Estudios Doctrinales 1-3
Estudios Doctrinales 1-3
Estudios Doctrinales 1-3
Incluso para un lector ocasional de la Biblia , pronto se pone de manifiesto que está
leyendo un libro fuera de lo usual. Aunque cubre miles de años de la historia humana y
está escrita por más de cuarenta escritores humanos, la Biblia no es una simple colección
de escritos, sino todo un Libro que posee una fascinante continuidad. Se le llama « La
Biblia », de la palabra griega biblos, que significa «Libro». Su extraordinaria característica
es debida al hecho de que es ciertamente la Palabra de Dios, aunque haya sido escrita por
autores humanos.
Se ofrecen dos líneas de evidencia que apoyan la conclusión de que la Biblia es la Palabra
de Dios.
A. EVIDENCIA INTERNA.
En cientos de pasajes, la Biblia declara o afirma por sí misma ser la Palabra de Dios.
Dt. 6:4-9 4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. 5 Y amarás a Jehová tú Dios de
todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. 6 Y estas palabras que yo te
mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas
estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 8 Y las
atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9 y las
escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
Dt. 6:17-18 17 Guardad cuidadosamente los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y sus
testimonios y sus estatutos que te ha mandado. 18 Y haz lo recto y bueno ante los ojos de
Jehová, para que te vaya bien, y entres y poseas la buena tierra que Jehová juró a tus
padres;
Jos. 1:8 8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche
meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito;
porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Jos. 8:32-35 32 También escribió allí sobre las piedras una copia de la ley de Moisés, la
cual escribió delante de los hijos de Israel. 33 Y todo Israel, con sus ancianos, oficiales y
jueces, estaba de pie a uno y otro lado del arca, en presencia de los sacerdotes levitas que
llevaban el arca del pacto de Jehová, así los extranjeros como los naturales. La mitad de
ellos estaba hacia el monte Gerizim, y la otra mitad hacia el monte Ebal, de la manera que
Moisés, siervo de Jehová, lo había mandado antes, para que bendijesen primeramente al
pueblo de Israel. 34 Después de esto, leyó todas las palabras de la ley, las bendiciones y
las maldiciones, conforme a todo lo que está escrito en el libro de la ley. 35 No hubo
palabra alguna de todo cuanto mandó Moisés, que Josué no hiciese leer delante de toda
la congregación de Israel, y de las mujeres, de los niños, y de los extranjeros que moraban
entre ellos.
Sal. 119:97-100 97 ¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, Porque
siempre están conmigo.
99 Más que todos mis enseñadores he entendido, Porque tus testimonios son
mi meditación.
100 Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;
Pr. 30:5-6 5 Toda palabra de Dios es limpia. El es escudo a los que en él esperan.
Is. 55:10-11 10 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá,
sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al
que come, 11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará
lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
Jer. 15:16 16 Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y
por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los
ejércitos.
Jer. 23:29 29¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la
piedra?
Dn. 10:21 21 Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me
ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe.
Mt. 5:17-19 17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido
para abrogar, sino para cumplir. 18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y
la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 19 De
manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así
enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera
que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.
Mt. 22:29 29 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el
poder de Dios.
Lc. 16:17 16 La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es
anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él.
Jn. 2:22 22 Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron
que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho.
Jn. 5:24 24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió,
tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
Jn. 10:35 35 Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no
puede ser quebrantada),
Hch. 17:11 11 Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron
la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas
eran así.
Ro. 10:17 17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
1Co. 2:13 13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana,
sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
Col. 3:16 16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y
exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones
al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.
1Ts. 2:13 13 Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando
recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de
hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los
creyentes.
2Ti. 2:15 15 Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido,
sea por palabra, o por carta nuestra.
2Ti. 3:15-17 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te
pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura
es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda
buena obra.
25 Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el
evangelio os ha sido anunciada.
2P. 3:15-16 15 Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación;
como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os
ha escrito, 16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales
hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como
también las otras Escrituras, para su propia perdición.
Ap. 1:2 2 que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y
de todas las cosas que ha visto.
Ap. 22:18 18 Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si
alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este
libro.
Las Escrituras declaran, de muchas formas diversas, que la Biblia es la Palabra de Dios y
que su afirmación es clara e inteligible para cualquiera. La afirmación constante de los
escritores del Antiguo Testamento, los del Nuevo y del propio Jesucristo, es que la Biblia
es la inspirada Palabra de Dios. Por ejemplo, el Salmo 19:7-11 declara que la Biblia es
ciertamente la Palabra del Señor, y nombra seis perfecciones, con sus seis
correspondientes transformaciones de carácter humano, que la Palabra cumple.
9 El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son
verdad, todos justos.
10 Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel,
y que la que destila del panal.
Mt. 5:17-18 17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido
para abrogar, sino para cumplir. 18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y
la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
En Hebreos 1:1-2, no solamente se afirma que Dios habló en el Antiguo Testamento a los
profetas con palabra de Dios, sino que también lo hizo Su Hijo en el Nuevo. La Biblia sólo
puede ser rechazada si se rechazan sus constantes afirmaciones de ser la Palabra de Dios.
He. 1:1-2 1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a
los padres por los profetas, 2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien
constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo
B. EVIDENCIA EXTERNA.
La Biblia no sólo afirma y reclama para sí el ser la Palabra de Dios, sino que apoya estas
afirmaciones por abundantes evidencias que han convencido con frecuencia incluso a los
lectores más escépticos.
Ef. 6:17 17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de
Dios; Y para los salvos es un poder efectivo, santificante y que limpia de toda mancha.
2Co. 3:17-18 17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay
libertad. 18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la
gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por
el Espíritu del Señor.
Ef. 5:25-26 25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se
entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento
del agua por la palabra,
5. La Biblia como literatura. Considerada como obra literaria, la Biblia es también algo
supremo. No solamente contiene la historia gráfica, sino la profecía en detalle, la más
bella poesía y el drama, relatos de amor y de guerra, las especulaciones de la filosofía y
cuanto se relaciona con la verdad bíblica. La variedad de la producción de sus autores está
contrastada por la multiplicidad de sus materias. Ningún otro libro de literatura tiene
tantos lectores apasionados de todas las edades y de todos los grados de inteligencia y
erudición.
PREGUNTAS
1. ¿Qué significa la palabra «Biblia»?
2. ¿En qué consisten las dos líneas generales de evidencia de que la Biblia es la Palabra de
Dios?
3. Mencionar cinco pasajes del Antiguo Testamento y otros cinco del Nuevo en que la
Biblia declare o asuma por sí misma el ser la Palabra de Dios.
8. ¿De qué forma tiene relación la extensiva publicación de la Biblia con su poder
transformador?
11. ¿Cómo puede ser relacionada la cualidad humana de su confección con la autoridad
exenta de prejuicios de la Biblia?
LECCION 2
2. La Biblia: Inspirada por Dios por Lewis Sperry Chafer
La Biblia es el único libro escrito por inspiración de Dios, en el sentido de que Dios ha guiado
personalmente a sus escritores. La inspiración de la Biblia se define como una enseñanza que
Dios ha impartido directamente a sus autores y que, sin destruir ni anular su propia individualidad,
su estilo literario o intereses personales, Dios ha transmitido en la misma Su completo e íntimo
pensamiento, y así ha quedado registrado por sus autores humanos. Al formar las Escrituras, es
cierto que Dios empleó a escritores humanos; pero esos hombres, aunque no pudieran haber
comprendido todo lo que estaban escribiendo, sin embargo, bajo la guía de Dios y su mano
directriz, produjeron los 66 libros que forman la Biblia , en la cual se halla una fascinante
continuidad y una constante evidencia de la obra del Espíritu Santo dirigiendo sus plumas.
Por tanto, aunque escrita por medios humanos, la Biblia es el mensaje de Dios al hombre, más
bien que un mensaje del hombre para su prójimo. Sin importar si las palabras registradas son las
que Dios dictó literalmente, las copias halladas de antiguos códices y los resultados de la
investigación acerca de los autores humanos, o de sus pensamientos, aspiraciones y temores,
demuestran que en cada detalle Dios guió a esos hombres de tal forma que lo que ellos escribieron
fue precisamente lo que Dios intentó que escribieran, con el resultado, pues, de que la Biblia es,
ciertamente, la Palabra de Dios. Aunque ciertos pasajes de la Biblia puedan diferir notablemente
en su carácter, todas y cada una de las palabras de la Escritura son igualmente inspiradas por
Dios.
La doctrina de la inspiración, precisamente por ser sobrenatural, presenta algunos problemas para
la comprensión humana. ¿Cómo puede un autor humano, registrando sus propios pensamientos y
sus conocimientos, ser guiado para escribir exactamente lo que Dios desea que escriba?
Precisamente por existir preguntas como ésta, se han aventurado algunas opiniones, como la de la
extensión del control divino sobre los autores humanos. Existen diversas «teorías de la
inspiración», y todos los intérpretes de la Biblia siguen alguna de tales teorías. La perspectiva de la
inspiración aceptada por el comentarista es el fundamento sobre el cual están construidas todas
las interpretaciones de la Biblia , y por tal motivo es preciso prestar una cuidadosa atención a la
verdadera perspectiva de la inspiración.
A. TEORIAS DE LA INSPIRACION.
Otras palabras descriptivas adicionales se añaden con frecuencia para aclarar lo que es la doctrina
ortodoxa. Se declara que la Escritura es infalible en el sentido de ser precisa e inmune a todo error.
También se declara que la Escritura es inerrable, significando con ello que la Biblia no contiene
ningún error, como declaración de hecho. Aunque la Biblia puede registrar en ocasiones
declaraciones de los hombres que no son ciertas, o incluso palabras de Satanás, como en Génesis
3:4, ( Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;) en todos esos casos, aunque la
declaración atribuida a Satanás o a los hombres está fielmente registrada, está claro que Dios no
afirma la verdad de tales declaraciones. Al afirmar que la Biblia está verbal y totalmente inspirada,
además de ser inerrable e infalible en sus declaraciones de la verdad, se sostiene que la guía
perfecta y sobrenatural de Dios es suministrada a toda palabra de la Escritura , de tal forma que la
Biblia pueda ser considerada como una precisa y exacta declaración de la verdad divina.
Para todos los propósitos prácticos, el Antiguo Testamento, escrito en hebreo, y el Nuevo,
redactado en griego, pueden ser aceptados como la verdadera Palabra de Dios y una auténtica
declaración de lo que Dios intentó comunicar al hombre.
2. Teoría mecánica o del dictado. En contraste con la verdadera doctrina de la inspiración, que
permitió a los autores humanos, con su personalidad, redactar los escritos bajo la dirección de
Dios, algunos han sostenido que Dios realmente dictó la Escritura y que los escritores de la
Biblia actuaron sólo como taquígrafos. Pero si Dios hubiese dictado la Biblia , el estilo de la
redacción y el vocabulario de la Biblia sería el mismo en toda su extensión. En muchos casos los
autores de la Escritura expresaron sus propios temores y sentimientos, o sus plegarias para la
salvación divina, y de diversas maneras dejaron la impronta de su personalidad en el registro
divino. La oración surgida del corazón de Pablo por Israel, en Romanos 9:1-3, por ejemplo, habría
perdido su significado de haber sido dictada por Dios.
De acuerdo, pues, con lo anteriormente expresado, mientras que la inspiración se extiende a toda
palabra de la Escritura, no se desestima la personalidad humana, el estilo literario o el interés
personal. La Biblia afirma la realización humana, al igual que lo hace con la autoridad divina del
Libro. Dios cumplió con exactitud lo que El quiso al dirigir a los autores humanos que la escribieron,
pero sin el proceso mecánico del dictado. Algunas porciones de la Biblia fueron dictadas por Dios y
así está indicado en el mismo texto sagrado, pero la mayor parte de la Biblia fue escrita por autores
humanos sin evidencia de un dictado directo.
3. La teoría del concepto. Algunos han intentado debilitar la completa inspiración de la Biblia y
hacen concesiones a la autoridad humana, diciendo que Dios inspiró el concepto, pero no las
palabras precisas. Esta opinión, no obstante, presenta graves problemas si se piensa en que los
autores humanos sólo entendieron parcialmente lo que Dios les hubo revelado y, al hacerlo con
sus propias palabras, pudieron muy bien haber introducido errores de consideración en sus
escritos.
La Biblia contradice expresamente la idea de que sólo les fue suministrado el concepto a sus
autores humanos. Una y otra vez se pone énfasis en el sentido de que las palabras de la Sagrada
Escritura han sido inspiradas. La importancia de las palabras se menciona frecuentemente.
Jn. 17:8 8 porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido
verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.
1Co. 2:13 13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con
las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
En anotaciones del Antiguo Testamento se afirma repetidamente también que las palabras, en sí
mismas, están inspiradas por Dios.
Jn. 10:34-35 34 Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? 35 Si llamó
dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada),
Ga. 3:16 16 Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las
simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.
Ef. 6:17 17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
Stg. 1:21-23 21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con
mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. 22 Pero sed hacedores
de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. 23 Porque si alguno es
oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un
espejo su rostro natural.
1P. 2:2 2 desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella
crezcáis para salvación,
Se pronuncia una solemne condenación sobre cualquiera que suprima la Palabra de Dios.
Ap. 22:18-19 18 Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno
añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. 19 Y si
alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y
de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.
La teoría del concepto, pues, no tiene consistencia respecto a que la Escritura haya sido redactada
así; falla enteramente a la luz de lo que la misma Biblia afirma acerca de la verdadera doctrina de
la inspiración.
4. Inspiración parcial. Se han aventurado también otras teorías en el sentido de que sólo parte
de la Biblia es inspirada. Por ejemplo, algunos han afirmado que las porciones reveladas de la
Biblia que se refieren a la verdad divina son precisas y ciertas, pero que no pueden aceptarse las
declaraciones de tipo histórico, geográfico o científico. Emparejada con la inspiración parcial está la
idea de que algunos fragmentos de la Escritura están más inspirados que otros, y así la verdad y el
error se convierten en cuestión de grado. Esto se aplica, a veces, a lo que es conocido como la
«inspiración mística» o la idea de que Dios ayudó en diversos grados a los autores en lo que ellos
escribieron, pero no dándoles por completo la capacidad de escribir la Escritura sin error. Todas las
formas de inspiración parcial dejan la inspiración a juicio del lector y, en consecuencia, la autoridad
de la Escritura se convierte en la autoridad de la persona que lee la Escritura , no existiendo de tal
forma dos lectores que estén de acuerdo con exactitud respecto a lo que hay de verdad y lo que no
lo es.
En última instancia el lector de la Escritura tiene que tomar una postura y hacer una elección. O
bien la Biblia es lo que afirma ser - la Palabra inspirada de Dios- y un libro en que confiar, como si
Dios lo hubiese escrito por sí mismo, sin autores humanos, o tiene que ser considerada como un
libro que no sustancia sus afirmaciones y no es, ciertamente, la Palabra de Dios. Mientras que
pueden sumarse muchas pruebas en apoyo de la inspiración de la Biblia , la mejor evidencia se
encuentra en el hecho de que la acción del Libro en la Historia apoya sus propias afirmaciones. Su
poder se ha manifestado en las vidas transformadas de millones de personas que han puesto su
confianza en las palabras y las promesas de la Escritura.
B. EL TESTIMONIO DE CRISTO.
El hecho de que la Biblia está inspirada por el Espíritu Santo está apoyado por muchas evidencias
internas de que es, ciertamente, la Palabra de Dios, y está confirmado por el poder de la
Palabra de Dios para influenciar y transformar a los hombres. De todas las evidencias, sin
embargo, una de las más importantes es el testimonio de nuestro Señor Jesucristo mismo de que,
efectivamente, la Biblia está inspirada por Dios. Dondequiera que Jesucristo cita la Escritura -y El
lo hizo con frecuencia- lo hizo como teniendo la autoridad y el completo reconocimiento de que
había llegado a manos de los hombres por la inspiración del Espíritu Santo.
De acuerdo con Mateo 5:18, Cristo afirma que ni una jota ni una tilde de la Ley quedará sin
cumplimiento. Con esto El expresaba que ni una jota (la letra más pequeña del alfabeto hebreo) o
una tilde (la parte más pequeña de una letra que pudiese cambiar su significado) habrían de
quedar incumplidas. Si la precisión y la inspiración se extienden a cada una de sus letras, Cristo
estaba obviamente afirmando la inspiración de la totalidad del Antiguo Testamento.
En Juan 10:35 Cristo afirmó que « la Escritura no puede ser quebrantada», no puede fallar. Una y
otra vez el Nuevo Testamento afirma un exacto cumplimiento del Antiguo Testamento.
Mt. 1:22-23 22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del
profeta, cuando dijo:
23
He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo,
Mt. 4:14 -16 14 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo:
15
Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,
16
El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz;
Mt. 8:17 17 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó
nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.
Mt. 12:17-21 17 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo:
18
He aquí mi siervo, a quien he escogido;
19
No contenderá, ni voceará,
20
La caña cascada no quebrará,
21
Y en su nombre esperarán los gentiles.
8
Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí.
Mt. 21:4-5 4 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo:
5
Decid a la hija de Sion:
Mt. 22:29 29 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de
Dios.
Mt. 26:31, 56 31 Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche;
porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas. 56Mas todo esto
sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos,
dejándole, huyeron.
Mt. 27:9-10, 35 9 Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta
piezas de plata, precio del apreciado, según precio puesto por los hijos de Israel; 10 y las dieron para
el campo del alfarero, como me ordenó el Señor. 35 Cuando le hubieron crucificado, repartieron
entre sí sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliese lo dicho por el profeta: Partieron
entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.
Estas referencias procedentes del Evangelio de Mateo son típicas de lo que se difunde por todo el
Nuevo Testamento en su totalidad. Incluso cuando afirma un cambio dispensacional o una
modificación de una regla de vida, la autoridad y la inspiración de las declaraciones originales de la
Escritura no se discuten en absoluto.
Mt. 19:7-12 7 Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? 8 El les
dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al
principio no fue así. 9 Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de
fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera. 10 Le dijeron
sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse. 11 Entonces él
les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado. 12 Pues hay
eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los
hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El
que sea capaz de recibir esto, que lo reciba.
Las anotaciones procedentes del Antiguo Testamento se extienden a cualquier sección importante
y con frecuencia son de libros que son los más discutidos por los críticos liberales, tales como el
Deuteronomio, Jonás, y Daniel.
Mt. 12:40 40 Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará
el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.
Dn. 9:27 27 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar
el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador,
hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.
Dn. 12:11 11 Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación
desoladora, habrá mil doscientos noventa días.
Mt. 24:15 15 Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el
profeta Daniel (el que lee, entienda)
Es imposible poner en tela de juicio la inspiración del Antiguo Testamento sin dudar del carácter y
veracidad de Jesucristo. Es por esta razón que la negación de la inspirada Palabra de Dios
conduce a la negación del Verbo encarnado de Dios.
Jesucristo no sólo afirmó la inspiración y la infalible exactitud del Antiguo Testamento, sino que El
predijo la escritura del Nuevo. De acuerdo con Juan 16:12-13, los discípulos iban a recibir la
verdad procedente del Espíritu Santo después que Cristo hubiese ascendido a los cielos. Cristo
estableció que los discípulos serían los testigos de la verdad.
Jn. 16:12-13 12 Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. 13 Pero
cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia
cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
Mt. 28:19 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo
Lc. 10:22-23 22 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el
Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. 23 Y
volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros
veis; 24 porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo
vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
Jn. 15:27 27 Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el
principio.
Hch. 1:8 8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Lc. 10:16 16 El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y
el que me desecha a mí, desecha al que me envió.
Jn. 13:19 19 Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que yo soy.
Jn. 17:14-18 14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo,
como tampoco yo soy del mundo. 15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del
mal. 16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra
es verdad. 18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
He. 2:3-4 3¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual,
habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que
oyeron, 4 testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y
repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.
Conforme fue escribiéndose el Nuevo Testamento, sus autores se hallaban conscientes de que
eran guiados por el Espíritu de Dios y libremente afirmaron que el Nuevo Testamento estaba
inspirado al igual que el Antiguo. De la misma forma que David escribió por el Espíritu.
Mt. 22:43-45 43 El les dijo: ¿Pues cómo David en el Espíritu le llama Señor, diciendo:
44
Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi derecha,
45
Pues si David le llama Señor, ¿cómo es su hijo?
Y como el salmista fue inspirado el Nuevo Testamento, en igual forma, afirma su inspiración.
8
No endurezcáis vuestros corazones,
9
Donde me tentaron vuestros padres; me probaron,
10
A causa de lo cual me disgusté contra esa generación,
11
Por tanto, juré en mi ira:
No entrarán en mi reposo.
8
No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba,
9
Donde me tentaron vuestros padres,
10
Cuarenta años estuve disgustado con la nación,
11
Por tanto, juré en mi furor
En 1 Timoteo 5:18; Deuteronomio 25:4 y Lucas 10:7 se cita la Escritura como igualmente inspirada.
En 2 Pedro 3:15-16 las Epístolas de Pablo están clasificadas como Escritura que tiene que ser
recibida como Palabra de Dios, al igual que toda la demás Escritura. El Nuevo Testamento
obviamente afirma tener la misma inspiración que el Antiguo.
1Ti. 5:18 18 Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su
salario.
Lc. 10:7 7 Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es
digno de su salario. No os paséis de casa en casa.
2P. 3:15-16 15 Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como
también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha
escrito, 16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay
algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las
otras Escrituras, para su propia perdición.
Uno de los pasajes fundamentales sobre la inspiración de la Biblia se encuentra en 2Ti. 3:16,
donde se afirma: «Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para reargüir, para
corregir, para instruir en justicia.» Por «Escritura» el apóstol se refiere a las «Sagradas Escrituras»
mencionadas en 2Ti. 3:15, incluyendo tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento. La expresión
«inspirada por Dios» es una palabra que se halla en el Nuevo Testamento
griego, theopneustos, que significa «el aliento de Dios». Con esto se quiere significar
definitivamente que la Escritura procede de Dios y por este hecho tiene la misma perfección que
caracteriza al propio Dios. Sería absolutamente imposible para Dios el ser el autor del error. La
inspiración se extiende no tanto a los autores como a la Palabra de Dios en sí misma. En tanto que
los autores eran falibles y sujetos a error, el aliento de Dios insufló a tales autores Su infalible
Palabra, dirigiéndoles con Su divino poder, y lo que está escrito por ellos fue ciertamente la infalible
Palabra de Dios. Y porque es la Palabra de Dios, es provechosa para la doctrina o la enseñanza, y
para reprobación, corrección e instrucción en la justicia.
Una de las importantes cuestiones que surge con frecuencia es: ¿Cómo pudo Dios inspirar la
Escritura siendo así que, de una parte, permite su factura humana y, de otra, se produce la
inspirada Palabra de Dios sin error? La cuestión de cómo Dios lleva a cabo un acto sobrenatural es
siempre inescrutable; sin embargo, se puede captar alguna luz sobre el particular en 2P. 1:21,
donde, en relación con una profecía de la Escritura , se declara: «Porque nunca la profecía fue
traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por
el Espíritu Santo.» Tanto si se trataba de profetas verbales o de profetas que lo pusieron por
escrito, la explicación es que ellos fueron «movidos e impulsados por el Espíritu Santo». La
traducción de la palabra «movido» es la que corresponde a llevar un peso, un cometido. En esta
declaración, pues, los autores humanos son llevados hacia un destino y un objetivo deseado por
Dios, de la misma forma que un barco lleva a sus pasajeros hacia su destino final. Aunque los
pasajeros que viajan en un barco tienen una cierta libertad humana y pueden moverse libremente
dentro de la nave, no pueden evitar que, de una forma segura y decidida, la nave vaya a su destino
marcado de antemano.
Si bien esta explicación no es completa para ilustrar la inspiración, pues su clarificación está más
allá de la comprensión humana, se hace patente que los autores humanos no quedaron en libertad
de cumplir sus propios designios, ni ejercieron, por tanto, su personal propósito. Dios actuaba
dentro de ellos, insuflándolos Sus pensamientos y utilizándoles como canales adecuados para la
consecución de tal obra. Es indudable que alguna parte de la Escritura estuvo dictada
expresamente por Dios, como, por ejemplo, la entrega de la Ley en Éxodo 20:1-17.
Ex. 20:1-17 1 Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: 2 Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de
la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
3
No tendrás dioses ajenos delante de mí.
4
No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la
tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy
Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y
cuarta generación de los que me aborrecen, 6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y
guardan mis mandamientos.
No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que
7
8
Acuérdate del día de reposo* para santificarlo. 9 Seis días trabajarás, y harás toda tu
obra; 10 mas el séptimo día es reposo* para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu
hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus
puertas. 11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en
ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo* y lo santificó.
12
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios
te da.
13
No matarás.
14
No cometerás adulterio.
15
No hurtarás.
16
No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
17
No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada,
ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
Otra expresión frecuente es que «llegó la palabra del Señor» a uno de los profetas.
Jer. 1:2 2 Palabra de Jehová que le vino en los días de Josías hijo de Amón, rey de Judá, en el año
decimotercero de su reinado.
Os. 1:1 1 Palabra de Jehová que vino a Oseas hijo de Beeri, en días de Uzías, Jotam, Acaz y
Ezequías, reyes de Judá, y en días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel.
Jon. 1:1-2 1 Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo: 2 Levántate y ve a Nínive,
aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí.
Mi. 1:1 1 Palabra de Jehová que vino a Miqueas de Moreset en días de Jotam, Acaz y Ezequías,
reyes de Judá; lo que vio sobre Samaria y Jerusalén.
Sof. 1:1 1 Palabra de Jehová que vino a Sofonías hijo de Cusi, hijo de Gedalías, hijo de Amarías,
hijo de Ezequías, en días de Josías hijo de Amón, rey de Judá.
Hag. 1:1 1 En el año segundo del rey Darío, en el mes sexto, en el primer día del mes, vino palabra
de Jehová por medio del profeta Hageo a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a
Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, diciendo:
Zac. 1:1 1 En el octavo mes del año segundo de Darío, vino palabra de Jehová al profeta Zacarías
hijo de Berequías, hijo de Iddo, diciendo:
Dn. 2:1 1 En el segundo año del reinado de Nabucodonosor, tuvo Nabucodonosor sueños, y se
perturbó su espíritu, y se le fue el sueño.
Dn. 7:1 1 En el primer año de Belsasar rey de Babilonia tuvo Daniel un sueño, y visiones de su
cabeza mientras estaba en su lecho; luego escribió el sueño, y relató lo principal del asunto.
Aunque pudieran variar las formas y las circunstancias de la divina revelación, en todas ellas Dios
habla con una perfecta autoridad, una absoluta precisión y de forma inerrable. Por todo esto, la
Palabra de Dios participa de la misma cualidad de verdad absoluta, propia de la persona y el
carácter del propio Dios.
D. CONSIDERACIONES CUALIFICATIVAS.
Al declarar que la totalidad de la Biblia es la verdad y que está inspirada por Dios, es preciso
señalar que a veces la Biblia registra una mentira como tal mentira; tal es el caso de la mentira de
Satanás en Génesis 3:4. La Biblia también registra las experiencias y razonamientos de los
hombres, conforme queda ilustrado en el Libro de Job y en Eclesiastés. En ellos, lo que la
Escritura transcribe como palabras de sus personajes tiene que ser comprobado por las claras
afirmaciones de la verdad que se hallan extendidas por toda la Biblia. De acuerdo con esto,
algunas de las declaraciones de los amigos de Job no son ciertas, y algunos de los pensamientos
filosóficos del Eclesiastés no van más allá de la sabiduría humana. Siempre que la Biblia establece
un hecho como cierto, es, desde luego, cierto, tanto sí procede del propio Dios como de revelación,
sean principios morales o un programa profético, o bien cuestiones de historia, geografía o hechos
que tienen relación con la ciencia. Es un fascinante testimonio de la exactitud de la Palabra de Dios
el que, aunque los autores no pudiesen anticipar los descubrimientos científicos modernos ni
utilizaron un lenguaje técnico, no contradicen, sin embargo, cualquier descubrimiento que el
hombre haya hecho y que sea auténticamente cierto.
Existen problemas en la Biblia que hacen surgir ciertas cuestiones. A veces, por falta de
información, la Biblia parece contradecirse a sí misma, como, por ejemplo, en el relato de la
curación de los ciegos de Jericó, donde diversos relatos indican dos o un ciego.
Mt. 20:30-34 30 Y dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que Jesús
pasaba, clamaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!31 Y la gente les
reprendió para que callasen; pero ellos clamaban más, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten
misericordia de nosotros! 32 Y deteniéndose Jesús, los llamó, y les dijo: ¿Qué queréis que os
haga? 33 Ellos le dijeron: Señor, que sean abiertos nuestros ojos. 34 Entonces Jesús, compadecido,
les tocó los ojos, y en seguida recibieron la vista; y le siguieron.
Mr. 10:46-52 46 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran
multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. 47 Y oyendo
que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de
mí! 48 Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten
misericordia de mí! 49 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego,
diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. 50 El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a
Jesús. 51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que
recobre la vista.52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a
Jesús en el camino.
Lc. 18:35-43 35 Aconteció que acercándose Jesús a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino
mendigando; 36 y al oír a la multitud que pasaba, preguntó qué era aquello.37 Y le dijeron que pasaba
Jesús Nazareno. 38 Entonces dio voces, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! 39 Y
los que iban delante le reprendían para que callase; pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David,
ten misericordia de mí! 40 Jesús entonces, deteniéndose, mandó traerle a su presencia; y cuando
llegó, le preguntó, 41diciendo: ¿Qué quieres que te haga? Y él dijo: Señor, que reciba la
vista. 42 Jesús le dijo: Recíbela, tu fe te ha salvado. 43 Y luego vio, y le seguía, glorificando a Dios; y
todo el pueblo, cuando vio aquello, dio alabanza a Dios.
Mr. 10:46 46 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud,
Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.
Lc. 19:1 1 Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad.
Problemas de esta clase, no obstante, invitan a un paciente estudio y la dificultad puede ser
resuelta si todos los hechos nos fuesen conocidos. Por ejemplo, existieron dos ciudades en Jericó:
una antigua, la otra moderna. Cristo pudo muy bien haber dejado una para entrar en la otra.
Muchos supuestos errores de la Biblia han sido perfectamente aclarados por descubrimientos y
hallazgos arqueológicos.
Realmente nadie sabe lo suficiente como para contradecir los hechos registrados y las
declaraciones expuestas en la Biblia, tanto si se refieren a la creación del mundo, el origen del
hombre o si se extiende en determinados detalles de orden narrativo. Adecuadamente
comprendida, la Biblia permanece como el monumento de la propia veracidad de Dios y de la
verdad, y puede ser creída como si el propio Dios hubiese hablado directamente al individuo que
lee la Escritura. Aunque se han realizado intentos para minar y destruir la Biblia, para aquellos que
buscan la verdad respecto a Dios continúa siendo la sola fuente de autoridad inerrable de la
revelación divina.
PREGUNTAS
1. Definir lo que significa la inspiración de la Biblia.
2. ¿Hasta qué punto la Biblia está inspirada?
3. ¿Qué quiere significarse por inspiración verbal y plenaria?
4. ¿Hasta qué punto es infalible e inmune al error y qué significan estos términos?
5. ¿Cómo se puede explicar que la Biblia refiere declaraciones falsas de los hombres?
6. ¿Hasta qué punto se extiende la inspiración a las copias y traducciones de la Biblia?
7. Definir la teoría de la inspiración mecánica e indicar por qué es inadecuada.
8. ¿Cuáles son los problemas de la teoría del concepto de la inspiración?
9. ¿Cuáles son los problemas de la teoría de la inspiración parcial o grados de inspiración?
10. ¿En qué difiere el punto de vista neo-ortodoxo de la inspiración, del ortodoxo?
11. ¿Por qué el punto de vista naturalista de la Biblia tiene que ser rechazado?
12. ¿Qué enseñó Cristo concerniente a la inspiración de la Biblia?
13. ¿En qué forma apoyan las anotaciones del Antiguo Testamento la inspiración de dicha parte
de la Biblia?
14. ¿Qué indicaciones se dan en el Nuevo Testamento de que también está inspirado por Dios?
15. Discutir la declaración de 2 Timoteo 3:16.
16. ¿En qué forma contribuye 2 Pedro 1:21 al método de la inspiración?
17. Indicar el alcance en el cual la Biblia afirma su propia inspiración.
18. ¿Cómo se relaciona la inspiración con la verdad de las experiencias humanas y sus
razonamientos según se halla ilustrado en el Libro de Job y en el Eclesiastés?
19. ¿Cuál debería ser nuestra respuesta a las aparentes contradicciones de la Biblia?
20. ¿Por qué es tan importante considerar el tema de la inspiración como un todo?
LECCION 3
3. La Biblia: Su Tema y Propósito por Lewis Sperry Chafer
Nuestro Señor Jesucristo es el supremo tema de la Biblia. Leyendo la Escritura , sin embargo, las
perfecciones de Cristo en Su Persona y Su obra se hallan presentadas en diversos aspectos.
Los primeros capítulos del Génesis describen la creación del mundo como llevada a cabo por Dios,
utilizando la palabra Elohim, la cual incluye a Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo.
Sólo cuando se llega al Nuevo Testamento es cuando queda revelada claramente que todas las
cosas fueron hechas por Cristo.
Jn. 1:3 3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
De acuerdo con Colosenses 1:16-17: «Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay
en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean
principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las
cosas, y todas las cosas en él subsisten.» Esto no quiere decir que Dios Padre y Dios Espíritu
Santo no tuviesen parte en la creación, pero se da a Cristo el lugar principal como autor de la
creación del universo. De acuerdo con esto, las perfecciones del universo reflejan la obra de Sus
manos.
Puesto que El es el Creador, Jesucristo ocupa también el lugar de supremo gobernante del
Universo. Puesto que la Escritura atribuye la completa soberanía al Dios Padre, está claro que es
Su propósito el que Cristo debería gobernar el mundo.
Yo te engendré hoy.
8
Pídeme, y te daré por herencia las naciones,
9
Los quebrantarás con vara de hierro;
Es propósito de Dios que toda lengua tenga que confesar que Cristo es el Señor y que toda rodilla
se inclinará ante, El.
Is. 45:23 23 Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada:
Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.
Fil. 2:9-11 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo
nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en
la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de
Dios Padre.
La historia del hombre, aunque registra su rebelión contra Dios (Sal. 2:1-3), revela que Cristo está
esperando el día en que su completa soberanía quede expresada sobre la totalidad del mundo
(Sal. 110:1).
2
Se levantarán los reyes de la tierra,
3
Rompamos sus ligaduras,
Siéntate a mi diestra,
El día llegará en que Cristo será el Señor de todas las cosas; será juzgado el pecado y la
soberanía de Jesucristo revelada.
Ap. 19:15-16 15 De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las
regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. 16 Y
en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE
SEÑORES.
No solamente es Cristo el Rey que gobernará todas las naciones, sino que gobernará en el trono
de David como el Hijo de David, y especialmente será el Rey de Israel.
Lc. 1:31-33 31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre
JESÚS. 32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de
David su padre; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
Esto, en particular, se hará evidente cuando El vuelva y reine sobre la totalidad del mundo,
incluyendo el Reino de Israel.
Ef. 1: 22-23 22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a
la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
Ef. 1:20-21 20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los
lugares celestiales, 21 sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que
se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero;
Jn. 5:27 27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.
Is. 9:6-7 6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se
llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. 7 Lo dilatado
de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y
confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos
hará esto.
2
El juzgará a tu pueblo con justicia,
8
Dominará de mar a mar,
11
Todos los reyes se postrarán delante de él;
Jn. 1:1 1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
De acuerdo con lo que se dice en Hebreos 1:3, Cristo, «siendo el resplandor de su gloria, y la
imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder,
habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados, por medio de sí mismo, se sentó a la
diestra de la Majestad en las alturas».
En el drama de la historia, comenzando con la creación del hombre, la caída y el fin con los nuevos
cielos y la nueva tierra, la obra de Jesucristo como Salvador es un tema prominente de la Escritura.
Cristo es la simiente prometida que conquistará a Satanás.
Gn. 3:15 15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te
herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
En el Antiguo Testamento, Cristo aparece descrito como el siervo de Jehová, quien echará sobre sí
los pecados de la totalidad del mundo.
Is. 53:4-6 4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le
tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones,
molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros
curados. 6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas
Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Jn. 1:29 29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que
quita el pecado del mundo.
Como sacrificio por el pecado, El tiene que morir sobre la cruz y sufrir el juicio del pecado de todo
el mundo.
1Co. 15:3-4 3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por
nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día,
conforme a las Escrituras;
2 Co. 5: 19-21 19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en
cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. 20 Así
que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os
rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. 21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo
hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
1P. 1:18-19 18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis
de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 19 sino con la sangre preciosa de
Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
1 Jn. 2:2 2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino
también por los de todo el mundo.
Ap. 1:5 5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de
la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
Como Salvador, El no solamente es el sacrificio por el pecado, sino también nuestro Sumo
Sacerdote.
He. 7:25-27 25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios,
viviendo siempre para interceder por ellos. 26 Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo,
inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos; 27 que no
tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus
propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre,
ofreciéndose a sí mismo.
Hch. 4:12 12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos.
Conforme van mostrándose los posteriores capítulos, los soberanos designios de Dios están
majestuosamente manifestados en la historia de la raza. Los inmediatos descendientes de Adán y
Eva son borrados de la faz de la tierra en el Diluvio, acaecido en tiempos de Noé. En Génesis 10
se relata que los descendientes de Noé forman las tres importantes divisiones de la raza humana.
Después, los descendientes de Noé también fallaron y fueron juzgados en la Torre de Babel, y
Dios eligió a Abraham para llevar a cabo su propósito de revelarse a sí mismo mediante el pueblo
de Israel. Comenzando en Génesis 12, el tema dominante de la Biblia es la aparición y la historia
de la nación de Israel. La mayor parte del Antiguo Testamento se ocupa de esta pequeña nación,
en relación con la masa de los gentiles que existen respecto a ella. En los propósitos de Dios esto
culmina en el Nuevo Testamento con la llegada de Jesucristo, quien de forma suprema cumplió la
promesa dada originalmente a Abraham de que mediante su simiente todas las naciones del
mundo serían bendecidas.
En el Nuevo Testamento emerge otra importante división de la Humanidad , esto es, la iglesia
como el cuerpo de Cristo, comprendiendo tanto a judíos como a gentiles, quienes creen en
Jesucristo como su Salvador.
De esta forma, el Nuevo Testamento se ocupa, en especial mediante los Hechos y las Epístolas,
de los procedimientos de Dios con la Iglesia. El libro del Apocalipsis es el gran clímax de todo el
contexto. La sucesión de los grandes imperios -comenzando con Egipto y Asiria y continuando con
Babilonia, el imperio Medo persa, Grecia y Roma- tiene como culminación el Reino que viene de
los cielos en la segunda venida de Cristo. Los judíos y los gentiles, igualmente, se encuentran en el
reino milenario con Israel que ve las profecías cumplidas poseyendo la tierra bajo su Rey el
Mesías, y las naciones del mundo gozando también de las bendiciones del reino milenial.
Mientras que el tema de la Escritura se centra en Jesucristo y relata la historia del mundo para el
propósito de Dios y su glorificación, las acciones más importantes de Dios pueden, de acuerdo con
ella, ser vistas en la demostración de su soberanía en relación con las naciones, su confianza y fe
en relación con Israel y su gracia con respecto a la iglesia. La consumación de todo ello se
encuentra en los nuevos cielos y la nueva tierra, y la nueva Jerusalén. Y así la historia retrocede y
empieza la Eternidad.
C. EL PROPOSITO DE LA BIBLIA.
De acuerdo con la Palabra de Dios escrita, un propósito supremo se revela en todo lo que Dios ha
hecho o hará, desde el comienzo de la creación hasta la más lejana eternidad. Este supremo
propósito es la manifestación de la gloria de Dios. Para este propósito fueron creados los ángeles,
fue diseñado el universo material que es como un reflejo de su gloria, y el hombre creado a la
imagen y semejanza de Dios. En la inescrutable sabiduría de Dios, incluso el pecado fue permitido
y provista la redención como una perspectiva hacia la realización de tal supremo propósito.
El que Dios manifieste su gloria está de acuerdo con sus infinitas perfecciones. Cuando el hombre
intenta glorificarse a sí mismo es siempre una cuestión discutible, dada su imperfección. Para Dios,
el manifestar su gloria es expresar y revelar la verdad, que tiene una infinita capacidad de
bendición para la criatura. Puesto que Dios es infinito en su ser y absoluto en su perfección, El
merece la gloria infinita, y sería una injusticia de infinitas proporciones si se le escatimara la
completa expresión de tal honor y gloria que son totalmente suyas. Al manifestar su gloria, Dios no
está buscándose a sí mismo, sino más bien expresando su gloria para el beneficio de la creación,
obra suya. La revelación de Dios a sus criaturas les ha proporcionado un objeto valiosísimo para el
amor y la devoción, ha proporcionado asimismo materia para la fe, y la paz de la mente, y ha dado
al hombre la seguridad de la salvación en el tiempo y en la eternidad. Cuanto más comprenda el
hombre la gloria de Dios, mayor será la bendición que enriquezca su existencia y que se
proporcione a sí mismo.
Puesto que la Biblia es el mensaje de Dios hacia el hombre, su propósito supremo es que Él pueda
ser glorificado.
La Biblia refiere:
1. Que «todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles;
sean tronos, sean dominios, sean potestades, sean poderes; todo fue creado por medio de él y
para él» (para su gloria Col. 1:16). Ángeles y hombres, el universo material y toda criatura, todo ha
sido creado para su gloria. «Los cielos declaran la gloria de Dios» (Sal. 19:1).
Is. 43:7, 21, 25 7 todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los
hice. 21 Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará. 25 Yo, yo soy el que borro tus
rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.
Is. 60:1, 3, 21 1 Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido
sobre ti. 3 Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento. 21 Y tu pueblo,
todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis
manos, para glorificarme.
Jer. 13:11 11 Porque como el cinto se junta a los lomos del hombre, así hice juntar a mí toda la casa
de Israel y toda la casa de Judá, dice Jehová, para que me fuesen por pueblo y por fama, por
alabanza y por honra; pero no escucharon.
Ro. 9:23 23 y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de
misericordia que él preparó de antemano para gloria,
Ef. 2:7 7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad
para con nosotros en Cristo Jesús.
Ef. 3:10 10 para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la
iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales.
Mt. 5:16 16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras,
y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Jn. 15:8 8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
1Co. 10:31 31 Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
1P. 2:12 12 manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que
murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al
considerar vuestras buenas obras.
1P. 4:11, 14 11 Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre
conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien
pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
2Ti. 3:16-17 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra.
5. Que la nueva pasión del cristiano es que Dios pueda ser glorificado.
Ro. 5:2 2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y
nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
6. Incluso la muerte del creyente se dice que es para este fin.
Jn. 21:19 19 Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto,
añadió: Sígueme.
Fil. 1:20 20 conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con
toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o
por muerte.
Jn. 17:22 22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos
uno.
Col. 3:4 4 Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis
manifestados con él en gloria.
Tomada como un todo, la Biblia difiere en su tema y propósito de cualquier otro libro existente en el
mundo. Se alza como algo glorioso, reflejando el lugar del hombre en la vida y su oportunidad de
salvación, el supremo carácter y la obra de Jesucristo como Salvador, y proporciona, en detalle, las
infinitas glorias que pertenecen al propio Dios. Es el único libro que revela la criatura de parte de su
Creador, el plan mediante el cual el hombre, con todas sus imperfecciones, puede ser reconciliado
en una eterna coexistencia filial con el eterno Dios.
PREGUNTAS
1. ¿Qué evidencia se encuentra de que Cristo ha participado en la creación?
2. ¿En qué sentido es Cristo el supremo gobernante del mundo y cómo está expresado?
3. Explicar cómo Cristo es la suprema revelación de Dios.
4. Determinar la temática de la Escritura que trata a Cristo como Salvador, incluyendo la
mención de los pasajes del Nuevo Testamento
5 ¿De qué forma registra la Biblia lo concerniente a la historia del hombre en el Génesis 1:1?
6. ¿Para qué propósito escogió Dios a Abraham?
7. ¿En qué manera culmina la historia de Israel en Cristo?
8. ¿Qué nuevo propósito se revela en el Nuevo Testamento?
9. ¿Qué grandes naciones caracterizan la historia?
10. Distinguir los propósitos de Dios en su relación con las naciones, Israel y la iglesia.
11 ¿En qué medida revela la Biblia la gloria de Dios como su propósito supremo?