Funciones Ejecutivas
Funciones Ejecutivas
Funciones Ejecutivas
INTRODUCCIÓN
El término “funciones ejecutivas” (FE) ha sido utilizado de manera frecuente en los últimos
treinta años, pero ha habido una gran variabilidad en la forma en que las FE han sido
comprendidas y definidas. No hay una única y unívoca definición de FE y muchos autores
han dado las suyas, además de que el constructo ha ido modificándose con el correr del
tiempo. La mayoría de los autores coinciden en que las FE abarcan:
Sin embargo, cada autor tiende a hacer hincapié en algún aspecto en particular de las FE.
Algunos ejemplos:
● Para Luria (1973), constituyen lo que en su teoría llamó “la tercera unidad”,
encargada de programar, regular y verificar la actividad. De acuerdo con Welsh y
Pennington (1991) las FE representan la habilidad de mantener un repertorio de
respuestas para resolver problemas orientados a un objetivo.
● Para Denckla (1996), son los procesos de control que abarcan iniciativa,
sostenimiento, inhibición, freno, flexibilidad, anticipación, planificación, eficiencia y
productividad, tanto cognitiva como emocional. Gioia y cols. (2000) distinguen los
aspectos comportamentales (flexibilidad para adaptarse a situaciones novedosas,
inhibición de respuestas inapropiadas, control emocional) de los aspectos
metacognitivos (MT, iniciativa, organización, planificación y automonitoreo de
resultados).
● Lezak y Cols. (2004) las definieron como las habilidades que le permiten a una
persona realizar de manera eficaz una conducta independiente, con un propósito y
provechosa. Las FE poseen cuatro componentes fundamentales: la voluntad, la
planificación, un propósito y un desempeño eficaz.
● Por el contrario, en niños con capacidad normal o incluso superior puede haber una
afectación específica en el desarrollo de sus FE. Esta disfunción, en general,
acarrea un rendimiento poco eficiente y por debajo de su capacidad intelectual.
Debe tenerse mucho cuidado cuando se utilizan pruebas para medir el cociente
intelectual ya que no todas tienen la misma exigencia ejecutiva y, a la vez, si un niño
tiene una disfunción ejecutiva, tal vez los resultados estén reflejando su rendimiento
actual, pero no su verdadero nivel intelectual.
Lenguaje y funciones ejecutivas
En los primeros años es común ver a los niños verbalizar sus conductas, ideas y decisiones;
pero hacia los 5-6 años pasan a internalizar el lenguaje y este actúa como guía de sus
comportamientos.
Los niños con dificultades en el lenguaje suelen tener un desarrollo menor o más tardío de
sus FE debido a esta falta de estructuración del lenguaje interno. Por otro lado, niños con
disfunción ejecutiva tardan más en internalizar el lenguaje o bien son menos eficaces con
sus recursos lingüísticos.
El escolar es el ámbito donde la disfunción ejecutiva suele tener más impacto. Las FE son
necesarias para guiar los procesos cognitivos que permiten el aprendizaje de nueva
información, pero también son necesarias para demostrar el conocimiento aprendido.
Incluso muchas veces es aquí donde más fallan los niños, ya que, al tener que resolver una
consigna o una evaluación ellos solos, deben seleccionar y administrar múltiples FE,
mientras que cuando el maestro o profesor explica algo nuevo este proceso está más
guiado.
Algunos niños con compromiso en sus FE pueden aparecer como apáticos, poco
motivados, indiferentes, en tanto otros pueden ser impulsivos y discutidores. Pueden hacer
preguntas socialmente inapropiadas o hacer comentarios dolorosos, mostrando falta de
insight e intuición.
Algunas veces, el apoyo que necesita en la escuela un niño con disfunción ejecutiva está
más relacionado con su conducta, el control de sus emociones y la asertividad social que
con dificultades académicas o cognitivas.
Por otro lado, también se puede tener alta capacidad intelectual y/o una formación
académica elevada y, sin embargo, no tener adecuadas habilidades adaptativas. En
general, estas habilidades son evaluadas de manera sistemática cuando se sospecha que
un niño tiene déficit intelectual, pero rara vez en niños con nivel intelectual promedio o alto.
En parte, esto sucede porque los instrumentos específicos para la evaluación de
habilidades adaptativas (Vineland-II Adaptive Behavior Scales; Escala Adaptativa de
Conducta de Vineland, segunda edición], ABAS-3 [Adaptive Behavior Assessment System;
Sistema de Evaluación de Conductas Adaptativas]) no tienen suficiente sensibilidad, ya que
en niños con buen desarrollo intelectual lo que marca realmente su nivel adaptativo suele
ser su rendimiento ejecutivo. En ese sentido, una buena evaluación de FE puede dar una
correcta aproximación de las habilidades adaptativas de un niño con adecuado nivel
intelectual.
Si se tiene en cuenta que las FE son las que nos permiten resolver asertivamente las
diferentes situaciones que se nos plantean en los distintos ambientes en los que nos
movemos, es lógico pensar que cualquier niño que haya sufrido algún tipo de lesión
cerebral, ya sea durante el neurodesarrollo o adquirida, podría ver afectado su rendimiento
ejecutivo, dado que los circuitos propios de las FE, al ser los más nuevos epi- y
ontogénicamente y al asociar todas las otras áreas, resultan ser los más sensibles a la
lesión.
● Síndrome de Tourette.
● Trastorno de conducta.
Muchas veces se asume que el síndrome disejecutivo y el TDAH son la misma cosa y no es
así. Todo niño con TDAH tendrá síndrome disejecutivo, pero la inversa no es válida: no todo
niño disejecutivo es TDAH.
allas para controlar los impulsos, inhibir los distractores o los elementos no pertinentes.
5. Las pruebas que se utilizan para evaluar la planeación y la organización son las
conocidas como tipo torre y entre ellas destacan la Torre de Londres y la Torre de
Hanoi. La evaluación neuropsicológica infantil (ENI) incluye la evaluación de tres
áreas (velocidad de procesamiento, flexibilidad cognitiva y planeación) a través de
seis tareas. La planeación se evalúa con la Pirámide de México que es una tarea
tipo torre en la que el niño tiene que planear la realización de los diseños
presentando con el menor número de movimientos y menor tiempo posibles.
BIBLIOGRAFÍA