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Tema 14

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TEMA 14- Reinado de Alfonso XIII: crisis de la Restauración (1902-31)

En el reinado de Alfonso XIII, el régimen político ideado por Cánovas del Castillo entra en una crisis que se expresa en
gobiernos inestables y en el desprestigio del sistema político. Se inicia una tímida regeneración, pero el intento reformista
fracasa. Nuevas crisis demuestran la incapacidad de la monarquía para afrontar retos como el nacionalismo o el republicanismo,
o la conflictividad sindical, la Guerra de Marruecos o la falta de democratización de la política.

En esta situación el general Primo de Rivera da un golpe de Estado y establece una dictadura militar. El consentimiento
del monarca, le costó el trono. El fin de la Dictadura será también el fin de la monarquía (1931) y el paso a una alternativa
1 democrática con la II República.

1- INTENTOS DE MODERNIZACIÓN: REGENERACIONIMO Y REVISIONISMO POLÍTICO.

Tras la guerra de 1898 contra EEUU, España toma conciencia de la pérdida de las últimas colonias y del papel de
potencia mundial. Las clases medias y los intelectuales protagonizan un movimiento crítico, conocido como
REGENERACIONISMO.

a) El regeneracionismo social y económico. Su ideólogo es Joaquín Costa, que cuestiona el sistema político de la
Restauración y pretende la “regeneración de España", para sacar al país del atraso y transformarlo en una auténtica
democracia. Propone reformas económicas y educativas y promueve la “Unión Nacional”, organización política de las clases
productoras (pequeños y medianos empresarios), pero no logra convertirse en tercera fuerza frente a los dos partidos
dinásticos y se disuelve pronto. Costa continúa con la crítica intelectual del sistema. Cree en la educación, el laicismo y el
progreso, olvidándose de aventuras imperiales y coloniales.

b) El regeneracionismo intelectual y literario. Un grupo de pensadores como Miguel de Unamuno expresan su profundo
pesimismo en reflexiones sobre la decadencia de España. Este sentimiento se extiende a la literatura de la Generación del 98
(Azorín, Pío Baroja, los hermanos Machado o Valle Inclán), que en sus obras analizan España desde una perspectiva trágica y
realista, con denuncia del sistema político y la realidad social.

EL REVISIONISMO POLÍTICO es la corriente de pensamiento que trata de dar un nuevo impulso a la política, pero
desde dentro del sistema de la Restauración. Destacan:

1. Propuesta de Francisco Silvela. Tras el asesinato de Cánovas es elegido presidente del partido Conservador y desde
el gobierno, pretende un proyecto revisionista “desde arriba”, buscando la reforma del gobierno municipal que impida el
funcionamiento del caciquismo.

2. Antonio Maura (Partido Conservador) pretendió la “revolución desde arriba”. Como presidente del gobierno, buscó
la moralización de las elecciones y la participación ciudadana: la ley electoral de 1907 establecía el voto obligatorio y el
traslado al tribunal supremo de las actas dudosas; la ley de Administración Local, reconocía la autonomía municipal; una
tímida reforma de la legislación laboral mejoraba algo la condición de los obreros; importante fue la creación del Instituto
Nacional de Previsión, germen de la seguridad social. La Semana Trágica de Barcelona, en 1909, le cuesta el cargo y termina
con su labor reformista “desde arriba”.

3. El reformismo social de Canalejas (Partido Liberal). Sus propuestas son las más avanzadas. Redacta leyes que
regulan la jornada laboral, el trabajo de mujeres y niños, o la seguridad social a cargo del Estado. Elimina el odiado impuesto
de consumos. Intenta la separación entre la Iglesia y el Estado y la aplicación de la Ley del Candado, que limita la creación de
nuevas órdenes religiosas en España, con escasos resultados. La Ley de Reclutamiento elimina el Soldado de Cuota en
tiempo de guerra. La Ley de Mancomunidades Provinciales permite la agrupación de diputaciones provinciales con cierto
autogobierno. Su asesinato por un anarquista trunca su proyecto reformista.

2. LA QUIEBRA DEL SISTEMA: CONFLICTIVIDAD SOCIAL Y CRISIS DE 1909, 1917 y 1921. Sucesivas crisis pondrán de
manifiesto la incapacidad del sistema para regenerarse desde dentro.

LA CRISIS DE 1909 se origina en los problemas políticos y sociales en Cataluña. El ejército no acepta las injustas
críticas a su actuación en la Guerra de 1898, y la sociedad muestra un fuerte antimilitarismo por las muertes en Cuba y por los
“soldados de cuota”. La publicación de una viñeta crítica con el ejército en una revista satírica catalana, provocó el asalto de su
local por un centenar de militares. Como consecuencia, dimitió el jefe de gobierno y se aprobó la llamada Ley de
Jurisdicciones, que transforma las críticas “al ejército o a la patria” en delitos militares, no civiles. Como rechazo a la Ley de
Jurisdicciones, los partidos catalanes antidinásticos y antimonárquicos se unirán en “Solidaritat Catalana”, que triunfará en
las elecciones, acabando con el dominio de los partidos dinásticos. La Lliga Regionalista de Cambó reivindicará la autonomía de
Cataluña y una reforma de la administración del Estado.
Por otro lado, el Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux, enemigo del nacionalismo catalán se extiende por
España. Además, se produce el auge de los sindicatos obreros catalanes, muy influidos por el anarquismo.
La Semana Trágica de Barcelona (1909). El gobierno decide enviar tropas reservistas a Marruecos, muchos de
ellos casados y con hijos, provocando una explosión popular impulsada por anarquistas, socialistas y republicanos. También
influyó el paro en el sector textil. Se inicia con una huelga general en Barcelona que deriva en un motín antimilitar y anticlerical
(incendio de conventos e iglesias, manifestaciones y enfrentamientos con las tropas). Las clases bajas urbanas identifican a la
Iglesia con el orden constituido. El gobierno declara el estado de guerra e inicia una represión dura y arbitraria, con
detenciones, destierros y ejecuciones (Ferrer Guardia), que provocan la repulsa internacional y el desprestigio del gobierno.
Maura dimite y deja paso a los liberales, acusándolos de aliarse con los enemigos de la monarquía para echarlo del poder. Se
rompe así el “Pacto del Pardo”.

LA CRISIS DE 1917. El periodo de 1913 a 1917 es conocido como del Fulanismo político: los dos partidos dinásticos
2 tienen graves crisis internas que dan lugar a gobiernos inestables, de escasa duración y con bloqueo parlamentario continuo.
Paralelamente, la oposición política se refuerza: los republicanos, PSOE y anarquistas (con su sindicato CNT) y nacionalistas.

Dos sucesos externos tienen gran influencia sobre la economía y la política. La Primera Guerra Mundial reporta
enormes beneficios a comerciantes e industriales que no reinvierten en mejorar los sistemas productivos ni los salarios. La
demanda exterior aumenta provocando un ascenso de los precios. Las clases bajas pierden poder adquisitivo, aumentando la
conflictividad social y las afiliaciones sindicales. La revolución rusa de 1917 es una esperanza y un estímulo para los obreros; la
burguesía y ciertos sectores buscan una solución militar autoritaria para “poner orden” social.

Todos estos problemas son la base de la crisis de 1917, que tuvo diversas vertientes.

Crisis militar. La oficialidad del ejército se organiza en una especie de sindicatos, llamados Juntas Militares de
Defensa, y redactan un Manifiesto para exigir mejoras económicas y profesionales. Este Manifiesto supone la reaparición del
ejército en la política. Alfonso XIII lo apoyó convencido de que el ejército era la mejor defensa contra la oposición al Sistema de
la Restauración. El gobierno no consigue disolverlas, admite sus peticiones reconociéndolas oficialmente.

Crisis política. Eduardo Dato clausuró las Cortes una vez más y los parlamentarios catalanes convocan en Barcelona
una Asamblea de Parlamentarios (Parlamento alternativo) a la que acuden republicanos, socialistas, y catalanistas (68). Piden
la autonomía para Cataluña y la convocatoria de Cortes Constituyentes que democraticen España. Pudo ser una revolución que
modificara el sistema de Cánovas, pero fracasó por diferencias entre sus miembros y por la oposición del rey y el gobierno.
Dato usó al ejército para clausurarla y cerró los periódicos republicanos.

Crisis obrera. La inflación causada por la 1ª G.M. provocó una huelga general e indefinida, convocada por UGT y
apoyada por la CNT. Los huelguistas buscan apoyo del ejército y de la Asamblea de Parlamentarios. El ejército, en vez de
unirse, reprime duramente a los obreros, mostrando su fuerza y posicionándose con el rey; el comité de huelga es juzgado y
condenado a cadena perpetua.

LA CRISIS DE 1921. Tras nuevas exigencias de reformas de los parlamentarios de la oposición, el gobierno de Dato
dimite y el rey propone un gobierno de concentración (formado por personalidades de diferentes partidos políticos liberales y
monárquicos). Se inicia así el periodo de los gobiernos de concentración. Fueron gobiernos débiles que deben afrontar
problemas como el movimiento obrero y la guerra de Marruecos.

El movimiento obrero se radicaliza por el impacto de la revolución bolchevique y por la recesión económica tras la
guerra mundial. Aumenta la afiliación a partidos y sindicatos. El PSOE se divide, creando por influencia de la URSS el Partido
Comunista de España (P.C.E.). La UGT alcanza su madurez como sindicato industrial y aumentan sus afiliados. La CNT crece
en Andalucía y Cataluña.

En Andalucía se producen numerosas huelgas, ocupación de tierras para repartirlas, quema de cosechas, ocupación de
ayuntamientos, etc. Las movilizaciones de jornaleros son reprimidas duramente. En Barcelona, militares y patronal reprimen las
huelgas y contratan pistoleros para reventar manifestaciones y atentar contra líderes sindicales. Las autoridades apoyan a estos
grupos de extrema derecha y aplican la ley de fugas, que permite disparar al prisionero cuando huye. Los sindicatos de
extrema izquierda responden con atentados a empresarios y políticos. El “pistolerismo” provoca decenas de muertos, entre los
que destaca el presidente del gobierno Eduardo Dato.

La guerra de Marruecos. En el reparto de Marruecos entre Francia y España, España se reserva el Rif y el enclave de
Ifni. El gobierno de Maura se plantea la conquista del Rif como una cuestión de honor que permita olvidar el desastre del 98,
sirviendo al ejército para recuperar el prestigio perdido en Cuba y ofreciendo a empresas y particulares grandes oportunidades
económicas. Sin embargo, la cuestión de Marruecos se convirtió en una larga pesadilla. La ocupación militar del Rif es lenta y
dificultosa. El líder rifeño Abd-el-Krim une las cabilas (tribus nómadas de beduinos beréberes) en un movimiento
independentista y declara la “Guerra Santa” contra españoles y franceses. En 1921, una expedición militar en el Rif es cercada
por los marroquíes en Annual. La retirada de las tropas españolas termina con 13000 muertos y Melilla a punto de perderse.

Como consecuencia del desastre, (1) los militares acusan a los políticos de exigir resultados sin medios adecuados y
ven en el parlamento una institución incompetente. (2) La oposición acusa al gobierno de ineptitud e incluso hace responsable
al propio monarca. Las Cortes encargan una investigación cuyos resultados implican al rey. (3) La guerra de Marruecos es muy
costosa e impopular, y las clases medias y populares exigen su final.

3- LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA. Miguel Primo de Rivera, declara el estado de guerra y en un manifiesto de
carácter regeneracionista, promete ocupar el poder temporalmente para “terminar con el terrorismo, el separatismo, el
desorden y la politización de la guerra de Marruecos”. El ejército, la burguesía y los partidos conservadores aplauden el golpe.
El rey lo apoya y nombra a Primo de Rivera presidente del gobierno. Gran parte de la opinión pública es indiferente.

Las CAUSAS del golpe son el desastre de Annual y el régimen político de la Resturación, desprestigiado e incapaz de
afrontar las demandas sociales y los problemas de orden público. La dictadura de Primo de Rivera se divide en dos ETAPAS:

3 • El directorio militar (1923-1925). Primo nombra un gobierno compuesto por militares, y toma medidas propias
de una dictadura. Suspende la Constitución y las garantías constitucionales (la libertad de reunión, de asociación, etc.).
Disuelve las Cortes, prohíbe los partidos y las elecciones. Crea la Unión Patriótica (UP), partido único al que hay que pertenecer
para entrar en la administración. Es el refugio de muchos caciques. Para acabar con el caciquismo, disuelve diputaciones y
ayuntamientos, el gobierno nombra a alcaldes y los militares ocupan el cargo de gobernadores provinciales.

Con el desembarco de Alhucemas, Francia y España inician una acción conjunta contra Marruecos. España derrota a
Abd el-Krim, ocupa el Rif y finaliza la guerra. Es el mayor éxito de la dictadura.

• El directorio civil (1925-1930). Primo de Rivera transforma el Directorio militar para conservar el poder e
institucionalizar y dar estabilidad a un régimen autoritario nacido como algo temporal. Nombra nuevos ministros, mayoría de
civiles de extrema derecha y algunos militares miembros de la UP.

Influido por el fascismo italiano, Primo crea la Organización Corporativa Nacional, un sindicato vertical (con
empresarios y trabajadores en comités paritarios). Es el único sindicato permitido (UGT colabora en la elaboración de los
comités paritarios). Igual que Mussolini, convoca una Asamblea Nacional Consultiva para elaborar un texto que legalice el
régimen. Este falso Parlamento, elegido por las corporaciones, rompe el sistema parlamentario liberal. La iniciativa no tuvo
éxito y el simulacro de Constitución tampoco, ya que no establecía división de poderes por dar excesivo peso a la Corona.

Durante este periodo, reprime el catalanismo: suprime la Mancomunidad de Cataluña y prohíbe el catalán en actos
oficiales, en la administración y en la educación.

La política económica y social de la Dictadura. La Dictadura presumió de sus logros económicos, aunque fueron
favorecidos por la coyuntura internacional. Primo aplica una política intervencionista del Estado: construye obras públicas
(presas y pantanos con fines hidroeléctricos y de regadío, se amplía la red de ferrocarriles, carreteras y caminos), y crea
monopolios como Telefónica o CAMPSA.

Esta política tuvo como consecuencias: un fuerte endeudamiento, ya que la dictadura no incrementó los impuestos
para financiar el gasto público, sino que recurrió a la emisión de Deuda; una disminución de la conflictividad social: se combinó
la represión del sindicalismo (persigue a la CNT, aunque tolera a la UGT) y el paternalismo social (vivienda de protección oficial,
el retiro obrero, etc.).

La oposición al dictador era controlada mediante la censura, los procesos judiciales, el aislamiento de algunos
líderes opuestos y el enfrentamiento directo con políticos e intelectuales. Formaban la oposición a la Dictadura los antiguos
partidos de la Restauración (conservadores y liberales), los republicanos como Lerroux y Azaña, el nacionalismo catalán, el
Partido Comunista y la CNT. Incluso una parte del Ejército se opuso al dictador por desacuerdos con el sistema de ascensos.
También estaban en la oposición la mayoría de los intelectuales. Los estudiantes crean un sindicato que canalice las protestas,
la Federación Universitaria Escolar (F.U.E.).

La crisis del 29 reaviva la conflictividad social. La dura represión sobre los obreros fue distanciando a la UGT. La CNT
recobró fuerzas. El republicanismo se extiende y en 1930, Primo de Rivera dimite, exiliándose en Paris. El rey encarga al
general Berenguer que forme un gobierno que permita regresar al sistema de la Restauración (período conocido como
Dictablanda). Pero el apoyo dado por el rey a la dictadura lo impide: la opinión pública identifica dictadura y rey.

En agosto de 1930 todas las organizaciones políticas republicanas (derecha e izquierda) firman el pacto de San
Sebastián, en el que se comprometen a instaurar la República y crean un gobierno provisional clandestino, presidido por Alcalá-
Zamora (Derecha Republicana) y en el que están Manuel Azaña (Izquierda Republicana) y nacionalistas. Posteriormente se
suman a este pacto el PSOE y la UGT, intelectuales como Ortega y Gasset o Marañón, y la FUE.

En enero de 1931, un nuevo gobierno de concentración con monárquicos que aún apoyan a Alfonso XIII anuncia
elecciones municipales. El 12 de abril de 1931 se celebran las elecciones y todos los firmantes del Pacto de San Sebastián se
presentan unidos en una coalición electoral. El sistema caciquil de la Restauración pudo controlar las áreas rurales, pero en las
ciudades triunfan los republicanos. El rey, a la vista de los resultados, parte al exilio. El 14 de abril se proclama formalmente la
II República en Madrid en medio del alborozo popular.

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