Maria en El Nacimiento de La Iglesia
Maria en El Nacimiento de La Iglesia
Maria en El Nacimiento de La Iglesia
CONCEPTUALIZACIÓN
“Con María providencialmente unida a la plenitud de los tiempos (cf. Ga 4, 4), llega a cumplimiento la
esperanza de los pobres y el deseo de salvación. La Virgen de Nazaret tuvo una misión única en la historia
de salvación, concibiendo, educando y acompañado a su hijo hasta su sacrificio definitivo. Desde la cruz,
Jesucristo confió a sus discípulos, representados por Juan, el don de la maternidad de María, que brota
directamente de la hora pascual de Cristo: “Y desde aquel momento el discípulo la recibió como suya” (Jn 19,
27).
Perseverando junto a los apóstoles a la espera del Espíritu (cf. Hch 1, 13-14), cooperó con el nacimiento de
la Iglesia misionera, imprimiéndole un sello mariano que la identifica hondamente. Como madre de tantos,
fortalece los vínculos fraternos entre todos, alienta a la reconciliación y el perdón, y ayuda a que los discípulos
de Jesucristo se experimenten como una familia, la familia de Dios.
En María, nos encontramos con Cristo, con el Padre y el Espíritu Santo, como asimismo con los hermanos”.
“Como en la familia humana, la Iglesia-familia se genera en torno a una madre, quien confiere “alma” y ternura
a la convivencia familiar158. María, Madre de la Iglesia, además de modelo y paradigma de humanidad, es
artífice de comunión. Uno de los eventos fundamentales de la Iglesia es cuando el “sí” brotó de María. Ella
atrae multitudes a la comunión con Jesús y su Iglesia, como experimentamos a menudo en los santuarios
marianos.
Por eso la Iglesia, como la Virgen María, es madre.
Esta visión mariana de la Iglesia es el mejor remedio para una Iglesia meramente funcional o burocrática”
ACTIVIDADES
ACTIVIDAD # 1
Mediante un escrito detalla la importancia de maría dentro de la iglesia teniendo en cuenta que es signo de
perdón y reconciliación.
ACTIVIDAD # 2
1.En estos tres hechos, María siempre estaba presente, ¿Por qué los discípulos la admiraron y se
fortalecieron en la fe, el perdón y la reconciliación?
2- ¿Qué enseñanza podemos tomar de los tres hechos y en los cuales María es ejemplo de fe, fortaleza y
esperanza?
3-¿Qué significado tiene cada uno de los tres hechos, para la vida de la Iglesia?
VALORACIÓN DEL APRENDIZAJE Y/O AUTOEVALUACIÓN
“Queriendo Dios, infinitamente Sabio y misericordioso, llevar a término la redención del mundo, “cuando
llegó el fin de los tiempos, envió a su Hijo hecho de Mujer, para que recibiésemos la adopción de hijos” (Gál.
4,4-5). “El cual, por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación descendió de los cielos, se encornó por
obra del Espíritu Santo de María Virgen”.
Este misterio divino de Salvación se nos revela y continúa en la Iglesia, A la que el Señor constituyó como su
Cuerpo y en ella los fieles, unidos a Cristo, su Cabeza, en comunión con todos sus santos, deben también
venerar la memoria “en primer lugar, la gloriosa siempre Virgen María, Madre de Jesucristo nuestro Dios y
Señor” La Bienaventurada Virgen y La Iglesia: La Virgen María, que según el anuncio del ángel recibió al
Verbo de Dios en su alma y en su cuerpo y trajo la vida al mundo, es reconocida y honrada como verdadera
Madre de Dios Redentor.
Redimida de un modo eminente, en atención a los futuros méritos de su Hijo y unida a Él con vínculo estrecho
e indisoluble, está enriquecida con la suma prerrogativa y dignidad de ser la Madre de Dios Hijo y, por tanto,
la Hija predilecta del Padre y el sagrario del Espíritu Santo; con un dos de gracia tan eximia, antecede, con
mucho, a todas las criaturas celestiales y terrenales. Al mismo tiempo está unida en la estirpe de Adán con
todos los hombres que necesitan ser salvados; más aún: es verdaderamente madre de los miembros de
Cristo, por haber cooperado con su amor a que naciesen en la Iglesia los fieles, que son miembros de aquella
Cabeza”.
Por eso también es saludada como miembro preeminente y del todo singular de la Iglesia, su prototipo y
modelo eminentísimo en la fe y caridad y a quien la Iglesia Católica, instruida por el Espíritu Santo, honra con
filial afecto de piedad como a Madre amantísima”.