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Semestral Relaciones 2 Mora SENAN

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UNIVERSIDAD DE PANAMÁ

FACULTAD DE AMINISTRACION PÚBLICA


ESCUELA DE RELACIONES INTERNACIONALES
Técnico en Seguridad Aeronaval y Estudio Internacionales

Materia:
Historia de las Relaciones entre Panamá y Estados Unidos II

Profesora:
Keyla García

Semestral

Alumno:
Oliber Mora
9-732-240

Fecha de entrega:
21 de diciembre del 2022
Introducción

Estados Unidos estableció relaciones diplomáticas con Panamá en 1903, seguido de su declaración de independencia

de Colombia. Ese año, a través del tratado Hay/Bunau-Varilla, se le concedió a los Estados Unidos los derechos

sobre una zona en el país para construir, administrar, fortalecer y defender un canal interoceánico. El Canal de

Panamá inauguró en 1914. En 1977, los tratados Torrijos-Carter fueron firmados para establecer normas básicas

para el Canal hasta 1999 y garantizar su neutralidad permanente. Estos tratados se realizaron en 1979, y el 31 de

diciembre de1999, Panamá asumió total jurisdicción y control operativo sobre el Canal.

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LAS RELACIONES DE PANAMÁ Y

ESTADOS UNIDOS.

La relación de Estados Unidos con Panamá proviene desde que este era parte de La Gran Colombia conocidos

como Nueva Granada, pues si bien sabemos Panamá tiene una zona estratégica debido a su posición

geográfica.

Durante el siglo XIX existía un tratado para otorgar permisos canaleros, conocido como Clayton-Bulwer que fue de

interés de varias potencias entre estas Inglaterra y Estados Unidos quienes mostraban interés por la construcción que

permitiera la unión entre el océano pacífico y el caribe, pero a pesar de la existencia de este tratado, el convenio

que dio inicio a la construcción canalera fue el Tratado Mallarino-Bildlack. Debido a que Estados

Unidos previo que la construcción del canal podía ser prometedor, motivo por el cual el 12 de diciembre de

1946 se había aliado a Colombia a través del Tratado Mallarino – Bidlack, el cual fue firmado en Bogotá entre

Nueva Granada y Estados Unidos, dicho Tratado ofrecía un trato justo y garantizaba la soberanía y el libre tránsito

por el istmo de Panamá. Sin embargo, a pesar de la existencia de dicho Tratado, fue la compañía francesa a

quien le otorgaron la concesión de la construcción del canal.


Estados Unidos motivado por sus intereses sobre el istmo, tenía un plan visionario mostrando un interés hacia el

conocido canal francés, debido a que, primeramente, las concesiones para la construcción habían sido

otorgadas a la compañía francesa Ferdinand de Lessep, quien más tarde entraron en quiebra y Estados Unidos

hace varios intentos de negociación por obtener la concesión para darle la continuidad a la construcción del canal.

La compañía francesa dio inicio sus excavaciones 1880, sin embargo, la estructura de su plan no se logró

realizar dejando un fracaso y muchas pérdidas de vidas humanas la cual se dio por distintas naturalezas

incluido accidentes enfermedades como la malaria, pulmonía, fiebre amarilla, tuberculosis entre otras más.

Al entrar en quiebra la compañía francesa decide vender los derechos a Estados Unidos y en 1903 se dan los

inténtenos de negociación con Colombia para darle continuidad a la construcción del canal.

Pero no, nos debemos olvidar de la también que Estados Unidos es un país acostumbrado a ser participe

dentro de otros países, debido a la importancia y gran influencia sobre la economía lo que le permite tener

atribuciones tanto en su gobierno como internacionalmente, por lo que invertían en diferentes

infraestructuras canaleras, caminos, proyectos eléctricos, ferrocarriles, muelles y entre otras más. Como también

mantenían el poder para intervenir en asuntos Estado de otros países manteniendo negociaciones sobre prestamos,

convenios y otros.

En panamá ya había sido participe de la construcción del Ferrocarril, la cual se dio debido a la llamada fiebre del oro

californiana en el año de 1948, ya que debido a la posición geográfica la zona del istmo panameño se posiciono

estratégicamente como zona de tránsito por ser una de las formas más rápidas para llegar a las minas, muchas

personas viajaban en busca de trabajo que les permitiera mejorar su situación económica, lo que también trajo

a Panamá un crecimiento en la economía del país, estrechando aún más la relación con Estados Unidos. La

apertura del Ferrocarril fue un, eje clave para la economía del país a través de la compañía Pacific Mail Company,

nos permitió consolidar una posición de ruta comercial, donde las navieras de los puertos del Pacifico

consideraban el ferrocarril para el trasbordo hacia el Atlántico. Sin olvidarnos que también tuvo influencia a través

de la compañía United Fruit Company en varios países de América incluyéndonos.

Luego de los eventos del 9 de enero de 1964, en donde estudiantes panameños y el pueblo fueron masacrados por

tropas de los Estados Unidos, y se rompieron relaciones diplomáticas, por el presidente Roberto Chiari. Acción que
ningún país latinoamericano había hecho ni siquiera la nación cubana. Ello significó un rudo golpe al espíritu de

soberbia que los Estados Unidos demostraban, porque inclusive Inglaterra se sorprendió de la ruptura de relaciones,

que consideró un serio y gravísimo problema para la tranquilidad del hemisferio, ya que una nación pequeña se

atrevía a hacer esto; y, podía tomarse como debilidad de Occidente ante los demás países del mundo, más aún

cuando estábamos en plena Guerra Fría.

Posteriormente, tras semanas de que Panamá se mantuvo firme en su posición de aborrecer los hechos contra los

estudiantes, en este caso del Instituto Nacional, desde el momento mismo en que trataron de cantar el himno

nacional en la Zona del Canal, y la matanza indiscriminada contra el pueblo panameño, se establecieron, primero las

relaciones diplomáticas, según lo establece el Derecho Internacional Público, al cual Panamá invocó en cuanto a los

daños ocasionados a este patria; y, por otro lado, se estableció un acuerdo para realizar nuevas unas negociaciones

con respecto a la soberanía y el uso del Canal de Panamá.

Estas negociaciones comenzaron el 3 de abril de 1964, cuando ambos países se comprometieron a nombrar

Embajadores Especiales, con poderes suficientes para llevar a cabo discusiones y negociaciones, con el objetivo de

llegar a un convenio justo y equitativo que elimine las causas de conflictos relativos al Canal de Panamá y para

tratar de resolver otros problemas existentes.

El 22 de junio de 1967 se llegó a un acuerdo sobre tres proyectos de pactos entre ambos países (conocidos como

Tratados 3 en 1).

En 1970, el Gobierno panameño rechazó estos acuerdos, al considerar que no eran utilizables ni siquiera como base

para negociaciones posteriores, tomando la decisión de buscar un nuevo proceso de negociación con Estados

Unidos.

En 1973, el jefe de Gobierno panameño, Omar Torrijos, convenció al Consejo de Seguridad de la ONU para que se

reuniera en Panamá en ese año. En esa reunión, los países miembros votaron una resolución de apoyo a Panamá para

que se firmara lo antes posible un nuevo tratado justo para ambas partes. Estados Unidos vetó la resolución.

Un año después, el 7 de febrero de 1974, se firmó en ciudad de Panamá una declaración conjunta, entre Juan

Antonio Tack (canciller panameño) y Henry Kissinger (secretario de Estado de Estados Unidos), que estableció los

principios básicos para el nuevo entendimiento entre ambos países. Entre los ocho puntos de la declaración
(conocida como Declaración Tack-Kissinger) destacan los siguientes: derogación del Tratado Hay-Bunau-Varilla;

definición de una fecha fija para la entrega del canal; fin de la jurisdicción estadounidense en Panamá; devolución

de la Zona del Canal a Panamá; participación justa y equitativa de Panamá en los beneficios, defensa y

administración del canal.

Por aquellos años, Torrijos intensificó su lucha diplomática para buscar apoyo concerniente al caso del canal.

Incluso, el tema fue tratado en la reunión de los No Alineados en Colombo (Sri Lanka), en 1976.

Después de arduas negociaciones, el 7 de septiembre de 1977 tuvo lugar, en la sede de la OEA, en Washington, la

firma del Tratado del Canal de Panamá y el Tratado concerniente a la Neutralidad Permanente y Funcionamiento del

Canal de Panamá, mejor conocidos como Tratados Torrijos-Carter, llevada a cabo entre el general Omar Torrijos y

el presidente estadounidense Jimmy Carter. Al evento acudieron representantes de 27 naciones del hemisferio, entre

los cuales había 18 jefes de Estado.

Importa hacer la aclaración de que esta situación se ha mantenido bajo nuevas formas en los dos nefastos tratados

firmados entre los Estados Unidos de América y la República de Panamá. En el primero de los acuerdos (Tratados

Torrijos-Carter del 7 de septiembre de 1977) queda abolida la perpetuidad, los norteamericanos mantienen el control

operativo sobre todas la tierras, aguas e instalaciones lo que incluye las bases militares, que eran necesarias para

manejar, operar y defender el Canal, pero, hasta el 31 de diciembre de 1999 a las 12 del día. El otro tratado se refiere

a la "Neutralidad Permanente" y contiene una controvertida disposición que permite la intervención futura (sin

límites de tiempo) después del 31 de diciembre de 1999 por parte de Estados Unidos, si el Canal actual estuviese en

peligro.

Neutralización de la vía Acuática

El problema refiera a que se plantea la seguridad de los canales marítimos artificiales surge de la confrontación de

dos intereses opuestos a saber, en primer lugar, encontramos el interés del Estado ribereño que trata de controlar la

vía abierta en su territorio, dejando de lado los conflictos internacionales creados por las grandes potencias que

siguen aspirando a repartirse el tercer mundo en "Zonas de Influencias" de acuerdo a sus pretensiones hegemónicas;

o sea, que se trata de la adopción del régimen de neutralidad permanente y, en segundo lugar, observamos el interés

de las grandes potencias que pretenden controlar los canales marítimos (particularmente por su valor estratégico) y,
de esta forma mantener una posición privilegiada en la lucha por la hegemonía mundial. Este es el problema de la

defensa de los canales marítimos por una potencia extranjera que adopta medidas que afectan la soberanía del

Estado territorial.

En el caso del Canal de Panamá, los Estados Unidos de América asumió el control absoluto de la vía marítima. El

problema sin embargo tenía mayores proporciones, no sólo era el Canal. Los norteamericanos impusieron la

existencia de una franja de tierra y de tierra cubierta por agua denominada "Zona del Canal" con todas las

características propias de un Estado. Dicho, en otros términos, se estableció allí una verdadera colonia con sujeción

a el sistema jurídico de los Estados Unidos y tribunales norteamericanos servidos por jueces designados de

conformidad con la estructura judicial de ese país. El mismo esquema se aplicó a la educación, a la salud, a el

sistema de vivienda y, en general, al territorio segregado en su conjunto, bajo la autoridad administrativa y política

de un gobernador de igual modo que los estados federales de la unión norteamericana.

Crisis Militar

El 20 de diciembre de 1989 Estados Unidos invadía Panamá, en lo que luego se conocería con el nombre de “Causa

Justa”, una operación que involucró a 25.000 soldados estadounidenses, además de las tropas que habitualmente

permanecían en las bases cercanas al Canal de Panamá. Su objetivo era capturar al entonces presidente Manuel

Antonio Noriega, militar y político que mantenía el poder en el país istmeño. Su mandato comenzó en 1983,

sucediendo a Rubén Darío Paredes y a Omar Torrijos.

De ser uno de los más fieles colaboradores de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Administración para el

Control de Drogas (DEA), Noriega pasó a convertirse en enemigo de Washington.

El conflicto vino cuando Noriega anunció que debía abandonar el territorio la Escuela de las Américas de EE.UU.,

una academia militar que había funcionado en Panamá desde 1946, calificada por los medios como la "escuela de

asesinos", donde él mismo se había formado.

Luego de dirigir a la nación centroamericana una campaña de acciones encubiertas para desestabilizarla, el entonces

presidente de EE.UU., George Bush (padre), justificó la invasión basado en cuatro razones: por un lado la protección

de las vidas de ciudadanos estadounidenses residentes en Panamá; por otro, la restauración del sistema democrático
y el querer asegurar el buen funcionamiento del canal; además de prometer capturar al general Noriega para su

conducción a la justicia estadounidense.

No obstante, documentos secretos revelados mucho tiempo después daban cuenta de las verdaderas intenciones de la

Casa Blanca con este inverosímil operación. Una de ellas era abrogar los tratados que involucraban al Canal de

Panamá, y asegurar su control más allá del año 2000, y por otra parte, cancelar los contratos con Japón para las

alternativas al Canal y cortarle su ascenso al poder mundial.

Entre los primeros objetivos perseguidos por los invasores estuvieron los cuarteles militares de las Fuerzas de

Defensa de Panamá, pero las acciones en dichos sitios repercutieron en las áreas civiles aledañas, afectadas tanto por

la acción directa de las tropas estadounidenses como por el posterior saqueo.

Lo que al inicio iría enfocado a las fuerzas militares panameñas, se extendió a la población civil y la infraestructura

de varias zonas residenciales. Las cifras de muertos y heridos fueron dramáticas y varían en dependencia de las

fuentes.

Según datos ofrecidos por la Iglesia católica, a causa de la invasión se produjeron 655 muertes de panameños, de los

cuales 314 eran militares y 341 civiles. En cuanto a los heridos, la cifra asciende a 2007, y de ellos solo 124

militares.

Mientras tanto, el Instituto de Medicina Legal de Panamá registró 255 muertes y 93 desapariciones. De estos

últimos, 39 correspondían a militares, el resto eran civiles.

El Comité Panameño de Derechos Humanos, por su parte, contabilizó 556 muertos y 93 desapariciones, y otros

organismos como la  Asociación de Familiares de los Caídos el 20 de diciembre de 1989, fija el número de víctimas

en alrededor de 4.000.

En ese sector territorial (10 millas de ancho), implantado en el sitio histórico de tránsito desde la época

precolombina ondeo siempre la bandera de los Estados Unidos en abierta y flagrante contradicción a los principios

de no intervención y de igualdad soberana.

Problemáticas Vigentes entre Panamá y estados Unidos.


El Gobierno panameño ha concertado acuerdos con los Estados Unidos sobre la aplicación de la ley marítima, la

lucha contra el terrorismo, la lucha contra el narcotráfico y el robo de vehículos.

El Acuerdo de Libre Comercio (TLC) entre los Estados Unidos y Panamá, conocido como Acuerdo de Promoción

Comercial Panamá-Estados Unidos (TPA), fue firmado por ambos gobiernos el 28 de junio de 2007.

La incógnita abierta por el Convenio Alemán Zubieta - Becker al atribuir a un canje de notas diplomáticas entre los

gobiernos de Panamá y los Estados Unidos el sostén del otorgamiento de privilegios e inmunidades a funcionarios

norteamericanos, quedó despejada el jueves de la semana pasada en el resumen que de dichas notas publicó "El

Panamá América" en primera plana, bajo el título "Soldados de EU podrán usar armas y uniformes". El referido

canje de notas fechadas el 19 y 26 de diciembre de 2001, regula materias propias de un tratado internacional* que

habrá de quedar inscrito para la historia con el nombre de "Tratado Alemán Healy - Becker".

Acuerdo Salas-Becker Este acuerdo Salas-Becker lo que buscaba era evitar el paso de algunas naves que transitaban

por territorio panameño, no con sentido comercial sino específicamente los barcos u otros que viajaban

por asuntos que eran ilícitos como el narcotráfico y demás; este acuerdo permitía el patrullaje de guardacostas

con el fin de cuidar las diferentes zonas por donde pasaban los transportistas y así evitar el contrabando,

pesca no reglamentada y otras faltas, por esto se planteó la llegada de guardacostas americanos con dicho Acuerdo

pero obviamente a sabiendas de que de forma seria no se podía afectar la soberanía panameña ya que iba a estar bajo

la jurisdicción panameña.

El Convenio Alemán Zubieta – Becker el Administrador del Canal de Departamento de Estado de ese país y en el

que se involucran 16 Agencias Federales del Gobierno de los Estados Unidos de América que participan en el

mecanismo de coordinación conocido como el "Equipo Nacional de Respuesta" (NRT por sus siglas en inglés). Las

16 Agencias Federales son: la Agencia de Protección Ambiental, el Servicio de Guardacostas, el Departamento de

Agricultura, el Departamento de Comercio, el Departamento de Defensa, esto es el Pentágono, el Departamento de

Energía, el Departamento de Salud y Servicios Humanos, el Departamento del Interior, el Departamento de Justicia,

el Departamento de Trabajo, el Departamento de Estado, el Departamento de Transporte, el Departamento del

Tesoro, la Agencia de Administración de Emergencia Federal, la Administración de Servicios Generales y la

Comisión Reguladora Nuclear. Como se ve la otra parte contratante es el gobierno de Estados Unidos.
El hermetismo, que da margen a la imprecisión, la ambigüedad y a la desorientación, ha rodeado la firma del

Convenio Alemán Zubieta - Becker. La información que de modo confinado y restringido se les proporcionó a los

medios de comunicación dio lugar a una variedad de noticias publicadas en los diarios locales:

"Estados Unidos y Panamá buscan evitar terrorismo en el Canal".

Acuerdo Escalona Bolton se propone analizar la invasión militar estadounidense en Panamá en diciembre de 1989,

teniendo en cuenta las transformaciones internacionales surgidas a partir de la caída del muro de Berlín el 9 de

noviembre de 1989, acontecimiento que simboliza el fin del bipolarismo que caracterizó la Guerra Fría. Pocas

semanas después, la invasión de Panamá replanteó la llamada “guerra contra las drogas” como parte de las

estrategias y tácticas de la política exterior de EEUU en la región, convirtiéndose en un nuevo imaginario de

dominación que liga orden político, política criminal y políticas de seguridad en la posguerra fría.

Tratado Mulino Hinton aprueba el Tratado Linares- Hinton: Asistencia Mutua en Asuntos Penales para establecer

una cooperación más efectiva entre ambos Estados, en la investigación, enjuiciamiento y supresión de delitos graves

como el tráfico de narcóticos.

Acuerdo Arias Calderón Hinton propone analizar la invasión militar estadounidense en Panamá en diciembre de

1989, teniendo en cuenta las transformaciones internacionales surgidas a partir de la caída del muro de Berlín el 9 de

noviembre de 1989, acontecimiento que simboliza el fin del bipolarismo que caracterizó la Guerra Fría. Pocas

semanas después, la invasión de Panamá replanteó la llamada “guerra contra las drogas” como parte de las

estrategias y tácticas de la política exterior de EEUU en la región, convirtiéndose en un nuevo imaginario de

dominación que liga orden político, política criminal y políticas de seguridad en la posguerra fría.

Acuerdo Arias Watt las concesiones proporcionadas al gobierno norteamericano que vulneran la soberanía nacional

y que eran consideradas ilegales no se detuvieron en los acuerdos Becker. Aparte del estatus especial que se les

otorgó a los elementos norteamericanos que participaran en territorio panameño en algún operativo de

saneamiento ambiental del canal, tipo fuerzas visitantes, ahora Panamá renunciaba a entregar a la Corte Penal

Internacional a ciudadanos norteamericanos que cometieran delitos de genocidio, lesa humanidad, agresión y de

Primero que todo deseamos explicar de manera muy somera las características que, como economía de servicios,

adornan a Panamá casi desde principios del siglo pasado.


Acuerdo Varela Geithner tenemos una ley de sociedades anónimas de 1927, basada en gran parte en la Ley del

Estado de Delaware, Estados Unidos. La misma regula a cualquier sociedad que opere o no dentro del territorio

nacional. Hay mecanismos legales adicionales como las fundaciones de interés privado, fideicomisos, aseguradoras

cautivas, fondos mutuos y un registro abierto de naves, que permiten la captación lícita de remesas con importantes

ventajas económicas para quienes los utilizan. A nivel fiscal en nuestro país impera el principio de territorialidad

con una tasa relativamente razonable, la cual se aplica por igual a panameños y extranjeros. Es decir, no existen

tratamientos fiscales especiales para beneficiar a inversionistas dentro de ciertas categorías, como sí los hay en

Estados Unidos y el Reino Unido; países que, además, han creado en algunos pequeños territorios dentro de sus

respectivas jurisdicciones, mecanismos específicos de preferencia fiscal para negocios “off shore” guerra en su

territorio.

Conclusión

Los tratados Torrijos-Carter ponen fin al enclave colonial estadounidense que dividía a Panamá en dos desde

principios del siglo XX. Lograr este acuerdo fue resultado de la lucha generacional del pueblo panameño quien,

desde un primer momento, peleó contra la presencia extranjera en su territorio. Este trabajo no pretende dar cuenta

del largo proceso negociador ni de los detalles que comprenden estos complejos acuerdos. El objetivo de este ensayo

es tratar de establecer la influencia en este resultado de los jefes de Gobierno de ambos países quienes, por diversos

motivos y en diferente momento, tomaron un interés personal en resolver pacíficamente la disputa. Para lograr esto

el ensayo revisa las estructuras internas y externas de Panamá y Estados Unidos enfocándonos en la formulación de

política exterior y la participación directa de Omar Torrijos y Jimmy Carter en los esfuerzos de ambos Estados por

poner fin a una situación inadmisible para los panameños y cada vez menos justificable para los estadounidenses. El

ensayo concluye que los estilos de liderazgo de ambos gobernantes, que se constituyen como líderes predominantes

en torno a este tema fue fundamental para la firma de estos tratados que devolverían al Estado panameño la

soberanía total sobre todo su territorio.

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