Imperio Antigu1
Imperio Antigu1
Imperio Antigu1
Imperio Antiguo
El Reino Antiguo de Egipto, o Imperio Antiguo, es el primer gran período de la historia del Antiguo
Egipto, con un sistema político, religioso y cultural fuertemente consolidado tras la unificación de
todo Egipto en el periodo Arcaico.
El Reino Antiguo, comprendido entre ca. 2686 y 2181 a.C., está integrado por las
dinastías III, IV, V y VI.
Dinastía III
El primer faraón notable del Imperio Antiguo fue Djoser que hizo de Menfis su
capital, Durante la III Dinastía se establecieron colonias mineras en el Sinaí y se
frenaron las incursiones de los nobios que devastaban el alto Egipto. Este faraón,
ordenó la construcción de una pirámide (la Pirámide Escalonada) en la necrópolis
de Menfis, la actual Saqqara. Una de las construcciones más importante de la
historia de la arquitectura es el resultado final de un proceso evolutivo, que
partiendo de una mastaba (La mastaba es un tipo de tumba egipcia antigua de
base rectangular, techo plano y muros laterales inclinados construida con bloques
de adobe o con piedra) inicial, fue incorporando y componiendo cuerpos hasta
conseguir la estructura en escalones rematados por un prisma (evolución que
terminará con la forma clásica de pirámide). que fue construida principalmente con
bloques de piedra en lugar de ladrillos de barro bajo la conducción del famoso
arquitecto Imhotep.
IV DINASTIA
Los faraones de la Dinastía IV alcanzaron el cénit del Imperio Antiguo, que comenzó con
el faraón Seneferu, quien construyó tres pirámides: la pirámide ahora derruida de Meidum,
la Pirámide acodada de Dahshur, y la Pirámide Roja, al norte de Dahshur. Utilizó una
masa mayor de piedras que cualquier otro faraón.
Seneferu fue sucedido por su hijo, Keops, quien construyó la Gran Pirámide de Guiza.
. Después de la muerte de Keops es posible que surgieran disputas sucesorias entre sus
hijos Dyedefra y Kefrén. Este último construyó la segunda pirámide y posiblemente la Gran
Esfinge de Guiza.
Los últimos reyes de la IV Dinastía fueron Micerino, quien construyó la tercera mayor pirámide
de Guiza, Shepseskaf y Dyedefptah.
V dinastía
Vi dinastia
arquitectura
Meidum
La pirámide fue construida en tres etapas, la primera constaba de siete escalones que fueron
luego aumentados hasta probablemente ocho, una segunda fase en donde al tiempo se añadía un
nuevo revestimiento y posteriormente durante la última fase el espacio entre un escalón y otro
fue rellenado incluyéndose un revestimiento final de bloques de caliza, dando la impresión de
que se trataba de una pirámide verdadera de caras lisas. La construcción de la capilla de
ofrendas en la cara este de la pirámide parece datar de esta última fase.
2 piramide
Con sus 220 metros de lado, la pirámide Roja, que originalmente estaba recubierta con bloques
de caliza de Tura, a los cuales debe su nombre de “pirámide brillante”, es la segunda en cuanto
a la longitud de su base, sólo superada por la de Quéope. La entrada al largo corredor que
conduce a las cámaras subterráneas se encuentra a 28 metros de altura. Tras descender durante
60 metros, el corredor se abre en una habitación extraordinariamente bella con un techo en falsa
bóveda de más de 12 metros de altura, constituido por once hiladas de bloques de caliza, cada
una de las cuales, sobresale unos centímetros con respecto a la inmediatamente inferior.
Escultura
Desde las primeras figuras de arcilla, hueso y marfil del Periodo Predinástico, la escultura
egipcia se desarrolló con gran rapidez. Hieratismo, rigidez, formas cúbicas y frontalidad
son las características esenciales de la escultura egipcia. Primero se tallaba un bloque de
piedra de forma rectangular, y después se dibujaba en el frente y en las dos caras
laterales de la piedra la figura objeto de representación. La estatua resultante era, en
consecuencia, una figura destinada a ser vista principalmente de frente .
La estatua sedente del faraón Kefrén , artífice de la segunda pirámide más grande del
conjunto funerario de Guiza, engloba en sí misma todas las características que hicieron
memorable a la escultura egipcia de carácter regio. El faraón aparece sentado sobre un
trono decorado con el emblema de las tierras unificadas, con las manos sobre las
rodillas, la cabeza erguida, rígida y de frente, y los ojos mirando al infinito. El halcón que
representa al dios Horus aparece detrás de la cabeza de Kefrén, simbolizando que es
él, el faraón, el ‘Horus viviente’. La estatua, tallada en diorita, presenta en su conjunto una
gran unidad y equilibrio, creando una potente imagen de la majestad divina.
Los materiales utilizados fueron la piedra, la madera y, en menor proporción, el metal.
literatura
La literatura legada por este período puede clasificarse mayormente en dos grupos:
religiosa y profana. La literatura religiosa está representada casi exclusivamente por los
Textos de las Pirámides, mientras que la profana por gran variedad de textos de tipo
sapiencial e histórico, fundamentalmente.
Su objetivo primordial era asegurar la ascensión del faraón difunto hasta las estrellas y
convertirlo en un ser luminoso imperecedero de la comitiva del dios solar Ra.
Dentro de la literatura profana sobresalen las lecciones sapienciales, de entre las que se
destacan las enseñanzas de Ptahotep, Kagemny y Hordyedef. Otros textos narran
acontecimientos e hitos de gran valor histórico, como la biografía de Neferseshemra, o los
fragmentos de la Piedra de Palermo, con anales que incluyen nombres de algunos reyes
predinásticos.
En el Imperio Medio del Antiguo Egipto se caracterizó por una evolución en las ideas
religiosas. En lugar de ser considerados como en épocas anteriores, como un dios, los
reyes serán considerados ahora como simples mortales, aunque de gran habilidad y
valentía. La relación entre la humanidad y la divinidad de los reyes fue un problema
intelectual muy importante para los egipcios. Se restauró la unidad, acabando con el
poder de los nomarcas y desaparecieron los nomos como unidades administrativas y se
crearon nuevas unidades administrativas: ciudad y su territorio circundante.
Con la paz y la prosperidad creció una clase media burguesa. Hubo una gran mejora de
los sistemas hidráulicos. Se realizaron importaciones y exportaciones abundantes por
las excelentes relaciones con el extranjero y se conocen numerosos textos jurídicos de
la época de Sesostris II, como donaciones, herencias, compras, ventas, etc.
Dinastía xi
Después de la guerra de unificación de Egipto con la toma de Heracleópolis, Mentuhetep
II estableció la capital en Tebas y tomó una serie de importantes medidas para restablecer
la autoridad real y la prosperidad económica del país. Una de ellas hacía referencia a los
nomarcas. Su nombramiento pasó a ser decisión real y no hereditaria como hasta
entonces, los funcionarios provinciales eran frecuentemente trasladados de lugar para
evitar que el cargo pasase a ser hereditario. El poder central fue de nuevo dirigido por un
visir. Se creó un nuevo cargo administrativo: el de gobernador del Norte.
Con relación a la arquitectura se emprendió una campaña de construcción y ampliación
de templos, sobre todo en el Alto Egipto. El dios predominante en esta dinastía fue Montu,
un dios tebano con tendencias guerreras, y se notó una creciente popularidad del dios
Osiris.
En cuanto a la política exterior, Mentuhetep II cortó un intento de invasión del Delta por
parte de los beduinos; también lucho en Libia contra los Chemehu y los Tehenu y en
Nubia se aseguró el control hasta la segunda catarata (Buhen, en territorio Cush, muy
cerca de Abu Simbel).
Poco que destacar de los demás faraones. Mentuhetep III, hijo del anterior, continuó con
la misma política; solamente hacia el final de su reinado y continuado por el usurpador
Mentuhetep IV, Egipto cayó otra vez en una etapa de guerras y hambre.
Vii dinastia
En medio de la delicada situación del final de la dinastía XI, Amenemes I (Imenemhat)
subió al trono y fundó una nueva dinastía, la XII. Esta es sin duda la más importante del
Imperio Medio. Amenemes I fue un gran estadista. Lo primero que hizo fue trasladar la
capital de Tebas a Ittauy, muy cerca de Menfis, una de las razones del traslado de la
capital fue la de iniciar la explotación del cercano oasis del Fayum.
Otra importante decisión fue la revisión de los limites de los nomos, equilibrando sus
extensiones y recuperando la importancia que tenían antaño. Con Amenemes I llegó la
prosperidad económica no solo a la capital si no también a las diferentes ciudades.
Con respecto a la religión se produjo un cambio de adoración. Mientras que en la dinastía
XI se adoraba principalmente a Montu (de ahí Mentuhetep), en la XII se pasó a la
adoración de Amón (de ahí Amenemes). También durante esta dinastía comenzaron las
primeras manifestaciones por parte de personas cultivadas del monoteísmo, dirigiéndose
a un Dios sin darle nombre preciso.
En cuanto a la política exterior Amenemes I siguió su lucha en el Delta contra los
beduinos, para defenderse de ellos mandó construir una muralla (el Muro del Príncipe)
que a la larga le fue muy efectiva.
Arquitectura
El Imperio Medio está considerado como el período clásico por excelencia de la
civilización egipcia. Sin embargo, no es el más largo ni el mejor documentado y desde
el punto de vista de la arquitectura es el menos conocido, pues de los grandes templos,
como los de Amón-Ra en Karnak y el de Tanis sólo quedan escasos restos reutilizados.
El período destaca sólo por la excelencia de las escasas obras que se conservan.
Militar
La arquitectura de esta época se distinguió por las fortificaciones, que los faraones
levantaron para proteger el país de posibles incursiones de pueblos extranjeros y del
pillaje de las tribus nubias. La mayoría de estas obras de tipo militar son de
características homogéneas, sólidas y grandiosas, como la fortaleza de Buhen en la
segunda catarata, Kor, Mirgissa, Semna y Kumma. Estas construcciones demuestran
una larga y precisa experiencia militar.
funeraria
En cuanto a la arquitectura funeraria, los reyes del Imperio Medio intentaron imitar la
de sus poderosos antecesores de las Dinastías IV y V, pero, sus posibilidades fueron
muy inferiores. En cambio, consiguieron destacados logros en cuanto originalidad y
soluciones arquitectónicas como el templo funerario de Mentuhotep, fundador de la
XI Dinastía en Deir el-Bahari. Su elevación y belleza está conseguida a través de una
sucesión de terrazas hasta llegar a un patio con pórticos que conducía al templo, cuyas
paredes fueron magníficamente decoradas con relieves e inscripciones jeroglíficas de
gran belleza. Unos siglos más tarde, el arquitecto Senemmut levantó al lado el templo
funerario de la reina Hatshepsut, inspirándose en este edificio.
Arquitectura civil
En arquitectura civil destaca la ciudad mandada construir por el faraón Sesostris II para
los obreros y demás operarios encargados de levantar su pirámide en Kahun, cerca del
oasis de El Fayum, llamado así por Petrie cuando lo descubrió en 1889. Esta ciudad fue
edificada con ladrillo crudo.
Esta pirámide es un auténtico complejo urbano, edificado de acuerdo con un plano
preciso y por ello es una excepción con respecto a ciudades del Antiguo Egipto, que
eran simple alineamiento de casas. Destaca esta ciudad por una división muy clara,
acentuada por un ancho muro, entre el barrio popular, de esquema octogonal y el
residencial, mucho más extenso, en cuyas casas se distinguen las salas para recepciones,
las habitaciones del dueño y el harén, además de almacenes y depósitos de agua.
Escultura
A fines del Primer Período Intermedio se distinguían en Egipto dos escuelas principales
de escultura: En el norte, cerca de Menfis, los artistas realizaron obras de gran categoría
artística, probablemente debido a la gran tradición escultórica recibida del Imperio
Antiguo. En el sur. en cambio, donde el Imperio Antiguo no creó nada de importancia,
había una carencia de esa tradición local y la escultura revela una mayor torpeza de
ejecución.
A partir de la XII Dinastía (ya en el Imperio Medio), se observa una mayor unidad de
estilo con una calidad, por lo general, bastante elevada y con unos modelos muy
comunes. En la figuración oficial domina, en los magníficos dibujos jeroglíficos,
muchas veces verdaderas obras de arte, la representación de la unión del Alto y el Bajo
Egipto, y como novedad, se trata de igualar, en las representaciones, en un mismo
plano, al rey y a la divinidad, aunque la auténtica innovación fueron las estatuas
cúbicas, nacidas de las investigaciones geométricas del Primer Período Intermedio.
Sin embargo, no se aprecia en la representación de los faraones la paz majestuosa que
caracterizaba a los reyes del Imperio Antiguo. Existe ahora una corriente pesimista y los
artistas carecen de la seguridad en la magnificencia de sus faraones y sus obras. Así, en
el retrato de Sesostris III se observa no la serenidad propia de un faraón, sino a un
hombre cansado, triste y hasta preocupado. Aunque el retrato de Sesostris III es único
en la escultura del Imperio Medio, no igualado por ningún otro conocido de esta
época, indica la tentativa de algunos artistas de este período de romper con los
convencionalismos y esquemas rigurosos, aunque la nota general es
de academicismo clásico y frío, como vemos en las estatuas de faraones Mentuhotep I y
Sesostris I y sobre todo en las representaciones de funcionarios.
Es el período en la historia del antiguo Egipto entre el siglo XVI aC y el siglo XI aC,
que abarca las dinastías XVIII , XIX y XX de Egipto Nuevo
Luego de un período de debilidad monárquica, llegaron al poder las castas militares, la
dinastía XIX o Ramésida que, prácticamente bajo Seti I y Ramsés II, se enseñó enérgica
contra los expansionistas reyes hititas.
XVIII Dinastía
Con la unificación del territorio egipcio y la fundación de la XVIII Dinastía por Ahmosis
I, comenzó el Imperio Nuevo (1570-1070 a.n.e.). Ahmosis restableció los límites, los
objetivos y la burocracia del Imperio Medio, y reactivó su programa de
aprovechamiento de la tierra. Mantuvo el equilibrio de poder entre los nomarcas y él
mismo con el apoyo del ejército. La importancia de la mujer en el Imperio Nuevo se
ilustró por los altos títulos y la destacada posición de las esposas y madres de los
faraones.Por muchas razones a esta dinastía se la considera la más importante de
toda la historia de Egipto.
La XIX Dinastía de Egipto se clasifica como la segunda Dinastía del período del Antiguo Imperio
Nuevo egipcio , que se extiende desde 1292 aC hasta 1189 aC. Además, la XIX Dinastía y la XX
constituyen una era conocida como el período Ramesside . Esta dinastía fue fundada por el visir
Ramsés I , a quien el faraón Horemheb eligió como su sucesor al trono.
A la dinastía XIX, junto con la XX, se le conoce como época ramésida. Durante este periodo Ramsés
II conquistó Nubia y ordenó la construcción de Abu Simbel. Fue el faraón con el que más
edificaciones se realizaron.
En la dinastía XX, Ramsés III detiene a los invasores de los Balcanes, Asia Menor y Oriente. No
obstante, los conocidos como Pueblos del Mar, acaban asentándose en grandes ciudades como
Menfis. Tras este gobernante, los faraones van perdiendo poder frente a los sumos sacerdotes de
Amón.