de aminoácidos que no
se emplea en la síntesis de proteínas (3), perderá su grupo amino y como
esqueleto carbonado podrá derivarse a la obtención de energía (4), o la
síntesis de lípidos (6). En ayuno, la velocidad de degradación de proteínas
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Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

endógenas (2) supera la velocidad de síntesis de proteínas (3), los aminoá-


cidos perderán su grupo amino y los cetoácidos se convertirán en glucosa
por gluconeogénesis (5) para ser usada en el cerebro; en estas condiciones
de escasez de alimentos, estarán inhibidas la síntesis de ácidos grasos (6) y
la oxidación del piruvato (4) (Figura 5). Por otra parte, cuando la ingesta
proteica no es la adecuada, la síntesis de proteínas podría mantenerse a
expensas de la degradación de proteínas endógenas. Sin embargo esto no
ocurre por la proximidad al equilibrio de las reacciones de transdesamina-
ción. Es decir, es imposible evitar que parte de los aminoácidos pierdan su
grupo amino y se metabolicen como esqueletos carbonados.

Figura 5. La ingestión de alimentos ricos en proteínas incrementa la absorción intestinal de


aminoácidos y el posterior intercambio entre ellos en reacciones de transdesaminación.

Incorporación del grupo amino


Como el amoníaco es muy tóxico, existen reacciones que permiten in-
corporarlo en compuestos no tóxicos, que llegan por sangre al hígado y al
riñón. Existen varias vías metabólicas para la incorporación del amonio:
Síntesis de glutamato
Síntesis de glutamina
Síntesis de alanina
Síntesis de urea
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Síntesis de glutamato
La reacción de la glutamato deshidrogenasa es reversible y la enzima actúa,
no sólo en el sentido de la degradación de los aminoácidos, sino también en
el de su biosíntesis. De esta forma, es posible sintetizar glutamato a partir
de Į-cetoglutarato, incorporando amonio y oxidando el NADPH (Figura 3).
Síntesis de glutamina
La síntesis de glutamina a partir de glutamato está catalizada por la en-
zima glutamina sintetasa, que se localiza a nivel mitocondrial y cataliza la
siguiente reacción:

La reacción de la glutamina sintetasa es también importante en va-


rios aspectos. Primero produce la glutamina, uno de los 20 aminoáci-
dos proteinogenéticos. Segundo, en animales, la glutamina es el principal
aminoácido encontrado en el sistema circulatorio. Su papel es llevar el
amonio a y desde varios tejidos, pero principalmente desde los tejidos
periféricos al riñón, donde el grupo amino es hidrolizado por la enzima
glutaminasa; este proceso regenera el glutamato y el ión amonio libre,
que se excreta en la orina.

198 |
Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

En esta función, el amonio presente en el tejido periférico es llevado en


una forma no ionizable, que no tiene ninguna de las características neuro-
tóxicas o de generación de alcalosis del amoníaco libre.
La glutamina es una forma temporal de acumular el amoníaco en
condiciones no tóxicas, y dado que es una molécula neutra, atraviesa
membranas con mayor facilidad que el glutamato. La glutamina cumple
distintas funciones:
– biosíntesis de nucleótidos de purinas y pirimidinas
– biosíntesis de hexosaminas
– biosíntesis de NAD+
– ruptura con liberación de glutamato y amoníaco en riñón. Esta últi-
ma reacción está catalizada por la glutaminasa
El hígado contiene ambas glutamina sintetasa y glutaminasa pero las en-
zimas están localizadas en diferentes segmentos celulares. Esto asegura que
el hígado no sea ni productor ni consumidor neto de glutamina. Las dife-
rencias en la localización celular de estas dos enzimas permiten que el hí-
gado elimine el amonio que no ha sido incorporado en la urea. Las enzimas
del ciclo de la urea están localizadas en las mismas células que contienen
glutaminasa. El resultado de la distribución diferenciada de estas dos vías
metabólicas hepáticas hace posible controlar la incorporación del amonio
en la urea o en la glutamina.
En casos de acidosis el organismo desvía más glutamina del hígado al
riñón. Esto permite la conservación del ión bicarbonato, puesto que la
incorporación del amonio en la urea requiere de bicarbonato. Cuando la
glutamina entra al riñón, la glutaminasa libera un mol de amonio gene-
rando glutamato y entonces la glutamato deshidrogenasa libera otro mol
de amonio generando Į-cetoglutarato. El amoníaco se ioniza a ión amonio
(NH4+) que es excretado. El efecto neto es una menor concentración del
ión hidrógeno, [H+], y un incremento en el pH.
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Asparragina sintetasa
Una reacción final útil, relacionada terapéuticamente con los aminoáci-
dos es la amidación del ácido aspártico para producir asparragina. La enzi-
ma asparragina sintetasa cataliza la reacción de transamidación que requiere
de ATP demostrada a continuación:

La mayoría de las células realizan esta reacción para producir toda la


asparragina que necesitan. Sin embargo, algunas células de leucemia re-
quieren asparragina exógena, que obtienen del plasma. La quimioterapia
usando la enzima asparraginasa se aprovecha de esta característica de las
células de leucemia mediante la hidroxilación de la asparragina sérica a
amoníaco y a ácido aspártico, para privar a las células neoplásicas de la as-
parragina que es esencial para su característico rápido crecimiento.
Síntesis de alanina
En el músculo, se forma alanina a partir de piruvato y glutamato en una
reacción catalizada por la alanina aminotransferasa (GPT). La alanina así sin-
tetizada llega por la sangre al hígado donde se utiliza como precursor en la
gluconeogénesis.
Síntesis de urea
La urea es el producto final no tóxico de eliminación del amonio en
los organismos ureotélicos. El amoníaco que procede de la pérdida de los
grupos amino de los aminoácidos se convierte en urea en las mitocondrias
hepáticas a través del denominado ciclo de la urea.
200 |
Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

El ciclo de la urea es un proceso que abarca dos compartimientos in-


tracelulares. Se inicia en el interior de las mitocondrias de los hepatocitos,
donde se forma amoníaco a partir del glutamato por desaminación oxidati-
va. Otro origen posible de amoníaco hepático es la degradación bacteriana
de los aminoácidos intestinales. El amoníaco así liberado, se absorbe y llega
al hígado por la vena porta. Asimismo, el amoníaco puede provenir del
catabolismo de algunos neurotransmisores como catecolaminas, serotonina
e histamina, que son degradadas por enzimas específicas localizadas a nivel
cerebral o periférico. Estas enzimas liberan amoníaco por oxidación de la
amina. Finalmente, el amoníaco circulante puede originarse a partir de la
degradación de bases púricas y pirimidínicas.

CICLO DE LA UREA

Aunque el ión amonio (NH4+) es un participante universal en la síntesis


y degradación de aminoácidos, su acumulo en concentraciones anormales
tiene consecuencias tóxicas. Por tanto, las células que sufren un catabolis-
mo activo de sus aminoácidos han de ser capaces de destoxificar o excretar
el NH4+, tan rápidamente como se genera.
En mamíferos, la glutamina es el aminoácido encargado de almacenar
de manera temporal el ión amonio para mantener los niveles adecuados y
transportarlo, pero la mayor parte del NH4+ se excreta en forma de urea,
compuesto muy soluble y neutro que no afecta al pH fisiológico cuando se
acumula. La urea es la diamida del ácido carbónico CO (NH2)2, que debido
a su tamaño y carga eléctrica (neutra), traspasa fácilmente las membranas
biológicas, se transporta a la sangre y se elimina por orina. De los dos nitró-
genos de la urea, uno procede del metabolismo de los aminoácidos y el otro
del aspartato que interviene en el ciclo. El ácido carbónico procede del CO2
de la cadena respiratoria. La urea se sintetiza casi exclusivamente en hígado.
El ciclo de la urea es una ruta metabólica con un punto de entrada para
el ión amonio y un punto de salida para la urea. El ciclo de la urea, fue
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descubierto por Krebs y Henseleit. En este ciclo la ornitina sirve como ini-
ciador del ciclo. El ciclo de la urea comienza en el interior de las mitocon-
drias de los hepatocitos con la síntesis del carbamoil fosfato, producto de
la unión del ión amonio con bicarbonato en presencia de 2ATP y catalizada
por la carbamoil fosfato sintetasa (Figura 6).

Figura 6. El ciclo de la urea se inicia en el interior de las mitocondrias de los hepatocitos


con la síntesis de carbamoil fosfato, producto de la unión de residuos amonio con
bicarbonato en presencia de 2 ATP y catalizada por la carbamoil fosfato sintetasa. (1)
carbamoil fosfato sintetasa; (2) ornitina transcarbamoil transferasa; (3) argininosuccinato
sintetasa; (4) arginino succinato liasa; y (5) arginasa.

1. El primer grupo amino que ingresa al ciclo proviene del amoníaco li-
bre intramitocondrial. El amoníaco producido en las mitocondrias, se
utiliza junto con el bicarbonato (producto de la respiración celular),
para producir carbamoil-fosfato (Figura 6). Esta reacción, dependien-
te de ATP, está catalizada por la carbamoil-fosfato-sintetasa I, enzima
alostérica, modulada positivamente por el N-acetilglutamato.
202 |
Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

2. En la reacción siguiente, el carbamoil-fosfato formado cede su grupo


carbamoilo a la ornitina, para formar citrulina, aminoácido no pro-
teinogenético, y liberar Pi. Reacción catalizada por la ornitina trans-
carmoil sintetasa. La citrulina atraviesa la membrana mitocondrial
mediante un transportador, y se libera en el citoplasma.
3. El segundo grupo amino procedente del aspartato (producido en la
mitocondria por transaminación y posteriormente exportado al cito-
sol), se condensa con la citrulina para formar argininosuccinato. Esta
reacción endergónica está catalizada por la argininosuccinato sintetasa
citoplasmática, que necesita ATP que es hidrolizado a AMP y PPi y
produce como intermediario de la reacción citrulil-AMP (Figura 6).
4. El argininosuccinato se hidroliza por la arginino succinato liasa, dando
lugar a fumarato y a arginina libre, aminoácido proteinogenético,
que en los mamíferos se sintetiza por esta vía.
5. El fumarato puede ingresar en la mitocondria e integrarse en el ci-
clo de Krebs y la arginina libre se hidroliza en el citoplasma, por
la arginasa citoplasmática dando lugar a isourea, que se transforma
rápidamente en urea, y ornitina.
6. La ornitina regresa a la mitocondria mediante un transportador es-
pecífico y queda disponible para iniciar otra vuelta del ciclo urea.
En resumen, el ciclo de la urea consta de dos reacciones mitocondria-
les, las catalizadas por la carbamoil fosfato sintetasa y la ornitina carbamoil
transferasa y tres citoplasmáticas.

Energética del ciclo


El ciclo de la urea reúne dos grupos amino y un bicarbonato, para for-
mar una molécula de urea:
4NH4+ + HCO3 + 3ATP + Aspartato + H2O ¤ UREA + 2 ADP +
+ 4Pi + AMP + Fumarato + 5H+
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La síntesis de la urea requiere 4 enlaces fosfato de alta energía. 2 ATP


para formar el carbamoil - P y un ATP para producir argininosuccinato.
En la segunda reacción el ATP se hidroliza a AMP y PPi, lo que conlleva la
pérdida de dos enlaces fosfato energéticos, o sea otros 2 ATP.

TABLA 2. REACCIONES DEL CICLO DE LA UREA.


LAS CINCO PRIMERAS REACCIONES PERTENECEN AL CICLO DE LA UREA, Y LAS CUATRO
RESTANTES SON AQUELLAS QUE RELACIONAN EL CICLO DE LA UREA CON EL CICLO DE KREBS

Reacción Enzima
NH4+ + CO2 Carbamoil fosfato
sintetasa
Ornitina carbamoil
transferasa
Argininosuccinato
sintetasa
Argininosuccinato Arginina + Fumarato Arginino succinato
líasa
Arginina + H2 Arginasa
Fumarato + H2 Fumarato
deshidratasa
Malato + NAD + + Malato
deshidrogenasa
Oxalacetato Į-cetoglutarato GOT
aminotransferasa
+ Glutamato
Į-cetoglutarato + NH4+ + NADH + H+ 2O +NAD
deshidrogenasa

Se ha calculado que los animales ureotélicos pierden cerca del 15% de


la energía procedente de los aminoácidos en la producción de urea. La co-
nexión del ciclo de la urea con el ciclo de Krebs, a través del fumarato,
reduce el coste energético de este ciclo. El ciclo de la urea conlleva la con-
versión de oxalacetato en fumarato y la posterior conversión del fumarato
hasta oxalacetato que producirá un NADH, que podrá generar 3 ATP en la
respiración mitocondrial, lo que reduce el coste de la síntesis de urea.
204 |
Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

El fumarato producido en la reacción de la argininosuccinato liasa, vuelve


a la mitocondria, donde es blanco de la fumarasa y la malato deshidrogena-
sa para formar oxalacetato. El aspartato que actúa como donador del grupo
amonio en el ciclo de la urea, se forma a partir del oxalacetato por amino-
transferencia con el glutamato. Dado que las reacciones de los dos ciclos están
interconectadas se les ha denominado doble ciclo de Krebs.
El flujo del nitrógeno a través del ciclo de la urea depende de la compo-
sición de la dieta. Una dieta rica en proteínas aumentará la oxidación de los
aminoácidos, produciendo urea por el exceso de grupos amino. Las cinco
enzimas del ciclo de la urea se sintetizan a velocidades más elevadas, duran-
te la inanición o en los animales con dieta rica en proteínas.
En individuos con deficiencias congénitas de enzimas del ciclo, distintas
a la arginasa, el sustrato correspondiente se acumula, la velocidad del ciclo
se mantiene baja y se producen acúmulos de los sustratos precedentes, has-
ta llegar al amonio, lo que causa finalmente una hiperamonemia. El cerebro
es particularmente sensible a las concentraciones elevadas de amonio.

Regulación del Ciclo de la Urea


El ciclo de la urea funciona sólo para eliminar el exceso de nitrógeno. En
las dietas de alto contenido proteico, los aminoácidos pierden su grupo amino
y los esqueletos de carbono resultantes son oxidados para producir energía o
almacenados como triacilglicéridos y glucógeno, pero el grupo amino debe ser
excretado. Para facilitar este proceso, las enzimas del ciclo de la urea se con-
trolan a nivel genético. Se han observado incrementos en las concentraciones
en las enzimas del ciclo hasta de 20 veces debidos a cambios a largo plazo en la
cantidad de proteína dietética. Cuando las proteínas de la dieta aumentan, las
concentraciones de las enzimas se elevan. De regreso a una dieta equilibrada, los
niveles de estas enzimas decrecen. En condiciones de inanición, los niveles de las
enzimas se elevan debido a la degradación de las proteínas y la utilización de los
esqueletos de carbono de los aminoácidos para sintetizar glucosa y proporcionar
energía, mientras que la cantidad amonio libre se eleva y debe ser excretado.
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La enzima carbamil-fosfato-sintetasa I se activa alostéricamente por el


N-acetilglutamato que se sintetiza a partir del acetil-CoA y el glutamato,
por la N-acetilglutamato sintetasa; enzima que, a su vez, es activada por la
arginina, aminoácido que se acumula cuando la producción de urea es lenta.
La regulación a corto plazo del ciclo ocurre principalmente en la CPS-I,
que está relativamente inactiva en ausencia de su activador alostérico N-
acetilglutamato. La concentración del estado estacionario del N-acetilglu-
tamato está determinado no sólo por la concentración de sus componentes
acetil-CoA y glutamato, sino también por la arginina, la cual es un efector
alostérico positivo de N-acetilglutamato sintetasa.

DESTINO DE LOS ESQUELETOS CARBONADOS


DE LOS AMINOACIDOS

Después de la pérdida del grupo amino, los esqueletos carbonados resul-


tantes de los aminoácidos pueden ser canalizados hacia la síntesis de glucosa o
hacia el ciclo de Krebs, para su degradación a través de siete compuestos: pi-
ruvato, acetilCoA, acetoacetato, Į-cetoglutarato, succinilCoA, fumarato y
oxalacetato. En muchos casos, las reacciones de aminotransferencia de un
determinado aminoácido genera un intermediario del ciclo de Krebs, en
otros, en cambio, los procesos de degradación son mucho más complejos.
Además, dado que las reacciones de degradación de los aminoácidos son
206 |
Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

reversibles, los intermediarios del ciclo de Krebs pueden ser utilizados para
la síntesis de aminoácidos no esenciales. De acuerdo al destino final del esque-
leto carbonado, los aminoácidos se clasifican en cetogénicos y glucogénicos. Los
aminoácidos cetogénicos son aquellos que se degradan a acetil CoA o a ace-
toacetil CoA, y pueden dar origen a cuerpos cetónicos. Los aminoácidos glu-
cogénicos son aquellos que se degradan a piruvato, Į-cetoglutarato,
succinilCoA, glutamato u oxalacetato, compuestos que pueden ser utilizados
para la síntesis de glucosa (gluconeogénesis). La mayoría de los aminoácidos
son glucogénicos; la
leucina y la lisina son
cetogénicos y la feni-
lalanina, tirosina, iso-
leucina y triptofano
son cetogénicos y glu-
cogénicos. Por lo tan-
to, los aminoácidos no
sólo son importantes
para la síntesis de
compuestos nitrogena-
dos sino también para
la síntesis de com-
puestos de reserva Figura 7. Destino del esqueleto carbonado de los
energética (Figura 7). aminoácidos

METABOLISMO DE LOS AMINOÁCIDOS EN LOS


DIFERENTES TEJIDOS

No todos los tejidos captan y metabolizan aminoácidos en forma similar. Por


el contrario, cada órgano tiene funciones especializadas, con requerimientos
energéticos y de precursores biosintéticos diferentes. Por lo tanto, es necesario
diferenciar el metabolismo de los aminoácidos en cada tejido en particular.
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En humanos el amonio libre es tóxico, sobre todo para el cerebro, lue-


go el grupo amino procedente de la degradación de los aminoácidos debe
de ser transportado convenientemente al hígado, donde se convierte en
urea. Estos grupos amino deberán ser transportados al hígado en una forma
distinta de NH4+ para que la concentración de éste en sangre no se eleve.
Generalmente se transportan como glutamina o como alanina.
El glutamato formado cede su grupo amino al oxalacetato en una reac-
ción catalizada por la glutamato oxalacetato aminotransferasa (GOT), se-
gún la siguiente reacción:
glutamato + oxalacetato ¥ Į-cetoglutarato + aspartato
El glutamato cede también el grupo amino al piruvato que se transforma
en alanina en una reacción de aminotransferencia catalizada por la glutama-
to-piruvato aminotransferasa (GPT). El piruvato se forma constantemente
en el músculo como producto de la glucolisis.
glutamato + piruvato ¥ Į-cetoglutarato + alanina
La alanina se transporta hasta el hígado y allí reacciona de nuevo con el
Į-cetoglutarato por acción de la GPT hepática; el piruvato liberado en hígado
se convertirá fácilmente en glucosa por la vía gluconeogénica. Este conjunto
de reacciones en músculo e hígado, que intercambian alanina y glucosa entre
ambos tejidos, es lo que se denomina: ciclo glucosa-alanina (Figura 8).

Intestino
El intestino es un órgano de alto recambio celular debido a la continua
descamación de las células de su epitelio. Por ese motivo, la síntesis de DNA,
RNA y proteínas ocurre a alta velocidad. El intestino capta preferentemente
aquellos aminoácidos que intervienen en la síntesis de bases nitrogenadas, glu-
tamina y aspartato, así como sus derivados, glutamato y asparragina, que pro-
vienen de la digestión de las proteínas de la dieta. Durante períodos de ayuno,
208 |
Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

la glutamina que se utiliza en el intestino para la síntesis de purinas y pirimidi-


nas, proviene del músculo. Por otra parte, el nitrógeno liberado en el intestino
a partir del metabolismo de las bases nitrogenadas es captado por el piruvato,
que se transforma en alanina, o bien se libera a la sangre portal directamente
como amonio, que es captado y destoxificado en el hígado. Además, las bac-
terias entéricas descomponen compuestos nitrogenados y liberan amonio que
se absorbe y contribuye a la síntesis de urea. De acuerdo con estas considera-
ciones, es evidente que el intestino modifica marcadamente la proporción de
aminoácidos que provienen de las proteínas de la dieta, incrementando la carga
de alanina y disminuyendo la de los aminoácidos diácidos y sus amidas. La glu-
tamina se tranforma en glutamato en una reacción catalizada por la glutaminasa
o bien por las enzimas que participan en la síntesis de bases. Posteriormente, el
glutamato se desamina por la glutamato deshidrogenasa o sufre una aminotrans-
ferencia convirtiéndose en Į-cetoglutarato. En cuanto al aspartato, después de
ceder el grupo amino se transforma en fumarato. Ambos compuestos resul-
tantes (fumarato y Į-cetoglutarato) son intermediarios del ciclo de Krebs, de
manera que terminan transformados en malato, y éste produce CO2, NADPH
y piruvato por acción de la enzima málica (malato deshidrogenasa descarboxi-
lante). Parte del piruvato resultante puede sufrir una aminotransferencia con
el glutamato, formando Į-cetoglutarato (que se reincorpora al proceso) y ala-
nina, que sale a la sangre portal. El resto del piruvato, se consume en el ciclo
de Krebs y sirve como fuente de energía. De esta manera, el intestino obtiene
hasta el 50% de la energía necesaria para su funcionamiento, el resto proviene
de la utilización de cuerpos cetónicos y glucosa, ya que no utiliza cantidades
apreciables de ácidos grasos como combustible energético.

Hígado
El hígado es el primer destinatario de los aminoácidos absorbidos en el
intestino que llegan por vía portal. También es el sitio primario de capta-
ción de la alanina procedente del músculo, que se utiliza para gluconeogé-
nesis cuando se agota el glucógeno hepático. En el hígado hay una activa
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síntesis de proteínas, no sólo propias, sino también de exportación (pro-


teínas plasmáticas, enzimas de coagulación, etc.). También en el hígado hay
una síntesis considerable de diversos compuestos nitrogenados. El exceso
de aminoácidos pierde su grupo amino en el hígado y los esqueletos carbo-
nados generados pueden ser utilizados para la síntesis de glucosa o cuerpos
cetónicos (dependiendo de la estructura de su esqueleto carbonado), o bien
utilizados como fuentes de energía. La actividad de las aminotransferasas y
de otras enzimas que participan en la degradación de aminoácidos, dismi-
nuye cuando el aporte proteico de la dieta es bajo. Esto permite dar prio-
ridad a la síntesis de proteínas. El hígado carece de las enzimas necesarias
para el metabolismo de aminoácidos ramificados. Estos últimos se metabo-
lizan principalmente en el músculo, que controla la concentración sanguí-
nea de estos compuestos y los utiliza como fuente de energía. Cuando se
ingiere un exceso aminoácidos cetogénicos, sus esqueletos carbonados se
transforman en el hígado en acetilCoA, que dependiendo del estado meta-
bólico puede ser utilizado para la síntesis de ácidos grasos (por ejemplo en
estado de saciedad), o para la síntesis de cuerpos cetónicos (en estado de
ayuno o en una diabetes no controlada), que pueden utilizarse en tejidos
periféricos como fuente de energía. Indudablemente, una función clave del
hígado en el metabolismo de los aminoácidos es la eliminación del amonio a
través del ciclo de la urea. El amonio, no sólo proviene de los aminoácidos,
sino también de la descomposición bacteriana intestinal de compuestos ni-
trogenados. La urea es una sustancia no tóxica y altamente soluble, que se
elimina en la orina. En un individuo normal, los niveles plasmáticos de urea
no superan los 40 mg/100 ml, valores mayores indican alteraciones a nivel
renal. Cuando la función hepática está deteriorada, como en la cirrosis, la
destoxificacion del amoníaco es insuficiente y su concentración aumenta
marcadamente. Del total de aminoácidos que llegan al hígado por sangre
portal, aproximadamente el 75% se metaboliza en el hígado y el resto en
los demás tejidos. Por lo tanto, el destino de los aminoácidos hepáticos in-
volucra las siguientes opciones:
210 |
Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

– síntesis de proteínas hepáticas


– síntesis de proteínas plasmáticas
– destoxificación del amoníaco como urea
– síntesis de ácidos grasos
– síntesis de glucosa
– síntesis de cuerpos cetónicos

Músculo
El músculo capta los aminoácidos ramificados (leucina, isoleucina y valina)
provenientes de la dieta y no captados por el hígado. Estos aminoácidos son
transformados, parte se utiliza como fuente de energía y otra parte se libera a
la circulación como alanina, glutamina y glicocola. En el músculo las reaccio-
nes de aminotransferencia son muy activas. En general, las aminootransfera-
sas para aminoácidos ramificados del músculo esquelético son más afines por
el Į-cetoglutarato que por el piruvato, por lo que se forma mayoritariamente
glutamato. El glutamato sufre una aminotransferencia con el piruvato rege-
nerando Į-cetoglutarato y alanina, que sale a la circulación. El esqueleto car-
bonado de los aminoácidos ramificados es degradado por diversas enzimas,
dando intermediarios del ciclo de Krebs, fundamentalmente oxalacetato. El
oxalacetato se transforma en fosfoenolpiruvato en una reacción catalizada por
la enzima fosfoenolpiruvato carboxiquinasa y posteriormente en piruvato por la
piruvato quinasa. El piruvato derivado de aminoácidos ramificados, contiene
los átomos de carbono que originarán alanina por aminotransferencia, de ma-
nera que el nitrógeno de la alanina también proviene del mismo aminoácido,
en forma indirecta. Parte del piruvato puede utilizarse en la obtención de
energía. En una dieta normal, es posible que la mayor parte del piruvato
formado por esta vía se oxide en el músculo y sirva como fuente de energía,
dada la alta capacidad del músculo de degradar aminoácidos ramificados. En
cambio, en una dieta pobre en glúcidos o en estado de ayuno, la oxidación
del piruvato es poco probable, dado que la piruvato deshidrogenasa estará en
estado inactivo, por el aumento en los niveles de acetilCoA producto de la
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ȕ-oxidación e incluso de la cetólisis. En estas condiciones, el piruvato forma


alanina por aminotransferencia. La alanina resultante llega al hígado donde
se convierte en piruvato que se utiliza como sustrato de gluconeogénesis. La
glucosa resultante puede derivarse a otros tejidos incluso al propio músculo.
Se ha postulado que en el músculo, la glucosa se oxida y forma piruvato, que
nuevamente genera alanina a partir de aminoácidos ramificados, lo que se de-
nomina ciclo glucosa-alanina, que se esquematiza a continuación (Figura 8):

Figura 8. El ciclo glucosa-alanina se utiliza como mecanismo para que el músculo es-
quelético elimine nitrógeno al mismo tiempo que permite captar energía. La oxidación
de la glucosa produce piruvato que puede convertirse en alanina mediante la glutama-
to piruvato aminotransferasa (GPT). Durante períodos de ayuno, la proteína del múscu-
lo esquelético se degrada por el valor energético de la cadena carbonada de los ami-
noácidos y la alanina es el principal aminoácido de esa proteína muscular. La alanina
se transporta al hígado. En el hígado la alanina se convierte en piruvato que se utiliza
como fuente de carbono para la gluconeogénesis. La glucosa formada de novo puede
regresar al músculo. Por otro lado, el grupo amino transportado desde el músculo al
hígado en forma de alanina se convierte en urea en el ciclo de la urea y es excretado.

El ciclo de la glucosa-alanina se utiliza sobre todo como un mecanismo


para eliminar el nitrógeno del músculo esquelético mientras que se reabaste-
ce su fuente de energía. La oxidación de glucosa produce piruvato que puede
convertirse en alanina. Esta reacción está catalizada por la glutamato-piruvato
212 |
Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

aminotransferasa (GOT). Además, durante períodos de ayuno, la proteína del


músculo esquelético se degrada por el valor energético de la cadena carbona-
da de los aminoácidos y la alanina es un aminoácido que proporciona piruvato
por desaminación. La alanina entra en la corriente sanguínea y llega al híga-
do, donde se convierte de nuevo en piruvato que es fuente de carbono para
la gluconeogénesis. La glucosa recién formada puede, a través de la sangre,
llegar nuevamente al músculo. El grupo amino transportado del músculo al
hígado en forma de alanina se convierte en urea en el ciclo de la urea.
El transporte de grupos amino desde el músculo hasta el hígado se realiza
fundamentalmente en forma de alanina. El hígado aporta glucosa a los múscu-
los que la degradan por la vía glucolítica hasta piruvato. Éste capta un grupo
amino por aminotransferencia y en forma de alanina se transporta hasta el híga-
do donde lo libera para que se transforme en urea. El piruvato en el hígado pue-
de entrar en la gluconeogénesis para formar glucosa de nuevo. Sin embargo, es
poco probable que el ciclo glucosa-alanina ocurra en ayunas, dado que la velo-
cidad de entrada de la glucosa al músculo es baja por falta de insulina.Tampoco
es muy probable que este ciclo funcione en condiciones de buena alimentación,
porque las enzimas de la gluconeogénesis no se encontrarán en estado activo
en el hígado. En ayuno, es más probable que la alanina generada en el músculo
llegue al hígado y allí se utilice para la gluconeogénesis, pero la glucosa así for-
mada podría ser captada por otros órganos insulino-independientes y glucosa-
dependientes, como el cerebro o los eritrocitos. Otra posibilidad es que este
mecanismo opere en el músculo en actividad, porque en este estado, la entrada
de glucosa al músculo no depende de insulina. En estas condiciones, se genera
lactato por glucolisis anaeróbica y a partir del grupo amino de los aminoácidos
aromáticos se forma alanina. En el hígado, se genera piruvato (precursor de
glucosa) a partir de la alanina y los grupos amino se eliminan como urea.
En el músculo también se puede producir glutamina a partir de amino-
ácidos ramificados a través de un mecanismo complejo que se representa en
el siguiente esquema. (Figura 9) En el músculo, se puede sintetizar gluta-
mina a partir de los aminoácidos ramificados leucina y valina. La leucina se
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desprende de su grupo amino por aminotransferencia con Į-cetoglutarato,


generando glutamato y el Į-cetoácido correspondiente. La degradación
de su esqueleto carbonado genera acetilCoA, que se combina con el
oxalacetato para dar citrato, que a través de las reacciones del ciclo de
Krebs puede generar Į-cetoglutarato. Por su parte, la valina puede sufrir
una aminotransferencia con ese Į-cetoglutarato para dar glutamato y su
cetoácido correspondiente, el Į-ceto-3-metil butirato. Los pasos meta-
bólicos que siguen son complejos y dan como producto succinil-CoA,
otro intermediario del ciclo de Krebs. Es decir que la leucina y la valina
pueden aportar los carbonos y el nitrógeno necesario para la síntesis de
glutamato, que a su vez se transforma en glutamina por acción de la glu-
tamina sintetasa.

Figura 9. Ciclo glutamina-leucina.

214 |
Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

El nitrógeno también puede provenir en forma indirecta de la leucina.


Existe otro mecanismo alternativo para la síntesis de glutamina en el mús-
culo. Por ejemplo, la glucosa puede aportar los carbonos necesarios para
sintetizar Į-cetoglutarato, que necesita de un nitrógeno amínico y amo-
níaco para sintetizar glutamina. El nitrógeno amínico puede provenir por
aminotransferencia de cualquier aminoácido con el Į-cetoglutarato para
dar glutamato y el amoníaco tiene varias fuentes posibles:
– fuentes exógenas
– desaminación oxidativa del glutamato (que es poco importante en el
músculo)
– desaminación de la adenosina a inosina por acción de la adenosina
desaminasa.
Esta enzima. que interviene en la degradación de nucleótidos de adenina,
es muy importante en el músculo en actividad, que consume grandes canti-
dades de ATP. La reacción siguiente muestra la desaminación de la adenosina:

Riñón
El riñón capta glutamina, prolina y glicocola de la circulación. La gluta-
mina se metaboliza en el riñón como parte del mecanismo de regulación
del equilibrio ácido-base. Esto ocurre a nivel de los túbulos renales, dado
que el amonio que aparece en la orina no proviene del filtrado glomeru-
lar. La glutamina es captada desde la sangre e incluso del filtrado glo-
merular y se convierte en glutamato y amonio por la glutaminasa que se
localiza en la mitocondria. Existe un sistema de transporte de glutamina
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a través de la membrana mitocondrial interna. El glutamato se metaboliza a


Į-cetoglutarato por la glutamato deshidrogenasa, liberando una nueva molécula
de amonio. El Į-cetoglutarato se convierte en malato a través del ciclo de
Krebs y éste último sale de la mitocondria y se transforma en oxalacetato por
la malato deshidrogenasa citoplasmática. A continuación, el oxalacetato se con-
vierte en fosfoenolpiruvato y luego en piruvato, generando finalmente ATP.
También puede ocurrir que el malato se convierta directamente en piruvato
por la enzima málica (malato deshidrogenasa descarboxilante). Por cualquiera
de estas vías, se genera piruvato que permite la obtención de energía. En
ayuno, la piruvato deshidrogenasa está inactiva y entonces el fosfoenolpiru-
vato entra en la vía de gluconeogénesis. De acuerdo con estos mecanismos la
glutamina en el riñón genera dos moléculas de amoníaco que captan protones
para formar el ión amonio y de esta manera se excretan usando cloruro como
contra ión. Este es uno de los mecanismos compensatorios en la acidosis me-
tabólica, según se representa en el siguiente esquema (Figura 10):

Figura 10. Mecanismo compensatorio en la acidosis metabólica en el que interviene la


glutamina en riñón.

216 |
Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

El transporte de glutamina a través de la membrana mitocondrial interna


y plasmática, y las reacciones catalizadas por la glutaminasa, la Į-cetoglutarato
deshidrogenasa y la fosfoenolpiruvato carboxiquinasa, no están en equilibrio, en
tanto que las otras reacciones involucradas si lo están. En acidosis, aumen-
ta la actividad de la Į-cetoglutarato deshidrogenasa, favoreciendo el consumo
de glutamato por la glutamato deshidrogenasa. Dado que no se acumula glu-
tamato, deja de inactivarse la glutaminasa porque bajan los niveles de un
modulador alostérico negativo. La conversión de Į-cetoglutarato en otros
intermediarios del ciclo de Krebs permitirá que disminuya su efecto inhi-
bidor sobre el transporte de glutamina a través de la membrana mitocon-
drial interna, acelerando de esta forma la generación de amoniaco. Así,
un descenso agudo de pH que no puede ser compensado por mecanismos
rápidos de regulación (proteínas plasmáticas, sistemas buffer plasmáticos),
desencadenará la degradación de glutamina por el riñón. Además de este
mecanismo de regulación aguda, la capacidad del riñón de excretar amo-
nio se incrementa si la acidosis continúa por varios días, probablemente a
través de la inducción de enzimas y transportadores de glutamina. Es muy
importante remarcar que el metabolismo de la glutamina está fuertemente
integrado entre el músculo, el riñón y el intestino. El origen de la glutami-
na para su metabolismo renal durante la acidosis es preponderantemente
muscular. El músculo incrementa en estas condiciones la producción del
aminoácido por un mecanismo concertado con el riñón. En estas condicio-
nes, el intestino, que es el principal consumidor de la glutamina producida
por el músculo en condiciones de no acidosis, reduce su consumo por la
falta de disponibilidad del sustrato que es consumido en mayor medida por
el riñón. En la figura 11 se representa la interrelación de distintos tejidos
respecto a la producción y consumo de glutamina y alanina.

Sistema nervioso
El cerebro está relativamente aislado de la circulación general por la ba-
rrera hematoencefálica. La mayoría de las moléculas que llegan al cerebro,
lo hacen a través de sistemas de transporte específico. Existen 3 sistemas
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Figura 11. Interrelación de distintos tejidos respecto a la producción y consumo de


alanina y glutamina.

de transporte de aminoácidos al cerebro, según sean ácidos, básicos o neu-


tros. Entre estos últimos, los aminoácidos ramificados se captan con gran
afinidad. La concentración de aminoácidos en el cerebro es mayor que en
el plasma y las proporciones son también diferentes. Además, el cerebro
es capaz de sintetizar muchos aminoácidos no esenciales a partir de los
correspondientes cetoácidos, que a su vez derivan de la glucosa. El amonio
del cerebro proviene de la sangre o es de origen endógeno, principalmente
a partir de glutamina, glutamato o aspartato. También se produce a partir
de AMP por la adenosina deaminasa, como en el músculo. La intoxicación
por amonio responde a distintas causas en niños y en adultos. En el pri-
mer caso, la causa más frecuente es la deficiencia de alguna de las enzimas
del ciclo de la urea, en cambio, en adultos suele estar causada por el daño
hepático provocado por el alcohol, venenos o procesos infecciosos. La in-
toxicación por amonio se caracteriza por un estado comatoso debido a la al-
calinización del medio intracelular y a la disminución de los intermediarios
del ciclo de Krebs. Para la detoxificación del amonio, éste se combina con
Į-cetoglutarato para formar glutamato (a través de la glutamato deshidroge-
nasa). El glutamato se convierte en glutamina por acción de la glutamina
218 |
Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

sintetasa. Ambas enzimas tienen alta actividad en el cerebro. La formación


de glutamato a partir de Į-cetoglutarato consume equivalentes reductores
que, por otra parte, son necesarios para la síntesis de ATP:
Į-cetoglutarato + NH4+ + NADH + H+ ¤ glutamato + NAD+
Además, para la síntesis de glutamina se requiere ATP. Cuando la capaci-
dad de la enzima se satura, se acumula amonio en el cerebro. Es importante
señalar que en el cerebro, los aminoácidos cumplen funciones particula-
res, como precursores de algunos neurotransmisores. En el cerebro, existe
además una compartimentalización del metabolismo del amonio. Las neu-
ronas generan amonio, mientras que las células de la glia lo eliminan. De
esta forma, los astrocitos sintetizan glutamina a partir de glutamato por
acción de la glutamina sintetasa y la glutamina va a las neuronas, donde da
origen a neurotransmisores aminoacídicos: glutamato, GABA y aspartato.
El excedente pasa a la sangre o al líquido cefalorraquídeo (Figura 12). La
glutaminasa está sujeta a un complejo control alostérico inhibidor por los
productos glutamato y amonio, de manera tal que si se acumula amonio
puede frenarse la síntesis de neurotransmisores.

Figura 12. Compartimentalización de la glutamina. Los astrocitos sintetizan glutamina y


la glutamina va a las neuronas donde se convierte en glutamato y da origen a los neu-
rotransmisores aminoacídicos. El excedente pasa sangre y a líquido cefalorraquídeo.

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Sangre
La concentración plasmática de aminoácidos está sujeta a control hormo-
nal. Las hormonas anabólicas como la insulina, promueven la incorporación de
aminoácidos del plasma a proteínas tisulares, particularmente en el músculo
e inhiben la proteolisis muscular. Las hormonas catabólicas como el cortisol,
en cambio, estimulan la degradación de proteínas musculares, aumentando la
oxidación de aminoácidos en el músculo y su liberación a la sangre.
Sintetizada a través de cualquiera de las vías mencionadas, la glutamina
generada en el músculo puede ser captada en el intestino o en el riñón.
En conclusión, en el músculo se generan sobre todo aceptores de amonio
(piruvato y Į-cetoglutarato), que forman compuestos no tóxicos (alanina y
glutamina, respectivamente) que son transportados a la sangre, sin riesgo.
El uso de alanina como transportador de grupos amino desde el músculo en
trabajo activo al hígado resulta muy beneficioso en términos de economía
de energía. De esta forma, el músculo en contracción opera anaeróbica-
mente generando lactato y amonio. Ambos compuestos llegan al hígado
como alanina y permiten generar glucosa y urea. De esta forma, el gasto
energético para realizar la gluconeogénesis lo realiza el hígado, mientras
que el ATP muscular se utiliza para la contracción.

AMINOTRANSFERASAS CON APLICACIÓN CLÍNICA


Las aminotransferasas existen para todos los aminoácidos excepto para
la treonina y la lisina. Los compuestos más comunes implicados como do-
nante/receptor en las reacciones de aminotransferencia son el glutamato y
el Į-cetoglutarato, que participan en reacciones con diversas aminotrans-
ferasas. Las aminotransferasas séricas, tales como glutamato-oxaloacetato-
aminotransferasa (GOT) y glutamato-piruvato aminotransferasa (GPT),
han sido utilizadas como marcadores clínicos de daño tisular. La GPT tiene
una importante función en la formación de esqueletos de carbono del mús-
culo esquelético (bajo la forma de alanina) al hígado. Esta aminotransferasa
interviene en el ciclo de glucosa-alanina antes mencionado.
220 |
Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

La función fundamental de la GPT es el transporte de grupos amino


desde los tejidos hasta el hígado para la síntesis de la urea.
Otra aminotransferasa con aplicación clínica es la glutamato-oxalace-
tato aminotransferasa (GOT). El nivel de ambas enzimas GOT y GPT, en
plasma puede ser un índice de lesiones en cualquiera de los tejidos; pero
fundamentalmente es indicativo de la funcionalidad hepática. La función
fundamental de la GOT en la conexión entre el ciclo de la urea y el ciclo
de Krebs es evidente.

El flujo de nitrógeno en la biosfera es el siguiente: el nitrógeno, los nitri-


tos y los nitratos son utilizados por los organismos autótrofos, las bacterias
y las plantas. Los organismos heterótrofos asimilan estos compuestos como
proteínas de la dieta. La incorporación del amonio en los animales ocurre a
través de la glutamato deshidrogenasa y de la glutamina sintetasa. El gluta-
mato desempeña el papel central en el flujo de nitrógeno en los mamíferos,
sirviendo como donante y receptor.
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El nitrógeno reducido ingresa en el organismo heterótrofo como proteí-


nas y aminoácidos libres en la dieta, y como amonio producido por las bac-
terias del tracto intestinal. Son dos enzimas, la glutamato deshidrogenasa y
la glutamina sintetasa, los que se encargan de la incorporación del amonio
en los aminoácidos glutamato y glutamina. Los grupos amino y amido de
estos dos aminoácidos son libremente transferidos a otros esqueletos de
carbono por reacciones de aminotransferencia.

NITRÓGENO EN EL TRACTO DIGESTIVO

A pesar de que la glutamina, el glutamato, y los aminoácidos no esen-


ciales restantes pueden ser producidos por los animales, la mayoría de
los aminoácidos que se encuentran en tejidos humanos necesariamente
vienen de fuentes dietéticas. La digestión de proteínas comienza en el
estómago, donde se segrega una proenzima llamada pepsinógeno, que au-
tocatalíticamente se convierte en pepsina A, y se utiliza en el primer paso
de la proteolisis. Sin embargo, la mayor parte de la proteolisis ocurre en
el duodeno como consecuencia de las actividades enzimáticas secretadas
por el páncreas. Las serina proteasas y las zinc peptidasas de la secreción
pancreática son producidas bajo la forma de sus respectivas proenzimas.
Estas proteasas son endopeptidasas y exopeptidasas, y su acción combi-
nada en el intestino conduce a la producción de tripéptidos, dipéptidos y
aminoácidos, los cuales son incorporados por los enterocitos de la pared
mucosa.
222 |
Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

Una vía reguladora indirecta que conduce a la secreción de proen-


zimas en el intestino es activada por la presencia de alimentos en el
lumen intestinal. Las células endocrinas mucosas especiales secretan las
hormonas peptídicas colecistocinina (CCK) y secretina en el sistema cir-
culatorio. Juntas, CCK y secretina, causan la contracción de la vesícula
biliar y la secreción exocrina de un líquido alcalino rico en bicarbonato,
que contiene proenzimas de proteasas del páncreas en el intestino. Un
segundo papel paracrino de la CCK es estimular las células intestinales
adyacentes para que secreten enteropeptidasas, proteasas que rompen al
tripsinógeno para producir tripsina. La tripsina también activa al tripsi-
nógeno así como todas las otras proenzimas en la secreción pancreática,
produciendo proteasas y peptidasas activas que hidrolizan los polipépti-
dos dietéticos.
Después de la hidrólisis luminal, pequeños péptidos y aminoácidos se
transfieren a través de los enterocitos a la circulación portal por difusión,
o transporte activo. Se han descrito varios sistemas de transporte de ami-
noácidos dependientes de Na+ con especificidad para los aminoácidos.
En estos sistemas de transporte, el Na+ y los aminoácidos en el lumen
son co-transportados bajo su gradiente de concentración al interior de
la célula. La bomba de Na+/K+ dependiente de ATP intercambia el Na+
acumulado por el K+ extracelular, reduciendo los niveles de Na+ intrace-
lular y manteniendo elevada la concentración de Na+ extracelular (en el
lumen intestinal, baja en los enterocitos), requerida para mantener este
proceso de transporte.
Los mecanismos de transporte de esta naturaleza son ubicuos en el
organismo. Pequeños péptidos se acumulan por un proceso de transporte
estimulado por protones (H+) e hidrolizados por peptidasas intracelula-
res. Los aminoácidos en el sistema circulatorio y en los fluidos extrace-
lulares se transportan hacia el interior de las células por lo menos por
7 diferentes sistemas de transporte activos que requieren de ATP con
especificidad para aminoácidos.
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La enfermedad de Hartnup es un daño autosómico recesivo del trans-


porte de aminoácidos neutros que afecta los túbulos renales y el intestino
delgado. Se cree que el defecto se sitúa en un sistema específico respon-
sable del transporte de aminoácidos neutros a través del borde en cepillo
de la membrana del epitelio renal e intestinal. El diagnostico característi-
co presentado por la enfermedad de Hartnup es una dramática hiperami-
noaciduria neutra. Además, los individuos excretan compuestos indólicos
que se originan de la degradación bacteriana del triptófano no absorbido.
La reducida absorción intestinal y la creciente pérdida renal del triptófano
conducen a una menor disponibilidad de este aminoácido para la biosíntesis
de algunos nucleótidos. Por consiguiente los individuos afectados exhiben
con frecuencia erupciones como pelagra.
Muchos otros compuestos nitrogenados se encuentran en el intestino.
La mayoría son productos bacterianos de la degradación de proteínas. Al-
gunos tienen efectos farmacológicos (vasopresores).

Productos de la actividad bacteriana


en el intestino
Sustratos Productos
Aminas
Vasopresoras Otros
Lisina Cadaverina
Arginina Agmatina
Tirosina Tiramina
Ornitina Putrescina
Histidina Histamina
Triptófano Indol y escatol
Todos los aminoácidos NH+4

Los procariotas, como el E. coli pueden formar los esqueletos de car-


bono de los 20 aminoácidos y transaminar esos esqueletos de carbono con
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Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

el nitrógeno de la glutamina o del glutamato para completar las estructu-


ras del aminoácido. Los seres humanos no pueden sintetizar las cadenas de
carbono de los aminoácidos ramificados o los anillos que se encuentran
en la fenilalanina y en los aminoácidos aromáticos; ni tampoco incorporar
azufre en las estructuras de unión covalente. Por lo tanto, los 10 llamados
aminoácidos esenciales (véase la Tabla 1) deben ser suministrados por la dieta.
Sin embargo, debe reconocerse que, dependiendo de la composición de la
dieta y del estado fisiológico de un individuo, uno u otro de los aminoáci-
dos no esenciales puede también convertirse en un componente dietético
requerido. Por ejemplo, la arginina es sólo considerada como aminoácido
esencial durante el desarrollo de la niñez porque en los adultos se produce
en suficiente cantidad por el ciclo de la urea.
Otro ejemplo son la cisteína y la tirosina que se consideran no esencia-
les, porque se sintetizan a partir de los aminoácidos esenciales metionina
y fenilalanina, respectivamente. Si cisteina y tirosina están presentes en la
dieta en cantidad suficiente, los requerimientos de metionina y fenilalani-
na serán menores; por el contrario, si la metionina y la fenilalanina están
presentes en cantidades limitadas, la cisteína y la tirosina pueden conver-
tirse en aminoácidos esenciales. Finalmente, debe reconocerse que si los
Į-cetoácidos que corresponden a los esqueletos de carbono de los ami-
noácidos esenciales son administrados en la dieta, las aminotransferasas del
organismo los convertirán en sus respectivos aminoácidos, proporcionando
con ello gran parte las necesidades básicas.
A diferencia de las grasas y de los carbohidratos, los compuestos nitro-
genados, proteínas y aminoácidos no se almacenan en el organismo. Como
la vida media de muchas proteínas es corta (horas), las cantidades insufi-
cientes de un aminoácido en la dieta, pueden limitar la síntesis de muchas
proteínas indispensables. El resultado de la síntesis limitada frente a índices
normales de degradación de proteínas, es un desequilibrio entre la inges-
tión y excreción del nitrógeno. En adultos normales sanos, la ingestión y la
excreción del nitrógeno se encuentra acoplada y su equilibrio nitrogenado
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es positivo. Sin embargo, niños en crecimiento, adultos recuperándose de


enfermedades importantes, y mujeres embarazadas pueden tener peligro
de mostrar un balance nitrogenado negativo al exceder su pérdida al que se
incorpora al organismo. Cantidades precarias de un solo aminoácido esen-
cial son suficientes para convertir a un individuo con equilibrio nitrogenado
normal en uno con equilibrio nitrogenado negativo.
El valor biológico de las proteínas dietéticas se relaciona con el grado
al cual proporcionan todos los aminoácidos necesarios. Las proteínas de
origen animal generalmente tienen un alto valor biológico; las proteínas
vegetales tienen una amplia gama de valor que va de ninguno a comple-
tamente alto. En general, las proteínas vegetales son deficientes en lisi-
na, metionina y triptófano y son menos concentradas y digeribles que las
proteínas animales. La ausencia de lisina en proteínas cereales de grado
inferior, utilizadas como base dietética en muchos países subdesarrollados,
conduce a una incapacidad para sintetizar proteínas, debido a la falta de
aminoácidos esenciales.

NEUROTOXICIDAD ASOCIADA AL AMONIACO

Anteriormente se comentó que el amoniaco era neurotóxico. Se obser-


va marcado daño cerebral en casos de fallo en la producción de urea por el
ciclo de la urea o por fallo en la eliminación de urea a través de los riñones.
El resultado de cualquiera de estos acontecimientos es una acumulación
de niveles circulantes del ión amonio. Aparte de su efecto sobre el pH san-
guíneo, el amonio atraviesa fácilmente la barrera hematoencefálica y en el
cerebro se convierte en glutamato vía glutamato deshidrogenasa, agotan-
do el Į-cetoglutarato del cerebro. En tanto en cuanto el Į-cetoglutarato
se agota, el oxaloacetato cae y con ello la actividad del ciclo de Krebs se
detiene. En ausencia de fosforilacion oxidativa aeróbica y de actividad del
ciclo de Krebs, sobrevienen irreparables daños celulares y la muerte de las
células nerviosas.
226 |
Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

Además, el incremento de glutamato conduce a la formación de glu-


tamina. Esto agota las reservas de glutamato que se necesitan en el tejido
nervioso puesto que el glutamato es un neurotransmisor y un precursor
para la síntesis de Ȗ-aminobutirato, otro neurotransmisor. Por lo tanto, las
reducciones en el glutamato cerebral afectan la producción energética así
como la neurotransmisión.
Las consecuencias adicionales son la elevación en la concentración ner-
viosa de glutamina. El volumen de las células gliales (astrocitos) se contro-
la por el metabolismo de metabolitos con capacidad osmótica intracelular.
La glutamina es el metabolito orgánico con capacidad osmótica. Cuando
los niveles de glutamina se incrementan en el cerebro el volumen de lí-
quido dentro de las células gliales aumenta dando por resultado edema
cerebral que se observa en niños con hiperamonemia causada por defectos
del ciclo de la urea.

DEFICIENCIAS ENZIMÁTICAS DEL CICLO


DE LA UREA. HIPERAMONEMIAS

La correcta biosíntesis de urea es necesaria, de forma que la deficiencia


de una de las enzimas de la ureogénesis o el fallo de transporte de sus me-
tabolitos implica la síntesis inadecuada de urea y la acumulación de amonio
en todas las células del organismo. La deficiencia de N-acetilglumato sin-
tetasa (NAGS) ha sido descrita en muy pocos casos, mientras que las otras
dos enzimas mitocondriales carbamoilfosfato sintetasa y ornitina carbamoil
transferasa (CPS y OCT) es mucho más frecuente, particularmente esta
última, cuya herencia ligada al cromosoma X determina la existencia de
portadoras heterozigotas más o menos sintomáticas, dependiendo de la in-
activación al azar del cromosoma X. Las deficiencias enzimáticas de las tres
enzimas citoplásmicas, argininasuccinato sintetasa (AS), argininasuccinato
liasa (AL) y arginasa, dan lugar a la citrulinemia, aciduria argininosuccínica
y argininemia, respectivamente.
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Aunque la causa principal de hiperamoniemia grave es el defecto con-


génito de una de las enzimas del ciclo de la urea, especialmente de las dos
primeras, CPS y OCT, sin embargo, se producen hiperamonemias impor-
tantes por defectos de transporte de metabolitos intermediarios del ciclo y
también por diversas acidemias orgánicas, en las que la acumulación de me-
tabolitos anómalos interfiere en la ureogénesis. También otros trastornos
hepáticos de origen no determinado (síndrome de Reye, hiperamoniemia
transitoria del prematuro o recién nacido), pueden causar hiperamoniemias
graves, incluso de carácter letal.
La hiperamoniemia y el exceso de glutamina parecen ser las causas des-
encadenantes de la encefalopatía aguda o crónica con que se manifiestan los
trastornos de la ureogénesis. No obstante, el mecanismo exacto de patoge-
nia permanece impreciso, siendo posiblemente la suma de varios factores la
que determina su neurotoxicidad, esencialmente cambios osmolares y edema
cerebral. La sintomatología se centra en la tendencia a padecer crisis de hi-
peramoniemia. Las hiperamonienias leves o moderadas pueden acompañarse
de rechazo del alimento, vómitos, mareos, obnubilación, ataxia, irritabilidad,
espasticidad. Elevaciones superiores pueden asociarse a convulsiones, letar-
gia, apnea o coma. El amonio y la glutamina son tóxicos cerebrales bien reco-
nocidos que conducen a edema cerebral y excitotoxicidad neuronal.
Se considera hiperamoniemia significativa un valor de amonio plasmático
> 150 μmol/L durante el período neonatal y > 80 μmol/L, posteriormente
(aunque, evidentemente, depende de los valores de referencia de cada labo-
ratorio). Durante el período neonatal, los recién nacidos pueden presentarse,
típicamente después de algunos días de aparente normalidad, pero dentro
de la primera semana de vida, con un cuadro tipo intoxicación neurológica
con obnubilación, rechazo del alimento, hiperventilación, letargia y coma.
Las presentaciones tardías son relativamente frecuentes durante la infancia
con cuadros clínicos muy variados, desde aversión a las proteínas, vómitos
cíclicos, elevación de transaminasas, episodios intermitentes de ataxia, con-
vulsiones y síntomas psiquiátricos, a un síndrome de Reye con fallo hepático
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Digestión y metabolismo energético de los nutrientes

fulminante y coma neurológico. Las formas de presentación tardías pueden


verse incluso en adolescentes y adultos, sobre todo en forma de trastornos
psiquiátricos, de comportamiento, y en forma de encefalopatía recurrente
desencadenada por situaciones de estrés catabólico. Las niñas y mujeres he-
terocigotas para el déficit de OTC pueden presentar, debido al fenómeno de
inactivación del cromosoma X, un amplio espectro de presentación clínica,
desde la más severa presentación neonatal hasta una forma aparentemente
asintomática.

ABREVIATURAS
Į-KG, Į-cetoglutarato.
AL, arginino succinato liasa.
AS, arginino succinato sintetasa.
CCK, colecistoquinina.
CPS, carbamoil fosfato sintetasa.
FMN, flavina mononucleótido.
GOT, glutamato oxaloacetato aminotransferasa ASPT.
GPT, glutamato piruvato aminotransferasa, ALAT.
GS, glutamina sintetasa.
MDHc, malato deshidrogenasa citosólica.
MDHm, malato deshidrogenasa mitocondrial.
NAGS, N-acetil glutamina sintetasa.
OTC, Ornitina carbamoil transferasa;

BIBLIOGRAFÍA
ALBERS, B.; JOHNSON, A.; LEWIS, J. et al. (2008) Molecular Biology of the cells,
Garland Sci. Taylos & Francis group New York.
CARDELLA y HERNÁNDEZ (2009) Metabolismo Intermediario y su regulación. En
Bioquímica Médica Tomo III.
KING, M.W. 1996–2011 The medicalbiochemistrypage.org.
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