DSI Resumen
DSI Resumen
DSI Resumen
UNIDAD I: LA INTRODUCCION
Iglesia y Mundo. La cuestión social: su desenvolvimiento histórico.
El mundo está compuesto por todos los humanos, pero la iglesia no se identifica con la totalidad de ellos
ya que solo una parte del mundo es parte de la iglesia y son aquellos que han sido bautizados. La iglesia
es la comunidad de creyentes bautizados que hacen presente en el mundo la vida y el mensaje de Cristo.
Ser bautizados es ser hijo de Dios a través del hijo de Dios (Jesucristo) por eso se los llama cristianos que
significa en Jesucristo
La iglesia en el mundo vive la vida de Jesucristo y le aporta al mundo su testimonio y el mensaje de cómo
vivir en la vida social, es decir mira a todo el mundo como destinatario para transmitir el mensaje de
Jesucristo.
Se considera que desde la primera predicación de Jesús hay DSI, pero se considera como tal desde el 15
de mayo de 1891, donde los problemas que formaban la cuestión social se organizaron en un cuerpo con
el Papa León XIII al redactar la encíclica Rerum Novarum. Les preocupaba la cuestión obrera en el mundo,
y un siglo antes había ocurrido la Revolución Francesa donde la Ley Chapellier establecía la sucesión de
los gremios e iba en contra de la clase obrera con el argumento de la libertad e igualdad pero en realidad
era una situación de poder del empleador sobre el obrero con trabajo infantil, explotación, salario
miserable e insalubre. El Papa dice que el problema es el régimen político y no las máquinas de la
Revolución Industrial y en 1848 surge el manifiesto comunista donde establece que el problema es la
propiedad privada que hay q suprimirla y poner todos en manos del Estado.
Para el Papa León XIII el problema lo genera el liberalismo al dejar solo al obrero en desigualdad con la
patronal y que la propuesta del comunismo no es la solución porque le estaría dando un poder total al
Estado. La solución está en hacer volver las corporaciones para que las negociaciones sean más
igualitarias…. NEGOCIACIÓN.
Luego Pío XI escribió la encíclica Quadragesimo anno donde examina no solo la cuestión obrera sino toda
la cuestión social. Se pregunta cuál es la finalidad del Estado y desarrolla la noción de bien común.
Considera que existen dos fuentes de injusticia que afectan al mundo: liberalismo y comunismo. Surge el
principio de subsidiariedad que se basaba en evitar el comunismo y el liberalismo y lograr que el Estado
favorezca que las organizaciones alcancen sus fines.
Papa Pío XII al terminar la II guerra mundial buscó recuperar la paz y planteó que hay que reorganizar el
mundo y que se necesitan organismos internacionales y en 1945 se crea la ONU para promover la
organización internacional y la democracia. Y luego comenzó la guerra fría que se basó en la carrera
armamentística, científica y dominio en la geografía.
Papa Juan XXIII continua con el pensamiento de Pío XII se involucra en la cuestión de comercio
internacional, cuidar la paz, y la cooperación internacional.
Papa Pablo VI abordó el vínculo entre la paz y desarrollo y en su encíclica Populorum Progressio dice que
el desarrollo de los pueblos es el nuevo nombre de la paz y que los países deben cooperar en favor de los
subdesarrollados y surge la distinción entre países del primer, segundo y tercer mundo.
Papa Juan Pablo I murió luego de 33 días de haber asumido el papado. Lo sucedió el Papa Juan Pablo II
quien colaboró a la caída del régimen soviético en 1989. En 1991 a 100 años de la Rerum Novarum
publicó su encíclica Centesimus annus donde trata temas de paz, desarrollo, trabajo, ecología y la
promoción de la mujer.
Papa Benedicto XVI escribió 3 encíclicas: "Deus caritas est", "Spe salvi" y "Caritas in veritate" donde trata
asuntos de Derechos Humanos.
Papa Francisco escribió la encíclica Laudato Sí donde trató temas de pobreza, justicia, la mujer y ecología.
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Es un término acuñado por Georgi Plejánov, que alude al marco conceptual usado por Marx y Engels para
comprender la historia humana. Marx sostuvo que los avances en la tecnología producen distintas
maneras de moverse de la materia, es decir que la manera de trabajar, depende de la tecnología
disponible, que a su vez depende de la ciencia.
Si se tiene que lo único que existe es la materia y la materia en la naturaleza vive en movimiento, se
concluye que el hombre, que es una materia, también vive en movimiento y transforma la realidad por
medio del trabajo. Según la manera de trabajar, la sociedad se relaciona y estructura y de acuerdo con
estas estructuras, son las ideas de una sociedad, y es allí donde se encuentran las superestructuras que
son: el derecho, el arte, la filosofía y la religión.
Las superestructuras receptan de manera estática (como una foto) el reflejo de la sociedad y desean
transformarla. Pero ocurre que ese reflejo de la sociedad ya no se corresponde con la realidad actual
porque las ideas no avanzan a la par de la realidad, sino detrás de ellas, por ello es que Marx propone la
supresión del estado y de estas superestructuras para que la sociedad crezca y avance a partir de la
realidad y no a partir de ideas que frenan el avance social y generan los conflictos sociales.
Es errado porque los hechos científicos tecnológicos salen de las ideas y no al revés.
Modelo Humanista:
León XIII, tomando la frase de Pío XIII “no es la máquina la que produce la injusticia, sino las ideas”
sostiene que el hombre no es sólo materia, es también pensamiento y voluntad con capacidad de decisión,
es decir que se pone en primer lugar a las ideas (hay que plantearse el cómo vivir y cómo organizarse) y
según lo que se piensa se producen los hechos científico-tecnológico (están supeditados a las ideas ya
que existen distintos modos de vivir y organizarse), de donde se desprenden las estructuras sociales.
Concluye en que todo está gobernado por las ideas, por eso se propone un cambio de Ideas.
¿Tiene sentido una doctrina social de la Iglesia? Depende del modelo que se adopte, lo tendrá si tomamos
el modelo HUMANISTA, ya que comprende:
1) Principio de reflexión: son los enunciados genéricos más elevados que inspiran las reglas. Se debe
analizar la realidad a la luz de estos principios. Ejemplo, tiene que haber justicia en los contratos.
2) Criterios de juicio: es la valoración del problema. Por ejemplo, con el principio de justicia se debe
analizar la legislación.
3) Directrices de acción: van de lo general a lo concreto y establecen qué se debe o no apoyar.
Ejemplos 1) Hace falta que se organicen los gremios para lograr una discusión salarial en
condiciones de paridad. 2) Legislación laboral: No le puede dar lo mismo al estado que haya o no,
las reglas las debe poner el estado para reforzar la parte más débil.
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Se cuestionó si a la DSI le corresponde intervenir en cuestiones sociales ya que se dijo que la iglesia como
institución religiosa debe ocuparse del vínculo del hombre con Dios en el plano vertical y no de las
cuestiones sociales que se dan entre los hombres en el plano horizontal. Respecto a esto han surgido
varias posturas.
Las posturas negacionistas consideran que NO es ilegítima la intervención de la Iglesia en los problemas
sociales.
Posturas negacionistas externas a la iglesia.
a) Naturalismo racionalista: los problemas sociales son de la vida del hombre en la tierra, y los debe
resolver la economía, la política y el derecho. No cabe introducir ideas que involucren algo que exceda la
naturaleza, y lo religioso, de por si excede de la naturaleza. Lo religioso se debe ocupar de la dimensión
trascendente del hombre, de lo que va más allá de lo temporal. Se resuelve solo con intervención humana
no necesita de lo trascendente
c) Totalitarismos: el encargado de resolver las tensiones o problemas sociales es el estado, y los que
busquen entrometerse e influir en la sociedad, atentan contra la seguridad del estado y esto no se debe
permitir. La iglesia como no está subordinada al estado perturba a toda la sociedad y la consideran
ilegitima.
a) Espiritualismo: la iglesia está exclusivamente para lo religioso, para la relación con Dios, por lo tanto no
hay porqué participar o hablar de los problemas temporales. Esta postura se corresponde con las ideas del
Naturalismo (postura negacionista externa a).
b) Progresismo: Se desarrolló desde mediados del siglo XX hasta fines de la década del 80, postulando
que la iglesia si tiene que intervenir en las cuestiones sociales, lo que ocurre es que la doctrina social se
ha mostrado ineficaz para producir las transformaciones sociales necesarias que sean favorables al
hombre, ante lo cual corresponde asumir aquellas propuestas que sí tienen capacidad histórica efectiva,
como es el marxismo. Hablaba que la DSI había fracasado, que debe dejar lo propio para tomar un canal
nuevo, lo nuevo es siempre mejor que lo que había antes
Posturas reduccionistas: No entienden adecuadamente que es la DSI, la aceptan pero sin atenderla y por
tanto la reducen a otra cosa.
• Externas: la iglesia tiene legitimidad porque tiene un cuerpo de ideas, pero debe actuar no como
una institución religiosa, sino como un factor más dentro de la organización social, tal como lo
hacen los gremios, partidos políticos, etc. No le reconoce lo trascendente. Desconocen (o
pretendían desconocer) el carácter religioso de la DSI y la Iglesia en este ámbito.
• Internas: Dentro de la iglesia ideologiza a la DSI, la toma como una ideología, la reduce a un factor
político. Teniendo en cuenta que la ideología es tomar una única idea, verdadera o falsa, de entre
muchas que postula una doctrina, y generalizarla (toda la realidad es explicada con esa idea), ha
ocurrido que dentro de la iglesia, algunos tomaron algunos aspectos de la doctrina social de la
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iglesia y los sacaron del contexto para circunscribirlos en la realidad social (esto significa idiologia,
recortar una idea que se proyecta en la realidad).
La iglesia por su parte dice que su legitimidad como institución religiosa está dada porque todo lo natural y
todo lo racional (persona) es creación de Dios, de manera tal que lo que hace la iglesia es intentar difundir
el Plan de Dios al momento de crear el mundo. Esto es porque DSI: a) se ocupa de establecer quiénes
somos y cómo hemos de vivir (qué propone Dios que es mejor); b) rige la vida moral porque es la “moral
cristiana”, parte de una teología moral social: estudia la conducta humana debida, el fin de las cosas.
Epistemología estudia cual es el objeto, método de una ciencia y su relación con las demás ciencias. Para
ello distinguimos entre objeto material y formal.
✓ Material: Son las cosas. En la DSI es la conducta social pero pueden ser enfocadas en distintos
puntos de vista.
✓ Formal: Son los distintos puntos de vista, el quod (el que) de las conductas sociales justas y
caritativas. Dentro está el quo (el cómo), se realiza usando la razón y la fe perteneciente a la
teología moral, pero solo una parte que se ocupa de lo social. Por eso la DSI es una teología moral
social y entonces no es descriptiva porque prescribe conductas deseadas (el deber ser).
• Criterios de juicio: Son valoraciones sobre situaciones, apreciaciones a la luz de los principios.
• Direcciones de acción.
b) El orden natural: el cual se puede conocer con la razón. Acá no es necesaria la fe, porque
generalmente todo lo descubierto dentro de este orden fue descubierto por la filosofía griega antes
de producida la revelación.
Al definir o decir "que" es una cosa, siempre se alude a su finalidad. Por ejemplo para definir un pizarrón,
podríamos decir que es una tabla lisa, adherida a la pared que sirve para escribir sobre él.
En la teleología está el bien o integridad de la cosa. En el ejemplo dado, sería perjudicial que se use el
pizarrón para prenderlo fuego y generar calor para aumentar la temperatura del aula. Entonces, si el bien
de la cosa está en que cumpla con su finalidad, el mal es la ausencia de un bien debido; por ejemplo que
nazca un bebé que no tenga alas no es malo, porque no le pertenece, pero si sería malo que tenga una
sola mano.
El primer bien de algo es el de la causa formal, que al desarrollarse llega al bien completo. Por ejemplo,
que un pájaro nazca con alas hace a la causa formal. Que luego ese pájaro vuele libremente y se
relacione con otros de su misma especie hace a su desarrollo, y así cumple su finalidad; vale decir que el
bien completo es el desarrollo de la cosa tanto en sí misma, como con los demás.
Habiendo dicho en que consiste el orden natural, hay que aclarar que para conocerlo debemos basarnos
en una elaboración ascendente que parte de la realidad, pasa por la observación, las ciencias sociales, la
filosofía y por último alcanza su plenitud con la teología.
Con respecto a las Ciencias Sociales, podemos mencionar a la filosofía, la historia, entre otras.
Particularmente la historia es la que nos enseña que trató de hacer el hombre a lo largo del tiempo y que
consecuencias ha tenido; ciertamente decía Cicerón “Historia est Magistra Vitae” (la historia es la escuela
de la vida).
En la última etapa del proceso de conocimiento del orden natural, nos encontramos con la teología,
inspirada fundamentalmente en las sagradas escrituras (biblia) y en la tradición. En referencia a las
sagradas escrituras, ellas son al mundo como “un manual de instrucciones hecho por Dios”; y esa es la
revelación, segunda fuente que orienta el desarrollo de la Doctrina Social de la Iglesia.
(APUNTES) La Santa Sede tiene su academia científica, no siendo necesaria para ingresar a ella ser
cristiano. Esto encuentra su fundamento en el hecho de que la Iglesia tiene un papel incondendo, es decir,
tiene el deber de ser el responsable.
En cambio, en el in applicando la responsabilidad es de los laicos. En la puesta en práctica para que sea
coherente y con regla moral se plantea el deber ser e incluye la moral social.
Misión de la jerarquía y del laicado: in condendo et in applicando
Cristo le dice a sus discípulos que evangelicen, es decir que difundan a todo el mundo su evangelio, esto
es la buena nueva, el buen anuncio que consistía en que él (Jesucristo) había resucitado. Para ello, la
iglesia tiene que procurar Incorporar a toda la humanidad a la hora redentora de Cristo, mediante la
difusión del evangelio, de la revelación, y es la iglesia (principalmente la Jerarquía) la que tiene la facultad
de interpretar esa revelación y difundirla a todos los hombres (in condendo), que lejos de vivir en un
mundo de ángeles, viven en un mundo desordenado; y de allí es que surge la segunda gran tarea que es
la de Reorientar a todo el mundo hacia Dios ya que todo el mundo sufrió las consecuencias del pecado
original, y a partir de allí es que existe hoy una especie de "ruido" en la comunicación entre el ser humano
y Dios.
Por otra parte, quienes reciben el bautismo (los Laicos) son los que tienen el poder de intervenir
directamente en ese mundo desordenado, y es a través de ellos que se busca transformar la realidad y
difundir el mensaje de Dios, no interpretando (como lo hace la jerarquía), sino haciendo, poniendo en
práctica (in aplicando).
Lo prmero que hay que rescatar es que la DSI pertenece siempre al saber humano, porque tiene que ver
con el hombre, la columna vertebral de la dsi. Es posible de entenderse con independencia de la fe que se
profese.
El objeto material es la realidad social. Por esto que decimos que la relación entre los sres humanos es de
tipo horizontal. Entre nosotros todo tipo de relación se da en una convivencia que debería de ser armónica,
sin embargo en esta convivencia es donde se suele romper la armonía.
En una época en que el mundo religioso estaba circunscripto a medio oriente, Cristo pide que se difunda
su mensaje por todo el mundo, para que luego, con responsabilidad y libremente la gente decide si le
gusta o no el mensaje, ya que el ser humano es el único ser de la creación visible capaz de decirle “no” a
Dios.
El magisterio (viene de la palabra maestro) es la enseñanza que imparte la jerarquía de la iglesia sobre
temas de su competencia; fundamentalmente la iglesia busca difundir, evangelizar (enseñar la buena
nueva).
1) Magisterio Extraordinario: Cuando el Papa habla ex cathedra. (Cathedra, refiere al acto de expresar
algo con la autoridad que corresponde a un cargo en tono magistral y muy solemne. Se usa para ponderar
la autoridad con la que alguien está afirmando algo. En español su significado sería "con autoridad").
- Refiere siempre a enseñanzas sobre cuestiones de fe y moral emanadas únicamente del Papa, quien es
infalible, es decir que no se puede equivocar o cometer un error y como contrapartida, corresponde un
acatamiento total e incondicional por parte de los fieles. Como su nombre lo indica, no es un magisterio
que se use cotidianamente, de hecho la última vez que se lo usó fue en 1950 cuando el papa Pío XII
promulgó como dogma de fé el 15 de Agosto la “Asunción de María Santísima en cuerpo y alma al cielo”.
- Detrás de él siempre hay un misterio (aquello que no podemos comprender a la luz de la razón humana).
Los misterios están principalmente en el credo, que no puedo explicarlo racionalmente, simplemente se
debe tener fé y aceptarlo. San Agustín por ejemplo, no entendía el Misterio de la Santísima Trinidad (3
personas y un solo Dios verdadero).
2) Magisterio Ordinario: Está a cargo del Obispo.- Son las enseñanzas diarias que da la iglesia.- No trata
de Moral y fe, sino de materias como liturgia, interpretación de la biblia, etc. - Aquí es donde está la
Doctrina Social de Iglesia, que trata de materias discutibles.
Se diferencia del extraordinario porque es comprensible pero no exige asentimiento de fe. Diferencia
fundamental ME exige asentimiento de fe y es infalible. El ordinario no exige asentimiento de fe
REGLAS DE INTERPRETACION
1) que nos aseguremos que el texto del documento que estamos leyendo sea auténtico. Esto surge porque
hasta hace no mucho tiempo atrás, los periódicos los recortaban porque eran muy largos y los
interpretaban de distintas maneras. ej: "La iglesia en puebla hizo una opción de preferencia por los pobres"
(omitiendo la última parte que decía: “y los jóvenes”). Hoy, con el desarrollo de los medios de
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2) Consultar textos paralelos de la iglesia sobre el mismo tema que estamos leyendo.
3) tener en cuenta el contexto histórico en que ha sido publicado el documento.cuestion social que se trata
o en la que se encuentra
4) Tener presente que en todo documento del magisterio ordinario hay 2 aspectos uno doctrinal, que
involucra principios generales sobre un tema determinado, con validez universal (Ej: libertad de culto) y
otro prudencial que refiere a la aplicación de estos principios generales a situaciones concretas de tiempo
y lugar. (Ej: entre 1917 y 1990 en la URSS nadie podía profesar libremente su culto, ya que se seguían las
enseñanzas de Marx y consecuentemente se prohibía cualquier manifestación religiosa).La doctrina social
de la iglesia es un cuerpo de doctrina. El papa francisco vuelve sobre lo que dijo Juan Pablo y sobre esa
vuelta se vuelve a expedir.
7. Hay que distinguir los principios doctrinales su valor general y su valor universal: esos principios hay que
aplicarlo a lo concreto. Ej la noción de bien común no va a ser lo mismo el bc que necesitan los arg y los
que necesitan los
En la elaboración del magisterio actúan otras disciplinas llamadas “la mediación de la ciencias sociales”.
Ello guarda relación con los documentos oficiales (que tratan de dar solución a situaciones existentes y
son publicados en su Boletín Oficial) y para su comprensión se necesitan de las ciencias sociales y de la
filosofía.
Sin embargo, ello lleva al hecho de que por los mismos criterios generales existan distintas maneras de
explicarlo. No hay una sola manera porque la realidad, puede ser explicada de distintos modos.
Ideologías, utopías y prudencialismo
Acá despues de explicar lo que vimos de prudencialismo tenemos que referirnos en particular porque la
iglesia adopta el sistema prudencialista y no ideología ni utopía. No existe una formula mágica
Partiendo de que la doctrina social de la iglesia es un saber para la acción, vamos a ver a continuación
que hay 3 modelos de razonamiento para la acción; los dos primeros suelen ser violentos y fuerzan la
realidad, por otra parte, el tercero es más difícil de realizar, pero presenta la ventaja de surgir de la
realidad e ir orientado hacia esa mismas realidad.
1) Utopismo: El prefijo “u” significa negación; y “topia” es lugar, de esto se deriva que lo utópico es lo que
no tiene lugar. En los últimos siglos, la utopía ha sido usada en los grandes discursos políticos para
movilizar a la sociedad, presentando la imagen de un objetivo perfecto, por eso es que los utopismos son
atractivos, pero presentan el problema de que buscan encajar la realidad en un molde que no surge de esa
misma realidad; y es por ello que las utopías son violentas e irrealizables (a diferencia de los Ideales, que
si surgen de la realidad).
2) Ideología: Este término que se originó hacia 1796 en Francia; refiere a la selección de un aspecto de la
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sociedad que se proyecta sobre la totalidad. Este modelo resulta fácil para la militancia política porque
remite siempre a un mismo problema, por ejemplo,: la Ideología Hitleriana entendía que el problema de la
época estaba dado en razón de que la Raza Aria no tenía el poder, y así, ante cualquier conflicto, remitían
directamente a dicho problema.
El inconveniente surge al admitir que algunas ideologías partieron de un punto de conflicto falso ej:
ideología Hitleriana, mientras que otra, aun habiendo tomado uno verdadero ej: el Marxismo que partió de
la lucha de clases, ha errado debido a que no todos los problemas sociales se derivan de la lucha de
clases.
Este modelo tiene tres momentos: a) ver o constatar la realidad. b) analizar la realidad por medio de los
principios que surgen de la naturaleza de los hechos junto a la ciencia, filosofía y teología. c) orientaciones
para la acción, con el fin de transformar la realidad.
Dios crea todo a partir de la nada: se crea el total del mundo pero partiendo de la nada, de algo que no
existía previamente: primera conclusión a la que arriba el genesis. Se van planteando las distintas
realidades sensibles que obedecen a un mandato de dios: dios dijo y se hizo.
Entrevista que le hicieron al papa: porque dios creo el mundo? Le explico el papa que la creación
respondia al gran amor de dios.
II conclusión. Todas las realidades sensibles responden a un mandato de dios. Ese mandato se hace
vidente en hágase. La palabra hágase implica una orden que responde y demuestra el poder que tiene
dios. Y ese poder es de tipo absoluto.
No hay nada que no provenga de Dios. Que este fuera de dios. Conclusión a la que llegamos. Dios es el
creador de todo y por ende de la nada también.
TERCERA CONCLUSION: todo lo creado es bueno. Toda la materia es buena. Cuando la materia es
buena,
4. somos corporales
LA PERSONA NO ES UN ACCIDENTE
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El hombre en la creación.
En el libro de Génesis en cuanto al tema del hombre, vemos que en el versículo 26 dice: “hagamos al
hombre” esto simboliza que aquí Dios se detiene, reflexiona, y analiza.
Ya en el capítulo segundo, Dios había culminado su obra, pero no había quien se ocupe del mundo, por
eso toma de la misma tierra, forma barro, modela al hombre y le sopla la nariz; y es por ese aliento es que
el hombre tiene un lugar especial en la creación, ese aliento es el espíritu de quien habrá de cuidar y
cultivar la tierra.
- Dios no es el mundo, está más allá. (Contrariamente al Panteísmo que considera que todo es Dios);
- Dios pone a Adán para que cuide el Jardín de Edén, cuidar es igual a trabajar, en ese momento, era todo
armonioso y felicidad. (Pero luego del pecado original, el hombre descubrió lo tedioso del trabajo).
En los concilios cristológicos durante los siglos IV y V, a raíz de las discusiones teológicas relativas a Dios,
se clarificó que hay un solo “que” mientras que existen tres “quienes” (padre, hijo, espíritu santo) y se
desarrolló la noción de persona humana.
La noción de persona humana surge porque en la tradición romana, que adoptó el teatro griego que se
desarrollaba con máscaras, (que además de representar que se quería decir el actor, amplificaban la voz
del actor) los griegos la llamaron prósopo (para hablar a los que están delante), los latinos tradujeron
literalmente a pesonare (sonar).
De lo dicho surge que hay alguien que tiene un pensamiento, una voluntad, un proyecto de acción y se
expone ante los demás; es decir que estamos en presencia de un sujeto racional, volitivo, activo y social;
todo esto se "condensó" en una fórmula que tiene 2 versiones; la primera que concibe al hombre como un
sujeto de naturaleza racional; y la segunda que lo ve como una “sustancia individual de naturaleza
racional” (Boecio)
Reconocimiento legal:
✓ Código Civil de Vélez: Define a la persona diciendo que es: “Todo ente susceptible de adquirir
derechos, o contraer obligaciones”. Se la considera persona desde la “Concepción”
Así, el conocimiento del bien y del mal significa la capacidad para decidir que es el bien y que es el mal,
(tal como decide el juez que “conoce” en determinada causa). Por tanto, el hombre tiene autonomía (se
dicta su propia norma) para todo, pero en el orden moral hay heteronomía (la ley es dictada por otro).
En cuanto al concepto de heteronomía, hetero significa otro, y nomos ley, es decir, hay una norma puesta
por otro, que en este caso es Dios, y esa heteronomía es inmanente porque permanece dentro del mundo
creado.
Autonomía trascendente: quiere decir que mi autonomía no se cierra solo en mí, porque las personas
buscan más allá mediante el conocimiento. Autonomía inmanente, por otro lado, es una voluntad que se
cierra en sí mismo, sin tomar el conocimiento que brinda la razón.
Teonomía participada: significa el orden que establece Dios. Participada es, cuando voluntariamente sigo
el plan de Dios.
En conclusión:
La segunda, es aquella que se caracteriza porque el hombre decide que hace, pero prescindiendo de la
ley moral o bien, generando su propia ley moral
Dentro de la vida moral tenemos dos etapas o movimientos, ellos son: exitus y reditus (salida y retorno
hacia dios). De allí es que se dice que el primer principio del hombre es Dios, (porque todos venimos de
Dios) y que también es el último fin del hombre, aunque reconociendo la existencia de muchos otros fines
intermedios, pero siempre orientados según el plan de Dios.
Los filósofos pre-cristianos descubrieron que el hombre es un ser capaz de conocer y que esa capacidad
de conocimiento es infinita y el hecho de conocer, hace feliz al hombre; por ello Aristóteles decía que el
sentido de la vida humana está en la felicidad, y la felicidad esta en conocer. Cicerón, por su parte, pensó
lo mismo y escribió una obra llamada Hortensius (exhortación) y allí dice que el conocimiento, pero
principalmente la verdad es lo que hace feliz al hombre. En el diálogo "El Banquete", Platón señaló que en
la vida encontramos alegría en 3 cosas: en conocer la verdad, en hacer el bien y al admirar la belleza.
En primer lugar, para que haya acto humano, tiene que haber conciencia y libertad (ejecución y
especificación).
En segundo lugar, para analizar moralmente el acto hay tres fuentes de moralidad:
1) Fin objetivo: es decir, en qué consiste propiamente el acto, o sea, como empieza, como se desarrolla y
cómo termina en sí mismo (objetivamente). Responde a la pregunta: ¿A dónde lleva mi impulso?
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2) Fin Subjetivo: Responde a la pregunta ¿a dónde pretendo llegar yo con ese acto? (intención del sujeto).
3) Circunstancias: es lo que rodea al acto. Son los accidentes subjetivos (de quien realiza el acto) y
objetivos (tiempo, lugar, cantidad, calidad, modo del acto).
Un acto es objetivamente malo si por ejemplo a un sujeto le hacen una pregunta y éste responde mal a
propósito (miento). En este caso, estaríamos en presencia de un acto que no alcanzó su finalidad (que el
que realizó la pregunta obtenga una respuesta verdadera) porque ocurre que el que responde sabe cómo
es verdaderamente una cosa, pero no lo dice, por lo que la otra persona recepta una respuesta errada; y
es aquí donde se quebranta la comunicación. Subjetivamente, no importa porque mintió (por piedad, por
bronca, etc) ya que la intención no salva al acto que seguirá siendo malo de todos modos; esto se puede
sintetizar en la siguiente frase: “el fin no justifica los medios”.
Concluimos diciendo que, así como hemos dicho que para que algo sea bueno, tiene que estar íntegro;
para que un acto sea bueno, deben ser buenas las tres fuentes, si una de ellas es mala, el acto completo
es malo.
Dignidad significa excelencia, perfección, conceptos que están íntimamente relacionados con la misma
noción de persona. La dignidad de la persona es, por lo tanto, la perfección y excelencia del hombre, pero
en cuanto exigen ante sí mismo y ante los demás estimación o valoración, respeto y, en cierto sentido,
realización. Porque esta dignidad, por una parte, viene dada de antemano con la misma naturaleza, es un
punto de partida, algo supuesto de lo que procede la vida del hombre, y, por otra parte, es algo que se
debe realizar, es una misión o vocación que el hombre debe cumplir. La dignidad del hombre presenta,
pues, dos aspectos que podríamos llamar estático y dinámico. Un aspecto permanente, ligado
esencialmente a la naturaleza misma del hombre, con una dignidad correspondiente que le acompaña
siempre. Por otro lado, una dignidad que hay que conquistar y defender, porque incluso se puede perder
cuando el hombre no desarrolla su vida conforme a las exigencias de la dignidad fundamental de su
naturaleza.
Unos mismos elementos constituyen la base de este doble aspecto de la única y plena dignidad humana,
pero es necesario siempre tener en cuenta esta doble consideración para entender en su justo sentido las
diversas aplicaciones que pueden hacerse de los principios cristianos sobre la persona humana.
Por otro lado, si la doctrina social de la Iglesia se funda en la dignidad de la persona, es decir, que no
puede entenderse esta doctrina sin partir de una antropología cristiana. Por eso, aunque a ella no le
pertenezca formalmente estudiar y justificar los fundamentos de esta antropología, tiene, sin embargo, que
suponer sus principales conclusiones o resultados como base de sus reflexiones.
La dignidad del hombre con sus principios fundamentales se manifiesta principalmente, según la doctrina
de la Iglesia, a través de los derechos fundamentales de la persona. De ahí, que un estudio sobre la
persona como fundamento de la doctrina social católica no puede prescindir de examinar, aunque sea sólo
brevemente, este punto, en el que aparece de manera más inmediata la relación que dice el tema de la
persona a los problemas más directos de la vida social.
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En los documentos que fueron redactados desde el papa Pio XI hasta nuestros días no se habla
solamente de la dignidad de la persona sino también de los derechos fundamentales que derivan de esa
dignidad, que la Iglesia quiere defender contra las diversas formas de totalitarismo y contra todo conato de
excesiva absorción de la persona o despersonalización en el seno del Estado, o de otras maneras de
asociación y malsana socialización que no respeten las exigencias naturales del hombre.
Un documento importante en esta materia es Pacem in terris, de Juan XXIII. Para Juan XXIII, el respeto
verdadero y efectivo de la dignidad de la persona consiste concretamente en la realización de sus
derechos y deberes fundamentales, y la convivencia social no es otra cosa que la encarnación de esos
derechos y deberes dentro de un orden social fundado en la verdad, la justicia, el amor y la libertad. La
dependencia entre la vida social auténtica y los derechos de la persona se establece además en un plano
absolutamente universal, que se extiende no sólo al campo de las relaciones interindividuales o dentro del
seno de la comunidad nacional y política, sino también en un ámbito internacional. Por eso, como dijimos
en otro lugar, el «principio del respeto efectivo a los derechos y deberes de la persona se constituye así,
de manera determinante, en el centro de toda la doctrina social, como traducción inmediata de aquel otro
principio general que afirma la dignidad de la persona».
En las declaraciones formales de derechos de la persona humana que encontramos en los documentos de
Pío XII y en la Pacen in terris, de Juan XXIII, no se ha pretendido dar un elenco completo de todos los
derechos de la persona, sino sólo indicar los principales y más importantes según las necesidades del
momento.
Las declaraciones históricas de derechos dentro o fuera de las constituciones políticas, que ha abundado
en este último siglo, suelen ser bastante detalladas, llegando a determinar aspectos muy concretos y
variables de la vida social. En cambio, la doctrina de la Iglesia se mantiene en un plano superior, de
derecho natural, que tiene un valor universal y permanente, aunque su formulación concreta tenga que
depender de las circunstancias que la rodean y de los sujetos a que se dirige. Toda concretización de lo s
derechos humanos que descienda excesivamente hacia formas e instituciones positivas, de orden
temporal, sujetas a cambios y circunstancias de tiempo y espacio, no pueden aspirar a un valor
permanente y pierden necesariamente validez en cuanto cambian los supuestos en que se fundan. Por
otro lado, hay que evitar unas fórmulas demasiado vagas y genéricas, que quitarían eficacia y valor
aplicativo a los derechos que se pretende proclamar.
Por otra parte, aunque substancialmente coincidentes, las declaraciones de Pío XII y Juan XXIII responden
a un planteamiento y a un orden distinto. Pío XII insiste y se detiene en los aspectos más estrictamente
personales, aunque en muchos otros lugares de sus numerosos discursos destaque ampliamente los
aspectos más sociales, económicos y políticos de esos derechos. En cambio, Juan XXIII realiza una
síntesis más completa, abrazando y destacando todos los aspectos, no sólo personales, sino sociales,
económicos y políticos de la persona.
El contenido de casi todos esos derechos corresponde a los distintos aspectos de la vida y doctrina social
y ha de ser objeto de estudio más detallado en los diversos capítulos de este manual. Aquí nos vamos
referir al esquema más perfecto y completo de la Pacem in terris, señalando simplemente su orden y su
formulación genéricas.
ESTO TOMAN EN EL FINAL: A cuatro grandes grupos reduce Juan XXIII todos los derechos
fundamentales de la persona: derechos personales, derechos en el mundo económico, derechos sociales,
derechos políticos.
La división en distintos párrafos, con su correspondiente título, que no aparece en la edición oficial latina,
aparece, sin embargo, en la primera edición italiana, que aparece ser el texto original, aunque no el oficial.
En esta división se puede apreciar el fundamento real de los diversos grupos que hemos señalado.
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I. DERECHOS PERSONALES. Es una expresión que usa también la Gaudium et spes, aunque referida
más bien a todos los derechos de la persona; aquí la entendemos en su sentido más interior y restringido.
La Pacem in terris no hace más que indicar este primer aspecto: «derecho a la existencia, a la in tegridad
corporal», para añadir inmediatamente su consecuencia más estrictamente social: «derecho a los medios
necesarios para un decoroso nivel de vida, cuales son, principalmente, el alimento, el vestido, la vivienda,
el descanso, la asistencia médica» y todos los servicios indispensables. De aquí deduce el texto el
derecho a la seguridad social en las formas que ha adquirido en la organización moderna de la sociedad, y
que no parece hayan de tener el mismo valor y validez que los primeros derechos (n.11). El concilio
insistirá más bien en los primeros aspectos dentro de un planteamiento diverso.
b) Derecho a los valores morales y culturales. En su formulación actual aparecen sólo en la Pacem in terris
con sus dos aspectos: valores morales, que incluyen el derecho al honor o respeto, a la verdad y a la
educación, aunque estos dos últimos bien pudieran encuadrarse en el segundo aspecto, dedicado a los
valores culturales.
Del derecho al honor y a la buena reputación social, que sólo se cita simplemente, había dicho Pío XII que
era uno de aquellos derechos que el Estado debía siempre proteger, sin sacrificarlos o violarlos en aras de
un pretendido bien común.
En el derecho a la verdad, la Pacem in terris, con una formulación muy cuidada, señala dos momentos
diferentes: un derecho bajo forma absoluta, el derecho a buscar libremente la verdad, y unas
consecuencia añadidas, que vienen expresivamente limitadas: «dentro de los límites del orden moral y del
bien común». Estas consecuencias, sometidas a estos límites, son: manifestar o difundir sus ideas u
opiniones, cultivar cualquier arte o profesión, tener una objetiva información de los sucesos políticos. En
esta prudente y bien aquilatada fórmula se encuentra cristalizada una larga evolución del pensamiento
pontificio en esta materia donde se insiste en la necesidad de superar una ética individualista
predominante todavía en muchos sectores, incluso cristianos, de la sociedad, cultivando el sentido de
responsabilidad y de participación.
Por último, un derecho estrictamente cultural: el derecho ser educado, a recibir la educación, donde
también se aprecia un derecho absoluto: «derecho al acceso a los bienes de la cultura», y unas
consecuencias que se derivan de él en el estado actual de la sociedad: «derecho a una instrucción
fundamental común y a una formación técnica o profesional de acuerdo con el progreso de la cultura en su
propio país». De este derecho se ocupará particularmente la constitución Gaudium et spes en su capítulo
sobre la cultura, dando una perspectiva mas amplia al problema en él incluido y destacando sus raíces
filosóficas y teológicas más profundas.
c) Derecho al culto de Dios. Este derecho, que, como recuerda una nota de la Pacem in terris, había
ocupado la mente de León XIII, y que más tarde Pío XII en un memorable discurso había desarrollado
ampliamente en función de la sociedad pluralista del siglo XX, tuvo aquí una formulación que dio lugar a
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diversas interpretaciones, y que hoy se debe entender a la luz de la magnífica doctrina expuesta en la
«declaración sobre la libertad religiosa», del concilio Vaticano II.
d) Finalmente, el último de los derechos personales, que encierra ya una orientación social, en cuanto
incluye a la primera comunidad natural, la familia, con todas sus consecuencias. Por eso forma a veces un
grupo aparte, con la denominación «derechos familiares», aunque evidentemente el texto lo encuadra en
una perspectiva diferente, puesto que lo llama derecho a la libre elección de estado, y, por consiguiente, a
fundar una familia o a seguir la vocación del sacerdocio o de la vida religiosa.
Este derecho, que incluye toda la difícil problemática actual del matrimonio, de la familia, de la situación
del varón y de la mujer, de la educación de los hijos, ha sido objeto de un cuidado especial en la doctrina
de la Iglesia. El concilio dedicará al tema otro capítulo famoso de la constitución Gaudium et spes, donde
también aparece indicado expresamente este derecho.
Los tres siguientes grupos de derechos: económico, sociales y políticos, caen ya, de una manera
absolutamente directa y formal, en los diferentes capítulos de la doctrina social de la Iglesia. Aquí no
haremos más que señalarlos ordenadamente según esquema de la Pacem in terris. El concilio aludirá
diversas veces a algunos de ellos, pero en un contexto diferente y sin ninguna pretensión de orden o
sistematización.
a) Derecho al trabajo, con sus condiciones y con la exigencia de la libre iniciativa de su desempeño, o sea
con sentido de responsabilidad.
a) derecho de reunión;
b) derecho de asociación;
Como puede verse en esta sencilla y brevísima síntesis del esquema de los derechos fundamentales de la
persona presentado en la Pacem in terris, este capítulo de la doctrina social de la Iglesia viene a ser como
un apretado resumen de todo su contenido humano y social, que ha de ser desarrollado en sus lugares
correspondientes.
Compendio 149: La persona es constitutivamente un ser social porque así lo quiso Dios, es “inescindible1”.
Desde el origen tiene la característica de sociabilidad.
Tanto el párrafo primero como el segundo habla de la sociedad: el 1 habla de la sociedad necesaria y el 2
de la sociedad.
Es necesaria la sociedad para que la persona se perfeccione. Esto lo sabemos por nuestra “razón”, es ella
la que nos indica esa necesidad de vivir con otros. Es así como llenamos nuestros vacíos emocionales y
materiales, necesitamos explayarnos y para eso, muchas veces, necesitamos que otro descubra nuestras
cualidades y las explote.
Párrafo 2: Sociedad natural al hombre, es algo racional e instintivo. No pienso en estar en sociedad sino
que simplemente vivo en ella, pero nos hace distinto a los animales porque la persona tiene un instinto
humano por el cual reconocemos el valor de la sociedad e intentamos preservarlo.
La persona hace propicia la existencia de la sociedad porque tiene: 1) el don de la palabra (“me
comunico”); y 2) la voluntad y capacidad de razonar. Se descubre a si misma con sus pares y se
constituye en distintos grupos hasta que estos conforman la sociedad. Lo que busca la persona es
satisfacer necesidades o intereses materiales (hace referencia a lo temporal, a lo que me aqueja en este
momento a mi y al grupo) y a lo espiritual (el fin último o supremo al que queremos llegar como sociedad).
Es por eso que como persona busco dejar “mi huella”, lo mejor de mi, no me limito.
Decimos que la sociedad es “natural” porque no es un elemento accesorio o externo a la persona humana,
sino que: a) es inherente a ella, porque la posee desde el primer momento; b) se remonta al dogma de la
santísima trinidad (la triple persona que constituye una sola; padre, hijo, espíritu santo constituyen una sola
persona, una sociedad).
Si bien la sociedad es espontanea requiere del esfuerzo personal y comunitario para perfeccionarse. El
aprendizaje viene en un inicio de la familia pero con el correr del tiempo se generan necesidades que dan
una apertura de la persona, se abre hacia lo externo del núcleo familia hacia la “sociedad”. La misma
tendrá una calificación moral dependiendo del respeto que le dé a los Derechos Humanos, los individuos
que las componen la realizan como les parece a “todos” (todos es el equivalente al conjunto de ind ividuos
que la componen) que siempre tenderán a edificarla como digna.
Sociedad (concepto): es una asamblea visible y espiritual. Es una agrupación de seres humanos con el
objeto de alcanzar un fin común mediante el esfuerzo también común (significa que hay una unidad de fin
y de medio). “Es el todo formado por muchas partes” (esta última definición le gusta al Padre).
Casusas de la sociedad
Está compuesta: a) por un medio próximo que es un conjunto de individuos; b) por un medio remoto que
refiere al instinto gregario o sociable de la persona.
de los individuos no muere cuando la persona lo hace sino que continua en las generaciones futuras, por
los que las presentes debemos dejar una sociedad digna. Esto último es así puesto que la persona tiene
un fin propio como la sociedad, pero ninguno de ellos es realizable sin la existencia del otro.
Se responde con los elementos propios que la hace ser “eso” que es. En primer lugar, hay que distinguir
conjunto de personas como agrupación y como masa inorgánica. La segunda caracteriza por actuar por
reflejo (ejemplo, la multitud de gente que camina en un mismo sentido); mientras que la “agrupación”
conlleva la capacidad de constituir grupos (estar en “comunión” con otros, en común unión), participando
con libertad y discernimiento. Esta organización de personas permite gozar de beneficios comunes,
permite que la sociedad que se constituye sea “sana”.
En fundamental para su organización una “autoridad” que la conduzca y la mantenga unida. Pero esto no
significa que deba realizar una “nivelación” sino que es necesario implementar un “pluralismo social”,
significa reconocer que existen diferencias entre quienes la componen y que deben aportar en la cantidad
que cada uno pueda, dando posibilidad de desarrollo. Esto significa que la autoridad debe encaminar de
modo conveniente esta unidad social. ¿Cómo? Velando por los medios adecuados para encaminar a la
sociedad a su fin, que se encuentra delimitado por la comunidad que la compone (por ejemplo,
garantizando la justicia independiente de poderes político). La autoridad permite encaminar mi “yo
individual” (mi fin) con el resto, coordina los fines individuales de todos (los homogeniza), conduciéndolos
para cumplir el fin de la sociedad (“bienestar general de la sociedad, de los que la componen”). Debe ser
tomada como la “cabeza” del cuerpo”, quien promueve o encausa los fines para la realizacion del de la
sociedad.
Causa final
La causa final de la sociedad es el bienestar general de quienes la componen, esto significa: 1) velar por el
conjunto de individuos para que puedan cumplir con sus fines personales; 2) propiciar el desarrollo de los
derechos fundamentales, es el pueblo quien le da su poder, “su autoridad” y le indica el medio o el cómo
debe desarrollarlos. El pueblo es movido por Dios, esto colleva a: 1) la autoridad tenga fuerza moral; 2)
haya una participación divina de Dios en la autoridad.
Son la columna vertebral de la dsi ¿Por qué tratamos ppios y valores? Porque van juntos.
Cuando hablamos de ppios nos estamos refiriendo a un punto de partida, de donde nace o surge algo.
Todo lo que enseña la dsi se fundan en sus ppios. No pueden ser estudiados.
Porque hablamos de ppio y valores a la par, porque una persona encarna ppios y valores y lo lleva a lo
social. Si queremos estructurar una vida social mas ordenada debemos pensar en como los ppios y
valores actúan de manera conjunta, existen entre ambos una relación de reciprosidad.
Cuando yo hablo del otro ser humano ahí interviene la justicia. Es una agrupación de seres humanos. Que
tienen de común la justicia y la caridad. Ambas se vuelven efectivas en el marco de la convivencia. Justicia
es virtud cardinal, cardinal porque es una virtud principal, fundamental, elemental, es muy difícil vivir en
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sociedad sin pensar que sea efectivo encarnar la justicia. Por eso la justicia es una virtud cardinal y
fundamental. Por eso a la justicia la acompaña la prudencia en cuanto posibilidad de descernir el bien y el
mal. La fortaleza. La teplanza, moderación frente a los apetitos sensibles.
Los principios son aquellos conceptos de máxima generalidad, incluso universales, de donde inicialmente
surge todo demás; es aquello que fundamenta, es el inicio pero nunca es temporal (se sostienen en el
tiempo).
La palabra principio nos lleva a pensar que: 1) hay algo que existe después de ellos “post hoc”; y 2) son la
causa de algo “propter hoc”
Los principios sociales son “principios de reflexión”, son aquellos que constituyen las bases de lo que sigue
después de la DSI. Tienen carácter general porque tiene como destinatarios a toda la comunidad, y son
fundamentales porque dan apoyo al resto de los principios (sirven como “fundamento”).
Compendio 162: deben ser apreciados en la unión, conexidad y articulaciones; se debe tomarlos a todos y
ver cómo operan entre ellos (hay que vincularlos). Existe una íntima relación entre conexidad y
articulación, la articulación supone la conexidad y se da con posterioridad a esta última. La conexidad
implica pensar que todos los principios están conectado por lo que es imposible pensar en uno sin pensar
en los restantes. La articulación, por otra parte, es la actuación o aplicación de un principio en conjunto con
la aplicación de otro (hay un movimiento conjunto).
Compendio 163: en el campo de los principios sociales hay que tener en cuenta “la verdad de la sociedad”.
Esta está compuesta por un aspecto teórico y por otro práctico: a) lo teórico es el conocimiento, que
implica lo que uno ve, veo la realidad tal cual es; b) lo práctico es lo guía el actuar propio de la sociedad.
a) La primera son aquellas que no dependen de la voluntad de las personas, algo que no se puede
modificar, lo único que puedo realizar es una descripción (por ejemplo, la sociología que explica
qué pasa y cómo anda una sociedad determinada).
b) Mientras que las verdades practicas representan un “deber ser”, algo prescriptivo/ dióntico, significa
que para llegar al fin o al bien es necesario que se actue de determinada forma (ejemplo, ética,
moral, DSI).
Bien común
La noción de bien común, fue desarrollada en la encíclica "Quadragesimo Anno” del papa Pío XI, es "el
conjunto de condiciones de la vida social que hace posible a las asociaciones y a cada uno de sus
miembros el logro más fácil y más pleno de la propia reflexión” (DIJERON EN CLASE QUE HAY QUE
SABERLO DE MEMORIA). Es el bien que logra una sociedad para que los miembros que lo integran
alcancen el logro de su bien, sino hubiera paz no sería posible realizarnos individualmente y como
sociedad por lo que es imprescindible y las autoridades deben asegurarlas.
Solidaridad
Es algo que esta compacto, unido, solido. Compartimos el bien que nos une (artículo 14 de Constitución
Provincial). Este principio expresa que en la sociedad hay unión, y que lo que afecta a uno afecta a todos.
No solo desde la autoridad se debe buscar el bien común, sino también internamente desde cada uno de
los miembros de la sociedad, para uno mismo y para el resto.
ART. 14 – CP: Principio de solidaridad. la provincia reconoce y garantiza los derechos inviolables de la
persona, sea como individuo, sea en el seno de las formaciones sociales donde aquélla desarrolle su
personalidad, y exige el cumplimiento de los deberes inexcusables de solidaridad política, económica y
social.
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Subsidiariedad
Del latín subsidium, que significa ayuda. El principio establece que en la vida social los órganos sociales
superiores tienen que concurrir en ayuda de los órganos sociales inferiores cuando estos no pueden
alcanzar sus objetivos por si mismos; pero esa ayuda debe ser dada para que el órgano inferior pueda
lograr por sí mismo sus propios fines. Así como hay que evitar la total autoridad y la total libertad, este
principio también tiene posibilidades viciosas que pueden ocurrir: a) que el estado se desentienda de los
cuerpos de la sociedad; b) negar el principio de subsidiariedad por concentrar en el estado todos los
órganos sociales (se pierde la libertad).
Libertad
El principio de la libertad urge de la propia constitución humana, en cuanto todos tenemos pensamiento y
voluntad. La DSI considera que la autoridad está para resguardar, ordenar y conducir las libertades hacia
el bien común (lo integra), ya que cuando uno no puede hacerlo libremente necesita “ayuda”. La libertad
tiene dos direcciones:
a) Libertad de coacción: implica que nadie me esté obligando o forzado a actuar. Vemos un aspecto
negativo, de “No me obligue”, “No me fuerce”; es decir, soy libre de que no me obliguen, para poder decidir
mis acciones.
Los socialistas aplican un modelo sin subsidio por lo que se pierde la libertad.
La autoridad
La palabra autoridad tiene su origen etimológico en la expresión auctoritas (que a su vez deriva de “auctor”
que significa aumentar, promover, conducir). La autoridad es aquella que tiene el poder o preeminencia
para conducir a las personas (en conjunto) hacia el bien común; vale decir, que se unifican las acciones.
La DSI señala los siguientes requisitos de la autoridad:
- que tenga una eminencia, en el sentido que sobresalga respecto a los demás miembros dentro de los
valores de la sociedad (cualidades de pertenencia y eminencia).
La DSI dice que la autoridad viene de Dios (pero no como lo entendieron las monarquías) ya que Dios al
constituir la naturaleza humana y la necesidad de socializar y tener una autoridad, la establece.
La autoridad requiere de legitimidad de origen y de ejercicio. En cuanto a la primera, Dios establece la
necesidad de que haya una autoridad (pero no establece quien va a ser esa autoridad, cuya elección
queda librada al consenso entre los miembros de la sociedad), es decir, que los miembros son los que
deben determinar quien será la autoridad. Con respecto a la segunda, la legitimidad de ejercicio se verifica
en tanto y en cuanto quien ejerce el poder lo haga en miras al bien común. Dijo Napoleón "La bayoneta es
muy útil para muchas cosas, pero no para sentarse sobre ellas" es decir, que se puede llegar al poder por
la fuerza, pero no se puede gobernar desde la fuerza" La autoridad actúa como causa eficiente de la
sociedad, ya que la organiza en miras del bien común. Si la autoridad se colocase como causa final de la
sociedad, habría tiranía. (no está el en servicio de la sociedad, sino la sociedad en servicio de la
autoridad).
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La causa material de la sociedad son las conductas, o en términos de Cossio, “conductas en interferencia
intersubjetiva”. Si en esas conductas hay estabilidad, seguridad de que van a ocurrir, y agradabilidad,
surgen los llamados Hábitos de Conducta. En la voluntad existen dos tipos de hábitos morales: La Virtud
(que se dirige a conductas moralmente buenas) y los vicios (que se dirigen a conductas moralmente
malas). Para que funcione la sociedad, se necesitan dos virtudes sociales: La justicia y la caridad. Ambas
virtudes necesitan una apertura al otro que supere el egoísmo, es decir, no ponerse a sí mismo como
referencia, sino tomarlo en cuenta al otro. El papa Pablo VI dijo lo que hoy es un principio de la DSI: "todo
hombre es mi hermano" porque todos tenemos el mismo Dios padre.
La justicia
Lo opuesto a la virtud es el vicio, el vicio se opone a lo virtuoso. La justicia y la caridad, son un habito, es lo
común, lo que hago todos los días. Si digo que es operativo, digo que tiene que intervenir la voluntad.
Justicia: virtud moral. Constrante y firme voluntad de dar a cada uno lo que le es debido. Si hablamo lo de
constante y firme : habito. Dar a cada uno lo que le es debido, cada uno es una persona como nosotros
con dignidad merecedor de lo que le es debido. Lo que le es debido: ddhh.. La justicia presupone la
existencia de los derechos, los derechos como fuerza moral. Todos los d se apoyan en las leyes, pero es
necesario nreconocerlos en los demás. Por ende, ningún derecho es absoluto. Alli donde empiea el
derecho de los demás empieza el mio. El derecho implica la posibilidad de ser, o hacer o adquirir algo
como propio.
Los derechos se asientan y son reconocidos por la gente. Alli donde no son reconocidos. La justicia no es
una simple convención humana. Lo que es justo esta determinado por la identidad del ser humano. La
existencia de la justicia implica la existencia de dos partes perfectamente individualizadas, si no hay esa
alteridad necesaria no existe la virtud, si o si deben existir dos partes. “lo debido” la existencia de una
deuda que si o si es pagable o si o si debe ser efectiva.
La justicia es una virtud. Y como tal es un hábito o modo de ser que perfecciona al hombre. En la
virtud se dan el abrazo el ser y el deber ser del hombre, lo ontológico con lo deontológico, porque el hábito
comunica al ser humana una inclinación constante del ser hacia el deber ser, y así se ordena y se
regulariza la vida humana.
Por lo tanto, decimos que es hábito operativo bueno, que hace bueno al que la práctica y la posee y
también hace buenas sus actos y sus obras. La justicia como virtud hace referencia o pone el foco en un
sector del bien humano, ese sector es el de las relaciones del hombre con los demás.
Por lo tanto, para que se de la justicia, o para que exista justicia es necesario que se cumplan una serie de
presupuestos:
- y el reconocimiento de una igualdad. Esta igualdad no es absoluta, porque si bien hay una
igualdad de seres humanos en cuanto esencia, y naturaleza biológica y espiritual, existe también
una diversidad accidental (talentos, capacidades, virtudes, vicios y comportamientos).
Cómo se dijo, la justicia es una virtud cardinal, junto con la templanza, la prudencia y la fortaleza, y a
ellas se reducen todas las otras virtudes que pueden llegar a existir, o bien tienen alguna relación de
dependencia con ellas.
Cómo virtud cardinal, la justicia es el hábito operativo bueno, hábito moral, que inclina la voluntad
a dar a cada uno lo que es suyo.
El objeto de la justicia es lo suyo, es decir dar a cada uno lo que le corresponde. Este es el primer punto
de distinción con la caridad. En la justicia se da a cada uno lo que es suyo, su derecho, lo que le
corresponde, en cambio en la caridad se da a otro lo que es propiamente mío.
Las notas características de la justicia son la alteridad, la igualdad, y la deuda o débito. Estos
elementos o notas características se dan en todas las especies de justicia, aunque se verifican de manera
diferente.
La alteridad como elemento o nota característica de la justicia implica que es necesaria una relación que
se establece o se instaura entre dos términos realmente distintos. Personas físicas, personas jurídicas, o
personas públicas. Por lo tanto, si hay dos términos, es necesaria y evidente la bilateralidad. La justicia
exige alteridad y bilateralidad. Dos términos.
La igualdad es el fundamento de la justicia, es decir, para que haya justicia es necesario que los diversos
seres o términos de la relación pertenezcan a la misma especie. Por lo tanto, el hombre no puede tener
relaciones de justicia con individuos de otra especie, y tampoco cabe hablar de relaciones de justicia
respecto a Dios. La igualdad además de ser fundamento de la justicia es un ideal que busca la justicia.
Busca que se respete la esencia del hombre, su dignidad y los derechos humanos. Y además busca
eliminar las desigualdades que no están fundados en motivos objetivos.
La justicia supone tomar una igualdad básica exigida por la naturaleza y por la esencia de la persona
humana, pero también reconociendo las desigualdades o diferencias reclamadas por los méritos de los
hombres. La justicia supone reconocer la igualdad de los hombres ante la ley, la igualdad económica
relativa, y la igualdad de oportunidades.
La deuda pagable como elemento o nota característica de la justicia, es lo suyo, lo que le corresponde al
otro. Esta deuda como dijimos debe ser pagable o soluble, y una vez pagada desaparece la deuda y la
relación se disuelve, y la justicia cumple su objeto.
GENERAL O LEGAL
ORGÁNICA
DISTRIBUTIVA
JUSTICIA
INORGÁNICA (CONMUTATIVA)
La justicia orgánica tiene en cuenta el factum sociale, es decir, considera a los hombres como
miembros de la sociedad, obligados a realizar el bien común, y a la sociedad como un todo que está
obligada a respetar a esos miembros y a lograr su bienestar.
La justicia inorgánica no tiene en cuenta el factum sociale, y por lo tanto se enfoca en el hombre no
como parte de un todo, sino que mira al hombre en sus relaciones interpersonales con otros hombres,
desde un punto de vista individual.
Se llama así, conmutativa de commutatio, porque tiene lugar especialmente en los contratos y cambios del
mercado. La alteridad se da en virtud de los dos términos que aparecen en esta relación, y cada uno de
los términos son personas particulares, distintas entre sí, que pueden ser individuos o personas físicas, o
bien personas jurídicas particulares. (No hay relación de parte a todo o de todo aparte).
Las personas públicas como el Estado Nacional, Provincial, o Municipal si pueden ser sujeto o término de
la relación de justicia conmutativa, siempre y cuando intervengan como personas particulares. Por ej.
Ejecución de honorarios contra la Municipalidad (abogado particular vs. Municipalidad); Pactos
internacionales bilaterales entre estados.
La alteridad, es rigurosa y perfecta, hay distinción real entre sujeto y término. Un término, no es parte del
otro, son dos seres distintos entre sí.
La igualdad, también se da, y de forma rigurosa y objetiva. Porque se fija en el valor objetivo de las cosas
o de los servicios que se intercambian.
La deuda que se tiene que saldar, lo que se tiene que dar, es estricto, perfectamente definido en términos
matemáticos. Porque las cosas, y los servicios tienen un valor definido, un precio cierto.No solo
cuantificable en dinero, sino que tiene que ver con el honor también.
Por lo tanto, y reiterando, el objeto son las numerosas relaciones privadas que existen entre los individuos
y entre sociedades privadas.
Sin perjuicio de ello, la justicia conmutativa contribuye de forma mediata a la realización del bien común,
porque si está garantizado lo propio de cada uno, habrá paz y seguridad, y se darán las condiciones del
bien común. Y viceversa.
La justicia conmutativa es la justicia más rigurosa, porque en ella se dan las tres notas características de la
justicia: alteridad, igualdad y deuda, de manera más plena y pura.
Sin embargo, que sea la forma de justicia más rigurosa o más plena, no implica que sea las más
importante. Porque las tres formas de justicia son imprescindibles, porque cada una de ellas cumple una
misión y realiza un objetivo específico. La ausencia de alguna de ellas genera malestar social.
En estos casos la alteridad no es completa, porque no considera a los hombres como átomos dispersos
e individuos perfectamente separados, sino más bien como miembros y partes de una organización mayor.
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También hay una deuda, pero esta deuda no es matemáticamente definible como en la justicia
conmutativa, pero existe. Y es el bienestar general. Hay mutua deuda del todo para con las partes y de las
partes para con el todo.
En otros términos, es la virtud que inclina la voluntad del gobernante a la organización de la sociedad y a
la formulación de la ley conforme a las exigencias del bien de todos, e inclina a la voluntad de los súbditos
al cumplimiento de la ley y a la cooperación al bien común.
Se llama justicia general, porque tiene por objeto directo e inmediato el bien común, o el bien general.
Téngase presente que las demás justicias también procuran la consecución del bien común, pero de forma
mediata o remota.
Asimismo, se denomina legal porque la ley es el medio normal para lograr una buena organización y
funcionamiento adecuado de la sociedad.
La alteridad se cumple, pero de manera imperfecta. Tenemos dos términos, por un lado, la sociedad (el
todo) que es el sujeto del derecho, a quien hay que darle lo que le corresponde, lo suyo o su derecho, y
por otro lado tenemos a las partes y miembros de la sociedad sobre los que recaen la obligación de
contribuir al bien común. El deber de lograr la justicia general o legal recae en los gobernantes y en los
ciudadanos. En los gobernantes porque ellos organizan la sociedad, crean instituciones y políticas para
lograr el bien genera o bien común (es el arquitecto). Y en lo ciudadanos porque son partes componentes
de la sociedad y a ellos les toca el cumplimiento de la ley y la cooperación al bien común (obreros).
JUSTICIA DISTRIBUTIVA
Es el habito operativo bueno del gobernante de repartir entre las partes los empleos, los cargos, y
beneficios en proporción a los méritos, y las cargas comunes en proporción a las posibilidades de
cada uno.
Se da la alteridad también, pero de forma imperfecta o incompleta. Tenemos dos términos, por un lado,
los ciudadanos, o el ciudadano (parte del todo), a quien hay que darle lo que le corresponde, lo suyo, o su
derecho, y por otro lado tenemos la sociedad o el todo sobre quien recae la obligación de dar a cada uno
lo suyo.
Son las mismas partes de la justicia legal o general, pero en este caso la relación es inversa: el sujeto de
derechos es la parte, en la legal el sujeto de derecho es el todo.
El objeto de la justicia distributiva, es distribuir, repartir o dar, cosas agradables (cargos, empleos,
beneficios, recompensas) y cosas desagradables (cargas personales, impuestos). Y el criterio para
distribuir es la persona humana, los méritos personales, la situación y las posibilidades de los ciudadanos.
Para la distribución de las cargas impositivas, el criterio es la situación y las posibilidades económicas.
Para la distribución de los beneficios, cargos y empleos, el criterio es la capacidad, el talento y el mérito de
los individuos. Y por lo tanto atenta contra la justicia distributiva el principio de influencias.
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La vamos a entender la sociedad tiene la ob de saldar su deuda con cada uno de nosotros, los acreedores
somos nosotros, los ciudadanos, esperamos recibir de la sociedad para vivir bien y en paz, acceso a la
justicia a la justicia . La distributiva es reconocer que todos somos seres humanos y con dignidad.
JUSTICIA SOCIAL
La Justicia social no es una nueva especie de justicia. La justicia social equivale a lo que hemos
denominado justicia orgánica, la cual abarca la justicia legal y la justicia distributiva.
Muy utilizada por el papa pio 11. Si no existiese la sociedad a justicia seria algo innecesario. El hombre
solo puede practicar la justici
Por lo tanto, las cuestiones relativas a la justicia conmutativa no pertenecen a la justicia social. Pero puede
ocurrir, como ocurrió en otros tiempos que algunas cuestiones que son de justicia conmutativa, luego
pasen a ser consideradas por la justicia legal o general, y en ese sentido ya pasa a la órbita de la justicia
social.
La idea de justicia social nace en el apogeo de liberalismo económico, en plena vigencia de laissez faire,
que concibe al mundo económico como un mundo independiente de la intervención del estado y de los
principios del orden moral.
Este ámbito facilitó la iniciativa privada, la invención, el progreso y el desarrollo de la producción, pero
también produjo una inadecuada distribución de la riqueza generando dos clases antagónicas, y el
consecuente desgarro de la sociedad.
La justicia social, en este contexto, pide la aplicación de los principios de la justicia orgánica al
orden económico a fin de obtener el bien común, y de hacer partícipes de tal bien a todos los
miembros de la sociedad.
Desde el punto de vista legal, la justicia social postula la intervención de la ley positiva en el orden
económico, para corregir los vacíos y los desvíos de las leyes naturales del mercado.
Ante el abstencionismo del Estado, la justicia social procura que por medio de las funciones estatales
adecuadas se intervenga, de manera prudente para corregir aquellos males que ocasionó el libre juego de
las leyes de oferta y demanda, y demás leyes económicas.
Desde el punto de vista distributivo, la justicia social destaca la dignidad de la persona humana y exige
una justa distribución de los bienes económicos para poner a salvo la libertad real y la dignidad del ser
humano.
La justicia social procura en el orden económico lograr la expansión y eficacia de los servicios públicos,
realizar la promoción de la producción y del progreso económico (pleno empleo), lograr una más justa
distribución de la riqueza, porque la propiedad privada es un derecho natural, limitado por las exigencias
sociales. En el orden político, la justicia social postula el completo y pleno goce de los derechos humanos.
La caridad es una virtud teologal porque tiene que ver con DIOS, también inspira a la bondad. Mira la
relación del hombre con Dios que siempre existirá aun cuando nos alejemos del porque del amor a Dios
viene el amor a los pobres. También es una virtud teologal por la cual se ama a Dios sobre todas las cosas
y por el mismo y a nuestro prójimo como a uno mismo, lo que es la medida justa del amor. La relación con
Dios es filial.
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La caridad es una virtud de tipo eterna porque pierde la vida y existirá un juicio final vinculado con la
relación que se tuvo con los demás y con Dios. Esta virtud tiene la posibilidad de hablar del tú y del yo, no
como una suma sino como uno que tiene una relación. Es el alma de la sociedad.
Se distingue de la solidaridad que puede ser principio o virtud. La solidaridad es el móvil de la vida social.
Existe una caridad de tipo social y dentro del orden social existen todas las virtudes y ellas deben hacerse
públicas a los demás.
La familia es la comunidad de vida de padres e hijos, designa por una parte al grupo consanguíneo entero
y por otro, al hogar doméstico de los que viven bajo el mismo techo. La familia se erige como el mismo
fundamento de la sociedad, como la “semilla natural“, “célula madre” de todo el orden social, cuestión que
fue enseñado desde siempre por la Iglesia. La misma Rerum Novarum razona sobre tal cuestión.
Es por ello que la Familia se erige como el primer lugar en donde el hombre aprende a socializar, en
donde el hombre se diferencia de otras especies animales, indefensas y sin inteligencia, ya que, viene a
hacerse “hombre del hombre”, “hacerse ciudadano”, porque la familia no es otra cosa que esa sociedad
originaria y fundacional. En definitiva en la familia opera la primera educación de los hábitos morales, y
entre ellos, las virtudes cívicas, sociales y políticas.
El propio Papa Pío XII llamaba a la familia “fuente primaria y necesaria de la sociedad humana” y “célula
embrionaria” o “célula madre”. Advierte que cuando ella deja de “ser el fundamento de la sociedad, el
ámbito de toda educación y cultura”, entonces la sociedad misma se desliza hacia la despersonalización y
la masificación.
Juan XXIII enseña que a la familia hay que atenderla con suma diligencia tanto en el aspecto económico y
social como en la esfera cultural y ética; todas medidas que tienen como fin de consolidar la familia y
ayudarla a cumplir su misión. La familia de suyo prefigura la cohesión interna y la calidad moral de la
sociedad entera. Otro Papa que debe citarse es León XIII quien habla de la extraordinaria influencia de la
educación doméstica en las almas infantiles, señalando que “si la juventud halla en el hogar los criterios de
una vida virtuosa y como un entrenamiento para las virtudes cristianas, quedará en gran parte garantizada
la salvación de los mismos Estados”. La familia es la primera escuela de todas las virtudes sociales, que
todas las sociedades necesitan. Cuál es la familia, tal es la Nación, porque tal es el hombre.
Ahora es claro que la familia y el matrimonio se encuentran amenazados por una serie de acontecimientos
que en el mundo y sociedad actual cada vez se encuentran más naturalizados, como ser, la poligamia, la
epidemia del divorcio, el llamado amor libre y otras deformaciones. Entre otros atentados, si volvemos
sobre la Casti connubi, podremos encontrar algunos de los errores teóricos y prácticos que amenazan a la
institución familiar. Pueden nombrarse; el menosprecio de la santidad del matrimonio y la naturalidad con
las que se habla de divorcio, adulterio y lujuria, las teorías que niegan el matrimonio y la familia de todo
fundamento en la naturaleza, la tendencia a entregar normas morales y legales que rigen al matrimonio y
la familia al arbitrio de la voluntad humana, la proposición de nuevos modos de unión, las diferentes
prácticas anticonceptivas, prácticas eugenésicas, el ejercicio sexual extramarital o liberado, los atentados
contra el matrimonio como sacramento.
Sexo, sexualidad y género (clase del Padre, el caso que se cita lo dio como ejemplo y lo explico queda a
criterio de cada uno si creen que es importante o no)
Para entender estos tres conceptos debemos analizarlos primero desde sus dimensiones propias: 1) Bio-
2) Psico-Espiritual- 3) Social
Es el plano del SEXO. Este se constituye en el mismo momento que lo hace el individuo humano (en la
fecundación). Cuando es concebido un nuevo individuo (al fusionarse los cromosomas) se constituye que
formula genética va a tener; si es XX es mujer, si es XY es varón y esta es una cuestión biológica y
objetiva, es decir que es independiente de lo que uno quiera ser. De ahí deriva la morfología de su cuerpo
y, principalmente al tema que nos concierne, las gónadas (órganos sexuales propios de cada género),
consecuencia directa de ello va a ser el desarrollo fisiológico.
Diferencia entre lo morfológico y fisiológico: Fisiología es el funcionamiento. Por ej. Uno puede tener un
problema morfológico: que le falte un riñón. Problema fisiológico: que le funcione mal un riñón. Los
problemas pueden o no ser de origen genético, son de origen genético aquellos problemas que están
desde la gestación, hay otros problemas que se producen por otra causa, agente externo, situación de la
vida. La fisiología sexual alcanza su pleno desarrollo recién en la adolescencia y en la juventud, es posible
que no se produzcan las hormonas necesarias.
Es donde la persona vive su sexo, el campo espiritual es cómo desde ese campo psicológico la persona
lleva adelante su proyecto de vida.
Refiere al pensamiento y las emociones; es el campo subjetivo de las personas donde se va formando la
personalidad masculina o femenina y se va dando el aspecto espiritual y el descubrimiento del sentido
completo de la vida. Esta etapa se va formando desde el niño hasta los tres años, fuera de lo que
expresamente le damos materialmente, el niño esta incorporando muchos elementos, de tal manera que
los primeros tres años del niño son fundamentales, muchas cosas que no se sabe explicar, las raíces
están allí, por eso muchas veces en el trato entre adulto aparecen cosas, es que tal vez ni la propia
persona no tenía en su psicología esas cosas, para la comprensión de uno mismo y de los demás.
Campo de la Personalidad: “conjunto articulado de rasgos subjetivos y objetivados”. Cuando decimos tiene
una personalidad de esta manera, o de la otra. La personalidad es la que nos da una diversidad
psicológica de masculino y femenino. La neurociencia va descubriendo la base cerebral de la diversidad
entre varones y mujeres, es bastante comprensivo, porque las hormonas son diversas.
De esta psicología se proyecta a la espiritualidad, es decir el campo donde cada uno concibe que quiere
hacer de su vida. Desde el campo de la espiritualidad también se influye en la psicología de la persona.
Encontramos 3 niveles:
b) Nivel Afectivo: De aquí surge el segundo nivel que es el de la autoestima que puede ser positiva
(cuando al conocerme tengo emociones positivas) o negativa (cuando al conocerme no tengo emociones
positivas), aparecen aquí las emociones y búsqueda de sentirme bien con los que son del mismo sexo.
Como se autopercibe el individuo con lo que ve y con lo que siente, desde lo cognitivo se produce lo
afectivo.
c) Nivel De Conducta: Del segundo nivel que es subjetivo deriva el tercer nivel, que es el de las conductas
que proyectan hacia el exterior lo que hay dentro de una persona. Hay dos tipos de conductas: podemos
distinguir las conductas sexuadas (que son todas), marcadas por la identidad sexual, por ejemplo la
manera de caminar, de hablar, de pararse, etc. Por otra parte existen las conductas estrictamente
sexuales que son aquellas en las que se activan o involucran los órganos genitales o ligados a la
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reproducción (los senos no son órganos genitales, pero están relacionados a la reproducción). Toda
conducta humana “en alguna medida” exterioriza la sexualidad de una persona.
Hay 3 niveles:
a) Ética: El de la ética es aquel que a ciertas conductas las considera virtuosas y a otras viciosas; se trata
del campo del deber ser de lo bueno y de lo malo. La perspectiva de género analiza como las diferentes
corrientes éticas consideran el deber ser del varón y de la mujer. Hay por ejemplo importantes corrientes
éticas que consideran que la mujer no es igual al hombre en derechos. NIVEL DEONTICO.
b) Costumbres: Dependen de la ética aunque no totalmente, sino parcialmente las costumbres sociales,
¿qué pasa en una sociedad? ya que a veces ocurre que en una sociedad todos coinciden en que
éticamente las cosas deben ser de cierta manera, pero en la práctica no lo hacen. Por ejemplo si en una
familia el hombre le pega a su mujer, no es ético, pero está en la costumbre. NIVEL DE HECHO
c) Leyes y normas: Como varia la normativa respecto de cómo se percibe al hombre y la mujer. Por
ejemplo, nos encontramos con leyes como la Sáenz Peña (N° 8871/18) que estableció el voto universal,
sin embargo pasaron más de 3 décadas para que se entienda que lo universal también comprendía a la
mujer. Otro es que antes se penaba el adulterio de la mujer.
❖ INTEGRALISTA
Considera al ser humano como una unidad SUSTANCIAL de tal manera que la identidad de una persona
incluye las tres dimensiones. Hay una INTEGRALIDAD DE UNA PERSONA.
❖ NO INTEGRALISTA
Son por lo general todas las teorías de género, tienen mayor fuerza mediática, mayor impulso activo. Se
presentan como las únicas. Sostienen que la identidad de la persona solo está dada por los campos 2) y 3)
es decir que el campo biológico no es determinante en la persona, no es constitutivo, que la identidad de la
persona solo se establece por lo psicológico, espiritual y social, es decir que se construye por cada
persona. Ej. Una revista para niños de educación sexual, dice que en el caso de un parto, sale el médico
para decir: “ha tenido usted un niño o una niña” está exagerando mucho, lo que la madre ha tenido es una
criatura de la especie humana de un sexo determinado, los varones, las niñas se fabrican. Se presenta
como “sistema de género”. Sostiene que el plano biológico (A) es irrelevante y no tiene ningún significado
en la vida de las personas. Por el contrario, lo decisivo en la vida humana comienza en el plano
psicológico (B) y se proyecta hacia el plano del género (C).
Lo que está en juego es entender dos antropologías, dos maneras de entender al ser humano.
El autor del llamado Dualismo fue el Dr. John Money, famoso por su fracaso en el experimento para lograr
demostrar su teoría, en el caso que el mismo llamó “John/Joan”
David Reimer nació en 1965 como Bruce Reimer en Canadá, era hermano gemelos. A ambos se les
diagnosticó fimosis a los seis meses de nacer por lo que fueron circuncidados. El urólogo encargado de la
operación utilizó un método de cauterización poco utilizado que quemó los órganos genitales de Bruce.
La preocupación de sus padres de que su hijo no fuera a ser feliz ni que pudiera llevar una vida sexual
normal les llevó a consultar al Dr. Money, psicólogo conocido por sus trabajos sobre los roles de género y
desarrollo sexual, quien sugirió empezar la educación de Bruce como una niña. Los padres se
convencieron de la reasignación y a los 22 meses se le practicó una orquidectomía, extirpándole los
testículos y cambiando su nombre y tratándolo como si fuera una auténtica niña.
Money vio una oportunidad para usar a David como parte de un experimento y probar así su punto de
vista de que la identidad de género no es innata, sino que está determinada por la crianza. El caso de
David Reimer era único para estudiar la influencia del entorno en los roles de género ya que su hermano
gemelo Brian podía servir como sujeto de control del experimento por compartir el 100% de los genes y el
ambiente familiar e intrauterino.
Money estuvo viendo durante más de 10 años a David para evaluar el resultado de la operación y la
reasignación. Durante la adolescencia le suministraron estrógenos para provocar el crecimiento de los
pechos, sin embargo cuando el Dr. Money intentó convencer a la familia para implantar a Reimer una
vagina mediante cirugía, la familia abandonó las visitas de control.
A los 13 años, David empezó a sufrir depresiones, y les dijo a sus padres que se suicidaría si le obligaban
a ver de nuevo al Dr. Money. A los 15 años sus padres le contaron la verdad y Reimer decidió asumir su
papel masculino, y se puso de nombre David. A los 32 años se sometió a un tratamiento para revertir la
reasignación y conoció a una mujer con la que se casó, sin embargo en 2004, a sus 39 años la policía
llamó para comunicar su suicidio.
El problema es que las cirugías y demás cambios exteriores son muy superficiales y no llegan a cambiar la
corporeidad de un individuo, se produce la ruptura entre la biología, la psicología y lo social, y por eso es
que la DSI critica la teoría de género, y toma postura en cambio por la teoría del integralismo que entiende
que somos cuerpo y no podemos prescindir de él.
En cuanto al origen, es necesario remitirse a la necesidad propia del hombre el cual, no puede concebirse
en soledad. Es por eso que Dios creo un perfecto complemento para el hombre, que es sin lugar a dudas
la mujer, ya que Eva surge de Adán. Al darse esta unión, fue también que el Creador les solicita o
encomienda una especie de misión referente a que ambos debían fecundar. Es remarcable el hecho de
que al generarse esta unión entre Adán y Eva, se vislumbra al primer modelo de pareja humana.
Además, el matrimonio como sacramento, encuentra su apoyo en diversos puntos importantes. El primero
de ellos tiene que ver con la libre voluntad de los cónyuges; es un designio que depende en primer lugar
de Dios pero también dependerá de la vocación de las partes. Es así mismo un derecho natural, un
sacramento entre bautizados. Este sacramento surge de una misa, en donde el sacerdote actúa como
testigo y es necesario que los contrayentes tengan el sacramento de la Eucaristía. Por supuesto que, no
debe perderse de vista que el Matrimonio es sin dudas, un acto humano.
El matrimonio fue elevado, protegido y confirmado por diversas leyes y no por el hombre sino por Dios,
autor de la naturaleza, por consiguiente leyes que no pueden estar bajo ningún punto de vista sujetas a
ningún arbitrio de los hombres, a ningún pacto contrario ni siquiera por los propios contrayentes.
La Gaudium et spes afirma que por su índole natural, la institución del matrimonio y el amor conyugal
están ordenados por si mismos a la procreación y a la educación de la prole, con las que se ciñen como
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con su corona propia. De esta manera los cónyuges al unirse en matrimonio ya no son dos, sino una sola
carne. Pablo VI en su Humana Vitae establece que “el matrimonio no es un producto que haya
evolucionado por fuerzas materiales inconscientes, sino por la sabia institución del Creador para realizar
en la humanidad su designio de amor.
El matrimonio tiene pues, dos fines esenciales: el amor mismo de los esposos, y la generación y
educación de los hijos. Estos dos fines componen una íntima y profunda unidad, siendo inseparables. El
amor conyugal mismo esta ordenado a la prole. Ambos fines a su vez, determinan las propiedades
esenciales del matrimonio como ser su unidad, su indisolubilidad y su fecundidad.
Enseña la Iglesia, como intérprete de la ley moral natural, que el Matrimonio en principio, resulta ser
indisoluble, ya que lo que Dios unió, el hombre no puede separar. Hoy en el mundo, es posible observar
las “dos campanas”, por un lado matrimonios debidamente consolidados y fuertes, y por el otro una posible
separación de esposos a la luz de la sombra del divorcio como institución legalizada. Ya se destacan los
fenómenos nocivos del divorcio y del consecuente “espiral de divorcio”, teniendo en cuenta la Encíclica
Arcanum de León XIII (1880); estableciendo claramente que el primer enemigo de la familia es el divorcio,
el cual nace de la depravación de los pueblos y a las más relajadas costumbres de la vida tanto pública
como privada. Es por ello necesario establecer un freno a lo que representa el divorcio frente a la
incontinencia propia del humano tendiente a caer en este tipo de cuestiones.
Lo que en 1880 era ya una constatación inicial, pero también una denuncia profética escrutadora de los
signos de los tiempos, ha llegado a ser hoy una consumada evidencia. Con lo cual se puede afirmar que el
divorcio hoy es una plaga social, como tal ha remecido a la sociedad en uno de sus resortes más
profundos. EL incumplimiento de los compromisos conyugales lleva consigo una deslealtad generalizada
que afecta toda especie de compromiso moral y legal; el divorcio produce en los hijos de la ruptura del
medio indispensable de su educación el divorcio, trae más divorcio.
San Juan Pablo II enseñaba que “la conexión íntima entre la familia y la sociedad, impone también que la
sociedad no deje de cumplir su deber fundamental de respetar y promover la familia misma. La sociedad y
más específicamente el Estado, debe reconocer que la familia es una sociedad que goza de un derecho
que le es propio y primordial”.
Ya desde la Rerum Novarum, la Iglesia criticaba las ideas del socialismo desde el punto de vista de la
familia estableciendo, que ninguna ley humana podía quitarle al hombre el derecho natural y primario de
casarse, ni limitar, de cualquier modo que sea, la finalidad principal del matrimonio instituida por Dios:
Creced y multiplicaos.
Partiendo de la lógica de que la familia es anterior a la sociedad civil, se puede concluir entonces en que
sus derechos y deberes también anteriores y naturales. La potestad civil no puede penetrar con su arbitrio
hasta la intimidad de los hogares, ya que es un error grave y pernicioso.
Un derecho fundamental de la familia es el derecho del padre de familia a recibir por su trabajo un salario
justo, que sea suficiente para cubrir las necesidades primordiales del grupo familiar, se busca con ello
poder hacer frente con dignidad, todas las obligaciones familiares. En el mismo orden de cosas tiene o
reviste importancia suprema el hecho de que la familia tenga acceso a una vivienda que haga posible esa
creación moral y cultural llamada hogar.
Este bienestar mínimo de la familia exige, a su vez, la presencia activa de la mujer como esposa y como
madre, en el hogar. No se puede dejar de lado esa particular función de la mujer como corazón del hogar y
en el seno de la sociedad, según recuerda Pablo VI.
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En toda sociedad surgen formaciones o estamentos integrados por personas con afinidades e intereses
comunes, que no resisten a las características propias de los cuerpos intermedios. En toda sociedad se
producen estratos o niveles integrados por personas y familias que ocupan una determinada posición
económica, cultural o de nacimiento.
Hay dos sistemas de diferenciación de clases bien marcado. El primero de la estratificación rígida que
pertenece a pueblos orientales y muy tenida en cuenta en la antigüedad. La división se hace según los
nacimientos. Son las denominadas castas. La principal característica de este sistema es la imposibilidad
de movilidad vertical, es decir no es posible pasar de una casta a otra. El otro sistema es el llamado de la
estratificación simple; que es el que se ha ido formando en Occidente, luego de la Revolución Francesa
y la Industrial. Aquí surgen las clases altas, medias y bajas. En la primera ubicamos a los ricos y
pudientes, luego en la segunda, al profesional, comerciante, pequeño empresario e intelectuales y en la
tercera a los pobres obreros y desamparados. La distinción con el anterior sistema es que si permite la
movilidad vertical. En efecto, pueden los de clase baja ascender, así como los de clase alta descender.
Por clase social se entiende un conjunto de individuos y familias que ejercen una misma industria o
profesión, o que se encuentran en una misma posición social, con intereses comunes, muchas veces,
contrapuestos al del otro grupo.
Ahora bien, existen autores que establecen que la división en clases del cuerpo social se trata de un
estado actual de la naturaleza humana y negarlo sería borrar todo lo escrito sobre la naturaleza de los
pueblos; sería caer en una utopía. Con respecto a esto se entra a hablar también en el plano filosófico
teniendo en cuenta que en una sociedad existen factores subjetivos y objetivos. Los subjetivos lo
conforman los sujetos que se relacionan y lo objetivo se encuentra dado por los objetos o factores que
explican tal relación. Desde el punto de vista subjetivo todos los hombres tienen o presentan la mism a
dignidad porque son iguales, en cambio, en cuanto al objetivo se diferencian y dividen, muchas veces, en
contraposición.
Conforme, pues, con esta distinción, es que las relaciones sociales desde el punto de vista subjetivo, no
autorizan a dividir a los hombres en clases o estratos desiguales, en cambio consideradas desde el punto
de vista objetivo, es natural, en la actual providencia divina, que los hombres se distingan por sus diversas
capacidades, lo cual producirá agrupamientos entre ellos en defensa de sus propios intereses.
Según la cartilla se rechaza por tanto que la lucha de clases sea un hecho natural, como así también la
desigualdad ontológica que pretenden sustentar pensadores liberales. Afirma por el contrario, que es un
hecho natural la oposición objetiva de relaciones sociales, especialmente las de producción, pero que
existe una igualdad subjetiva de todos los agentes relacionados.
¿Qué actitud se ha de adoptar, desde el punto de vista ético, frente a la división de la sociedad en clases?
Marx y los comunistas parten del supuesto que la propiedad privada es la causa de la aparición de las
clases sociales. Reducen la cuestión de las clases sociales a la eliminación, mediante la “lucha”, de los
explotadores capitalistas. Las desviaciones de las “Teologías de la liberación”, son corrientes que adoptan
el análisis marxista. Esta concepción totalizante impone y arrastra las “teologías de la liberación” a aceptar
un conjunto de posiciones incompatibles con la visión cristiana del hombre. La praxis, y la verdad que de
ella deriva, son praxis y verdad partidarias, ya que la estructura fundamental de la historia está marcada
por la lucha de clases. Hay pues, una necesidad objetiva de entrar en la lucha de clases. Es por ello que
se recurriría a un camino de violencia, porque la lucha de clases es presentada como una ley necesaria y
objetiva.
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Las corrientes liberales establecen que las clases sociales son un hecho explicable, según algunos, por
designio divino (calvinistas); otros, por constitución biológica desigual (Mises), finalmente reducen la
cuestión a la eficiencia de unos y la ineptitud e ineficiencia de otros. La DSI, siempre sostuvo o ha
expuesto y orientado la cuestión de las clases sociales no a la supresión de las mismas, sería utópico, sino
a la concordia y armonía.
Numero 151; El bien común depende, en efecto, de un sano pluralismo social. Las diversas sociedades
están llamadas a constituir un tejido unitario y armónico, en cuyo seno sea posible a cada una conservar y
desarrollar su propia fisonomía y autonomía. Algunas sociedades, como la familia, la comunidad civil y la
comunidad religiosa, corresponden más inmediatamente a la íntima naturaleza del hombre, otras proceden
más bien de la libre voluntad: « Con el fin de favorecer la participación del mayor número de personas en
la vida social, es preciso impulsar, alentar la creación de asociaciones e instituciones de libre iniciativa
“para fines económicos, sociales, culturales, recreativos, deportivos, profesionales y políticos, tanto dentro
de cada una de las Naciones como en el plano mundial”
182: El principio del destino universal de los bienes exige que se vele con particular solicitud por los
pobres, por aquellos que se encuentran en situaciones de marginación y, en cualquier caso, por las
personas cuyas condiciones de vida les impiden un crecimiento adecuado. A este propósito se debe
reafirmar, con toda su fuerza, la opción preferencial por los pobres: « Esta es una opción o una forma
especial de primacía en el ejercicio de la caridad cristiana, de la cual da testimonio toda la tradición de la
Iglesia. Se refiere a la vida de cada cristiano, en cuanto imitador de la vida de Cristo, pero se aplica
igualmente a nuestras responsabilidades sociales y, consiguientemente, a nuestro modo de vivir y a las
decisiones que se deben tomar coherentemente sobre la propiedad y el uso de los bienes.
183: La miseria humana es el signo evidente de la condición de debilidad del hombre y de su necesidad de
salvación. De ella se compadeció Cristo Salvador, que se identificó con sus « hermanos más pequeños »
(Mt 25,40.45). « Jesucristo reconocerá a sus elegidos en lo que hayan hecho por los pobres. La buena
nueva "anunciada a los pobres" (Mt 11,5; Lc 4,18) es el signo de la presencia de Cristo. El realismo
cristiano, mientras por una parte aprecia los esfuerzos laudables que se realizan para erradicar la pobreza,
por otra parte pone en guardia frente a posiciones ideológicas y mesianismos que alimentan la ilusión de
que se pueda eliminar totalmente de este mundo el problema de la pobreza.
323: En el Antiguo Testamento se encuentra una doble postura frente a los bienes económicos y la
riqueza. Por un lado, de aprecio a la disponibilidad de bienes materiales considerados necesarios para la
vida: en ocasiones, la abundancia —pero no la riqueza o el lujo— es vista como una bendición de Dios. En
la literatura sapiencial, la pobreza se describe como una consecuencia negativa del ocio y de la falta de
laboriosidad, pero también como un hecho natural. Por otro lado, los bienes económicos y la riqueza no
son condenados en sí mismos, sino por su mal uso. La tradición profética estigmatiza las estafas, la
usura, la explotación, las injusticias evidentes, especialmente con respecto a los más pobres. Esta
tradición, si bien considera un mal la pobreza de los oprimidos, de los débiles, de los indigentes, ve
también en ella un símbolo de la situación del hombre delante de Dios; de Él proviene todo bien como un
don que hay que administrar y compartir.
La iglesia ha desarrollado la Opción preferencial por los pobres, presta atención a aquellos que están en
desventaja de participar de lo que esa disponible para todos, de manera que quede la decisión personal,
pero dentro de ello persuadir a quienes están con menos posibilidades objetivas y subjetivas.
Ej. Una asociación en Bs.As. ayuda a quienes no han terminado sus estudios, siendo profesores
particulares. Le pidieron ayuda a un funcionario de educación, y este le respondió “No entiendo porque
ustedes pretenden hacer que estudien los que no quieren que estudien” Esta respuesta está dentro de la
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Posición Liberalista. Hay diferencias que son de oportunidades, de entorno, hay miles de situaciones que
ponen una traba.
El pobre: En el Numeral 198 y siguientes de la exhortación apostólica Evangelii gaudium (la alegría del
evangelio), escrita por el papa Francisco y publicada en Noviembre de 2013 se desarrolla la cuestión.
La figura del pobre no es solo la de una clase social, es decir de aquel que se beneficia menos del bien
común en una clase social, sino que es también una figura teológica. En la sagrada escritura aparece que
el pobre es objeto especial de la misericordia de Dios, en la tradición bíblica, el pobre tiene un especial
cuidado por parte de Dios, y esa preferencia divina por el pobre tiene como consecuencia de que los
creyentes están llamados a mirar al pobre de manera especial, esto es la "opción preferencial por los
pobres".
Los pobres por lo general son sectores de mayor religiosidad, a diferencia de los más ricos que se
consideran autosuficientes, satisfechos con sus vidas.
Desde el punto de vista existencial o de realización concreta de la convivencia humana, las asociaciones
libres son las primeras en las que tanto el individuo como las familias buscan canalizar sus inquietudes,
manifestar sus aptitudes, satisfacer sus necesidades, no sólo para sobrevivir y vivir, sino también para vivir
mejor.
Por derecho natural, las familias y las personas exigen que el Estado no destruya ese espontáneo y
articulado tejido social, sino que más bien lo proteja, lo fomente y permita su fortalecimiento. La Doctrin a
Social de la Iglesia orienta e ilumina la reestructuración y el fortalecimiento de las asociaciones libres,
también llamadas cuerpos intermedios, pues su ubican entre la familia y el estado.
Como concepto se puede decir que las asociaciones intermedias son una asociación libre, es una unión
estable de personas, físicas o jurídicas, organizada para conseguir un fin propio o común. Unión estable;
es una nota característica de toda institución. La durabilidad y permanencia en el tiempo surgen de los
fines y objetivos grupales. Si se trata de una unión accidental o pasajera no hay asociación libre. De
personas físicas o jurídicas: tanto las personas físicas como jurídicas pueden celebrar convenios de
asociación. Por ejemplo, en el campo sindical, se conocen los sindicatos de primer grado, segundo grado y
tercer grado y organizada libremente: la existencia de estas asociaciones se debe a una decisión
libremente adoptada por los miembros fundadores, responde al derecho natural de asociarse con fines
lícitos y para la defensa de intereses sectoriales (Art. 14 CN). Otro aspecto a destacar consiste en; para
conseguir un fin propio y común: Aquí se encuentra la diferencia entre las asociaciones y la comunidad
política. El Estado persigue el bien común general, en cambio las asociaciones libres o cuerpos
intermedios persiguen un bien común sectorial.
IMPORTANTE: los partidos políticos no deben ser consideradas cuerpos intermedios por cuanto su
finalidad es conseguir el poder político y desde allí promover al bien común general de la sociedad. El fin
que las propone las aleja, formalmente del concepto de cuerpo intermedio. La Iglesia Católica, por ser una
institución necesaria para la salvación y por la finalidad universal de su misión tampoco es una simple
asociación o cuerpo intermedio.
Teniendo en cuenta los fines, clasificamos los cuerpos intermedios de la siguiente manera: Con finalidades
sociales. El medio geográfico decide la oportunidad de su creación. Aldeas, barrios, municipios, cantones,
distritos, condados, regiones, etc. Con finalidades culturales. Escuelas, academias, universidades,
ateneos, clubes, compañías teatrales, grupos musicales, etc. Con finalidades de asistencia familiar.
Sociedades de fomento, mutuales, instituciones de caridad y solidaridad, etc. Con finalidades económicas.
Cooperativas de consumo y producción, sociedades comerciales con fines de lucro, empresas, sindicatos,
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etc. Con finalidades espirituales. Institutos religiosos, órdenes y congregaciones religiosas, centros de
formación y apostolados.
Cuestión referente a la existencia de los cuerpos intermedios: Según el liberalismo; Esta corriente de
pensamiento exalta al individuo, cuya libertad es ilimitada e inviolable, por lo tanto, se opone a la formación
y proliferación de los cuerpos intermedios. Entiende que estos cuerpos intermedios actúan como grupos
de presión que desestabilizan a la autoridad legítimamente constituida, generando un desequilibrio en el
juego de las libertades individuales y espontáneas. Para esta postura, solo se admiten dos realidades: el
individuo y el Estado. Y por lo tanto niega la existencia de la sociedad como realidad distinta y anterior al
estado, y deja en manos del Estado las iniciativas y el manejo de todo obrar social. Ejemplos de esta
concepción ha sido la legislación francesa. El Edicto Turgot anterior a la revolución francesa, y la Ley
Chapelier de 1791 que prohibieron la actuación de los sindicatos.
Según los gobiernos totalitarios; éstos desconocen y niegan la eficacia de las asociaciones intermedias,
reivindicando para el Estado la planificación de todo el obrar humano. Eventualmente, y excepcionalmente,
en el caos de que se acepte su formación, los cuerpos son considerados dependientes del Estado. El
sistema implantado por Mussolini absorbió dentro de las funciones del Estado a las corporaciones y
asociaciones, y las consideró como órganos del mismo estado, dando lugar al corporativismo fascista.
Según la DSI; Pio XI (Quadragesimo anno), reivindica el derecho natural no solo para fundar libremente
asociaciones, sino también para organizarse, darse sus propios estatutos y gobernarse. Juan XXIII
(Pacem in terris), utiliza el término “cuerpos intermedios”, “asociaciones libres” u “órdenes profesionales”
en sustitución de corporaciones. Entiende que es fundamental que se funden muchas asociaciones y
organismos intermedios capaces de alcanzar los fines que los particulares por si solos no pueden obtener
eficazmente. Los cuerpos intermedios son instrumentos indispensables en grado sumo para defender la
dignidad y la libertad de la persona humana. La DSI ininterrumpida, reiterada y uniformemente ha
sostenido, no solo la conveniencia, sino la necesidad, de que se multiplique el número de las asociaciones
libres o cuerpos intermedios, según las características de cada país.
Relación de los cuerpos intermedios entre sí y con el Estado. Principio de Subsidiariedad. El principio, el
sujeto y el fin de todas las instituciones sociales es y debe ser la persona humana, la cual, por su
naturaleza, tiene absoluta necesidad de la vida social. Todos los cuerpos intermedios, y además el Estado
(incluyendo también a la Iglesia) se hallan como medio; por lo que deberán en su actividad específica
cuidar de no cercenar la libertad y responsabilidad de aquél a quien deben servir: el hombre.
El principio de subsidiariedad implica que, entre las organizaciones, las superiores no deben realizar
aquello que pueden hacer las inferiores; y que el Estado no debe realizar aquello que puede hacer la
actividad privada de los gobernados, individual o colectivamente agrupados.
Asimismo, implica; fomentar el surgimiento de cuerpos intermedios; estimular las distintas organizaciones
con disposiciones legislativas y reglamentarias; ordenar y organizar el funcionamiento debido a la
multiplicidad y versos grados de asociación; fiscalizar la constitución y el desarrollo de las actividades
societarias; suplir y completar la insuficiencia de organizaciones, cuando el bien buscado por las mismas
fuere necesario o conveniente para el bien común, o al menos, para el sector interesado.
La educación se erige como un verdadero principio constituyente del orden social, es el resorte clave del
progreso institucional de la sociedad. La presencia cristiana en la vida pública, requiere de una cierta
excelencia a nivel educativo. Por otra parte, la extrema pobreza y la marginalidad social, se corresponden
en forma muy directa con la falta de preparación. Las ideologías y el “pensar ideológico” que tanto se han
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exacerbado y complicado la cuestión social de nuestro tiempo, son mas bien un defecto y no un efecto de
la educación.
En fin, la educación en todas sus formas, la instrucción básica, las modalidades superiores de la cultura; la
Iglesia, pues, considera atentamente la importancia gravísima de la educación en la vida del hombre y su
influjo cada vez mayor en el progreso social contemporáneo.
En sentido propio, la educación consiste esencialmente en la formación del hombre tal como debe ser y
debe portarse en esta vida terrena para conseguir el fin sublime para el que ha sido creado. La verdadera
educación se propone la formación de la persona humana en orden a su fin último y al bien de las
sociedades de las que el hombre es miembro, y en cuyas responsabilidades participará cuando llegue a
ser un adulto. La educación cristiana comprende todo el ámbito de la vida humana, la sensible y la
espiritual, la intelectual y la moral, la individual, doméstica y la civil, no para disminuirla, sino para elevarla,
regularla y perfeccionarla.
La escuela debe brindar a las personas no solamente un conocimiento técnico, es decir normas positivas,
conocimientos técnicos y metodológicos, sino también tratar los problemas de orden humano, de orden
espiritual. Si tal es la educación que abarca en cierto sentido la totalidad de la existencia humana, es que
todos los hombres, de cualquier raza, condición y edad, por poseer la dignidad de persona, tienen derecho
inalienable a una educación que responda al propio fin, al propio carácter, al diferente sexo, y acomodada
a la cultura y a las tradiciones patrias, y, al mismo tiempo, abierta a las relaciones fraternas con otros
pueblos.
El deber de educar le corresponde tanto a la familia, como a la sociedad, al Estado y a la Iglesia. El Estado
de hecho institucionaliza en la escuela el deber educativo de la sociedad con respecto a todos los
ciudadanos. Hermosa es, por tanto, y de suma trascendencia la vocación de todos los que, ayudando a los
padres en el cumplimiento de su deber y en nombre de la comunidad humana, desempeñan la función de
educar en las escuelas. Dicha vocación requiere de dotes especiales de alma y corazón.
La relación radical entre familia y educación reside o consiste en la prioridad de los padres como los
primeros educadores, prioridad ontológica. Es un derecho y un deber de los padres en cuanto a la
educación de sus hijos. Puesto que los padres han dado vida a los hijos, tiene la gravísima obligación de
educar a la prole y, por lo tanto, hay que reconocerlos como los primeros y principales educadores de sus
hijos. Por ello es importante brindarles a los padres todas las herramientas y facilidades necesarias para
que puedan concretar tal tarea, eliminando toda interferencia a la libertad por ejemplo en materia de
elección de escuelas para los hijos.
Los derechos de la familia y la Iglesia en el ámbito de la educación no implican daño alguno para los
genuinos derechos del Estado en materia de educación ciudadana. En general, es derecho y función del
Estado garantizar la educación moral y religiosa de la juventud apartando de ella las causas públicas que
le sean contrarias. Es función del Estado, promover de múltiples maneras la educación e instrucción de la
juventud, en primer lugar favoreciendo y ayudando a las iniciativas y acción de la Iglesia y de l as familias,;
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en segundo lugar completando esta misma labor donde no exista o resulte insuficiente, fundando para ello
escuelas e instituciones propias. Se le reconoce en defnitiva al Estado un mayor número de prerrogativas,
sobre todo en el sentido de una supervisión general de la educación.
El Estado ha de prever que a todos los ciudadanos sea accesible la conveniente participación en la cultura
y que se preparen debidamente para el cumplimiento de sus obligaciones y derechos civiles. Por
consiguiente, el mismo Estado debe proteger el derecho de los niños a una educación escolar adecuada,
vigilar la aptitud de los maestros, mirar por la salud de los alumnos y promover toda la obra de las
escuelas, teniendo en cuenta la función subsidiaria y evitando todo tipo de monopolio escolar. Estas
últimas advertencias deben ser particularmente tenidas en cuenta en la actualidad, cuando el principal
problema de muchos países en esta materia es el desmedido afán monopólico de un Estado de tendencia
socializante. En definitiva, debe existir una armónica colaboración entre el Estado, la familia y la Iglesia, lo
que significa el debido fomento estatal de la escuela privada en todos sus grados y expresiones. Si la
ignorancia es el gran enemigo tanto de la fe como de la justicia, la educación es la gran necesidad de la
sociedad entera.
UNIDAD V: LA ECONOMIA
Su lugar en la vida social: relación con los fines personales y la política.
La economía es una actividad humana que consiste en atender a las necesidades humanas, para lo cual
hay que producir los bienes, intercambiar bienes, administrar la producción, intercambiar y usar los bienes
(que son útiles y escasos).
Con ello se muestra que esta actividad tiene un fin objetivo: el desarrollo y perfeccionamiento de todas las
posibilidades, exigencias y aptitudes que, por creación, están ínsitas en la naturaleza del hombre. El
hombre necesita lo que conviene objetivamente, en cuanto a su naturaleza, pero desea y quiere lo que
subjetivamente prefiriere, es decir, lo que piensa y siente que le conviene. Por ello identificar necesidades
humanas con deseos o referencias no es correcto. Hoy en día, en sustitución del intercambio –truque- se
usa el dinero como término de intercambio y se ha desarrollado la producción de bienes útiles que
responden a deseos (más que a la necesidad) y es por ellos que se habla de una sociedad de consumo
que se estimula a través de la publicidad que nos quiere llevar a pensar que “soy lo que tengo” y por lo
tanto cuanto más tengo, mejor persona soy.
En las Sagradas Escrituras, la persona que pone el fin de su vida en la economía es el RICO, la idea de
rico es la de una persona que por sus bienes económicos, termina atado o dominado a él. El problema con
los bienes económicos recae sobre todo en el dinero, el hombre adinerado cree que puede tenerlo todo,
pero NO es así, ya que adquiere con ello los bienes menores, pero no puede comprar el amor. El
problema entonces no radica en las cosas, sino en el propio HOMBRE.
La economía debe ser un medio útil para el hombre, la familia y la sociedad política. El poder político
puede tener dependiendo del sistema político, mayor o menor intervención en lo que refiere a
subsidiariedad, es decir en la ayuda hacia los que más necesitan. En los estados comunistas, la economía
cae porque se pierde el interés y la iniciativa. Por el contrario, en los estados liberales, los más fuertes,
movidos por el interés obtienen mayores beneficios. Entonces decimos que la Economía está al Servicio
del hombre, de la sociedad, de la política o gestión del bien común, es decir, que hablamos del carácter
UTILITARIO DE LA ECONOMÍA.
¿Qué quiere decir la ley de la oferta y de la demanda? Ella dice que hay una relación de mutua
dependencia entre el valor o precio de las cosas y la demanda que de ellas existe. Bienes que existen en
cantidad reducida y muy demandad, sube el valor, bienes poco demandados y muy ofertados, bajan el
valor. Esta ley parece inexorable, porque está vinculada con el hecho primario de la realidad económica
que es precisamente el concepto de “bien económico” o “riqueza”. La riqueza es un bien útil, y por ello,
capaza de satisfacer necesidades humanas que se hallan en estado de “escasez”. Una cosa que no pudo
satisfacer necesidades no se la caracteriza como “rica” o “riqueza” por escaza que fuera su disponibilidad.
Ejemplo: El oxígeno no tiene valor económico, pero si me voy a sumergir en el agua y necesito un tubo de
oxigeno ahí si tiene valor económico.
Existe un esfuerzo inconsciente de los sujetos, el cual es efectivo, por hacer funcionar en propio beneficio
propio la ley de la oferta y de la demanda.
Violentar esta ley significa desatar males incalculables sobre la economía de una sociedad. Lo que los
liberalistas no han advertido es que en una sociedad donde las instituciones, las costumbres y la ley no
gobiernan a las fuerzas productoras para que funcione libremente y sin distorsión la ley de la oferta y de la
demanda, esta va a funcionar en beneficio de los más poderosos o grupos económicos más fuertes.
Porque esta ley que fija el precio de las cosas opera con resultados diferentes según sean las situaciones
y movimientos de las fuerzas en el mercado.
Segunda ley de la Economía, que de ser violada se frena y paraliza el funcionamiento económico.
Partamos del hecho de que cada sujeto reviste un doble aspecto: es productor y consumidos. Con relación
al primer aspecto, cada uno se dedica a un trabajo determinado: industria de construcción, por ejemplo,
Luego no le queda otra que intercambiar su producido con lo que necesita consumir, realizándose de tal
manera que, que, en virtud de él, el productor pueda seguir ocupando en la escala social el puesto que
tenía. Decimos que si no se guarda esta reciprocidad y grupos se enriquecen más rápidamente que otros,
se produce no sólo una injusticia, sino que el proceso económico no puede continuar funcionando. El
enriquecimiento es adecuadamente correspondiente cuando se incrementan los intercambios o se añaden
elementos de valor en el intercambio. Dice esta ley entonces, que el intercambio ha de ser de tal
maneraque, en virtud de él, las partes resulten al menos en la posición previa al intercambio; esto quiere
decir que si a mí me costó $3 producir un litro de leche, al venderlo, al menos recupere esos 3 y lo que
esté costando hoy producir ese litro si es que el precio ha variado; caso contrario, estaríamos en una
economía estática.
La DSI dice que es una cuestión moral, pero agregando que su base es jurídica y económica.
• Es jurídica porque el código civil de Vélez, siguiendo la corriente liberal sostenía la autonomía de las
partes en el contrato. Sin embargo, cuando la ley 17711/68 reformó el código recogió el principio de la
justicia objetiva llamado también teoría de la imprevisión o lesión sobreviniente que entiende que la
justicia del contrato no está dada únicamente por la voluntad de las partes.
• Es económica, porque en la medida que una de las partes va siendo "lesionada" o deteriorada en su
posición, va saliendo del mercado (ej: si el productor de leche cobra el litro $2.80 cada vez que vende)
porque su trabajo ya no le es útil.
La gratuidad.
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Como consecuencia de las desigualdades sociales la economía también se rige por el principio de la
solidaridad, en cada una de las clases sociales se aplica la regla preferencias por los pobres, y dentro de
ella encontramos el campo del servicio.
Para colaborar con el plan de Dios, debe estar presente la gratuidad, que se manifiesta por ejemplo
cuando un empleado trabaja un poco más de lo que se le exige para ayudar a la empresa que le está
dando el sustento familiar, o cuando la empresa sale en ayuda del empleado que está pasando por una
situación difícil.
• Es una gran cuestión social dentro de la Iglesia. Hay dos variantes: a) organización externa del
trabajo; b) transfiguración interna de la persona que implica realización de todo trabajo.
• La regulación del empleo da forma a la sociedad. Los miembros de una comunidad se desarrollan de
una mejor manera y por ende es fundamental que el Estado posibilite el aumento del trabajo.
• Cuando Dios entrega la tierra al hombre establece dos mandatos: el de cuidar y cultivar la tierra. En
el último encontramos el trabajo, y por lo tanto es una vocación originaria de la persona.
• La necesidad de trabajar es la raíz o fondo del trabajo, ya que ayuda a un correcto desarrollo de la
persona. Desde el principio el hombre está llamado al trabajo y es la Iglesia manda a honrar el trabajo
(hacerlo bien). Debe ser honrado pero no idolatrado. Es una de la dimensiones de la persona.
Igualmente es necesario un descanso para reflexionar y luego volver a trabajar e intentar superarse
(hacerlo mejor)
• Es un servicio a los demás y se relaciona con la economía. Se condena a aquellos que quieren vivir a
cuesta de otros. Al tener una incidencia en la dimensión social es una cuestión que debe ser
regulada.
DEFINICION: Actividad humana individual o colectiva realizada por el hombre a lo largo de los siglos para
lograr mejores condiciones de vida (Juan Pablo II). Puede ser autónomo o dirigido.
FIN: El fin inmediato del trabajo es “procurarse algo para sí y poseer con propio derecho una cosa como
suya”, “conseguir lo necesario para la comida y el vestido” según la RerumNovarum.
Tiene que implicar el concepto de propiedad privada. Eleva y ennoblece a la persona humana. La DSI
condiciona la misma esencia ética del trabajo, porque mediante el trabajo el hombre no solo trasforma la
naturaleza adaptándola a las propias necesidades, sino que se realiza a sí mismo como hombre, es más,
en cierto sentido se “hace más hombre”. Con el trabajo se mide la dignidad del sujeto mismo, del ser
humano que trabaja.
Esto se vincula al salario, que debe ser suficiente pero al mismo tiempo permitir el ahorro para así ir
creciendo. No alcanza con el salario mínimo y vital, debe permitir vivir de manera decorosa, que sea un
sustento para uno y para la familia. Debe estar determinado por las condiciones del trabajador, empleador,
bien público y económico.
• Dimensión objetiva: conjunto de todas las actividades de la que se sirve la persona humana para
realizar el trabajo; que por ende es siempre contingente, puede variar de acuerdo a las
circunstancias. Ejemplo, un estudio jurídico, la peluquería.
• Dimensión subjetiva: es la persona humana, el actuar propio del hombre como un ser original. La
medida de todo trabajo es la dignidad de la persona. El trabajo en sentido subjetivo brota de la
condición de persona que posee el trabajador: como persona, el hombre es, pues, sujeto de
trabajo.
Deber y derecho.
• Deber: Para con él, con la familia, con la sociedad, con todos los hombres.
Se lo debe entender en conjunto con el último punto “Relación con la persona y la sociedad”.
El trabajo es uno de los derechos fundamentales de la persona humana, y es también un deber imperioso.
La Quadragesimoanno postula un “orden social y jurídico que garantice el ejercicio del trabajo”. Pio XII:
“Este deber y su correspondiente derecho al trabajo lo impone y lo concede al individuo en primera
instancia la naturaleza y no la sociedad”, y esto por ser el trabajo “medio indispensable para el
mantenimiento de la vida familiar”. “el deber de la sociedad de ayudar, según sus propias circunstancias, a
los ciudadanos para que puedan encontrar la oportunidad de un trabajo suficiente”.
Existe el problema de encontrar trabajo, un trabajo adecuado para todos los sujetos capaces a él. Lo
contrario de una situación justa y correcta es el desempleo, es decir, la falta de puestos de trabajos para
los sujetos capacitados. El derecho a trabajar choca a menudo con el desempleo. De allí el deber de la
sociedad entera, del estado y de las instituciones laborales en sentido de actuar en contra del desempleo y
de prestar subsidios a los desocupados, y de proveer a una planificación global con vistas al pleno empleo.
La propiedad: origen y naturaleza. Clases de bienes y formas de propiedad. Alcance del derecho
natural a la propiedad; propiedad privada y función social.
El término “propiedad” tiene origen en el relato del Génesis: Dios creo al mundo pero no había todavía
hombre que cuide y cultive la tierra. Una vez creado, Dios le entrega al hombre la tierra y le dice que
“use” todo lo que hay en ella, esto se considera que es un “don” de Dios para el hombre, lo pone como
representante en su nombre para encargarse de la tierra. El término “usar” genera la propiedad.
Con Napoleón se modifica el significado de propiedad, se elimina el acto de “cuidar”. Decía que la
propiedad era el derecho de usar, gozar y destruir la cosa. En la modernidad con el principio de la
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autonomía de la voluntad, el sujeto perdió de vista la tarea de cuidar a la tierra, esto genero el problema
ecológico, el daño a la tierra.
La DSI siempre entendió que este dominio sobre la tierra no es una propiedad privada, sino que en primer
lugar está el destino universal de los bienes. La iglesia siempre ha interpretado con relación a los bienes
que existe un primer principio que es el destino universal de los bienes. Y este es el derecho natural
primario, es imprescindible para la vida humana. Derecho natural secundario: necesario para vivir
humanamente bien. Aquí aparece la propiedad privada.
En el plan de Dios, todo hombre tiene derecho a encontrar o que necesita para vivir o desarrollarse. Para
esta materia es un derecho natural primario necesario para la subsistencia de la condición humana. La DSI
entiende que la propiedad privada es un modo de ejercer el destino universal de los bienes; es un derecho
natural secundario (implica que esta derivado de un primario). La propiedad privada garantiza la libertad
porque da un ámbito de decisión propio. Ahora, el modo de ejercerla no puede afectar el destino universal.
Existen dos vertientes:
La Constitución Provincial incorpora la “función social de la propiedad”, establece que ciertos bienes no
puedes ser apropiados, lo que es indispensable para vivir no puede quedar en manos privadas. Como asi
tampoco conviene que ciertos bienes por su naturaleza tengan que quedar en manos privadas. No
debemos olvidar que aquello que si se puede apreciar, no puede afectar la función social. La iglesia insiste
en que el agua no puede ser privatizada, una cosa es la distribución del agua otra muy distinta en la
fuente. El agua tiene que estar a disposición de todos, no puede estar en propiedad privada.
honesto y transparente, para que las necesidades particulares, de los grupos económicos o de naciones, y
las ideologías no afecten al bien común (la ecología).
Por ello, es que se plantea como necesario y primordial:
1. El diálogo sobre el medio ambiente en la política internacional;
(164) Se ha ido afirmando la tendencia a concebir el planeta como patria y la humanidad como pueblo que
habita una casa de todos. Las consecuencias perjudiciales de los estilos de vida, producción y consumo
afectan a todos. Para los problemas ambientales de fondo, que no pueden ser resueltos por acciones de
países aislados, es indispensable un consenso mundial.
(165) El movimiento ecológico mundial ha hecho ya un largo recorrido. No obstante, las Cumbres
mundiales sobre el ambiente de los últimos años no respondieron a las expectativas porque, por falta de
decisión política, no alcanzaron acuerdos ambientales globales realmente significativos y eficaces.
(167) La Cumbre de la Tierra, celebrada en 1992 en Río de Janeiro retomando contenidos de la
Declaración de Estocolmo (1972), consagró la cooperación internacional para cuidar el ecosistema de toda
la tierra, la obligación por parte de quien contamina de hacerse cargo económicamente de ello, el deber de
evaluar el impacto ambiental de toda obra o proyecto. También elaboró una agenda con un programa de
acción y un convenio sobre diversidad biológica, declaró principios en materia forestal. Si bien aquella
cumbre fue verdaderamente superadora y profética para su época, los acuerdos han tenido un bajo nivel
de implementación porque no se establecieron adecuados mecanismos de control, de revisión periódica y
de sanción de los incumplimientos.
(172) Los países pobres necesitan tener como prioridad la erradicación de la miseria y el desarrollo social
de sus habitantes, aunque deban analizar el nivel escandaloso de consumo de algunos sectores
privilegiados de su población y controlar mejor la corrupción. También es verdad que deben desarrollar
formas menos contaminantes de producción de energía, pero para ello requieren contar con la ayuda de
los países que han crecido mucho a costa de la contaminación actual del planeta.
2. El diálogo sobre el medio ambiente hacia nuevas políticas nacionales y locales
Son funciones impostergables de cada Estado planificar, coordinar, vigilar y sancionar dentro de su propio
territorio. Un factor que actúa como moderador ejecutivo es el derecho, que establece las reglas para las
conductas admitidas a la luz del bien común. Pero el marco político e institucional no existe sólo para
evitar malas prácticas, sino también para alentar las mejores prácticas, para estimular la creatividad que
busca nuevos caminos, para facilitar las iniciativas personales y colectivas.
(178) El drama del inmediatismo político, sostenido también por poblaciones consumistas, provoca la
necesidad de producir crecimiento a corto plazo. Respondiendo a intereses electorales, los gobiernos no
se exponen fácilmente a irritar a la población con medidas que puedan afectar al nivel de consumo o poner
en riesgo inversiones extranjeras.
(180) Por otra parte, la acción política local puede orientarse a la modificación del consumo, al desarrollo
de una economía de residuos y de reciclaje, a la protección de especies y a la programación de una
agricultura diversificada con rotación de cultivos.
(181) Es indispensable la continuidad, porque no se pueden modificar las políticas relacionadas con el
cambio climático y la protección del ambiente cada vez que cambia un gobierno. Los resultados requieren
mucho tiempo, y suponen costos inmediatos con efectos que no podrán ser mostrados dentro del actual
período de gobierno. Por eso, sin la presión de la población y de las instituciones siempre habrá
resistencia a intervenir, más aún cuando haya urgencias que resolver.
3. El diálogo y la transparencia en los procesos decisionales;
(184) Cuando aparecen eventuales riesgos para el ambiente que afecten al bien común presente y futuro,
esta situación exige «que las decisiones se basen en una comparación entre los riesgos y los beneficios
hipotéticos que comporta cada decisión alternativa posible».
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En las empresas económicas son personas las que se asocian, es decir, hombres libres y autónomos,
creados a imagen de Dios. Por ello, teniendo en cuanta las funciones de cada uno, propietarios,
administradores, técnicos, trabajadores, y quedando a salvo la unidad necesaria en la dirección, se ha de
promover la activa participación de todos en la gestión de la empresa, según formas que habrá que
determinar con acierto. Pueden participar por sí mismos o por medio de representantes libremente
elegidos. Entre los derechos fundamentales de la persona humana debe contarse el derecho de los
obreros a fundar libremente asociaciones que representen auténticamente al trabajador.
En caso de conflictos económico-sociales, hay que esforzarse por encontrarles soluciones pacíficas.
Aunque se ha de recurrir siempre primero a un sincero diálogo entre las partes, sin embargo, en la
situación presente, la huelga puede seguir siendo un medio necesario, aunque extremo, para la defensa
de los derechos y el logro de las aspiraciones justas de los trabajadores.
Es necesario que el trabajo sea entendido no solo como fuente de ingresos personales, sino que lo
realicen también los miembros de la empresa como cumplimiento de un deber y prestación de un servicio
para la utilidad general (Mater et Magistra).
Juan Pablo II dijo: “Ciertamente el trabajo, en cuanto problema del hombre, ocupa el centro mismo de la
“cuestion social”. “El trabajo humano es una clave, quizás la clave esencial de toda la cuestión social”.
Escribía que “El trabajo es capaz, en razón de su naturaleza misma, de unir a los hombres verdadera e
íntimamente, es capaz de devolver forma y estructura a la sociedad”.“Dado que la relación entre la
persona humana y el trabajo es radical y vital (…) ejercerán una influencia positiva para la solución de un
conjunto de problemas sociales y políticos que se plantean a cada pueblo”.
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Los hombres y mujeres que, mientras procuran el sustento para sí y para su familia, realizan su trabajo de
forma que resulte provechoso y en servicio de la sociedad, con razón pueden pensar que con su trabajo
desarrollan la obra del Creador, sirven al bien de sus hermanos y contribuyen de modo personal a que se
cumplan los designios de Dios en la historia.
Las palabras de la Biblia a veces mencionan a la “fatiga, a veces pesada, que desde entonces acompaña
al trabajo humano”, no obstante ello, “el trabajo es un bien del hombre”.
Jesús carpintero, anuncia y a la vez cumple el “evangelio del trabajo”, a él confiado por su Padre, “pues el
que lo proclamaba, él mismo era hombre de trabajo, del trabajo artesano al igual que José de Nazaret”.
“con el trabajo humano el cristiano descubre una pequeña parre de la Cruz de Cristo y la acepta con el
mismo espíritu de redención, con el que Cristo ha aceptado su Cruz por nosotros”.
El ser humano lleva ínsitamente una contradicción en su comportamiento. Por un lado necesita vivir en
sociedad para poder desarrollarse, pero por otro lado existe un impulso de utilizar a la sociedad para
satisfacer su egoísmo (persiguiendo metas particulares por encima del bienestar general). Por ende la DSI
considera que debe existir un ordenen jurídico coactivo, es decir, un conjunto de normar o pautas
obligatorias de conductas cuyo incumplimiento no lleve solamente aparejado la repulsa moral de la
sociedad, sino la imposición de una pena.
Así también es necesaria la existencia de una organización con poder suficiente para ordenar y dirigir los
esfuerzos de todos los humanos para el bien común.
Es organización que coordina los esfuerzos y que efectiviza el ordenamiento jurídico coactivo es el Estado,
también llamado “poder organizador” o “organización con poder”. Tres son las características que deben
reunir los estados:
1. Poder soberano (Estar por encima de todos y ser independiente de otros estados);
2. Capacidad de crear derecho (norma obligatoria de conducta en la esfera temporal de
convivencia);
3. Perseguir el mayor bienestar posible entre los humanos que conviven en un area geográfica
determinada sobre el cual ejerce poder.
La Soberanía
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El poder
De la necesidad de la reunión en Estado, resulta la necesidad del derecho de emplear la fuerza física en
tal agrupación. No puede haber Estado sin poder y sin la posibilidad real del empleo de la Fuerza.
Son dos las agrupaciones que necesitan que el uso de la fuerza dependa del estado: la comunidad del
mercado y la comunidad de religión. El mercado porque es en tiempos pacíficos cuando mejor prospera la
producción económica, el trueque y la venta. Por ello es necesario que el estado vele por el mantenimiento
de condiciones pacificas, teniendo a su disposición la fuerza física.
A las comunidades de religión se les haya en mejores condiciones de actuar en tiempos pacíficos.
Orígenes de Alejandria dice que la rápida propagación del cristianamos en el imperio romano en los siglos
II y III se dio por la pax Augusta en tiempos del emperador Augusto, teniendo un imperio bien administrado
y con seguridad en sus fronteras. Dios había preparado a los pueblos para su enseñanza, haciendo que
todos vinieran a estar bajo la autoridad de un emperador romano. De otra manera, si hubieran existido
varios imperios, habrían permanecido los pueblos extraños unos a otros, y los apóstoles habrían hallado
mayor dificultad para cumplir el encargo de Jesús, que les había dicho: «Id e instruid a todos los pueblos».
Cuando en guerras civiles y en condiciones anárquicas de los tiempos reina gran inseguridad para el
cuerpo y para la vida de los ciudadanos, no sólo se ven muy dificultadas la predicación, la misión y los
ejercicios regulares del culto, sino que además los hombres son menos receptivos y difícilmente
reflexionan sobre las cosas eternas.
Pero no hay que detenerse en grupos de interés, sino que también hay dos razones por las que se le
entrega el uso de la fuerza al Estado:
➢ Porque el humanos tiene limitada su capacidad de conocer, por ende duda al momento de tomar
decisiones. Como no se puede discutir perpetuamente sobre las medidas a tomar, es el estado
quien se encuentra en mejor posición de decidir (porque se ve en la precisión de obrar);
➢ También es vacilante la voluntad de inserción en la vida estatal en el común. En todo individuo
humano dormita, o se agita, la tendencia instintiva al desarrollo incontrolado del yo.
Obediencia: es el estado volitivo de legitimidad del poder. Se relaciona con la autoridad (se explica abajo)
Resistencia
Se lo reconoce como un derecho natural y nace cuando se viole grave y repetidamente los principios del
derecho natural. Su fundamento reside en el “Derecho de naturaleza”.
La DSI da ciertos recaudos para poder recurrir legítimamente a las armas:
1. Violaciones ciertas, graves y prolongadas de los derecho fundamentales;
2. Haber agotado todos los recursos
3. No provocar desordenes peores
4. Esperanzas de éxito
5. Si es imposible prever razonablemente soluciones mejores.
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Es considerada como un recurso extremo para poner fin a una tiranía evidente y prolongada que atentase
gravemente a los derechos fundamentales de las personas y dañase peligrosamente el bien común del
país.
El Estado: Su Autoridad
Para que el Estado pueda cumplir con sus funciones es necesario que posea una suprema autoridad de
jurisdicción y potestad coercitiva. El Estado es un “complejo de soberanía en sentido amplio”, es decir, que
a diferencia de otras corporaciones (ej. Familia, iglesia, empresas, etc.), el Estado es diferente en razón
del fin y de los medios. Max Weber decía que es “una asociación que reclama el monopolio de la autoridad
legítima, de otra manera, no lo podemos definir”. El monopolio de la potestad física que le reconocemos al
Estado, no puede ser objeto de reservas. La convicción del gobernado de su poder es esencial. No hay
autoridad por encima de él que pueda ejercer legítimamente coacción sobre él; su autoridad no d eriva de
alguien más (como si sucede en el caso de organizaciones menores).
Para que podamos hablar de soberanía, es necesario que se den dos recaudos: superioridad física y
obediencia. Si solo se tiene la primera, se tendrá poder, pero no legitimidad de actuar (soberanía). La
obediencia es la creencia en la legitimidad de la pretensión soberana, es decir, legitimidad de su autoridad.
La medida de la autoridad estatal es en la historia variada como la extensión de los quehaceres del
Estado. Puede aumentar o disminuir sin que este complejo social deje de ser Estado.
La legislación y la administración de justicia: las mediaciones de la DSI
➢ Legislación: la autoridad debe reconocer, respetar, y promover los valores humanos y morales
esenciales. Estos derivan de la verdad misma del ser humano y expresan y tutelan la dignidad de
la persona. JAMAS PUDEN SER CREADOS O MODIFICADOS POR EL HUMANO. De ser
obviados, el estado pasaría a ser un simple mecanismo de regulación pragmática de los diversos y
contrapuestos intereses.
Debe emitir leyes justas conformes a la dignidad de la persona humana y a los dictámenes de la recta
razón. Cuando una ley se encuentra en contra de la recta razón deberá ser considerada “inocua” pasando
a cesar su denominación de ley y convirtiéndose en un acto de violencia. No debe perder de vista la idea
de un orden moral, que no tiene otra fuente que dios.
➢ Administración de justicia: la autoridad tiene el derecho y deber de conminar penas proporcionadas
a la gravedad de los delitos. El estado debe castigar los atentados al humano y a la convivencia
civil; y remediar el de orden causado por la acción delictiva.
La DSI concibe a la pena como un instrumento de corrección del culpable, provisto de un valor moral de
expiación cuando el culpable acepta voluntariamente su pena. Su finalidad es doble: favorece la
reinserción de las personas condenadas y promueve una justicia reconciliadora. Para cumplir esta función
es esencial la función de los capellanes de las cárceles, tomando en cuenta que las condiciones de los
establecimientos donde cumplen las penas no favorecen al respeto de su dignidad. Deberán promover el
respeto de la dignidad de las personas detenidas y responder a la solicitud cristiana en el campo social.
La autoridad deberá buscar rigurosamente la verdad y se hará siempre con respeto de la dignidad y los
derechos de las personas humanas. Se garantizara el derecho del inocente como del culpable.
Se abandonan las torturas y las detenciones motivadas en el intento de obtener noticias significativas para
el proceso. La rapidez del proceso es la regla para evitar situaciones de injusticia. Así también deberá
promoverse la reserva de las investigaciones por parte del magistrado y no violar la intimidad de los
indagados ni la presunción de inocencia. La DSI recomienda establecer una indemnización para las
víctimas de los errores judiciales.
Forma de Gobierno
En cuanto a las formas de gobierno se han presentado gran variedad en la historia. La DSI sigue el
modelo de clasificación de Santo Tomas de Aquino, quien lo toma de Aristóteles.
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El consenso de estos 3 hace a la formación del “criterio objetivo universal”. Su desconocimiento es fruto de
las teorías del relativismo ético, que niega verdades ultimas. Si no se tiene como guía a estos valores, se
podrá fácilmente instrumentar ideas y convicciones humanas para fines de poder.
En los sistemas democráticos la autoridad política es responsable ante el pueblo. El primero deberá estar
sometido a control por parte del cuerpo social. El método “eficaz” es el desenvolvimiento de elecciones
libres que permiten la elección y también la sustitución de los representantes. La autoridad en el
desenvolvimiento de su actividad debe empeñarse en la búsqueda y en la actuación de lo que pueda
ayudar al buen funcionamiento de la convivencia civil en su conjunto. Pero hay que aclarar que la
autoridad tiene libertad en el ejercicio del mandato con relación a los objetivos que deben proponer.
Debe evitarse la excesiva burocratización por traer consigo un funcionalismo impersonal. El estado es el
gestor del pueblo, quien debe administrar en vista del bien común. El papel de quien trabaja en la
administración debe ser visto como una ayuda al ciudadano, con espíritu de servicio.
En cuanto a los partidos políticos hay que hacer algunas menciones: jamás hay que olvidar la dimensión
moral de la representación. No se debe perder de vista el compromiso de compartir el destino del pueblo y
en buscar soluciones a problemas sociales. La política no debe buscar el prestigio o el logro de ventajas
personales.
La mayor deformación del sistema democrático es la corrupción, porque lesiona tanto principios morales y
las normas de la justicia social. Esto genera relaciones negativas entre gobernantes y gobernados, la
desconfianza crece sobre las instituciones públicas y acrecienta las aspiraciones de “influencias” para
objetivos limitados.
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Los partidos políticos tienen la tarea de favorecer una amplia participación t el acceso de todos a las
responsabilidades publicas. Deberán interpretar las aspiraciones de la sociedad civil y promover la
formación de las opciones políticas.
La DSI también habla sobre la democratización de la información (elemento esencial para el desarrollo de
una sana democracia), entiende que no es sano la acumulación de editoriales y televisivas por estar muy
cercas de los poderes estatales, financieros y la información.
Promueve que la información este empapada de un principio moral fundamental, la persona y la
comunidad humana son el fin y la medida del uso de los medios de comunicación social y de que el bien
de las personas no se puede realizar independientemente del bien común de las comunidades a las que
pertenecen. En la formación de la información se deberá cumplir con los recaudos de representatividad y
no dirigir la información para favorecer a grupos particulares y evitar que los medios de comunicación
persigan fines de lucro.
La Libertad religiosa
La DSI promueve la libertad religiosa a partir del Concilio Vaticano II. Parte diciendo que se debe promover
la libertad social y civil en materia religiosa. La dignidad de la persona y la naturaleza misma de la
búsqueda de Dios, exigen para todos los hombres la inmunidad frente a cualquier acto de coacción en el
campo religioso.
Se promueve como derecho a la “libertad religiosa”, pidiendo su reconocimiento en el ordenamiento
jurídico y sancionado como derecho civil. El limite de este derecho deberán ser merituados con la debida
prudencia política circunscripto a cada situación social. El limite deberá seguir patrones de orden moral
objetivos.
Los estados pueden tener un especial reconocimiento a una comunidad religiosa, ya sea por vínculos
históricos o culturales, pero jamás puede ese reconocimiento implicar una discriminación de orden civil o
social respecto a otros grupos religiosos.
La iglesia católica posee una naturaleza diferente al Estado, en cuanto persigue satisfacer las exigencias
espirituales de sus fieles. El estado solo busca el bien común temporal. La iglesia católica no puede
ejercer facultades pertenecientes a la estructura del Estado, como tampoco hacer preferencias por
soluciones de tipo institucional o constitucional, ni valorar programas políticos A MENOS QUE HAYA
IMPLICANCIAS MORALES O RELIGIOSAS.
Ambas instituciones están al servicio de la comunidad del humano, para permitirle el pleno ejercicio de sus
derechos inherentes a su identidad de ciudadano, de cristiano y un correcto cumplimiento de sus deberes.
Al poseer como misión la realidad humana, la iglesia tiene derecho al reconocimiento jurídico de su propia
identidad. Reivindica su libertad de expresar su juicio moral sobre la realidad del género humano y su
historia.
Se debe delinear perfectamente los campos de acción del estado y de la iglesia, para no invadir el campo
de acción de la iglesia, obstaculizando su libre actividad o invadir el campo del Estado, por parte de las
organizaciones eclesiásticas.
Los latinos tenían dos palabras que eran muy útiles: la primera es mortalis (mortal), es decir que está
sujeto a la muerte. Todos los hombres por el solo hecho de ser hombres son mortales. La segunda palabra
es moriturus (el que va a morir), es la contra posición de nasciturus, es aquel que está yendo a la muerte.
Una persona, cuanto más tiempo lleva de vida, más cerca está de la muerte.
La muerte aparece como algo antinatural, se encuentra dentro de la naturaleza humana pero es contrario
a ella misma. Aparece de esta forma porque el alma humana es inmortal. Las personas tenemos dentro de
nosotros un conflicto, por un lado tenemos algo inmortal como el alma y por otro tenemos la muerte del
cuerpo, por eso cuando se dice que una persona está en agonía es porque está en “lucha”, no quiere que
el alma sea sacada de su cuerpo.
La filosofía no logra encontrar una razón de porque tenemos la muerte, ya que es algo antinatural pero
logra reflexionar sobre la condición del mortalis y del moriturus. La biblia en cambio nos da una explicación
de porqué esta la muerte en la vida humana, y nos dice que entra a la vida del hombre gracias al pecado
original, teniendo como fundamento el distanciamiento de Dios, Es la interrupción de la vida que quedo
como efecto de ese distanciamiento. La biblia nos dice que ese es el origen de la muerte pero también nos
dice que no todo termina con ella, ya que así como Jesucristo ha resucitado, nosotros también al final de
los tiempos vamos a resucitar.
En el último libro de la biblia, apocalipsis (significa revelación), capitulo 21, escrito por San Juan habla
sobre el final de los tiempos, sobre un cielo y tierra nueva porque el primer cielo y la primera tierra
desaparecieron, el mar ya no existe. Afirma que al final de este mundo, hay una nueva realidad. Es decir
que no vamos a una destrucción que termine en la nada sino que vamos hacia el final de los tiempos a
una nueva manera de ser. Todo lo que se refiere a lo que trata el final de los tiempos es lo que llamamos
la escatología, que según el vocablo griego, significa lo último. El apocalipsis habla de cómo es la realidad
después del fin de este mundo.
Lo que vamos a intentar desarrollar en este tema es qué relación hay entre lo que hagamos en este
mundo, en el cual tratamos orientar nuestra actividad según los principios de la doctrina social cristiana, y
lo que hagamos en el mundo escatológico, mundo final y definitivo.
En el programa dice: “el reinado escatológico de cristo”, es decir, este mundo que es posterior al primer
mundo, es el reinado de cristo. Con respecto a la continuidad y la discontinuidad entre el orden temporal y
escatológico, intenta desarrollar sobre qué relación hay y que continua y que no continua con respecto a lo
que realizamos en esta vida temporal y lo que será en aquella realidad después del fin del mundo.
Lo primero que podemos decir es que en el paso de la muerte a esta otra realidad, hay un juicio. En el
evangelio de San Mateo, capitulo 25, Jesucristo hablo muchísimo con respecto al tema del fin del mundo y
dijo que cuando esto ocurra él va a volver. Cuando el habla de sí mismo, en el evangelio, no habla en
primera persona sino que se refiere a el mismo en tercera persona. Utiliza la expresión el hijo del hombre,
ya que proviene de una profecía, en el cual hablando del fin del mundo dice haber visto ver un hombre en
el cielo lleno de gloria, y Jesucristo en sus enseñanzas, aclaraba que él era ese hombre glorioso del cielo,
es decir, que es el quien viene después de resucitado.
Capítulo 25, versículo 31: “Cuando el hijo del hombre venga rodeado en su gloria rodeado de todos los
ángeles, se sentara en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia y el separara
a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Las ovejas a la derecha y los cabritos a
la izquierda”. Nos está diciendo que al fin del mundo, el vuelve y hace un juicio y que ese juicio tiene una
consecuencia.
¿Sobre qué trata el juicio? “el rey escatológico, dirá a los que tenga a su derecha, vengan benditos de mi
padre y reciban la herencia del reino, que le fue preparado a los inicio de los tiempos porque tuve hambre
y ustedes me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, estaba de paso y me alojaron, desnudo y
me vistieron, enfermo y me visitaron, preso y me vinieron a ver. Los justos responderán, cuando te vimos
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“Luego dirá a los de su izquierda, aléjense malditos y vayan al fuego eterno que fue preparado para el
demonio y sus ángeles porque tuve hambre y no me dieron de comer, tuve sed y no me dieron de beber,
estuve de paso y no me alojaron, desnudo y no me vistieron, enfermo y no me visitaron, preso y no me
vinieron a ver. A su vez, los injustos responderá, señor, cuando te vimos hambriento y no te dimos de
comer, sediento y no te dimos de beber, de paso y no te alojamos, desnudo y no te vestimos, enfermo y no
te visitamos, preso y no te fuimos a ver. El señor responder, les aseguro que cada vez que no lo hicieron
con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo”
Podemos concluir que en el paso de la muerte a la vida eterna, hay un juicio que relaciona la vida temporal
con la vida eterna, es decir, que lo que uno actúa con respecto al prójimo, es lo que vale con respecto a
Dios. Es lo que si continúa en el reinado escatológico.
San Juan de la cruz, autor, poeta y santo español decía: “en el atardecer de la vida, seremos examinados
en el amor” (frase que le gusta al cura”).
En el evangelio de San Lucas, capitulo 16, tenemos allí un relato que es la parábola del hombre rico y el
pobre lázaro. Jesús para enseñar algo, inventaba historias para dejar un mensaje.
“Había un hombre rico, que se vestía con ropa fina y elegante y que todos los días ofrecía espléndidos
banquetes. Había también un pobre llamado Lázaro, que estaba lleno de llagas y se sentaba en el suelo a
la puerta del rico. Este pobre quería llenarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros se
acercaban a lamerle las llagas. Un día el pobre murió, y los ángeles lo llevaron a sentarse a comer al lado
de Abraham. El rico también murió, y fue enterrado.
Y mientras el rico sufría en el lugar adonde van los muertos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a
Lázaro sentado a su lado. Entonces gritó: “¡Padre Abraham, ten lástima de mí! Manda a Lázaro que moje
la punta de su dedo en agua y venga a refrescar mi lengua, porque estoy sufriendo mucho en este
fuego.” Pero Abraham le contestó: “Hijo, acuérdate que en vida tú recibiste tu parte de bienes, y Lázaro su
parte de males. Ahora él recibe consuelo aquí, y tú sufres. Aparte de esto, hay un gran abismo entre
nosotros y ustedes; de modo que los que quieren pasar de aquí allá, no pueden, ni de allá tampoco
pueden pasar aquí.”
El rico dijo: “Te suplico entonces, padre Abraham, que mandes a Lázaro a la casa de mi padre, donde
tengo cinco hermanos, para que les llame la atención, y así no vengan ellos también a este lugar de
tormento.” Abraham dijo: “Ellos ya tienen lo escrito por Moisés y los profetas: ¡que les hagan caso!” El rico
contestó: “Padre Abraham, eso no basta; pero si un muerto resucita y se les aparece, ellos se
convertirán.” Pero Abraham le dijo: “Si no quieren hacer caso a Moisés y a los profetas, tampoco creerán
aunque algún muerto resucite.”
Es notable que en la parábola, Jesús al pobre le pone nombre (lázaro), en cambio el nombre del rico pasa
desapercibido. Entre el cielo y el infierno hay una separación terrible que no puede subsanarse. Con el
último párrafo Jesús dice que al que no quiere convencerse, nadie lo va a convencer.
Otro evangelio relevante en este tema, que debemos menciona es San mateo, capitulo 5:
“Al ver Jesús a las multitudes, subió al monte; se sentó y se le acercaron sus discípulos; y abriendo su
boca les enseñaba diciendo:
Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los
que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados
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los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque
ellos verán a Dios”.
Todos estos textos apuntan a que existe una continuidad, de lo que vivimos en el mundo temporal y el
reinado escatológico.
Segundo punto: Si hay un juicio es porque es posible llevar una vida de acuerdo a los criterios cristianos, a
la biblia. En el juicio hay algunos a los q les dicen Uds. Hicieron esto o lo otro, bienaventurados… pero
aquí también aparecen otras posibilidades de la vida cristiana o virtuosa en el bien común y es q en la vida
social hay q procurar q el ambiente favorezca q la gente viva bien. Aquí entra un punto sobre las q hay
muchas posturas ideológicas sobre cual es el papel del poder político, de la autoridad (en modo general) y
a la autorizad pertenece el generar ambiente y favorecer las posibilidades de q la gente viva
virtuosamente, honestamente.
Ciertamente, ninguna autoridad puede obligar ni reemplazar a nadie en sus decisiones, pero si puede
procurar, mejorar q no sea lo deshonesto lo q este más favorecido ni ofrecido, más marcado a la
consideración pública de manera q la gente no se contagie de ello, y q al contrario, este favorecido lo q
son iniciativas modestas, iniciativas de servicio, lo q es buen ejemplo. X ej. en Salta, las iniciativas de
servicio que surgen en el tiempo del Milagro, organizándose en una red de solidaridad y de servicio, donde
el estado favorece esto y afecta al cuerpo policial y de bomberos, a las escuelas a la misma causa.
En un lugar donde se convive es mejor promover conductas q a las personas las hacen buenas,
serviciales q promover el egoísmo, competitividad, conflictos, etc.
Tercer punto: En q hay continuidad y en q hay discontinuidad entre esta vida y la vida del mundo
escatológico.
No tiene continuidad el progreso y la tecnología, eso sirve en esta vida pero como dice el Apocalipsis “Este
cielo y esta tierra pasan, vendrá el nuevo cielo y nueva tierra” allí ya no hacen falta. Tampoco hay
continuidad con el éxito o fracaso económico (Parábola de Lázaro y el rico: no porque sea pobre aquí va a
estar condenado, no porque sea rico aquí va a estar en el cielo). El calvinismo... Calvino es uno de los
maestros dentro de la reforma protestante, Calvino preocupado x saber si esta salvado o condenado se
pregunta q señal le puede dar Dios de si está destinado a la salvación o a la condenación. Jesús nunca
dijo q estemos predestinados, sino q depende de nuestra vida a dónde vamos. Calvino pensaba q ya
nacíamos predestinados y él pensó q si en esta vida yo soy un triunfador es señal de q Dios me favorece y
de q estoy predestinado a la salvación, y en cambio, si en esta vida me va mal soy un perdedor Dios no
me favorece y me predestinó a la condenación pero eso no es lo q dice el Evangelio.
Otra parábola: había una vez un hombre q tuvo una cosecha extraordinaria de manera q n le cabían en los
galpones y tuvo q hacer silos nuevos, galpones nuevos grandes, guardó toda la cosecha y dijo “ahora si ya
tengo el futuro asegurado, puedo dejar de trabajar, tengo una fortuna para ir vendiendo de a poco para
vivir y dedicarme a la vida feliz, tranquila, a gozar de la vida” y en esa noche el hombre murió. Es decir, no
le sirve de nada, frente a la muerte y respecto ala vida eterna la riqueza no sirve de nada, no hay una
continuidad.
Otro episodio es cuando Jesús dice: Es más fácil q un camello entre x el ojo de una aguja a q un rico entre
en el reino de los cielos. Porque ocurre q el hombre requiere más esfuerzo para no apegarse a las cosas.
El caso del Joven Rico: Va Jesús y se le acerca un muchacho joven y le dice ¿Q tengo q hacer para entrar
a la vida eterna? Y Jesús le dice anda y cumpli los mandamientos, y el muchacho le dice yo a eso lo hago
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desde chico, y Jesús le dice… entonces hace otra cosa anda vende todo entrega el resultado a los pobres
y venite conmigo. Y el muchacho bajó los ojos con tristeza y se fue porque tenía muchos bienes. No
lograba desprenderse de la cosa, más q tener era tenido x las cosas.
Evangelio: Saqueo era un petiso mal visto porque era publicano, cobrara los impuestos, estaba al servicio
del imperio romano, era traidor de su propio pueblo y se llevaba una comisión de lo q cobraban, x ello
cobra lo más q podía. Saqueo tenía interés en conocer a Jesús, se trepó a un árbol x el camino donde iba
a venir Jesús y Jesús lo vio y le gritó “Saqueo baja de ahí, prepará las cosas q yo voy a alojarme en tu
casa”. La gente criticaba a Jesús. Y en la comida Saqueo le dice a Jesús: “Yo voy a dar la mitad de mis
bienes a los pobres y si es q he estafado a alguien le voy a devolver 4 veces lo q le estafé”.
Hay continuidad con aquello q vimos q en el juicio es lo q vale, lo q haya de amor, caridad en el alma de la
persona. San pablo nos dice q en la tierra tenemos 3 virtudes:
• Fe: x la cual creemos y aceptamos como verdadero lo q no vemos. Dice San Pablo q en la
otra vida no hace falta la fe porque vamos a estar cara a cara con Dios.
• Esperanza: mantener el deseo de aquello q Dios nos promete. Dice San Pablo q la
esperanza tmb termina porque ya estaremos en la vida eterna.
• Caridad: amor a Dios y al prójimo. Dice San Pablo q es lo único q va a continuar porque
cuando estemos cara a cara con Dios ahí lo podemos amar a Él cara a cara y en él a todos
los demás.
24 Jesús les propuso otra parábola: «Aquí tienen una figura del Reino de los Cielos. Un hombre sembró
buena semilla en su campo, 25 pero mientras la gente estaba durmiendo, vino su enemigo y sembró
cizaña en medio del trigo y se fue.
26 Cuando el trigo creció y empezó a echar espigas, apareció también la cizaña. 27 Entonces los
servidores fueron a decirle al patrón: «Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde,
pues, viene esa cizaña?» 28 Respondió el patrón: «Eso es obra de un enemigo.» Los obreros le
preguntaron: «¿Quieres que arranquemos la cizaña?» 29 «No, dijo el patrón, pues al quitar la cizaña
podrían arrancar también el trigo. 30 Déjenlos crecer juntos hasta la hora de la cosecha. Entonces diré a
los segadores: Corten primero la cizaña, hagan fardos y arrójenlos al fuego. Después cosechen el trigo y
guárdenlo en mi granero.»
El grano de mostaza
31 Jesús les propuso otra parábola: «Aquí tienen una figura del Reino de los Cielos: el grano de mostaza
que un hombre tomó y sembró en su campo. 32 Es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece, se
hace más grande que las plantas de huerto. Es como un árbol, de modo que las aves vienen a posarse en
sus ramas.»
33 Jesús les contó otra parábola: «Aquí tienen otra figura del Reino de los Cielos: la levadura que toma
una mujer y la introduce en tres medidas de harina. Al final, toda la masa fermenta.»
34 Todo esto lo contó Jesús al pueblo en parábolas. No les decía nada sin usar parábolas, 35 de manera
que se cumplía lo dicho por el Profeta: Hablaré en parábolas, daré a conocer cosas que estaban ocultas
desde la creación del mundo.
36 Después Jesús despidió a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron y le dijeron:
«Explícanos la parábola de las malas hierbas sembradas en el campo.»
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37 Jesús les dijo: «El que siembra la semilla buena es el Hijo del Hombre. 38 El campo es el mundo. La
buena semilla es la gente del Reino. La cizaña es la gente del Maligno. 39 El enemigo que la siembra es el
diablo; la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
40 Vean cómo se recoge la cizaña y se quema: así sucederá al fin del mundo. 41 El Hijo del Hombre
enviará a sus ángeles; éstos recogerán de su Reino todos los escándalos y también los que obraban el
mal, 42 y los arrojarán en el horno ardiente. Allí no habrá más que llanto y rechinar de
dientes. 43 Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. Quien tenga oídos, que
entienda.
44 El Reino de los Cielos es como un tesoro escondido en un campo. El hombre que lo descubre, lo
vuelve a esconder; su alegría es tal, que va a vender todo lo que tiene y compra ese campo.
45 Aquí tienen otra figura del Reino de los Cielos: un comerciante que busca perlas finas. 46 Si llega a sus
manos una perla de gran valor, se va, vende cuanto tiene y la compra.
47 Aquí tienen otra figura del Reino de los Cielos: una red que se ha echado al mar y que recoge peces de
todas clases. 48 Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla, se sientan, escogen los peces
buenos, los echan en canastos y tiran los que no sirven. 49 Así pasará al final de los tiempos: vendrán los
ángeles y separarán a los malos de entre los buenos 50 y los arrojarán al horno ardiente. Allí será el llorar
y el rechinar de dientes.»
51 Preguntó Jesús: «¿Han entendido ustedes todas estas cosas?» Ellos le respondieron:
«Sí.» 52 Entonces Jesús dijo: «Está bien: cuando un maestro en religión ha sido instruido sobre el Reino
de los Cielos, se parece a un padre de familia que siempre saca de sus armarios cosas nuevas y viejas.»
En la vida existe no solo la acción de Dios sino tmb la acción del enemigo del hombre q viene a sembrar
cizaña. Lo q siembra el diablo a veces parece bueno pero es malo. El dueño del campo no permite q
corten la cizaña porque corren el riesgo de arrancar el trigo en vez de la cizaña, Dios deja la libertad del
hombre hasta el juicio final y para saber si algo es trigo o cizaña hay q analizar como empiezan, como
siguen y como terminan las cosas para discernir y tener un juicio de la vida, la historia y el proceso social.